AIDIMA dispone de herramientas avanzadas para diagnóstico del arbolado El reciente aumento del número de accidentes por caídas de árboles situados en zonas urbanas demuestra la importante necesidad del diagnóstico preventivo del arbolado. AIDIMA ha asesorado al respecto a varios programas televisivos y está colaborando con las administraciones públicas en el diagnóstico preventivo. ■ Guillem Segura / Miguel Ángel Abián Dpto. de Tecnología y Biotecnología de la Madera AIDIMA dispone de un sistema de evaluación no destructiva de la madera que permite diagnosticar el estado de salud interna de árboles utilizando distintas herramientas para conocer con detalle su estado, y por tanto llevar a cabo medidas correctoras que minimicen el riesgo de accidentes ante la caída de árboles o parte de sus ramas en la vía pública, especialmente en días de fuertes rachas de viento, y sus días posteriores. La preocupación sobre el estado del arbolado ha aumentado en los últimos meses debido a distintos sucesos ocurridos en distintas ciudades españolas. En Madrid han fallecido dos personas durante los últimos tres meses y un importante número de personas han sido heridas por la caída de ramas o de árboles enteros, principalmente en zonas urbanas. Este asunto fue tratado, con el asesoramiento de AIDIMA, en varios programas de RTVE, TELECINCO, ANTENA 3 y la televisión y radio autonómicas de la Comunidad de Madrid y en diversos medios nacionales de prensa escrita, como el rotativo El Mundo, ABC, y La Vanguardia entre otros. Ante este problema, los responsables de medio ambiente de distintas ciudades aseguran que el mantenimiento del arbolado ha sido correcto y que en muchos casos algunos de los ejemplares caídos se habían inspeccionado inspeccionados semanas antes. Las causas de estas caídas se deben probablemente a vientos fuertes o a golpes de calor imposibles de controlar, así como a pudriciones difíciles de detectar en ramas y tronco, que dependen del tipo de especie y de las labores de mantenimiento llevadas a cabo (podas, alcorques, riegos, etc.) Con el fin de poder mejorar el diagnóstico del arbolado potencialmente peligroso y árboles de gran tamaño, AIDIMA emplea desde 2005 una metodología propia

no destructiva para evaluar el estado de salud interna de árboles singulares o monumentales. El Dpto. de Tecnología y Biotecnología de la Madera de AIDIMA dispone de distintas herramientas de utilidad para conocer con detalle el estado interno del arbolado y por tanto llevar a cabo medidas correctoras que impidan daños a los viandantes.

© AIDIMA - Inspección del Olmo de Navajas, patrimonio cultural valenciano.

Tomógrafo y resistógrafo Una de las herramientas es un tomógrafo de impulsos de sonido, un sistema mínimamente invasivo para el árbol, ya que sólo se introducen en su corteza. El tomógrafo permite visualizar el estado de salud interno de la madera, igual que un TAC permite conocer con exactitud el estado interno de un paciente, si bien el tomógrafo emplea ondas de presión y no rayos X.

© AIDIMA - Imagen 2D de un árbol degradado en su interior (zona roja y morada) por un hongo de pudrición.

Edición: D

iciembre, 2014

El resultado obtenido con el tomógrafo es una imagen en 2D o 3D de la velocidad de transmisión de las ondas de sonido dentro del tronco o de las ramas de los árboles, que AIDIMA convierte en perfiles 2D o 3D de densidades mediante un software que desarrolló en un proyecto de I+D. Densidades bajas suelen corresponder a agujeros, grietas, cavidades invisibles o discontinuidades, que según la extensión pueden ocasionar caídas del árbol o de ramas, aunque por fuera no haya deterioro aparente. Otro instrumento de interés es el resistógrafo, que posee mayor resolución que el tomógrafo, pero cada medida se realiza en un eje del árbol o en una dirección. Este equipo permite conocer la densidad de la madera, detectando a su paso distintos huecos por pudrición o por insectos xilófagos. Ésta última herramienta puede ser muy útil en zonas como la parte baja del tronco y las raíces, poco accesibles con otras instrumentaciones y de gran importancia.

© AIDIMA – Colocación de los dispositivos para la evaluación

interna del estado del árbol. Usando estos sistemas y otros complementarios que emplea AIDIMA, puede diagnosticarse y pronosticarse si un árbol o parte de él presentan riesgo de partirse o caerse. Este diagnóstico previo posibilita aplicar medidas preventivas (como cirugía arbórea) para garantizar la salud del árbol y poder así monitorear el estado del árbol con el paso del tiempo. Peligro invisible Según la experiencia de AIDIMA, salvo en casos donde el daño del árbol es muy extenso o evidente, es imprescindible realizar una evaluación interna del estado del árbol para diagnosticar precisamente si hay peligro de caída o de desgarro. Muchos defectos que pueden sufrir un árbol son internos y, por tanto, indetectables a simple vista. Calidad en plantaciones madereras Las técnicas mencionadas pueden utilizarse también para determinar el estado de árboles de plantaciones destinadas a la producción de madera, lo que tiene un gran interés económico. Cuando los árboles se talan para producir madera, muchas veces se pierde hasta el 40% de la madera aprovechable por pudriciones y huecos internos que no se detectan hasta el corte en el aserradero. El diagnóstico precoz de estos defectos

permitiría sustituir los árboles dañados por árboles sanos mucho antes de su talado, así como garantizar que la madera de los árboles talados sea siempre de buena calidad. AIDIMA ofrece su tecnología y experiencia, y aconseja a las distintas Administraciones Públicas que desarrollen planes progresivos de inspección del arbolado urbano que prevengan del riesgo de accidentes e incrementen la seguridad de personas y elementos en la vía pública. Más información a través del correo electrónico redaccion@aidima.es