Afrontar Nuestras Emociones

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Universitarios de Schoenstatt de Campanario www.jmucampanario.cl Campanario 341, Las Condes RM, Chile / [email protected] / +56 2 2475846 SEMINARIO “VIDA AFECTIVACuarto Encuentro Tema: Afrontar nuestras emociones Hemos dicho que el ser plenamente humano, en cuanto de él depende, no reprime sus emociones, sino que permite que salgan a la superficie para poder reconocerlas. El ser plenamente humano experimenta la plenitud de sus emociones; está “al tanto” de sus emociones, en sintonía con ellas, consciente de lo que ellas le dicen acerca de sus necesidades y de sus relaciones con los demás. Por otra parte, también hemos dicho que esto no supone abandonarse a las emociones. En la persona plenamente humana se da un equilibrio entre los sentidos, las emociones, el intelecto y la voluntad. Las emociones tienen que ser integradas. Y aunque sea necesario “explicitar” nuestras emociones, no es necesario en absoluto que obremos en función de ellas. La vital importancia de todo esto resultará evidente si consideramos: 1. Que casi todos los placeres y sufrimientos de la vida están profundamente relacionados con las emociones; 2. Que, en la mayoría de los casos, la conducta humana es resultado de fuerzas emocionales (aun cuando todos sintamos la tentación de dárnosla de intelectuales y explicar a base de motivos racionales y objetivos todas nuestras preferencias y acciones); 3. Que la mayoría de los conflictos interpersonales provienen de tensiones emocionales (p. ej. celos, iras, frustraciones, etc.), y la mayoría de los encuentros interpersonales se logran mediante algún tipo de comunión emocional (p. ej. empatía, ternura, sentimientos de afecto y de atracción...) En otras palabras, tus emociones y el modo como las afrontas, ayudan a determinar como tú enfrentas a la vida. La mecánica de la “concientización” y la “explicitación” y la “integración” de las emociones puede ilustrarse como sigue: SITUACIÓN: Estás discutiendo con un miembro de tu curso. Hay evidentes diferencias de opiniones y, poco a poco, van subiendo de tono las voces... y la presión sanguínea. Estás comenzando a sentir la tensión de fuertes emociones. ¿Qué harías?... Si todo esto es verdad –y no hay más que experimentarlo para saber lo que es–, es obvio que esa frasecita que solemos usar tan

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    SEMINARIO VIDA AFECTIVA Cuarto Encuentro Tema: Afrontar nuestras emociones

    Hemos dicho que el ser plenamente humano, en cuanto de l depende, no reprime sus emociones, sino que permite que salgan a la superficie para poder reconocerlas. El ser plenamente humano experimenta la plenitud de sus emociones; est al tanto de sus emociones, en sintona con ellas, consciente de lo que ellas le dicen acerca de sus necesidades y de sus relaciones con los dems. Por otra parte, tambin hemos dicho que esto no supone abandonarse a las emociones. En la persona plenamente humana se da un equilibrio entre los sentidos, las emociones, el intelecto y la voluntad. Las emociones tienen que ser integradas. Y aunque sea necesario explicitar nuestras emociones, no es necesario en absoluto que obremos en funcin de ellas.

    La vital importancia de todo esto resultar evidente si consideramos: 1. Que casi todos los placeres y sufrimientos de la vida estn profundamente relacionados

    con las emociones; 2. Que, en la mayora de los casos, la conducta humana es resultado de fuerzas emocionales

    (aun cuando todos sintamos la tentacin de drnosla de intelectuales y explicar a base de motivos racionales y objetivos todas nuestras preferencias y acciones);

    3. Que la mayora de los conflictos interpersonales provienen de tensiones emocionales (p. ej. celos, iras, frustraciones, etc.), y la mayora de los encuentros interpersonales se logran mediante algn tipo de comunin emocional (p. ej. empata, ternura, sentimientos de afecto y de atraccin...) En otras palabras, tus emociones y el modo como las afrontas, ayudan a determinar como t enfrentas a la vida.

    La mecnica de la concientizacin y la explicitacin y la integracin de las emociones puede ilustrarse como sigue: SITUACIN:

    Ests discutiendo con un miembro de tu curso. Hay evidentes diferencias de opiniones y, poco a poco, van subiendo de tono las voces... y la presin sangunea. Ests comenzando a sentir la tensin de fuertes emociones. Qu haras?... Si todo esto es verdad y no hay ms que experimentarlo para saber lo que es, es obvio que esa frasecita que solemos usar tan

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    oportunamente, lo siento pero es mi forma de ser, no es ms que una escapatoria y un engao. Es verdad que resulta cmoda cuando uno no desea crecer; pero, si uno desea realmente crecer, no emplea semejante falacia. Una de las ventajas de la comunicacin visceral es que suscita en los dems una reaccin de sinceridad y transparencia que es absolutamente necesaria para que la relacin sea realmente interpersonal, mutua (es lo que llamamos encuentro). Al escuchar la otra persona mis secretos y profundos sentimientos le da valor a los suyos.

    REACCIN SALUDABLE: REACCIN NO SALUDABLE: 1. Toma conciencia de tus emociones.

    Olvida por un momento la discusin y presta atencin explcita a tu reaccin emocional. Prguntate: Qu estoy sintiendo? Turbacin (porqu sus argumentos parecen mejores)? Miedo (porque el otro es un matn y est enojndose)? Superioridad (vas ganando por puntos, y l lo sabe)?

    1. Ignora tu reaccin emocional. Al fin y al cabo, no tiene nada que ver con la discusin. O mejor an (si deseas cometer el mayor de los errores), convncete a ti mismo de que no ests alterado en absoluto. Si ests sudando, reptete una y otra vez que es por culpa del calor que hace. Procura retener tu ira en la boca de tu estmago, dnde tu cabeza no pueda advertirla. A fin de cuentas, el sentir emociones durante una discusin intelectual es indigno de ti...

    2. Reconoce tu emocin. Concntrate plenamente en la emocin. Examnala detenidamente, a fin de que puedas identificarla. Intenta calcular tam-bin su intensidad. Puede que sea ira, y de muy alto voltaje, por cierto.

    2. Sigue negando tus emociones. Di a ti mismo y a los dems: pero si no estoy furioso en absoluto... Te ser ms fcil ignorar las emociones si mantienes tu mente fija en la discusin. No dejes que tus emociones te distraigan. Ms tarde, cuando tu propio estmago te llame mentiroso, puedes tomarte un anti-cido.

    3. Investiga tu emocin. Si realmente quieres descubrir un montn de cosas acerca de ti, pregntate a tu ira como ha llegado ah y de dnde viene. Tal vez no seas capaz de descubrir todo el rbol genealgico de tu actual emocin, pero puede que logres vislumbrar un complejo de inferioridad que nunca has reconocido.

    3. Sigue buscando en tu mente argumentos contundentes. Se trata estrictamente de ganar o de perder. Habla ms despacio: ests empezando a balbucear, pero no te pares o te ganar. Mantn tu mente en la discusin, y no dejes de buscar la yugular.

    4. Explicita tu emocin. 4. Si pierdes por completo la calma y

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    Ahora limtate a los hechos. Ni interpreta-ciones ni juicios Vamos a calmarnos un minuto. Estoy exaltndome demasiado y estoy empezando a decir cosas que, en realidad, no quiero decir. Es muy impor-tante no acusar ni juzgar en estos momen-tos. No le digas que ests as de enfadado por su culpa. En realidad no es suya la culpa, y t lo sabes. De haber algn culpable, lo ser t. No le culpes a l, ni siquiera para tus adentros.

    empiezas a ponerte incoherente, chale la culpa al otro.

    Y asegrate de incluir algn defecto gordo

    en tu acusacin. Dile, por ejemplo: No se puede discutir contigo! Eres un maldito arrogante! Nunca generalizaciones de este tipo tambin sirven escuchas! Te crees Dios, no es as?5. Integra tu emocin. Despus de haber escuchado, cuestionado y explicitado tu emocin, deja ahora que tu mente juzgue lo que conviene hacer y deja tambin que tu voluntad lo ejecute. Puedes decir, p. ej.: Vamos a empezar de nuevo. Creo que te he escuchado en una actitud demasiado defensiva. Me gustara intentarlo otra vez. O bien: Te importara mucho que cambiramos de tema? Me temo que hoy estoy demasiado susceptible para discutir sobre lo que sea...

    5. Puesto que ni siquiera has reconocido tener una emocin, no tendrs que tomarte la molestia de intentar aprender nada de tus reacciones emocionales ni de integrarlas. Sin embargo, las emociones reprimidas suelen jugar malas pasadas; de manera que retrate con aire de estar ofendido. Tmate un par de aspirinas... y sigue dndole vueltas y convencindote de lo terco y poco razonable que ha sido el otro.

    Reflexin sobre extraamiento y encuentro

    A pesar de lo recios que somos a decir a otros quines somos, todos y cada uno de nosotros estamos habitados por un profundo e intenso deseo de ser comprendidos. Todos tenemos muy claro que deseamos ardientemente ser amados; pero, cuando no somos comprendidos por aquellos cuyo amor necesitamos y deseamos, cualquiera clase de

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    comunicacin profunda se convierte para nosotros en algo inquietante e incmodo, algo que ni nos ensancha el corazn ni nos anima. Si no hay nadie que me comprenda y me acepte tal como soy, me sentir extraado. Ni mis talentos ni mis bienes me consolarn en absoluto. Incluso rodeado de gente, siempre tendr una sensacin de aislamiento y de soledad. Experimentar una especie de reclusin en solitario. Es un axioma, tan cierto como la ley de la gravedad, que quien es comprendido y amado crecer como persona; en cambio, quien padece esa situacin de extraamiento acabar languideciendo solo en su solitaria reclusin.

    La mayora de nosotros hemos experimentado y realizado cosas y hemos vivido sensaciones y sentimientos que sabemos que jams nos atreveramos a contar a nadie, porque podramos parecer ilusos, ridculos o engredos. Toda nuestra vida podra parecer un espantoso fraude. Mil y un temores nos mantienen encerrados en la solitaria reclusin del extraamiento. A algunos les aterra ponerse a llorar y romper en sollozos, como si fueran nios; a otros les frena el temor a que la otra persona no perciba la tremenda importancia que el secreto de uno tiene para uno mismo. Por lo general, presentimos el profundo dolor que experimentaramos si nuestro secreto fuera recibido con indiferencia, incomprensin, disgusto, enfado o irrisin. Tambin nos da miedo el que nuestro confidente puede enfadarse y revelar nuestro secreto a otras personas que no querramos que lo supieran.

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    Puede que en un momento dado de mi vida haya tomado yo una parte de m y la haya expuesto a la luz para que pudiera verla la otra persona. Y puede ser que esta persona no lo comprendiera y que yo, totalmente arrepentido, me refugiara en una dolorosa soledad emocional. Pero puede que tambin haya habido otros momentos en los que alguien haya escuchado mi secreto y aceptado benvola y delicadamente mi confidencia. Puede que an recuerde las palabras que dijo para tranquilizarme, la compasin que haba en su voz, etc... Aquella fue una experiencia grande y liberadora, a raz de la cual me sent muchsimo ms vivo: me haba sido satisfecha una inmensa necesidad de ser realmente escuchado, tomado en serio y comprendido.

    nicamente a base de compartir de este modo llega una persona a conocerse a s misma. La introspeccin de uno mismo no sirve de nada. Una persona podr confiar todos los secretos que quiera a su dcil cuaderno personal, pero generalmente slo puede conocerse a s mismo y experimentar la plenitud de la vida en el encuentro con otra persona. Una amistad profunda o un intercambio profundo abre mi mente, ensancha mis horizontes, me llena de nueva sensibilidad, ahonda mis sentimientos y da sentido a mi vida. Sin embargo, las barreras nunca quedan rotas definitivamente. La amistad y la auto-revelacin mutua tienen que hacer frente a la novedad da tras da, porque el ser una persona humana conlleva cambio y crecimientos diarios. Mi amigo y yo crecemos, y las diferencia resultan cada vez ms patentes porque no nos hacemos una misma persona, sino que cada cual se hace l mismo. Yo descubro en mi amigo otros gustos y preferencias, otros sentimientos y esperanzas, otras reacciones ante nuevas experiencias. Descubro que este asunto de decirle quin soy yo no puede liquidarse de una vez por todas. Yo debo decir constantemente quin soy yo, y t debes decirme constantemente quin eres t, porque ambos estamos en continua evolucin.

    Puede ocurrir que las mismas cosas que antes me atraan hacia ti parezcan ahora obstaculizar la comunicacin. Al principio, tu emotividad pareca compensar mis inclinaciones de tipo ms intelectual, tu estilo extrovertido complementa mi introversin, tu realismo serva para contrapesar mi intuicin artstica... Lo nuestro era algo as como una amistad ideal. T y yo parecamos dos mitades que se necesitan mutuamente para formar un todo. Pero ahora, cuando yo deseo que t compartas mi forma intelectual de ver las cosas, me fastidia que no te intereses en mis razonamientos objetivos. Ahora, cuando quiero hacerte ver que tu emotividad no es lgica, no parece importarte lo ms mnimo. Al principio parecamos encajar perfectamente. Ahora, tu deseo de extraversin y mi natural ms introvertido parecen dividirnos. Por supuesto que nuestra amistad an puede perdurar. Seguimos teniendo a nuestro alcance lo que es ms humanamente til y hermoso, y ahora no debemos volvernos atrs. Todava podemos compartir todas las cosas que antao compartimos con tanto entusiasmo, cuando por primera vez nos dijimos mutuamente quines ramos t y yo, respectivamente; slo que ahora compartimos de un modo ms profundo, porque somos ms profundos. Si yo sigo escuchndote con la misma sensacin de admiracin y de gozo con que lo haca la principio, y t me escuchas a m del mismo modo, nuestra amistad echar ms firmes y profundas races.