Adiestramiento Canino

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Adiestramiento canino El adiestramiento canino es una necesidad para todos quienes tienen un perro. Pero también es un arte; una pasión compartida por millones de personas en el mundo entero. Quiero compartir contigo los conocimientos sobre adiestramiento de perros que adquirí desde principios de los años 90. Por eso he desarrollado esta sección con el formato de un manual de adiestramiento canino, para que puedas seguirlo a tu propio paso o usarlo como complemento de clases de adiestramiento. Si quieres adiestrar a tu perro por cuenta propia, este manual te guiará desde el principio hasta etapas avanzadas. Con el manual aprenderás los "secretos" del adiestramiento sin necesidad de pasar años de ensayo y error, como les ocurre a la mayoría de las personas que incursionan en el adiestramiento canino. Si eres un adiestrador profesional, este manual te servirá para profundizar tus conocimientos sobre el adiestramiento con clicker, y como guía de referencia durante el desarrollo de tus actividades profesionales. Si sólo estás curioseando, espero que este manual te ayude a comprender la importancia del adiestramiento canino y cómo se lleva a cabo, aunque sólo sea por la satisfacción de aprender algo nuevo cada día. En cualquiera de los casos, mi intención es que este manual se convierta en un referente en español sobre el adiestramiento canino en positivo. Es decir, del adiestramiento sin violencia ni malos tratos. ¿Qué es el adiestramiento canino? El adiestramiento canino es una disciplina que no está definida con claridad, aunque la practican millones de personas en el mundo. Ésta es una de las razones por las que muchos propietarios de perros no entienden la necesidad de entrenar a sus mascotas. También es una de las razones, aunque no la única, por las que existen tantas discrepancias entre adiestradores profesionales. Aunque existen diferentes puntos de vista, en este manual consideraremos que: El adiestramiento canino es el proceso mediante el cual una persona logra que un perro aprenda y adquiera destreza en algo, y mantenga esa destreza. De acuerdo con esta definición, el adiestramiento necesita la participación de una persona, ya sea directa o indirectamente. Por tanto, lo que tu perro aprenda sin tu intervención no forma parte del adiestramiento, aunque sí forme parte de su repertorio de conductas. Nota también que la definición de adiestramiento canino exige la adquisición y mantenimiento de destrezas. Es decir que no basta con enseñarle algo nuevo a tu perro, sino que es necesario mantener y perfeccionar ese aprendizaje para poder decir que tu perro está entrenado. Puesto que las conductas entrenadas necesitan mantenimiento, el adiestramiento es una actividad de por vida. No es posible decir "mi perro está entrenado" y no practicar nuca más. Sin embargo, una vez que las conductas entrenadas se convierten en hábitos, el mantenimiento es fácil y requiere muy poco esfuerzo. Además, como verás más adelante, el adiestramiento de tu perro no se vendrá abajo sólo por unos meses sin práctica. Áreas de aplicación del adiestramiento canino

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Adiestramiento canino

El adiestramiento canino es una necesidad para todos quienes tienen un perro. Pero también es un arte; una pasión compartida por millones de personas en el mundo entero.

Quiero compartir contigo los conocimientos sobre adiestramiento de perros que adquirí desde principios de los años 90. Por eso he desarrollado esta sección con el formato de un manual de adiestramiento canino, para que puedas seguirlo a tu propio paso o usarlo como complemento de clases de adiestramiento.

Si quieres adiestrar a tu perro por cuenta propia, este manual te guiará desde el principio hasta etapas avanzadas. Con el manual aprenderás los "secretos" del adiestramiento sin necesidad de pasar años de ensayo y error, como les ocurre a la mayoría de las personas que incursionan en el adiestramiento canino.

Si eres un adiestrador profesional, este manual te servirá para profundizar tus conocimientos sobre el adiestramiento con clicker, y como guía de referencia durante el desarrollo de tus actividades profesionales.

Si sólo estás curioseando, espero que este manual te ayude a comprender la importancia del adiestramiento canino y cómo se lleva a cabo, aunque sólo sea por la satisfacción de aprender algo nuevo cada día.

En cualquiera de los casos, mi intención es que este manual se convierta en un referente en español sobre el adiestramiento canino en positivo. Es decir, del adiestramiento sin violencia ni malos tratos.

¿Qué es el adiestramiento canino?

El adiestramiento canino es una disciplina que no está definida con claridad, aunque la practican millones de personas en el mundo. Ésta es una de las razones por las que muchos propietarios de perros no entienden la necesidad de entrenar a sus mascotas. También es una de las razones, aunque no la única, por las que existen tantas discrepancias entre adiestradores profesionales.

Aunque existen diferentes puntos de vista, en este manual consideraremos que:

El adiestramiento canino es el proceso mediante el cual una persona logra que un perro aprenda y adquiera destreza en algo, y mantenga esa destreza.

De acuerdo con esta definición, el adiestramiento necesita la participación de una persona, ya sea directa o indirectamente. Por tanto, lo que tu perro aprenda sin tu intervención no forma parte del adiestramiento, aunque sí forme parte de su repertorio de conductas.

Nota también que la definición de adiestramiento canino exige la adquisición y mantenimiento de destrezas. Es decir que no basta con enseñarle algo nuevo a tu perro, sino que es necesario mantener y perfeccionar ese aprendizaje para poder decir que tu perro está entrenado.

Puesto que las conductas entrenadas necesitan mantenimiento, el adiestramiento es una actividad de por vida. No es posible decir "mi perro está entrenado" y no practicar nuca más. Sin embargo, una vez que las conductas entrenadas se convierten en hábitos, el mantenimiento es fácil y requiere muy poco esfuerzo. Además, como verás más adelante, el adiestramiento de tu perro no se vendrá abajo sólo por unos meses sin práctica.

Áreas de aplicación del adiestramiento canino

Se puede decir que existen cuatro áreas generales de aplicación del adiestramiento canino: la educación en buenos modales caninos, la obediencia básica del perro, el adiestramiento deportivo y el adiestramiento especializado para perros de trabajo.

La educación en buenos modales caninos consiste en enseñarle al perro aquellas conductas que son aceptadas por la sociedad humana, y quitarle aquellas que son inaceptables para los humanos. Para algunos adiestradores esto es la educación canina y no forma parte del adiestramiento, pero en este manual consideraremos a los buenos modales caninos como parte del adiestramiento.

La obediencia básica del perro es un conjunto de ejercicios que el perro debe realizar cuando se los piden. Estos ejercicios comprenden cosas como sentarse, echarse, acudir al llamado, quedarse quieto y cosas similares.

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Si bien es posible tener un perro educado sin adiestrarlo en obediencia básica, este tipo de adiestramiento permite una comunicación clara entre el humano y el perro, y le proporciona mayor libertad a éste último. Por eso, encontrarás ejercicios de obediencia básica en este manual.

Existe un conjunto de ejercicios de obediencia básica para algunos deportes caninos, pero algunos de esos ejercicios no son prácticos en la vida real. Aquí aprenderás la obediencia básica que es práctica para la vida cotidiana.

El adiestramiento deportivo es aquél que reciben los perros que participan en deportes caninos. Este tipo de adiestramiento no tiene aplicación directa en la vida cotidiana, pero los perros deportivos suelen estar muy bien entrenados para cualquier situación (aunque existen excepciones a la regla).

Los deportes caninos en los que participan perros de protección (schutzhund, mondio ring, etc.) fueron los primeros en aparecer, y por mucho tiempo fueron los únicos deportes que se practicaban con perros. Por eso, muchos adiestradores consideran que el adiestramiento deportivo solamente comprende deportes con perros de protección. Sin embargo, eso es como sugerir que los demás deportes caninos no son actividades deportivas.

El adiestramiento especializado para perros de trabajo es el adiestramiento más exigente y no todos los perros son aptos para recibirlo.

Este adiestramiento se destina a perros que cumplen una función al servicio del ser humano, como los perros de búsqueda y rescate, perros de protección civil o militar (protección no deportiva), perros lazarillos, perros de asistencia, perros pastores, perros detectores de narcóticos y otros.

El adiestramiento para perros de trabajo exige diferentes habilidades según la especialidad para la que se esté preparando al perro, pero en todos los casos es un adiestramiento superior al que necesita un perro mascota.

Introducción al manual de adiestramiento canino

El adiestramiento canino es una disciplina que tiene tanto de arte como de ciencia.

Existen muchas aplicaciones diferentes del adiestramiento canino. En algunos casos se entrena al perro para colaborar al ser humano en tareas específicas, como la búsqueda y rescate de personas, guardia y defensa, apoyo terapéutico, detección de sustancias, etc. En otros casos se entrena al perro para participar en deportes caninos, ya sea por diversión o con la intención de ganar competencias.

Este manual se enfoca en la aplicación más frecuente del adiestramiento canino: educar a tu perro para que se comporte correctamente en situaciones de la vida cotidiana. En otras palabras, para que sea tu amigo, tu compañero y tu socio. De todos modos, los ejercicios de obediencia básica te servirán si quieres incursionar en deportes caninos u otras actividades.

Una cuestión de género

Para mantener la consistencia entre los capítulos del manual, me referiré a tu perro como "él" y no como "ella".

Estilos de adiestramiento canino

Aunque existen muchos estilos de adiestramiento canino, el manual se basa en los principios del adiestramiento con clicker. La violencia y los malos tratos no son aceptados en este estilo de adiestramiento canino, así que en el manual no encontrarás referencias al uso de collares de ahorque, de púas o eléctricos para entrenar a tu perro. Tampoco encontrarás técnicas que impliquen violencia física o psicológica para entrenar a tu perro.

En pocas palabras, aprenderás a entrenar a tu perro de forma divertida y sin maltratarlo.

Como verás al aplicar los métodos de este manual, el adiestramiento con clicker es muy efectivo y confiable.

Alcance del manual de adiestramiento canino

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Este manual está diseñado para que aprendas a entrenar a tu perro por tu cuenta, o para que lo uses como un complemento de clases de adiestramiento. Comprende tres capítulos teóricos (incluyendo esta introducción) y 13 capítulos prácticos. Además, en los anexos tienes a tu disposición varios artículos sobre adiestramiento canino.

Puedes utilizar este manual para entrenar a perros de todas las razas y de cualquier edad a partir de los dos meses, pero ten en cuenta que no puedes exigirle mucha concentración, precisión o velocidad a un cachorro pequeño. En los capítulos que lo requieran, encontrarás recomendaciones especiales para entrenar cachorros.

Por favor no intentes resolver problemas serios, como la agresión, sin consultar con un veterinario especialista o contratar a un adiestrador profesional. Los problemas serios, y la agresión en particular, tienen que ser evaluados y tratados personalmente por profesionales competentes, y no pueden ser resueltos a través de un manual.

Cómo seguir el manual de adiestramiento canino

No es necesario que leas todos los capítulos del manual para poder educar a tu perro. Por ejemplo, si solamente quieres enseñarle a tu perro a no ensuciar la casa, no necesitas haber leído las seis semanas de la obediencia básica. Sin embargo, el capítulo "Principios del aprendizaje aplicados al adiestramiento canino" es obligatorio porque te proporciona los conocimientos teóricos para comprender el resto del manual.

La segunda parte, "Obediencia canina básica", tiene un programa de seis semanas. Tu perro no estará completamente entrenado al terminar las seis semanas porque la creación de hábitos en el perro toma más tiempo. Sin embargo, ya habrá aprendido los fundamentos necesarios para ser un perro con una educación excepcional. Más importante, tú habrás adquirido los conocimientos y habilidades necesarias para continuar la educación de tu perro hasta el nivel que desees.

Aunque la sección "Obediencia canina básica" tiene un programa de seis semanas, el tiempo real que te tomará completarlo solamente depende de ti. Si practicas diariamente podrás acabar en el tiempo indicado, o incluso antes. Si practicas con menos frecuencia, te tomará más tiempo completar el programa de adiestramiento.

La tercera parte, "Los buenos modales caninos", tiene siete capítulos que puedes leer por separado. En esta parte puedes concentrarte en el capítulo que necesites e ignorar los demás.

Principios del aprendizaje aplicados al adiestramiento canino

Antes de empezar a entrenar a tu perro debes conocer algunos principios del aprendizaje. Estos principios forman parte de las teorías del aprendizaje desarrolladas por los psicólogos, y tienen aplicación en la educación y la modificación de conducta de cualquier animal, incluido el perro.

En este capítulo aprenderás los principios del aprendizaje que se emplean en el adiestramiento de perros. La mayoría de estos principios tiene que ver con teorías conductistas y, principalmente, con el condicionamiento operante.

Por supuesto que el aprendizaje de los perros no se limita a relaciones estímulo-respuesta, pero los modelos cognitivos no proporcionan herramientas de comunicación hombre-perro tan efectivas como las que proporcionan los modelos conductistas. Si te interesa leer acerca de la cognición animal, te recomiendo el libro "The Alex Studies: Cognitive and Communicative Abilities of Grey Parrots", de Irene Pepperberg.

En este capítulo también encontrarás un apartado dedicado a la etología canina (comportamiento natural del perro) y la teoría de la dominancia. Esto no forma parte de las teorías del aprendizaje, pero es importante que comprendas hasta qué punto es útil la etología canina en el adiestramiento y qué mitos se han tejido alrededor de ella.

Los temas que aprenderás en este capítulo son:

Etología canina

Condicionamiento clásico

Condicionamiento operante

El ABC de la conducta

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Reforzamiento positivo

Reforzamiento negativo

Reforzadores condicionados

Principio de Premack

Programas de reforzamiento

Castigo positivo

Castigo negativo

Moldeado y encadenamiento de conductas

Control por el estímulo

Generalización

Extinción de la conducta

Desensibilización

Sensibilización

Resumen del capítulo

La etología es la rama de la biología conductual que estudia el comportamiento natural de los animales, concentrándose principalmente en las conductas instintivas.

A partir de la década de los 40, algunos científicos emplearon a los lobos como modelos para estudiar, desde la perspectiva etológica, las relaciones en grupos de animales sociales. Estos estudios dieron origen a las ideas de la dominancia y el estatus "alfa" de los lobos dominantes.

Como los biólogos de la conducta se enfocaban casi exclusivamente en especies silvestres, existían pocos estudios realizados en perros. Entonces, las ideas de dominancia y "lobo alfa" fueron adoptadas por los adiestradores, bajo el supuesto que la etología del perro es igual (o casi igual) a la etología del lobo.

Lastimosamente se cometieron dos errores muy grandes al trasladar los estudios en lobos al adiestramiento de perros. El primero de estos errores fue que los estudios iniciales estaban sesgados y tenían muchos supuestos que no se cumplen en la realidad. Se habían estudiado interacciones entre lobos de grupos formados en cautiverio y al azar, cuya conducta no correspondía a la de manadas formadas naturalmente.

Acerca de la etología del lobo

Si quieres profundizar tus conocimientos sobre la etología del lobo, puedes empezar por los trabajos de L. David Mech, que estudió el comportamiento de los lobos en la naturaleza (no en cautiverio) por 13 años. En su documento electrónico (en inglés) "Alpha Status, Dominance, and Division of Labor in Wolf Packs" encontrarás más información y referencias.

El segundo error fue considerar que la relación entre lobos de una manada era similar a la relación entre las personas y sus perros. Así, la "traducción" de estos estudios etológicos al adiestramiento canino fue forzada y se buscaron conductas del perro que pudiesen ajustarse a la idea de la dominancia y el "perro alfa".

A continuación conocerás algunos mitos acerca de la dominancia que debes evitar, y algunos signos de estrés del perro que te ayudarán a encarar mejor las sesiones de adiestramiento.

La dominancia en el adiestramiento canino

En el adiestramiento canino se habla con frecuencia de jerarquías, dominancia, "perro alfa" (perro dominante), castigo jerárquico y otras cosas similares. Es común que los problemas de conducta del perro se asocien, equivocadamente, con la dominancia: si el perro jala la correa es dominante, si sube a la cama es dominante, si come antes es dominante, si gruñe o ladra es dominante, etc.

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La verdad es que las jerarquías entre perros no son estables, sino dinámicas, y normalmente no se determinan por la fuerza. Más aún, en muchas interacciones entre perros no existen actitudes de dominancia de ningún tipo, ya que no es necesario establecer jerarquías en todo contacto social. Las únicas interacciones que suelen derivar en lucha son las que tienen que ver con el acceso a recursos limitados, como hembras en celo o comida (en ciertas circunstancias).

Por tanto, olvídate de las ideas de la dominancia y el "perro alfa". No necesitas apelar a estos conceptos erróneos para entrenar a tu perro. De hecho, estas ideas han causado más daños que beneficios en el adiestramiento canino.

Podrás controlar la conducta de tu perro controlando los recursos que son importantes para él, como la comida, los juguetes, los paseos, etc.

Existen cuatro técnicas para someter al perro que son particularmente peligrosas porque pueden provocar una reacción defensiva por parte del animal. NUNCA las debes realizar porque, además de ser riesgosas, arruinarán la relación que tienes con tu perro. Estas técnicas son:

Mantener al perro de espaldas, sujetándolo por las mejillas o el cuello hasta que deje de ofrecer resistencia. Esta técnica se conoce como "alpha roll-over" o "dominance down" y es muy dañina.

Levantar al perro sujetándolo del pellejo de la grupa y el cuello. Sujetar al perro por el pellejo del cuello y arrastrarlo o zarandearlo. Arrastrar al perro sujetándolo por el hocico.

Te menciono estas técnicas para que las reconozcas por si algún adiestrador de la vieja escuela te las sugiere, pero por favor no las realices. Tu perro no se merece ese maltrato.

Signos de estrés

Aunque muchos manuales de adiestramiento hablan acerca de la etología canina (real o ficticia), pocos son los que explican el lenguaje corporal de los perros. Este lenguaje es importante porque te permite interpretar el estado emocional de tu perro, aunque sólo sea de manera general.

Este manual no aborda el lenguaje corporal del perro en detalle, porque eso ocuparía mucho espacio y no todo es relevante para el adiestramiento. Sin embargo, es importante que conozcas algunas conductas básicas que indican que el perro se siente estresado, confundido o amenazado. Si tu perro se siente estresado, confundido o amenazado durante las sesiones de adiestramiento, puede presentar alguna o varias de las siguientes conductas:

Gira la cabeza hacia un costado, evitando el contacto visual. No acepta comida Se rasca. Se mordisquea a sí mismo. Mordisquea objetos constantemente. Se lame el cuerpo. Lame repetidamente sus labios o nariz. Olfatea el suelo. Se queda inmóvil o realiza movimientos muy lentos. Se echa de espaldas (panza arriba). Bosteza. Hace pis. En machos, erección del pene sin motivación sexual.

Estos no son los únicos signos de estrés y ansiedad en perros, pero son los más comunes. Por supuesto, estos signos dependen del contexto. Si tu perro acaba de comer, quizás no acepte comida porque está lleno. O puede rascarse porque le pica algo, olfatear el suelo porque encontró un olor interesante, mordisquear sus juguetes porque está jugando, hacer pis porque tiene ganas, etc. Sin embargo, estas conductas serán muy raras durante las sesiones de adiestramiento si sigues los consejos del manual.

Así que no pienses que tu perro es un maldito desobediente si empieza a rascarse o a olfatear el suelo en medio de una sesión de adiestramiento. Quizás está confundido o estresado.

Condicionamiento clásico

El condicionamiento clásico o respondiente es uno de los tipos de aprendizaje más simples y el primero que fue sometido a investigación científica intensa. Fue el fisiólogo ruso Iván Pavlov quien desarrolló el concepto de condicionamiento clásico, cuando estudiaba procesos digestivos en perros.

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Aprendizaje por condicionamiento clásico

Muchos estímulos ambientales producen respuestas reflejas que no han sido aprendidas. Por ejemplo, la presencia de comida en la boca produce salivación, un ruido fuerte causa sobresalto, la luz intensa produce contracción de las pupilas, etc. Los estímulos que producen estas respuestas se conocen como estímulos incondicionados, y las respuestas se conocen como respuestas incondicionadas. En este caso, el término "incondicionado" significa que no es necesario el aprendizaje para que el estímulo provoque la respuesta.

Otros estímulos son neutros porque no causan las respuestas reflejas en el organismo. Por ejemplo, el sonido de una campanita no provocará la salivación.

El condicionamiento clásico ocurre cuando el estímulo neutro adquiere la propiedad de producir la respuesta incondicionada, porque ha sido asociado repetidas veces con el estímulo incondicionado. Por ejemplo, si haces sonar una campanita cada vez que le das comida a tu perro, después de unas cuantas veces él asociará el sonido de la campanita con la comida, y salivará cada vez que lo escuche.

El estímulo neutro que ha adquirido la propiedad de producir la respuesta refleja se conoce como estímulo condicionado. El término "condicionado" significa que el aprendizaje es necesario para que el estímulo provoque la respuesta.

Es fácil ver el condicionamiento clásico en la vida cotidiana. Abundan los ejemplos con perros:

Perros que se vuelven locos de emoción cada vez que su propietario toma la correa para ir a pasear. Perros que acuden inmediatamente cada vez que ven a sus propietarios levantar el recipiente de

comida. Perros que corren a esconderse cada vez que aparece el jardinero, porque asociaron a esta persona

con eventos desagradables.

El condicionamiento clásico es tan poderoso que se utiliza con frecuencia con fines publicitarios. Por ejemplo, es frecuente que aparezcan mujeres hermosas (la mayoría de las veces con poca ropa) en la publicidad de artículos para hombres. Esto se hace para que los compradores potenciales asocien la sensación agradable de ver a la mujer hermosa con los artículos publicitados.

También debes haber notado que muchas propagandas de artículos para niños o para la familia incluyen un cachorro u otra mascota. La idea es la misma, pero en este caso se busca asociar al artículo con una imagen que evoca ternura y lealtad.

Contracondicionamiento

Una respuesta que ha sido condicionada, también puede ser contracondicionada. Es decir que el aprendizaje por condicionamiento clásico puede revertirse empleando el mismo proceso.

Por ejemplo, un perro que aprendió a ser agresivo porque tuvo malas experiencias con la gente, puede aprender a socializar con las personas si le ocurre algo agradable cada vez que ve un extraño. El proceso de contracondicionamiento se usa con frecuencia para modificar conductas emocionales inapropiadas, y suele llevarse a cabo junto con la desensibilización.

El condicionamiento clásico en el adiestramiento canino

El condicionamiento clásico es una herramienta muy poderosa en el adiestramiento de perros, ya que permite trabajar directamente sobre las emociones del animal. Por tanto, el condicionamiento clásico te será de utilidad para socializar a tu perro, para eliminar fobias que pueda tener y para reducir la agresión. En todos esos casos, el principio de adiestramiento consiste en lograr que tu perro asocie con cosas agradables (comida, juegos, etc.) a la gente, a otros perros y a situaciones estresantes.

También usarás el condicionamiento clásico para crear un reforzador condicionado. Un reforzador condicionado es una señal que le indica a tu perro que ha hecho algo correcto y que las consecuencias de su conducta serán agradables. El reforzador condicionado es la base del adiestramiento con clicker

Condicionamiento operante

El condicionamiento operante es un tipo de aprendizaje que tiene que ver con el desarrollo de nuevas conductas, y no con la asociación entre estímulos y conductas reflejas existentes como ocurre en el condicionamiento clásico. Los principios del condicionamiento operante fueron desarrollados por B. F. Skinner, quien recibió la influencia de las investigaciones de Pavlov y de Edward L. Thorndike.

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Aprendizaje por condicionamiento operante

En el condicionamiento operante las conductas se emiten espontáneamente y sus consecuencias determinan el aprendizaje. Así, las consecuencias agradables tienden a fortalecer una conducta. En cambio, las consecuencias desagradables tienden a debilitar una conducta.

Un ejemplo claro del aprendizaje por condicionamiento operante ocurre en los perros que jalan la correa cuando salen a pasear. El perro jala la correa y su propietario lo sigue, hasta que llegan a donde el perro quiere ir. Entonces, la conducta (inapropiada) de jalar la correa se fortalece porque el perro consigue lo que quería. Es por eso que ves tantos perros arrastrando a sus dueños por las calles.

Por el mismo proceso de aprendizaje, aunque con consecuencias opuestas, algunos niños aprenden que no deben tocar la estufa cuando está caliente. Cuando tocan la estufa se queman la mano. Entonces, la conducta de tocar la estufa cuando está encendida desaparece porque tiene consecuencias desagradables.

Existen varios principios del condicionamiento operante, y verás algunos más adelante, pero todos ellos se pueden resumir en cuatro grandes grupos:

1. Reforzamiento. Es el aumento de la frecuencia de una conducta, resultante de la adición o retiro de algo como consecuencia de esa conducta.

Por ejemplo, tu perro se sienta y le das comida cuando lo hace. Tu perro se sienta cada vez con más frecuencia porque la comida ha funcionado como reforzador. Esto se conoce como reforzamiento positivo porque la adición de algo (comida) aumenta la frecuencia de la conducta (sentarse).

Ahora imagina que tu perro tiene miedo de la gente. Una persona se le acerca y él ladra agresivamente. La persona se aleja y tu perro deja de sentir miedo. Entonces, aprende que ladrando agresivamente puede hacer que la gente que teme se aleje. Esto se conoce como reforzamiento negativo porque el retiro de algo (la gente) aumenta la frecuencia de la conducta (ladrar agresivamente).

2. Castigo. Es la disminución de la frecuencia de una conducta, resultante de la adición o retiro de algo como consecuencia de esa conducta.

Imagina que tu perro se acerca a un extraño al que no le gustan los perros, y esta persona le da una patada. Entonces, tu perro aprende a evitar a las personas. Esto se conoce como castigo positivo porque la adición de algo (la patada) disminuye la frecuencia de la conducta (acercarse a las personas). Este tipo de castigo no es recomendable en el adiestramiento porque tiene consecuencias adversas que implican daño físico y/o emocional del perro.

Un caso diferente ocurre si tu perro está jugando contigo al tira y afloja. Tú tiras del extremo de un trapo, mientras tu perro tira del otro extremo. En su entusiasmo por morder el trapo, tu perro te muerde la mano por lo que terminas el juego y te vas. Entonces tu perro aprende a no morderte cuando juegan. Esto se conoce como castigo negativo, porque el retiro o de algo (el juego) disminuye la frecuencia de la conducta (morder tu mano).

3. Extinción. Es la disminución de la frecuencia de una conducta aprendida, que ocurre cuando dicha conducta no tiene consecuencias. Es decir que dejan de existir las consecuencias que antes reforzaban la conducta.

Imagina que cuando tu perro era un cachorro saludaba a las personas saltando sobre ellas, porque lo acariciaban y jugaban con él. Entonces aprendió que esta es la manera correcta de saludar a la gente. Un buen día, la gente deja de acariciarlo y jugar con él cuando salta. En cambio, le dan la espalda y lo ignoran. Con el tiempo tu perro deja de saltar para saludar a las personas. Esto ocurre porque la conducta aprendida (saltar sobre las personas) deja de tener consecuencias reforzantes y, entonces, se produce la extinción de la conducta.

4. Discriminación y control por el estímulo. Es el aumento de la frecuencia de una conducta en presencia de un estímulo, pero no en presencia de otros.

El control por el estímulo es fácil de observar en perros que tienen un adiestramiento avanzado en obediencia canina. Cuando se le pide al perro que se eche, él se echa. No se sienta, no salta, no da vueltas. Sólo se echa.

Esto ocurre porque la orden para echarse se ha convertido en el estímulo que controla la conducta. Por supuesto, el perro también se echa en otras ocasiones que no tienen que ver con el adiestramiento, como cuando está cansado, porque otros estímulos controlan esa conducta en otras situaciones.

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El condicionamiento operante en el adiestramiento canino

El condicionamiento operante te servirá para modificar la conducta de tu perro porque controlarás todas las consecuencias de su conducta... al menos durante las sesiones de adiestramiento.

En los siguientes temas de este capítulo aprenderás cómo usar el reforzamiento, castigo, extinción y otros principios del condicionamiento operante en el adiestramiento de tu perro.

El ABC de la conducta

Para explicar porqué tu perro se comporta de la manera en que lo hace, debes comprender tres conceptos básicos de la modificación de conductas: antecedentes, conducta y consecuencias.

Los antecedentes son aquellas cosas que ocurren o están presentes antes que se produzca la conducta, y pueden ser cualquier cosa. Puedes considerarlos como el gatillo que dispara la conducta.

La conducta es todo lo que tu perro realiza. Puede ser cualquier acción, ya sea que la veas o no. Por ejemplo, tu perro puede mostrarse muy atento (una conducta que puedes ver) cuando levantas su plato para ponerle comida, pero también puede empezar a salivar y secretar jugos gástricos (conductas que no puedes ver).

La definición de conducta es compleja y existen diferencias sobre esta definición entre quienes estudian el comportamiento (psicólogos, etólogos, etc.). Sin embargo, para los fines prácticos de este manual, basta con decir que la conducta es cualquier cosa que hace tu perro. Como dicen algunos adiestradores "si lo puede hacer un perro muerto, entonces no es conducta".

Las consecuencias son las cosas que ocurren después de la conducta. Como indican los principios del condicionamiento operante, la conducta puede ser modificada por sus consecuencias. Las tres maneras de modificar la conducta a través de sus consecuencias consisten en:

Usar consecuencias que aumentan la frecuencia de la conducta. Estas consecuencias se conocen como reforzadores. También se conocen como recompensas, pero más adelante verás que este término no es correcto.

Usar consecuencias que disminuyen la frecuencia de la conducta. Estas consecuencias se conocen como castigos.

No usar ninguna consecuencia, y así disminuir una conducta aprendida con anterioridad. La ausencia de consecuencias se usa en el proceso de extinción de conductas.

La relación entre antecedentes, conducta y consecuencias se conoce formalmente como contingencia.

¿Por qué ABC?

Los autores norteamericanos popularizaron el acróstico ABC para referirse a las contingencias, porque esas son las iniciales en inglés de los tres elementos de la contingencia: Antecedent, Behavior, Consequence. Aunque viene del inglés, el acróstico se ha popularizado también entre los conductistas de habla hispana.

Las contingencias en el adiestramiento canino

Una consecuencia puede modificar una conducta en particular, solamente si la consecuencia ocurre inmediatamente después de la conducta y no en otras situaciones. Es decir que la consecuencia debe ser dependiente o contingente a la conducta.

Si esa consecuencia ocurre en cualquier momento (no es contingente a la conducta), entonces no modificará la conducta.

Por ejemplo, imagina que le estás enseñando a tu perro a sentarse. Decides que un pedacito de pollo cocido es una consecuencia reforzadora porque a él le gusta mucho el pollo. Entonces, le das un pedacito de pollo cuando se sienta.

Pero después que le diste el primer pedacito de pollo, tu perro se te acerca alegre para recibir más comida. Como te da pena ver sus ojazos de cachorro abandonado, le das un poquito más de pollo. Entonces, tu perro salta y ladra, y le das otro pedacito de pollo "porque es tan tierno". Y así te pasas toda la sesión de

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adiestramiento dándole pedacitos de pollo a tu perro, a veces cuando se sienta y otras veces cuando hace otras cosas.

El resultado es que tu perro se "morfa" medio pollo y no aprende a sentarse. En este ejemplo, el pedacito de pollo no actúa como reforzador de la conducta de sentarse, porque le das a tu perro la comida en diferentes circunstancias. Es decir que el pollo no es contingente a la conducta de sentarse.

Ahora imagina la misma situación, pero solamente le das el pollo a tu perro cuando se sienta. No importa si se te acerca, ladra, salta, resuelve ecuaciones diferenciales o toma rehenes. El pollo cocido aparece solamente después que tu perro se sienta.

En poco tiempo tu perro deja de ladrar, saltar y resolver ecuaciones diferenciales. Incluso libera a sus rehenes. Ahora lo único que hace es sentarse. Esto ocurre porque, en este ejemplo, los pedacitos de pollo cocido sólo aparecen cuando tu perro se sienta. Es decir que el pollo es contingente a sentarse.

En definitiva, para adiestrar a tu perro tienes que controlar las consecuencias y hacer que sean contingentes a la conducta particular que quieres fortalecer o debilitar.

Ah, y si tu perro es capaz de resolver ecuaciones diferenciales o tomar rehenes, el manual de adiestramiento canino no te será de mucha ayuda.

Reforzamiento positivo

El reforzamiento positivo es el aumento en la frecuencia de una conducta cuando se presenta un evento favorable inmediatamente después de esa conducta. Este evento favorable se conoce como reforzador positivo.

En otras palabras, la conducta se fortalece cuando es seguida por un reforzador positivo. El término "positivo" significa que el reforzador se presenta o se "adiciona" después de la conducta.

Los reforzadores positivos suelen ser cosas agradables para el individuo, o cosas por las que el individuo está dispuesto a hacer algún trabajo. Por eso es común que se los confunda con recompensas, pero no son lo mismo.

Un reforzador positivo siempre aumenta la frecuencia de una conducta. En cambio, una recompensa no lo hace.

Imagina que te desafían a comer un plato de cucarachas vivas, a cambio de 1000 dólares. Si te comes las cucarachas te habrás ganado el dinero, pero es poco probable que aumente la frecuencia con que comes cucarachas vivas (que espero sea cero). En este caso, habrás sido recompensado con dinero por comer cucarachas, pero esa conducta no habrá sido reforzada.

Por otra parte, un reforzador positivo no siempre es una recompensa. Todo colegio tiene un profesor odiado por los alumnos. Cuando un alumno se porta mal y ese profesor lo reprende, la reprimenda suele reforzar la mala conducta porque viene del "profesor odiado". En ese caso la consecuencia de la conducta no es una recompensa, pero sí un reforzador positivo.

Puedes ver un ejemplo típico de reforzamiento positivo en la vida cotidiana si observas el comportamiento de un niño pequeño. La mayoría de los niños pequeños, sino todos, lloran para conseguir lo que quieren. ¿Quieren un chocolate? Lloran. ¿Quieren el juguete que tiene su hermana? Lloran. ¿Quieren quedarse viendo tele en vez de ir a dormir? Lloran... Que niños más llorones.

Lo que ocurre es que los llantos incomodan tanto a sus padres que éstos terminan cediendo en la mayoría de las situaciones. Entonces, la conducta de llorar se refuerza positivamente en los niños porque les permite conseguir lo que quieren.

El reforzamiento positivo en el adiestramiento canino

Los reforzadores positivos más comunes en el adiestramiento de perros son la comida y los juegos. Sin embargo, también existen otros reforzadores que puedes usar.

Todos los perros son diferentes entre sí, y cada uno tiene preferencias particulares. Por eso, no es posible afirmar que todos los perros tienen que ser entrenados con tal o cual tipo de comida, o que los juegos de tira y afloja sirven como reforzadores en todos los casos.

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En los diferentes ejercicios del manual encontrarás alternativas para reforzar las conductas que quieres enseñarle a tu perro, aunque en las primeras etapas usarás comida como reforzador principal. En el segundo capítulo encontrarás un ejercicio para identificar reforzadores positivos para entrenar a tu perro en diferentes circunstancias.

A continuación tienes dos ejemplos sobre el uso correcto e incorrecto del reforzamiento positivo en el adiestramiento canino.

Ejemplo 1: Uso correcto del reforzamiento positivo

Uno de los ejercicios de obediencia canina consiste en que el perro se siente a la orden y mantenga esa posición hasta que el adiestrador le indique que puede levantarse.

Para hacer esto, primero se le enseña al perro a sentarse a la orden y, luego, se le enseña a permanecer sentado por períodos cortos. Gradualmente se aumenta el tiempo, hasta que el perro puede quedarse sentado por unos minutos.

Un procedimiento para enseñarle al perro a mantener la posición consiste en darle pedacitos de comida mientras está sentado. Entonces, "quedarse sentado" es la conducta que se refuerza y el perro aprende a mantener esa posición cada vez por más tiempo.

El secreto del éxito en este procedimiento radica en dar la comida mientras el perro está sentado. Si llega a levantarse antes de tomar la comida, se estará reforzando la conducta de levantarse.

Ejemplo 2: Uso incorrecto del reforzamiento positivo

Otro de los ejercicios de la obediencia canina es el "Junto", también llamado "Fuss". Consiste en que el perro camine a la izquierda de su guía, con el hombro a la altura de la pierna izquierda del guía. Además, en la versión estilizada que se usa en algunos deportes caninos, el perro debe ir mirando a los ojos del guía.

Muchos entrenadores usan un juguete alargado, conocido como "chorizo", para entrenar este ejercicio. Cuando el perro camina correctamente, hacen aparecer repentinamente el juguete e inician un juego de tira y afloja con el perro.

El juego de tira y afloja actúa como reforzador, pero el reforzamiento positivo no es contingente porque cuando el entrenador hace aparecer el juguete, el perro deja de mirarlo a los ojos y puede adelantarse. Entonces, la conducta inmediatamente anterior a la presentación del reforzador positivo no es la que se desea y el perro aprende un "Junto" impreciso.

Lo mejor para evitar este problema es usar un reforzador condicionado, que es un tipo de reforzador sobre el que aprenderás más adelante en este capítulo.

Reforzamiento negativo

El reforzamiento negativo es el aumento en la frecuencia de una conducta cuando se retira un evento aversivo (desagradable) inmediatamente después de esa conducta. Este evento aversivo se conoce como reforzador negativo.

En otras palabras, la conducta se fortalece cuando es seguida de la eliminación de un reforzador negativo. El término "negativo" significa que el reforzador se retira o se "sustrae" después de la conducta.

Los reforzadores negativos son desagradables, pero no todo lo que es desagradable actúa como reforzador negativo. Para que algo sea un reforzador negativo, la conducta que lo hace desaparecer tiene que aumentar su frecuencia.

Existen muchos ejemplos de reforzamiento negativo en la vida cotidiana, y uno de los más frecuentes tiene que ver con el llanto de los niños pequeños. Cuando leíste sobre reforzamiento positivo viste que el llanto de los niños pequeños se refuerza positivamente porque con él consiguen lo que quieren.

Bueno, la situación es inversa para los padres. El llanto de los niños resulta desagradable para sus padres. Al ceder a las peticiones de los niños, los padres eliminan ese llanto. Entonces, las conductas con las que ceden a las peticiones del niño aumentan sus frecuencias, ya que son reforzadas negativamente en los padres.

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El reforzamiento negativo en el adiestramiento canino

El reforzamiento negativo es muy frecuente en las técnicas tradicionales de adiestramiento canino. Los entrenadores que usan esas técnicas también usan herramientas que causan molestia, o incluso dolor, para que los perros aprendan. Algunas de estas herramientas son los collares de ahorque, los collares de púas y los collares eléctricos.

Aunque un entrenador hábil puede conseguir buenos resultados con el reforzamiento negativo, existen procedimientos basados en el reforzamiento positivo que son más simples e igualmente efectivos. Por eso, el manual de adiestramiento canino no incluye procedimientos basados en el reforzamiento negativo.

La molestia para el perro es una de las desventajas del reforzamiento negativo, pero no la única. Otras desventajas son que:

El entrenamiento es más lento porque el perro trata de evitar situaciones nuevas. El adiestramiento se convierte en una lucha de poder entre el entrenador y el perro. El aprendizaje activo se reduce porque el perro es obligado por la fuerza a realizar las conductas que

se le enseñan. La relación entre perro y entrenador se malogra porque el perro asocia al entrenador con cosas

desagradables.

Además, cuando se usa reforzamiento negativo y castigo positivo, es muy fácil maltratar al perro sin querer hacerlo. De hecho, muchos procedimientos de adiestramiento basados en reforzamiento negativo son tan crueles que deberían estar prohibidos por las leyes de protección a los animales.

Por supuesto, también existen procedimientos basados en el reforzamiento negativo que no son tan agresivos. Por ejemplo, una manera de enseñarle a un perro a sentarse consiste en realizar una ligera presión a la altura de los riñones del perro, con el pulgar opuesto a los demás dedos, como ves en la secuencia de fotos.

En ese procedimiento, la presión se realiza apretando la espalda baja del perro, y no empujando la grupa hacia abajo. Empujar la grupa hacia abajo causa más resistencia por parte del perro, lo que dificulta el aprendizaje.

Al final, el perro se sienta para evitar la sensación desagradable. Cuando esto ocurre, se retira la presión y la conducta de sentarse es reforzada negativamente.

Ten en cuenta que el ejemplo anterior está en el manual sólo para que comprendas cómo se usa el reforzamiento negativo en el adiestramiento canino. No lo lleves a cabo porque los procedimientos que aprenderás a partir de la primera semana (que son más rápidos y efectivos) te serán más fáciles si tu perro no espera presiones desagradables. Además, si tu perro es pequeño, tiene problemas de espalda o presionas muy fuerte, lo puedes lastimar. Y si lo lastimas te puede morder.

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Reforzadores condicionados

Para que un reforzador positivo sea efectivo, tienes que presentarlo inmediatamente después de la conducta que quieres fortalecer. Si presentas el reforzador varios segundos después, será difícil que tu perro establezca la relación entre la conducta y el reforzador (es decir que el reforzador no es contingente a la conducta).

Esto significa que tienes que conseguir una sincronía entre la conducta de tu perro y la presentación del reforzador. Esta sincronía se conoce como "timing".

Imagina que le estás enseñando a tu perro a sentarse. Él se sienta y le das un pedacito de comida para reforzar la conducta. Pero resulta que cada vez que acercas tu mano para darle la comida, él se levanta para tomarla. Entonces, terminas enseñándole a levantarse, ya que le das la comida a tu perro cuando se levanta y no cuando se sienta. Es decir que tu timing es incorrecto para la conducta que quieres entrenar.

¿Cómo puedes hacer para presentar el reforzador justo después que tu perro se sienta, pero antes que se levante? Necesitas una señal que le indique a tu perro cuál es la conducta correcta. Esta señal es un tipo particular de reforzador positivo que se conoce como reforzador condicionado.

Tipos de reforzadores positivos

Existen dos tipos generales de reforzadores positivos: los reforzadores incondicionados o primarios, y los reforzadores condicionados o secundarios.

Los reforzadores incondicionados no dependen del aprendizaje para adquirir su propiedad reforzante. Es decir que tu perro no tiene que asociarlos con otros eventos para que funcionen como reforzadores. Puedes pensar en estos reforzadores como "reforzadores naturales". La comida y el agua son dos ejemplos típicos de reforzadores incondicionados.

En cambio, los reforzadores condicionados son eventos que se vuelven reforzantes por medio del aprendizaje. Es decir que son eventos neutros que, después de ser asociados con reforzadores existentes, se convierten en reforzadores. Las felicitaciones y los elogios son reforzadores condicionados, ya que no significan nada hasta que se asocian con otros eventos reforzantes.

Los reforzadores condicionados en el adiestramiento canino

Volviendo al ejemplo del principio, imagina que le estás enseñando a tu perro a sentarse, pero antes has creado un reforzador condicionado. Este reforzador condicionado es el sonido "click".

Entonces, cada vez que tu perro se sienta, haces "click" y luego le das un pedacito de comida. Como el "click" es un reforzador condicionado, no es necesario que tu perro permanezca sentado mientras acercas tu mano para darle la comida. La conducta de sentarse ha sido reforzada con el "click", que es seguido de la presentación de la comida.

El reforzador condicionado funciona como una señal que le indica a tu perro "eso que acabas de hacer es lo correcto". Esto te permite retrasar el reforzador primario unos segundos y alcanzar un timing adecuado para enseñarle a tu perro cualquier cosa.

En el cuarto capítulo (la primera semana) aprenderás a crear el reforzador condicionado con un clicker o emitiendo un sonido con tu boca. Ese reforzador condicionado te servirá para marcar las conductas correctas de tu perro y para comunicarte con él.

Principio de Premack

El principio de Premack indica que una conducta de alta probabilidad puede reforzar una conducta de baja probabilidad. Para que esto ocurra, la conducta de alta probabilidad debe ocurrir inmediatamente después de la conducta de baja probabilidad.

El ejemplo clásico del principio de Premack es la norma de permitir a los niños ver la televisión o jugar solamente cuando han terminado sus tareas escolares. Como ver la televisión y jugar son conductas de alta probabilidad, pueden servir para reforzar el hacer las tareas, que es una conducta de baja probabilidad.

Aunque no se sabe con certeza por qué funciona el principio de Premack, su utilidad se ha comprobado tanto en el laboratorio como en aplicaciones prácticas.

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La gran ventaja de este principio es que amplía el número de reforzadores que se pueden usar en la práctica. Por supuesto, no todas las conductas de alta probabilidad sirven como reforzadores en cualquier circunstancia, pero es fácil identificar cuáles sirven porque los resultados se notan con rapidez.

El principio de Premack en el adiestramiento canino

Antes de usar el principio de Premack para entrenar a tu perro, debes conocer algunas conductas de alta probabilidad. Para identificar estas conductas, te bastará con registrar cuáles son las conductas más frecuentes de tu perro en determinadas circunstancias. O, si quieres verlo desde una perspectiva diferente, tienes que identificar las conductas que más le gustan a tu perro.

El empleo de juegos como reforzadores es una manera de aplicar el principio de Premack en el adiestramiento canino. Por ejemplo, los juegos de tira y afloja son muy divertidos para la mayoría de los perros. Es por eso que muchos adiestradores usan estos juegos como reforzadores durante el adiestramiento.

A continuación tienes algunos ejemplos del uso correcto e incorrecto de la aplicación del principio de Premack en el adiestramiento de perros.

Ejemplo 1: Uso correcto del principio de Premack

A tu perro le encanta salir a la calle, así que cada vez que abres la puerta sale disparado, o por lo menos intenta salir. La conducta de salir a la calle es de alta probabilidad cuando abres la puerta.

Entonces, decides usar esta conducta como reforzador para enseñarle a tu perro a esperar hasta que le des una orden para salir a pasear.

Abres la puerta pero le bloqueas el paso a tu perro para que no pueda salir. Cuando tu perro retrocede, vuelves a dejar libre el paso. Él vuelve a intentar salir y le vuelves a bloquear el paso.

Repites este procedimiento varias veces hasta que tu perro espera por un segundo. En ese momento, le das la orden para ir a pasear y le permites salir. Gradualmente, y en varias sesiones, aumentas el tiempo que tu perro debe esperar hasta que le permitas salir.

Este ejemplo incluye el castigo negativo y el principio de Premack. El castigo negativo ocurre cuando bloqueas el paso, y el principio de Premack se expresa en el reforzamiento de la conducta de esperar la orden para salir. Entonces, salir a pasear (conducta de alta probabilidad) es la actividad que usas para reforzar la espera de la orden (conducta de baja probabilidad).

Ejemplo 2: Uso incorrecto del principio de Premack

A tu perro no le gusta mucho ir a recoger una pelota, y realiza esta actividad pocas veces. Más aún, cuando juega a recoger una pelota, se aburre muy rápido y luego se dedica a explorar los alrededores.

Decides enseñarle a sentarse a la orden, y quieres usar ese juego como reforzador. El resultado es que no puedes realizar suficientes repeticiones en cada sesión de adiestramiento, y tu perro no llega a aprender lo que quieres.

El problema en este ejemplo es que el juego de recoger la pelota es una conducta de baja probabilidad. Por tanto, no te sirve para reforzar otras conductas de baja probabilidad. Sería mejor permitirle explorar los alrededores por unos segundos después que se sienta a la orden, porque ésta parece ser una conducta de alta probabilidad.

Ten en cuenta que para aplicar el principio de Premack debes conocer cuáles son las conductas de alta probabilidad (alta frecuencia). No te engañes pensando que conoces las actividades que le gustan a tu perro sólo porque las viste algunas veces.

Programas de reforzamiento

Los programas de reforzamiento sirven para establecer la frecuencia con que refuerzas las conductas de tu perro. El programa de reforzamiento que uses determinará si vas a reforzar todas las conductas correctas de tu perro o solamente algunas.

Los programas de reforzamiento en el adiestramiento canino

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Existen muchos programas de reforzamiento, pero aquí solamente encontrarás dos de ellos porque no necesitarás más para entrenar a tu perro. De hecho, es muy probable que solamente uses uno de estos programas.

Además, los dos programas están enfocados solamente en el reforzamiento positivo.

Los dos programas de reforzamiento que tendrás que considerar son el programa de reforzamiento continuo y el programa de reforzamiento de razón variable.

Tienes que usar el primero mientras le enseñas una nueva conducta a tu perro y hasta que esa conducta está perfectamente establecida.

La aplicación del programa de razón variable es común después que esa nueva conducta está bien establecida, pero es posible que no necesites este programa.

Programa de reforzamiento continuo

Este programa consiste en presentar el reforzador todas las veces que tu perro realiza la conducta que estás entrenando. Por ejemplo, si estás usando comida para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden, tienes que darle un pedacito de comida todas y cada una de las veces que se sienta.

El programa de reforzamiento continuo es obligatorio para enseñarle nuevas conductas a tu perro, ya que es el que permite el aprendizaje. Su principal desventaja consiste en que las conductas aprendidas tienden a extinguirse rápidamente cuando dejan de ser reforzadas.

Como te imaginarás, este programa de reforzamiento asusta a mucha gente, algunos adiestradores incluidos, porque nadie quiere andar todo el tiempo con pedacitos de comida o juguetes para perros.

Sin embargo, lo que mucha gente no comprende (incluyendo a algunos adiestradores) es que los reforzadores no son solamente comida y juguetes.

Por otra parte, si mantienes un estándar alto para el adiestramiento, tu perro no dejará de responderte sólo porque no refuerzas su conducta algunas veces. Por tanto, podrás reservarte los pedacitos de comida sólo para las sesiones de adiestramiento.

Además, a medida que entrenes a tu perro, notarás que algunas órdenes se convierten en conductas de alta probabilidad y pueden ser usadas como reforzadores, tal como lo indica el principio de Premack.

Finalmente, existe una manera más de evitar que las conductas entrenadas desaparezcan cuando no son reforzadas frecuentemente: ponerlas bajo un programa de razón variable.

Programa de reforzamiento de razón variable

Este programa consiste en presentar el reforzador sólo algunas de las veces en que tu perro realiza la conducta correcta. Ten en cuenta que esto sólo sirve para conductas que ya has entrenado, y no para enseñar nuevas conductas.

En el programa de reforzamiento de razón variable, el reforzamiento ocurre de manera aleatoria, de tal forma que tu perro nunca sepa si va a recibir un pedacito de comida o algún juguete la próxima vez que obedezca una de tus órdenes.

La única utilidad de este programa de reforzamiento consiste en evitar que las conductas que le has enseñado a tu perro se extingan por falta de reforzamiento frecuente. Sin embargo, este programa no es necesario para el adiestramiento de la mayoría de los perros.

Si mantienes estándares altos para el adiestramiento, y creas varios reforzadores condicionados (como felicitaciones y caricias), es posible que no necesites el reforzamiento de razón variable.

De todos modos, uno de los métodos que encontrarás en el segundo capítulo emplea un programa de reforzamiento de razón variable. Es un método ideado por la adiestradora de caballos Alexandra Kurland para aumentar la duración de las conductas, y se conoce como el método de los 300 picotazos.

Castigo positivo

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El castigo positivo es la disminución en la frecuencia de una conducta cuando se presenta un evento aversivo (desagradable) inmediatamente después de esa conducta. En otras palabras, la conducta se debilita porque produce la aparición de algo desagradable.

El término "positivo" significa que el castigo consiste en añadir o "adicionar" algo.

Por ejemplo, tu perro tiene la costumbre de mordisquear las plantas del jardín. Entonces, decides rociarlas con un líquido de sabor amargo que compraste en una tienda para mascotas. Cada vez que tu perro muerde una planta, se presenta el sabor desagradable (el castigo), entonces la conducta disminuye su frecuencia hasta que tu perro deja de morder las plantas del jardín.

Acerca de este ejemplo

Existen muchas marcas de líquidos para rociar sobre plantas y muebles, pero ninguna funciona el 100% de las veces. De hecho, es común que los perros se acostumbren al sabor, y sigan mordisqueando plantas, muebles y otros objetos. Sin embargo, el procedimiento funciona en algunos casos.

En el ejemplo anterior, el castigo positivo es contingente a la conducta porque aparece inmediatamente después que tu perro muerde una planta. Ese es un requisito para que el castigo positivo funcione. Si el sabor amargo se presentara varios segundos después, la conducta de mordisquear las plantas no se castigaría y no se reduciría su frecuencia.

En la vida cotidiana existe un concepto diferente de castigo, ya que se considera como algo desagradable que ocurre como consecuencia de un comportamiento inadecuado, pero no siempre reduce la frecuencia de ese comportamiento. Por ejemplo, un padre le da un pellizco a su hijo por comportarse mal. Aunque el comportamiento inapropiado del hijo se detiene en ese momento, su frecuencia no disminuye en el futuro. Esto es lo que se conoce comúnmente como castigo, pero no corresponde a la definición técnica de castigo positivo.

Ten en cuenta que si la aparición de un evento desagradable no reduce la frecuencia de una conducta, entonces no es un castigo positivo. Puede ser abuso, maltrato, venganza o incluso mala suerte, pero no es castigo positivo.

El castigo positivo en el adiestramiento canino

El castigo positivo es muy común en las técnicas tradicionales de adiestramiento canino, y fue popularizado por adiestradores famosos como Bill Koehler y Helmut Raiser.

En este manual no aprenderás procedimientos que involucran el castigo positivo, porque pueden tener efectos colaterales indeseados. Sin embargo, es bueno que conozcas las formas en que se aplica el castigo positivo en el adiestramiento de perros, para que puedas tomar una decisión informada si alguien te propone usar alguna de esas técnicas.

La orden "No" es un castigo suave que puede ser enseñado sin necesidad de malos tratos. En el manual encontrarás una orden que cumple las mismas funciones, pero la enseñarás sin usar castigos positivos.

Los tirones de correa, ya sean con collar normal, collar de ahorque o collar de púas. Son castigos comunes en el adiestramiento tradicional y pueden ser suaves o muy violentos, dependiendo del adiestrador y el estilo que siga.

Los choques eléctricos emitidos por collares eléctricos y por cercas invisibles. Son castigos duros que pueden ser muy efectivos o causar problemas muy serios. En algunos casos se usan los collares eléctricos como reforzadores negativos.

Los sabores amargos o picantes que se aplican sobre ciertas cosas para evitar que el perro las muerda. Pueden ser castigos suaves o duros, dependiendo de la sustancia. Son efectivos en algunos casos, pero no en todos.

Golpear la nariz del perro, con los dedos o con la correa, para llamar su atención durante el ejercicio de "Junto". Es un procedimiento típico de la vieja escuela, y sirve para castigar al perro cuando mira hacia otro lado. Es moderadamente efectivo pero es duro y humillante para el perro, y no es necesario.

Los ruidos fuertes e imprevistos. Se recomiendan en la mayoría de los libros antiguos, pero no se usan mucho en la práctica. Pueden ayudar a detener la conducta del perro en el momento, pero no suelen dar buenos resultados en el largo plazo. Pueden ser castigos muy dañinos con perros hipersensibles o miedosos.

Chorros de agua y otras sustancias que se descargan sobre la cara del perro. Se usan a través de collares antiladridos y otros dispositivos. Aunque parecen castigos suaves, pueden tener efectos muy negativos, porque no suelen ser contingentes a las conductas, por lo que los perros no los relacionan fácilmente con alguna conducta en particular.

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Golpear al perro con un periódico. Es un procedimiento practicado por gente que no tiene la menor idea de adiestramiento. Más que un castigo es una venganza. Quien piense que al perro no le duele que le peguen con el periódico enrollado, debería recibir unos cuantos periodicazos en la nariz estando desprevenido, a ver si le duele o no.

Todas las cosas que tienen que ver con la dominancia ("alpha roll-over", castigo jerárquico, etc.) son castigos positivos. Algunos pueden ser ligeros y otros muy violentos.

Desventajas del castigo positivo

Además del maltrato que recibe el perro, existen muchas desventajas de entrenar con castigos positivos. Estas desventajas dependen de muchos factores, como la intensidad del castigo, la frecuencia del mismo, la habilidad del entrenador, etc.

Algunas desventajas de usar castigo positivo en el adiestramiento canino son:

El castigo puede provocar agresión. Algunos perros reaccionan agresivamente a los castigos duros, porque se sienten amenazados. Se suele clasificar a estos perros como "dominantes", pero el problema real es que se está aplicando un procedimiento incorrecto.

Deterioro de la relación con tu perro. Si entrenas en base a castigos, tu perro te asociará con los castigos. Entonces, la relación que tienes con él se deteriorará.

El castigo no proporciona mucha información. El castigo positivo sirve para eliminar conductas, pero no sirve para enseñar nuevas conductas porque no proporciona suficiente información. Con el castigo el perro solamente aprende a evitar situaciones.

El castigo positivo no es específico. Aún cuando tengas un buen timing para castigar a tu perro, el castigo puede asociarse a diferentes conductas. Por tanto, cuando castigas una conducta inapropiada, también estás castigando otras que pueden ser apropiadas.

Habituación al castigo positivo. Los perros se acostumbran a los castigos ligeros, por lo que cada vez son necesarios castigos más intensos. Es por eso que no basta con un tirón de collar de ahorque para que el perro aprenda, sino que se necesita dar tirones frecuentemente.

No es fácil conseguir un buen timing. Es difícil conseguir un buen timing para castigar positivamente porque este tipo de castigo normalmente requiere el contacto físico. Entonces, es fácil castigar las conductas apropiadas, en lugar de castigar las inapropiadas.

Estas desventajas hacen que el castigo positivo no sea una buena opción para entrenar a tu perro, pero hay algo más que hace del castigo positivo una mala elección: ¿Por qué entrenar a tu perro con castigos si puedes conseguir mejores resultados con métodos amigables?

Cuándo usar castigos positivos

A pesar de todas las desventajas del castigo positivo, existen algunas situaciones en las que se justifica su uso. Las únicas situaciones en que se puede justificar el uso del castigo positivo son aquellas en que la vida o el bienestar de una persona o del perro están en juego.

Tales situaciones podrían incluir perros que deben trabajar en campos de batalla, perros detectores de minas antipersonales, entrenar al perro para evitar víboras venenosas y cosas por el estilo. En estos casos, el riesgo de un error es muy alto, y el castigo positivo puede ser una herramienta útil para establecer niveles excepcionales de confiabilidad, y debería ser usado después que el perro ha aprendido lo que debe hacer.

La educación básica del perro y el adiestramiento competitivo, no requieren de castigos positivos. En estos casos, puedes alcanzar los niveles requeridos de confiabilidad sin necesidad de usar el castigo positivo.

Castigo negativo

El castigo negativo es la disminución en la frecuencia de una conducta cuando se retira un evento favorable inmediatamente después de esa conducta. En otras palabras, la conducta se debilita porque hace que desaparezca algo agradable.

El término "negativo" significa que el castigo consiste en retirar o "sustraer" algo.

Seguramente has sido, o eres, aficionado a algún juego de video o de mesa. Y seguramente has jugado ese juego varias veces. Cada vez que cometiste un error que causaba el fin del juego, esa acción era castigada negativamente. Después de eso, tu comportamiento con relación al juego cambiaba. Quizás realizabas otras acciones o quizás buscabas otro juego porque "éste juego es una reverenda #$%#!". Quizás incluso seguías jugando sin modificar las acciones de tu personaje en el juego, pero sin sentir tanta diversión o justificando las

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acciones erróneas. Cualquiera de esas situaciones involucra un cambio de conducta a causa del castigo negativo.

Si has tenido esas experiencias con un juego, puedes saber cuán poderoso es el castigo negativo. La frustración que causa el retiro o la finalización de algo agradable es muy grande. De hecho, el castigo negativo puede tener tantas desventajas y efectos colaterales como el castigo positivo.

Es por eso que el castigo negativo tampoco es la mejor manera de enseñar algo nuevo. Sin embargo, el castigo puede ser necesario en algún momento para eliminar o reducir alguna conducta inapropiada.

El castigo negativo en el adiestramiento canino

El castigo negativo es la opción adecuada para castigar a tu perro cuando sea necesario. Sin embargo, ten en cuenta que el castigo negativo debe ser usado lo menos posible y nunca para enseñar conductas nuevas.

A lo largo del manual encontrará procedimientos para usar el castigo negativo cuando sea necesario, pero no tienes que usarlo seguido. Una desventaja importante del castigo (tanto positivo como negativo) es que las personas se acostumbran con mucha facilidad a usarlo y luego basan todo el adiestramiento en castigos.

Si necesitas castigar a tu perro por algo, usa el castigo negativo. Pero, por favor, no abuses de él. Si tienes que castigar a tu perro con frecuencia, entonces estás haciendo algo mal. La norma en este método de adiestramiento es que casi nunca es necesario el castigo negativo, y nunca el positivo.

El único ejercicio en que usarás el castigo negativo con cierta frecuencia es la orden "Suelta". Pero aún en ese ejercicio usarás el castigo negativo muy pocas veces y sólo por un par de sesiones... y eso que el ejercicio se basa en el uso del castigo negativo.

A continuación puedes ver un par de ejemplos para familiarizarte con el uso del castigo negativo en el adiestramiento de perros.

Ejemplo 1: Uso incorrecto del castigo negativo

Cada día sacas a pasear a tu perro y lo sueltas en el parque para que juegue con sus amigos. Cuando se cumple el tiempo de paseo llamas a tu perro, le pones la correa y vuelves a tu casa. Con el tiempo, te das cuenta que tu perro deja de acudir cuando lo llamas.

Lo que ocurre en este caso es que cada vez que tu perro obedece a tu llamado, le quitas la oportunidad de seguir jugando con sus amigos. Sin darte cuenta estás aplicando un castigo negativo a la conducta de acudir a tu llamado.

La solución al problema sería que llames a tu perro algunas veces durante cada paseo y le des algún reforzador (alguna galletita o unas caricias) para fortalecer la conducta de acudir a tu llamado. Inmediatamente después, le permites volver a jugar con otros perros, así el volver a jugar también funcionará como reforzador.

Ejemplo 2: Uso correcto del castigo negativo

Juegas con tu perro a jalar un juguete alargado (o un trapo viejo que sea juguete de tu perro). Tu perro jala de un extremo y tú jalas del otro. En un momento dado, tu perro trata de quitarte el juguete y te toca la mano con sus dientes. Inmediatamente terminas el juego y te vas.

Con el tiempo, tu perro evita tocarte con los dientes cuando juegan a jalonear un trapo. En este caso, el castigo negativo consiste en terminar el juego.

Moldeado y encadenamiento de conductas

El moldeado es una técnica que permite desarrollar conductas complejas que no están presentes en el repertorio del individuo y, por tanto, no se pueden reforzar directamente. Por ejemplo, que un perro apoye sus patas traseras en la pared mientras mantiene las delanteras en el suelo. Esta conducta sería imposible de reforzar directamente porque el perro no la realiza nunca de forma espontánea.

Para moldear una conducta final, tienes que reforzar pequeñas aproximaciones sucesivas a dicha conducta, hasta que ésta se produce. Por ejemplo, para lograr que tu perro apoye sus patas traseras sobre la pared, puedes empezar reforzando cada vez que mueve hacia atrás una de esas patas. Luego, refuerzas cuando

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levanta una pata trasera. Después refuerzas que toque la pared con una pata trasera. Y así sucesivamente, hasta que levante las dos patas traseras y las apoye contra la pared.

El moldeado de conductas es una técnica muy útil para conseguir conductas que no son naturales, pero no es la única. Otras técnicas son igualmente efectivas, pero el moldeado tiene la ventaja de que favorece el aprendizaje futuro, desarrolla la creatividad y no necesita la manipulación física (forzar al perro).

Para que no te confundas

Es común que los adiestradores confundan moldeado con modelado. El modelado es una técnica diferente que consiste en manipular físicamente al perro hasta obligarlo a realizar la conducta deseada. En el segundo capítulo aprenderás más sobre esto.

Por su parte, el encadenamiento de conductas consiste en ordenar en una secuencia varias conductas que existen en el repertorio del individuo. La conducta compleja final es la secuencia completa, y se conoce como cadena de conductas.

Por ejemplo, uno de los ejercicios del schutzhund consiste en que el perro salte una valla y recoja un objeto que ha sido lanzado por el guía. Luego, salta la valla de vuelta y entrega el objeto a su guía. Este ejercicio es una cadena de conductas que involucra siete pasos: correr hacia la valla de ida, saltar la valla de ida, tomar el objeto con la boca, correr hacia la valla de vuelta, saltar la valla de vuelta, correr hacia el guía y entregar el objeto. Cada uno de estos pasos es entrenado por separado y luego se unen en una sola cadena de conductas.

A diferencia del moldeado, las cadenas de conductas se suelen construir de atrás para adelante. Es decir que primero se trabaja sobre el final de la cadena (en el ejemplo anterior sería entregar el objeto) y sucesivamente se van añadiendo las conductas anteriores.

Moldeado y encadenamiento de conductas en el adiestramiento canino

Tanto el moldeado como el encadenamiento de conductas son muy útiles en el adiestramiento de perros, pero todavía son pocos los adiestradores que usan estas técnicas conscientemente.

Este manual se basa principalmente en otras técnicas que son más fáciles de llevar a cabo para una persona sin experiencia en adiestramiento. Sin embargo, encontrarás algunos ejercicios de moldeado y encadenamiento de conductas en los anexos. Estos ejercicios te servirán para pensar tus propios métodos de adiestramiento si quieres entrenar trucos, rutinas de freestyle canino u otras cosas que te interesen.

De todos modos, puedes practicar el juego del entrenador para desarrollar tus habilidades en el moldeado de conductas y comprender mejor cómo se siente tu perro durante las sesiones de adiestramiento. Practica el juego del entrenador y vuelve al manual de adiestramiento para continuar aprendiendo.

Control por el estímulo

El control por el estímulo se presenta cuando es probable que ocurra una conducta después de un evento antecedente particular, pero no después de otros estímulos. En otras palabras, una conducta está bajo el control de estímulos si ocurre después de ciertos estímulos, pero no después de otros.

Términos técnicos El control por el estímulo también se conoce como control de estímulos. Cualquiera de los dos usos es correcto.

Para que la conducta se encuentre bajo el control de estímulos, el individuo debe discriminar entre los diferentes estímulos. Es decir que el individuo debe responder de manera diferente a diferentes estímulos.

Por ejemplo, levantar el teléfono es una conducta que está bajo el control de un estímulo: el timbre del teléfono. ¿Cuántas veces levantas el teléfono sin que timbre? Seguramente pocas, si tienes más de tres años... si tienes menos de tres años, entonces felicidades por ser capaz de leer este manual.

Muchos niños pequeños acostumbran a levantar el teléfono y simular que conversan con alguien, imitando a sus padres. En esos casos, la conducta de levantar el teléfono no está bajo el control del timbre telefónico, sino de otros estímulos. A medida que crecen, dejan de levantar el teléfono en cualquier momento, y solamente lo hacen cuando suena el timbre. En ese momento, la conducta de levantar el teléfono se ha puesto bajo control de un estímulo en particular.

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Otro ejemplo típico de control por el estímulo ocurre en las aulas escolares. Si el profesor está en el aula, los niños se sientan en sus pupitres y prestan atención... o por lo menos duermen (viejos recuerdos). Pero si el profesor sale del aula, los niños se levantan, juegan, corren, etc. En este caso, la conducta de los niños está controlada por la presencia o ausencia del profesor.

El control por el estímulo en el adiestramiento canino

El control por el estímulo es fundamental en el adiestramiento de perros. Por una parte, todas las órdenes de la obediencia canina deben convertirse en estímulos que controlan ciertas conductas de tu perro. Por ejemplo, si le pides a tu perro que se siente, debe sentarse y no echarse.

Por otra parte, muchas situaciones de la vida cotidiana también deben actuar como estímulos que controlan la conducta de tu perro. Por ejemplo, si tu perro está sobre la alfombra no debe hacer pis. En cambio, si está sobre una superficie de tierra, puede hacer pis. La alfombra debe actuar como estímulo para que no se presente la conducta de hacer pis, mientras que la superficie de tierra debe actuar como estímulo para que esa conducta pueda ser realizada. En este caso no es necesaria una orden de obediencia, sino solamente los estímulos de la vida cotidiana.

Puedes saber si una conducta de tu perro se encuentra bajo el control de un estímulo si cumple con cuatro propiedades:

1. La conducta ocurre inmediatamente después del estímulo. En teoría, la conducta ocurre siempre después del estímulo, pero en la práctica se pueden dar situaciones en que el perro "falla". Incluso los perros de alta competencia pueden fallar alguna vez, pero el número de errores es tan pequeño que se puede decir que la conducta se presenta "siempre" después del estímulo.

2. La conducta no ocurre si no se presenta el estímulo. Esto es cierto, pero también pueden existir otros estímulos que controlen la conducta en ciertas situaciones. Por ejemplo, tu perro nunca se echa en las sesiones de adiestramiento o en la pista de competencia a menos que se lo ordenes, pero sí se echa sin ninguna orden cuando está en tu casa.

3. La conducta no se presenta como respuesta a otro estímulo. Por ejemplo, tu perro no se sienta cuando escucha la orden "Echado". Igual que en el caso anterior, la orden puede ser el estímulo de control en circunstancias relacionadas con el adiestramiento, pero tu perro puede sentarse en respuesta a otros estímulos en otras situaciones (cuando está en su tiempo libre).

4. Ninguna otra conducta se produce como respuesta a ese estímulo particular. Si le pides a tu perro que se siente, él no salta, no se echa, no sale corriendo, no te muerde, no hace pis, no se rasca, etc.

A medida que avances en los ejercicios del manual, verás cómo las órdenes de obediencia canina y algunos eventos cotidianos se convierten en estímulos que controlan ciertas conductas de tu perro.

A continuación puedes ver un par de ejemplos sobre la aplicación del control por el estímulo en el adiestramiento canino.

Ejemplo 1: Uso correcto del control por el estímulo en el adiestramiento canino

Cuando un perro camina en "Junto", debe ir con el hombro a la altura de la pierna izquierda de su guía. Cuando el guía se detiene, el perro debe sentarse a su lado. Si el guía indica "Quieto", el perro debe quedarse sentado aunque el guía reinicie la marcha.

Muchos adiestradores empiezan a caminar con el pie izquierdo cuando el perro debe continuar la marcha con ellos, y empiezan a caminar con el pie izquierdo cuando el perro debe quedarse quieto.

Esta es una forma de control por el estímulo mediante lenguaje corporal. El perro presta atención a la pierna con la que inicia la marcha el guía y, de acuerdo con eso, responde quedándose quieto o continuando la marcha.

Esta estrategia es muy común y no tiene nada particularmente malo. De hecho, es empleada por muchos adiestradores para facilitar el aprendizaje. Aunque es una estrategia correcta para lograr el control por el estímulo, no es necesaria porque el perro puede aprender a responder solamente con la orden verbal. Entonces, "Junto" y "Quieto" pueden ser suficientes para que el perro sepa si va a continuar la marcha o debe quedarse.

Esta estrategia es un uso correcto del control por el estímulo si no tienes ningún problema en empezar a caminar siempre con la pierna izquierda para que el perro te siga, y empezar a caminar con la pierna derecha

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para que el perro se quede quieto. Sin embargo, es una estrategia incorrecta si quieres eliminar el uso del lenguaje corporal como parte de tu orden.

El lenguaje corporal te puede ayudar a controlar las respuestas de tu perro en ciertos deportes caninos como el freestyle canino y el agility, porque podrás hacer muchos gestos que son admitidos. Sin embargo, puede ser una desventaja en deportes como el schutzhund donde los gestos evidentes son penalizados.

En los ejercicios de este manual de adiestramiento canino, encontrarás explicaciones para lograr el control por el estímulo solamente con las órdenes verbales. También podrás usar señales visuales para que tu perro responda, pero evitarás en la medida de lo posible usar lenguaje corporal adicional.

Ejemplo 2: Uso incorrecto del control por el estímulo en el adiestramiento canino

Cuando se utiliza comida para entrenar a un perro, es frecuente guiar al perro con la comida. Por ejemplo, para lograr que el perro se siente, se lleva la comida por encima de la cabeza del perro y un poco hacia atrás.

Tales procedimientos son muy útiles porque permiten entrenar conductas sencillas en poco tiempo. Sin embargo, muchos adiestradores guían con la comida muchas veces, hasta que ésta se convierte en parte del estímulo que controla la conducta. Entonces, los adiestradores piensan que los perros entrenados con comida solamente responden cuando la comida está presente.

El error está en utilizar la comida como parte del estímulo en todas las ocasiones. Para evitar este problema, basta con que la comida deje de formar parte del estímulo después de unas pocas repeticiones. Ten en cuenta que la comida debe ser usada como reforzador y no como estímulo.

En cada ejercicio del manual encontrarás los procedimientos correctos para evitar que la comida y los juguetes se conviertan en estímulos que controlan las conductas que le enseñas a tu perro.

Generalización

La generalización es la transferencia de las respuestas entrenadas a situaciones diferentes a aquellas en las que se llevó a cabo el adiestramiento. Es decir que para que tu perro responda correctamente en diferentes situaciones, tiene que generalizar lo que aprende durante las sesiones de adiestramiento.

Conceptos del análisis de conductasLa generalización es un concepto que puede implicar fenómenos más complejos, pero para fines prácticos de este manual solamente consideraremos la definición anterior.

Por ejemplo, a las bailarinas de ballet se les exige que mantengan una postura corporal erguida durante las prácticas, los ensayos y las presentaciones. Aunque esta exigencia no está presente en otras situaciones de su vida, las bailarinas de ballet siempre mantienen una postura erguida. Esto ocurre porque la conducta ha sido generalizada a diferentes situaciones.

En cambio, los alumnos de un colegio mantienen un comportamiento tranquilo y atento mientras el profesor está en el aula, pero juegan, ríen, corren y hacen otras cosas si el profesor sale. En este caso el comportamiento tranquilo y atento no se generaliza a otras situaciones porque depende de la presencia de un estímulo, como viste en el apartado sobre control por el estímulo.

Como puedes ver, la generalización es lo opuesto a la discriminación.

La generalización en el adiestramiento canino

La generalización es tan importante en el adiestramiento canino como el control por el estímulo. A través de la generalización puedes conseguir que tu perro obedezca y mantenga un comportamiento adecuado en diferentes circunstancias.

Los perros son excelentes discriminadores, por lo que es relativamente fácil conseguir el control por el estímulo en el lugar de adiestramiento. Sin embargo, también son malos generalizadores, por lo que resulta más difícil que respondan correctamente en diferentes situaciones.

Debido a que los perros generalizan mal, existen muchos perros que han sido "entrenados" pero solamente responden dentro de la casa, o en la escuela canina.

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Quizás hayas conocido perros que fueron entrenados por adiestradores profesionales y que responden muy bien a su entrenador pero no a su dueño. Éste es el resultado de una generalización pobre, y es por eso que muchos adiestradores prefieren enseñarle al dueño en vez de trabajar solamente con el perro. También es por eso que es mejor que seas tú quien entrena a tu perro, y que el entrenador (o este manual) te guíe en el proceso.

También puede ser que conozcas perros que responden muy bien en su casa pero no en el parque. O perros que trabajan muy bien en una pista de competencia pero no en sus casas. Todos esos perros tienen un adiestramiento parcial, en el que falta la generalización.

Cada ejercicio que aprenderás en este manual de adiestramiento canino tiene procedimientos para que tu perro generalice lo que aprende. A continuación puedes ver dos ejemplos sobre la generalización en el adiestramiento.

Ejemplo 1: Presencia de la generalización en el adiestramiento canino

Los perros de búsqueda y rescate proporcionan uno de los mejores ejemplos de generalización en el adiestramiento canino. Estos perros son entrenados para detectar personas a través de su olfato, y su adiestramiento se realiza en condiciones controladas aumentando gradualmente la complejidad del ambiente.

Una vez que los perros de búsqueda alcanzan un nivel determinado de adiestramiento, están listos para participar en operaciones de rescate de personas. Cuando se presenta una de esas situaciones, los perros responden de la misma forma que en las sesiones de adiestramiento porque han generalizado su entrenamiento.

Ejemplo 2: Ausencia de la generalización en el adiestramiento canino

Algunos competidores de schutzhund preparan a sus perros solamente para superar los requisitos de la competencia, pero no trabajan con situaciones variables. Entonces, estos perros responden correctamente sólo si las condiciones de la prueba son parecidas a las de las sesiones de adiestramiento.

Estos perros pueden fallar si se presenta un figurante notoriamente más grande o pequeño que aquél al que están acostumbrados, si el figurante usa la manga en el otro brazo, si los espectadores hacen mucho ruido, etc.

Por supuesto, no todos los perros de schutzhund tienen este problema. Muchos son entrenados con suficientes variantes ambientales como para generalizar su adiestramiento en grado extremo. En particular, los perros de schutzhund de alta competencia reciben un adiestramiento que incluye situaciones muy diferentes a las de la prueba.

En una ocasión pude ver un ejemplo parecido con un perro policía que se desorientó cuando se le puso en frente una figurante mujer de pequeño tamaño y que no se movía. Este perro tenía un adiestramiento excepcional de altísimo nivel, pero hasta ese momento sólo había atacado a figurantes hombres.

Además, el figurante con el que más se había trabajado (un excelente figurante, por cierto) es un señor de talla considerable. Entonces, el perro no había generalizado el ataque a otro tipo de personas. Por supuesto, el perro terminó atacando a la figurante pequeña. La generalización de esta conducta era algo que se buscaba en el adiestramiento de este perro, y la participación de diferentes figurantes era parte del programa de adiestramiento.

Extinción de la conducta

La extinción es el proceso que reduce la frecuencia de una conducta cuando ésta deja de ser reforzada. A diferencia del castigo, en la extinción la conducta no tiene consecuencias desagradables. Simplemente no tiene ninguna consecuencia.

El factor clave en la extinción es que la ausencia de consecuencias significa que la conducta deja de ser reforzada. Es decir que esa conducta antes tenía alguna consecuencia reforzante, pero ya no la tiene.

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La aclaración puede parecer absurda, pero es fundamental para comprender la extinción de conductas. Mucha gente piensa que basta con ignorar una conducta para que ésta se extinga, pero esto no es cierto. Además de ignorar la conducta, tienes que eliminar todos los reforzadores positivos o negativos que el ambiente pueda presentar. En caso contrario, la conducta seguirá siendo reforzada aunque la ignores.

Por ejemplo, imagina que juegas fútbol todos los sábados y siempre vas a la cancha con un amigo. Te alegra que tu amigo vaya porque es el mejor delantero de tu equipo, así que cada sábado lo recoges de su casa. Sin embargo, un sábado te dice que no puede ir porque tiene otras cosas que hacer. Al sábado siguiente ocurre lo mismo, y al subsiguiente también.

Así pasan seis sábados en que tu amigo no puede ir a jugar y, de repente, el siguiente sábado dejas de ir a recogerlo. La conducta de ir a recoger a tu amigo era reforzada porque él siempre estaba listo para ir a jugar, pero se extinguió porque dejó de ser reforzada.

Ahora imagina que cada vez que ibas a recoger a tu amigo tenías la chance de ver a su vecina que es la chica de tus sueños. Quizás seguirías yendo a "recoger" a tu amigo cada sábado porque esa conducta sigue siendo reforzada.

Recuerda que ignorar la conducta no siempre conduce a la extinción. Para que la extinción ocurra, la conducta debe dejar de ser reforzada.

La extinción de conductas en el adiestramiento canino

La extinción de conductas es útil en el adiestramiento de perros, pero no se aplica a muchos casos porque tiene algunas desventajas que vale la pena mencionar.

Una de estas desventajas es que la extinción puede tomar mucho tiempo cuando se trata de conductas fuertemente arraigadas.

Otra desventaja muy importante es que no puedes ignorar todas las conductas inapropiadas de tu perro. Por tanto, la extinción es útil para eliminar algunas conductas inapropiadas, pero no todas. Además, este procedimiento no sirve para eliminar conductas que se refuerzan a sí mismas o redirigir conductas determinadas genéticamente (conductas instintivas).

Otro problema importante consiste en que las conductas que son reforzadas de forma aleatoria e intermitente, entran en el programa de reforzamiento de razón variable y son más resistentes a la extinción. Por tanto, si quieres extinguir una conducta de tu perro, tienes que ser muy constante con esto. Si permites que esa conducta sea reforzada ocasionalmente, sólo la estarás fortaleciendo.

Al aplicar la extinción, debes tener en cuenta que la conducta inadecuada puede empeorar por un tiempo antes de desaparecer. Esto ocurre por la frustración que siente el perro cuando algunas conductas que antes eran reforzadas ya no lo son. Sin embargo, después de este período crítico, las conductas no reforzadas suelen extinguirse.

Los siguientes ejemplos te muestran el uso correcto, incorrecto e irresponsable de la extinción en el adiestramiento de perros.

Ejemplo 1: Uso correcto de la extinción en el adiestramiento canino

Tu perro te salta encima cada vez que llegas a tu casa. También le salta encima a cualquier visitante que llega. Lo que motiva a tu perro es la necesidad de atención, por lo que esa conducta es reforzada cada vez que acaricias a tu perro mientras él te salta encima y también cada vez que lo reprendes. Incluso puedes estar reforzando la conducta si golpeas a tu perro cuando te salta encima (cosa que sé que no harías jamás).

Decides extinguir esa conducta, por lo que le das la espalda a tu perro y lo ignoras cada vez que te salta encima. Al principio, la conducta empeora y tu perro no sólo te salta encima, sino que te muerde tratando de jugar. Sin embargo, con el paso del tiempo, deja de saltarte encima, ya que esa conducta no es reforzada en forma alguna.

En este caso ocurre todo el proceso de extinción de la conducta, incluyendo la etapa en que ésta empeora. Al final la conducta desaparece, aunque no ha sido olvidada por tu perro.

Ejemplo 2: Uso incorrecto de la extinción en el adiestramiento canino

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Tu perro ladra incesantemente cuando se queda en el jardín por la noche, y eso perjudica tu sueño y el de tus vecinos. Decides probar la extinción, así que simplemente ignoras los ladridos de tu perro. Un tiempo después te das cuenta que tu perro no sólo sigue ladrando por la noche, sino que cada vez ladra por más tiempo.

El problema en este caso es que ladrar es una conducta que se refuerza a sí misma, por lo que ignorarla no te servirá más que para que siga ocurriendo. Además, puede empeorar las cosas, ya que otros perros del vecindario pueden adquirir el hábito de ladrar en respuesta a los ladridos de tu perro.

La solución a este problema depende de las características de tu perro y de tu casa. Sin embargo, algunas alternativas posibles serían: modificar el ambiente (dejar a tu perro dormir en tu cuarto), desensibilizar a tu perro a la soledad nocturna o enseñarle una conducta incompatible.

Ejemplo 3: Uso irresponsable de la extinción en el adiestramiento canino

Tu perro sale disparado de tu casa cada vez que se abre la puerta y ataca a cualquier persona o perro que esté en los alrededores. Tú decides extinguir esa conducta ignorándola. Como consecuencia, tu perro lastima a muchas personas y perros, recibe heridas cuando ataca a otros perros, tú recibes una notificación legal y finalmente tienes que entregar a tu perro para que lo pongan a dormir.

La agresión suele reforzarse a sí misma, por lo que es imposible tratarla mediante la extinción. Pero lo peor de este caso no es el error al decidir el procedimiento de trabajo, sino la irresponsabilidad al ignorar los ataques del perro.

Por supuesto, el caso es hipotético, y tú no ignorarías las agresiones de tu perro. Sin embargo, es bueno que lo tengas en cuenta (aunque es un ejemplo extremo) para que notes que la extinción puede resultar inútil y peligrosa en algunos casos. Por ejemplo, tu perro se expone a ser atropellado o a causar accidentes de tránsito si sale corriendo cada vez que abres la puerta. Esta conducta tampoco debe tratarse mediante la extinción ya que el procedimiento sería inútil e inseguro.

Desensibilización

La desensibilización sistemática es una técnica que aumenta la tolerancia a estímulos o situaciones que provocan ansiedad. Consiste en presentar el estímulo gradualmente para que el individuo se acostumbre a él. De esta forma, desaparecen la ansiedad y las conductas asociadas.

Esta técnica fue desarrollada por Joseph Wolpe, y se basa en el condicionamiento clásico o, más precisamente, en el contracondicionamiento.

Qué es la ansiedad Si bien existen muchas definiciones de ansiedad, para los fines prácticos de este manual la consideraremos como la sensación de inquietud, temor, nerviosismo o angustia.

La desensibilización se usa frecuentemente para tratar fobias en las personas. Por ejemplo, las personas que tienen fobia a las arañas pueden superarla exponiéndose gradualmente a estos artrópodos, sin recibir consecuencias desagradables. La exposición puede empezar imaginando las arañas, con fotos de arañas, con videos o presentado arañas vivas a cierta distancia. Una vez que el tratamiento ha dado resultados, esas personas dejan de temer a las arañas.

Para que la desensibilización funcione, se debe presentar el estímulo con una intensidad tan baja que no provoca reacciones incontrolables (por ejemplo, imaginar las arañas). Es decir, que la ansiedad debe ser tan baja que el individuo puede relajarse después de un tiempo corto de exposición al estímulo. Gradualmente se aumenta la intensidad del estímulo, siempre por debajo del umbral de respuesta incontrolable, hasta alcanzar la intensidad máxima (por ejemplo, una araña caminando sobre la mano de la persona).

La desensibilización en el adiestramiento canino

La desensibilización te servirá para eliminar gradualmente ansiedades, miedos, conductas nerviosas y reacciones exageradas de tu perro.

Como no puedes hacer que tu perro imagine las situaciones que le causan ansiedad, tienes que manejar estas situaciones de manera que se presenten gradualmente.

Algunas situaciones en que la desensibilización es útil en el adiestramiento canino son:

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Quitarle al perro el miedo a los truenos y relámpagos. Acostumbrar al perro de caza o al perro de trabajo a los disparos. Reducir la agresión por miedo. Enseñarle a un perro agresivo a tolerar a otros perros y/o a las personas. Acostumbrar al perro a no reaccionar cuando otros perros le ladran desde el otro lado de una reja o

una puerta. Acostumbrar al perro a los bebés antes del nacimiento de un hijo.

Por supuesto, existen otras situaciones en las que la desensibilización es útil para educar a un perro, pero son tantas que no todas pueden ser mencionadas aquí.

Los perros que pasan todo el día en el patio y no salen a pasear con frecuencia, suelen "volverse locos" cuando salen a la calle. Algunos se desesperan por ir a jugar con otros perros, otros actúan agresivamente y otros se aterrorizan de todo lo que ven. Todos estos perros reaccionan de manera exagerada porque no están habituados al ambiente que existe en las calles.

En el otro extremo del espectro, puedes encontrar a los perros que viven en las calles pero reciben comida de algunas personas. Estos perros generalmente son tranquilos, no muy juguetones y no se asustan de estímulos comunes (gente caminando, autos en la calle, etc.). Estos perros están habituados a los estímulos y situaciones comunes en las calles y, por tanto, ignoran esas situaciones. Por supuesto, también pueden reaccionar agresiva o temerosamente, pero esto depende de sus experiencias previas y sus reacciones no son exageradas.

Lo que se busca con la desensibilización es habituar gradualmente al perro a diferentes estímulos. Por tanto, la desensibilización te servirá para que tu perro ignore los estímulos y situaciones de la vida cotidiana que no implican peligro.

Considera los siguientes ejemplos para comprender mejor la desensibilización.

Ejemplo 1: Uso de la desensibilización en el adiestramiento canino

Quieres entrenar a tu perro para que sea cazador, pero él le tiene miedo a los disparos. Entonces, decides usar la desensibilización para eliminar ese miedo.

Para eso, un amigo tuyo hace disparos con un arma de fogueo mientras juegas con tu perro a la distancia. Has tomado la precaución de estar muy alejado de tu amigo, tanto que tu perro ignora naturalmente los disparos. Pasas un tiempo jugando con tu perro mientras tu amigo hace los disparos de fogueo.

Al día siguiente repites el mismo procedimiento, pero tu amigo hace los disparos un poco más cerca. Como sólo se acercó un poco, tu perro sigue ignorando los disparos y se concentra en el juego. Poco a poco, y en varias sesiones, acortas la distancia entre los disparos y tu perro hasta que puedes jugar con tu mascota estando a pocos metros de tu amigo que dispara. Así, logras que tu perro considere a los disparos como algo inofensivo y sin importancia.

Ejemplo 2: Ausencia de desensibilización en el adiestramiento canino

Quieres entrenar a tu perro para que sea cazador, pero él le tiene miedo a los disparos. Entonces, decides acostumbrarlo a los disparos. Te encierras con él en un cuarto y haces varios disparos con un arma de fogueo. Como resultado, tu perro adquiere cada vez más miedo a los disparos y otros ruidos fuertes, hasta que le resulta aterrador verte con un arma en la mano.

En este caso no llevas a cabo un protocolo de desensibilización por que no habitúas gradualmente a tu perro. En cambio, ocurre un proceso de sensibilización que hace que tu perro se asuste cada vez más de los ruidos fuertes y repentinos.

Sensibilización

La sensibilización es el proceso opuesto a la desensibilización. Ocurre cuando una respuesta ansiosa aumenta porque el individuo es forzado a enfrentar situaciones que causan mucha ansiedad.

La sensibilización no tiene utilidad en el adiestramiento de perros, sino que es negativa y puede causar serios problemas de comportamiento. Te la explico en este manual para que puedas reconocerla y evitarla, porque ocurre con frecuencia cuando se aplican incorrectamente algunas técnicas de adiestramiento.

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Una de las técnicas que se usa con mucha frecuencia en el adiestramiento tradicional es la inundación. La inundación consiste en mantener al perro en presencia de un estímulo que le causa mucha ansiedad, sin permitirle escapar, hasta que las respuestas ansiosas dejan de ocurrir.

Cuando se realiza correctamente, la inundación es efectiva para eliminar respuestas ansiosas. Sin embargo, incluso a los profesionales expertos les resulta muy difícil de aplicar correctamente. Y cuando no se aplica correctamente, tiene resultados opuestos a los esperados. Uno de esos resultados es la sensibilización, en la que se aumenta la ansiedad en lugar de reducirla.

El sufrimiento o la frustración que pasa el perro durante el tratamiento es otro de los aspectos negativos de la inundación. De hecho, el sufrimiento o la frustración pueden ser tan intensos que el perro puede reaccionar agresivamente para tratar de evitar esa situación angustiante.

Es por eso que la desensibilización sistemática es un procedimiento más aceptado para solucionar problemas de ansiedad. También existen procedimientos basados en la medicación, pero quedan fuera del alcance del manual de adiestramiento canino y deben ser recomendados por veterinarios especialistas en comportamiento, cuando corresponda.

A continuación puedes ver dos ejemplos de sensibilización y sus consecuencias en el adiestramiento de perros.

Ejemplo 1: Sensibilización al ruido de la aspiradora

Normalmente los perros se asustan con el ruido de la aspiradora. Son pocos los perros que ignoran naturalmente ese ruido.

Cuando se aspira la casa, un perro normal encuentra dos formas posibles de reaccionar ante ese ruido atemorizante: escapar o pelear. Si el perro tiene oportunidad, se aleja de la aspiradora y se esconde en algún lugar. Si el perro no puede escapar, ataca la aspiradora e incluso puede morder a quien trate de detenerlo.

Algunos adiestradores recomiendan encerrar al perro en un cuarto, y encender la aspiradora hasta que el perro se acostumbre. Esto es un caso típico de inundación.

La mayoría de las veces, sin embargo, el perro no pierde el miedo al ruido de la aspiradora, sino que su reacción es cada vez más intensa y puede generalizarse a otros ruidos. Esto es un caso típico de sensibilización.

Un tratamiento más confiable emplearía la desensibilización para solucionar este problema.

Ejemplo2: Sensibilización a los disparos

Una vez me llamó un cazador para que entrene a su pointer porque tenía terror a los disparos. Este perro tenía muy buenas cualidades para la caza, pero su miedo a los disparos impedía que acompañara a su dueño en el campo.

Cuando le expliqué al señor el procedimiento de desensibilización que debía seguir, se enojó y me dijo que no sabía entrenar perros. Me dijo que lo que había que hacer era encerrar al perro en un cuarto y disparar muchas salvas hasta que el perro se acostumbre.

Unas semanas después me volvió a llamar porque el perro era un manojo de nervios y ni siquiera podía lograr que entre a la casa. Cada vez que quería meterlo a la casa, el perro empezaba a llorar y gritar como si lo estuvieran matando.

En lugar de acostumbrar al perro a los disparos, este señor había sensibilizado a su perro a los sonidos fuertes. Peor aún, el perro había asociado los disparos de salva con la casa, por lo que se aterraba cada vez que querían llevarlo adentro. Solamente se mostraba tranquilo cuando estaba a solas en el jardín.

Lastimosamente, ese señor no tenía ningún interés en solucionar el problema del perro a menos que se resolviera en un par de días, cosa que no era posible. Así que su decisión fue regalar al perro y conseguir otro "más valiente".

Resumen del capítulo: principios del aprendizaje aplicados al adiestramiento canino

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En este capítulo viste los principios del aprendizaje que usarás en el adiestramiento de tu perro. También viste algo de etología canina y conociste algunos mitos sobre el comportamiento del perro.

En resumen, en este capítulo aprendiste que:

1. La dominancia y las jerarquías entre perros han sido sobreestimadas por los adiestradores tradicionales. Estas ideas no te servirán para entrenar a tu perro y pueden conducir a procedimientos riesgosos, así que no debes pensar en términos de dominancia y subordinación.

2. Tu perro puede expresar su estrés y confusión mediante lenguaje corporal. Reconocer los signos de estrés te ayudará a identificar los momentos en que tu perro está confundido o angustiado, y así modificar los procedimientos que empleas.

3. El condicionamiento clásico ocurre cuando un estímulo neutro se asocia con un estímulo incondicionado, hasta que el primero es capaz de producir una respuesta incondicionada. Este tipo de aprendizaje te sirve para crear reforzadores condicionados y desensibilizar a tu perro ante estímulos ambientales comunes.

4. En el condicionamiento operante, el aprendizaje depende de las consecuencias de las conductas. Las consecuencias agradables pueden fortalecer una conducta, mientras que las consecuencias desagradables pueden debilitarla. Los cuatro pilares del condicionamiento operante son:

a) El reforzamiento, que aumenta la frecuencia de una conducta que tiene consecuencias favorables.

b) El castigo, que reduce la frecuencia de una conducta que tiene consecuencias desagradables.

c) La extinción, que disminuye la frecuencia de una conducta que no tiene consecuencias.

d) Discriminación y control por el estímulo, que aumentan la frecuencia de una conducta en presencia de un estímulo pero no en presencia de otros.

5. Los antecedentes son los eventos que ocurren antes de la conducta. La conducta es todo lo que realiza el individuo (en este caso, tu perro). Las consecuencias son los eventos que ocurren después de la conducta. Las contingencias son las relaciones entre antecedentes, conducta y consecuencias.

Para modificar una conducta de tu perro tienes que controlar las consecuencias que ocurren inmediatamente después esa conducta, que son las que más impacto tienen sobre el aprendizaje.

6. En el reforzamiento positivo, una conducta se fortalece cuando es seguida por la presentación de eventos favorables. El reforzador positivo se presenta inmediatamente después de la conducta.

El reforzamiento positivo te sirve para enseñarle nuevas respuestas a tu perro. No es lo mismo que las recompensas, porque el reforzamiento positivo siempre fortalece una conducta, mientras que las recompensas no lo hacen.

7. En el reforzamiento negativo, una conducta se fortalece cuando es seguida por el retiro de eventos desagradables. El reforzador negativo se retira inmediatamente después de la conducta.

Este tipo de reforzamiento es frecuente en el adiestramiento tradicional, pero no lo encontrarás en este método porque tiene muchas desventajas.

8. Los reforzadores condicionados son eventos que originalmente eran neutros, pero han adquirido la propiedad de reforzar una conducta. Sirven para "marcar" las conductas correctas de tu perro en el momento en que las realiza y, de esta manera, te proporcionan una vía de comunicación clara con tu mascota.

9. El principio de Premack dice que una conducta de alta probabilidad puede reforzar otra de baja probabilidad. Sirve para aumentar la cantidad de reforzadores potenciales para entrenar a tu perro.

10. Los programas de reforzamiento determinan la frecuencia con que refuerzas las respuestas correctas de tu perro.

Cuando usas el programa de reforzamiento continuo, tienes que reforzar todas las respuestas correctas de tu perro. Este programa es necesario durante la adquisición de nuevas respuestas.

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En el programa de reforzamiento de razón variable tienes que reforzar las respuestas correctas de manera aleatoria e impredecible. Sirve para mantener respuestas que no son reforzadas frecuentemente, pero es muy posible que no lo necesites para entrenar a tu perro.

11. En el castigo positivo, una conducta se debilita cuando es seguida por la presentación de eventos desagradables. El castigador positivo se presenta inmediatamente después de la conducta. Tiene muchas desventajas y puede tener efectos colaterales indeseados, por lo que no usarás este tipo de castigo para entrenar a tu perro.

12. En el castigo negativo, una conducta se debilita cuando es seguida por el retiro de eventos agradables. El castigador negativo se retira inmediatamente después de la conducta. Usarás este tipo de castigo en contadas ocasiones y sólo cuando sea necesario.

13. El moldeado consiste en reforzar sucesivamente aquellas respuestas que se aproximan cada vez más a la conducta final. Sirve para entrenar respuestas complejas que no se presentan espontáneamente.

El encadenamiento de conductas consiste en ordenar secuencialmente las conductas que tu perro ya tiene en su repertorio. Sirve para crear respuestas complejas, conocidas como cadenas de conductas, que comprenden más de una conducta simple.

14. Una conducta está bajo el control de estímulos si ocurre después de ciertos estímulos, pero no después de otros. Para que la conducta se encuentre bajo el control de estímulos, tu perro debe responder de manera diferente a diferentes estímulos. Esto es la discriminación entre estímulos.

15. La generalización es la transferencia de las respuestas entrenadas a situaciones diferentes a aquellas en las que se llevó a cabo el adiestramiento. Para que tu perro responda correctamente en diferentes lugares y situaciones, tiene que generalizar lo que aprende durante las sesiones de adiestramiento.

16. La extinción consiste en reducir la frecuencia de una conducta cuando se la deja de reforzar. La conducta no tiene consecuencias desagradables, pero no se la refuerza nunca más.

17. La desensibilización sistemática aumenta la tolerancia a estímulos o situaciones que provocan ansiedad. Consiste en presentar el estímulo gradualmente para que el individuo se acostumbre a él. Te sirve para eliminar fobias y reacciones emocionales de tu perro frente a estímulos de la vida cotidiana.

18. La sensibilización ocurre cuando una respuesta ansiosa aumenta porque el individuo es forzado a enfrentar situaciones que causan mucha ansiedad. No te sirve para entrenar a tu perro. Por el contrario, es algo que debes evitar.

La sesión de adiestramiento canino

La sesión de adiestramiento canino es el tiempo que dedicas a entrenar formalmente a tu perro sin interrupciones.

Aunque la mayoría de los libros de adiestramiento de perros hablan sobre la sesión de adiestramiento, normalmente le dedican un espacio pequeño y no la tratan en detalle. Por eso, muchos entrenadores principiantes se confunden al decidir cómo van a trabajar en cada sesión. Algunos ocupan mucho tiempo para una sesión, otros eligen mal el lugar, otros tratan de entrenar muchos ejercicios en cada sesión, etc.

Este capítulo te evitará caer en esa confusión. En este capítulo aprenderás todo lo relacionado con las sesiones de adiestramiento canino, desde cuál es el mejor lugar para entrenar a tu perro hasta qué tono de voz debes usar para dar las órdenes.

Antes de iniciar una sesión de adiestramiento canino, tienes que definir en qué lugar la llevarás a cabo, qué criterio entrenarás en esa sesión, qué equipo necesitarás y qué reforzadores vas a usar. En otras palabras, tienes que haber planificado la sesión de adiestramiento antes de empezarla.

Para poder planificar correctamente una sesión, tienes que conocer la diferencia entre sesión y período de adiestramiento canino. También debes comprender la importancia del timing, la tasa de reforzamiento y los criterios de adiestramiento canino.

En este capítulo aprenderás a planificar y llevar a cabo las sesiones de adiestramiento canino. Además, aprenderás algunas estrategias para entrenar nuevas conductas y eliminar malos hábitos de tu perro, y conocerás las categorías de los diferentes ejercicios de obediencia básica. Los temas que verás en este capítulo son:

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El lugar de adiestramiento Períodos y sesiones de adiestramiento Los criterios en el adiestramiento de perros La tasa de reforzamiento El timing en el adiestramiento canino Planes de adiestramiento canino Equipo de adiestramiento canino Cómo usar el clicker Cómo elegir los reforzadores Cómo usar los reforzadores en la sesión de adiestramiento Las órdenes o señales Etapas del adiestramiento Estrategias para entrenar nuevas conductas Estrategias para eliminar malos hábitos Los ejercicios de obediencia básica Resumen del capítulo

El lugar de adiestramiento

El lugar en el que llevas a cabo las sesiones de adiestramiento es de suma importancia. Si eliges bien el lugar de adiestramiento habrás asegurado el 50% del éxito en la sesión. Si, por el contrario, eliges un lugar equivocado, habrás asegurado el fracaso absoluto.

Debes considerar al lugar de adiestramiento como una parte más del equipo que usarás en cada sesión. De la misma manera que no empezarías una sesión de adiestramiento canino sin contar con el equipo adecuado, tampoco debes hacerlo en un lugar inadecuado.

Para enseñarle a tu perro un nuevo ejercicio, debes llevar a cabo la sesión de adiestramiento en un lugar tranquilo y sin distracciones. Tú debes ser lo más

interesante que tu perro encuentre en ese lugar, de tal forma que puedas captar su atención fácilmente.

Además, es bueno que tomes en cuenta las condiciones climáticas. Por ejemplo, te resultará más difícil enseñarle a tu perro a echarse si el piso está muy frío o muy caliente.

Al entrenar nuevos ejercicios, será mejor si realizas las sesiones de adiestramiento dentro de tu casa, porque es donde menos distracciones encontrarás. Por supuesto, debes pedirles a tus familiares que no te interrumpan durante la sesión o, mejor aún, que te colaboren.

No necesitarás un lugar muy amplio para enseñarle nuevos ejercicios a tu perro, así que puedes usar cualquier ambiente cerrado. Algunos lugares útiles para enseñar nuevos ejercicios son: la cocina, el baño, la sala o cualquier ambiente en el que haya suficiente espacio.

Para los perros que viven en el jardínSi tu perro pasa la mayor parte del tiempo en el jardín y rara vez entra en la casa, el mejor lugar para enseñarle nuevos ejercicios quizás sea el jardín. Como él no está acostumbrado a estar adentro, puede distraerse con cierta facilidad cuando entra a la casa. De todos modos, antes de decidirte por el jardín, haz la prueba de llevarlo adentro (con correa) un par de veces para ver cómo reacciona.

Una vez que tu perro ha aprendido un nuevo ejercicio, tiene que generalizar ese aprendizaje, por lo que deberás entrenar en otros lugares. Al principio, serán otros lugares dentro de tu casa. Luego podrás practicar en el jardín y, de forma gradual, empezar a entrenar en la calle.

Antes de cambiar de un lugar a otro, tu perro debe cumplir con el criterio que te hayas planteado. Por ejemplo, antes de empezar a generalizar un ejercicio, tu perro debe realizarlo correctamente en el lugar inicial de adiestramiento.

Las primeras veces que introduzcas nuevos criterios (duración, distancia, distracciones, etc.), debes hacerlo en un lugar tranquilo sin más distracciones que las que tú introduces de forma controlada. Gradualmente podrás ampliar este rango de lugares de práctica hasta que tu perro responda correctamente en cualquier lugar.

No es una buena idea que intentes enseñar nuevos ejercicios en lugares públicos, como el parque, porque tu perro encontrará muchas cosas con qué distraerse. Incluso si no hay personas o perros en la calle o un

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parque, los olores pueden ser una distracción muy intensa. Por tanto, lo mejor es que entrenes cada nuevo ejercicio dentro de tu casa.

A continuación tienes dos ejemplos sobre la elección correcta e incorrecta del lugar de adiestramiento.

Ejemplo 1: Elección correcta del lugar de adiestramiento

Quieres entrenar a tu perro para sentarse a la orden. Empiezas entrenando en el baño, porque ahí no hay ninguna distracción. Te toma dos sesiones enseñarle a tu perro a sentarse a la orden en el baño.

Luego, repites el mismo entrenamiento, pero esta vez en tu dormitorio. Te toma otras dos sesiones.

Después, practicas en la sala cuando no hay nadie en tu casa. Esta vez, a tu perro le toma una sola sesión responder correctamente en el nuevo lugar.

Empleas otras tres sesiones para practicar en la cocina, la lavandería y el dormitorio de tu hijo. Tu perro responde correctamente a la primera sesión en todos estos ambientes, porque ya ha generalizado el ejercicio dentro de tu casa.

Luego empiezas a practicar en el jardín trasero, y tu perro no parece comprender el ejercicio. Te toma tres sesiones hacer que responda correctamente en ese lugar. Cuando lo has logrado, practicas en el jardín delantero y ocurre lo mismo, necesitas tres sesiones más para que tu perro generalice el ejercicio.

En este punto puedes decir que tu perro se sienta a la orden en cualquier parte de tu casa. Todavía falta para que responda correctamente afuera de tu casa, pero tienes claro el procedimiento a seguir, así que seguramente lo lograrás en poco tiempo.

¿Te parecen muchas sesiones? Quizás te parezca que toma mucho tiempo enseñarle a tu perro a sentarse a la orden en tu casa, porque hay muchas sesiones de por medio. ¿Y qué tal si cada sesión sólo dura dos minutos?Cuando lleves a cabo los ejercicios semanales verás que las sesiones son muy cortas y, aunque la generalización no es inmediata, toma menos tiempo del que parece.

Ejemplo 2: Elección incorrecta del lugar de adiestramiento

Quieres entrenar a tu perro para sentarse a la orden. Como tu perro es muy tranquilón, empiezas a entrenar en el parque. Eso sí, tomas la precaución de ir en un horario en que no hay mucha gente ni perros.

Empiezas la sesión y tu perro no te presta la más mínima atención. Si no se distrae con algún sonido, se la pasa olfateando el suelo. No importa que le pongas un filete frente a la nariz, tu perro igual te ignora olímpicamente.

Has elegido mal el lugar inicial de adiestramiento y no podrás enseñarle nada nuevo a tu perro por el momento, porque no está listo para trabajar en ese lugar. Antes de entrenar en el parque tendrías que haberle enseñado algunas cosas en un lugar sin distracciones.

Períodos y sesiones de adiestramiento

El tiempo que le dedicas cada día al entrenamiento de tu perro se divide en períodos y sesiones de adiestramiento canino.

Una sesión de adiestramiento es el tiempo que entrenas de forma continua, sin descansos. En cada sesión ocurrirán varias repeticiones que comprenden una acción tuya y una respuesta de tu perro, sin importar si esa respuesta es la correcta o no.

Por ejemplo, imagina que le estás enseñando a tu perro a echarse. Para esto, acercas un pedacito de comida a su nariz y luego lo mueves lentamente hacia el suelo. Tu perro puede responder echándose, golpeándote la mano con su pata, ladrando, etc. Todo el proceso, desde que acercas el pedacito de comida a tu perro hasta que él responde (echándose o haciendo cualquier cosa), es una repetición.

Pateando el castellano La palabra "evento" sería más apropiada que "repetición" porque la primera acción de cada ejercicio no ha sido realizada antes, pero... a quién le importa. En este manual las llamamos repeticiones aunque no hayan ocurrido antes.

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Entonces, en cada sesión de adiestramiento tendrás varias repeticiones, algunas exitosas y otras fallidas. Es recomendable que al final de cada sesión registres el número de repeticiones exitosas para hacer un seguimiento objetivo del progreso de tu perro. Aprenderás a hacer esto cuando leas acerca de la planificación y los registros en el adiestramiento canino.

Por otra parte, un período de adiestramiento es un conjunto de sesiones sucesivas, separadas entre sí por tiempos de descanso.

Por ejemplo, el lunes haces una sesión de adiestramiento que tiene 10 repeticiones. Al terminar la décima repetición, le das un descanso de medio minuto a tu perro mientras registras los resultados de la sesión. Luego haces otra sesión y no vuelves a entrenar hasta el martes. Entonces, el lunes has realizado un solo período de adiestramiento, que tenía dos sesiones.

Duración de las sesiones y los períodos de adiestramiento

Las sesiones de adiestramiento tienen que ser cortas. De esta manera son más efectivas, más agradables y más fáciles de evaluar. Una buena idea consiste en que cada sesión tenga solamente 10 repeticiones (sin importar si la respuesta es correcta o incorrecta). Si haces las cosas de esta manera, cada sesión durará entre uno y tres minutos aproximadamente.

Más adelante verás que para levantar el criterio de adiestramiento tienes que haber conseguido una tasa de éxito del 80%. Te será más fácil calcular esta tasa si cada sesión tiene 10 repeticiones. Por ejemplo, dos respuestas correctas representarán un 20%; ocho respuestas correctas serán un 80%; etc.

Por supuesto, algunas sesiones serán más largas a medida que el adiestramiento progrese. Por ejemplo, las sesiones en que aumentes la duración de un ejercicio pueden llegar a varios minutos.

Los períodos de adiestramiento pueden incluir dos o más sesiones, pero también deben ser cortos. Un período de dos o tres sesiones es adecuado para empezar. De esta forma, cada período de adiestramiento durará entre cinco y 10 minutos, incluyendo los descansos.

El descanso entre dos períodos de adiestramiento no necesita ser largo. Cinco minutos pueden ser suficientes si tu perro continúa motivado. Sin embargo, suele ser más efectivo programar los períodos de adiestramiento con algunas horas de separación. Por ejemplo, un período de dos sesiones en la mañana y otro en la noche.

Cuánto tiempo entrenar cada día

Como el adiestramiento con clicker es divertido y motiva mucho a los perros, puedes hacer muchos períodos de adiestramiento por día. La motivación de tu perro es lo que determinará si sigues entrenando o no. Si tu perro se motiva fácilmente, puedes hacer muchos períodos diarios. Si tu perro pierde la motivación fácilmente, confórmate con uno o dos períodos cortos cada día.

Para empezar es mejor que consideres un tiempo límite de 10 a 15 minutos diarios dispersos a lo largo del día. Por ejemplo, puedes aprovechar las tandas comerciales del noticiero para entrenar a tu perro. Si el noticiero tiene cuatro tandas publicitarias, tendrás cuatro períodos de adiestramiento cada día. Entonces, puedes hacer una o dos sesiones cortas en cada tanda publicitaria.

O puedes realizar un período de dos o tres sesiones (aproximadamente cinco minutos en total) en la mañana, justo después que tu perro hizo sus necesidades, otro similar en la tarde y otro en la noche.

Si eres un adiestrador profesional y tienes un horario predeterminado para trabajar con el perro, entonces ese horario será el período de adiestramiento y deberás acomodar las sesiones en el tiempo disponible. Por ejemplo, si tienes una hora para trabajar con el perro, puedes realizar cinco o seis sesiones de tres minutos en esa hora, ocupando un máximo de 15 a 20 minutos para el adiestramiento formal. El resto del tiempo lo dedicarás a otras actividades como preparar la sesión, tomar registros, jugar con el perro (muy importante), instruir al propietario, etc.

A medida que progrese el adiestramiento, conocerás mejor a tu perro y podrás decidir si aumentas más sesiones dispersas a lo largo del día.

¿Cuántos ejercicios se deben entrenar en cada sesión?

Ésta es una de las mayores incógnitas de los adiestradores principiantes y, aunque no lo creas, de muchos adiestradores experimentados.

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La razón por la que esta pregunta resulta imposible de contestar es porque no se trata de cuántos ejercicios entrenar en cada sesión, sino de cuántos criterios.

En cada sesión debes concentrarte en un solo criterio de adiestramiento, que es un objetivo final o parcial. En el siguiente tema de este capítulo aprenderás acerca de los criterios de adiestramiento canino y cuál es su importancia en la sesión de adiestramiento.

Cuándo entrenar y cuándo no

Cuando le enseñes un nuevo ejercicio a tu perro, será mejor si llevas a cabo un par de sesiones cortas justo antes de sus comidas. De esta forma, estará muy motivado por la comida y te será más fácil entrenar.

Nunca lleves a cabo las sesiones de adiestramiento inmediatamente después que tu perro ha comido. Un perro que acaba de comer no se motivará fácilmente con comida. Además, si usas juegos para entrenar después de las comidas, tu perro puede sufrir torsión gástrica que es una condición clínica complicada que puede ser fatal.

Entonces, si no quieres o no puedes hacer las sesiones antes de las comidas de tu perro, hazlas por lo menos un par de horas después que ha comido.

También debes asegurarte que tu perro no tiene ganas de ir al baño durante el adiestramiento. Así que si entrenas cerca de sus horarios de ir al baño, dale un tiempo para hacer sus necesidades antes de empezar la sesión. Esto es particularmente importante si entrenas temprano por la mañana.

Por otra parte, debes evitar entrenar ejercicios que requieren gran esfuerzo físico cuando las condiciones climáticas son extremas, especialmente si hace mucho calor. Los perros no resisten bien el calor y pueden sufrir golpes de calor que son muy peligrosos, e incluso fatales. Además, un perro aletargado por el calor no podrá concentrarse en aprender algo nuevo por más que quiera.

Si vives en una zona cálida, evita entrenar al mediodía y programa las sesiones de adiestramiento para temprano por la mañana y/o al terminar la tarde. En cambio, si vives en un lugar muy frío, tal vez sea mejor que entrenes cerca del mediodía para aprovechar el calorcito.

Deja de lado el entrenamiento si tu perro está enfermo o si te parece que lo está. Si tu perro está decaído o enfermo no solamente retrocederás en el adiestramiento, sino que harás pasar un muy mal momento a tu queridísimo amigo de cuatro patas. Incluso podrías poner en riesgo su vida si la enfermedad es grave. En estos casos, consulta inmediatamente con el veterinario.

Los criterios en el adiestramiento de perros

Los criterios de adiestramiento son las respuestas que reforzarás en cada sesión. Al mismo tiempo, son los objetivos que quieres conseguir en esa sesión.

Estos criterios pueden ser pasos intermedios para lograr un ejercicio, el ejercicio completo o secuencias de una cadena de conductas.

Cuando entrenas a tu perro, debes enseñarle cada criterio por separado, alcanzando pequeños objetivos en cada sesión. Aunque parezca ilógico, avanzar poco a poco te permitirá avanzar más rápido. Por eso, nunca intentes entrenar muchos criterios de una sola vez.

Un solo criterio en cada sesión

En cada sesión de adiestramiento debes concentrarte en un solo criterio.

Por ejemplo, imagina que estás entrenando a tu perro para sentarse a la orden. El criterio inicial podría ser que su trasero toque el suelo. Así que cada vez que el trasero de tu perro toca el suelo, refuerzas esa conducta con un pedazo de comida o algún juego.

Tu criterio de adiestramiento es claro: el trasero de tu perro debe tocar el suelo. Entonces, no importa si se sienta rápidamente, lentamente, ladeado o derecho. Mientras su trasero toque el suelo, reforzarás la respuesta. Al terminar la sesión, registrarás todas esas respuestas como repeticiones exitosas.

En cambio, no reforzarás las respuestas en las que tu perro se sienta a medias (sin tocar el suelo con su trasero), se echa, ladra, salta, camina, se te acerca, etc. Todas esas acciones producen repeticiones fallidas.

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Levantar el criterio

Levantar o incrementar el criterio de adiestramiento significa aumentar la dificultad del ejercicio.

Por ejemplo, tu perro se sienta cuando se lo pides, pero lo hace ladeado (apoyándose sobre un costado). Quieres que se siente derecho, así que tu nuevo criterio de adiestramiento exige que distribuya su peso equitativamente. Has levantado el criterio, por lo que sólo reforzarás las respuestas en las que tu perro se sienta derecho. Ya no reforzarás las respuestas en las que se sienta ladeado.

Para levantar el criterio de adiestramiento, debes haber logrado una tasa de éxito del 80% en el criterio anterior para dos sesiones consecutivas de adiestramiento canino.

Por ejemplo, estuviste entrenando a tu perro para que se siente derecho. En la segunda y tercera sesión lograste ocho repeticiones exitosas de las 10 que hiciste. Entonces, tu tasa de éxito es 80% en cada una de esas sesiones y puedes levantar el criterio en la cuarta. En la cuarta sesión quizás podrías reducir el tiempo que tarda en sentarse, o trabajar sobre otro criterio de tu interés.

Si la tasa de éxito es inferior al 80% tienes que seguir en el criterio anterior hasta que alcances el 80% de repeticiones exitosas en dos sesiones consecutivas. Si no logras un 80% en dos sesiones seguidas, tu criterio puede ser muy alto. En este caso, es mejor que retrocedas hasta un criterio más sencillo todavía (por ejemplo, que tu perro se siente aunque sea ladeado).

También es bueno reducir un criterio si ocurren dos repeticiones fallidas sucesivas, aunque la tasa de éxito sea alta.

80 no es 90Es bueno levantar el criterio de adiestramiento cuando alcanzas el 80% de éxito y no esperar hasta el 90% o más. La razón de esto es que las respuestas que presentan un 80% de éxito todavía no están muy bien consolidadas y resulta más fácil levantar el criterio.

Las respuestas que se presentan un 90% de las veces o más, pueden ser más resistentes al cambio y dificultar el incremento del criterio.

Ten en cuenta que al levantar un criterio necesitarás relajar un poco los criterios anteriores por un tiempo. Por ejemplo, si quieres que tu perro se siente inmediatamente cuando le das la orden, puedes no dar importancia a que se siente ladeado por un tiempo. Una vez que tu perro haya comprendido que debe sentarse inmediatamente, podrás exigirle nuevamente que lo haga derecho.

Aunque esto parece muy largo y complicado, en la práctica resulta más sencillo que en la teoría. Cada ejercicio de obediencia del manual de adiestramiento canino está explicado para que lo puedas realizar paso a paso, así que no necesitarás pensar mucho en cómo levantar los criterios. Sin embargo, este conocimiento te servirá para continuar el adiestramiento de tu perro después de la sexta semana.

Los 300 picotazos

Existe otra manera de levantar el criterio, que no exige que consigas un 80% de éxito para el criterio anterior. Este procedimiento fue desarrollado por la adiestradora de caballos Alexandra Kurland y se conoce como "los 300 picotazos".

En el adiestramiento canino, el procedimiento de los 300 picotazos sirve para aumentar la duración y distancia de los ejercicios. Consiste en levantar un criterio cada vez que tu perro responde bien, y volver a empezar desde el principio si tu perro falla.

Por ejemplo, si le estás enseñando a tu perro a mantener la posición de "Sentado", le pides que se siente y cuentas mentalmente UNO. Refuerzas esa respuesta. Luego le pides a tu perro que se siente y cuentas UNO, DOS, y refuerzas si tu perro mantiene la posición. Después repites el procedimiento, contando UNO, DOS, TRES. Y así vas aumentando el tiempo que tu perro mantiene la posición.

Si tu perro se levanta antes que cuentes hasta el número correspondiente, vuelves a empezar desde UNO.

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Para poder llevar a cabo este procedimiento necesitas un reforzador condicionado, que puede ser el "click" de un clicker, porque sino tu perro no sabrá cuándo puede levantarse y cuándo no. Verás una explicación detallada de este procedimiento en cada ejercicio en que lo necesites.

Criterios comunes en el adiestramiento de perros

Los criterios de adiestramiento varían de acuerdo con los objetivos que tienen los entrenadores para sus perros. Sin embargo, existen algunos criterios comunes a todas las aplicaciones del adiestramiento canino. Estos criterios son.

Obtener la conducta básica. El perro realiza la conducta que el entrenador quiere, aunque esta conducta no sea perfecta.

Perfeccionar la conducta. El perro realiza el ejercicio con precisión. Reducir la latencia. El perro obedece inmediatamente después de la orden. Aumentar la duración. El perro mantiene una posición por algún tiempo. Aumentar la distancia. El perro obedece a la orden aunque el adiestrador esté lejos. Aumentar distracciones. El perro responde a las órdenes del entrenador aunque haya distracciones

en el lugar. Aumentar la diversidad. El perro responde en diferentes lugares y con distracciones de diferente

tipo. Discriminación. El perro no confunde las órdenes.

La tasa de reforzamiento

En el adiestramiento canino, la tasa de reforzamiento es el número de reforzadores que tu perro recibe por unidad de tiempo. Por ejemplo, si le das a tu perro 20 reforzadores en un minuto, la tasa de reforzamiento será de 20 por minuto.

Junto con los criterios de adiestramiento y el timing, la tasa de reforzamiento es uno de los factores más importantes para determinar el éxito del entrenamiento.

Debes mantener una tasa de reforzamiento muy alta mientras le enseñas un nuevo ejercicio a tu perro y cuando levantas los criterios de adiestramiento. Lo ideal es ofrecer un reforzador cada dos o tres segundos. Por eso es importante que definas criterios de adiestramiento que pueden ser alcanzados con cierta facilidad.

Obviamente, será difícil que consigas una tasa de reforzamiento muy alta en la primera sesión de un ejercicio nuevo. Tu perro no tendrá la menor idea de lo que quieres y no ofrecerá con mucha frecuencia las respuestas que cumplen tu criterio de adiestramiento. Sin embargo, en cuanto logre comprender la idea básica, podrás aumentar la tasa de reforzamiento con facilidad.

Una vez que tu perro haya convertido los ejercicios de obediencia en hábitos, no será necesario que refuerces con tanta frecuencia esas respuestas en la vida cotidiana. Sin embargo, es buena idea que mantengas elevada la tasa de reforzamiento durante las sesiones de adiestramiento.

Ejemplo 1: Ineficacia de una tasa de reforzamiento baja

Un adiestrador tradicional que conozco estaba entrenando a un perro mestizo. El perro se distraía con facilidad porque el lugar de adiestramiento era un área pública.

Ya llevaban tres semanas entrenando y el perro no respondía a ninguna orden a menos que el entrenador le diera tirones de collar y lo empujara. Según el entrenador, el perro sabía caminar en "Junto" y sentarse a la orden, pero no respondía porque era "muy terco y dominante". Entonces, la única alternativa que había considerado era ponerle al perro un collar de púas.

A simple vista era claro que el entrenador no había elegido correctamente el criterio de adiestramiento, ya que el perro no estaba listo para trabajar en un área pública. De hecho, ni siquiera había intentado entrenarlo en un lugar tranquilo, pero ya catalogaba al pobre perro de terco y dominante. Sencillamente, le estaba exigiendo al perro mucho más de lo que podía dar en ese momento.

Pero al ver una de las sesiones de adiestramiento noté un error adicional: la tasa de reforzamiento era exageradamente baja.

Para lograr que el perro se eche, el entrenador tiraba de la correa hacia abajo, de tal forma que el collar de púas causaba una sensación desagradable o quizás dolorosa al perro. Además, empujaba los hombros del perro para vencer la resistencia del animal. De esta manera lograba que el perro se eche una vez cada minuto

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y medio o cada dos minutos aproximadamente. Cuando el perro se echaba, el entrenador le daba un pedacito de comida para "reforzar" la conducta.

Su conclusión era que el reforzamiento positivo no servía con perros "tercos y dominantes", pero de lo que no se daba cuenta es que no estaba reforzando nada. La tasa de reforzamiento era exageradamente baja. Era imposible que la comida funcionara como reforzador en esas circunstancias.

Darle un pedacito de comida al perro cada minuto no sirve de nada. Incluso cinco refuerzos por minuto proporcionan una tasa de reforzamiento muy baja para enseñar nuevos ejercicios.

Ejemplo 2: Eficacia de una tasa de reforzamiento elevada

Hace unos años entrené un perro bóxer que aprendía nuevos ejercicios con una rapidez impresionante. Sin embargo, era casi imposible sacarlo a pasear porque se emocionaba tanto cuando veía otros perros, que su mente se bloqueaba y no hacía otra cosa más que tirar de la correa.

Esta conducta había sido reforzada muchas veces porque cada vez que arrastraba a sus dueños podía saludar a los otros perros. De hecho, era un perro tan fuerte que era indiferente quién lo sacara a pasear. Él siempre se salía con la suya, arrastrando a cualquier persona.

Aunque habíamos practicado dentro de la casa el ejercicio de caminar sin jalar la correa, no tenía buenos lugares para generalizarlo. Apenas abría la puerta de la casa podía ver dos o tres perros sueltos en esa calle, y el bóxer se volvía loco de emoción al ver a sus amigos.

La solución para entrenar a ese perro fue usar una tasa de reforzamiento extremadamente alta. El perro daba un paso y yo hacía un sonido de click con la lengua (el reforzador condicionado), e inmediatamente le entregaba un pedacito de salchicha o pollo cocido. En otras palabras, el reforzador aparecía con tal rapidez que el perro no tenía tiempo para tensar la correa.

La primera sesión fuera de su casa apenas duró un minuto. Solamente cruzamos la calle y volvimos, pero pudimos pasar al lado de otro perro sin que el bóxer se mosqueara. Estaba completamente atento porque la tasa de reforzamiento era muy alta.

Las siguientes sesiones fueron más sencillas y gradualmente pude reducir la tasa de reforzamiento, hasta que ya no era necesario utilizar comida para pasear al perro.

Así que no subestimes la importancia de la tasa de reforzamiento. Es un factor crucial, tanto cuando levantas el criterio como cuando enseñas nuevos ejercicios.

El timing en el adiestramiento canino

Para que un reforzador positivo sea efectivo, debe ser contingente a la respuesta que estás entrenando. Es decir que tienes que presentar el reforzador positivo en el mismo instante en que tu perro realiza la conducta que quieres fortalecer, o inmediatamente después.

Esta sincronía entre la respuesta de tu perro y la presentación del reforzador positivo se conoce en el adiestramiento canino como timing.

El timing es uno de los factores críticos del adiestramiento porque si tardas demasiado en presentar el reforzador positivo, tu perro no podrá asociarlo con la conducta que querías reforzar. Entonces, estarías reforzando una conducta diferente.

Como no siempre resulta fácil presentar el reforzador positivo en el mismo instante en que tu perro realiza una acción, usarás un reforzador condicionado para marcar esos instantes. El reforzador condicionado será el sonido "click" (hecho con un clicker o con tu lengua) o una palabra corta y fácil de diferenciar.

Ese reforzador condicionado actuará como una señal que marca el inicio del proceso de reforzamiento, y te permitirá retrasar la presentación del reforzador positivo por unos segundos. De esta manera te será más fácil alcanzar un timing óptimo.

El timing para el castigo y el reforzamiento negativoEl timing también es muy importante si entrenas a tu perro con castigo positivo y reforzamiento negativo. Pero como este manual no se basa en esos principios del condicionamiento operante, no aprenderás a desarrollar un buen timing para esos casos.

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Los siguientes ejemplos te ayudarán a comprender mejor la importancia del timing.

Ejemplo 1: Adiestramiento con mal timing

Le has enseñado a tu perro a sentarse a la orden y a quedarse echado. Ahora quieres aumentar la distancia desde la que le das la orden para que se siente.

Dejas a tu perro echado y te alejas dos pasos. Luego le pides que se siente y él se sienta. Entonces te acercas para darle un pedacito de carne cocida, que es lo que usas como reforzador positivo. Pero en el instante en que das el segundo paso, tu perro se levanta. De todos modos le das la carne porque obedeció a la orden de sentarse.

Haces otra repetición. Tu perro vuelve a sentarse cuando se lo pides y vuelve a levantarse cuando te acercas a darle la carne. Después de unas cuantas repeticiones, cada vez que dices "Sentado" desde dos pasos de distancia, tu perro se levanta.

Le has enseñado a tu perro a responder a la distancia... pero no has entrenado el ejercicio que querías. Tu timing era malísimo porque presentabas el reforzador (la carne) cuando tu perro se levantaba y no cuando se sentaba.

Ejemplo 2: Adiestramiento con timing óptimo

Estás en la misma situación que en el ejemplo anterior, sólo que ahora decides usar el sonido "click" de un clicker como reforzador condicionado.

Entonces, dejas a tu perro echado y te alejas dos pasos. Le pides que se siente y él obedece. El momento en que se sienta, haces sonar el clicker. Tu perro se levanta mientras te acercas y le das la carne cocida.

Repites varias veces el procedimiento y cada vez que le pides a tu perro que se siente, él se sienta. No se levanta cuando le da la gana, sino que lo hace después que escucha el sonido del clicker.

En este ejemplo, tu timing es adecuado porque el "click" del clicker es la señal que marca el inicio del proceso de reforzamiento. Por tanto, no importa que tu perro se levante después de ese sonido.

Hacer click A lo largo del manual encontrarás muchas veces la frase "haz click". Esto significa que hagas sonar el clicker, hagas un sonido de click con la lengua o digas la palabra corta que usas como reforzador condicionado.

Alcanza el timing óptimo para entrenar a tu perro

El siguiente ejercicio te ayudará a practicar tu timing hasta que alcances el óptimo. Si vas a usar un clicker para entrenar a tu perro (te lo recomiendo), practica el ejercicio haciendo click con tu clicker y no con la lengua. Es mejor que tu perro no esté cerca mientras practicas el ejercicio, así no te molestará.

Pídele a un amigo que haga rebotar una pelota o, si no tienes quién te ayude, lanza una pelota al aire y déjala que caiga y rebote.

Haz click cada vez que la pelota toque el suelo. Practica todas las veces que necesites hasta que puedas hacer click justo cuando la pelota toca el

suelo. No trates de anticipar el momento de hacer click porque tenderás a hacer click antes que la pelota

toque el suelo. Tienes que considerar como un error a cualquier click que hagas antes que la pelota toque el suelo.

De manera similar, son errores todos los clicks que hagas cuando la pelota ya rebotó. Los aciertos serán todos los clicks que hagas justo cuando la pelota toca el suelo. Si puedes, fílmate practicando este ejercicio. Así podrás ver tus aciertos y errores. Si no puedes

filmarte, intenta que un amigo te indique los aciertos y errores. También pídele a un amigo que practique el ejercicio mientras tú lo observas. Así podrás notar los

errores desde otra perspectiva.

Tres factores críticos para resolver problemas en la sesión de adiestramiento

Cuando se te presenten problemas en las sesiones de adiestramiento, los tres primeros factores que debes revisar son:

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El criterio de adiestramiento . Asegúrate que no sea muy alto para el nivel en que está tu perro. La tasa de reforzamiento . Asegúrate que no sea muy baja. El timing. Asegúrate que sea correcto.

La mayoría de los problemas que surgen en las sesiones de adiestramiento canino se encuentran en esos tres factores.

Planes de adiestramiento canino

Antes de empezar a entrenar a tu perro debes tener claro qué es lo que quieres conseguir. ¿Estás entrenando a tu perro para que tenga buenos modales? ¿Quieres triunfar con tu perro en deportes caninos? ¿Sólo te interesa eliminar un mal hábito de tu perro?

Uno de los errores más grandes de los adiestradores aficionados consiste en entrenar siguiendo una receta. Por ejemplo, los tres primeros días entrenan la orden "Sentado", los tres siguientes entrenan la orden "Echado", luego pasan al ejercicio de "Junto", etc.

Uno de los problemas con ese enfoque es que no hay planificación y no se prevén las posibles contingencias. Otro problema, y quizás más importante, es que con ese enfoque se pueden enseñar muchos ejercicios pero no se sabe para qué.

Por eso es muy importante que planifiques el adiestramiento de tu perro. Primero tienes que definir un objetivo general. Por ejemplo, "quiero que mi perro responda de manera confiable en cualquier lugar y sin correa a todas las órdenes de obediencia canina básica".

Luego tienes que planificar las sesiones de adiestramiento para cada día. Para esto, tienes que definir el criterio sobre el que vas a trabajar en cada sesión, considerando los ocho factores siguientes:

1. Cuál tiene que ser la conducta final. Cómo se verá la conducta o el ejercicio final.

2. Cuál será la latencia de la conducta. ¿La respuesta tiene que ser inmediata o puede demorarse un poco?

3. Duración de la conducta. Si es que tu perro tiene que realizar esa conducta por un tiempo determinado (por ejemplo, estar echado por un minuto).

4. Distancia de respuesta. Si es que las órdenes o señales serán dadas desde lejos.

5. Lugares en que se presentará la respuesta. Por ejemplo, si estás entrenando la orden "Échate", seguramente querrás poder usarla en cualquier lugar que visites frecuentemente con tu perro. En cambio, si quieres que tu perro deje de ladrar cuando suena el timbre de casa, no necesitarás entrenarlo para que haga lo mismo en la casa del tío del amigo de la secretaria del cuñado de la hermana del vecino de tu dentista... a menos que el tío del amigo de la secretaria del cuñado de la hermana del vecino de tu dentista seas tú.

6. Las distracciones que se pueden presentar en la realidad. Por ejemplo, otros perros en el parque, niños corriendo en el patio, comida en el piso de la cocina, etc.

7. La orden o señal que usarás para esa conducta. Define si usarás una orden verbal, señales hechas con la mano, un silbato, etc.

8. Confiabilidad. Es la tasa de éxito de una conducta entrenada. Si bien todas las conductas finales deben ser altamente confiables, la confiabilidad para levantar el criterio de adiestramiento debe ser del 80%. Por supuesto, la confiabilidad de la conducta final debe ser lo más alta posible (cercana al 100%).

Ten en cuenta que la planificación diaria no necesariamente culminará con una conducta completa. Cada sesión debe ser planificada para alcanzar criterios de adiestramiento claramente definidos que, en la mayoría de los casos, serán pasos intermedios para lograr una conducta final. Un porcentaje de éxito del 80% es el necesario para aumentar el criterio en la siguiente sesión.

El registro de las sesiones de adiestramiento

Una forma sencilla de planificar el adiestramiento de tu perro y hacer el seguimiento correspondiente consiste en llevar un registro como el del ejemplo siguiente:

Conducta: Boby se sienta a la orden inmediatamente, derecho y cuadrado.

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Orden (señal): Sentado Latencia: Inmediata. Lugares: En cualquier lugar Distracciones: Cualquier distracción presente en lugares que frecuentamos, especialmente en

el parque donde paseamos todas las mañanas. Otros perros, personas trotando, ciclistas, chicos jugando fútbol. Debe mantener la posición aunque las personas lo acaricien o se le acerquen otros perros.

Duración: Cuatro minutos (dos más que lo exigido por el reglamento de Obediencia Clase Internacional)

Distancia: 15 metros

Fecha Criterio RE RE RE

1-2-2008 Se sienta 3 5 9

2-2-2008 Se sienta derecho 5 4 8

3-2-2008 Se sienta cuadrado 6 7 8

4-2-2008 Se sienta mientras muevo los brazos

5 8

4-2-2008 Se sienta mientras miro en diferentes direcciones

9

5-2-2008 Se sienta mientras troto en mi posición

8

5-2-2008 Introducir la orden 6 8

6-2-2008 Reducir la latencia a menos de dos segundos

2 5 3

En el ejemplo anterior, conducta, orden, latencia, lugares, distracciones, duración y distancia corresponden a lo explicado anteriormente en esta página. Criterio es el criterio de adiestramiento sobre el cuál trabajas en cada sesión. RE muestra el número de repeticiones exitosas en cada sesión de 10 repeticiones. Existen tres columnas porque en el registro de ejemplo se asumen tres sesiones por día, pero tu registro puede tener más.

El ejemplo es hipotético, igual que el perro Boby, pero te permite tener una idea de cómo registrar el avance de las sesiones de adiestramiento para la orden "Sentado".

Nota que el ejemplo asume solamente tres sesiones por día, lo que daría alrededor de cinco minutos diarios de adiestramiento. Esto es muy poco, pero vale para explicar cómo llevar el registro. Si llevas a cabo más sesiones diarias, puedes introducir la orden en uno o dos días.

Analicemos el ejemplo:

El primer día sólo quieres que Boby se siente. En las dos primeras sesiones la tasa de éxito es inferior al 80%, por lo que mantienes ese criterio. En la tercera sesión logras un éxito del 90%, así que decides levantar el criterio.

Nota que en esa primera fecha tuviste dos sesiones sin conseguir el 80% de éxito. En teoría deberías buscar un criterio más sencillo, pero sentarse es algo muy fácil y frecuente para los perros, así que no es necesario reducir el criterio. Eso sería una exageración.

Al día siguiente tu criterio es que Boby se siente derecho. Es decir que debe estar equilibrado lateralmente, sin apoyarse sobre un costado. También te toma tres sesiones conseguir esto.

El siguiente día quieres que Boby se siente cuadrado, o equilibrado sobre el eje antero-posterior. Es decir que no debe estirar hacia adelante sus patas delanteras. Logras esto en tres sesiones más.

El 4-2-2008 empiezas a generalizar la conducta, estableciendo como criterio que Boby se siente aunque estés moviendo los brazos. Como sólo te toma dos sesiones alcanzar el 80% de éxito, dedicas la tercera sesión de ese día a un nuevo criterio: Boby se sienta mientras miras en diferentes direcciones. Consigues este criterio en una sola sesión y es la primera vez que trabajas con dos criterios en un día.

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Al día siguiente continúas generalizando la conducta, pero esta vez trotando en tu sitio. Consigues este criterio en la primera sesión y en la siguiente decides aumentar un criterio muy importante: introducir la orden.

Nota que hasta este momento no has empleado ninguna orden para que Boby se siente. En la segunda sesión de ese día usas la orden "Sentado" por primera vez. Consigues seis repeticiones exitosas, lo que te da un 60% de éxito y tienes que mantener el criterio. En la siguiente sesión consigues ocho respuestas exitosas y puedes aumentar el criterio.

El último día de esa semana decides reducir la latencia (el tiempo entre la orden y la respuesta de tu perro) a menos de dos segundos. Pero no consigues el 80% de éxito en tres sesiones, por lo que debes replantear tu criterio para la siguiente sesión. Quizás debas pensar en un tiempo un poco mayor para comenzar, tres segundos o algo así, y reducirlo poco a poco.

El ejemplo solamente incluye algunos de los criterios que necesitas para lograr la conducta final. Todavía te faltaría reducir la latencia, generalizar la respuesta en diferentes lugares, aumentar distracciones, aumentar la duración y aumentar la distancia. Deberías planificar cada nueva sesión en función a los resultados obtenidos en la sesión anterior.

Cómo seguir y modificar el programa de obediencia canina básica

En este manual de adiestramiento canino encontrarás varios ejercicios de obediencia básica organizados de forma tal que aprendas a entrenarlos en seis semanas. Sin embargo, el tiempo real que te tomará depende de muchos factores: tu dedicación, la velocidad con que desarrolles tus habilidades de adiestrador, la historia previa de tu perro, etc. Por tanto, debes confiar en tu planificación y seguimiento más que en los tiempos preestablecidos en el

manual.

Si un criterio de adiestramiento te toma menos tiempo del que indica el manual, entonces avanza más rápido y no te quedes pegado a ese criterio.

En cambio, si un criterio te toma más tiempo, no te preocupes y avanza más lento. Recuerda que no debes levantar un criterio si no has obtenido una tasa de éxito del 80%. El éxito en el adiestramiento de perros no se encuentra en la velocidad con que se entrena, sino en obtener resultados excelentes.

Por otra parte, puedes elegir los ejercicios que quieras entrenar y descartar aquellos que no te interesen. O, si prefieres, puedes comenzar por un ejercicio que no está en la primera semana.

Lo único que debes respetar absolutamente es la secuencia en que está explicado cada ejercicio. Es decir que debes empezar cada ejercicio por el principio y continuarlo de acuerdo con la secuencia explicada en el manual.

Equipo de adiestramiento canino

Para llevar a cabo los ejercicios obediencia básica necesitas tener el equipo de adiestramiento canino adecuado. En esta página conocerás el equipo de adiestramiento obligatorio, sin el cual no podrás entrenar la obediencia básica.

También conocerás el equipo de adiestramiento opcional. Los elementos del equipo opcional no son imprescindibles, pero algunos te serán muy útiles y es recomendable que los consigas.

Equipo obligatorio para entrenar la obediencia canina

El equipo obligatorio es suficiente para entrenar a la mayoría de los perros. Consiste en un collar o arnés, una correa reglamentaria, una correa larga, comida en trocitos, juguetes para perros, una bolsa o riñonera, una manta o una cama para perros, y una libreta y bolígrafo para llevar el registro de cada sesión de adiestramiento.

Collar o arnés

Cuando empieces a entrenar en lugares abiertos necesitarás algunas herramientas para poder contener a tu perro si se distrae con algo. Si tu perro es mediano o grande, un collar te dará mayor seguridad que un arnés. En cambio, si tu perro es pequeño, un arnés (pechera) será suficiente y más seguro para tu mascota.

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Recuerda que en el adiestramiento con clicker no se usan castigos positivos, así que el collar o el arnés sólo te servirán como herramientas de seguridad. Nunca los usarás para dar tirones o castigar en otra forma a tu perro. Por tanto, el collar debe ser un collar regular para perros, o collar de hebilla. No usarás collares de ahorque o púas.

Si tu perro usa un arnés, también debe ser uno regular, no uno contra tirones. No usarás un arnés contra tirones para entrenar a tu perro, porque con este método no

necesitarás manipularlo físicamente.

Correa reglamentaria

Una correa reglamentaria es una correa de dos metros de largo. Las mejores son las de cuero porque lastiman menos en caso que el perro jale. Sin embargo, es difícil conseguir una correa de cuero de buena calidad, y la mayoría se desgastan muy rápido.

Si no puedes conseguir una correa de cuero de buena calidad, consigue una de nylon. Las correas de nylon pueden lastimarte las manos si tu perro jala repentinamente, así que no son la mejor opción. Sin embargo, incluso las de mala calidad suelen ser resistentes y duran mucho. Si eliges una correa de nylon, busca una gruesa y ancha porque lastiman menos en caso que tu perro jale.

Al igual que el collar, la correa sólo te servirá como medida de seguridad. Sin embargo, ten por seguro que en algún momento tu perro jalará de la correa cuando entrenes el ejercicio de "caminar sin jalar la correa". Entonces, asegúrate que tanto la correa como el collar sean resistentes.

Si no consigues una correa de dos metros, busca una con longitud similar. Puede ser un poco más larga o más corta.

Correa larga

La correa larga tiene cinco o más metros de longitud. Te servirá como medida de seguridad cuando empieces a practicar ejercicios a distancia en lugares públicos. No la usarás para castigar a tu perro.

Con muchos perros no es necesaria la correa larga, pero proporciona una sensación de seguridad que ayuda mucho en el adiestramiento. Me atrevería a decir que es un elemento más útil para tranquilizar al entrenador que para contener al perro.

No necesitas la correa larga para empezar a entrenar porque comenzarás a usarla en la sexta semana de la obediencia canina. Así que tienes tiempo para conseguirla.

Si no consigues una correa de cinco metros, puedes fabricar una con una cuerda. Sólo asegúrate que sea suficientemente gruesa para no lastimarte las manos si necesitas sujetarla repentinamente.

Las correas extensibles son excelentes para pasear, pero no sirven para el adiestramiento porque siempre mantienen alguna tensión sobre el collar o el arnés. No confundas la correa larga con las correas extensibles. La correa larga no es retráctil, es solamente una correa de cinco metros o más.

Comida en trocitos

La comida te servirá para reforzar las respuestas correctas de tu perro en las primeras etapas del adiestramiento. Para que sea efectiva, tiene que estar cortada en trocitos pequeños, de tal manera que puedas realizar muchas repeticiones en cada sesión.

Si los trozos de comida son muy grandes, tu perro se llenará rápidamente y no podrás hacer muchas repeticiones. Además, la tasa de reforzamiento será baja porque tu perro necesitará más tiempo para masticar y tragar.

No existen reglas precisas sobre el tamaño en que debe estar cortada la comida, pero pedacitos del tamaño de una arveja funcionan bien con la mayoría de los perros. En algunos casos quizás necesites usar pedazos más grandes al empezar las sesiones, pero eso lo aprenderás cuando veas cómo elegir los reforzadores.

Es importante que la comida que uses como reforzador sea algo muy agradable para tu perro. Con algunos perros puedes usar su comida regular o golosinas comerciales para perros, pero con otros necesitarás carne cocida, salchichas, pollo cocido y otras comidas para humanos.

Nunca uses golosinas para humanos porque pueden ser muy dañinas para tu perro. Especialmente el chocolate, que es tóxico para los perros y en grandes cantidades puede matarlos.

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Juguetes para perros

Los juguetes son otros reforzadores muy efectivos. Aunque usarás comida para entrenar los primeros criterios de cada ejercicio, los juguetes te servirán para variar los reforzadores, fortaleciendo aún más las respuestas de tu perro.

También te servirán para reducir la latencia (aumentar la velocidad de respuesta de tu perro) porque te permitirán llevar a tu perro a un estado de gran entusiasmo.

Los juguetes más comunes en el adiestramiento canino son las pelotas, las cuerdas y los "chorizos" o mordientes. Los últimos son unos juguetes alargados que sirven para jugar al tira y afloja con el perro.

Sin embargo, los juguetes que usarás para entrenar a tu perro serán aquellos que más le gusten a él. Debes asegurarte que sean lo suficientemente grandes como para que no los pueda tragar, ya que eso puede ser muy peligroso. También debes asegurarte que no sean tóxicos.

Las pelotas de tenis son muy útiles y les gustan a la mayoría de los perros, pero debes cuidar que tu perro no las destroce porque podría tragarse los pedazos. El mismo consejo vale para cualquier juguete de tu perro.

Bolsa o riñonera

También necesitarás una riñonera o bolsa que puedas sujetar a tu cinturón o ajustar alrededor de tu cintura. Esta bolsa te servirá para guardar los pedacitos de comida durante las sesiones de adiestramiento, de forma que los tengas a mano para dárselos a tu perro rápidamente.

Una riñonera funciona muy bien, pero también hay bolsitas especiales que venden en las tiendas para mascotas. Estas bolsas se venden como "bolsas para recompensas".

Manta o cama para perros

Una mantita o una cama para perros te servirán para enseñarle a tu perro a ir a su lugar. Es un elemento muy útil cuando quieres entrenar a tu perro para que se quede en un sitio sin molestar.

Libreta y bolígrafo

Finalmente, necesitarás un cuadernito o una libreta y un bolígrafo. Este material te servirá para llevar el registro de las sesiones de adiestramiento.

También puedes usar un tablero de cartón prensado con un clip para sujetar las hojas. Yo uso uno de esos porque me resulta más cómodo imprimir los formularios de registro, como el formulario de ejemplo de los planes de adiestramiento canino, en lugar de hacerlos a mano.

Equipo opcional para entrenar la obediencia canina

El equipo opcional no es necesario con la mayoría de los perros, pero puede ser muy útil en algunos casos. Aunque no es obligatorio, te puede facilitar el entrenamiento de muchos ejercicios. Algunos de los elementos de este equipo son más útiles que otros, y algunos pueden parecerte completamente absurdos. De todos modos te los indico porque pueden resultarte de utilidad.

El equipo opcional consiste en un clicker, una jaula de viajes, un palito u otro objeto diana, un arnés contra tirones y una filmadora.

Clicker

El clicker es una cajita plástica que tiene una lámina metálica. Cuando lo aprietas y sueltas, hace un doble sonido "click-click".

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Aunque el estilo de adiestramiento en que se basa este método se conoce como adiestramiento con clicker, el clicker no es necesario. El clicker funciona como reforzador condicionado, así que puedes reemplazarlo por un click hecho con tu lengua (pegas la lengua a tu paladar y la despegas rápidamente) o con una palabra corta y seca.

Podrías usar "Ok" o "Toma" en lugar del clicker. Si decides usar "Ok", asegúrate de no usar la orden "Aquí" para llamar a tu perro porque las dos palabras pueden ser muy parecidas cuando las pronuncias rápidamente.

De todos modos, el clicker es una herramienta muy útil. Cuando se usa correctamente, permite un timing mucho más preciso. Por eso, si puedes consigue un clicker. Te ayudará muchísimo en las etapas iniciales del adiestramiento.

En el resto del manual de adiestramiento canino encontrarás la frase "Haz click". Eso significa que debes hacer sonar el clicker, hacer el click con tu lengua o decir la palabra que hayas elegido como reforzador condicionado.

Jaula de viajes o transportín

La jaula de viajes no es necesaria para los ejercicios de obediencia canina, pero puede servirte para complementar el ejercicio en el que tu perro se queda en un lugar sin molestar. No reemplaza a la manta, pero puedes practicar el mismo ejercicio con la jaula de viajes. Así, tu perro se acostumbrará a estar en la jaula.

La jaula de viajes sí es necesaria para enseñarle a tu perro otras cosas. Por ejemplo, es muy útil para enseñarle a tu perro a hacer sus necesidades en un lugar adecuado.

Palo u otro objeto diana

El palo diana también se conoce como "target stick" y sirve para guiar a tu perro. Primero le tienes que enseñar el ejercicio "Toca", que consiste en que tu perro toque con la nariz un extremo de ese palo.

Cuando tu perro conoce ese ejercicio, puedes usar el palo diana para guiarlo a diferentes posiciones y lugares, como si lo estuvieras guiando con comida.

También puedes usar otros objetos para este cometido, e incluso tu mano. Estos elementos son muy útiles para entrenar trucos y otros ejercicios, pero no son necesarios para la obediencia básica. En el manual encontrarás el ejercicio "Toca", pero es probable que no lo necesites.

Arnés contra tirones

Es un arnés o pechera que tiene adelante la argolla en la que se une la correa. Entonces, si tu perro jala la correa, se desequilibra y gira, quedando frente a ti. Esto impide que jale la correa.

El arnés contra tirones te puede servir para que tu perro no jale la correa cuando lo sacas a pasear, pero no es una herramienta de adiestramiento. Si lo usas sólo será para pasear a tu perro temporalmente, hasta que él aprenda a caminar sin jalar la correa. No usarás este arnés en las sesiones de adiestramiento.

No pienses que un arnés normal puede convertirse en arnés contra tirones sólo con cambiar el lugar de la argolla. Los arneses contra tirones tienen un diseño diferente y deben ajustarse correctamente para no lastimar la piel del perro, ya que su uso puede causar fricción en algunas zonas. Así que si quieres un arnés contra tirones, compra uno diseñado específicamente para esta función.

Filmadora

Sí, éste es el elemento absurdo al que me refería antes. Una filmadora no es necesaria para entrenar a tu perro y puedes pensar que estoy loco por sugerirla, pero la verdad es que puede ser muy útil.

Si tienes la posibilidad de filmar las sesiones de adiestramiento canino, hazlo. La mejor manera de comprobar que tu timing y la tasa de reforzamiento son correctos, es viéndote entrenar. Y solamente podrás hacer eso si te filmas.

La filmadora no es necesaria para entrenar a tu perro, pero ayudará muchísimo en tu aprendizaje. Por supuesto, no es un elemento por el que debas preocuparte. Si no tienes una filmadora... pues no la tienes y punto. Igual puedes entrenar a tu perro.

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Cómo usar el clicker

Como ya viste en el equipo de adiestramiento canino, el clicker es una cajita que hace un sonido "click" cuando lo aprietas, y otro sonido "click" cuando dejas de apretarlo.

Lo usarás para marcar las respuestas correctas de tu perro, iniciando el proceso de reforzamiento positivo. El momento en que suena el clicker, termina la conducta que estaba realizando tu perro y él es libre de moverse a su antojo. Entonces, el clicker te sirve tanto para marcar una respuesta correcta, como para finalizar una repetición exitosa.

Para poder usar el clicker en el adiestramiento de tu perro, primero tienes que cargarlo. Es decir que tienes que lograr que tu perro asocie el sonido "click" con cosas agradables, lo que conseguirás a través del condicionamiento clásico. Si no haces esto, el click no tendrá ningún significado para tu perro. En la primera semana de la obediencia canina aprenderás a cargar el clicker.

Debes presentar un reforzador primario (comida, juguetes, etc.) después de cada click. No debes hacer click sin presentar el reforzador primario, porque anularás la acción del clicker.

También ten en cuenta que el clicker está diseñado para que aprietes y sueltes. Entonces, cada vez que marques una respuesta correcta de tu perro, el sonido será "click-click". Esa es la forma correcta de usar el clicker, así que no lo mantengas apretado para que suene una sola vez.

¿Qué hago si no tengo un clicker?

El clicker es muy útil y por eso le dedico una página completa en este manual. Sin embargo, no es imprescindible. Si no tienes un clicker, lo puedes reemplazar haciendo click con tu lengua o usando una palabra corta.

Para hacer click con tu lengua, sólo debes pegarla a tu paladar y despegarla rápidamente.

Si decides usar una palabra corta, debes elegir una que no uses frecuentemente. Además, debes pronunciarla rápidamente para que sea un buen marcador. Algunas palabras útiles son: Ok, toma, si, k (ka).

El sonido que uses en lugar del click debe ser diferente de las órdenes de obediencia canina. Si usas "Ok", debes evitar usar la palabra "Aquí" para llamar a tu perro. Si usas "k" (pronunciar la letra k), debes evitar usar "Acá" para llamar a tu perro. Si usas "si", debes evitar usar "Sit" para pedirle a tu perro que se siente.

Ejemplo 1: Uso incorrecto del clicker

Algunos entrenadores tienen la idea de que el clicker es una especie de cajita mágica que funciona sin necesidad de darle comida o proporcionarle juegos al perro.

Estos entrenadores tienen la costumbre de hacer click varias veces sin dar ningún reforzador. Entonces, en sus sesiones de adiestramiento se escucha mucho "click-click-click-click-click", pero no se ve mucho reforzamiento.

Al hacer esto, los entrenadores anulan el valor que tiene el clicker, ya que no les sirve para reforzar las conductas del perro. Además, se perjudican al manejar una herramienta que no les sirve porque la emplean mal.

En el mejor de los casos, éste es un procedimiento inútil que molesta pero no daña el adiestramiento. En el peor de los casos, el adiestrador se concentra en la herramienta más que en el adiestramiento y no progresa.

Ejemplo 2: Uso correcto del clicker

Le estás enseñando a tu perro a sentarse a la orden. Estás en la etapa inicial, así que el criterio de adiestramiento es que tu perro se siente sin importar cómo lo haga. En otras palabras, sólo quieres que el trasero de tu perro toque el suelo.

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Tu perro se sienta. En ese mismo instante haces click, y después del click le das a tu perro un pedacito de comida (el reforzador primario). No importa si él se levanta después que has hecho click. El click ya marcó la respuesta que es reforzada.

Repites varias veces la secuencia y tu perro aprende a sentarse a la orden.

Cómo elegir los reforzadores

Es muy común usar comida y/o juguetes para reforzar las respuestas del perro durante el adiestramiento. Sin embargo, debes tener en cuenta que la utilidad de los reforzadores es relativa y no se puede afirmar que un reforzador funcionará para todos los perros o para todas las situaciones.

Esto significa que un reforzador puede funcionar muy bien para entrenar a un perro en una situación, pero es necesario un reforzador diferente para entrenar en otras situaciones. También significa que un perro puede responder muy bien cuando se lo entrena con un reforzador particular, pero es necesario usar otro reforzador para trabajar con otro perro en las mismas situaciones.

Los entrenadores que no comprenden esto afirman cosas como "la comida sólo sirve para entrenar a algunos perros", "los juguetes no sirven con todos los perros" o "existen perros que no se motivan ni con comida ni con juguetes". Entonces, esos entrenadores apelan a los collares de ahorque, púas o eléctricos, porque no son capaces de identificar los reforzadores apropiados para diferentes perros y diferentes situaciones.

Para no caer en el error de esos entrenadores, tienes que ser capaz de elegir los reforzadores apropiados para las diferentes sesiones de adiestramiento canino.

Antes de elegir los reforzadores para entrenar a tu perro, debes conocer algunas características de los reforzadores positivos:

- La comida es muy útil, pero no es el único reforzador existente en el adiestramiento canino.

- Algo que funciona como reforzador en una situación, puede ser ignorado en otra situación.

- Algo que resulta un excelente reforzador para un perro puede carecer de utilidad para entrenar a otro perro, o incluso puede ser un castigo. Por ejemplo, las caricias funcionan como reforzadores para perros que las adoran, pero son una molestia para perros que no han aprendido a disfrutarlas.

- Existen muchas cosas en la vida cotidiana que pueden competir con los reforzadores que normalmente usas. Por ejemplo, el juego con otros perros suele ser un competidor muy poderoso de la comida y los juegos con humanos. Si manejas correctamente la situación, puedes aprovechar estos competidores y usarlos como reforzadores para el adiestramiento de tu perro.

- Puedes utilizar actividades cotidianas para reforzar la conducta de tu perro, tal como indica el principio de Premack. Por ejemplo, liberar a tu perro de la correa para que vaya a jugar con otros perros solamente si antes obedece alguna orden. En este caso, la libertad y el juego con otros perros serán los reforzadores.

- Algunos ejercicios de la obediencia canina y algunas conductas frecuentes de tu perro pueden convertirse en reforzadores muy poderosos.

Por tanto, tienes que identificar qué cosas motivan a tu perro en diferentes circunstancias. Quizás puedas usar comida regular para adiestrar a tu perro en tu casa, pero tengas que usar comida especial para practicar los ejercicios en la calle. O quizás puedas usar el juego para adiestrar a tu perro en presencia de otros perros.

Elige los reforzadores para entrenar a tu perro

A continuación tienes una lista de reforzadores que se usan frecuentemente y que pueden servirte para adiestrar a tu perro. Haz la prueba de usar estas cosas en diferentes situaciones, antes de adiestrarlo. Luego, haz una lista de las cosas que más motivan a tu perro en cada situación. Por ejemplo, anota "comida regular para entrenar en el jardín", "jugar con la pelota y trocitos de hígado para practicar en el parque", etc.

A medida que avances en el adiestramiento podrás variar los reforzadores y, gradualmente, eliminar los que te resulten incómodos (como la comida, ya que no querrás cargar trocitos de comida a todas partes).

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Comida

Salchicha, hígado seco congelado, carne cocida, pollo cocido, comida para gatos, comida para bebés, queso fundido, hamburguesas, queso, papas fritas, comida para perros, golosinas para perros.

Ten en cuenta que cualquiera de estos reforzadores tiene que venir en tamaño pequeño, así que tendrás que cortar la comida que no cumpla con esta característica. Generalmente funcionan bien los pedacitos de comida cortados del tamaño de una arveja, pero es bueno que hagas la prueba con pedazos más grandes cuando empieces a introducir distracciones.

El queso fundido y la comida para bebés se pueden usar untando un poquito en tu dedo y permitiendo a tu perro lamer el queso o la comida para bebés.

La comida es normalmente uno de los mejores reforzadores, así que tómala muy en cuenta para adiestrar a tu perro.

Una nota de precauciónPor favor consulta con el veterinario antes de usar alguna comida poco común. Si el veterinario te dice que no es buena idea darle algo a tu perro, entonces sigue su consejo y no arriesgues la salud de tu mejor amigo.

Recuerda que las golosinas para humanos pueden ser tóxicas para los perros. Especialmente el chocolate que puede ser fatal. Así que nunca uses golosinas de humanos para entrenar a tu perro.

Juguetes

Pelotas de tenis, palos para lanzar (asegúrate que no tengan astillas), frisbees, cuerdas gruesas para jalar, juguetes de goma dura (pelotas, aros, etc.), pelotas de fútbol y cualquier juguete para perros.

En algunas tiendas para mascotas puedes encontrar los "chorizos", que son juguetes alargados (de yute o bayeta) y sirven para jugar al tira y afloja con tu perro. Estos juguetes son muy útiles ya que este juego le fascina a la mayoría de los perros, así que un "chorizo" te puede ser muy útil.

Asegúrate que los juguetes de tu perro sean resistentes y no se rompan con facilidad. Tu perro podría tragar los pedazos rotos y esto puede ser muy grave.

Actividades divertidas

Salir de la casa, entrar al auto, salir del auto, correr contigo, jugar con otros perros, jugar con algún objeto, subir al sillón o a la cama, etc.

Ten en cuenta que puedes usar cualquier actividad que le agrade a tu perro para reforzar las conductas adecuadas.

Ejercicios de la obediencia canina

Los ejercicios que más motiven a tu perro pueden servir como reforzadores de otras conductas. Por ejemplo, saltar sobre una valla podría ser un buen reforzador para perfeccionar el "Junto". Por supuesto, la orden de liberación es un reforzador por excelencia.

Obviamente, estos reforzadores los podrás identificar y utilizar sólo después que se han convertido en ejercicios fluidos y precisos.

Cómo usar los reforzadores en la sesión de adiestramiento

Si bien los avances científicos son muy útiles e importantes para la humanidad, la aplicación de las teorías científicas en la vida cotidiana suele chocar con interpretaciones equivocadas. Un claro ejemplo de esto es la creencia popular de que el hombre desciende del mono, cosa que jamás fue postulada por la biología evolutiva.

Los principios del condicionamiento operante, y particularmente el reforzamiento positivo, sufren este mismo problema cuando son aplicados al adiestramiento canino. Muchos adiestradores piensan que reforzamiento positivo es equivalente a guiar al perro con comida o juguetes. Algunos incluso llegan a pensar que han descubierto algún fenómeno nuevo cuando logran que el perro haga algo alejándose de la comida o los juguetes.

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Estas interpretaciones erróneas son dañinas para el adiestramiento canino, y especialmente para el adiestramiento en positivo, porque conducen a entrenamientos incompletos, limitan la capacidad de aprendizaje del perro, limitan las estrategias con que cuenta el adiestrador y hacen pensar que es necesario complementar el adiestramiento con castigos positivos.

El problema en esos casos está en que los reforzadores no se utilizan solamente para fortalecer las conductas deseadas, sino también como antecedentes de dichas conductas. Entonces, se termina con perros que sólo responden fluidamente si tienen a la vista la comida o los juguetes.

El uso correcto de los reforzadores en el adiestramiento canino evita todos esos problemas y acelera el aprendizaje del perro. Por eso, siempre debes tener presente que los reforzadores positivos sirven para aumentar la frecuencia de una conducta, y no deben ser usados como antecedentes de dicha conducta.

En muchos ejercicios de este manual de adiestramiento canino, encontrarás procedimientos en los que guiarás a tu perro con comida, porque ésta es una estrategia sencilla para conseguir algunos resultados rápidos. Sin embargo, debes asegurarte de no usar muchas veces la comida para guiar a tu perro, porque en ese caso la comida actuará también como antecedente y te resultará difícil eliminarla después.

Si necesitas guiar a tu perro con comida para algún ejercicio, debes dejar de hacerlo en la primera sesión de adiestramiento o, como máximo, en la segunda. Así estarás utilizando apropiadamente la comida como reforzador y no como antecedente. Recuerda que el reforzamiento positivo no significa que tu perro debe perseguir un trozo de comida.

Por supuesto, usarás la comida para reforzar las respuestas correctas durante más sesiones, pero ya no la usarás para guiar a tu perro.

Ejemplo 1: Uso incorrecto de los reforzadores en el adiestramiento de perros

Usas comida para enseñarle a tu perro a acudir al llamado. Cada vez que lo llamas le muestras un pedacito de pollo y él acude corriendo para que se lo des.

Repites el mismo procedimiento cada vez que tu perro se aleja lo suficiente y, después de un tiempo, él aprende a acudir corriendo cada vez que lo llamas con un pedazo de pollo en la mano.

Un buen día lo llamas sin tener el pollo en la mano y tu perro te mira como diciendo "¿Quieres que vaya y no me ofreces nada para comer? ¡Ja! Como si no supieras que la orden correcta es con un pedacito de pollo en la mano."

Como cada vez que llamabas a tu perro le mostrabas el pedacito de pollo, esto ha actuado como antecedente y se ha convertido en parte de la orden para acudir al llamado. Dado que los perros no generalizan las respuestas con facilidad, tanto tu lenguaje corporal como la presencia de comida en tu mano se han convertido en parte de la señal para el llamado.

El uso incorrecto del reforzador te ha llevado a entrenar a tu perro para acudir al llamado sólo si además de la orden le muestras un pedacito de comida.

Ejemplo 2: Uso correcto de los reforzadores en el adiestramiento de perros

Usas comida para enseñarle a tu perro a acudir al llamado, pero en lugar de mostrársela para que él acuda, haces un sonido que llame su atención. Cuando él se acerca, haces click y recién en ese momento le presentas la comida.

Después de un par de sesiones introduces la orden y dejas de hacer el sonido que llama la atención de tu perro. Entonces, solamente haces click y das la comida si tu perro se te acerca cuando lo llamas.

Repites el procedimiento varias veces hasta que tu perro es un experto en acudir a tu llamado. Y la gran ventaja es que no necesitas mostrarle comida ni otras cosas para que acuda cuando lo llamas. Sólo necesitas la orden.

En este ejemplo has usado la comida como reforzador y no como antecedente de la conducta. Es el uso correcto del reforzador, ya que tu perro no aprende a acudir al llamado por seguir un pedazo de comida, sino porque ha operado el principio del reforzamiento positivo.

Las órdenes o señales

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Las órdenes, señales o comandos del adiestramiento canino son los eventos que anteceden a determinadas conductas de los perros.

Las órdenes más evidentes del adiestramiento canino son las palabras y los gestos realizados con la mano, pero no son las únicas. Puesto que las órdenes no son más que antecedentes de la conducta, muchas otras cosas pueden formar parte de ellas.

Quizás conozcas perros que solamente responden a las órdenes adentro de la casa, pero no en la calle. Para esos perros, el ambiente forma parte de las órdenes.

O quizás conozcas perros que saltan sobre sus propietarios cuando éstos llegan a casa, pero no en otros momentos. Para estos perros, la llegada de la persona a la casa se ha convertido en una señal para saltar sobre la gente.

Órdenes, señales y comandos en el adiestramiento con clickerEn el adiestramiento con clicker se prefiere el término "señal" en lugar de orden o comando, porque el primero es más apropiado para referirse a los antecedentes de la conducta y no hace alusión a la supuesta relación de dominancia/subordinación entre propietario y perro.

Sin embargo, en este manual usaré "orden" cuando me refiera a los ejercicios de obediencia canina, porque éste es un término más frecuente. Usaré "señal" cuando me refiera a los antecedentes no verbales, tales como gestos, elementos del ambiente y otros.

Para que una orden de obediencia canina sea efectiva, tiene que ser el estímulo que controla la conducta deseada. A lo largo del manual verás cómo hacer para conseguir esto.

Características de las órdenes del adiestramiento canino

Para evitar la confusión de tu perro, las órdenes que usas deben ser diferentes entre sí. Cuando son órdenes verbales, los sonidos deben ser claramente diferentes para cada una de ellas, de tal forma que tu perro no interprete erróneamente lo que le estás pidiendo.

Es muy útil que elijas palabras con sonidos diferentes para cada orden y, de preferencia, que tengan terminaciones diferentes. Esta es una de las razones por las que muchos adiestradores prefieren utilizar órdenes clásicas del adiestramiento canino, que ya están estandarizadas.

Además, es importante que las órdenes que uses para entrenar a tu perro sean muy diferentes del reforzador condicionado. Si usas un clicker o haces click con la lengua no tendrás problema, pero si usas una palabra corta debes cuidarte de no elegir alguna orden que suene parecida a esa palabra. Por ejemplo, no es buena idea usar la palabra "Aquí" para llamar a tu perro si usas "Ok" como reforzador condicionado.

Cuando uses señales hechas con la mano, también es importante que sean claramente distintas entre sí. En este caso, la ventaja es para ti más que para tu perro porque los animales son muy buenos para "leer" señales sutiles que nosotros no apreciamos con facilidad.

Es por eso que también es importante que evites, en la medida de lo posible, usar el lenguaje corporal. Si te acostumbras a usar mucho el lenguaje corporal durante el adiestramiento de tu perro, es muy fácil que no percibas las señales sutiles que estás incluyendo inconscientemente en las órdenes.

En definitiva, usa órdenes y señales claras y bien diferenciadas.

Cuándo y cómo usar las órdenes de adiestramiento

En este método de adiestramiento canino no usarás las órdenes hasta que tu perro ofrezca la conducta apropiada frecuentemente. Esto te puede resultar un poco confuso, pero es una de las claves del adiestramiento con clicker. Al leer sobre las etapas del adiestramiento canino aprenderás cuándo debes empezar a usar la orden para cada ejercicio.

Debes usar un tono de voz normal para dar las órdenes verbales. No necesitas gritar ni usar un tono autoritario porque eso no trae ningún beneficio adicional. Al contrario, es más útil usar un tono normal para no tener que andar gritando todas las veces que le pides algo a tu perro.

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Además, debes dar la orden una sola vez. Si repites las órdenes le estarás enseñando a tu perro que debe esperar antes de responder a lo que le pides. Por ejemplo, si dices "Sentado, sentado... ¡Sentado!", tu perro aprenderá que debe esperar el tercer "Sentado" para sentarse.

Ejemplo 1: Elección incorrecta de órdenes en el adiestramiento canino

Uno de los nombres de perros que no se aconseja es "Moe" porque cuando se pronuncia rápidamente suena muy parecido a la palabra "No".

Como a la mayoría de la gente le sale un "No" desde el alma cada vez que su perro hace algo malo, el perro que se llama "Moe" termina asociando su nombre con un castigo.

Ten presente que el nombre de tu perro es una orden más del adiestramiento canino.

Ejemplo 2: Elección correcta de órdenes en el adiestramiento canino

Javier, un amigo y colega, entrenó a Úrsula, su pitbull, para realizar varios ejercicios de la obediencia básica. Para enseñarle a Úrsula a sentarse a la orden, usó la palabra "Sentada". La palabra "Echada" no es igual, pero tiene la misma terminación. Por tanto, para enseñarle a Úrsula a echarse a la orden, usó la palabra inglesa "Lay".

De esta forma, las dos órdenes no pueden ser confundidas accidentalmente por Úrsula.

Etapas del adiestramiento

Las etapas del adiestramiento canino que te presento aquí, son las fases por las que atraviesa un ejercicio de obediencia desde el inicio de su aprendizaje hasta que está consolidado como un hábito más de tu perro.

Estas etapas varían de acuerdo con el método que se emplea. Por tanto, las etapas de adiestramiento que encuentras aquí, corresponden a mi método particular de entrenar y pueden diferir de las que emplean otros adiestradores, ya sea que practiquen el adiestramiento con clicker o el adiestramiento tradicional.

Algunos ejercicios de obediencia canina atraviesan todas estas etapas, mientras que otros sólo requieren de algunas. De todos modos, las 12 etapas del adiestramiento canino que usarás para entrenar a tu perro son:

1. Obtener la conducta básica

Lo primero que debes hacer para enseñarle a tu perro un nuevo ejercicio de obediencia es conseguir la conducta básica. En esta etapa no te interesa conseguir la conducta perfecta, sino solamente un bosquejo general del resultado final.

Por ejemplo, al entrenar a tu perro para sentarse a la orden, la primera etapa sólo consiste en que su trasero toque el suelo. Ésta es la conducta básica y no necesita ser precisa ni rápida ni elegante.

2. Perfeccionar la conducta

En esta segunda etapa buscas pulir la conducta básica para que se aproxime lo más posible al resultado final que deseas. Al perfeccionar la conducta buscas precisión.

Por ejemplo, ya conseguiste que tu perro se siente (la conducta básica) y en esta etapa buscas que lo haga derecho y cuadrado; es decir, distribuyendo su peso equitativamente (la conducta perfeccionada).

3. Generalización inicial de la conducta

Una vez que consigues una conducta lo más aproximada a la que deseas, debes conseguir que tu perro la realice aunque tu posición y ubicación cambien. De esta forma, empiezas a generalizar dicha conducta y evitas que el lenguaje corporal y las variables ambientales se conviertan en eventos antecedentes.

Por ejemplo, ya conseguiste que tu perro se siente derecho y cuadrado frente a ti. En esta etapa debes conseguir que lo haga aunque tú estés de lado, mirando hacia el techo, sentado, trotando en tu posición, saltando, etc. También debes conseguir que tu perro se siente aunque tu ubicación dentro del lugar de adiestramiento cambie (en una esquina, en el centro, etc.).

4. Introducir la orden

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Las tres etapas anteriores las llevas a cabo sin utilizar ninguna orden de adiestramiento canino. Es recién en la etapa cuatro que introduces la orden.

En esta etapa consigues que tu perro realice la conducta que venías entrenando, sólo si se lo pides. En otras palabras, refuerzas la conducta cuando ocurre después de la orden pero extingues las conductas que ocurren sin orden.

Por ejemplo, al empezar a usar la orden para que tu perro se siente, sólo refuerzas aquellas repeticiones en que lo hace después de la orden. Todas las repeticiones en que tu perro se sienta sin la orden, son repeticiones fallidas y no las debes reforzar. Cuando has conseguido introducir la orden, tu perro se sentará cuando la escucha, pero no en otros momentos de la sesión de adiestramiento canino.

En cada ejercicio de obediencia del manual encontrarás sugerencias para introducir la orden correctamente, ya que esta etapa puede resultarte un poco problemática si no tienes experiencia previa en el adiestramiento con clicker.

5. Perfeccionar la respuesta

En la segunda etapa perfeccionaste la conducta lo más que pudiste. Sin embargo, esa conducta no era la respuesta a una orden tuya, por lo que ahora te toca perfeccionar la respuesta.

Para perfeccionar la respuesta de tu perro tienes que conseguir que realice el ejercicio con la mayor velocidad (menor latencia después de la orden) y mayor precisión posibles. También debes conseguir que tu perro responda a la orden aunque estés mirando en otra dirección, estés sentado, saltando, trotando sobre tu sitio, moviendo los brazos, etc. Y que lo haga aunque estés en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento.

Esta etapa viene a ser como poner junto todo el adiestramiento de las etapas dos, tres y cuatro.

Por ejemplo, tu perro ya sabe sentarse a la orden pero tarda en hacerlo. Es decir que la latencia de la respuesta es alta. Es en esta etapa que te concentrarás en reducir la latencia (aumentar la velocidad de respuesta). En las etapas anteriores todavía no has completado suficientes criterios de adiestramiento para reducir la latencia.

Ten en cuenta que después de haber entrenado un ejercicio puedes necesitar volver a esta quinta etapa de adiestramiento para mejorarlo o arreglarlo si se hubiese deteriorado.

6. Eliminar el clicker y los reforzadores primarios de la escena

Ésta es la etapa en que retiras el clicker y los reforzadores primarios de la escena de adiestramiento. Todavía seguirás usando reforzadores para continuar y mantener el adiestramiento de tu perro, pero en esta etapa debes hacer que ya no formen parte de la escena de adiestramiento para evitar que se consoliden como antecedentes de las respuestas de tu perro.

También es en esta etapa que empezarás a usar la orden de liberación como reforzador condicionado.

Por ejemplo, dejas unos cuantos pedacitos de comida sobre una mesa un poco distante y empiezas la sesión de adiestramiento canino sin tener el clicker en tu mano. Le pides a tu perro que se siente y cuando él lo hace, dices la orden de liberación y corres hasta la mesa para darle un pedazo de comida a tu perro.

Ten en cuenta que necesitarás volver a usar el clicker y los reforzadores primarios cuando levantes los criterios, y especialmente cuando aumentes distracciones intensas. Por tanto, esta etapa puede repetirse varias veces durante el adiestramiento de cada ejercicio.

7. Aumentar la duración

Esta etapa consiste en aumentar el tiempo que tu perro permanece haciendo algo que le has pedido. Por ejemplo, se mantiene sentado por un minuto.

No es necesario aumentar la duración para todos los ejercicios de obediencia canina, pero sí para algunos. Ejercicios como acudir al llamado no tienen duración. Ejercicios como sentarse a la orden o caminar sin jalar la correa, requieren aumentar la duración de forma gradual.

Esta etapa también se repite varias veces durante el entrenamiento de cada ejercicio en que necesites aumentar la duración. Primero debes aumentar la duración hasta un tiempo determinado y luego continuar con otras etapas como aumentar distracciones ligeras o aumentar un poco la distancia. Luego vuelves a

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aumentar la duración un poco más y así sucesivamente hasta que alcanzas el ejercicio final tal como lo deseas.

En cada ejercicio del manual de adiestramiento canino encontrarás los procedimientos adecuados para llevar a cabo estas etapas.

8. Aumentar distracciones

Esta es una de las etapas más importantes y quizás la más difícil. Consiste en lograr que tu perro responda a las órdenes aunque existan distracciones en el lugar. Por ejemplo, tu perro responde a la orden "Sentado" en un parque público, aunque haya otros perros y gente caminando por ese lugar.

Debes aumentar las distracciones de forma gradual, empezando por las más ligeras hasta llegar a las más intensas. La generalización inicial de la conducta, en la tercera etapa, es una forma de introducir distracciones muy ligeras.

Esta etapa también incluye el adiestramiento en diferentes lugares que pueden ser por sí mismos una distracción para tu perro.

Al igual que el aumento de la duración, esta etapa también ocurre varias veces durante el adiestramiento de tu perro.

9. Aumentar la distancia

Consiste conseguir que tu perro responda a tus órdenes aunque estés lejos de él. Por ejemplo, que tu perro se eche cuando se lo ordenas, aunque estés a 20 metros de distancia.

Es una etapa sencilla pero requiere paciencia. Es necesario intercalarla con el aumento de duración y de distracciones (pero no todo junto), por lo que esta etapa también se repite durante el entrenamiento de cada ejercicio.

10. Discriminación y control por el estímulo

Esta etapa en realidad comienza cuando introduces la orden. Es ahí cuando tu perro empieza a discriminar entre los estímulos que conducen a respuestas que serán reforzadas y los estímulos que no conducen al reforzamiento.

La discriminación y el control por el estímulo ocurren en todas las etapas desde que introduces la orden, pero es bueno que además trabajes sobre estos criterios de forma específica.

En esta etapa debes conseguir que tu perro diferencie claramente las órdenes. Por ejemplo, en una sesión puedes pedirle a tu perro que se siente, se eche, se levante y acuda al llamado. Él debe realizar todos esos ejercicios de acuerdo con lo que le pides y no confundir las órdenes.

11. Transferencia del adiestramiento a la vida cotidiana

Esta etapa es una transición en la que empiezas a usar en la vida cotidiana todo lo que le enseñaste a tu perro en las sesiones de adiestramiento formal.

En esta etapa sigues llevando a cabo sesiones formales de adiestramiento canino, pero las combinas con prácticas informales en situaciones cotidianas. También empiezas a utilizar reforzadores de la vida cotidiana en lugar de pedacitos de comida y juguetes. Por ejemplo, antes de abrir la puerta para ir a pasear con tu perro, le pides que se siente. Si responde correctamente, abres la puerta y salen. Si no responde correctamente, no hay paseo.

En esta etapa tu perro aprenderá que desobedecer tiene consecuencias desagradables. Sin embargo, no usarás el castigo positivo. Cuando sea necesario harás uso del castigo negativo, pero es probable que no lo necesites mucho porque los ejercicios de obediencia serán sólidos.

12. Consolidación de hábitos

Esta es la etapa en que la obediencia se convierte en un hábito de tu perro. Algunas conductas se automatizan y otras adquieren propiedades reforzadoras. Entonces, ya no necesitas reforzar las respuestas correctas de tu perro más que ocasionalmente.

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Esta etapa toma tiempo y no esperes alcanzarla sólo con las seis semanas del manual de adiestramiento canino. Dependiendo del ejercicio y de las características de tu perro, puede tomarte meses o incluso algunos años llegar hasta este punto. Sin embargo, al finalizar el programa de seis semanas de este manual, habrás conseguido lo necesario para continuar y mantener el adiestramiento sin contratiempos.

Ten presente que el adiestramiento es una actividad de por vida y no debes pensar que una vez que tu perro alcanzó cierto nivel puedes dejar de mantener la obediencia. La buena noticia es que cuando alcanzas esta última etapa, el mantenimiento de la obediencia canina es prácticamente automático porque las conductas están muy bien establecidas.

Estrategias para entrenar nuevas conductas

Entrenar nuevas conductas es una frase que puede causar confusión. Al entrenar muchos ejercicios básicos de la obediencia canina, en realidad estarás enseñándole a tu perro a ejecutar a la orden conductas que ya conoce.

Por ejemplo, no le enseñarás a tu perro a sentarse. Él ya sabe hacerlo. Sí le enseñarás a sentarse a la orden, que es algo que todavía no sabe. Por esta razón, algunos adiestradores prefieren hablar del entrenamiento de nuevos ejercicios o nuevas respuestas en lugar de nuevas conductas.

Sin embargo, en algunos casos sí entrenarás nuevas conductas en tu perro. Por ejemplo, puede ser que tu perro no sepa ignorar un pedazo de comida que cae al suelo. Ésta es una conducta que entrenarás, y forma parte de un ejercicio de la obediencia canina.

O puede ser que tu perro nunca te haya mirado fijamente a los ojos porque no se anima a hacerlo. Mirarte fijamente a los ojos es otra conducta que entrenarás en tu perro, y que forma parte del ejercicio en que le enseñas su nombre.

Por tanto, creo que es más acertado hablar del entrenamiento de nuevas conductas y no sólo de ejercicios.

Como ya aprendiste en el capítulo sobre los principios del aprendizaje aplicados al adiestramiento canino, para entrenar nuevas conductas tienes que usar los principios del condicionamiento operante, y principalmente el reforzamiento positivo.

Sin embargo, para poder reforzar las conductas que quieres entrenar, primero debes conseguir que tu perro las realice. Existen siete estrategias generales para conseguir que un perro realice alguna conducta en particular: atracción, captura, targeting, moldeado, creación de cadenas de conductas y modelación.

1. Atracción

La atracción también se conoce como "guía con señuelo" y consiste en guiar a tu perro con alguna cosa que le interesa, hasta que realiza la conducta deseada.

Por ejemplo, acercas un pedacito de comida a la nariz de tu perro y luego mueves tu mano lentamente por encima de su cabeza, y un poco hacia atrás. Tu perro, al seguir la comida, se sienta. Mediante la atracción has conseguido que tu perro se siente, y has logrado el primer paso del adiestramiento para que se siente a la orden.

La atracción es una estrategia muy frecuente en el adiestramiento de perros porque permite obtener resultados fácilmente y con rapidez. Sin embargo, recuerda que el uso correcto de los reforzadores exige que éstos no se conviertan en antecedentes de la conducta.

Por tanto, si usas la atracción para conseguir una conducta de tu perro, debes hacerlo muy pocas veces y eliminar esta guía en la primera o segunda sesión de adiestramiento canino.

Ten en cuenta que esta estrategia es muy útil para conductas simples, pero no sirve para conductas complejas.

2. Captura

La captura es la estrategia más sencilla, pero la que más paciencia requiere. Consiste en esperar a que tu perro realice voluntariamente la conducta deseada y reforzar dicha conducta.

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Por ejemplo, sujetas un pedacito de comida en tu mano y esperas a que tu perro se siente. No haces nada más, sólo ignoras a tu perro. En el momento en que él se sienta por voluntad propia, haces click y le das la comida. Has capturado la conducta de sentarse.

La captura es una estrategia sencilla y que funciona muy bien con algunas conductas simples. Como no necesitas guiar a tu perro con comida o juguetes, esta estrategia te permite mantener el reforzador fuera de la vista durante las sesiones de adiestramiento.

Esta estrategia, sin embargo, no sirve para entrenar conductas complejas porque podrías esperar toda la vida y tu perro no las ofrecería. Es una estrategia que requiere paciencia.

3. Targeting

El targeting es una variante de la atracción y consiste en enseñarle a tu perro a tocar un objeto y luego usar ese objeto para guiar a tu perro hasta la conducta deseada.

Por ejemplo, le enseñas a tu perro a tocar con su nariz un disco de papel (o la tapa de un frasco de café). Cuando tu perro ya sabe hacer eso, pegas el disco en la puerta y le pides a tu perro que lo toque. Tu perro toca el disco y, al hacerlo, cierra la puerta. Has usado el targeting para conseguir que tu perro cierre la puerta.

El targeting es muy utilizado para trabajar con perros y otros animales actores. Los animales son entrenados para tocar con la nariz un palo (el "targeting stick" o palo diana), tocar con las patas delanteras algún disco u otro objeto, tocar con las patas traseras algún objeto diana, etc. Entonces, los adiestradores pueden acomodar fácilmente a sus animales en distintas ubicaciones y posiciones para las filmaciones o sesiones fotográficas. Por ejemplo, si el perro debe ubicarse en un lugar específico de la escena, simplemente se pone un objeto diana en ese lugar y se enseña al perro a pararse sobre ese objeto.

Esta estrategia es muy útil para acomodar fácilmente a tu perro en diferentes posiciones, sin necesidad de que siga un pedazo de comida o un juguete. Tiene un sinfín de aplicaciones en el adiestramiento de trucos, pero no es tan necesaria para entrenar la obediencia canina básica.

A pesar de eso, en la segunda semana de la obediencia canina aprenderás cómo enseñarle a tu perro a tocar y seguir un objeto diana. Aún cuando no uses el targeting para otras cosas, te servirá para desarrollar y practicar tus habilidades de adiestrador, y ayudará a tu perro a desarrollar su inteligencia.

4. Moldeado

En el segundo capítulo viste que el moldeado consiste en reforzar aproximaciones sucesivas a la conducta final. Por ejemplo, para conseguir que tu perro se eche puedes hacer click y darle un pedacito de comida cuando mira hacia el suelo. Luego, haces click y le das la comida cuando baja la cabeza. Luego, cuando agacha un poco los hombros. Luego, cuando toca el suelo con su pecho. Y así sucesivamente hasta que se echa.

El moldeado es una de las estrategias más divertidas y desafiantes para conseguir conductas nuevas. Te permite entrenar casi cualquier cosa, pero no es recomendable para entrenar conductas simples que puedes conseguir mediante la atracción o la captura.

Algunos ejercicios de obediencia de este manual, incluyen alternativas en las que se usa el moldeado. Sin embargo, es muy probable que no lo uses para entrenar la obediencia básica de tu perro porque todos los ejercicios involucran conductas fáciles de guiar o capturar.

De cualquier manera, encontrarás ejercicios de moldeado en los anexos. Éstos te ayudarán a expresar toda tu creatividad si quieres seguir enseñándole cosas nuevas a tu perro después de la sexta semana de la obediencia. Así podrás entrenar trucos y ejercicios que no están explicados en este manual de adiestramiento canino.

5. Modelado

Consiste en manipular físicamente a tu perro para conseguir la conducta deseada. Por ejemplo, haces una presión sobre sus cuartos traseros hasta que se sienta. Entonces, has empleado el modelado para lograr que tu perro se siente.

Otra forma de emplear el modelado consiste en preparar las situaciones de adiestramiento en forma tal que tu perro se vea forzado a realizar ciertas conductas. Por ejemplo, algunos entrenadores empiezan a entrenar el "Junto" caminando cerca de una pared, manteniendo al perro con la correa entre ellos y la pared. El perro se ve forzado a caminar al lado o atrás del entrenador porque la correa y la pared le impiden separarse.

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El modelado es una estrategia común en el adiestramiento canino tradicional, pero es casi inexistente en el adiestramiento con clicker.

En este manual no encontrarás esta estrategia porque dificulta el aprendizaje, ya que los perros son obligados por la fuerza a realizar las conductas en lugar de descubrir las soluciones por sí mismos. Además, el modelado suele derivar en una lucha de poder entre perro y entrenador que provoca resistencia por parte del perro y daña la relación entre ambos.

6. Creación de cadenas de conductas

En el primer capítulo viste que el encadenamiento de conductas consiste en unir varias conductas simples en una secuencia ordenada, para conseguir una conducta final más compleja.

Por ejemplo, para enseñarle a tu perro el llamado formal (para competencias), tienes que enseñarle a acudir a tu llamado y a sentarse frente a ti. Estas dos conductas se entrenan por separado y luego se encadenan, de tal forma que tu perro se sienta frente a ti cada vez que acude al llamado.

Esta estrategia es muy útil para conseguir conductas complejas, pero no tiene mayor utilidad en el caso de conductas simples. En algunos ejercicios de obediencia de este manual encontrarás algunas cadenas cortas de conductas.

7. Modelación

La modelación es la imitación. Por ejemplo, un perro acude al llamado porque vio que eso le permitió conseguir comida a otro perro.

La modelación no tiene utilidad en el adiestramiento de perros porque involucra muchas variables que no pueden ser controladas por el adiestrador.

La modelación es cuestionada por muchos científicos que no creen que los perros tengan esta capacidad de abstracción, y es apoyada por otros científicos que consideran que los perros son más inteligentes de lo que se cree normalmente.

Aunque no tengo evidencias científicas de la modelación, estoy convencido de que los perros son capaces de imitar, por lo menos a sus congéneres, porque es algo que he visto en miles de perros callejeros. De todos modos, esta estrategia no tiene utilidad en el adiestramiento de perros y te la menciono solamente porque es posible que la reconozcas como parte del aprendizaje natural de tu perro.

Quizás algún día se desarrolle un procedimiento sistematizado para emplear la modelación en el adiestramiento de perros. Quién sabe.

Estrategias para eliminar malos hábitos

Todos los animales desarrollan a lo largo de su vida, patrones de conducta fuertemente arraigados. Estos patrones conductuales son los hábitos.

Los malos hábitos son los principales problemas de comportamiento de los perros, y por eso es importante incluir en el manual de adiestramiento canino las estrategias útiles para eliminar estos malos hábitos.

En el adiestramiento tradicional se emplean los castigos para eliminar malos hábitos del perro. Sin embargo, tanto los castigos positivos como los castigos negativos pueden llevar a que los malos hábitos sean reemplazados por otras conductas inapropiadas. Es por eso que en este manual no encontrarás estrategias de eliminación de malos hábitos basadas en castigos.

Sí usarás el castigo negativo como parte del adiestramiento, pero no para eliminar malos hábitos de tu perro, sino para hacerle saber que la desobediencia tiene consecuencias desagradables.

Las estrategias que tienes a disposición para eliminar los malos hábitos de tu perro son: extinción, desensibilización sistemática, contracondicionamiento, adiestramiento de conductas incompatibles, perfeccionamiento de la conducta inapropiada, modificar el ambiente, y proporcionarle a tu perro suficiente ejercicio y compañía.

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1. Extinción

Aprendiste sobre la extinción de la conducta en el segundo capítulo. Consiste en dejar de reforzar conductas que antes eran reforzadas, hasta que éstas desaparecen.

Recuerda que la extinción es útil en algunos casos pero no en todos y que requiere de paciencia. En este manual encontrarás aplicaciones de la extinción en algunos ejercicios de autocontrol, como saludar adecuadamente a las personas e ignorar comida en el piso.

2. Desensibilización sistemática

En el segundo capítulo del manual de adiestramiento canino también aprendiste sobre la desensibilización sistemática. Consiste en acostumbrar a tu perro gradualmente a ciertos estímulos ambientales.

La desensibilización te servirá para introducir y aumentar algunas distracciones durante el adiestramiento de tu perro, y para transferir el adiestramiento a situaciones de la vida real. También te será de utilidad para que tu perro se acostumbre al sonido del clicker, si es que ese sonido lo asusta.

3. Contracondicionamiento

El contracondicionamiento te sirve para revertir una conducta inapropiada creada por condicionamiento clásico. Por ejemplo, si tu perro se asusta de otros perros porque tuvo algún encuentro violento con un congénere cuando era cachorro, puedes hacer que cada vez que se acerca otro perro, ocurran cosas buenas para el tuyo.

Habrás contracondicionado la respuesta negativa (el temor) cuando tu perro se sienta cómodo, o incluso feliz, con la presencia de otros perros.

4. Adiestramiento de conductas incompatibles

Entrenar conductas incompatibles es una estrategia genial y muy efectiva para eliminar malos hábitos de tu perro. Consiste en entrenar a tu perro para ejecutar conductas que no puede hacer al mismo tiempo que la conducta inapropiada.

Por ejemplo, si tu perro salta sobre las personas puedes entrenarlo para que se siente cada vez que saluda a alguien. Como no puede sentarse y saltar al mismo tiempo, tendrá que elegir una de esas dos conductas. Si el adiestramiento para sentarse es sólido, ésta conducta incompatible será la que predomine y habrás eliminado el mal hábito de saltar.

5. Perfeccionamiento de la conducta inapropiada

Esta estrategia consiste en entrenar la conducta inapropiada para que ocurra (no para eliminarla) y ponerla bajo el control de un estímulo determinado. Este estímulo es una orden o una señal que tú elijas.

Una vez que la conducta inapropiada está bajo el control de la orden, solamente ocurrirá cuando des esa orden.

Esta estrategia parece incoherente pero funciona muy bien en algunos casos. Sin embargo, no es de utilidad para la mayoría de los malos hábitos porque es necesario mantener un control constante sobre el perro, cosa que no siempre es posible.

Encontrarás esta estrategia como alternativa para entrenar algunos ejercicios de autocontrol, como caminar sin jalar la correa. Sin embargo, también encontrarás otras alternativas que suelen ser más fáciles de llevar a cabo.

Perfeccionar la conducta inapropiada no debe ser tu primera opción para eliminar un mal hábito de tu perro, porque es una estrategia que puede salir mal si no tienes experiencia con ella. En todo caso, considérala como el último recurso. Adiestrar conductas incompatibles es una estrategia más fácil de llevar a cabo exitosamente.

6. Modificar el ambiente para eliminar malos hábitos del perro

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Esta es la forma más sencilla de eliminar un mal hábito de tu perro, pero no siempre estarás dispuesto a realizarla. No es una estrategia de adiestramiento canino, sino una estrategia de manejo del perro. Consiste en retirar los elementos ambientales que causan el mal comportamiento.

Por ejemplo, si tu perro ladra por las noches cuando duerme en el jardín, pero no lo hace cuando duerme dentro de tu casa, puedes permitirle dormir adentro. Con un simple cambio del ambiente habrás eliminado un hábito muy molesto.

Por supuesto, esta estrategia no es la mejor porque no le enseña nada a tu perro y no puedes cambiar todo en tu vida sólo para que tu perro no moleste. De hecho, es muy probable que no quieras cambiar nada, excepto la conducta de tu perro.

Sin embargo, en muchos casos es necesario modificar temporalmente el ambiente, mientras le enseñas a tu perro a comportarse con educación. Por ejemplo, puedes usar la correa para controlar a tu perro cada vez que llegan visitas, hasta que él aprenda a no saltar sobre las personas. Una vez que él aprende a saludar correctamente ya no necesitas usar la correa cuando tienes visitantes.

También ten en cuenta que en muchos casos resulta más fácil, cómodo, barato y efectivo modificar el ambiente permanentemente. Una familia que conozco descubrió que la mejor manera de evitar que sus dos perros suban a los sillones era comprando dos camas para perros. Al parecer los perros se sentían incómodos echándose sobre el suelo de parquet y sólo necesitaban un lugar cómodo, aunque no fueran los sillones. En lugar de invertir su tiempo entrenando y controlando a sus perros, o su dinero en contratar un adiestrador profesional, esta familia encontró una solución fácil e inmediata.

Así que antes de pensar en procedimientos complejos para eliminar un mal hábito de tu perro, piensa si no es mejor hacer algún cambio que elimine esos hábitos.

7. Proporciónale suficiente ejercicio y compañía a tu perro

Una frase clásica de la gente de perros es "un perro cansado es un perro bueno". Si tu perro no recibe suficiente ejercicio físico y mental, nunca se comportará apropiadamente. Siempre tendrá energía excesiva que necesitará liberar en alguna forma.

Aunque ésta no es una estrategia de adiestramiento, es una estrategia imprescindible para convivir armoniosamente con cualquier perro. Asegúrate de darle a tu perro suficiente ejercicio y compañía, y verás que sus malas conductas se reducen casi inmediatamente.

Los ejercicios de obediencia básica

Los ejercicios de obediencia básica son los ejercicios fundamentales para que un perro sea un buen compañero.

Existen ejercicios de obediencia básica para competencia y ejercicios de obediencia básica para la vida cotidiana. En este manual de adiestramiento canino aprenderás a entrenar los ejercicios de obediencia para la vida cotidiana.

La mayoría de estos ejercicios también te servirán si decides incursionar en la obediencia competitiva, pero en ese caso deberás complementar el adiestramiento de tu perro con algunos ejercicios específicos del deporte canino que hayas elegido.

Además de los ejercicios de obediencia canina mencionados en esta página, aprenderás a cargar el clicker, aumentar la duración, aumentar distracciones, aumentar la distancia y conseguir la discriminación y control por el estímulo.

Los ejercicios de obediencia canina que verás en este manual son:

1. Toca

2. Reconocer el nombre

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3. Prestar atención

4. Sentado

5. Échate

6. Descanso

7. En pie

8. Caminar sin jalar la correa

9. Acudir al llamado

10. Deja

11. La orden de liberación

12. Suelta

13. Saludar adecuadamente a las personas

14. Alto

15. A tu cama

Todos estos ejercicios de obediencia canina se pueden categorizar en ejercicios de autocontrol, ejercicios que estimulan la concentración, ejercicios activos y ejercicios pasivos. Muchos de ellos, sino todos, corresponden a más de una categoría.

Los ejercicios de autocontrol son los que le enseñan a tu perro a controlarse en diferentes circunstancias, sin necesidad de estar bajo orden. Estos ejercicios son: prestar atención, caminar sin jalar la correa, deja, suelta, saludar adecuadamente a las personas, alto y a tu cama. El aumento de la duración y la introducción de distracciones también promueven el autocontrol en los perros.

Los ejercicios que estimulan la concentración son aquellos que le enseñan a tu perro a prestar atención a determinados estímulos. Estos ejercicios son: toca, reconocer el nombre y prestar atención. La introducción de distracciones y el control por el estímulo también estimulan la concentración.

Los ejercicios activos son aquellos en que tu perro debe realizar determinadas acciones en respuesta a tu orden. Estos ejercicios son: toca, reconocer el nombre, sentado, échate, en pie, acudir al llamado, deja, suelta y alto. El adiestramiento a distancia, la introducción de distracciones y el control por el estímulo también forman parte del adiestramiento de ejercicios activos.

Los ejercicios pasivos, por el contrario, son aquellos en que tu perro debe mantener una posición o realizar una conducta frecuente sin orden (una conducta por defecto). Estos ejercicios son: prestar atención, descanso, caminar sin jalar la correa, saludar adecuadamente a las personas y a tu cama. El aumento de la duración es parte de todos los ejercicios pasivos.

Resumen del capítulo: la sesión de adiestramiento canino

El tiempo diario de adiestramiento formal se divide en períodos y sesiones de adiestramiento canino.

Una sesión es el tiempo continuo en el que entrenas un solo criterio de adiestramiento canino. Las sesiones de adiestramiento deben ser cortas, de entre uno y cinco minutos, y estar dispersas a lo largo del día. Puedes hacer varias en un día, pero no debes trabajar mucho tiempo continuo.

Los períodos de adiestramiento canino, por su parte, son conjuntos de sesiones sucesivas, con tiempos cortos de descanso entre ellas. También son cortos y lo mejor es distribuirlos a lo largo del día.

El lugar de adiestramiento es aquél lugar en que llevas a cabo una sesión. Para entrenar nuevos ejercicios y aumentar criterios de adiestramiento, lo mejor es que entrenes en un lugar tranquilo. Los lugares ideales para empezar el adiestramiento de cada ejercicio, son recintos cerrados sin distracciones. Puedes usar el dormitorio, el baño, la cocina o cualquier otro ambiente.

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Una vez que tu perro domina un ejercicio de obediencia canina, debes generalizar este aprendizaje en diferentes lugares y situaciones.

Existen tres factores de mucha importancia a la hora de entrenar a tu perro: el criterio de adiestramiento, la tasa de reforzamiento y el timing. Estos son los tres primeros factores que debes considerar cuando tengas que resolver un problema en la sesión de adiestramiento canino.

El criterio de adiestramiento es el objetivo que persigues en cada sesión, y puede ser un objetivo final o parcial. Para levantar un criterio de adiestramiento debes haber conseguido un 80% de éxito para el criterio anterior. En caso contrario, debes mantener el criterio anterior en la siguiente sesión de adiestramiento.

La tasa de reforzamiento está definida por la frecuencia con que presentas los reforzadores positivos, y es muy importante para asegurar el éxito del adiestramiento. Debes mantener una tasa elevada de reforzamiento para facilitar el aprendizaje de tu perro.

El timing es la sincronía existente entre la conducta de tu perro y la presentación del reforzador. Como es muy difícil conseguir un timing óptimo de manera directa, usarás un reforzador condicionado que te ayudará a alcanzar un timing adecuado. El reforzador condicionado que usarás puede ser el click de un clicker, un click hecho con la lengua o una palabra corta y distintiva.

La mejor manera de conseguir el éxito en el adiestramiento canino es planificando cada sesión de adiestramiento y llevando un registro de los resultados. Los elementos que debes considerar en tu planificación y registro de la sesión de adiestramiento canino son: conducta final, latencia, duración, distancia de respuesta, lugares, distracciones y la orden o señal.

Por supuesto, antes de empezar a entrenar la obediencia básica de tu perro debes tener el equipo necesario. El equipo de adiestramiento canino que necesitas para seguir los ejercicios de este manual consiste en un collar o arnés, una correa reglamentaria, una correa larga, comida en trocitos, juguetes para perros, una bolsa o riñonera, una manta o una cama para perros, una libreta o un tablero de cartón prensado, y un bolígrafo.

También existe un equipo opcional que no es obligatorio, pero tiene elementos de mucha utilidad como el clicker. Debes usar el clicker correctamente, entregando un reforzador después de cada click que hagas.

Cuando lleves a cabo una sesión de adiestramiento canino, ten en cuenta que los reforzadores son relativos y su eficacia puede variar según la situación o el perro que estás entrenando. Por eso es importante que elijas correctamente los reforzadores que vas a usar en cada sesión. También es importante que recuerdes que los reforzadores no deben ser utilizados como antecedentes de la conducta, sino solamente para fortalecerla.

Las órdenes que usas para entrenar a tu perro deben ser diferentes entre sí. No debes gritar al dar las órdenes, sino usar un tono normal de voz. Cuando des una orden, sólo debes pronunciarla una vez, nunca repetirla.

Durante el adiestramiento de tu perro, cada ejercicio de obediencia básica atravesará diferentes etapas. Las etapas del adiestramiento canino que atravesarán esos ejercicios son: obtener la conducta básica, perfeccionar la conducta, generalización inicial de la conducta, introducir la orden, perfeccionar la respuesta, eliminar el clicker y los reforzadores primarios de la escena, aumentar la duración, aumentar distracciones, aumentar la distancia, obtener la discriminación y el control por el estímulo, transferir el adiestramiento a la vida cotidiana y consolidar los hábitos. Ten en cuenta que no todos los ejercicios atraviesan por todas las etapas.

Existen siete estrategias para entrenar nuevas conductas en tu perro, pero en este método de adiestramiento canino solamente usarás cinco: atracción, captura, targeting, moldeado y creación de cadenas de conductas.

También existen siete estrategias para eliminar los malos hábitos del perro. Estas estrategias son: extinción de la conducta, desensibilización sistemática, contracondicionamiento, adiestramiento de conductas incompatibles, perfeccionamiento de la conducta inapropiada, modificar el ambiente y proporcionarle suficiente ejercicio y compañía a tu perro.

Entrenar a tu perro en obediencia canina básica te ayudará a fortalecer la relación que tienes con él, y te proporcionará un mejor control sobre su comportamiento. Irónicamente, esto le permitirá a tu perro tener mayor libertad, ya que será un compañero bien educado y podrás confiar en él. En este manual aprenderás a entrenar diferentes ejercicios de obediencia canina, que se clasifican en: ejercicios de autocontrol, ejercicios que estimulan la concentración, ejercicios activos y ejercicios pasivos.

Primera semana de la obediencia canina

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En esta primera semana de la obediencia canina aprenderás cómo enseñarle a tu perro cuatro ejercicios de obediencia básica, un ejercicio opcional y un ejercicio complementario. También aprenderás a cargar el clicker, que es lo primero que debes hacer en el adiestramiento con clicker.

Con los ejercicios de esta semana no sólo estarás enseñándole a tu perro cosas nuevas, sino que también aprenderás a llevar a cabo las primeras etapas del adiestramiento canino, ya que en cada ejercicio tendrás que obtener la conducta básica, perfeccionarla, hacer la generalización inicial e introducir la orden. También empezarás a aumentar la duración de algunos de estos ejercicios, pero sólo por un tiempo muy corto.

Los ejercicios de obediencia básica del perro de esta semana son iniciales y es importante que los hagas todos. A pesar de eso, hay un ejercicio opcional (En pie) que no es necesario en la obediencia canina pero puede ser útil.

Ten en cuenta que tu perro recién está aprendiendo, así que debes llevar a cabo las sesiones de adiestramiento en un lugar tranquilo y sin distracciones.

No necesitas realizar todos los ejercicios cada día de la semana. Planifica tus sesiones de adiestramiento de forma tal que puedas practicar tres o cuatro ejercicios por día. Recuerda que lo mejor es hacer sesiones cortas, con pocas repeticiones de cada criterio de adiestramiento, distribuidas a lo largo del día. Al final de este capítulo encontrarás un cronograma de ejemplo que te puede servir para tener una idea de cómo distribuir las prácticas en la semana.

No priorices el tiempo por encima de la calidad del adiestramiento. No te preocupes si te toma más de una semana completar estos ejercicios. Asegúrate de haber completado los criterios de adiestramiento propuestos en cada ejercicio antes de pasar a la segunda semana de la obediencia canina. Por otra parte, si completas los criterios para un ejercicio pero no para los demás, puedes empezar con la segunda semana para ese ejercicio, mientras sigues en la primera para los demás.

Los ejercicios de la primera semana de la obediencia canina son:

Cargar el clicker. Aunque no es un ejercicio de obediencia canina, es lo primero que debes hacer para seguir este método de adiestramiento. Al cargar el clicker creas el reforzador condicionado que te sirve para comunicarte con tu perro.

Reconocer el nombre. Todos los perros deben reconocer su nombre y prestar atención cundo lo escuchan. Con este ejercicio tu perro aprenderá a prestar atención y esperar otras instrucciones cuando dices su nombre.

Sentado. Éste es el ejercicio más común en el adiestramiento de perros, y uno de los más útiles. Te servirá para controlar a tu perro en diferentes situaciones. Además, es una excelente conducta incompatible, por lo que te ayudará a eliminar algunos malos hábitos de tu perro.

Échate. Igual que el ejercicio anterior, este es un ejercicio frecuente en el adiestramiento canino y es muy útil para aumentar el control que tienes sobre tu perro.

Lagartijas caninas. No es un ejercicio de obediencia canina, sino un complemento que hace más fluidos los ejercicios de "Sentado" y "Échate". Consiste en que tu perro se sienta desde la posición de echado, y se echa desde la posición de sentado. Como si estuviese haciendo flexiones o "lagartijas".

Acudir al llamado. Uno de los ejercicios más importantes de la obediencia canina. Como su nombre lo dice, sirve para que tu perro acuda cuando lo llamas.

En pie. Es un ejercicio opcional pero muy útil, por lo que te recomiendo llevarlo a cabo. Consiste en que tu perro se pare sobre sus cuatro patas, sin moverse de su posición.

Obediencia canina para cachorros

Los ejercicios propuestos en esta semana de la obediencia canina los puede realizar cualquier perro saludable de cualquier edad a partir de los dos meses.

Sin embargo, si tu perro tiene entre dos y cuatro meses, es bueno que hagas sesiones de adiestramiento más cortas. Puedes considerar sesiones que solamente tengan cinco repeticiones, ya que la capacidad de concentración de los cachorros pequeños es menor que la de los perros jóvenes y adultos.

Por otra parte, no exijas conductas muy precisas a los cachorros de menos de cinco o seis meses (esto es un poco variable y depende de cada perro), porque no tienen un control completo de sus movimientos. Incluso

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algunos cachorros de más de seis meses pueden tener problemas para realizar algunas conductas con precisión.

Esto no significa que ignores los errores o que permitas que tu cachorro haga lo que le da la gana. Significa que, de momento, no debe importarte si tu cachorro se sienta o se echa ladeado, o si acude al llamado corriendo como un completo descoordinado. Pero cuando le pidas que haga algo, debe hacerlo aunque sea cachorro.

Cargar el clicker

Como ya viste al leer sobre el equipo de adiestramiento canino, el clicker es una cajita plástica con una lámina metálica que hace un doble sonido "click-click" cuando lo aprietas.

Antes de empezar a entrenar a tu perro en obediencia básica, tienes que cargar el clicker. Cargar el clicker consiste en lograr que tu perro asocie el sonido de este dispositivo (el click) con cosas agradables. Conseguirás esto mediante el condicionamiento clásico, asociando el click con comida.

Una vez que has cargado el clicker, el click que éste produce se convierte en un reforzador condicionado que te permitirá comunicarte con tu perro. Por tanto, cuando hayas cargado el clicker, lo usarás para indicarle a tu perro qué conductas son las correctas.

Ten en cuenta que sólo es necesario cargar el clicker una vez. No necesitas hacerlo en cada sesión de adiestramiento canino, sino solamente una vez.

El procedimiento para cargar el clicker

Antes de empezarRecuerda que "hacer click" significa que hagas sonar el clicker, o que hagas el sonido que hayas decidido usar como reforzador condicionado.

El procedimiento para cargar el clicker es el siguiente:

1. Estás con tu perro suelto (sin correa) en un lugar tranquilo. Este lugar puede ser el baño, la cocina o cualquier espacio cerrado en que no existan distracciones de ningún tipo. Además, tienes la riñonera en tu cintura y varios pedacitos de comida apetitosa dentro de ella. La comida puede ser salchicha, carne cocida, pollo cocido, o cualquier cosa que le gusta a tu perro, y debe estar cortada en pedacitos pequeños (aproximadamente del tamaño de una arveja o un poquito más grande).

2. Tomas un pedacito de comida en una mano y en la otra sujetas el clicker. Haces click e inmediatamente después le das un pedacito de comida a tu perro. Puedes darle la comida desde tu mano o lanzarla al suelo, pero debes hacerlo inmediatamente después del click.

3. Tomas otro pedacito de comida y repites el procedimiento.

4. Repite este procedimiento hasta que notes que tu perro se pone atento o alegre cada vez que escucha el click. Notarás que tu perro ha asociado el click con la comida cuando cada vez que haces click, él levanta las orejas, mueve la cola o hace cualquier otra cosa que demuestre su entusiasmo.

Cargar el clicker suele tomar sólo cinco repeticiones, aproximadamente. Sin embargo, puedes hacer unas cuantas más si lo consideras necesario.

Ten en cuenta que tu perro no debe haber comido antes de cargar el clicker, por lo que debes asegurarte de hacer este ejercicio antes de darle una de sus comidas diarias o por lo menos un par de horas después de haberle dado una comida.

Puedes empezar a enseñarle a tu perro a reconocer su nombre apenas hayas cargado el clicker.

Entrenar sin clicker

Si no tienes un clicker puedes hacer el mismo ejercicio usando un sonido diferente para cargar el reforzador condicionado. Algunas alternativas para entrenar a tu perro si no tienes un clicker son:

1. Haz un "click" con la lengua. Para hacer esto pegas la lengua a tu paladar y la despegas rápidamente.

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2. Usa una palabra corta y distintiva. Puedes usar "Ok", diciendo la palabra rápidamente y con entusiasmo. Si decides usar esta palabra, evita usar "Aquí" para enseñarle a tu perro a acudir al llamado porque las dos palabras pueden sonar parecidas cuando se pronuncian rápidamente. Recuerda que las órdenes del adiestramiento canino deben ser diferentes unas de otras.

Otra palabra que puedes usar es "Toma". Pronúnciala rápidamente y con entusiasmo.

Algunas personas encuentran más útil pronunciar letras en lugar de palabras, porque el sonido es más corto y permite un mejor timing. Entonces, puedes pronunciar una letra en lugar de usar una palabra. Una opción simple es pronunciar la letra "k", pero en este caso debes asegurarte de no usar "Acá" para llamar a tu perro.

En cualquiera de estos casos, debes usar el sonido (el click hecho con la lengua) o la palabra elegida, como reforzador condicionado durante todo el adiestramiento de tu perro. No uses una palabra un día y otra al día siguiente.

Si no usas un clicker para entrenar a tu perro, "hacer click" significará que hagas el sonido elegido para reemplazar el click, ya sea un click hecho con tu lengua o una palabra.

El siguiente video te muestra cómo cargar el clicker, usando un click hecho con la lengua. El video está filmado en la calle pero debes practicar en un lugar cerrado y sin distracciones. Tu perro todavía no está listo para estar suelto en la calle, así que no lo sueltes en lugares en los que corra riesgos.

Posibles problemas al cargar el clicker

Existen algunos problemas que ocurren con cierta frecuencia al cargar el clicker. A continuación te presento cinco problemas comunes para que sepas cómo solucionarlos.

- Mi perro se asusta del sonido del clicker

Si tu perro se asusta del sonido del clicker, puedes envolver el clicker con varias capas de cinta aislante para que haga un sonido menos intenso. A medida que progrese el adiestramiento de tu perro, puedes ir quitando las capas de cinta aislante, una por semana, hasta eliminar todas. Si notas que tu perro vuelve a asustarse del sonido, vuelve a envolver el clicker y reduce las capas de cinta aislante con más paciencia.

Otra opción es que hagas click con el clicker dentro de tu bolsillo, bien pegado a tu pierna y con la lámina metálica orientada hacia tu muslo. De esta forma hará un sonido mucho menos intenso. Poco a poco podrás sacarlo y manejarlo pegado a tu pierna o envuelto en un pañuelo. Luego detrás de tu espalda y finalmente manejarlo normalmente.

Otra alternativa para los perros que se asustan del clicker, es que busques un clicker menos sonoro. Existen algunos clickers hechos totalmente de plástico y que tienen un botón en lugar de una lámina metálica. Éstos tienen un sonido menos intenso y resultan más cómodos para muchas personas.

Finalmente, si no te convence ninguna de las opciones anteriores, no uses un clicker. Reemplaza el clicker por un click hecho con tu lengua o una palabra corta y distintiva.

- Cargué el clicker pero ya no funciona con mi perro

Algunas personas hacen click en cualquier circunstancia y no ofrecen los pedacitos de comida a sus perros. Esto causa que la asociación entre el click y la comida se extinga.

Para evitar este problema, no uses el clicker (o hagas el sonido elegido) en otras circunstancias que no sean las sesiones de adiestramiento. Y, durante las sesiones de adiestramiento, recuerda que a cada click le sigue un reforzador primario (un pedacito de comida).

Tampoco dejes el clicker al alcance de niños pequeños porque, por alguna razón, les encanta hacerlo sonar.

Si ya tienes este problema y tu perro dejó de prestar atención cuando haces click, vuelve a cargar el clicker y evita que el problema vuelva a ocurrir.

- Mi perro muerde con fuerza cuando le doy los pedacitos de comida

Los perros que no están acostumbrados a recibir comida de la mano pueden descontrolarse cuando se les entregan los pedacitos de comida, y morder con mucha fuerza.

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Si tu perro piensa que debe arrancarte los dedos para conseguir la comida, tienes dos alternativas: darle la comida desde la palma de tu mano o lanzarla al suelo.

Al darle la comida desde la palma de tu mano, tu perro no tendrá mucha chance de morderte, ya que la comida estará en una superficie más o menos plana y tendrá que tomarla con más cuidado. Si alguna vez le diste un terrón de azúcar a un caballo, o viste cómo se hace, sabrás que esta forma es mucho más segura para dar de comer con la mano a un animal.

Por otra parte, después de hacer click puedes lanzar el pedacito de comida al suelo. En este caso tu perro no tendrá chance de morderte la mano porque la comida estará en el suelo.

Ten en cuenta que muchos perros aprenden a arrebatar violentamente la comida de la mano si es que la persona se asusta y retira la mano justo antes que el perro pueda alcanzar la comida. Nunca hagas esto. Si te da miedo que tu perro te muerda, simplemente ofrécele la comida desde la palma de tu mano o lánzala al suelo. No retires tu mano con la comida.

- Mi perro no nota dónde están los pedacitos de comida

Algunos perros buscan desesperadamente los pedacitos de comida pero no los encuentran porque están muy entusiasmados. Esto ocurre especialmente con cachorros.

Si tu perro no se da cuenta dónde está la comida, tienes que acercársela a la boca inmediatamente después de cada click. Simplemente lleva la comida justo delante de su nariz y él la tomará.

Si lanzas la comida al suelo, haz un movimiento muy evidente con todo tu brazo antes de soltar la comida y déjala caer cerca de donde está tu mano. Acerca tu mano al suelo cuando hagas esto para que tu perro vea dónde cae la comida.

- Mi perro no presta atención

Si tu perro no se concentra es porque algo lo está distrayendo o la comida que usas no lo motiva. Asegúrate de estar en un lugar sin distracciones. También asegúrate que la comida que usas para entrenar a tu perro sea de su interés.

También puede ser que estés tardando mucho tiempo entre repeticiones o que estés tardando mucho en dar la comida después de cada click. No dejes pasar mucho tiempo entre repeticiones. En cuanto tu perro haya terminado de tragar el pedacito de comida que le diste, haz otro click y dale otro pedacito de comida.

Tampoco dejes pasar mucho tiempo desde que haces click hasta que le das la comida a tu perro. Debes darle la comida inmediatamente después del click.

Precauciones al usar el clicker y dar la comida a tu perro

Durante este ejercicio y los siguientes, toma en cuenta las siguientes precauciones para usar el clicker y dar los pedacitos de comida a tu perro:

Nunca hagas sonar el clicker cerca del oído de tu perro, o de tu oído. El sonido puede ser muy fuerte cuando se escucha muy de cerca.

No sueltes un pedacito de comida en la boca de tu perro si él tiene la cabeza hacia arriba. Tu perro podría atorarse. En todo caso, baja la comida hasta que esté al nivel normal de la boca de tu perro, o un poquito más abajo. Deja que él la tome, no la hagas caer en su boca.

Al empezar cada nuevo ejercicio, practica en un lugar cerrado para que tu perro pueda estar suelto y no necesites ponerle una correa. Es difícil manejar el clicker y los pedacitos de comida si además tienes que estar pendiente de sujetar la correa. Cuando tu perro responda a la perfección a los ejercicios de obediencia, empezarás a practicar en la calle con tu perro sujeto a la correa. En ese momento podrás usar una orden de liberación en lugar del clicker, o habrás adquirido la destreza suficiente para manejar el clicker, la comida y la correa.

No hagas click si tu perro está haciendo algo inapropiado, como saltarte encima, porque estarás reforzando esa conducta.

Enséñale a tu perro a reconocer su nombre

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Todos los perros tienen que reconocer su nombre o responder a una orden para prestar atención a su propietario.

Entrenar a tu perro para reconocer su nombre es un ejercicio de base para poder entrenar los demás ejercicios de obediencia canina, y para captar su atención en diferentes circunstancias. Si no puedes captar la atención de tu perro no podrás enseñarle ningún ejercicio, y por eso es útil que éste sea el primer ejercicio del adiestramiento en obediencia canina.

En esta semana entrenarás a tu perro para que te mire por tres segundos cuando dices su nombre. Harás esto dividiendo el ejercicio en criterios de adiestramiento más sencillos, hasta lograr la respuesta final.

Los criterios que debes alcanzar esta semana son: conseguir que tu perro te mire a los ojos (o a la cara) por un instante, conseguir que tu perro te mire a los ojos (o a la cara) por tres segundos, lograr que tu perro te mire a los ojos (o a la cara) por un instante mientras te mueves, lograr que tu perro te mire a los ojos (o a la cara) por tres segundos mientras te mueves, e introducir la orden.

Entrena cada criterio por separado y tómate las sesiones de adiestramiento canino que sean necesarias. No levantes el criterio de adiestramiento si tu perro todavía no ha alcanzado el 80% de éxito para el criterio anterior. Lleva a cabo el adiestramiento de esta semana en un lugar tranquilo y sin distracciones. Y ten en cuenta que no necesitas entrenar todos los criterios en un solo día.

Tu perro te mira a los ojos por un instante (Criterio 1)

Con este criterio buscas conseguir la conducta básica, que consiste en que tu perro te mire por un instante. En realidad no es necesario que te mire a los ojos, pero sí que te mire a la cara para que te resulte más fácil comunicarte con él después de decir su nombre. Sin embargo, la mayoría de los perros terminan mirando a los ojos.

Si tu perro es de raza peluda y su pelaje le cubre los ojos, no sabrás hacia dónde está mirando realmente. En este caso, el criterio será que tu perro oriente su cara hacia la tuya, como si estuviese mirándote a los ojos, aunque no sepas si en realidad lo está haciendo.

Para conseguir que tu perro te mire a los ojos por un instante, muéstrale un pedacito de comida y luego cierra tu mano, protegiendo la comida. Mantén tu puño cerrado, y espera. Si tu perro es grande puedes hacer este procedimiento estando de pie, pero si tienes un perro pequeño tendrás que arrodillarte o sentarte en el suelo.

Tu perro intentará tomar la comida de diferentes maneras. Te golpeará la mano con su pata, lamerá tu mano, te mordisqueará o hará cualquier otra cosa. Ignora todas esas conductas y sólo mantén tu mano cerrada.

Si tu perro te golpea o empuja la mano con fuerza, mantenla pegada contra tu muslo. De esta forma evitarás que tu mano se mueva.

En algún momento tu perro se cansará de intentar conductas que no le dan resultado y te mirará. En ese instante haz click y dale la comida.

Durante las primeras repeticiones no te preocupes si tu perro no te mira a los ojos o a la cara. Haz click en cuanto tu perro deje de mirar tu mano y mire hacia ti, aunque no te esté viendo a la cara. Eso sí, ten cuidado de no hacer click si tu perro mira hacia abajo porque en ese caso te será difícil hacer que te mire a la cara.

A medida que hagas más repeticiones podrás moldear su conducta para que te mire a los ojos o a la cara. Por ejemplo, tu perro mira tu barriga y refuerzas positivamente esa conducta un par de repeticiones. Luego dejas de reforzar esa conducta y solamente refuerzas cuando tu perro te mira al pecho, por un par de repeticiones más. Finalmente, dejas de reforzar la conducta de mirar a tu pecho y sólo haces click y das la comida cuando tu perro te mira a la cara.

Repite todo el procedimiento 10 veces y registra la sesión de adiestramiento canino. Haz las sesiones necesarias hasta que tu perro te mire a los ojos o a la cara el 80% de las veces. Esto suele tomar solamente un par de sesiones, pero haz más si es necesario.

Durante este criterio, tu puño cerrado se convierte en una señal que le indica a tu perro que debe mirarte a los ojos para obtener la comida.

Tu perro te mira a los ojos por tres segundos (Criterio 2)

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En este criterio haces lo mismo que en el criterio anterior, pero aumentas la duración de la conducta hasta tres segundos. Durante estas sesiones aprenderás a usar el método de los 300 picotazos para aumentar la duración de las conductas.

Empieza la primera sesión de este criterio haciendo dos o tres repeticiones del criterio anterior, para que tu perro entre en el juego.

En la siguiente repetición haz el mismo procedimiento, pero cuenta mentalmente "Uno" cuando tu perro te mire a los ojos. Si tu perro mantuvo la mirada, haz click y dale la comida.

Si tu perro no mantuvo la mirada, muévete un par de pasos para "romper" la repetición (ésta es una repetición fallida) y vuelve a hacer el mismo procedimiento pero esperando un tiempo más corto antes de hacer click. Por ejemplo, puedes contar mentalmente "Un", en lugar de "Uno".

En la siguiente repetición cuenta hasta un número más que en la anterior. Si la repetición es fallida (tu perro no mantiene la mirada por el tiempo suficiente), empiezas nuevamente desde cero. Y así vas aumentando gradualmente el tiempo que tu perro te mira a los ojos, hasta conseguir por lo menos tres segundos en cinco repeticiones sucesivas.

Para que comprendas mejor cómo funciona este procedimiento, considera el siguiente ejemplo:

Primera repetición: Tu perro te mira, haces click y le das la comida (duración 0) Segunda repetición: Tu perro te mira y mantiene la mirada mientras cuentas mentalmente "Uno",

haces click y le das la comida (duración 1) Tercera repetición: Tu perro te mira y mantiene la mirada mientras cuentas mentalmente "Uno, Dos ",

haces click y le das la comida (duración 2) Cuarta repetición: Tu perro te mira y mantiene la mirada mientras cuentas mentalmente "Uno, Dos ",

pero no te mira hasta "Tres". Te mueves un par de pasos y empiezas nuevamente desde cero (desde duración 0).

Haz el número necesario de sesiones hasta que consigas que tu perro te mire a los ojos por tres segundos en cinco repeticiones seguidas. Sigue aumentando la duración durante esas repeticiones, aunque ésta supere los tres segundos. Lo que te interesa es conseguir cinco repeticiones seguidas con tres segundos de duración.

Como este criterio involucra duración de una conducta, puedes hacer sesiones con menos de diez repeticiones. Por ejemplo, cada sesión podría tener solamente siete sesiones para no aburrir ni a tu perro ni a ti.

Tu perro te mira a los ojos por un instante mientras te mueves (Criterio 3)

Llevas a cabo el mismo procedimiento que para el Criterio 1, pero aumentas gradualmente movimientos de tus brazos, piernas y cintura.

Éste es un nuevo criterio, por lo que relajas el Criterio 2 y no exiges duración. Solamente quieres que tu perro te mire por un instante mientras te mueves. Cuando él lo hace, haces click y le das la comida.

Durante este criterio debes aumentar los movimientos de forma gradual. Puedes empezar moviendo solamente la muñeca de la mano en que tienes la comida. En la siguiente repetición mueves lentamente el antebrazo. En la siguiente mueves lentamente todo el brazo como si estuvieras aleteando.

Aumenta gradualmente el movimiento que haces, trotando en tu sitio, caminando un paso, moviendo los brazos y la cintura. También debes ponerte perpendicular a tu perro (de lado) y practicar en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento para ayudar a generalizar la conducta de tu perro.

Sin embargo, todavía no gires completamente. Tu perro debe tener la posibilidad de mirarte a los ojos o la cara con facilidad. Además es bueno que mantengas el pedacito de comida en tu mano cerrada.

Si te resulta difícil esta parte del adiestramiento de tu perro, limítate a hacer movimientos lentos con los brazos y trotar lentamente en tu sitio.

Tu perro te mira a los ojos por tres segundos mientras te mueves (Criterio 4)

En este criterio combinas los criterios 2 y 3, exigiendo que tu perro te preste atención por tres segundos aunque te estés moviendo. Procede como en el Criterio 2, y aumenta movimientos gradualmente.

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Este criterio te puede resultar un poco complicado, así que puedes limitarte sólo a hacer movimientos lentos con los brazos. Lo importante es que tu perro empiece a generalizar la conducta de mirarte a los ojos por tres segundos.

Tu perro te mira a los ojos cuando dices su nombre (Criterio 5)

Durante este criterio introduces la orden de adiestramiento canino. La orden que usarás es el nombre de tu perro, pero puedes usar una orden diferente si lo prefieres. "Mírame" puede servirte para este ejercicio.

No importa si prefieres usar el nombre de tu perro u otra orden, pero siempre deberás usar la misma orden para llamar su atención. No cambies las órdenes en el futuro.

Para conseguir que tu perro te mire cuando dices su nombre, procede como en el Criterio 1, pero di su nombre antes que él te mire. Debes asegurarte de decir su nombre antes que te mire a los ojos.

Si tu perro te mira sin que hayas dicho su nombre, solamente da dos pasos o gira, y di su nombre antes que te mire. En esta etapa sólo debes hacer click y darle la comida a tu perro cuando responde a su nombre, no cuando te mira espontáneamente.

Aprovecha de decir su nombre cuando él ha tomado la comida con su boca. En ese momento no te estará viendo a los ojos. Asegúrate de decir su nombre una sola vez, no lo repitas. Si no te mira inmediatamente, sólo espera a que lo haga, pero no repitas su nombre.

Gradualmente y en varias sesiones aumenta la duración y tus movimientos, como hiciste en los criterios anteriores. Sólo asegúrate de decir el nombre de tu perro antes que él te mire, para establecer la orden.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a reconocer su nombre

Algunos problemas que pueden ocurrir al enseñarle a tu perro a reconocer su nombre son:

- Tu perro te lastima la mano al intentar tomar la comida

Algunos perros muerden o golpean con fuerza la mano con que se sujeta la comida, pudiendo llegar a lastimar al entrenador. Si tu perro te lastima al intentar tomar la comida, empieza el Criterio 1 con el brazo extendido horizontalmente, de tal forma que tu mano quede a la altura de tu hombro y lejos de tu perro.

Al no poder alcanzar la comida, tu perro te mirará y podrás empezar a reforzar esa conducta. En cada repetición baja tu mano un poquito más hasta que la puedas tener el brazo extendido hacia abajo sin que tu perro intente tomar la comida de tu mano.

Otra opción que utilizan algunos adiestradores, pero que a mi no me gusta mucho, consiste en usar guantes gruesos que te protejan la mano de los rasguños y mordiscos de tu perro.

- Tu perro está muy distraído

Si tu perro está distraído es posible que haya comido recientemente o que el lugar de adiestramiento no sea suficientemente tranquilo. Busca un lugar diferente para entrenar y lleva a cabo las sesiones en un horario diferente.

Si crees que el lugar y el horario son adecuados, haz una secuencia rápida de entregarle pedacitos de comida a tu perro antes de empezar la sesión. Simplemente dale cinco pedacitos de comida rápidamente (como si estuvieras cargando el clicker, pero sin usar el clicker) y empieza la sesión de adiestramiento.

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- Tu perro no deja de mirarte ni un segundo

Si tu perro no deja de mirarte ni un instante, te resultará difícil introducir la orden efectivamente. Para distraer a tu perro y poder usar su nombre, puedes lanzar la comida al suelo después de cada click. De esta forma, tendrás ocasión de decir su nombre justo después que tu perro tomó la comida, pero antes que te mire espontáneamente.

En el siguiente tema encontrarás dos formas alternativas para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Estas alternativas pueden resultarte más sencillas e incluyen procedimientos que evitan el problema de los perros que no dejan de mirar a sus propietarios ni un segundo.

Precauciones al usar el nombre de tu perro

No uses el nombre de tu perro sólo por usarlo. Si dices el nombre de tu perro en cualquier circunstancia y por cualquier razón, sin reforzar su conducta cuando te mira, estarás extinguiendo la respuesta adecuada y tu perro dejará de prestar atención cuando dices su nombre.

Tu perro debe asociar su nombre con cosas agradables, así que no uses su nombre cuando lo vayas a castigar. Mucha gente dice los nombres de sus perros cuando los quiere castigar y esos perros aprenden a temer a sus nombres.

Alternativas para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre

Existen varias alternativas para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Estas alternativas te serán útiles si no consigues enseñarle a tu perro a reconocer su nombre con el procedimiento indicado anteriormente.

Las dos alternativas que te presento aquí son variantes de un mismo procedimiento, que en el adiestramiento canino se conoce como "el juego del nombre". La primera variante está pensada para que entrenes a tu perro con la colaboración de una o más personas. La segunda variante está pensada para que entrenes este ejercicio de la obediencia canina sin ayuda de otras personas.

El juego del nombre con dos o más personas

Esta es la alternativa más divertida y efectiva si cuentas con la ayuda de una o más personas. Si es posible, haz que tu familia te ayude a practicar este ejercicio. Sólo ten cuidado de no juntar mucha gente porque tu perro se confundirá. Lo ideal es practicar este ejercicio entre dos y seis personas, contándote a ti.

Aunque el ejercicio se puede practicar con la ayuda de varias personas, la siguiente explicación considera solamente dos personas, tú y una amiga. Si cuentas con la ayuda de más personas, sólo tienes que hacer lo mismo pero la gente debe ubicarse formando un círculo.

Párate frente a tu amiga, a una distancia aproximada de entre tres y cinco metros. Deben estar en un lugar cerrado, sin distracciones, y tu perro debe estar suelto. Tanto tú como tu amiga deben tener pedacitos de comida en una riñonera, en los bolsillos o en la mano.

Haz el sonido de un beso (lanza un beso al aire) y cuando tu perro te mire, haz click y dale un pedacito de comida. Puedes darle la comida desde tu mano o lanzarla al suelo, pero asegúrate de hacer click cuando tu perro te mira, no cuando acude. Este ejercicio no es el llamado.

Después que le diste la comida a tu perro, mira hacia el techo e ignora a tu mascota. Entonces, tu amiga hace el sonido de beso y cuando tu perro la mira, hace click y le da el pedacito de comida. Luego se queda mirando al techo y tú repites el procedimiento.

Ten en cuenta que no existe un sonido que capte la atención de todos los perros, así que quizás debas ser un poco imaginativo en esto. Sin embargo, los sonidos que dan resultados con la mayoría de los perros son los sonidos de beso, los aplausos suaves, gimoteos como de un cachorro y palabras alegres con voz aguda. Si no te sirve el sonido de un beso para captar la atención de tu perro, prueba con otros sonidos.

Cuando tu perro responda correctamente (mirando a la persona que hace el sonido) ocho de cada 10 veces, habrás conseguido el primer criterio de adiestramiento para este ejercicio. Entonces puedes levantar el criterio, logrando gradualmente que tu perro te mire por tres segundos, luego que te mire mientras te mueves, luego que te mire por tres segundos mientras te mueves y, finalmente, introduciendo la orden (el nombre de tu perro).

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Levanta los criterios de adiestramiento de forma similar a la explicada en el primer procedimiento para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. La única variante en este caso es que las prácticas contarán con más de una persona.

Algunos aspectos a tener en cuenta Ten en cuenta que no importa si tu perro acude cuando dices su nombre. Lo que importa es que mire a la persona que dice su nombre. Si tu perro salta sobre la gente cuando dicen su nombre, tú y tu amiga deben lanzar los pedacitos de comida entre las patas delanteras del perro. De esta forma tendrá que bajar la cabeza para tomar la comida y no podrá saltar.

El juego del nombre sin ayuda de otras personas

Este procedimiento es muy útil si tu perro no deja de prestarte atención ni por un instante, pero no cuentas con la ayuda de otras personas.

Practica en un lugar en el que existan distracciones ligeras. Este lugar puede ser cualquier cuarto de tu casa en el que haya algunos juguetes de perros dispersos por el suelo, el jardín, o un lugar muy tranquilo fuera de tu casa. Si practicas fuera de tu casa tu perro debe estar sujeto con la correa.

Simplemente espera a que tu perro se distraiga y haz el sonido de un beso (lanza un beso al aire). En cuanto tu perro te mire, haz click y dale un pedacito de comida. Luego espera nuevamente a que él se distraiga y repite el procedimiento.

Cuando consigas ocho respuestas correctas de cada serie de 10 repeticiones, empieza a levantar el criterio para que tu perro te mire por más tiempo. El procedimiento es similar al Criterio 2 del primer procedimiento para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre, pero tu perro estará en un ambiente con distracciones ligeras y, posiblemente, sujeto a la correa.

Lleva a cabo todos los criterios explicados en el primer procedimiento para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre, hasta la introducción de la orden (usar el nombre de tu perro). Cuando tu criterio de adiestramiento incluya movimientos tuyos, limítate a trotar sobre tu sitio o dar un par de pasos, porque ya existen otras distracciones en el ambiente.

Enséñale a tu perro a sentarse a la orden

Que tu perro sepa sentarse a la orden es uno de los ejercicios más útiles de la obediencia canina. Un perro no puede estar sentado y al mismo tiempo hacer cosas inapropiadas, por eso este ejercicio es una conducta incompatible por excelencia.

Además, este ejercicio es la base del adiestramiento para que el perro tenga autocontrol, y es uno de los ejercicios de obediencia canina que más se usa en la vida cotidiana.

En esta semana entrenarás a tu perro para sentarse a la orden, y mantener esa posición por un segundo. Alcanzarás todos los criterios de adiestramiento de esta semana en un lugar cerrado y sin distracciones.

Los criterios de adiestramiento que conseguirás esta semana son: tu perro se sienta cuando haces la señal, tu perro se sienta y mantiene la posición por un segundo, tu perro se sienta aunque tú te estés moviendo, tu perro se sienta y mantiene la posición por un segundo aunque tú te estés moviendo, tu perro se sienta cuando dices la orden.

También verás cómo empezar a usar este ejercicio en algunas ocasiones de la vida cotidiana que no involucran distracciones.

Tu perro se sienta cuando haces la señal (Criterio 1)

Acerca un pedacito de comida a la nariz de tu perro para llamar su atención hacia tu mano. Luego retrocede uno o dos pasos, al mismo tiempo que llevas lentamente tu mano con la comida hacia tu hombro, y detente.

Al retroceder y llevar la comida hacia arriba, lograrás que tu perro oriente su cabeza hacia arriba y sus cuartos traseros un poco hacia abajo. Al detenerte también bloquearás repentinamente su avance, con lo que es muy probable que tu perro se siente.

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El momento en que el trasero de tu perro toque el suelo, haz click y dale el pedacito de comida... a tu perro, no a su trasero. No es necesario que él mantenga la posición. Una vez que haz hecho click tu perro puede levantarse.

Repite el mismo procedimiento unas cinco veces, reduciendo gradualmente el movimiento de tu brazo de tal forma que no tengas que llevar el pedacito de comida hasta la nariz de tu perro para llamar su atención.

Después de esas cinco repeticiones, y cuando ya no necesitas acercar la comida hasta la nariz de tu perro, intenta hacer el procedimiento sin tener la comida en tu mano. Haz el movimiento con tu brazo, llevando tu mano hacia tu hombro, y espera a que tu perro se siente. Cuando lo haga, haz click, toma un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.

Cuando tu perro se siente con frecuencia, empieza a reducir gradualmente la distancia que retrocedes, hasta que no retrocedas ni un paso.

El criterio que debes cumplir es que tu perro se siente cuando haces la señal con tu brazo, sin tener comida en la mano. Por supuesto, todavía tendrás la comida en la riñonera y le darás un pedacito de comida a tu perro después de cada click.

Te puede llevar un par de sesiones para alcanzar este criterio, o quizás un poco más. Pasa al siguiente criterio de adiestramiento cuando consigas un 80% de repeticiones exitosas. Es decir, cuando tu perro se siente ocho de cada 10 veces que haces la señal.

El "Sentado" para competenciaSi quieres que tu perro se siente derecho y "cuadrado", como se exige en algunos deportes caninos, debes conseguir esa conducta durante este criterio.Una vez que hayas conseguido que tu perro se siente (la conducta básica), debes reforzar solamente los sentados que más se aproximen a la posición que deseas. Por supuesto, te tomará más tiempo que si sólo quieres que tu perro se siente de cualquier manera.Ten en cuenta que los cachorros jóvenes no tienen suficiente coordinación, así que no le exijas a un cachorro el sentado para competencia. Los perros adultos de algunas razas y los perros que tienen problemas de espalda o caderas tampoco están cómodos cuando se sientan derechos y "cuadrados", así que no le exijas esto a tu perro si nunca se sienta espontáneamente de esta manera.

Tu perro se sienta y mantiene la posición por un segundo (Criterio 2)

Repite el mismo procedimiento que en el Criterio 1, pero cuenta mentalmente hasta uno antes de hacer click y darle la comida a tu perro. Si tu perro se levanta antes que hagas click, no le des la comida y repite el procedimiento.

Si es necesario, reduce la duración al principio (por ejemplo contando "Un" en vez de "Uno") y auméntala gradualmente como hiciste al enseñarle a tu perro a reconocer su nombre.

A modo de "calentamiento" puedes hacer un par de repeticiones del Criterio 1 antes de empezar las sesiones de este criterio.

Ten en cuenta que no debes tener la comida en tu mano para llamar la atención de tu perro. Esto es muy importante para evitar que la comida se convierta en parte de la señal.

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Pasa al siguiente criterio cuando tu perro mantenga la posición por un segundo el 80% de las repeticiones.

Tu perro se sienta aunque tú te estés moviendo (Criterio 3)

Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 1, pero camina o trota sobre tu sitio. También debes acomodarte en diferentes posiciones con relación a tu perro: de frente, en diagonal y de costado.

Para evitar que caminar hacia atrás se convierta en parte de la señal, durante el entrenamiento de este criterio intenta no caminar o trotar hacia atrás.

Durante este criterio de adiestramiento también debes asegurarte de hacer que tu perro se siente a la señal en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento. Practica en el centro del lugar, en las esquinas y en los lados del lugar de adiestramiento.

Puedes hacer un par de repeticiones del Criterio 1 antes de empezar las sesiones de adiestramiento, para ayudar a tu perro a "entrar en el juego".

Pasa al siguiente criterio cuando alcances el 80% de repeticiones exitosas.

Tu perro se sienta y mantiene la posición por un segundo aunque tú te estés moviendo (Criterio 4)

En esta etapa combinas los criterios 2 y 3 que practicaste antes. Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 3, pero aumenta la duración hasta un segundo de la misma forma que hiciste en el Criterio 2.

Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 2 antes de empezar las sesiones de adiestramiento de este criterio.

Pasa al siguiente criterio cuando tu perro se siente ocho de cada 10 veces que haces la señal.

Tu perro se sienta cuando dices la orden (Criterio 5)

Di "Sentado" (o "Sentada") y seguidamente haz la señal que has estado usando para que tu perro se siente (llevar tu mano hacia tu hombro). Cuando tu perro se siente, haz click, saca un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.

Repite el procedimiento varias veces hasta que notes que tu perro empieza a sentarse cuando dices "Sentado". A partir de ese momento empieza a reducir gradualmente la señal que haces con el brazo, acercando cada vez menos tu mano a tu hombro en cada repetición. Después de varias repeticiones, tu perro se sentará sólo con la orden verbal, sin que hagas ningún movimiento con tu brazo.

Si tu perro se sienta antes que digas la orden, di "No" o "Ah" en tono tranquilo y muévete unos pasos sin hacer click ni dar la comida. Entonces, da la orden "Sentado" nuevamente. En esta etapa solamente debes hacer click y dar la comida cuando tu perro se siente a la orden.

Recuerda que las sesiones deben ser cortas, así que este criterio de adiestramiento te puede tomar más de una sesión.

Cuando hayas conseguido que tu perro responda a la orden, repite los criterios 2, 3 y 4, pero usando la orden verbal en lugar de la señal. Trabaja en cada uno de esos criterios por separado.

Empieza a usar el ejercicio en la vida cotidiana (Criterio 6)

Aunque este es el sexto criterio de adiestramiento, debes empezar a practicarlo cuando tu perro ya superó el Criterio 1. Te servirá para empezar a transferir el adiestramiento canino a la vida cotidiana, pero no usarás la orden.

Practica este ejercicio antes de darle cada comida diaria a tu perro. Simplemente levanta el recipiente de comida, con la comida adentro, con una mano y con la otra mano haz la señal para que tu perro se siente. Espera hasta que él se siente.

Cuando tu perro se siente, haz click y baja el recipiente de comida. En este caso puedes usar el clicker con la mano con que haces la señal, o hacer click con la lengua.

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Durante esta semana no uses la orden verbal para practicar este criterio. Solamente usa la señal. Si lo deseas también puedes aumentar la duración hasta un segundo, pero solamente después que tu perro superó el Criterio 2 en las sesiones formales de adiestramiento canino.

Posibles problemas al entrenar a tu perro para sentarse a la orden

Algunos problemas que pueden ocurrir cuando entrenas a tu perro para sentarse a la orden son:

- Tu perro está muy distraído

Si tu perro se distrae durante las sesiones de adiestramiento canino, es posible que estés entrenando en un lugar inadecuado. Cambia de lugar y entrena en un lugar sin distracciones, en el que tu perro te preste atención.

Otra alternativa para solucionar este problema, consiste en que le entregues a tu perro cinco pedacitos de comida, en una secuencia rápida, antes de empezar la sesión.

- Tu perro te lastima la mano al intentar tomar la comida

Si tu perro te lastima cuando le entregas el pedacito de comida, simplemente dáselo desde la palma de la mano o lanza la comida al suelo después de cada click.

Sin embargo, si tu perro te lastima la mano al seguir la comida cuando lo guías, necesitarás guiarlo de otra manera. Simplemente haz el movimiento de tu brazo sin acercar la comida hasta la nariz de tu perro, y espera hasta que él se siente. Este procedimiento puede tardar un poco más, pero después de unas cuantas repeticiones tu perro habrá comprendido la idea general.

En la segunda semana de la obediencia canina aprenderás a entrenar la orden "Toca" que te puede servir para guiar a tu perro sin usar comida ni acercar tu mano a su boca.

- Tu perro no se sienta

Algunos perros no se sientan con este procedimiento. Algunos saltan sobre las personas, intentando atrapar la comida. Otros se sientan a medias, sin llegar a tocar el suelo con sus traseros.

Si tu perro presenta cualquiera de estos problemas, debes conseguir la conducta básica con un procedimiento diferente. En el siguiente tema encontrarás dos alternativas para conseguir que tu perro se siente.

Precauciones al entrenar a tu perro para sentarse a la orden

No hagas click ni des la comida a tu perro si él ladra o salta antes de sentarse. Esto sólo crea cadenas de conductas, y los perros aprenden que la conducta deseada consiste en ladrar y sentarse, o saltar y sentarse.

Tampoco practiques este ejercicio cuando estás sentado a la mesa, o en cualquier otra circunstancia en la que no desees que tu perro "mendigue" comida. Más adelante podrás practicar en diferentes circunstancias, pero no todavía.

Alternativas para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden

Dos alternativas para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden son: guiar con la comida por encima de su cabeza y capturar la conducta.

La primera alternativa es la más empleada por la mayoría de los adiestradores que usan comida durante el adiestramiento de los perros.

La segunda alternativa es menos frecuente entre los adiestradores caninos porque toma más tiempo y es necesario observar a los perros en su rutina cotidiana. Sin embargo, es muy efectiva y sencilla si estás entrenando a tu perro.

Practica los ejercicios en un lugar cerrado y sin distracciones.

Guía a tu perro con la comida por encima de su cabeza

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Toma un pedacito de comida en tu mano y acércalo a la nariz de tu perro para captar su atención. Luego mueve tu mano hacia arriba y atrás de la cabeza de tu perro, de tal forma que él tenga que levantar su cabeza y echarla hacia atrás. Haz esto lentamente y sin levantar mucho tu mano.

Al levantar la cabeza para seguir la comida, tu perro también doblará sus patas traseras, llegando a sentarse. Cuando se siente, haz click y dale la comida. No es necesario que tu perro se quede sentado después del click.

Repite el procedimiento hasta que consigas que tu perro se siente cada vez que lo guías con la comida (normalmente entre tres y cinco repeticiones, pero haz las que sean necesarias). A partir de ese momento, reduce gradualmente el movimiento que haces con tu brazo, hasta que consigas que tu perro se siente con una señal ligera de tu mano, sin necesidad de llevar la comida hasta atrás de su cabeza todo el tiempo. Cuando consigas esto, empieza a usar la señal sin tener la comida en tu mano, para que ésta no se convierta en parte de la señal.

En este punto ya has conseguido el primer criterio de adiestramiento para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden. Cuando tu perro responda correctamente el 80% de las veces que haces la señal sin tener comida en la mano, pasa al segundo criterio, como está explicado en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden. Ten en cuenta que la señal que consigues con este procedimiento alternativo puede ser ligeramente diferente. Usa esta señal hasta que introduzcas la orden verbal.

Si tu perro salta o se para en dos patas para intentar tomar la comida de tu mano, es porque estás levantando mucho la comida. No la levantes tanto.

Si tu perro retrocede en lugar de sentarse, trata de guiarlo de tal forma que su trasero quede contra una esquina. Así no podrá retroceder.

Captura los "sentados" espontáneos de tu perro

Si ninguno de los anteriores procedimientos te sirvió para conseguir que tu perro se siente, puedes probar esta alternativa.

Observa a tu perro por dos o tres días e identifica en qué circunstancias se sienta. Los perros se sientan con frecuencia cuando prestan atención a algo. Así que seguramente tu perro se sentará varias veces al día cuando presta atención a algo que le interesa pero no puede alcanzar.

Algunos perros se sientan para esperar su plato de comida. Otros se sientan para esperar que se abra la puerta. Otros se sientan cuando observan algo a través de la ventana. Otros perros se sientan cuando están sujetos a la correa y su propietario se queda parado.

Identifica qué estímulos ambientales causan que tu perro se siente y aprovéchalos para el adiestramiento. Simplemente prepara las sesiones para que ocurran esas cosas y, cuando tu perro se siente por voluntad propia, haz click y dale un pedacito de comida. Dependiendo de cuáles sean los estímulos que hacen que tu perro se siente, podrás hacer varias repeticiones seguidas o una sola. No importa si sólo puedes hacer una repetición por día, poco a poco tu perro empezará a asociar el estímulo ambiental y tu presencia con la conducta de sentarse.

Después de unas cuantas repeticiones (que pueden tardar varios días), notarás que tu perro ofrece "sentados" con más frecuencia. En este momento puedes empezar las sesiones formales como se explica en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a sentarse a la orden. Empieza desde el Criterio 1.

Por supuesto, este procedimiento toma mucho más tiempo y retrasará el adiestramiento de tu perro, pero es poco probable que tengas un perro que no responde a las variantes explicadas anteriormente.

De cualquier manera es un procedimiento que, aunque lento, ayuda a desarrollar la capacidad de aprendizaje de los perros.

Enséñale a tu perro a echarse a la orden

En la primera semana de la obediencia canina también le enseñarás a tu perro a echarse a la orden.

Este ejercicio ayuda a los perros a desarrollar autocontrol y puede ser muy útil en la vida cotidiana. Ten en cuenta que es un ejercicio que no es fácil de enseñar a todos los perros porque los pone en una posición vulnerable. Por tanto, tienes que ser muy paciente al enseñarle a tu perro a echarse.

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El criterio final que debes conseguir esta semana es que tu perro se eche a la orden y mantenga esa posición por un segundo. Para lograr este nivel de adiestramiento, debes dividir el ejercicio en varios criterios más sencillos.

Los criterios de adiestramiento sobre los que trabajarás esta semana son: tu perro se echa cuando haces la señal, tu perro se queda echado por un segundo, tu perro se echa aunque tú te estés moviendo, tu perro se queda echado por un segundo aunque tú te estés moviendo, tu perro se echa a la orden.

Recuerda que en esta semana debes entrenar en un lugar tranquilo, sin distracciones, y cerrado.

Tu perro se echa cuando haces la señal (Criterio 1)

Acerca un pedacito de comida a la nariz de tu perro y lentamente baja tu mano hacia el suelo, entre las patas delanteras de tu mascota. Al seguir la comida, tu perro bajará la cabeza, luego los hombros y finalmente se echará.

Cuando tu perro se eche, haz click y dale la comida. Puedes darle la comida mientras él sigue echado, o hacer que se levante para tomarla como en la secuencia de fotos. No importa si tu perro se levanta después que haz hecho click.

Repite este procedimiento hasta que tu perro se eche fácilmente cada vez que lo guías con la comida. A partir de ese momento, reduce gradualmente el movimiento que haces con tu brazo, hasta que sea suficiente con que extiendas tu brazo hacia abajo para que él se eche. Esto te puede tomar varias sesiones.

Cuando hayas conseguido que tu perro se eche solamente cuando extiendes tu brazo hacia abajo, practica haciendo esta señal sin tener la comida en la mano. Cada vez que tu perro se eche, haz click, toma un pedazo de comida de la riñonera o de tu bolsillo y dáselo a tu perro.

Ten en cuenta que algunos perros son reacios a echarse solamente por seguir un pedacito de comida, así que ten mucha paciencia con este ejercicio. Puede tomarte varias sesiones.

También ten en cuenta que algunos perros se echan con más facilidad si antes están sentados, mientras que otros se echan más fácilmente si antes están parados. Si necesitas hacer sentar a tu perro para practicar este ejercicio, hazlo guiándolo como en el primer criterio del adiestramiento para sentarse. No uses la orden para sentar a tu perro.

Cuando hayas logrado que tu perro se eche a la señal (sin comida en la mano) ocho de cada 10 repeticiones, pasa al siguiente criterio de adiestramiento.

"Échate" para competenciaSi quieres que tu perro aprenda a echarse derecho, como se exige en algunos deportes caninos, tienes que incluir ese criterio cuando has conseguido que tu perro se eche.En ese caso, solamente reforzarás las conductas que se aproximen a la conducta que quieres.

Ten en cuenta, sin embargo, que esto no se lo puedes exigir a un cachorro pequeño ni a perros cuya morfología les dificulte echarse derechos. Tampoco se lo puedes exigir a perros que tengan problemas de espalda, codos, rodillas o caderas.Entrenar a tu perro para que se eche derecho involucra un criterio más, por lo que te tomará más tiempo conseguir la conducta deseada.

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Tu perro se queda echado por un segundo (Criterio 2)

Haz que tu perro se eche con la señal, sin tener comida en tu mano. Cuando él se eche, cuenta mentalmente "Uno". Si tu perro mantiene la posición hasta que terminas de contar, haz click, saca un pedacito de comida de la riñonera y dáselo a tu perro.

Si tu perro no se queda echado mientras cuentas "Uno", di "No" o "Ah" en tono tranquilo y muévete un par de pasos sin hacer click ni darle la comida. Luego repite el procedimiento.

De ser necesario usa intervalos menores, contando mentalmente "Un", en lugar de "Uno", por unas cuantas repeticiones. Luego intenta aumentar el tiempo que tu perro se mantiene echado hasta que cuentas "Uno" mentalmente.

Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 1 antes de empezar las sesiones de este criterio.

Tu perro se echa aunque tú te estés moviendo (Criterio 3)

Haz el mismo procedimiento que en el primer criterio de adiestramiento, pero trotando o caminando sobre tu sitio. También cambia de posición con relación a tu perro: a veces de lado, a veces de frente, a veces en diagonal.

En esta etapa también debes asegurarte de conseguir que tu perro se eche en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento.

Puedes hacer un par de repeticiones sin moverte antes de empezar cada sesión de este criterio de adiestramiento canino. También puedes tener la comida en tu mano y hacer el movimiento completo, bajando tu mano hasta el suelo durante las primeras cinco repeticiones (aproximadamente) de la primera sesión, para ayudar a tu perro a generalizar la conducta.

Tu perro se queda echado por un segundo aunque tú te estés moviendo (Criterio 4)

Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 2, pero trota o camina en tu sitio mientras haces la señal para que tu perro se eche.

Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 1 antes de empezar cada sesión, así tu perro sabrá que la sesión se trata del ejercicio de echarse.

Pasa al siguiente criterio cuando consigas una tasa de éxito del 80%.

Tu perro se echa a la orden (Criterio 5)

Di "Échate" y haz con tu brazo la señal para que tu perro se eche. Cuando tu perro se eche, haz click, toma un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.

Haz varias repeticiones hasta que tu perro empiece a echarse cuando dices la orden, antes que hagas la señal. A partir de ese momento reduce gradualmente la señal que haces con tu brazo, hasta eliminarla completamente.

Si tu perro se echa antes que des la orden, simplemente di "No" o "Ah" (usa cualquiera, pero siempre la misma palabra para indicarle que no es correcto lo que hizo) en tono tranquilo y muévete unos pasos. Luego da la orden antes que tu perro se eche.

Cuando tu perro haya asociado la orden "Échate" con la conducta de echarse, repite los criterios 2, 3 y 4 pero usando la orden verbal en lugar de la señal que hacías con tu brazo.

Posibles problemas al entrenar a tu perro para echarse a la orden

- Tu perro se distrae fácilmente

Si tu perro está distraído durante la sesión de adiestramiento canino, intenta practicar en otro lugar en el que no existan distracciones. También puedes hacer una secuencia rápida de entregarle cinco pedacitos de comida antes de empezar la sesión.

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- Tu perro muerde la mano

Si tu perro te lastima al tomar la comida, dásela desde la palma de tu mano o lánzala al suelo. Pero si te lastima cuando lo guías con la comida, tendrás que capturar la conducta. En el siguiente tema verás cómo hacerlo.

- Tu perro no se echa cuando lo guías con la comida

Muchos perros no se echan con este procedimiento porque no quieren ponerse en una posición en la que se encuentran vulnerables. Otros no se echan simplemente porque prueban otras conductas para conseguir la comida. Si tu perro no se echa cuando lo guías con la comida, considera lo siguiente:

Prueba de empezar el entrenamiento sobre otra superficie. Si tu perro no se echa sobre el suelo de cerámica, intenta sobre la alfombra. Después podrás generalizar la conducta.

Asegúrate que la comida con que guías a tu perro es apetitosa para él. Mueve tu mano con más lentitud. Si echas a tu perro desde la posición de sentado, mueve tu mano un poco hacia adelante una vez que

la has bajado casi hasta el piso. Este movimiento forma una "L" imaginaria, primero hacia abajo y luego un poco hacia adelante.

Si echas a tu perro desde la posición de parado, dirige la comida hacia el medio de las patas delanteras de tu mascota, y un poquito hacia atrás.

Prueba las alternativas para enseñarle a tu perro a echarse, que están explicadas en el siguiente tema de este capítulo.

Precauciones al entrenar a tu perro para echarse a la orden

Cuando le enseñes este ejercicio a tu perro, debes asegurarte que no está sobre una superficie incómoda. Las superficies muy calientes o muy frías pueden impedir que el perro se eche, así que verifica que la temperatura del suelo no sea muy alta (no necesitas más que tocarla con el dorso de tu mano para comprobar la temperatura).

Alternativas para enseñarle a tu perro a echarse a la orden

Si tu perro no se echa con el procedimiento regular, tienes dos alternativas sencillas para enseñarle a tu perro a echarse: moldear la conducta de tu perro y capturar la conducta cuando tu perro se echa espontáneamente.

La primera alternativa es más activa y requiere de tu participación y paciencia. La segunda alternativa, aunque requiere de mucha paciencia, es pasiva y sólo tienes que esperar a que tu perro se eche cuando le da la gana.

Moldea la conducta de tu perro para conseguir que se eche

Lleva a cabo este procedimiento en el lugar normal de adiestramiento, que debe ser tranquilo y cerrado para que tu perro pueda estar sin collar ni correa.

Acerca un pedacito de comida a la nariz de tu perro y baja lentamente tu mano hacia el suelo. Cuando tu perro baje su cabeza, mueve lentamente la comida hacia atrás de él (por un lado de su cabeza).

Si tu perro está sentado, se desequilibrará lateralmente al intentar seguir la comida hacia un costado y atrás. Entonces moverá hacia adelante una de sus patas delanteras. En ese instante haz click y dale la comida. Repite el procedimiento esperando a que mueva un poco más su pata antes de hacer click y darle la comida.

En cada nueva repetición busca reforzar la conducta de mover la pata un poco más adelante, hasta que tu perro termine echándose.

En el caso que quieras hacer que tu perro se eche desde la posición de parado, también puedes mover la comida hacia atrás de su cabeza (por un costado), pero hazlo solamente cuando su pecho ya toca el suelo. Este movimiento desequilibrará a tu perro lateralmente y hacia atrás, por lo que tendrá que echarse.

Page 73: Adiestramiento Canino

Cuando consigas que tu perro se eche con facilidad, ya puedes proceder como se indica en el primer criterio del procedimiento regular para enseñarle a los perros a echarse.

Este procedimiento no es un moldeado de la conducta en el sentido estricto, sino una combinación de atracción y reforzamiento de aproximaciones sucesivas. Sin embargo, para fines prácticos simplemente lo llamaremos moldeado, aunque no sea el término correcto.

Captura la conducta cuando tu perro se echa espontáneamente

Practica este ejercicio en el baño o en cualquier otro lugar que sea terriblemente aburrido para tu perro.

Toma una revista, siéntate y empieza a leer (o simula que lo haces), pero observa a tu perro de reojo. Luego simplemente espera. En algún momento tu perro se aburrirá y se echará.

El momento en que tu perro se eche, haz click y dale un pedacito de comida. Luego vuelve a ignorarlo y "lee" tu revista. Cuando se vuelva a echar, vuelves a hacer click y darle un pedacito de comida. Repite el procedimiento hasta que tu perro comprenda que la idea es echarse.

Cuando tu perro haya comprendido la idea, empezará a ofrecer "echados" con frecuencia cuando esté en el baño o el lugar que hayas escogido para practicar este ejercicio. En este momento puedes empezar con el Criterio 2 del procedimiento regular para enseñarle a los perros a echarse, pero hazlo en el baño o el lugar en que hayas practicado antes. Más adelante empezarás a generalizar los ejercicios en otros lugares.

Si usas este procedimiento, asegúrate que el suelo del baño (o el lugar aburrido que elijas) no sea ni muy frío ni muy caliente porque tu perro no se echará ni en un millón de años. Si es necesario, pon una mantita para que él pueda echarse cómodamente.

También asegúrate de darle los pedacitos de comida de manera que él tenga que levantarse para recibirlos. En caso contrario quizás se quede echado todo el tiempo y no aprenda que lo que quieres es el movimiento de echarse. Puedes lanzar los pedacitos de comida al suelo, lejos de la boca de tu perro, o dárselos con tu mano, pero sin acercarla mucho a su boca.

Lagartijas caninas

Este ejercicio consiste en que tu perro se eche y se siente consecutivamente. Yo lo llamo "lagartijas caninas" porque parecería que el perro está haciendo "lagartijas" o flexiones de brazos.

Este no es un ejercicio de obediencia canina, pero es muy útil en el adiestramiento canino porque ayuda al perro a generalizar los ejercicios de sentado y echado, y también ayuda con la discriminación inicial de órdenes. Muchos perros tienen problemas para sentarse desde la posición de echado porque solamente aprendieron a sentarse desde la posición de parado. Este ejercicio te ayudará a prevenir ese problema desde el principio.

Empieza a practicar las lagartijas caninas cuando tu perro se siente y se eche fácilmente cada vez que haces las señales correspondientes con tu mano.

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Ten varios pedacitos de comida en una mano y el clicker en la otra. Guía a tu perro con un pedazo de comida para que se siente. Cuando se siente, haz click y dale la comida mientras está sentado. Entonces, guía a tu perro con la comida para que se eche y, cuando lo haga, haz click y dale la comida mientras está echado. Luego vuelve a guiarlo con la comida para que se siente y repite el procedimiento varias veces.

Si tu perro se queda sentado y echado cuando lo guías con la comida, no necesitas hacer click. Simplemente dale la comida mientras está en las posiciones respectivas. Sin embargo, si tu perro se levanta rápidamente, es mejor que hagas click cada vez que se sienta o se echa. De esta manera no importará si se levanta después del click, y le podrás dar el pedacito de comida.

A medida que tu perro se siente desde la posición de echado, y se eche desde la posición de sentado, con más fluidez, reduce gradualmente el movimiento de tu brazo hasta que puedas hacer que se siente y se eche sin necesidad de acercar la comida a su nariz. En este punto deja de usar la comida en tu mano y haz que tu perro se siente y se eche sólo con las señales.

Poco a poco exígele que haga más de un ejercicio antes de hacer click y darle la comida. Por ejemplo, en una repetición haces que se siente y se eche antes de hacer click y darle la comida. En la siguiente repetición haces que se siente, se eche y se vuelva a sentar antes de hacer click y darle la comida.

Empieza a usar las órdenes cuando el ejercicio sea fluido y puedas hacer que tu perro se siente y se eche dos veces antes de reforzar las conductas.

Posibles problemas al practicar las lagartijas caninas

El problema más frecuente con este ejercicio es que los perros no se sientan desde la posición de echado, incluso cuando se los guía con la comida. Si ocurre esto con tu perro, estimúlalo a levantarse.

Háblale con voz aguda y entusiasta, da palmadas con tus manos sobre tus muslos, aplaude, da un paso hacia atrás si tu perro está frente a ti, da un paso hacia adelante si tu perro está a tu lado. El momento en que tu perro se empiece a levantar, haz click y dale la comida, antes que se levante totalmente. Debes hacer click cuando levanta la parte superior de su cuerpo y no la posterior.

Enséñale a tu perro a acudir al llamado

Entrenar a tu perro para que acuda al llamado es uno de los ejercicios más importantes de la obediencia canina.

Los perros que acuden al llamado tienen más libertad para jugar con sus amigos en el parque, ir a pasear al campo y estar seguros en cualquier lugar. Además, un llamado confiable puede salvar la vida de tu perro en determinadas circunstancias.

En esta semana conseguirás que tu perro acuda al llamado desde distancias cortas y en ambientes sin distracciones, y se quede junto a ti por un segundo.

Ten en cuenta que tu perro todavía no conoce esta orden, así que no debes soltarlo en lugares abiertos. Más adelante verás cómo transferir el llamado y otros ejercicios a situaciones de la vida cotidiana, y podrás empezar a soltar a tu perro en ciertos lugares.

Los criterios de adiestramiento canino para esta semana son: tu perro acude cuando retrocedes unos pasos, tu perro acude y se queda un segundo junto a ti, tu perro acude mientras mueves los brazos, tu perro acude y se queda un segundo junto a ti mientras mueves los brazos, tu perro acude cuando lo llamas.

También empezarás a transferir este ejercicio a ciertas situaciones de la vida cotidiana, aunque todavía no usarás la orden formal en esas situaciones.

Practica este ejercicio en un lugar cerrado y sin distracciones. De preferencia, empieza a practicar el llamado después que tu perro aprendió a reconocer su nombre. Esto te facilitará las cosas.

Tu perro acude cuando retrocedes unos pasos (Criterio 1)

Acerca un pedacito de comida a la nariz de tu perro para llamar su atención, y retrocede dos o tres pasos al mismo tiempo que acercas la comida a tu cuerpo. Luego detente. Cuando tu perro llegue a ti, haz click y dale la comida.

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Repite el procedimiento entre tres y cinco veces, pero en cada repetición acerca menos la comida a la nariz de tu perro hasta que solamente tengas que retroceder unos pasos para que tu perro te siga. En este punto, deja de tener la comida en tu mano cada vez que retrocedes. Simplemente camina unos pasos hacia atrás y cuando tu perro te alcance, haz click, saca un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.

Si tu perro se queda quieto cuando retrocedes, haz el sonido de un beso o aplaude un par de veces para captar su atención y estimularlo a que te siga. También prueba retrocediendo más rápido.

Practica en sesiones cortas, hasta que logres que tu perro te siga el 80% de las veces que retrocedes. Luego pasa al siguiente criterio.

Tu perro acude y se queda un segundo junto a ti (Criterio 2)

Repite un par de veces el procedimiento del criterio anterior para que tu perro recuerde de qué se trata este ejercicio. Luego, haz el mismo procedimiento pero aumenta gradualmente el tiempo que transcurre entre que tu perro te alcanza y que haces click.

Cuando tu perro te alcance, simplemente cuenta mentalmente "Uno", haz click, toma la comida de la riñonera y dásela.

Si tu perro no espera mientras cuentas mentalmente "Uno", empieza contando "Un", o incluso un instante más corto. Poco a poco aumenta el tiempo que tu perro permanece a tu lado, hasta un segundo. Si puedes aumentar más este tiempo, hazlo, pero no te olvides que el criterio para esta semana es que tu perro permanece junto a ti sólo por un segundo.

Tu perro acude mientras mueves los brazos (Criterio 3)

Repite el procedimiento del Criterio 1, pero mueve tus brazos mientras retrocedes. En las primeras repeticiones de este criterio de adiestramiento canino, mueve tus brazos lentamente para no confundir a tu perro. Poco a poco aumenta el movimiento que haces con tus brazos.

Cuando tu perro te alcance, haz click y dale la comida, pero sigue moviendo tus brazos mientras haces click.

Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 1 antes de empezar las sesiones de adiestramiento.

Tu perro acude y se queda un segundo junto a ti mientras mueves los brazos (Criterio 4)

Repite el procedimiento del Criterio 2, pero mueve tus brazos mientras retrocedes. Sigue moviendo tus brazos cuando te has detenido y estás contando "Uno" mentalmente.

En las primeras repeticiones, el movimiento de tus brazos debe ser lento y no muy pronunciado. Poco a poco aumenta la intensidad y velocidad de ese movimiento.

El beneficio de este ejercicio es que ayuda a generalizar la conducta frente a distracciones muy ligeras.

Tu perro acude cuando lo llamas (Criterio 5)

Repite el procedimiento del Criterio 1, pero di "Aquí" antes de retroceder. Cuando notes que tu perro responde correctamente a la orden, practica los demás criterios de este ejercicio, pero diciendo "Aquí" antes de retroceder.

En este criterio introduces la orden de adiestramiento canino.

Nota Si usas la orden "OK" en lugar del clicker, no uses "Aquí" para llamar a tu perro. Las dos órdenes pueden sonar muy parecidas, así que es mejor que uses otra orden para llamar a tu perro. Acá, Here (pronunciado "jier") u otras órdenes pueden servirte.

Tu perro acude sin orden formal en diferentes situaciones de la vida cotidiana (Criterio 6)

Aprovecha para hacer que tu perro acuda en diferentes situaciones de la vida cotidiana, pero todavía no uses la orden. Simplemente haz el sonido de un beso (lanza un beso al aire) y si tu perro acude a ti, haz click y dale un pedacito de comida. También puedes retroceder unos pasos cuando te mira, para estimularlo a seguirte.

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Practica esto en diferentes situaciones de la vida cotidiana, pero no en sesiones formales. Hazlo unas tres veces por día, independientemente de las sesiones formales de adiestramiento canino.

Al hacer esto, asegúrate que no haya distracciones que puedan competir contigo. Por ejemplo, no practiques este criterio cuando tu perro está jugando con otros perros. Practica este criterio cuando tu perro está sin nada que hacer en la sala, en el jardín, etc.

Cuando notes que tu perro responde con mucha frecuencia al sonido del beso, puedes empezar a usar la orden "Aquí" para llamarlo en diferentes situaciones, pero probablemente necesites practicar más para llegar a este punto. Una semana es poco tiempo.

Posibles problemas al entrenar a tu perro para acudir al llamado

Algunos problemas que puedes enfrentar al entrenar a tu perro para acudir al llamado son:

- Tu perro no acude cuando retrocedes

Si tu perro no te sigue cuando retrocedes, quizás sea necesario que busques un lugar diferente para entrenar. La clave del adiestramiento de perros para acudir al llamado es que tú seas lo más atractivo para tu perro en el lugar de adiestramiento.

Es muy probable que tu perro no acuda si existen otras distracciones. Todavía no está listo para responder en presencia de distracciones.

Si piensas que el lugar es el adecuado, haz una serie rápida de entregarle pedacitos de comida. Dale a tu perro unos cinco pedacitos de comida rápidamente antes de empezar la sesión de adiestramiento, para que esté atento.

- Tu perro te salta encima cuando llega hasta ti

Si tu perro te salta encima cada vez que acude, debes hacer click antes que te salte encima y lanzar el pedacito de comida al suelo. Otra alternativa es que le des la comida desde tu mano, pero agachándote lo suficiente como para que tu perro tenga que bajar su cabeza en lugar de mirar hacia arriba.

Es importante que tu perro no te salte encima cuando acude al llamado porque esa conducta es difícil de erradicar.

- Tu perro acude cuando retrocedes pero no cuando usas la orden

Es posible que la orden que usas esté "envenenada". Muchos perros aprenden que sus nombres y la orden "Aquí" (o "Ven aquí") significa algo malo, porque son castigados después de esas órdenes.

Si has usado alguna orden para llamar a tu perro y lo has castigado por acudir, habrás estropeado esa orden porque tu perro la habrá asociado con cosas negativas. Por otra parte, si has estado usando una orden para llamar a tu perro pero no has entrenado la conducta hasta que sea altamente confiable, es probable que tu perro haya aprendido que es más gratificante ignorar tu llamado.

En cualquiera de esos casos, usa una orden diferente que tu perro no conozca.

- Tu perro no acude fuera de casa

Tu perro no está listo para acudir al llamado en presencia de distracciones. De hecho, ni siquiera está listo para acudir al llamado a gran distancia en ambientes libres de distracciones.

Por el momento no uses la orden para llamar a tu perro más que en las sesiones formales de adiestramiento. Si sacas a pasear a tu perro, todavía no lo sueltes en lugares que no están cercados. Él no está listo para responder adecuadamente a tu llamado en esas circunstancias y puede ser peligroso que le quites la correa en la calle.

Precauciones al llamar a tu perro

Nunca llames a tu perro para castigarlo ni para someterlo a actividades que no le gustan (por ejemplo, bañarlo). Si necesitas sujetar a tu perro para algo que no le gusta, acércate hacia él en lugar de llamarlo. De esta manera no estropearás la orden para acudir al llamado.

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Ten en cuenta que algunas actividades que no parecen desagradables pueden serlo. Por ejemplo, si sueltas a tu perro para que juegue con otros perros en algún lugar cerrado, no lo llames para irte. Si lo haces, tu perro aprenderá que obedecer al llamado significa terminar la diversión. En todo caso, acércate a él para sujetarlo o atráelo con algún juguete.

Más adelante aprenderás cómo hacer para que el llamado no se arruine cuando llamas a tu perro para volver a casa. Mientras tanto, no uses esa orden para quitarle la diversión a tu perro.

Alternativas para enseñarle a tu perro a acudir al llamado

En esta página te presento dos alternativas para enseñarle a tu perro a acudir al llamado. La primera consiste en el juego del llamado, y es similar al juego del nombre que viste anteriormente.

La segunda alternativa es una variante del procedimiento regular, útil para conseguir que tu perro se aleje de ti lo suficiente como para que puedas llamarlo. Esta alternativa te servirá si tu perro no se te despega ni un instante.

El juego del llamado

Practica este ejercicio en un lugar cerrado y sin distracciones, con tu perro libre de la correa.

Párate frente a una amiga, a unos cinco metros de distancia aproximadamente. Tanto tú como tu amiga tienen una riñonera con pedacitos de comida que le interesan a tu perro.

Haz un sonido de beso (lanza un beso al aire), u otro sonido que llame la atención de tu perro. Cuando tu perro te mire, muéstrale la comida en tu mano y espera a que se te acerque.

El momento en que tu perro se te acerca, haz click y dale la comida. Después de darle la comida, mira hacia el techo e ignora a tu perro. En este momento, tu amiga hace el sonido de beso y atrae al perro mostrándole la comida. Cuando tu perro se le acerca, ella hace click, le da la comida y se queda mirando al techo.

Entonces, tú vuelves a hacer el sonido de beso y atraer a tu perro, repitiendo todo el procedimiento.

Haz unas cinco a ocho repeticiones con la comida en la mano y luego trata de atraer a tu perro sin tener la comida en tu mano. Puedes hacer cualquier sonido y movimiento para conseguir que tu perro acuda a ti, pero no debes usar la orden "Aquí" (o la orden que hayas decidido usar para llamar a tu perro).

En algún momento tu perro comprenderá que la idea del juego es acercarse a la persona que hace el sonido. En ese momento empezará a ir desde donde estás tú hasta donde está tu amiga y viceversa.

Cuando ocurra esto, aumenta gradualmente la duración entre el click y la presentación de la comida, hasta un segundo. Haz esto en la manera en que está explicado en el procedimiento regular para entrenar a tu perro para acudir al llamado. La única diferencia es que son dos personas las que llaman al perro.

Luego procede con los criterios de adiestramiento explicados en el procedimiento regular, hasta que introduzcas la orden (Criterio 5), siempre tomando en cuenta que en este juego son dos las personas que llaman al perro.

Pueden practicar este juego entre más de dos personas, pero trata que el número de personas no sea superior a seis durante las primeras sesiones.

Variante del procedimiento regular

Esta variante es útil si tu perro no se te despega ni un instante, o si por alguna razón no puedes retroceder unos pasos.

Pon el recipiente (vacío) de comida de tu perro en el lugar de adiestramiento. Aléjate de él uno o dos pasos y lanza un pedacito de comida adentro. Asegúrate que tu perro vea esto, para que vaya a buscar la comida en su plato.

Repite el procedimiento un par de veces y luego atrae a tu perro mostrándole la comida en tu mano. Cuando él se acerca, haces click y lanzas la comida al recipiente.

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Repites el procedimiento en la misma forma que en el procedimiento regular para entrenar a tu perro para acudir al llamado, con la ventaja que no tienes que retroceder y tu perro se aleja un poco después de cada click.

Haz los cinco criterios de adiestramiento explicados en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a acudir al llamado.

Si lo deseas, puedes lanzar la comida al suelo en lugar de usar el recipiente de comida de tu perro. Sin embargo, para muchos perros (especialmente cachorros) es más fácil encontrar la comida si saben que va a caer en un recipiente

Enséñale a tu perro a pararse a la orden

Enseñarle a tu perro a pararse a la orden no es un ejercicio obligatorio de la obediencia canina, pero es un ejercicio útil para cuando empieces a entrenar formalmente la discriminación de órdenes.

También es un ejercicio útil en algunas situaciones de la vida cotidiana como, por ejemplo, cuando necesitas que tu perro se quede quieto sobre una superficie que está mojada. Si el suelo está mojado no querrás que tu perro se eche o se siente.

Como este es un ejercicio opcional, puedes hacerlo si lo deseas. Sin embargo, será bueno si lo entrenas antes de empezar la cuarta semana de la obediencia canina, para que te ayude durante la discriminación de órdenes.

El resultado que debes conseguir con este ejercicio es que tu perro se pare sobre sus cuatro patas cuando le das la orden.

Los criterios que entrenarás esta semana, si decides entrenar este ejercicio, son: tu perro se levanta cuando haces la señal, tu perro se queda parado por un segundo, tu perro se levanta aunque tú estés caminando o trotando, tu perro se queda parado por un segundo aunque tú te estés moviendo, tu perro se levanta cuando dices la orden.

Practica este ejercicio en un lugar cerrado y sin distracciones.

Tu perro se levanta cuando haces la señal (Criterio 1)

Guía a tu perro con la comida para que se siente frente a ti. No hagas la señal para sentarse ni des la orden. Simplemente guíalo con la comida en tu mano.

Cuando se haya sentado, acércate a él con pasitos cortos y hablándole con una voz aguda y alegre para estimularlo a levantarse. Tienes que dirigirte de frente hacia él, pero sin atropellarlo.

En algún momento tu perro se levantará, ya sea por el estímulo de tu voz o porque le parece que vas a caminar sobre él. El momento en que tu perro levante el trasero del suelo, haz click y dale la comida.

Es importante que hagas click cuando tu perro levanta su trasero del suelo, porque él puede dar un par de pasos rápidamente. No quieres enseñarle a dar un par de pasos, sino solamente a levantarse.

Repite el procedimiento unas cinco veces. A partir de la quinta vez, haz lo mismo, pero guía a tu perro a la posición de sentado sin tener la comida en la mano. Si no puedes hacerlo, haz la señal para que se siente (dirige tu mano hacia tu hombro) pero no des la orden. Cuando consigas que tu perro se levante, haz click, toma un pedacito de comida de la riñonera y dáselo.

Repite el procedimiento hasta que notes que tu perro se levanta cada vez que das un paso cortito hacia él. Ésta será la señal que usarás por el momento para conseguir que tu perro se levante.

Si prefieres practicar este ejercicio empezando con tu perro en la posición de echado, lo mejor es que lo guíes con la comida para levantarse. Primero guíalo con la comida hasta que se eche (sin señal ni orden, sólo guíalo con la comida). Luego aleja lentamente la comida de su nariz, hacia adelante y un poquito hacia arriba.

No lleves la comida muy arriba porque tu perro se sentará. Tampoco la mantengas al nivel del suelo porque tu perro se arrastrará.

El momento en que tu perro se levante, haz click y dale la comida. Tienes que hacer click antes que tu perro de un paso hacia adelante. De preferencia, también dale la comida sin que se adelante.

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Repite unas cinco veces y luego deja de tener la comida en la mano. La señal que usarás en este caso para que tu perro se levante, será el mismo movimiento que hacías con la mano para guiar a tu perro, sólo que sin estar sujetando la comida.

Tu perro se queda parado por un segundo (Criterio 2)

Repite el mismo procedimiento del criterio anterior, pero cuenta mentalmente "Uno" antes de hacer click. Si es necesario, empieza con intervalos más cortos (por ejemplo, contando "Un" en lugar de "Uno"), hasta que consigas que tu perro se quede parado por un segundo antes de hacer click.

No te olvides de darle a tu perro la comida después de cada click que hagas.

Puedes hacer dos o tres repeticiones del Criterio 1 antes de empezar cada sesión de adiestramiento canino.

Tu perro se levanta aunque tú te estés moviendo (Criterio 3)

Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 1, pero muévete mientras haces la señal para que tu perro se levante.

Si le enseñaste a tu perro a levantarse cuando haces un pasito corto hacia él, mueve tus brazos mientras haces el pasito.

Si le enseñaste a tu perro a levantarse con una señal de tu mano, trota sobre tu sitio mientras haces esa señal.

Tu perro se queda parado por un segundo aunque tú te estés moviendo (Criterio 4)

Haz el mismo procedimiento que en el Criterio 2, pero muévete como en el Criterio 3.

Tu perro se levanta cuando dices la orden (Criterio 5)

En este criterio de adiestramiento introduces la orden. Simplemente haz el mismo procedimiento que en el Criterio 1, pero di "En pie" (o la orden que prefieras) antes de hacer la señal para que tu perro se levante.

Practica hasta que tu perro se levante solamente con escuchar la orden.

Posibles problemas al entrenar a tu perro para pararse a la orden

Asegúrate de hacer click en el momento en que tu perro se levanta. En este ejercicio mucha gente hace click muy tarde, cuando el perro ya ha dado uno o dos pasos.

Por supuesto, debes empezar este ejercicio después que tu perro ha aprendido a sentarse y/o echarse, y es capaz de mantener esas posiciones por un segundo.

Si tu perro no se levanta con este procedimiento, intenta con las alternativas para enseñarle a tu perro a pararse a la orden.

Alternativas para enseñarle a tu perro a pararse a la orden

Si no conseguiste enseñarle a tu perro a parase a la orden con el procedimiento regular, intenta alguna de estas alternativas que seguramente te servirán.

La primera alternativa se basa en la atracción, que es una de las estrategias para entrenar nuevas conductas de los perros.

La segunda alternativa se basa en la captura que es la estrategia más simple para entrenar nuevas conductas de los perros.

Guía a tu perro con la comida para que se levante

Guía a tu perro con la comida para que se siente. Cuando él está sentado, mueve la comida por debajo de su quijada, hacia su garganta.

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Para poder tomar la comida, tu perro tendrá que moverse hacia atrás, por lo que terminará levantándose. En ese momento haz click y dale la comida.

Repite el procedimiento hasta que tu perro se levante con facilidad desde la posición de sentado. Durante las repeticiones que hagas, trata de reducir el movimiento que haces con tu mano, hasta que solamente necesites una señal sencilla.

A partir de ese momento, deja de sujetar la comida en tu mano y pídele a tu perro que se levante solamente con la señal. Cuando lo haga, haz click, toma un pedacito de comida de tu riñonera y dáselo a tu perro.

Asegúrate de guiar con la comida hacia atrás y no hacia abajo. Si mueves mucho la comida hacia abajo, tu perro terminará echándose.

Cuando hayas conseguido que tu perro se levante con la señal el 80% de las veces, puedes continuar con el segundo criterio de adiestramiento del procedimiento regular para enseñarle a tu perro a pararse a la orden.

Captura la conducta de tu perro cuando se levanta espontáneamente

Esta estrategia de adiestramiento canino es más sencilla, pero requiere que tengas a la mano el clicker y los pedacitos de comida todo el tiempo.

Solamente espera a que tu perro se levante en cualquier momento durante su rutina cotidiana. En ese momento haz click y dale un pedacito de comida. Poco a poco notarás que empieza a ofrecer "parados" para conseguir la comida. Cuando ocurra esto, empieza a asociar una señal con la conducta. Simplemente haz una señal con tu mano antes que tu perro se levante.

Cuando tengas la señal consolidada, puedes comenzar con el segundo criterio de adiestramiento del procedimiento regular para enseñarle a tu perro a pararse a la orden.

Cronograma de ejemplo - primera semana de la obediencia canina

A continuación tienes un cronograma de ejemplo que te puede guiar para llevar a cabo los ejercicios de la primera semana de la obediencia canina.

Ten muy en cuenta que este cronograma sólo es un ejemplo, y el tiempo que te tome entrenar estos ejercicios puede ser diferente. No existen dos perros que tarden exactamente lo mismo para aprender los ejercicios de obediencia básica.

Lo importante no es cuánto tiempo tardas en cubrir todos los ejercicios de esta primera semana, sino que alcances todos los criterios de adiestramiento canino indicados.

Por tanto, no te preocupes si te toma más de una semana. Eso no significa que tu perro esté por debajo del estándar o que tú no sirvas para entrenar. La velocidad con que ocurre el adiestramiento puede variar dependiendo de muchos factores, como la raza del perro, las características individuales de cada perro, las habilidades del entrenador (que también se desarrollan), el tiempo diario que se disponga para el entrenamiento, etc.

Recuerda que el factor de éxito en el adiestramiento de perros no es el tiempo que toma, sino la calidad de los resultados. Así que si necesitas más de una semana para completar los criterios de adiestramiento propuestos, tómate más de una semana y no te hagas problema por ello.

Por otra parte, este cronograma de ejemplo considera que entrenas diferentes ejercicios en cada día. Algunas personas prefieren entrenar un solo ejercicio por día, y trabajar sobre la mayor cantidad de criterios para ese ejercicio. Si prefieres entrenar de esa forma, hazlo. Solamente recuerda que las sesiones deben ser cortas (10 repeticiones por sesión) y, de preferencia, estar distribuidas a lo largo del día.

Día 1

Cargar el clicker: Esto lo puedes acabar en una sola sesión y es muy probable que solamente necesites cinco repeticiones.

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Enséñale a tu perro a reconocer su nombre: En el primer día puedes hacer los dos primeros criterios, consiguiendo que tu perro te mire a los ojos por tres segundos. Esto suele tomar entre tres y cuatro sesiones de adiestramiento canino.

Enséñale a tu perro a sentarse a la orden: En el primer día puedes cubrir los dos primeros criterios, logrando que tu perro se siente y mantenga esa posición por un segundo. Normalmente toma entre dos y cuatro sesiones de adiestramiento.

Enséñale a tu perro a echarse a la orden: Puedes conformarte con conseguir parcialmente el primer criterio de adiestramiento. Es decir que tu perro se eche cuando lo guías con la comida, y empezar a reducir el movimiento de tu brazo. Este ejercicio es difícil para muchos perros, así que este primer criterio te puede tomar un par de sesiones.

Día 2

Enséñale a tu perro a reconocer su nombre: Puedes practicar un poco más el segundo criterio y entrenar el tercero, logrando así que tu perro te mire por un instante mientras te estás moviendo. Esto suele llevar alrededor de dos sesiones de adiestramiento.

Enséñale a tu perro a sentarse a la orden: Practica el segundo criterio para fortalecer la conducta, y entrena el tercer criterio. En este día conseguirás que tu perro se siente a la señal aunque tú te estés moviendo. Esto suele tomar entre dos y tres sesiones de adiestramiento.

En este día también debes empezar con el criterio 6. Es decir que cada vez que le des a tu perro su ración diaria de comida, debes esperar a que se siente, hacer click y bajar el recipiente de comida.

Enséñale a tu perro a echarse a la orden: Practica el primer criterio hasta que sea sólido (80% de las veces) y entrena el segundo criterio. En este día conseguirás que tu perro se eche y mantenga la posición por un segundo.

Normalmente esto necesita alrededor de tres sesiones de adiestramiento.

Día 3

Enséñale a tu perro a reconocer su nombre: Entrena el cuarto y quinto criterio de adiestramiento. Conseguirás que tu perro te mire cuando dices su nombre. Esto te puede tomar entre dos y cuatro sesiones de adiestramiento.

Enséñale a tu perro a sentarse a la orden: Entrena los criterios 4 y 5. En este punto conseguirás que tu perro se siente cuando das la orden verbal. Esto puede tomar entre dos y cuatro sesiones de adiestramiento.

Continúa practicando el criterio 6, sin dar ninguna orden.

Enséñale a tu perro a echarse a la orden: Entrena el tercer y el cuarto criterio. Conseguirás que tu perro se eche cuando haces la señal y mantenga esa posición por un segundo. Esto te puede tomar entre tres y seis sesiones de adiestramiento.

Lagartijas caninas: Practica las lagartijas caninas sin usar las órdenes (tu perro todavía no conoce la orden para echarse y recién ha aprendido la orden para sentarse). Guía con comida a tu perro para que se eche y se siente. Si esto resulta fácil, intenta reducir gradualmente el lenguaje corporal.

Una o dos sesiones de adiestramiento suelen ser suficientes para poder guiar al perro con comida hacia las posiciones deseadas.

Día 4

Enséñale a tu perro a reconocer su nombre: Haz una o dos sesiones de práctica del quinto criterio. Si tu perro responde muy bien puedes hacer las sesiones más cortas de lo normal (cinco repeticiones en lugar de 10).

Enséñale a tu perro a sentarse a la orden: Practica el quinto criterio de la misma forma que en el ejercicio de reconocer el nombre.

Enséñale a tu perro a echarse a la orden: Entrena el cuarto y el quinto criterio de adiestramiento. Conseguirás que tu perro se eche a la orden. Esto suele tomar entre tres y seis sesiones de adiestramiento.

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Lagartijas caninas: Continúa practicando las lagartijas caninas sin usar ninguna orden. Reduce el movimiento de tu brazo hasta que puedas hacer que tu perro se eche y se siente sólo con la señal. En dos o tres sesiones podrás practicar las lagartijas caninas sin tener la comida en la mano.

Enséñale a tu perro a acudir al llamado: Entrena el primer criterio, consiguiendo que tu perro se te acerque cuando retrocedes. Esto suele tomar una sesión, o máximo dos, pero haz las que sean necesarias.

Día 5

Enséñale a tu perro a reconocer su nombre: Practica el quinto criterio de forma ocasional, no en sesiones de adiestramiento. Haz esto sólo en lugares en que no exista ningún tipo de distracciones para tu perro, y di su nombre una sola vez. No lo repitas. Si tu perro no responde en cualquier lugar, practica solamente en el lugar de adiestramiento, pero de forma ocasional.

Enséñale a tu perro a sentarse a la orden: Practica de forma ocasional, igual que en el ejercicio de reconocer el nombre.

Enséñale a tu perro a echarse a la orden: Practica el quinto criterio de adiestramiento en sesiones formales, hasta que sea sólido. Si puedes haz más de dos o tres sesiones de adiestramiento.

Lagartijas caninas: Continúa practicando las lagartijas caninas, pero asegúrate de eliminar la comida de tu mano. Solamente usa las señales respectivas para que tu perro se eche y se siente.

Enséñale a tu perro a acudir al llamado: Entrena el segundo y el tercer criterio de adiestramiento. Conseguirás que tu perro acuda a ti y permanezca a tu lado por un segundo, aunque tú estés moviendo tus brazos.

Esto suele tomar entre dos y seis sesiones de adiestramiento canino.

Enséñale a tu perro a pararse a la orden: Entrena el primer criterio de adiestramiento, hasta que tu perro se levante cuando haces la señal correspondiente. Esto suele tomar entre una y tres sesiones de adiestramiento.

Día 6

Enséñale a tu perro a reconocer su nombre: Continúa practicando ocasionalmente el quinto criterio.

Lagartijas caninas: Empieza a usar las órdenes "Sentado" y "Échate" para que tu perro haga las conductas respectivas. De ser necesario, usa las señales correspondientes en las primeras repeticiones, pero elimina gradualmente todo lenguaje corporal. En dos o tres sesiones podrás conseguir que tu perro responda correctamente sólo con las órdenes verbales.

En este día las lagartijas caninas sirven para practicar "Sentado" y "Échate".

Enséñale a tu perro a acudir al llamado: Entrena el cuarto y el quinto criterio, hasta conseguir que tu perro acuda a la orden. Esto suele tomar entre dos y seis sesiones de adiestramiento.

Enséñale a tu perro a pararse a la orden: Entrena el segundo y el tercer criterio, hasta conseguir que tu perro se levante aunque tú estés haciendo movimientos.

Día 7

Enséñale a tu perro a reconocer su nombre: Continúa practicando ocasionalmente el quinto criterio.

Lagartijas caninas: Usa las órdenes "Sentado" y "Échate" para que tu perro haga las conductas respectivas. Practica por dos o tres sesiones de adiestramiento.

Enséñale a tu perro a acudir al llamado: Practica el quinto criterio hasta que sea sólido en el lugar de adiestramiento.

Enséñale a tu perro a pararse a la orden: Entrena el cuarto y el quinto criterio, hasta conseguir que tu perro se levante cuando dices la orden. Esto puede tomarte entre tres y seis sesiones de adiestramiento canino.

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Segunda semana de la obediencia canina

En la segunda semana de la obediencia canina aprenderás a aumentar la duración para los ejercicios que entrenaste durante la primera semana de la obediencia canina. De esta forma, tu perro empieza a practicar ejercicios de autocontrol.

Antes de llevar a cabo los ejercicios de esta semana, tienes que comprender en detalle en qué consiste el método de los 300 picotazos aplicado al adiestramiento canino. Este método te ayudará a aumentar la duración y la distancia de algunos ejercicios. Es por eso que es el primer tema de esta semana.

Los ejercicios de obediencia canina en los que aumentarás la duración y distracciones ligeras son: reconocer el nombre, "Sentado", "Échate", "En pie" y acudir al llamado.

Además, empezarás a generalizar en diferentes lugares los ejercicios de obediencia canina que tu perro ya conoce. Esta generalización la harás un tanto informalmente, ya que no es el objetivo principal de esta semana. Sin embargo, es importante que tu perro empiece a practicar en diferentes lugares aquellos ejercicios que conoce, aunque todavía no usarás las órdenes verbales durante la generalización.

Adicionalmente, aprenderás a entrenar tres nuevos ejercicios de obediencia canina: "Deja", caminar sin jalar la correa y "Toca".

Deja. Es un ejercicio de autocontrol muy importante para todos los perros. Consiste en enseñarle a tu perro a ignorar alguna distracción como comida en el suelo o juguetes, y prestarte atención.

Caminar sin jalar la correa. Su nombre lo dice todo. Este ejercicio sirve para que tu perro aprenda a caminar con la correa puesta sin arrastrarte para todo lado. Este es uno de los ejercicios más difíciles del adiestramiento canino y uno de los que más tiempo toma. También es uno de los ejercicios más útiles de la obediencia canina porque te permitirá ir a cualquier lado con tu perro sin necesidad de estar peleando con él.

Ten en cuenta que este ejercicio no es igual al "Junto" de la obediencia canina competitiva. Al caminar sin jalar la correa tu perro puede ir un poco adelantado o atrasado, y no necesita estar viéndote constantemente.

Toca. Este es un ejercicio opcional y es posible que no lo necesites. No es un ejercicio de obediencia canina, sino un ejercicio que te ayudará a entrenar otras cosas si es que no puedes guiar a tu perro con comida.

Consiste en enseñarle a tu perro a seguir un objeto, o tu mano, y tocarlo con la nariz. De esta forma puedes guiar a tu perro para que se acomode en diferentes ubicaciones y posiciones sin necesidad de usar comida.

Obediencia canina para cachorros

Si tu cachorro tiene entre dos y cuatro meses, practica en sesiones cortas de cinco repeticiones. Además, no aumentes mucho la duración de los ejercicios que así lo requieran. En lugar de aumentar la duración hasta 15 segundos, confórmate con un máximo de ocho segundos. Tampoco te preocupes si las conductas no son muy precisas (por ejemplo, cuando el perro se sienta ladeado) porque tu perro todavía no tiene un gran control motor.

Si tu cachorro tiene entre cuatro y seis meses de edad, puedes hacer los ejercicios que requieren duración hasta la duración especificada (15 segundos). Sin embargo, considera que esto puede tomarte un poco más de una semana porque la capacidad de concentración de tu cachorro puede ser aún reducida. Tampoco exijas conductas muy precisas.

Por encima de los seis meses de edad, tu cachorro o perro adulto debería ser capaz de superar los ejercicios propuestos para la segunda semana de la obediencia canina.

En esta semana debes lograr caminar 15 pasos sin que tu perro jale la correa, sin importar la edad de tu cachorro.

El método de los 300 picotazos en el adiestramiento canino

El método de los 300 picotazos fue desarrollado por Alexandra Kurland para entrenar caballos, y es de gran utilidad en el adiestramiento canino. Este método es una variante de un estudio científico en el que se entrenó a algunas palomas, mediante un programa de reforzamiento variable, para dar 300 picotazos en un dispositivo antes de recibir la comida.

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El método de los 300 picotazos se usa en el adiestramiento de perros para aumentar distancia y duración de los ejercicios de obediencia canina. También se puede usar para aumentar gradualmente algunas distracciones que se pueden controlar.

La ventaja que tiene este método es que permite levantar el criterio de adiestramiento (la duración o la distancia) de forma gradual, sin necesidad de llevar un registro del porcentaje de éxito. La conducta del perro permite conocer en el mismo momento si se puede levantar el criterio o no.

En este manual de adiestramiento canino verás la manera en que yo uso el método de los 300 picotazos. No estoy seguro si es la manera exacta en que fue diseñado por Alexandra Kurland o es una variante del método original, pero funciona muy bien.

Cómo funciona el método de los 300 picotazos

Cuando leíste sobre la sesión de adiestramiento canino viste que para levantar el criterio de adiestramiento tienes que conseguir que tu perro alcance el 80% de éxito en un criterio previo.

Esto resulta complicado y lento cuando quieres aumentar la duración de los ejercicios de obediencia canina porque tendrías que conseguir que tu perro mantenga una posición por un tiempo determinado en ocho de cada 10 repeticiones. Si ese tiempo es, por ejemplo, 10 segundos, necesitarías sesiones de alrededor de dos minutos para aumentar un segundo en cada sesión, asumiendo que todo marche a la perfección.

Para evitar este problema, lo que puedes hacer es aumentar un segundo de duración en cada nueva repetición. De esta forma, aumentas gradualmente el tiempo, con más rapidez y sin necesidad de registrar porcentajes de éxito.

En algún momento tu perro no cumplirá con el criterio. En ese momento reinicias el criterio y vuelves a empezar desde el principio, aumentando la duración gradualmente.

Abajo puedes encontrar tres ejemplos de la aplicación de este método en el adiestramiento canino para comprenderlo mejor.

Cómo aumentar la duración de un ejercicio de obediencia canina

Si tu perro ya sabe echarse a la orden puedes aumentar el tiempo que permanece echado usando el método de los 300 picotazos, de la siguiente manera:

Pídele a tu perro que se eche. Cuenta mentalmente hasta uno. Si tu perro mantiene la posición, haz click y dale un pedacito de comida.

Nuevamente pídele a tu perro que se eche. Cuenta mentalmente "Uno, dos" y, si tu perro mantiene la posición, haz click y dale un pedacito de comida.

Repite el procedimiento contando cada vez hasta un número mayor. El momento en que tu perro rompa la posición (no se quede echado hasta que termines de contar), no haces click ni le das la comida. En cambio, le vuelves a pedir que se eche y empiezas el conteo desde uno.

En una sesión de adiestramiento canino, la secuencia para aumentar la duración sería algo así:

"Échate", 1, click, comida "Échate", 1, 2, click, comida "Échate", 1, 2, 3, click, comida "Échate", 1, 2, 3, 4, click, comida "Échate", 1, 2, el perro se levanta "Échate", 1, click, comida "Échate", 1, 2, click, comida "Échate", 1, 2, 3, click, comida "Échate", 1, 2, 3, 4, click, comida "Échate", 1, 2, 3, 4, 5, click, comida

En esta secuencia de ejemplo, habrías conseguido que tu perro se quede echado mientras cuentas mentalmente hasta cinco, con una falla durante el proceso.

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En este método es de esperar que ocurran estas "fallas", que son una parte natural de todo el proceso, ya que tu perro todavía no sabe qué es lo que se espera de él. Estos problemas se presentan con frecuencia en tiempos determinados para cada individuo, pero se superan con relativa rapidez siguiendo el procedimiento de los 300 picotazos. Ten en cuenta que no todos los perros aprenden a la misma velocidad, así que seguramente encontrarás diferencias si entrenas a dos o más perros.

No es importante si cuentas rápido o lento, pero siempre debes contar la misma velocidad para que los tiempos que manejas sean constantes. Si te resulta difícil contar siempre a la misma velocidad, puedes contar "un mil, dos mil, tres mil,..." parta regular tus tiempos. O puedes contar "una manzana, dos manzanas, tres manzanas...".

No importa si tu perro se levanta después que haz hecho click. Eso es irrelevante. Tampoco importa si se queda echado, pero en este caso no debes olvidarte de decir "Échate" antes de empezar la siguiente repetición.

Cómo aumentar distracciones controladas para un ejercicio de obediencia canina

El método de los 300 picotazos no es necesario para aumentar distracciones, ni es útil para todas las distracciones. Sin embargo, existe un tipo de distracción en el que es muy útil: cuando te alejas de tu perro.

Alejarte de tu perro mientras él se queda en una posición no es aumentar la distancia del ejercicio. Es aumentar una distracción, que puede ser leve o intensa, según cada perro. Aumentar la distancia significa que tu perro obedece las órdenes aunque esté lejos de ti (por ejemplo que se eche cuando se lo ordenas a 20 metros) y es un tema diferente.

Si tu perro ya se puede quedar echado por varios segundos, puedes usar el método de los 300 picotazos para enseñarle a mantener la posición mientras te alejas de él. La idea es la misma que para el ejemplo anterior, pero aumentas un paso cada vez, en lugar de un segundo (o un número en tu conteo mental).

En una sesión de adiestramiento canino, la secuencia para aumentar la distracción sería algo así:

"Échate", 1 paso, click, comida "Échate", 1 paso, 2 pasos, click, comida "Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida "Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida "Échate", 1 paso, 2 pasos, el perro se levanta "Échate", 1 paso, click, comida "Échate", 1 paso, 2 pasos, click, comida "Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida "Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida "Échate", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida

Cómo aumentar la distancia para un ejercicio de obediencia canina

Aumentar la distancia significa que tu perro responde a tus órdenes aunque esté lejos de ti. Existen diferentes métodos para esto, y verás algunas alternativas en las siguientes semanas de la obediencia canina. Sin embargo, el método de los 300 picotazos puede ser muy útil para esto.

Para usar este método al aumentar la distancia, simplemente tienes que alejarte un paso en cada repetición, antes de dar la orden. Por supuesto, tu perro ya debe ser capaz de mantener la posición por cierto tiempo aún cuando tú te alejas.

Por ejemplo, si quieres aumentar la distancia a la que tu perro obedece a la orden "Échate", y él ya sabe quedarse sentado, le tienes que ordenar que se siente, alejarte un paso y pedirle que se eche. Si él se echa, haces click y le das la comida. Luego continúas con el método de los 300 picotazos, aumentando un paso cada vez.

En una sesión de adiestramiento canino, la secuencia para aumentar la distancia sería algo así:

"Sentado", 1 paso, "Échate", click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, "Échate", click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, "Échate", click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, "Échate", click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, el perro se levanta "Sentado", 1 paso, "Échate", click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, "Échate", click, comida

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"Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, "Échate", click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, "Échate", click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, "Échate", click, comida

Como puedes ver, el método de los 300 picotazos tiene un sinfín de utilidades en el adiestramiento de perros. En esta semana aprenderás a usarlo para aumentar la duración de algunos ejercicios de obediencia que tu perro ya conoce.

Reconocer el nombre: tu perro te mira por 15 segundos

El criterio final para esta semana es que tu perro te mire y mantenga la mirada por 15 segundos cuando dices su nombre.

Como entrenarás usando el método de los 300 picotazos, solamente necesitas alcanzar este criterio de adiestramiento canino una vez estando inmóvil, y una vez cuando te mueves.

Como harás varias repeticiones para alcanzar el criterio de adiestramiento, tu perro mantendrá la mirada por 10 segundos unas 10 veces, aunque sólo la mantenga dos veces por 15 segundos. Esto permitirá suficientes repeticiones exitosas para levantar el criterio.

Ten en cuenta que para empezar a entrenar la segunda semana de este ejercicio, tu perro ya debe mirarte a los ojos el 80% de las veces que dices su nombre. Es decir que tienes que haber alcanzado el último criterio de la primera semana para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Si no has alcanzado ese criterio de adiestramiento, sigue practicando el ejercicio de la primera semana unos días más.

Practica en el lugar de adiestramiento canino, que debe ser tranquilo y sin distracciones.

Tu perro te mira por 15 segundos mientras estás quieto (Criterio 1)

Di el nombre de tu perro. Cuando él te mire, cuenta mentalmente "uno". Si tu perro mantiene la mirada por ese tiempo, haz click y dale un pedacito de comida.

Repite el procedimiento, pero cuenta mentalmente "uno, dos". Nuevamente, haz click y dale la comida a tu perro si es que mantiene la mirada.

Continúa con este mismo procedimiento, aumentando un número en cada repetición, hasta que llegues a contar hasta 15.

Si tu perro deja de mirarte antes que termines tu conteo mental, simplemente muévete uno o dos pasos, di su nombre y reinicia el conteo. Es decir, empieza desde "uno", y no desde el número en que tu perro dejó de mantener la mirada. Esto te dará muchísimas repeticiones para enseñarle a tu perro a mantener la mirada.

Por ejemplo, si tu perro se llama "Boby", el procedimiento podría ser de la siguiente manera:

"Boby", 1, click, comida "Boby", 1, 2, click, comida "Boby", 1, 2, Boby deja de mirarte Caminas un paso hacia el costado "Boby", 1, click, comida "Boby", 1, 2, click, comida "Boby", 1, 2, 3, click, comida "Boby", 1, 2, 3, 4, click, comida "Boby", 1, 2, 3, Boby deja de mirarte Caminas un paso hacia el costado "Boby", 1, click, comida "Boby", 1, 2, click, comida "Boby", 1, 2, 3, click, comida "Boby", 1, 2, 3, 4, click, comida "Boby", 1, 2, 3, 4, 5, click, comida

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Y así vas aumentando y gradualmente el tiempo que tu perro mantiene la mirada cada vez que dices su nombre.

Ten en cuenta que no necesitas llegar a 15 en la primera sesión, pero que debes empezar cada sesión de adiestramiento en "uno". Por tanto, las sesiones en que superes la cuenta de 10 tendrán más de 10 repeticiones. No te preocupes por eso, ya que en este caso no necesitas llevar un registro de la sesión de adiestramiento. Además, ya verás que las sesiones siguen siendo muy cortas y tu perro aprenderá rápidamente.

Puedes planificar las primeras sesiones de adiestramiento canino para que solamente tengan 10 repeticiones, o menos, sin necesidad de llegar hasta 15 en la primera sesión.

Está bien si tu perro deja de mirarte después que haces click. En este caso no necesitas reiniciar el conteo mental.

Puedes hacer las primeras sesiones teniendo el pedacito de comida en tu puño cerrado, como hacías en la primera semana de la obediencia canina. Sin embargo, deja de sujetar la comida en tu mano a partir de la segunda o tercera repetición de la primera sesión.

Tu perro te mira por 15 segundos mientras te mueves (Criterio 2)

Empieza este criterio solamente cuando hayas conseguido que tu perro te mire por 15 segundos sin que te estés moviendo.

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero muévete antes, durante y después de decir el nombre de tu perro. Para que los movimientos no distraigan mucho a tu perro, confórmate con caminar o trotar sobre tu sitio, o con mover ligeramente los brazos. No muevas tu cabeza ni gires el cuerpo.

Al iniciar cada sesión puedes hacer un par de repeticiones del criterio anterior (contando hasta dos o tres) para que tu perro tenga claro de qué ejercicio se trata.

Sentado, echado y en pie: tu perro mantiene la posición por 15 segundos

Además de aumentar el tiempo que tu perro mantiene la mirada cuando dices su nombre, en esta semana debes aumentar el tiempo que tu perro se queda quieto (mantiene la posición) para los siguientes ejercicios de obediencia canina: "Sentado", "Échate" y "En pie".

Es importante aumentar la duración de los ejercicios de obediencia canina porque esto le enseña a los perros a tener autocontrol.

Para aumentar la duración de estos ejercicios, usarás el método de los 300 picotazos adaptado al adiestramiento canino, igual que en el ejercicio anterior.

Ten en cuenta que antes de empezar a aumentar la duración de cada uno de estos ejercicios hasta 15 segundos, debes haber alcanzado los criterios finales de adiestramiento de la primera semana para cada uno de estos ejercicios. Si todavía no has logrado eso, continúa practicando la primera semana de la obediencia canina hasta que lo consigas.

A continuación tienes la explicación para enseñarle a tu perro a mantener la posición de "Sentado". Debes practicar los ejercicios "Échate" y "En pie" de la misma manera, pero en diferentes sesiones de adiestramiento canino.

Tu perro permanece sentado por 15 segundos mientras estás quieto (Criterio 1)

Pídele a tu perro que se siente, usando la orden verbal. Cuando tu perro se siente, cuenta mentalmente "uno". Si él mantiene la posición mientras cuentas mentalmente "uno", haz click y dale un pedacito de comida.

En la siguiente repetición, haz el mismo procedimiento, pero cuenta mentalmente "uno, dos". Si tu perro mantiene la posición, haz click y dale el pedacito de comida.

Sucesivamente, en cada repetición aumenta un número en la cuenta. De esta forma, la tercera repetición contarás "uno, dos, tres", la cuarta contarás "uno, dos, tres, cuatro", etc.

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Si tu perro se levanta o cambia de posición antes que termines de contar, muévete uno o dos pasos, pídele que se siente nuevamente y reinicia la cuenta desde "uno", como en la primera repetición. Luego, aumenta el conteo como lo hiciste desde el principio.

Poco a poco podrás aumentar el tiempo que tu perro permanece sentado, hasta 15 segundos. Cuando alcances este tiempo, pasa al siguiente criterio.

Ten en cuenta que no es necesario que alcances los 15 segundos en la primera sesión. Esto puede tomarte varias sesiones, así que no te preocupes si toma algún tiempo.

Es bueno, sin embargo, que las sesiones de adiestramiento canino terminen con el reforzamiento de alguna conducta apropiada. Por tanto, asegúrate de finalizar la sesión cuando tu perro haya conseguido mantener la posición por algún tiempo, aunque no sean los 15 segundos, y hayas reforzado esa conducta.

La secuencia para este ejercicio de obediencia canina será similar a la siguiente:

"Sentado", 1, click, comida "Sentado", 1, 2, click, comida "Sentado", 1, 2, tu perro se mueve Caminas un paso hacia el costado "Sentado", 1, click, comida "Sentado", 1, 2, click, comida "Sentado", 1, 2, 3, click, comida "Sentado", 1, 2, 3, 4, click, comida "Sentado", 1, 2, 3, tu perro se mueve Caminas un paso hacia el costado "Sentado", 1, click, comida "Sentado", 1, 2, click, comida "Sentado", 1, 2, 3, click, comida "Sentado", 1, 2, 3, 4, click, comida "Sentado", 1, 2, 3, 4, 5, click, comida

Y así aumentarás gradualmente la duración hasta los 15 segundos.

Si es necesario, haz un par de repeticiones del ejercicio "Sentado" sin ninguna duración antes de empezar las sesiones de adiestramiento de este ejercicio. Hacer un par de repeticiones de un criterio anterior antes de empezar una sesión es una práctica común en el adiestramiento de perros y suele dar buenos resultados.

Tu perro permanece sentado por 15 segundos mientras te mueves (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero trota sobre tu sitio o mueve tus brazos mientras realizas el ejercicio. Asegúrate de practicar en diferentes ubicaciones relativas a tu perro: de frente, de lado y en diagonal.

Empieza este criterio solamente cuando hayas conseguido que tu perro se quede sentado por 15 segundos mientras estás quieto.

Tu perro mantiene las posiciones "Échate" y "En pie"

Para lograr esto simplemente debes practicar de la misma forma que para el ejercicio "Sentado", pero con las órdenes "Échate" y "En pie", que tu perro ya debe conocer.

Ten en cuenta que debes practicar en diferentes sesiones y no debes mezclar los ejercicios. Tu perro todavía no está listo para practicar los ejercicios combinados. Por tanto, en cada sesión de adiestramiento concéntrate en un solo ejercicio y en un solo criterio.

También ten en cuenta que los perros no generalizan bien, por lo que es posible que alcances el éxito con más facilidad para uno de estos ejercicios, pero los otros te resulten más difíciles. Un perro que se queda echado tranquilamente quizás no se quede sentado con tanta facilidad.

Aunque no es una regla absoluta, la mayoría de los perros tienen más facilidad para mantener la posición cuando están echados, y más dificultad cuando están parados.

La importancia del criterio de adiestramiento

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Cuando entrenas a tu perro para quedarse quieto, o mantener la posición, es importante que tengas claro el criterio de adiestramiento canino.

Debes tener claro que las únicas partes del cuerpo que puede mover tu perro cuando está quieto en una posición, son su cola y su cabeza. Si mueve cualquier otra parte de su cuerpo, entonces ha "roto" la posición y debes reiniciar el conteo sin hacer click ni dar la comida.

Esto es especialmente problemático cuando entrenas el ejercicio "En pie", en el que debes prestar mucha atención a las patas de tu perro. No debe mover ninguna de ellas, ni siquiera un milímetro.

¿Debo decir "Quieto" para que mi perro mantenga la posición?

No, en esta etapa del adiestramiento no debes decir "Quieto" para que tu perro mantenga la posición. Algunos entrenadores, quizás la mayoría, usan la orden para que sus perros se queden quietos, pero ésta no es realmente necesaria.

Quienes usan la orden "Quieto", argumentan que ayuda al perro a generalizar el ejercicio, pero solamente la empiezan a usar después que el perro es capaz de mantener la posición por 20 segundos o más.

Yo no uso la orden "Quieto", y me parece que es más útil para que el entrenador se sienta cómodo que para entrenar al perro. De cualquier manera, puedes usar la orden "Quieto" si así lo deseas, pero empieza a usarla después que tu perro mantiene las posiciones por más de 20 segundos, cosa que lograrás más adelante.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo por 15 segundos

A primera vista puede parecer que el adiestramiento de perros para acudir al llamado no requiere de duración, sino solamente de velocidad. Sin embargo, los perros no solamente deben acudir cuando se los llama, sino que deben permanecer con sus propietarios hasta que se les indique alguna otra cosa.

Esto tiene muchas ventajas, ya que cuando llamas a tu perro no esperas que acuda e inmediatamente después salga corriendo. Al contrario, cuando lo llamas es para que permanezca contigo, le puedas poner la correa, puedas sujetarlo del collar, o simplemente darle otra orden.

Por tanto, en esta semana también le enseñarás a tu perro a permanecer contigo por 15 segundos una vez que ha acudido al llamado.

El procedimiento que llevarás a cabo es similar a los anteriores ejercicios de esta semana, ya que se basa en el método de los 300 picotazos.

Para empezar a practicar este ejercicio de obediencia canina, debes haber completado los cinco criterios de adiestramiento de la primera semana. Es decir que tu perro debe acudir cuando dices "Aquí" antes de retroceder.

Recuerda que todavía debes entrenar en un lugar tranquilo y sin distracciones.

Tu perro permanece contigo por 15 segundos mientras estás quieto (Criterio 1)

Llama a tu perro "Aquí" y retrocede unos pasos, tal como hacías durante la primera semana. Cuando tu perro te alcance, cuenta mentalmente "uno". Si tu perro se queda junto a ti (de frente, en diagonal o al costado) hasta que terminas de contar, haz click y dale un pedacito de comida.

Luego, repite el procedimiento, pero cuenta "uno, dos". Si tu perro se queda junto a ti, haz click y dale un pedacito de comida.

Repite el procedimiento varias veces, aumentando un número en la cuenta en cada repetición.

Si tu perro se aleja antes que termines la cuenta respectiva, o no acude al llamado, vuelve a decir "Aquí" y retrocede unos pasos, y reinicia la cuenta desde "uno".

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Si te resulta más cómodo, puedes lanzar la comida al suelo o a un recipiente en lugar de retroceder. De esta forma, tu perro se alejará de ti después que hagas click, y podrás volver a llamarlo mientras está recogiendo la comida que lanzaste.

En este caso no necesitarás retroceder, sino que solamente te quedarás quieto. Sin embargo, si tu perro "rompe" el ejercicio alejándose antes que hagas click, muévete unos pasos antes de reiniciar la cuenta en la siguiente sesión.

Si le has enseñado a tu perro a acudir al llamado mediante el juego del llamado, puedes aumentar la duración de la misma manera, pero cada participante del juego tiene que hacer el conteo mental cada vez que el perro acude. En este caso, cuando el perro "rompa" el ejercicio alejándose de la persona que lo llamó, antes de terminar el conteo, todos los participantes reinician el conteo.

La secuencia de este ejercicio será similar a la siguiente:

"Aquí", tu perro acude, 1, click, comida "Aquí", tu perro acude, 1, 2, click, comida "Aquí", 1, 2, tu perro se aleja Retrocedes unos pasos "Aquí", tu perro acude, 1, click, comida "Aquí", tu perro acude, 1, 2, click, comida "Aquí", tu perro acude, 1, 2, 3, click, comida "Aquí", tu perro acude, 1, 2, 3, 4, click, comida "Aquí", tu perro no acude al llamado Retrocedes unos pasos "Aquí", tu perro acude, 1, click, comida "Aquí", tu perro acude, 1, 2, click, comida "Aquí", tu perro acude, 1, 2, 3, click, comida "Aquí", tu perro acude, 1, 2, 3, 4, click, comida "Aquí", tu perro acude, 1, 2, 3, 4, 5, click, comida

Recuerda que no necesitas alcanzar los 15 segundos en la primera sesión. Tómate las sesiones que sean necesarias para alcanzar este criterio, y asegúrate de terminar cada sesión con éxito (reforzando la conducta), aunque hayas avanzado sólo un par de segundos.

También ten en cuenta que, de momento, no importa la posición en que tu perro se quede junto a ti. Puede estar sentado, echado o parado, pero debe estar contigo. También puede estar frente a ti, a tu lado o en diagonal.

No refuerces, sin embargo, los malos hábitos de tu perro. Si tu perro se queda contigo cuando acude al llamado, pero se pone a ladrar, considera esto como una repetición fallida, y procede como si tu perro se hubiese alejado.

Pasa al siguiente criterio de adiestramiento cuando hayas conseguido que tu perro se quede contigo por 15 segundos, una sola vez.

Tu perro permanece contigo por 15 segundos mientras te mueves (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento del criterio anterior, pero mueve los brazos mientras llamas a tu perro y mientras haces el conteo silencioso. O, si lo prefieres, trota o camina sobre tu posición cuando dejes de retroceder.

Alternativas para aumentar la duración de los ejercicios de obediencia canina

Ya conoces un procedimiento para aumentar la duración de los ejercicios de obediencia canina. Ese procedimiento, sin embargo, no siempre resulta bien porque algunos perros son muy alocados y no se quedan quietos ni por una milésima de segundo.

Si no puedes llevar a cabo el procedimiento de los 300 picotazos porque tu perro se mueve con mucha rapidez, sin darte tiempo a que cuentes ni siquiera hasta "uno", puedes darle rápidamente varios pedacitos de comida mientras está en la posición que deseas entrenar.

Esta alternativa no funciona para reconocer el nombre, ya que si le das un pedacito de comida a tu perro, él dejará de mirarte. Sin embargo, funciona muy bien para los otros ejercicios de obediencia canina.

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Una vez que esta alternativa te haya servido para que tu perro se quede en una posición por un par de segundos, puedes retomar el procedimiento de los 300 picotazos, ya que no querrás que la comida se convierta en parte de los antecedentes de la conducta de tu perro.

Para que entiendas mejor esta alternativa, abajo te presento un ejemplo de cómo emplearla para enseñarle a un perro a mantener la posición de "Sentado" por unos segundos.

Entrenando a un perro para quedarse sentado y quieto por un par de segundos

Mauro es un husky siberiano muy activo que no podía quedarse quieto ni por un segundo. Entonces, la única manera de emplear el procedimiento de los 300 picotazos era empezar con tiempos muy pero muy cortos. Esto planteaba el problema de que el conteo no era confiable, ya que no existía un parámetro claro de la diferencia entre esos tiempos, a menos que se usara un cronómetro. El uso del cronómetro no era viable ya que al estar viendo el cronómetro no se podía observar bien el comportamiento del perro.

La solución fue pedirle a Mauro que se siente y, en el momento que lo hacía, llevar rápidamente un pedacito de comida a su boca. Mientras él comía ese pedazo de comida, estando sentado, se le ofrecía otro, y otro, y otro, hasta que el perro se acostumbró a comer sentado.

De esta forma Mauro aprendió a quedarse sentado por un par de segundos aproximadamente. A partir de este punto ya se pudo empezar con el procedimiento de los 300 picotazos, empezando desde "uno", y entrenar a Mauro para que mantenga la posición de "Sentado" por 15 segundos.

Ten en cuenta que si tu perro es muy activo, como Mauro el husky siberiano, es mejor que empieces con las posiciones que mantiene con más frecuencia de forma natural (sin que se lo hayas ordenado). Por ejemplo, si tu perro tiende normalmente a pasar más tiempo echado que sentado, empieza con esta conducta. En estos casos, deja el ejercicio "En pie" para cuando tu perro ya haya comprendido a la perfección que debe mantener la posición cuando le pides que se siente y que se eche.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina

Es muy importante que empieces a generalizar los ejercicios de obediencia canina que tu perro ya conoce.

Como viste antes, la generalización de la conducta permitirá que tu perro responda a tus órdenes en diferentes ambientes y circunstancias.

Como los perros son malos generalizadores, pero buenos discriminadores, es bueno empezar la generalización de cada ejercicio de obediencia canina en cuanto tu perro comprende la orden correspondiente.

Cuando le enseñaste a tu perro a reconocer su nombre, sentarse a la orden, echarse a la orden, acudir al llamado y pararse a la orden, también hiciste una generalización inicial de esos ejercicios. Dicha generalización consistía en que tu perro realice los ejercicios mientras tú te movías, y en diferentes ubicaciones del lugar de adiestramiento.

En esta semana debes conseguir que tu perro realice todos esos ejercicios en diferentes lugares de tu casa en los que no existan distracciones adicionales. Es decir, que empezarás a practicar esos ejercicios en diferentes ambientes de tu casa, pero no aumentarás distracciones.

Realizarás esta generalización de la obediencia canina de manera informal, aunque planificada. No generalizarás todos los ejercicios cada día y tampoco usarás las órdenes verbales.

Cómo generalizar los ejercicios de obediencia canina

Elije uno de los ejercicios que tu perro ya conoce para cada día de esta semana, incluyendo las lagartijas caninas.

También elige un lugar diferente para cada uno de estos ejercicios. Estos lugares deben ser diferentes al lugar de adiestramiento habitual y no deben tener distracciones. Por tanto, es mejor que sean lugares dentro de tu casa.

Entonces, dirígete al lugar seleccionado y consigue la conducta que deseas, de la misma manera que hiciste al entrenar el ejercicio en cuestión durante la primera semana de la obediencia canina.

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Es decir, guía a tu perro con la comida o haz el procedimiento que hiciste las primeras veces para conseguir la conducta que deseas generalizar. Pero sólo haz dos o tres repeticiones de este procedimiento. Cuando tu perro ejecute la conducta deseada, haz click y dale un pedacito de comida.

En la siguiente repetición (tercera o cuarta), solamente haz la señal correspondiente, sin tener comida en tu mano. Si tu perro realiza la conducta deseada, haz click, toma un pedacito de comida de la riñonera y dáselo. Si tu perro no realiza la conducta deseada, no le des la comida y no sigas intentando.

Por ejemplo, si el lugar habitual de adiestramiento canino es tu dormitorio, puedes elegir la cocina para empezar a generalizar el ejercicio "Sentado". Entonces, un día de esta semana te diriges con tu perro a la cocina y guías con comida tres veces para que se siente. Cuando tu perro se sienta, haces click y le das la comida.

Inmediatamente después del tercer "Sentado", haces la señal para que tu perro se siente (llevas tu mano hacia tu hombro), sin tener comida en la mano. Si tu perro se sienta, haces click y le das un pedacito de comida que sacas de la riñonera o tomas de una mesa. Si tu perro no se sienta, no haces nada y continúas con tu rutina diaria.

Porqué no debes usar la orden No debes usar la orden verbal durante esta generalización para no arruinar dicha orden. Si dices "Sentado" y tu perro no se sienta, estarás creando un precedente que le dice a tu perro que la palabra "Sentado" no tiene relación con la conducta de sentarse. En el adiestramiento de perros esto se conoce como "envenenar la orden".

La importancia de generalizar los ejercicios de obediencia canina

Aunque esta semana no se enfoca en generalizar los ejercicios de obediencia canina, es bueno que empieces a generalizarlos en diferentes lugares de manera informal para evitar que el lugar habitual de adiestramiento canino se convierta en parte de los antecedentes contingentes a la conducta.

Si no generalizas los ejercicios de obediencia canina, tu perro aprenderá a realizarlos solamente en el lugar en que habitualmente entrenas, y no responderá a tus órdenes en otros lugares.

De cualquier manera, más adelante aprenderás a generalizar sistemáticamente, y en sesiones formales, los ejercicios de obediencia canina.

¿Porqué no generalizar en sesiones formales de adiestramiento canino?

Existen dos razones por las que en esta semana haces una generalización informal. La primera es que tienes que concentrarte en aumentar la duración de los ejercicios y enseñar algunos ejercicios nuevos. Por tanto, no tendrás tiempo para hacer una generalización formal, a menos que tu única actividad sea adiestrar a tu perro.

La segunda razón tiene que ver con la capacidad de aprendizaje de los perros. No puedes conseguir buenos resultados si saturas a tu perro con el adiestramiento y, por eso, no es recomendable entrenar en sesiones muy largas ni enseñar mucho de golpe.

Existe una propiedad de la memoria de todos los animales, que se conoce como el "efecto espaciador". Esta propiedad hace que las repeticiones que se encuentran espaciadas en el tiempo tengan mayor impacto sobre la memoria de largo plazo, lo que ayuda a fijar los conocimientos.

Por tanto, hacer muchas repeticiones de los ejercicios que tu perro ya conoce no será muy beneficioso en esta etapa y puede limitar temporalmente su capacidad de aprendizaje (algo así como cuando a un estudiante le da un surmenaje).

Considerando que ya estás practicando esos ejercicios de obediencia canina en las sesiones formales mientras aumentas la duración, no es necesario que además generalices todos los ejercicios cada día. Un día de generalización por ejercicio es suficiente en esta etapa.

Enséñale a tu perro a ignorar cosas

Enseñarle a tu perro a ignorar cosas es un excelente ejercicio de autocontrol, y es algo que todos los perros deberían aprender.

Este ejercicio no es considerado en los manuales de adiestramiento canino tradicionales, porque con las técnicas tradicionales se entrena a los perros para limitar sus comportamientos espontáneos. En cambio, en el

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adiestramiento con clicker, es necesario enseñar este ejercicio de obediencia canina porque los perros son entrenados en base a la emisión espontánea de comportamientos.

El ejercicio de enseñarle a los perros a ignorar cosas, también conocido como "Deja" o "Zen canino", es una extensión del ejercicio en el que se le enseña a los perros a reconocer sus nombres. Por tanto, antes de empezar este ejercicio, tu perro debe haber alcanzado todos los criterios de la primera semana para reconocer su nombre.

Diferentes procedimientos de adiestramiento caninoAlgunos entrenadores enseñan primero el ejercicio "Deja" y luego enseñan a los perros a reconocer sus nombres. Esto no es incorrecto, y puede hacerse sin problema. Por tanto, si encuentras esa secuencia de procedimientos en otros libros o manuales de adiestramiento, no pienses que son equivocados. Sin embargo, la secuencia de procedimientos de este manual de adiestramiento canino exige que el ejercicio "Deja" sea una extensión del ejercicio de reconocer el nombre.

El criterio final de adiestramiento canino que debes conseguir esta semana es que tu perro ignore por un segundo la comida que tienes en tu mano abierta.

Tu perro ignora la comida por un instante (Criterio 1)

Haz entre dos y tres repeticiones del primer criterio para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Es decir, acerca tu mano con un pedacito de comida a la nariz de tu perro, manteniendo tu puño cerrado para proteger la comida. Cuando tu perro te mire a los ojos por un instante, haz click y dale la comida.

Después de la segunda o tercera repetición, empieza a entrenar la orden "Deja". Para esto, acerca la comida a la nariz de tu perro con tu mano abierta. El pedacito de comida debe estar en la palma de tu mano.

Si tu perro intenta tomar la comida de tu mano, cierra rápidamente la mano, de tal forma que la comida quede encerrada en tu puño. Cuando tu perro deje de mirar tu puño cerrado, ábrelo nuevamente.

El momento en que tu perro deje de mirar la comida, haz click y dale un pedacito de comida. No importa si tu perro te está mirando a los ojos o si mira a cualquier parte, siempre y cuando deje de mirar la comida que tienes sobre la palma de tu mano.

Cómo entregarle la comida a tu perroExisten diversas opiniones sobre cómo se deben entregar los pedacitos de comida a los perros cuando se entrena el ejercicio "Deja". Una forma de hacerlo consiste en dejar caer la comida al suelo después que haces click. Otra forma consiste en entregar un pedazo de comida que tienes en la otra mano, evitando que tu perro tome la comida de la "mano prohibida". Finalmente, la otra forma de entregarle la comida a tu perro, y que es la que me parece más cómoda, consiste en entregar el pedazo de comida que tienes en la "mano prohibida" llevando tu mano hacia tu cuerpo antes de darle la comida a tu perro. De esta forma, al perro se le facilita la comprensión de que el pedazo de comida no está disponible antes del click.

En este ejercicio, las repeticiones exitosas son todas aquellas en que tu perro ignora activamente la comida en tu mano abierta. Es decir cuando mira hacia otro lado. Cuando alcances un 80% de repeticiones exitosas, pasa al siguiente criterio de adiestramiento.

Ten en cuenta que todas las veces que tengas que cerrar tu mano para que tu perro no tome la comida, son repeticiones fallidas. Por tanto, debes prestar mucha atención a cuantas veces cierras tu mano para calcular la tasa de éxito de cada sesión de adiestramiento. Este criterio te puede tomar varias sesiones de adiestramiento canino.

Tu perro te mira a los ojos por un instante (Criterio 2)

Repite el mismo procedimiento del criterio anterior, pero esta vez debes hacer click y darle a tu perro el pedacito de comida solamente cuando te mira a los ojos. Puedes moldear la conducta de en la misma forma en que entrenaste a tu perro para reconocer su nombre.

Recuerda que todavía no usas ninguna orden para este ejercicio de obediencia canina.

Tu perro ignora la comida por un segundo (Criterio 3)

Repite el mismo procedimiento del Criterio 1, pero aumenta gradualmente el tiempo que tu perro ignora la comida en tu mano abierta, hasta un segundo. Usa el procedimiento de los 300 picotazos para lograr esto.

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Como solamente aumentarás la duración hasta un segundo, te resultará más fácil aumentar el tiempo si cuentas mentalmente "un mil", en lugar de "uno". De esta forma, tendrás dos períodos de medio segundo claramente identificados.

Pasa al siguiente criterio cuando tu perro pueda ignorar la comida por un segundo en ocho de cada 10 repeticiones. Si deseas, puedes aprovechar estas repeticiones para aumentar más la duración de este ejercicio, siguiendo el procedimiento de los 300 picotazos, ya que todas las repeticiones subsiguientes tendrán una duración superior a un segundo. Ten cuidado, sin embargo, de no exigir demasiado a tu perro en esta etapa.

Ten en cuenta que has levantado el criterio, así que no necesitas exigirle a tu perro que te mire a los ojos. Durante este criterio es suficiente con que tu perro ignore la comida en tu mano abierta, aunque no te mire a los ojos.

Tu perro ignora la comida y te mira a los ojos por un segundo (Criterio 4)

Repite el mismo procedimiento del criterio anterior, pero exígele a tu perro que te mire a los ojos. Es decir que solamente harás click y le darás la comida a tu perro cuando mantenga la mirada por un segundo, ignorando la comida en tu mano abierta.

Pasa al criterio siguiente cuando hayas conseguido un 80% de éxito.

Tu perro ignora la comida en tu mano cuando dices "Deja" (Criterio 5)

Repite el procedimiento del primer criterio, pero di "Deja" (o la orden que prefieras) antes de acercar la comida a la nariz de tu perro. En este caso estás levantando el criterio de adiestramiento canino, pero tu perro ya realizó varias repeticiones del ejercicio con diferentes criterios. Por tanto, puedes empezar a exigir, de forma gradual, que te mire a los ojos.

Si puedes, también aumenta gradualmente la duración hasta un segundo después que dices la orden, pero esto no es un requisito en esta etapa.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a ignorar cosas

La mayoría de los problemas que se presentan al entrenar este ejercicio de obediencia canina son los mismos que al enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Por tanto, ya sabrás como solucionarlos.

Sin embargo, existe un problema adicional que es importante. Puede ser que tu perro sea más rápido para tomar la comida de lo que tú eres para cerrar tu mano. Asegúrate que tu perro nunca pueda tomar la comida antes de que tú hagas click. Es mejor "jugar a ganador" y cerrar la mano antes de tiempo.

Ten en cuenta que un perro hambriento tendrá más dificultad para aprender este ejercicio. Por tanto, es mejor que no lleves a cabo este ejercicio antes de las comidas de tu perro, sino un par de horas después.

Enséñale a tu perro a caminar sin jalar la correa

Enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa es uno de los ejercicios más útiles, y a la vez más difíciles, de la obediencia canina.

Este es un ejercicio muy útil porque te permitirá ir con tu perro a cualquier parte, sin preocuparte por tener que controlarlo.

Al mismo tiempo es un ejercicio difícil de entrenar porque no requiere mucha precisión y tiene una duración extrema. Parece irónico que un ejercicio de poca precisión sea difícil de entrenar, pero la falta de precisión del ejercicio dificulta evaluar los criterios de adiestramiento canino con facilidad.

De cualquier manera, una vez que consigas los criterios básicos explicados esta semana, te será más fácil continuar el adiestramiento de este ejercicio que es fundamental para todos los perros.

Además de ser un ejercicio muy útil en la vida cotidiana, enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa también le enseñará autocontrol en diferentes circunstancias. Y ten por seguro que la práctica de este ejercicio te ayudará a desarrollar tus habilidades de observación del comportamiento canino, tu timing y tu tasa de reforzamiento.

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Es importante que no confundas el caminar sin jalar la correa con el ejercicio de "Junto" de la obediencia competitiva. "Junto" es un ejercicio de alta precisión en el que se les exige a los perros que caminen al lado de sus guías, perfectamente alineados. Es algo así como un desfile de dos, un perro y un humano, en el que se debe mantener la línea todo el tiempo.

En cambio, caminar sin jalar la correa implica que los perros caminen cerca de sus guías, sin arrastrarlos ni tensar la correa.

Antes de empezar a entrenar este ejercicio, tu perro debe estar acostumbrado a usar el collar y la correa. Si todavía no ha aprendido a usar estos elementos, enséñale a tu perro a usar el collar y la correa antes de empezar el adiestramiento de este ejercicio.

¿Porqué los perros jalan la correa al pasear?

Seguramente has visto muchas personas paseando a sus perros por las calles. Quizás hayas notado que la mayoría de estos perros van muy adelantados, y la correa siempre está tensa. En algunos casos, quizás hayas notado que los perros en realidad están arrastrando a sus dueños, en lugar de ir paseando con ellos.

La razón por la que los perros jalan la correa es porque esta conducta es reforzada desde que son cachorros. Esos perros que están acostumbrados a jalar la correa no conocen otra manera de llegar a donde quieren ir.

Desde la perspectiva de sus dueños, el paseo es algo así como "este perro no me va a hacer caminar más rápido", mientras que la perspectiva del perro es algo así como "este humano es tan lento que tengo que jalar mucho para que camine un poquito".

Como el humano sigue a su perro cada vez que éste jala la correa, el perro aprende que ésa es la forma correcta para llegar a donde quiere ir. Si quiere ir al parque debe jalar la correa, si quiere saludar a otro perro debe jalar la correa, etc.

Ten muy en cuenta este aspecto, porque a partir de ahora tu perro no deberá llegar a ningún lado cuando jala la correa. Desde este momento, jalar la correa se convertirá en sinónimo de inmovilidad.

Para que comprendas mejor la dificultad de este ejercicio, imagina que eres un niño de 10 años y tu papá te lleva al cumpleaños de uno de tus amigos (si eres un niño de 10 años sólo imagínate el cumpleaños, jeje). Pero cuando llegan ahí, tienes que estar al lado de tu papá todo el tiempo, sin importar que los otros niños estén jugando, que en el patio trasero haya un espectáculo de magia o que el cumpleañero (medio loco) esté regalando Wii o Supernintendos a los niños más activos. ¿Te quedarías al lado de tu papá?

Bueno, ese escenario es similar a lo que exigimos a nuestros perros cuando tienen que caminar sin jalar la correa en la calle o en el parque.

Tu perro camina 15 pasos con la correa floja en un ambiente sin distracciones (Criterio 1)

Estás con tu perro sujeto a la correa, en un lugar tranquilo y sin ningún tipo de distracciones (el lugar de adiestramiento canino). Sujeta la correa con tus dos manos, pegadas contra tu barriga para que tu perro no las pueda mover si jala la correa.

Espera a que tu perro esté tranquilo (sin saltar, ladrar, etc.) y sin tensar la correa. Entonces, haz click y dale un pedacito de comida. Inmediatamente, y sin darle tiempo a tu perro para que se aleje, haz click nuevamente y dale otro pedacito de comida. Repite esto entre cinco y 10 veces.

Como estarás con las dos manos ocupadas sujetando la correa, es mejor que hagas click con la lengua o uses una palabra corta y bien diferenciada. No te preocupes si antes no has cargado estos reforzadores condicionados. Al hacer el ejercicio los cargarás.

¿Qué es una correa floja?Debes tener muy claro qué es una correa floja para poder hacer click cuando esto ocurre. La correa estará floja, es decir que no estará tensa, cuando cuelgue completamente formando una "U". Si la correa no forma una "U", está tensa aunque tu perro no esté jalando con fuerza.

Después de haber hecho click unas cuantas veces cuando la correa está floja, empieza a caminar. Da un paso y, si tu perro mantiene floja la correa, haz click y dale otro pedacito de comida.

Luego, da dos pasos y, si tu perro mantiene floja la correa, haz click y dale un pedacito de comida.

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Repite el procedimiento aumentando un paso en cada repetición. Como puedes ver, estás aplicando el procedimiento de los 300 picotazos para aumentar gradualmente los pasos que das sin que tu perro jale la correa.

El momento en que tu perro tense la correa, retrocede hasta el punto de inicio y vuelve a empezar el procedimiento, dando un solo paso. No necesitas volver a hacer click varias veces antes de empezar a caminar, pero empieza desde el primer paso.

Si no tienes un lugar de adiestramiento suficientemente largo como para dar 15 pasos, camina en círculos. En este caso, cuando tu perro tense la correa, retrocede algunos pasos hasta que tu perro vuelva a estar cerca de ti sin tensar la correa.

No es necesario que retrocedas muchos pasos, pero sí es necesario que tengas suficiente espacio como para retroceder al menos dos o tres pasos.

Cuando puedas caminar 15 pasos sin que tu perro jale la correa, pasa al siguiente criterio de adiestramiento. Recuerda que no necesitas completar estos 15 pasos en una sola sesión de adiestramiento canino, sino que puedes hacerlo en varias sesiones.

Para terminar la sesión, simplemente quítale la correa a tu perro y juega con él o dale unos cuantos pedacitos de comida.

Nota que no usas ninguna orden para este ejercicio, y no la usarás en ningún criterio. La única señal para que tu perro camine sin jalar la correa, es la correa misma. Por tanto, no necesitas una orden adicional.

Tu perro camina 15 pasos con la correa floja hasta un punto focal (Criterio 2)

El procedimiento es similar al del criterio anterior, pero debes poner un punto focal en el lugar de adiestramiento y caminar en línea recta hasta ese punto sin que tu perro jale la correa. El punto focal debe ser algo que tu perro quiera conseguir. Puede ser una puerta (si tu perro quiere ir a otro lugar), un juguete, un recipiente con un poco de comida, una persona, etc. Sin embargo, todavía no debe ser una atracción muy intensa.

Empieza a caminar hacia el punto focal. Das un paso y, si tu perro mantiene floja la correa, haces click y le das un pedacito de comida. Continúas caminando y das dos pasos. Si tu perro mantiene floja la correa, haces click y le das la comida.

Sucesivamente aumentas un paso más hasta que puedes caminar 15 pasos hasta el punto focal sin que tu perro jale la correa.

Si tu perro tensa la correa, retrocede hasta el punto de inicio y empieza el procedimiento de nuevo.

Cuando llegues al punto focal sin que tu perro tense la correa, haz click y permítele que alcance ese punto. Es decir, si tu punto focal es un recipiente con comida, permítele que coma del recipiente. Si el punto focal es un juguete, permítele a tu perro jugar con él. Si el punto focal es una puerta, permítele cruzarla (el recinto contiguo debe ser cercado y seguro para tu perro). En cualquiera de estos casos, suelta la correa después de hacer click y, si tu perro se te queda mirando, dale un pedacito más de comida.

Idealmente necesitarías un espacio que te permita caminar al menos 120 pasos hasta el punto focal. La mayoría de la gente no tiene tanto espacio en un lugar sin distracciones. Si no tienes tanto espacio, simplemente usa la mayor distancia posible entre el punto de partida y el punto focal, y haz suficientes repeticiones como para caminar toda esa distancia de una sola vez sin que tu perro jale la correa.

Por ejemplo, si el espacio que tienes te permite caminar solamente cinco pasos, la secuencia de adiestramiento será similar a la siguiente:

1 paso, click, comida 1 paso, 2 pasos, click, comida 1 paso, 2 pasos, el perro tensa la correa Retrocedes hasta el punto de inicio 1 paso, click, comida 1 paso, 2 pasos, click, comida 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, el perro tensa la correa Retrocedes hasta el punto de inicio

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1 paso, click, comida 1 paso, 2 pasos, click, comida 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida, sueltas la correa y permites que el perro

alcance el punto focal Vuelves al punto de inicio 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida, sueltas la correa y permites que el perro

alcance el punto focal (si el perro tensa la correa reinicias con un solo paso, hasta que puedas caminar los 5 pasos de una sola vez; puedes hacerlo en varias sesiones de adiestramiento)

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa

- Tu perro se distrae con mucha facilidad

Entrena en un lugar diferente en el que no existan distracciones de ningún tipo. Este ejercicio es difícil para los perros y tienes que empezar en un lugar muy tranquilo en el que puedas controlar las distracciones.

También puedes hacer una secuencia rápida con cinco repeticiones de click-comida, antes de empezar la sesión.

- Tu perro se vuelve loco cuando tomas la correa

Muchos perros se ponen como locos cuando sus dueños toman la correa. Esto es el resultado del condicionamiento clásico, ya que a la mayoría de los perros les gusta mucho salir a pasear.

Sujeta la correa varias veces durante el día, en ocasiones en que no vayas a sacar a pasear a tu perro. Simplemente toma la correa y tenla contigo por un tiempo, ignorando las "locuras" de tu perro. Luego, vuelve a dejarla en el lugar de costumbre y repite el procedimiento varias veces. De esta forma extinguirás la conducta de tu perro.

Asegúrate de hacer este procedimiento tantas veces en un solo día que las conductas que hace tu perro cuando se "vuelve loco" se extingan antes que tengas que volver a sacarlo a pasear. Si no extingues esas conductas rápidamente, solamente estarás poniéndolas en un programa de reforzamiento variable, y estarás haciéndolas más resistentes a la extinción. Si es necesario, practica esto durante el fin de semana para que puedas dedicarle suficiente tiempo al adiestramiento canino.

- Tu perro salta y ladra antes de que le pongas la correa

La respuesta al problema anterior te ayudará con este problema. Sin embargo, también debes asegurarte de nunca ponerle la correa a tu perro si está muy entusiasmado. Antes de ponerle la correa espera a que se tranquilice, incluso cuando vayas a sacarlo a pasear. No le pongas la correa mientras no se controla.

- Tu perro te salta encima cuando empiezas a caminar

Detente, espera a que tu perro se tranquilice y dale un pedacito de comida cuando esto ocurre. No le des la comida inmediatamente después que te saltó encima, sino que espera unos segundos hasta que esté tranquilo. Luego retorna al lugar de inicio y vuelve a empezar el adiestramiento.

Mantén una tasa de reforzamiento muy alta para no darle a tu perro tiempo para saltarte encima.

- No puedes caminar en línea recta (Criterio 2) porque tu perro va hacia todos lados

Existen muchas distracciones en el lugar de adiestramiento y tu perro encuentra muchos puntos focales. Asegúrate que lo único que llame la atención de tu perro sea el punto focal que has elegido. Si es necesario, cambia de lugar de adiestramiento.

- Tu perro tensa la correa aunque está cerca de ti

Si tienes una correa reglamentaria de dos metros, esto es imposible. Quizás estás sujetando mucha correa en tus manos. Dale un poco más de correa a tu perro.

Si tienes un perro de raza pequeña (chihuahua, pekinés, etc.) o un cachorrito, quizás te resulte más fácil si consigues una correa un poco más larga, por ejemplo de dos metros y medio.

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- Tu perro se queda rezagado

Si tu perro se queda rezagado puedes guiarlo unas cuantas veces con la comida. Simplemente muéstrale un pedacito de comida sobre la palma de tu mano y dáselo cuando se acerque a ti. Si tu perro se tira al suelo y no quiere caminar, ten mucha paciencia con este procedimiento. Quizás necesite más tiempo para aprender a usar el collar y la correa.

- No puedes pasear a tu perro sin que jale la correa

Tu perro todavía no está listo para pasear sin jalar la correa. No esperes que camine perfectamente por la calle cuando todavía está aprendiendo a hacerlo en lugares sin distracciones. Más adelante verás cómo transferir el adiestramiento a la vida cotidiana. De momento, revisa las alternativas para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, y al final de esa página encontrarás algunas estrategias útiles para pasear perros que no están entrenados.

Alternativas para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa

El procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa funciona con todos los perros cuando se realiza correctamente y en las condiciones adecuadas (lugar sin distracciones, buen timing, tasa de reforzamiento elevada, reforzadores que motivan al perro, etc.).

Sin embargo, en determinadas circunstancias pueden ocurrir problemas que dificulten ese procedimiento. Si ese procedimiento no te está dando resultado para que tu perro aprenda a caminar sin jalar la correa, aquí tienes algunas alternativas que puedes probar antes de llevar a cabo el procedimiento regular. Una vez que estas alternativas te hayan ayudado, debes proceder como está explicado en el procedimiento regular de adiestramiento para que tu perro no jale la correa.

Las tres alternativas que aprenderás son: conviértete en un árbol, cansa a tu perro y moldea la conducta sin correa.

Además, al final de esta página encontrarás algunas opciones que te pueden ayudar a pasear a tu perro mientras todavía no está entrenado.

Conviértete en un árbol

No se quién le puso el nombre a este procedimiento de adiestramiento canino, pero es un nombre adecuado. Es un procedimiento simple, pero no siempre es efectivo. De hecho es el procedimiento menos efectivo para entrenar a los perros, pero es muy útil para que aprendan los entrenadores o propietarios inexpertos.

Simplemente empieza a caminar con tu perro sujeto a la correa, en el lugar de adiestramiento en el que no hay distracciones. Cuando tu perro tense la correa, te detienes y "te conviertes en un árbol". Es decir que te detienes y no te mueves ni un milímetro.

El momento en que tu perro deja de tensar la correa, cuando ésta cuelga formando una "U", continúas caminando.

Haz esto entre tres y cinco minutos diarios, hasta que tu perro camine más o menos bien sin jalar la correa en el lugar de adiestramiento. Luego procede como está explicado en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, empezando con el primer criterio de adiestramiento canino.

Moldea la conducta de tu perro sin correa

Este procedimiento es muy útil para quienes tienen dificultad al manejar la correa y la comida al mismo tiempo. El procedimiento es similar al primer criterio del procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, pero lo haces sin que tu perro esté sujeto a la correa.

Con tu perro suelto y en el lugar de adiestramiento, comienza a caminar en círculos amplios por todo el lugar. Si tu perro no te presta atención puedes llamar su atención dándole un pedacito de comida.

Cada vez que tu perro esté cerca de ti, haz click y dale un pedacito de comida. Poco a poco, intenta hacer que tu perro esté más cerca de ti, reforzando (click y comida) solamente cuando tu perro está muy cerca de ti.

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Practica dos o tres minutos cada día, hasta que notes que tu perro camina cerca de ti la mayor parte del tiempo, y te sientas cómodo manejando la comida. Luego empieza el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa, desde el primer criterio de adiestramiento.

Si usas esta estrategia, úsala solamente en el lugar de adiestramiento. Te puedo asegurar que no te gustará que tu perro esté pegado a ti todo el tiempo y en cualquier lugar de tu casa.

Cansa a tu perro antes de empezar la sesión de adiestramiento

Algunos perros tienen mucha energía, especialmente si no reciben suficiente ejercicio, y deben liberarla de alguna manera. Si tu perro es uno de esos, juega un poco con él antes de iniciar las sesiones de adiestramiento, de tal forma que esté un poco cansado al momento de empezar a entrenar.

Lánzale la pelota o cualquier cosa que le guste perseguir (y que no represente ningún peligro para él) por unos cuantos minutos hasta que notes que está un poco cansado. Luego, empieza la sesión de adiestramiento canino, tal como viste en el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa.

Ten cuidado de no exigir demasiado a tu perro con el juego porque sino no tendrá energía para el adiestramiento. Además, asegúrate que el juego no sea muy intenso ni dure mucho si vives en un lugar con clima muy caliente. Los perros no liberan el calor corporal tan fácilmente como los humanos, y pueden sufrir choques térmicos que pueden ser fatales.

Cómo pasear al perro mientras está aprendiendo a caminar con la correa

En esta semana tu perro está aprendiendo a caminar sin jalar la correa, pero todavía no está listo para hacer eso en presencia de distracciones intensas como otros perros, niños jugando en el parque, olores que llaman su atención y otras cosas de la vida cotidiana.

Como debes asegurarte de eliminar los tirones de correa también cuando paseas a tu perro, aquí te presento algunas opciones que puedes intentar mientras tanto para pasear a tu perro sin que jale la correa.

- Guía a tu perro con comida

Esto también se conoce como "el método del imán" y consiste en que pongas una salchicha cocida u otra comida suave cerca de la nariz de tu perro. Mientras caminan por la calle le permites a tu perro que vaya mordisqueando la salchicha, hasta que llegan al lugar que deseas ir.

En ese lugar tienes que darle un poco más de libertad a tu perro, así que debería ser un lugar en el que puedas soltarlo.

Si solamente es el lugar en que hace sus necesidades, pero no puedes soltarlo porque no es un lugar seguro, quédate parado liberando la mayor cantidad de correa que puedas (sin soltarla). Puedes usar una correa un poco más larga para esto. Espera a que tu perro haga sus necesidades y continúa caminando guiando a tu perro con la comida en su nariz.

Estos paseos deberán ser cortos hasta que tengas mayor control sobre la conducta de tu perro. Sin embargo, no significa que tu perro no pueda salir a pasear. Puedes hacer paseos cortos pero con más frecuencia.

Por ejemplo, saca a tu perro a la calle tres veces en una hora en lugar de pasearlo por una hora continua. Esto es sólo una medida temporal hasta que tu perro camine correctamente con la correa.

- Guía a tu perro con juguetes

Es similar a la estrategia anterior, pero guías a tu perro con un juguete en lugar de hacerlo con comida. Incluso puedes llevar a tu perro jugando al tira y afloja todo el tiempo. Recuerda que es sólo una medida temporal.

- Ponle a tu perro un arnés contra tirones

En las tiendas para mascotas y las veterinarias se venden arneses contra tirones. Estos arneses (pecheras) están diseñados de tal forma que impiden o reducen los tirones del perro. Existen dos variedades de estos productos.

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La primera variedad es un arnés que se cierra presionando las costillas cada vez que el perro jala la correa. No es muy efectivo y puede resultar incómodo para algunos perros (¿Quizás incluso doloroso? Quién sabe). Sin embargo, puede ayudar con perros que no jalan con mucha fuerza.

La segunda variedad es un arnés que tiene adelante (en el pecho) la argolla en la que se une la correa. Entonces, cada vez que el perro tensa la correa, se desequilibra y gira en lugar de avanzar. Este tipo de arnés contra tirones es más efectivo que el anterior. La desventaja es que la fricción puede lastimar el pelaje y la piel de los perros que jalan la correa con mucha frecuencia.

No intentes modificar un arnés (pechera) normal para que se convierta en un arnés contra tirones, porque estos últimos tienen un diseño completamente diferente. La argolla adelante no es la única diferencia.

Pide que te expliquen el uso adecuado del arnés cuando lo compres, para no cometer errores ni lastimar a tu perro durante los paseos.

- Ponle a tu perro un ronzal o collar de cabeza

Además de los arneses contra tirones, existe otro dispositivo que se conoce como "ronzal", "collar de cabeza" o "Halti". Es similar a una brida de caballo y mucha gente lo confunde con un bozal.

La ventaja de este dispositivo es que permite manipular la cabeza del perro de forma similar a la que se manipula la cabeza de un caballo. Por tanto, se puede guiar al perro con mucha facilidad y el animal no puede hacer la fuerza suficiente como para jalar a la persona.

El collar de cabeza se usa frecuentemente (aunque no siempre) como dispositivo auxiliar del collar normal. El perro lleva el collar normal sujeto a una correa y el collar de cabeza sujeto a otra correa. Cuando el perro jala la correa, el primer impacto lo recibe el cuello al ser presionado por el collar normal. Entonces, el propietario redirige la atención de perro mediante la correa que está unida al collar de cabeza.

Este dispositivo es efectivo, pero puede causar daños a la espina dorsal del perro si el perro tensa repentinamente y con fuerza la correa que está unida al collar de cabeza.

Por tanto, si vas a ponerle un collar de cabeza a tu perro, haz que un experto te explique la forma correcta de usarlo. El uso de este dispositivo está fuera del alcance del manual de adiestramiento canino porque considero que no es un dispositivo necesario. Te lo presento para que sepas de qué se trata porque muchos entrenadores lo recomiendan, pero recuerda que su uso debe ser explicado personalmente por un experto.

Muy importanteNo pongas un collar de cabeza a tu perro si no has aprendido cómo usarlo correctamente. Podrías causarle daños muy serios a tu mascota.

- Ponle un arnés normal a tu perro y déjalo jalar la correa

Seguramente has visto, aunque sea por televisión, a los famosos perros de trineo que son capaces de arrastrar grandes cantidades de peso. O quizás has visto una exposición especializada de pastor alemán y has notado que esos perros corren por delante de sus guías, jalando la correa.

Ni los perros de trineo ni los pastores alemanes de exposición deben jalar la correa en otras situaciones (aunque hay muchos que sí lo hacen). ¿Cómo logran sus entrenadores que los perros jalen la correa solamente en ciertas circunstancias?

Lo consiguen mediante la estrategia de perfeccionar la conducta inapropiada del perro. Es decir que les enseñan a los perros a jalar la correa cuando hay ciertos estímulos ambientales (el equipo de trineo, la pista de exposición, etc.), pero a no jalarla cuando hay otros estímulos ambientales.

Puedes hacer lo mismo con tu perro, enseñándole que es correcto que jale la correa si tiene puesto un arnés normal, pero que no es correcto hacerlo si tiene puesto un collar.

Simplemente ponle el arnés para salir a pasear y permítele jalar la correa. Mejor aún, estimúlalo a jalar la correa. Este arnés solamente lo usará cuando salga a pasear mientras no esté completamente entrenado para caminar correctamente con la correa. Durante las sesiones de adiestramiento, tu perro usará un collar normal (de hebilla) y no le estará permitido jalar la correa.

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Incluso puedes usar dos correas diferentes, una para pasear jalando la correa, y otra para caminar sin jalar la correa durante las sesiones de adiestramiento.

En las próximas semanas, y a medida que progrese el adiestramiento, le enseñarás a tu perro a caminar por la calle (con collar) sin jalar la correa.

Esta estrategia sólo te servirá si tienes más fuerza que tu perro, de tal forma que no te puede arrastrar por las calles, y tienes suficiente paciencia y buen humor como para divertirte por unas semanas cuando tu perro jala la correa.

- Elije la ruta adecuada

Es muy importante que elijas la ruta adecuada para pasear a tu perro, independientemente de qué estrategia uses para pasearlo. Debes conocer las rutas de paseo posibles y elegir la que presente menos distracciones, o las distracciones menos intensas.

Por ejemplo, si en una ruta posible hay un perro que ladra detrás de la reja y tu perro se desespera cuando eso ocurre, elige una ruta diferente. Más adelante podrás pasear a tu perro por ese lugar sin que jale la correa ni reaccione al perro ladrador, pero todavía no está listo para superar ese desafío.

Elige rutas adecuadas en las que tu perro no encuentre distracciones intensas, y pasea por esas rutas durante algunas semanas, hasta que tu perro camine correctamente en la calle con la correa puesta.

Precauciones al pasear a tu perro con correa

A medida que tu perro aprenda a caminar sin jalar la correa, notarás algunos cambios en su actitud durante los paseos. En algunos casos, se pueden notar esos cambios desde la primera semana, mientras que en otros casos los cambios son evidentes recién en la cuarta o quinta semana.

Cuando tu perro empiece a caminar sin jalar la correa en la calle (que puede ser en el curso de las próximas semanas), debes tener mucho cuidado y prestar mucha atención a su lenguaje corporal, especialmente si es un perro grande. Algunos perros van caminando muy bien, con la correa floja, y de repente surge alguna distracción intensa que los hace salir disparados.

Si el propietario está atento a estas reacciones repentinas, no pasa nada. Sujeta la correa con firmeza y el perro no lo arrastra ni sale corriendo.

Sin embargo, si el propietario no está atento a estas reacciones, existen dos posibilidades. La primera es que el tirón le quite la correa de las manos, con lo que el perro sale detrás de lo que le llamó la atención (muy peligroso). La segunda posibilidad es que el perro desequilibre al propietario, haciéndolo caer. Estas caídas pueden ser muy graves, ya que la persona está desprevenida, y pueden terminar en lesiones como costillas rotas, brazos fracturados, esguinces, dislocaciones de hombro y otras tantas.

No dejes que eso te ocurra. Mientras tu perro no tiene un adiestramiento confiable, presta atención a su conducta y a las distracciones ambientales, cada vez que lo saques a pasear.

Enséñale a tu perro a tocar objetos con su nariz

Enseñarle a tu perro a tocar objetos con su nariz es un ejercicio opcional, por lo que quizás no necesites llevarlo a cabo. En realidad, no es un ejercicio de obediencia canina sino un ejercicio que te puede ayudar con el adiestramiento de tu perro.

Este ejercicio consiste en que tu perro aprenda a tocar objetos con la nariz, aunque en esta semana solamente le enseñarás a tocar la palma de tu mano. Esto no tiene ninguna utilidad en la vida cotidiana, pero es muy útil para guiar a tu perro a diferentes posiciones si es que él no sigue la comida. De esta forma, puedes guiarlo a las posiciones que te interese (sentado, echado, parado, etc.) y reforzar las conductas con juegos en lugar de comida.

De cualquier manera, todos los perros pueden ser entrenados con comida si es que se cuenta con las condiciones adecuadas (horario adecuado de adiestramiento, lugar adecuado para el adiestramiento, etc.).

Que tu perro toque objetos con su nariz, o cualquier otra parte de su cuerpo, se conoce como "targeting" y es una estrategia extraída del adiestramiento de animales exóticos cuya manipulación directa es insegura o imposible. Por ejemplo, enseñarle a un tigre a sentarse sería muy riesgoso si se lo guiara con comida como se

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hace con los perros. Por eso los entrenadores de tigres les enseñan a sus animales a seguir el extremo de un palo (u otro objeto), y pueden guiar a los tigres a una distancia segura.

Algunos zoológicos modernos han encontrado otra aplicación del targeting en el adiestramiento de animales silvestres cautivos. Los animales peligrosos, como los grandes felinos, pueden ser entrenados para tocar un objeto con la nariz y quedarse quietos en esa posición. Entonces, los veterinarios aprovechan este adiestramiento para poder hacer chequeos no invasivos a través de los barrotes de las jaulas, ya que pueden tocar a los animales sin riesgo de que los muerdan o les den un zarpazo.

Por otra parte, el targeting es muy útil para ubicar precisamente a los animales en diferentes lugares. Por ejemplo, los perros actores aprenden a tocar ciertas superficies con sus patas. De esta forma, los entrenadores pueden colocar trozos de lona u otro material en el estudio de filmación o fotografía, y pedirles a sus perros que toquen esas superficies con las patas delanteras, ubicándolos precisamente en el lugar en que deben estar.

Tu perro toca tu mano con la nariz (Criterio 1)

En el lugar de adiestramiento canino, extiende tu mano acercándola al costado de la cara de tu perro. Debes tener la palma abierta, invitando a tu perro a olfatear tu mano.

Cuando tu perro se acerque a olfatear tu mano, haz click y dale un pedacito de comida que tomas de la riñonera.

Repite el procedimiento sin decir ninguna orden, hasta que tu perro toque con su nariz la palma de tu mano, cada vez que la acercas a su cara.

Recuerda que debes acercar la palma de tu mano abierta. Si cierras tu puño, estarás haciendo la señal que usaste para enseñarle a tu perro a reconocer su nombre. Entonces, tu perro no seguirá tu mano, sino que te mirará a los ojos.

Si tu perro no se acerca a tu mano, haz como si comieras algo con la mano antes de acercársela. La mayoría de los perros olfatearán la mano inmediatamente.

Si no consigues que tu perro se acerque a tu mano, moldea la conducta. Haz click y dale la comida a tu perro solamente por mirar tu mano. Luego, haz click y dale la comida cuando acerque su nariz un poquito. Luego, un poco más cerca y así sucesivamente, hasta que toque tu mano con su nariz.

Nunca lleves tu mano hacia la nariz de tu perro porque la idea del ejercicio es que sea él quien se acerca. Además, la nariz de tu perro es muy sensible y si la golpeas, aunque sea suavemente, él no querrá acercarla a tu mano nunca más.

Pasa al siguiente criterio cuando consigas el 80% de repeticiones exitosas.

Tu perro toca tu mano con su nariz, en diferentes posiciones relativas (Criterio 2)

Repite el procedimiento del primer criterio, pero pon tu mano en diferentes lugares: alternando entre los dos lados de la cara de tu perro, un poco arriba de su cabeza, un poco abajo de su quijada, etc.

Cuando consigas un 80% de éxito, pasa al siguiente criterio.

Tu perro sigue tu mano (Criterio 3)

Repite el mismo procedimiento del Criterio 2, pero cuando tu perro acerque su nariz, mueve un poco tu mano para que la siga. Mueve tu mano lentamente, y sólo una corta distancia. Así tu perro podrá alcanzarla y hacer que suene el click y le des la comida.

Gradualmente aumenta la distancia en las diferentes repeticiones, pero mantén una distancia corta de tal forma que tu perro llegue a caminar sólo un par de pasos cuando sigue tu mano.

Tu perro toca tu mano con su nariz cuando dices "Toca" (Criterio 4)

Haz el mismo procedimiento del Criterio 2, pero di "Toca" antes de acercar la palma de tu mano a la cara de tu perro. Después de unas cuantas repeticiones, tu perro tocará tu mano con rapidez. En ese momento empieza a alejar gradualmente tu mano, como en el Criterio 3.

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Posibles problemas al enseñarle a tu perro a tocar tu mano con su nariz

Cuando se entrena este ejercicio después de haberles enseñado a los perros a reconocer su nombre y a ignorar cosas, es lógico que no acerquen sus narices a las manos de sus propietarios. Han aprendido que deben hacer lo contrario para conseguir la comida, así que no hay razón para cambiar de conducta.

Existen dos maneras sencillas de conseguir que tu perro se acerque a la palma de tu mano. Ya leíste acerca de la primera de estas maneras, que consiste en simular que comes algo de tu mano antes de acercarla a tu perro.

La segunda manera suele ser más rápida y efectiva. Simplemente baja tu mano con un pedacito de comida en tu mano, acercándola a un costado de la cara de tu perro, y deja que tu perro tome la comida. Repite el procedimiento dos o tres veces, y en la siguiente repetición baja tu mano con la palma extendida sin comida. Cuando tu perro se acerque a tu mano, haces click y le das la comida con la otra mano.

Ten en cuenta que tu perro se puede confundir si le enseñas este ejercicio el mismo día en que le enseñas a ignorar cosas. Elige días diferentes para trabajar con estos ejercicios, y trata de conseguir todos los criterios de un ejercicio antes de empezar el otro ejercicio (no importa cuál ejercicio entrenes primero, pero es bueno que introduzcas la orden antes de empezar a entrenar el otro ejercicio).

Cronograma de ejemplo - segunda semana de la obediencia canina

A continuación tienes un cronograma de ejemplo que te puede guiar para llevar a cabo los ejercicios de la segunda semana de la obediencia canina.

Ten en cuenta que este cronograma sólo es un ejemplo, y el tiempo que te tome entrenar estos ejercicios puede ser diferente. No existen dos perros que tarden exactamente lo mismo.

Lo importante no es cuánto tiempo tardas en cubrir todos los ejercicios de esta segunda semana, sino que alcances todos los criterios de adiestramiento canino indicados.

Por tanto, no te preocupes si te toma más de una semana. Eso no significa que tu perro esté por debajo del estándar o que tú no sirvas para entrenar. La velocidad con que ocurre el adiestramiento puede variar dependiendo de muchos factores, como la raza del perro, las características individuales de cada perro, las habilidades del entrenador (que también se desarrollan), el tiempo diario que se disponga para el entrenamiento, etc.

Recuerda que el factor de éxito en el adiestramiento de perros no es el tiempo que toma, sino la calidad de los resultados. Así que si necesitas más de una semana para completar los criterios de adiestramiento propuestos, tómate más de una semana y no te hagas problema por ello.

Por otra parte, este cronograma de ejemplo considera que entrenas diferentes ejercicios en cada día. Algunas personas prefieren entrenar un solo ejercicio por día, y trabajar sobre la mayor cantidad de criterios para ese ejercicio. Si prefieres entrenar de esa forma, hazlo. Solamente recuerda que las sesiones deben ser cortas y, de preferencia, estar distribuidas a lo largo del día.

Día 1

Reconocer el nombre: tu perro te mira por 15 segundos. Haces una sola sesión de adiestramiento canino para el primer criterio del ejercicio, llegando a incrementar el tiempo que tu perro mantiene la mirada hasta siete segundos.

Échate: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. En una sola sesión en la que entrenas el primer criterio de adiestramiento, consigues una duración de 10 segundos.

Sentado: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. En una sola sesión en la que entrenas el primer criterio de adiestramiento, consigues una duración de 10 segundos.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo por 15 segundos. En una sola sesión en la que entrenas el primer criterio de adiestramiento, consigues una duración de siete segundos.

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Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas el ejercicio de "Sentado", de manera informal.

Día 2

Reconocer el nombre: tu perro te mira por 15 segundos. Haces dos sesiones de adiestramiento y consigues 10 segundos de duración en la primera y 15 en la segunda sesión.

Échate: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. En dos sesiones en la que entrenas el primer criterio de adiestramiento, consigues una duración de 15 segundos.

Sentado: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. En dos sesiones en las que entrenas el primer criterio de adiestramiento, consigues una duración de 15 segundos.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo por 15 segundos. En una sesión en la que entrenas el primer criterio de adiestramiento, consigues 10 segundos de duración. En una sesión más, consigues los 15 segundos requeridos.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas el ejercicio de "Échate", de manera informal.

Enséñale a tu perro a caminar sin jalar la correa. Haces una sola sesión de adiestramiento para el primer criterio y consigues caminar siete pasos con la correa floja.

Día 3

Reconocer el nombre: tu perro te mira por 15 segundos. Como ya superaste los requisitos para levantar el criterio de adiestramiento, entrenas el segundo criterio de este ejercicio. En una sesión consigues que tu perro mantenga la mirada por siete segundos.

Échate: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. Empiezas a entrenar el segundo criterio de adiestramiento de este ejercicio. En una sesión consigues aumentar la duración hasta 10 segundos.

Sentado: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. Entrenas el segundo criterio de adiestramiento de este ejercicio. En una sesión aumentas la duración hasta 10 segundos.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo por 15 segundos. Como el día anterior alcanzaste los 15 segundos para el primer criterio, levantas el criterio de adiestramiento canino. En una sesión consigues siete segundos de duración para el segundo criterio.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas el ejercicio de "Reconocer el nombre", de manera informal.

Enséñale a tu perro a caminar sin jalar la correa. Continúas entrenando el primer criterio y, en dos sesiones, consigues caminar 15 pasos sin que tu perro tense la correa.

Día 4

Reconocer el nombre: tu perro te mira por 15 segundos. Continúas entrenando el segundo criterio y, en una sesión, consigues que tu perro mantenga la mirada por 15 segundos después que has dicho su nombre.

Échate: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. Continúas con el segundo criterio de adiestramiento canino y solamente necesitas una sesión para conseguir los 15 segundos de duración.

Sentado: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. Igual que en el ejercicio anterior, sólo necesitas una sesión para conseguir que tu perro se quede sentado por 15 segundos para el segundo criterio de adiestramiento.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo por 15 segundos. En un par de sesiones más, consigues que tu perro permanezca cerca de ti por 15 segundos después que acudió al llamado.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas el ejercicio de "Acudir al llamado", de manera informal.

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Enséñale a tu perro a caminar sin jalar la correa. El día anterior pudiste caminar 15 pasos sin que tu perro tense la correa. Por tanto, empiezas el segundo criterio de adiestramiento. Haces una sola sesión de adiestramiento para en este criterio y consigues caminar cinco pasos sin que tu perro jale la correa.

Día 5

En pie: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. En dos sesiones en las que entrenas el primer criterio de adiestramiento, consigues una duración de 10 segundos.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Este día generalizas las lagartijas caninas.

Enséñale a tu perro a ignorar cosas. Te toma tres sesiones de adiestramiento conseguir el primer y el segundo criterio para este ejercicio. Tu perro aprende a ignorar comida en la palma de tu mano y mirarte a los ojos por un instante.

Enséñale a tu perro a caminar sin jalar la correa. Continúas entrenando el segundo criterio y consigues, en dos sesiones, caminar 10 pasos sin que tu perro jale la correa.

Día 6

En pie: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. Haces una sesión para el primer criterio de adiestramiento y consigues que tu perro mantenga la posición por 15 segundos. En una sesión más, consigues que se quede parado por siete segundos mientras te mueves, es decir para el segundo criterio de adiestramiento de este ejercicio.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas el ejercicio "En pie", de manera informal.

Enséñale a tu perro a ignorar cosas. Dedicas este día a practicar con más frecuencia este ejercicio y le dedicas cinco sesiones cortas. En las dos primeras consigues el criterio 3. En las dos sesiones siguientes consigues el criterio 4, y en la última sesión consigues el quinto criterio de adiestramiento para este ejercicio.

Enséñale a tu perro a caminar sin jalar la correa. Ya has venido practicando el segundo criterio de este ejercicio y tu perro lo ha comprendido. Por tanto, te toma una sola sesión caminar los 15 pasos hasta el punto focal, completando el criterio requerido.

Día 7

En pie: tu perro mantiene la posición por 15 segundos. En dos sesiones consigues que tu perro mantenga la posición por 15 segundos mientras te mueves. Así, completas el segundo criterio de esta semana para el ejercicio.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas el ejercicio de "Acudir al llamado", de manera informal.

Enséñale a tu perro a caminar sin jalar la correa. Aunque has cumplido con el segundo criterio de adiestramiento de esta semana, lo practicas una vez más para ayudar a consolidar el aprendizaje de tu perro. Sólo haces una sesión corta, caminando ocho pasos hasta el punto focal sin que tu perro tense la correa.

Enséñale a tu perro a tocar objetos con su nariz. Este día le dedicas casi todo el tiempo de adiestramiento a este ejercicio. El primer criterio de adiestramiento te lleva tres sesiones cortas, mientras que el segundo sólo te toma dos sesiones. El tercer y cuarto criterio ocurren con mucha naturalidad, por lo que cada uno te toma una sola sesión y tu perro aprende en un solo día (siete sesiones cortas) a tocar tu mano cuando se lo pides.

Tercera semana de la obediencia canina

En la tercera semana de la obediencia canina aprenderás a introducir distracciones ligeras y eliminar los reforzadores primarios (la comida) y el clicker de la escena de adiestramiento.

Ten en cuenta que todavía continuarás usando los reforzadores primarios, pero aprenderás a eliminarlos de la escena de adiestramiento. De esta forma tu perro aprenderá a responder correctamente aunque no haya comida presente en el lugar de adiestramiento.

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Esto te servirá para eliminar el uso de comida y juguetes como reforzadores en la vida cotidiana, pero eso lo harás más adelante.

Las distracciones que aumentarás en esta semana del adiestramiento canino, son ligeras y sólo consistirán en movimientos que hagas. Encontrarás dos alternativas para introducir estas distracciones ligeras: alejarte de tu perro mientras él mantiene una posición, o dar vueltas a su alrededor. Idealmente, llevarás a cabo las dos alternativas durante esta semana, pero puedes optar por una sola si así lo deseas, y entrenar la otra más adelante.

También entrenarás a tu perro para que, después de acudir al llamado, se quede junto a ti y te permita sujetar su collar por unos segundos. Este ejercicio es muy importante porque muchas veces llamarás a tu perro para ponerle la correa.

Además, aumentarás hasta 15 segundos el tiempo que tu perro ignora comida en tu mano, cuando le das la orden "Deja".

Seguirás perfeccionando el ejercicio de caminar sin jalar la correa, hasta que tu perro pueda pasar el punto focal sin tensar la correa.

Finalmente, aprenderás a eliminar el clicker y los reforzadores de la escena de adiestramiento. Además de servirte para evitar que el adiestramiento se haga dependiente de la comida y el clicker, esto te ayudará a continuar generalizando los ejercicios de obediencia canina.

Nuevos ejercicios de obediencia canina

Los ejercicios nuevos de esta semana son: prestar atención, la orden de liberación y "Suelta".

Prestar atención. Tu perro ya sabe que debe prestar atención cuando dices su nombre. Ahora tienes que enseñarle a prestarte atención de forma periódica sin que hagas ninguna señal ni digas su nombre.

Este ejercicio sirve para que tu perro esté pendiente de ti cuando salen a pasear o cuando están en un lugar desconocido. Es muy útil porque reduce las posibilidades de que tu perro se distancie mucho o se pierda por estar distraído.

La orden de liberación. Es una orden que cumple una función similar a la del clicker. Esta orden le indica a tu perro que ha finalizado un ejercicio y que puede hacer otras cosas.

La orden de liberación también indica el inicio del proceso de reforzamiento, pero es menos precisa que el clicker. Por tanto, es más útil para ejercicios que tu perro ya conoce, y no tanto para enseñarle nuevos ejercicios a tu mascota.

Si has estado usando una palabra corta o un click hecho con la lengua, quizás no necesites entrenar una nueva orden de liberación.

Suelta. Es el ejercicio por excelencia para usar juegos de tira y afloja durante el adiestramiento de perros. Esta orden permite que el perro suelte el juguete sin necesidad de forzarlo, de tal forma que el entrenador puede dar otra orden y reforzar con otro juego de tira y afloja.

La orden "Suelta" también puede usarse para que el perro deje un objeto que ha cobrado (que ha recogido y traído), pero en este manual no se explica el cobro. Por tanto, si sigues los ejercicios del manual de adiestramiento canino sólo usarás la orden "Suelta" para poder usar el juego como reforzador.

Es posible que no necesites esta orden si tu perro se motiva mucho con la comida. En ese caso, quizás no necesites el juego para aumentar la motivación de tu perro.

Obediencia canina para cachorros

Todos los ejercicios de esta semana pueden ser realizados por perros de cualquier edad a partir de los dos meses, pero recuerda que las sesiones deben ser más cortas para cachorros de entre dos y cuatro meses de edad.

También recuerda que no debes exigir precisión de competencia (por ejemplo, sentados rectos y cuadrados) en los ejercicios si tu cachorro no demuestra esa precisión en sus conductas naturales. Tampoco debes buscar esa precisión si tu perro es adulto pero su morfología no le permite hacer los ejercicios de esa manera.

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Si practicas los juegos de tira y afloja con cachorros pequeños, debes tener mucho cuidado de no hacer movimientos muy violentos, para no lastimar a tu cachorro. Aunque debes tener cuidado de no lastimar a tu perro sea cual sea su edad, ten mucha más precaución con estos juegos si tu perro tiene menos de seis o siete meses.

Si tu cachorro tiene menos de cuatro meses, confórmate con que la orden "Deja" alcance una duración de ocho segundos. De forma gradual podrás aumentarla hasta 15 segundos, pero quizás no lo logres en esta semana.

Enséñale a tu perro la orden de liberación

La orden de liberación es muy común en el adiestramiento moderno de perros, y actúa de forma similar al click del clicker.

Esta orden cumple la función de indicarle a tu perro que ha empezado el proceso de reforzamiento positivo, y por tanto puede dejar de realizar el ejercicio que estaba haciendo.

Aunque esta orden es muy útil y común en el adiestramiento canino moderno, con frecuencia es empleada incorrectamente por muchos adiestradores que han seguido la tradición de las técnicas tradicionales. Estos adiestradores no cuentan con una orden estándar para finalizar un ejercicio, y los perros se ven obligados a confiar en el lenguaje corporal de sus entrenadores y otras variables ambientales para saber cuándo termina un ejercicio.

Sin embargo, otros adiestradores que han compatibilizado las técnicas tradicionales con el reforzamiento positivo, hacen un buen uso de la orden de liberación, consiguiendo mayor constancia en el adiestramiento.

Por supuesto, quienes siguen el adiestramiento con clicker comprenden a cabalidad la utilidad de la orden de liberación, ya que están acostumbrados a usar un marcador para "romper" los ejercicios cuando éstos han finalizado.

Quizás te preguntes para qué necesitas una orden de liberación si ya estás entrenando con el clicker. Bueno, la orden de liberación es necesaria para eliminar el clicker una vez que tu perro ya conoce los ejercicios de obediencia, u otros ejercicios que le hayas enseñado. Si no entrenas una orden de liberación, serás siempre dependiente del clicker, cosa que no es recomendable.

Diferencias entre el uso del clicker y la orden de liberación

Aunque la orden de liberación cumple funciones similares al click del clicker, tiene ciertas particularidades que la hacen diferente y le confieren ventajas y desventajas.

La ventaja de la orden de liberación es que sólo necesitas usar tu boca para pronunciar la orden. Por tanto, no necesitas llevar un clicker a todo lado para reforzar las buenas conductas de tu perro.

Sin embargo, la orden de liberación no proporciona la misma precisión del clicker, ya que suele ser más larga que el click y la reacción suele tardar un poco más (hay quienes especulan que se requieren más movimientos musculares para decir la orden de liberación que para apretar el clicker, pero yo no estoy seguro si esto es cierto).

Por tanto, la orden de liberación es ideal para continuar practicando aquellos ejercicios que tu perro conoce y para los que ha conseguido una duración determinada. En cambio, el clicker es mejor para entrenar ejercicios nuevos y para levantar los criterios de adiestramiento canino, porque proporciona mayor precisión.

De cualquier forma, si en lugar de usar un clicker estuviste usando una palabra corta o un click hecho con la lengua, no necesitarás entrenar una segunda orden de liberación. Podrás seguir usando esa palabra o haciendo el click con la lengua si así lo deseas.

Cómo enseñarle a tu perro la orden de liberación

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Para enseñarle a tu perro la orden de liberación, sólo tienes que proceder de la misma forma que para cargar el clicker. Di la orden de liberación y dale un pedacito de comida a tu perro. Repite el procedimiento hasta que tu perro asocie esa orden con el reforzador (la comida).

También puedes aprovechar situaciones de la vida cotidiana, como los juegos, para "cargar" la orden de liberación. En el próximo tema verás cómo enseñarle a tu perro a soltar juguetes, y al mismo tiempo fortalecer la orden de liberación.

Al enseñarle a tu perro la orden de liberación, debes pronunciarla rápidamente y con entusiasmo. Las felicitaciones en que se alargan las vocales, como "Muuuuy bieeen", no son buenas órdenes de liberación porque toman mucho tiempo. Aunque con una palabra nunca conseguirás la precisión del clicker, debes tratar que el tiempo que te toma decir la orden de liberación sea corto.

Puedes usar cualquier palabra que desees como orden de liberación, pero debes asegurarte de que no se parezca a ninguna otra orden. Por ejemplo, si usas "Aquí" para llamar a tu perro, evita usar "Ok" como orden de liberación.

Las dos órdenes de liberación que yo uso con más frecuencia son "Adelante" o "Toma". Por supuesto, no uso las dos con un mismo perro, sino con perros diferentes.

A continuación tienes un par de ejemplos sobre el uso correcto e incorrecto de la orden de liberación.

Ejemplo 1: Uso correcto de la orden de liberación

Tu perro está perfectamente entrenado y ya puedes soltarlo en el parque sin ningún riesgo. Entonces, lo llevas con la correa hasta el parque y le pides que se siente. Él se sienta y le quitas la correa. Luego dices "Adelante" y tu perro corre a jugar con sus amigos.

En este caso, el perro espera hasta escuchar la orden de liberación para recién ir a jugar con sus amigos. Mientras tanto se queda sentado, ejercicio que aprendió hace tiempo y que puede mantener por varios minutos. Por tanto, ésta ya no es una conducta en la que buscas mayor precisión y puedes usar la orden de liberación en lugar del clicker.

Además, en este ejemplo, el reforzador es un reforzador de la vida cotidiana, ir a jugar con otros perros. Por tanto, no usas comida, sino el principio de Premack, para reforzar las conductas apropiadas de tu perro.

Ejemplo 2: Uso incorrecto de la orden de liberación

Le estás enseñando a tu perro a sentarse. Cada vez que tu perro se sienta, dices "Muuuy bieeen", estirando las vocales.

El problema surge cuando tu perro se levanta antes de que termines de decir "Muuuy bieeen". ¿Debes darle el pedacito de comida por haberse sentado? ¿O debes retener la comida, puesto que tu perro se levantó antes de tiempo?

En este ejemplo, la orden de liberación es muy larga y es usada en un contexto inapropiado. Para enseñarle un nuevo ejercicio a tu perro, es mejor que uses un clicker o una orden de liberación más corta.

Diferentes estilos de adiestramiento caninoMuchos adiestradores usan "Muuuy bieeen" u otras órdenes similares (estirando las vocales) como órdenes de confirmación, mas no de liberación. Es decir que usan estas palabras para indicarle al perro que está bien lo que está haciendo, pero que debe continuar haciéndolo.Ese es un tema diferente a la orden de liberación, y no es explicado en este manual porque es irrelevante para los procedimientos que puedes encontrar aquí. Sin embargo, quizás hayas visto o practicado esos procedimientos. No son erróneos, pero no corresponden al tipo de adiestramiento explicado en este manual.

Precauciones al usar la orden de liberación

Debes elegir como orden de liberación, una palabra corta que no sea de uso frecuente en la vida cotidiana. Además, debes asegurarte de pronunciarla de forma diferente a como la usas o usarías en la vida cotidiana, para asegurarte de no confundir a tu perro. Por ejemplo, si usas la palabra "Adelante" como orden de liberación, suele ser suficiente con decirla rápidamente y con entusiasmo, ya que no es común pronunciarla de esta manera en la vida cotidiana.

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Toma la precaución de no decir la orden de liberación en cualquier circunstancia, sino solamente cuando corresponda.

Enséñale a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca

Enseñarle a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca es un ejercicio opcional, pero que es muy útil para entrenar perros que se motivan mucho con los juegos de tira y afloja.

Durante este ejercicio, además de enseñarle a tu perro a soltar cosas, le estarás enseñando a jugar al tira y afloja de acuerdo con determinadas reglas.

La mayoría de los entrenadores que compiten en deportes caninos, aprovechan el juego para entrenar a sus perros. Esto ocurre porque la comida es un excelente reforzador para entrenar nuevas conductas, pero no proporciona la intensa motivación que ofrecen los juegos.

Los perros de todas las razas tienen un conjunto de comportamientos instintivos que no necesitan ser entrenados, pero sí necesitan ser estimulados para su aparición y desarrollo.

Los comportamientos instintivos asociados a la caza son los que más se aprovechan en el adiestramiento porque pueden canalizarse con relativa facilidad. Entre estos comportamientos, los más aprovechados son los que conducen a la captura y desgarro de las presas. Los juegos de tira y afloja proporcionan una forma sencilla de simular esas conductas depredadoras y, por tanto, son de gran utilidad para darle más intensidad y velocidad a las respuestas de los perros.

Otra ventaja de usar juegos durante el adiestramiento, es que la comida deja de ser el único reforzador posible. De esta forma, se aumenta la variedad de reforzadores disponibles y se pueden conseguir reforzadores capaces de competir con algunas distracciones ambientales.

Los juegos de tira y afloja se usan mucho para entrenar perros de ataque, pero su uso no está restringido a estos perros. Ten en cuenta que estarás jugando con tu perro, y aunque el juego puede parecer violento, no es más que un juego. No estarás entrenando a tu perro para atacar.

Este ejercicio te puede resultar interesante si quieres entrenar a tu perro para Schutzhund u otros deportes con perros de protección, pero ese tipo de adiestramiento no es explicado en el manual de adiestramiento canino.

En esta semana aprenderás a usar los juegos de tira y afloja para entrenar a tu perro, pero ten en cuenta que estos juegos no son necesarios para todos los perros. Este ejercicio es opcional y puedes omitirlo si tu perro encuentra suficiente motivación en la comida.

Otros juegos útiles en el adiestramiento de perrosExisten otros juegos que también son útiles para adiestrar perros pero no son considerados en este manual. Los perros cobradores, por ejemplo, suelen motivarse más con juegos de cobro (lanzar la pelotita) que con juegos de tira y afloja.Esos juegos no son explicados en este manual, pero en el transcurso de las próximas semanas aprenderás a aplicar el principio de Premack para poder usar diferentes reforzadores.

Las reglas para jugar al tira y afloja con tu perro

Durante esta semana le enseñarás a tu perro a soltar un juguete con el que están jugando al tira y afloja, por lo que entrenarás la orden "Suelta" mientras juegas con tu perro.

Sin embargo, antes de empezar los juegos de tira y afloja debes tener en cuenta ciertas reglas para que el juego sea útil y seguro. Las reglas para este juego son las siguientes:

El juego no se inicia sin tu permiso. Para que tu perro pueda morder el juguete, tú debes darle permiso. Este permiso es la orden de liberación o el click del clicker. Es más probable que uses la orden de liberación, porque es muy difícil manejar el juguete con las dos manos y el clicker al mismo tiempo.

Tu perro debe soltar el juguete a la primera orden. Tu perro debe soltar el juguete inmediatamente cuando dices "Suelta". Por supuesto, en las primeras sesiones esto no sucederá porque recién estarás entrenando esa orden, pero en poco tiempo lo habrás conseguido. No debes repetir la orden para que tu perro suelte el juguete.

Tu perro no debe morder tus manos ni tu ropa. Si tu perro falla el blanco y te toca con los dientes, debes detener el juego y darle un tiempo fuera de unos segundos. Esto implica el uso de un castigo negativo, y ayuda a que el perro adquiera autocontrol durante el juego.

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No debes quitar por la fuerza el juguete cuando tu perro lo tiene en la boca. No es necesario ni deseable que uses la fuerza para quitarle el juguete a tu perro. La orden "Suelta" debe ser suficiente. Mientras tu perro no conozca esa orden, usarás la inteligencia, y no la fuerza, para recobrar el juguete.

No debes esconder el juguete de la vista de tu perro. Tu perro debe tener siempre el juguete a la vista porque el juego no se trata de quién se queda con el juguete, sino de divertirse con el tira y afloja. Tu perro no debe tener la sensación de que debe proteger su juguete, sino la de compartirlo para pasar un buen momento.

A cada orden de liberación sigue un refuerzo. En algunos casos, el refuerzo inmediato será el juego de tira y afloja. En otros casos, el refuerzo inmediato será la persecución del juguete, que culminará en el juego de tira y afloja.

El juego de tira y afloja se reserva para las sesiones de adiestramiento canino. Si lo haces correctamente, no tiene nada de malo jugar al tira y afloja en otras circunstancias, pero es mejor dejar este juego sólo para el adiestramiento. De esta forma creas un estado de privación que aumenta la motivación por el juego. Se puede decir que de esta manera el perro se queda con "hambre" por el juego.

Además de estas reglas, existen algunas precauciones que debes tomar en cuenta antes de llevar a cabo este ejercicio. Encontrarás esas precauciones al final de la página. Por favor, léelas antes de jugar al tira y afloja con tu perro.

A continuación tienes los criterios de adiestramiento para este ejercicio.

Tu perro suelta el juguete cuando lo inmovilizas (Criterio 1)

Durante esta semana, practicarás este ejercicio en el lugar de adiestramiento, que debe ser tranquilo y sin distracciones. Para llevar a cabo el ejercicio necesitas un juguete alargado que puedas sujetar por los extremos, mientras tu perro lo muerde por el centro. Dicho juguete puede ser un "chorizo" de adiestramiento, una cuerda de las que venden en las tiendas para mascotas o una toalla enrollada que sea resistente y no se desgarre.

El juguete debe ser delgado y suave, porque tu perro no tiene experiencia para morder los juguetes gruesos, como los "chorizos" para perros de protección. Sin embargo, no debe ser plano.

Mueve el juguete delante de la nariz de tu perro, alejándolo cuando tu perro quiera tomarlo. Estimula de esta manera a tu perro para que persiga el juguete. Después de un breve tiempo de esta estimulación, da la orden de liberación, permite que tu perro muerda el juguete y juega al tira y afloja por unos segundos.

Haz que el juego sea divertido. Tu perro tiene que divertirse con este juego, así que mueve el juguete y diviértete con tu mascota.

Después de unos segundos de juego, mientras tu perro sigue interesado en el juego, inmoviliza el juguete y espera a que tu perro lo suelte. Para inmovilizar el juguete puedes apoyar tus muñecas contra tus rodillas y tus antebrazos contra tus muslos. De esta forma el juguete quedará inmóvil y el juego dejará de ser interesante para tu perro.

Seguramente tu perro seguirá jalando el juguete por algún tiempo. Simplemente espera con tus antebrazos apoyados contra tus muslos y tus muñecas sobre tus rodillas. Observa atentamente a tu perro y, en el preciso instante en que suelte el juguete, di la orden de liberación y reanuda el juego.

Repite este procedimiento hasta que tu perro suelte el juguete el 80% de las veces que lo inmovilizas. Usa siempre el mismo lenguaje corporal para inmovilizar el juguete, de forma tal que tu postura se convierta en una orden para soltar.

Haz sesiones de 10 repeticiones.

Tu perro suelta el juguete cuando das la orden (Criterio 2)

Empieza este criterio de adiestramiento cuando hayas conseguido el 80% de éxito para el criterio anterior.

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero di "Suelta" al mismo tiempo que inmovilizas el juguete. Da la orden una sola vez. Si tu perro no suelta el juguete, espera un poco que ya lo hará.

Las órdenes de adiestramiento caninoEn lugar de "Suelta" puedes usar otra orden que te parezca apropiada, siempre y cuando no se parezca a

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otras órdenes que estés usando para entrenar a tu perro. Dos órdenes comunes para este ejercicio son "Auss" y "Out".

Si tu perro no suelta el juguete varios segundos después que has dicho "Suelta" y has inmovilizado el juguete, practica unas cuantas sesiones más sin dar la orden (el Criterio 1) y vuelve a intentar.

En esta semana debes conseguir que tu perro suelte el juguete inmediatamente cada vez que dices la orden. Cuando hayas conseguido un 80% de éxito en este criterio, empieza a practicar el ejercicio usando menos lenguaje corporal. Es decir, empieza a pedirle a tu perro que suelte el juguete aunque no estés apoyando tus muñecas contra tus rodillas ni tus antebrazos contra tus muslos. Sin embargo, todavía debes inmovilizar el juguete antes de dar la orden.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca

El problema más frecuente de este procedimiento es que los perros pueden estar tan estimulados con el juego que muerden cualquier cosa que encuentran en frente, aunque esas cosas sean tus manos o tu ropa.

Si tu perro te muerde las manos o la ropa, o aunque sea te toca con los dientes, debes detener inmediatamente el juego. Dado que tu perro está en un estado de mucho entusiasmo, es buena idea detener el juego diciendo "No" o "Ah", en tono seco pero sin alzar la voz ni enojarse (siempre la misma orden, ya sea que decidas usar "No" o "Ah", no las uses alternativamente).

Entonces, ignoras a tu perro por unos 15 a 20 segundos y, si él está más tranquilo, das la orden de liberación y reanudas el juego. Si tu perro no se nota más calmado después de este "tiempo fuera", detén la sesión y reanúdala cuando tu perro esté más tranquilo.

Si tu perro no suelta el juguete por nada del mundo, prueba con alguna de las alternativas para enseñarle a tu perro a soltar objetos.

Precauciones al enseñarle a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca

Este juego es una excelente ayuda en el adiestramiento de perros, pero no siempre puede llevarse a cabo sin la guía personal de un experto.

Si tu perro muestra signos de agresión o es guardián de recursos (un perro que cuida celosamente sus cosas), no practiques este juego. Estarías arriesgándote a que tu perro te muerda, ya sea accidentalmente o con intención.

Ten en cuenta que durante las etapas iniciales de este juego puedes recibir algunas mordidas suaves o rasguños. Por tanto, asegúrate de no enfadarte cuando esto suceda. Si no estás de acuerdo con correr estos pequeños riesgos, no practiques el ejercicio. Recuerda que es un ejercicio opcional.

Si usas una cuerda de las que venden en las tiendas para mascotas, no permitas que tu perro muerda los extremos "peludos" del juguete. Esto no tiene nada de malo en si mismo, pero si tus dedos están en medio de esos "pelitos" tu perro puede morderte sin intención pero con mucha fuerza, ya que no verá tus dedos.

Si no te sientes cómoda o cómodo practicando este ejercicio, no lo hagas. El ejercicio resulta complicado para muchas personas que no tienen experiencia en adiestramiento, así que no te sientas mal si "no le haces" a este ejercicio.

Aunque la idea del ejercicio es que el juego sea bastante movido, ten cuidado de no hacer movimientos muy bruscos que puedan lastimar a tu perro, especialmente si es cachorro. Puedes lastimar los músculos y vértebras del cuello y espalda de tu perro si mueves muy violentamente el juguete mientras el lo muerde.

No exageres con este juego, especialmente si la temperatura es muy alta. Los perros pueden sufrir choques térmicos fatales cuando hacen ejercicios intensos en temperaturas altas. Ten especial cuidado con las temperaturas si tu perro es de una raza con hocico achatado.

No practiques este ejercicio inmediatamente después que tu perro ha comido o ha tomado abundante cantidad de agua. De igual manera, espera al menos una hora para darle comida o agua abundante después del juego. Puedes darle un poco de agua para que se refresque después del juego, pero no le llenes todo su recipiente de una sola vez porque puede terminar ingiriendo más aire que agua y esto puede conducir a una torsión gástrica.

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Al terminar cada sesión de juego de tira y afloja, asegúrate que tu perro tiene un lugar con sombra suficiente para descansar y refrescarse (si el clima es frío esto no será un problema). Si la temperatura es muy alta puede ser bueno que mojes a tu perro.

Alternativas para enseñarle a tu perro a soltar objetos

Con algunos perros no funciona muy bien el procedimiento regular para enseñarles a soltar objetos que tienen en sus bocas. Por eso, aquí te presento algunas alternativas que te pueden ser de utilidad.

Recuerda que enseñarle a tu perro a soltar objetos no es un ejercicio obligatorio, sino opcional. Por tanto, estas alternativas también son opcionales.

Aunque existen muchas alternativas para enseñarle a tu perro a soltar objetos, tanto coercitivas como "positivas", las que te presento aquí se basan principalmente en el reforzamiento positivo. No encontrarás procedimientos que emplean collares de ahorque, púas o eléctricos, ni procedimientos que involucran el uso de la fuerza para lograr el cometido.

Cualquiera de estas alternativas es solamente un paso previo al procedimiento regular, por lo que deberás llevar a cabo dicho procedimiento después de haber tenido éxito con la alternativa que hayas empleado.

Cuando lleves a cabo cualquiera de estos procedimientos, ten en cuenta las mismas precauciones explicadas en el tema anterior.

Usa la correa para enseñarle a tu perro a soltar objetos

Con este procedimiento, tu perro debe estar sujeto a la correa, pero no debe tener puesto un collar de adiestramiento. Solamente debe usar un collar regular. Además, debes atar una cuerda larga, resistente y no elástica a un extremo del juguete. Esta cuerda debe ser más larga que la correa de tu perro.

Sujeta el juguete con una mano y la correa con la otra. Muéstrale a tu perro el juguete, sacúdelo un poco para estimular a tu cachorro y da la orden de liberación.

Cuando tu perro muerda el juguete, inicia un divertido juego de tira y afloja. En este caso estarás tironeando del juguete con una sola mano, mientras sujetas la correa con la otra mano. Asegúrate de no dar tirones de correa mientras juegas con tu perro.

Después de unos segundos de juego, adoptas una posición estática y sueltas el juguete, pero no la cuerda que está atada a él. Tampoco sueltas la correa, así que tu perro no puede alejarse. Como la cuerda a la que está atado el juguete es más larga que la correa, tu perro no encuentra oposición en el juego de tira y afloja.

Esperas hasta que tu perro se aburra de mordisquear el juguete y lo suelte. En ese momento das la orden de liberación y reanudas el juego de tira y afloja. Para reanudar el juego mueves el juguete mediante la cuerda que tiene atada, pero debes asegurarte de decir la orden de liberación antes de hacer esto. También debes asegurarte de no alejar demasiado el juguete. Éste debe quedar al alcance de tu perro.

Mientras tu perro muerde el juguete, puedes usar la cuerda para tironear o tomar el juguete por el extremo.

Repites el procedimiento varias veces hasta que tu perro suelta el juguete cada vez que tú lo dejas caer. Cuando consigues un 80% de éxito con esto, empiezas a usar la orden "Suelta" antes de dejar caer el juguete.

Poco a poco tu perro comprenderá que la orden "Suelta" significa que debe dejar el juguete para que el juego se reanude. Cuando notes que esto ocurre, practica el procedimiento regular, tal como está explicado en el tema anterior, desde el primer criterio (sin orden).

Intercambia el juguete por comida

Esta es la alternativa que mejores resultados me ha dado con la mayoría de los perros que no respondían correctamente al procedimiento regular.

En este procedimiento tu perro está suelto y en un lugar cerrado. Mueves el juguete con una sola mano para estimular a tu perro a morderlo, das la orden de liberación y le permites morder el juguete. Entonces, inicias un juego de tira y afloja.

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Juegas con tu perro por unos segundos y luego apoyas tu mano contra tu rodilla para inmovilizar parcialmente el juguete. Entonces, con la otra mano, le presentas un pedacito de comida a tu perro.

De ser necesario, el pedazo de comida será un poco más grande de lo habitual y lo acercarás hasta la nariz de tu perro. Cuando tu perro suelte el juguete, le das la comida. En cuanto tu perro termine de tragar la comida, das la orden de liberación y reanudas el juego.

Repites el procedimiento hasta que tu perro suelte el juguete cada vez que acercas la comida. Llegado a este punto, repite el procedimiento, pero di "Suelta" justo antes de acercar la comida a la nariz de tu perro. Lo más probable es que tu lenguaje corporal ya se haya convertido en una señal débil para soltar el juguete, así que esta etapa te resultará más fácil.

Una vez que hayas alcanzado el 80% de éxito con la orden "Suelta", empieza el procedimiento regular explicado en el tema anterior, desde el primer criterio (sin orden).

En este caso, el lenguaje corporal se habrá convertido en una señal útil para empezar con el procedimiento regular, ya que tu perro estará esperando la orden "Suelta" cuando inmovilizas el juguete.

Sigue a tu perro para evitar el juego de tira y afloja

Este procedimiento no es tan efectivo, pero puede ser útil con cachorros y perros que no jalan el juguete con mucha fuerza.

Haz el mismo procedimiento explicado en el tema anterior (el procedimiento regular para que tu perro aprenda a soltar el juguete), pero en lugar de inmovilizar el juguete, sigue a tu perro.

La idea es que en determinado momento tu perro deje de ser reforzado por el juego de tira y afloja, que ya no existe porque el único que está jalando el juguete es tu perro. Entonces, este lenguaje corporal (caminar en la dirección de tu perro) se convierte en la señal de que el juego se acabó. Sin embargo, el juego se reanuda cuando tu perro suelta el juguete, reforzando la conducta de soltar.

Este procedimiento no es muy efectivo, pero puede ser útil en algunos casos. Si cuentas con un ayudante, esta persona puede sujetar al perro con la correa (mejor con un arnés y no con un collar) para que el perro no pueda retroceder mucho.

Cuando hayas conseguido éxito con este procedimiento, practica el procedimiento regular hasta que sea altamente confiable (una tasa de éxito superior al 80%).

Enséñale a tu perro a prestar atención

En la primera semana de la obediencia canina le enseñaste a tu perro a prestarte atención cuando dices su nombre. En esta semana, le enseñarás a prestarte atención con cierta frecuencia sin que digas su nombre ni hagas ninguna señal.

Es muy útil enseñarle a tu perro a prestar atención sin ninguna señal, porque de esta manera te aseguras que él estará pendiente de ti en lugares en los que existen distracciones. Así existe un menor riesgo de que tu perro se pierda por un descuido.

Cómo enseñarle a tu perro a prestar atención

A diferencia de los demás ejercicios, al enseñarle a prestar atención no entrenarás en un lugar libre de distracciones, sino que aprovecharás las distracciones cotidianas desde el primer día del adiestramiento.

Aunque el adiestramiento de este ejercicio se realiza en sesiones formales, puedes llevarlo a cabo aprovechando los paseos de tu perro y otras situaciones de la vida cotidiana.

Dirígete con tu perro a un lugar en el que existan algunas distracciones no muy intensas. Tu perro debe distraerse, pero no tanto que nunca te mire. Si el lugar es cerrado y seguro para tu perro, puedes soltarlo. Si el lugar es abierto (calles, parques, etc.) tu perro debe estar sujeto a la correa.

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Quédate quieto y espera. Tu perro olfateará el suelo, mirará todo lo que le llame la atención, explorará el lugar y hará todo lo que le plazca. En algún momento, sin embargo, te mirará. En ese preciso instante, haz click y dale un pedacito de comida.

Luego camina un poco para permitirle a tu perro explorar el ambiente (esto también actuará como reforzador). Espera a que tu perro se distraiga nuevamente y repite el procedimiento.

Si tu perro está suelto en un lugar cerrado, puedes usar el clicker para hacer click. Si tu perro está sujeto a la correa, quizás te resulte más fácil hacer click con la lengua o usar la orden de liberación.

Ten en cuenta que el timing es extremadamente importante para este ejercicio. Quizás sea más importante que para los demás ejercicios, porque las primeras veces tu perro sólo te mirará por un instante, y quizás sólo sea una mirada accidental al explorar el ambiente.

Por tanto, asegúrate de usar el reforzador condicionado correcto para conseguir un buen timing. Si necesitas un clicker para esto, busca la manera de hacer las primeras sesiones en un lugar cerrado. O, si tu orden de liberación te parece muy larga, intenta con un click hecho con la lengua.

Practica este ejercicio dos veces al día en sesiones cortas y, durante esta semana, no te preocupes por el número de repeticiones que hagas. Lo que importa esta semana es que tu perro empiece a darse cuenta que mirarte de vez en cuando tiene buenas consecuencias. Por tanto, puedes hacer sesiones muy cortas, con tres repeticiones o un poco más. Por supuesto, si puedes hacer sesiones de 10 repeticiones, hazlas.

Como llevas a cabo este ejercicio con distracciones, puedes aprovechar los paseos de tu perro. Cada vez que lo saques a pasear, detente unas cuantas veces en la ruta y espera a que tu perro te mire. Entonces haz click, dale un pedacito de comida y continúa caminando.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a prestar atención

Si pasa mucho tiempo sin que tu perro te mire espontáneamente, revisa las distracciones que existen en el lugar. Quizás son muy intensas y necesitas un lugar con distracciones más leves.

También puedes moverte un par de pasos hacia el costado. Muchos perros prestan atención cuando ocurre eso.

Asegúrate de no enfrentar a tu perro con cosas o situaciones que lo asustan. En ese caso, no te prestará atención, sino que lo único que querrá hacer es escapar. Para que tu perro deje de asustarse de algo, debes desensibilizarlo y contracondicionarlo a eso, pero ese es un tema diferente y no forma parte del ejercicio de prestar atención.

Es muy importante que practiques este ejercicio en diferentes lugares, pero no dentro de tu casa. Pocos perros son más molestos que los que te siguen y se te quedan mirando todo el tiempo dentro de casa. Practica en el jardín, en la calle, en el pasillo del ascensor y en cualquier lugar en que se te ocurra, pero no dentro de tu casa.

Precauciones al enseñarle a tu perro a prestar atención

Evita los lugares riesgosos y que asusten a tu perro. También evita las distracciones que sobreestimulen a tu cachorro, o no podrá prestarte atención.

Si estás practicando en la calle con tu perro sujeto a la correa, presta atención a su lenguaje corporal y anticipa cualquier tirón de correa. Es peligroso que un perro mediano o grande salga corriendo cuando está sujeto a la correa, porque te puede causar daños severos con el tirón, o hacerte caer.

Sentado, echado y en pie: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas

En la segunda semana de la obediencia canina, tu perro aprendió a quedarse quieto por 15 segundos para los ejercicios "Sentado", "Échate" y "En pie". Ahora debe aprender a mantener esas posiciones en presencia de distracciones ligeras.

Las distracciones que usarás esta semana consisten en caminar, ya sea alejándote de tu perro o moviéndote a su alrededor. Recuerda que alejarte de tu perro mientras él mantiene una posición no es aumentar la distancia de respuesta, sino aumentar un tipo particular de distracción.

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Es importante enseñarle a tu perro a mantener la posición mientras te alejas, porque de nada te sirve que tu perro sólo se quede quieto cuando estás cerca de él. Cuando este ejercicio está bien entrenado, tiene innumerables aplicaciones en la vida cotidiana.

Ten presente que para empezar este ejercicio, tu perro debe ser capaz de mantener las posiciones correspondientes por 15 segundos. Si todavía no has logrado eso, continúa practicando los ejercicios de la segunda semana hasta que lo consigas.

Dos alternativas para entrenar a tu perroEn esta semana te presento dos variantes para introducir distracciones ligeras mientras tu perro mantiene la posición: alejarte de él y dar vueltas a su alrededor. Las alternativas deben entrenarse por separado porque involucran criterios diferentes. Puedes elegir una sola de estas alternativas para esta semana, ya que lo más importante es que tú aprendas cómo añadir las distracciones.Si decides trabajar sobre una sola de estas alternativas en esta semana, podrás practicar la otra más adelante, cuando encuentres más tiempo disponible. Sin embargo, si tienes tiempo suficiente, practica las dos alternativas en diferentes sesiones de adiestramiento canino.

El criterio final para esta semana es que tu perro mantenga la posición mientras tú te alejas cinco pasos y te quedas frente a él por dos segundos. Este criterio corresponde a la primera alternativa. Verás el criterio final para la segunda alternativa en el próximo tema.

A continuación tienes los criterios de adiestramiento para enseñarle a tu perro a mantener la posición de "Sentado" mientras tú te alejas. Debes practicar los ejercicios "Échate" y "En pie" de la misma manera, pero en diferentes sesiones de adiestramiento canino.

Tu perro permanece sentado mientras te alejas cinco pasos (Criterio 1)

Usarás una combinación del método de los 300 picotazos y la exigencia del 80% de éxito para enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras tú te alejas. Practica el ejercicio en un lugar tranquilo y sin distracciones.

Pídele a tu perro que se siente. Una vez que él se ha sentado, da un paso. Si tu perro mantiene la posición, haz click y dale un pedacito de comida. Entonces, repite el procedimiento, pero da dos pasos antes de hacer click y darle la comida a tu perro.

De la misma manera, aumenta un paso en cada repetición, hasta que tu perro mantenga la posición mientras te alejas cinco pasos.

Una vez que hayas conseguido que tu perro permanezca quieto mientras te alejas cinco pasos, continúa practicando de la misma manera en las siguientes repeticiones hasta que consigas ese criterio en ocho de cada 10 repeticiones. Puedes seguir aumentando los pasos en estas nuevas repeticiones si así lo deseas y tu perro es capaz de mantener la posición.

Si tu perro "rompe" la posición antes que camines los pasos de la repetición correspondiente, acércate a él, vuelve a pedirle que se siente y empieza desde un paso.

Una secuencia de ejemplo de una sesión de adiestramiento sería:

"Sentado", 1 paso, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, tu perro se mueve Te acercas a tu perro "Sentado", 1 paso, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, tu perro se mueve Te acercas a tu perro "Sentado", 1 paso, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, click, comida "Sentado", 1 paso, 2 pasos, 3 pasos, 4 pasos, 5 pasos, click, comida

Ten presente que no necesitas alcanzar este criterio en una sola sesión y puede ser que prefieras avanzar de a poco en varias sesiones de adiestramiento. También ten en cuenta que no necesitas alejarte más de cinco

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pasos en esta semana, pero sí necesitas que tu perro mantenga la posición mientras das los cinco pasos el 80% de las veces. Pasa al siguiente criterio cuando consigas esto.

Tu perro permanece sentado, tú te alejas cinco pasos y esperas (Criterio 2)

Este criterio es similar al anterior, sólo que al finalizar los cinco pasos, te das vuelta y miras a tu perro por dos segundos antes de hacer click y darle la comida.

Procede de la misma forma que en el criterio anterior, pero al finalizar los cinco pasos, da la vuelta y mira a tu perro sólo por un instante. Si él mantiene la posición, haz click y dale un pedacito de comida. Si no la mantiene, camina hacia él y pídele que se siente nuevamente.

Gradualmente, aumenta el tiempo que te quedas mirando a tu perro, hasta dos segundos. Usa el método de los 300 picotazos para aumentar esta duración.

Entrena las otras posiciones

Practica en diferentes sesiones para que tu perro aprenda a mantener las posiciones "Échate" y "En pie" mientras te alejas cinco pasos. Procede de la misma manera que para "Sentado", aumentando gradualmente la distancia que caminas y el tiempo que miras a tu perro.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras te alejas

Si tu perro se levanta inmediatamente cuando empiezas a caminar, puedes mantener un pedazo de comida frente a su nariz mientras das el primer paso. Esto te ayudará a que tu perro no se mueva, pero sólo lo debes hacer por cuatro o cinco repeticiones.

Ten en cuenta que cada paso finaliza cuando pones el pie en el suelo. Por tanto, la primera repetición finaliza cuando hayas movido un solo pie, mientras el otro sigue en la posición original.

Por otra parte, asegúrate que el lugar de adiestramiento sea tranquilo y no tenga distracciones. Tampoco practiques este ejercicio inmediatamente antes de las comidas de tu perro, ya que él estará hambriento y no se concentrará fácilmente en mantener la posición.

Al caminar, intenta hacerlo en forma natural para evitar que tu lenguaje corporal se convierta en una señal más para este ejercicio. Puedes elegir empezar a caminar con un pie, como hacen muchos entrenadores con sus perros, pero yo te recomiendo que varíes el pie con el que inicias la marcha para evitar que esto se convierta en parte de las señales visuales que recibe tu perro.

Alternativa: tu perro mantiene la posición mientras das vueltas a su alrededor

Esta es la segunda alternativa para enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras varías tu ubicación con relación a él.

Recuerda que no necesitas enseñar las dos alternativas en esta semana, así que puedes trabajar sólo sobre una de ellas.

Con esta alternativa le enseñarás a tu perro a mantener una posición mientras das vueltas a su alrededor. El criterio final para esta semana es que tu perro se queda quieto mientras tú caminas naturalmente a su alrededor.

Cómo enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras das vueltas a su alrededor

El procedimiento es similar al que aprendiste para enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras te alejas de él, sólo que en este caso caminas cerca de tu perro, dando vueltas a su alrededor.

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Pídele a tu perro que se siente y da un paso siguiendo la dirección opuesta a la de las agujas del reloj, como si tu perro fuese el centro del reloj. Si tu perro se queda sentado, haz click y dale un pedacito de comida.

Vuelve a la posición original, pídele nuevamente a tu perro que se siente y repite el procedimiento aumentando un paso en cada repetición. Cuando tu perro se mueva antes que termines de dar los pasos respectivos, ubícate en la posición original, pídele a tu perro que se siente y empieza de nuevo con un solo paso.

Practica hasta que puedas dar una vuelta completa alrededor de tu perro (te puede tomar varias sesiones). Cuando hayas conseguido esto, haz lo mismo, pero dando vueltas en el sentido de las agujas del reloj.

Una vez que hayas conseguido dar una vuelta en cada sentido, practica el ejercicio dando una vuelta en un sentido y otra vuelta en el otro sentido, siempre usando el método de los 300 picotazos.

Practica todas las posiciones que tu perro conoce

Haz el mismo procedimiento para enseñarle a tu perro a mantener todas las posiciones que ya conoce. Es decir, para los ejercicios "Échate" y "En pie".

Practica cada ejercicio en una sesión de adiestramiento canino diferente, y ten en cuenta que este ejercicio suele ser más difícil para "Échate" y "En pie" que para "Sentado". Por tanto, es mejor que empieces con "Sentado" y pases a los otros ejercicios cuando tu perro ya tiene buen control en la posición de sentado.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a quedarse quieto mientras das vueltas a su alrededor

Algunos perros se levantan inmediatamente cuando sus guías empiezan a caminar. Si tu perro hace esto, puedes mantener un pedazo de comida frente a su nariz para que se quede quieto mientras das toda una vuelta a su alrededor. Haz esto cuatro o cinco veces y luego empieza a practicar con el procedimiento indicado antes.

Intenta caminar de forma natural, para que no existan señales visuales auxiliares.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo mientras sujetas su collar

Ya le enseñaste a tu perro a permanecer contigo por 15 segundos cuando acude a tu llamado. En esta semana, le enseñarás que no sólo debe permanecer cerca de ti por un tiempo, sino que debe permitir que lo toques y sujetes su collar.

Enseñarle a tu perro a permanecer contigo mientras sujetas su collar, es un ejercicio de gran utilidad en la vida cotidiana. Cuando llamas a tu perro, esperas que acuda y te permita darle otra orden, sujetarlo o ponerle la correa. Si tu perro no te permite hacer estas cosas, el llamado es un ejercicio poco útil, ya que tu perro podría alejarse cuando intentas sujetarlo o ponerle la correa.

El criterio final para esta semana es que tu perro permanezca tranquilo por cinco segundos mientras sujetas su collar, después que ha acudido a tu llamado. Los criterios parciales están indicados abajo.

Practica este ejercicio en un lugar tranquilo y sin distracciones.

Tu perro permanece contigo mientras lo acaricias (Criterio 1)

Llama a tu perro y, cuando él acuda, tócalo por un instante. Luego, haz click y dale un pedacito de comida. Puedes tocar a tu perro en la cabeza, el cuello o el pecho, elige la parte de su cuerpo que acaricies con más frecuencia. Sólo debes tocarlo por un instante.

En la siguiente repetición, haz lo mismo, pero toca a tu perro mientras cuentas mentalmente "Uno". Si tu perro se queda tranquilo permitiendo que lo toques durante este tiempo, haz click y dale un pedacito de comida. Si se mueve, evitando que lo toques, retrocede, vuelve a llamarlo y repite el procedimiento. Quizás tengas que reducir el tiempo que pretendes tocar a tu perro.

Repite el procedimiento varias veces, aumentando un número en tu conteo mental en cada repetición.

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Cuando el tiempo que cuentas mentalmente supere los dos segundos, puedes acariciar a tu perro en lugar de sólo tocarlo.

Pasa al siguiente criterio cuando hayas conseguido que tu perro permanezca tranquilo mientras lo acaricias por al menos 10 segundos después que acude a tu llamado. Esto te dará suficientes repeticiones de cinco segundos de duración, que es el criterio real para esta semana.

Tu perro permanece contigo mientras sujetas su collar por cinco segundos (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento que para el criterio anterior pero en lugar de acariciar a tu perro, sujeta su collar.

En la primera repetición sujeta su collar por un instante. En la segunda, sujeta su collar mientras cuentas mentalmente "Uno". De esta forma, aumenta gradualmente el tiempo que sujetas el collar de tu perro después que él ha acudido al llamado, hasta que puedas sujetar su collar por cinco segundos.

Cuando hayas conseguido que tu perro permanezca tranquilo mientras sujetas su collar por cinco segundos, continúa aumentando el tiempo aún más o intenta ponerle y quitarle la correa a tu perro antes de hacer click y darle la comida.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a permanecer contigo mientras sujetas su collar

A algunos perros no les gustan las caricias y no se sienten cómodos cuando se los toca por mucho tiempo. Para solucionar esto puedes usar el condicionamiento clásico, permitiéndole a tu perro mordisquear un pedacito de comida mientras lo acaricias, cada vez que lo llamas.

Esta es una estrategia común en el adiestramiento de perros, que puede ayudar a aumentar el tiempo con más rapidez y a que a tu perro le agraden las caricias, pero sólo debes llevarla a cabo hasta que notes que tu perro se siente cómodo con las caricias. Si sigues haciendo esto por mucho tiempo, tu perro aprenderá a acudir al llamado sólo si tienes un pedazo de comida en la mano.

Si tu perro se aleja rápidamente después de acudir a tu llamado, debes aumentar la tasa de reforzamiento. Es decir que debes hacer más cortos los tiempos que aumentas en cada repetición.

Deja: tu perro ignora la comida por 15 segundos

Tu perro aprendió a ignorar comida que tienes en la palma de tu mano cuando le dices "Deja". Sin embargo, aún no has aumentado la duración para este ejercicio y tu perro solamente ignora la comida por un tiempo muy corto.

En esta semana tienes que aumentar la duración de ese ejercicio, por lo que le enseñarás a tu perro a ignorar la comida por 15 segundos.

Este es un ejercicio intermedio que en el futuro te permitirá enseñarle a tu perro a ignorar diferentes cosas por mucho tiempo. Es un ejercicio fundamental para que tu perro aprenda a tener autocontrol.

Si tu perro todavía no puede ignorar la comida en la palma de tu mano, continúa practicando el ejercicio explicado en la segunda semana de la obediencia canina.

El criterio final de esta semana es que tu perro ignore la comida en la palma de tu mano por 15 segundos, cuando le das la orden "Deja". Es el único criterio para este ejercicio, pero ten presente que no necesitas conseguirlo en una sola sesión de adiestramiento canino, así que puedes fraccionarlo en criterios menores (cinco segundos, siete segundos, etc.) que harás en varias sesiones.

Tu perro ignora la comida en tu mano cuando dices "Deja", y te mira por 15 segundos (Criterio 1)

El procedimiento para enseñar este ejercicio es similar al quinto criterio para enseñarle a tu perro a ignorar cosas, pero debes aumentar la duración de la conducta mediante el método de los 300 picotazos.

Practica este ejercicio en un lugar tranquilo y sin distracciones.

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Puedes empezar haciendo unas cuantas repeticiones del quinto criterio para enseñarle a tu perro a ignorar cosas, de tal forma de refrescar la memoria de tu can. Da la orden "Deja" y acerca la comida a la nariz de tu perro. Si tu perro ignora la comida, haz click y dale el pedazo de comida haciendo un movimiento evidente de tu brazo (o dale otro pedazo de comida con la otra mano). Repite el procedimiento tres o cuatro veces para que tu perro recuerde la orden "Deja".

Después de haber hecho eso, aumenta la duración gradualmente. Acerca tu mano a la nariz de tu perro, con la comida sobre la palma, y cuenta mentalmente "Uno". Si tu perro ignora la comida por ese tiempo, haz click y dale el pedazo de comida respectivo (el mismo que tienes en la palma de tu mano u otro que tienes en la otra mano).

Si tu perro intenta tomar la comida, cierra el puño para evitar que lo consiga.

Repite el procedimiento aumentando en cada repetición un número en tu conteo mental. Cada vez que tu perro intente tomar la comida, cierras el puño y empiezas el procedimiento desde la cuenta de "Uno".

Esta semana debes llegar a 15 segundos, pero intenta ir más allá. Con algunos perros es fácil superar este tiempo, pero otros requieren de más práctica. En cualquier caso, recuerda que lo importante en el adiestramiento canino es la calidad y no la velocidad con que se consiguen los resultados. Entrena lo necesario para cumplir el criterio propuesto, aunque te tome más de una semana.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a ignorar la comida por 15 segundos

El problema principal con este ejercicio es que algunos perros son muy rápidos para tomar la comida. Debes estar muy atento para que tu perro no te gane, y cerrar tu puño apenas tu perro mire la comida que está en la palma de tu mano.

Otro problema frecuente ocurre cuando se intenta aumentar la duración del ejercicio muy de golpe. Si es necesario, aumenta en fracciones de segundo el tiempo que tu perro ignora la comida. Avanzando poco a poco garantizarás el éxito y un adiestramiento de calidad.

Caminar sin jalar la correa: tu perro es capaz de pasar el punto focal sin jalar la correa

En la segunda semana de la obediencia canina conseguiste que tu perro camine sin jalar la correa hasta un punto focal.

Eso está muy bien, pero las distracciones en la vida real no se presentan sólo al frente, sino que pueden aparecer en cualquier parte. Para que tu perro camine sin jalar la correa en cualquier situación, debe ser capaz de ignorar distracciones que están al frente a los costados y atrás.

El ejercicio que entrenarás esta semana es la primera etapa para superar ese tipo de distracciones, ya que le enseñarás a tu perro a caminar sin jalar la correa superando el punto focal , que quedará a los costados y atrás.

Al entrenar este ejercicio de obediencia canina, también aprenderás un poco más sobre las aplicaciones del principio de Premack en el adiestramiento canino, ya que usarás una conducta de alta probabilidad (alcanzar el punto focal) para reforzar una conducta de baja probabilidad (caminar sin jalar la correa).

Antes de empezar con este ejercicio, debes haber superado el segundo criterio de la segunda semana para enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa. Es decir que tu perro debe ser capaz de caminar 15 pasos en línea recta hasta el punto focal, sin tensar la correa. Si no has alcanzado ese criterio de adiestramiento canino, sigue practicando el ejercicio de la segunda semana hasta que lo consigas.

El criterio de adiestramiento final para esta semana es que tu perro camine sin jalar la correa y supere el punto focal que quedará a su lado en alguna parte del trayecto. Tendrás dos criterios parciales: caminar con tu perro en el lado opuesto del punto focal (tú estarás entre el punto focal y tu perro) y caminar con tu perro en el mismo lado del punto focal (tu perro quedará en el medio).

Recuerda que la correa tensa indica una repetición fallida, aún cuando tu perro no esté jalando con fuerza.

Tu perro pasa por el lado opuesto de la distracción (Criterio 1)

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Coloca un punto focal que llame la atención de tu perro en el lugar de adiestramiento. Este punto focal puede ser un recipiente con un poco de comida apetitosa o un juguete que le guste mucho a tu perro.

Con tu perro sujeto a la correa, haz click y dale un pedacito de comida cinco veces antes de empezar a caminar (haz esto rápidamente). La correa debe estar floja cada vez que haces click.

Empieza a caminar hacia el punto focal, que estará a una distancia de entre tres y seis pasos. Da un paso y, si tu perro mantiene floja la correa, haz click y dale un pedacito de comida. Si tu perro tensa la correa, vuelve a la posición inicial y repite el procedimiento.

Continúa caminando hacia el punto focal y reforzando a tu perro (click-comida) mientras mantiene floja la correa, pero en cada repetición aumenta un paso antes de hacer click y dar la comida.

Cuando llegues al punto focal, supéralo caminando entre éste y tu perro. En este momento aumenta la tasa de reforzamiento, haciendo click y dando un pedacito de comida a tu perro con mucha frecuencia.

Apenas hayas superado el punto focal en un paso, haz click e incentiva a tu perro a dirigirse al punto focal. Si tu perro se te queda viendo después del click, dale un pedacito de comida e incentívalo para ir hacia el punto focal. Suelta la correa para que tu perro pueda acercarse al recipiente de comida o al juguete.

Si el punto focal es un recipiente con comida, deja que tu perro la coma (debe ser poca comida para que no se llene). Si el punto focal es un juguete, juega por unos segundos con tu perro.

Repite el procedimiento, reduciendo la tasa de reforzamiento gradualmente, hasta que puedas superar el punto focal en al menos dos pasos sin que tu perro jale la correa. Cuando hayas conseguido esto, haz unas 10 repeticiones más antes de pasar al siguiente criterio. En estas repeticiones, tu perro ya debe ser capaz de superar el punto focal sin que refuerces su conducta más que al final (cuando has superado el punto focal).

Debes alejarte del punto focal en cualquier momento en que tu perro tense la correa. Si todavía no lo has superado, debes volver a la posición inicial. Si ya lo has superado, debes alejarte en dirección opuesta.

Cuando notes gran progreso, puedes colocar varios puntos focales (varios pedacitos de comida o juguetes en el suelo) para practicar este ejercicio. La próxima semana verás más sobre esto, pero quizás tu perro ya haya comprendido la idea general y puedas hacer un par de pruebas.

Tu perro pasa por el mismo lado de la distracción (Criterio 2)

Repite el mismo procedimiento que para el criterio anterior, pero esta vez tu perro debe pasar al lado del punto focal. Es decir que si antes tú quedabas entre tu perro y el punto focal, ahora es tu perro quien queda en el medio.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a superar el punto focal sin jalar la correa

Si tu perro tensa la correa cada vez que se acerca al punto focal, debes impedir que lo alcance. La correa no es para castigar, así que no debes dar tirones, pero debes mantenerla suficientemente corta como para que tu perro no pueda alcanzar el punto focal sin tu permiso.

Una alternativa para mantener la atención de los perros cuando superan el punto focal por primera vez consiste en guiarlos con comida delante de sus narices. Es una estrategia muy empleada en el adiestramiento de perros, y puede serte de mucha utilidad. Sin embargo, si llevas a cabo esta estrategia, sólo hazlo tres o cuatro veces.

Otra alternativa consiste en colocar la distracción en recipientes que permitan salir el olor, pero no permitan que el perro tome la comida del punto focal. Puedes colocar una maceta invertida, mostrándole a tu perro que la comida está debajo. Así, si tu perro te gana cuando jala la correa, igual estará imposibilitado de tomar la comida.

Elimina el clicker y los reforzadores primarios del lugar de adiestramiento

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Uno de los mitos del adiestramiento con clicker dice que los perros entrenados de esta manera sólo responden si sus entrenadores tienen el clicker y comida en la mano.

Esta idea es falsa, pero ha sido popularizada por culpa de muchos adiestradores que dicen practicar el adiestramiento con clicker, pero que en realidad no lo hacen. Esos entrenadores guían todo el tiempo con comida, haciendo que la comida se convierta en parte de la señal para que los perros respondan. Además, esos entrenadores suelen tener problemas para eliminar el clicker porque no entrenan formalmente una orden de liberación.

En esta semana aprenderás cómo hacer que tu perro responda aunque no tengas ni la comida ni el clicker en tu mano, en la riñonera o en el bolsillo. Por tanto, aprenderás a eliminar el clicker, la comida y la riñonera de la escena de adiestramiento. Esto se conoce como eliminar el clicker y los reforzadores primarios.

Es muy importante que empieces a eliminar estos elementos en una etapa temprana del adiestramiento canino, ya que en caso contrario te costará mucho hacerlo.

Además, al dejar de usar clicker, riñonera y comida, estás aumentando variabilidad en el adiestramiento de tu perro, ya que estás cambiando variables ambientales que eran importantes en las semanas previas. Recuerda que los perros no generalizan sus conductas con facilidad, por lo que es probable que tu perro no responda correctamente las primeras veces que practicas sin clicker y sin tener la comida contigo (sin riñonera).

Ten en cuenta que en esta semana aprenderás a eliminar el clicker y los reforzadores primarios, pero todavía continuarás usándolos para enseñar nuevos ejercicios y perfeccionar los ejercicios que tu perro ya conoce. Sólo debes practicar la eliminación del clicker y los reforzadores primarios para los ejercicios que tu perro ya conoce bien y puede mantener por cierto tiempo.

El criterio final de esta semana es que tu perro responde a tus órdenes el 80% de las veces, sin que tengas comida contigo ni uses el clicker.

Tu perro responde a las órdenes de obediencia canina aunque no tengas la comida contigo (Criterio 1)

A continuación te explico cómo hacer para eliminar los reforzadores primarios de la escena de adiestramiento para el ejercicio "Sentado". El procedimiento es el mismo para los demás ejercicios, pero recuerda que debes practicar cada ejercicio en diferentes sesiones de adiestramiento canino. En esta semana debes empezar a eliminar el clicker y los reforzadores primarios para los ejercicios que tu perro realiza bien y con fluidez. Estos ejercicios debieran ser "Sentado", "Échate", "Aquí" y "En pie" (el último es opcional).

Coloca 10 pedacitos de comida sobre una mesa en un cuarto adyacente al lugar de adiestramiento, y otros 10 sobre una mesa en el lugar de adiestramiento. Estas mesas deben ser suficientemente altas para que tu perro no pueda alcanzar los pedacitos de comida. Por supuesto, en lugar de mesas pueden ser repisas, taburetes, sillas (para perros pequeños) o cualquier cosa que te permita depositar los pedacitos de comida sin que tu perro los alcance.

Ten cinco pedacitos de comida en tu mano o en tu bolsillo (estarás entrenando sin riñonera) y empieza a practicar el ejercicio "Sentado" en el lugar de adiestramiento. Haz cinco repeticiones, haciendo click y dándole a tu perro un pedacito de comida cada vez que responde correctamente. Estos pedazos de comida son los que tienes en tu mano o en tu bolsillo, y todavía sigues usando el clicker.

Después de la quinta repetición, y cuando ya le has dado a tu perro el último pedacito de comida que tienes en la mano, vuelve a pedirle que se siente. Cuando él se siente, haz click, toma un pedacito de comida de la mesa y dáselo a tu perro. Repite el procedimiento hasta que se acabe la comida de la mesa.

En cuanto suceda eso, repite el procedimiento, pero después de hacer click corre hasta el cuarto adyacente y dale a tu perro un pedacito de comida que está en ese cuarto. Luego vuelve al lugar de adiestramiento y repite el procedimiento.

Recuerda que no importa que tu perro se levante después que haces click, por lo que no importa si te sigue hasta la mesa en el lugar de adiestramiento o hasta el otro cuarto.

Aunque no es necesario, suele ser muy útil acercarse a la mesa o correr hacia el otro cuarto en forma entusiasta y felicitando al perro con voz aguda "Muy bien!". Esta felicitación no es un reforzador condicionado y sólo sirve para mantener el entusiasmo de tu perro. Puedes probar de usar estas felicitaciones, pero asegúrate de que la felicitación aparezca después del click y nunca antes.

La secuencia de una sesión de adiestramiento canino será similar a:

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"Sentado", tu perro se sienta, click, le das a tu perro la comida que tienes en la mano (repites cinco veces)

"Sentado", tu perro se sienta, click, corres a la mesa y le das un pedacito de comida a tu perro (repites 10 veces)

"Sentado", tu perro se sienta, click, corres al otro cuarto y le das un pedacito de comida a tu perro (repites 10 veces)

Ten en cuenta que no existe ningún descanso entre estas repeticiones, así que debes llevarlas a cabo de corrido, en una sola sesión más larga de lo normal. Es posible que no completes el criterio en una sesión. En ese caso simplemente sigue practicando en los días subsiguientes, hasta que cumplas este criterio en una sola sesión.

Pasa al siguiente criterio cuando tu perro responda correctamente el 80% de las veces que le das la orden sin que haya comida en el lugar de adiestramiento. Es decir, ocho de cada 10 repeticiones en que tu perro recibe la comida en el otro cuarto.

Tu perro responde a las órdenes de obediencia canina aunque no tengas el clicker ni la comida contigo (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento que para el criterio anterior, pero sin el clicker. En lugar del clicker debes usar la orden de liberación, por lo que tu perro ya debe haberla aprendido.

Es posible que tu perro se sienta un poco confundido las primeras veces, ya que está acostumbrado al click del clicker, así que de ser necesario estimúlalo a tomar la comida después que das la orden de liberación.

Recomendaciones para eliminar el clicker y los reforzadores primarios de la escena de adiestramiento

Elimina el clicker y los reforzadores primarios de la escena de adiestramiento sólo para los ejercicios que tu perro realiza a la perfección y que ha empezado a generalizar informalmente en la segunda semana de la obediencia canina. No hagas esto para ejercicios que tu perro todavía está aprendiendo o que no ha empezado a generalizar.

Durante esta semana no necesitas hacer una generalización informal de los ejercicios porque al eliminar el clicker estás generalizando estos ejercicios, aunque dentro del lugar de adiestramiento. Como dejas de llevar contigo el clicker y la comida, estás cambiando las variables ambientales que antes ocurrían junto con la señal (orden). Por tanto, en esta semana tu perro generaliza (responde de igual manera frente a diferentes condiciones) y al mismo tiempo discrimina (responde a la orden y no a la presencia/ausencia de comida o clicker).

Para maximizar el éxito al eliminar el clicker y la comida, también debes usar ropa diferente en cada sesión. Usa un buzo deportivo para algunas sesiones, jeans y polera para otras, etc. De esta forma tu perro aprende que tu vestimenta es irrelevante y lo que importa es la orden. Asegúrate de no usar la riñonera en estas sesiones.

Al variar tu vestimenta ten cuidado de no usar cosas que puedan interferir con el adiestramiento o causar reacciones inapropiadas de tu perro. Por ejemplo, algunos perros se asustan de personas que usan gorras. Si tu perro es uno de ellos, no uses gorra durante estas sesiones. Cuando aprendas a introducir distracciones intensas verás cómo hacer para acostumbrar a tu perro a diferentes vestimentas.

Cuando hayas conseguido el segundo criterio de este ejercicio, puedes practicar ocasionalmente en diferentes lugares de tu casa, como hiciste en la segunda semana al generalizar los ejercicios de obediencia canina. Sin embargo, ya no deberías usar el clicker ni tener la comida contigo. Para lograr esto, será necesario que guardes algunos pedacitos de comida en diferentes ambientes de tu casa. Puedes tenerlos en bolsas Ziploc que dejas sobre estantes fuera de la vista de tu perro, y cambiar la comida cada día para que esté fresca.

Asegúrate de empezar a eliminar el clicker y los reforzadores primarios para todos los ejercicios que tu perro domine, no sólo para el "Sentado".

También asegúrate de variar tu ubicación en el lugar de adiestramiento, y tu posición con relación a tu perro, antes de dar una orden. De esta forma reduces el riesgo de que alguna cosa del lugar de adiestramiento (un cuadro, una silla, etc.) se convierta en parte de la orden.

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Ten muy en cuenta que estás eliminando el clicker y la comida de forma gradual, pero seguirás usando estas herramientas de adiestramiento durante las próximas semanas de la obediencia canina y en los otros ejercicios de esta semana.

Cronograma de ejemplo - tercera semana de la obediencia canina

El cronograma que te presento a continuación puede ayudarte a planificar las sesiones de adiestramiento para la tercera semana de la obediencia canina. Sin embargo, recuerda que este cronograma, al igual que los demás del manual de adiestramiento canino, es sólo un ejemplo y no una receta.

El tiempo que te tome entrenar estos ejercicios puede ser diferente. No existen dos perros que tarden exactamente lo mismo.

Lo importante no es cuánto tiempo tardas en cubrir todos los ejercicios de esta tercera semana, sino que alcances todos los criterios de adiestramiento canino indicados.

Por tanto, no te preocupes si te toma más de una semana. La velocidad con que ocurre el adiestramiento puede variar dependiendo de muchos factores, como la raza del perro, las características individuales de cada perro, las habilidades del entrenador (que estás desarrollando), el tiempo diario que se disponga para el entrenamiento, etc.

Recuerda que el factor de éxito en el adiestramiento de perros no es el tiempo que toma, sino la calidad de los resultados. Así que si necesitas más de una semana para completar los criterios de adiestramiento propuestos, tómate más de una semana y no te hagas problema por ello.

Este cronograma de ejemplo considera que entrenas diferentes ejercicios en cada día. Algunas personas prefieren entrenar un solo ejercicio por día, y trabajar sobre la mayor cantidad de criterios para ese ejercicio. Programa tus sesiones de adiestramiento de la forma que mejor te resulte. Solamente recuerda que las sesiones deben ser cortas y, de preferencia, estar distribuidas a lo largo del día.

Día 1

Enséñale a tu perro la orden de liberación. Le enseñas a tu perro la orden de liberación en una sola sesión. Como es un ejercicio sencillo y tu perro ya está acostumbrado al click del clicker, entrenar la orden de liberación será fácil y te tomará muy pocas repeticiones. La orden de liberación se fortalecerá cuando practiques otros ejercicios de esta semana.

Enséñale a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca. Consigues el primer criterio en dos sesiones, por lo que tu perro es capaz de soltar el juguete cuando lo inmovilizas.

Enséñale a tu perro a prestar atención. Aprovechas los paseos de tu perro para practicar este ejercicio, así que no necesitas planificar sesiones de adiestramiento adicionales. Consigues que tu perro te mire dos veces en cada paseo.

Sentado: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas. En dos sesiones consigues que tu perro se quede sentado mientras te alejas dos pasos. Mantienes el criterio porque todavía no has alcanzado el primer criterio de adiestramiento para este ejercicio.

Échate: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas. En dos sesiones consigues que tu perro se quede echado mientras te alejas cinco pasos. Es claro que a tu perro le resulta más fácil quedarse echado que sentado. Has completado el primer criterio de adiestramiento para este ejercicio de obediencia canina.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo mientras sujetas su collar. Haces una sesión de adiestramiento y consigues tocar varias veces a tu perro cuando él acude a tu llamado. No quieres forzar el ejercicio, así que te quedas con una sola sesión aunque no has alcanzado el primer criterio de adiestramiento para este ejercicio.

Día 2

Enséñale a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca. Aunque alcanzaste el primer criterio durante el día anterior, continúas practicándolo para fortalecer este ejercicio. Haces una sola sesión.

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Enséñale a tu perro a prestar atención. Aprovechas los paseos de tu perro para practicar este ejercicio, así que no necesitas planificar sesiones de adiestramiento adicionales. Consigues que tu perro te mire cuatro veces en cada paseo.

Sentado: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas. En dos sesiones consigues el primer criterio de adiestramiento. Es decir que tu perro se queda sentado mientras tú te alejas cinco pasos.

Échate: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas. En dos sesiones consigues que tu perro se quede echado mientras te alejas cinco pasos y esperas dos segundos. En sólo dos días has completado los dos criterios de adiestramiento de esta semana para el ejercicio "Échate".

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo mientras sujetas su collar. En tres sesiones de adiestramiento canino consigues que tu perro se quede por 10 segundos junto a ti después de acudir al llamado, mientras lo acaricias. Por tanto, has conseguido el primer criterio de adiestramiento canino para este ejercicio.

Día 3

Enséñale a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca. En una sola sesión consigues el segundo criterio de adiestramiento canino, logrando que tu perro suelte el juguete cuando dices la orden. Sin embargo, todavía necesitas usar lenguaje corporal junto con la orden.

Enséñale a tu perro a prestar atención. Aprovechas los paseos de tu perro para practicar este ejercicio, así que no necesitas planificar sesiones de adiestramiento adicionales. Consigues que tu perro te mire cinco veces en cada paseo.

Sentado: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas. En dos sesiones consigues el segundo criterio de adiestramiento. Es decir que tu perro se queda sentado mientras tú te alejas cinco pasos y esperas dos segundos.

Échate: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas. Aunque el día anterior has conseguido los criterios de esta semana, decides practicar una vez más por lo que haces una sesión de adiestramiento para este ejercicio.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo mientras sujetas su collar . En tres sesiones consigues el segundo criterio de adiestramiento canino, y tu perro te permite sujetar su collar por cinco segundos cada vez que acude a tu llamado.

Elimina el clicker y los reforzadores primarios del lugar de adiestramiento. Haces una sesión para el ejercicio "Sentado". Consigues el primer criterio de adiestramiento pero decides continuar practicando el mismo criterio al día siguiente.

Día 4

Enséñale a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca. Haces una sesión para seguir perfeccionando el ejercicio. Tu perro ya suelta el juguete a la orden y reduces un poco el lenguaje corporal que usas, evitando apoyar tus muñecas contra tus rodillas.

Enséñale a tu perro a prestar atención. Aprovechas los paseos de tu perro para practicar este ejercicio, así que no necesitas planificar sesiones de adiestramiento adicionales. Consigues que tu perro te mire seis veces en cada paseo.

Acudir al llamado: tu perro permanece contigo mientras sujetas su collar. Practicas una sesión más para fortalecer el adiestramiento de tu perro. Como el ejercicio marcha muy bien, aumentas el tiempo un poquito más.

Deja: tu perro ignora la comida por 15 segundos. En dos sesiones alcanzas cinco segundos de duración para el único criterio de adiestramiento. El progreso de tu perro es bueno y decides continuar con este ejercicio al día siguiente.

Caminar sin jalar la correa: tu perro es capaz de pasar el punto focal sin jalar la correa. Haces tres sesiones de adiestramiento y consigues que tu perro pase el punto focal por el lado opuesto de la distracción. Has conseguido el primer criterio de adiestramiento canino, pero decides continuar practicando este criterio porque tu perro todavía parece estar muy concentrado en la distracción.

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Elimina el clicker y los reforzadores primarios del lugar de adiestramiento. Continúas entrenando el primer criterio para el ejercicio "Sentado" y notas que es muy confiable al cabo de dos sesiones. Tu perro ya responde a la orden "Sentado" en el lugar de adiestramiento, aunque no haya comida presente, pero sigues usando el clicker.

Día 5

Enséñale a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca. Continúas practicando el ejercicio y reduciendo el lenguaje corporal que usas. Tu perro suelta el juguete cada vez con más rapidez. Haces una sola sesión de adiestramiento.

Enséñale a tu perro a prestar atención. Aprovechas los paseos de tu perro para practicar este ejercicio, así que no necesitas planificar sesiones de adiestramiento adicionales. Consigues que tu perro te mire 10 veces en cada paseo.

Elimina el clicker y los reforzadores primarios del lugar de adiestramiento. En dos sesiones más consigues el segundo criterio de adiestramiento para el ejercicio "Sentado". Por tanto, tu perro responde en el lugar de adiestramiento aunque no tengas ni clicker ni comida contigo.

Deja: tu perro ignora la comida por 15 segundos. En tres sesiones alcanzas 10 segundos de duración para el único criterio de adiestramiento. El progreso de tu perro es cada vez mejor y ya parece haber comprendido la idea del ejercicio.

Caminar sin jalar la correa: tu perro es capaz de pasar el punto focal sin jalar la correa . En dos sesiones de adiestramiento consigues que tu perro supere el punto focal por el lado opuesto de la distracción sin siquiera fijarse en ésta. Has completado el primer criterio de adiestramiento para este ejercicio y al próximo día puedes levantar el criterio.

Día 6

Enséñale a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca. Continúas practicando el ejercicio y reduciendo el lenguaje corporal que usas. Tu perro suelta el juguete cada vez con más rapidez. Haces una sola sesión de adiestramiento.

Enséñale a tu perro a prestar atención. Aprovechas los paseos de tu perro para practicar este ejercicio, así que no necesitas planificar sesiones de adiestramiento adicionales. Consigues que tu perro te mire 10 veces en cada paseo.

En pie: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas. En una sesión de adiestramiento canino consigues que tu perro se quede parado mientras te alejas un paso.

Deja: tu perro ignora la comida por 15 segundos. Consigues que tu perro ignore la comida por 15 segundos, cumpliendo el criterio final de adiestramiento para esta semana. Logras esto en dos sesiones de adiestramiento canino.

Caminar sin jalar la correa: tu perro es capaz de pasar el punto focal sin jalar la correa. Consigues el segundo criterio de adiestramiento en dos sesiones, pero tu perro parece muy concentrado en la distracción cuando pasan el punto focal. Por tanto, decides practicar este criterio un día más.

Elimina el clicker y los reforzadores primarios del lugar de adiestramiento. En dos sesiones de adiestramiento consigues que tu perro responda a la orden "Échate" sin necesidad de ver la comida. Por tanto, consigues el primer criterio para este ejercicio.

En otras dos sesiones consigues lo mismo para el ejercicio "En pie".

Día 7

Enséñale a tu perro a prestar atención. Aprovechas los paseos de tu perro para practicar este ejercicio, así que no necesitas planificar sesiones de adiestramiento adicionales. Consigues que tu perro te mire 15 veces en cada paseo.

En pie: tu perro mantiene la posición mientras tú te alejas. Haces cuatro sesiones de adiestramiento y consigues que tu perro se quede parado mientras te alejas los cinco pasos que exige el último criterio de adiestramiento de esta semana para este ejercicio.

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Caminar sin jalar la correa: tu perro es capaz de pasar el punto focal sin jalar la correa. Completas el segundo criterio de adiestramiento en dos sesiones y tu perro es capaz de superar el punto focal por el mismo lado de la distracción.

Elimina el clicker y los reforzadores primarios del lugar de adiestramiento. Haces dos sesiones de adiestramiento y consigues el criterio final de esta semana para el ejercicio "Échate", con lo que tu perro responde a esa orden en el lugar de adiestramiento aunque no tengas ni el clicker ni la comida contigo.

En dos sesiones más consigues lo mismo para el ejercicio "En pie".

Cuarta semana de la obediencia canina

Durante la cuarta semana de la obediencia canina aprenderás a entrenar a tu perro para responder a tus órdenes a distancia.

Los ejercicios que trabajarás a distancia son: reconocer el nombre, sentado, échate, en pie y acudir al llamado.

También continuarás generalizando los ejercicios de obediencia canina que tu perro domina, bien dentro de tu casa o en la calle.

En esta semana tu perro aprenderá a ignorar comida en el suelo, con lo que fortalecerás la orden "Deja". Tu perro también aprenderá a caminar sin jalar la correa con distracciones en diferentes lugares, no solamente un punto focal.

Además de todo lo anterior, durante esta semana de la obediencia canina aprenderás a entrenar dos nuevos ejercicios: saludar adecuadamente a las personas y detenerse a la orden.

Saludar adecuadamente a las personas. Este ejercicio consiste en que tu perro salude a las personas que llegan a casa sin saltarles encima. Los perros deben sentarse o al menos mantener sus cuatro patas sobre el suelo cuando saludan a las personas. De esta manera no pueden saltar y no causan problemas cuando llega algún visitante.

Detenerse a la orden. Consiste en que tu perro se detenga inmediatamente cuando le das la orden. No importa si tu perro se queda parado, se sienta, se echa o cambia de posiciones. Lo único que importa en este ejercicio es que tu perro se detenga inmediatamente y te mire.

Este ejercicio de obediencia canina es muy importante, ya que te permitirá detener a tu perro si es que se dirige a lugares peligrosos. Por ejemplo, si está corriendo hacia la calzada.

Enseñarle a tu perro a detenerse a la orden también te será de utilidad para enseñarle a detenerse en el bordillo de la acera.

Obediencia canina para cachorros

Todos los ejercicios de esta semana pueden ser realizados por cachorros a partir de los dos meses, así que no necesitas tomar precauciones especiales.

Reconocer el nombre: tu perro te mira cuando dices su nombre a cinco pasos de distancia

En la segunda semana de la obediencia canina tu perro aprendió a mirarte por 15 segundos cuando dices su nombre. Ahora tienes que enseñarle a mirarte cuando dices su nombre, aún si estás lejos de él.

En la cuarta semana, tu perro aprenderá a mirarte a los ojos cuando dices su nombre a cinco pasos de distancia.

O, mejor dicho, tú aprenderás a entrenar esa conducta. De esta forma comprenderás cómo se entrenan los ejercicios a distancia y podrás, en el futuro, aumentar la distancia mucho más.

En esta semana entrenarás dos criterios de adiestramiento canino: tu perro te mira cuando dices su nombre a distancia y tu perro mantiene la mirada cuando dices su nombre a distancia. Estos criterios están explicados a continuación.

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Tu perro te mira cuando dices su nombre a distancia (Criterio 1)

Entrena este criterio en un lugar cerrado y sin distracciones, y con tu perro suelto.

Lanza un pedacito de comida al suelo, de tal forma que él tenga que mirar hacia otro lado para tomarlo. Justo después que tu perro toma el pedacito de comida, pero antes que te mire, di su nombre.

Cuando tu perro te mire nuevamente, haz click y lanza otro pedacito de comida al suelo (acomodando a tu perro para que mire hacia otro lado). Es importante que hagas click cuando tu perro te mira pero antes que se acerque a ti, porque en este ejercicio sólo estás entrenando el reconocimiento del nombre y no el llamado.

Gradualmente y usando el método de los 300 picotazos, retrocede para alejarte un poco de tu perro en cada repetición.

Es decir, en la primera repetición dices el nombre de tu perro estando justo frente a él. En la segunda repetición retrocedes un paso mientras tu perro está tomando la comida que lanzaste al suelo. En la tercera repetición retrocedes un paso más para quedar a dos pasos de distancia, y así aumentas gradualmente la distancia.

Recuerda que con este método, debes volver a empezar desde el principio cada vez que tu perro cometa un error. Es decir que si tu perro no te mira inmediatamente cuando dices su nombre, debes volver a acercarte a él.

Si tu perro se te acerca, pero responde correctamente, simplemente aléjate de él los pasos necesarios en cada repetición.

Pasa al siguiente criterio cuando hayas alcanzado ocho repeticiones exitosas (en una sola sesión) a cinco pasos de distancia o más. Este criterio sólo exige que digas el nombre de tu perro a cinco pasos de distancia de él, pero puedes seguir aumentando la distancia con el método de los 300 picotazos si tu perro responde bien.

Tu perro mantiene la mirada por cinco segundos cuando dices su nombre a distancia (Criterio 2)

Repite el procedimiento del Criterio 1, pero una vez que tu perro te mire a cinco pasos de distancia dos veces (dos repeticiones), empieza a aumentar el tiempo que debe mantener la mirada.

Aumenta gradualmente el tiempo, usando el procedimiento de los 300 picotazos como hiciste al enseñarle a tu perro a mirarte por 15 segundos.

Para este criterio ten en cuenta que los errores ocurren cuando tu perro deja de mirarte, y no cuando se mueve. Tu perro puede moverse siempre y cuando mantenga contacto visual contigo durante el tiempo correspondiente.

Puedes considerar que has alcanzado el criterio cuando tu perro mantenga la mirada por cinco segundos el 80% de las veces que dices su nombre a cinco pasos de distancia.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a reconocer su nombre a distancia

El problema principal que se presenta al entrenar este ejercicio es que los perros tienden a acercarse a sus dueños en lugar de mantener la mirada. Si tu perro se te acerca todo el tiempo (durante cualquiera de los dos criterios), puedes modificar el ambiente para que no lo haga.

La solución más sencilla consiste en practicar el ejercicio con tu perro detrás de una puerta para bebés ("baby gate"). Puedes encontrar puertas ajustables en tiendas para bebés o en algunas tiendas para mascotas, o puedes mandarla a construir con un carpintero hábil.

Otra opción sencilla es que durante el ejercicio tengas a tu perro atado a un poste, una mesa o cualquier otra cosa que no se mueva con los tirones de tu can. Si haces esto, podrás controlar con facilidad la distancia, pero asegúrate que tu perro esté sujeto con una pechera y no con un collar.

La desventaja de la última opción es que muchos perros se ponen a ladrar cuando están atados. De hecho, esa es una técnica muy antigua para enseñarle al perro a ladrar a la orden. Ten en cuenta que no debes reforzar la conducta de tu perro si él ladra porque estarás reforzando toda la cadena de conductas "mirar a los ojos - ladrar - mirar a los ojos - ladrar...".

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Sentado, echado y en pie: tu perro obedece a cinco pasos de distancia

En la tercera semana de la obediencia canina tu perro aprendió a quedarse quieto (sentado, echado y parado) mientras tú te alejas de él o te mueves a su alrededor.

En esta semana debes enseñarle a tu perro a obedecer a distancia a todas estas órdenes. Por tanto, el criterio final de esta semana del adiestramiento de tu perro es que él obedezca tus órdenes a cinco pasos de distancia.

En otras palabras, aprenderás a entrenar a tu perro para que:

- Se siente cuando se lo pides a cinco pasos de distancia.

- Se eche cuando se lo pides a cinco pasos de distancia.

- Se levante cuando se lo pides a cinco pasos de distancia.

Al realizar estos ejercicios aprenderás cómo aumentar la distancia de respuesta de tu perro, y podrás aumentarla aún más en el futuro.

A continuación tienes los criterios parciales para enseñarle a tu perro a sentarse cuando das la orden a distancia, asumiendo que tu perro responde bien a las tres órdenes "Sentado", "Échate" y "En pie". El procedimiento es el mismo para las otras órdenes ("Échate" y "En pie").

Si tu perro solamente aprendió a sentarse y echarse a la orden, pero no sabe pararse a la orden, utiliza la alternativa que se presenta resaltada en amarillo al final del Criterio 1.

Tu perro se sienta cuando le das la orden a distancia (Criterio 1)

Antes de empezar a entrenar este criterio, asegúrate que tu perro es capaz de quedarse quieto (mantener las posiciones) mientras te alejas cinco pasos. De no ser así, continúa practicando el ejercicio de la tercera semana.

Estando justo frente a él, pídele a tu perro que se eche. Una vez que tu perro se haya echado, pídele que se siente. Cuando se siente, haz click y dale un pedacito de comida. De ser necesario, haz unas cuantas repeticiones de las lagartijas caninas antes de empezar cada sesión, reforzando cada vez que tu perro se sienta.

Luego repite el procedimiento, pero en lugar de pedirle a tu perro que se eche, pídele que se pare ("En pie") y luego pídele que se siente. No importa que él ya esté parado. Sólo importa que se quede parado hasta que le ordenes que se siente. Entonces, cuando tu perro se siente, haz click y dale un pedacito de comida.

Repite el procedimiento unas cuantas veces, alternando la orden anterior a "Sentado", para que tu perro comprenda que la idea es responder a dos órdenes consecutivas. Esto, además de servirte para aumentar la distancia de respuesta, te servirá como una práctica previa para la discriminación de órdenes que verás en la semana siguiente.

Después de haber hecho este procedimiento unas cinco a 10 veces, pídele a tu perro que se eche y retrocede un paso. Entonces, pídele que se siente y, cuando lo haga, haz click y dale un pedacito de comida.

En la siguiente repetición, dile a tu perro "En pie" y cuando se quede parado, retrocede dos pasos. Entonces, dile "Sentado" y, cuando se siente, haz click y dale un pedacito de comida.

Nota que vas aumentando un paso de distancia en cada repetición y que varías las órdenes que das antes de retroceder y decir "Sentado". Éste es el método de los 300 picotazos aplicado al adiestramiento para que los perros respondan a distancia. Es importante que varíes la orden que das antes de "Sentado", para que dicha orden no genere una cadena de conductas.

Si tu perro cambia de posición o se mueve antes de tiempo, o si no se sienta cuando se lo ordenas, acércate a él y vuelve a empezar el ejercicio desde el principio (sin distancia).

La secuencia para este ejercicio de obediencia canina será similar a la siguiente:

Page 129: Adiestramiento Canino

"Échate", "Sentado", click, comida "Échate", 1 paso, "Sentado", click, comida "En pie", 2 pasos, "Sentado", click, comida "Échate", 2 pasos, tu perro se levanta Caminas hacia tu perro "Échate", "Sentado", click, comida "En pie", 1 paso, "Sentado", click, comida "En pie", 2 pasos, "Sentado", click, comida "Échate", 3 pasos, "Sentado", tu perro se para Caminas hacia tu perro "Échate", "Sentado", click, comida "En pie", 1 paso, "Sentado", click, comida "Échate", 2 pasos, "Sentado", click, comida "Échate", 3 pasos, "Sentado", click, comida "En pie", 4 pasos, "Sentado", click, comida "Échate", 5 pasos, "Sentado", click, comida

Nota que en la secuencia no se alternan las órdenes "Échate" y "En pie" en cada repetición, sino que éstas se indican de forma más o menos aleatoria.

Practica este criterio hasta que consigas que tu perro responda 80% de las veces cuando dices "Sentado" a cinco pasos de distancia. Si puedes, aprovecha todas esas repeticiones para continuar aumentando la distancia un poco más mediante el mismo procedimiento.

Una variante de adiestramiento caninoSi tu perro no sabe pararse a la orden, o si el procedimiento anterior te resulta dificultoso, intenta con la siguiente variante:

Practica cinco a 10 "Sentados" cerca de tu perro. Luego, sin interrumpir la sesión, lanza un pedazo de comida atrás de tu perro, de tal forma que se aleje de ti un poco. Mientras tu perro se aleja a tomar la comida, retrocede un paso. Di "Sentado" antes que tu perro vuelva a acercarse a ti. Si obedece, haz click y lanza otro pedazo de comida un poco atrás de tu perro. Esta vez retrocede dos pasos. Gradualmente y en sucesivas repeticiones, aumenta la distancia a la que responde tu perro. Cada vez que tu perro falle en la respuesta, acércate a él y vuelve a empezar el procedimiento desde el principio. Tu perro puede estar detrás de una puerta ajustable (puerta para bebés o "baby gate") para que este procedimiento sea más fácil.

Tu perro se sienta a distancia y mantiene la posición (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento del Criterio 1, pero aumenta gradualmente el tiempo que tu perro permanece sentado después que diste la orden a distancia. Para esto, usa el método de los 300 picotazos, aumentando un segundo (o menos) en cada repetición.

Entrena los demás ejercicios de obediencia canina

El procedimiento es similar para los ejercicios "Échate" y "En pie". Solamente asegúrate de practicar cada ejercicio por separado, sin mezclar los criterios de adiestramiento canino que persigues.

La variante mencionada al final del primer criterio sirve también para el ejercicio "Échate", pero no para "En pie".

Acudir al llamado: tu perro acude cuando lo llamas desde cinco pasos de distancia

En las semanas previas entrenaste a tu perro para acudir al llamado, pero siempre desde distancias muy cortas. En esta semana debes entrenar a tu perro para que acuda al llamado a mayor distancia.

De nada te serviría que tu perro acuda al llamado solamente cuando está cerca de ti, así que debes aumentar la distancia de manera gradual. Como te imaginarás, aumentarás la distancia del llamado mediante el método de los 300 picotazos.

El criterio final de esta semana es que tu perro acuda al llamado a cinco pasos de distancia y permanezca contigo por un tiempo reducido.

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Los criterios parciales de adiestramiento están detallados a continuación. Llévalos a cabo en un lugar cerrado y sin distracciones.

Tu perro acude a tu llamado a cinco pasos de distancia (Criterio 1)

Llama a tu perro mientras retrocedes unos pasos y haz click y dale un pedacito de comida cada vez que acuda a ti. Repite esto unas cinco a 10 veces para "calentar".

Repentinamente, cuando tu perro acuda a tu llamado mientras retrocedes, lanza un pedacito de comida detrás de él, de tal forma que tenga que ir a buscarlo. Entonces retrocede un paso sin que tu perro te siga y detente. Llama a tu perro y espera a que acuda a ti. Cuando tu perro acuda a ti, haz click y nuevamente lanza la comida al suelo.

En la siguiente repetición haz lo mismo, pero retrocede dos pasos mientras tu perro está yendo a recoger la comida. Y en la siguiente, retrocede tres pasos.

Aumenta de esta manera la distancia que te separa de tu perro antes de llamarlo, hasta que puedas llamarlo a cinco pasos de distancia y él acuda cada vez que lo llamas.

Si tu perro no acude a tu llamado, vuelve a empezar el procedimiento retrocediendo un solo paso.

Este criterio de adiestramiento puede parecer igual a los anteriores, pero hay un aspecto importante que lo diferencia: llamas a tu perro mientras estás quieto. Esto cambia la perspectiva de tu perro, ya que tu lenguaje corporal no lo invita a acercarse. Por tanto, es importante que tu perro aprenda a acudir al llamado también cuando estás de frente a él y sin moverte.

Además, por supuesto, estás entrenando el llamado a distancia, aunque sea una distancia corta.

Pasa al siguiente criterio cuando tu perro haya acudido al menos ocho de cada 10 repeticiones a cinco pasos de distancia. Si deseas, puedes seguir aumentando la distancia en cada repetición, pero asegúrate de haber hecho al menos ocho repeticiones exitosas al menos a cinco pasos de distancia antes de levantar el criterio de adiestramiento canino.

Tu perro acude al llamado a distancia y permanece contigo por cinco segundos (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento del criterio anterior, pero aumenta el tiempo que tu perro permanece junto a ti antes de hacer click y lanzar la comida al suelo. Haz esto de la misma manera en que le enseñaste a tu perro a permanecer contigo por 15 segundos cuando acude al llamado.

Ten en cuenta que el criterio actual exige solamente cinco segundos.

Tu perro acude al llamado a distancia y te permite sujetar su collar por cinco segundos (Criterio 3)

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero sujeta el collar de tu perro por un momento antes de hacer click y lanzar la comida al suelo. Procede de la misma forma que cuando entrenaste a tu perro para permanecer contigo mientras sujetas su collar.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a acudir al llamado a distancia

El problema más frecuente al entrenar estos criterios, ocurre con perros que son muy rápidos y no dan tiempo a retroceder. Si te ocurre esto, ordénale a tu perro que se quede sentado o echado, y retrocede los pasos correspondientes a la repetición que estás haciendo. Entonces, llama a tu perro y haz click y dale un pedacito de comida cuando acuda. Luego repite el procedimiento, alternando las posiciones en que dejas a tu perro (sentado, echado, parado).

Otro problema frecuente es que el lenguaje corporal que usas en este ejercicio puede resultar un tanto "agresivo" para algunos perros. En ese caso, guía a tu perro mostrándole un pedacito de comida en tu mano, pero sin moverte, durante algunas repeticiones.

Deja: tu perro ignora comida en el suelo

Page 131: Adiestramiento Canino

Tu perro ya es capaz de ignorar comida en la palma de tu mano por 15 segundos. Sin embargo, de nada te sirve estancarlo en una etapa tan básica del adiestramiento canino.

La orden "Deja" debe servir para que los perros ignoren cualquier cosa en cualquier lugar, no sólo comida en la palma de la mano de sus entrenadores.

En esta semana conseguirás que tu perro ignore comida que lanzas al suelo. Este ejercicio es preliminar para que tu perro aprenda a ignorar otras distracciones, y es muy impresionante. De hecho, es uno de los ejercicios más difíciles, ya que requiere mucho autocontrol por parte del perro.

Los criterios parciales para esta semana están detallados a continuación. Recuerda que todavía debes practicar en un lugar tranquilo y sin más distracciones que las que tú añades conscientemente.

Tu perro ignora comida en el piso, cuando estás sentado cerca (Criterio 1)

Siéntate en el suelo cerca de tu perro y haz cinco a 10 repeticiones del quinto criterio de la orden "Deja", para que tu perro recuerde la idea de este ejercicio.

Luego, y sin hacer un descanso, di "Deja" y deposita la comida en el suelo, cerca de ti. Cuando tu perro intente tomar la comida, tápala con tu mano. No digas nada, simplemente cubre la comida con tu mano para que tu perro no la pueda tomar.

En cambio, cada vez que tu perro te mire a los ojos, ignorando la comida en el suelo, haz click y dale a tu perro un pedazo de comida. Puedes darle un pedazo de comida que tienes en la otra mano o darle el mismo que está en el suelo, pero asegúrate de hacer un movimiento evidente para que tu perro no reciba la comida desde el suelo.

Repite las veces necesarias hasta que tu perro ignore la comida cada vez que dices "Deja" y la pones en el suelo. Cuando alcances un 80% de éxito, pasa al siguiente criterio de adiestramiento.

Tu perro ignora comida en el piso, cuando estás de pie (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero estando de pie. Entonces, deberás cubrir con tu pie la comida que está en el suelo.

En este criterio debes cuidar dos cosas: cubrir la comida con tu pie descalzo y depositar la comida en el suelo en lugar de lanzarla.

Debes cubrir la comida con tu pie descalzo para que al pisarla no la destroces y el piso no quede manchado. Además, al no usar calzados, evitarás golpear con fuerza la nariz de tu perro si es que mueves el pie con mucha rapidez.

Es importante que no lances la comida al suelo, sino que la deposites sobre él, ya que este lenguaje corporal es más parecido al del criterio anterior.

Pasa al siguiente criterio de adiestramiento canino cuando alcances un 80% de éxito.

Tu perro ignora comida que lanzas frente a él (Criterio 3)

Ahora debes conseguir que tu perro ignore comida que dejas caer frente a él. La diferencia con el criterio anterior es que dejas caer la comida.

Procede de la misma forma que en el criterio de adiestramiento anterior, pero empieza a soltar la comida cada vez más lejos del perro. Haz esto aumentando gradualmente en cada repetición la altura desde la que sueltas la comida, hasta que puedas soltarla estando erguido.

Pasa al siguiente criterio cuando alcances un 80% de éxito.

Tu perro ignora comida que lanzas detrás de él (Criterio 4)

Éste es el criterio más difícil de este ejercicio. Cuando dices "Deja", tu perro debe ignorar un pedazo de comida que lanzas detrás de él. Como tú estás frente a él, no puedes cubrir la comida con tu pie.

Page 132: Adiestramiento Canino

El procedimiento es similar al del anterior criterio de adiestramiento canino, pero necesitarás un ayudante que se ubique detrás de tu perro y se encargue de cubrir la comida con su pie.

Entonces, dices "Deja" y lanzas un pedazo de comida detrás de tu perro. Si tu perro se te queda mirando, haces click y le das otro pedazo de comida, mientras tu ayudante recoge el pedazo de comida que lanzaste.

Si tu perro sigue la comida que lanzas, tu ayudante debe cubrirla con su pie, sin mirar al perro a los ojos para evitar que se quede mirándolo en espera de una golosina. El momento en que tu perro te mira a los ojos, haces click y le das un pedacito de comida que tienes en la riñonera. Entonces, tu ayudante recoge el otro pedazo de comida.

Practica este criterio hasta que alcances un 80% de éxito cada vez que dices "Deja".

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a ignorar la comida en el suelo

Si tu perro te muerde la mano o el pie con fuerza, tapa la comida con un recipiente. Una taza de plástico puede ser útil para esto. No uses recipientes que puedan romperse o dañar a tu perro.

Nunca digas la orden más de una vez. Cuando has dicho "Deja", debes esperar a que tu perro ignore la comida. Si repites la orden, estarás enseñándole a tu perro que ésta no tiene ningún sentido y que lo importante es sólo tu lenguaje corporal.

Si no puedes cubrir la comida con tu pie porque tu perro es muy rápido, o si no cuentas con un ayudante, revisa las alternativas para enseñarle a tu perro a ignorar comida en el suelo.

Alternativas para enseñarle a tu perro a ignorar comida en el suelo

Si no tienes suerte con el procedimiento regular para enseñarle a tu perro a ignorar comida en el suelo, puedes intentar con estas dos alternativas.

Ten en cuenta que las dos alternativas no reemplazan el primer criterio del procedimiento regular, por lo que deberás llevarlas a cabo cuando ya has completado ese criterio de adiestramiento canino.

También ten en cuenta que algunos perros responden mejor con estas alternativas, pero es recomendable que practiques el procedimiento regular después de haber obtenido resultados con estas alternativas.

Elige una sola de las alternativas (la que se adecúe mejor a ti y a tu perro).

Restringir el movimiento del perro con correa

Sujeta a tu perro con la correa, di "Deja" y suelta un pedacito de comida en el suelo. Tu perro intentará tomar la comida, pero no podrá hacerlo porque mantendrás corta la correa.

Entonces, en algún momento, tu perro te mirará como diciendo "¿Qué pasa? Quiero ese pedazo de comida". Cuando tu perro te mire a los ojos, haz click y déjale alcanzar la comida (afloja la correa).

Repite el procedimiento cuantas veces sean necesarias para que tu perro te mire, ignorando la comida que cae, el 80% de las veces que dices "Deja". Luego, practica el procedimiento regular, sin sujetar a tu perro con la correa.

Esta alternativa es más fácil si tu perro usa un collar y no un arnés o pechera. Con un arnés, tu perro podrá jalar mucho más y puede ganarte. Ten cuidado sin embargo, de no usar un collar de adiestramiento, ya que la correa estará tensa mucho tiempo y tu perro se puede lastimar si tiene puesto un collar de ahorque o de púas. Con un collar regular (de hebilla) será suficiente.

Cuando lances la comida detrás de tu perro, puedes mantenerlo sujeto con la correa para que no alcance la comida. En este caso puede ser mejor que tu perro tenga puesto un arnés, para evitar que la tensión repentina de la correa lastime su cuello. Este procedimiento es muy efectivo si no cuentas con un ayudante.

Bloquea el acceso a la comida con tu cuerpo

Page 133: Adiestramiento Canino

En lugar de usar la correa para restringir el movimiento del perro, bloquea con tu cuerpo el acceso a la comida.

Simplemente di "Deja" y haz caer la comida y, cuando tu perro se adelante, ubícate entre él y la comida. Cuando tu perro te mire, haz click y déjale tomar la comida del suelo.

Ten cuidado de no golpear a tu perro y de no bloquear el acceso a la comida permanentemente. Tu perro debe aprender que no debe tomar la comida sin tu permiso, aún cuando no estés bloqueando el paso.

El ayudante bloquea de la misma manera cuando lanzas la comida detrás de tu perro.

Esta alternativa es menos efectiva, ya que necesitas tener mucha velocidad y coordinación para bloquear efectivamente y sin lastimar a tu perro. No sirve si no tienes un ayudante.

Caminar sin jalar la correa: tu perro supera distracciones ligeras

En la tercera semana de la obediencia canina le enseñaste a tu perro a superar un punto focal (distracción) sin jalar la correa.

En esta semana debes enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa a través de distracciones ligeras.

Es muy importante que vayas aumentando distracciones para este ejercicio, ya que la mayoría de los perros aprenden muchas cosas pero no son capaces de realizarlas cuando hay distracciones presentes. Ten presente que para añadir distracciones en el adiestramiento canino, debes hacerlo de forma gradual, "configurando" el ambiente para que tu perro pueda tener éxito.

Para entrenar esta conducta, usarás comida y juguetes como distracciones para tu perro. Debes entrenar todos los criterios de adiestramiento canino en un lugar tranquilo, en el que las únicas distracciones existentes son las que tú introduces conscientemente.

El criterio final de adiestramiento para esta semana es que tu perro camina cinco minutos a través de un campo de distracciones, sin jalar la correa.

Tu perro camina por un minuto sin jalar la correa a través de un campo de distracciones (Criterio 1)

Deposita dos pedazos de comida en el suelo y empieza a caminar con tu perro sujeto a la correa. Camina por todo el lugar, dando vueltas, deteniendo la marcha y reanudándola, aumentando la velocidad, reduciendo la velocidad, etc. Haz todos los cambios de marcha que se te ocurran y asegúrate de pasar cerca de las distracciones (los pedazos de comida) que depositaste en el suelo.

Durante los primeros momentos de la caminata, mantén una tasa de reforzamiento elevada, y redúcela gradualmente. Puedes usar el método de los 300 picotazos para reducir la tasa de reforzamiento de forma gradual. Es decir, primero usas una tasa de reforzamiento tan alta que haces click y le das a tu perro un pedacito de comida en cada paso (siempre que no jale la correa). Luego vas aumentando el número de pasos que das sin hacer click ni dar comida a tu perro.

Sin embargo, cuando pases cerca de las distracciones, aumenta la tasa de reforzamiento para que tu perro esté pendiente de ti y no de las distracciones.

A medida que progreses con este ejercicio, reduce la tasa de reforzamiento hasta que puedas caminar por un minuto sin hacer click ni darle comida a tu perro, y aún así él ignore las distracciones. Al terminar haz click y dale un pedacito de comida a tu perro (o permítele tomar la comida que dejaste en el suelo).

No hay problema en que tu perro mire la comida que está en el suelo, pero si intenta tomarla, cambia de dirección, tensando la correa por un instante. Asegúrate de no dar un tirón de correa, sino simplemente cambiar de dirección para evitar que tu perro tome la comida del suelo.

Cuando notes un buen progreso y tu perro no se moleste en intentar tomar la comida que está en el suelo, aumenta la cantidad y calidad de las distracciones. Deja juguetes y pedazos de comida en el suelo y practica el ejercicio nuevamente.

Practica este ejercicio todos los días.

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Tu perro camina por cinco minutos sin jalar la correa a través de un campo de distracciones (Criterio 2)

Procede de la misma forma que en el criterio anterior, pero aumenta cada día un minuto de caminata y una distracción más.

Al finalizar este criterio, tu perro debe ser capaz de caminar cinco minutos a través de un campo de distracciones ligeras (comida y juguetes), sin jalar la correa y sin recibir un reforzador (comida o juego) sino hasta finalizar los cinco minutos.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a caminar sin jalar la correa superando distracciones ligeras

Si tu perro jala mucho la correa, debes practicar un poco más el ejercicio de la tercera semana de la obediencia canina. También puedes caminar lentamente, haciendo giros frecuentes a la derecha (si tu perro va a la izquierda) o a la izquierda (si tu perro va a la derecha). De esta forma tu perro tendrá que prestar atención a dónde estás yendo y no deberá ignorar las distracciones.

Si tu perro camina sin jalar la correa pero no supera un minuto de caminata tranquila, ten paciencia y aumenta el tiempo de manera gradual. Quizás estás aumentando el tiempo muy de golpe.

Enséñale a tu perro a saludar adecuadamente a las personas

La mayoría de las personas se divierten cuando los cachorritos les saltan encima, y estimulan esta conducta acariciando a los perritos y jugando con ellos.

Cuando esos cachorritos adorables se convierten en perros adultos, aquello provoca un problema de comportamiento que puede ser muy serio, especialmente en perros de razas grandes: perros que saltan sobre la gente.

Los perros que saltan sobre las personas pueden causar daños leves, como ensuciar la ropa, o muy serios, como fracturas a niños y ancianos. Además, no todas las personas se sienten cómodas con un perro que les salta encima, sin importar cuán amistoso sea el perro.

Por tanto, todos los perros deben aprender a saludar adecuadamente a las personas. Este ejercicio no es común en las técnicas tradicionales de adiestramiento canino porque, con esas técnicas de adiestramiento, los perros aprenden a limitar sus comportamientos espontáneos. Sin embargo, es muy importante tomar en cuenta este ejercicio en el adiestramiento con clicker, para evitar problemas futuros.

Si tu perro es todavía un cachorro pequeño, lo mejor que puedes hacer es ignorarlo cada vez que te salta encima y acariciarlo solamente cuando está tranquilo. De esta forma estarás extinguiendo la conducta de saltar y reforzando positivamente un comportamiento tranquilo.

El ejercicio que te explico a continuación está pensado para todos los perros que ya han adquirido el hábito de saltar sobre la gente para saludarla (la mayoría de los perros), sean éstos cachorros o perros adultos. Ten por seguro que este ejercicio pondrá a prueba tu paciencia, tu timing y tu tasa de reforzamiento.

El ejercicio tiene un sólo criterio de adiestramiento, que consiste en que tu perro mantenga sus cuatro patas en el suelo mientras saluda a las personas.

Tu perro mantiene sus cuatro patas sobre el piso cuando saluda a las personas (Criterio 1)

Para entrenar este criterio necesitas un ayudante que hará las veces del visitante. Este ayudante puede ser alguien que vive en tu casa o alguien que vive en otro lado, pero debe estar ausente antes de empezar el ejercicio. Queda con tu ayudante para que llegue a tu casa a una hora determinada (a partir de ahora lo llamaré visitante en lugar de ayudante).

El visitante llega a tu casa y toca el timbre. Abres la puerta y, antes que tu perro salte sobre el visitante (mientras todavía tiene sus cuatro patas sobre el suelo), haces click y el visitante le da un pedacito de comida. Es buena idea que el visitante tenga varios pedacitos de comida en una riñonera o en los bolsillos.

Page 135: Adiestramiento Canino

Inmediatamente después, y mientras tu perro todavía está con sus cuatro patas sobre el suelo, haces click nuevamente y el visitante le da otro pedacito de comida. Repites esto mientras el visitante entra a tu casa caminando lentamente para poder seguir dando los pedacitos de comida.

Ten en cuenta que el criterio exige que tu perro tenga las cuatro patas sobre el suelo, pero no exige que esté de pie. Tu perro puede estar parado, sentado o echado cuando saluda al visitante.

Si tu perro salta sobre el visitante, éste se da la vuelta, ofreciendo su espalda al perro e ignorándolo. Si el perro es muy molesto, el visitante puede salir de la casa cuando el perro le salta encima. Lo importante es que el visitante ignore al perro cada vez que éste salta, y que refuerce la conducta apropiada cada vez que el perro está con las cuatro patas sobre el suelo.

El visitante puede acariciar al perro mientras éste tiene las cuatro patas sobre el suelo.

Los juguetes en el adiestramiento de perrosAlgunos perros sienten mucha ansiedad cuando llega alguien a la casa, y no pueden controlarse con facilidad. Después de dar el primer pedacito de comida, el visitante puede darle al perro un juguete para que, al morder, el perro libere la tensión y se calme.

Después que el visitante ha entrado a tu casa, sale y se va a dar una vuelta por un par de minutos (puede dar la vuelta a la manzana). Tú actúas normalmente durante este tiempo, ignorando a tu perro (mira televisión, cocina, haz lo que sea que hagas normalmente). Después de dos o tres minutos, el visitante vuelve a tocar el timbre y repiten todo el procedimiento.

A medida que practiques este ejercicio, notarás que tu perro se va calmando cada vez que llega el visitante. Cuando notes esto, empieza a aumentar el tiempo que pasa antes que haces el primer click. Para esto, usa el método de los 300 picotazos.

Es decir que, poco a poco vas aumentando el tiempo que tu perro permanece tranquilo sin hacer click ni darle un pedacito de comida, hasta que el visitante pueda entrar a tu casa y dar algunos pasos (ignorando al perro), sin que tu perro le salte encima.

También debes practicar este mismo procedimiento cada vez que llegas a tu casa, actuando como si fueses el visitante del ejercicio.

Cambia de visitante la mayor cantidad de veces para generalizar la conducta. Un día puede ayudarte un amigo, otro día te puede ayudar tu prima, etc. Si es posible, varía los visitantes incluso en un mismo día. Si no cambias de visitantes, tu perro aprenderá que no debe saltar sobre una persona en particular (o sobre un tipo de personas), pero que está bien saltar sobre las demás.

Posibles problemas al enseñarle a tu perro a saludar adecuadamente a las personas

Si tu perro salta en todo momento y no encuentras el timing apropiado para hacer click, ponle a tu perro la correa justo antes de abrir la puerta. Entonces, el visitante entra a tu casa mientras tú sujetas a tu perro para que no le salte encima y esperas a que se calme un poco. Cuando tu perro está calmado y con las cuatro patas sobre el suelo, haces click y el visitante le da un pedacito de comida.

De igual manera, ten a tu perro sujeto con la correa si sale disparado cada vez que abres la puerta. Considera la seguridad de tu perro, y la de las personas, por encima de todo.

Jamás permitas que tu perro salte sobre ningún visitante que llega a tu casa, o estarás reforzando esta conducta sin darte cuenta. Si es necesario, encierra a tu perro en un cuarto mientras recibes algún encargo, la pizza o la correspondencia.

Enséñale a tu perro a detenerse a la orden

Además de los ejercicios clásicos de la obediencia canina, tu perro debe aprender algunos ejercicios que son útiles en la vida cotidiana. Uno de estos ejercicios consiste en que tu perro se detenga a la orden, sin importar en qué circunstancias des la orden.

En esta semana aprenderás cómo entrenar a tu perro para detenerse a la orden "Alto", en dos circunstancias determinadas. Más adelante aprenderás a generalizar esa orden para que sea confiable en diferentes circunstancias.

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Existen dos criterios finales de adiestramiento canino para esta semana. El primero es que tu perro se detiene a la orden cuando abres la puerta de calle. El segundo es que tu perro se detiene a la orden cuando llega al bordillo de la acera.

Los criterios parciales de adiestramiento para esta semana están detallados abajo.

Tu perro se detiene por tres segundos en la puerta (Criterio 1)

Dirígete con tu perro hacia la puerta. No necesitas llevar pedacitos de comida ni el clicker, porque no los usarás para este ejercicio.

Cuando llegas a la puerta, que está cerrada, bloquea el paso de tu perro poniéndote frente a él y caminando unos cuantos pasos cortos en su dirección. De esta forma, tu perro retrocederá un poco. Es necesario que tu perro quede al menos a un metro de la puerta.

Entonces, ubícate de tal forma que puedas abrir la puerta y ver a tu perro al mismo tiempo. No tienes que estar de frente a la puerta ni a tu perro, sino de lado hacia ambos.

Abre la puerta lentamente. Cuando tu perro se abalance para salir, bloquea su camino con tu cuerpo. Simplemente gira hacia él y ponte entre él y la puerta.

Cuando tu perro retroceda, vuelve a ponerte de lado, dejando libre el paso. Si tu perro vuelve a intentar salir, vuelve a bloquearle el paso. Repite hasta que tu perro se quede esperando por un instante mientras el paso está libre. En ese momento, dile "Vamos" y déjalo salir.

Ten en cuenta que debes decir "Vamos" cuando tu perro se quedó esperando un instante. No cometas el error de esperar mucho tiempo. Poco a poco irás aumentando gradualmente el tiempo que tu perro espera el permiso para salir, pero las primeras veces sólo debe ser un instante.

Para tomar en cuentaSi tu perro va a salir a un lugar cercado (como el jardín), no necesita estar sujeto a la correa. Sin embargo, si estás practicando en la puerta de calle, tu perro debe estar sujeto a la correa. Evita dar tirones de correa para que tu perro no salga. Debes bloquearlo con el cuerpo y no retenerlo con la correa. Puedes hacer que un ayudante sujete la correa, de tal forma que se te facilite el ejercicio. La correa te será de utilidad solamente cuando salen.Por otra parte, puedes cerrar la puerta cada vez que tu perro intenta salir (cuidando de no golpear a tu perro), si es que no tienes la suficiente rapidez como para bloquear su paso.

Repite el ejercicio cuantas veces sean necesarias hasta que notes que tu perro ha comprendido que debe esperar un instante hasta que tú le des el permiso para salir. Cuando notes que ocurre esto, empieza a aumentar gradualmente el tiempo que tu perro debe esperar antes de salir. Para aumentar este tiempo, usa el método de los 300 picotazos, tomando en cuenta que el reforzador condicionado no es el clicker sino la orden "Vamos" y que el reforzador incondicionado no es un pedazo de comida sino la salida.

Tu perro se detiene por tres segundos en la puerta cuando le das la orden (Criterio 2)

Una vez que hayas conseguido que tu perro espere tres segundos antes que le permitas salir con la orden "Vamos", puedes empezar a usar la orden "Alto" que le indica que debe esperar.

Simplemente realiza el mismo procedimiento del criterio de adiestramiento anterior, pero di "Alto" antes de abrir la puerta.

Practica hasta que tu perro responda confiablemente a la orden "Alto", al menos un 80% de las veces. Recuerda aumentar el tiempo gradualmente con el método de los 300 picotazos. Si puedes aumentar aún más el tiempo que tu perro espera, hazlo.

Tu perro se detiene por tres segundos en el bordillo de la acera (Criterio 3)

Camina hasta el borde de la acera con tu perro sujeto la correa. Un poco antes de llegar al borde, detente y espera. Si tu perro se detiene contigo, dile "Vamos" y cruza la calle.

Si tu perro continúa caminando, simplemente quédate quieto. Espera a que la correa esté floja por un instante (mejor si tu perro te mira) y en ese momento di "Vamos" y cruza la calle.

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Puedes practicar este criterio en cada paseo que hagas con tu perro, pero es mejor si le dedicas un tiempo particular para dedicarte únicamente a detenerte antes del borde de la acera y cruzar la calle repetidas veces.

Debes asegurarte que tu perro no baje ni una pata de la acera cuando te detienes. Además, debes entrenar este criterio de adiestramiento en calles tranquilas y con poco tráfico para que puedas cruzar la calle cuando tu perro se detiene, y no solamente cuando te lo permite el tráfico vehicular.

Si no encuentras una calle tranquila para entrenar este criterio, practica en un lugar que tenga un desnivel muy evidente o coloca una barra o algún otro elemento alargado para marcar el lugar en que tu perro debe detenerse.

Cuando tu perro demuestre avances en el adiestramiento, aumenta gradualmente el tiempo que esperas antes de decir "Vamos" y reanudar la marcha. Puedes usar el método de los 300 picotazos para esto.

Tu perro se detiene por tres segundos en el bordillo de la acera cuando le das la orden (Criterio 4)

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero di "Alto" antes de llegar al bordillo de la acera.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina

En la segunda semana de la obediencia canina aprendiste a generalizar los ejercicios de obediencia canina, pero sólo hiciste una generalización inicial. Durante esa semana no usabas las órdenes.

En la tercera semana de la obediencia canina no generalizaste los ejercicios en diferentes lugares, pero sí aprendiste cómo eliminar el clicker y la comida en una situación particular.

A partir de esta semana, debes generalizar en diferentes lugares todos los ejercicios que tu perro conoce a la perfección, usando clicker y comida.

Es muy probable que tu perro ya esté en condiciones de generalizar en diferentes lugares los siguientes ejercicios: la orden de liberación, la orden "Suelta", prestar atención, reconocer el nombre, sentarse, echarse, pararse y acudir al llamado.

Elige dos ejercicios por día, y practícalos en un lugar diferente al lugar de adiestramiento. Este lugar debe ser tranquilo y no debe presentar distracciones (excepto para el ejercicio de prestar atención), pero debe ser diferente al lugar de adiestramiento.

No necesitas hacer muchas repeticiones de cada ejercicio que has elegido para cada día, pero sí debes conseguir que tu perro responda a la orden correspondiente. Por tanto, puedes hacer un par de repeticiones guiando a tu perro con comida y luego dar la orden. Si tu perro responde correctamente, entonces no necesitas hacer más repeticiones. Si tu perro no responde correctamente a la orden, haz un par de repeticiones más, guiando con comida, y vuelve a dar la orden.

De los ejercicios mencionados, el único que no tiene una orden verbal es el ejercicio de prestar atención. Sin embargo, debes practicarlo con frecuencia cada vez que saques a pasear a tu perro, ya que es un ejercicio muy importante.

Si no consigues que tu perro haga los ejercicios que deseas en diferentes lugares, quizás estás eligiendo lugares con distracciones muy intensas. Tu perro todavía no está listo para eso, así que busca otros lugares para practicar los ejercicios de obediencia canina.

Ten en cuenta que en esta semana ya puedes practicar algunos de estos ejercicios en la calle, siempre y cuando sea una calle tranquila en la que tu perro se encuentre tranquilo. Por supuesto, practica con tu perro sujeto a la correa, ya que todavía no está listo para estar suelto en la calle.

¿Cual es la diferencia con la generalización inicial?

La diferencia entre la generalización inicial que hiciste en la segunda semana, y la que haces en esta semana, es que ahora sí usas las órdenes. Solamente haces unas pocas repeticiones sin orden, pero luego debes usar la orden correspondiente para cada ejercicio.

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Cronograma de ejemplo - cuarta semana de la obediencia canina

El cronograma que te presento a continuación puede ayudarte a planificar las sesiones de adiestramiento para la cuarta semana de la obediencia canina. Sin embargo, recuerda que este cronograma, al igual que los demás del manual de adiestramiento canino, es sólo un ejemplo y no una receta.

El tiempo que te tome entrenar estos ejercicios puede ser diferente. No existen dos perros que tarden exactamente lo mismo.

Lo importante no es cuánto tiempo tardas en cubrir todos los ejercicios de esta cuarta semana, sino que alcances todos los criterios de adiestramiento canino indicados.

Por tanto, no te preocupes si te toma más de una semana. La velocidad con que ocurre el adiestramiento puede variar dependiendo de muchos factores, como la raza del perro, las características individuales de cada perro, las habilidades del entrenador (que estás desarrollando), el tiempo diario que se disponga para el entrenamiento, etc.

Recuerda que el factor de éxito en el adiestramiento de perros no es el tiempo que toma, sino la calidad de los resultados. Así que si necesitas más de una semana para completar los criterios de adiestramiento propuestos, tómate más de una semana y no te hagas problema por ello.

Este cronograma de ejemplo considera que entrenas diferentes ejercicios en cada día. Algunas personas prefieren entrenar un solo ejercicio por día, y trabajar sobre la mayor cantidad de criterios para ese ejercicio. Programa tus sesiones de adiestramiento de la forma que mejor te resulte. Solamente recuerda que las sesiones deben ser cortas y, de preferencia, estar distribuidas a lo largo del día.

Día 1

Reconocer el nombre: tu perro te mira cuando dices su nombre a cinco pasos de distancia. En dos sesiones consigues que tu perro te mire por un instante cuando dices su nombre a distancia, con lo que alcanzas el primer criterio de adiestramiento.

Sentado: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. En dos sesiones consigues el primer criterio de adiestramiento, con lo que logras que tu perro se siente cuando das la orden a cinco pasos de distancia.

Échate: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. En dos sesiones consigues el primer criterio de adiestramiento, con lo que logras que tu perro se eche cuando das la orden a cinco pasos de distancia.

En pie: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. En dos sesiones consigues el primer criterio de adiestramiento, con lo que logras que tu perro se pare cuando das la orden a cinco pasos de distancia.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Practicas los ejercicios "Sentado" y "Échate".

Día 2

Reconocer el nombre: tu perro te mira cuando dices su nombre a cinco pasos de distancia. Te basta con una sesión de adiestramiento canino para conseguir el segundo criterio, y tu perro es capaz de mantener la mirada por cinco segundos cuando dices su nombre a distancia.

Sentado: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. Haces una sesión más del primer criterio de adiestramiento y empiezas a entrenar el segundo criterio en la siguiente sesión.

Échate: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. Haces una sesión más del primer criterio de adiestramiento y empiezas a entrenar el segundo criterio en la siguiente sesión.

En pie: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. Haces una sesión más del primer criterio de adiestramiento y empiezas a entrenar el segundo criterio en la siguiente sesión.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas los ejercicios "Aquí" y prestar atención.

Día 3

Sentado: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. En una sesión consigues el segundo criterio, y tu perro ya es capaz de quedarse sentado por cinco segundos, después que diste la orden a distancia.

Page 139: Adiestramiento Canino

Échate: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. En una sesión consigues el segundo criterio, y tu perro ya es capaz de quedarse echado por cinco segundos, después que diste la orden a distancia.

En pie: tu perro obedece a cinco pasos de distancia. En una sesión consigues el segundo criterio, y tu perro ya es capaz de quedarse parado por cinco segundos, después que diste la orden a distancia.

Caminar sin jalar la correa: tu perro supera distracciones ligeras. Consigues caminar por 30 segundos, por lo que debes permanecer en el primer criterio de adiestramiento.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas la orden de liberación, la orden "Suelta" y la orden "Aquí".

Día 4

Acudir al llamado: tu perro acude cuando lo llamas desde cinco pasos de distancia . Consigues el primer criterio en una sola sesión de adiestramiento canino. Tu perro acude cada vez que lo llamas a cinco pasos de distancia.

Deja: tu perro ignora comida en el suelo. Te toma tres sesiones alcanzar el primer criterio de adiestramiento. Tu perro es capaz de ignorar comida en el suelo cuando estás sentado cerca de la comida.

Caminar sin jalar la correa: tu perro supera distracciones ligeras. Continúas entrenando el primer criterio de adiestramiento y lo alcanzas en una sola sesión de un minuto.

Enséñale a tu perro a saludar adecuadamente a las personas. Entrenas el primer criterio de adiestramiento y consigues resultados parciales.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas los ejercicios de reconocer el nombre y prestar atención.

Día 5

Acudir al llamado: tu perro acude cuando lo llamas desde cinco pasos de distancia . En dos sesiones de adiestramiento canino consigues que tu perro permanezca cerca de ti por cinco segundos, una vez que acude al llamado a cinco pasos de distancia. Alcanzas el segundo criterio de adiestramiento canino.

Deja: tu perro ignora comida en el suelo. Te toma dos sesiones de adiestramiento completar el segundo criterio, con lo que tu perro puede ignorar comida en el suelo aún cuando estás de pie.

Caminar sin jalar la correa: tu perro supera distracciones ligeras. Empiezas a entrenar el segundo criterio y aumentas la duración de la caminata y las distracciones.

Enséñale a tu perro a saludar adecuadamente a las personas. Continúas con el único criterio de adiestramiento para este ejercicio, y notas mejorías.

Enséñale a tu perro a detenerse a la orden. En dos sesiones consigues el primer criterio de adiestramiento, y tu perro espera tres segundos antes que le permitas salir. En una sesión más, entrenas el segundo criterio.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas los ejercicios "Sentado" y "Aquí".

Día 6

Acudir al llamado: tu perro acude cuando lo llamas desde cinco pasos de distancia . Te toma dos sesiones completar el tercer criterio de adiestramiento, que consiste en que tu perro te permita sujetar su collar por cinco segundos después de acudir al llamado.

Deja: tu perro ignora comida en el suelo. En tres sesiones completas el tercer criterio de adiestramiento y tu perro es capaz de ignorar comida que lanzas frente a él.

Caminar sin jalar la correa: tu perro supera distracciones ligeras. Continúas entrenando el segundo criterio y alcanzas tres minutos y medio de caminata sin que tu perro jale la correa.

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Enséñale a tu perro a saludar adecuadamente a las personas. El adiestramiento va dando frutos y ya puedes aumentar el tiempo que tu perro permanece tranquilo sin saltar sobre el visitante.

Enséñale a tu perro a detenerse a la orden. Haces una sesión de práctica del segundo criterio y, en una sesión más, entrenas el tercer criterio.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas los ejercicios "En pie" y prestar atención.

Día 7

Deja: tu perro ignora comida en el suelo. Te toma cuatro sesiones, pero completas el cuarto criterio en este día. Tu perro es capaz de ignorar comida que lanzas detrás de él.

Caminar sin jalar la correa: tu perro supera distracciones ligeras. En una sesión completas el segundo criterio de adiestramiento para este ejercicio.

Enséñale a tu perro a saludar adecuadamente a las personas. Tu perro ya es capaz de esperar unos segundos y permitir que el visitante entre a la casa. Continúas aumentando el tiempo que tu perro permanece tranquilo.

Enséñale a tu perro a detenerse a la orden. Practicas el tercer criterio por una sesión y luego entrenas el cuarto, en dos sesiones adicionales.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generalizas los ejercicios "Aquí" y reconocer el nombre.

Quinta semana de la obediencia canina

La quinta semana de la obediencia canina se enfoca en entrenar a tu perro para discriminar entre las diferentes órdenes de obediencia canina que ya conoce.

La discriminación de órdenes es muy importante para que tu perro no se confunda cuando le pides que haga algo. Conseguir una buena discriminación es el paso fundamental para conseguir el control por el estímulo.

Por otra parte, el entrenamiento para discriminar órdenes te servirá para practicar diferentes ejercicios en una sesión de adiestramiento canino. Hasta ahora solamente has entrenado un ejercicio por sesión, pero en esta semana empezarás a combinar algunos ejercicios de obediencia canina en una sola sesión.

Las órdenes que tu perro aprenderá a discriminar son: "Sentado", "Échate", "En pie" y "Aquí".

En esta semana también continuarás aumentando distracciones y duración para la orden "Deja" y para el ejercicio de caminar sin jalar la correa.

Además, aumentarás el tiempo que tu perro permanece quieto cuando le ordenas "Alto", y el tiempo que mantiene su autocontrol cuando llega un visitante a tu casa.

Continuarás generalizando los ejercicios de obediencia canina que tu perro conoce, pero empezarás a usar el principio de Premack. De esta forma, empezarás a comprender cómo se transfiere el adiestramiento a la vida cotidiana. Ten en cuenta, sin embargo, que esta semana no se enfoca en transferir el adiestramiento a la vida cotidiana, sino que solamente te da una primera aproximación al tema.

Finalmente, aprenderás a entrenar dos nuevos ejercicios de obediencia canina: "Descanso" y "A tu cama".

Descanso. Es un ejercicio opcional que solamente necesitas entrenar si es que tu perro se echa derecho. En este caso, le enseñarás a tu perro una orden para que se eche ladeado y pueda estar más cómodo.

Esta forma de echarse no es adecuada para la obediencia competitiva, pero es muy útil si tienes que dejar a tu perro echado por mucho tiempo.

A tu cama. Es un ejercicio muy útil para indicarle a tu perro que vaya a un sitio determinado y se quede ahí sin molestar.

Tu perro puede permanecer en cualquier posición o incluso cambiar de posiciones, siempre y cuando se quede en el lugar indicado hasta que le des la orden de liberación, hagas click o le ordenes otra cosa.

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Obediencia canina para cachorros

Si tu cachorro tiene entre dos y cuatro meses de edad, ten cuidado de no hacer movimientos muy violentos cuando uses el juego de tira y afloja para enseñarle a discriminar órdenes. Ten cuidado con el juego brusco aunque tu perro tenga más de cuatro meses, pero ten especial cuidado si tu perro es menor.

No exijas precisión de competencia si tu perro tiene menos de cuatro meses o si su constitución física le dificulta hacer los ejercicios con precisión de competencia. Muchos cachorros, especialmente de razas de trabajo, pueden realizar los ejercicios con gran precisión. Si ese es el caso de tu cachorro, lo notarás cuando se siente, eche o levante naturalmente (fuera de las sesiones de adiestramiento).

Para cachorros de entre dos y cuatro meses de edad, considera una duración de ocho segundos para "Alto" y "Saludar adecuadamente a las personas". Puedes alcanzar más duración, pero quizás necesites más de una semana para esto.

En cambio, si tu cachorro tiene más de cuatro meses, mantén los 15 segundos de duración que exigen los ejercicios en esta semana. Ten en cuenta, sin embargo, que quizás te tome más de una semana alcanzar estos criterios con cachorros que rondan los cuatro meses.

Tu perro discrimina entre las órdenes de obediencia canina

Al leer acerca de los principios del aprendizaje aplicados al adiestramiento canino, aprendiste que tu perro debe discriminar entre las órdenes de obediencia canina para alcanzar lo que se conoce como control por el estímulo. Es decir que tu perro debe diferenciar todas las órdenes que aprendió y no las debe confundir.

La discriminación de órdenes es una de las fases más confusas del adiestramiento de perros, tanto para los perros como para los adiestradores. Muchos perros confunden las órdenes porque sus conductas no están bajo el control de estímulos, y los adiestradores poco preparados piensan que se trata de perros desobedientes, dominantes o testarudos.

A estas alturas, tu perro ya debe conocer varias órdenes de obediencia canina, pero es muy probable que se confunda si alternas las órdenes que le das. Esto no es porque tu perro sea testarudo, dominante o desobediente, sino porque todavía no discrimina entre las diferentes órdenes que conoce.

En esta semana, aprenderás a entrenar la discriminación de órdenes, para que tu perro responda correctamente a diferentes órdenes en una misma sesión de adiestramiento canino. Al mismo tiempo, continuarás entrenando la duración de las conductas y la distancia de respuesta de tu perro, pero el principal criterio de esta semana es la discriminación de órdenes.

En esta página tienes dos alternativas para entrenar a tu perro en la discriminación de órdenes. La primera de estas alternativas se basa en el uso de comida para reforzar las conductas (los dos primeros criterios) y es obligatoria para todos los perros. La segunda alternativa usa los juegos de tira y afloja para reforzar las conductas de tu perro, y es muy útil para perros que se motivan con este tipo de juegos.

Como todos los criterios de este ejercicio tienen que ver con la discriminación de órdenes, no aumentes distracciones durante el adiestramiento. Lleva a cabo todos estos criterios de adiestramiento canino en un lugar tranquilo, cerrado y sin distracciones.

Tu perro discrimina entre órdenes de obediencia canina (Criterio 1)

En el lugar de adiestramiento canino, con tu perro suelto, di una de las órdenes de obediencia canina que tu perro ya conoce ("Sentado", "Échate" o "en pie"). Puedes usar la señal correspondiente.

Si tu perro responde correctamente a la orden que diste, haz click y dale un pedacito de comida. Repite el procedimiento inmediatamente, pero con una orden diferente.

Si tu perro no responde o realiza una conducta diferente a la que debía haber hecho, dile "No" o "Ah" en tono tranquilo y camina unos pasos. Luego repite el procedimiento.

Repite varias veces el procedimiento, alternando las órdenes que das. Una vez di "Sentado", otra vez "Échate", otra vez "En pie", etc., pero no sigas una secuencia al dar las órdenes. Altérnalas en forma aleatoria para que tu perro no sepa qué orden viene después.

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Gradualmente elimina la señal que haces con la mano, hasta que sea suficiente con que des las órdenes verbales. En este punto, empieza a moverte mientras das las órdenes. Mueve tus brazos, trota sobre tu sitio, trota alejándote de tu perro, etc.

Es importante que, cuando tu perro está respondiendo bien, varíes tu posición y hagas diferentes movimientos para evitar que tu lenguaje corporal forme parte de las órdenes. Haz esto gradualmente, aumentando al principio movimientos leves y haciéndolos más pronunciados a medida que progresa la sesión.

Cuando trotes o camines alejándote de tu perro, no lo hagas retrocediendo. Trota normalmente. Cuando hagas esto, asegúrate que tu perro responde a la orden correcta en el momento en que la das. No refuerces su conducta si tu perro se acerca a ti antes de obedecer a la orden correspondiente.

Muévete antes, durante y después de dar la orden.

Cuando empieces a caminar o trotar alejándote de tu perro, aprovecha para incluir la orden "Aquí" en el ejercicio. En este caso, detente inmediatamente después de decir la orden, y espera a que tu perro te alcance para hacer click y darle el pedacito de comida.

Al principio es posible que tu perro no comprenda el ejercicio, así que ten mucha paciencia y refuerza las conductas correctas aunque no sean muy rápidas ni precisas. A medida que progrese el adiestramiento de tu perro, notarás que aumenta la fluidez (rapidez y precisión) de las respuestas a tus órdenes.

Una secuencia típica de este ejercicio será similar a la siguiente:

"Sentado" + señal, el perro se sienta, click, comida "Échate" + señal, el perro se echa, click, comida "Sentado" + señal, el perro se sienta, click, comida "En pie" + señal, el perro queda parado, click, comida "Échate" + señal, el perro se sienta, "No" (tono tranquilo), te mueves "Échate" + señal, el perro se echa, click, comida "Sentado", el perro se sienta, click, comida "Sentado", el perro se sienta, click, comida "En pie", el perro se queda parado, click, comida "Échate", el perro se echa, click, comida Movimiento de tus brazos + "Sentado", el perro se sienta, click, comida Movimiento de tus brazos + "En pie", el perro se sienta, "No" (tono tranquilo), te mueves Movimiento de tus brazos + "En pie", el perro se queda parado, click, comida Movimiento de tus brazos + "Échate", el perro se echa, click, comida Movimiento de tus brazos + trotar sobre el sitio + "Sentado", el perro se sienta, click, comida Movimiento de tus brazos + trotar sobre el sitio + "Échate", el perro se echa, click, comida Trotar alejándote + "Échate", el perro se echa, click, comida Trotar alejándote + "En pie", el perro se echa, "No" (tono tranquilo), caminas unos pasos Trotar alejándote + "En pie", el perro se queda parado, click, comida Trotar alejándote + "Aquí", te detienes, el perro acude, click, comida Trotar alejándote y moviendo los brazos + "En pie", el perro se queda parado, click, comida Trotar alejándote y moviendo los brazos + "Sentado", el perro se queda parado, "No" (tono tranquilo),

caminas unos pasos Trotar alejándote y moviendo los brazos + "Sentado", el perro se sienta, click, comida Trotar alejándote y moviendo los brazos + "Aquí", te detienes, el perro acude, click, comida

Practica este ejercicio los días que sean necesarios hasta que tu perro te ofrezca al menos un 80% de éxito en al menos tres sesiones diferentes, considerando el porcentaje de éxito en función al total de las conductas en cada sesión. Luego pasa al siguiente criterio de adiestramiento canino.

Tu perro discrimina entre las órdenes y mantiene la posición (Criterio 2)

Repite el mismo procedimiento que en el primer criterio, pero aumenta gradualmente la duración que tu perro mantiene la posición que le ordenaste. Empieza a hacer esto después de unas cuantas repeticiones sin aumentar la duración.

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Usa el método de los 300 picotazos para aumentar la duración, y trata de alcanzar al menos tres segundos. Sin embargo, en esta etapa no aumentes mucho el tiempo que tu perro permanece en una posición, ya que el criterio importante de esta semana es la discriminación de órdenes.

Discriminación de órdenes usando el juego como reforzador (Criterio 3)

Si tu perro encuentra suficiente motivación en la comida y no se motiva con el juego, entonces no es necesario que hagas este criterio ni el siguiente. Sin embargo, si tu perro se motiva mucho con los juegos de tira y afloja, este criterio de adiestramiento te servirá para perfeccionar la discriminación de órdenes y mejorar el autocontrol de tu perro.

Antes de proceder con este criterio de adiestramiento, revisa las reglas de los juegos de tira y afloja y las precauciones que debes tomar al enseñarle a tu perro a soltar objetos que tiene en la boca. Esas reglas y precauciones están indicadas en el tema dedicado a enseñarle a tu perro la orden "Suelta". Ten en cuenta que para llevar a cabo este criterio, la orden "Suelta" debe ser inmediata.

Procede de manera similar al primer criterio, pero usa el juego como reforzador. Es decir, da una orden de obediencia canina y, cuando tu perro obedezca, di la orden de liberación y juega al tira y afloja por unos segundos.

Luego pídele a tu perro que suelte el juguete, con la orden "Suelta". El momento en que tu perro suelte el juguete, di nuevamente la orden de liberación, pero esquiva a tu perro cuando quiera morder el juguete. Esquívalo entre una y tres veces, cuidando de no apagar su interés por el juego (muévete estimulando a tu perro a morder el juguete, pero esquívalo).

Mientras tu perro está intentando atrapar el juguete, da una orden de obediencia canina ("Sentado", "Échate", etc.). Si tu perro obedece, da la orden de liberación y permítele tomar el juguete. Juega al tira y afloja por unos segundos y repite el procedimiento con otra orden de la obediencia canina.

Si tu perro no obedece a la orden que diste, simplemente di "No" o "Ah" en tono tranquilo y deja de mover el juguete. Ignora a tu perro por unos segundos y repite el procedimiento.

Inicialmente usa el lenguaje corporal (el movimiento del juguete debe simular las señales que usas para cada orden) junto con las órdenes de obediencia, pero elimina este lenguaje corporal gradualmente en sucesivas repeticiones.

Discriminación de órdenes y duración usando el juego como reforzador (Criterio 4)

Cuando tu perro responda a la perfección, haz el mismo procedimiento que en el tercer criterio, pero usa el método de los 300 picotazos para aumentar gradualmente el tiempo que tu perro permanece en una posición. Recuerda que lo importante de esta semana es la discriminación de órdenes, así que no te preocupes por aumentar mucho tiempo. Confórmate con que tu perro se quede quieto por unos pocos segundos.

En esta semana tu perro debe aprender a ignorar comida en el suelo por 15 segundos.

Este ejercicio es parte del perfeccionamiento de la orden "Deja" y es uno de los ejercicios del adiestramiento de perros para conseguir autocontrol de los animales.

Los perros que han aprendido a ignorar comida en el suelo todavía no son capaces de ignorarla por mucho tiempo. En esta semana aprenderás a entrenar esta conducta que, aunque se entrena con el método de los 300 picotazos, tiene ciertas particularidades.

Este ejercicio tiene cuatro criterios parciales de adiestramiento, pero no es necesario que cubras todos en una sola semana. El cuarto criterio te puede tomar más tiempo y puede ser necesario que lo dejes para más adelante.

Los cuatro criterios de adiestramiento son similares a los de la semana anterior para el mismo ejercicio, sólo que debes aumentar gradualmente el tiempo que tu perro ignora la comida.

Tu perro ignora la comida por 15 segundos, cuando estás sentado cerca (Criterio 1)

Siéntate en el suelo cerca de tu perro y dile "Deja". Luego deposita la comida en el suelo, cerca de ti. Si tu perro intenta tomar la comida, tápala con la mano. En cambio, si tu perro ignora la comida, haz click y dale otro pedacito de comida.

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Repite el procedimiento unas cinco veces aproximadamente.

En la siguiente repetición, espera un segundo antes de hacer click y darle un pedazo de comida a tu perro. Para esto, cuenta mentalmente "Uno".

En la siguiente repetición haz lo mismo, pero aumenta el conteo mental hasta dos. Y en la siguiente, aumenta un número más en la cuenta.

De esta forma, aumenta el tiempo que tu perro ignora la comida en el suelo.

Como puedes notar, éste es el método de los 300 picotazos. Así que si tu perro intenta tomar la comida del suelo antes que hayas alcanzado la cuenta correspondiente a la repetición que estás haciendo, cubre la comida con tu mano. Entonces, en la siguiente repetición empieza nuevamente desde "Uno".

Pasa al siguiente criterio de adiestramiento canino cuando tu perro haya sido capaz de ignorar la comida mientras cuentas hasta 23. De esta forma, habrás alcanzado un 80% de éxito para 15 segundos o más.

Tu perro ignora la comida por 15 segundos, cuando estás de pie (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero estando de pie. Si tu perro intenta tomar la comida del suelo, cúbrela con tu pie.

Recuerda que debes cubrir la comida con tu pie descalzo para evitar ensuciar el piso y para evitar golpear accidentalmente y con fuerza a tu perro.

También recuerda que no debes lanzar la comida, sino depositarla en el suelo.

Pasa al siguiente criterio de adiestramiento canino cuando tu perro haya sido capaz de ignorar la comida mientras cuentas hasta 23. De esta forma, habrás alcanzado un 80% de éxito para 15 segundos o más.

Tu perro ignora por 15 segundos la comida que lanzas frente a él (Criterio 3)

Haz el mismo procedimiento, pero lanzando la comida frente a tu perro en lugar de depositarla en el suelo.

Empieza soltando la comida cerca del suelo y aumenta gradualmente la altura desde la que la sueltas. Cuando puedas soltarla estando completamente erguido, empieza a aumentar la duración con el método de los 300 picotazos, de la misma forma que en los criterios anteriores.

Pasa al siguiente criterio de adiestramiento canino cuando tu perro haya sido capaz de ignorar la comida mientras cuentas hasta 23. De esta forma, habrás alcanzado un 80% de éxito para 15 segundos o más.

Tu perro ignora por 15 segundos la comida que lanzas detrás de él (Criterio 4)

Repite el mismo criterio de adiestramiento canino que hiciste en la cuarta semana para la orden "Deja", pero aumenta gradualmente el tiempo que tu perro ignora la comida, igual que hiciste en los anteriores criterios de esta semana.

Si quieres revisar el cuarto criterio de la semana anterior, simplemente vuelve a leer el artículo "Deja: tu perro ignora comida en el suelo".

Practica este criterio de adiestramiento canino hasta que tu perro sea capaz de ignorar la comida mientras cuentas hasta 23. De esta forma, habrás alcanzado un 80% de éxito para 15 segundos o más.

Caminar sin jalar la correa: tu perro camina superando distracciones intermedias

Una etapa fundamental del adiestramiento de perros es la introducción de distracciones. Para que sea efectiva, las distracciones deben introducirse gradualmente, desde cosas o situaciones de poco interés para los perros, hasta cosas o situaciones que llaman poderosamente la atención de los perros.

Caminar sin jalar la correa, con distracciones intermedias, es un ejercicio fundamental para que tu perro se controle cuando lo sacas a pasear. Si tu perro no es capaz de caminar tranquilamente en presencia de distracciones intermedias, no podrá hacerlo en la calle con distracciones intensas de la vida real.

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Al introducir distracciones intermedias, o moderadas, estarás generalizando la conducta de tu perro de caminar sin jalar la correa, al mismo tiempo que desensibilizas a tu perro a diferentes situaciones. Esto no sólo sirve para que tu perro adquiera más control y confianza, sino también para coadyuvar en la socialización del perro.

Durante esta semana practicarás el ejercicio de caminar sin jalar la correa en un lugar tranquilo, en el que las únicas distracciones sean las que tú añades. Debes elegir distracciones que llamen la atención de tu perro, pero que no sean excesivamente llamativas.

Para elegir las distracciones que usarás, debes identificar algunos objetos que tu perro no conozca y que le llamen la atención cuando los ve por primera vez, pero que no lo estimulen excesivamente ni le causen temor. También debes identificar actividades que hará un ayudante, y que llamen la atención de tu perro, pero no excesivamente. Finalmente, debes identificar la mínima distancia a la que tu perro mantenga control cuando se expone a otro perro.

Trabaja de acuerdo con los siguientes criterios de adiestramiento canino para llevar a cabo este ejercicio.

Tu perro camina sin jalar la correa ignorando objetos extraños (Criterio 1)

Identifica algunos objetos que llamen la atención de tu perro, pero no en exceso. Estos objetos no deben asustar a tu perro.

Dichos objetos pueden ser juguetes estáticos, juguetes con movimiento, con sonidos, con luces, etc. También pueden ser máscaras u otros objetos poco frecuentes en la vida cotidiana, globos inflados con diferente cantidad de helio para que floten a diferentes alturas, u otros objetos extraños para tu perro. Finalmente, también puedes poner una grabadora con ruidos y sonidos de la calle (ladridos, bocinas, etc.).

Si usas globos, ten en cuenta que no debes permitir que tu perro los muerda porque un globo reventado puede asfixiar a tu perro. Si usas grabaciones de ruidos, asegúrate de regular el volumen para que sea bajo en las sesiones iniciales.

Pon uno de estos objetos en el lugar de adiestramiento y empieza a caminar con tu perro sujeto a la correa. Haz click y dale a tu perro un pedacito de comida con frecuencia, mientras mantiene floja la correa. Al principio mantén una tasa de reforzamiento elevada, pero luego redúcela gradualmente.

No importa si tu perro mira el objeto o intenta olfatearlo cuando está cerca de él. Tu perro puede prestarle atención al objeto, pero no debe tensar la correa.

Si tu perro tensa la correa, acercándose al objeto, gira 180º y aléjate de la distracción. Si tu perro tensa la correa alejándose del objeto, dando muestras de miedo, debes desensibilizarlo. Puedes soltar la correa y esperar a que tu perro se calme o, por ahora, usar otro objeto.

Cuando te acerques al objeto, aumenta la tasa de reforzamiento para que tu perro encuentre un reforzador que pueda competir con la distracción.

Camina entre cinco y 10 minutos cada día, variando el tiempo de un día a otro. Aumenta un objeto nuevo cada día, siempre y cuando tu perro haya sido capaz de caminar sin jalar la correa el día anterior.

Practica este ejercicio todos los días, hasta que puedas pasar al siguiente criterio. Pasa al siguiente criterio cuando tu perro camine al menos ocho minutos sin jalar la correa a través de un campo de distracciones que incluya: un objeto estático (máscara u otro), un objeto con movimiento (algún juguete para niños o bebés) y una grabación de ruidos de la calle (preferentemente ladridos).

Tu perro camina sin jalar la correa con distracciones creadas por un ayudante (Criterio 2)

Camina con tu perro sujeto a la correa mientras un ayudante hace cosas para distraer al perro.

Tu ayudante debe hacer cosas que llamen la atención de tu perro, pero no debe llamarlo. Tampoco debe asustarlo ni acercarse demasiado.

Tu ayudante puede: hacer rebotar una pelota, hacer sonar una pelota u otro juguete con silbato, llamar la atención del perro agitando un trapo por el suelo, saltar, correr, silbar, hacer piruetas (si es un gimnasta), vestirse extraño, usar un disfraz, etc.

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Es importante que tu ayudante varíe las cosas que hace, pero debe darle más atención a aquellas cosas que estimulan a tu perro. También es importante que mantenga buena distancia en las primeras sesiones para no estimular al perro excesivamente.

Mientras el ayudante hace todas esas cosas, tú debes mantener una tasa de reforzamiento elevada para que tu perro pueda ignorar al ayudante. Gradualmente reduce la tasa de reforzamiento.

Si tu perro jala de la correa y te arrastra hasta el ayudante, o si la correa se suelta accidentalmente y tu perro alcanza al ayudante, éste debe quedarse inmóvil, sujetando el juguete (u otro objeto que tenga) e ignorar al perro hasta que se aburra. En este caso puedes alejarte de tu perro, pero no debes llamarlo, sino simplemente esperar a que él se aburra y vuelva a ti.

La idea es que si tu perro alcanza al ayudante, entienda que todas esas distracciones son menos interesantes que recibir comida de tus manos.

Camina entre cinco y 10 minutos cada día, hasta que puedas pasar al siguiente criterio. Pasa al siguiente criterio cuando tu perro sea capaz de caminar tranquilamente al menos ocho minutos mientras el ayudante intenta distraerlo.

Tu perro camina sin jalar la correa cuando hay otros perros presentes (Criterio 3)

Puedes llevar a cabo este criterio de adiestramiento en la calle, pero elige un lugar relativamente tranquilo (poco tráfico, poca gente y pocos perros).

Empieza a caminar con tu perro sujeto a la correa y refuerza su conducta (click y comida) cada pocos pasos, mientras él mantiene floja la correa. Debe haber un punto focal en el que haya otro perro, y tú debes caminar hacia ese perro. Dicho perro debe estar sujeto para que no pueda acercarse al tuyo en cualquier momento, así que puede ser necesario que un amigo y su perro te ayuden. Este perro "ayudante" debe ser amigable con los otros perros.

Si tu perro tensa la correa, gira 180º y camina en sentido contrario hasta el punto inicial. Luego, reanuda la marcha hacia el otro perro y repite el procedimiento.

La clave para este criterio de adiestramiento es que empieces a caminar a suficiente distancia del otro perro como para que tu perro lo ignore naturalmente. Si esto significa que debes empezar a caminar a una cuadra de distancia, hazlo. También debes mantener una tasa de reforzamiento elevada, para capturar la atención de tu perro.

Practica este criterio de adiestramiento canino por varios días, hasta que puedas acercarte a unos dos o tres metros del otro perro sin que el tuyo jale la correa.

Acerca de los perros agresivosEste procedimiento es indicado para perros que no son agresivos con otros perros. Si tu perro es agresivo hacia otros perros, debes buscar ayuda de un adiestrador profesional que trabaje personalmente contigo.

Alto: tu perro se detiene por 15 segundos

En la cuarta semana de la obediencia canina le enseñaste a tu perro a detenerse a la orden por unos cuantos segundos y en situaciones particulares.

En esta semana entrenarás a tu perro para detenerse a la orden por más tiempo, y a hacerlo en una situación diferente.

Como ya sabes, es importante que los perros generalicen las conductas entrenadas. Este ejercicio de adiestramiento de perros te servirá para que tu perro generalice la orden "Alto" en diferentes lugares, al mismo tiempo que aumentas la duración de la orden.

Tu perro espera 15 segundos antes de pasar cualquier puerta (Criterio 1)

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Antes de empezar este criterio de adiestramiento canino, tu perro debe ser capaz de esperar tres segundos antes de salir cuando abres la puerta. Si todavía no has logrado esto, continúa practicando el ejercicio de la semana anterior.

Dirígete con tu perro hacia una puerta cerrada. Di "Alto" y abre la puerta. Si tu perro se queda quieto por un segundo, di "Vamos" y permítele salir. Si tu perro intenta salir antes que le des permiso, bloquea su paso con tu cuerpo como hiciste la semana pasada.

Recuerda que tu perro debe estar suelto si es que va a salir a un lugar cercado y seguro, pero debe estar con correa si es que va a salir a la calle.

Repite el procedimiento varias veces, aumentando un segundo en cada repetición, hasta que tu perro espere 10 segundos antes de pasar por la puerta. A partir de ese punto, practica el ejercicio en diferentes puertas de tu casa (en diferentes sesiones). También puedes practicar al entrar al auto.

Cuando hayas conseguido que tu perro espere 10 segundos en al menos tres puertas, practica el ejercicio en diferentes puertas de tu casa (y al entrar y salir de tu casa) aumentando hasta 15 segundos el tiempo que tu perro espera.

Pasa al tercer criterio cuando tu perro sea capaz de esperar 15 segundos en ocho de cada 10 repeticiones, en al menos tres puertas diferentes (el segundo criterio lo puedes iniciar sin haber completado el primero).

Tu perro espera 15 segundos antes de cruzar la calle (Criterio 2)

Repite el mismo procedimiento que hiciste la semana pasada (cuarto criterio) para enseñarle a tu perro a detenerse en el bordillo de la acera, pero aumenta un segundo en cada repetición hasta que tu perro sea capaz de esperar 15 segundos antes de cruzar la calle.

Practica en diferentes aceras para generalizar la conducta, pero asegúrate que tu perro puede controlarse a pesar de las distracciones que existen. Es decir que debes elegir calles que no presenten distracciones muy intensas.

Si debes ir por una ruta con muchas distracciones cuando sacas a pasear a tu perro y no puedes detenerte por mucho tiempo en el bordillo de la acera, igual di "Vamos" antes de cruzar la calle. Esto ayuda a perfeccionar la conducta inapropiada de tu perro, ya que la orden "Vamos" siempre será el antecedente para cruzar la calle.

Tu perro espera 15 segundos cuando dices "Alto" (Criterio 3)

Camina con tu perro en el lugar de adiestramiento y, después de unos pasos, detente y pon tu mano con la palma abierta frente a la cara de tu perro (sin golpearlo). Tu perro se detendrá. Cuando lo haga, haz click y dale un pedacito de comida.

Repite el procedimiento varias veces, hasta que tu perro se detenga cada vez que pones tu mano frente a él.

A partir de ese momento, empieza a usar la orden "Alto" junto con la señal (poner la palma de tu mano frente a la cara de tu perro). Repite el procedimiento varias veces, reforzando a tu perro por detenerse cada vez que dices "Alto". Gradualmente reduce el movimiento de tu mano, dando paso solamente a la orden verbal.

Ten en cuenta que tu perro todavía no se detendrá si das la orden lejos de él, así que solamente da la orden cuando tu perro esté cerca de ti. Si tu perro continúa caminando, bloquea su paso con tu cuerpo, como hacías antes de pasar la puerta.

Practica este criterio hasta que tu perro se detenga ocho de cada 10 repeticiones, sólo con la orden verbal. Cuando hayas conseguido esto, aumenta la duración hasta 15 segundos con el método de los 300 picotazos aplicado al adiestramiento canino. Para esto, simplemente aumenta un número en tu conteo mental en cada repetición, reforzando las respuestas correctas y no reforzando las incorrectas.

Considera que has cumplido el criterio de adiestramiento canino cuando tu perro se detenga a la orden y permanezca quieto por 15 segundos en ocho de cada 10 repeticiones.

Saludar adecuadamente a las personas: tu perro mantiene el autocontrol por 15 segundos

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En la semana anterior le enseñaste a tu perro a recibir a los visitantes sin saltarles encima. Sin embargo, tu perro todavía no es capaz de controlarse por mucho tiempo.

En esta semana entrenarás a tu perro para que mantenga el autocontrol por más tiempo cada vez que un visitante llega a tu casa.

A medida que aumentes el tiempo que tu perro mantiene el autocontrol, esta conducta se convertirá en la conducta por defecto, y tu perro dejará de comportarse como un maniático cada vez que alguien llega a la casa.

Aumentar la duración de las conductas es uno de los aspectos clave en el adiestramiento de perros, ya que ayuda a los perros a desarrollar autocontrol. Aumentar la duración de conductas tranquilas en condiciones estimulantes o estresantes (como la llegada de los visitantes) es obligatorio para tener un perro tranquilo que sea una excelente mascota. Por tanto, debes poner mucho énfasis en este ejercicio, ya que ayudará a que tu perro generalice otras conductas tranquilas.

El único criterio de adiestramiento para este ejercicio está explicado abajo, y es similar a lo que hiciste la semana pasada sólo que debes aumentar más el tiempo que tu perro permanece tranquilo.

Tu perro mantiene por 15 segundos sus cuatro patas sobre el piso cuando saluda a las personas (Criterio 1)

Procede de igual manera que cuando le enseñaste a tu perro a saludar adecuadamente a las personas, pero aumenta la duración mediante el método de los 300 picotazos.

Es decir que, cuando llega el visitante, esperas un segundo antes de hacer click y darle la comida a tu perro. Tu perro debe tener las cuatro patas sobre el suelo para que hagas click. Si salta sobre el visitante, éste se da la vuelta y lo ignora.

En las repeticiones sucesivas, aumenta un segundo antes de hacer click y darle comida a tu perro. Tu perro puede moverse, pero no debe saltar sobre el visitante. Si salta sobre el visitante, éste procede como se indica antes, y en la siguiente repetición debes volver a comenzar desde un segundo.

Aumenta el tiempo que tu perro permanece tranquilo cuando llegan los visitantes, hasta que alcances 15 segundos. Cuando hayas logrado eso, puedes empezar a exigir que tu perro se siente cada vez que llega el visitante, pero sin usar la orden.

Llama la atención de tu perro con un pedacito de comida y guíalo hacia la posición de sentado. Cuando tu perro se sienta, el visitante puede acariciarlo con movimientos lentos y tranquilos. Si tu perro se levanta o salta, el visitante lo ignora.

La razón por la que quieres que tu perro se siente cada vez que saluda a un visitante es porque quieres entrenar una conducta incompatible. Tu perro no puede sentarse y saltar al mismo tiempo, así que sentarse es una excelente conducta incompatible para este ejercicio. No usas la orden "Sentado" porque la llegada del visitante debe convertirse en la señal para que tu perro se siente.

A medida que progreses con este ejercicio, aumenta el tiempo cada vez más. Aunque el criterio de adiestramiento de esta semana sólo exige 15 segundos, aumenta el tiempo lo más posible. En el futuro tu perro tiene que comportarse correctamente sin importar cuánto tiempo tarde el visitante en entrar a tu casa, o si se queda conversando contigo en la entrada.

En caso de ser necesario, tu perro deberá estar sujeto a la correa durante las primeras sesiones.

Enséñale a tu perro a ir a su cama

Entrenar a tu perro para que vaya a su cama y se quede allí, es un ejercicio muy importante del adiestramiento de perros.

Este ejercicio no es común en la obediencia canina clásica, porque ésta se basa en ejercicios diseñados para perros policías y militares que pasan la mayor parte de su "tiempo libre" en caniles. Sin embargo, es muy importante entrenar a un perro mascota para que vaya a su cama y se quede en ella.

Este ejercicio te servirá para que tu perro se quede en un lugar determinado cuando no quieres que moleste a los visitantes, o en cualquier momento en que desees mantenerlo en un lugar seguro, pero sin encerrarlo. También es un ejercicio muy útil para que los perros sigan desarrollando autocontrol.

Page 149: Adiestramiento Canino

Como es un ejercicio nuevo, entrena todos los criterios de adiestramiento en un lugar tranquilo, cerrado y sin distracciones.

Tu perro va a su cama, que está cerca de ti (Criterio 1)

Coloca en el suelo una manta, una cama para perros o un pedazo de alfombra (a partir de ahora llamaré "cama" a todos esos objetos). Siéntate justo frente a esa cama, con el clicker en una mano y un pedacito de comida en la otra.

Cuando tu perro se te acerque, se parará sobre su cama. En ese momento haz click y lanza el pedacito de comida sobre la cama de tu perro. Repite el procedimiento varias veces, haciendo click cuando tu perro está parado sobre su cama y lanzando un pedacito de comida sobre ella.

En una de cada ocho repeticiones, lanza el pedacito de comida fuera de la cama de tu perro. Esto hará que salga de su cama, y tenga la oportunidad de volver a ella. Haz click cuando esto suceda.

La forma más sencilla de conseguir que tu perro salga de su cama y vuelva a pararse sobre ella, consiste en lanzar el pedacito de comida más allá del extremo opuesto de la cama (el lado contrario al que tú estás cerca).

Repite el procedimiento varias veces, hasta que consigas el 80% de éxito.

Tu perro va a su cama, que está lejos de ti (Criterio 2)

Aleja la cama de tu perro unos 10 centímetros, y repite el procedimiento del criterio anterior. Ten en cuenta que la cama de tu perro estará un poco más lejos y tendrás que estar más atento para hacer click cuando tu perro está sobre su cama y no cuando se te acerca.

Cuando hayas conseguido el 80% de éxito, haz lo mismo, pero con la cama de tu perro a 20 centímetros de distancia.

De forma similar, aumenta la distancia hasta 30 centímetros cuando hayas alcanzado un 80% de éxito a 10 centímetros de distancia.

Procede de esta manera hasta que la cama de tu perro se encuentre entre tres y cinco metros de distancia. Una vez que hayas conseguido que tu perro vaya a su cama a un metro de distancia, puedes aumentar la distancia más de 10 centímetros en cada nueva sesión (siempre que hayas logrado el 80% de éxito en la sesión anterior).

Ya debes conocer lo suficiente a tu perro como para tener una idea de cuánta distancia puedes aumentar. Si no tienes una idea de cuánta distancia puedes aumentar, aumenta 10 centímetros en cada sesión siguiente a una sesión exitosa.

Tu perro va a su cama cuando se lo ordenas (Criterio 3)

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior (con la cama de tu perro a más de tres metros de distancia), pero di la orden "A la cama" antes de que tu perro se dirija a su cama.

Por supuesto, puedes usar cualquier otra orden que te parezca más apropiada, siempre y cuando no se parezca a otras órdenes de adiestramiento canino que estás usando. Muchos entrenadores prefieren la palabra inglesa "place" para este ejercicio.

Enséñale a tu perro a echarse de lado

Algunos perros aprenden a echarse derechos y algunos aprenden a hacerlo ladeados (sobre un costado).

Si tu perro aprendió a echarse derecho, es muy útil que le enseñes una orden para que se eche ladeado.

Aunque en muchos libros de adiestramiento de perros se recomienda que el perro se eche derecho, enseñarle a tu perro a echarse de lado tiene una gran ventaja: tu perro puede aguantar más tiempo en esta posición. Por tanto, aunque éste es un ejercicio opcional, te lo recomiendo si tu perro se echa derecho.

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Si deseas dejar a tu perro echado por varios minutos, es mejor que se eche ladeado, ya que estará más cómodo. De cualquier manera, esto no afectará la orden "Échate" si tu perro la realiza echándose derecho como una esfinge.

Los criterios para este ejercicio están detallados abajo. Entrénalos en un lugar tranquilo, cerrado y sin distracciones.

Tu perro se echa ladeado cuando haces la señal (Criterio 1)

Guía a tu perro con un pedacito de comida hasta que se eche, tal como hacías al enseñarle a tu perro a echarse. Cuando tu perro se echa, mueve lentamente la comida desde la nariz de tu perro hacia un costado de su quijada.

Tu perro girará la cabeza para seguir la comida y terminará echándose ladeado. Entonces, haz click y dale a tu perro el pedacito de comida.

Si lo deseas, en lugar de hacer que tu perro se eche ladeado, puedes guiarlo con la comida hasta que se eche completamente de lado (el truco de "muerto"). Solamente decide cuál de las dos versiones usarás y quédate con la que decidas.

Repite el procedimiento varias veces hasta que notes que tu perro empieza a echarse ladeado cada vez que lo guías con la comida. En ese momento, empieza a reducir el lenguaje corporal que usas, haciendo cada vez menos movimientos con tu mano.

Tu perro mantiene la posición por un segundo (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento del criterio anterior, pero espera un segundo antes de hacer click y darle la comida a tu perro.

Si lo necesitas, aumenta gradualmente el tiempo que tu perro permanece echado ladeado, desde un instante hasta un segundo. Sin embargo, a estas alturas es poco probable que tu perro no pueda mantener esa posición por un segundo.

Tu perro se echa ladeado cuando das la orden (Criterio 3)

Repite el mismo procedimiento del primer criterio, pero di "Descanso" antes de guiar a tu perro con la comida.

Gradualmente deja de usar la comida para guiar a tu perro y usa solamente la señal con tu mano después de dar la orden.

Cuando tu perro responda a la orden verbal, usa solamente ésta.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina

En esta semana empezarás a usar el principio de Premack para generalizar los ejercicios de obediencia canina que tu perro conoce, frente a distracciones ligeras.

Este principio científico ofrece una gran ventaja en el adiestramiento de perros, que consiste en usar las mismas distracciones que ofrece el ambiente para reforzar las conductas correctas de los perros.

Antes de empezar la generalización de los ejercicios en esta semana, debes identificar conductas de tu perro que puedan servir para reforzar otras conductas. Las conductas que sirven para reforzar otras conductas, son aquellas de alta probabilidad. Es decir, aquellas que ocurren con alta frecuencia de forma natural.

Por ejemplo, salir a la calle es una conducta de alta probabilidad para la mayoría de los perros. Si se deja la puerta abierta, la mayoría de los perros saldrán, así que esa conducta es de alta probabilidad.

Entonces, primero identifica las conductas de alta probabilidad de tu perro.

Cuando hayas identificado las conductas que usarás como reforzadoras, elige dos ejercicios por día y practícalos en diferentes lugares. Las conductas que usarás para reforzar las respuestas correctas deben poder ocurrir en el lugar en que practicas.

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Cuando tu perro responda correctamente a tus órdenes, da la orden de liberación y permítele a tu perro hacer la conducta de alta probabilidad. Nota que no debes usar el clicker ni reforzar con comida (a menos que la comida sea lo único que motiva a tu perro).

Por ejemplo, antes de salir a pasear con tu perro, pídele que se siente. Cuando él obedezca, abre la puerta, da la orden de liberación (o, si prefieres, di "Vamos") y salgan a pasear. El reforzador positivo es salir a pasear.

En otro ejemplo, si tu perro suele jugar con otros perros en el parque, puedes pedirle que se eche. Cuando tu perro se echa, le quitas la correa (si es un parque cerrado u otro lugar seguro) y le das la orden de liberación, permitiéndole ir a jugar con sus amigos.

Generaliza en diferentes lugares todos los ejercicios de obediencia canina que tu perro domina, pero asegúrate que las distracciones todavía no son muy intensas. Si tu perro no es capaz de responder en una situación en particular, quizás no domina el ejercicio que le pides, o quizás las distracciones son muy intensas.

Cronograma de ejemplo - quinta semana de la obediencia canina

Este cronograma de ejemplo te puede ayudar a planificar las sesiones de adiestramiento para la quinta semana de la obediencia canina. Sin embargo, recuerda que este cronograma, al igual que los demás del manual de adiestramiento canino, es sólo un ejemplo y no una receta.

El tiempo que te tome entrenar estos ejercicios puede ser diferente. No existen dos perros que tarden exactamente lo mismo.

Lo importante no es cuánto tiempo tardas en cubrir todos los ejercicios de esta quinta semana, sino que alcances todos los criterios de adiestramiento canino indicados.

Por tanto, no te preocupes si te toma más de una semana. La velocidad con que ocurre el adiestramiento puede variar dependiendo de muchos factores, como la raza del perro, las características individuales de cada perro, las habilidades del entrenador (que estás desarrollando), el tiempo diario que se disponga para el entrenamiento, etc.

Recuerda que el factor de éxito en el adiestramiento de perros no es el tiempo que toma, sino la calidad de los resultados. Así que si necesitas más de una semana para completar los criterios de adiestramiento propuestos, tómate más de una semana y no te hagas problema por ello.

Este cronograma de ejemplo considera que entrenas diferentes ejercicios en cada día. Algunas personas prefieren entrenar un solo ejercicio por día, y trabajar sobre la mayor cantidad de criterios para ese ejercicio. Programa tus sesiones de adiestramiento de la forma que mejor te resulte. Solamente recuerda que las sesiones deben ser cortas y, de preferencia, estar distribuidas a lo largo del día.

Día 1

Tu perro discrimina entre las órdenes de obediencia canina. En dos sesiones de adiestramiento canino consigues parcialmente el primer criterio y tu perro empieza a discriminar entre las órdenes que conoce.

Tu perro ignora la comida en el piso por 15 segundos. En dos sesiones consigues el primer criterio de adiestramiento, y tu perro es capaz de ignorar la comida por 15 segundos cuando tú estás sentado cerca.

Tu perro camina sin jalar la correa, superando distracciones intermedias. En dos sesiones consigues resultados parciales para el primer criterio de adiestramiento canino, pero todavía no puedes levantar el criterio.

Tu perro se detiene a la orden y espera 15 segundos. En tres sesiones consigues el primer criterio de adiestramiento canino, así que puedes levantar el criterio al día siguiente.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generaliza en diferentes lugares dos ejercicios que tu perro domina, seleccionados al azar.

Día 2

Tu perro discrimina entre las órdenes de obediencia canina. Haces otras dos sesiones del primer criterio de adiestramiento, y tu perro continúa progresando, pero todavía no puedes levantar el criterio.

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Tu perro ignora la comida en el piso por 15 segundos. En tres sesiones consigues el segundo criterio de adiestramiento, y tu perro es capaz de ignorar la comida por 15 segundos cuando tú estás de pie.

Tu perro camina sin jalar la correa, superando distracciones intermedias. En dos sesiones más, completas el primer criterio de adiestramiento canino para este ejercicio.

Tu perro se detiene a la orden y espera 15 segundos. En tres sesiones consigues el segundo criterio de adiestramiento canino, así que puedes levantar el criterio al día siguiente.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generaliza en diferentes lugares dos ejercicios que tu perro domina, seleccionados al azar.

Día 3

Tu perro discrimina entre las órdenes de obediencia canina. Haces otras dos sesiones del primer criterio de adiestramiento, y tu perro continúa progresando, pero todavía no puedes levantar el criterio.

Tu perro ignora la comida en el piso por 15 segundos. En tres sesiones consigues el tercer criterio de adiestramiento, y tu perro es capaz de ignorar por 15 segundos la comida que lanzas frente a él.

Tu perro camina sin jalar la correa, superando distracciones intermedias. En dos sesiones consigues resultados parciales para el segundo criterio de adiestramiento canino, pero todavía no puedes levantar el criterio.

Tu perro se detiene a la orden y espera 15 segundos. En cuatro sesiones consigues el tercer criterio de adiestramiento canino, así que puedes levantar el criterio al día siguiente.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generaliza en diferentes lugares dos ejercicios que tu perro domina, seleccionados al azar.

Día 4

Tu perro discrimina entre las órdenes de obediencia canina. En dos sesiones de adiestramiento completas el primer criterio, con lo que tu perro ya es capaz de discriminar muy bien entre las diferentes órdenes que conoce, en el lugar de adiestramiento.

Tu perro ignora la comida en el piso por 15 segundos. En tres sesiones consigues el cuarto criterio de adiestramiento, y tu perro es capaz de ignorar por 15 segundos la comida que lanzas detrás de él.

Tu perro camina sin jalar la correa, superando distracciones intermedias. En dos sesiones más, completas el segundo criterio de adiestramiento canino para este ejercicio.

Saludar adecuadamente a las personas: tu perro mantiene el autocontrol por 15 segundos . Haces dos sesiones de adiestramiento canino para el único criterio de este ejercicio. Notas resultados interesantes, pero todavía debes seguir practicando.

Tu perro va a su cama cuando se lo ordenas. Alcanzas el primer criterio en dos sesiones de adiestramiento canino. Puedes levantar el criterio en la siguiente sesión.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generaliza en diferentes lugares dos ejercicios que tu perro domina, seleccionados al azar.

Día 5

Tu perro discrimina entre las órdenes de obediencia canina. En dos sesiones de adiestramiento consigues parcialmente el segundo criterio, con lo que tu perro es capaz de discriminar entre las órdenes que conoce pero todavía no mantiene las posiciones por mucho tiempo.

Tu perro camina sin jalar la correa, superando distracciones intermedias. En dos sesiones consigues resultados parciales para el tercer criterio de adiestramiento canino, pero todavía no puedes levantar el criterio.

Saludar adecuadamente a las personas: tu perro mantiene el autocontrol por 15 segundos . Haces dos sesiones de adiestramiento canino para el único criterio de este ejercicio. Notas resultados interesantes, pero todavía debes seguir practicando.

Page 153: Adiestramiento Canino

Tu perro va a su cama cuando se lo ordenas. En tres sesiones consigues resultados parciales para el segundo criterio de adiestramiento canino.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generaliza en diferentes lugares dos ejercicios que tu perro domina, seleccionados al azar.

Día 6

Tu perro discrimina entre las órdenes de obediencia canina. En dos sesiones de adiestramiento consigues el segundo criterio, con lo que tu perro es capaz de discriminar entre las órdenes que conoce y mantener las posiciones por tres segundos.

Tu perro camina sin jalar la correa, superando distracciones intermedias. En dos sesiones más, completas el tercer criterio de adiestramiento canino para este ejercicio.

Saludar adecuadamente a las personas: tu perro mantiene el autocontrol por 15 segundos . Haces dos sesiones más y puedes ver que tu perro mantiene el autocontrol a la perfección. Completas el único criterio en esas dos sesiones de adiestramiento.

Tu perro va a su cama cuando se lo ordenas. Completas el segundo criterio en dos sesiones de adiestramiento canino.

Tu perro se echa de lado cuando se lo ordenas. Consigues el primer criterio de adiestramiento en dos sesiones, y el segundo en otras dos sesiones.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generaliza en diferentes lugares dos ejercicios que tu perro domina, seleccionados al azar.

Día 7

Tu perro discrimina entre las órdenes de obediencia canina. Haces tres sesiones de adiestramiento, consiguiendo el tercer criterio. En este punto, ya estás usando constantemente los juegos para entrenar a tu perro.

Tu perro camina sin jalar la correa, superando distracciones intermedias. Practicas el tercer criterio de adiestramiento por dos sesiones más para fortalecer aún más la conducta de tu perro.

Tu perro va a su cama cuando se lo ordenas. Alcanzas el tercer criterio en dos sesiones de adiestramiento canino.

Tu perro se echa de lado cuando se lo ordenas. Consigues el tercer criterio de adiestramiento canino en dos sesiones más.

Generaliza los ejercicios de obediencia canina. Generaliza en diferentes lugares dos ejercicios que tu perro domina, seleccionados al azar.

Sexta semana de la obediencia canina

En la sexta semana de la obediencia canina aprenderás a introducir distracciones intensas para que tu perro preste atención y responda adecuadamente en situaciones extrañas.

También aprenderás a generalizar los ejercicios de obediencia canina en lugares en los que existan distracciones intermedias y algunas distracciones intensas. De esta forma empezarás a transferir todos los ejercicios entrenados a situaciones de la vida cotidiana.

Aumentarás distracciones intensas y empezarás a transferir sistemáticamente el adiestramiento a la vida cotidiana para los ejercicios: sentado, échate, en pie, acudir al llamado, deja, caminar sin jalar la correa y saludar adecuadamente a las personas. Al transferir el adiestramiento a la vida cotidiana usarás mucho el principio de Premack, para eliminar gradualmente la dependencia del clicker, la comida y los juguetes.

Ten en cuenta que aunque esta semana es la última del programa de adiestramiento canino ofrecido en este sitio, no es el final del adiestramiento de tu perro. Todavía tendrás que practicar en diferentes lugares y con diferentes distracciones para que tu perro tenga un adiestramiento altamente confiable.

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Esto te puede tomar algunos meses más. Con algunos perros incluso puede tomarte algunos años de práctica, pero ya tendrás sólidas bases para continuar el adiestramiento por tu cuenta.

Encontrarás algunos artículos complementarios sobre cómo continuar el adiestramiento de tu perro después de esta semana. Estos artículos incluyen la transferencia del adiestramiento a la vida cotidiana, aumentar distracciones reales de forma controlada, cómo y cuándo seguir aumentando la duración y cómo aumentar la distancia cada vez más.

Además de aumentar las distracciones y generalizar los ejercicios en diferentes lugares, en esta semana continuarás perfeccionando los ejercicios de obediencia que tu perro todavía no domina y los que aprendió recientemente.

Practicarás la orden "Alto" con un punto focal, y aumentarás la duración para las órdenes "Descanso" y "A tu cama".

Obediencia canina para cachorros

Debes tener mucho cuidado al elegir las distracciones que introducirás, de tal forma que no le causen miedo a tu perro. Esta recomendación es válida para perros de todas las edades, pero especialmente durante el período crítico de socialización del cachorro, que abarca hasta los cuatro meses de edad.

Ten en cuenta que resulta más fácil manejar las distracciones con cachorros pequeños, ya que es relativamente fácil captar su atención con comida o juguetes. Sin embargo, su capacidad de concentración es menor que la de perros adultos, por lo que quizás necesites hacer sesiones de adiestramiento más cortas (excepto para el ejercicio de caminar sin jalar la correa).

Si tu cachorro tiene entre dos y cuatro meses puedes considerar un tiempo máximo de ocho segundos en lugar de los 15 indicados para aumentar la duración de las órdenes "Descanso" y "A tu cama".

Cómo introducir distracciones intensas en el adiestramiento canino

Es relativamente fácil enseñarle nuevos ejercicios a cualquier perro. La etapa de aprendizaje es en realidad la más sencilla en el adiestramiento de perros. Pero generalmente no resulta tan fácil conseguir que los perros respondan correctamente en presencia de distracciones.

Durante esta semana aprenderás a introducir distracciones intensas en el adiestramiento canino.

Lo que debes buscar al introducir distracciones intensas en el adiestramiento de tu perro es desensibilizarlo a diferentes circunstancias y situaciones. Esta desensibilización permitirá generalizar las respuestas de tu perro y ayudará a ponerlas bajo el control de estímulos.

La manera correcta de introducir distracciones intensas en el adiestramiento canino

La introducción de distracciones intensas consiste casi exclusivamente en la desensibilización sistemática. Es decir, que debes añadir cada distracción por separado, empezando con una intensidad muy baja y aumentando la intensidad de la distracción gradualmente y sin forzar a tu perro.

Por ejemplo, para enseñarle a un perro de Schutzhund a mantener su atención en el guía a pesar de los disparos de fogueo que se hacen durante la sección de obediencia, primero se debe acostumbrar al perro al sonido de los disparos a mucha distancia. Poco a poco y en varias sesiones de adiestramiento canino, se reduce la distancia que separa al perro de las detonaciones. Entonces, el perro aprende que esos disparos son irrelevantes y que no debe prestarles atención.

Ten en cuenta que la desensibilización ocupa un 80% (aproximado) del tiempo total de adiestramiento. Así que necesitarás aproximadamente unas 18 semanas más para desensibilizar a tu perro a muchas situaciones diferentes, y conseguir que los ejercicios que le enseñaste en estas seis semanas sean muy sólidos.

De cualquier manera, deberás seguir practicando los ejercicios de forma periódica para mantener el adiestramiento de tu perro en un buen nivel.

Para que entiendas mejor la importancia de la desensibilización en el adiestramiento de perros, considera los ejemplos siguientes:

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Ejemplo 1: Introducción correcta de distracciones intensas en el adiestramiento canino

Mateo es un labrador retriever muy sociable y activo, pero no recibe mucho ejercicio físico diario y no tiene contacto frecuente con otros perros. Entonces, cada vez que sale a la calle se vuelve loco de emoción y no es capaz de controlarse.

Aunque Mateo ya recibió adiestramiento en obediencia básica y conoce muchos ejercicios, todavía no es capaz de realizarlos en presencia de otros perros.

En este caso, hay dos factores principales a considerar:

El nivel de energía acumulada del perro (poco ejercicio diario) El estado de deprivación del perro (no ve a otros perros con frecuencia)

Como Mateo no recibe suficiente ejercicio, es necesario proporcionarle más actividad física diaria, especialmente tomando en cuenta que pertenece a una raza canina muy dinámica.

Por otra parte, el hecho de que Mateo no vea a otros perros con frecuencia hace que su entusiasmo sea muy alto cada vez que se encuentra con otro perro. Entonces, es lógico que lo único en lo que piensa es en jugar, y no en obedecer a su entrenador.

La manera correcta de introducir esta distracción intensa (los otros perros) consiste en hacerlo a buena distancia (baja intensidad) y reducir la distancia gradualmente a medida que Mateo deja de reaccionar exageradamente ante la presencia de otros perros.

Se identifica la distancia a la que Mateo ignora naturalmente a los otros perros. Entonces se empieza a trabajar desde esa distancia. Simplemente se practican los ejercicios de obediencia canina que Mateo conoce, con la presencia de uno o más perros a una distancia tal que Mateo ignora naturalmente a los otros perros.

Entonces, se reduce la distancia gradualmente en varias sesiones, hasta que Mateo es capaz de ignorar a los otros perros, y obedecer a su entrenador, aún estando cerca de ellos.

Ejemplo 2: Introducción incorrecta de distracciones intensas en el adiestramiento canino

Mateo es un labrador retriever muy sociable y activo, pero no recibe mucho ejercicio físico diario y no tiene contacto frecuente con otros perros. Entonces, cada vez que sale a la calle se vuelve loco de emoción y no es capaz de controlarse.

Aunque Mateo ya recibió adiestramiento en obediencia básica y conoce muchos ejercicios, todavía no es capaz de realizarlos en presencia de otros perros. Es el mismo caso del ejemplo anterior.

Un entrenador que desconoce los riesgos de la sensibilización, sugiere que la mejor manera de trabajar consiste en forzar a Mateo a realizar los ejercicios de obediencia canina en presencia de varios perros. Lleva a cabo el procedimiento con varios perros cerca de Mateo y como resultado se tiene que Mateo es cada vez más reactivo a los otros perros y ya no puede controlarse ni siquiera en situaciones en las que antes se controlaba. Ha ocurrido un proceso de sensibilización que perjudica todo el adiestramiento previo.

¿Es necesario el castigo para conseguir que los perros no se distraigan?Muchos entrenadores apelan al castigo mediante collares de ahorque, púas o eléctricos, para introducir distracciones intensas. Esto puede dar buenos resultados cuando el entrenador es experto, pero no es necesario y puede llevar a problemas serios cuando el entrenador no tiene suficiente experiencia en el uso de castigos.El castigo no es necesario para entrenar perros mascota hasta niveles muy altos de confiabilidad, así que no te preocupes por su uso. Simplemente no lo necesitas, ya que la desensibilización sistemática te permitirá alcanzar los mismos resultados en el mismo tiempo... y sin castigar a tu perrito.

Sentado, echado y en pie: tu perro responde bien frente a distracciones intensas

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Es importante que tu perro sea capaz de obedecer frente a distracciones intensas por lo menos a las órdenes "Sentado", "Échate", "Aquí" y "Alto".

En esta página verás cómo se introducen distracciones intensas para las órdenes "Sentado", "Échate" y "En pie".

El criterio final para esta semana del adiestramiento canino es que tu perro responda correctamente y mantenga la posición por 15 segundos, en presencia de algunas distracciones intensas.

Antes de empezar a entrenar estos ejercicios, identifica las distracciones que más afectan a tu perro (otros perros, personas, globos, etc.). Luego, procede como se explica en cada criterio parcial de adiestramiento.

Acerca del procedimientoTen en cuenta que en la explicación siguiente, sólo abordo los criterios para el ejercicio "Sentado" y considero que la distracción intensa es la presencia de otros perros. Sin embargo, el procedimiento es el mismo para los otros ejercicios y para otras distracciones.

Tu perro se sienta en presencia de distracciones intensas (Criterio 1)

Para este criterio y los siguientes, consigue que un amigo te ayude con su perro.

Tu amigo se queda parado con su perro sujeto a la correa, a cierta distancia de donde tú estás con tu perro (también sujeto a la correa). Esta distancia debe ser suficiente como para que tu perro ignore naturalmente al otro perro, y ese otro perro debe ser amigable con los perros. Si la distancia es muy grande, tendrás que llevar a cabo este ejercicio en una cancha o en un parqueo vacío.

Entonces, como tu perro ignora naturalmente al otro perro, puedes practicar el ejercicio "Sentado". Guía a tu perro con un pedazo de comida para que se siente, pero no des la orden. Cuando tu perro se siente, haz click y dale el pedacito de comida.

Repite el procedimiento unas cuantas veces y luego acércate un paso hacia el otro perro. Reduce gradualmente la distancia hacia el otro perro usando el método de los 300 picotazos, dando un pequeño paso hacia el otro perro en cada repetición.

Cuando tu perro no preste atención, aléjate hasta el punto inicial y vuelve a comenzar desde ahí.

En varias sesiones conseguirás que tu perro se siente cada vez que lo guías con la comida, aunque el otro perro esté cerca. Pasa al siguiente criterio de adiestramiento canino cuando hayas conseguido que tu perro se siente a un metro del otro perro en 8 de cada 10 repeticiones (en sesiones de 10 repeticiones) para dos sesiones consecutivas.

Tu perro se sienta a la orden en presencia de distracciones intensas (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero usa la orden "Sentado" antes de guiar a tu perro con la comida. Elimina el lenguaje corporal (la señal y la guía con comida) a medida que avances en el adiestramiento.

Lo que debes conseguir con este criterio es que tu perro se siente a la orden, aunque haya otros perros (distracciones) cerca, por lo que debes eliminar gradualmente el lenguaje corporal y la guía con comida.

Pasa al siguiente criterio cuando hayas alcanzado un 80% de éxito en dos sesiones consecutivas.

Tu perro permanece sentado por 15 segundos en presencia de distracciones intensas (Criterio 3)

A estas alturas, tu perro ya debe ser capaz de sentarse el 80% de las veces que le das la orden a un metro de distancia del otro perro, pero aún no mantiene la posición (no se queda quieto).

Empieza este criterio haciendo sentar a tu perro unas cinco veces, a cinco metros de distancia del otro perro (recuerda que ambos perros deben estar sujetos a la correa). Luego, repite el procedimiento, pero cuenta mentalmente "Uno" antes de hacer click y darle la comida a tu cachorro.

Page 157: Adiestramiento Canino

Repite el procedimiento aumentando un número en la cuenta mental en cada repetición. Esto no es más que el método de los 300 picotazos aplicado al adiestramiento canino. Cuando tu perro sea capaz de permanecer sentado por 10 segundos, reduce un paso la distancia que lo separa del otro perro.

Procede de esta manera hasta que tu perro sea capaz de sentarse a la orden y permanecer sentado por 15 segundos, a un metro del otro perro. Ten en cuenta que no necesitas alcanzar este criterio en una sola sesión. Puede tomarte varias sesiones de adiestramiento llegar a completar el criterio.

Entrenar con otras distracciones intensas

Una vez que alcanzas los tres criterios para una distracción en particular (por ejemplo, otros perros), practica con otras distracciones intensas (por ejemplo, gente disfrazada que hace ruidos extraños).

Los otros ejercicios de la obediencia canina

Practica las órdenes "Échate" y "En pie" de la misma manera, pero en diferentes sesiones de adiestramiento canino.

Acudir al llamado: introducir distracciones intensas en el adiestramiento de tu perro

La introducción de distracciones en el llamado es un caso particular porque tu perro no tiene que mantener una posición, sino acercarse a ti.

Además de la intensidad de la distracción, debes considerar su ubicación con relación a tu perro. Si tu perro siempre acude cuando la distracción está frente a él, quizás no lo haga cuando está a su lado o viceversa.

El criterio final de esta semana del adiestramiento canino es que tu perro acude al llamado desde cinco metros de distancia y permanece a tu lado por 15 segundos, aún cuando hay distracciones intensas en el ambiente.

Abajo tienes el detalle de los criterios parciales de adiestramiento. Si la distracción va a ser otro perro, debes conseguir que un amigo te ayude teniendo a su perro sujeto a la correa a cierta distancia, de la misma manera que hiciste en el ejercicio anterior.

Tu perro acude cuando retrocedes, en presencia de distracciones intensas (Criterio 1)

Ubícate con tu perro sujeto a la correa, a cierta distancia de la distracción. Esta distancia debe ser suficiente como para que tu perro ignore la distracción naturalmente.

Entonces, retrocede unos pasos (alejándote de la distracción) y atrae a tu perro sin darle la orden. Cuando tu perro te alcance, haz click y dale un pedacito de comida.

Como puedes ver, esto es similar a lo que hiciste al enseñarle a tu perro a acudir al llamado, pero con una distracción a la distancia.

Repite el mismo procedimiento, pero acércate medio metro a la distracción en cada repetición antes de retroceder.

Cuando tu perro no sea capaz de prestarte atención, vuelve a empezar el procedimiento desde el punto inicial original.

Pasa al siguiente criterio cuando tu perro sea capaz de seguirte 80% de las veces que retrocedes a dos metros de distancia de la distracción, en dos sesiones consecutivas de adiestramiento de perros.

Tu perro acude al llamado cuando retrocedes, en presencia de distracciones intensas (Criterio 2)

Haz el mismo procedimiento que en el criterio anterior, pero di "Aquí" antes de retroceder. En este criterio empiezas a usar la orden en presencia de distracciones, así que ten presente que no debes repetirla.

Tu perro acude al llamado en presencia de distracciones intensas (Criterio 3)

Page 158: Adiestramiento Canino

Para este criterio tienes que usar una correa larga y una distracción que no pueda causarle ningún daño a tu perro.

Aléjate de la distracción unos cinco metros y permite que tu perro se acerque a unos dos metros de ella. Espera un momento y, cuando tu perro esté menos distraído, di "Aquí" con un tono muy entusiasta. Luego atrae a tu perro con un pedacito de comida o retrocediendo unos pasos.

Si lo deseas, puedes decir el nombre de tu perro antes de decir "Aquí".

Cuando tu perro llegue a donde estás, haz click y dale el pedacito de comida. Y luego permítele ir hasta la distracción (incluso estimúlalo a ir hacia ella). Esto te permitirá usar el Principio de Premack para entrenar el llamado con distracciones.

Permite que tu perro explore la distracción por unos segundos y repite el procedimiento.

Permite que tu perro se acerque un poco más a la distracción en cada nueva repetición. Cuando tu perro ignore el llamado (que ocurrirá en algún momento), simplemente retrocede hasta el punto inicial y vuelve a empezar este criterio de adiestramiento desde el principio.

Considera que has completado el criterio cuando tu perro responda correctamente 80% de las veces en dos sesiones consecutivas, estando al lado de la distracción. Luego, practica el criterio sin que tu perro esté sujeto a la correa (en un lugar cercado) y luego con diferentes distracciones.

Deja: tu perro ignora diferentes cosas que llaman su atención

Tu perro ya aprendió a ignorar pedazos de comida en el suelo cuando le das la orden "Deja". Sin embargo, recuerda que los perros no generalizan muy bien, así que debes enseñarle al tuyo a ignorar diferentes cosas, no sólo comida.

La importancia de generalizar la orden "Deja" radica en que, cuando está bien entrenada, esta orden te permitirá hacer que tu perro deje d prestar atención a diferentes cosas, tanto en tu casa como en la calle. Así, podrás redirigir la atención de tu perro cuando aparece un gato, o conseguir que tu cachorro deje de husmear los basureros de la calle.

Por otra parte, generalizar la respuesta a la orden "Deja" es un gran ejercicio de autocontrol para los perros. Por eso, este ejercicio debería ser parte fundamental de cualquier estilo de adiestramiento canino, aunque lastimosamente muchos entrenadores no lo llevan a cabo.

El criterio final para esta semana es que tu perro ignore por 15 segundos un juguete que lanzas al suelo. Necesitarás un ayudante para entrenar este criterio.

Tu perro ignora el juguete por un instante (Criterio 1)

Sujeta en tu mano un juguete que le guste a tu perro, permitiendo que él lo vea. Si tu perro muerde el juguete, simplemente inmovilízalo como hiciste al enseñarle a tu perro a soltar cosas que tiene en la boca. Luego espera a que tu perro suelte el juguete y te mire a la cara. No pongas el juguete fuera del alcance de tu perro porque eso lo estimulará a jugar.

Cada vez que tu perro ignore el juguete y te mire a la cara, haz click y juega con tu cachorro por unos segundos. Luego, vuelve a inmovilizar el juguete para que tu perro lo suelte.

Como puedes notar, este criterio es igual al primer criterio para enseñarle a tu perro a soltar cosas que tiene en la boca. Pasa al siguiente criterio de adiestramiento cuando tu perro sea capaz de ignorar el juguete por un instante el 80% de las repeticiones, en dos sesiones seguidas.

Alternativa de adiestramiento de perrosSi tu perro no suelta el juguete, o si no se interesa por juguetes para tironear, puedes usar otro juguete, como una pelota. Simplemente deja el juguete en el suelo, mientras sujetas a tu perro con la correa.Tu perro no podrá alcanzar el juguete, así que en algún momento se aburrirá y te mirará. En ese momento, haz click y estimula a tu perro a jugar con el juguete que está en el suelo.

Tu perro ignora el juguete por 15 segundos (Criterio 2)

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Haz el mismo procedimiento del criterio anterior, pero aumenta la duración del ejercicio mediante el método de los 300 picotazos aplicado al adiestramiento canino.

Es decir que, en cada repetición debes aumentar un poco más el tiempo que mantienes el juguete en tu mano, sin que tu perro lo muerda. Cuando tu perro muerda el juguete antes que hagas click, debes volver a empezar desde el tiempo cero (desde un instante).

Pasa al siguiente criterio cuando hayas conseguido que tu perro ignore el juguete por 15 segundos en dos sesiones consecutivas.

Tu perro ignora el juguete por un instante cuando das la orden "Deja" (Criterio 3)

Haz el mismo procedimiento del segundo criterio, pero di "Deja" antes de mostrar el juguete a tu perro. Si tu perro muerde el juguete, inmovilízalo hasta que tu perro deje de jugar.

Tu perro ignora por 15 segundos el juguete en el suelo (Criterio 4)

Deja caer el juguete al suelo, cerca tuyo. Cuando tu perro se acerque a jugar, bloquéale el paso interponiéndote entre el juguete y tu perro. Si no puedes bloquear el paso de tu perro, tenlo sujeto a la correa mientras dejas caer el juguete al suelo. La idea es que tu perro no pueda tomar el juguete si no le das permiso.

El momento en que tu perro te mire, haz click y permítele tomar el juguete. Juega con él por unos segundos pídele que suelte el juguete y repite el procedimiento. Después de unas cinco a ocho repeticiones, empieza a usar la orden "Deja" antes de dejar caer el juguete al suelo.

Cuando tu perro esté respondiendo bien, empieza a aumentar el tiempo que debe esperar antes de tomar el juguete. Para esto, usa el método de los 300 picotazos, aumentando un segundo en cada repetición.

Pasa al siguiente criterio cuando hayas conseguido que tu perro ignore el juguete por 15 segundos en dos sesiones consecutivas.

Tu perro ignora por 15 segundos el juguete que lanzas detrás de él (Criterio 5)

Lanza el juguete detrás de tu perro, sin dar ninguna orden. Cuando él corra detrás del juguete, un ayudante le bloqueará el paso con su cuerpo. Entonces, esperas a que tu perro te mire. Cuando ocurra esto, haces click y el ayudante se retira, permitiendo que tu perro tome el juguete. Quizás sea necesario estimular a tu perro a tomar el juguete.

Entonces juegas con tu perro por unos segundos y repites el procedimiento.

Después de unas cuantas repeticiones, y cuando tu perro está respondiendo bien al lenguaje corporal de tu ayudante, puedes empezar a usar la orden "Deja" antes de lanzar el juguete. Después, aumentas poco a poco el tiempo de espera, mediante el método de los 300 picotazos aplicado al adiestramiento canino.

Socializando a tu perro

La socialización es el proceso por el cual tu perro aprende a relacionarse con otros perros y con los humanos. A través de la socialización, tu perro también aprende a llevarse bien con otros animales o al menos a ignorarlos.

Por otra parte, la habituación es el proceso por el cual tu perro aprende a ignorar elementos ambientales que no son peligrosos. De esta forma, un perro habituado a un ambiente citadino no se preocupará por el ruido del tráfico urbano ni por la presencia de muchas personas en las calles.

Aunque socialización y habituación son conceptualmente distintas, en este artículo consideraremos ambas dentro del proceso de socialización del cachorro. Así, para fines prácticos, la socialización de tu perro es el proceso por el cual acostumbrarás a tu mascota a reaccionar de manera adecuada (sin miedo ni agresión) frente a diferentes ambientes, personas, otros perros y otros animales.

La socialización de tu perro es lo más importante en su educación porque es lo que previene conductas agresivas y miedosas en el futuro. Además, un perro bien socializado es más fácil de entrenar y puede ser aceptado con más facilidad por otras personas.

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¿Qué ocurrirá si no socializas a tu cachorro? Bueno, en el futuro tendrás un perro agresivo o un perro que puede morder por miedo, así que tendrás que adoptar ciertas medidas para cuando tengas visitas. Además te costará mucho llevar a tu perro de paseo, al veterinario o a cualquier otra parte, porque tendrá miedo de todo.

¿Cómo puedes saber si tu perro está bien socializado? Una regla simple para evaluar esto dice: si el dueño no se asusta de algo, entonces el perro tampoco debería hacerlo.

Edades de socialización del perro

Al igual que en otros animales, incluidos los humanos, la socialización del perro es un proceso que dura toda la vida. Sin embargo, el período crítico transcurre desde el nacimiento hasta la doceava semana (tercer mes). Es decir que tu perro tendrá muchas dificultades para adecuarse a su entorno si no ha sido correctamente socializado antes de los tres meses.

Ten en cuenta que el período crítico de la socialización puede variar para cada individuo. De hecho, muchos expertos consideran que el período crítico termina en la semana 16 (cuatro meses). El punto importante es que mientras antes empieces la socialización de tu cachorro, más garantías de éxito tendrás.

Además del período crítico de la socialización, existe un período crítico para enseñar la inhibición de la mordida. Es decir, para que tu perro aprenda a morder suavemente cuando juega o cuando muerde sin intención de causar daño.

Los perros aprenden a inhibir su mordida cuando juegan con sus hermanos, siendo aún cachorros. Por eso, es muy importante que no sean separados de la madre muy pronto. El período crítico para la inhibición de la mordida termina entre las semanas 16 y 18 de la vida del cachorro. Por supuesto, el aprendizaje de esta inhibición comienza mucho antes.

Acerca de la socialización del cachorro

En este capítulo encontrarás información detallada sobre la socialización del cachorro. Por favor, ten en cuenta que esa información hace referencia al período comprendido entre las ocho y las 12 semanas de vida de tu perrito. Es decir, desde el momento en que el cachorro es normalmente separado de su madre hasta el fin del período crítico de la socialización.

Los consejos de este capítulo también te servirán si tu perro es un poco menor (hasta seis semanas de edad), pero en ese caso asegúrate de conseguir otros cachorros de su misma edad y algunos perros mayores con los que pueda jugar todos los días.

Si tu cachorro tiene menos de seis semanas, entonces estás ante un problema serio y necesitarás buscar la manera de conseguirle una "familia canina sustituta" hasta que cumpla ocho semanas. Los perros que son separados de su madre y hermanos antes de las seis semanas no logran desarrollar todas sus habilidades sociales y tienden a ser agresivos y/o miedosos en grado extremo.

Si tu perro es mayor de doce semanas (incluso adulto) y muestra signos de agresión o de miedo exagerado, por favor consulta con un especialista que pueda ayudarte personalmente. En cambio, si tu perro es mayor de doce semanas (incluso adulto) y se lleva bien con otros perros y con las personas, es posible que lo hayas socializado sin darte cuenta (socialización pasiva). En este caso, continúa socializando a tu perro, aunque es recomendable que tengas mucho cuidado cuando lo expongas a situaciones que no ha experimentado antes (por ejemplo, niños pequeños, gatos, ruidos fuertes, etc.).

Muy ImportanteConsulta con un profesional que te ayude personalmente si tu perro tiene más de 12 semanas y presenta conductas agresivas.Si tienes cualquier duda sobre la posibilidad de que tu perro presente conductas agresivas o miedosas, consulta a un especialista que lo pueda evaluar personalmente. Ante la duda siempre elige la solución más segura.

Si eres criador de perros, permite que los cachorritos permanezcan con su madre hasta las ocho semanas de vida y usa los consejos de este capítulo para socializarlos con la gente, situaciones de la vida cotidiana y otros animales. Haz esto desde que los perritos inicien su actividad exploratoria, alrededor de la cuarta semana. Ayudarás mucho a los futuros propietarios.

Socialización perro - perro

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La socialización con otros perros es la primera que ocurre, ya que tu perro habrá pasado sus primeros días de vida junto a otros cachorros y a su madre... todos perros.

Como los cachorros son comprados aproximadamente a las ocho semanas de edad (la edad recomendable para comprar un cachorro), ya han aprendido muchas de las normas sociales de los perros. Así, conocerán las señales básicas para la interacción armoniosa con otros perros.

Sin embargo, todavía quedan algunas semanas hasta que el período crítico de socialización termine. Por tanto, tendrás que asegurarte que tu cachorro siga socializando con otros perros durante este tiempo. Por supuesto, también tendrás que asegurarte que siga socializando después de sus 12 semanas de vida, pero ya no necesitarás un programa sistemático para eso.

La socialización perro - perro es un asunto relativamente fácil cuando se trata de cachorros de ocho semanas de edad. De hecho, simplemente consiste en que consigas amigos de juegos para tu cachorro y la socialización ocurrirá por sí sola.

Lo importante es que puedas conseguir muchos amigos para que tu cachorro juegue o interactúe a diario. Sería ideal si puedes conseguirle amigos de diferentes razas de perros y edades, así se acostumbrará a todo tipo de perros. Por supuesto, tienes que asegurarte que todos los amigos que le consigas a tu cachorro sean saludables y amistosos.

Lo que tienes que hacer es juntar a tu perro con otros perros amistosos y permitirles jugar en un lugar cercado para que estén seguros. Ten en cuenta que la socialización debe ocurrir voluntariamente. Es decir que no tienes que forzar a tu cachorro para que se acerque a los otros perros, sino dejar que lo haga por su propia voluntad. Así evitarás crearle miedos y fobias.

Riesgos de la socialización perro - perro

Si bien es importante que socialices a tu perro con otros perros, tienes que ser consciente de que esto tiene algunos riesgos.

Si tu cachorro todavía no tiene todas sus vacunas, las enfermedades contagiosas son un riesgo importante.

Ten en cuenta esto para que puedas tomar las medidas de seguridad correspondientes.

Sobre la socialización de tu cachorro con otros perros

Los aspectos que tienes que considerar para llevar a cabo la socialización de tu cachorro con otros perros son:

Todos los perros con los que juegue tu cachorro tienen que ser saludables, así evitarás cualquier posible contagio de enfermedades.

Todos esos perros tienen que ser perros sociables. Esto es normal con cachorros de ocho a 12 semanas, así que no debería ser una preocupación. Sin embargo, si consigues un compañero de juegos de mayor edad, asegúrate que sea sociable. Para esto, observa cómo interactúa ese perro con otros perros antes de juntarlo con tu cachorro.

No socialices a tu cachorro en parques u otros lugares públicos hasta que tenga todas sus vacunas completas. En cambio, organiza reuniones de cachorros saludables en tu casa o en casa de otro dueño de un cachorro saludable. Así evitarás que tu perrito se contagie alguna enfermedad.

Asegúrate que todos los amigos de tu cachorro tengan al día sus vacunas. Pregúntale a tu veterinario qué cosas recomienda que tomes en cuenta.

Sería ideal que pudieses conseguir, además de cachorros, perros adultos para que jueguen con tu cachorro. Sin embargo, antes de hacer esto, consulta con el veterinario para que te indique qué medidas de seguridad debes tomar para prevenir enfermedades. Además, asegúrate que los perros adultos sean realmente sociables.

Si existe algún kinder de cachorros en tu ciudad, inscribe a tu perro. Esta es una de las mejores formas de ayudar en la socialización porque tu perrito conocerá perros de diferentes razas.

Supervisa todas las interacciones de tu cachorro con otros perros.

Como no siempre resulta fácil llevar a cabo las actividades indicadas anteriormente, aquí hay algunas ideas para conseguir amigos caninos para tu cachorro:

Habla con el criador que te vendió el perro y dile que quieres continuar la socialización. Quizás él te pueda contactar con otros compradores que tengan a los otros cachorros de la camada o de otras camadas.

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Coméntale tu idea al veterinario. Él te podrá ayudar a contactarte con otros dueños de cachorros saludables para que socialicen en tu casa o alternando las casas en que se reúnen. La mayoría de los veterinarios estarán dispuestos a ayudarte a ti y a sus otros clientes.

Coordina reuniones caninas con amigos tuyos y familiares que tengan cachorros de la misma edad que el tuyo.

Organiza estas actividades aunque te resulte un poco difícil hacerlo. En caso contrario, tu perro peleará o escapará de otros perros cuando sea adulto. Ten en cuenta que estas actividades no son para toda la vida (aunque algunas personas las disfrutan tanto que las continúan realizando con sus perros adultos).

Cuando tu cachorro ya tenga sus vacunas, llévalo a pasear al menos una vez por día. Así, conocerá más perros y podrá jugar con ellos en el parque.

Durante la socialización perro - perro, tienes que considerar diferentes tipos de perros. A continuación tienes una lista mínima, que de ninguna manera es exhaustiva. Añade a la lista todos los tipos de perros que se te ocurran.

Perros de diferentes tamaños, desde los miniatura hasta los gigantes. Perros de diferentes edades. Perros de diferentes sexos, aunque es bueno darle más importancia a los perros del mismo sexo que tu

cachorro. Perros de razas diferentes y apariencia distintas: peludos, pelados, con hocico chato, con hocico largo,

de orejas caídas, de orejas paradas, altos, bajos, chihuahuas, san bernardos, etc.

Socialización perro - humano

La socialización de tu perro con las personas es fundamental. Esto te evitará problemas de agresión en el futuro.

Para socializar a tu perro con las personas tienes que acostumbrar a tu cachorro a la mayor cantidad de personas posibles antes de que cumpla tres meses de edad. El Dr. Ian Dunbar sugiere que un cachorro de tres meses debería conocer al menos a 100 personas diferentes.

Lo que tienes que conseguir en este caso es que las interacciones de tu cachorro con la gente sean siempre positivas. No basta con que el cachorro no tenga miedo a las personas, sino que tiene que sentirse alegre cada vez que conoce a alguna persona.

Además, la socialización debe ocurrir voluntariamente. Es decir que no tienes que forzar a tu cachorro para que se acerque a las personas, sino dejar que lo haga por su propia voluntad. Así evitarás crearle miedos y fobias.

¿Excepciones a la regla?Algunos libros de adiestramiento de perros sugieren que los perros no deben acostumbrarse a mucha gente. Así, se convertirían en buenos guardianes.Esto no es cierto, ya que es muy fácil conseguir que un perro bien socializado sea un buen guardián. Sin embargo, es posible que los perros de guerra y algunos perros seleccionados para tareas especiales deban ser muy recelosos con la gente.En todo caso, una perfecta socialización del perro con la gente es imprescindible para cualquier perro mascota.

Para socializar a tu perro con la gente, haz lo siguiente:

- Invita a tus amigos y familiares a tu casa y pídeles que le den un pedacito de comida a tu perro y/o jueguen con él cada vez que se les acerca. Recuerda, las interacciones tienen que ser positivas.

- Lleva a tu perro a la calle para que vea gente nueva cada día. Si tu perro todavía no tiene sus vacunas, cárgalo en tus brazos para evitar contagios. No necesitas llevarlo a pasear dos kilómetros; camina hasta la esquina y vuelve, llévalo cuando vayas a la tienda, etc.

- Haz que tu perro se acostumbre a los niños pequeños y a los bebés. Para esto, permítele acercarse a niños pequeños y dale un poquito de comida cuando esté tranquilo. De esta manera, asociará a los niños pequeños

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con cosas buenas. Controla muy bien estas interacciones para que los niños no lastimen a tu perro ni lo estimulen a perseguirlos.

- Las reuniones de socialización perro - perro también te servirán para socializar a tu cachorro con la gente porque los dueños de los otros cachorros están presentes.

- Acostumbra a tu perrito a ser manipulado. Para esto, acarícialo, levántalo, tócale las patitas, revísale los dientes, etc. Haz todo esto de manera suave y gentil, dándole un pedacito de comida cuando se queda quieto y te permite manipularlo.

- Haz que otras personas practiquen la manipulación de tu perrito. Así se acostumbrará a esto y aceptará con facilidad las revisiones veterinarias.

Básicamente lo que tienes que hacer es que tu perro se divierta cada vez que conoce a alguna persona. Por supuesto, tienes que cuidar que no se asuste ni se lastime en ninguna de estas interacciones.

Cuando tu perro tenga todas sus vacunas, los paseos diarios servirán para que su socialización con la gente se fortalezca. Entonces, ya no necesitarás invitar amigos sólo para que conozcan a tu cachorro.

Durante la socialización de tu perro con la gente, tienes que considerar a diferentes tipos de personas. A continuación tienes una lista mínima, que de ninguna manera es exhaustiva. Añade a la lista todos los tipos de personas que se te ocurran.

- Personas de diferentes edades, desde niños pequeños hasta ancianos.

- Personas de diferente origen étnico: caucásicos, asiáticos, etc. Esto es muy importante, ya que los perros que no han sido correctamente socializados presentan actitudes que pueden ser clasificadas como "racistas".

- Personas con diferentes vestimentas: con sombreros, con abrigos, con lentes, etc.

- Personas con diferentes características físicas: hombres con barba, personas grandes, medianas, pequeñas, etc.

- Personas de diferente sexo: hombres y mujeres. Si visitas frecuentemente las exposiciones caninas podrás notar que algunos perros responden de manera diferente si son juzgados por un hombre o por una mujer. Bueno, esos son perros que no han sido correctamente socializados con uno de los sexos.

- Personas que usen uniformes: policías, carteros, militares, etc.

- Personas con disfraces (muy útil si en tu país se celebra Halloween).

- Personas con necesidades especiales que requieran elementos de ayuda: personas en sillas de rueda, personas ciegas que usen bastón, etc.

Riesgos de la socialización perro - humano

Si bien es importante que socialices a tu perro con la gente, tienes que ser consciente de que esto tiene algunos riesgos.

Si tu cachorro todavía no tiene todas sus vacunas, las enfermedades contagiosas son un riesgo importante.

Ten en cuenta esto para que puedas tomar las medidas de seguridad correspondientes.

Socialización del perro con otros animales

La socialización de tu perro con otros animales depende de tu estilo de vida. Mucha gente que vive en la ciudad no necesita socializar a sus perros con otros animales. Sin embargo, si en el lugar en que vives existen otros animales (gatos, caballos, ovejas, etc.) tendrás que socializar a tu cachorro con esos animales.

Recuerda que la socialización debe ocurrir voluntariamente. Es decir que no tienes que forzar a tu cachorro para que se acostumbre a los otros animales, sino dejar que lo haga por su propia voluntad. Así evitarás crearle miedos y fobias.

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Para socializar a tu cachorro con otros animales tienes que tomar algunas precauciones. Debes tener muy en cuenta la seguridad tanto de tu cachorro como de los otros animales. Por ejemplo, una buena manera de empezar la socialización con los gatos consiste en presentar al gato dentro de una jaula de viajes. Así, tu cachorro podrá verlo y olfatearlo con poco riesgo de salir arañado.

Para que tu cachorro se acostumbre a los otros animales procede de la siguiente manera:

- Evalúa la distancia a la cuál tu cachorro ignora a los otros animales. Por ejemplo, si se vuelve loco de emoción o se asusta cuando ve un gato a 10 metros, esa distancia es muy corta. Si puede ignorar al gato y jugar contigo o concentrarse en un pedacito de comida, entonces esa distancia está bien para comenzar.

- Juega un poco con tu perro y dale un pedacito de comida cuando ignore al otro animal.

- Después de hacer eso unas cuantas veces, reduce la distancia en un metro o menos. Repite el procedimiento y no te olvides de darle a tu perro un pedacito de comida cada vez que ignore al otro animal. Así estarás reforzando la conducta de ignorar a los otros animales.

- A medida que pase el tiempo, podrás jugar con tu cachorro muy cerca del otro animal.

Por supuesto, si tienes un gato amigable en tu casa, puede ser que tu cachorro juegue con él. La socialización no tiene como objetivo que tus mascotas se ignoren mutuamente, sino que se lleven bien. Sin embargo, ten cuidado que el gato no arañe a tu cachorro.

Por otra parte, no es una buena idea permitir que tu cachorro juegue con mascotas pequeñas y frágiles como los hámsteres. En este caso será mejor que tu cachorro se acostumbre a ignorar a esas mascotas, ya que aún jugando puede lastimarlas.

Si vives en un lugar donde hay caballos, ovejas y otros animales, también deberás socializar a tu cachorro con esos animales.

Riesgos de la socialización de tu perro con otros animales

Si bien puede ser importante que socialices a tu perro con otros animales, tienes que estar consciente de que esto tiene algunos riesgos.

Si tu cachorro todavía no tiene todas sus vacunas, las enfermedades contagiosas son un riesgo importante.

Ten en cuenta esto para que puedas tomar las medidas de seguridad correspondientes.

Habituación del cachorro al ambiente

Además de la socialización con las personas, los perros y otros animales, tu cachorro tiene que acostumbrarse a diferentes lugares, situaciones, imágenes y ruidos. Esta parte de la socialización consiste en habituar a tu cachorro para que no se asuste con las situaciones de la vida cotidiana.

Para lograr esto simplemente tienes que exponer a tu cachorro a la mayor cantidad de situaciones posibles. Por supuesto, situaciones que no son peligrosas.

Cuando tu perro se encuentre tranquilo en una nueva situación o en un nuevo ambiente, dale un pedacito de comida o juega con él. De esta manera estarás reforzando la conducta de permanecer tranquilo e ignorar esas nuevas situaciones.

Haz esto sin forzar a tu perro a aceptar una nueva situación. Si tu perro se asusta de algo nuevo, simplemente presenta eso de manera gradual (empezando a cierta distancia) reduciendo poco a poco la distancia entre ese objeto/entorno y tu perro. Reduce la distancia poco a poco y solamente cuando tu perro esté tranquilo y confiado.

A continuación tienes una lista no exhaustiva de cosas a las que puedes acostumbrar a tu cachorro.

1. Diferentes superficies: cemento, pasto, tierra, alfombras, parquet, superficies con desniveles, gradas, etc.

2. Diferentes lugares: dentro de tu casa, casas de amigos, centros comerciales, la calle, ascensores, el auto, el consultorio veterinario, calles con mucho tráfico, etc. Mientras tu perro no tiene todas sus vacunas puedes

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llevarlo en una jaula de viajes o cargarlo en tus brazos. Una vez que tenga todas sus vacunas podrás llevarlo con la correa.

3. Diferentes juguetes: juguetes de goma, juguetes de goma rellenables como los Kong, pelotas de tenis, etc.

4. Ruidos: gritos, puertas de garaje que se abren, aspiradora, secadora de cabello, niños que juegan, máquinas lavadoras, timbre de la puerta, etc. Recuerda que no tienes que asustar a tu cachorro, así que asegúrate de introducir los ruidos en forma gradual y de reforzar las conductas tranquilas mediante algo de comida y/o juegos divertidos.

5. Objetos que se mueven rápidamente: ciclistas, patinadores, niños corriendo, gatos que corren, niños jugando fútbol, motociclistas, automóviles, etc. Esto es muy importante para disminuir el riesgo de que tu perro persiga objetos, personas o animales.

6. Recibir la comida en diferentes lugares: en la cocina, en el baño, en el auto, en el comedor, en la casa de algún amigo, etc.

7. Recibir la comida de diferentes fuentes: comederos plásticos, comederos metálicos, de tu mano, etc.

La habituación a diferentes estímulos ambientales te ayudará a socializar a tu cachorro con gente, perros y otros animales. Cuando lleves a tu perro a un lugar donde hay mucha gente, además de estar habituándolo a esa situación estarás acostumbrándolo a conocer gente. Si lo llevas a un parque donde hay otros perros, estarás acostumbrándolo a una nueva situación y al mismo tiempo a conocer nuevos perros.

Siempre ten presente que la socialización y la habituación deben ocurrir sin forzar a tu cachorro. Así que no intentes apresurar las cosas. Aunque existen períodos críticos para la socialización del perro, sólo lograrás buenos resultados si avanzas poco a poco.

También ten en cuenta que no tienes que exponer a tu cachorro a posibles fuentes de contagio de enfermedades. Por tanto, no lo dejes caminar en lugares públicos hasta que tenga sus vacunas completas. Mientras tanto, llévalo de paseo en brazos o con una jaula de viajes para perros (hay unas jaulas portátiles, como maletines, que pueden ser muy útiles para esto).

Riesgos de la habituación del cachorro a estímulos ambientales

Si bien es importante que acostumbres a tu perro a diferentes estímulos ambientales, tienes que estar consciente de que esto tiene algunos riesgos.

Si tu cachorro todavía no tiene todas sus vacunas, las enfermedades contagiosas son un riesgo importante.

Ten en cuenta esto para que puedas tomar las medidas de seguridad correspondientes.

Inhibición de la mordida

La inhibición de la mordida es quizás la pieza fundamental de la socialización de cualquier cachorro. Un perro que no ha aprendido a inhibir su mordida es un perro peligroso que puede causar daños incluso cuando juega. En cambio, un perro que sabe inhibir su mordida puede evitar causar daños incluso cuando muerde para advertir que está enojado.

El período crítico para la inhibición de la mordida termina alrededor de los cuatro meses y medio de vida del cachorro, cuando ocurre el cambio de dentición. Pasado este tiempo será muy difícil que le enseñes a tu perro a inhibir su mordida.

Entre los adiestradores es muy común hablar de perros de boca suave y boca dura. Los perros de boca suave son los que han aprendido a inhibir la mordida y son capaces de usar su boca para sujetar cosas sin dañarlas.

Existen varios aspectos a considerar para enseñarle a tu perro a inhibir su mordida.

El primero es que tu cachorro tenga compañeros caninos de juego. Esto es fundamental porque los cachorros aprenden a regular la fuerza de sus mordidas cuando juegan con otros perros. El principio es sencillo: si tu perro muerde muy fuerte, el otro cachorro se queja y el juego termina, aunque sea por unos segundos. Entonces, jugar sin dañar se refuerza positivamente (con el mismo juego) y jugar bruscamente se castiga negativamente (terminando el juego).

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El segundo aspecto a considerar es que le enseñes a tu perro la orden "Suelta". Esta orden no ayuda a regular la fuerza de las mordidas, pero ayuda a que tu perro deje de morder algo.

El tercer aspecto es que le enseñes a tu perro a morder tus manos jugando. Aunque esto no es recomendado por muchos adiestradores, es muy importante para cachorros de menos de cuatro meses porque les enseña que los seres humanos somos más sensibles que los perros. Así, tu cachorro aprenderá a regular su mordida de diferente manera cuando juega con humanos que cuando juega con perros.

Para enseñarle a tu cachorro a morder tus manos jugando, empieza a jugar con él y permítele que muerda tus manos. El momento en que te cause dolor, dile "No" y termina el juego retirando tu mano. Algunos adiestradores sugieren que en lugar de decir "No", digas "Ay!" en un tono elevado de voz, haciendo notar tu dolor. En realidad no importa que palabra uses. Lo que importa es que finalices el juego en el momento exacto en que tu perro muerde con fuerza.

Como verás, el timing es muy importante en este caso. Si terminas el juego cuando tu perro está mordiéndote suavemente pero lo continúas cuando él te muerde con fuerza, estarás enseñándole a morder con fuerza.

Cuando detengas el juego, ignora a tu perro por unos segundos. Así el castigo negativo hará efecto. Sin embargo, no dejes a tu perro aislado ni nada por el estilo. Simplemente detén el juego, ignora a tu perro por unos segundos y reanuda el juego nuevamente.

De vez en cuando detén el juego y no lo reanudes muy pronto.

Repite el procedimiento por un tiempo y practícalo en diferentes lugares para generalizar el aprendizaje. También haz que otras personas (tu esposa, esposo, hermano, hermana, etc.) practiquen este procedimiento, así tu perro comprenderá que todos los humanos son sensibles.

Si no puedes detener los mordiscos de tu perro diciendo "No", primero enséñale la orden "Suelta", y usa esa orden para terminar el juego. Sin embargo, en este caso no ignores a tu perro por unos segundos, ya que estarías castigando el obedecer la orden. Simplemente detén el juego y reanúdalo cuando tu perro se calme.

Si tienes que usar la orden "Suelta" con mucha frecuencia, es que algo anda mal. Esta orden solamente te servirá para que tu perro te deje de morder cuando está muy entusiasmado. No debe ser parte del juego de "inhibir la mordida", salvo en muy contadas ocasiones.

No permitas que niños muy pequeños practiquen este ejercicio porque los resultados serán desastrosos. Los niños muy pequeños no tienen el control necesario para llevar el ejercicio de forma adecuada y es muy probable que el cachorro termine aprendiendo que es más divertido morder con fuerza para hacer más divertido el juego.

Nunca castigues físicamente a tu cachorro por morderte con fuerza. Eso solamente generará miedo o agresión. En todo caso, con el castigo no le enseñarás a inhibir su mordida, sino a no morder jugando. ¿Cual es el problema con esto? Que si decide morder cuando sea adulto, lo hará con muchísima fuerza.

Otra razón para no usar castigos físicos es que los cachorros no pueden controlar completamente sus impulsos hasta que son un poco mayores. Por tanto, aunque tu perro haya aprendido a inhibir su mordida, algunas veces estará muy entusiasmado como para darse cuenta que debe hacerlo. Cuando pase los cuatro o cuatro meses y medio podrá controlar su mordida con facilidad... si es que le has enseñado a hacerlo.

Finalmente, si existen clases para cachorros en tu ciudad, inscribe al tuyo antes que cumpla los cuatro meses y medio. Las clases para cachorros son quizás la mejor forma de enseñar la inhibición de la mordida porque tu perrito podrá jugar con otros cachorros. Además, contarás con apoyo del instructor y de los otros asistentes y harás muchos amigos.

Consejos para la socialización del cachorro

En artículos previos aprendiste los aspectos esenciales de la socialización del cachorro. Si tu perro tiene la edad adecuada (entre ocho y 12 semanas) la socialización y la habituación a nuevos estímulos serán simples de llevar a cabo. Sin embargo, aunque sea simple, no siempre resulta fácil llevar a cabo esta etapa de forma correcta así que aquí tienes algunos consejos que te pueden ser de utilidad.

Debes tener presente que todo el proceso de socialización (perro - perro, perro - humano, inhibición de mordida, etc.) ocurre en el mismo período de tiempo, así que tendrás que planificar esas actividades de tal forma que puedas conseguir resultados antes que tu cachorro cumpla las 12 semanas de vida o las 18 en el caso de la inhibición de la mordida.

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No te olvides que la socialización y la habituación tienen que ocurrir en forma gradual. Nunca fuerces a tu cachorro a soportar algo que le da miedo porque podrías causarle una fobia.

Planifica las reuniones de cachorros de tal manera que también participen los dueños de los otros cachorros. Esto te ayudará con la socialización perro - perro y perro - humano al mismo tiempo.

Prepara actividades originales para estas reuniones, así podrás pasar un rato muy agradable al mismo tiempo que socializas a tu cachorro. Por ejemplo, cuando todos los cachorros muestren una buena socialización con la gente, una fiesta de disfraces con perros vendría bien. Así los cachorros encontrarían un ambiente diferente. Ten en cuenta que los disfraces son sólo para los humanos.

Practica cada día el ejercicio de inhibición de mordida para que tu perro aprenda lo antes posible. Sigue practicándolo a diario hasta que tu perro cumpla los cuatro meses y medio, e incluso después. No necesitas mucho tiempo para esto, con cinco o 10 minutos diarios es suficiente.

Planifica sesiones cortas (cinco minutos) para que tu cachorro se acostumbre a diferentes ruidos. Introduce los ruidos de forma gradual, siempre cuidando de no asustar a tu cachorro.

Existen CDs para acostumbrar a tu cachorro a diferentes ruidos. Estos CDs son muy útiles porque tienen diferentes ruidos que, aunque son comunes, no están "disponibles " todo el tiempo en el ambiente. Eso ruidos incluyen grabaciones de truenos, tráfico, multitudes, bocinas, etc. Si puedes, consigue uno de estos CDs y úsalo para acostumbrar a tu cachorro a esos ruidos. Empieza con el volumen muy bajo y auméntalo de forma gradual a medida que tu cachorro demuestra su confianza.

Si no puedes conseguir uno de esos CDs, graba varios ruidos en diferentes lugares y usa tu propia grabación. Por ejemplo, puedes grabar los disparos en un campo de tiro deportivo, multitudes en la estación de metro, el sonido de los trenes cuando se acercan, etc.

Para grabar truenos puedes esperar a que ocurran (mala idea) o alquilar alguna película en la que haya muchos truenos y ruidos similares, como "Una tormenta perfecta".

No te olvides de los paseos diarios de tu cachorro. Incluso cuando tengas que llevarlo cargado porque aún no tiene sus vacunas, los paseos son una de las mejores formas de socializar a un cachorro.

Separa algunos minutos diarios para enseñarle a tu cachorro algunos ejercicios de obediencia o algunos trucos. Entrénalo a manera de juego y no esperes resultados asombrosos a tan corta edad.

Acostumbra a tu cachorro a pasear en auto.

Acostumbra a tu cachorro a usar el collar y la correa, aún si todavía no lo dejas caminar por la calle porque no tiene todas sus vacunas.

Permite que tu perrito te acompañe cuando ves la televisión. Especialmente si te gustan las películas de acción (o los noticieros sensacionalistas), porque así se acostumbrará a ruidos extraños. Recuerda que no tienes que forzar la socialización, así que al principio quizás tengas que bajar el volumen un poco.

Educa a tu perro para ir al baño

Educar a tu perro para ir al baño no es algo difícil pero necesitarás tiempo, paciencia y estar muy alerta. Existen tres maneras efectivas para enseñarle a tu perro a no ensuciar la casa:

1. Adiestramiento con papel

2. Adiestramiento activo

3. Adiestramiento con jaula

Aunque cada uno de esos métodos se enfoca en situaciones particulares, lo más probable es que necesites combinarlos para tener menos contratiempos.

Antes de empezar la educación higiénica de tu perro

Antes de empezar a enseñarle a tu perro a no ensuciar la casa, tienes que considerar los siguientes factores:

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1. Examen veterinario y desparasitación

Algunos problemas de salud pueden dificultar o incluso impedir que tengas éxito al educar a tu perro en las necesidades higiénicas.

Asegúrate que tu cachorro no tenga enfermedades directamente relacionadas con la defecación o la micción. Enfermedades como la cistitis, infecciones urinarias o diarrea pueden impedir la educación higiénica de tu perro. Además, algunos parásitos internos (gusanos) pueden provocar defecación irregular.

Por tanto, antes que nada lleva a tu perro al veterinario para que le haga una revisión completa. Coméntale al veterinario que quieres saber si tu perro tiene alguna enfermedad que pueda afectar la educación higiénica.

2. Horario de comidas

Si tu perro come a cualquier hora, también hará sus necesidades a cualquier hora. Por eso es importante que tenga un horario fijo de comidas.

Cuando le des la comida a tu perro, déjasela en el plato por media hora aproximadamente. Después de ese tiempo, retira el plato.

Como norma general, un cachorro tiene que comer entre cuatro y cinco veces por día, mientras que un perro adulto tiene que comer dos veces al día. Sin embargo, es una buena idea que consultes con el veterinario para que te ayude a establecer la cantidad y el número de comidas diarias para tu perro.

Ten en cuenta que la comida para perros que viene en lata es húmeda y puede aflojar el estómago de tu cachorro.

3. Identifica las áreas en que tu perro puede hacer sus necesidades

Es bueno que tengas claro dónde permitirás que tu perro haga sus necesidades y dónde no. Identifica esas áreas y no permitas que tu perro esté en las "zonas no permitidas" sin supervisión.

Si tu cachorro todavía no puede salir a la calle porque no tiene completas las vacunas, tendrás que cubrir el suelo del cuarto a prueba de cachorros con papel periódico para que ésa sea una "zona permitida".

Es importante que las "zonas permitidas" tengan una superficie diferente que la de las "zonas no permitidas". Por ejemplo, la lavandería tiene un piso de azulejo ("zona permitida"), mientras que los cuartos tienen parquet y alfombras ("zonas no permitidas").

4. Lleva un registro diario de los desechos de tu perro.

Durante los primeros días de la educación higiénica tienes que registrar las horas en que tu perro hace pis y caca. Aunque esto es un poco molesto, es importante para que sepas cuándo es más probable que vaya a hacer algo.

Entonces, podrás llevar a tu perro a una "zona permitida" media hora antes de su hora de hacer pis o caca. Así, te resultará más fácil evitar los accidentes sobre la alfombra. Esto también te servirá para el adiestramiento activo y para el adiestramiento con jaula.

5. Retira el recipiente de agua antes de ir a dormir.

Si tu perro no duerme en el cuarto a prueba de cachorros, tendrás que evitar que tome líquidos después de una hora determinada. Puedes retirar el recipiente de agua a las nueve de la noche o un poco más tarde.

Sin embargo, déjale el recipiente con agua toda la noche si hace mucho calor en el lugar en que tu perro duerme o si él:

duerme en el cuarto a prueba de cachorros está sediento tiene algún requerimiento especial de salud (por ejemplo, está deshidratado) tiene diarrea

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6. Consigue un neutralizante de olores.

Sin importar qué métodos uses para educar a tu cachorro, en algún momento tendrás que limpiar algún lugar de tu casa. Así que mejor consigue un producto que neutralice el olor de la orina. Puedes encontrar muchos productos para esto en las tiendas para mascotas.

Asegúrate que el producto que compras no tenga amoníaco porque no te servirá.

Aspectos importantes sobre la educación higiénica del cachorro y el perro adulto

No esperes que tu cachorro esté completamente educado en los hábitos higiénicos hasta que cumpla por lo menos seis meses. Hasta esa edad, los perros no tienen control total sobre su vejiga urinaria.

Si tu perro ya es adulto, podrá controlar mejor su vejiga, pero tal vez ya haya aprendido que puede hacer sus necesidades donde le da la gana. En ese caso, tendrás que reeducarlo.

Adiestramiento con papel

El adiestramiento con papel consiste en evitar que tu perro haga sus necesidades en un lugar inadecuado. Es decir que tu perro no debe estar sin supervisión en un área donde no debe hacer sus necesidades, hasta que esté completamente educado.

El adiestramiento con papel no es la mejor manera de enseñarle a tu cachorro a no ensuciar la casa, pero es una manera efectiva de hacerlo cuando no puedes supervisar a tu perro las 24 horas del día.

El adiestramiento con papel también te será útil si vives en un departamento y no puedes sacar a pasear a tu perro por lo menos tres o cuatro veces al día. Así, tu perro podrá tener un baño en casa.

Lo primero que necesitas es un cuarto a prueba de cachorros. Recuerda que el cuarto a prueba de cachorros debe ser suficientemente grande como para que los desechos de tu perro no estén cerca de su plato de comida ni de su casa.

También ten en cuenta que el cuarto a prueba de cachorros no necesita ser un recinto completamente cerrado. Puedes usar puertas de seguridad ajustables. De esta forma tu perro no se sentirá tan aislado cuando no lo puedas supervisar.

Tu perro tendrá que estar en ese cuarto todo el tiempo que no puedas supervisarlo. Por supuesto, tienes que dejarle algunos juguetes (grandes, que no pueda tragar) para morder, su cama y su recipiente de agua. También déjale su plato de comida si va a necesitar alimentación durante el tiempo en que estés afuera.

Tienes que empapelar el piso del cuarto con tres o cuatro capas de periódico. Todo el piso.

Como tu perro va a estar libre en ese cuarto, se acostumbrará a hacer sus necesidades sobre papel periódico. De ahí el nombre de "adiestramiento con papel".

A medida que pase el tiempo, te darás cuenta que tu cachorro prefiere algunos lugares para hacer sus necesidades. Cuando notes esto, puedes empezar a reducir el área empapelada.

Primero quita algunos periódicos del lugar más lejano a aquéllos que tu perro ensucia. Es decir, si tu perro ensucia al fondo, retira los papeles de la entrada.

Después, quita más periódicos cada día, pero no apures mucho esto. Si tu perro ensucia algún lugar que no está empapelado, es porque has quitado los papeles muy pronto. En ese caso, vuelve a empapelar una superficie más grande, o incluso todo el cuarto.

Cuando tu perro se haya acostumbrado a hacer en un área pequeña, puedes empezar a mover los papeles hacia donde tú prefieras. Muévelos lentamente, no más de tres centímetros por día, hasta el lugar que tú hayas elegido. Eso sí, no acerques los papeles a su cama o a sus recipientes de agua o comida. Si haces eso, tu perro dejará de hacer sus necesidades sobre los papeles.

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Tu perro aprenderá rápidamente dónde puede hacer sus necesidades, pero si tiene menos de seis meses no podrá controlarse por mucho tiempo.

Recuerda que el cuarto a prueba de cachorros es solamente para dejar a tu perro cuando no puedas supervisarlo. Tienes que pasar el mayor tiempo posible con él para acelerar su educación y brindarle compañía y ejercicio.

Mientras más tiempo pases con tu perro, más tiempo podrás dedicarle al adiestramiento activo. Ésta es una mejor manera de enseñarle a tu perro a no ensuciar la casa.

Adiestramiento activo para no ensuciar la casa

El adiestramiento activo es una manera excelente de educar a tu perro para ir al baño. También es una forma muy rápida de educar a tu cachorro.

La desventaja es que tú tienes que estar supervisando a tu perro. Por eso, lo más frecuente es combinar el adiestramiento activo con el adiestramiento con papel.

El adiestramiento activo consiste en felicitar y recompensar a tu perro cada vez que hace sus necesidades en un sitio permitido.

Para esto tienes que haber identificado las zonas en las que está permitido que tu perro haga sus necesidades. También tienes que haber registrado en qué horarios suele hacer sus necesidades.

Con esos datos podrás saber en qué horarios tienes que preocuparte porque tu perro quiere hacer pis o caca. Entonces, media hora antes del horario en que tu perro hace sus necesidades, llévalo a una zona en que le esté permitido hacer (el jardín, el cuarto a prueba de cachorros, el parque, etc.).

Luego, simplemente espera hasta que haga. Inmediatamente, cuando terminó de hacer sus necesidades en el lugar adecuado, haz click o dile "Eso!" y dale un pedacito de comida (o juega con él un poco).

Tu perro no necesita mucho reforzamiento adicional, ya que hacer sus necesidades es un reforzador primario. Sin embargo, hacer click, darle la orden de liberación o felicitarlo con voz muy animada le demostrará que estás contento con lo que hizo.

Ten cuidado de no hacer click, felicitarlo o darle la orden de liberación mientras él está haciendo sus necesidades. En este caso podrías interrumpirlo.

Una vez que los horarios de tu perro para hacer sus necesidades son más claros, puedes enseñarle a hacer a la orden. Como ya tendrás una idea más o menos precisa de cuándo va a hacer, simplemente dile "haz pis" antes de que haga. Cuando termine de hacer sus necesidades, haz click o dale la orden de liberación y dale un poquito de comida. Ten cuidado de no utilizar una palabra o frase que uses comúnmente en tu vida cotidiana.

Poco a poco se acostumbrará a esa orden y podrás usarla para que haga sus necesidades pronto durante los paseos. Por supuesto, solamente hará a la orden si es que tiene ganas.

Cuando puedas supervisar a tu perro, permítele estar en otros cuartos. Pero no se te ocurra dejarlo completamente libre hasta que esté bien educado. Tenlo con una correa o dentro de la jaula de viajes, y llévalo a una "zona permitida" cuando tenga que hacer sus necesidades.

Con el tiempo tu perro se acostumbrará a hacer sus necesidades en los lugares que tú has definido para eso. Sin embargo, no esperes que esto ocurra de manera confiable antes de que tu perro cumpla seis meses.

El adiestramiento activo es muy útil, pero obviamente no podrás supervisar a tu perro todo el tiempo. Por eso, usa el adiestramiento con papel en los momentos en que no puedas supervisar a tu cachorro.

Ten en cuenta que usando la combinación de métodos, tu perro se acostumbrará a hacer sus necesidades tanto en las zonas permitidas como sobre papel periódico. Así que ten cuidado de no dejar periódicos tirados en el piso.

Adiestramiento con jaula

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El adiestramiento con jaula es una modificación del adiestramiento activo para enseñarle a tu perro a no ensuciar la casa. La principal diferencia es que en el adiestramiento con jaula, la jaula de viajes para perros te servirá para llevar a tu perro a cualquier lugar al que vayas.

El adiestramiento con jaula se basa en el comportamiento natural del perro. Al ser animales de madriguera, los perros tienen la tendencia a hacer sus necesidades lejos de sus madrigueras. De manera análoga, a tu perro no le gustará ensuciar la jaula de viajes si es que la ve como un lugar de descanso.

En términos generales, el adiestramiento con jaula consiste en que tu perro estará enjaulado antes de las horas en que hace sus necesidades. De esta forma, será menos probable que ocurra un accidente.

Por supuesto, tu perro solamente debe estar en la jaula de viajes cuando tú estás en tu casa. La función de la jaula no es la misma que la del cuarto a prueba de cachorros. La jaula te servirá para llevar a tu perro a diferentes lugares al mismo tiempo que reduces el riesgo de que el cachorro haga pis o caca en cualquier parte.

Por ejemplo, tu perro puede estar en el mismo cuarto mientras tú miras la tele o trabajas en la computadora. No tendrás que preocuparte por que él ensucie la casa, ya que estará dentro de su jaula. Entonces, cuando llegue la hora de llevarlo al baño, lo sacas de la jaula y lo llevas al lugar indicado para que haga sus necesidades.

Para llevar a cabo el adiestramiento con jaula, primero tienes que acostumbrar a tu perro a usar la jaula de viajes. También tienes que haber identificado las "zonas permitidas" o lugares en que tu perro podrá hacer sus necesidades. Además, tienes que llevar un registro de las horas en que tu cachorro suele hacer sus necesidades.

Luego, procede a adiestrar a tu perro con la jaula de la siguiente manera:

1. El encierro

Una hora antes de la hora en que tu perro tiene que ir al baño, enciérralo en la jaula. Pero no lo dejes solo. La jaula tiene que estar donde tú estás.

Encierra a tu perro una hora antes de su horario normal de ir al baño sirve para prevenir accidentes higiénicos.

2. Ir al baño

A la hora en que tu perro tiene que ir al baño, sácalo de la jaula y llévalo a una "zona permitida". Espera cinco minutos en ese lugar.

Después que tu perro haga sus necesidades, felicítalo con una voz amigable. También puedes hacer click (o decir la orden de liberación) y darle una recompensa de comida cuando acaba de hacer sus necesidades. Sin embargo, no interrumpas a tu perro mientras está haciendo sus necesidades.

Si fuese necesario, tu perro tendrá que estar con la correa mientras hace sus necesidades. Así no se irá a otro lugar.

Después que tu perro ha hecho todo lo que tenía que hacer, llévalo a otro lugar (a una de las "zonas no permitidas") y juega o pasea con él. No lo dejes sin supervisión en ese lugar.

Asegúrate que tu perro se ha "vaciado" antes de llevarlo a jugar al otro lugar. Es seguro que tendrás que limpiar el piso si tu perro todavía tiene ganas de hacer algo más.

Permítele estar un tiempo jugando contigo, pero vuelve a llevarlo al lugar en que debe hacer sus necesidades si notas que empieza a olfatear el suelo o a dar vueltas.

Ten en cuenta que si tu perro tiene menos de cinco meses, será bueno que lo lleves al lugar donde debe hacer sus necesidades cada 45 minutos entre los juegos.

Una hora antes de su siguiente horario de ir al baño, vuelve a encerrar a tu perro en la jaula y repite el procedimiento.

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3. Si tu perro no hace sus necesidades cuando lo llevas a su baño

Si tu perro no hace sus necesidades cinco minutos después de haberlo sacado de la jaula, vuelve a encerrarlo por 15 minutos. Luego, vuelve a llevarlo al lugar en que le está permitido hacer sus necesidades y espera otros cinco minutos.

Aspectos que debes tomar en cuenta sobre el adiestramiento con jaula

Nunca uses este método de adiestramiento con cachorros muy pequeños. Los perros de menos de nueve semanas casi no tienen control sobre su vejiga urinaria y no deben ser enjaulados.

Los cachorros de tres y cuatro meses deben permanecer en la jaula por muy poco tiempo.

Incluso para perros adultos, el uso de la jaula debe ser corto y solamente cuando estás en tu casa. La jaula de viajes no sirve para confinamientos prolongados.

Los tiempos máximos que un perro puede pasar enjaulado de forma continua son:

Cachorros de nueve a 10 semanas: 30 a 40 minutos. Cachorros de 11 a 15 semanas: una a dos horas y media. Cachorros de 16 a 17 semanas: tres horas y media. Cachorros y perros de 18 semanas en adelante: tres y media a cuatro horas.

El tiempo máximo que debería pasar un perro en la jaula de viajes nunca debería superar las cinco horas. Y esto solamente en contadas ocasiones. Por supuesto, este tiempo es mayor cuando el perro realiza algún viaje en avión, pero ese es un caso particular en el que nada se puede hacer.

Si tu perro ensucia la jaula de viajes es porque lo dejaste encerrado por mucho tiempo o porque tiene algún problema de salud (diarrea u otras enfermedades). Esto afectará negativamente la educación de tu cachorro y necesitarás muchas semanas, o incluso meses, para reeducarlo.

No enjaules a tu perro si:

Es menor de nueve semanas Tiene diarrea o vómitos Necesitas dejarlo más tiempo del tiempo máximo indicado (en este caso usa el cuarto a prueba de

cachorros) No ha hecho sus necesidades poco antes de enjaularlo No ha recibido suficiente ejercicio y compañía antes de enjaularlo La temperatura es muy alta

Consejos para la educación higiénica del cachorro

La mejor manera de educar a tu cachorro o perro adulto para que no ensucie la casa es el adiestramiento con jaula. Sin embargo, considerando que no podrás estar pendiente de tu perro todo el tiempo, quizás la opción más adecuada sea una combinación de adiestramiento con jaula y adiestramiento con papel.

Es importante que pases mucho tiempo con tu perro. Esto te ayudará a educarlo más rápidamente y te evitará otros problemas como la ansiedad por separación, conductas destructivas, ladridos e incluso agresión.

Tienes que limitar el uso de la jaula de viajes al mínimo posible. Recuerda que la jaula de viajes no debe ser usada para encerrar a tu perro por mucho tiempo. Cuando tengas que dejar a tu perro sólo por períodos prolongados, usa el cuarto a prueba de cachorros.

Aún cuando el cuarto a prueba de cachorros es útil para confinamientos largos, sólo tienes que hacer uso de él cuando no puedas supervisar a tu perro. Trata de pasar el mayor tiempo posible con tu perro para que no se sienta abandonado. También pasa algún tiempo con él en su cuarto.

Ten en cuenta que tu perro no va a ensuciar cerca de su cama, su plato de comida o su recipiente de agua. Así que no esperes que el lugar donde debe hacer sus necesidades esté cerca de esos elementos.

Es más probable que tu perro tenga la necesidad de ir al baño al despertarse, después de comer, después de jugar y después de tomar agua. Asegúrate de llevarlo a alguna de las "zonas permitidas" (el cuarto para cachorros, el jardín, el parque, etc.) después de que él realice alguna de esas actividades.

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No castigues a tu perro cuando ensucie en algún lugar prohibido. Los castigos solamente retrasarán su educación porque no pensará que lo estás castigando por ensuciar algún lugar, sino por hacer sus necesidades. Entonces, aprenderá a ensuciar en lugares escondidos (detrás de un sillón, debajo de una cama, etc.).

Cuando tu perro ensucie algún lugar de tu casa, limpia muy bien la suciedad con algún producto comercial que elimine el olor a orina. Asegúrate que ese producto no tenga amoníaco entre sus ingredientes porque el amoníaco se descompone en urea, que es un componente de la orina.

Si tu perro ensucia su jaula de viajes es porque lo dejaste mucho tiempo en ella, porque tu cachorro tiene algún problema de salud o porque todavía es muy joven para aguantarse. En ese caso, limpia muy bien la jaula de viajes y prepárate para reeducarlo. Tardarás mucho tiempo más, así que trata de evitar este problema.

Si usas el adiestramiento con papel, cambia los periódicos con la mayor frecuencia posible. Al menos una vez por día. Eso sí, cuando empieces a reducir el área empapelada puedes dejar algunos periódicos del día anterior (los de más abajo) para que mantengan el olor y estimulen a tu cachorro a hacer en el mismo lugar.

Aunque uses predominantemente el adiestramiento con papel, no pases por alto el adiestramiento activo o el adiestramiento con jaula. Es lo mejor que puedes hacer para acelerar la educación higiénica de tu cachorro.

Si solamente usas el adiestramiento con papel, es posible que tu perro aprenda a no hacer sus necesidades afuera de la casa. En ese caso, tendrás que reeducarlo para que se de cuenta que el lugar donde puede hacer sus necesidades no es solamente un piso cubierto de periódicos.

Consulta con el veterinario antes de sacar a tu perro a pasear por la calle. Aunque los paseos ayudan en la educación higiénica, no es recomendable que tu perro se exponga a enfermedades si no cuenta con sus vacunas.

Muy importanteNuca golpees con un periódico a tu perro ni le restriegues el hocico contra el piso. Aunque esos procedimientos son muy comunes, no sirven más que para asustar y maltratar a tu perro. Simplemente, no sirven para educar a ningún animal.

El perro destructor

Los perros destructores son un gran problema para mucha gente y, muchas veces, para ellos mismos. Esos perros que se dedican a masticar los muebles, los zapatos, las plantas y todo lo que encuentran, suelen terminar abandonados o en un albergue en espera de una familia que quiera adoptarlos. Igual suerte suelen correr los perros que destrozan el jardín cavando huecos donde les da la gana.

Lastimosamente, las conductas destructivas son muy frecuentes en los perros y no creo que exista un solo perro que jamás haya sido destructor, aunque sea por un corto tiempo. Esto porque masticar cosas y cavar son conductas naturales en los perros. Tan naturales como respirar, alimentarse o hacer sus necesidades.

Por supuesto, algunos perros tienen más necesidad que otros de expresar estas conductas. A los terrier, por ejemplo, generalmente les encanta cavar y en muchos casos es imposible evitar que lo hagan. La conducta de masticar cosas es más común en todos los perros, pero los perros de caza y otras razas criadas para trabajos duros suelen tener más marcada esta conducta.

Aunque masticar cosas y cavar en el jardín son conductas inapropiadas para los humanos, son conductas muy naturales para los perros y por eso no es conveniente tratar de erradicarlas. Lo mejor que puedes hacer para prevenir y solucionar problemas de destrucción es redirigir las conductas destructivas hacia objetos resistentes o lugares adecuados. Es decir que, más que adiestramiento canino, tienes que llevar a cabo un programa de enriquecimiento ambiental para tu perro (aunque algo de adiestramiento también hay en estas soluciones).

Los entrenadores de la vieja escuela tienden a solucionar los problemas de perros destructores mediante el castigo. Simplemente castigan a los perros cada vez que éstos empiezan alguna de las conductas destructivas. El problema con ese enfoque es que suele causar más problemas que aportar soluciones. La mayoría de los perros desarrollan otras conductas inapropiadas en respuesta a esos "tratamientos" e incluso pueden aumentar la intensidad y frecuencia de las conductas destructivas.

Por eso, en este manual de adiestramiento canino encontrarás soluciones a través de la redirección de las conductas destructivas, y no a través del castigo. Es decir que, en lugar de enseñarle a tu perro a no masticar

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y no cavar, le enseñarás a masticar solamente sus juguetes y cavar solamente en un lugar determinado construido específicamente para eso.

La estrategia de redirigir las conductas inapropiadas es equivalente al enriquecimiento ambiental que se hace en los zoológicos modernos. No solo sirve para solucionar el problema en cuestión, sino también para mantener la salud psicológica y emocional de los animales (y muchas veces mejorar la salud física a través del ejercicio).

Porqué destruyen cosas los perros

Los perros y los humanos evolucionamos juntos, logrando una convivencia muy buena entre ambas especies. Sin embargo, las mascotas que tenemos en la actualidad (perros u otros animales) no disfrutan de libertad real. Tienen muchos beneficios pero son animales cautivos.

Los perros mascota no tienen la libertad de desplazarse a donde ellos quieren cuando así lo desean. Además, deben permanecer solos en casa por muchas horas, sin tener nada que hacer ni contar con alguna manera de controlar su ambiente. Por eso salen a flote conductas que para ellos son naturales y no tienen nada de malo, pero que nosotros consideramos problemas de conducta porque tienen efectos negativos sobre nuestras pertenencias.

No es de extrañar, por tanto, que los perros destrocen cosas cuando se quedan solos y sin una actividad que realizar en un ambiente que, aunque es familiar para ellos, es artificial.

No se pueden conocer todas las razones por las que los perros destrozan las cosas, pero las cinco más comunes son las que ves a continuación.

Personalidad. Algunos perros simplemente son más destructores que otros. Aunque no se puede echar la culpa completamente a la genética, la herencia tiene sin duda un impacto en la frecuencia e intensidad de las conductas destructivas de los perros.

Por ejemplo, los terrier suelen ser perros que disfrutan cavando en el jardín, en busca de animales de madriguera. En cambio, los pequineses o los bulldog tienen menos tendencia a cavar y suelen disfrutar más masticando algo hasta hacerlo pedazos.

Aburrimiento. Los perros suelen destruir cosas cuando sus propietarios no están. Como no tienen nada más que hacer y necesitan quitarse el aburrimiento, muchos perros se consiguen alguna actividad que los mantenga entretenidos. Como no pueden jugar con el Wii o ver la tele, mastican los muebles, cavan en el jardín o ladran (esto último no tiene que ver con la destrucción pero puede ser muy molesto para los vecinos).

Es lógico que cualquier animal que se quede solo por muchas horas cada día se aburra y busque una manera de vencer el aburrimiento. Ocurre especialmente cuando se trata de perros de razas desarrolladas para la caza o el trabajo (perros de protección), pero ocurre con frecuencia en todas las razas de perros.

Ansiedad. Los perros son animales sociales que necesitan contacto con otros seres, incluso aquellos que no forman una jauría. Masticar y cavar son actividades que les ayudan a reducir la ansiedad que sienten cuando se quedan solos.

Esta ansiedad es normal y no la debes confundir con la ansiedad por separación que se da en algunos perros. La ansiedad por separación es un problema serio que, aunque tiene algunos síntomas similares a los del perro destructor normal, produce conductas extremas porque los perros entran en pánico cuando quedan solos.

Más adelante encontrarás un capítulo completo sobre la ansiedad por separación en perros y podrás comprenderla mejor. De cualquier forma, aún si piensas que tu perro tiene ansiedad por separación, es bueno que leas este capítulo completamente porque muchos de los consejos te pueden servir.

Frustración. Cuando un perro queda encerrado sólo en la casa, no tiene ningún control sobre su ambiente. No puede conseguir nada de lo que quiere, no puede ir a investigar los ruidos extraños que escucha afuera, no puede abrir las puertas para ir a jugar (ni sabe coser ni sabe bordar... ¡no es como la señorita de San Nicolás!), etc.

La incapacidad para manipular el ambiente crea mucha frustración en cualquier animal. Esta frustración puede ser reducida o eliminada mediante ciertas actividades que pueden ser divertidas o no, pero mantienen al animal activo.

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¿Alguna vez has visto a un león o un tigre de circo en esas jaulas pequeñas en que los transportan? ¿O quizás algún gran felino en un zoológico "antiguo" encerrado en esas jaulas victorianas tan pequeñas en las que el animal no tiene nada que hacer? Esos animales suelen desarrollar conductas estereotípicas, como caminar de un lado al otro una y otra vez. Esas conductas sirven al animal para relajarse y reducir la frustración.

Bueno, masticar cosas y cavar son dos conductas que pueden convertirse en estereotipos para los perros que se quedan solos por muchas horas día tras día. Masticar y cavar tienen para los perros un efecto relajante que les ayuda a pasar el rato. Es algo así como reventar las bolitas de plástico que vienen en las láminas que recubren los productos frágiles. ¿Alguna vez has reventado esas bolitas? Es adictivo, aunque no tenga ningún sentido. El tiempo pasa volando y uno no se da ni cuenta.

Mala educación. Alguien dirá "Obvio, si el perro destroza las cosas es porque es un mal educado!", pero no me refiero sólo al hecho de destrozar las cosas, sino al porqué lo hace. Muchos perros son entrenados para destrozar cosas. ¡Verdad!

Cuando son cachorros, la gente se alegra y felicita a los tiernos cachorritos casi por cualquier tontera que hacen, aunque esas cosas sean inapropiadas. Por ejemplo, el cachorrito de tres meses muerde una planta y surge la siguiente conversación en la familia:

Padre: "Que lindo, quiere jugar con las plantas". Hija: "Es que quiere ser jardinero". Todos: "Jajajajajaja" y acarician al cachorro y juegan con él.

Después de muchas veces que ocurren situaciones similares, no es de extrañar que el perrito aprenda a destrozar el jardín porque su conducta es reforzada socialmente con la aprobación del "grupo familiar". Aunque la aprobación no venga en lenguaje canino, los perros son muy observadores y su evolución junto a los humanos los ha llevado a comprender muchas de las actitudes y lenguaje corporal de nuestra especie, por lo que sus conductas pueden ser reforzadas socialmente por las nuestras.

Tres años después, la familia que alentó al cachorro a ser destructor se estará preguntando porqué su perro es tan malo y maleducado, y empezarán a buscar la ayuda de un entrenador.

Prevenir y solucionar la conducta destructiva de los perros

La mejor manera de prevenir y solucionar la conducta destructiva de los perros consiste en enseñarles a masticar solamente sus juguetes y cavar sólo en lugares apropiados. En los siguientes temas de este capítulo encontrarás las estrategias más efectivas para solucionar y prevenir los problemas causados por perros que mastican los muebles, las plantas, los zapatos, etc. y los perros que cavan en el jardín.

En cambio, si tu perro destroza las cosas solamente al caminar, porque es un pitbull de casi 30 kilos y tú vives en un departamento pequeño atiborrado de adornos... mmm, bueno, no encontrarás la solución a tus problemas en este manual. En ese caso, te recomiendo que busques un agente de bienes raíces y te mudes a una casa, o al menos a un departamento más grande.

Los perros que mastican todo lo que encuentran

Una vez me consultaron acerca de una perra pastor alemán que masticaba todas las partes plásticas de la carrocería del auto. Cuando fui a ver lo que ocurría me encontré con que la perra vivía en un garaje pequeño, junto con un macho de la misma raza.

El garaje apenas tenía espacio para las dos casas de los perros, además de los dos autos que eran estacionados ahí por las noches. Los perros no tenían juguetes, no salían a pasear todos los días y casi no tenían contacto con la gente de la casa. Entonces, era lógico que hicieran algo para pasar el rato y eliminar la frustración de vivir en un ambiente tan pequeño y con tan pocos estímulos. Eligieron masticar lo más fácil de destrozar, las partes plásticas de la carrocería de los autos. Digo "eligieron" porque en realidad nunca se supo a ciencia cierta cuál de los dos perros masticaba las cosas. Los dueños estaban seguros que era la hembra, pero nunca vieron cuál de los dos hacía los destrozos.

La solución para ese problema era relativamente sencilla. Bastaba con darles a los perros otro lugar para vivir, además de proporcionarles ejercicio y compañía. Pero a los dueños no les parecía una solución razonable, querían mantener todo igual pero que dejaran de ocurrir los destrozos en las carrocerías de los autos.

Muchas veces las personas buscamos soluciones complicadas y poco racionales a los problemas que causa la convivencia con perros. En el caso que te comento, los propietarios de los perros son dos de las personas más inteligentes y racionales que conocí, pero no podían aceptar que tenían que hacer algunas modificaciones para solucionar de una vez por todas el problema que se les presentó.

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Cuando se presentan problemas de comportamiento canino, lo primero que hay que hacer es aceptar que los perros no son adornos ni juguetes. Son animales moldeados por la evolución biológica para, entre otras cosas, realizar mucha actividad. El momento en que se logra aceptar esa realidad, se empiezan a ver los problemas de comportamiento canino desde otra perspectiva y se encuentran soluciones sencillas, pero que deben ser ejecutadas.

El problema de los perros que mastican todo lo que encuentran es un problema serio. Por un lado está la salud de los perros que corre peligro si es que éstos tragan partes de las cosas que mastican. Además de las consecuencias emocionales de esa situación, están los aspectos financieros, ya que la cirugía para remover cuerpos extraños del estómago o los intestinos del perro puede costar mucho.

Por otro lado están los costos económicos de las cosas que destruye el perro. El Dr. Ian Dunbar, uno de los pioneros del adiestramiento canino en positivo, comenta en uno de sus videos el caso de un malamute de Alaska que masticó muebles por valor de $US 15000 y el de un akita que destrozó el interior de un Mercedes Benz, costándole a su dueño alrededor de $US 10000.

Obviamente los perros que mastican cosas son un problema serio que debe ser encarado lo antes posible.

¿Se puede evitar que el perro mastique?

La respuesta a esa pregunta es corta y contundente: NO. Masticar cosas es algo natural y necesario para los perros. Esta conducta es más común durante el cambio de dientes, alrededor de los cuatro meses, pero es normal a cualquier edad.

Como es una conducta engranada en los genes de la especie canina, es imposible de eliminar sin causar daños colaterales. Muchos adiestradores tradicionales usan el castigo para intentar eliminar esta conducta, pero generalmente no tienen éxito. Y cuando tienen éxito, los perros desarrollan otras conductas que pueden ser incluso más problemáticas, como fobias a diferentes objetos o ambientes, agresión, micción por sumisión y otras.

Por eso, no es recomendable que intentes hacer que tu perro deje de masticar cosas, ya que solamente te encontrarás con nuevos problemas. Lo mejor, tanto para solucionar el problema como para ayudar al perro a expresar sus conductas naturales, es redirigir la conducta hacia juguetes resistentes que tu perro pueda masticar sin causar problemas.

Ten en cuenta que tu perro puede no haber masticado nada en toda su vida, y empezar a hacerlo en cualquier momento. En todos los casos es recomendable enseñarles a los perros a masticar juguetes permitidos y no otras cosas.

Prevenir que el cachorro se vuelva destructor

Una de las primeras cosas que deberás enseñarle a un nuevo cachorro o a un perro adulto que recién adquieres, es a no masticar los muebles, las plantas, tus zapatos y otras cosas que no son juguetes de perros.

Para enseñarle a no masticar cualquier cosa, lo mejor que puedes hacer es enseñarle al cachorro a masticar solamente sus juguetes y no ofrecerle otras cosas para jugar. Mucha gente les ofrece a sus cachorros medias o zapatillas viejas para que jueguen y luego se quejan cuando los perros mastican zapatillas o medias nuevas. Los perros no distinguen entre las zapatillas viejas y las nuevas, así que evita que tu cachorro juegue con cualquier cosa o lo estarás entrenando para masticar todo lo que encuentra.

Para enseñarle a un perro a masticar solamente sus juguetes, los mejores juguetes son los juguetes interactivos que pueden ser rellenados. Simplemente rellenas los juguetes con comida apetitosa para tu perro y listo, el adiestramiento se realiza automáticamente. Tu perro empezará a masticar su juguete para conseguir la comida que hay adentro. Después de varias veces que hace eso, tendrá una mayor probabilidad de masticar sus juguetes que de masticar otras cosas, porque masticar sus juguetes es reforzado con la comida.

Obviamente, los juguetes para este entrenamiento deben ser resistentes y duraderos, porque en caso contrario se pueden fragmentar y poner en riesgo la vida de tu perro. Los mejores juguetes para esto son los de goma dura y las marcas más recomendadas son: Kong®, Goodie Ships® y Buster cube®. También existen unos huesos comestibles que duran mucho, pero hay que reemplazarlos cuando se acaban.

Antes de elegir qué juguetes vas a usar para enseñarle a tu perro a no masticar otras cosas, por favor lee el artículo sobre cómo elegir los juguetes de tu perro.

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Cuando hayas decidido qué juguetes va a tener tu perro, puedes usarlos para que tu mascota se quede a solas sin destruir nada. Antes de salir de casa le dejas dos o tres juguetes rellenos de comida a tu cachorro para que se entretenga y listo, él tendrá algo que hacer durante tu ausencia. Por supuesto, mientras tu cachorro todavía no mastique frecuentemente sus juguetes, es mejor que lo dejes en un lugar en que no pueda masticar otras cosas (el cuarto para cachorros).

Sin embargo, si tu perro todavía no sabe cómo se usan los juguetes interactivos, debes enseñarle a hacerlo, de la siguiente manera:

Llena un juguete con pedacitos de comida agradable y muéstraselo a tu perro. Luego, estimula a tu cachorro a jugar con ese juguete, moviéndolo de un lado a otro o lanzándolo. Haz esto antes del horario de comida del cachorro. Cuando tu perro saque la comida del juguete, estará reforzando positivamente la conducta de masticar su juguete y no otra cosa.

Una vez que tu perro sepa cómo sacar la comida de su juguete interactivo, empieza a dejarle dos o tres de éstos escondidos en lugares en que sea relativamente fácil que los encuentre, y uno en un lugar muy visible, cada vez que lo dejes solo. Entonces, tu perro empezará a buscar sus juguetes además de masticarlos. Esta es una estrategia similar a la que se usa en zoológicos para enriquecer el ambiente de los animales cautivos, ayudando así a preservar su estado emocional y estimulando su mente.

Asegúrate de reducir la cantidad de comida diaria que le das diariamente a tu perro en función a cuánta comida le pones en los juguetes, para evitar que engorde excesivamente. Puedes consultar con el veterinario para que te aconseje qué cantidad de comida reducir en la ración diaria según el tamaño, la edad y la raza de tu perro.

También varía la comida que pones dentro de los juguetes interactivos. Algunas veces pon comida sólida en trocitos, otras veces pon comida untable (quesos fundidos, etc.) y otras veces comida sólida en el interior del juguete y queso fundido tapando el orificio. De esta manera harás más entretenido el tiempo que tu perro pasa solo.

Ten presente que la comida que pongas en los juguetes no debe salir de una sola vez. Tu perro debe pasar mucho tiempo sacando la comida, para que se entretenga y para reforzar la conducta de masticar el juguete. Por eso es necesario que la comida que pones en esos juguetes esté cortada en trocitos o sea untable, así tu perro sacará los trocitos poco a poco o pasará mucho tiempo lamiendo el juguete. Consulta con el veterinario qué comida recomienda para que tu perro se entretenga con estos juguetes (ten en cuenta que esta estrategia puede alterar de alguna manera la nutrición y los horarios de comida de tu perro, por lo que es bueno hablarlo con el veterinario).

A medida que tu cachorro muestre una mayor predisposición a masticar solamente sus juguetes, puedes empezar a darle más libertad dentro de la casa cuando se quede solo, aumentando gradualmente los cuartos en los que le permites estar sin supervisión.

¿Qué hacer si tu perro mastica algo indebido?

Si tu perro mastica algo que no debe cuando tú no estás, es porque le permitiste estar con cosas valiosas cuando todavía no está entrenado para masticar solamente sus juguetes. Castigar al perro cuando vuelves no servirá de nada porque él no relacionará el castigo con lo que hizo. Así que no lo castigues.

En ese caso, asegúrate de no dejar cosas valiosas (cosas que tu perro no debe masticar) al alcance de tu mascota cuando sales. Continúa con el procedimiento explicado en el subtítulo anterior, pero asegúrate de no dejar nada "prohibido" al alcance de tu perro cuando él está solo. Si lo haces, la culpa de los destrozos es completamente tuya ya que estarás entrenando a tu perro para masticar cualquier cosa.

Por otra parte, si encuentras a tu perro masticando algo que no debe, quítaselo de inmediato. Puedes distraerlo con algún juguete o un pedacito de comida. Entonces, tu perro suelta lo que está masticando y te

Lo mejor para evitar que el perro sea destructor es enseñarle a masticar solamente sus juguetes.

Perro masticando su juguete Kong®. Fotografía cortesía de OakleyOriginals. Foto sujeta a licencia Creative commons.

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presta atención. Esperas unos segundos (para no reforzar la conducta destructiva) y recién después le das la comida o juegas con él, aprovechando de retirar lo que estaba masticando.

En este caso también puede ser útil el castigo. Aunque no soy partidario de usar castigos, creo que un "No" enérgico y a tiempo puede ser muy útil para quitarle a tu perro lo que tiene en la boca y evitar que esa cosa se destrozada o que tu perro se la trague.

Por supuesto, si tu perro conoce la orden "Suelta", también puedes usarla. Sólo ten en cuenta que cualquiera de estas alternativas para quitarle a tu perro lo que está masticando no deben ser la norma sino la excepción. No debes dejar las cosas "prohibidas" al alcance de tu perro mientras no está perfectamente condicionado a masticar solamente sus juguetes.

Es decir que debes cerrar las puertas de los armarios para que tu cachorro no saque los zapatos, no tienes que dejar ropa tirada en el piso, etc.

Otro aspecto importante cuando encuentres a tu perro masticando algo es que no lo persigas. Si lo persigues para quitarle lo que tiene en la boca sólo estarás empezando un juego en el que tú persigues y tu perro escapa con lo que tiene en la boca. En ese caso estarás reforzando la conducta de masticar cualquier cosa. Lo mejor es atraer al perro de alguna manera.

Redirigir la conducta del perro destructor

Si tu perro ya adquirió hábitos destructores, el adiestramiento puede tomar mucho tiempo. Un perro que se acostumbró a masticar las plantas del jardín por unos cuantos meses ya tiene miles de repeticiones de esa conducta que han sido reforzadas positivamente. Lo mismo ocurre con el perro de un año que mastica los zapatos o el perro de tres años que destroza los muebles. Entonces el hábito está muy arraigado y es difícil de erradicar.

Si estás en esta situación, debes proceder de la manera explicada en el subtítulo "Prevenir que el cachorro se vuelva destructor" en esta misma página, pero debes tener mucho cuidado de no dejar a tu perro con las cosas que destroza, sino solamente con sus juguetes interactivos. En este caso, el manejo ambiental (no darle al perro acceso a las cosas "prohibidas") puede ser más útil que el adiestramiento, ya que el último te puede tomar tanto tiempo como la edad actual de tu perro.

Para restringir el acceso de tu perro a los lugares en que están las cosas "prohibidas", puedes conseguir jaulas amplias donde pueden estar los perros por más tiempo que en una jaula de viajes. Otra opción más amigable con el perro consiste en instalar puertas pequeñas en lugares estratégicos.

Adicionalmente, puedes conseguir un productos comerciales que son aversivos y pueden ayudar a castigar a los perros que mastican las cosas. Por ejemplo, existe un spray amargo que se puede rociar sobre las plantas y que es horrible. Entonces, cuando el perro muerde las plantas siente el sabor amargo y es castigado inmediatamente.

Si vas a usar ese spray amargo, que puedes comprar en cualquier veterinaria o tienda para mascotas, te recomiendo usar guantes de goma mientras lo rocías. El viento puede hacer que el spray rocíe tus manos sin que te des cuenta, o el envase puede chorrear un poco. Como el efecto dura mucho tiempo, luego te llevas la mano a la boca sin darte cuenta (para comer un chocolate o algo así) y descubres lo horrible que es el spray... te lo aseguro, es horrible.

Ten en cuenta, sin embargo, que lo más importante es evitar que tu perro quede a solas con las cosas "prohibidas" y que tenga a su disposición juguetes interactivos. Muchos perros se acostumbran a los sprays amargos y a otros aversivos, y continúan destrozando las cosas a pesar de ellos.

También ten en cuenta que el uso de castigos severos como collares o cercas eléctricas pueden causar más daño que beneficio, pudiendo llegar a generar agresión. Por tanto, no busques alternativas basadas en castigos.

Cómo elegir los juguetes de tu perro

Todos los perros debieran tener juguetes para perros porque éstos ayudan a liberar energías mediante el juego, liberan el estrés y reducen la ansiedad cuando el perro los mastica, ayudan a mantener intactos los bienes de los propietarios, mantienen activa la mente de los perros, ayudan en el adiestramiento canino... y porque es divertido jugar con los perros.

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Sin embargo, no todos los juguetes para perros son seguros. Algunos solamente deben ser usados en ciertas situaciones (por ejemplo, durante el adiestramiento), otros sólo se deben usar cuando el perro está supervisado y otros son útiles para cuando el perro está solo.

Los juguetes apropiados para el perro sin supervisión

Cuando tu perro se queda solo, debe quedarse con juguetes de goma dura, que sean resistentes y no se rompan con facilidad. Así, tu perro estará seguro y no tragará pedazos de juguetes que pueden causarle serios problemas de salud.

Además, los juguetes que le dejas deben ser suficientemente grandes para que no los pueda tragar enteros. Cuando compres estos juguetes, hazte asesorar con el veterinario o con los responsables de la tienda para conseguir los juguetes apropiados para la talla, edad y raza de tu perro.

Otro aspecto importante es que estos juguetes tengan orificios donde esconder comida. De esta manera podrás enseñarle a tu perro a masticar sus juguetes y no destrozar los muebles, las plantas o tu ropa.

Otra opción útil para cuando tu perro se queda solo son los juguetes comestibles. Existen varias marcas de "huesos" comestibles hechos con productos naturales que pueden servir para distraer a tu perro cuando se queda solo por mucho tiempo.

Ten en cuenta que existen unas pelotas plásticas en las tiendas para mascotas, que permiten introducir comida en ellas. Sin embargo, al ser plásticas y no de goma resultan fáciles de romper y suelen durar muy poco tiempo, además de ser peligrosas para la salud del perro. Los juguetes de plástico duro NO son recomendables para dejar con el perro que se queda solo.

Los juguetes apropiados para el perro con supervisión

Cuando tu perro está bajo tu supervisión, puede jugar con casi cualquier cosa que no sea tóxica y tenga el tamaño suficiente para no ser tragada. Por supuesto, si tu perro destroza ese juguete, debes detener el juego inmediatamente para evitar que trague partes del objeto.

Las pelotas de tenis, las cuerdas para jugar al tira y afloja (útiles también en el adiestramiento), pelotas de fútbol, etc., son juguetes que pueden servirle a tu perro. Sin embargo, ten en cuenta de no permitirle jugar con cualquier cosa que no vaya a ser su juguete de por vida, porque le estarás enseñando a morder cosas "prohibidas". Por ejemplo, si tu perro persigue la pelota de fútbol pero en el futuro no le permitirás que la muerda porque es de los niños, evita que la persiga desde el principio. Simplemente no la uses como juguete para tu perro.

Cosas con las que nunca debe jugar tu perro

Las cosas con las que nuca debe jugar tu perro son aquellas que pueden resultar peligrosas para su salud o los objetos que no quieres ver destrozados en el futuro.

Entre las cosas que pueden ser peligrosas para la salud de tu perro están todas las cosas tóxicas. Si no sabes con qué pintura se pintó algún juguete, no permitas que tu perro lo mastique.

También se encuentran entre las cosas peligrosas, algunos juguetes para niños pero que no son recomendables para perros. Los peluches, por ejemplo, son objetos que mucha gente les obsequia a sus perros, pero son muy peligrosos para estos animales. Los peluches son muy fáciles de romper y los perros suelen tragar el algodón de relleno y la tela del exterior. En algunos casos no pasa nada, pero en otros casos el perro puede morir asfixiado o sufrir una obstrucción intestinal.

Perro intentando sacar comida de su juguete Kong®. Fotografía cortesía de Jespahjoy. Foto sujeta a licencia Creative commons.

Un perro al lado de su juguete Buster Cube ®. Fotografía cortesía de Palyerx. Foto sujeta a licencia Creative commons.

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Entre los objetos que no quieres ver destrozados, tienes que considerar la ropa, los muebles y las plantas. Nunca permitas que tu perro juegue con esas cosas (aún cuando sean objetos viejos y sin valor) porque no podrá distinguir entre tus zapatillas viejas y tus nuevas zapatillas que te costaron una fortuna. Tampoco distinguirá entre la ramita que arrancaste en el jardín y el resto de tu precioso jardín, y terminarás con un terreno baldío lleno de plantas muertas.

Evitar que los perros caven en el jardín

Cavar es una conducta natural y muy común en los perros, pero no es tan frecuente como masticar. Algunos perros tienen una necesidad imperiosa de cavar mientras que otros solamente lo hacen si son estimulados a hacerlo. Incluso hay algunos que no cavan jamás, aunque me atrevo a pensar que eso tiene que ver más con la educación recibida que con las conductas naturales de la especie.

Los perros que cavan en el jardín son un problema serio para sus propietarios, ya que pueden destrozar jardines hermosos que costaron mucho dinero o que son el orgullo de los dueños de casa. Y aunque el riesgo para los perros suele ser menor que en el caso de los perros que mastican cosas, no es inexistente. Al contrario, se han dado casos de perros que se han electrocutado al destrozar cables eléctricos mientras cavaban. También se han dado casos de perros que han destrozado tuberías de agua al cavar.

Por todo eso, cavar no es una conducta que pueda ni deba aceptarse alegremente en los perros. Sin embargo, tampoco es una conducta que pueda eliminarse en muchos casos. Por eso, la solución a este problema también pasa por el manejo ambiental más que por el adiestramiento canino.

¿Por qué cavan los perros?

Hace varios años me llamaron por un perro labrador que destrozaba el jardín. No sólo masticaba las plantas, sino que cavaba en cualquier parte. El perro pasaba todo el día en el jardín y masticaba las plantas a cualquier hora del día, pero sólo cavaba durante la noche.

La dueña no sabía qué hacer porque el perro estaba destrozando todo. Un buen día, sin embargo, el perro se hizo una herida en la cabeza y para evitar que se infecte mientras sanaba, permitieron que duerma adentro por una semana. En ese tiempo el perro no hizo ningún destrozo dentro de la casa y, por supuesto, no cavó en el jardín. Después, sin embargo, volvieron a dejar al perro afuera todo el tiempo y el problema reapareció.

¿Por qué cavaba ese perro en el jardín? Bueno, la respuesta no se puede saber a ciencia cierta, pero no es raro que hiciera destrozos. El perro, siendo un perro de caza, de una raza muy activa y desarrollada para pasar mucho tiempo en compañía, era dejado afuera todo el tiempo, sin nada que hacer, sin juguetes y sin compañía. Es probable que sintiera ansiedad de quedarse solo o frustración por no poder acceder a las cosas que quería, y eliminaba esa ansiedad o desahogaba su frustración cavando.

Es una pena que a pesar de haber dado con una solución inmediata y que no requería ningún esfuerzo adicional (y que no causaba ningún problema colateral), la propietaria decidiera que el perro pasara el resto de su vida en el jardín y no adentro en compañía de su familia humana.

Muchas veces ignoramos las opciones que se nos presentan para solucionar un problema de conducta de nuestros perros, y nos quedamos pensando porqué los perros se comportan de tal o cual manera y cómo podríamos hacer para que se conviertan en el adorno o el juguete que quisiéramos que fueran.

Nuevamente, es importante recordar que los perros no son adornos, ni juguetes ni objetos. Tienen emociones propias y actúan en consecuencia. Son animales dinámicos, activos, que necesitan ejercicio físico y mental, así como la compañía de otros seres.

Si tu perro cava en el jardín, se debe a que tiene su propia agenda, sus propias necesidades que debe satisfacer de alguna manera, y encuentra esa manera cavando. Entre las razones específicas por las que un perro puede cavar en el jardín se encuentran:

Los perros cavan para guardar cosas. Es una conducta instintiva. Los perros esconden sus bienes preciados bajo tierra y para eso tienen que cavar. Sin embargo, los perros que viven adentro de las casa y no en el jardín pueden guardar sus cosas debajo de mantas alfombras o dentro de sus jaulas de viaje o casas para perros. No siempre tienen que cavar para esto

Tema de discusión: Dónde deben vivir los perrosLa discusión sobre si los perros deben vivir dentro de la casa o en el jardín es muy antigua y no tiene respuesta. Cada quien decide dónde debe vivir su perro. Sin embargo, en mi opinión, los perros son seres con

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quienes compartimos nuestras vidas, no objetos, y por tanto deben vivir dentro de la casa, junto con el resto de la familia.

Los perros cavan para buscar lugares más frescos. Cuando hace mucho calor, los perros pueden cavar para encontrar un lugar más fresco donde echarse a descansar. En este caso, una casa cómoda, fresca y confortable para tu perro puede ser una solución. Dejarlo descansar dentro de la casa y no en el jardín es otra alternativa.

Los perros cavan para buscar un lugar cómodo donde acostarse. Es un caso similar al anterior, pero en el que el perro no busca una temperatura más agradable, sino un lugar más suave donde echarse. Remueven la tierra para que el lugar en que se echan sea más cómodo. Suele ocurrir con perros que viven en el jardín y tienen casas de madera u otro material duro sin colchonetas o mantas.

Los perros cavan para escapar de un lugar. Muchos perros cavan con la única y simple intención de salir. En algunos casos se trata de perros que escapan de sus casas para ir a "pataperrear" como se dice vulgarmente. Se van a disfrutar la vida como perros semi-callejeros.

En otros casos se trata de perros que tienen miedo de algo. Esos perros sienten ansiedad cuando quedan solos y tratan de escapar de ese lugar en busca de protección. Cuando el caso es muy serio, el perro puede llegar a desarrollar ansiedad por separación y en su intento de escapar puede intentar cavar superficies duras hasta destrozarse las uñas y terminar con heridas.

Los perros cavan para perseguir animales de madriguera. En algunos casos los propietarios de un perro piensan que éste tiene un problema de conducta cuando la realidad es que el perro está persiguiendo animales que las personas no han detectado. Si tu perro cava en el jardín, asegúrate que no existan animales de madriguera que vivan ahí. Es lógico que un perro de cualquier raza cave cuando persigue a un animal que se esconde bajo tierra.

Los perros cavan porque es divertido. Si, muchos perros cavan simple y llanamente porque eso es divertido para ellos. Especialmente las razas de perros que han sido desarrolladas para perseguir animales de madriguera, como los terrier, cavan porque sí. Si tienes un terrier y notas que le gusta cavar en el jardín, no pierdas tu tiempo intentando evitarlo, es parte de su conducta instintiva. Podrás redirigir esa conducta, pero no eliminarla (al menos no sin efectos colaterales).

Cómo prevenir que tu perro cave en el jardín

Si tu perro no es un cavador compulsivo y solamente cava de vez en cuando o cuando se queda solo, la solución es relativamente sencilla. Proporciónale más compañía y más actividades que hacer, y no le permitas acceso a los lugares en que esté prohibido de cavar.

Eso generalmente significa que tu perro empiece a vivir dentro de casa y pase más tiempo en el interior que en el jardín. De hecho, si sale al jardín, que lo haga solamente cuando está con gente, así no se sentirá solo y no cavará.

Además, si utilizas los juguetes para perros de la misma manera que para los perros que mastican las cosas, podrás darle a tu perro suficiente actividad como para que se olvide de cavar cuando se queda solo. Eso sí, ten en cuenta que deberás restringir los lugares en que lo dejas solo, por lo menos hasta que estés completamente seguro que no cavará en tu jardín.

Alternativa para los perros que necesitan cavar

En cambio, si tu perro es un cavador empedernido, uno de esos perros que no hace otra cosa más que perforar pozos por aquí y por allá... ponlo a trabajar en una empresa petrolera que podrás ganar un dinero extra ;)

Hablando seriamente, lo que debes hacer si tienes un terrier u otro perro adicto a cavar en el jardín, es redirigir su conducta. En estos casos no podrás eliminar esa conducta sin crear otros problemas colaterales, así que lo mejor que puedes hacer es conseguirle a tu perro un lugar donde pueda cavar y enseñarle a hacerlo solamente en ese lugar.

Primero elige el lugar en que tu perro pueda cavar. En ese lugar, delimita un área de dos por dos (aproximadamente y dependiendo del tamaño de tu perro) y remueve la tierra para que esté suelta. Está bien si tu perro te ayuda a remover la tierra, ya que ese será su agujero de excavación. Sin embargo, asegúrate que el área esté libre de plantas y raíces para que tu perro no asocie la actividad de cavar con destrozar las plantas.

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Cuando el agujero de excavación esté listo, entierra uno o dos juguetes de tu perro en él, dejando sobresalir una pequeña parte de los mismos. Entonces, empieza a cavar en el lugar, estimulando a tu perro a hacer lo mismo. Con algunos perros sirve hablar con voz aguda mientras uno cava. Con otros perros la voz aguda sólo es una distracción y es mejor concentrarse sólo en la tarea de cavar.

Cuando tu perro desentierre su juguete, felicítalo y juega con él. O, si es adicto a la comida, dale unos cuantos pedacitos de alguna comida que le guste. Lo importante es reforzar positivamente la conducta de cavar en el lugar correcto.

Repite el procedimiento hasta que notes que tu perro cava con más frecuencia en ese lugar. En ese momento notarás que cavar en el agujero de excavación se ha convertido en una actividad muy apreciada para tu perro porque lo hace incluso cuando no hay juguetes enterrados ahí. Sin embargo, de cuando en cuando, deja algunos juguetes enterrados para que tu perro los pueda descubrir cuando cava y se refuerce la conducta de cavar en el agujero de excavación.

Todo ese procedimiento lo debes llevar a cabo evitando que tu perro tenga acceso al resto del jardín cuando no tiene supervisión. Por tanto, por un tiempo tendrás que colocar puertas plegables u otras estructuras similares en algunos lugares para evitar que tu perro tenga acceso irrestricto a todo el jardín. Sólo debe tener acceso al área en la que se encuentra el agujero de excavación.

Poco a poco, notarás que tu perro deja de excavar en otras zonas del área elegida y sólo cava en el agujero que has construido para él. Entonces, gradualmente y en varios días, auméntale el espacio al que tiene acceso cuando se queda solo. Durante este tiempo, todos los días deja enterrado en el agujero de excavación algún juguete que refuerce la conducta de tu perro. También puedes dejar los juguetes interactivos rellenos de comida, afuera del agujero de excavación, para que tu perro haga otras cosas además de cavar.

Con el paso del tiempo, tu perro adquirirá el hábito de cavar solamente en su agujero de excavación. Habrás perdido un pedacito de jardín pero habrás salvado el resto.

Recuerda que esta alternativa es sólo para perros cavadores compulsivos. No es para el perro que cava ocasionalmente y que puede aprender a masticar sus juguetes en lugar de cavar.

Consejos adicionales para vivir con un perro destructor

Ya viste cómo proceder si tienes un perro destructor que mastica las cosas o cava en el jardín. Sin embargo, además de las cosas que leíste antes en este capítulo, te presento ocho consejos complementarios que son muy útiles, o incluso imprescindibles, para que tu perro no sea un destructor.

1. No hagas un espectáculo cuando saludes a tu perro

La mayoría de la gente, cuando sale de sus casas, saluda a sus perros como si no fueran a volver a verlos nuca más, exagerando la despedida y poniendo ansiosos a los cachorros. De la misma manera, cuando vuelven a sus casas, esas personas saludan a sus perros como si acabaran de escapar del secuestro de unos alienígenas.

Todo eso aumenta la ansiedad de los perros cuando se quedan solos, ya sea porque son sobreestimulados antes de quedarse solos o porque esperan con ansias la vuelta de sus propietarios.

¿Cómo saludas a tus familiares cuando sales de tu casa o cuando vuelves a ella? Seguro que no pasas varios minutos saludándolos con voz chillona. Bueno, saluda a tu perro de la misma forma que a tus familiares.

No hagas mucho alboroto, di hola o chau y dale una palmada a tu perro. No es necesario nada más. El tiempo para jugar es otro.

2. Educa a tu perro en obediencia canina

Aunque no tiene que ver directamente con la destrucción que causan los perros, el adiestramiento en obediencia canina les enseña a los perros a controlar sus impulsos. Es más probable que un perro se quede tranquilo cuando está solo si es que ha sido entrenado en obediencia canina básica.

Aunque el adiestramiento canino por sí solo no garantiza que el perro vaya a quedarse tranquilo, aumenta la probabilidad de que esto ocurra. Especialmente si el adiestramiento se ha realizado con métodos positivos.

3. Enséñale a tu perro a ir al baño

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Enseñarle a tu perro a ir al baño sin ensuciar tu casa no soluciona los problemas de destrucción, pero al igual que con el adiestramiento en obediencia, les enseña a los perros a tener autocontrol.

Por tanto, aumenta la probabilidad de que el perro se quede solo sin causar problemas. Además, es absolutamente necesario si es que tu perro se queda solo dentro de la casa.

4. Enséñale a tu perro qué objetos debe masticar para pasar el rato

Bueno, este consejo ya lo recibiste durante todo el capítulo. Pero como esto es el núcleo para solucionar las conductas destructivas de los perros, no está de más repetirlo.

Si le enseñas a tu perro que puede masticar sus juguetes de goma resistente, y refuerzas esa conducta, es poco probable que tu perro destroce las cosas de tu casa o que cave en el jardín.

5. Acostumbra a tu perro a usar la jaula de viajes

Esto tampoco ofrece una solución directa al problema de la destrucción, pero los perros que se sienten cómodos en la jaula de viajes suelen ser perros más confiados, tranquilos y relajados. Además, la jaula de viajes se convierte en un lugar seguro para estos perros y ellos buscan esa seguridad cuando están solos. Entonces, en lugar de estar destrozando cosas por ahí, pueden tomarse una buena siesta dentro de su jaula, a la que entran voluntariamente aunque la puerta esté abierta, porque ahí se sienten seguros. Por eso es bueno acostumbrar a tu perro a usar la jaula de viajes.

6. Decide qué tanta libertad puede tener tu perro cuando queda solo dentro de casa

Si notas que tu perro destroza las cosas con más frecuencia en algún lugar en particular, puede ser que algo en ese lugar estimule las conductas destructivas, ya sea porque pone ansioso a tu perro o porque le dispara los impulsos de presa o territorialidad.

Por ejemplo, algunos perros están muy tranquilos mientras se quedan en cuartos cuyas ventanas no dan a la calle, pero destrozan todo cuando se quedan en cuartos cuyas ventanas dan a la calle. Esto puede ocurrir porque los estímulos que hay afuera desencadenan respuestas territoriales o predatorias en los perros, o quizás les causan ansiedad.

Cosas parecidas pueden pasar en diferentes lugares de la casa, ya sea dentro de ella o en el jardín. Si notas estas diferencias de conducta según dónde dejas a tu perro, cuando lo dejes solo restringe su acceso a los lugares que desencadenan las conductas destructivas.

7. Proporciónale a tu perro más ejercicio

El santo grial de la buena conducta de los perros: el ejercicio físico y mental. Aunque el ejercicio por sí mismo no soluciona los problemas de conducta destructiva, puede ayudar mucho. Todos los entrenadores y criadores de perros saben que un perro cansado es un perro bueno.

El ejercicio no eliminará las causas por las que tu perro destroza las cosas, pero ayudará a reducir las conductas destructivas sencillamente porque tu perro estará cansado y preferirá dormir en lugar de estar masticando los muebles o haciendo exploración sísmica en el jardín.

Ten en cuenta que el ejercicio que tu perro necesita depende de su raza y no es solamente físico, sino también mental. Algunas razas de perros, como los border collie o los pastores belgas, necesitan más ejercicio que otras. Para algunas razas, como el beagle, el ejercicio mental puede estar más relacionado con estímulos olorosos, mientras que para los galgos, los estímulos visuales suelen ser más importantes.

La socialización y el adiestramiento en obediencia ofrecen mucho ejercicio mental y moderado ejercicio físico. Los juguetes interactivos para perros ofrecen mucho ejercicio mental cuando se usan correctamente. Los paseos largos y juegos ofrecen mucho ejercicio físico y moderado ejercicio mental.

8. Considera los servicios de paseadores y guarderías caninas

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Si no tienes tiempo para atender a tu perro como se merece, puedes considerar los servicios de paseadores de perros o de guarderías caninas. Lastimosamente estos servicios no están disponibles en cualquier ciudad, pero sí en muchas ciudades grandes. Con toda seguridad puedes encontrar estos servicios en Madrid, Barcelona, México, Buenos Aires, Santiago de Chile, Caracas y otras ciudades grandes.

El paseador de perros o la guardería canina le permiten a tu perro socializar, hacer ejercicio y pasar mucho tiempo acompañado... y fuera de tu casa, por lo que no puede destrozar nada en ella.

Si vas a contratar los servicios de un paseador de perros o de una guardería canina primero verifica cómo manejan a sus clientes. Algunas de esas personas y empresas no tienen la menor consideración por los perros y sólo hacen el trabajo porque no necesitan tener un diploma profesional para ello. Otros lo hacen porque les encantan los perros, pero no toman en serio las medidas de seguridad y terminan perdiendo perros o, peor aún, con perros heridos o muertos.

Antes de contratar esos servicios asegúrate que los perros son tratados correctamente, sin malos tratos, y que los responsables cuentan con medidas de seguridad apropiadas para que los perros no se les escapen y para reducir en la medida de lo posible las peleas y los accidentes. Los perros pequeños deben ir con perros pequeños. No debe haber muchos perros a cargo de una sola persona (esos tipos que pasean 10 ó 15 perros a la vez... ni pensarlo).

Por otra parte, si en tu ciudad no existen paseadores de perros ni guarderías caninas, quizás puedas contratar un adiestrador que trabaje con el perro y no contigo. En ese caso, el adiestrador sería más un paseador que un adiestrador, pero vendría con el extra de enseñarle obediencia a tu perro, aunque tu perro luego no te haga caso a ti y solamente le haga caso al adiestrador.

El perro ladrador

El perro ladrador es un problema serio para muchos propietarios de mascotas y sus vecinos. Aunque todos los perros ladran o hacen algún otro ruido de vez en cuando, sólo algunos lo hacen en momentos y situaciones inapropiadas. Estos últimos, los perros ladradores, pueden interrumpir el sueño, crear conflictos con los vecinos, dificultar las labores de casa y causar mucho estrés a sus propietarios.

Sin embargo, no todos los ladridos son inapropiados y en algunas ocasiones puede ser muy útil que tu perro ladre. Por ejemplo, puede ser útil que tu perro ladre para avisar que hay extraños merodeando afuera de la casa o para avisar que quiere salir a hacer sus necesidades.

Por otra parte, si vives en una quinta en el campo, quizás no te moleste que tu perro ladre por cualquier razón y, al no tener vecinos muy cerca, no tendrás problemas.

En este capítulo del manual de adiestramiento canino aprenderás a evitar que tu perro se convierta en una máquina de ladridos y a tratar con perros que ya han adquirido el hábito de ladrar constantemente o por cualquier razón.

Antes de modificar la conducta de un perro que ladra constantemente, debes determinar en qué situaciones es aceptable que el perro ladre y en qué situaciones debe permanecer callado.

Por otra parte, es importante que conozcas qué razas de perros son más proclives a los ladridos y qué razas son menos ladradoras en promedio. Si todavía no ha adquirido a tu cachorro, es bueno que investigues bien las razas que te interesan y puedas decidir si deseas una raza con tendencia a los ladridos o una raza menos ruidosa.

Situaciones en que es aceptable que el perro ladre

Las situaciones en las que es aceptable que el perro ladre dependen de cada caso en particular. Hay gente que no tiene inconveniente con que sus perros ladren y tampoco tienen vecinos que se molesten por ello. Pero también hay personas que no soportan a un perro ladrador, o que tienen vecinos que no soportan los ladridos.

Por otra parte, muchos perros son adquiridos para cumplir funciones en las que tienen que ladrar. Por ejemplo, los perros de guardia y algunos perros de caza tienen que ladrar para alertar de la presencia bien de extraños o bien de la presa.

Algunas situaciones en las que puede ser apropiado que el perro ladre son:

Cuando el perro avisa de la presencia de extraños. En este caso es el típico perro guardián.

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Cuando el perro intimida a algún malhechor. En este caso el perro actúa como una herramienta para prevenir confrontación. Muchos perros de policía son usados de esta manera.

Cuando es un perro de caza que indica que ha encontrado el rastro. Cuando detecta riesgos que los humanos no notamos con facilidad, como la presencia de víboras en

pajonales altos. Cuando el perro pastor debe guiar rebaños y el ladrido le ayuda a intimidar las ovejas o a las vacas. Cuando amenaza. Esta amenaza indica las intenciones agresivas del perro y, gracias a ella, se pueden

evitar mordeduras. Por eso es importante no intentar eliminar el ladrido en situaciones de estrés. Cuando el perro juega. En este caso es una conducta natural que forma parte del aprendizaje del

perro.

Situaciones en que no es aceptable que el perro ladre

En muchas otras situaciones, no es apropiado que los perros ladren. Éstas son situaciones en las que los ladridos causan estrés y conflicto entre personas. Cuando esto ocurre en algunos países, los vecinos afectados acuden a las autoridades locales para que se hagan cargo del problema y pueden incluso decomisar al perro. En otros países donde la legislación no contempla tales escenarios, muchas personas simplemente envenenan a los perros ladradores.

Algunas situaciones comunes en las que el ladrido de los perros resulta inapropiado pueden ser:

Por las noches cuando la gente intenta dormir. Cuando el perro se queda solo en casa. Ladridos a los niños que juegan o corren cerca. Esto puede causar que el perro sea catalogado como

"perro peligroso", aún si los ladridos son amistosos. Cuando el perro ve a través de la ventana cualquier cosa que se mueve. Cuando el perro viaja en automóvil.

Razas caninas ruidosas y silenciosas

Aunque el adiestramiento del perro tiene mucho que ver con cuán ladrador es, la genética también juega un papel importante. Esa es una de las razones por las que es importante elegir bien la raza antes de adquirir un perro. Las razas ladradoras siempre serán ruidosas, así que sus propietarios deben tener claro que tienen un perro que nunca será muy silencioso.

Entre las razas más ruidosas se encuentran:

Los pastores de Shetland o Shelties, que son considerados por muchos como los perros más ladradores que existen.

Muchos perros pequeños de compañía, como el chihuahua, el pekinés y el Lhasa apso. Algunos terrier como el Bedlington terrier, el Australian silky terrier, el English toy terrier y el Yorkshire

terrier Muchos perros de caza, en especial los perros tipo sabueso, como el perro beagle, el basset hound y el

basset artesiano de Normandía.

Por su parte, entre las razas más silenciosas se encuentran muchos perros independientes y que suelen ser tranquilos (aunque hay excepciones). Algunas de estas razas son:

Akita inu. Akita americano. Chow chow. Basenji (no es capaz de ladrar pero tiene un aullido especial). Malamute de Alaska (ladra poco pero puede ser aullador).

¿Por qué ladran los perros?

Para evitar que tu perro se convierta en ladrador empedernido o para eliminar los ladridos excesivos de un perro ladrador, primero tienes que comprender porqué ladran los perros.

Los perros pueden ladrar por un sinfín de razones, algunas externas, por ejemplo estímulos que desencadenan conductas territoriales, y otras internas, como el miedo, la frustración o el aburrimiento.

Si bien pueden existir muchas causas para que un perro ladre, las más comunes son las siguientes:

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Estrés. Al parecer el ladrido sirve a los perros, entre otras cosas, para liberar el estrés. Aunque es muy difícil determinar cuándo un perro se convierte en ladrador por estrés, es frecuente encontrar perros ladradores en situaciones que sin duda alguna son muy estresantes para ellos.

Perros que son sometidos a condiciones extremas de adiestramiento o condiciones duras de vida, pueden desarrollar el hábito de ladrar. Los perros que pasan mucho tiempo aislados pueden ladrar por el estrés causado por la soledad, así como por aburrimiento y frustración.

Entusiasmo. Algunos perros se entusiasman tanto con ciertas cosas que no pueden evitar ladrar. Este entusiasmo es una forma de estrés, pero que puede ser aprovechado para enseñarle nuevas cosas al perro.

Este tipo de ladridos se ve en algunos perros cuando juegan o cuando realizan alguna actividad que los estimula en exceso. Muchos perros de agility y muchos perros de freestyle canino ladran durante toda la prueba y durante los entrenamientos, simplemente porque están muy estimulados.

Esto no es problema en el agility o en el freestyle, pero sí sería en otros deportes caninos como el schutzhund, donde los perros serían penalizados si realizan la rutina de obediencia ladrando. También es un problema si los perros ladran con mucha frecuencia dentro de un departamento o en una zona muy poblada.

Aburrimiento. Muchos perros ladran por aburrimiento. Sencillamente no tienen nada más que hacer y no son perros destructores, así que ladran o aúllan. Estos son perros que suelen pasar mucho tiempo solos, sin ningún tipo de juguetes ni compañía.

En el caso de perros mascota, los ladradores pueden ser perros que pasan casi toda su vida aislados en un jardín o un patio, o perros que quedan solos todo el día mientras sus propietarios salen a trabajar.

Generalmente esta situación es muy difícil de solucionar porque los propietarios no están presentes cuando el perro ladra, y porque la conducta de ladrar suele reforzarse positivamente a sí misma. Además, la conducta puede empeorar si muchos perros del vecindario se encuentran en condiciones similares y los ladridos se "contagian" entre ellos.

Frustración. Muchos perros ladran porque quieren algo que no pueden conseguir y el ladrido es la respuesta a su frustración. También es una causa frecuente de ladrido en perros que se quedan solos por mucho tiempo, ya que no tienen ninguna manera de controlar su ambiente y eso les causa frustración.

En otras palabras, los perros que ladran por frustración lo hacen porque sin la presencia de sus propietarios, son completamente vulnerables e incapaces dentro de la casa.

Estímulos externos que no percibimos. Muchas veces los perros ladran porque se dan cuenta de cosas que nosotros no percibimos, o que pasamos por alto.

Animales que el perro ve a través de la ventana, como gatos o ardillas, personas que pasan caminando por el otro lado de la puerta, objetos que se mueven con el viento creando imágenes extrañas y otras cosas más pueden ser los desencadenantes del ladrido de los perros. Algunas veces son estímulos fáciles de detectar, pero otras veces no somos capaces de darnos cuenta de ellos.

Las mudanzas de domicilio y los cambios importantes que ocurren dentro de la casa también pueden desencadenar los ladridos de un perro. Particularmente importantes pueden ser las ausencias de otras personas o mascotas que antes vivían en la casa, ya sean por muerte o por traslado.

Adiestramiento inconsciente. Una de las razones más comunes porque ladran los perros es el adiestramiento inconsciente. Muchos propietarios de perros les enseñan a sus perros a ladrar, sin darse cuenta de lo que están haciendo. Así, muchos perros se convierten en máquinas de ladrar que ladran para recibir comida, para que se les abra la puerta de calle, para conseguir atención, etc.

Un caso particular de este adiestramiento inconsciente es el perro que ladra en el jardín porque está solo (ya sea que ladre por frustración, aburrimiento o estrés). Entonces, el propietario sale a retar a su perro, pero el perro lo que recibe es compañía (qué importa que la compañía venga con algunos gritos). En consecuencia, el propietario entrena inconscientemente a su perro para ladrar en el jardín.

Herencia. La genética juega un papel importante en qué tan ladrador es un perro. Si bien la influencia del ambiente puede modificar esta conducta en cierto grado, algunos perros tienen una necesidad mayor de ladrar. De hecho, existen razas que son más ladradoras que otras, y eso se debe a que la conducta de ladrar ha sido fijada por selección en ciertas razas.

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Por ejemplo, los perros de caza que siguen rastros, tipo sabueso, suelen ser muy ladradores, mientras que los molosoides suelen ser poco ladradores.

Es prácticamente imposible eliminar una conducta que tiene un fuerte componente genético sin afectar otros aspectos del comportamiento del animal. Por tanto, si tienes un perro de raza ladradora, lo mejor que puedes hacer es canalizar esa conducta a situaciones apropiadas. Si intentas eliminarla es muy probable que fracases pero si triunfas, es más que seguro que causarás algún nuevo problema de comportamiento en tu perro.

Problemas de salud. En algunos casos los perros ladran porque tienen algún problema de salud. Por ejemplo, los perros viejos pueden tener disminuida su visión o su audición. Esto hace que sean sorprendidos con mucha frecuencia por otros perros y por las personas, y su reacción puede incluir ladridos.

Nunca está de más hacer revisar al perro ladrador con un veterinario para descartar cualquier problema de salud que pudiera ser la causa de los ladridos.

Evita que tu perro ladre constantemente

Mantener silencio es una de las conductas caninas más apreciadas por la mayoría de los humanos. Por eso vale la pena que le enseñes a tu perro a mantener silencio la mayor parte del tiempo. Tus familiares y vecinos lo agradecerán... o por lo menos no te detestarán por no educar a tu perro.

En este artículo aprenderás a prevenir o evitar que tu perro ladre constantemente o que lo haga en situaciones inapropiadas. Si tu perro ya adquirió el hábito de ladrar, te resultará de mayor utilidad el artículo sobre cómo eliminar los ladridos excesivos, pero igual te recomiendo leer primero este artículo para que comprendas la importancia del manejo ambiental para prevenir los ladridos.

Las dos estrategias más efectivas para evitar que los perros ladren con frecuencia son el manejo ambiental (enriquecimiento ambiental para el perro) y el adiestramiento de conductas incompatibles. Las dos estrategias son complementarias y conducen a que el perro se concentre en actividades diferentes a ladrar. En la aplicación de estas estrategias se busca que el perro se sienta seguro en su ambiente y se distraiga con juguetes interactivos o cosas similares.

Las cosas que debes hacer para asegurarte que tu perro no se convierta en un ladrador empedernido son:

Enséñale a tu perro a disfrutar de su jaula de viajes. Es bueno que tu perro se sienta cómodo y seguro en su jaula de viajes. Al aprender a sentirse tranquilo en ella, también aprende a sentirse cómodo, seguro y tranquilo cuando está solo.

Si bien esto no es suficiente para asegurar que tu perro no vaya a convertirse en un ladrador empedernido, ayuda mucho a fortalecer su autoconfianza, lo que a su vez reduce las probabilidades de ladridos por estrés, ansiedad y frustración.

Por tanto, acostumbra a tu perro a usar la jaula de viajes.

Dale juguetes interactivos y enséñale a usarlos. Esto cumple una doble función. Por un lado mantiene entretenido a tu perro cuando está solo. Por otro lado, lo entrena pasivamente para realizar una actividad diferente al ladrido cuando está solo. Así que en lugar de aburrirse, tiene otras alternativas para pasar el rato cuando tiene que quedarse solo en casa.

Esto no sólo reduce la probabilidad de ladridos molestos, sino que también ayuda a prevenir problemas por perros destructores. Es una manera de enriquecer el ambiente de tu perro cuando se queda solo, que además ayuda a entrenarlo para conductas que son incompatibles con ladridos y otras conductas inapropiadas.

La manera para enseñarle a tu perro a jugar con juguetes interactivos es la misma que se utiliza para tratar con perros destructores y está explicada en detalle en el tema sobre perros que mastican los muebles, las plantas y otras cosas. Por supuesto, antes de empezar el enriquecimiento ambiental y el adiestramiento pasivo, debes elegir cuidadosamente los juguetes para tu perro.

Bríndale a tu perro suficiente compañía y ejercicio. Los perros son animales sociables y, al igual que todos los animales, necesitan ejercicio físico y mental. La compañía y el ejercicio no solucionan los problemas de ladridos, pero ayudan a prevenirlos.

La razón por la que la compañía y el ejercicio ayudan a evitar que un perro se convierta en ladrador, es porque ayudan al perro a sentirse seguro y reducen el estrés potencial, además de reducir el aburrimiento. Los perros inseguros tienden a ser más ladradores que los perros que se sienten seguros.

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Asegúrate de brindarle a tu perro suficiente compañía de acuerdo con las características psicológicas de su raza. Un perro labrador necesitará más compañía que un basenji.

De la misma forma, asegúrate de brindarle a tu perro el ejercicio físico necesario para su raza. Un perro pitbull o un dobermann necesitarán más ejercicio físico que un chihuahua, pero todas las razas de perros necesitan estimulación mental.

Para brindarle a tu perro la estimulación mental adecuada, entrénalo en obediencia canina, sácalo a pasear a diario y asegúrate de socializarlo. Los juguetes interactivos también proporcionan estimulación mental, pero no es suficiente.

Acostumbra a tu perro a diferentes estímulos ambientales. Esto es parte de la socialización del cachorro y del perro adulto, y ayuda a que el perro no se asuste ni se entusiasme demasiado con situaciones y objetos comunes en la vida cotidiana de las personas.

Puesto que los perros suelen ladrar a objetos que les causan miedo y también tienden a ladrar cuando están sobreestimulados, una correcta socialización reduce las probabilidades de que tu perro se convierta en ladrador.

Para acostumbrar a tu perro a diferentes estímulos ambientales, revisa el tema sobre la habituación del cachorro al ambiente. Aunque ese tema está escrito pensando en cachorros, también es aplicable a perros adultos normales. Sin embargo, si tu perro presenta problemas como agresividad o ansiedad por separación, será necesario que busques ayuda de un adiestrador profesional o un conductista canino que te pueda guiar en persona.

Cómo eliminar los ladridos excesivos

En el artículo anterior te comenté acerca de algunos procedimientos que sirven para prevenir que tu perro se convierta en un perro ladrador.

Si tu perro ya ha adquirido el hábito de ladrar, lo que necesitas son estrategias para eliminar los ladridos excesivos. Conocerás algunas de esas estrategias en este artículo.

Ten en cuenta que no es posible eliminar completamente los ladridos mediante el adiestramiento ni mediante el manejo ambiental, ya que tu perro aún será capaz de ladrar y lo hará en algunas circunstancias. Tampoco es necesario eliminar completamente los ladridos.

También ten en cuenta que el hábito de ladrar puede estar muy arraigado y ser muy difícil de eliminar. En algunos casos está tan consolidado que los esfuerzos necesarios para eliminarlo no se justifican y lo mejor es buscar una alternativa de manejo ambiental que no elimine los ladridos pero sí evite los problemas con los vecinos.

Por otra parte, recuerda que hay razas de perros que son más afectas a ladrar y que esa conducta está preestablecida en los genes de esas razas. Si tu perro pertenece a una raza ladradora, lo mejor que puedes hacer es intentar redirigir la conducta (no eliminarla) y manejar el ambiente de tal forma de reducir las molestias que causan sus ladridos.

Dado que existen muchas y muy variadas razones por las que ladran los perros, no existe una receta para eliminar los ladridos excesivos. Los métodos a emplearse dependen de la situación en particular y dependen de las causas específicas de cada caso.

En algunos casos complejos incluso puedes necesitar la ayuda de un adiestrador profesional que trabaje personalmente contigo y tu perro. Sin embargo, para la mayoría de los casos te puede servir el siguiente protocolo para la modificación de la conducta de tu perro.

1. Descarta problemas de salud de tu perro

Si tu perro no era ladrador y los ladridos empezaron repentinamente, es posible que exista alguna causa de salud relacionada. Ladridos y aullidos pueden estar relacionados a problemas de visión, problemas de audición, dolor y otras causas clínicas.

Ya sea que los ladridos (o aullidos) hayan empezado repentinamente o no, es bueno que el primer paso en la solución del problema sea la visita al veterinario. Si existe alguna causa clínica asociada a los ladridos, la solución también debe ser clínica. En este caso, el adiestramiento canino no juega ningún papel.

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Ten en cuenta, sin embargo, que algunos veterinarios son muy afectos a recetar medicamentos por cualquier causa. He sabido de algunos casos en que se han recetado calmantes y medicamentos similares para tratar a perros que ladran cuando se quedan solos.

Eso puede ser dañino para el perro en el largo plazo y, si no existen problemas de salud, el tema de los ladridos no debiera tratarse con medicamentos. O, por lo menos, la medicación no debiera ser la primera opción. Si el veterinario no encuentra un problema de salud y te recomienda algún tipo de calmante para tu perro, por favor busca una segunda opinión antes de empezar con el tratamiento médico.

Si tu perro no presenta ningún problema de salud, entonces trata de identificar estímulos externos que causen los ladridos.

2. Identifica estímulos externos causantes de los ladridos

Si tu perro ladra en respuesta a algún estímulo externo que no has percibido o has pasado por alto, la solución necesariamente pasa por identificar cuál es ese estímulo.

Para identificar los posibles estímulos causantes de los ladridos de tu perro, primero debes tener claro en qué situaciones se producen los ladridos.

Si tu perro ladra aún cuando está acompañado, la manera de identificar los estímulos es prestando atención al perro y a las direcciones en que ladra. Presta atención a cosas cotidianas o que no te llamarían la atención normalmente. Por ejemplo, ciclistas pasando por la puerta de tu casa, ruidos incómodos y fuertes (aviones, si vives cerca de un aeropuerto), aullidos de otros perros, etc. pueden causar que tu perro ladre.

Si, por el contrario, tu perro ladra cuando se queda solo, tendrás que encontrar alguna manera de observarlo cuando está solo. Dejar una filmadora grabando es una manera ideal de ver qué es lo que hace tu perro cuando se queda solo.

No necesitas grabar toda una mañana o toda una tarde. Con que grabes los 90 minutos (en LP) con que vienen la mayoría de los cassetes es más que suficiente para saber si tu perro ladra en respuesta a algún estímulo. Si no tienes una filmadora, préstate una de algún amigo. Eso sí, asegúrate de dejar la filmadora en algún lugar que tu perro no pueda alcanzar, porque sino tendrás que comprar una nueva.

Si es que tu perro efectivamente ladra en respuesta a ciertos estímulos del ambiente, tienes que decidir si puedes y quieres retirar el estímulo o si prefieres entrenar a tu perro para que se calle a la orden.

a. Eliminando los ladridos al eliminar el estímulo ambiental

Esta es la manera más sencilla de eliminar los ladridos. Has identificado un estímulo causante de los ladridos, entonces la solución es muy simple: que tu perro no vuelva a percibir ese estímulo.

En algunos casos puedes eliminar, literalmente, el estímulo ambiental y en otros casos sólo tienes que modificar el ambiente para que tu perro no perciba ese estímulo.

Por ejemplo, si cuando tu perro se queda solo, ladra en la ventana a las personas o animales que caminan afuera, lo más sencillo es dejarlo en un lugar de la casa en el que no tenga acceso a las ventanas que dan a la calle. Muchos perros actúan como guardianes cuando se quedan solos, defendiendo la casa de cualquier "amenaza" que puedan percibir. Si esos perros se quedan en un cuarto que no tiene ventanas a la calle, o se limita su acceso a las ventanas mediante puertas plegables estratégicamente colocadas, los perros no ven esas "amenazas" y ya no ladran.

O, si tu perro duerme en el jardín y le ladra a los gatos que se pasean por los techos y las paredes cada noche, puedes buscar la manera de que los gatos no pasen por tu techo y tus paredes, o permitir que tu perro duerma adentro. En cualquiera de los dos casos habrás eliminado el estímulo causante de los ladridos. En cambio, intentar entrenar al perro para que no ladre a los gatos te tomará mucho tiempo y esfuerzo, y es probable que no tengas éxito.

b. Cuando el estímulo ambiental no puede ser eliminado

En algunos casos no puedes eliminar el estímulo ambiental causante de los ladridos. Por ejemplo, si tu perro ladra cuando tocan el timbre de la casa. En esa situación no puedes quitar el timbre para solucionar el problema.

En casos como esos, podrías intentar la extinción de la conducta para que tu perro ignore el estímulo, o el adiestramiento de conductas incompatibles para que tu perro realice otra conducta en vez de ladrar. Esas

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estrategias suelen dar buenos resultados, pero son más complejas de lo que requiere un manual de adiestramiento canino genérico como el que estás leyendo.

Mi consejo para estos casos es que le enseñes a tu perro a ladrar y callarse a la orden. Así, el estímulo seguirá provocando los ladridos, pero los podrás detener con facilidad.

Además, el adiestramiento de tu perro te servirá para hacerlo callar en otras situaciones en las que pueda ladrar inapropiadamente.

3. Elimina los ladridos por adiestramiento inconsciente

En muchos casos los perros ladran porque sus propietarios los entrenaron sin darse cuenta para ladrar. Esos perros ladran para conseguir comida, para salir a la calle, para ser acariciados, para que les pasen sus juguetes, para que los suban a la cama, etc.

Si tu perro ladra en situaciones determinadas, y con sus ladridos consigue que le des algo para que se calle, es porque lo has entrenado inconscientemente para ladrar.

En este caso la probabilidad de eliminar los ladridos excesivos es alta si estás dispuesto a ser constante y paciente con el adiestramiento. La solución pasa por la extinción de la conducta o por el adiestramiento de conductas incompatibles.

Una opción es que simplemente ignores los ladridos de tu perro (ojo, esto sólo sirve si tu perro ladra porque lo entrenaste sin darte cuenta).

Por ejemplo, si tu perro ladra para recibir comida cuando desayunas. Como siempre le diste algo de comida para que se calle, él aprendió a ladrar para conseguir comida. La solución consiste en ignorarlo cuando ladra, pero debes ser muy paciente y constante. Si siempre lo ignoras, sin siquiera prestarle atención, la conducta de ladrar terminará extinguiéndose.

La extinción de la conducta funciona muy bien en estos casos, pero puede requerir muchísima paciencia. Algunos perros están tan habituados a ladrar para conseguir lo que quieren, que pueden ladrar sin cesar por varios minutos. Incluso su conducta puede empeorar justo antes de que se produzca la extinción.

La otra alternativa para eliminar los ladridos si tu perro ha sido entrenado inconscientemente para ladrar, consiste en adiestrar una conducta incompatible.

En el mismo ejemplo anterior, tu perro ladra constantemente cuando te sientas a la mesa para desayunar. En vez de ignorarlo, le enseñas una conducta incompatible con los ladridos. Le puedes enseñar a tomar un juguete en su boca, con lo que le resultará muy difícil ladrar. El problema es que igual tendrás que darle algo de comer para reforzar la nueva conducta.

Una conducta que no es necesariamente incompatible, pero que funciona bien para eliminar los ladridos, consiste en enseñarle a tu perro a ir a su cama cuando tú te sientas a la mesa, y permanecer ahí mientras desayunas. Si la cama de tu perro no está en el mismo lugar en que ocurre la situación por la que ladra (por ejemplo, donde desayunas), habrás logrado eliminar el estímulo que lo hace ladrar y habrás solucionado el problema.

Ten en cuenta que sea cual sea la estrategia que uses, es de gran utilidad entrenar a tu perro en obediencia canina. Esto le enseñará a tener autocontrol, con lo que reducirá su tendencia a ladrar para conseguir cosas.

Ofrecerle a tu perro juguetes interactivos rellenos con comida mientras ocurre la situación que produce los ladridos (por ejemplo, mientras desayunas), también puede ayudar a eliminarlos.

4. Elimina los ladridos cuando tu perro se queda solo

Si tu perro ladra cuando se queda solo, pero no lo hace en respuesta a algún estímulo particular aparte de la soledad, puede ser por estrés, frustración, ansiedad, aburrimiento u otras causas similares.

En estos casos, la mejor manera de eliminar los ladridos excesivos consiste en un programa de enriquecimiento ambiental basado en juguetes interactivos cuando tu perro está solo. Asegúrate de enseñarle a usar los juguetes, de la manera explicada en el tema sobre los perros que mastican cosas, y déjale juguetes interactivos cuando quede solo.

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Para los perros que ladran por las noches cuando duermen afuera, la solución más rápida y más efectiva consiste en permitirles dormir adentro. Por supuesto, hay que enseñarles a no ensuciar la casa y no destrozar cosas, pero suele ser una solución rápida y efectiva.

Además, entrénalo en obediencia canina para enseñarle a tener autocontrol y proporciónale más compañía y ejercicio físico. Algunas personas no tienen el tiempo para todo esto y contratan paseadores, entrenadores o los servicios de guarderías caninas. Esas alternativas pueden funcionar bien porque los perros se cansan física y mentalmente, y están acompañados más tiempo.

Las guarderías caninas suelen ser una mejor opción cuando se encuentra una que cuente con buenas medidas de seguridad y tenga programas de actividades para los perros.

De cualquier manera, antes de pensar que tu perro ladra cuando se queda solo, fílmalo o busca la manera de ver qué hace cuando está solo en casa. Muchos perros ladran y aúllan como si los estuvieran matando cuando sus dueños están saliendo de casa, pero luego se calman y pasan el rato durmiendo o masticando sus juguetes. Esto es lo que algunos entrenadores llaman "ansiedad durante la separación", a diferencia de la ansiedad por separación.

Si los ladridos ocurren solamente cuando estás saliendo de casa pero luego tu perro se calma, debes buscar la manera de distraerlo mientras sales, para que no note tu salida. También evita despedirte con grandes muestras de cariño, como si no fueras a volver nunca más a tu perro. Despídete normalmente, como te despides de tus familiares humanos, o evita que tu perro te vea salir.

5. Los ladridos con base genética

Si los parientes de tu perro (hermanos, hermanas, padres, etc.) también son ladradores, es probable que haya una base genética fuerte para esa conducta. De la misma manera, puede haber una influencia genética fuerte si tu perro pertenece a alguna raza ladradora, como el Sheltie, el beagle, algunos terrier, etc.

Si este es el caso, no hay mucho que puedas hacer para eliminar los ladridos excesivos. Lo mejor que puedes hacer en estas circunstancias es entrenar a tu perro para ladrar y callarse a la orden, y además brindarle la oportunidad de ladrar en situaciones apropiadas. Por ejemplo, aprovecha de hacerlo ladrar en el parque o en otros lugares abiertos donde no moleste a nadie. Solamente haz esto si tu perro es realmente un ladrador compulsivo que no puedes curar con ninguna de las opciones anteriores. Para saber cómo entrenar estas dos conductas (ladrido y callarse a la orden), lee el artículo "Entrena a tu perro para ladrar y callarse a la orden".

Entrena a tu perro para ladrar y callarse a la orden

Si tu perro ladra demasiado, una alternativa para controlar sus ladridos consiste en poner esa conducta bajo orden.

La idea detrás de esta estrategia es perfeccionar la conducta inapropiada, de tal manera que solamente ocurra cuando tú das la orden. Sin embargo, eso sólo puede conseguirse en condiciones de adiestramiento muy controladas, poco frecuentes en la vida cotidiana, y en algunos casos especiales. Por tanto, es poco probable que tu perro deje de ladrar solamente gracias a esta estrategia de adiestramiento canino.

Sin embargo, sí lograrás tener control de los ladridos porque podrás pedirle a tu perro que se calle. Por tanto, enseñarle a tu perro a ladrar y callarse a la orden te puede servir cuando tu perro ladra en respuesta a un estímulo particular (por ejemplo cuando suena el timbre), si aprendió a ladrar para conseguir cosas (por ejemplo si ladra para que le des comida) y, en algunos casos, si ladra por mucho entusiasmo.

Por supuesto, esta estrategia no te servirá si tu perro ladra cuando se queda solo en casa, porque no podrás pedirle que se calle. Si necesitas que tu perro mantenga silencio cuando se queda solo, usa el manejo y enriquecimiento ambiental como viste en el tema "Evita que tu perro ladre constantemente".

El procedimiento para enseñarle a tu perro a ladrar y callarse a la orden es el que está explicado a continuación.

Criterio 1: Conseguir que tu perro ladre a la orden

Dado que tu perro es ladrador, ya conoces algunos estímulos o algunas situaciones que provocan sus ladridos. Sabes si tu perro ladra cuando suena el timbre de la puerta, cuando escucha sirenas de ambulancias, cuando escucha gente caminar al otro lado de la puerta de calle, cuando le pones la correa para salir a pasear, etc.

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Haz que ocurra el estímulo que provoca los ladridos de tu perro. Para esto quizás necesites un ayudante. Por ejemplo, tu ayudante toca el timbre de la puerta, o golpea la puerta, o camina al otro lado de la puerta, etc.

Si tu perro ladra a sonidos como sirenas de ambulancias, graba el sonido de alguna película o de algún video de Youtube para poder reproducirlo a voluntad. Aunque en ese caso tal vez no tengas un problema de perro ladrador.

Algunos perros ladran cuando se les habla susurrando, como si uno estuviera atento a algún peligro y quisiera alertar al perro sin alertar a "los enemigos". Otros ladran, o aúllan cuando uno aúlla o hace sonidos agudos.

O, si tu perro ladra para conseguir cosas, muéstrale algo que le gusta (un pedazo de comida, etc.) y acércaselo pero sin permitirle tomarlo. Por ejemplo, siéntate a la mesa, o simula la situación en la que te pide comida y espera.

Sea cual sea el estímulo que uses, haz ladrar a tu perro. Cuando tu perro ladre una o dos veces (no más), haz click y dale un pedacito de comida apetitosa.

El momento en que haces click, el estímulo que provoca los ladridos desaparece. Por ejemplo, si un ayudante golpea la puerta, debe dejar de hacerlo en el momento en que haces click.

Repite el procedimiento varias veces, hasta que tu perro empiece a ladrar con frecuencia después de tomar su pedacito de comida o jugar unos segundos con su juguete. En este punto estarás seguro que tu perro volverá a ladrar y ya puedes empezar a usar la orden "Ladra".

Entonces, usa la orden "Ladra" justo antes que tu perro ladre. De ser posible, el estímulo que causa los ladridos debe empezar inmediatamente después que das la orden. Por ejemplo, tu amigo vuelve a golpear la puerta o tocar el timbre justo después que dices "Ladra". Por supuesto, el estímulo vuelve a cesar cuando haces click.

Gradualmente notarás que tu perro empieza a ladrar cuando le das la orden. Incluso antes que empiece el estímulo que originalmente provocaba los ladridos. Llegado a este punto, haz algunas pruebas sin que aparezca el estímulo original, sólo con la orden "Ladra". Cuando sientas absoluta confianza de que tu perro responderá a la orden, deja de usar por completo el otro estímulo.

Cuando consigas que tu perro ladre el 80% de las veces que das la orden en dos sesiones de adiestramiento sucesivas, pasa al siguiente criterio.

Ten en cuenta que no es necesario que lleves a cabo todo este criterio en un o dos sesiones. Puedes avanzar poco a poco, alcanzando pasos intermedios en diferentes sesiones de adiestramiento canino.

Criterio 2: Consigue que tu perro se calle a la orden

Tu perro ya ladra a la orden y ahora debe aprender a callarse a la orden. Hasta ahora se callaba cuando escuchaba el click del clicker o cuando recibía el pedacito de comida.

Haz unas tres repeticiones de la orden "Ladra", haciendo click después de uno o dos ladridos y dándole a tu perro el pedacito de comida, para refrescar su memoria. A partir de la siguiente repetición, haz alguna señal notoria para tu perro justo antes del click.

Por ejemplo, puedes poner tu mano con la palma abierta frente a su cara, como si quisieras detenerlo (sin tocarlo). O puedes hacer el sonido de un beso, o un "SHH" corto, inmediatamente antes de hacer click.

Algunos perros se callan cuando haces alguna de esas señales, porque los toman de sorpresa. Otros siguen ladrando. No importa. Lo importante es que el click venga inmediatamente después de la señal que haces. Eso sí, siempre debe ser la misma, no cambies de señal.

Como le das la comida justo después del click, la señal que haces antes del click empieza a adquirir propiedades de reforzador condicionado, aunque más débil, y al mismo tiempo adquiere propiedades de orden para callarse.

Poco a poco notarás que tu perro se calla y espera el pedacito de comida cuando haces la señal. Repite el procedimiento varias veces, hasta que la señal elegida sea efectiva el 80% de las veces en dos sesiones consecutivas de adiestramiento canino.

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Cuando logres eso ya puedes introducir la orden formal. La señal que has estado usando no será una buena orden formal porque empezaste a usarla cuando tu perro todavía no comprendía la conducta que le estabas enseñando. Por eso es recomendable cambiarla por otra señal que sea más efectiva.

Para introducir la orden formal, di "silencio" o "basta" u otra orden que te parezca adecuada, justo antes de usar la señal con la que callas a tu perro. Di la orden con voz tranquila y sin gritar. Entonces, espera a que tu perro se calle y recién en ese momento haz click y dale el pedacito de comida.

En este punto ya no estás usando el click para callar a tu perro, sino una orden formal. Si tu perro no se calla después de la orden, no haces click ni le das la comida. Y si permanece ladrando, termina la sesión e ignora a tu perro hasta que se calle. O puedes dejarlo solo en un cuarto (si es que no ladra cuando se queda solo) hasta que se calme y deje de ladrar.

Repite el procedimiento hasta que tu perro ladre y se calle a la orden al menos el 80% de las veces.

Criterio 3: Aumenta el tiempo que tu perro permanece callado

Practica igual que al finalizar el criterio anterior (usando las órdenes para que tu perro ladre y para que se calle), pero aumenta la duración gradualmente con el método de los 300 picotazos.

Es decir que en la primera repetición esperas que tu perro se mantenga callado por un segundo o menos, antes de hacer click y darle el pedacito de comida. En la siguiente repetición (de la misma sesión) esperas hasta dos segundos. Y así vas aumentando sucesivamente el tiempo, hasta que consigas que tu perro se quede callado por lo menos por un minuto.

Si tu perro ladra o hace cualquier sonido antes de cumplir el tiempo correspondiente a la repetición, empiezas nuevamente desde un segundo. Para esto, terminas la sesión ignorando por unos segundos a tu perro y, cuando se calla, esperas unos cinco segundos más. Luego le vuelves a dar la orden "ladra" y después de uno o dos ladridos la orden "silencio".

Ten en cuenta que no necesitas alcanzar un minuto en una sesión de adiestramiento canino o en un solo día. Es muy probable que necesites dividir este criterio en varias sesiones y en varios días para alcanzar un minuto o más de silencio.

Cuando hayas conseguido este criterio, ya tendrás órdenes muy sólidas para hacer ladrar y callar a tu perro. Si tu perro solamente causa molestia en ciertos ambientes y has entrenado la orden en esos ambientes, no necesitarás hacer el siguiente criterio.

Sin embargo, si tu perro ladra en la calle y en diferentes lugares, es mejor que introduzcas distracciones de acuerdo con el siguiente criterio.

Criterio 4: Introduce distracciones

Repite el procedimiento del criterio anterior, pero asegúrate de hacerlo en diferentes lugares y con diferentes distracciones. Empieza en lugares familiares para tu perro y en los que existan pocas distracciones. Por ejemplo, en el patio trasero, en un parque con poco tránsito de personas y perros, en un parqueo en horarios de poco movimiento vehicular, etc.

Poco a poco y en varias sesiones, aumenta las distracciones en esos mismos lugares, utilizando para ello juguetes que se mueven independientemente, ayudantes que hacen movimientos y ruidos raros, grabaciones de sonidos poco comunes, amigos que pasean a sus perros en las cercanías, etc.

Cuando tu perro responda a la perfección frente a distracciones, empieza a practicar en la calle y en situaciones normales de la vida cotidiana. A partir de ese momento empieza a usar la orden de liberación y el principio de Premack en lugar del clicker y la comida. Por ejemplo, haz que tu perro ladre un par de veces y se calle antes de abrir la puerta para salir, antes de darle comida, antes de soltarlo en el parque para que juegue con sus amigos (sólo si es que está bien entrenado en obediencia canina), etc.