Años de Indulgencia - Fernando Vallejo

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Años de indulgencia narra sus experiencias en Nueva York, la vida de sus padres y hermanos.Hace parte de El río del tiempo, que es la obra literaria más extensa del escritor colombiano Fernando Vallejo. Consiste en una larga autobiografía de la cual hubo cinco entregas: Los días azules(1985), El fuego secreto (1987), Los caminos a Roma (1988), Años de indulgencia (1989) y Entre fantasmas (1993). Comienza y termina con la misma frase.

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  • Levanten sus culos al aire, viejas del aquelarre:

    yo soy el Diablo. Soy y soy y soy y siempre hesido.

    S, s, s, s, soy el Diablo. Nadie puedeconmigo. En mi lugar ilmite, mi vasto imperio sinmedidas ni confines hago lo que se me da la gana.Mi sortilegio, mi potencia mgica, mi poder deazufre los detento. Alcaldes, gobernadores,ministros, presidentes ante m todos se inclinan yme besan el trasero. A cambio de su sumisinreverente, de arriba abajo los cobijo con mimanto: a toda la clientela roosa, subiendo,bajando la escalera burocrtica. A un ladoescobas! Brujas del aquelarre, arre, arre!

    Por los senderos enyerbados del viejocementerio se van mis pasos ebrios, sulfurosos.Ojos de bho y de lechuza desde los arrayanespelones miran. Qu! No me conocen? Qu me

  • ven? Ven mis cuernos en el claro de la luna. AhBubo bubo, bho bufo, bho bujo, bho bjaro,

    color rojo y negro calzado de plumas, de picocorto y ojos grandes, eres el bho real, el bhohurao, mi constante amigo, mi doliente hermano,criatura de la noche, bubnica prueba de laexistencia de Dios, digo mal?

    Este Es que No s cmo explicarme Esque yo ya no soy yo, ni soy la masa ni la levadura:soy el presidente Barco, un exabrupto.

    Cllate imbcil: en este cementerio no hablanadie, slo yo, slo se oye mi voz: Uuuu! Uuuu!Oyes? Me oyes? Soy el que digo, el que ves, soyla noche que ulula.

    Tcita, impvida, la lechuza mira, escucha. Susgrandes ojos brillantes de iris amarillo meinterrogan, escrutan la oscuridad: Puedo hablar?

    Habla, bruja.Grrrrr.Grazna, grue, dice y alza el vuelo y se va. Se

    va con su vuelo torpe y pesado, con su cola anchay corta, con sus garras de uas negras y sus plumasamarillas, pintas de gris y negro aqu y all, yblanco de nieve en el pecho y vientre y patas ycara, cara circular como hoy la luna, luna redondacon acompaamiento de vuelos y nubesdesflecadas: un murcilago pasa enfrente y con sualeteo la borra.

  • Humildemente, fervientemente, devotamente, condevocin encorvada voy recogiendo hojas, tallos,flores, races: el eneldo, la manzanilla, lahierbabuena, la mejorana, yerbas buenas para lamala leche que me llevo a mi casa a mixturarlas. Qu tanto haces, madre?

    Infusiones: lo que ves. Un t de tila, nia, paralos espasmos de la barriga? Esas contraccionesrabiosas, hija, nia, puta, te las provoca lo quetienes dentro, de ojos de brasa iracundos y garrasnegras: el hijo de Satans. Pero sigo por lo prontoen lo que estaba: por lo pronto, en tanto llega laSanta Inquisicin a ver qu dispone

    Grrrrr.Grazna la lechuza y su vuelo retardado va a la

    zaga de su graznido lgobre, lgubre, que rasgandolas desgarraduras de la noche me devuelve el eco.Un ratn llevo en el pico, en mi pico corto, corvo,ensangrentado. Llevo, traigo, porque vuelvo alarrayn sin hojas a posarme en sus desnudasramas, brazos abiertos en cruz desde donde todo lodomino.

    Grrrrr.Gravita en torno a m la noche ciega. De sbito,

    penetrando hasta el fondo de su sueo mi llamadose despierta un monje graso, pinge, mantecoso.Salta a encender un candil. Qu fue? Qu pas?

    Sacado en pelota de sus sueos lujuriosos, a

  • chorros le corre el sudor por la cara y lo baa: al que nunca se baa. Nada ve en su celda escueta.Afuera el invierno peln, prisin de hielo.

    Con qu Judas soabas, monje equvoco? Conqu manos, con qu nuca, con qu torso demancebo? Dime a ver Tu sinuosa, inicua lenguacrapulosa, a qu huecos prohibidos se meta?Tras de qu sabores desconocidos andabas?Rodando por la pendiente suave, voluptuosa,protegido en la cerrazn de tu conciencia del ojoescrutador, de la Santa Inquisicin, eh? Monjeturbio, monje obeso no te engaes, no te duermas:tus desviaciones mundanales, tus parasosterrenales, todo, todo con la afilada punta de miperspicacia lo penetro. En el patio voy a alzar unahoguera.

    En torno al claro helado de la luna, tinieblascompactas. Disturbndolas, agitndolas entorbellinos de sombras surge mi vuelo negro dealas anchas que todo lo abarcan. Soy yo, mi alma,un murcilago. Paso el claro de la luna y la nocheme traga.

    Que sea Consuelo de los Afligidos, vaya, yReina de los ngeles y de los Patriarcas Pero,Casa de Oro? Una mujer? Y si es Casa de Oro,cmo va a ser Torre de Marfil y Arca de laAlianza? Todo eso junto a la vez? Un fenmeno!Por eso, cuando dice en coro el convento Turris

  • Eburnea, en coro responde el aquelarre:Jua, jua, jua, jua!Y Regina Angelorum, Regina Patriarcharum,

    Consolatrix Aflictorum:Jua, jua, jua, jua. Jua, jua, jua, jua. Jua, jua, jua,

    jua.Mi voz, mis voces, mis mltiples voces de

    acentos varios, suaves, speros, confusos,engaosos. Espritu cambiante, escurridizo,inasible en mi camuflaje de sombras. Levanta lacorteza del rbol y lee en silencio mi nombre:Eliphs Levi Del. Cest moi, le diable.

    He venido hasta la zona infranqueable adesenterrar al difunto. Siglos hace que se muri.Siglos en que dieron cuenta de l los gusanos: del y sus ambiciones y sus ilusiones, y miren lo quehan dejado: polvo y huesos, que voy poniendo entierra mientras estupefacto me ves. Ves larevelacin, la profanacin, el tiempo vuelto polvo,polvo de muerte y olvido. E indicando con el dedovoy formando el que fui: ah los ojos que deasombro en asombro tanto vieron; y ah los labios,que musitaron plegarias, que se volvieronblasfemias; y ah encerrado en la prisin del pechomi corazn tumultuoso; y ah en el crneo hueco,sinuoso laberinto de speras aristas donde un dareson el mundo, como un trazo arqueolgico lasviejas rutas desiertas de los pensamientos, de los

  • sentimientos. Y tus amores, eh? Idos, perdidos.Virgencita azul de las flores de mayo, te voy ahacer un altar, un altar de huesos: de huesosfosforescentes que alumbren tus noches con luzpropia. De ah la causa y fin de todos misdesvelos. Virgencita del desencanto, ruega por m.

    No en la piedra monoltica que los presurosossiglos desgastarn y desaparecern: en mi palabrahecha de viento. En m perdurars, Colombia. Tusros, tus montaas, tus volcanes, tus furiascriminales Pobre nia ciega, Colombia, paloma.Ya tus ros se secaron, tus montaas sedesmoronaron, tus volcanes se apagaron y noqueda a quien matar.

    Pero anoten la inefable receta: lengua de gato,ancas de rana, tripas de rata, aguijn de avispa,pinzas de cangrejo, veneno de serpiente, ponzoade alacrn. Ajos, hiel, vinagre, azufre, y ojitostiernos, dulces, azulitos, verdecitos de Nio Jess.Ah, y lleva tambin sangre de zopilote coagulada.Se pone todo junto, el conjunto, al sereno, amarinar en la noche, y si hay luna, luna, y si no,mejor. A que lo compenetren las tinieblas.Anotaron bien monjitas, hermanitas? Gangosasvoces se arrastran, latines monjiles, conventuales.Me voy. Mis negras alas de noche se sacuden lassombras removiendo el tiempo.

    Ah! Te vas? Entonces vuelvo a lo mo. Da

  • capo, al segno. En la gran tradicin de la altamagia una bruja experta y competente jams utilizalas hierbas insulsas que dijiste arriba, brujaincipiente, pendeja, de tu banal receta. Ni elespliego ni el tomillo ni la salvia ni la malva ni elromero ni la albahaca ni el organo ni las hojas delaurel. Eso es rastrojo, mhija, basura! Si no esprimera comunin! Yo preparo el ElectuarioSatnico con el enantolo, el pentafilo, el beleo, labelladona, el murdago, la mandrgora, lamariguana. Lleva tambin sus pepitas de girasol,sus ramitas de chopo, sus raicitas de elboro, suzumo de pastinaca. Tallitos de lupino fresco (queno hay que confundir con la luparia o matalobos, elaconitum lycoctonum, que sirve para otra cosa),hojas de scabiosa succusa y bufote nina, sacada desapos. Tambin le pongo ter sulfreo, cardamomode Malabar, loe sucotrino, sangre menstrual,murcilago pulverizado, pasta de odios y extractode rencores. En leche de loba hirviendo oeuphorbium, y en el orden dicho, se ponen encoccin los elementos: pero a la medianoche de unmartes de fin de mes con luna llena, luna deoctubre, luna de Scorpio cuando divagan ms loslocos. El plenilunio es esencial y si el orden no serespeta el efecto se revierte. Stevenote deAudebert, bruja ella e hija de bruja y muycompetente tambin, tambin le pone dique

  • estramonio y clquico, pero para m son sutilezas.En cuanto al pentafilo, prncipe de la

    farmacopea diablica, es el mismo de la pomadalevitante que lleva: manteca de nio hervida enagua sulfurosa, extracto de opio, solanumsomnferum, raz de elboro, flores de camo,flores de adormidera, mirra, un falo. El nicoproblema de estas recetas es que hay que saberbotnica y del calendario lunar, y pedirle esto a lasbrujas de ahora es pensar en lo excusado. No sde una que confunde la clematis vitalba o ua deldiablo con la hierba de San Juan? La hierba de SanJuan, mhijita, es el hypericum o expulsadiablos,que como su nombre lo indica sirve paraexorcismos, no para lo contrario que es lo quequieres, para convocar a Satans. Para que tuSeor te visite y te deje de regalo su simiente teuntas con la clematis y trazas con carbn uncrculo y en el crculo un cuadrado y en elcuadrado un tringulo y te metes dentro, yhablando en pluralidad ficticia, como obispo, loinvocas as: Oh Lucifer resplandeciente, oh granLucfugo, deja tu morada y ven a hablarnos! Conesperanza y firmeza te evocamos, y con plenaaceptacin y pleno conocimiento y perfecta cienciay conciencia renunciamos a la propia fe y teofrecemos el alma. Luego, cuando se te aparezca,le pides lo que quieras: satisfacciones secretas,

  • placeres sin cuento, bebidas incendiantes,desaforadas comilonas, manjares, postres,desenfrenos, coac, t o caf.

    Untada una, en fin, con la pomada levitante unavuela mejor, sin necesidad de escoba o palo dehorca. Entonces, con las greas revueltas,ondeando, en pelota, me remonto a la regin.Strega soy, Striga, que vuelo en el aire y destriponios e impulsada por fuerzas ignotas, sinreflejarme en espejo, jams seguida de mi sombra,voy por el vasto mundo en busca de accin. Unatetilla accesoria llevo bajo la axila derecha, queme sirve para amamantar a mis familias, criaturastales como ratas, ranas, sapos, zarigeyas, y envbora, rana o sapo me transmuto cuando quiero, oen una liebre o en una gallina negra, y de noche meles meto al templo y les pongo un huevo. Delhuevo, cuando lo rompen, sacan varios metros decuerda y pelos. Vuelta a mi humana forma de viejaarrugada y huesuda rompo en carcajadas burlonasque destiemplan los dientes, rompen los tmpanos,rajan vitrales y cristales. Un charco de orines lesdejo en el presbiterio, y por el vitral roto me voy.

    Hereja soy, ay s, y apstata y experta en laevocacin de demonios, y diaboli in amorem, vivoen la molicie y depravacin de mis fornicaciones.Madre de una zarigeya que me naci de micomercio con el Diablo, chupo nios de teta al

  • amanecer. Y les saco, si se me antoja, los ojostiernos, soy muy capaza! Pongo cruces patasarriba, comulgo en pecado mortal, enciendo ciriosnegros, fumo cabos de tabaco viejo, misiniquidades no tienen cuento. Pero lo que ms megusta de este ir y venir por las encrucijadas delmundo es quebrar la taza y salir impune, estasfechoras mas sin castigo que me hacenconvulsionar de risa. Contra m no valen amuletos,talismanes, pentculos: los hago yo. E infusiones,pociones, cataplasmas, emplastos. Polvos,elxires, bebedizos. Pastas conjuratorias, brebajespara maleficios, extractos de venenos, ungentos.De los Lopitos, Alfonsitos, Marianitos, Turbayitos,Lleritas, Pastranitas, Barquitos saco unconcentrado de presidente de Colombia o mantecadegradante, que arruina lo que est bien y disuelvela materia. Hierbas recojo para encantar, modeloefigies para daar, destilo filtros para enamorar.Domino el arte sutil del vaciado interior, yvolando en persona o en cuerpo astral, en larabiosa noche del aquelarre desciendo en el Llanode las Brujas o en el Valle del Cabrn. Est miseor don Belceb marcando adeptos: bajo laaxila izquierda, donde lo tengo yo, con su colmillode jabal les va imprimiendo su signo secretoindeleble, el Sigillum Diaboli, la marca deSatans: su estigma, mi estigma, el estigma de su

  • secta. En este llano, en este valle, en esta noche deWalpurgis con complacencia veo a mi viejoconocido el padre Misael Pastrana, exorcista quepas a poseso, y a monseor Builes, obisporenegado de Santa Rosa de Osos. Y entre crucesinvertidas, custodias al revs, coyotes insepultos,velas negras, hostias negras, veo tambin aldotor Daro Arizmendi, gobernador deAntioquia, del Opus Dei, y huelo, siento, percibola presencia bituminosa de un demonio menor,Salinas de Gortari: calvo, esculido, mustio, lasintenciones torcidas, las cejas erizadas, los bigoteshirsutos, torpe de lengua, torvo, macilento,producto de un ncubo macho en un scubo hembrauna noche sabatina, de Sabbat, y en quien sesuperan, y con creces, el incubato y el sucubatoVeo tambin a Cosme de Torriente y Canevaro deSimancas, hijo de Balbina y Lucifer, y a lademonia Belianisa y a la monja obsesa Ludovica,a quien exorciz el abate Torre Tagle de ladicesis de Brescia, cuyo cerebro no resisti bienestas prcticas (as sucede) por lo cual tambinhelo aqu, y al padre Jaramillo, amn de otrosstiros ensotanados de la Curia. Pero quhacemos nosotras en este aquelarre tan importantecon misa negra y todo, nosotras pobres brujasherbolarias que vamos por las espesurasretamosas recogiendo yerbas, humildes

  • laboradoras del campo entre tantaspersonalidades? Pues aqu nos tienen alternando,departiendo, de t a t, as pasa.

    Y otro que no poda faltar es el padre Slovez,esbirro de la secta de Juan Bosco. Con ojos defalsa atroz y furia apostlica se entrega a susmanejos ilcitos, salesianos, a sus manipulacionessolitarias de cura clibe en tanto el cannigoDusat, en asocio del abate Schiaparelli y elsacerdote Tiberino (el que cohabita con lademonia Belianisa), con estofas abaciales, estolasy sobrepellices, brocados y baldaquines,dalmticas y capas pluviales (de terciopelocarmes con diablos tricornios tejidos atrs enhilillos de oro) y toda la pompa litrgicacocelebran, sobre la grupa de Madame deMontpellier como altar y teniendo por misal elLibro Negro, su oficio divino, su misa negra detres curas, su misa de la esperma. El uno bendicecon un falo, el otro con un arthame y el otro, conorines de cualquier bestia inmunda, su vinoeucarstico, y pastel de milhojas o mil hostias enpasta excrementicia, realiza el alto misterio de laTransubstanciacin:

    Tomad y bebed que sta es mi sangre, tomad ycomed que ste es mi cuerpo: Hoc est enim corpusmeum

    Doce apostolinos eunucos les sirven de Schola

  • Cantorum, y gangoso, profundo, fantasmagricoresuena el rgano: les acompaa la Cantata deDamin de las tinieblas infernales.

    Veo tambin, en sus transportes, al abate Thorezy al cannigo Bergius y a otros necrmanos ysaqueadores de iglesias y violadores de tumbas ycosas santas, rosacruces, masones, contumaces,relapsos.

    Lucifer al este, Belial al norte, Leviatn aloeste, Satn al sur, benedictus, benedictus! diceny nos bendicen con el smbolo flico.

    Tringulo en crculo, crculo en cuadrado y en elcentro el tetragrmaton, Argemira peluda,Deyanira puta, ms puta que gata de tejado, susexo nido de sierpes que entran y salen. YHermelina, la antipapisa, en sus devaneos lapiojosa, la pustulosa, la coquetona, la desdentada,la excoriada, con las greas al aire y las tetascadas desgarrndose sus harapos, la bata deestamea negra ya de por s en jirones, y quedandotan slo vestida la vieja impdica de unoscalzones cardenalicios que no s de dnde madressac. Y con mi seor don Belceb estn Alcuino,Calcabrino, Caazo, Dragonazo, Ciriato, Libicoco,Rubicente, Barbarrecia, Graficn y Farfarel, suescolta, sus vicarios: beben como energmenos deun gran cliz galicado rebosando orines. Aqu, eneste valle de Guipzcoa, catedral del vicio donde

  • la continencia es pecado, violamos como puedenver las leyes naturales y el idioma, y pecando ygalicando por partida doble, por la va lcita y perangostam viam nos empreamos doblemente condos hijos cada una de Satn. tem ms: violamoshasta la fuerza de gravedad y levitamos. As, patasarriba, en el aire, dueo mo, Belceb, prncipe delas tinieblas, seor de las moscas, llvame en tuturbin, en llama viva, arpn y garfio. Elif,principio de todos los alfabetos, rey de losencontrados vientos, llvate a esta pobre viejacalva y zarrapastrosa a tus negros confines, a tuciudad doliente, a tu mansin de duelo. Llvame entus borrascas.

    Y luego son convulsiones, comezones,picazones, contracciones, trances, vrtigos,escalofros, espasmos, resoluciones musculares,descargas epilpticas, chillidos, patatuces,berrinches, delirios, estremecimientos, vesanias,llanto, histerias, carcajadas, letargias y lo que elanlisis del cerebro de una loca revela. Ay, ay,cmo se pasa la vida, cmo se acaba la noche, enqu vaco queda mi interior desmantelado tras lafiesta! Y si les dijera lo que s No s pues dereligiosas cabalgadas por ncubos sin interrupcinni tregua durante dos y tres y cuatro y cinco dasseguidos? Con tus negras fauces de hiena, con tuscolmillos de jabal, con tus patas unguladas Luzbel

  • mo el satansimo, psame, tmame, estrjame.Andaba por Envigado y Sabaneta, el ao ese de

    la posesin de mi primo hermano Gonzalo Rendn,un santo padre Pastranita, del departamento delHuila, muy santo l y conservador segn decan,quien con licencia del obispo diocesanorecorra los municipios y veredas de Antioquia enplena guerra declarada contra el Maligno. Unatarde del mes de mayo, mes de la Virgen, como siadivinara, como si una voz ultraterrena lo llamara,hisopo en mano para aspersin con agua bendita,de sotana, alba, estola y casulla y manpulo y elRitual Romano se present en Santa Anita, la fincade mi abuela, en el momento, pero justo en elmomento en que Gonzalito caa en trance, en unode esos ataques iracundos, accesos de furiacsmica que le provocaba la sola mencin de lapalabra cabalstica Mayiya, y le hacanrevolcarse por el suelo, azotarse contra lasparedes, echar espuma por la boca y perder elsentido. Con los cauces sensoriales desquiciados,los sentidos trastornados, las percepcionesalteradas, la visin desdoblada y alucinacionestctiles y auditivas y todo tipo de perturbacionesde la conciencia, en el corredor delantero (elalegre corredor de las azaleas y de las macetas deheno colgantes que all llaman melenas, las areasmelenas), junto a una azalea, rojo, negro, verde,

  • convulso de la ira se debata el pobre nio posesoechando baba por la boca y dndose cabezazoscontra las duras, fras baldosas del piso. Pum!Pum! Pum! Justo entonces lleg el padrePastranita.

    Ay padrecito Misaelito dice mi abuela, nique nos lloviera del cielo. Ust s que nos va ahacer el milagro.

    No es cuestin de milagros, misi Raquel contesta el cura. Es cuestin de procedimiento.

    Y pide agua para bendecir, un vinito deconsagrar, y galleticas de chocolate para ponerseen forma.

    Se toma el vinito, se come las galleticas, y aproceder. Y dirigindose al nio, a su interior,empieza:

    Yo, Misael Pastrana, presbtero tonsurado, conlicencia del obispo diocesano para realizarexorcismos solemnes y expulsar demonios ycombatir todo tipo de infestaciones locales ygenerales del Diablo, a ti quien seas, que estsadentro te conmino a que digas quin eres, qu temueve, qu quieres, por qu te has metido dentrode este nio, qu haces ah.

    Par un momento Gonzalito su show y con susojitos verdes, turbios, mir con mirada de pasajeracuriosidad al cura, el cual, aprovechando la pausa,la calma, le vuelve a repetir:

  • Quin eres?Entonces, oh prodigio, una voz grave, gruesa,

    cavernosa, como de tuba, de atanor, conresonancias subterrneas, ultratmbicas leresponde desde el nio:

    Deus sum.Mientes, infame! salta y replica el cura.Ah no? No me crees? dice entonces el otro

    con voz de mujer, finita. Entonces soy la conchade tu hermana, la divina concha, la InmaculadaConcepcin.

    Y suelta una carcajada diablica que nos hiela lasangre y nos para los pelos de punta.

    Lo que viene luego, Adela, no me lo vas a creer.Primero, volviendo a su voz ronca, infernal, rompeen un rosario de injurias, una cascada deblasfemias, y con las palabras ms procaces yterribles va desgranando calumnias contra lasdiferentes vrgenes y mrtires y santos, que Santarsula lo uno, que San Lbaro lo otro, pero nocreas que en ingls, francs, latn o griego que syo y que sabes t: en sumerio, en asirio, enbabilonio. Las imprecaciones ms espantosassalidas de las alcantarillas ms hondas de la tierra.Y acto seguido nos suelta una granizada depedriscos.

    Y a vos, cura tartufo, te voy a calentar lasnalgas a cintarazos.

  • Desconcertado, desencajado, estupefacto, elpobre padre Misaelito lo nico que atinaba a decirera:

    Sea anatema, sea anatema.Y de ah no pasaba. Por fin, reaccionando,

    apurando de un sorbo el resto de su vinito deconsagrar declara:

    Signo es de una autntica posesin diablica,segn el Ritual Romano, el hablar lenguasextranjeras y el manifestar cosas ignoradas ylejanas. Procedamos a exorcizar.

    Pero exorcizar a quin? A Gonzalito? Si lestaba posedo por lo que deca, nosotros loestbamos por lo que entendamos: todo, todo loentendamos como si no nos lo estuviera diciendoen lenguas arcanas sino en puritsimo espaol, eneste castellano de Castilla en que escribo yo.

    Intil fue toda la batera de adjuraciones paraenergmenos y hechizados del ManualeExorcisorum; intiles las ex suflaciones yfumigaciones y rdenes en todos los tonos:

    Sal, Diablo fosco, de donde ests enquistado!Abandona la morada de este pobre nio que en lapila bautismal fue consagrado a Dios, deja en pazesta alma!

    Y el otro, desde el nio, con la voz ronca,rabiosa: No salgo, no salgo.

    Qu iba a salir! Enquistado estaba, s, pero en

  • los lbulos cerebrales, en la pa madre. Y mientrasms el uno le deca ms el otro se posea, seenquistaba, y Gonzalito, lvido, convulso, seazotaba contra los tiestos de las flores, lasparedes, las macetas, echando, a espasmos, vmitoverde en sus paroxismos: le estaban provocando,simplemente, al pequeo, un autntico choqueanafilctico. Y cuando el cura le dijo: Por la bulade Inocencio Octavo Summis desiderantesaffectibus te ordeno que salgas, el otro, conestruendo y olor a azufre, he aqu lo que contest:

    Me cago en la bula de Inocencio OctavoSummis desiderantes affectibus, y me limpio conel Acta Sanctorum y mastico la Divina Forma y meorino en el Talmud! Y a horcajadas en el vientome voy a cabalgar una vieja putrefacta!

    Un viento de locura rompi a soplar afuerasobre los naranjos y los carboneros bajando de loalto de las palmas, y a desmelenar las melenas y adesflorar las azaleas barriendo de un lado al otroel corredor imantado. Efluvios del ms allcircularon pudriendo la atmsfera y el padrePastranita, apartando de s el Libro Santo y elhisopo de la aspersin sagrada de sopetn declara:

    Comulgar. Sacarse la hostia. Drsela a un perronegro.

    Y babeando se da a empelotarse, a rasgarse susvestiduras consagradas. Corriendo el riesgo del

  • contagio psquico, el infortunado exorcista habaacabado por sucumbir, y haba incorporado en sal Demonio, al mismo que trataba de arrojar delposeso. Y con la misma voz ronca que yaconocamos porque era la del nio perturbado, ibaenumerando sus mltiples, infinitos nombres ygrados y propiedades: Abigor soy, gran duque, yAdramelech canciller y Azazel primer alfrez. Reysoy de los ngeles cados y prncipe de lasmoscas. Soy Andras lobo negro y Amn quevomita llamas. Soy Belial el disoluto y Furfur elmentiroso y Asmodeo el disipado y Lucifer elperverso y Satn el adversario, cabeza de losngeles rebeldes e instigador del cuartelazo que senos qued en intentona. Soy Leonardo granmaestro del aquelarre y Moloch presidente delconsejo infernal y Belceb seor de las tinieblas,jefe de los demonios, Chairman of the Board.Demonio griego, Satn hebreo, Iblis islmico,Diablo cristiano, soy el mismo con distintosnombres como Petrogrado y Leningrado. A vecesme llaman Leviatn, a veces Astarot, a vecesEurinomio. Por qu no! Si el Otro son tres en unoyo soy cien! Tengo la cola encendida y una vborapor cetro, grandes dientes, tres cabezas, cuerpollagado, ictiflico, y despido insoportable olor.Consecuente conmigo mismo y teolgicamentepurificado, he venido a instaurar en esta tierra mi

  • reino, y contra el evangelio del Otro a predicar mievangelio, a abrazar al mundo con mis tinieblascmplices inundndolo de la verdadera luz, que esoscura. Sapientsimos exgetas y doctsimosdoctores atestiguan mi existencia: Agustn,Gregorio, Ambrosio, Cirilo, Basilio, Eusebio,Orgenes, Justino, Anselmo, Cipriano y Tertuliano,Crisstomo e Ireneo. Ah, y Jernimo y toda lacaterva de la patrstica a quienes de cuando encuando, por joder, desconcierto con misparadojas: Dios es ateo. El que no lo soy soy yo,el convencido de s mismo: me he creado solo y deaqu de mis entraas he sacado la materia. Soy elsol de medianoche, soy la forja de Vulcano.Seductor del mundo entero me llama elApocalipsis y tiene razn. ngel invisible aunquehediondo, me ramifico y personifico en lasmaterializaciones ms dispares: en papa, porejemplo, o en chivo negro. Tratados dedemonologa como el Malleus Malificarumenumeran unas cuantas, pero son millares, msinfinitas que las infinitas combinaciones de loscuatro elementos, los siete planetas y los docesignos zodiacales. Si las empiezo a decir ahora osemborracho, y de crculo en crculo iris cayendohasta el fondo de mi infierno en un vrtigoexponencial. Sacudo reinos, derroco reyes, hagotemblar la tierra, y atizando el cura papa las

  • llamas de mi furia a fuego vivo pongo a cocer amillares. Uno y mltiple, pulpo de infinitostentculos, volviendo a mi sutil materia etrica meinfiltro hasta las esferas ms profundas del serhumano y al mismsimo sucesor de Pedro lo hagoinstrumento de mi desptico poder. No dijo yaLutero que el pontfice romano no era otro sino yocon sotana blanca? Pero quin penetra misdesignios inescrutables? Tengo seis mil seiscientassesenta y seis legiones compuestas de seis milseiscientos sesenta y seis demonios cada una paraun total de cuarenta y cinco millones! segnclculos de Vladimiro de Hirhach, demonlogo yautor de un mtodo prctico para dibujarpentculos. Pero la cifra exacta no es artculo defe. Lo es, en cambio, la doctrina de mi uninhiposttica con el Verbo, que con tanta claridad hapostulado Francisco Surez, doctor eximius etpius. Es a saber: que en maridaje conmigomismo, siendo yo soy el Otro. Gran Dragn,antigua Serpiente, seor de mi reino ardientedonde slo impera la voluntad caprichosa de micorazn de fuego, soy el rebelde, el tentador, elorgulloso. Soy el dspota, el desptico, elconvulso, el ansioso, el traidor, el tendencioso, elcnico, el burletero, el puetero, el embustero. Elformidable, el presuntuoso, el licencioso, elarrogante, el insurgente, el insolente, el estridente,

  • el putrefacto, el inmundo. El brutal, el bestial, elpatn, el cornudo, el lbrico, el rprobo, elrenegado, el prepotente, el disforme, elespectriforme, el ano nadador, el calumniador, elembaucador, el deicida, el perverso, el siniestro,el execrable, el irascible, el turbulento, elheterodoxo, el hirsuto, el aguafiestas. Soy el quesoy. Soy Can, soy Judas, soy Sargn, soyNabucodonosor, soy Hitler. Soy el chacal de PoDoce y Pablo Sexto. Y ay del que se me oponga!Seor por vocacin ntima, ngel negro, ngelhertico, demiurgo, jams servir. No nac paraesclavo. Por eso, lo mismo que le dije al Sordo alcomienzo de los tiempos en este libro lo repito:Non serviam. Jams servir, jams obedecer. Sime mandas salir entro. Conformarme a las leyes demi propia naturaleza fue mi gran falta? Feroz,esculido, peludo, torvo, ftido, nudoso,caballuno. Cazcorvo. A las once mil vrgenes lassodomizo y una a una, en fila india las estupro.Absolutsimamente enemigo de Dios, Dios elmonstruo que me ha expulsado de su reino. Por elsolo delito de querer tener una voluntad propia?Desde entonces vivo en la alucinacin, judoerrante de siglo en siglo por la Historia hasta elfinal de los tiempos. Dice Claudio Marchiaro quemi conocimiento est reducido al lugar dondeacto, esto es, que no poseo una visin

  • omnipresente. Qu error! Cada hombre abriga ens a un demonio. Inquilino de sus almas, aqu enLima la horrenda o en Bogot la asquerosa, ubiquedaemon. Toco el violn de Tartini y a los sicariosde la Curia los pongo en la cuerda floja de misescaramuzas herticas a bailar la zarabanda. Soyel tifn, el simn, el siroco que barre losescombros del reino de Dios.

    Pero bueno, t eres mi pupilo, mi ahijado nacidobajo el signo de Scorpio, yo te avalo, yo respondo,sigue en lo que ests diciendo que luego, cuandotermines y dejes la gusanera, a m vendrs por elAqueronte o el Flegetn o el Leteo en sus oscurasondas: todos los ros de la Muerte vienen a m, laEstigia de aguas quietas. Y firmo: Eliphs LeviDel. Y encima le chanto el sello, el sigillumdiaboli, mi imprimtur: Nihil obstat: habla, perro.

    Ay abuela, el susto que me diste anoche, laangustia que me hiciste pasar! So que eras bruja.Bruja y bruja de escoba, y que montada en un palode escoba te ibas al aquelarre a rendirle pleitesaal Diablo, al Diablo ateo y aptrida. Cmo mehiciste sufrir! Me despert sudoroso, con unaopresin en el pecho, convencido de que estaba enGuipzcoa, pero estaba en Nueva York: entretanques de pececitos en un stano alucinado. Elstano es del Amazonas River Aquarium, y lospececitos cat-fish y piraas. Cat-fish, o sea peces-

  • gato, ms sanguinarios que bandolero liberal. Sidos se encuentran luchan a muerte: se desgarranlos hociquitos, se sacan los ojitos, las tripitas, lasalmitas, y no miden ms que un dedo. Son, comoquien dice, tiburones en miniatura. Y las piraasya se sabe, otras fieras, carnvoras encarnizadas.Liberado Gmez S. las importa de Colombia: surtea la gran urbe de ese par de especies asesinas.Liberado Gmez S.! La ese no s si es de Silvao de Salazar o de qu demonios, y el nombre es demontaero: de campesino rstico de las montaasde Colombia criado con frisoles, maz y pltano;hablan dizque espaol pero yo no les entiendo, yson tercos como una mula y tortuosos como unaculebra. Viven a costa del patrn, el dueo de latierra, el paganini, el que paga: paga losjornales y paga las semillas y paga los abonos ypaga las herramientas y se deja robar la cosecha.Si no se deja ay de l, el campesino explotado lomata. Y hace bien. Con eso de que el partidoliberal no les hace la revolucin Nomspromete Pero Liberado Gmez S. an no hamatado a ninguno, que yo sepa, y ha montado encambio, con su hermano, que es abogado, o seadotor, un negocito de exportacin de pecestropicales de Colombia a Nueva York, o sea deexportacin de all para ac, porque de aqu paraall es importacin. El dotor se los manda por

  • Avianca, y Liberado los va a recibir al aeropuerto.Como es Avianca, el vuelo llega con cinco horasde retraso, y los pescaditos muertos. Hijueputas,otra vez! dice Liberado.

    Claro hombre que otra vez, quin te manda areincidir! No te dije que no los pusieras ms porAvianca, que cambiaras de lnea area?

    Si no los pongo yo, carajo, si es mi hermano!Su hermano, el dotor, que tiene un trato.

    Qu trato, Liberado? pregunto yo el ingenuo.Ah, yo no s contesta el verraco. Y yo:No ser que estn trayendo mariguana de

    Colombia?Y l, con esa voz hipcrita de bobo: A lo

    mejorA lo mejor Lo que no me puedo imaginar es

    cmo traen marihuana en unas bolsas transparentesde agua. Ser que los pescaditos muertos vienenrellenos? A lo mejor Pero no, son muychiquitos, no paga En fin, aqu me tienen enNueva York, en el Amazonas River Aquarium,tiritando de fro y soando con las brujas. Ayabuela, qu angustia me hiciste pasar! Quamargura, qu afliccin, qu insufrible desolacin!Vos tambin bruja? Vos en el aquelarre entreviejas desdentadas y diablos fanfarrones ybufones, hablando en lenguaje hermtico? Pero elborbotar de los tubos de oxgeno de las peceras

  • rompe la burbuja del sueo y me saca de la rondafantasmagrica. Y salgo de una pesadilla paraentrar en otra: de Guipzcoa al Amazonas RiverAquarium, de un llano de maldicin a un stano dedesventuras. El Amazonas River Aquarium es untugurio. Las ratas circulan por l ad lbitum, avoluntad, y suben y bajan y salen y entran, se vande parranda y regresan acompaadas, con susgalanes y galanas: ms ratas. Ratas dice, enNueva York, la capital del mundo, o bien? Oybien, en Nueva York hay de todo: negros,puertorriqueos, piraas De lo malo y de lopeor. ltimamente estn llegando los colombianos,por nubarrones, por bandadas, como la langostabblica: unos traen a otros y otros a otros y yohuyendo de ellos y ellos detrs de m, siguindomecomo me sigue mi destino. En torno a dosestaciones del Metro se concentran: JacksonHeights y Elmhurst Avenue, del distrito de Queens.Una estacin adelante estoy yo, en el AmazonasRiver Aquarium durmiendo sobre una tarima.Durmiendo pero ahora bien despierto, meditandoseriamente en mi destino: en mi pasado pasado yen mi porvenir por venir y cuando me tuvieron enla casa grande, amarrado, en la sala de losenrags. Para el que manotea ahogndosecualquier tabla de salvacin es buena: una tarde deJunn, un manicomio, un confite con sabor a menta,

  • un aguacero de gotas gruesas, un campanario depalomas con campanas herrumbrosas donde hacennido las golondrinas o en los techos de SantaAnita, o un vinito de consagrar que suelta la lenguay hace hablar a los loros, mi loro Fausto, mi perraBruja y la escoba de una bruja y la sombra delplatanar agitndose sobre el ro y el ro yndose,la fuga del tiempo, y esta ciudad hostil y el peso detu ausencia, abuela. Das llevo pensando en vos,en escribirte, pero qu te voy a contar? Lo bienque estoy, lo mal que estoy, lo solo que me siento?O la porquera que es Nueva York, la que son losgringos, la que son los negros? Los gringos, unmestizaje, un hibridaje de razas y naciones yreligiones, un sancocho crudo sin sazn, hecho porla mano del diablo a la buena de Dios.Angurriosos, ventajosos, rapaces Y losnegros Ay los negros! El diablo los sac de lanoche africana y los mand a esta ciudad, a estepas, a destruir este mundo. Dice Toms de Aquinoque tienen alma. Pero cundo vio ese curabarrign un negro? Negra la tendrn y el pelochurrusco y la frente cerrada y torcidas lasintenciones. Y esas voces gangosas, cavernosas,enredosas Sus torpes lenguas perezosas noarticulan, se enredan, se arrastran y copulan. De lanegra cpula salen ms negros, ms holgazanesque a su vez proliferan. Todo lo empuercan: las

  • calles, las casas, las escaleras. Alcahuetiados porel Partido Demcrata y el Social Security y laConstitucin (tripleta de celestinas alcahuetas),nada se puede contra ellos. Destruirn la tierra.

    Los negros, que en la noche no se ven, aquandan sueltos. No es como en Colombia donde elnegro est en su nicho ecolgico, en su habitat: enel pantano, en la laguna, con la marta, con elarmadillo, con el tapir. A veces se les ve en lo altode una palma, trepados cogiendo un coco. A veces,porque la pereza usualmente no los deja.Usualmente estn en tierra, bailando cumbia. Odurmiendo, descansando, colgaditos de sus rabosde las ramas de un rbol. Pero para qu te cuentoms, si son slo horrores y tristezas. Mejor no teescribo nada, lo dejo para otro da, para mejorocasin. El inodoro de este local est a laintemperie: hay que salir, al back yard, a la noche,a la nevada. Y si salgo me congelo. Y si no salgolas funciones naturales del cuerpo siguen su cursoinexorable como el rodar del mundo. Qu hacer?Entonces como yoga me concentro y las detengo:paro el corazn, paro la circulacin y paro elresto. Entro en un estado de catalepsia, de muertepasajera, sin preocupaciones, sin ambiciones, sinilusiones, sin pasado, sin porvenir, sin sueos.As, suspendido, en un veremos, espero a queamanezca.

  • Cipreses de noventa aos. Casuarinas de setentay ocho. Fresnos de ochenta. Y un Pir SchinusMolle de noventa y cuatro, que es mi preferido.Son los rboles ms prestigiosos del parque, porser los ms viejos, los ms altos, los ms gruesos.Miden hasta treinta metros y con dimetros de unoveinte. Ves Bruja? Aprende. La edad la s porquelos vi nacer, crecer, porque soy ms viejo quetodos ellos: setenta veces siete en aos deindulgencia. Sobreviviente de hecatombes, prfugodel psiquiatra, escapado de la trampa de losfantasmas, respiro esta dulce maana, por esteparque, a pulmn pleno, el smog. Qu delicia!Qu delirio! Qu embriaguez! Me embriaga casitanto como el olor de la gasolina, el espritu de loscarros: lo huelo puro en las gasolineras y en casamantengo un bote que aspiro con delectacin.Luego mastico velas. Ya casi no las hay, son la luzmuerta del pasado que ilumina mi pasadoesplendoroso, de campo abierto, de fincas, decarreteras. Y si nos volviramos a Colombia, aSanta Anita, a la abuela, sacratsima Bruja,muchachita, corazn? Pero no por tierra porquepor tierra no llegamos: por el aire. Volando, por elaire, por el cielo azul zafiro siguiendo lasgolondrinas en la escoba de una bruja, en tuescoba, si me la prestas. S me la prestas? Si node todos modos me vuelvo, con el recuerdo, dando

  • piruetas de maromero. Calculo mal y aterrizo enotro parque, el Central Park, en un frenes delujuria.

    Van y vienen por el lado oeste del oscuro parquemancillando las noches del verano. Van y vienenen su furia ambulatoria como movidos por la manodel diablo, mi mano. Una sola idea fija traen ensus cabecitas obtusas, que mueve sus pasos,preside sus actos, decide sus destinos. Que midenen pulgadas o centmetros, segn, que no les datregua ni sosiego, y que slo les borrar la Muerte,mi comadre, la emparejadora, cuando los vuelvalo que dije arriba: huesos, polvo, nada, borrn ycuenta nueva. En tanto, en su terrena vida, en suobsesin terrena, sus cuerpos y hocicos seamalgaman, tras los altos rboles de gruesos talloscalibrados. La noche alucinada los envuelve, lanoche trrida, la noche cmplice, la nocheequvoca, la noche alcahueta. Yo los veo hacer ysu total impudor, su descarada franqueza.Saborendome, relamindome los espero. Ya melos traer la muerte con su desviado instinto porsus torcidas sendas. En qu crculo quemarentonces sus invertidas almas? En el sptimo?En el octavo? En el sptimo, junto a BrunettoLatino, recomendado de Dante, porque en eloctavo tengo, con presidenciales grillos y cadenasde eternidad encadenados, a Mariano Ospina,

  • conservador, y a Alfonso Lpez, liberal, a quienes,diablo polglota, vou quemar a seus negros cuscom minhas linguas de fogo. Mais na distraimosem politica e voltamos ao Central Park. Qudeca? A quin segua? Ah s, a mi ahijado que ledio por venirse a Nueva York tras la quimera delcine. Porque el cine, digo yo, es una quimera, muydifcil de agarrar, de cola que echa chispas. Perolos locos locos son y los locos sueos viven deviento. De nada se construyen un castillo y loalfombran de tapices y lo pueblan de esplendorespara filmarlo con sus cmaras alumbrado con susreflectores. Slo yo s las vidas imaginarias que lse construye. La realidad, ducha de agua fra, no lodespierta, y aqu nos tienen en Nueva Yorkpadeciendo los oficios ms horrendos: lavaplatos,quitaplatos, mesero, camarero, recamarero Ydigo nos porque ngel suyo de la guarda soy sudiablo, su demonio, y adonde vaya lo sigo, y veo ydigo y atestiguo. Hemos sido dependientes detienda, acomodadores de carros, sacadores debasura, vendedores de zapatos, limpiadores deinodoros. Y qu inodoros! Las paredes cubiertasde graffiti obscenos y retacados de porquera. Porla roa de San Lbaro y el hedor de SantaCunegunda, qu asquerosidades son stas ah?Aqu nos vamos a santificar, Dios mediante, demierda hasta la coronilla. Pero en las noches

  • Ay qu noches! Qu noches, qu marineros, qujaleo! Libres medio aturdidos, medio sonmbulos,al Bowery, al Greenwich Village, al Central Park.Y del Central Park a los muelles, de los muelles alos bares, de los bares a los baos turcos, de sur anorte, de norte a este, de este a oeste por esta islainefable entre dos ros de Manhattan, l adelante yyo detrs, pobre diablo, su diablo de la guardavigilndolo, siguindolo, cargando con resignacinsus tribulaciones, compartiendo su existenciabraguetera. Ahora andamos por el Central Park,con el paso titubeante de los borrachos, viendodoble. Ah no, viendo bien: por un instantecoincidieron en el incendiado cielo del verano dosdiscos rojos inmensos: la luna llena y el solcrepuscular. Cul es cul? La luna la que surge yel sol el que se pone. Despus encendieron losfaroles, y vuelta al ir y venir de todas las noches,la feria de los espectros. Las mismas fisonomasborrosas, vistas y olvidadas, bajo la misma luzdifusa. Las mismas almas en pena consagradas almismo Dios, al mismo culto, a la mismadesmesura: al prepotente hijo de Dionisos yAfrodita, detentador del secreto de la vida quenace de la muerte y cuyo atributo esencial desvalos maleficios: Prapo de Lampsaco, seor de sudemencia. De sbito retumba un trote alucinante,irreal, un resonar de cascos de caballos, y a

  • caballo irrumpe la gendarmera. Calzones sesuben, braguetas se cierran y se dispersa enestampida la sodomita turba. Y yo con quin mevoy? Y t con quin te vas? Eu com un brasileiromuito bonito di decesete anos que eu penso levar amorar conmigo eternamente al quinto inferno. Laotra noche, de este parque, de estas oscuridades,se sacaron mi ahijado y su hermano un negro. Voya contar cmo fue.

    Era un negro negro negro, negro del Harlem,negro quemado, negro hijueputa chamuscado en losinfiernos, pero tena los dientes blancos y nossonri: por eso no lo confundimos con un carbnpara la chimenea.

    Cuntos aos tienes, belleza? le pregunt miahijado.

    Diecinueve contest.Tantos? En fin, vamos.Y ah vamos con sus negros diecinueve aos los

    dos, los tres, los cuatro (yo detrs, siguindolos), anuestro apartamento de la Calle Ochenta y AvenidaAmsterdam, a dos cuadras del Central Parkjustamente, aqu noms, cerquita, enseguidita, enun edificio viejo renovado que llevaba por nombreel Admiral Jet. El Admiral Jet? Por qu? Porqueas es.

    Llegamos, abrimos, pasamos, se acostaron:pusieron al negro en medio y empez la funcin:

  • cine mudo en blanco y negro. Mi invisiblepresencia se apart a un rincn, discreta.Doblaban al negro, giraban al negro, desdoblabanal negro, y girado, doblado, desdoblado iba yvena el negro del uno al otro como un fantoche,como un pelele, como un confite, como unembeleco. Yo aparte, consternado, no lo podacreer. El diablo, que tanto sabe, que tanto ha visto,que est tan viejo no lo poda creer, no dabacrdito a sus ojos curtidos en mil aquelarres.Vean lo que vean? Estaban viendo lo queestaban viendo? As es. El amplio esprituecumnico de mi ahijado, que ya conoca el mar,Pars, la nieve y Nueva York, se iba simplementede viaje. Parta en viaje fulminante y cada libre alpasado, al ms remoto pasado, al ms oscuropasado: al alba de la especie, a la noche de lostiempos: al pitecanthropus erectus. Y lo que sigue,Adela, lo que sigue Separados del incestuosoincesto por la intercalacin del negro, el negro lohacen a un lado, cae al suelo, y la misa de trespadres la siguen entre dos. Ya entrados en gastos,ya iniciados en estos misterios Despus subimosa la azotea y vemos mariquitas en sus chaiselongsdndose baos de luna. El cielo es un hervidero deluces: avioncitos, helicpteros, ovnis, cocuyos,estrellitas fijas y estrellitas fugaces, lucecitaspasando, cayendo, temblando, palpitando,

  • parpadeando.El Admiral Jet es un edificio admirable:

    demencial. Negros y puertorriqueos lo habitanms mi hermano y yo. Los negros y lospuertorriqueos son heroinmanos, morfinmanos;mi hermano y yo santos. Santos, santos, santos deesos que ya no hay si es que alguna vez hubo.Derechito en globo aerosttico nos iremos al cielo,eternamente, sempiternamente a descansar, en unareclinomtic mullida de nubes, pulsando arpascelestiales los serafines, cantndonos bambucoslos querubines.

    En tanto, mi hermano es el superintendente deledificio, o sea el super: portero, barrendero yhazlo todo. Y como todo es mucho yo le ayudo.Soy pues, como quien dice, un super accesorio, unsubsuper, pero sin paga: ad honorem.Destaquiamos inodoros, sellamos fugas de gas,reparamos estufas, apagamos incendios, limpiamosescaleras, componemos puertas, resanamosgrietas, tapamos goteras, pero ante todo y enprimer lugar y sin que nada importe y conprioridad absoluta, controlamos una inmensamquina que ruge en el stano: Sam. Sam, elmonstruo, una procesadora de basura: cada vezque le cae un paquete de desperdicios (de da, denoche, de cualquier piso, por un tobogn), Sam sepone en marcha y lo procesa furioso: latas, cajas,

  • tarros, trapos, cscaras, botellas, cartones,plsticos, podredumbres, fetos, todo lo comprimey lo tritura y lo empaca en unas bolsitas: metetonelada y media en veinte centmetros cbicosque mi hermano y yo juntos a duras penas silogramos alzar, mover, sacar a la calle, con unacarretilla y dos hernias. Tal concentracin demateria tienen las bolsitas que nos prepara Sam,que me hacen pensar en los agujeros negros deluniverso, esas trampas siniestras en el infinito quese tragan la luz porque la luz no alcanza a salir deellos: no se refleja.

    Aparte de las susodichas funciones inherentes asu cargo, a la superintendencia, en el Admiral Jetmi hermano es adems trabajador social y juez depaz. Y estas ltimas caractersticas lo conviertenen un super nico en Nueva York: un supersuper. Y lo nico es nico. Por eso soportamosnuestra suerte.

    Proyecto piloto de la municipalidad de NuevaYork, experimento social atrevido, inslito, elAdmiral Jet busca probar una sola cosa: que losnegros y los puertorriqueos tambin son sereshumanos. O sea: que se pueden levantar de laabyeccin de su mugre. Y para demostrrselo atodos, urbi et orbi, han reclutado a mi hermano enla Universidad de Columbia (a la que vino elpobre con un prstamo a hacer un mster de no s

  • qu), y le han cargado sobre sus hombros lasbolsitas que prepara Sam y el peso delexperimento. Blanco, educado, decente, extranjero,mi hermano les result el candidato ideal: unpendejo que le hiciera al propietario el trabajo decinco por la quinta parte de la paga de uno:

    Cien dlares al mes y la vivienda, okay? Ycomo por la mano del destino o el capricho de losastros o la fuerza de las cosas (ciegas ellas, ciegosellos), no tenemos donde vivir, okay, aqu estamos,limpindoles a los negros la escalera: con agua,trapos, baldes, cepillos, jabones, escobas y unavarilla de hierro. Baja el agua de escaln enescaln, de piso en piso alegremente, espumosa,canturreando, y chapoteando sobre el agua baja unnegro indolente, insolente, insultante, fumando: tiraal suelo la colilla como la tir ayer y como creeque la va a tirar maana. Inmenso error! Mihermano le lanza la varilla. Pasa la varilla a uncentmetro de la cabeza del negro, da en la parediracunda y le abre un boquete. El negro,estupefacto, no lo puede creer.

    Me iban a matar! dice incrdulo.Inmenso error! No te iban a matar: te van a

    matar, negro hijueputa. Y recogiendo la varilla mihermano se abalanza sobre el negro y yo sobre mihermano a retenerlo. Y mientras rueda el negroestrepitosamente por la escalera y

  • estrepitosamente se parte la cabeza, otras cabezassalen de todos los pisos a presenciar pero yo logrocontener a mi hermano salvndolo de la sillaelctrica.

    Qu va, en el estado de Nueva York no haysilla elctrica!

    Cuando regresamos, en la noche, del CentralPark, hay cinco o diez negros en el porchetomando cerveza.

    Buenas noches, super saludan respetuosos ami hermano abrindonos paso. Buenas noches,hijueputas.

    El difunto Lincoln dnde estar? me preguntoentrando al apartamento, encendiendo elventilador, sacando del refrigerador unas cervezas.En el cielo? En el infierno? En los infiernos!

    El cielo ha apagado sus ovnis, sus cocuyos, susaviones, su luna, sus estrellas para que vea, paraque vuelva, con el recuerdo, a ese maldito edificioy al Central Park, y vuelva a sentir la mismauntuosa sensacin de esas noches incendiadas delverano con sus demencias, con sus encuentros, consus fantasmas, con sus tumultos, con sus furores,que ya se fueron. El dbil hilo del momento serompe. Qu le vamos a hacer! Doy un paso en lanoche y la noche me traga.

    Jess, Jos y Mara, asistidme en mi ltimaagona! Jess, Jos y Mara, expire en vuestros

  • brazos en paz del alma ma! Quin dice? DiceGiovanni Bosco o Juan Bosco o San Juan Bosco oDon Bosco en su tierna obrita Vida popular delvenerable Domingo Savio, que en versinespaola edit, aos ha, la Librera Salesiana deBarcelona, con tres Imprimtur y un Nihil Obstat, yde la cual cito, aprovechando que el destinoocioso me vuelve a poner en la mano ese olvidadolibro de mi infancia, este pasaje que me sume en laensoacin: Durante los calores del estoacostumbraban no pocos muchachos baarse en laslagunas, en los arroyos y estanques, lo que originageneralmente deplorables desgracias para elcuerpo y particularmente para el alma. Cuntosnios lamentan la prdida de su inocencia, siendola causa de tamaa desgracia el haber ido abaarse con aquellos compaeros en sitiosfatales! Ese par de adverbios en mente y esatamaa desgracia me ponen a delirar. Tamaa,tamao, tam magnus, tam magna

    Santo varn que consagr su vida al cultivo delos ridos y mal dispuestos nimos de los nios, agrabarles en sus testuces rebeldes la senda de lavirtud apartndolos de la del agua, parece que estemulo de Santa Cunegunda y amante de cilicios,este Don Bosco, tuvo la gran satisfaccin de susdesvelos en su Domingo Savio: Muchas veces levi nos dice el santo del otro santo, en lo ms

  • rgido del invierno abrirse la piel y aun las carnescon una aguja o pluma para que las laceraciones sele convirtieran en llagas. Y no contento con estoni con las penitencias diurnas con que afliga sucuerpo (la permanente custodia de sus ojos, loscontinuos actos de mortificacin, jaculatorias,ejercicios de piedad, arrobamientos), pona en lacama astillas de madera y pedazos de ladrillo paraque se le tornara molesto el mismo reposo. Claro,el nio muri. A los quince aos de su edad,aprovisionado de pasaje de ida, indulgenciaplenaria y bendicin papal, parti Savio para elviaje a la eternidad. Y Don Bosco para Roma, allevarle a Po Nono la ltima voluntad delpequeo: Si pudiera hablar con el Papa le diraque en medio de las grandes tribulaciones que leaguardan no deje de trabajar con particularsolicitud por Inglaterra. Dios prepara un grantriunfo al catolicismo en aquel reino. Un siglolargo ha pasado y an no ha sido. Para cundoser?

    Con qu se prepara el pastel Po Nono? Conleche agria de cabra y licor de alcachofa? No.Tengo entendido que es ms bien una torta o tartainspida. Sera cosa de traer el Electuario Satnicoy averiguar Santa Cunegunda bisunta de lamugre aeja, de la mugre rancia, santa sobada,ruega por nos! Nios descontentadizos se acercan

  • a la Mesa Eucarstica a comulgar; pero hoy noquieren hostias sosas de pan zimo, Su Santidad:quieren pastel de manzana.

    Ms perdidas sus almas que el hilo de esterelato en dnde iba? Dnde estaba? Por quvine a Nueva York? Vine porque en Colombia nodejan vivir. Nunca han dejado. Tienen un milln deleyes y un milln de impuestos y un milln depuestos. Y en cada puesto un burcrata, untinterillo, un leguleyo, un dotor.

    Podra hablar con el doctor, seorita?El dotor no est dice la hijueputa. Est en

    junta con el ministro.AhEstos dotores nunca estn porque no son dotores

    en cuerpos: son dotores en leyes, en intangibles, ycomo tales se mueven muy bien como tales, con sumateria incorprea por su campo astral: en las msaltas regiones mamando de la perfeccin de laesfera. Los unos son conservadores y los otrosliberales, distintos pero iguales en sus cargosnominales. Distintos, porque los conservadorescreen en el azul y los liberales en el rojo; iguales,por su desmedido amor por Colombia, sudesinters, su fervor, su abnegacin, su sacrificio:por Colombia el que sea, hasta la presidencia. Y aceirse sobre el pecho henchido la banda tricolor,y a sentarse en el solio de Bolvar, Supremo

  • Honor. Y ya sentados sus ambiciosos culitos en elsolio que les toquen el himno Y a recetar ms delo mismo: leyes e impuestos, impuestos y leyes, aver si se pone en pie Colombia la enfermita. Y sino, la levantamos con un decreto, con unaordenanza, con un plebiscito.

    Criados con leche de burra el pap los poneabajo en la montaa burocrtica de secretarios delsecretario del secretario del dotor. Luego ellossolos van subiendo, firmemente, suavemente,fluidamente como por sobre un riel engrasado conla certeza de un funicular: de alcaldes agobernadores, de gobernadores a ministros, deministros a presidente por la pendiente pendiente.Arriba arriba sopla el viento de la Gloria, y losacoge en sus pginas la Historia. Porque ministroshay quince, gobernadores veinte, alcaldes mil.Pero un solo presidente. Y lo nico es nico, comoel super del Admiral Jet, que es en lo que insistoyo.

    Entonces, si bien entiendo amigo, lo que ustedpretende es la anarqua, el caos, que se desplomeel establishment, el imperio de la ley? No. O seas.

    En cumplimiento de este libro, el libro deldestino, que no miente, en una vuelta de pgina,dando un giro el avin llegu a Nueva York.Llegu de noche, con trescientos dlares en el

  • bolsillo, cuatro mudas de ropa vieja en una maleta,y un proyecto fantstico en la cabeza: filmar aqumi gran pelcula sobre Colombia, la que Colombiano me deja hacer por no verse, asesina, en elespejo. Inmenso error! Aqu te voy a reconstruirllueva que truene, truene que nieve, quieras que no,as te indigne, as te duela, as te pese: en elasfalto de estas calles los campos tuyos, entreestas torres de concreto y acero tus tugurios, enestos ros calmados tus ros iracundos, y tus iras,tus furias, tus furores. A tus policas les voy ahacer sus uniformes de pao verde de billar, consus pistolitas en las solapas, sus estrellitas, suscachuchitas, sus charreteras. Y les voy a insuflar tuespritu de suerte que puedan empezar a disparar.Sangre catsup va a volar al techo vas a ver

    En la tibieza temblorosa de la noche, all abajoel mar de luces: luces de los barcos, luces de loscarros, luces de los ferries, luces del waterfrontLas largas filas de carros como hormiguitasluminosas avanzando, fluyendo, serpenteando,faros amarillos viniendo, foquitos rojos yndose,subiendo por las rampas de los puentes,metindose por los tneles bajo la tierrasubstrayndose a mi mirada para reaparecer alotro lado del ro, del Hudson o del East River queforman esta isla inefable de Manhattan. Luces delos muelles, luces de los puentes, luces de los

  • aeropuertos, luces, lampos, intermitencias,seales, mudas seales de luz regulando el trficodel agua, de la tierra, del aire y en el aire losviaductos elevados y los rascacielos palpitando,respirando, silenciosos panales. La urbe delfuturo, la megpolis? No. La ciudad del pasado. Lade 1930, la de Doc Savage, el cual soy yo, elHombre de Bronce volando sobre el Tiempo: entetramotor, en trimotor, en bimotor, en aeroplano, ode plano sin avin, volando solo, con mis solasalas de ceniza, de murcilago hasta posarme sobreel Empire State donde tengo, en el piso ochenta yseis, mis oficinas. Y a cambiarme de prisa de ropaporque me aguarda un caso urgente que atender deunos traficantes de opio en China Town, y de pasolo pienso probar e inyectarme morfina en elHarlem: a las negras doce de la negra noche en elnegro Harlem

    Un solo recuerdo tengo ms vvido (en estoslodazales del recuerdo) que esa llegada a NuevaYork, y es muy anterior. Muy, muy, mucho.Anterior incluso a mi guerra contra losarquepteros. Yo soy un nio y tengo dos hermanos(despus tendr muchos) y son las seis de la tardey empieza a oscurecer y estamos en Medelln, enla casa de la calle de Ricaurte, en pleno combatenaval en el patio posterior en una poceta. Sabenlo que es? Un lavadero. En el tanque lleno del

  • lavadero, rebosando, es la nutica refriega. Pum!Pum! Pum! Tra-tra-tra Estallan los torpedos ytruena la batera y salpica el agua baando alcapitn. Flotan los barquitos de guerra enfrentadosa muerte, a hundimiento, a naufragio pero no sehunden, no naufragan porque los barquitos sontablas con clavos y cundo ha visto ustedhundirse una tabla? Tablas con clavos, barquitosreducidos a su esencia, a su mnima expresin,maromas de la imaginacin.

    A riesgo de convertirme en una estatua de salmiro hacia atrs, a ese momento prodigioso de lasseis de la tarde que brilla con su brillo propiocomo un faro en el olvido. Y oigo que estsonando el radio y estn pasando las cotizacionesde la Bolsa de Medelln: Coltejer tanto, Fabricatotanto, Fatelares tanto, y Respin y Fruco y Vicua yPepalfa y Tejicndor o sea Tejidos Cndor y laCompaa Colombiana de Tabaco, inocenteenvenenadora que fabrica los cigarrillos Pielroja,y Postobn, la del vinol, que no es un vino sinouna gaseosa Entonces dice Lita: Silencionios, que va a hablar su pap. Y en efecto,empieza a hablar mi pap y a transmitir el radiolos debates en la Asamblea Departamental, otrasrefriegas, de conservadores contra liberales, desantos contra bellacos descomulgados,descredos En la ciega sucesin de los instantes,

  • la deleznable trama del Tiempo, ese instante de lasseis de la tarde no se deshace y perdura. Es el querecordar en mi ltimo momento, en laimpenitencia final, cuando Dios misericordioso sesirva a bien llamarme y mandarme a la seoraMuerte, la gran recogedora de basura.

    Cuando llegu, cuando aterric, cuando pas porlas coladeras de la inmigracin y de la Aduana noestaban mi hermano ni Salvador esperndome,como deban. Dnde estaran? Yo en el fondo deun alto cubo de cristales ante un oficial negro deinmigracin, y arriba en lo alto del alto cubo unamultitud gesticulando, tratando de comunicarse aseas, golpeando tras de los vidrios, con losrecin llegados de abajo. Todo es grotesco y losnegros altaneros. Ay del que le ponga en la manoa un esclavo el ltigo! Tampoco hay que trastornarel orden de las cosas sacando de sus chiqueros alos cerdos. En Colombia los negros an sonanimalitos de Dios. Dan ganas de acariciarles lacabeza Salgo a una sala enorme de espera, y mesiento con mi humilde maleta a esperar. Cuentohasta cien, hasta mil, hasta un milln. Por el millnaparecieron, borrachos, cantndome el himno.

    Dejando el aeropuerto y de camino al AmazonasRiver Aquarium, cuntos semforos se violaron?Cuntas viejas hicieron saltar el charco? Cuntasvueltas prohibidas dieron? Dos o tres, tampoco

  • exageremos.Salvador est loco me dice mi hermano al

    llegar, mientras bajamos del carro y el aludido mebaja la maleta. Nueva York lo enloqueci.

    Luego me presenta el Amazonas RiverAquarium, el reino del cat-fish y la piraa.

    Los traemos del Amazonas dice, en plural,incluyndose, como si no fuera todo obra y graciade Liberado, su negocio. Los vendemos al pormayor.

    AhNos va muy bien.AhQu bien les hace el plural a los pobres cuando

    se juntan con los ricos!Y cuntos venden al mes?Muchos al da.Y ahora vas a ver donde vas a dormir: abajo, en

    el stano, sobre una tarima.Ah? le pregunto desolado a Salvador.S mi rey.Prenden el radio y a pico de botella se acaban

    de zampar la botella.Este maldito aguardiente aqu sabe mejor.Y por qu no toman whisky?Aqu el whisky es bebida de negros.AhLuego se van: Salvador a Manhattan, donde

  • vive; mi hermano a una residencia de asiticos, enla Universidad de Columbia:

    Maana vuelvo, a las diez. Si abres antes yentran a comprar les vendes

    Y se van. Y me dejan solo con el radio y midestino.

    Era un radio viejo. Y viejo entonces, lo que esdecir. Tan tan viejo que empez a agarrar lasondas del pasado y sintoniz la Voz de Antioquia:justamente transmitiendo las cotizaciones de laBolsa de Medelln: Coltejer tanto, Fabricato tanto,Fatelares tanto Eran los precios de antes, depocos pesos con centavos, fluctuando en loscentavos: Baj uno, subi dos. Despus volvia hablar mi pap desde la AsambleaDepartamental. Pero yo ya no era yo, ya no era unnio, era un hombre camino a la derrota. Y hoy unviejo lejos de la vieja Antioquia, navegante sinaguja de marear, al garete en el mar del Tiempo.

    Ay Colombia! Cunto se tarda un cristiano encurarse de vos? Veinte aos? Treinta? Ms decincuenta pero menos de cien porque no hay malque dure cien aos. En una ciudad que lo tira todo,que nada conserva, cmo sobrevivi ese radio?Abr antecitos de las diez y entr un niito apreguntar por los catfish: que si era cierto que semataban.

    S si se encuentran dos machos.

  • Y se qu era? A boy, or a girl?Cest un monsieur.A ver, muestre a ver, ver para comprar, que los

    pusiera a pelear, que se sacaran sangre. No. Soyenemigo de toda violencia. Le empaco entonces enuna bolsita de plstico un macho y una hembra, quejuzgo tales por la armona con que navegan:

    One dollar.One dollar?Hurga en los bolsillitos y saca un quarter:

    veinticinco centavos, estaba bien? Ms que bien.Ya s que ustedes los gringos son ventajosos desdechiquitos. Le devuelvo los veinticinco centavos yle doy los peces gratis. Media hora despus,cuando aparece mi hermano, encuentra unamultitud de infantes llevando pececitos gratis.

    Que no lo sepa Liberado me advierte. Y porqu lo iba a saber?

    Cunto cuesta la cajita? pregunta un nio poruna que ve en el mostrador.

    Un milln.Huy! Voy a empezar a recoger!Luego cerramos el negocio, salimos a la calle, y

    empiezo a ver de da lo que vi de noche, de abajolo que vi de arriba: la aniquilacin del individuo,la termitera En la estacin de Corona delsubway elevado tomamos el tren de Manhattan.Corona Plaza, Junction Bulevard, Elmhurst

  • Avenue, Jackson Heights, Broadway, Roosevelt,Wood Side, Lincoln Avenue Los nombres mevuelven a los labios como una plegaria QueensBulevard, Lowery Street, Rawson Street,Queensboro Plaza Son las estaciones delsubway de Queens a Manhattan y los misterios quevamos a contemplar hoy son gozosos, ayergloriosos, maana dolorosos Montado en elruido, el bamboleo y la alucinacin vuelvo alencuentro de m mismo en el oscuro trenestrepitoso. Forty Sixth Road, Hunter Point,Vernon Avenue, Grand Central. Grand Central?Ya tan pronto Grand Central? Como en unsueo? Aj. Pens que estaba en Santa Anita peroestaba en Nueva York, rezando el rosario de lasestaciones y ya bamos a llegar: se meti el trenbajo la tierra como un gusano y sali a GrandCentral. Luego es Fifth Avenue y Times Square, laplaza del Tiempo. Me he montado en el tren deManhattan y me bajo en la plaza del Tiempo,esquina del recuerdo. En la esquina, en labocacalle, en la encrucijada, en el carrefourHay en la esquina un hustler y es lvida y gris lamaana pero ya no voy con mi hermano sino conmi amigo Jairo, de Cali, a quien llaman el Pjaroaunque no es un pjaro sino un pajarraco, unpajarraquito bajito y cuadradito, con gruesas gafasde quin sos vos que no te veo? Yo soy el que

  • soy.Desempleados, sin oficio como dira mi

    abuela, vamos por estas calles de Dios, de escapesde humo y puestos mviles de hot dogs, de arribaabajo buscando trabajo. De qu? De lo que sea.Pero qu saben hacer? Lo que sea. El Pjaro hasido waiter, mesero, as que entramos a unrestaurante y se presenta: I am your waiter andthis is my boyfriend. Y me seala.

    Boyfriend no, animal: busboy, ayudante!Boyfriend es novio! Bueno y qu!

    Que nunca he sido novio de pjaros. Msadelante pregunta por Ash Avenue, la Avenida deCeniza, pero pronuncia ass, como culo.

    Las vergenzas que me hacs pasarBueno y qu!Entonces vemos en la esquina al hustler, parado,

    como mojn de trmino, con el semblante lvidocomo de doa sfilis pero en los ojos le veo elcuchillo y me sume en el delirio de la excitacin.Que cunto vale, le pregunta el Pjaro. Que sondiez dlares.

    Y para ste? Y me seala. Que igual.Y de dnde saco diez dlares!Yo te los presto dice el generoso Pjaro.No. Nunca le he debido plata a nadie.Eso contesto en mi pobreza estpida, en mi

    pobreza marica y me voy. Pero me voy como

  • jalando el alma a jirones, dejada en una espina,prendida de una zarza Y hoy que me esimposible volver a esa esquina del recuerdo acometer el pecado no cometido, a reparar el malno hecho, me mata el remordimiento.

    El problema nuestro me dice el Pjaro en elRockefeller Center al que me invita a tomar unhelado, carsimo es que nos gusta todo lo nais.Tommonos este helado ahora, que maanacomeremos mierda.

    Apurando un poco el paso, el recuerdo, ya novoy con mi hermano en el subway ni con mi amigoel Pjaro: voy con Salvador por entre losrascacielos del Bajo Manhattan, los rascacielosabismales que oscurecen las estrechas calles, quetapan el oscuro cielo

    Salvador, est lloviendo.No.Que s.Que no.Tan est lloviendo que me estoy mojando. l

    no. Su mana de contradiccin lo tieneimpermeabilizado, a prueba de agua. Los dems semojarn, l sigue igual, tal cual, resbalndoselelos goterones por el paraguas de su terquedad. Vatorcido ex profeso, se pierde adrede, se equivocaaposta, camina en zigzag. Ante los aparadores dela Avenida Madison se extasa, se inmoviliza en

  • pose remedando a los maniques. Entra en elsubway dando alaridos y cruza las calles dandocabriolas. Da citas en One Way con One Way, yllegando a Park Avenue dice: Tomemos por estatrocha.

    No ser, Salvador, que se te corri la teja, quetens vientos en los aleros, nidos de golondrinas?

    No mi rey.Usa tirantes, y cuando uno menos se lo piensa se

    saca de la manga unas tijeras, se corta los tirantes(que l llama cargaderas), y queda encalzoncillos largos de percal.

    I am beautiful dice, y traduce: soy bonita,quieren ms?

    Pero de bonita no tiene un pelo: tiene papada,cejas de pa, las patas zambas, cual se ve cuandolos calzoncillos se le resbalan al suelo. Duerme ala antigua en jubn de camuza pero no en cama: enla azotea, a la intemperie, bajo la cruda luna.Cuanta basura encuentra en la calle la recoge:camas viejas, sillones podridos, jarrasdesportilladas

    Aqu hay pamueblar una casa dice. Lo queno hay es casa.

    Una noche se nos pierde en la cocina, y vuelvede repente a la sala en pelota: con papel dealuminio, de cocinar, se ha forrado el piruln: Elenmascarado de plata! anuncia.

  • El Santo, segn l! Imita a Golda Meir y a losrabes les va a dar por el Glam, y oigan lo quenos hace el otro da en casa ajena: se pone depaoleta el mantel de rayas blancas y negras ydice:

    Adivinen quin soy.Sos Golda Meir.No.Un beduino del desierto.No.Sos la esfinge.No.Quin sos pues!Soy una zebra arrecha.Terco y pertinaz es lo que es. Cuando dice Por

    aqu es por ah. Le trepida a l el coco y a m meagarra el tinitus auris con su frecuenciaondulatoria.

    Andando y desandando damos con el EmpireState, mi viejo conocido donde tuve mis oficinas.Aj, conque sos vos, qu hacs aqu.

    Y le voy contando los pisos: Uno, due, tre,quattro, cinque, sei rumbo al ochenta y seis perono llego: me enredo, me confundo, me mareo,como en una especie de vrtigo al revs.Mareado en tierra? Cmo es eso? Claro, porquela tierra gira y gira y giro y giro y girando me ponede cabeza el Tiempo arrastrndome en su vrtigo,

  • en su torbellino bailarn. Y de tanta vuelta vuelvoa ser nio y al viejo patio de la vieja casa de lavieja calle de Ricaurte de la ciudad de Medelln.Y nio que gira cae al suelo borracho y al caer setransfigura. No tengo trabajo, no tengo un centavo,vivo en una pocilga inmunda, hablo un inglsinfame y el porvenir es una pared cerrada, sin unaventanita para mirar. Y pese a todo, no obstante,me embarga una sbita felicidad. Conque no puedosubir, con maretos, eh? Van a ver. Yo soy DocSavage, soy La Araa, el Hombre Araa, ya llegla suspirada flota! Y por mis propios medios subo,con mis manos viscosas, pegajosas pero lmpidasmis intenciones. Que suban por los sesenta y sieteelevadores las seoras: yo por la fachada, y a lacspide, a divisar! No es sa la va elevada delRiverside Drive? Ah me agarr con una banda dehampones, un gang, bajo sus arcos de acero.Me pongo la derecha atrs y con la zurda les doy!Y se no es el ferry de Staten Island? En lnaufragu. Y tambin en el mar de China y en unro pantanoso de Malasia con cocodrilos,navegando en un sampn. Y que saliendo del romojado me atacan los adoradores de la diosa Kal!Aaaaaah! Ooooooh! El eco profundo del pasadorepercute, como en una caverna de un sueo sincontornos. Ooooooh! Aaaaaah! Pero no son esosbarquitos los ferryboats? S son. Y ese barrio

  • sucio, feo, parejito, de fachadas de mala facha noes Harlem? Aj. Con las escaleras herrumbrosasde incendio por fuera como quien anduviera con elculo al aire? Dice mi to Ovidio que en 1930 en elsolo Harlem hay veinte mil heroinmanos deherona. Que se me vengan juntos, lo que se meda! Si lo que me sobra es eso, valor, intrepidez,audacia fsica! Truenos y centellas retumban yrelumbran. Manhattan, Brooklyn, Queens, elBronx, New York! Un halo de bruma la envuelvee hilitos de humo ascienden de su pavimento: sonsus respiraciones de humo, de gigante, es ella, elmonstruo. Ya se encienden los anuncios luminososde Times Square y la Cuarenta y Dos y brillan enlos charcos y se est poniendo el sol. Un sol ms,rojo encendido, que se pone, otro ocaso, otrorecuerdo entre millones, soles en los horizonteshasta que me ponga yo. Luego se duerme elmonstruo y ronca y no es hombre, es mujer: NuevaYork. Entonces salto a China Town y me voy porlas oscuridades de la noche y las covachas delwaterfront a envolver bandidos en mi red. En lasestratagemas de mi red. Sombras tortuosas mesiguen, ya me di cuenta, por estas pagodasmacabras, lugares siniestros, antros del infiernodonde al ciudadano normal, al hombre estndar, sele despeluzaran de espanto los cabellos como nose me despeluzan a m por ser quien soy, yo soy

  • Doc Savage y La Araa, el Hombre Araa, el queanda tras el chino Chau Chan de ojos rasgados, deferoz aspecto y cola, el amarillo artero, burlandosus insidias, sus celadas hasta acorralarlo, por fin,en su guarida, una especie de depsito de llantasviejas donde se fuma opio, se lava ropa, se juegaal dado (estos chinos de Hong Kong as son) yhacerlo que se me enfrente, otra vez, a mi antojo,dueo de mi destino, l blandiendo su cuchillo demango fosforescente y yo sin nada, bambolendosela lmpara de luz cruda del techo del trancazo quele dimos, removiendo sombras, en ping-pong, lmacabro, brutal, implacable, en relacin con laspotencias ocultas y yo simplemente justiciero,poniendo orden en un mundo sin control,enfrentando a su pandilla (mis antiguosinterlocutores), porque no s por qu prodigio, porqu alquimia, por qu mecanismo, vuelvo a mipasado ilustre, a mi esplendor de antao, a ser elque dije, el que soy, el de los tiempos felices, yosoy Doc Savage y La Araa, el Hombre Araa, yay del que desafe las arbitrariedades de mi ira!Agrrense del barandal! Cemento oscuro, hollnantiguo y el cielo de ceniza, eh?

    Yo traigo a Salvador aqu en el pecho: en elcentro del centro de mi arbitrario corazn.Salvador es un hombre bueno. Bueno y caritativo.Caritativo y pendejo. A como d lugar hace el

  • bien. Por eso, aunque tarde, lo invito a estebanquete: lo llamo a mi mesa, lo siento a mi lado,y que se coma los mendrugos del recuerdo. S teacords, Salvador, cuando nos conocimos? EnBogot? En tu apartamento de la Veintiuno,arribita del Arlequn? S te acords? Los bailesque hacas que te desbarataba la polica! Cmo note los iba a desbaratar con las ventanas abiertas,bailando hombres solos? Y fiesta que no tedesbarataba ella te la desbarataba yo. Es a saber,verbigracia: como la del aparador que hiciste, elmueble, la vitrina, la vidriera de mil espejitos yvidriecitos y cristalitos de cristalinos colores yfulgores, tu palacio de cristal que yo, un sbado,varilla en mano, de un arrebato te aniquil? S teacords? Y hoy andando juntos en Nueva York,quin iba a pensar! Lo que me entristece verteaqu, viejo, pobre y marica en esta ciudad tanmala Como en cumplimiento de la maldicinCuando haga mi gran pelcula que me darmillones, alguno te dar. Entonces se volvi asoltar la lluvia, la importuna, a importunarimpertinente con sus goterones. Hombre, unaciudad tan alta, tan ancha, tan rica y tan engreda,y tambin llueve? Est jodida.

    Luego entramos al subway como dije, Salvadordando alaridos. Retumban sus alaridos y los pasosde la multitud por los socavones, haciendo las

  • conexiones: cascos de caballo en estampida,apremiando, atropellando.

    Arre! Arre! Move your ass!Es Salvador arreando. Y en una curva, a una

    negra:Mov ese culo, morena.No dice negra porque en ingls negro es

    negro, como en espaol, y se pronuncia nigro,casi igual, y se entiende, y lo ms que aceptanestos tizones susceptibles es black. Con black sesienten morenitos, palomitas de Dios.

    A los nicos que no les importa que les diganlo que son es a los que son como vos, Salvador, ono?

    Vos sabrsChirra el tren entrando. Para. Abre puertas.

    Salen, suben, bajan, entran. Arriba cabras!Cierran puertas y arranca otra vez, y otra vez al

    bamboleo, al zarandeo, al traqueteo. Y ah voy,Bruja nia, como un don nadie, como uncualquiera, nadie entre nadie, una ficha entremillones en las sucias manos de la suerte. Quinsoy? Dnde estoy? A qu vine? A qu voy? Yoya no soy yo, mi yo es un espejismo. No tengopasado, no tengo futuro, y en estas estaciones demoho y orn la vida es mierda.

    Por las fechas en que escribo, el ao en que laoscura estrella Sanduleak sali en la portada de

  • Time y se convirti en una supernova, yendocontigo Bruja por este parque, en el aqu y ahorame pregunto: he sido ms infeliz que en NuevaYork? Claro que s, de nio en la crcelsalesiana Te voy a contar O mejor dicho ya tecont. Y repitindome yo? Tu servidorconvertido en un viejo anecdotero dale que dalecon las mismas historias? Dios libre y guarde!Jams! No me repito. Si alguna vez vuelvo atrses pafinar. As que ya sabes, Bruja, si me oyesdos veces la misma historia es intencional. Y venac, no te me alejes, aprtate de ese vejetemaldiciente, quebradizo, saco de huesos, que tecontagia la vejez. No ves en l al Tiempo, lacayode la Muerte, haciendo estragos? Todo lo que tocacon su mano arrugada y huesuda lo marchita: lacara, las ilusiones. Sin ir ms lejos, qu hace queeras una nia correteando por entre estas flores(esas flores), ahuyentando pjaros, haciendo rabiara los jardineros? Y hoy qu? Ya no eres ms laBruja nia amiga de los nios, enemiga de losmicifuses: eres una seora, mam Bruja, con hijos,y tus hijos algn da se irn, ya se fueron, y te handejado sola como otra pobre viejecita, como lasnovias de Ronsard Los poetas, especieextinguida, comparaban esta fugacidad con lasflores: yo la equiparo a ti. Pues aunque lasmanecillas del reloj para todos corren en el mismo

  • sentido para ti van ms rpido, y una vuelta maequivale a diez tuyas: mis meses son tus aos. Desuerte que habiendo empezado t despus vas allegar primero. No podras ir ms lento, retardartu tiempo? A ver si llegamos juntos al ineludiblelugar? Y as te alcanzo a acabar esta estlidahistoria? En dnde iba? En Nueva York? Qums da, todo est en todo. Y en cada instante losdems. Dado lo cual, de la cajita del pasado sacoel presente, y del presente el futuro, comodesenrollando un cordel. Del cordel, tensa suarmazn por los tres vientos va atada una cometaque tira y tira y tirando se libera y se va al cielo.Nos vamos, Bruja, t y yo en la cometa, entreglobos y palomas, a ver al santo Cristo al santocielo!

    En el nter, volviendo un poco a tierra, al pasdonde pisamos, del ascenso rampante, no hasvisto aqu a las ratas taimadas llegar a presidente?O las serpientes? Arrastrarse y arrastrarse lasserpientes hasta que por fin las eligen y levantan lacabeza? Entonces Diosito todopoderoso lesconcede el don de la palabra y empiezan a hablar,a hablar, a hablar recio, por seis aos, y amanotear en la televisin. A los seis aos lasquitan y se callan. Vuelven al silencio de dondesalieron, a la nada. Corramos, volemos, entremosen rbita, en lanzadera, escapmonos de esta bola

  • estpida y su solemne gravedad. O Dio! Guarda unpo! Chi si vede! La signora Emma! Qui! A NewYork! Vena por la Quinta Avenida la signoraEmma, di Roma, y me abstuve de llamarla, deperdonarla. Pero perdonarla de qu? De lo quesea. Yo no perdono ni en Nueva York.

    El dueo del Admiral Jet es mister Celorio,libans. Libans pero para el dinero judo: voraz,rapaz, avaricioso. Tiene el edificio lleno de ratas,siendo l la rata mayor, la gran rata. Las ratassirven para experimentos: l no, lo protege laConstitucin. Yo lo veo ideal para sacarle elcerebro y transplantrselo al hgado y el hgado alas patas a ver si siguen procesando igual. El quesigue igual, procesando, es Sam, la trituradora.Triturando da y noche basura con un ruidoinfernal. A media noche se enciende y medespierta, justo cuando estaba soando un sueohermoso: que no estaba aqu. Vuelvo a dormirme yvuelvo a soar y me vuelven a despertar: sirenas,campanillas, alharaca: los bomberos. Abren tomasde agua, despliegan mangueras, escaleras, gritan,mandan, apremian, sacan al edificio a la calle enpelota y en pecado mortal, y con riesgo de susvidas suben al piso tal a apagar unos huevosquemados. Lo de siempre: un negro que se durmiborracho cocinando. Esta ciudad vive en el terrordel fuego. Con eso de que han hecho los edificios

  • de cartn De una patada les abre uno unboquete, atraviesa una pared. Tras el boquete se veun negro o rata mirando, con sus ojitos dehidrofobia, de maldad chispeando. As que con unpoco de empeo uno puede derribar el Admiral Jeta patadas.

    Son las diez de la maana y estamos en lasinstalaciones del basement o stano, en el reacomunal, con dos trabajadoras sociales ms losnegros y los puertorriqueos: los tenemosentretenidos armando un rompecabezas que mihermano les compr. Ponen una fichita aqu,prueban con otra fichita all, meditan, comentan,razonan. Son como nios. O animalitos de DiosAprovechando el cambio del instinto blico alinstinto ldico, la sbita paz, mi hermano y yo nosvamos a un rincn a discutir largo y tendido unproblema gravsimo: la locura de Salvador. Deveras est loco? O se har? Se har parademostrarnos que es superior y enrostrarle a estaciudad su maldad? Oigan la que nos hizo el sbadoy ustedes decidan.

    El sbado pasa por nosotros en la tarde y noslleva a los Continental Baths a conocer. Los baosson as: de toldo azul y blanco a la entrada. Miras,pagas, entras.Te dan la llave de un locker y unatoallita mnima. En el locker guardas lo quetengas: los pantalones, los calzoncillos, los

  • zapatos, la camisa, la vergenza, la billetera Ycubierto con la toallita mnima sales a escena.Ojos te ven. Tomas por un pasillo alfombrado, unddalo de pasillos alfombrados que suben y bajany salen y entran por pisos y pisos y vas a dar a unode los cientos de cuartitos individuales con camasindividuales para dos o tres, o al dormitoriocomn para cuarenta o cincuenta apretados, o a lapiscina interior, cuarto de vapor, cuarto demasajes, cuarto de televisin, saln de fumar,saln de billares, gimnasio, duchas, sauna ybiblioteca pornogrfica. No hay orgy room? No.Todo es orgy room Ligeros pues de ropa ybalzacianas descripciones a la accin! Qu pasaaqu? Shhhh! Silencio que estn cocelebrando:blancos con negros, creyentes con agnsticos,circuncisos con incircuncisos, todas las razas,todas las lenguas, todas las religiones aquembonan. Questce que tu veux, salaud? Vuole ilgran cazzo di Dio! Hay hasta catlicos aqu, msaburridos que el incesto Un silencio fervorosoreina por doquier en la semioscuridad. Tenuesluces en susurros. Y Salvador? Se nos perdi.Perdido entre este ir y venir de almas en pena. Ystos? Vienen por el pasillo don Mario Pedrero ydon Esteban Mayo y el virus de Epstein-Barr y elcitomegalovirus, prestigiosos seores de todos misrespetos. Anudadas a las cinturas las toallitas

  • mnimas cubrindoles las desvergenzas. Dejancaer al suelo las toallitas y se entrelazan cualserpientes, cual recientes hijos de Eva. Ven acDante, no te me pierdas, ven de mi mano en estedescensus ad infernos. Que qu son?Sacacorchos, treponemas: en el campo oscuro, ensus ceidos trajes de plata se contorsionan lasespiroquetas. Y en un cruce de pasillos chocan losgonococos. Y se? El virus de la hepatitis B, muypopular aqu, un habitu. Ah Por estospasillos de Dios pasa un negro como un streaker, yuna demonia calva, corretindolo, tras su estela.Ay Victoria si vivieras, si vinieras! Victoria esVictoria regina, queen Victoria, la hemoflica, quesi viviera y viniera la arrastraran por estospasillos de las greas. Al azar de los pasillos, obuscando a Salvador o siguiendo a una bellezavamos a dar al dormitorio comunal de los cuarentao cincuenta apretados. En efecto, ah estn,apiados, y no s por qu pienso en nuestro padreRabelais y su definicin del amor: la bestia de dosculos. Ser? Los cincuenta hacen una sola bestiaamorfa de cien patas, un ciempis. No se ve bien.Yo aparezco con mi hermano en la zona de luz.Ellos estn en la zona de sombra. Y la belleza?

    Ya entr.Y en pos de la belleza, la escurridiza belleza,

    ah vamos, mi hermano y yo, al remolino, a

  • buscarlo: manos, ojos, bocas, dientes, dedos,brazos, patas, pichas, pichitas, pichotas, en ingls,francs, polaco, ruso, armenio, lenguas queholgadamente ignoro pero que estoy hablando muybien. Entonces, de sbito, en plena celebracin seoye un ay! Es un ay quebrado, desgarrado,quejumbroso. Ay! repiten Ay!

    El remolino se inmoviliza, la celebracin sedetiene y cien ojos miran hacia la zona de luz.Qu aparicin! Salvador en pelota, en su prstinaforma: los ojos hundidos, los pelos parados, laspiernas peludas, las cejas hirsutas, la barrigainflada, el colgajo triste, las nalgas ticas. Trae ladentadura postiza en la mano, su caja de dientes,y el dedo gordo del pie se le asoma por la aberturade la pantufla como la cabeza de una tortugaestpida.

    Ay! repite con voz sucia, cavernosa,desdentada. Todas toman sidra helada y la pobrecieguita nada.

    La risa que me acomete no tiene madre, no tienenombre. Es un ataque que no puedo parar, que meva a matar. Y pienso seriamente que voy a morir.Aqu? En Nueva York? Aj. Y con mi hermano.Revolcndonos por el piso, sujetndonos lasbarrigas se nos van a reventar las tripas. Su risaalimenta la ma, la ma la suya y no podemosparar. Nadie entiende nada. Miradas indignadas

  • nos fulminan, una avalancha de silenciosoreproche. Y a estas cabras sueltas del trpico qules pas? Y fulminndonos nos discriminan, nosdescriminan. Con que descriminndonos, eh?Exiliados de los exiliados, proscritos de losproscritos, parias de los parias? A la mierda!Vmonos Salvador de estos baos de mierda!

    Lo que me ha tomado contar esta historia de losbaos turcos es lo que se tardaron los negros enarmar el rompecabezas. Lo armaron, lo vieron y noentendieron. Nada entendieron de su deslumbrantebelleza. Y sin embargo mis ojos subyugados veanel prodigio, el asalto al castillo: las picas, laslanzas, las catapultas, la lluvia de flechas, lascalzas ceidas, las cotas de mallas, los cobres, losbronces, los oros, los hierros, los caballeros, losescuderos En campo de azur el ndigo, elgualda, el bermejo y en rojo flamgero el fragordel combate, sonando a rebato cuernos y tambores,ondeando los estandartes, y entre el clamoreoureo de las trompetas y el entrechocar bruido delas armas y las cruces, los dragones, losemblemas, las magnificencias policromas de laherldica, en el ferico instante del manuscritoiluminado las voces del juglar y del troverocantando la epopeya, contando el asalto a lamuralla, la batalla. Pasan armaduras, pasancorceles, pasan broqueles, pasan brocados,

  • paladines, palafreneros, palafrenes, espuelas,bridas, yelmos, centelleos, todo el brillo feudal, elmedioevo pasa. De lo alto, de las almenas delalczar nos tiran cubos de manteca hirviendo Yeso qu es? Qu era? En su analfabetismo visual,en su miseria de Nueva York, en su presenterooso, ajenos a la inmensidad del pasado, sordosal relato del trovador, ciegos a sus metforasmulticolores, los negros nada oyeron, nada vieron,nada entendieron.

    Qu iban a or! Qu iban a ver! Qu iban aentender! Insensibles se quedaron, como si nada,sin comprender, como si le ensearan una custodiabarroca a un perro Es que no podan ver en lasuperficie plana la perspectiva? O acasoperciban el mundo en blanco y negro, sin colores,sin relieve, monocromo y al revs? Vindose en unespejo, se reconocen, o se ladran? Impenetrablespara la ciencia son un enigma En el breveinstante en que el aro de humo de un cigarrillo sedeshace en el aire sent por ellos compasin. Peroun instante es un instante, un pobre instante y alinstante se esfum. No ven ratas de caera queno pagan alquiler que es una escena medieval?No la ven? No se ven? No ven que son la sal dela tierra? Qu iban a ver! Irresponsables,indolentes, desidiosos, hay que revisar cuantohacen: tuerca por tuerca o estalla la fbrica. Pero

  • qu digo fbrica! Cundo estos holgazanes hantrabajado! Sus sucias manos negras limpias detrabajo jams han tomado pala, alicate, azadn.Sus manos primigenias, roussonianas,holgazanas Jams. Ren? No. Antes s, ya no.Antes, cuando los carreriaban en los campos dealgodn, pero con las cadenas les quitaron la risa.Qu utilidad tienen pues? Ninguna. Si acasometerlos en la recicladora y usar los dientes parahacer teclas de piano o concentrarles la melaninapara teir pieles. Los demcratas les sacanvotos

    Pero basta de tanto negro que Salvador aqu esla estrella, y como estrella que es, que se siente,no admite otra: l y slo l y nadie ms que l y len el centro y todas las miradas sobre l, todas lascmaras, los reflectores. Y como de un tiempo acle ha acometido la mana exhibicionista, fiesta aque vaya en Manhattan o Queens, haga fro o calorse desnuda, y desnudo aqu lo tienen en elcumpleaos de Oscar Guerra atrayndose sobre stoda la atencin, jalndose las miradas,suspendiendo la cumbia, en un rinconcito apartadoque l vuelve el centro, increpando barriga abajoal piruln, el centro de sus desvelos:

    Adnde te metiste anoche, eh? A ver. Habl.Dec. Contest. Sos mudo? O qu! Levant esacabeza hipcrita y no mirs pabajo, sabandija,

  • que te estoy hablando. Adnde te metiste, a ver!A un seminario? A un jardn de infantes? A uncuartel? Hasta que no me hags encanar nodescanss. Degenerado. Picarn. Cuntos platostengo que lavar pa darte gusto! MalagradecidoOme. Subite. Alzate. Levantate. Concentrate. Dejde estar pensando en los huevos del gallo ymirame a la cara de frente, de hombre a hombre,estropajo. Vas a seguir haciendo estragos? Malhijo! Por qu me hacs sufrir? A tu pap, a tumam?

    Ya no ms, Salvador intercedemos nosotros.Dej tranquilo a ese muchacho. Por qu no loeducaste bien? Adems es cosa de la edad.

    Y l:No te dieron educacin en tu casa? O qu!

    Pelafustn. Y agradec que no te doy una zurra sobandido porque hay gente, y que no est aqu tupap. Y hoy te me queds encerrado, no te me vasa andar calle.

    Qu soberbio que se ha vuelto Salvador! Quganas de figurar a toda costa! Como el pintor JosLuis Cuevas que el da que no sale en el peridicose siente triste, no respira bien, le entra ladepresin del homo anonimus.

    Si visemos claramente a ojos vistas cunta esla fealdad del pecado, no pienso que seramos tanmalos, dice el maestro Alejo Vanegas en su

  • Agona del trnsito de la Muerte, punto segundo,captulo noveno. Ah s? Claramente a ojosvistas? Pues se, Alejo, aqu es el gran problema,Vanegas, que aqu en el cuarto oscuro, el darkroom, el back room, el orgy room no se ve. Conesta luz oscura no se ve y a lo mejor pari tuabuela. Un ventilador remueve, empeoso, elsilencio, mientras en el saln de al lado un jukebox dice idioteces. Estamos en el sanctasanctrumde The Barn, en la Casbah, el corazn de Sodoma,viendo a tientas y a locas, a oscuras y al tanteo,con las yemas de los dedos, metiendo el hocicoaqu y all, las narices olisquiando, buscando entreesta multitud frentica agarrarse una hepatitis osacarse una belleza. Es el infierno? Ni ms nimenos padre Vanegas, usted lo ha dicho: infernusest. Y como al pas al que fueres haz lo que vieres,yo soy el Diablo y Salvador otro Diablo, undemonio mayor pontificando. Se siente en estosbares pez en el agua, muecn en su mezquita, y va yviene como Pedro por su casa, como papa por SanPedro. Y as en The Barn como en The Den, TheStud, The Haven, The Yukon, The Zodiac, TheZoo, The Dannys, The Kellers, The Harrys, TheCharlies, The Julius, The Triangle, The Carnival,The Sanctuary, The Gold Bug, The Eagles Nest,The Roundtable, devotos templos de dudososcielos Todos se los conoce y yo por l. Mas no

  • nos dispersemos en veinte frentes yconcentrmonos. Como dira Hernando Giraldo:concentrmonos. Meto la mano en la cajita desorpresas a ver qu saco, y qu creen? Qusaqu? Saliendo de la zona de sombra y entrando ala zona de luz veo que me saqu un mandinganegro. Como aquel que tiene sed y pide de beber yle dan vinagre acbar, a m en Nueva York mepersiguen los negros, y a Salvador la vejez y trassu vejez viene un viejo, la muerte cazcorva tras sushuesos. El viejo que se saca a oscuras del cuartooscuro es as: seco, patizambo, de gaznate largo, lanuez de Adn hinchada, la mirada lujuriosa,empelotada, la tez marchita, acanalada, de colorde comadreja, y todo en cueros, en pellejos. Tan,tan viejo y quebradizo y arrugado que estmenguando. Con decir que Salvador a su lado esbelleza. Un fauno tocando el birimbao, la tourEiffel!

    Que el santo Cristo me vuelva de la mano a mmismo por estas oscuridades. Maestro Vanegas:Quin soy? Qu hago aqu? Cmo llegu? Porqu oscuros caminos llegu, si mi vocacin eraotra? Irme como Teresa de vila por estos