Anexo&Apegos&en&ciclo&medio& - CESCH.cl · 2017. 9. 11. · Los&infantes&de&apego&seguro&consiguen&...
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Anexo Apegos en ciclo medio
Dr. Chris4an Thomas Cesch
Apegos seguros
Si la cuidadora ha logrado sintonizar con los estados internos del menor y alinear sus hemisferios cerebrales con los del infante, y si además ha sido una persona consistente, predecible, empá4ca y sensible (sabiendo hacer una lectura adecuada de esos estados internos y devolvérselos con sintonía y contención adecuada), la probabilidad de que se desarrolle un apego seguro es alta.
A la etapa de educación infan4l los infantes llegan teniendo que hacer un periodo de adaptación en el que la separación y presencia de los padres se va haciendo gradualmente.
Este es un primer reto que de conseguirse refuerza la confianza de los infantes en el/la educador/a como figura afec4va importante, y también en la de los padres o madres que pasada la jornada regresan por su infante
Los infantes de apego seguro consiguen esta separación de una manera más regulada y tranquila (se calman antes tras el estrés de la separación), pues han interiorizado a las figuras parentales como base segura. Se trata de ir de la dependencia del apego inicial -‐dependencia sana-‐ a la autonomía que permite separarse y explorar el mundo confiando y sin4endo la seguridad de los padres. Con su osito o peluche favorito (OBJETO TRANSICIONAL) como objeto que le permite esa transición, la mayoría de los infantes logran este primer desaMo en sus vidas que es entrar en el aula de educación infan4l.
Los infantes de apego seguro: muestran una orientación más posi4va hacia las figuras de apego alterna4vas (educador/a) en la etapa de educación infan4l.
Apego Seguro � Predominio de las constelaciones representacionales de carácter posi4vo.
� Confianza en que sus figuras de apego estarán disponibles, responderán y les ayudarán en la adversidad
� En lo interpersonal 4enden a ser más cálidos, estables y con relaciones in4mas sa4sfactorias
� En lo intrapersonal 4enden a ser más posi4vas, integradas y con perspec4vas coherentes de si mismo
� Alta capacidad de regulación afec4va
Apegos Inseguros
Los infantes que 4enen un apego inseguro interiorizado, van mostrar mediante conductas interac4vas con los/as educadores/as, esos rasgos o caracterís4cas. Es aquí donde el papel de los educadores/as es crucial porque pueden contribuir a proporcionar a ese infante una experiencia reparadora.
Apego Inseguro
Los infantes de apego inseguro: sienten que no son merecedores de cariño, 4enden a sen4rse solos y desprotegidos, Pueden ver a la figura de apego alterna4va (educador/a) como alguien indiferente ante sus necesidades, inconsistente u hos4l. Probablemente, van a vivir la escuela, el/la educador/a y las tareas como un contexto amenazante.
La gran no4cia es que aunque los infantes con apegos inseguros trasladan sus inseguridades a la educador/a, cuando éste/a se muestra accesible y sensible, los infantes generan apegos seguros a la larga. El/la educador/a no puede volver a remodelar la relación con la figura de apego primaria, pero sí construir un espacio psicológico de compensación donde encontrarse seguro y confiado (favorece resiliencia)
Los niños con apegos inseguros no han tenido suficientes experiencias óp4mas de sintonización emocional: estas han sido intermitentes y/o no con4ngentes con el estado interno del niño (primer cuidador se comunicó de manera salteada y/o lo hizo cuando el niño necesitaba recogimiento interior y no se le respetaba) También pudieron ser comunicaciones de naturaleza invasiva, contradictoria y hos4l. En este caso, el niño pudo desarrollar y mantener cambios abruptos en su estado de mente (de repente, de estar tranquilo, puede pasar a enfurecerse terriblemente sin mo4vo aparente o por un mo4vo nimio)
Apego Ansioso Inseguro
� 1 -‐ A m b i v a l e n t e , reclamante o preocupado
� 2-‐Evitador, huidizo o desatendido
� Relaciones de afecto o sociales teñidas por la ansiedad
� I m p l i c a n t r a u m a relacional
Apego Ansioso Ambivalente-Preocupado
� Exageran sus expresiones emocionales para lograr una respuesta sa4sfactoria de sus cuidadores
� Sus cuidadores/as pueden ser inconstantes o promover un patrón de “inversión de roles”
� Tienden a manifestar respuestas emocionales intensas con una mezcla de aferramiento y hos4lidad
Apego Ansioso Ambivalente
� Cuidadores no le dieron seguridad
� Fueron ambivalentes en los cuidados
� Atención y desatención � Expresión excesiva de afectos para llamar la atención del cuidador
� No seguridad que la “re-‐atención” del cuidador se mantendrá
� C o n d u c t a s d e acercamiento y rechazo
� Afe r r am ien to s i hay además temor extremo de la figura de apego
Apego Ansioso Ambivalente
� Esto crea sensación de inseguridad y descuido
� Hay reclamo exagerado � Tendencia a depender de la figura de apego (para asegurarla)
� Baja seguridad en si mismo � Alta dependencia del otro � Some4miento � Dependencia emocional � Baja auto es4ma
Apego Ansioso Ambivalente
� Tendencia a los celos exagerados o celopa[as
� Baja autonomía � Distorsionan las expresiones afec4vas o gestuales de otros
� Tendencia a la paranoia � Tendencia al masoquismo sexual y afec4vo
� Dificultad en estar sol@s
Infantes Ansiosos Ambivalentes
Suelen mostrar un comportamiento ambivalente con el/la educadora. Éste es el eje alrededor del cual gira su vida y emociones en el aula. Tienen miedo de que el educador resulte tan impredecible como lo fue la figura de apego primaria. Desorientados en cuanto a cómo obtener la ayuda y la protección que necesita. Suelen mostrar un comportamiento dependiente y a la vez muestran su miedo con frustración y conductas hos4les hacia el educador. Esto debe ser tomado como una pe4ción de ayuda, no como un síntoma de rechazo del infante
Necesitan aprender que existe una relación de consistencia entre sus conductas y los de el/la educador Las ru4nas y ac4vidades pueden ser de gran ayuda pues los puede interpretar como una guía estructurada con resultados predecibles. Cuidar las estrategias de transición entre ru4nas. Es bueno que tengan imágenes u objetos que les ayuden a sen4rse cerca de su entorno conocido, dadas sus dificultades en separarse. Suelen tener ac4vado el sistema de alerta de modo que cualquier suceso del entorno sorpresivo e inesperado (no controlado) puede disparar su llanto, enfado, etc. No será fácil calmar a estos niños/as (historia vincular) Como les suelen costar las separaciones, suele ser posi4vo negociar un espacio donde pueda hacerse.
Apego Ansioso Evitador
� Hay defraudación de amor
� Perdida de confianza en el otro
� Falso aumento de la auto-‐confianza
� Parecen seguros � Más bien está desencantado
Apego Ansioso Evitador
� Hay sobre valoración de sí mismo
� Devaluación de los otros � Toman el control de sus vidas
� Desconectan emociones � Desconexión del cuerpo (emociones)
� Baja expresión de afectos
� Dificultad en reconocer emociones
Apego Ansioso Evita4vo � De pequeños no se siente objeto de cuidados y empa[a.
� Desarrolla mecanismos de defensa contra la ansiedad y afectos nega4vos que se transforman en rasgos caracteriológicos
� Desarrolla estrategias evita4vas de la in4midad
� Tienden a no expresar las emociones, cuya represión crea vulnerabilidad a los trastornos y enfermedades
Apego Ansioso Evitador
� Suelen “hacerse cargo” de familias, hermanos.
� Suelen ser responsables de sus deberes
� Se muestran [midos, retraídos
� Bajo contacto social ín4mo � Pocos amig@s � Deciden que hacer en autoreflexión
� Evitan los conflictos. Suelen resolver para evitar
Apego Ansioso Evitador
� Terminan relaciones amorosas con facilidad
� Logran separar sexo-‐amor � Infidelidades frecuentes � “Dan vuelta la hoja” con facilidad extrema
� Celos no expresados (reprimidos)
� Controlan las relaciones � En el extremo pueden llegar a ser muy “narcisos”
Infantes evita=vos/ Infantes invisibles No reclaman la ayuda de la educadora ante los conflictos. Incluso pueden mostrarse molestos si ésta acude, lo cual puede reforzar la sensación de que la educadora no es necesaria. El pasar desapercibidos hace que se llegue a la conclusión de que se han adaptado rápido. No se creen merecedores de atención, lo cual les lleva a una imagen de sí mismos empobrecida. La planificación de las tareas, las instrucciones claras y el refuerzo posi4vo a través de la tarea son aliados beneficiosos para trabajar con estos infantes
Apego desorganizado
� Se da en personas que han sufrido situaciones traumáticas en sus vínculos de apego: abandono, negligencia severa, abuso emocional físico y o sexual
� Muestran procesos disociativos y su vida emocional es caótica con tendencia a la explosividad
Apego desorganizado o temeroso
� Implican extrema negligencia
� Violencia, abuso � Cuidadores no lograron organizar cerebro
� Tendencia a desconectar fx superiores (corteza)
� Toma el comando estructuras más primi4vas
� La ansiedad es desbordante
Apego desorganizado o temeroso
� Se ac4van sistemas de emergencia HPA
� Hay adrenalina y cor4sol interfiriendo fx basales
� Conductas de ataque o huida � Retraimiento extremo � Consumo de alcohol, drogas para manejar ans iedad extrema
� Ac4vidades de descuido � Ac4vidades promiscuas � Relaciones de pareja muy caó4cas, violencia
Apego desorganizado o temeroso
� Tendencia a la auto agresión
� Tendencia a buscar amparo en grupos anárquicos
� Búsqueda de sustento en pandillas
� Desprolijidad extrema en estudios y estrategias
� Desorganización familiar � Desorganización de ru4nas
El infante desorganizado Suelen ser niños/as víc4mas de abuso o negligencia debido a alteraciones psicológicas de la figura de apego o de un entorno totalmente desestructurado (cuidadores incompetentes) Las relaciones con sus figuras de apego se encuentran dominadas por el miedo y la indefensión. Cuidadores que no han sido ni consistente (evita4vo/a) ni inconsistentemente insensibles (ansioso/a)= incoherencia. Aprenden a estar en alerta permanente bajo la premisa de la supervivencia Msica y psicológica.
Infantes desorganizados Muestran conductas de acercamiento contradictorio hacia el cuidador primario. Manifiestan ansiedad pero también pueden mostrar apa[a con ráfagas de ira y tristeza, reacciones incontroladas (agresividad) e incoherentes, recelo y desconfianza en el educador, los compañeros y la tarea. Conductas dañinas e insensibles ante el dolor. Trabajo conjunto, organizado y planificado de toda la comunidad escolar. Educador refugio emocional, pero a la vez se debe de poner límites (contención adecuada)
Apegos y trauma
� La falla empá4ca de los cuidadores lleva a estados nega4vos emocionales del bebé.
� Si estos estados nega4vos no son reparados y son reiterados en el 4empo producen el efecto de TRAUMA
� Apegos evita4vo, ambivalente y desorganizado nos hablan de experiencias de trauma relacional
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Una nueva experiencia de apego en el colegio
Algunas inves4gaciones han observado que el establecimiento de relaciones seguras con el maestro en la etapa de infan4l se asocia con buenas relaciones con o t ro s docen te s de e t apa s educa4vas posteriores, así como c o n b u e n o s r e s u l t a d o s académicos. Y lo que es más importante aún: un m a e s t r o em o c i o n a lm e n t e disponible y atento puede lograr el desarrollo de un apego seguro con niños que en sus familias de origen tenían relaciones inestables.
La llegada del niño a la escuela infan4l supone la introducción de un elemento que modifica el establecimiento del apego tal y como se había venido desarrollando hasta ese momento. De pronto, el niño pasa menos 4empo con la figura principal de referencia (a la que va a echar de menos) y está muchas horas con otro adulto: la maestra o el maestro
Al principio este adulto es un desconocido, pero poco a poco va transformándose en una nueva figura de apego. Y, al igual que sucede en la familia, del 4po de interacciones que tenga el maestro con el niño va a depender que se establezca un apego seguro o inseguro en el aula.
colegio
educador
padres
infante
Cuatro son los elementos a trabajar, debemos de tratar con el/la menor y que sabemos que potencian los apegos seguros porque es4mulan el circuito que va desde el cortex orbitofrontal hasta el sistema límbico Si queremos ayudar a estos infantes de nada servirá tratar de hablarles de disciplina, normas o desbordarnos con ellos/as. 1-‐Neurosecuencialmente, primero hemos de ganarnos ser para ellos/as figuras predecibles, sensibles, firmes (sin llegar a la brusquedad) pero amables y que ante todo -‐y como prioridad-‐ calmen al infante.
Para incidir en los circuitos neurales del apego hemos de trabajar con 2-‐Estabilización de ritmos, ru4nas (sueño, alimentación, aseo, etc…) que dependen del cerebro rep4liano 3-‐A con4nuación -‐y casi paralelamente-‐ influir en esas vías inferiores (límbicas) que es donde radican todas las sensaciones y emociones de calma, seguridad, confianza…siendo predecibles 4-‐Posteriormente, podremos llegar a que ese infante en4enda y conecte causa con efecto, pueda usar su incipiente razonamiento para que pueda ser consciente de que cuando pega, hace daño, por ejemplo-‐: la permanencia, los límites y la co-‐regulación.
A-‐La permanencia
El adulto permanece al lado del infante y actúa como filtro estabilizador (en los momentos de tensión y desregulación por parte del infante El adulto en los momentos de alteración emocional o conductual del infante, no le rechaza, aparta o cas4ga (esto está especialmente contraindicado para infantes con experiencias de maltrato o abuso y que 4enen alteraciones del vínculo de apego) Sólo está jus4ficado el apartarle al infante por seguridad. Los infantes necesitan aprender a calmarse con la ayuda del educador, no 4enen herramientas emocionales para hacerlo solos aún, por lo que no aprovecharán los espacios en los que se les aísle. Se man4ene el límite pero se está con el infante al lado actuando de regulador externo porque todavía no ha desarrollado una completa capacidad auto-‐regulatoria.
El educador actúa de regulador. Los infantes muy pequeños cuando sienten una excitación, impulso o incomodidad, lo actúan. El educador con su intervención es quien va calmando al infante y ayudándole a reflexionar, lo cual va favoreciendo que el lenguaje se cons4tuya en auto-‐regulatorio. Pero primero deben de vivir y aprender una co-‐regulación con el educador. La co-‐regulación emocional como camino que favorece el aprendizaje auto-‐regulatorio. Las estructuras cerebrales en desarrollo, para su correcta maduración, dependen de la experiencia. Cuando existe una excesiva ac4vación emocional, una manera de manejar al infante es tranquilizarle o contenerle Si el infante está demasiado ac=vado no puede pensar. Por ello, “tranquiliza, no enfurezcas más” (Siegel, 2007) Cuando se logra la calma, el infante está más abierto a las explicaciones sobre los límites y las normas. Hay infantes que necesitan moverse (a estas edades más) como una manera de calmarse (“Muévelo o piérdelo”, es un principio del cerebro) (Siegel, 2007)
B-‐Los límites Los infantes necesitan vivir experiencias de frustración estructurante Aprender que existe una realidad que frustra sus deseos (2-‐3 años) Y tener un adulto al lado que module y ayude a comprender esto. Los límites no sólo son lo que se puede o no se puede hacer, lo que está bien o mal sino también una estructura, un orden y una consistencia de respuesta del adulto. Y un modelado. Hay educadores que deben reflexionar acerca de qué modelo son para sus infantes A la hora de transmi4r un límite hemos de ser firmes con el mismo pero mantener la aceptación de la persona del infante
C-‐La sintonización emocional. Consiste en la comunicación de un niño con un adulto que sea capaz de alinearse con4ngentemente con los estados mentales del infante (principalmente sus emociones…) y hacerle sen4r que los siente. Estas comunicaciones son conexiones hemisferio derecho del cerebro del adulto con hemisferio derecho del cerebro en desarrollo del niño. Esta comunicación sintonizada emocional actúa como un potente regulador del niño y como un filtro estabilizador.
La sintonización emocional. “Siento que estás feliz con eso”, acompañándolo con una sonrisa Si han tenido un mal día y se han peleado con alguien o han tenido problemas de comportamiento, trato de reflejar su sen4r a modo de hipótesis: "Siento que algo te 4ene que pasar para comportarte hoy así” Si hace una revelación importante, devolverle feedback: “Has sido un valiente, siento que ha sido diMcil para 4 pero has podido hacerlo” ; “me imagino que habrá sido duro para 4 vivir todo eso, siento que has tenido que sufrir mucho solo” Ante cualquier comportamiento, reflejándolo y devolviendo cómo se puede sen4r y hacerle notar que uno lo siente también: “Has cogido el cuento de las caras, siento que es algo que te gusta mucho, yo también me siento así” "Quieres que deje entrar a tus papás a la sala y siento que te enfadas pero no puede ser porque este si4o es sólo privado para 4 y tus compañeros
El niño tiene que notar que nos conectamos con su sentir y su mundo interior. En el caso de las conductas negativas, es importante esta devolución junto con la calma y la firmeza: “No me ha gustado que hagas eso de tirar las cosas al suelo, siento que estabas enfadado pero no debes sacar tu enfado así"
Hacer esta sintonización es algo intui4vo Hay que elegir bien el momento en el que se hace, Intuir que el niño se puede mostrar recep4vo al mensaje de conexión. Si el niño está muy alterado y fuera de sí de manera agresiva, será necesario primero que le hagamos una contención Msica (sin dañar) y luego devolver a modo de hipótesis lo que creemos que sen[a y le pasaba, de manera indirecta, diciéndole si a él le podría o no pasar eso. Pero sobre todo que sienta que siento que se siente así (No olvidemos que los niños con apego inseguro cuanto más agresivos se muestran en realidad más vulnerables y más miedo 4enen interiormente; por ello, es clave que como adultos nos tranquilicemos y no entremos en el cas4go rápido o en la "escalada de poder" ni en la discusión sino en calmar o contener Msicamente y después, cuando sea el momento, reflejar, sintonizar con qué pudo ocurrirle. Sintonizar también es saber elegir el momento y lo que se dice y saber si la persona, el niño en este caso, está dispuesto y preparado)
transmi=mos fundamentalmente un mensaje de empaTa, de que nos ponemos en sus zapatos.
D-‐Diálogo reflexivo. Hablar con otro pensando detenidamente, indagando en los estados internos del sujeto. Es un concepto muy relacionado con el elemento anterior, pues cuando se dialoga también se entra en sintonización emocional. La función de la madre o del cuidador es la de reflejar el estado interior del niño sin invadirlo y a la par, poner palabras reflexivas a lo que el niño siente, piensa, hace. La madre se lo comunica contingentemente a lo que siente que el niño puede sentir o pensar, pero sin invadir, sin imponer, respetando al niño porque le reconoce como una mente independiente, que tiene deseos, emociones, intenciones… El cuidador le ayuda a desarrollar esa mente y a comprender y comprenderse. Aquí están, pues, los fundamentos de la persona y de las primeras herramientas que son la base de adultos sanos, entender los fundamentos de la cognición social, del relacionarnos y entender y regularnos interpersonalmente con los demás. Esta es una de las principales causas por las que los niños con problemas de apego tienen tantas dificultades en las relaciones sociales posteriores.
¿Sientes frío mi niño?” “Te has asustado con el ruido, verdad…. Mamá cierra la ventana” “Estás contento porque ha venido tu [o, estabas pensando que ya era hora de que viniera, ¿cierto?” “Te 4ene que doler la gua4ta porque has echado la comida fuera, tranquilo…….. que mamá te lleva al médico y te cura” etcétera.
Diálogo reflexivo
Estas frases que la madre transmite al niño fomentan la función reflexiva y le ayudan a conocer sus estados internos y, por ende, los de los demás. Se dirige al niño como una mente independiente y explica sus estados. No hace una proyección de ella misma (inadecuada, invasiva) en el niño. El niño le responde con balbuceos, sonrisas, llanto… Después con palabras, cuando crece. Y cuando ya es más mayor la función reflexiva se amplía y se hace más compleja.
Diálogo reflexivo
Los niños víc4mas de malos tratos y de abandono han carecido de función reflexiva. • no la ha habido
suficientemente • o se han tenido que
desconectar de ella para protegerse porque el adulto no la ejercía sino que invadía.
• Es por ello por lo que algunos de estos niños dan la impresión de no ponerse en el lugar del otro
Con paciencia, para hacer el apego más seguro, hay que fomentar esta función. La vida co4diana nos da mil oportunidades: Si bota un jarrón porque quería tomar algo que le gustaba mucho, hay que decirle que no se debe de hacer eso, pero hay que ir más allá: “Lo más seguro pensabas 'quiero ese juguete', pero no miraste que podías 4rar el jarrón que es una cosa que nos gusta mucho y nos da pena que se rompa” Aquí el niño empieza por el largo camino de darse cuenta de que los demás 4enen un mundo interno y que no sólo existe el suyo, mundo propio que por otro lado, no siempre conoce
La función reflexiva ayuda a conocer el propio mundo interno y el de los demás porque sucede en una relación: la de apego.
"La comunicación con un cuidador, en otras palabras, capacita al niño para alcanzar una sensación de coherencia ante los confusos cambios que se producen en los mundos internos y externos” “Es posible que las experiencias relacionales tempranas de un niño con comunicación con4ngente y diálogo reflexivo faciliten el desarrollo de una "voz interna" que se dirija al self (sí mismo) desde la perspec4va de una tercera persona y le ayude a integrar un sen4do de coherencia"
Si el vínculo de apego es la representación mental estable en el 4empo que recoge los modelos opera4vos internos (esquemas mentales cogni4vos, mo4vacionales y emocionales) que el niño/a ha desarrollado en la relación con sus cuidadores primarios El modo en que se representa cómo es esa relación y además, la expecta4va de conducta sobre cómo consideran a los demás y a sí mismos, que 4ene mucho que ver con cómo ha sido el cuidador con ellos, en qué medida se ha manifestado sensible, empá4co y disponible para sa4sfacer sus necesidades Msicas y emocionales), esta representación se traslada, se transfiere y se manifiesta en las posteriores relaciones que el niño/a establece.
Claves para ayudar a los niños a desarrollar un apego seguro en el aula de infan4l son tres: 1-‐la adecuada iden4ficación de las necesidades emocionales de los niños, 2-‐una respuesta que sa4sfaga esas necesidades en la medida de lo posible y 3-‐una coherencia en las respuestas, que serán siempre las mismas ante las mismas situaciones.
George Washington Carver
� Entender los aprendizajes es entender las relaciones
FIN…
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