Alegría azul

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ALEGRÍA AZUL

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ALEGRÍA AZUL

Todas las mañanas, cuando “sin nombre” se despertaba siempre lo hacía con una sonrisa. Su mamá se acercaba para darle besos y él la abrazaba con toda su fuerza. Era su manera de decir “buenos días, mamá”.

—¡Vale, “sin nombre”, vamos, que tengo que vestirte! Y nos toca

desayunar

a “sin nombre” le gustaban mucho las galletas. Su hermana Violeta le ayudaba a

comérselas y siempre le decía cosas que le

hacían sonreír

Esa mañana Violeta preguntó a su mamá…..

¿Por qué no habla?

Violeta, tu hermano es especial, tiene “pupa” en la cabeza, es por dentro y no se ve. También hay niños que les duele el corazón, ¿pero sabes Violeta por qué? De tanto querer

Ahora ya se que decir a los niños cuando me pregunte en el parque

Tras el desayuno, “sin nombre” se ponía detrás de la puerta de casa porque sabía que tenía que ir al colegio. ¡Qué contento iba! ¡Cuánto le gustaba su ruta y su cole! Mientras esperaba no dejaba de mirar hacia donde venía el autocar y cuando lo veía echaba una carcajada.

¡Pásalo bien en el cole! ¡Juega, disfruta y sé

feliz! —le decía su mamá.

—¡Vamos, ojazos! ¡Qué contento viene este chico todos

los días —comentaba la cuidadora de la ruta

Al colegio bieeennn!!!!!!!

Cuando llegaba al cole, “sin nombre” se reunía con sus amigos Angelman Rosa, Down Amarillo, Williams Rojo, Rett Verde, Glut 1 Granate, Ruseel Silver Marrón, Wolf-Hirschhorn Naranja, X Frágil Morado y TGD Blanco, y muchos más. Hacían un montón de actividades juntos y entre ellos se entendían de maravilla. Un día le preguntaron sus amigos:

Y tú, ¿por qué no tienes nombre?

Dice mi mamá que no saben los

médicos mi nombre, pero mi hermana me

llama chachillo

Entre todos empezaron a

pensar un nombre, hasta que uno dijo…..

¡Qué fácil! Ya lo sé. ALEGRÍA

Ya sé, me llamaré

Alegría Azul

Por la tarde al llegar a casa, mamá

encontró una nota de su profe, en la que contaba cómo

entre todos sus amiguitos le

pusieron nombre y lo feliz que le hizo a

ALEGRÍA.

Violeta, ¡prepárate, que tenemos que ir

a comprar!

¡Jo, qué suerte!, mi hermano

nunca tiene deberes

No, Violeta. Tu hermano tiene

muchos deberes, aunque son

distintos a los tuyos y casi desde que

nació: estimulación, fisioterapia,

musicoterapia, logopedia… el cuento que le

tengo que leer…..

Cuando Violeta acabó los deberes y llegó su papá se fueron los cuatro a comprar. Al llegar

al parking del centro comercial

dijo….:

Mira, mamá. Una plaza de d… y lo que sigue…, de “dicapacitados”, que

no me salía

Violeta, se dice “plaza

de discapacitad

os o movilidad reducida

Papá, algunas veces los

mayores aparcan en estos sitios sin

hacerles falta. Nosotros los

niños debemos decirles ¡no

aparques puede que alguien lo

necesite! Muy bien, Violeta

Al llegar a casa ALEGRÍA, empezó a pensar lo bonito que había sido el día y cómo sus amigos le habían ayudado a buscar su nombre. Como siempre, feliz y contento bostezó y se durmió hasta el día siguiente.