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INTRODUCCIÓN El Gran Chaco es una vasta región de planicies con características fitogeográfi- cas propias del centro sur del continente Sudamericano. En el norte argentino se destaca por contener bosques, sabanas de pastos altos y pantanos grandes; en el Chaco Oriental subhúmedo, y árboles xe- rófilos, cactus y pastos resistentes, y en el Chaco Occidental semiárido (Iriondo 1993). El río Salado del Norte desarrolla un ex- tenso abanico fluvial en la región del Gran Chaco, particularmente en las pro- vincias de Santiago del Estero y Chaco, donde forma parte de la extensa planicie distal del piedemonte andino (Fig. 1). Constituye un agente de transporte y se- dimentación de primera magnitud, que expresa la interacción entre los procesos tectónicos y sedimentarios, relacionados con la evolución reciente de la deforma- ción sobre el borde activo del continente sudamericano. 634 ANOMALÍAS MORFOESTRUCTURALES DEL DRENAJE DEL RÍO SALADO SOBRE LAS LOMADAS DE OTUMPA (SANTIAGO DEL ESTERO Y CHACO) DETECTADAS POR PROCESAMIENTO DIGITAL Verónica G. PERI 1 y Eduardo A. ROSSELLO 1 1 CONICET – Facultad de Ciencias Exactas y Naturales - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. E-mails: [email protected], [email protected], [email protected], [email protected]. RESUMEN Se estudia la morfología y dinámica del abanico aluvial del río Salado del Norte, localizado en la región del Gran Chaco (provincias de Santiago del Estero y Chaco), dentro del piedemonte distal que se desarrolla a partir del levantamiento an- dino. Mediante el procesamiento digital integrado de imágenes satelitales ópticas y modelo digital de elevaciones (MDE), se reconocieron direcciones de escurrimiento, morfologías y edades relativas de cuatro grupos de paleocauces que se le aso- cian. Además, se realizó una caracterización del drenaje a partir de anomalías de desviamiento local y/o modificaciones en los diseños de cursos, que se acomodan a las estructuras y/o topografías regionales, particularmente en áreas de bajo relie- ve. Así, se han evidenciado dos importantes cambios en su dinámica, uno a escala regional a partir del gradual desvío de su cauce principal hacia el sur, y otro local, asociado al levantamiento de las Lomadas de Otumpa. De esta manera, se de- tectan anomalías o cambios en el régimen hidrogeológico, donde el antiguo abanico aluvial fue modificado, interrumpién- dose progresivamente su pendiente natural al extremo, que ahora la invierte hacia el noroeste y desvía el curso principal ha- cia el sur, donde fluye actualmente. La cartografía digital, complementada con el conocimiento geológico de superficie y subsuelo, resulta una herramienta de interpretación morfoestructural localmente insustituible en zonas de llanura con re- lieve poco evidente, y contribuye al mejor manejo de los recursos naturales asociados. Palabras clave: Cartografía digital, patrón de drenaje, neotectónica, Gran Chaco, Argentina. ABSTRACT: Drainage morphostructural anomalies of the Rio Salado in Lomadas de Otumpa (Santiago del Estero y Chaco) detected by digital processing. Morphology and dynamics of alluvial fan of Río Salado del Norte are studied and presented. The area is located in the Gran Chaco region (provinces of Chaco and Santiago del Estero, Argentina), within the distal piedmont that evolves from the Andean uplift. Through the integration of digital processing optical satellite imagery and digital elevation model (DEM), it is recognized runoff direction, morphology and relative ages of four groups of the associated paleovalleys. It is also performed a drainage characterization from local deviation anomalies and/or changes in the pattern of courses to fit the structure and/or regional topography, particularly in low relief areas. Thus, there is evidence of two important changes in its dynamics, one gradual regional deviation from its main channel to the south, and a local scale feature associated with the uplift of Lomadas of Otumpa. Thus, these detected anomalies or changes in the hydrological regime, where the ancient alluvial fan was chan- ged, interrupt its natural slope gradually to the end, which is now locally invert in the northwest, and diverts the main cour- se southward, where it flows today. The digital mapping, supplemented by geological knowledge of surface and subsurface, it is an irreplaceable tool in morphostructural interpretation of plain areas with little evident relief and contributes to better na- tural resource management. Keywords: Digital mapping, drainage patterns, neotectonics, Gran Chaco, Argentina. Revista de la Asociación Geológica Argentina 66 (4): 634 - 645 (2010)

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INTRODUCCIÓN

El Gran Chaco es una vasta región deplanicies con características fitogeográfi-cas propias del centro sur del continenteSudamericano. En el norte argentino sedestaca por contener bosques, sabanas depastos altos y pantanos grandes; en el

Chaco Oriental subhúmedo, y árboles xe-rófilos, cactus y pastos resistentes, y en elChaco Occidental semiárido (Iriondo 1993).El río Salado del Norte desarrolla un ex-tenso abanico fluvial en la región delGran Chaco, particularmente en las pro-vincias de Santiago del Estero y Chaco,donde forma parte de la extensa planicie

distal del piedemonte andino (Fig. 1).Constituye un agente de transporte y se-dimentación de primera magnitud, queexpresa la interacción entre los procesostectónicos y sedimentarios, relacionadoscon la evolución reciente de la deforma-ción sobre el borde activo del continentesudamericano.

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ANOMALÍAS MORFOESTRUCTURALES DEL DRENAJE DEL RÍO SALADO SOBRE LAS LOMADAS DE OTUMPA (SANTIAGO DEL ESTERO Y CHACO) DETECTADAS POR PROCESAMIENTO DIGITAL

Verónica G. PERI1 y Eduardo A. ROSSELLO1

1 CONICET – Facultad de Ciencias Exactas y Naturales - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. E-mails: [email protected], [email protected], [email protected], [email protected].

RESUMEN Se estudia la morfología y dinámica del abanico aluvial del río Salado del Norte, localizado en la región del Gran Chaco(provincias de Santiago del Estero y Chaco), dentro del piedemonte distal que se desarrolla a partir del levantamiento an-dino. Mediante el procesamiento digital integrado de imágenes satelitales ópticas y modelo digital de elevaciones (MDE),se reconocieron direcciones de escurrimiento, morfologías y edades relativas de cuatro grupos de paleocauces que se le aso-cian. Además, se realizó una caracterización del drenaje a partir de anomalías de desviamiento local y/o modificaciones enlos diseños de cursos, que se acomodan a las estructuras y/o topografías regionales, particularmente en áreas de bajo relie-ve. Así, se han evidenciado dos importantes cambios en su dinámica, uno a escala regional a partir del gradual desvío desu cauce principal hacia el sur, y otro local, asociado al levantamiento de las Lomadas de Otumpa. De esta manera, se de-tectan anomalías o cambios en el régimen hidrogeológico, donde el antiguo abanico aluvial fue modificado, interrumpién-dose progresivamente su pendiente natural al extremo, que ahora la invierte hacia el noroeste y desvía el curso principal ha-cia el sur, donde fluye actualmente. La cartografía digital, complementada con el conocimiento geológico de superficie ysubsuelo, resulta una herramienta de interpretación morfoestructural localmente insustituible en zonas de llanura con re-lieve poco evidente, y contribuye al mejor manejo de los recursos naturales asociados.

Palabras clave: Cartografía digital, patrón de drenaje, neotectónica, Gran Chaco, Argentina.

ABSTRACT: Drainage morphostructural anomalies of the Rio Salado in Lomadas de Otumpa (Santiago del Estero y Chaco) detected by digital processing.Morphology and dynamics of alluvial fan of Río Salado del Norte are studied and presented. The area is located in the GranChaco region (provinces of Chaco and Santiago del Estero, Argentina), within the distal piedmont that evolves from theAndean uplift. Through the integration of digital processing optical satellite imagery and digital elevation model (DEM), it isrecognized runoff direction, morphology and relative ages of four groups of the associated paleovalleys. It is also performeda drainage characterization from local deviation anomalies and/or changes in the pattern of courses to fit the structure and/orregional topography, particularly in low relief areas. Thus, there is evidence of two important changes in its dynamics, onegradual regional deviation from its main channel to the south, and a local scale feature associated with the uplift of Lomadasof Otumpa. Thus, these detected anomalies or changes in the hydrological regime, where the ancient alluvial fan was chan-ged, interrupt its natural slope gradually to the end, which is now locally invert in the northwest, and diverts the main cour-se southward, where it flows today. The digital mapping, supplemented by geological knowledge of surface and subsurface, itis an irreplaceable tool in morphostructural interpretation of plain areas with little evident relief and contributes to better na-tural resource management.

Keywords: Digital mapping, drainage patterns, neotectonics, Gran Chaco, Argentina.

Revista de la Asociación Geológica Argentina 66 (4): 634 - 645 (2010)

En particular, estas relaciones adquierenmayor expresión en las inmediaciones delas Lomadas de Otumpa, descriptas ini-cialmente a partir de un modelo digital deelevaciones (MDE) e imágenes satelitalesópticas, asociados en un sistema de infor-mación geográfica (Rossello et al. 2005,2007). Son estribaciones topográficasmuy suaves con una orientación regionalNNE, de 200 kilómetros de longitud, porun ancho variable de 20 a 80 kilómetros.Poseen alturas relativas con respecto a lagran planicie circundante de hasta 100metros (Figs. 1 y 2). Así, interrumpen lamonotonía del relieve llano, donde el pa-trón de drenaje del río Salado del Norteexhibe diseños asociados y dependientesde las modificaciones de relieve que allíse reconocen. Si bien la vegetación delmonte chaqueño oblitera su reconoci-

miento desde la superficie, los procesa-mientos de cartografía digital logran po-ner en evidencia este relieve (Peri yRossello 2008).Los antecedentes sobre la vinculación deldrenaje con procesos neotectónicos de lallanura pampeana fueron inicialmente des-criptos por Pasotti (1968, 1974, entreotros), donde asocia rasgos morfológicosde porciones de la llanura pampeana conla estructura del basamento infrayacente.Describe el “último paleomodelo” de lared de drenaje para las provincias de SantaFe y Córdoba, al que le adjudica una edadpleistocena. Otros rasgos deformaciona-les descriptos son la fractura Santa Silvina- Quitilipi (Iriondo 1984) de direcciónNE, ubicada en la provincia del Chaco,que se cree activa durante el Pleistocenosuperior y probablemente Holoceno, y la

falla de las Piedritas (Angueira 2007) derumbo NE, que eleva un bloque del sus-trato y estaría vinculada al ascenso de lasLomadas de Otumpa.Hacia el norte y noreste, la mayor densi-dad del bosque y de cauces abandonadospor las divagaciones de los ríos Dulce,Salado, Bermejo y Pilcomayo, dificultanel reconocimiento de la antigua red. Sinembargo, Castellanos (1968) realiza unestudio detallado de los antiguos caucesdel río Salado del Norte, donde establecedistintas etapas de desplazamiento delmismo hacia el sudoeste, desde épocasterciarias hasta la actualidad. Este despla-zamiento lo vincula con la avulsión de ca-nales y la aparición de fallamientos longi-tudinales (denominados “chaco-pampea-no-bonaerenses”) durante el Pleistoceno.Los sistemas de drenajes, paralelamente a

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Figura 2: Localización de la región estudiada sobre un modelo de elevación digital con 50 % de transparencia y efecto de sombreado, superpuesto al mosaico deimágenes Landsat (GeoCover 2000). En recuadro de línea negra discontinua se nuestra la ubicación de la figura 2.

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los condicionantes climáticos, adaptan ladinámica de su escorrentía a cualquiercambio de pendiente de las superficiessobre las que se desarrollan. De esta ma-nera, representan un gran potencial pararegistrar información acerca de la evolu-ción de las estructuras responsables deesos cambios. Se desarrollan así modifi-caciones de distintos órdenes que deter-minan anomalías fluviales dadas por unatasa de formación de relieve similar o es-casamente superior a la tasa de sedimen-tación y erosión (Howard 1967, De-Blieux 1949, Schumm et al. 2000, Terri-zzano et al. 2008). Las modificaciones lo-cales de la pendiente de la planicie delGran Chaco controlan la dinámica fluvialdel río Salado del Norte desde elTerciario hasta la actualidad.Por ello, el principal objetivo de este tra-bajo es describir la evolución del patrónde la red de drenaje del sistema aluvial delrío Salado del Norte y establecer su con-trol, según las modificaciones neotectó-nicas de la planicie sobre la cual discurre,a partir del procesamiento digital de imá-genes satelitales y modelos digitales deelevaciones. Se realizó un análisis regio-nal cuali-cuantitativo de los paleocaucesdel río Salado del Norte mediante unmapa detallado del patrón del drenaje,aportándose evidencias de la presenciade rasgos de deformación en superficie.La región sostiene una importante eco-nomía substancialmente relacionada conlos recursos naturales superficiales, sinembargo, sólo recientemente se ha vistobeneficiada con varios trabajos que inclu-yen la evolución de los patrones de dre-naje (Brunetto e Iriondo 2007, Marengo2008, Rossello et al. 2005, 2007), luego delos estudios pioneros y excepcionales deCastellanos (1968), Pasotti (1968, 1974) eIriondo (1984, 1993), entre otros.

MARCO GEOLÓGICO

La comarca sobre la cual se desarrolla elrío Salado del Norte, es parte de la plani-cie distal del piedemonte Andino Centralgenerado a partir de la edificación y con-secuente erosión de la Cordillera de los

Andes, como consecuencia de la subduc-ción de la placa de Nazca debajo de la pla-ca Sudamericana (Ramos et al. 2002,Cobold et al. 2007). Es el escenario princi-pal donde ocurren los procesos de transfe-rencia de los volúmenes sedimentarios,que se encuentran a la búsqueda de nuevosniveles de base que regulen su equilibrio.El río Salado del Norte desarrolla el sis-tema de abanico aluvial del Salado(Iriondo 1984, 1993) como consecuenciade la divagación horizontal del río Saladodel Norte hacia el sur, donde corre ac-tualmente en sentido NNO-SSE (Fig. 1).Como característica geomorfológica co-mún, la región pedemontana del GranChaco reconoce su origen en cinco gran-des abanicos aluviales, construidos porlos mayores ríos que cruzan la regiónsiendo los principales el Pilcomayo, elBermejo y el Salado del Norte (Iriondo1984) y que se extienden con pendientesdel orden de 1:1.000, desde la vertienteoriental de las Sierras Subandinas deTucumán, Salta y Jujuy hacia los ríosParaguay y Paraná. El escurrimiento ori-ginal hacia el sureste, del río Salado delNorte, es comparable al de los ríosBermejo y Pilcomayo; sin embargo, ac-tualmente se ve desplazado hacia el surcon un escurrimiento NNO-SSE, dejan-do numerosos cauces abandonados quedebieron interrumpir su evolución(Castellanos 1968, Peri y Rossello 2008).Los cursos hídricos son antecedentes alas estribaciones de las SierrasSubandinas, por lo cual el inicio de suformación debe ser anterior al Plioceno,aunque alcanzan su mayor desarrollo ha-cia el final del Pleistoceno. Durante elPlioceno, se expresa una rápida construc-ción e intensa acumulación de materialesen los ápices y secciones superiores, debi-do al incremento en la tasa de transferen-cia de los volúmenes sedimentarios.A pesar del rico registro sedimentarioque acumulan los depocentros de la lla-nura chacopampeana (Chebli et al. 1999),la única unidad relativamente rocosaidentificada en la superficie de la comar-ca estudiada que podría representar elsubstrato pre-aluvional, es la Formación

Las Piedritas (Miró y Martos 2002). Estáconstituida por camadas de clastos angu-losos de areniscas cuarcíticas silicificadasy compactas, que aflora en diversos pun-tos aislados de la zona donde se la apro-vecha como material de construcción decarreteras. La cantera de Las Piedritas(26º50’S y 61º30’O) es la localidad másimportante (30 km2), ubicada a unos 45kilómetros al noroeste de Las Breñas.Existen diversas interpretaciones respec-to a su origen, entre las que se destacan lacorrelación con la Formación Ituzaingó,areniscas fluviales pliocenas (Miró yMartos 2002), y otra con la FormaciónTacuarembó de edad jurásica-cretácica(Coriale 2006). Sin embargo, la edad y sig-nificado geológico de estos registros sedi-mentarios son aún inciertos, razón por lacual se llevan a cabo actualmente diversosestudios geológicos y geofísicos.Desde el punto de vista sedimentológico,el área de estudio constituye una cubiertasedimentaria vinculada a eventos delPleistoceno medio a superior y Holoceno,donde se identifican el cono aluvial del ríoSalado del Norte, con remanentes de suantiguo sistema fluvial. Los depósitos loés-sicos más modernos y los sedimentos alu-viales de los sistemas hídricos actualesconstituyen las unidades de mayor des-arrollo. El cono aluvial del río Salado po-see su ápice en las Sierras Subandinas deSalta (Chañar Muyo, Fig. 1), a partir delcual se distribuye sobre una amplia regióndel Chaco Occidental (provincias deChaco, Santiago del Estero y norte deSanta Fe), con 650 kilómetros de extensiónhasta el río Paraná (Castellanos 1968). Elantiguo abanico aluvial quedaría compren-dido entre los 60º00’ y 64º00’ de longitudO y 25º00’ - 28º30’ de latitud S, conside-rándose como límite oriental del antiguoabanico el cauce del río Negro en la pro-vincia de Chaco (Fig. 1), ampliándose así eldefinido por Iriondo (1984).La dirección original de escorrentía delrío Salado del Norte a lo largo de todo sudesarrollo hasta alcanzar el nivel de basedel río Paraná, era paralela a la de los ríosPilcomayo y Bermejo actuales. Sin em-bargo, ha sufrido un importante despla-

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zamiento horizontal hacia el sur, con fre-cuentes tramos de avulsionamiento y conla formación de bañados (e.g., Copo, Fi-gueroa, Añatuya, en la provincia de San-tiago del Estero). En Chañar Muyo (pro-vincia de Salta), su ápice o codo de infle-xión actuó como punto de pivote, dedonde partieron los sucesivos desplaza-mientos de sus cauces, que en un princi-pio era casi de 90º grados, viéndose dis-minuido notablemente en la actualidad,tal como fuera inicialmente descripto porCastellanos (1968). Como remanente desu morfología original, se observan cana-les abandonados menores, en diferentesgrados de preservación, que ocupan granparte de la región por su disposición enabanico, además de lagos en collera (ox-bow lakes), pantanos y otras geoformasmenores construidas por el canal (Iri-ondo 1993, Miró y Martos 2002). Losmás antiguos son difíciles de reconocerporque son obliterados o destruidos porlos sedimentos suprayacentes. Varias de-presiones de deflación están presentes enla línea central de tales paleocanales. Loscanales más jóvenes, seguramente forma-dos en períodos de mayor humedad, es-tán bien preservados, alcanzan 15 km delargo y transportan agua durante las in-undaciones (Iriondo 1993). Las márgenesde los paleocanales suelen estar marcadaspor la presencia de antiguos albardonesque limitan los rellenos más modernos dearena y limo, caracterizados estos últi-mos, por tener una vegetación más activa(Angueira 2007). Tienen un trazado si-nuoso con un ancho menor a los 200 my a veces se ven entrecruzados según unared de diseño anastomosado irregular,aunque poseen una orientación SSE pre-ferencial en concordancia con la pen-diente del escurrimiento del abanico.Por otro lado, el Chaco sufrió cambiosclimáticos durante el Cuaternario que sig-nificaron alternancias de períodos secos yfríos con otros húmedos y más cálidos.Las unidades geológicas más antiguas po-nen en evidencia la existencia de perío-dos más secos que el actual, durante loscuales el transporte eólico fue el agentepredominante. Luego, los cambios en el

régimen pluvial hacia el inicio delHoloceno determinaron la interrupcióndel desarrollo de los conos aluviales.Según Iriondo (1997), la época del mayordesarrollo del sistema aluvial del ríoSalado del Norte, se estima correspondeal Pleistoceno superior (36 a 13 ka AP).Sus características sedimentarias son lasde un sistema aluvial de clima seco conuna estación húmeda torrencial, com-puesto por un conjunto de subsistemasde abanicos menores (formados duranteperíodos secos sobre bloques tectónica-mente hundidos), fajas aluviales intrica-das y áreas lagunares y pantanosas(Iriondo 1993). Actualmente, el ríoSalado del Norte cruza la región demodo permanente y con un bien defini-do cauce principal hasta alcanzar los25°40’S, lugar donde desemboca en elBañado de Copo, donde es reconstituidopor una sucesiva adición de pequeños ca-nales originados dentro del pantano(Miró y Martos 2002). Se asocian camposde dunas y mantos de loess formados endos episodios de climas secos con fuertesvientos boreales, durante el Cuaternariosuperior, que generaron ríos más peque-ños y menos estables de lo que son en elpresente. Estos depósitos predominante-mente eólicos y los del antiguo cono delSalado, pasan gradualmente hacia el estea una asociación de sedimentos de am-biente palustre a fluvial (Iriondo 1987).La región distal del abanico aluvial, tam-bién llamada Chaco Oriental, constituyeun área donde los movimientos neotec-tónicos tienen una significativa mayor in-fluencia relativa, debido a una velocidadde sedimentación baja (Iriondo 1984).Como los ríos tienen suaves perfiles lon-gitudinales son muy influyentes sobre lasplanicies aledañas, al punto que grandesinundaciones suelen cubrirlas frecuente-mente por varios meses cada año, y sólolos albardones viejos permanecen sobre elnivel del agua. Por ello, se observan am-bientes pantanosos, representados por es-teros y bañados, conocidos también comobajos submeridionales, vinculados a unclima subhúmedo a húmedo, que son cru-zados por antiguos cursos fluviales. Según

Neiff (1986), estos pantanos temporarioso bañados, se forman por almacenamien-to de precipitaciones sin acumular sedi-mentos mientras que, los pantanos per-manentes o esteros, poseen bordes biendefinidos y mayores dimensiones.Los pantanos mayores proveen las aguasde cabecera de las redes de ríos localesque se desarrollan sobre los grandes aba-nicos, durante el clima húmedo actual. Suformación se favorece por una pendienteregional muy baja, y sería posterior al des-arrollo de los grandes abanicos aluviales yde la primera gran depositación del loesspampeano, entre el Holoceno medio y su-perior. A partir de estas áreas pantanosas,se desarrolla un drenaje irregular, diva-gante, parcialmente meandriforme, conpendiente general hacia el SE, representa-do por pequeños canales tortuosos de 2 a5 metros de ancho, que fluyen a lo largode canales abandonados de los ríos mayo-res, como un tipo especial de ríos de relle-no inferior (Iriondo 1993).

PROCESAMIENTOS DIGITALES REALIZADOS

Se realizaron procesamientos de carto-grafía digital con la finalidad de visualizarlos rasgos morfológicos y minimizar losefectos de la vegetación tupida del mon-te chaqueño de la superficie estudiada.La metodología utilizada consistió en laconfección e interacción de capas temáti-cas, diseñadas sobre la base de la extrac-ción de información de imágenes sateli-tales ópticas y de un modelo digital deelevaciones. Los datos crudos se consi-guieron a partir de archivos de altimetríasatelital SRTM (Shuttle RADAR Topo-graphy Mission) de la NASA (JPL-SRTM-NASA 2000, CGIAR-CSI 2004), obteni-dos con un sistema de radar modificadopor la nave Endeavour (2000), con dis-tancia de 3 arco-segundo entre los pun-tos con valor de altitud y con una resolu-ción espacial de 90 metros. Se confeccio-naron curvas de nivel con una equidis-tancia de 10 metros y se trazaron perfilestopográficos en dirección O-E sobre lasanomalías del relieve observadas, cada

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15’ de latitud (Fig. 2). Se contó también,con capas de información geográfica ob-tenidas del Atlas Digital de los RecursosHídricos Superficiales de la RepúblicaArgentina a escala 1: 250.000 (2002), ydel Sistema de Información Geográficade Santiago del Estero (SIG SE 2.0,Angueira et al. 2007). Finalmente, todaslas capas fueron georreferenciadas e inte-gradas en una plataforma de sistema deinformación geográfica.Con la finalidad de optimizar la informa-ción proporcionada por las diferentesimágenes, se realizaron las siguientes eta-pas de tratamientos:

Selección de datos satelitales e información auxiliar La selección de los datos satelitales, seefectuó a partir de la determinación de lascondiciones mínimas que deben cumplirpara generar las capas de interés, como suresolución espectral y espacial, fecha deobtención, disponibilidad, etc. En estesentido, se consideraron satisfactorias cin-co imágenes, tomadas en los años 2000,2001 y 2002 del satélite Landsat 7, sensoróptico ETM+, por ser datos multiespec-trales, con resolución espacial de 28,5 me-tros y por su disponibilidad en servidorespúblicos (GLCF, 2009; ESDI, 2004). Seseleccionaron las siguientes bandas espec-trales de interés: segmento del espectroelectromagnético azul (0,45-0,52 μm-ETM+1), verde (0,52-0,60 μm-ETM+2),rojo (0,63-0,69 μm-ETM+3), infrarrojocercano (0,76-0,90 μm-ETM+4), infrarro-jo medio 1 (1,55-1,75 μm-ETM+5) e infra-rrojo medio 2 (2,10-2,35 μm-ETM+7).Conjuntamente, se contó con un mosaicode imágenes del mismo satélite, en forma-to Mr. Sid (S-20-25) de la NASA (GeoCover 2000), utilizado para los análisis re-gionales, no así para el procesamiento di-gital ya que su resolución radiométrica sereduce a las bandas ETM+7, 4 y 2.

PreprocesamientoEsta etapa, consiste en la corrección ra-diométrica de los datos, donde se locali-zaron y restauraron las líneas que presen-taban píxeles perdidos o “ruidos”, según

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Figura 2: a) Vista en plantadel modelo de elevación digitalde la zona de las Lomadas deOtumpa combinado con cur-vas de nivel y la ubicación delos perfiles topográficos; b)Perfiles topográficos trazadoscada 15’ de latitud.

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metodologías de Chuvieco (1996). Dadoque los datos originales están georrefe-renciados en sistemas de coordenadasgeográficas diferentes, se procedió a rec-tificarlos y proyectarlos en un plano con-forme al sistema nacional de proyeccióngeográfica POSGAR Faja 4.

Procesamiento digitalCon la finalidad de simplificar la cantidadde datos y optimizar la interpretación vi-sual, en esta etapa se reducen las dimen-siones espectrales y espaciales y se efectú-an realces y mejoras de las imágenes. Aquí,se trabajó con recortes de las imágenespara los cuales se confeccionó una no-

menclatura, que consiste en una combina-ción de letras que refieren a su ubicacióngeográfica, y según el caso, el proceso alcual fueron sometidos. Se tuvieron encuenta diferentes tipos y densidades decoberturas vegetales establecidas por inge-nieros forestales que trabajan en la región,mediante el análisis visual de fotografíasaéreas e imágenes satelitales (Zerda 2001).Ellas son: bosque denso (cobertura bos-cosa >10%), bosque abierto o muy degra-dado (zonas en recuperación y palmares),arbustal (cobertura de vegetación >10%,cobertura boscosa <10%), arbustal-pasti-zal, incendios, agricultura y suelo desnudo.Para realizar un mapa detallado de los pa-

leocauces, se tuvo en cuenta la coberturade los pastizales y arbustales-pastizales, asícomo sus diseños meandriformes. Paraello se trabajó esencialmente adoptándoselos siguientes procesos: i) Combinaciones de bandas ETM+ “Falso-Color 543 (RGB)” que destaca los pasti-zales en colores magenta (Fig. 3a), en ama-rillo/blanco se observa suelo desnudo yvegetación herbácea, por su mayor reflec-tancia, en verde claro destaca arbustales ypastizales, con biomasa menor al bosque(Fig. 3b) y en verde oscuro se realzan losbosques densos; “Falso-Color 752 (RGB)”que resalta la hidrografía en color azul.ii) Índice de vegetación normalizado (NDVI)

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Figura 3: Procesos Digitales. a) Falso-Color 543 (RGB). Se destacan en líneas punteadas los cauces c y d, con diseno radial asimétrico (alto de 200 me-tros perteneciente al extremo septentrional de la estribacion mayor oriental); b) Falso-Color 543 (RGB). Se destacan en líneas punteadas los paleocau-ces c y d, que se desvian en sentido N-S (flanco noroccidental de las Lomadas de Otumpa); c) NDVI con leve contraste, se observan paleocauces a y b(cercano al apice del abanico aluvial); d) Filtros direccionales (angulos entre 100 y 120o) con transparencia al 10 % superpuestos a imagenes en Falso-Color 543 (RGB) que resaltan paleocauces en areas cultivadas (extremo septentrional de las Lomadas de Otumpa).

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para cada recorte, que utiliza las bandasETM+3 (rojo) y 4 (infrarrojo cercano) yse relaciona directamente con la abun-dancia de biomasa vegetal (Fig. 3c). iii) Filtros direccionales para realzar bor-des que sigan orientaciones predetermi-nadas, con coeficientes de filtrajes de 3x3(se utilizó la técnica de filtrado por con-volución, Chuvieco 1996), ajustándose loshistogramas de las bandas de imágenes con-secutivas para asemejar la apariencia (Fig. 3d).iv) Finalmente, se aplicó un realce delcontraste con una expansión lineal del2%, para distribuir mejor los números di-gitales y mejorar la visualización.

InterpretaciónA partir de los filtros direccionales ante-riores se midieron las orientaciones gene-rales de paleocauces, obteniéndose tresprincipales (Fig. 4): N 120°-140° (NO-SE),N 0° (N-S) y N 220°-240° (NE-SO). Pa-ralelamente, se procesó el modelo de ele-

vación digital en escenas 3D con distin-tas exageraciones verticales y direccionesde sombreados, para hacer más conspicuosy evidentes los cambios de nivel suaves.

Análisis e integración de datosPara la integración y visualización de losresultados obtenidos del procesamiento di-gital de las imágenes satelitales, de las ca-pas temáticas y del MDE, se construyó unSIG bajo el sistema nacional de proyec-ción geográfica POSGAR Faja 4. Así, me-diante interpretación visual se diseñaron ydefinieron las siguiente capas de interés:Sistema de Abanico Aluvial del río Saladodel Norte, estructuras, curvas de nivel (equi-distancia 10 metros), paleocauces a, b, c yd cartografiables a escala 1: 100.000, ano-malías y modificaciones fluviales (Figs. 5 y 6).

RESULTADOS OBTENIDOS

La cubierta vegetal natural depende en

gran medida del carácter y altura relativadel sustrato. Por ello, se puede convertirsu distribución en la expresión superficialde los diferentes ambientes fluviales don-de se desarrollan. Según Iriondo (1993)los bosques diversificados se concentransobre los albardones y otras superficieselevadas, las palmeras sobre elevacionesintermedias y los pastizales altos en de-presiones, como los paleocauces. A suvez, es importante tener en cuenta que lavegetación nativa sufre una importantedegradación debido a varias problemáti-cas antrópicas, entre ellas la transforma-ción del bosque original a sabanas piró-genas, donde dominan alternativamentelos arbustos y pastos. El fuego se originahabitualmente en los paleocauces y lasabras naturales, en su mayoría cubiertospor pastizales, y se incrementa con losvientos fuertes de las épocas de quemasexpandiéndose hacia las áreas cubiertaspor pastos y arbustos, para finalmente

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Figura 4: Vistas de recortes de imágenes en donde se realzan las texturas de tres direcciones predominantes de orientación de paleocauces por so-bre las zonas cultivadas: a) N-S, b) N 120° y c) N 210°, d) e) y f) ídem con la interpretación realizada de los paleocauces.

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Figura 5: Defini-ción de paleocau-ces. Sistema alu-vial del río Salado(SARS). a) Mapade paleocauces a(Pa) y b (Pb); b)Mapa de paleo-cauces c (Pc) y d(Pd).

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penetrar en el bosque favorecido por laextrema sequedad. El fuego se utiliza tam-bién para la eliminación más económicade los desechos del desmonte, cuando setransforman los terrenos con bosque anuevas áreas para explotación agropecua-ria (Zerda 2001).

Definición de paleocaucesMediante el procesamiento digital inte-grado de las imágenes satelitales y el mo-delo de elevación digital, se pudieron di-ferenciar coberturas vegetales y edáficasque por sus morfologías, texturas, colo-res, direcciones de escurrimiento y eda-des relativas, indican los siguientes cuatrogrupos de paleocauces pertenecientes alantiguo abanico aluvial del río Salado, asu actual llanura aluvial, y a otros caucesformados en la región de los Bajos Sub-meridionales (Fig. 5).Paleocauces a: Se identifican como Pa (Fig.5a), se los considera como los más anti-guos debido a sus rasgos casi completa-mente obliterados por sedimentos supra-yacentes, hecho que dificulta su visualiza-ción. Pertenecen a los paleocauces delantiguo Abanico Aluvial del río Saladocon sentido de escurrimiento generalNO-SE y un diseño distributario de esca-la regional. Son de baja sinuosidad y susplanicies aluviales poseen un ancho esti-mado, dado que sus márgenes no son ne-tos, de 1.000 a 3.000 metros, observán-dose los más anchos cercanos al ápice delabanico aluvial (Chañar Muyo, Salta). Es-tos paleocauces se identificaron princi-palmente con las imágenes en composi-

Figura 6: Modificaciones del drenaje. a) Vistabasculada al noroeste de las Lomadas de Otumpadonde se reconocen los paleocauces a y b. En suflanco noroccidental, se observa el desvío de lospaleocauces a en sentidos N-S y NNE-SSO a NE-SO (flechas rosadas), y de los paleocauces b conorientaciones NNE-SSO a N-S (flechas verdes).Atraviesan las estribaciones en sentido O-E algu-nos paleocauces a; b) Paleocauces c y d (flechascelestes) en sentido N-S, principalmente en elflanco noroccidental de las Lomadas de Otumpa yen el bajo que las separa, en sentido NNE-SSO aNE-SO en el extremo austral de las estribaciones,y escasos O-E en el flanco sudoriental. Diseño ra-dial asimétrico (DRA), Desorganización Abruptadel Drenaje (DAD) y Lagunas Alineadas (LA).

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ción falso-color 543 (RGB), en coloresmagenta, verde claro y amarillo/blanco,dado por los pastizales que ocupan su su-perficie. También, reforzaron su identifi-cación las imágenes con NDVI, en dife-rentes contrastes (Fig. 3c). En este casolos filtros direccionales no han aportadoa la identificación de los mismos. En laszonas elevadas topográficamente, no seobserva este grupo.Paleocauces b: En este grupo identificadocomo Pb (Fig. 5a) se definen paleocau-ces similares a los anteriores, pero conanchos menores (de 1.000 a 2.000 me-tros) y orientaciones NNE a N, que pa-recen ser más tardíos en la zona proxi-mal del abanico.Paleocauces c: Se identifican como Pc (Fig.5b). En este grupo se incluyen a los cau-ces primitivos del río Salado, más moder-nos que los paleocauces precedentes (b),otros cauces activos que aprovechan losprimeros y cauces formados en la regiónde los bajos submeridionales. Están biendemarcados y han sido de primera mag-nitud, con sentido de escurrimiento prin-cipalmente NO-SE, con desvíos localesN-S, NNE-SSO a NE-SO y O-E. Son másangostos que los paleocauces a y b (anchopromedio de entre 90 y 300 metros) y de di-

seños meandriformes con sinuosidadesvariables. Sus rasgos son obliterados, prin-cipalmente en zonas de cultivo y de incen-dios, aunque los filtros direccionales hansido relevantes para resaltar la morfologíade los canales sobre la cobertura vegetal(Fig. 3d). Se visualizaron principalmentecon las imágenes en composición falso-co-lor 543 (RGB), en colores magenta, verdeclaro y amarillo/blanco, dado por los pas-tizales (Figs. 3a y 3b).Paleocauces d: Se identifican como Pd (Fig.5b) y definen paleocauces como los ante-riores (c), pero de un orden menor, conanchos promedios de 150 metros, razónpor la cual son de difícil identificación a laescala de trabajo (Figs. 3a, 3b y 3d).

Modificaciones del drenajeEl análisis regional del drenaje a partir deanomalías de escurrimiento (siguiéndoselas técnicas de Howard 1967, Schumm etal. 2000), permitió reconocer desvíos lo-cales del drenaje regional y/o modifica-ciones en los diseños de cursos que seacomodan a las estructuras y/o topogra-fías regionales, particularmente en áreasde bajo relieve. Se pudo obtener infor-mación de rasgos estructurales locales,deformación activa, subsidencia diferen-

cial o cambios en el régimen hidrogeoló-gico, en la zona de influencia de las Lo-madas de Otumpa (Fig. 6).De esta manera, se reconocieron desvíosdel escurrimiento en los paleocauces a(Fig. 6a) en sentidos N-S y NNE-SSO aNE-SO principalmente en el flanco nor-occidental de las Lomadas de Otumpa, yescasos O-E que atraviesan las mismasincluso en las vecindades de la provinciade Chaco. Se visualizan zonas con ausen-cia de los paleocauces a. Los paleocaucesb se orientan NNE-SSO a N-S (Fig. 6a).Los paleocauces c y d (Fig. 6b) manifes-taron desvíos del escurrimiento en senti-do N-S principalmente en el flanco nor-occidental de las Lomadas de Otumpa yen el bajo topográfico que las separa,mientras que son escasos con esta orien-tación en su flanco sudoriental. En el ex-tremo austral de ambas estribaciones seobservan los paleocauces c y d (Fig. 6b)en sentidos NNE-SSO a NE-SO, y esca-sos O-E en el flanco sudoriental. Porotro lado, se pueden reconocer modifica-ciones del patrón del drenaje, observán-dose radial asimétrico localizado en la zo-na de las Lomadas de Otumpa que desa-rrolla cauces largos hacia el este y cortos aloeste. Aquí, los cauces parten desde los al-

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Figura 7: Esquemade evolución delabanico fluvial delrío Salado del Nor-te con el levanta-miento de las Lo-madas de Otumpa:a) Etapa inicial conla distribución delabanico; b) Vistade la posición deun corte; c) Posi-ción de las Loma-das de Otumpa enrayado con una mi-gración progresivahacia el S; d) Si-tuación final, en laque se levantan lasLomadas de Otum-pa, se disectan cau-ces, invierte el dre-naje sobre su flan-co occidental y fa-vorece la erosiónde los paleocauces.

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tos topográficos, con mayor evidencia enla zona septentrional. Además, se observauna desorganización abrupta del drenaje,principalmente al noroeste y noreste, don-de los cauces se agrupan, perdiéndose eldiseño y dirección regional (Fig. 6b).Finalmente, se observa una zona de dre-

naje centrípeto en el extremo austral delas Lomadas de Otumpa, dado por de-presiones localmente orientadas. Está cons-tituida por lagunas alineadas que se discri-minaron según su disposición en orienta-ciones determinadas. El grupo más sep-tentrional, se dispone en dirección N-S yestá constituido por cuerpos de 100 a 250metros de diámetro. Hacia el sudoeste, seobservan las Lagunas Saladas de dimen-siones mayores, dispuestas en forma le-vemente arqueada con convexidad haciael SE, que a su vez presentan un ramaloriental alineado en dirección NNO-SSE, co-nocido como la Cañada El Saladillo (Fig. 6b).

CONCLUSIONES

El procesamiento de imágenes satelitalesópticas conjuntamente con un modelo deelevación digital convenientemente aso-ciado, permitió la obtención de resultadossuficientemente satisfactorios para lograrno sólo superar las dificultades que repre-senta la vegetación del monte chaqueño(que resulta un obstáculo para la fotointer-pretación), si no por el contrario, se pudoaprovecharla para definir paleocauces delrío Salado del Norte. Esto resulta en unasolución ventajosa, porque los diferentestipos de coberturas vegetales se distribu-yen con un patrón determinado sobre dis-tintas cubiertas sedimentarias, que puedenser caracterizadas digitalmente.El estudio del comportamiento del ríoSalado del Norte, evidenció dos impor-tantes cambios en su dinámica hidrográ-fica de diferentes órdenes. En escala re-gional, constituye el gradual desvío delescurrimiento de su cauce principal, queoriginalmente lo hacía al ESE como losactuales ríos Pilcomayo y Bermejo, haciael SSE. El ángulo original de expansióndel antiguo abanico aluvial en función delápice de Chañar Muyo, que en sus oríge-

nes era casi de 90º grados, se ve disminui-do notablemente (Fig. 7). En escala local,se realizó el mapa detallado de los paleo-cauces que ha permitido identificar ano-malías fluviales de distintos tipos, que sedistribuyen esencialmente en zonas ale-dañas a las Lomadas de Otumpa. Princi-palmente, se registran desvíos de los cau-ces que originalmente escurrían hacia elSE, en sentidos N-S y NNE-SSO, en elflanco noroccidental y en el bajo que se-para a estas estribaciones, y escasos ensentido O-E en el flanco sudoriental.Además, se distinguió un drenaje radialasimétrico vinculado a la evolución de lasLomadas de Otumpa, propio de zonas deerosión residual típicas de altos topográfi-cos estructurales. Al mismo tiempo, en lazona de las estribaciones han sido preser-vados sedimentos aluviales y fluvioéolicos,en relación con el entorno de depósitosaluviales, que han permitido el desarrollode suelos profundos. Por último, las lagu-nas alineadas podrían tener un origen tec-tónico extensional.Estas anomalías determinan una deforma-ción activa, subsidencia diferencial o cam-bios en el régimen hidrogeológico, dondeel antiguo abanico aluvial del río Saladodel Norte fue disectado, interrum-piéndo-se progresivamente su pendiente natural alextremo, que ahora la invierte localmentehacia el NO y desvía el curso principal ha-cia el S, donde fluye actualmente.Las Lomadas de Otumpa representan unareactivación de las antiguas estructurascontrolantes del desarrollo occidental delrelleno paleozoico de la fosa Las Breñas(Rossello et al. 2007, Fig.1). Estas estruc-turas constituyen zonas de debilidad queson aprovechadas por la convergenciaAndina para resolver los acortamientosmediante su levantamiento, manifestán-dose en relieves incipientes.Finalmente, se concluye que la hidrogra-fía y geomorfología de la zona estudiadase ven afectadas por la presencia de ras-gos de probable afinidad neotectónicaque generan incipientes altos topográfi-cos que, sin embargo, son de relevanciapara una región con pendientes tan suti-les y monótonas. Por ello, la cartografía

digital de superficie, complementada conel conocimiento geológico de superficie ysubsuelo, resulta una herramienta de in-terpretación insustituible para zonas dellanura con relieve poco evidente y enconsecuencia, aporta a la información dela constitución geológica y al manejo desus recursos naturales.

AGRADECIMIENTOS

Se desea dejar constancia de nuestro agra-decimiento a los Lics. Graciela Marín yCarlos Ninci coordinadores del Simposiode Teledetección del XVII Congreso Geo-lógico Argentino por habernos invitado apresentar este trabajo y a los árbitros anó-minos que contribuyeron con la calidaddel mismo. Los colegas Roberto Miró(SEGEMAR), Oscar Coriale (INA) y Ro-mina Falbo (OPDS) aportaron valiosa in-formación y Cristóbal P. Bordarampé eIgnacio Cambón contribuyeron con so-porte técnico. Este trabajo ha sido finan-ciado en parte por el Proyecto UBACYTEX 272 y X194 “Caracterización tectose-dimentaria de los depocentros del corre-dor cretácico del centro-oeste Argentino:Geometría y aspectos económicos y PIP5433/2942 “Corredor Cretácico Transar-gentino: Caracterización tectosedimenta-ria y económica”.

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