Angel de Novele - La Quiniela de Tu Vida

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  • ANGEL DE NOVELE CAPUCHINO

    LA QUINIELA DE TU VIDA

    SUGERENCIAS PARA MEDITAR

    17.~ EDICIN

    EDITORIAL EL PROPAGADOR DE LAS TRES AVEMARAS

    PP. Capuchinos- Cirilo Amors, 67 Tel./Fax: 96 351 80 70

    E-mail: [email protected] 46004 VALENCIA

  • Con licencia eclesistica y de la Orden. 17.' Edicin, Nov iembre de 2005

    I.S.B .N. 84-398-8334-X Depsito Legal: V-2537-1986 Imprime: Diagrama Grfico, s.l.

    Alacus (Valencia)

  • PRESENTACIN

    Conoc al P. Angel siendo yo muy joven. Era un hombre vivo, inquieto, nervioso, pero siempre con la palabra y el gesto oportuno para momento adecuado, sobre todo cuando estos eran de dolor, escasez y sufrimiento.

    Lector empedemido y extremadamente comunicativo, ha dejado escritos varios libritos y folletos. De entre ellos, el ms conocido es ste que tienes en tus manos.

    Era un hombre de palabra fcil, amena y entretenida. Era difcil desviar la atencin a otra cosa cuando hablaba, tanto en la radio como en las homilas, como en charlas y sermones, aunque fueran improvisados. Entre nosotros, los estudiantes, corra siempre la misma frase: "No puedes dejar de escucharle, aun cuando disientas en el contenido o en el enfoque".

    Este creo que es tambin el secreto de LA QUINlELA DE TU VIDA. No se ha hecho ni se hace propaganda de ella, pero ya tienes en tus manos la edicin dcimo quinta. La edicin anterior se ha agotado rpidamente. Algo te impele a terminarla cuando has comenzado a leerla. Tal vez sea su literatura fci l, o su contenido asequible a todos, o esas ideas tan prcticas y vitales como la existencia misma. Lo cierto es que la nica

  • propaganda de este libro la hacen sus propios lectores. Sin haber hecho nada por l, y slo por el entusiasmo que despierta su lectura, ya nos han pedido su traduccin al alemn,al ingls y al francs.

    Hace poco una joven escriba una carta conmovedora. A los doce aos, haba cado en sus manos este libro. Tal vez sus padres lo lean porque, segn confesin propia, estaba bastante deteriorado. Un da sus hermanos pequeos lo hicieron desaparecer de su casa y ella se llev el consiguiente disgusto porque para ella aq uel " librillo" era sagrado. Hace poco se llev una gran sorpresa. En casa de una compaera de clase descubri, de nuevo, el libro. Se le ilumin de nuevo el alma e inmediatamente escribi pidiendo dos ejemplares, por aquello de asegurarse ante cualquier riesgo, porque, segn sus prop ias palabras, "me haca una gran ilusin poder conseguirlo ya que a mis diec isiete aos necesito muchos consejo de este libro" y "tengo muchas ganas de volver a leer mi querido librillo, que para mi ha sido el librillo de mi vida".

    Ojal este libro sea tambin para ti, amigo lector, el libro de tu vida , el compaero fiel de bolsillo donde encuentres el consejo prctico, vital, eficaz y adec uado para cada momento.

    P. Pedro Hernndez, OFMCap.

  • DEDICATORIA

    Este 1 ibro es para toda clase de personas de buena voluntad, si andan insatisfechas de s mismas y con dese-os s in ce ros de mejo rar su q ue hacer c ri stiano .

    Como a todas d ice algo e l lib ro, a todas lo ded ico, porque para todas se escribi .

    Q ue la semill a de es tos pensa-mientos caiga en sus a lm as como en una tie rra a punto.

    Y q ue la Virgen Ma ra, nu es tra Madre del c ielo, haga todo lo dems.

    EL AUTOR

  • INTRODUCCIN que hay que leer

    Puse al libro el ttulo LA QUINIELA DE TU VIDA como una concesin a lo que hoy en los gustos de vanguardia.

    Tuve con l una cierta lucha incmoda y, an as, lo admit a regaadientes. Pero, lo que son las cosas: El ttulo ha hecho fortuna y esta se ha vendido y se ha . Y ha tocado tambin'

    Yo me digo que si la > supone una honda preocupacin por y hacer fortuna, el ttulo vale. Porque lo que necesita-mos es precisamente eso: Cristianos, personas de buena voluntad, que vivan la de lo que el mismo Cristo no se desde en llamar >; el negocio de la salvacin, en e l que importa >, so pena de un fracaso

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  • irreparable.

    Como el pblico quiere ttulos as, que son un reclamo saludable, lo acepto sin condiciones y doy gracias al que me lo inspir.

    Os dir, sin embargo, que al librito le vena bien este otro: PARA ANDAR CONTIGO.

    Para andar contigo , el libro. Un libro pe-queo, cmodo, que cabe en el bolsillo y que siempre dice cosas confortantes.

    Para andar contigo, t mismo. Porque no s si sabes que frecuentemente andas fuera de ti y sin ti, segn soplan los vientos, sin tranquilidad para orle y para oir a Dios , sin tener nunca esos cinco minutos diarios, tan preciosos, en que dejes hablar a la conciencia.

    Para andar contigo, Dios, el

  • Andar contigo es vivir lo tuyo, tener remor-dimientos e inquietudes, seguir tu camino sin ser arrastrado por la corriente de los dems.

    Andar contigo es pensar cada da un poco en aquello que debes pensar, es acudir a Dios de corazn y esperar que El te diga siempre la ltima palabra en los momentos difciles de tu vida.

    Todo esto se haca antes leyendo libros gor-dos y concienzudos.

    Hoy no puede ser as.

    Primero, porque no queremos las cosas he-chas, sino las cosas que nos enseen a hacer, las cosas que inspiran, discuten y sealan caminos.

    Luego, porque hoy hay prisa. Hasta los hombres y las mujeres de buena voluntad-muchos , por suerte- dicen que no tienen tiempo.

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  • Por eso creo yo que hacen falta estos libri-tos , que sirven en seguida el pensamiento opor-tuno, que nos frena o nos ilumina, en un servi-cio rpido, diligente y pulcro, como el del bar. En el bar, ya se sabe, basta un par de minutos para conseguir el bocadillo confortado y el caf estimulante.

    De estos libros hay ya muchos y excelentes, pero no sobran, gracias a Dios. Porque hacen mucha falta, y cada da la demanda es mayor.

    T ya lo vers. Hay en el libro una serie de pensamientos que .. . hacen pensar. Basta con es-to , con que hagan pensar. Porque las personas, desde siempre, se pierden por no pensar y se salvan por pensar a tiempo.

    Puedes llevar el libro contigo- abulta tan poco !-. En un momento determinado lees en l. Una pgina, una frase. A veces puede que un par de pginas no te diga nada. Otras, un solo pensamiento te andar hurgando das enteros. 10

  • Podrs leerlo en casa, en la oficina, en el ta-ller, mientras esperas el autobs. Podrs leerlo por la maana temprano, antes de comenzar tu trabajo diario, o por la noche, que es cuando te gusta pensar un poco.

    Con esto llegars a familiarizarte con el li-bro. Porque este no es libro para leer una vez y dejarlo luego en la estantera. Es libro que hay que leer y meditar hasta que se sepa de memo-ria Y una vez que se conozca bien, ya sabrs lo que necesitas de l en cada momento: La pgi-na que te habla del dolor, de la fe; o los pensa-mientos aquellos que parece que te ponen ban-derillas de fuego; o los que te enntsiasman y te dejan optimista .. .

    S de algunas personas que al hacer cada da su visita al sagrario leen un pensamiento, lo discuten con el Maestro, charlan sobre el asun-to un poco y se van como nuevos.

    Porque estos pensamientos son el fruto de 11

  • muchas lecturas, de no pocas experiencias y de los aos, que todo lo maduran. A mi me fueron muy bien.

    Y eso es todo. Andar con Dios y andar uno consigo. No hay ms en la vida. Llenar atinada-mente esa quiniela es acertar en lo nico que verdaderamente nos importa a ti y a m.

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  • VIVE TU VIDA

    l.- Quiero vivir mi vida, dicen muchos con optimismo. Y yo les pregunto: Qu es vi-vir uno su vida? Porque no vale jugar con equ-vocos. Es nuestra la vida? En qu sentido y hasta qu punto es nuestra la vida? Nos la he-mos dado nosotros? Podremos evitar perderla un da? No puedo negar que la vida nos perte-nece y es nuestra propiedad. Pero no hemos de olvidar nunca qu clase de propiedad es nuestra vida.

    2.- Basta vivir sin ms? No. Para el hombre no basta vivir sin ms. El hombre ha de saber el sentido que tiene su vida. El hombre ha de saber para que vive, si vale la pena vivir y porqu, que hay que hacer con la vida.De qu sirve tener un tesoro muy grande si no se sabe qu hacer con l?

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  • 3.- Vivir una persona no es lo mismo que dejarse vivir. Esto est claro. Porque vive el que manda en su vida. En cambio, el que se de-ja vivir va tirando, llevado y trado por el capri-cho y el azar. Ojal que los que dicen que quieren vivir su vida quisieran realmente vivir su vida! Porque precisamente es eso lo que Dios espera de nosotros.

    4.- Para vivir uno su vida, ha de escoger: Esto quiero; aquello, no. Y para escoger, ha de sacrificar. Por ah, no; por all, tampoco. Porque nadie puede servir a dos seores a la vez. Y es-to es lo difcil: Escoger, sacrificar. Y porque es difcil , la mayora prefieren la componenda Cuerpo y alma; Dios y el diablo; ventajas del mundo y ventajas de la religin. Incluso hay quien cree que con la salsa de eso que llaman buena voluntad, hasta los siete pecados capita-les pueden tener sabor cristiano.

    5.- Vivir es tener problemas, porque vivir es caminar, vivir es hacerse. Cada da, su afn. 14

  • Cada hora y cada minuto, el esfuerzo corres-pondiente. Y as, mientras vivimos. Hay pro-blemas grandes y problemas chicos. Hay das muy pesados y das que parecen una caricia. El que trata de resolver serenamente el problema de tumo, sin prisas ni aspavientos, ese sabe vi-vir su vida.

    6.- Tenemos ante la vista dos caminos. Uno nos invita a subir, porque nos lleva a las al-turas. Otro nos convida a bajar, porque nos lleva al abismo. Y nosotros sabemos, por ms que queramos presumir de ignorantes, que arriba nos espera Dios y abajo nos espera la muerte.

    7.- Desde joven me impresion la senten-cia y no la he olvidado nunca No mires, hijo mo, de dnde vienes , sino a dnde vas.

    8.- Metido en los afanes de este mundo, que es una especie de feria ruidosa y desorde-nada, el olvido y el abandono de lo que importa son fciles. No te lo advierte ya la experien-

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  • cia? Pero las personas sabias nunca olvidan lo que no deben olvidar. Porque, al final de la vi-da, en el atardecer de los aos , quedar sola-mente esto: Qu ser ahora de mi? Qu es lo que vine a hacer en este mundo?

    9.- Piensas seriamente que eres inmortal? Piensas que la vida es una siembra para la vida futura? Te lo pregunto porque el que no espera nada ms all de la muerte est ya muerto.

    10.- Slo el tiempo es nuestro, deca S-neca. Para ti y para m, el tiempo es el gran te-soro. Saberlo emplear y llenar de buenas obras es todo nuestro quehacer de hombres y de cris-tianos.

    11.- Es ms fcil ordenar la vida de los otros que la vida propia. Pero no es ms til. Es menos grato procurar la propia perfeccin que criticar la imperfeccin del vecino. Pero es ms sabio. Lo til y lo sabio es esto: T, a lo tuyo. 16

  • 12.- Cada uno tiene su propio modo de amar. Cada uno tiene su sitio insustituible en la vida. Cada uno tiene su quehacer nico. Dios espera de cada uno de nosotros lo que nadie ms le podr dar. Y si no estamos atentos a nuestra vocacin singular, habr un fallo irrepa-rable en eso que Dios esperaba de nosotros y no fue. No te animas, pues, a estar en tu sitio y a no defraudar a Dios?

    13.- Dicen algunos que ellos no roban ni matan. Yo les pregunto: Y qu ms? Porque Dios juzgar tambin a los que se contentan con no matar ni robar.

    14.- Ni ser impacientes, ni ser derrotistas. La vida es continuo hacerse. Y hacerse es obra lenta. El mar es muchas gotas de agua reunidas. Y la vida es muchas gotas de das, de trabajos y de amor.

    15.- Yo quiero ser un profesional de mi vida, no un aficionado. Yo no quiero vivir con

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  • desgana ni con tranquilidad. Quiero, ms bien, darme a vivir, como quien se da a un negocio absorbente, con gozo y entusiasmo. Porque, al fin, yo ser para siempre lo que haya sido mi vida.

    16.- Vivir mucho, o vivir poco? Vivir lo suficiente, lo que sea voluntad de Dios. La vida no vale por ser corta o por ser larga. Vale por ser llena. Sera horrible llegar al fin de una vida larga con las manos vacas.

    17.- Vivir se reduce prcticamente a esto: A transformar las cosas muertas en cosas vivas; las cosas intiles en cosas tiles. Porque no hay cosas grandes y pequeas en lo que hacemos: Hay solamente cosas vivas y cosas muertas, co-sas hechas como Dios manda y cosas hechas para salir del compromiso. Por eso hay vidas que son ... un cementerio.

    18.- Comenzar cada da como si cada da naciramos. El que sabe hacer de cada da una 18

  • vida en pequeo har de su vida una obra nada pequea.

    19.- Y no digas nunca que ya est bien! Porque esta vida no es un estado, ni una llega-da, ni un reposo. Es todo lo contrmio. Es un de-seo, una llama, un camino. La perfeccin , en todo lo que hacemos en este mundo, es ms sed de perfeccin que logro. Yo no s si me expli-co. Pero todava no he conocido a ningn artis-ta, ni a ningn santo que dijeran eso de que ya estaba bien!

    20.- Caminemos, pues. Y caminemos con esta consigna: Ser hoy mejor que ayer. Estando para morir, San Francisco dijo a sus religiosos: Hermanos, comencemos a servir a Dios. Esto te ctigo yo: Comencemos. Y que la muerte nos co-ja, al menos, comenzando. Pobres, pero honra-dos!

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  • ANDA CONTIGO

    21.- Pregunta el caminante: No hay po-sada aqu? Y le contestan: Hijo mo, en el mun-do no hay ms posada que la que cada uno lle-va consigo.

    22.- No hay excusa que no inventemos para evitar el esfuerzo de pensar por cuenta propia. Preferimos lo que nos den, en propa-gandas y peridicos, en la radio y la televisin. Esto es vivir fuera. Y es lo cmodo, porque fuera estn el ruido, la distraccin, lo que no tiene complicaciones. En cambio, dentro>> es-t la conciencia la voz de uno mismo y la voz de Dios. Eres t de los que andan por dentro, o de los que andan por fuera?

    23.- La persona que se atreve a dialogar consigo, sinceramente, humildemente, no fra-casar en la vida. Y si adems de dialogar con-

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  • sigo comenta sus cosas con Dios, tanto mejor. El que anda consigo y con Dios anda en la LUZ.

    24.- No seas de los que creen que los pen-samientos son neutrales>>. Entran y salen, pero siempre dejan algo. Andas con ellos, como an-das con las personas. Sers lo que sean tus pen-samientos y tus amigos. Ya lo dice el refrn: Dime con quin andas y te dir quin eres.

    25.- No me digas que no tienes tiempo ni para leer, ni para meditar, aunque sean cinco minutos cada da. No tienes tiempo porque no das importancia ni a la lectura ni a la medita-cin. Si pensaras que entre todos tus negocios hay el negocio; si pensaras que entre todo lo del mundo lo primero eres t mismo, procede-ras de otra manera.

    26.- Pensar cada da un poco en aquello que importa de veras ha salvado a muchos, des-de aquel hijo prdigo del Evangelio que, cuan-

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  • do se sinti perdido, comenz a pensar dentro de S>>. Al poco de pensar, se volvi a su padre, le pidi perdn y la vida le sonri de nuevo.

    27.- Una lectura tranquila y unas reflexio-nes sencillas cada da te irn ordenando y trans-formando. Sern una ordenacin y una trans-formacin lentas, casi imperceptibles. Las ad-vertirn los otros antes que t mismo. Pero se-rn seguras, creme.

    28 .- El que no piensa lo que hace y lo que le conviene hacer, anda en la vida como un co-che sin direccin. El resultado est a la vista por desgracia en tantos y tantas. Porque el mun-do es un laberinto, y los apetitos desordenados ele cada uno son algo as como un loco de atar.

    29.- Por una parte, dices, no s meditar. Por otra no veo la utilidad de esos cinco minu-tos que usted me pide para mi meditacin diaria Yo te contesto: Cuando tienes un problema gra-ve ele familia, de negocios , de lo que sea y te 22

  • interesa resolverlo bien, qu haces? Meditas. Y cuando meditas, qu sacas de esa medita-cin? Al menos, esto: Plantear bien tu proble-ma porque una vez bien planteado, lo tienes medio resuelto. Es as? Pues aplica el cuento a tu vida espiritual.

    30.- Si te metes contigo, algo sacars . Porque la conciencia calla y duerme, pero no muere nunca. Es una suerte que no muera nun-ca. Porque si llegara a morir, sera seal de que Dios nos haba dejado de su mano. Y Dios, afortunadamente, no nos abandona mientras vi-vimos.

    31.- Con lo dicho has comprendido que las personas vivimos normalmente de lo que pensamos. La sentencia de Balmes es cierta has-ta la pared de enfrente: La idea arma al brazo.

    32.- Qu lees, amigo mo? Tebeos, de-portes, novelas policiacas, lo primero que en-cuentras en los kioscos? Qu lstima! Porque

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  • creo que en la eleccin de lo que has de comer eres ms exigente y delicado.

    33.- Todos necesitamos tener a mano un libro que nos despierte, que nos anime, que nos acuse. Un libro as es el mejor amigo.

    34.- Un libro, para que sea completamen-te bueno, ha de gustarte. Libro bueno que no te guste, no podr hacerte bien.

    35.- Los libros son ms que libros: Son alma, vida y corazn del que los escribi. Te lo recuerdo porque, si escoges tus amigos has de escoger tus libros tambin.

    36.- Tan importante es el hallazgo de un buen libro, que muchas veces una lectura cam-bi el destino de un hombre. San Ignacio es un ejemplo, entre mil.

    37.- No leer demasiado, ni leer sino lo me-jor. Lo uno, porque solamente aprovecha lo que 24

  • se digiere, no lo que se come. Y lo segundo, porque hay mucho escrito y la vida es corta.

    38.- Leer despacio y meditar. Las lecturas provechosas son como la lluvia menuda, que no se pierde ni una gota.

    39.- Para formarte , libros excelentes, completos, precisos, aconsejados por tu direc-tor. Para entretenerte, otra cosa.

    40.- Leer libros peligrosos, aunque t cre-as que no son peligrosos, es jugar con fuego y creer que nunca te quemars.

    41.- Napolen no era un hombre sospe-choso en cuestin de escrpulos. Pues bien, Napolen deca que se senta incapaz de gober-nar a gente que leyera libros pornogrficos e ineligiosos.

    42.- Hay mucho bueno escrito por ah, gracias a Dios. Pero nada que escriban los hom-

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  • bres har que los Evangelios y las cartas de los Apstoles dejen de ser insustituibles.

    43.- Entre los otros libros, los hay clsi-cos. Uno de ellos, recomendable siempre, es la Imitacin de Cristo. Un captulo cada da sin desmayar, a hora tranquila con buena disposi-cin interior, te asombrar por lo que te ensee y te mueva.

    44.- Las biografas de los santos, sobre to-do las escritas por autores modernos, son exce-lente lectura tambin. Y antes que estas biogra-fas, las vidas de Jess, populares y no popula-res.

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  • TE CONOCES?

    45.- El humilde conocimiento de ti mis-mo es ms seguro camino para ir a Dios que es-cudriar las profundidades de la ciencia. (Kem-pis)

    46.- La vida es una serie de encuentros. A su tiempo, se encuentra uno con el amor, con la amistad, con el vicio, con el dolor. Un da nos encontraremos con la muerte. Hay, entre estos encuentros, uno que es decisivo para todos. El encuentro consigo mismo. Si este encuentro es sincero y leal, el que se encuentre a s mismo marchar bien por la vida.

    47.- Es cosa admitida por todos que a na-da tenemos tanto miedo como a nosotros mi s-mos. El hombre huye de Dios. Pero huye tam-bin de s. Huir de s es no querer conocer nuestros defectos, nuestro pecado capital, nues-

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  • tras limitaciones, nuestras marrulleras. Es sen-tirse intocable. Es irritarse cuando nos dicen la verdad. Es empearse en viv ir alegremente, al margen del problema que llevamos cada uno con nosotros.

    48.- Las personas sensatas comienzan por reconocer lo que deben a Dios y lo que deben a los dems. Las insensatas solamente piensan en lo que los dems les deben a ellas.

    49.- Si no ests contento de ti, buena se-al. Porque solamente los necios estn conten-tos de s mismos.

    50.- Cuando nos examinamos sincera y despiadadamente, sin miedo, pronto advertimos que nuestra hacienda no es tanto como para an-dar presumiendo por ah.

    51.- Hay personas que hacen examen de conciencia y dicen que no les sirve para nada. El examen, digo yo, puede ser una rutina o un 28

  • esfuerzo leal.Y no es lo mismo una cosa que otra.

    52.- Hacer examen no es difcil. Basta que uno se concentre un poco, antes de irse a la cama y se haga estas dos preguntas en presen-cia de Dios: Qu? Ests contento de mi? Si tuviera que morir ahora, de qu me arrepenti-ra y de qu me alegrara de lo que hice hoy~ La conciencia contesta en seguida. Y queda he-cho el examen.

    53.- El que un da llega a descubrir en s ms defectos que virtudes ha progresado mu-cho en la vida. Y el que advierte que es peor que los dems ha progresado extraordinaria-mente.

    54.- Conoc un santo de esos que no ha-cen milagros-y Jos hay, por fortuna-, que te-na por norma esta consigna: .

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  • 55.- Si no te conoces sers un despistado. Es una pena que haya tantos entre nosotros que son unos despistados. Son los que, creyendo que tienen lo que no tienen y sirven para lo que no sirven, dejan de hacer lo que pueden hacer y andan empeados en hacer lo que nunca podrn hacer. No s si me explico.

    56.- Y si eres un despistado, porque no te conoces, podrs acabar en un resentido. Y los resentidos son legin! Se creen los tales una es-pecie de semidioses , con derecho a todo. Lo malo es que nadie cree, fuera de ellos, en ese derecho. Y como siguen erre que erre, terminan por sentirse vctimas de la injusticia y la in-comprensin. Dicen que el hambre es mala consejera. Pero yo no s qu es peor, si el ham-bre o el resentimiento.

    57.- Y es que entre lo que uno vale y lo que cree que vale hay casi siempre un abismo.

    58.- Hay dos voces en nosotros: La del 30

  • hombre carnal y la del hombre espiriUlal; la del pagano materialista y la del cristiano. Si, al me-nos, sabes reconocerlas, algo es algo. Porque lo malo sera que todo te pareciese igual.

    59.- Todos tenemos defectos. Pero no to-dos viven en paz con sus defectos. Esto parece un detalle de poca monta. Pero es precisamente el detalle que distingue a los que quieren ser amigos de Dios, de los que les tiene sin cuida-do ser amigos de Dios.

    60.- No fiarse de s mismo y fiarse mucho de los dems. Ser parco en hablar de ti mismo y muy generoso en alabar a los otros. Esto es oro de ley y revela un corazn que

  • rar tu hora. Has de saber esperar, obedecer e ir madurando.

    62 .- La vejez es experiencia, seguridad, reflexin. Pero no es lo infalible. No siempre es lo mejor lo que siempre se hizo as. Caja! deca que nada le admiraba tanto como el viejo que saba cambiar de opiniones.

    63.- Yo acuso: Voz del orgullo, de la sufi-ciencia, de la pedantera. Yomeacuso: Voz de la sinceridad, de la humildad, de la verdadera sabidura.

    64.- Si te conoces bien, ni el buen nombre que tengas te engreir, ni la pobre opinin en que te tengan te abatir. Seguirs siempre ade-lante con tus talentos y con el favor de Dios.

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  • DIOS NO HA MUERTO

    65.- Todas las personas tenemos sed de felicidad y andamos por la vida buscando el agua milagrosa que la aplaque. Es una sed mis-teriosa y profunda porque es sed de Dios , aun-que creamos que es sed de . Nuestro ideal es Dios, la gran fuente de la gran sed>>. Esto lo saben los que un da dieron con la fuen-te y bebieron.

    66.- Entre Dios y nosotros no hay abis-mos , ni incompatibilidades dramticas. Dios nos espera siempre con un gran respeto a nues-tra libertad y deja que digamos muchas tonter-as. Pero tan pronto como nos damos por , reparamos en que dentro de nosotros dorma desde siempre un servidor leal de Dios.

    67.- Todos necesitamos un cierto reposo del alma para poder vivir, una cierta seguridad

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  • para ms all de la muerte . Decimos a veces que no nos hace falta eso. Pero no somos since-ros cuando lo decimos. Si furamos sinceros, confesaramos que sin Dios hay siempre un va-ci y un sufrimiento especiales en el alma.

    68.- Solamente veo dos clases de perso-nas razonables, deca Pascal: Las que sirven a Dios de corazn, porque lo hallaron, y las que lo buscan apasionadamente, porque an no lo hallaron.

    69.- Los nii'os y los ancianos no dudan de Dios generalmente. Algunos creen que es por la natural debilidad de la infancia y de la vejez. Yo creo que es por otra cosa. Es porque ni los nii'os ni los ancianos tienen ciertos prejui-cis. Y, sobre todo, porque no les estorban los diez mandamientos, como a nosotros.

    70.- Dios est muy cerca, dentro de noso-tros, en nuestros deseos, en nuestros afanes, en nuestro amor por lo bueno y nuestro odio por lo 34

  • malo. Si en nosotros no hubiera, adems, eso que sabemos y que nos callamos, Dios sera claro como el agua clara. Pero, ya se sabe: Un estanque de aguas revueltas y cenagosas no puede reflejar limpiamente el sol.

    71.- El hijo joven pidi a su padre la he-rencia y se fue por ah a disfrutarla. Al cabo de poco tiempo se haba quedado ms pobre que las ratas y ms solo que la una.

    Este hijo, joven y alegre, somos t y yo, que tambin nos alejamos un da del Padre, cre-yendo que nos bastaba la herencia de una liber-tad mal entendida. Y ahora, qu nos queda de las sonrisas y de los optimismos de la perdida juventud?

    72.- Nos lo hemos confesado muchas ve-ces: El mundo no nos da todo lo que buscamos en l. Esto est claro, porque sin saberlo busca-mos algo divino>>. Dios basta. Pero solamen-te>> Dios basta. Lo dems, aunque sea el mundo entero, no basta.

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  • 73.- , deca un jovenzuelo simptico. Y luego le vi arrodillado ante el dinero, ante los hono-res, ante la mujer. Y me dije entonces: No hay vuelta de hoja. O nos arrodillamos ante Dios o nos arrodillamos ante los dioses.

    74.- Dios es un yunque que ha roto mu-chos martillos. Despus de muchos siglos de persecucin y millares de perseguidores . Dios sigue en el corazn de los hombres . Por qu ser?

    75.- , dice la Escritura. Cierto. La guena contra Dios acaba siempre en guena de las otras.

    76.- Si habla el orgullo, el hombre quiere ser su propio rey, aunque sea rey de nada. Pero cuando habla la sinceridad, el hombre reconoce su pobreza absoluta. Una pobreza que est cla-mando por el Rico, por el Padre, por el que

  • hizo pobre para que nosotros furamos ricos>> .

    77.- Querer el hombre ser solo, sin Dios y sin eternidad, es lo mismo que un rbol que quisiera ser solo, sin tierra, sin agua, sin sol.

    78.- Y estamos en lo de siempre, me di-ces. Claro que s. Estamos en lo de siempre, porque lo de siempre es la palabra de Dios, que no puede fallar: . Lo malo es que nosotros queremos lasaa-diduras primero. Y nos quedamos sin aadidu-ras y sin Dios.

    79.- Escribo por no suicidarme>>, dice uno. Voy espantado sin saber por dnde, dice otro. El mundo es un erial, y flor que toco se deshoja>>, lamenta un tercero. Todo es viejo co-mo la tos. Hay una amenaza que pesa inexora-blemente sobre los que quieren bastarse a s mismos, y es la SOLEDAD, con letras muy grandes.

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  • 80.- Quin pondr frenos a la sociedad de unos hombres apasionados? Quin har el milagro de que puedan convivir mil egosmos encontrados? Cmo ser posible la combina-cin del orgullo, la avaricia, la vanidad y la lu-juria con la paz social? Yo no veo ms que la ley de la fuerza de la astucia y de la trampa.

    81.- Fue conmovedor hasta cierto punto el grito aquel de la revolucin: Igualdad, liber-tad, fraternidad. Hubo ingenuos de la primera hora que se apuntaron a l y creyeron a pie jun-tillas en la bondad natural>> del hombre. Pero de aquellos ingenuos, cuntos quedan despus de dos siglos de experiencias?.

    82.- Alexis Carrel, premio Nobel de me-dicina deca a Dios despus de muchas idas y venidas y de mucha fe en s mismo: Ahora Se-or, llvame T, como el viento lleva al humo. Porque mi vida fue un desierto mientras no es-tuviste en ella>>.

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  • DIOS CONTIGO

    83.- Hay muchas definiciones de Dios. Pero a m la que ms me gusta es esta: Dios es el que ms ama. Ponderando el amor que Dios nos tiene nunca llegaremos a la exageracin.

    84.- Dios dice a cada uno de nosotros lo que dijo a Zaqueo, cuando lo encontr a las afueras de la ciudad subido a un rbol: . Za-queo acept muy gustoso y honrado. Y desde entonces comenz una nueva vida para l. Si t y yo aceptsemos la amorosa invitacin de Dios ...

    85.- El que me busca me halla, dicen los proverbios, hablando de Dios.

    86.- Sers tu mismo en la medida en que te dejes gobernar y poseer de Dios. Los santos

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  • se distinguen de nosotros en eso, en que fueron una invasin>> de Dios. Y nosotros somos un costal de egosmo y vanidades.

    87.- Te lamentas de que la religin es al-go fro para ti. Y es que no basta saben> que hay Dios. Hay que meter>> a Dios en la propia vida. An asf, Dios es fe obscura, verdad im-palpable, bsqueda desalentadora. Pero es tam-bin seguridad y paz. Una seguridad y una paz que desafan todas las tormentas de la travesa hacia la eternidad.

    88.- A Dios hay que tomarlo en serio. La religin verdadera no es una cosita apta para menores. La religin que no compromete toda la vida de las personas y le da una clara direc-cin es falsa religin. El Dios que no es busca-do y amado por encima de todo es un Dios de juguete.

    89.- Dios , conocido y amado, se hace el imprescindible. Hay que contar con l como 40

  • contamos con el aire y el agua para vivir. Sin poses ni melodramas. Con naturalidad, conven-cidamente. Pero dispuestos a lograr que todas nuestras alegras y penas discurran bajo su mi-rada paternal.

    90.- Pregntate alguna vez: Hago mi vi-da para Dios o para m? Hay en mi vida situa-ciones, intereses, deseos en los que El estorba? Esas situaciones, intereses y deseos son algo fundamental en mi vida? Y saca luego las con-secuencias.

    91.- Dios no nos pide milagros de heros-mo cuando nos dice que O Conmigo, o contra M>>. Nos pide solamente sinceridad y fidelidad de personas honradas. Nos pide que cuando di-gamos que creemos en l no tratemos de enga-arnos a nosotros mismos.

    92.- Cuanto ms conozcas el Evangelio, ms vers que Dios busca sobre todo nuestro co-razn. Porque mientras no gane nuestro corazn,

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  • no ha ganado al hijo que busca en nosotros.

    93.- Dios, contigo. Qu verdad que pare-ce increble! Dios, contigo, como la savia reno-vadora del rbol. No se ve la savia. Hasta pare-ce que en invierno no existe. Pero ya llegar la primavera y aparecer el milagro de las flores y los frutos.

    94.- Dios es frecuentemente el Dios ocul-to. Otras es el Dios paradjico, desentendido de nosotros, insensible a nuestros dolores. Parece, solamente parece. Pero la Biblia nos advierte que es ms fcil que una madre se olvide del hijo que lleva en sus entraas que el que Dios se olvide de nosotros. Nunca estuve ms cerca de ti que cuando luchabas con la obscuridad to-tal, dicen que dijo una vez a Santa Catalina.

    95.- No te voy a negar que Dios nos pide mucho, cuando tan poco nos piden el mundo, el demonio y la carne. Pero es por estas dos razo-nes: Primera porque nos cre para cosas gran-42

  • des, bastante ms grandes que ser millonarios y figuras de fama mundial. Y luego, porque l no transigir nunca con lo que puede perjudicamos, por ms que nosotros lo queramos a toda costa.

    96.- No te parece razonable pensar que Dios no puede caber en nuestros pensamientos, siempre tan mezquinos, aunque nosotros los llamemos elevados? No te parece que Dios ha de tener sus caminos, su estilo propio, su sello personal, que han de ser divinos, como los nuestros son humanos? No sera una sim-pleza querer emplazarle, pedirle explicaciones ensearle lo que debe hacer?.

    97.- Es cierto y se ha dicho con humor envidiable: Los amigos de Dios no suelen pa-sarlo bien en este mundo. Un da sabremos por qu, aunque ahora sea un secreto a voces . Tam-bin dicen que los santos temblaban cuando to-do les sala muy bien. Y es que pensaban que abrir todas las puertas y echar a tierra todas las vallas no suele ser muy buena seal ni para las

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  • casas, ni para los huertos.

    98.- No seamos impacientes. Dios no pierde nunca el tren y hace las cosas a su tiem-po. Nosotros, en cambio, como tenemos una vi-da tan corta y tan insegura solemos tener prisa. Pero Dios, desde su eternidad, no tiene prisa y espera Y gracias a que espera! Porque sin esta incomprensible paciencia de Dios, qu hubiera sido de ti y de m?

    99.- Ms ama quien ms reza? No. Ms ama quien ms confa, quien ms sirve, quien ms trabaja, quien ms da. Porque .

    100.- Si nos dejamos en las manos de Dios, con docilidad y confianza, veremos qu maravillas sabe hacer de vidas tan mnes. Por-que a tcnico de almas y artista de categora, quin le puede ganar?

    101.- Me consuela mucho pensar que en 44

  • la presencia de Dios cada uno somos cada uno. Porque Dios no tiene moldes para hacer almas. en ninguna parte est ms segura mi propia per-sonalidad que en la manos de Dios, que llama a cada una de sus criaturas ...

    102.- Vives con lo que me das. Mueres con lo que te reservas. Esto te dice Dios cada da y cada hora.

    103.- Vayamos siempre a Dios con lo que tenemos, porque El no quiere nuestras cosas, sino a nosotros. Cuando sabe que le buscamos de verdad, an cuando sea a trancas y a barran-cas, lo mismo le da que tengamos mil que cua-renta mil.

    104.- Dicen que el general Foch, llan1ado el genio de la guerra, dedicaba media hora dia-ria a Dios para resolver bien sus asuntos. Y de San Ignacio dicen que un cuarto de hora con l le bastaba para curarse de cualquier infortunio. Y es que para estos hombres Dios era ... DIOS.

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  • VIDA CRISTIANA

    105.- Decimos que creemos en Dios y que amamos a Jesucristo. Seguramente somos sinceros cuando lo decimos. Entonces, por qu no hacemos a Jesucristo el regalo de una vida nuestra que le honre?

    106.- La vida cristiana supone y acepta el orden natural. Primero somos hombres; des-pus somos cristianos. Por que cristiano es un hombre cabal, es un hombre santificado por la gracia de la redencin de Cristo.

    107.- Hacer milagros, para qu? Dios es-pera de nosotros el milagro de ser hombres nuevos, que viven la vida de Cristo recibida en el santo Bautismo. Hombres nuevos que for-man con Cristo el Cristo total.

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  • 108.- La idea fundamental de la vida cris-tiana con todas sus consecuencias, es esta: No hemos recibido el espritu del mundo, sino el Espritu de Cristo. No somos, pues, hombres mundanos, sino hombres espirituales, que se guan en la vida por el espritu de Dios.

    109.- El gran regalo de Dios a los hom-bres es el regalo de la gracia, recibida en el Bautismo. Este regalo nos hace hijos de Dios, sus herederos y familiares ntimos. Los que he-mos recibido este regalo somos de la familia de Dios. Es poco tener esta categora? Hay algo en el mundo que pueda compararse con esta dignidad?

    110.- Es tan grande el regalo de la gracia que parece mentira que haya cristianos que lo ignoren o lo subestimen. Tres obras maestras insuperables hizo Dios, segn Santo Toms: La Encarnacin del Hijo de Dios, la Maternidad divina de Mara y nuestra unin con l por me-dio de la gracia.

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  • 111.- La gracia es tanto ms que la natu-raleza cuanto el cielo es ms que la tierra, el es-plitu ms que la materia y la eternidad ms que el tiempo, nos dice el P. Granada.

    112.- Despus de una explicacin de Ca-tecismo, pregunto a un nio: Qu nos da la gracia? Y me contesta: La gracia nos da a Dios. Respuesta exacta. Por la gracia Dios se con-vierte en Husped de nuestra alma en dulce Husped, que nos dice la Liturgia.

    113.- Hay, pues un sitio ntimo y profun-do en mi, que Dios se ha reservado. All donde no llega el ruido, ni la vista de los hombres, re-side Alguien. Si nos percatramos los cristia-nos de esta tremenda verdad, no necesitaramos otra cosa para ser personas dignas y felices!

    114.- El P. Fber compara la presencia de Dios en el alma por la gracia con la presencia de Cristo en el seno de Mara. Hay diferencia en el modo de estar presente. Pero no la hay en 48

  • la realidad de esta presencia.

    115.- Si Dios vive en m, no tiene que ser difcil que me acostumbre a su presencia. Por-que cuando estoy en casa o en el taller, o en el bar, no me resulta difcil arnbientarme en estos lugares. Qu sera de mi vida tan vulgar a ve-ces, si me acostumbrara a vivir en la atmsfera de la presencia de Dios en m?

    116.- Creo, Seor, entender tus designios: Ahora me pides que te hospede amorosamente en mi alma, que ande contigo durante mi vida terrena. Y a cambio de este favor>>, T me hospedars en el cielo por toda la eternidad.

    117.- Tena razn la ingenua monjita He hallado el cielo en la tierra porque el cielo es Dios y Dios est conmigo. Tena razn, s. Por-que, efectivarnente, la vida del cielo y la vida del cristiano en gracia son la misma vida fundamen-talmente. Es una vida divina, que comienza aqu y que se desarrolla plenamente en el cielo.

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  • 118.- No, en lo que he dicho antes no exa-gero. El alma que vive en gracia tiene aqu todo lo que tendr en el cielo, slo con esta diferen-cia: Que all ver y gozar lo que aqu admite por la fe y goza como en sombras. Dicen que al morir, ms que ir al cielo, veremos el cielo que llevamos con nosotros, si vivimos en gracia.

    119.- Me pareci increble cuando me lo contaron, pero tiene perfecta explicacin. Cuentan del P. Rubio , jesuita, que andaba de tal manera acostumbrado a la presencia de Dios en su alma, que alguna vez al subir al tranva pe-da billete para DOS!

    120.- Ya hemos comprendido, pues, que el cristiano consciente de lo que lleva consigo ha de ser hombre de vida interior. Para l lo pri-mero ha de ser vivir la intimidad del Husped divino de su alma. Nos lo aconsej Jesucristo ya: Permaneced en M, como Yo permanezco en vosotros.

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  • 121.- S, s amigo mo, es cierto que falta mucho esta conciencia de la presencia de Dios en el alma de los cristianos. Y uno no se expli-ca tanto despi ste en cosa tan importante. Este hombre sabe que es hijo de Dios, que le lleva consigo, que vive de l y en l. Y sin embargo, lo deja solo, como si fuera menos interesante, tal vez como inoportuno.

    122.- No se os ocurra pensar que esta pre-sencia de Dios, para ser atendida por nosotros, exija devanarse los sesos a fuerza de pensar y pensar en ella. Solamente nos pide que nos acostumbremos a vivir en la atmsfera>> de Dios y que dialoguemos como dos buenos ami-gos. El hombre, en general, anda con sus pensa-mientos porque no tiene a mano otra cosa. Pero los cristianos tenemos siempre a mano a Dios. Esta es la diferencia.

    123.- Y ya has comprendido lo que es el pecado mortal. Es, en pocas palabras, la ruina de todo eso, tan bello y verdadera. Por el peca-

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  • do mortal damos al traste en un momento a to-da la obra redentora de Cristo en nosotros. Le despedimos. Renunciamos a su amistad. Y nos vamos por ah, como aquel hijo que dej la ca-sa paterna renunciamos al cielo de Dios por el
  • TESTIMONIO

    126.- Lo peor del mundo no es el escnda-lo, ni la desvergenza. Lo peor del mundo es la tremenda confusin de valores que se advierte: Dar mucha importancia a lo que no la tiene y dar poca importancia a lo que tiene mucha. Un campeonato de ftbol , por ejemplo, trae de ca-beza a la gente. En cambio, una barriada donde pasan hambre los nios no nos quita el sueo.

    127.- La vida cristiana no puede halagar nunca a la naturaleza. La vida cristiana ha de disciplinar a la naturaleza. Eso del hombre na-turalmente bueno, despus del pecado de Adn, es cuento. Hombre cabal sin dominio de sus pa-siones es imposible. Para ser hombre nuevo, hay que frenar al viejo.

    128.- Las ocho bienaventuranzas de Cris-to -las conoces?-no son un juego de pala-

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  • bras, ni unas paradojas originales del Maestro. Anuncian sencillamente la primera verdad de su reino: Aqu en la tierra es mejor llorar que rer, ser perseguido que ser perseguidor, aceptar tranquilamente la pobreza que buscar con avi-dez los bienes temporales.

    129.- Deca Po XII: Es triste que haya muchas almas sin cristianismo. Pero es peor que haya tanto cristianismo sin alma. T en-tiendes esto y yo tambin. Los cristianos hemos de ser sal y luz de la tierra Y si somos sal que no tiene sabor y luz que no alumbra, qu ser de nosotros y del mundo?

    130.- Para saber si piensas segn el mun-do, o segn Jesucristo, repara en tus alegras y en tus penas. Qu es lo que te alegra y lo que te entristece? Porque en tus alegras y en tus tristezas ests t, con tus deseos y tus aspiracio-nes verdaderas.

    131.- Y deca muy bien el ferviente con-54

  • vertido: la nica tristeza verdadera del hombre cristiano es la tristeza de no ser santo.

    132.- Lo que antes consider ganancia lo tengo ahora como prdida. No quiero ya glo-riarme ms que en la cruz de Cristo. Esto de-ca San Pablo despus de su conversin, con cierta crudeza enamorado del ideal que tambin tenemos los cristianos. Pero, vivimos sincera-mente estos principios en la vida de cada da?

    133.- Nunca se hizo nada sin gran inters. Una vida cristiana autntica ha de ser como un fuego interior que nos devore, como una in -quietud constante que nos mantenga en vilo. Si no hay esto, iremos tirando. Y lo que sobra pre-cisamente es eso: Gente que vaya tirando.

    134.- Dice San Agustn: El enemigo vigila y t duermes. En contra de Dios, todo un ejrci-to de ateos perfectamente organizado y sacrifi-cado. Y con Dios, gente de quiero y no puedo, que prometi mucho, pero que da muy poco.

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  • 135.- San Juan nos di una lista breve y enjundiosa de nuestros enemigos declarados: >.

    136.- Es un poder la palabra, no lo niego. Pero es mucho ms poder el ejemplo. Callar y obrar el bien: Esta es la fuerza de las almas. Por-que la palabra mueve, pero el ejemplo arrastra.

    137.- Se ha dicho ahora, y da miedo pen-sar que es muy cie1to esto que se ha dicho: Mu-chos son ateos porque no les convenci la fe de los que dicen que tienen fe .

    138.- Ser semillas que el tiempo conver-tir en rboles. Ser levadura que fermenta po-co a poco toda la masa. Esto quiere que sea-mos Cristo.

    139.- Ser testimonio de mi fe siempre y en todas partes. Que vean que creo en Dios cuando rezo, cuando estoy en misa, cuando voy 56

  • en una procesin, cuando acompao un entie-rro. Que vean que creo en Dios por mis ausen-cias de ciertos espectculos, por mi modo de vestir, mi moderacin en gastar, mi sobriedad de vida.

    140.- Que me vean alegre y feliz en mi trabajo, puntual en mis deberes , sufrido en mis penas.

    141.- Que vean seguridad en mis convic-ciones. No alardear de nada. No discutir. Natu-ralidad y firmeza siempre. Pero que el camino sea siempre mi camino.

    142.- Pedro cuenta un chiste verde a Juan. Juan calla y cuenta a Pedro un chiste blanco. Pedro vuelve a la carga con otro chiste verde. Juan, con tranquilidad, responde con otro chiste blanco. Entonces, pregunta Pedro: No te gus-tan mis chistes verdes? Y contesta Juan: Pues no me gustan tus chistes verdes ... Esto es ser testimonio.

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  • 143.- Que mis hijos y mis encomendados vean siempre que voy delante. Primero, hacer. Luego decir. Como hizo el Maestro.

    144.- No ser aceptador de personas. Aco-ger a todos con naturalidad y cortesa. Servir con lealtad. Distinguir a los pobres y humildes.

    145.- Recordar la oracin de la nia Se-or, que los malos sean buenos y que los bue-nos sean simpticos.

    146.- Si estoy al servicio pblico, lograr que todos vengan confiadamente a preguntar-me, a exigirme, a servirse de m.

    147.- Aguantarme mi mal humor y aguantar el de los otros. Que haya siempre a mi alrededor una atmsfera de optimismo, espe-cialmente en mi casa y en mi lugar de trabajo.

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  • 148.- Tener valor y no quejarme de los infortunios de la vida. Saber esperar en la Pro-videncia contra toda esperanza. No ser de aquellos que creen en Dios mientras no les fal-ta nada.

    149.- Trabajar sin afn excesivo; procurar ganar lo conveniente, sin avaricia; dar con ge-nerosidad; no ser de los que creen que el dinero sirve ante todo para ser guardado.

    150.- Ni mentir, ni adular, ni callar cobar-demente. Que mi conciencia sea siempre la voz de Dios.

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  • VANIDAD

    151.- Quieres saber lo que pasar maa-na en el mundo? Pues lo que pas ayer y pasar siempre. No hay nada nuevo en verdad. Presu-mimos y nos agitamos, esperando el reino de Jauja de un momento a otro. Pero tenemos lo de siempre: Orgullo, concupiscencias y egosmo.

    152.- Y todo pasa. Ayer, desafiando al mundo. Hoy, en la impotencia total. Es sabia la sentencia: No hagas caso de lo que puedas per-der. Los hombres andan de cabeza por fanega ms o ttulo de menos, sin pensar que a la vuel-ta de la esquina los dejarn con lo puesto.

    153.- Qu madurez de hombre cristiano y qu seguridad en Dios tena aquel que, ame-nazado de muerte por sus enemigos, dijo esto: La vida podis quitarme, pero ms, NO!

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  • 154.- Los hombres famosos dejan obras y recuerdos, siguen viviendo ah. Pero eso es tan poca cosa ... No son ya vivos. Son muertos em-balsamados. Y est uno menos muerto por es-tar embalsamado?

    155.- Para Santa Teresa esta vida era una mala noche en un mala posada. No ms que es-to. Otros han dicho que el mundo es un hospital y hasta un manicomio. Yo dira que es el lugar de la muerte. Porque se muere uno y ya esta he-cho todo lo que vino a hacer en el mundo.

    156.- Si tienes cierta edad, vuelve atrs la vista y recuerda. Vers un desfile de muertos.

    157.- Deca el P. Granada con su elocuen-cia habitual: La muerte es en su memoria , amarga; en su venida, presta; en sus caminos, secreta; en su hora, dudosa; en su seoro, uni-versaL Y nosotros seguimos viviendo como si nunca hubiramos de morir.

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  • 158.- Para unos, morir es el fin. Para otros, es el principio. Los primeros consideran la muerte como un naufragio. Los segundos, como la llegada al puerto deseado. Y t, qu piensas? Crees que valdra la pena vivir, sito-do esto que tenemos hoy -amores, deseos , ideales, fe-hubiera de acabar en un hoyo?

    159.- Nos irritaran menos las injusticias y torpezas de los hombres, si penssemos que la muerte, dentro de muy poco, cobrar todos los impuestos y pagar todas las deudas.

    160.- Ms que pensar en la muerte, con-viene mirar lo que nos rodea a la luz de la muerte. Porque es entonces cuando esto que nos rodea y nos tienta adquiere su verdadera fi-sonoma y su verdadero valor.

    161.- Has estado en una habitacin en que alguien acaba de morir? Qu muerto que-da todo lo que tena como suyo! All quedan ro-pas, alhajas, papeles, proyectos. Todo muri 62

  • con el dueo. Y todo queda en lo que es : Vani-dad de un da y de unas horas.

    162.- Con la muerte corporal muere lo que es muerte: Cosas , asuntos, mundo. Y co-mienza a vivir lo que es vida: T mismo, cria-tura que viene de Dios y va a Dios.

    163.- Necrpolis o cementerio? Necr-polis quiere decir ciudad de los muertos. Ce-menterio quiere decir dormitorio. Cuando Cris-to supo que Lzaro haba muerto, dijo a sus dis-cpulos: Nuestro amigo Lzaro duerme. Los muertos duermen el sueo de la muerte. Y un da despertarn . No lo puedo entender, pero me fo de Quien dijo que Lzaro dorma y que lue-go aadi: Yo soy la resurreccin y la vida; el que cree en M no muere para siempre.

    164.- El joven siembra en la juventud pa-ra recoger en la madurez. Y suele recoger siem-pre lo que sembr. Piensa t tambin que lo que importa en esta vida es sembrar. Sembrar

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  • para recoger el fruto luego.

    165.- Dicen que unos turistas preguntaron en una cartuja a un leguito que les acompaaba .

    166.- Los hombres andan buscando el po-der, la gloria, el dinero. Buscan todo eso y pier-den de vista su gran tesoro: Ellos mismos.

    167.- T y yo tenemos pocos amigos. Y entre esos amigos, unos son amigos tolerados , otros son amigos detestados, y solamente algu-no es amigo de verdad. Y seguimos creyendo en el aprecio en que nos tienen los hombres!

    168.- El hombre sabio procura vivir de cara a Dios, porque l es la verdad, toda la ver-dad y solamente la verdad. Lo que podemos es-64

  • perar de los hombres y del mundo, todo queda-r en moneda falsa. Y sera triste creernos mi-llonarios y comparecer unos pobretones de so-lemnidad en el da de la cuenta.

    169.- En cuanto a envidiar a los que tie-nen y triunfan, qu quieres que te diga? Deca La Rochefoucauld: Nuestras envidias por el bien ajeno duran con frecuencia ms tiempo que la felicidad de los envidiados.

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  • VIRTUD

    170.- Pregunta el rey Lear: Y contesta Kent:

  • 173.- En el hombre vicioso est patente toda la debilidad del hombre. En el virtuoso, to-da su fuerza. Piensa en esto, y juzga quin en-sea el verdadero humanismo, si el mundo o Jesucristo.

    174.- Tanto tienes , tanto vales >> , dicen por ah. Pero la verdad es otra. La verdad es es-to: Tanto eres , tanto vales. Posees lo que eres. Lo que tienes ms bien te posee a ti. Y no es lo mismo una cosa que otra.

    175.- Ser libre es lo mismo que ser capaz de libertad. Porque verdaderamente libre es el que no anda sujeto ni por fuera ni por dentro. El que sabe gobernar sus instintos y controlar sus deseos es libre. El que no sabe o no puede, no es libre, aunque lo proclame a los cuatro vientos.

    176.- Ms vale el paciente que el fuerte; ms vale el que domina su corazn que el que conquista ciudades. (Libro de los Proverbios)

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  • 177.- Es un pena que la verdadera virtud sea ms odiada de los malos que amada de los buenos.

    178.- Verdadera virtud supone sinceridad consigo mismo, conviccin y fe. Si falta algo de esto, tendremos falsa virtud. An quedan personas que buscan el oro entre oropeles, y es lo nico serio que queda en el mundo.

    179.- Virtud es lo que purifica lo que dis-ciplina, lo que frena , lo que mata el egosmo. Hay que estar siempre alerta, porque a veces se confunde virtud con lo que nos gusta, con lo f-cil, con lo que responde a nuestra inclinacin o a nuestra testarudez. Entre lo que llamamos vir-tuoso hay todava mucha paja. Y nosotros he-mos de ir siempre al grano.

    180.- Una renovacin interior profunda ha de ser normalmente lenta. Por eso importa en todo la paciencia y la constancia. Una cons-tancia tranquila pero firme. Dijeron al gran vio-68

  • linista S aras ate que era un genio. Se extra de la salida y contest con modestia: No soy un genio, sino un hombre que ha pasado treinta aos haciendo diariamente catorce horas de ejercicios de violn .

    181.- Constancia sin desanimarse nunca. Teniendo presente que los principios son siem-pre lo difcil. Luego, la costumbre y las satis-facciones que produce la buena conducta van aligerando la carga. Sarasate dej de decir que en esas catorce horas diarias de ejercicios en-contr tambin las mayores satisfacciones de su vida. Deca bien el predicador:

  • de entonces le gusta repetir el timo con los hi-jos de Eva.

    183.- En este mundo nadie escapa de la lucha y sus consecuencias. Unos luchan con la carne contra el espritu, y reciben los premios de la carne y los castigos del espritu. Otros ha-cen al revs. Y los que son avisados compren-den que no hay premios comparables con los del espritu, ni castigos ms temibles que los del espritu.

    184.- Es cierto que en el camino del bien encontrars sonrisitas burlonas y bromas de mal gusto. No te apures por tan poco. Porque hay siempre quien re por no llorar y quien se burla de lo que admira desde su impotencia. Es-pera un poco y vers como acaban por com-prenderte y por pedirte ayuda.

    185.- Joven o viejo, si buscas el bien bs-calo con la cara alta y la sonrisa pronta Cuan-do ayunis --deca Cristo- ungid vuestro ca-70

  • bello y lavad bien vuestro rostro, y no andis tristes como vulgares hipcritas>>.

    186.- Los malhumorados y agresivos an-dan pregonando una tragedia ntima: Su des-contento interior. El vicio se paga as. El que traiciona su natural honradez mata su alegra.

    187.- Por los frutos los conoceris. Los frutos cuentan , no la hojarasca. A la hora de la verdad quedar lo que hiciste, no lo que pensa-bas hacer.

    188.- La verdadera virtud cristiana ha de apoyarse en la ayuda constante de Dios. Si la pides, no te faltar nunca. Dios cuenta contigo. Pero t has de contar con l.

    189.- El mtodo de amar es amar, el de abandonarse es el abandono. Y as, todo el m-todo de la virtud. Quieres ser sobrio? Comien-za con alguna sobriedad en la comida, en las palabras, en la curiosidad. Quieres ser humil-

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  • de? Acepta las humillaciones que te vayan vi-niendo.

    190.- La vida es dura, porque debe serlo. Pero no es demasiado dura. Y debe serlo por-que la vida verdadera del hombre redimido ha de ser una redencin.

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  • SEOR, AUMENTANOS LA FE 191.- El tema de la fe no es grato a todos.

    Unos prefieren el silencio prudente. Otros, el silencio del desprecio. Yo creo que importa mu-cho hablar a todo el mundo, porque la fe es la primera virtud teologal. Adems, la vida de las personas es siempre la proyeccin de sus con-vicciones. Una fe viva y firme da necesaria-mente una vida noble y santa.

    192.- Sobre la fe hay mucha ignorancia por carta de ms y por carta de menos. Hay quien no sabe lo que es la fe. Y hay quien cree en todo, hasta en la influencia de los martes y de los treces. Porqu no revisar nuestros cono-cimientos y saber a qu atenerse en cosa tan importante?

    193.- Digo que la fe en Dios es un proble-ma hasta cierto punto. Porque, es posible vivir

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  • sin fe? Sin ninguna fe? Tener fe en alguien en fiarse de alguien. Y t eres acaso, de los que no se fan de nadie?

    194.- Hay quien se fa mucho de s mis-mo: de su talento, de sus opiniones, de su expe-riencia. Hay quien se fa mucho de los sabios, de Jos filsofos, de los polticos. Hay quien se fa mucho de .. . DIOS. T, de quin te fas?

    195.- El problema de la fe no es un pro-blema cientfico. Hay sabios que creen y sabios que no creen. Es problema de otra clase. Es problema de ser, y no de saber.

    196.- Porque la fe no es ver. La fe es aceptar. Aceptar muy razonablemente lo que se nos propone, pero sin acabar de entenderlo. La fe supone un compromiso de todo el hombre. Ese es el secreto. Porque fiarse es amar. Fiarse es confiar. Por eso deca San Juan de vila que la fe en Dios es la primera reverencia con que le adoramos. 74

  • 197.- La fe no est contra la razn, sino sobre la razn. No la contradice nunca sino que la supera. Por eso la hallamos no al final de un razonamiento, sino al trmino de un salto. El hombre de fe sale de s mismo al encuentro de Dios hasta que lo halla. Porque no es posible buscarle sinceramente sin encontrarle.

    198.- No tengo la menor intencin de ne-gar que la ciencia es admirable y que lo ser ms y ms. Debemos fomentar el progreso , gloriamos de l y aplaudirlo. Pero te digo que toda el agua de la ciencia no apagar nunca la sed de saber que tenemos. En cambio, lo que Dios nos ensea s que apaga nuestra sed.

    199.- Bien mirado , todo es misterio a nuestro alrededor. Es natural que preguntemos con cierta zozobra. Lo que no es natural es que busquemos la respuesta en nosotros y no fuera de nosotros. Si estamos en el misterio y somos producto del misterio, hemos de explicar no-sotros el misterio?

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  • 200.- Un ser limitado, que naci ayer y morir maana, cmo puede explicar la eterni-dad?

    201.- Tienen ms fe en la ciencia los que saben poco que los saben mucho. Porque una cosa es saber mucho y otra cosa es saberlo todo yo s mucho-deca un sabio-pero no s ms>>

    202.- Sin fe dicen que uno es libre. Pero es libre en un desierto, en un mundo sin expli-car. Es libre, pero en una soledad cada vez ms espantosa. Es libre, pero sin una sola respuesta para las preguntas inquietantes, que tambin se hacen los que se creen libres.

    203.- La fe, por una parte, es seguridad vital. Por otra es incertidumbre sensible y ra-cional. Nosotros, los hombres de fe, no solta-mos la presa de esa seguridad vital, a pesar de las incettidumbres. Y quedamos en paz. La paz de nuestra humildad sincera y de nuestra con-76

  • fianza amorosa en Dios-Padre.

    204.- Respetar todas las ideas? No. Res-petar a todas las personas que tienen ideas. Pero en cuanto a las ideas , respetar solamente las verdaderas. El enfermo no respeta el dictamen de un tonto, sino el del mdico. Y en los bancos solamente respetan los billetes buenos y no los falsos.

    205.- Sera gran desgracia que, por que-damos con un poco de lo nuestro, pateramos lo ms hermoso y limpio de la vida: Aquello que recibimos como en bandeja de nuestros mayores.

    206.- Estoy seguro de que t no eres de los que quieren un da quedarse en completa obscuridad. Deca un convertido:

  • 207.- Es casi imposible no creer en lo que se quiere creer, y creer en Jo que no se quiere creer. Todo lo que anda conforme con nuestros inmediatos deseos o halaga nuestras pasiones nos parece de perlas.

    208.- La fe ofrece pocas dificultades a los humildes, muchas dificultades a los orgullosos, insuperables dificultades a los vanidosos.

    209.- Te pregunto: No crees en Dios , o temes creer en Dios? Es una pregunta intere-sante y nada tonta, creme.

    210.- Enemigos normales de la fe: Igno-rancia religiosa, ciencia a medias o menos que a medias, cabezas llenas pero no fom1adas lige-reza, respeto humano, bobera.

    211.- Ms enemigos normales de la fe: Soberbia, lujuria, codicia.

    212.- Jesucristo nos dijo que

  • de corazn vern a Dios La pureza se revela a los puros, la verdad se revela a los verdaderos. Y es que entre la conducta de una persona y aquello que cree, hay siempre relaciones muy estrechas.

    213.- Siempre habr escpticos que te pregunten por qu crees. Si insisten mucho, pregntales t por qu no creen ellos. Les pon-drs en un apuro.

    214.- Es doctrina fundamental del Evan-gelio que el cristiano no se gua ni por los senti-dos, ni por la razn natural, sino por la autori-dad de la fe. Los cristianos viven de la fe (Bos-suet).

    215.- La fe es una virtud teologal que se nos infunde en el Bautismo. Es, pues, una fuer-za misteriosa y sobrenatural, un don de Dios. No cree el que quiere, sino aquel a quien Dios da el don de la fe. Esto no puede olvidarlo nun-ca un cristiano.

    79

  • 216.- Dios no niega nunca sus dones al que los desea y los pide humildemente. Si no tienes fe , pdela a Dios. Y si tienes, pide todos los das que Dios te la aumente. Porque el que pide ha superado ya el obstculo mayor para te-ner fe: la suficiencia propia.

    217.- Aunque te asalten dudas y sientas flaquear tu fe, no temas. Hemos de tener el va-lor de creer y el de creer que creemos. La fe es una obscuridad poblada por la invisible presen-cia de Dios en nosotros.

    218.- Contra la fe estn las pasiones . En favor de la fe, los sufrimientos de la vida. Pade-cer bien y creer hacen buenas migas. Porque para ver las estrellas, que se haga de noche.

    219.- Procura vivir tu fe y comprobars pronto qu hondas dulzuras encierra. La Escri-tura nos dice: Gustad y ved qu bueno es Dios. Primero, gustad. Luego, ved. Esto no es una paradoja. Los ateos, antes de serlo, vivie-ao

  • ron el atesmo prctico. Los grandes creyentes, antes de serlo vivieron tambin su fe.

    220.- La fe no vale con cuentagotaS>>, deca un humorista. Fiarse de alguien sincera-mente no es fiarse a ratos, ni fiarse a medias. Si te fas as de Dios es que no te fas de Dios.

    221.- Unos tienen fe distrada; otros, guardada. Y no falta quien tiene fe de escapara-te. La fe verdadera es una fe a presin, de uso constante y que empuja desde dentro.

    222.- Porque si tienes dinero y no lo em-pleas; si tienes un traje y no te lo pones; si la despensa est llena y no comes, de qu te sir-ven el dinero, el traje y la despensa llena?

    223 .- La fe es luz y fuego. Si la fe que di-ces tener no ilumina y no calienta tu corazn, no puedes fiarte de la fe que tienes.

    224.- Tres preguntas para una meditacin 81

  • sobre la fe: La fe que tienes te da una seguri-dad tranquila? La fe que tienes se conoce en tu manera de pensar y obrar? La fe que tienes te consuela en tus penas?

    225.- Una manera nonnal de vivir la fe es ver a Dios en todos los acontecimientos de la vida. Porque l es el Invisible Evidente.

    226.- Otra manera de vivir la fe es amar el lado de Dios que tienen las cosas y los acon-tecimientos. Que cuando digas en el Padrenues-tro eso de que

  • 228.- Y despus de conocerlo, recordarlo, meditarlo, familiarizarme con ello. Debo mane-jar y airear con frecuencia las verdades de la fe. Y no tenerlas guardadas y cerradas con siete llaves.

    229.- Amargas experiencias nos dicen que ciertas lecturas y ciertos libros acaban con la fe de algunos. Revisa, pues, lo que tienes en tu biblioteca. Creer que un libro es siempre ino-fensivo es creer que el demonio es tonto.

    230.- No se puede leer todo, como no se puede comer todo. Si se intoxican los cuerpos, por qu no se han de poder intoxicar las al-mas?

    231.- Ahora, Seor, toma T las riendas de mi vida. Porque mientras anduve yo solo, me perd en la oscuridad (Alexis Carrel).

    83

  • ESPERAR ES EL ARTE

    232.- Ya casi nadie sabe esperar (Ber-nanos).

    233.- Todo mal tiene dos remedios: El si-lencio y el tiempo. Por eso Dios calla y espera Y t?

    234.- El descanso que todos soamos, lo mismo que el horizonte, est siempre a la vista y siempre lejano. Pero un da emprenderemos el vuelo, y lo lejano se har ntima posesin. .

    235.- No se vive la vida ms que una vez. Y su fecundidad depende de nuestros trabajos y de la confianza que ponemos en el valor de ellos.

    236.- Dios no paga en seguida. Pero lleva

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  • bien la cuenta.

    237.- Todo poda ser en un momento, sin fatiga, como por encanto. Pero Dios prefiere el lento trabajo de la hormiga, que lleva granos a su granero con paciencia infinita.

    238.- Dios no es amigo de desalientos, de prisas nerviosas , ni de empujones. La vida es un don tan profundo y singular que quiere que lo saboreemos gota a gota. Y el que sabe hacer-lo sabr un da lo dulce que es vivir y morir en Dios.

    239.- Dar a Dios lo que es de Dios , y al Csar lo que es del Csar, puedes entenderlo as: Estar preocupado por lo que interesa de verdad, y menos preocupado por lo que interesa menos. Puede ser que lo que interesa ms est ms all de la vida terrena, y lo que menos inte-resa est al alcance de las manos. Pero eso no quita nada a su valor verdadero.

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  • 240.- En Vsperas de una gran fiesta, Na-vidad, por ejemplo, qu optimismo y qu buen humor en todos! Pienso que esto debe ser la vi-da de un buen cristiano: El gozo de vsperas, mejor que la angustia del fin cercano.

    241.- Es admirable el hombre que sabe esperar. Si los jvenes, adems de su envidiable ardor, tuvieran esta ciencia de los aos , seran dignos de envidia.

    242.- No pierdas nunca la confianza en Dios, aunque slo un milagro pueda salvarte. Es todo tan fcil para l! En un minuto hizo de Dimas ladrn un Dimas santo. Y fue en el lti-mo minuto de su ltima hora.

    243 .- Dios no se cansa nunca de ti, ni de m, ni de nadie. Repite esta frase cien veces al da, sobre todo cuando te amenace el pesimismo.

    244.- Error de la juventud: Creer que es pronto. Error de la vejez: Creer que es tarde. La 86

  • verdad: Nunca es demasiado pronto, ni dema-siado tarde.

    245.- Para qu pedir a Dios explicacio-nes tontas? Que si esta enfermedad larga y cruel, que si estas injusticias sociales tan de bulto, que si el pequeo muri de desgracia ... Si pudiramos comprender a Dios, ya no sera Dios. El mar que queremos meter en un vaso de agua no es el mar.

    246.- A pesar de todo, yo s que T me amas, Seor. Y sta es toda mi esperanza. Por-que por perdido que me encuentre, mientras pue-da repetir que T me amas, no estoy perdido.

    247.- El que espera en Dios no busca aplausos y reconocimientos de los hombres. Al menos, no se hace esclavo de ellos. Sabe que la honra no es de aquel a quien se la dan, sino del que la merece. Y es Dios quien tendr la ltima palabra de verdad y de justicia para todos.

    87

  • 248.- Preguntaron al mendigo San Benito de Labre: Si supieras que estabas ya condena-do, qu haras? Y contest l: Seguira es-perando en la misericordia de Dios>>.

    249.- Nuestra pequeez y la grandeza de Dios hacen buenas migas. No temamos, pues. Cuanto menos esperemos de nosotros, ms de-bemos esperar de Dios. Cuanto menos nos fie-mos de nosotros ms debemos fiarnos de l.

    250.- Un hombre estaba al borde de la de-sesperacin y trataba de suicidarse. El hijo ma-yor le dijo entonces: . Y esta frase bast para salvarle del peligro!

    251.- Ests como ests y seas lo que seas, tu confianza ciega en Dios le desam1ar siempre.

    252.- Deca el pecador al Crucifijo:

  • digo que me esperes, si ests para esperar los pies clavados?.

    253.- Ni amarguras de fracasado, ni pesi-mismos de envidioso. Al corazn le va mucho mejor ser nido de palomas que cubil de serpien-tes.

    254.- Los sufrimientos de esta vida no son para sufrir, sino para crecer. Y el labrador, mientras crece el sembrado, espera .

    255.- La confianza en Dios es tanto ms verdadera cuanto ms audaz es nuestra esperan-za en las dificultades.

    256.- Tambin la esperanza es virtud teo-logal, don de Dios, fuerza sobrenatural. Quiero decir que viene de Dios como va a Dios. Has pedido alguna vez fervorosamente que Dios au-mente en ti el don de la esperanza?

    257.- Qu elogio bblico envidiable!: 89

  • Esper contra toda esperanza y Dios le di un corazn ancho como las arenas del mar>>.

    258.- Ahora, los trabajos del fruto. Des-pus, los frutos del trabajo (San Agustn).

    90

  • EL AMOR ES TODO

    259.- O decir una vez que solamente el demonio es neutral. Me asust la frase. Porque, no hay muchos neutrales entre los que se lla-man cristianos? No tenemos a nuestro alrede-dor grandes zonas desconocidas por el corazn, grandes zonas neutralizadas voluntariamente')

    260.- Ser bueno no es tener cierta canti -dad de cosas hechas. Ser bueno es AMAR. El que ama sinceramente es bueno. El que ms ama es ms bueno. Basta un momento de amor para redimirnos: Se le perdona mucho porque am mucho. Y es porque el amor es vida. Y lo que no es amor es muerte.

    261.- Sin embargo, nosotros, erre que erre, nos empeamos en sumar: Hice esto y lo otro, comulgu a diario, no fu al baile, no perd una misa. El fariseo sumaba y sumaba tambin:

    91

  • Ayuno, doy limosna pago los diezmos. En cam-bio, el publicano se arrepenta es decir, amaba. Y fue l quien volvi santificado a su casa!

    262.- El buen cristiano es hombre interior y hombre dado. Viene a ser lo mismo. Porque hombre interior es el que anda atento al Dios que mora en su alma. Y hombre dado es el que anda atento al servicio de los hijos de Dios.

    263.- Si amas de verdad, te complicars la vida. Porque hay que ver la sed de amor que te-nemos las personas. En cuanto adivinamos que alguien ama ya no le dejamos vivir. Deca bien el entendido: El amor acorta la vida. Pero la llena maravillosamente!>>.

    264.- Vi el entierro de una viejecita hu-milde y pobre. Un entierro imponente, como si se tratara de un ministro o de un gran persona-je. No me explicaba. Pasaron muchas coronas en el cortejo. Y al fin, todo qued claro. La lti-ma corona llevaba esta dedicatoria Los pobres 92

  • del pueblo, a su madre! >> ...

    265.- Fulano es conectsimo, de gran ta-lento, de cualidades extraordinarias . Pero no atrae, ni entusiasma. Qu le falta? Le falta co-razn. Ya lo dice el refrn: Hombre sin cora-zn, abeja sin miel>>.

    266.- He visto el fichero de caridad pano-qua!. , me dicen. Completo? Constan los hurfanos, los obreros sin trabajo, los viejos que no cobran el seguro, los enfer-mos pobres ...

    Pero no constan los que no tienen quien les ame, ni tienen a quien amar!

    267.- Dices que tienes un corazn sensi-ble y muy tierno. Pero no dices que tienes un carcter que ahuyenta a los que viven contigo. Y esto supone que, a pesar de tu corazn tierno, amas a medias. Porque el amor completo es amar y ser amable, amar y facilitar el amor de los que deben amamos.

    93

  • 268.- No tengo enemigos, no deseo mal a nadie, dices tambin. Y ya est todo con eso? Siempre entend que la indiferencia puede ser ms cruel que el mismo odio.

    269.- Newton descubri la ley de la gra-vedad de los cuerpos, que se atraen mutuamen-te. sta es la ley del peso de los cuerpos.

    Cristo descubri otra ley, la ley de la grave-dad de las almas, que es el amor. El amor es el peso de las almas.

    270.- De tal manera estamos hechos para el amor, que nadie vive sin amar, nadie vive con el corazn vaco. Amamos el bien o el mal; el vicio, o la virtud; la carne, o el espritu. Amamos a Dios, o nos amamos a nosotros mis-mos. No hay libe1tad, ni indiferencias , ni .. . tru-cos. El que no est con el verdadero amor, est contra el verdadero amor.

    271.- Es fino y diplomtico el amor, que sabe trocar el orgullo en humildad, hacer fuerte 94

  • al dbil, y cordero al len. Por eso, donde hay amor hay flexibilidad, compresin, armona Donde hay amor hay paz.

    272.- Hay quien presume de intransigente y terco: Yo siempre salgo con la ma, no me dejo pisar por nadie. Cuando esto oigo, re-cuerdo que se ha dicho que en cualquier pleito entre personas suele ganar siempre el que me-nos ama.

    273.- Un enigma los hombres? Un caos la sociedad? Un lo de misterios la Religin? Prueba a amar a los hombres, a la sociedad y a Dios, y vers qu claro y hermoso es todo eso.

    274.- El que discun:e bien y tiene mucho talento convence, o no convence. Pero el que ama de verdad convence, convence, convence.

    275.- Llevas una vida tranquila. Nadie te turba. Puedes estudiar, pasear, recrearte, hacer tus cosas y tus devociones con sosiego. Ay de

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  • ti! Porque el amor nunca estuvo sin cuidados.

    276.- Cuando leo aquello del poeta que habla del amor como de una espina dorada>>--espina y oro-, recuerdo la frase inolvidable, sntesis de todo lo que se puede decir del amor El amor es la ley del deber y de la felici-dad!>>.

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  • JESUCRISTO

    277 .- Tu vida cristiana ser lo que sea pa-ra ti Jesucristo. Qu es Jesucristo para ti? Por-que l ha dicho que es el camino, la verdad y la vida.

    278.- Dios hecho Hombre, Cristo, es ani-quilamiento, humillacin y servicio!. Cmo cambiara el panorama de nuestra vida si tuvi-ramos presente esta tremenda verdad!

    279.- Dice el sacerdote, entregando un crucifijo pequeo: Cristo cuenta contigo>>. Y responde el que recibe el crucifijo pequeo:

  • seguridad solamente puede hallarla en Cristo. "Por eso San Agustn, despus de su conver-sin, no se cansaba de repetir: Qu tarde te he conocido, Seor!>>.

    281 .- Durante toda su vida Cristo se vio acompaado de pecadores. Y no consta en par-te alguna que le vieran severo, inflexible y falto de comprensin. Habr cambiado ahora?

    282.- Cmo se nos ocurre pensar que, porque pecamos mucho, Cristo nos ha de re-chazar? No recordarnos lo que hizo con Pedro, la Magdalena y el Buen Ladrn?

    283.- Cristo se ha llamado el Buen Pastor. Nunca huye de nosotros. Somos nosotros los que huimos de l. Y an entonces nos busca y nos llama como pidindonos por favor que aceptemos su amistad.

    284.- Si las palabras de los hombres no estuvieran gastadas por el mal uso, bastara de-98

  • cir que Cristo es misericordioso, fiel y leal. Co-mo estn gastadas, te dir que Cristo es la mise-ricordia, la fidelidad y la lealtad limpias como la luz.

    285.- Si no furamos miserables, para qu querramos la misericordia? As como los mayores enfermos tienen ms derecho a ir al hospital, los mayores pecadores tenemos ms derecho al perdn de Cristo.

    286.- Cristo goza en multiplicar sus bon-dades en favor de los hijos de Dios.

    287.- Haremos muy bien en pensar que lo que atrae el Corazn de Cristo hacia nosotros son nuestras miserias, ms que nuestros mritos.

    288.- Tratemos de edificar nuestra vida espiritual no en el amor que nosotros tengamos a Dios, sino en el amor que l nos tiene en Cristo y por Cristo. Toda mi seguridad est en esto: Dios Padre me ama en y por Cristo.

    99

  • 289.- Yo no s cmo puede ser esto. Lo ver un da. Pero ahora mientras no lo puedo ver, Jo admito como de fe: No vivo yo, sino que es Cristo quien vive en m.

    290.- Cuantas mayores dificultades en-cuentres en tu vida cristiana ms debes pensar que tus recursos invariables son paciencia, ora-cin y confianza. Son recursos que tienes a la mano y que no fallan nunca.

    291.- Jesucristo ha sido, es y ser siempre el salvador de los que se sienten perdidos y cla-man a L

    292.- El Creador se hizo Salvador en Cristo. Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera Dios.

    293.- Porque t y yo descubramos cada vez ms tonteras y necedades en nuestra vida Cristo no nos ama menos. 100

  • 294.- Cristo no nos salva a pesar de nues-tros pecados, sino a causa de nuestros pecados.

    295.- Que a dnde te lleva tu vida inse-gura y rota, tu vida que est siempre comenzan-do? Si sabes aceptarla humildemente, te lleva a Dios.

    296.- Cristo trabaja a los humildes mara-villosamente. Porque l necesita ms de nues-tra humildad que de nuestra virtud.

    297.- Si no tienes nada que dar a Dios , dale tus pecados. O es que prefieres irle con el cuento del fariseo?: Yo hago esto y lo otro >> .

    298.- El hombre pudo venderse, pero no pudo volverse a comprar. Lo compr Cristo con su sangre. Qu precio y qu dignacin!

    299.- Somos enfermos de cuidado, pero es l el gran Mdico. Si nos ponemos en sus manos no podemos temer.

    101

  • 300.- Lo que San Pablo dice que es Cristo en la historia -Cristo ayer, hoy y siempre>>-, te digo yo que es en tu vida: Ayer, hoy y siem-pre es tu Hermano, tu Amigo, tu padre.

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  • MARA, NUESTRA MADRE 301 .- Deca el predicador: La belleza de

    Mara y su abundante gracia es desesperacin de quien quiere explicarlas . Pero son la espe-ranza del pecador.

    302.- No pretendo hablarte de la gloria de Mara. Pretendo acercarte a Ella, que la ames y que te dejes amar por Ella. Y para eso no hay ms que un camino: Que acabes de persuadirte de que Ella es tu Madre. La que es digna Ma-dre de Jesucristo es tambin tu Madre!

    303.- Cristo es nuestro Redentor y noso-tros somos sus redimidos. Y l ha querido que la madre del Redentor sea, a la vez, la Madre de los redimidos. Y lo ha hecho as para que los redimidos explotemos ms y mejor los tesoros de nuestra redencin.

    103

  • 304.- Hay una verdad cristiana que se ha dicho redondamente: Cristo vino al mundo por Mara y quiere venir a cada uno de nosotros por Mara. Se ha dicho redondamente y todos la ad-mitimos tericamente. Pero, la vivimos? Ir a Mara es SIEMPRE ir a Jess. Porque Ella est para eso: Para llevar almas a su divino Hijo.

    305.- Nos cuesta poco admirar la belleza de la mujer, su sensibilidad, su ternura. Reco-nocemos tambin que estas cualidades las puso Dios en su corazn para descanso de los hom-bres . Entonces, por qu no acudimos en los trabajos de la vida a la que es mujer de las mu-jeres y bendita entre todas?

    306.- Sera disparate pensar que necesi-tas ms de la madre en tu vida humana que en tu vida divina. Una vida cristiana sin madre habr de ser por fuerza una vida muy deficien-te. Digo ms: Digo que la verdadera orfandad del hombre consiste en no tener a Maria por Madre. 104

  • 307.- Los sentimientos ntimos de amor y generosidad de Cristo hacia los hombres queda-ron bien patentes cuando nos di por Madre a Mara. Porque esto equivala a poner en sus manos los tesoros de su gracia y hacer que, sin ms, llegaran a nosotros. Porque, de quin es lo que tiene en sus manos una madre?

    308.- Los buenos cristianos sienten lama-ternidad de Mara a medida que viven la vicia cristiana. Los que descubren a Jesucristo notar-dan en descubrir a Mara

    309.- La madre de la tierra es nuestro des-canso, nuestro recurso , nuestra tranquiliclacl, nuestra plenitud. Y Mara, nuestra Madre del cielo, no ser todo eso, aumentado y corregido?

    310.- Mara es la criatura que ms almas ha llevado a Dios. O lo que es lo mismo: Es la criatura que ms hombres ha pQesto en el cami-no de su liberacin y de su dicha.

    105

  • 311 .- A pesar del rigor teolgico y la pon-deracin que distingue a Santo Toms , este gran Doctor nos ha dicho que Dios se reserv el poder y cedi a Mara la misericordia>>.

    312.- Mara es la mujer que aplast la ca-beza de la serpiente. Y deca con mucha gracia un predicador: Es claro, pues , que donde est Mara no levanta cabeza el demonio.

    313.- No has pensado nunca en el fen-meno de las ltimas apariciones de Mara: Me-dalla Milagrosa, Lourdes, Ftima? En estas apariciones Mara ha venido sola, sin su divino Hijo en brazos. Se lo dej en el cielo para venir a buscar al otro hijo. A mi me conmueve este detalle tan significativo.

    314.- Y las lgrimas de Siracusa? Es co-sa reciente y comprobada. Una figura de Mara llor ante millares de espectadores. Recogieron algunas de sus lgrimas, empapndolas en al-godones. Las examinaron en el laboratorio y 106

  • eran lgrimas como las nuestras!

    315.- Si quieres saber lo que es Mara pa-ra nosotros, repasa las letanas del Rosario. En esas invocaciones no hay un pice de exagera-cin. La Santsima Virgen es para nosotros todo eso y ms.

    316.- Dicen que cuando Can mat a Abe! Adn llor a ste y Eva llor a Can. Y que , desde entonces, los padres lloran a los hijos que mueren, y las madres lloran a los hijos que ma-tan. Es triste esto, pero qu consuelo nos da pensar en las lgrimas de Mara!

    317 .- Ante cualquier dificultad que se te presente, acude a Mara, como el nio pequeo acude a su madre. Un gran devoto suyo me de-ca: Pruebe usted esto y ver cmo la Virgen le concede hasta los caprichos.

    318.- Sobre todo acude a Ella en los pro-blemas de tu vida cristiana: Tentaciones desa-

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  • lientos, cansancio, aburrimiento. Vers cmo Ella te saca de apuros con gran facilidad.

    319.- Cmo le demuestras que la amas? Yo no te pido que le reces mucho. El hijo que ms ama a su madre no es precisamente el ms pamplinero, ni el que tiene pico de oro. Pero tampoco es el que est siempre mudo. Me deca uno el da del entierro de su madre: Lo que ms me duele ahora es la cantidad de cosas que deb decir a mi madre y no le dije Mi madre se fue con sed de palabras de cario!.

    320.- No rezas siquiera las tres Avemar-as allevanta.tte y al acostarte? Ni a eso llega tu recuerdo diario por la Madre?.

    321.- Algo ms? Si te decidieras a rezar el Rosario con tu familia, seas padre o madre ... Son diez minutos nada ms. Diez minutos de dilogo con la que es refugio y amparo y salud y consuelo y esperanza de todos. Para ti y para tus hijos, el Rosario rezado en familia ser una 108

  • fuente de bendiciones. Porque, entre otras co-sas, es cierto que .

    109

  • EQUILIBRIO 322.- Qu envidiables son las personas

    sensatas, moderadas y ecunimes! Qu bien llevan el volante y cmo conocen los caminos! Pueden con todo. Nada puede con ellas. Pare-cen de otra pasta. Pero no son de otra pasta. Son de otro temple.

    323.- Ser equilibrado no es ser indiferen-te. Ser equilibrado es saber ver mucho, aguan-tar mucho y callar mucho. Tres muchos que va-len una mina de oro.

    324.- De un viejo que acababa de morir hicieron este elogio: Era limpio y ordenado. Las cosas, en su sitio, a su tiempo y como deb-an ser y estar. Caminaba lentamente y nunca llegaba tarde. Hablaba poco y no era taciturno. Se sacrificaba constantemente y nadie reparaba en sus sacrificios. Trabajaba sin descanso y 110

  • nunca andaba con prisas. Ni estorb en parte al-guna ni exigi nunca nada. Todo fue en l dif-cil facilidad.

    325.- Haz de tus pensamientos un refugio de paz y no un avispero de inquietudes. Lo que viene de Dios no turba. Lo que viene de nuestro egosmo siempre turba. Hay personas que son desgraciadas porque creen que son desgracia-das.

    326.- Piensa que eres limitado, que pue-des solamente algo, que puedes solamente has-ta cierto punto. As que, cuando tengas proble-mas que rebasen tus posibilidades, no te inquie-tes. Sigue tu camino y deja tiempo al tiempo. Vers entonces que, muchas veces, las cosas se aneglan mejor solas que acompaadas.

    327.- Lo malo es querer a toda costa. Lo malo es tener tu plan y empearte en que se cumpla por encima de todo. Es mejor saber adaptarse. Si las cosas no salen a tu gusto, pres-

    111

  • cinde de tu gusto. En saber dejar a tiempo lo que no puedes conseguir, como hizo la zorra del cuento hay mucha filosofa de la buena.

    328.- Trat a un sacerdote que tena una parroquia con muchos problemas y con trabajo agotador. Sin embargo, l nunca perda la paz. Repar bien en su conducta y advert esto: Sa-ba llevar la procesin por dentro, sin desaho-garse con nadie; estaba siempre en su sitio, sin pretender estar en el de los dems; resolva los problemas a medida que se le presentaban, sin diferirlos y sin angustiarse por los que espera-ban su turno. Te digo que fue una gran leccin para m!

    329.- Qu difcil es saber esperar! Pero cuntos disgustos, imprudencias y tonteras se ahorra el que sabe esperar!

    330.- No se puede ser equilibrado sin te-ner paz interior. Y no se puede tener paz inte-rior sin una fidelidad constante al deber. Mu-112

  • chas personas van siempre a la deriva porque abandonan sus deberes.

    331.- Tan tarde llega el que anda dema-siado aprisa como el que anda demasiado des-pacio. Es difcil comprobar esto con nmeros. Pero la experiencia afirma que esto es una ver-dad como un templo.

    332.- No debe extraarte que tu vecino se preocupe ms de l que de ti. No hacemos to-dos lo mismo, por desgracia?

    333.- Las cosas son como son, y no como quisiramos que fuesen. La vida ensea que los hombres ni son totalmente perfectos , ni total-mente imperfectos. Y adems, que por encima de nuestros deseos, hay Alguien que cuenta.

    334.-

  • 335-Andaba Santa Teresa en una de sus fundaciones. Una noche, estando acostada en una hospedera, le dice de repente su compae-ra de viaje: Estoy pensando qu pena sera pa-ra su merced, si yo me muriera ahora. Qu ha-ra entonces mi buena Madre, vindose tan so-la? Y la Santa le respondi: .

    336.- No seamos pesimistas , ni fariseos , ni quisquillosos. Los que nos rodean son menos malos de lo que parecen. Son, como nosotros, acomodaticios, cobardes, interesados, arropa-dos siempre en semiverdades bonitas y fciles. Toman, como nosotros , la vida por donde me-nos quema. Nada ms. Jesucristo, ante el peca-do de San Pedro, fue mucho ms comprensivo de lo que hubiramos sido nosotros con l. Y Jesucristo le conoca mejor que nosotros.

    337.- No seamos vengativos. Ante los agravios, lo mejor es olvidar generosamente. El que desea vengarse tiene el alma como envene-114

  • nada. La venganza castiga, pero no remedia na-da. Por qu cuando nos vengamos decimos que somos celosos del bien , precisamente del bien?

    338.- No esperes gratitud de las personas, porque, sobre poco ms o menos, todos hace-mos lo mismo: Si nos dieron noventa y nueve y nos negaron uno, recordamos siempre que nos negaron uno y olvidamos que nos dieron no-venta y nueve. Esta es nuestra justicia.

    339.- Por un agravio devolvemos cm-cuenta. Y cuando ya hemos terminado nuestra tarea niveladora, decimos que estamos en paz. Es otra prueba de nuestro sentido de la equidad.

    340.- Preocuparse por lo que no tiene re-medio, volver a lamentarse una y otra vez de lo que pudo ser y no fue, creo que es de tontos. Si tu crees otra cosa, all t.

    341.- Casi todas las dificultades emana-115

  • das de nuestras relaciones sociales -familia vecindario, comunidad- proceden de la sorda lucha entre el YO y el TU. Lucha taimada ins-tintiva de guante blanco si quieres, pero cons-tante y real.

    342.- Ponte en guardia contra el Yo, do-minante, fatuo , vanidoso, tonto, intolerante y cruel, que llevas contigo. Las personas sensatas se quitan moos a tiempo. Las insensatas , en cambio, se dan alas .

    343.- Cuando descubras que el OTRO es tan sensible como t, tan exigente, tan puntilloso, habrs hecho un gran descubrimiento. Por ah comienzan los que saben algo de convivencia.

    344.- Tonteras y complicaciones del ego-smo selvtico: Discutir con calor, !"tablar por los codos, meter las narices en todos los con-flictos, defenderse airadamente, no escuchar a nadie, criticarlo todo, querer que todos bailen al son del propio humor ... 116

  • SER HUMILDES

    345.- Aprended de M la mansedumbre y la humildad de corazn, nos ha dicho Jesu-cristo. Es eso ms importante para nosotros que hablar como l habl y hacer milagros co-mo l hizo? S, s. Es mucho ms importante!

    346.- Recordemos una verdad general: Para evitar tropiezos en la vida, importa mucho ms ser cuerdos que ser sabios. Y cuerdos son solamente los humildes.

    34 7.- Humilde es quien sabe el puesto que Dios le seal y lo acepta incondicional-mente. Ms que empujar y exigir, el humilde sabe esperar y dejar hacer a Dios.

    348.- Ser humilde no es ser tonto, ni apo-cado. Es todo lo contrario. Para saber aceptar que uno vive de prestado, porque tiene lo que le

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  • dieron, hace falta mucha sensatez y mucho valor.

    349.- Pienso que seramos humildes con slo tener de nosotros el concepto en que nos tienen los dems, sobre todo los que nos cono-cen. Por eso hay personas de autntica voluntad que no temen saber lo que se dice de ellas.

    350.- La soberbia es el primer pecado ca-pital. Esto quiere decir que es el pecado que ms estragos produce en el hombre. Efectiva-mente, el orgulloso es esclavo de su egosmo, est ciego y sordo para todo lo que no sea l, quiere bastarse a s mismo. Y en su locura llega hasta prescindir de Dios. Es el seuelo de la tentacin del paraso: seris como dioses ... >> .

    351.- Todos somos flacos , pero t a na-die tengas por ms flaco que a ti mismo>>, nos recuerda el viejo Kempis.

    352.- Por ms que disimulemos y trate-mos de justificamos, a la larga o a la corta da-118

  • remos a entender lo que somos. O es que cree-mos que todos son tontos menos nosotros?

    353.- En el amor, en el dinero y en el pro-pio valer es tan difcil aparentar que no se tiene cuando se tiene , como aparentar que se tiene cuando no se tiene.

    354.- Si cuando te llega la humillacin que no buscaste , la aceptas y digieres, ella te ensear lo que vale ser humilde, mucho mejor que un buen tratado sobre la humildad.

    355.- Progresars espiritualmente en la medida en que menge a tus ojos tu propio valer. Dios se acerca al hombre con la luz de la verdad. Estar en la verdad es estar en Dios. Cuando los santos nos dicen que son unos miserables, no mienten, sino que se miran a la luz de Dios.

    356.- Tambin es completamente cierto que Dios se hace fuerte en nuestra debilidad. T y yo, solos, somos un juguete de risa. Pero t

    119

  • y yo, con Dios, somos una maravilla.

    357.- Suele decirse que todo est en la ca-ridad, y es cierto. Pero es que para ser caritati-vo hay que ser necesariamente muy humilde .

    358.- Si reconoces que eres un miserable, ya no eres un miserable. Qu poder tiene la humildad!

    359.- No temas pasar desapercibido, ni te-mas que te olviden . Cuesta aceptar la sombra. Pero ya vers con la experiencia que lo mejor de tu vida fue el tiempo en que los hombres se olvidaron de ti.

    360.- Cuando ms extensos y profundos sean tus conocimientos en cualquier ramo del saber, ms conocers tus limitaciones en ese mismo ramo. No te extraes, pues , de que los verdaderos sabios sean modestos . Siempre fue as, aunque continen ignorndolo los sabios de a real. 120

  • 361.- El bombo, para la banda de msica y no par