ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA - … · que, sintiendo la necesidad del encuentro con Dios y consigo...
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Nos conocemos ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA “En la noche del 29 de abril de 1950 tuvo lugar en la Basílica Virgen Milagrosa, la inauguración del turno “Divina Pastora” de la Adoración Nocturna. Los adoradores fundadores eran miembros de la “Juventud Antonia” recientemente constituida en el convento de los PP. Capuchinos de Cuatro Caminos. En aquellos días en el templo de la Milagrosa estaban cubiertos todos los días del mes por la Adoración Nocturna, por turnos integrados por 15 o 20 adoradores. El correr de estos 62 años ha dejado su huella y ya de aquellos jóvenes no quedamos más que tres activos; el resto son amigos y compañeros hasta completar el número de nueve”. Este es el testimonio del adorador Francisco Hierro. Hoy en la Basílica están en activo el turno de la Divina Pastora y el turno de La Milagrosa. La Adoración nocturna es un movimiento de la Iglesia impulsado por el Papa y los Obispos. Es una asociación de creyentes que, reunidos en grupos, se turnan velando en las horas de la noche para adorar a Dios en representación de toda la humanidad y en nombre de toda la Iglesia, a través de Cristo y para agradecer al mismo Cristo, Dios y Hombre, su presencia en el Sacramento que los une al Sacrificio redentor. La Adoración Nocturna está extendida por todo el mundo. En las distintas parroquias de España hay grupos de cristianos amantes de la Eucaristía que, sintiendo la necesidad del encuentro con Dios y consigo mismos, asisten a la cita mensual con Jesús Sacramentado. La espiritualidad propia de la Adoración Nocturna trata de imitar a Cristo, Adorador del Padre, que durante su vida mortal oraba frecuentemente de noche, y que ahora perpetúa su adoración, su intercesión y su sacrificio redentor en la Eucaristía.
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Nos conocemos
ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA
“En la noche del 29 de abril de 1950 tuvo lugar en la Basílica Virgen Milagrosa, la inauguración del turno “Divina Pastora” de la Adoración Nocturna. Los adoradores fundadores eran miembros de la “Juventud Antonia” recientemente constituida en el convento de los PP. Capuchinos de Cuatro Caminos.
En aquellos días en el templo de la Milagrosa estaban cubiertos todos los días del mes por la Adoración Nocturna, por turnos integrados por 15 o 20 adoradores. El correr de estos 62 años ha dejado su huella y ya de aquellos jóvenes no quedamos más que tres activos; el resto son amigos y compañeros hasta completar el número de nueve”. Este es el testimonio del adorador Francisco Hierro. Hoy en la Basílica están en activo el turno de la Divina Pastora y el turno de La Milagrosa.
La Adoración nocturna es un movimiento de la Iglesia impulsado por el Papa y los Obispos. Es una asociación de creyentes que, reunidos en grupos, se turnan velando en las horas de la noche para adorar a Dios en representación de toda la humanidad y en nombre de toda la Iglesia, a través de Cristo y para agradecer al mismo Cristo, Dios y Hombre, su presencia en el Sacramento que los une al Sacrificio redentor.
La Adoración Nocturna está extendida por todo el mundo. En las distintas parroquias de España hay grupos de cristianos amantes de la Eucaristía que, sintiendo la necesidad del encuentro con Dios y consigo mismos, asisten a la cita mensual con Jesús Sacramentado.
La espiritualidad propia de la Adoración Nocturna trata de imitar a Cristo, Adorador del Padre, que durante su vida mortal oraba frecuentemente de noche, y que ahora perpetúa su adoración, su intercesión y su sacrificio redentor en la Eucaristía.
Como Adoradores, ejercemos ante Dios lo que constituye un deber de toda criatura racional: reconocer que Dios es Dios, su soberanía sobre todas las cosas y sobre nuestra vida y que es nuestro Salvador en Cristo y nuestro destino. Como Adoradores Nocturnos, que adoramos velando, estamos cumpliendo la misión escatológica de la Iglesia, que debe estar amorosamente atenta a la venida del Señor. Como adoradores agrupados en turnos, con días de vigilia señalados y cubriendo distintas horas de vela, nos sentimos cumplidores de la misión que el Señor encarga a la Iglesia de orar interrumpidamente.Los adoradores de la Basílica, la mayoría ya con muchos años de experiencia, invitan a los feligreses que sientan esta llamada a dedicar alguna hora nocturna a la audiencia intima y personal con Jesús Sacramentado, a pedir información y participar en esta asociación.
