Quiero expresar el enorme orgullo que siento por los funcionarios de la Municipalidad de Asunción, mis compañeras y mis compañeros de trabajo, que defendieron la institución municipal contra un grupo violento.  Formaron una barrera humana, a pecho gentil, por lo cual les felicito.  Entre los funcionarios que defendieron el patrimonio municipal había personas de todos los partidos políticos. Los funcionarios institucionalistas son los que defendieron el patrimonio municipal y a los contribuyentes. Realmente me emocionó ver cómo una barrera humana cercó la Dirección de Recaudaciones, en defensa de las arcas municipales. 

La Municipalidad de Asunción fue invadida por la violencia, a través de actos dirigidos por grupos organizados que vinieron a sitiar la Comuna. Burlando todo concepto de seguridad, agrediendo, maltratando a funcionarios y contribuyentes. Hubo compañeros heridos, automóviles destrozados, puertas violadas, vidrios rotos, tantos hechos vandálicos que no se compadecen con ninguna reivindicación que se pueda solicitar porque la violencia no tiene justificativo. Además de violentos son unos grandes mentirosos que atentan contra la ciudadanía asuncena y contra el Estado de Derecho.Estamos en democracia y claro que todos tenemos derecho a manifestarnos pero pacíficamente y sin dañar a terceros. La tolerancia y el diálogo para la búsqueda de una solución tienen que ser el camino. Escondidos detrás de un pasamontañas, quemando la bandera de la ciudad de Asunción, tirando piedras, no es el camino.