Alfre.5ta Materi.perio.iii
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CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS,
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
Reconocido por CONICIT (1.981)
Autorizado por el C.N.U. (1.991)
Gaceta Oficial Nº 34678
Programa: Especialización en Planificación y Evaluación de la Educación
Unidad Curricular: Régimen Legal
Asesor: MSc. Joselin de la Rosa
Cohorte: Cumaná A– 8
Grupo Nº5
Cumaná, Julio 2014
Participante:
Gómez, Alfredo
C.I. 15.740.447
La educación es unos de los factores claves para que una nación
alcance su máximo desarrollo. Es por ello, que en Venezuela se pretende
poner el mejor empeño en elevar la calidad del proceso educativo; compromiso
que debe ser asumido por todos los sectores de la vida, si se desea lograr
verdaderamente la formación integral del hombre.
En tal sentido, para el logro de este ideal, es indispensable desarrollar
una práctica educativa que genera un aprendizaje significativo en el estudiante.
Asimismo, el rol del docente es fundamental pues su acción no debe
concentrarse a la simple transmisión de información para el cumplimiento de un
programa de estudio; este debe cumplir funciones de enseñanza, planificación
e investigación en el sistema educativo venezolano; y una enseñanza que
produzca en el educando el desarrollo de la creatividad, participación en su
aprendizaje, creación de nuevos conceptos, habilidades, destrezas, el
desarrollo de actitudes y valores, adquisición de hábitos de estudio, como lo
establece el artículo (54,55,58) de la ley orgánica para la protección del niño,
niña y adolescentes, con afianzamiento de su espíritu de responsabilidad y con
ella el pleno desarrollo de la responsabilidad del educando.
No obstante se evidencia que la orientación se concibe como un proceso
de ayuda dirigido a la persona para que seleccione adecuadamente el rol que
desea desempeñar en la vida, proporcionándole las posibilidades que le ofrece
el entorno de acuerdo a sus necesidades e intereses; de manera que, se
asegure la formación integral del hombre del hoy y del mañana, como lo indica
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo
(102,103,104), capaz de contribuir al desarrollo del país y de participar
plenamente y activamente en la vida democrática.
Es preciso el docente como guía del proceso educativo, debe
comprender que su principal función o rol es la de orientar al estudiante en su
encuentro con el conocimiento de manera que, éste se convierta en un
aprendizaje significativo para que pueda tomar decisiones con las máximas
posibilidades de éxito personal, lo cual contribuye al beneficio del colectivo.
Como lo indica el Código Moral para el Profesional de la Docente en Venezuela
en sus artículos (46,54).
A tal efecto, el docente al orientar el desarrollo de un aprendizaje
significativo en el estudiante debe asegurarse que los esquemas de
conocimientos están sometidos a un proceso de cambio continuo ya que al
obtener nuevos saberes es producto de la interacción entre unos y otros en su
relación con el entorno, pero para que dichos conocimientos se traduzcan en
un aprendizaje productivo, el educando debe relacionar los nuevos contenidos
con las nociones que ya posee y ponerlos en práctica en situaciones nuevas.
Es importante la construcción del aprendizaje significativo involucrando,
fundamentalmente la participación directa y activa del estudiante en todos los
niveles de su formación, por lo que deja de ser un simple receptor pasivo para
convertirse en protagonista de su propio aprendizaje. En este caso, para
que el educando pueda participar en un proceso de aprendizaje autónomo, el
educador debe educar sus esfuerzos a incentivar la investigación, la reflexión y
la construcción del conocimiento sobre la base de una enseñanza interactiva y
constructiva.
No obstante la realidad educativa actual es otra, ya que los estudiantes
presentan grandes deficiencias en cuanto a que no son capaces de aplicar a la
vida cotidiana los conocimientos adquiridos, pues dan más importancia a lo
informativo que a lo formativo, posiblemente por el deficiente desempeño del
docente en su rol de orientador en el desarrollo de un aprendizaje significativo.
A lo expuesto anteriormente, se señala que algunos docentes;
demuestran poco interés en las características emocionales propias de cada
estudiante, para que el docente reconozca sus fallas en el proceso de
enseñanza, de igual modo, son pocas las situaciones que genera el maestro
para que el educando realice un análisis crítico de sus experiencias vividas.
Estas acciones desfavorecen el trabajo del rol del docente como orientador, al
manifestar apatía por la combinación de actividades para la enseñanza, tales
como: lecturas comentadas, exposiciones y debates.
Adicionalmente, la práctica educativa se transforma en arbitraria dejando
de lado la libre opinión para exponer ideas en una relación de afecto entre el
docente y el estudiante. Situación que crece cuando el trabajo de aula es
controlada por momentos donde la enseñanza se convierte en la repetición de
contenidos. Los docentes no dan importancia a aquellas actividades orientadas
al logro de la participación en el progreso del pensamiento crítico, la
originalidad y la creatividad que conduzcan a desarrollar las potencialidades
innatas en los estudiantes como herramientas básicas de la formación integral
del estudiante a través de un aprendizaje significativo.
Hechas las consideraciones anteriores, de no ser tratados
afirmativamente con base a las características que reflejan los docentes objeto
de estudio al desempeñar su rol de orientador en el desarrollo de un
aprendizaje significativo en los estudiantes, se percibe un pronóstico poco
positivo, en que dicha situación problemática con el transcurrir del tiempo
puede profundizarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje; al predominar
en el acto educativo una enseñanza repetitiva, arbitraria, memorística donde no
se motive al educando, hacia el logro de un aprendizaje significativo, al
generarse también bajos rendimientos, abandono escolar, poca creatividad que
atenta contra todos los principios que se perfilen hacia una educación de
calidad.
En los momentos actuales, en que impulsar un proceso educativo
acorde con las exigencias de una sociedad que reclama cambios profundos,
urge la imperiosa necesidad de procurar acciones efectivas para que el
docente se incorpore a sus roles de formador buscando la excelencia como lo
establece en el artículo (30, 45) del Código Moral para la Profesión Docente en
Venezuela. En tal sentido debe surgir un compromiso mancomunado entre el
estado, los administradores de la educación, los docentes, estudiantes y
comunidades, que entiendan cuán importante es acceder a la información
actualizada en materias diversas fundamentales para su accionar pedagógico.
Hoy el docente no es quien enseña, sino quien facilita, promueve, guía y
acompaña en el aprendizaje del estudiante. La enseñanza hoy no es tanto un
logro cuanto el proceso aprendizaje del otro. No olvidemos el concepto de
aprendizaje durante toda la vida. El concepto de aprendizaje así está más
alineado con el desarrollarse como persona y mejora de uno mismo que con el
de una educación en un área específica. No se trata tan sólo de que el
estudiante adquiera conocimientos y competencias, sino de desarrollar su
capacidad para aprender a aprender, como lo establece la CRBV en sus
artículos (6,7)
Esta orientación precisa que, de una parte, quien tiene la
responsabilidad de enseñar tenga una notable capacidad de comunicación, no
solo desde el punto de vista oral, sino considerando todas las aptitudes que
intervienen en la comunicación como lo establece la ley orgánica de educación
en su artículo (21), tanto la oral, como la escrita, la no verbal, la gestual, e
incluso el dominio de técnicas de comunicación como las audiovisuales,
naturalmente, todo esto adaptado a las necesidades y condiciones de sus
estudiantes. Por otro lado, el estudiante debe poner en juego todo su esfuerzo
y voluntad.
El aprendizaje es un hecho individual que requiere un esfuerzo por parte
del aprendiz. Crear las condiciones, facilitar los procesos y contenidos y
acompañar y dirigir al que aprende son elementos que adquieren una
relevancia notoria si comparamos las intervenciones didácticas que nos
demandan hoy y las que utilizaban nuestros maestros en el pasado. Al final, se
trata de buscar las interacciones entre unos y otros (personas, elementos,
contenidos, diseños, medios) porque es en estas interacciones donde se
produce el aprendizaje.
Es relativamente fácil quejarse de las situaciones y señalar culpables en
lo que se refiere a la educación en nuestro país, en todos sus niveles. En los
preescolares se reciben niños que vienen libres de prejuicios, sin vicios, sin
preconcepciones sobre la educación y, en general, sobre la vida. Ya en la
primaria los chicos y chicas van aprendiendo ciertas conductas y
comportamientos, ciertos modos de ser y de ver la vida; y finalmente en el
bachillerato se concreta la formación educativa dirigida a aprobar asignaturas
para obtener un título que te da mayor estatus y puede significar el ticket de
acceso a la Universidad, en busca de una mejor posición social y económica.
En la Universidad la situación parece no ser muy diferente. Es posible
que no pueda hacerse una aseveración específica sobre los orígenes del
problema de la educación en Venezuela, sobre todo cuando nos encontramos
en una situación de intenso cambio social y económico, en el que aún no se ha
definido concretamente (y menos aún puesto en práctica) la posición de los
distintos agentes e instituciones relacionados en el proceso educativo (Estado,
familia, iglesia, sociedad).
Lo que sí es cierto es que el docente, como parte integrante activa del
acto educativo en todos los niveles, tiene una gran responsabilidad sobre sus
hombros. Ahora bien, asumiendo una postura más productiva, correspondería
analizar el problema no en términos de sus posibles causas, sino en función de
buscar propuestas de solución. Y para ello se hace necesario reflexionar
acerca de las Características Docente Necesario. Cada quien tiene su propia
interpretación del deber ser docente. Sea en la primaria, o en la Universidad,
un docente debe poseer ciertas cualidades que optimicen el proceso educativo
en el que participa.
Actualmente, se tratan de seguir ciertas premisas sobre hacia donde
debe encauzarse la enseñanza, y la mayoría de los autores concuerda en que
hay algunos aspectos primordiales que un profesor o educador debe tomar en
cuenta. Por ejemplo, según Pérez-Esclarin (1997) se debe enseñar a ser, a
aprender y a convivir, según Villaroel (1995) debe tener una concepción no
tradicional del saber, conocer su disciplina y la pedagogía de la misma; por su
parte Segura (2004), luego de un análisis de las opiniones de varios autores,
concluye que el docente debe tener conocimiento y destrezas andragógicas, un
alto nivel de competencias, conocimiento y dominio, altos estándares de
calidad, liderazgo e innovación y creatividad. Personalmente, un profesor debe
tener principios, valores éticos, morales y ciudadanos sólidos, como lo
establece el Código Moral para la Profesión Docente en Venezuela en sus
artículos (70), tener una excelente formación académica en su área de
conocimiento, saber llevar una adecuada relación con los alumnos, y tener una
concepción no tradicional de la educación.
La palabra educación encierra una transmisión de valores, de cultura,
de principios y de conocimientos. Así, un educador necesariamente debe tener
una formación ética firme para poderla transmitir y formar personas que posean
también una buena base moral como lo indica en sus artículos (60,69) del
Código Moral para la Profesión Docente en Venezuela, que les permita
desempeñarse adecuadamente en el medio social en que están inmersas,
manteniendo una relación de respeto por sí mismo y por los demás. El respeto
debe ser el valor primordial para vivir en una sociedad justa y libre. Por otra
parte, la formación académica del educador es también muy importante.
La mejor manera de enseñar algo es cuando realmente se tiene
conocimiento al respecto. Cuando un profesor tiene una buena preparación en
su área de enseñanza, le es más fácil idear métodos para que permitan el
aprendizaje de ese conocimiento en forma coherente y en un lugar que sea
entendible por sus estudiantes, de manera que estos puedan aprender y
construir el conocimiento de la forma más natural posible. Un profesor que no
tenga bien claro algún detalle o que no entienda plenamente su materia no
podrá de ninguna manera darse a entender, y mucho menos disipar las dudas
de sus alumnos mientras les acompaña en su proceso de aprendizaje.
También resulta importante notar que para que el proceso de enseñanza
se lleve a cabo en forma exitosa, no basta que el profesor tenga una buena
preparación académica, también es necesario que la comunicación sea
eficiente. También se debe tomar en cuenta eso que llamamos “vocación”. El
ser educador se lleva en la sangre, es ese amor por enseñar, por querer
aprender cada día más, la satisfacción de darse a entender, de darse cuenta
que se ha mediado el aprendizaje de un estudiante, de aceptar los errores y
reconocer cuando algo se desconoce y tener esa motivación por investigar y
ampliar el conocimiento. Creemos que sin eso no se puede lograr ser buen
educador.
Por lo tanto podrá ser un excelente investigador, un gran sabio, una
excelente persona y un buen amigo, mas no un Buen Profesor. Ahora bien,
¿Cómo lograr ser ese docente que se necesita?, todo empieza por revisar
nuestra concepción de la educación, por preguntarnos qué tipo de docentes
somos actualmente, qué es para nosotros enseñar y qué es aprender. La
formación a través decursos de actualización, cursos de postgrado, o cualquier
otra forma de engrosar nuestro Currículum Vitae no necesariamente garantiza
un cambio de conciencia. Se quiere un cambio real y verdadero en la forma en
que concebimos la educación, nuestro papel en esta y el papel de nuestros
estudiantes.
Cuando nos hayamos apropiado de una concepción educativa menos
tradicional y más constructivista, más adaptada a las necesidades del entorno y
menos rígida, entonces podemos empezar a ofrecer a nuestros estudiantes un
camino menos accidentado para su aprendizaje. Nuestro papel es el de
ayudarles a nuestros estudiantes a aprender. Cuando adaptemos nuevas
concepciones en nuestra práctica docente nos transformaremos en ese
docente investigador, reflexivo, flexible, conocedor, orientador y facilitador del
proceso educativo. Seremos críticos de nuestra labor y buscaremos siempre el
crecimiento personal y profesional propio y de nuestros estudiantes. Seremos
el docente necesario.
Como lo señala Villaroel (1995), no se trata de mejorar la educación sino
de transformarla. Y esa transformación no vendrá de ninguna reforma
educativa que implemente el Estado, vendrá de la reflexión y el cambio interno
de cada uno de nosotros, formadores de los futuros profesionales del país.
Debemos siempre recordar a esos buenos profesores que hemos dejado en el
camino, a esos que en realidad dejaron huella en nosotros, para que así nos
sirvan de modelo. Y conoceremos la verdad lo importante que es nuestra
profesión cuando sintamos la satisfacción de darnos cuenta que hemos
ayudado de la formación de alumnos que consiguen superarse personalmente,
que logran hacerse personas completas, que aún dentro de un sistema
deteriorado y en crisis como el nuestro saben apreciar a ese buen profesor que
le enseñó a perseguir sus sueños con principios, y a enamorarse de lo que
hace.
Hoy, mientras nos asustamos observando el desmembramiento de la
sociedad, sería interesante que aprovechemos el espacio que nos brinda la
escuela para abrir los ojos un poco más y reflexionar sobre la posibilidad de
revertir esta situación. Porque trabajado día a día entre docentes y estudiantes
podemos comenzar a construir una nueva realidad que nos resulte más feliz,
pensando en aquello que nos caracteriza y nos reúne para valorizarlo y
afianzarlo como base para la construcción de algo más. Por eso es importante
que hoy, veamos qué podemos hacer por nosotros mismos y nuestro futuro. No
olvidemos que la historia se mueve no sólo por las grandes figuras, sino
también por el pequeño gran esfuerzo de cada uno de nosotros, allí radica
nuestra responsabilidad.
El docente es un ser ante todo un buen ser humano, creativo en todo
momento, el compañero, el apoyo, cuando sea necesario, ser cómplice de las
situaciones agradables y placenteras, es saber hasta dónde es conviene
apretar y hasta dónde se debe aflojar ,ser guardián total de las pautas,
ejemplos, modelos y horarios, es entender a cada uno encada momento y en la
etapa de la vida, ser el confidente y reservado ante alguna eventualidad , ser
eficaz y hábil , es tener la capacidad para formar y liderar a un grupo de niños y
niñas , es saber trabajar en equipo y en comunidad, es saber llegar con
palabras simples sencillas y prácticas para que sea entendida en forma fácil y
concreta, es saber cuándo están cansados, ser el amigo al poner una mano en
el hombro y cuándo abrazarlos, es llorar y reír con ellos y sin ellos , es pensar
en positivo, es ser grande dentro de los más chicos. Como lo establece el
artículo (58,59,60) de la Constitución de la República Bolivariana De
Venezuela.
El guía o maestro es un ser, ante que todo Humanista, solidario,
colaborador, reflexivo, fraternal, facilitador del aprendizaje relevante como
estimulantes, y con una flexibilidad en función de una actitud permanente para
innovar y anticipar situaciones es amante del trabajo, de la libertad, de la
justicia, de la equidad del género y social. El objetivo primordial del docente es
el de formar a un individuo responsable, solidario, crítico con la capacidad de
discernir, y pensar organizadamente, con autonomía creativo y con valores
sólido.
El docente cumple un rol orientador ineludible en el aula, puesto que en
primera instancia la responsabilidad de orientar a los estudiantes recae sobre el
docente. Más allá de esto, corresponde al docente requerir los servicios de un
especialista o del gabinete psicopedagógico en el caso de existir en la escuela
para que lo ayude a diagnosticar y a planear métodos apropiados para el
aprendizaje de los niños que presenten dificultades. Sin lugar a dudas el éxito
del docente como guía en el aula, depende de su capacidad para establecer
una relación constructiva con cada niño, una relación de confianza y respeto
mutuo. Para ello, el docente, como todo ser humano, deberá dominar sus
propias preferencias y antipatías, así como comprender las motivaciones
emocionales de los niños para lograr una orientación eficaz hacia sus alumnos.
El docente, hoy en día no debe considerarse solamente un transmisor de
conocimientos, donde el alumno es el receptor que reproduce lo aprendido. Por
el contrario, el docente actual también es un orientador, como muchas otras de
las funciones que debe cumplir como profesional de la enseñanza. En el
transcurso de los últimos años, se han manifestado cambios en el proceso
educativo y en el desempeño que cumple el docente tanto dentro de la
institución educativa como en la sociedad, ya que en el pasado se presentaba
un maestro tradicionalista que era considerado como el único portador de
conocimientos y al alumno simplemente como receptor de los mismos,
mostrándose a la educación desde un enfoque rígido y repetitivo, en la cual sus
principales actores, los alumnos, reproducían los conocimientos transmitidos.
Esta visión del rol del docente ha sido trasformada, ya que las
perspectivas actuales son diferentes, ya que hoy en día se fomenta y promueve
una educación activa y participativa, donde las necesidades particulares de los
alumnos se toman en cuenta, y donde el docente sirve como facilitador, guía y
acompañante del estudiante durante su proceso de aprendizaje, como también
cumple su rol de formador no sólo del desarrollo intelectual de los alumnos,
sino también de garantizar la protección, el cuidado y el aprendizaje de los
valores que contribuirán con los vínculos para una sana convivencia en la
sociedad actual.
El mejoramiento en la calidad de la educación Venezolana siempre ha
sido preocupación de los investigadores, tomando en consideración que la
misma debe ser un medio para el progreso de la comunidad, debiéndose lograr
a través de la formación de un individuo culto, sano, crítico y apto para
participar activamente en el desarrollo productivo del país. Es por ello que,
tanto la escuela como la familia han tratado en lo posible de cumplir con este
precepto.
La familia a su manera, basada en experiencias transmitidas de
generación en generación ha moldeado la educación de sus hijos; la escuela
como órgano sistemático del estado, realiza la sincronización de estrategias
para hacer que el trabajo escolar tenga continuidad en el hogar, como lo
establece la ley orgánica de educación en su artículo (17), y se logre un
rendimiento estudiantil satisfactorio.
En este orden de ideas, estudiar de acuerdo con Marsellach (1999),
significa situarse adecuadamente ante unos contenidos, interpretarlos,
asimilarlos y retenerlos, para después poder expresarlos ante una situación de
examen o utilizarlos en la vida práctica.
Esto lleva a determinar que el estudio es un factor importante para el
éxito académico, no sólo el acto de estudiar, sino también el cómo se realiza
este acto, ya que implica poner en juego una serie de destrezas, habilidades,
técnicas que se obtienen con el ejercicio y que permiten alcanzar el objetivo
propuesto, debido a que un estudio eficaz depende la superación que se
alcance académicamente en la adquisición de conocimientos y desde luego, la
puesta en práctica de esos saberes.
Dentro de este marco, el alumno va a la escuela dispuesto a aprender,
recibe los conocimientos aportados por los docentes, regresando a su hogar
con actividades que debe desarrollar y con dudas por aclarar; es aquí donde el
padre - representante debe intervenir. En el hogar el alumno no cuenta con la
presencia del docente orientador, pero tiene a sus padres, hermanos y demás
familiares que deben guiarlo en las tareas escolares, para el reforzamiento del
conocimiento adquirido Rol Orientador del Docente y la Construcción de los
Hábitos de Estudio.
De allí que, Muchos de los problemas respecto al éxito en la escuela,
giran alrededor de buenos hábitos de estudio y expectativas respecto a las
tareas en casa. En este sentido, los padres pueden desempeñar un papel muy
importante proporcionando estímulos, ambiente y materiales necesarios para
que el estudio sea una actividad exitosa.
En tal sentido, en la perspectiva de la formación de ciudadanos aptos
para desempeñarse socialmente es importante que el docente oriente al
estudiante en la adquisición de hábitos ya que está sujeto a las leyes del
aprendizaje, es decir para la implantación de una práctica deben actuar los
reforzamientos ya sean directos o indirectos para recibir una ayuda, de no
ocurrir esto, la experiencia se extingue. No todas estas prácticas reportan
beneficio reales para el sujeto, entendiéndose por esto, que no todos
contribuyen con el mantenimiento del equilibrio biopsicosocial del individuo;
aquellos que sí lo hacen reciben el calificativo de adaptativos u operativos.
Para García (2005),” es de suma importancia que al educando se le
imparta constantemente trabajo diario, no sólo va a ayudar al niño a crearle un
hábito de estudio, sino que se hará más responsable y se sentirá más
implicado en sus tareas.” (p.128) Este actor acota que el trabajo diario es la
base para que se convierta en un niño y un alumno responsable. A su juicio,
desde pequeños hay que exigirles responsabilidades, y así generalizarlo al
ámbito escolar.
Como se desprende de tales planteamientos, los padres y
representantes desempeñan un papel muy significativo en el proceso de
realización de sus obligaciones escolares en el hogar, deben ayudar a que sus
hijos adquieran hábito de estudio, sin embargo. Los educadores pueden
orientar a los niños a adquirir y desarrollar esta técnica y crear una actitud
positiva hacia los deberes para que se conviertan en saberes y estos puedan
ser reforzados en la casa.
De tal manera, que el rol del docente, se ha de orientar al formato de la
calidad educativa, que en términos de excelencia la conviertan en una gestión
productiva y competitiva para la sociedad dinámica y cambiante de hoy, por
esto el educador debe utilizar responsablemente su función que eviten la rutina
monótona que para nada satisface las demanda de la comunidad en la que
interactúa donde no se pueda hablar de una labor pedagógica.
En este mismo orden de ideas, la acción pedagógica se ve centrada
durante todo el año escolar de cursos, formaciones, programas y actividad de
obligatorio cumplimiento que absorbe en su mayoría el tiempo que el docente
dedica a su jornada laboral. De tal manera por factor de tiempo, desinterés o
desmotivación se limitan a cumplir con las actividades dogmáticas que estos
consideran únicamente de su competencia, continuando con el simple rol de
transmisor de conocimientos, sin adaptar su rol o funciones a las exigencias de
sus estudiantes, del aula o del entorno.
Las ideas anteriores permiten inferir la responsabilidad ineludible del
docente para estimular y promover el desarrollo de la integración a los Rol
Orientador del Docente y la Construcción de los Hábitos de Estudio en la
Escuela Bolivariana “Narciso Antonio García” padres y representantes en las
actividades escolares en el hogar tomando en cuenta la practica pedagógica
como una de las premisas fundamentales contempladas en el currículo del
subsistema de educación primaria bolivariana (2007) que para tales efectos ha
propuesto el órgano rector de la educación en el país. En dicho instrumento
normativo se enfatiza que el docente debe actuar como un promotor de
experiencias educativas que le permitan utilizar métodos y recursos que
produzcan en el educando el desarrollo de la creatividad, la participación activa
en su aprendizaje, la transferencia de conocimientos, habilidades y destrezas a
situaciones de la vida real y el desarrollo de actitudes y valores.
Numerosos estudiosos entre los que destaca el de Bonald. J (2005) el
cual habla de la importancia que tiene la formación académica o profesional del
docente así como su desarrollo personal, el cual deberá estar impregnado de
ética y valores para que el desempeño del docente le permita ser un verdadero
agente social, planificador y gestor de la enseñanza y el aprendizaje. En este
sentido se pronuncia Adames (1979) cuando expresa “la formación de
docentes que tengan libertad, identidad, espíritu crítico y creatividad garantizan
su capacidad para participar activamente en el progreso económico, social y
cultural de la Nación mediante el cumplimiento de los roles que le corresponde
desempeñar” (p. 79). De allí que las características que definen este perfil
docente le conduzcan a que sea reflexivo y esté en constante renovación de su
práctica y de su quehacer pedagógico.
De la misma premisa se deriva que los docentes de Educación
Bolivariana deberán poseer un amplio perfil que les permita corregir los
posibles errores que en su acción pedagógica llegue a cometer, fortaleciendo
así sus debilidades y enriqueciendo sus fortalezas. Que sea crítico para
autoevaluarse reconociendo objetiva y conscientemente sus habilidades y
limitaciones para crear una pedagogía novedosa y creativa consustanciado con
acciones estratégicas de gerencia en el aula. Por ello, Adames (1979) definió
asertivamente los roles del docente, que como puede apreciarse mantiene su
vigencia en la actualidad.
Un buen rol docente demuestra sus habilidades en pro de un cambio de
actitud en sus alumnos (as), no sólo les enseña el contenido programático sino
que reafirma los valores que le faciliten el desenvolvimiento dentro de la
sociedad contribuyendo con su formación integral. El docente del nuevo Milenio
debe reunir el perfil y competencias propias para desempeñarse en un nivel,
modalidad o área de conocimiento, factores determinantes de la personalidad
del educador de excelencia.
El docente debe interactuar con las instituciones y los padres
de familia en lo que se refiere a las metas de desarrollo integral del estudiante.
Tener un rol como docente no es fácil debe enfrentarse cada día a una caja de
sorpresas: una sonrisa, el llanto, un logro, un interrogante difícil de responder,
situaciones que hacen del ejercicio académico un rol gratificante y un reto
permanente.
De manera general se puede decir que el docente desempeña un rol
didáctico y de animación, ya que atiende al niño tanto en aquellas actividades
programadas de enseñanza como en las rutinas diarias y en las de
entretenimiento. Su rol será el de un organizador que prepara el espacio,
los materiales, las actividades, distribuye el tiempo, adaptando los medios de
que dispone el grupo y a los fines que persigue. Habrá de crear para el niño
un ambiente afectuoso, saludable y de bienestar, en el que se encuentre los
estímulos necesarios para su aprendizaje y para que se sienta
cómodo, seguro y alegre.
Su rol es el de un motivador y estimulador del desarrollo en sus distintas
facetas tanto en el plan individual como social. En su rol de animador ofrecerá
al niño acciones que le permitan aprender, pero siempre motivadoras y
fundamentadas en el juego. Motivará al niño para interesarle y despertar su
curiosidad por las cosas. Estará atento y no intervendrá con precipitación,
aunque procurará ayudarle siempre que lo necesite. Por otro lado, habrá de
mantener su rol de observador conociendo la manera de relacionarse los niños,
sus reacciones, preferencias, modos de juego, materiales que más utiliza,
zonas que ocupa, en definitiva, se trata de conocer al niño en particular, al
grupo y también al medio, de modo que se pueda modificar sus pautas de
actuación y organización de los medios si es necesario. Debe realizar
una observación continua de los múltiples aspectos del grupo, su evolución,
relaciones, necesidades de juegos, entre otros.
Dentro de su rol deberá procurar estimular el espíritu investigador y la
autonomía del niño y la niña. Con sus actividades y el ambiente creado,
promoverá la relación entre los niños mediante actividades compartidas.
Venezuela y el mundo entero necesitan docentes en su papel de rol, que
enseñen a ser, enseñen a aprender y enseñen a convivir, debemos crecer
hacia adentro. Enseñar a ser; la tarea del docente es misión y no simplemente
profesión, implica no sólo dedicar horas sino alma y vocación. El rol del
docente tiene una obra de arte en cada alumno y su misión es que aflore ese
potencial interior. Hay docentes que pasaron por nuestra vida sin dejarnos
ninguna huella, no nos educaron; en cambio otros los recordamos con placer y
alegría. Fue diferente a los demás, marcaron nuestra existencia porque nos
enseñaron a ser, nos motivaron a vivir con autenticidad. El docente con su
papel de rol, nunca podrá ser desplazado por una máquina, sólo él será capaz
de formar hombres y mujeres verdaderos.
El docente debe comprender y asumir la educación como un
compromiso social, desde una actitud crítica y reflexiva, consciente de su
importancia como componente central del desarrollo personal y de la
transformación social y cultural. En un contexto complejo, con desafíos
tecnológicos y científicos permanentes, con transformaciones económicas y
sociales, con diversidad de condiciones socioeconómicas en las regiones, con
crisis en los valores, se hace necesario repensar la educación y también la
formación.
Glosario de términos
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Artículo 58 La comunicación es libre y plural y comporta los deberes y
responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la
información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los
principios de esta Constitución, así como a la réplica y rectificación cuando se
vea afectada directamente por informaciones inexactas o agraviantes. Los
niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información adecuada para
su desarrollo integral.
Artículo 59: El Estado garantizará la libertad de religión y de culto. Toda
persona tiene derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar sus
creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u otras prácticas,
siempre que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres y al orden
público. Se garantiza, así mismo, la independencia y la autonomía de las
iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las derivadas de esta
Constitución y de la ley. El padre y la madre tienen derecho a que sus hijos o
hijas reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus convicciones.
Nadie podrá invocar creencias o disciplinas religiosas para eludir el
cumplimiento de la ley ni para impedir a otro u otra el ejercicio de sus derechos.
Artículo 60 Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida
privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará
el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y
familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos.
Artículo 102 La educación es un derecho humano y un deber social
fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como
función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y
como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al
servicio de la sociedad…
Artículo 103: Toda persona tiene derecho a una educación integral, de
calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más
limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. La
educación es obligatoria en todos sus niveles, desde el maternal hasta el nivel
medio diversificado. La impartida en las instituciones del Estado es gratuita
hasta el pregrado universitario. El Estado se encargará de velar por la
educación gratuita en todos sus niveles desde el maternal hasta pregrado, por
intermedio de instituciones dará acceso a aquellas personas que por
impedimento físico no puedan recibir educación con plena libertad, al igual que
los aportes económicos serán reconocidos.
Artículo 104: La educación estará a cargo de personas de reconocida
moralidad y de comprobada idoneidad académica. El Estado estimulará su
actuación permanente y les garantizará la estabilidad en el ejercicio de la
carrera docente, bien sea pública o privada, atendiendo a esta Constitución y a
la ley, en un régimen de trabajo y nivel de vida acorde con su elevada misión.
El ingreso, promoción y permanencia en el sistema educativo, serán
establecidos por la Ley, y responderá a criterios de evaluación de méritos, sin
injerencia partidista o de otra naturaleza no académica.
Ley Orgánica de Protección del Niño Niña y el Adolescente
Artículo 54° Obligación de los Padres, Representantes o Responsables
en Materia de Educación. “Los padres, representantes o responsables tienen la
obligación inmediata de garantizar la educación de los niños y adolescentes.”
Artículo 55° Derecho a Participar en el Proceso de Educación.“Todos los
niños y adolescentes tienen el derecho a ser informados y a participar
activamente en su proceso educativo.”
Articulo 58 El sistema educativo nacional estimulará la vinculación entre
el estudio y el trabajo. Para ello, el Estado promoverá la orientación vocacional
de los y las adolescentes y propiciará la incorporación de actividades de
formación para el trabajo en la programación educativa regular, de forma tal
que armonicen la elección de la profesión u oficio con el sistema de enseñanza
y con las necesidades del desarrollo económico y social del país.
Ley Orgánica de Educación
Artículo 14.La educación es un derecho humano y un deber social
fundamental concebida como un proceso de formación integral, gratuita, laica,
inclusiva y de calidad, permanente, continua e interactiva, promueve la
construcción social del conocimiento, la valoración ética y social del trabajo, y
la integralidad y preeminencia de los derechos humanos, la formación de
nuevos republicanos y republicanas para la participación activa, consciente y
solidaria en los procesos de transformación individual y social, consustanciada
con los valores de la identidad nacional, con una visión latinoamericana,
caribeña, indígena, afrodescendiente y universal.
Artículo 17.Las familias tienen el deber, el derecho y la responsabilidad
en la orientación y formación en principios, valores, creencias, actitudes y
hábitos en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultas, para
cultivar respeto, amor, honestidad, tolerancia, reflexión, participación,
independencia y aceptación. Las familias, la escuela, la sociedad y el Estado
son corresponsables en el proceso de educación ciudadana y desarrollo
integral de sus integrantes.
Artículo 21. La educación básica tiene como finalidad contribuir a la
formación integral del educando mediante el desarrollo de sus destrezas y de
su capacidad científica, técnica, humanística y artística; cumplir funciones de
exploración y de orientación educativa y vocacional e iniciarlos en el
aprendizaje de disciplinas y técnicas que le permitan el ejercicio de una función
socialmente útil; estimular el deseo de saber y desarrollar la capacidad de ser
de cada individuo de acuerdo con sus aptitudes.
Código Moral Para La Profesión De La Docencia En Venezuela
Artículo 30: Se entiende por ascenso el pase progresivo del profesional
de la docencia en las jerarquías administrativas y categorías académicas de la
carrera docente, en virtud de la calificación eficiente de su actuación y
desarrollo profesional, y del cumplimiento riguroso de los requisitos
establecidos para el correspondiente pase a la jerarquía o categoría inmediata
superior.
Artículo 45: Propiciar la disciplina en la comunidad y en los integrantes de la
comunidad.
Artículo 46: Sugerir y propagar las mejores costumbres en las comunidades
donde se desenvuelven.
Artículo 54: Estimular a los alumnos para la discusión libre.
Artículo 60: Evitar la pasividad durante el desarrollo de sus actividades
educativas.
Artículo 69: las normas de este código solo podrán ser modificadas por la
convención del colegio de profesores de Venezuela.
Artículo 70: Este código entrara en vigencia a los 29 días del mes de junio en
caracas 1988.
Bibliografía
- Adames (1979) Formación de docentes
-Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
-Currículo del Subsistema de Educación Primaria Bolivariana (2007)
-García, L. (2005). La Escuela de Padres y Madres. [Documento en Línea].
Disponible: http://www.ceapa.es/textos/publipadres/madres.htm.
-Ley Orgánica de Educación (2009)
-Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente. Gaceta Oficial
Nº 5266. Extraordinario de fecha 02 de Octubre de 1998. Caracas
Venezuela.
-Código Moral para el Profesional de la Docencia en Venezuela.