Analizar e Interpretar
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“Analizar e Interpretar”
Aprender a seguir adelante, pero mirando atrás, reconociendo errores, consecuencias y
motivos, el ser humano es perfectible, claro está, cada uno de nosotros debe hacer de su
vida algo por lo cual estar orgullosos, lejos de aquellos pormenores que a lo largo
amargan nuestra minúscula existencia. Analizar e interpretar cada detalle que nos
entregue la vida, intentar ver la realidad cuando el odio nos ciega y nos lleva al borde de
la autodestrucción y a dañar a quienes más amamos, a quienes sin pedir nada a cambio,
mantienen nuestra vida en pie.
“El odio es un obstáculo, la vida es demasiado corta para estar siempre enojados,
simplemente no vale la pena” (Kaye, 1998). Es difícil racionalizar cuando nuestras
acciones se ven motivadas por el odio, pero es aún más difícil aceptar que aquellas
acciones se han robado todas nuestras ilusiones y sueños, así nada más: un paso en
falso y estamos en la ruina más decadente de nuestro existir; deseando, rogando poder
volver el tiempo atrás, pero sin más remedio que tolerar el presente y el inhóspito devenir.
Más allá de las opiniones que puedan emitir quienes nos rodean sobre nuestros actos, es
menester actuar acorde con nuestros ideales, sentimientos e indudablemente nuestra
moral. Como seres humanos, estamos propensos a cometer faltas, errores que deben ser
evaluados por nuestra propia consciencia, para poder así, elegir el mejor camino en un
futuro, ya sea para remediar nuestra falta o sencillamente para continuar en el turbulento
devenir.
La vida está lleno de momentos en que nos vemos enfrentados a elegir: "Elige la vida.
Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande. Elige
pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva
y maletas a juego. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la
mañana. Elige tu futuro. Elige la vida...Yo elegí no elegir” (Welsh, 1993). Elegir, entre
actuar o no hacerlo, entre lo que el mundo ha denominado bien y mal, a pesar de que no
haya reglas fijas sobre qué es bueno y qué es malo; acciones, simples acciones, nos
llenan de temor, sufrimiento y remordimiento; tan sólo por hacer humana una tarea que le
corresponde a un Ser Superior, tan sólo por otorgarle un juicio valorativo a nuestras
decisiones y actos. Debido a este interminable dudar y opinar de nuestro diario vivir, nos
vemos influidos, al formarnos como personas, del mundo que nos rodea, de la tan famosa
“sociedad”, tergiversando así nuestra moral y obviamente nuestro ser.
Reevaluar nuestros valores y actuar, observar las consecuencias de esto no está mal,
pero siempre cuando no ejerzamos opiniones del resto, resto que posiblemente tiene
ideales y moral diferente a la que poseemos nosotros. Arreglar y mejorar el pasado es
imposible, pero estamos llenos del “ahoras”, los cuales obligatoriamente, debemos
hacerlos agradables porque en un futuro, quizás lejano, quizás próximo, miraremos atrás
y “Es difícil mirar el pasado y ver la verdad sobre quienes amas” (Kaye, 1998), pero más
difícil aún mirar nuestra verdad y descubrir que actuamos mal o dañamos a alguien sólo
por guiarnos por los demás y vernos influenciados por falsos ideales que no nos aportan
nada bueno en lo absoluto. Analizar e interpretar cada fragmento de minuto, de existir y
actuar bajo la predominancia de nuestro verdadero querer.
Bibliografía Kaye, T. (Dirección). (1998). American History x [Película].
Welsh, I. (1993). Trainspotting.
Macarena Núñez Fredes, 4º medio.