Abal Medina Unidad 5

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ot'{"\\'fJ SISTEIVI.A.S POLITICOS COMPARADOS CATEDRA: ABAL MEDINA UNIDAD 5 3 -COLOMER Josep M.: "Politica y elecci6n social" y "Como se cuentan los votos" en Instituciones politicas Pag.l 2 - NOBLEN, Dieter: "Sistemas electorales: cuestiones claves", "Principios de representaci6n y formulas de decision", "Elementos particulares de los sisten;1as electorales y sus efectos" y "Tipos de sistemas electorales" en Elecciones y sistemas electorales Pag. 51 - DUVERGER,.Maurice: "Influencia de los sistemas electorales en la vida politica" en Diez textos bclsicos de Ciencia Polftica Pag. 93 1 -SARTORI, G.: "La importancia de los sisteiTtas ekctorales" y '!La selecci6n d.::: un sis Lema electoral" en Ingenieria constitucional comparada Pag.133 - COLOMER, Josep M.: "Son los partidos los que eligen los siste_;_nas electorales" Revista EspaHola de Ciencia Politica 9 Pag.161 6 -NORRIS, P: "Como elegir sistemas electorales: sistemas mayoritarios, proporcionales y mixtos" Pag.193 5- ABAL MEDINA, J.: I• Analisis critic:o del sistema dectcral argentine. Evoluci6n his.t6rica y desempefto efectivo" Pag.209 www.apuntesallprint.com.ar c o n s t i t u c i o n @ a p u n t e s a l l p r i n t . c o m . a r UNIDAD N° 5 Página 1 de 224

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    SISTEIVI.A.S POLITICOS COMPARADOS CATEDRA: ABAL MEDINA

    UNIDAD 5

    3 -COLOMER Josep M.: "Politica y elecci6n social" y "Como se cuentan los votos" en Instituciones politicas Pag.l 2 -NOBLEN, Dieter: "Sistemas electorales: cuestiones claves", "Principios de representaci6n y formulas de decision",

    "Elementos particulares de los sisten;1as electorales y sus efectos" y "Tipos de sistemas electorales" en Elecciones y sistemas electorales

    Pag. 51 - DUVERGER,.Maurice: "Influencia de los sistemas electorales en la vida politica" en Diez textos bclsicos de Ciencia Polftica

    Pag. 93 1 -SARTORI, G.: "La importancia de los sisteiTtas ekctorales" y '!La selecci6n d.::: un sis Lema electoral" en Ingenieria

    constitucional comparada Pag.133

    ~ - COLOMER, Josep M.: "Son los partidos los que eligen los siste_;_nas electorales" e~-l Revista EspaHola de Ciencia Politica 9 Pag.161

    6 -NORRIS, P: "Como elegir sistemas electorales: sistemas mayoritarios, proporcionales y mixtos" Pag.193

    5- ABAL MEDINA, J.: I Analisis critic:o del sistema dectcral argentine. Evoluci6n his.t6rica y desempefto efectivo" Pag.209

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    CAPITULO 1

    POLITICA Y ELECCION SOCIAL

    c:Cual es el mejor regimen y cual el mejor tipo de vida para Ia mayoria de los ciudadanos y la mayo-ria de los seres humanos?

    La comunidad politica que se basa en los del medio es la mejor. Los mejores legisladores proce-den de los ciudadanos intermedios ...

    Cuanto mas mixtas son las instituciones politi-cas, mas duraderas son.

    ARlSTOTELES Politica (c. 325-324 a.C.)

    El objeto de la polftica es la provision de bienes publicos por !ide-res. Por definicion, los bienes publicos no pueden ser provistos por ac-tores privados si no estan sometidos a restricciones institucionales apro-piadas, lo cual implica la construcci6n de una estructura politica. Los li-deres politicos tambien pueden prpveer bienes privados, pero esto no los distingue de otros actores sociales.

    La politica siempre comporta intercambios en mutua beneficia en-tre lideres y ciudadanos. El intercambio esencial es entre los lideres que proveen bienes publicos y los ciudadanos que dan a los lideres su apoyo o sus votos. Los bienes publicos pueden satisfacer los intereses comunes de ciertos ciudadanos, mientras que el apoyo de los ciudadanos a los lf-deres se transforma en oportunidades de alcanzar poder, obtener bienes privados, adquirir fama o desarrollar una carrera politica profesional.

    Cabe que exista cierta rivalidad o competencia entre diferentes pro-'

  • 14 INSTITUCIONES POLITICAS

    Este esquema basico puede ser valido para todos los tipos de regi-men politico, tanto democraticos como no-democraticos. Algunos re-gimenes autoritarios pueden encontrar apoyo social mediante la provi-sion de algunos bienes publicos, como paz y orden social, orgullo na-cional y expansion exterior o ciertos resultados economicos positivos. Sin embargo, cuanto menor es el numero de personas que participan en el nombramiento de los lideres y la toma de decisiones, mayor es la pro-babilidad de que las decisiones politicas satisfagan solo intereses priva-dos o intereses publicos de pequefi.os grupos. Los gobemantes no-demo-craticos o autonombrados tenderan a satisfacer los intereses comunes de ellos mismos y sus seguidores y resistiran las demandas de otros grupos mediante mecanismos restrictivos o represivos. En cambio, cuanto ma-yor sea el numero de individuos que participen ~n la eleccion de los li-deres y la toma de decisiones, mayores seran las oportunidades de que los grupos grandes desarrollen sus demandas y obtengan satisfaccion con los resultados politicos.

    Idealmente, la democracia puede ser definida como el gobiemo de muchos en beneficia de sus intereses comunes. No obstante, los bienes publicos pueden ser objeto de competencia democratica porque todos ellos comportan siempre alguna dimension redistributiva. Ciertos bienes publicos pueden ser considerados universales, es decir, capaces de satis-facer intereses comunes muy amplios porque benefician a todos los ciu-dadanos de un modo que estos dificilmente pueden anticipar. Esta cate-goria incluye bienes como la defensa, la seguridad, la justicia, las dispo-siciones constitucionales que requieren presupuestos equilibrados o la proteccion ambiental. Los bienes publicos universales pueden ser pro-vistas a traves de politicas consensuales, incluso en regimenes relativa-mente restrictivos. Pero incluso estos bienes pueden ser provistos por po-liticas que produzcan diferentes niveles de saLisfacd6n de los ciudadanos y de utilidad social. Este es el caso, por ejemplo, de la defensa, seglin si se basa en el reclutamiento obligatorio o en un ejercito profesional. Un superavit presupuestario puede producir ciertos beneficios universales, como unos precios estables, pero beneficia de un modo diferentes a los ciudadanos seglin si se gasta en defensa, en seguridad social o en alglin otro sector. El dinero de los contribuyentes puede ser usado para sub-vencionar un sistema escolar controlado por el estado o las escuelas re-ligiosas, aunque ambas altemativas pueden satisfacer un derecho uni-versal a la escolaridad. Las obras publicas comportan decisiones sobre localizaciones, efectos extemos, etc.

    Diferentes formulas institucionales pueden producir diferentes gra-dos de eficiencia social en la provision de bienes publicos. En otras pa-labras, decisiones sociales realizadas mediante diferentes procedimientos institucionales pueden satisfacer las demandas 'de diferentes grupos de ciudadanos y producir diferentes niveles de utilidad social. Concreta-mente, los regfmenes democraticos organizados en esquemas institucio-nales simples promueven la concentracion del poder y la altemancia de II

    POLITICA Y ELECCI6N SOCIAL 15

    sucesivos ganadores absolutos y perdedores absolutos. Favorecen de este modo la satisfaccion politica de gmpos relativamente peqnefi.os, asi como la inestabilidad de las politicas publicas. En cambio, las institu-ciones pluralistas producen multiples ganadores, lo cual induce la coo-peracion y los acuerdos multipartidistas. Favorecen de este modo politi-cas estables, moderadas y consensuales que pueden satisfacer los intere-ses de grupos grandes en un alto numero de temas.

    1.1. La teoria de la elecci6n social

    La teoria de la eleccion social ha desarrollado un programa de in-vestigacion que penetra en el nucleo del estudio de la politica. Los teo-remas fundacionales de la teoria demolieron una confianza ingenua en la capacidad de las instituciones politicas de garantizar resultados efi-cientes que satisfagan las preferencias de los ciudadanos. No existe nin-guna regia de decision que garantice resultados que cumplan ciertos re-querimientos normativos aparentemente simples, sino que todas pueden ser manipuladas por los votantes y los lideres y pueden producir resul-tados socialmente ineficientes, segun los teoremas de la imposibilidad formulados por Kenneth Arrow (1951, 1963), Duncan Black (1948, 1958), Allan Gibbard (1973) y Mark Sattherwaite (1975), entre otros.

    Cabe distinguir tres caminos de pensamiento a partir de este punto de partida. Primero, algunas de las condiciones normativas establecidas inicialmente para declarar aceptable una eleccion social han sido discu-tidas y relajadas. Las correspondientes propuestas se centran en las si-guientes condiciones: i) aceptar la no-monotonicidad, es decir, renunciar a que exista una relacion coherente entre las preferencias de los ciu-dadanos y la elecci6n social; ii) aceptar que la elecci6n social dependa de preferencias individuales sobre alternativas irrelevantes que no pueden ganar la votacion; y iii) una nueva interpretacion de la condicion inicial-mente Hamada ausencia de dictadura para hacer aceptable la existen-cia de un actor (no automaticamente) decisivo (veanse, por ejemplo, Sen, 1970; Barbera, 1977; Dowding, 1977, respectivamente, para las tres con-diciones mencionadas). Estas contribuciones suelen ayudar al estudioso a desconfiar de sus propias intuiciones eticas y a seguir discusiones ra-zonables de los criterios normativos. Pero tambien muestran que cual-quier eleccion de condiciones normativas requiere renunciar a algtin po-sible criterio de valor o al menos aceptar un intercambio entre varios, lo cual implica en ultima instancia un juicio subjetivo.

    Segundo, se han identificado ciertas condiciones con respecto a las preferencias de los ciudadanos que garantizan elecciones sociales efi-cientes y estables con algunos procedimientos de votacion. Esta linea de investigacion relaja el supuesto de los teoremas fundamentales de que no habria que imponer restricciones a las preferencias de los individuos ( o

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    ventajas para producir decisiones colectivas estables y coherentes, segun sugieren ciertas condiciones como las curvas de preferencias individua-les con una sola cumbre (Black, 1958), la restriccion de valores (Sen, 1966) y la restriccion de los extremos (Sen y Pattanaik, 1969). Pero, como se discutini en las paginas siguientes, la restricci6n de las pre-ferencias puede ser un resultado del propio proceso de decision, el cual depende en ultima instancia de las reglas institucionales del juego.

    La tercera linea de investigacion promovida por la teoria de la elec-cion social -y la mas estrechamente conectada al presente libro- in-tenta evaluar los resultados relatives de diferentes reglas institucionales en la satisfaccion de las preferencias de los ciudadanos y en la produc-cion de resultados socialmente eficientes. Los teoremas de la imposibi-lidad nos dicen que es imposible garantizar elecciones sociales estables y eficientes con ninguna regla. Pero la cuestion es que no solo es posi-ble obtener elecciones sociales estables y socialmente eficientes con al-gunas reglas, sino tambien que ciertas reglas producen resultados inefi-cientes con mayor frecuencia que otras. En un mundo de incertidumbre, la probabilidad de la eficiencia social puede ser una guia util para la eva-luacion y el disefio institucional.

    EL ESTUDIO DE LAS INSTITUCIONES POLITICAS

    La perspectiva basica adoptada en este libro es la que las institucio-nes conforman las estrategias de los actores y estas, en su interaccion, producen resultados colectivos. Las instituciones proveen informacion, oportunidades, incentives y restricciones tanto a los ciudadanos como a los lideres para la elecci6n de ciertas estrategias y solo cabe explicar los resultados colectivos a traves de las decisiones estrategicas de los actores.

    Entre las deudas intelectuales acumuladas por el autor de este libro, hay que destacar ciertas contribuciones que versan sobre la eleccion de las instituciones, sobre los incentives que proporcionan para diferentes estrategias, sobre sus efectos en los resultados y sobre las ventajas de las instituciones pluralistas.

    Primero, la teorfa de las instituciones en equilibria'' de Douglass Nmth sei1ala que la clcccion y la supervivencia de las instituciones de-pende de su desempeno en la provision de bienes p(tblicos y en Ia re-duccion de los castes de transaccion, asi como de Ia via par la que han sido elegidas, incluido el papel de pequefios acontecimientos y de la suer-''' c'[l :., rthtt'nci/JJt de 3dhesiones. !Jn;t \1_'1, b~; in~tituciones exislen, esta blecen pararnetros para la ac:ci6n. Pero tambien pueden autorreforzarsc y dificultar su sustitucion mediante los efectos de los inc:entivos que com-portan. Inc:luso ciertas instituciones que producen resultados ineficientes puedcn sobrevivir como consecuencia del aprendizaje de los actores me-diante el uso, su adaptacion a las rcgularidades institucionales y los cas-tes de su sustituci6n (North y Thomas, 1973; North, 1990a, 1990b). 5

    POLiTTCA Y ELECCfON SOCfAL 17

    El variado panorama de formulas institucionales democraticas que desfilan'i ante los ojos del lector del presente libro puede ser, tal vez, Ia mas persuasiva evidencia empirica de la variedad de instituciones en equilibria. Sin embargo, mas adelante se argumentara que ciertos go-bemantes adversos al riesgo que son desafiados por ganadores potencia-les alternatives, pueden elegir un cambio de las reglas del juego para mi-nimizar sus perdidas. Asimismo, los perdedores permanentes bajo las instituciones existentes pueden intentar sustituirlas por otros mecanis-mos que favorezcan una distribucion mas amplia del poder. Sobre esta base, a! final de este libro se identificaran ciertas pautas hist6ricas a fa-vor de la eleccion de instituciones pluralistas.

    Segundo, la exploracion seminal de la herestetica" por William Ri-ker ha llevado a los estudiosos de la politica a reanudar el interes clasi-co y durante demasiado tiempo olvidado por el arte de la toma de deci-siones bajo unas reglas institucionales dadas. De acuerdo con este enfo-que, la estrategia polftica puede consistir en actividades tales como for-marla agenda con una seleccion concreta de temas, dar relieve a ciertas dimensiones evaluativas de las altemativas existentes en el debate publi-co, o votar insinceramente para obtener un resultado colectivo mas sa-tisfactorio para el votante que el obtenido con el voto sincero (Riker, 1983, 1986, 1993, 1996b). La cuesti6n correspondiente que sera explora-da en este libro es como diferentes formulas institucionales pueden fa-vorecer diferentes estrategias y cuan permisiva con las acciones manipu-ladoras puede ser cada una de elias.

    Tercero, el concepto de equilib1io inducido institucionalmente>> de Kenneth Shepsle nos permite entender que las estrategias de los actores y sus interacciones en un escenario social pluralista pueden producir elecciones sociales estables, aunque a veces no deseadas o ineficientes, gracias al papel de las instituciones. La estabilidad es un resultado de los castes impuestos a ciertas estrategias y de los mecanismos de agregacion establecidos por las reglas institucionales (Shepsle, 1979, 1986, 1989). Asf, los analisis presentados en las paginas siguientes deberian ayudar-nos a evaluar las diferentes altemativas institucionales por sus diferentes grados de restriccion de las estrategias de los actores y su eficacia en Ia producd6n de elecciones sociales.

    Por (tltimo, la comparacic)n entre la tcnria >;ociol6gica pluralista y b teoria de Ia elecci6n social realizada por Nicholas Miller nos ayuda a en-tender las ventajas del pluralismo politico en la producci6n tanto de una amplia satisfacci6n politict de las prefen~ncia'; de los r:iud

  • 18 INSTITUCIONES POLITICAS

    El desempefio relativo de ciertas reglas institucionales ha sido estudia-do por una serie de teoricos de la eleccion social. Algunos ana.J.isis fonnales innovadores de los procedimientos de votacion se han centrado en la regla de la mayoria (May, 1952; Plott, 1967; McKelvey, 1976, 1979; Schofield, 1978), la regla de la unanimidad (Buchanan y Tullock, 1962; Rae, 1975), ciertos procedimientos de voto (Brams y Fishburn, 1983) o en la compara-cion sistematica de diferentes reglas (Fishburn, 1973; Niemi y Riker; 1976; Riker, 1980, 1982; Nurmi, 1987; Merrill, 1988; Cox, 1997). Las instituciones de division de poderes han sido menos estudiadas con este enfoque, pero in-cluyen ciertos trabajos seminales sabre el federalismo (Pennock, 1959; Weingast, 1995), los parlamentos (Weingast, 1979; Shepsle y Weingast, 1981; Laver y Shepsle, 1996), el bicameralism a (Riker; 1992a, 1992b; Tsebelis y Money, 1997) y las elecciones mUltiples (Brams, Kilgour y Zwicker; 1998).

    El presente libro cuenta con estas y otras contribuciones que senin mencionadas adecuadamente. Ellibro afiade algunas contribuciones for-males, pretende establecer una conexion directa entre la teoria de la dec-cion social y la tradicion de estudio empfrico de las instituciones en la ciencia polftica, procede a ciertas contrastaciones empiricas clave de los modelos y desarrolla extensos ana.J.isis aplicados.

    LA UTILIDAD SOCIAL

    El valor de juicio fundamental que se usa en los ana.J.isis que siguen es la mayor satisfacci6n del mayor numero de individuos, tambien lla-mado principia de la utilidad social. Este principia utilitario cL:isico, tal como fue formulado par Jeremy Bentham (1789), fue la base de lo que se llam6 vieja" economia del bienestar. Sufri6 ciertas criticas con huella (que llevaron a la nueva" economfa del bienestar), especialmen-te con respecto a la diferente capacidad de los individuos de experimen-tar utilidad y la consiguiente imposibilidad de establecer comparaciones interpersonales de bienestar.

    Sin embargo, el supuesto igualitario que subyace en la medici6n de la utilidad social como una agregaci6n de utilidades individuales puede tener bases mas s6lidas respecto 'de las decisiones democraticas que de los intercambios econ6micos. Los derechos iguales de sufragio y las reglas de decision equitativas implican el principia de que todas las pre-ferencias individuales, cualquiera que sea Ia capacidad subjetiva del in-dividuo de experimentar felicidad, deben tener el mismo valor en la toma de decisiones colectivas. La proposicion clasica henthamita de que cada uno cuenta por uno y nadie por mas de uno>>, por discutible que sea para la elaboracion de una funci6n de bienestar econ6mico, corresponde exac-tamente al principia de voto individual igual que forma parte de las cons-tituciones democraticas.

    Desde esta perspectiva, la democracia, que se basa en la elecci6n de los gobernantes por el mayor numero de ciudadanos, resulta muy de- f;

    POLITICA Y ELECCI6N SOCIAL 19

    seable porque crea oportunidades mejores y mas regulares que las for-mulas no-democraticas para la satisfaccion de las preferencias de los ciu-dadanos. Por razones analogas, como se discutira en las paginas si-guientes, las democracias pluralistas organizadas en esquemas institu-cionales complejos pueden dar mejores resultados a este respecto que los regimenes democraticos mas simples. (Para fuentes y discusion del utili-tarismo, veanse Rose, 1983; Colomer; 1987, 1991; Goodin, 1995.)

    En los modelos inspirados por la teorfa de la eleccion social, la des-. utilidad o insatisfaccion politica corresponde a la distancia entre las preferencias de los votantes y la eleccion social. Esto puede ser escrito del siguiente modo:

    - U(G) = 2: 6i li - Gl

    lo cual significa que la desutilidad o utilidad negativa U equivale a la suma 2: de las distancias 6 entre cada votante i y el ganador G.

    El 6ptimo social corresponde al resultado que minimiza la suma de las distancias individuales, el cual maximiza la utilidad social. Concretamente, en una sola dimension lineal, la suma de las distancias es minima con res-pecto ala altemativa (candidato, partido o polftica) preferida por el votan-te mediano, es decir, el votante cuya preferencia esta situada en una posi-cion intermedia con menos de la mitad de los votantes a cada lado. En otras palabras, la utilidad social es maxima cuando la eleccion social coincide con la preferencia del votante mediano (Davis, Hinich y Ordeshook, 1970; Huber y Powell, 1994; Hunich y Munger, 1997). En este libro, las reglas ins-titucionales que favorecen la cleccion social de la preferencia del votante mediano seran consideradas relativamente eficientes socialmente.

    Tambien se examinara un supuesto alternative con respecto a los es-quemas de division de poderes, como las clcccion.:s sepa1adas para dife-rentes cargos y el federalismo. Si grupos 9ignificativos de votantes tienen diferentes intensidades de preferencias en distintos temas y pueden vo-tar sabre ellos por separado, pueden encontrar alta satisfaccion en es-quemas institucionales que produzcan diferentes ganadores en diferentes temas. Bajo este supuesto, la utilidad social puede ser maxima si dife-rentes areas de temas son asignadas a diferentes instituciones de acuer-do con la distribuci6n de la intensidad de preferencias entre los votan-tes. Asimismo, la cooperacion interinstitucional puede conducir a dec;i-siones intermedias de compromise apoyadas por amplias mayorfas de consenso y capaces de producir una alta satisfaccion colectiva.

    UN MODELO DE ELECCION SOCIAL

    Un sencillo ana.J.isis geometrico puede ilustrar los efectos de dife-rentes esquemas institucionales sobre la estabilidad y la utilidad colecti-va de la eleccion social. Empecemos por el caso mas sencillo posible de

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  • 20 INSTITUCIONES POLITICAS

    un electorado compuesto por tres votantes con preferencias diferencia-das ( o tres grupos de votantes con las mismas preferencias y un numero similar de miembros).

    Para empezar, adoptamos el supuesto simple de que las preferencias de los votantes pueden ser situadas en una sola dimension de temas, como A, B y C en el eje horizontal del Grafico 1.1. Supongamos, por ejemplo, que la distancia entre el votante A y el votante B es la mitad de la distancia entre el votante B y el votante C, como sugiere el Gnifico. Si B, que es la preferencia del votante mediano, gana, la distancia total en-tre las preferencias de los votantes y el ganador o desutilidad de los vo-tantes puede ser medida como la distancia de A a B, pongamos 1 tinidad, mas la distancia de B a B, que es cera, mas la distancia de C a B, 2 uni-dades, de modo que la suma de las distancias entre las preferencias de los votantes y el ganador, o desutilidad total, es 3 unidades:

    - U(B) = (lA - Bl + IB - Bl + IC - Bl) = (1 + 0 + 2) = 3.

    En cambia, si el ganador fuera A, la suma de las distancias entre las preferencias de los votantes y el ganador o desutilidad total seria 4 uni-dades; si el ganador fuera C, la desutilidad total seria 5 unidades, como ellector puede comprobar facilmente. Esto muestra que la alternativa del votante mediano (Ben el ejemplo) minimiza la suma de las distancias y maximiza la utilidad social.

    preferencia del votante mediano

    A B c

    NoTA: N = 3 votantes: A, B. C.

    GRAFICO 1.1. Electomdo en una dimension.

    Pasemos ahara al caso bidimensional, en el que tres votantes, A, B y C, tienen preferencias diferentes en el tema 1 (a 1, b, y c1) yen el tema 2 (a2, b2 y c2), como se observa en el Grafico 1.2.

    Primero, veamos los efectos de las elecciones separadas y conjuntas. Supongamos que hay dos elecciones separadas para diferentes cargos co-rrespondientes a difcrentes tcmas o cnnjuntos de tcmas, como los de Ia~ dos dimensiones en el Gnifico 1 .2. Estas pueden conesponder, par ejem-plo, a elecciones separadas para Presidentc, centradas, pongamos por caso, en temas de politica exterior y de defensa, Y para la Asamblea, cen-tradas en temas de polftica economica y social, o bien a elecciones sepa-radas para dos camaras del Parlamento o a otros esquemas analogos. Su-

    7-

    Tema 2.

    b,

    a, A

    c,

    a,

    NoTA: N = 3 votantes: A, 8, C.

    POLITICA Y ELECCI6N SOCIAL

    ganador en elecciones separadas

    ganadores posibles en

    ..------- una elecci6n

    con junta

    c

    r Tema 1

    b, c2

    Las lineas gruesas delimnan el conjunto de ganadores en una eleccion conjunta sabre dos temas.

    GRAFICO 1.2. Elecciones conjuntas y separadas.

    21

    pongamos que, para cada eleccion separada, la alternativa intermedia cercana al votante mediano tiene ventaja y gana. En el Grafico 1.2, b1 gana en la eleccion sabre el tema 1 y a2 gana en la eleccion sabre el tema 2. La eleccion social esta representada por el punta de interseccion de las posiciones ganadores en cada tema, b1-a2

    Como puede verse, la decision social a traves de elecciones separa-das sabre diferentes temas bajo los supuestos anteriores se situa en un punto mas bien centrista dentro del conjunto mfnimo que contiene todas las prcferencias de los votantes o conjunto de Pareto (el triangulo ABC en el Grafico). Este punto esta relahvamente cerca del optima social, que es el punta que minimiza ]a suma Je las distancias a las preferencias de los ciudadanos y, por tonto, tn;.,ximiza Ia uiiliclad social. Exactamente, en un espacio bidimensional como el del Grafico, el punto del 6ptimo social csta situaclo en la intersecci6n de las lineas rectas desde la preferencia de cada votante a la mediana del ]ado opuesto del triangulo.

    Supongamos ahara, como alternativa, que la decision social en to-dos los temas se toma en una sola elecci6n, como corresponderia a un esquema institucional simple del tipo de un regimen unitario y parla-

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  • 22 INSTITUCIONES POLITICAS

    mentario unicameral. El marco iTistitucional fuerza a los votante a ele-gir, no entre alternativas en temas separados, sino entre paquetes de alternativas en todos los temas al mismo tiempo.

    El conjunto de ganadores posibles o conjunto-ganador en una eleccion conjunta de este tipo es impredecible y depende del statu quo (o ganador saliente). Adoptemos la hipotesis de que el statu quo es la deci-sion social previamente producida por dos elecciones separadas, el pun-to b1-a2 en el Grafico 1.2. El conjunto de ganadores posibles en una sola eleccion bidimensional desde este punto de partida esta representado por el area sombreada con varios petalos en el grafico. Este area esta for-mada por las curvas de iridiferencia circulares trazadas alrededor de las preferencias de los votantes y que cruzan el statu quo. Se supone que cada votante prefiere las altemativas que estan mas cerca de la pre-ferenda del votante y, concretamente, prefiere aquellas que estan dentro de la curva de indiferencia a aquellas que estan afuera. Asf, el conjunto de los ganadores posibles por mayoria en una eleccion conjunta esta for-mado por todos los puntas en los que una mayoria de votantes (cualquier mayoria de dos votantes sobre tres en el ejemplo del gnifico) estan mas satisfechos que en el statu quo -es decir, el conjunto-ganador esta for-mado por las intersecciones de pares de curvas de indiferencia-.

    Como puede verse, el conjunto de ganadores posibles en una elec-cion conjunta es relativamente grande, lo cual dificulta la prediccion del resultado. El conjunto incluye muchos puntas situados a una distancia relativamente grande del optima social. Algunos ganadores posibles es-tan situados fuera del conjunto de Pareto e incluso mas alla del rango de las preferencias los votantes (por ejemplo, el conjunto incluye algunos puntas situados mas alla de la preferencia extrema, b2, en el tema 2). La posibilidad de que muchas altemativas diferentes puedan ganar puede generar inestabilidad en los resultados de una serie de elecciones sucesi-~as, dado que cada punta ganador puede ser ulteriormenie Jer:rotado por algU.n otro punta incluido en el conjunto-ganador correspondiente.

    Este analisis nos permite enunciar que una eleccion conjunta sabre numerosos temas multidimensionales, como modelo para la tipica elec-cion (mica en regimenes simples, puede ser mas incierta, producir me-nos utilidad social y ser mas inestable en el tiempo que las elecciones se-paradas sabre diferentes temas, como las elecciones para diferentes car-gos en regfmenes con division de poderes.

    El juicio comparativo de las elecciones separadas y conjuntas podria ser algo distinto si sustituyeramos el supuesto de que la posicion del vo-tante mediano gana en cada eleccion separada par el supuesto de que las altemativas extremas pueden ganar (quizas como consecuencia de una competencia multipartidista con la regia de la mayoria relativa). Pero aun asi, la decision social a traves de elecciones separadas estaria siem-pre dentro del rango de las preferencias de los votantes y probablemen- 11 te dentro del conjunto de Pareto. La decision social a traves de eleccio- f nes separadas podria ser menos eficiente que algunos de los ganadores ~

    POLITICA Y ELECCI6N SOCIAL 23

    posibles en una eleccion conjunta solo si las posiciones extremas corres-pondientes a grupos opuestos de votantes extremos ganaran en diferen-tes temas. Pero, incluso en este caso, el conjunto de ganadores posibles en una eleccion conjunta incluiria otros puntas situados fuera del con-junto de Pareto y seguramente algunos situados mas alia del rango de las preferencias de los votantes.

    A continuacion introducimos dos nuevas variables en el modelo. Pri-mero, supongamos un electorado mas complejo, compuesto par cinco votantes con preferencias mas dispersas que los tres votantes anteriores. En otras palabras, el electorado con tres votantes, A, B y C, es ampliado condos nuevas votantes, D y E, cuyas preferencias estan situadas mas alla del rango de las preferencias de los votantes previamente existentes, como se muestra en el Grafico 1.3. La adicion de D y E puede corres-ponder a la aplicaci6n de derechos de voto para nuevas grupos, como en un proceso. tfpico de democratizacion gradual.

    D

    NOTA:. N = 5 votantes: A, 8, C, D, E

    Conjuntos de ganadores:

    E::J Regia de Ia mayoria relativa (2/5) IIIJ] Regia de Ia mayoria absoluta (3/5)

    1!!1111111111 Regia de mayoria cualificada (4/5)

    {5 GRAFico 1.3. Electorado complejo con diferentes reg/as de votaci6n

    c

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  • 24 INSTITUC!ONES POLiTICAS

    El conjunto de ganadores posibles en una eleccion conjunta depen-de de la regla de votacion. Comparamos los efectos de tres reglas con di-ferentes umbrales de inclusion: mayoria relativa, mayoria absoluta y ma-yoria cualificada. La mayoria relativa mayor se operacionaliza como 2/5 (o 40 por ciento, no muy diferente de la proporcion de votos obtenida por el ganador tipico en ciertas elecciones parlamentarias por mayoria relativa en el mundo real).

    El conjunto de ganadores posibles en una eleccion conjunta con la regla de la mayoria relativa para cinco votantes es mucho mas grande que el conjunto de ganadores posibles anteriormente identificado para el electorado con tres votantes, como puede verse en el Grafico 1.3. Inclu-ye muchos puntas situados a gran distancia del optima social, fuera del conjunto de Pareto y mas alia del rango de las preferencias de los vo-tantes. Esto puede producir una gran impredecibilidad e inestabilidad de la eleccion social, asi como poca utilidad social.

    El con junto de ganadores posibles por la regla de la mayoria abso- luta (3/5) esta identificado por un area sombreada mas oscura en el Gra-fico 1.3. Como puede verse, es menor que el conjunto de ganadores po-sibles con la regia de la mayoria relativa. Esto significa que cuanto mas inclusiva es la regla de decision, mas estable y socialmente eficiente puc-de esperarse que sea la eleccion social.

    Si comparamos este resultado con el conjunto de ganadores posibles por mayoria en el electorado anterior con tres votantes en el Grafico 1.2, el electorado con cinco votantes puede ser considerado capaz de producir resultados relativamente eficientes. Esto no solo esta vinculado al hecho de que una proporcion mas alta de votantes en una comunidad puede au-mentar la suma total de las utilidades individuales. Ademas, el nuevo con-junto de ganadores por mayoria con cinco votantes esta situado en su ma-yor parte dentro del conjunto de Pareto y relativamente cerca del optima social. Esto nos permite enunciar que los efectos de inestabilidad y posi-ble utilidad social baja que conlleva un electorado complejo con pre-ferencias de los votantes muy dispersas pueden ser compensados con los efectos opuestos producidos por reglas de decision inclusivas.

    Este resultado queda confirmado con el analisis de la regla de la ma-yorfa cualificada, 4/5 en el cjemplo del Grafico 1.3. El conespondiente conjunto de ganadores posibles cs el area muy peque1ia en negro, que esta completamente dentro del conjunto de Pareto y en una posicion mas bien centrista. Ciertamente, esta regia puede producir elecciones sociales rnc'is cstables y mayor utiliclad social que las reglas menos inclusivas ana-lizadas anterionnente.

    Hcmos identificado trcs variables institucionales que producen difc-rentcs grados de estabilidad y diferentes nivclcs de utilidad de la eleccion social. En el orden en que sedm analizadas en los sucesivos capitulos de este libra, son:

    i) el grado de dispersion de las preferencias de los votantes, segU.n se trate de electorados simples o complejos;

    cy

    POLITfCA Y ELECCION SOCIAL 25

    ii) la inclusividad de las reglas de votacion y los procedimientos de decision;

    iii) el numero de dimensiones de temas en elecciones conjuntas y separadas, correspondientes a esquemas de unidad y de division de po-deres.

    Se sostiene aqui que los regimenes democraticos pluralistas basados en electorados complejos, reglas de votacion inclusivas y division de po-deres tienden a producir resultados socialmente eficientes.

    1.2. Plan dellibro

    Los resultados del modelo que acabamos de presentar gufan el pro-grama de investigacion que se desarrolla en las paginas siguientes. El se-gundo capitulo trata de la construccion historica de electorados simples y complejos a traves del desarrollo de diferentes estrategias para la asig-nacion de derechos de voto a diferentes grupos. Se revisan los argumen-tos tanto de los sufragistas como de los restrictivistas desde la perspecti-va de la dispersion esperada de las preferencias de los votantes que esta-ban dispuestos a promover o a aceptar, respectivamente. Se distinguen tres pautas basicas desarrolladas en diferentes conjuntos de paises por los distintos grados de inclusividad social y de estabilidad polftica que han sido capaces de producir. El supuesto basico es que cuanto mayor es la proporcion de ciudadanos con derechos de participacion en un proce-so politico establemente institucionalizado, mayor es la utilidad social que cabe obtener.

    El tercer capitulo contrasta las reglas de votaci6n de un ganador ba-sadas en requerimientos de unanimidad, de mayoria absoluta o de ma-yorfa relativa, con las reglas de multiples ganadores basadas en la repre-sentacion proporcional y las coaliciones multipartidistas. Las distintas reglas de votacion y decision son evaluadas y comparadas por su inclu-sividad, por la relacion entre los resultados que tienden a favorecer y las preferencias de los ciudadanos, asi como por la utilidad social cones-pondiente. Las diferentes reglas son sometidas a una amplia contrasta-ci6n empfrica con respecto ala producci6n de ganadore.s socialmente cfi-cicntes corrcspunc!ientcs a Ia p1 cferencia del votante medianu.

    El cuarto capitulo' analiza v com para diferentes esquemas de uni-dad y division de poderes que promueven decisiones colectivas sobre rli-;tintos n{nnern'i de' tcrnas e:d misn1u ticmro. ~')c comparan ,J parl

  • 26 INSTITUCIONES POLITICAS

    division de poderes es capaz de producir una amplia difusion de utili-dad social.

    El quinto capitulo concluye con una comparacion entre las formu-las institucionales que pueden ser consideradas mas socialmente eficien-tes a la luz de los analisis previos, especialmente la representaci6n pro-porcional, la division horizontal de poderes y el federalismo, y las alter-nativas institucionales que se eligen mas a menudo en procesos estrate-gicos de democratizacion y reforma institucional. Los actores autointe-resados pero no todopoderosos que intervienen en ciertos procesos de cambio institucional tienden a elegir instituciones pluralistas, las cuales pueden ser consideradas como relativamente eficientes en la perspectiva teorica desarrollada en este libro.

    Los principales puntos del analisis, incluida la producci6n de resul-tados electorales socialmente eficientes y la frecuencia de gobiernos di-vididos, son contrastados con datos sabre votos, Asambleas, Gabinetes y Presidentes correspondientes a los resultados de 506 elecciones naciona-les y 1.765 elecciones regionales en 40 paises democraticos de Europa Occidental y Central, America del Norte y del Sur y Asia, durante el pe-rfodo 1945-2000. Los paises han sido seleccionados por tener mas de un millon de habitantes, altas puntuaciones en libertad polftica y al menos i:los elecciones democraticas consecutivas basta el afio 2000, asi como da-tos accesibles. Los paises seleccionados incluyen mas del 90 por ciento de la poblacion mundial que vive en democracia al inicio del siglo XXI. El analisis comparado se complementa con breves estudios de casi cin-cuenta casas de desempefio y cambio institucional, incluidas algunas ex-cursiones varios siglos atras (con uso de fuentes en ocho lenguas). La re-vision historica de largo plazo que se presenta en el ultimo capitulo esta basada en datos sabre 123 cambios institucionales importantes en 85 pafses durante un periodo de 127 afios

    /O

    CAPITULO 2

    QUIENES PUEDEN VOTAR

    Las !eyes que establecen los derechos de sufragio son fundamentales p~ra el gobierno democratico.

    MONTESQUIEU

    El espfritu de las leyes ( 1 7 48)

    Una comunidad polftica puede ser definida como un conjunto de in-dividuos que se reconocen alg(In interes comun basico y toman decisio-nes colectivas vinculantes. Las comunidades simples con preferencias concentradas pueden tomar decisiones de un modo relativamente facil. Cuando el grueso de la poblacion es suficientemente homogeneo en ter-minos socioeconomicos y culturales, como suele suceder en comunida-des pequefias, un electorado basado en amplios dcrcchos de voto puedc identificar una alternativa aceptable y producir una clcccion social rela-tivamente estable y satisfactoria incluso sin mecanismos institucionales sofisticados. Como se vera mas adelante, las comunidades pequefias con intereses homogeneos pueden adoptar nn sufragio virtualmente univer-sal y tamar decisiones par unanimidad u otras reglas de votacion alta-mente inclusivas.

    En cambia, en electorados complejos, formados par la concesion de derechos de voto a grupos diferenciados en sociedades relativamente he-terogeneas, puede ser dificil conseguir decisiones colectivas vinculantes y producir elecciones sociales con altos niveles de estabilidad y utilidad. Este suele ser el caso de sociedades modemas en procesos de construe-cion de estados-nacion amplios e inicialmente heterogeneos y de demo-cratizacion. Cuanto mas dispersas son las preferencias de los grupos de votantes sobre los temas sometidos a votacion, mas complejo es el elec-torado y mas dificil es alcanzar acuerdos.

    En procesos historicos modernos, las consecuencias de dar dere-chos de voto a diferentes grupos en sociedades complejas han sido enormemente variadas. La conversion de ciertos grupos en votantes no ha producido mucha innovacion polftica porque la mayor parte de sus miembros han desarrollado preferencias similares a las ya exis-tentes entre el electorado anterior y han tendido a reproducir sus pau-

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  • \ \

    CAPITULO 3

    COMO SE CUENTAN LOS VOTOS

    jLa carrera ha terrninado! Pero (quien ha ganado? Todos han ganado y todos deben tener premio.

    LEWIS CARROLL

    Las aventuras de Alicia en el pa{s de las mara villas ( 1865)

    En comunidades relativamente simples y hornogeneas, se suelen ele-gir reglas de voto y de decision que producen un unico ganador absolu-to. Las reglas de un solo ganador, como Ia unanirnidad, las mayorias cua-lificadas, la rnayoria simple, o la mayoria relativa, dominaron la historia r\e l:1s votaciones y las decciones hasta el siglo XIX. Han sobrevivido en

    ;I''

    dad y :;on todavia una opci6n corTicntc en comunidades pcquefia~ y rc lativamente poco diferenciadas.

    En los tiernpos prernodernos, rnuchos partidarios de estas reglas las consideraron herrarnientas para descubrir la verdad, llamarase esta vo-luntad de Dios o voluntad del Pueblo. Se esperaba que Ia elecci6n social obtenida con estas reglas seria arnpliamente aceptada y muy estable. Esta expectativa es bastante razonable en el contexto de comunidades simples cuyos rniembros no tienen preferencias muy dispares y hay un :1umcro rcducido de tcrnas importantes. Est3s preferencias pueden ser ;1 en 1ma sola decision ;inculantc sin mucho esfllerzo. Sin em-bargo, en comunidades arnplias y complejas en las que emerge un gran numero Jc temas politicos que son sornctidos a decisione~ colectivas vin-culantes, las reglas de un solo ganador tienclen a producir clistribuciones '11\l\ ck c.;tii:;bci i(JJ) [lllliti::l '!1(1'c 1,,, !,,, dorcs y poca utiliclad -.;ocial. Cnnt 'ons,cueJK''I dt !().'; tncxtJll\'OS crea do.-; por los perdeclorec; absolutu~ parct lralat dr rtcTrr;c:u ,J, 'iuncs la11 desfavorables, las reglas de un solo ganador larnl))('n pucden inciucit inestabilidad de Ia elecci6n social.

    El razonarniento utilitario moderno orientado a conseguir la mayor satisfacci6n del mayor nurnero de personas inspir6 la busqueda de reglas

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  • 82 INST!TUCIONES POLITICAS

    de votaci6n alternativas. Entre estas se incluyen las que producen multi-ples ganadores, como la representaci6n proporcional y otros mecanismos institucionales que favorecen las negociaciones y los acuerdos entre gru- pos diferenciados. Las reglas de multiples ganadores distribuyen la sa-tisfacci6n mas ampliamente entre los diferentes grupos de la sociedad y tienden a producir decisiones mas consensuales y estables y mayor utili-dad social que las reglas de un solo ganador.

    La teoria de la elecci6n social puede ayudar a precisar la intuici6n esbozada en los parrafos anteriores. Las preguntas identificadas guiaran los analisis formales y empiricos del funcionamiento de las diferentes re-glas de votaci6n en la politica real.

    Segun los modelos basados en la teoria elecci6n social, para un elec-torado dado, la estabilidad y la eficiencia de la elecci6n social dependen en gran medida de: (i) el numero de dimensiones de temas que toman relieve en la votacion; y (ii) el numero de alternativas disponibles para ser votadas (en forma de candidatos, partidos, propuestas politicas, en-miendas legislativas, etc.).

    Cuando las preferencias de los votantes pueden formarse a lo largo de una sola dimension de temas, como el tfpico eje ideologico izquierda-derecha, el 6ptimo social coincide con la preferencia del votante media-no. La mediana, es decir, el punta con menos de la mitad de los votantes tanto a su izquierda como a su derecha, minimiza la suma de las distan-cias desde las preferencias de los votantes y, por tanto, puede considerar-se que maximiza la utilidad social.

    C-11>' (>l"'lll'l1t't- rn~illt:,l'F: fi('i('p1'"'" J .-.'JJ )'~ ,],, o::'" ,1) )!1.~1: L 1uayuria aosolula u la nmyor.ia relatlva, si solo hay dos altemativas dis-ponibles, dado que cabe esperar que el ganador obtendra el apoyo del vo-tante mediano. Sin embargo, los perdedores probables en un espacio de te-mas relativamente simple pueden tener incentivos para introducir nuevos temas y nuevas altemativas con objeto de alterar el resultado en su favor. Mediante la creaci6n de un espacio de temas multidimensional, apareceran nuevas ganadores y la elecci6n social se hara inestable. El resultado puede hacerse imprevisible y alejarse del punto mediano socialrnente eficiente. Cuando mas inclusiva es la regia (lamas inclusiva es la unanimidad), mas temas y altemativas nuevas se necesitan para desestabilizar al ganador. Cuanto mas exclusiva es la regla, como la mayorfa relativa simple, mas po-tencialmente inestable, arbitrario e ineficiente puede ser el ganador como consecuencia de las estrategias de los antiguos perdedores. En cambio, las reglas de m(Iltiples ganadores, como b representaci6n proporcional y el subsiguiente proceso de negociaci6n, tienden a organizar coaliciones multi-partidistas en torno a la altemativa apoyada por el votante mediano.

    En este capitulo se exploran los incentivos creados por diferentes re-glas de votaci6n para que las estrategias de los actores intenten desarro-llar nuevos temas y nuevas altemativas, bien de confrontacion, bien de negociaci6n, las cuales pueden conducir a elecciones sociales mas 0 me-nos eficientes y cstables.

    13

    C6MO SE CUENTAN LOS VOTOS 83

    En particular, se analizaran dos caracteristicas de las reglas de vota-cion que han sido identificadas por la teoria de la elecci6n social. La lla-mada condicion de monotonicidad>> requiere que una regia de votaci6n no de desventaja a una altemativa cuyo apoyo entre los votantes aumen-ta. Examinaremos si los votos y los escafios mantienen relaciones mo-not6nicas bajo diferentes reglas de votacion, es decir, si ambos aumen-tan o disminuyen en paralelo. Concretamente, aquellas situaciones en las que una altemativa se convierte en ganadora a pesar de haber obtenido menos apoyo popular en votos que otra altemativa seran consideradas ca-sas flagrantes de no-monotonicidad.

    La segunda condici6n se conoce en la teoria de la elecci6n social como independencia de las altemativas irrelevantes>>. Basicamente, sos-tiene que la alternativa ganadora no deberia depender de la presencia de otras altemativas perdedoras en el conjunto de altemativas disponibles en un cierto momento de la toma de decisiones. Si una altemativa no-ganadora deja de estar disponible, el resultado no deberia cambiar si las preferencias individuales con respecto a las demas altemativas no cam-bian. El incumplimiento de esta condici6n por una regla de votaci6n la hace vulnerable a ciertas conocidas estrategias, como divide y venceras y Une y venceras. En general, se considerara que un ganador minori-tario y, mas exactamente, un ganador minoritario situado en una posi-cion extrema en el espacio de temas, incumple esta deseable propiedad, dado que podria ser derrotado por una mayoria potencial si existiera la altemativa apropiada.

    EL EFICIENTE VOTANTE MEDIANO

    La frecuencia de ganadores apoyados por el votante mediano con di-ferentes reglas de votaci6n es analizada para 452 elecciones parlamenta-rias y presidenciales en cuarenta paises durante el periodo 1945-2000 en el Cuadro 3.1. Se considera ganadores al partido o los partidos que for-man parte del Gabinete en los regimenes parlamentarios y al partido o los partidos que apoyan al Presidente en las elecciones populares en los regimenes presidenciales y semipresidenciales. A grandes rasgos, se pro-dujeron Gabinetes y Presidentes del votante mediano en algo mas de la mitad (54 por ciento) de las elecciones por mayoria relativa yen casi tres cuartos (73 por ciento) de las elecciones por mayoria absoluta (o mayo-ria relativa cualificada en algunos paises presidenciales). En cambia, los Gabinetes basados en una representaci6n proporcional cuentan con el apoyo del votantc mediano en mas del 90 por ciento de los casos. La ma-yor parte de los paises de la lista que eligen representantes por repre-sentaci6n proporcional y tienen regimenes parlamentarios han incluido siempre al partido del votante mediano en el Gabinete (en 138 eleccio-nes en diez paises).

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  • 84 INSTITUCIONES POLfTICAS

    CUADRO 3.1. Frecuencia de ganadores del votante mediano (1945-2000)

    Regia de la Regia de la REPRESENTACJ6N MAYORfA RELATIVA MAYORfA ABSOLUTA PROPORCIONAL

    Gabinete rzarlametltario Gabinete v.arlame11tariQ Gallinete Jl.arlamentariQ

    Canada-17 41 Australia-21 33 Alemania-14 100 India-13 69 Francia 5"- 11 82 Austria-17 94 Nueva Zelanda-15 73 Jap6n-13 100 Belgica-,7 100 Reino Unido-15 0 R. Checa-3 67

    Presidente Diriamarca-21 76 Pres_idente Argentina-4 100 Espaiia-8 50 Argentina-6 100 Bolivia-5 40 Finlandia-15 100 Brasil-4 25 Brasil-3 67 .Vrancia 4"-5 100 Chile-5 20 Bulgaria-2 100 Grecia-16 100 Colombia-10 80 Chile-3 100 Holanda-16 100 Corea Sur-3 33 Colombia-2 50 Hungrfa-3 67 Ecuador-5 0 Costa Rica-12 83 Irlanda-16 100 Estados Unidos- 13 77 Ecuador-6 . 67 Israel-13 100 Filipinas-3 67 Francia 5"-6 50 Italia-11 100 Peru-4 75 Pen:i-3 100 Noruega-13 46 Uruguay-10 70 Polonia-2 50 Suecia-17 82 Venezuela-10 60 Portugal-5 100 Suiza-15 1{)0

    Uruguay-1 100

    Media elecciones: 54 n 91 Media paises: 53 76 88

    NoTA: Los numeros son los porcentajes de elecciones que produjeron un Gabinete o un Pre- sidente apoyado por cl primer voto del vutante mediano. .

    Los subfndices son el numero de elecciones para cada pafs. I' Para los regfmenes parlamentarios, los datos se refieren a !a composici6n de partido del

    Gabinete mas duradero en cada legislatura, si hay mas- de uno. FUENTE: Oilculos del autor. Datos para las posiciones relativas de los partidos en Daalder

    y Mair, 1983; Sani and Sartori, 1983; Castles y Mair, 1984; Ia colecci6n en Laver y Schofield, I 1990 (Apendice B); Huber e Inglehart, 1995; Mainwaring y Scully, 1995; Jones, 1995, Colomer, i 1996a; Knutsen, 1998; Europa World Yearbook. I

    ,

    Esto nos permite decir que los resultados de las elecciones con re-presentaci6n proporcional que producen multiples ganadores son relati-vamente mas eficientes socialmente que las elecciones con reglas de un solo ganador. Entre estas, cuanto mas inclusiva es la regla, como lama-yorfa absoluta comparada con la mayorfa relativa, mas eficiente es laj elecci6n social.

    Las preferencias de los votantes pueden ser identificadas sobre la base de sus votos o mediante encuestas de opini6n. Para hacer viables

    C6MO SE CUENTAN LOS VOTOS 85

    las comparaciones, se necesita alguna simplificaci6n de las preferencias de temas. De hecho, los votantes y los lfderes habitualmente proceden a este tipo de simplificaci6n para comunicar los mensajes politicos a tra-ves de una sola dimensi6n, como la tfpica escala izquierda-derecha, la cual suele sintetizar las preferencias de los votantes, los programas de los partidos politicos y la agenda gubemamental en muchos temas variados. Las observaciones disponibles muestran que la mayor parte de los ciu-dadanos en la mayor parte de los pafses democraticos son capaces de si-tuarse a sf mismos y de situar a los partidos o candidatos en una escala lineal que les permite establecer posiciones globales relativas de los vo-tantes y los lfderes. Dado que el contenido sustantivo de la dimensi6n iz-quierda-derecha (o de otros artilugios comparables) varia de un pais a otro y de una elecci6n a otra, aquf se usa no porque comporte ninguna definici6n esencial de las posiciones polfticas de la izquierda, el centro o la derecha, sino par su valor heuristico y comunicativo. (Para un anali-sis de esta cuesti6n, veanse Budge, Robertson y Hearl, 1987; Riker, 1993, Budge, 1993; Klingeman, Hofferbert y Budge, 1994.)

    El partido o candidato elegido por el votante mediano puede no coincidir con su preferencia ideal. Pero cabe esperar que la distancia en-tre los dos sera mas corta cuanto mayor sea el numero de altemativas disponibles, dado que los partidos y candidatos tenderan a distribuirse a lo largo del espacio y a llenar las posiciones intermedias. Aunque no coincida con la preferencia del votante mediano, la altemativa elegida por el puede ser considerada el resultado mas eficiente socialmente para un conjunto dado de alternativas,

    Afortunadamente, no necesitamos valores cardinales de las distancias entre las preferencias de los votantes y los partidos politicos o candidatos para hacer juicios cualitativos de eficiencia social. Aunque el resultado no coincida cun la preferencia ideal del votante m

  • 86 INSTITUCIONES POLfTICAS

    pueden ser evaluados con informacion empirica disponible. El partido del votante mediano es identificado sobre la base de posiciones relativas de partido mediante las fuentes mencionadas en el Cuadro 3.1. Cuando se puede, tambien se usan refinamientos adicionales.

    Este capitulo se divide en dos partes, las cuales tratan de las reglas de un solo ganador y de las reglas de mUltiples ganadores, respectiva-mente.

    3.1. Reglas de un solo ganador

    La eleccion de una regia de un solo ganador comporta siempre un intercambio entre eficacia y eficiencia, es decir, entre la capacidad de la regla de producir resultados y la utilidad social de estos resultados. Como se vera mas concretamente en las paginas siguientes, la regia de la una-nimidad es muy ineficaz en la produccion de nuevos resultados diferen-tes del status quo, pero, cuando el resultado existe, suele ser relativa-mente eficiente en terminos colectivos. La regla de la mayoria absoluta es relativamente ineficaz en sociedades complejas en las que los votantes pueden desarrollar preferencias variadas. La regia de la mayoria puede producir resultados socialmente eficientes y estables solo bajo ciertas condiciones restrictivas. Por Ultimo, la regia de la mayoria relativa es muy eficaz en la produccion de resultados. Pero es probable que estos sean socialmente ineficientes, asi como muy inestables, dado que pueden ser reemplazados par alguna otra alternativa con relativamente poca in-novacion.

    El intercambio funciona, pues, del siguiente modo. Cuanto mas in-clusiva es la regia (como la unanimidad), mas consensual y eficiente, pero menos eficaz en la produccion de resultados sera. Cuanto mas ex-clusiva es la regla (como la mayoria relativa simple), mas efectiva sera en producir resultados, pero mas ineficientes ser{m los resultados que pro-ducira. Las reglas de votacion mencionadas, asi como otras intermedias, como las mayorias cualificadas o las mayorias relativas cualificadas que se usan en algunas instituciones politicas del mundo real, seran analiza-das par sus resultados con respecto a estos importantes aspectos de la eleccion soCial.

    UNANIMIDAD

    Se suele considerar que la regla de la unanimidad es un procedi-miento que favorece decisiones consensuales. Por definicion, una decision unamme requiere el acuerdo de todos y debe ser considerada mejor por todos los votantes que el status quo o la ausencia de decision. En este sen-tido, los resultados unanimes con considerados Pareto-superiores, a cual-quier alternativa y ciertamente cumplen la condicion de monotonicidad.

    ,s-

    COMO SE CUENTAN LOS VOTOS 87

    Sin embargo, si las preferencias de los votantes pueden ser situadas en una sola dimension, la regla de la unanimidad conduce a la inmovili-dad. No cabe tomar ninguna decision para alterar el status quo porque cualquier votante puede vetar un cambio que aleje el resultado de su pre-ferencia. Los votantes inicialmente aventajados (aquellos cuyas preferen-cias estan mas proximas al statu quo) pueden consolidar sus privilegios. El resultado permaneceni estable independientemente de su distancia con respecto al optimo social situado en la mediana de las preferencias de los votantes.

    Mediante la introduccion de nuevos temas o nuevas valores de juicio que creen un espacio multidimensional, cabe crear varias posibles deci-siones unanimes a partir del status quo inicial. Pero cada una de estas de-cisiones posibles clara diferentes grados de satisfaccion de sus preferen-cias a los diferentes votantes y producira diferentes niveles de utilidad so-cial. Dado que se necesitaran negociaciones costosas para alcanzar una Unica decision, el coste de la toma de decisiones o el control de la agen-da pueden producir resultados sesgados y socialmente ineficientes.

    Sesgo e ineficiencia

    El sesgo de los resultados producidos por la regla de la unanimidad en un espacio multidimensional puede ser ilustrado con la ayuda del Grafico 3.1. Desde el status quo (SQ) inicial, caben decisiones por una-nimidad de los votantes A, By C a favor de cualquier alternativa situada dentro del area con forma de lente en el grafico. Estc area esta formada por curvas circulares de indiferencia alrededor de las preferencias de los votantes A. By C que pasan a traves del punto inicial SQ. Todos los pun-tos dentro de este area son preferidos por todos los votantes porque es-tan a menos distancia de las preferencia de los votantes que SQ.

    El conjunto de decisiones posibles par unanimidad coincide solo en parte con el conjunto optimo de Pareto, que es el conjunto mas pequefio que contiene todas las preferencias de los votantes (el triangulo ABC). Cualquier resultado dentro de la intersecci6n (el area sombreada) es es-table porque ninguno de los puntos del area puede ser derrotado por unanimidad por ninguna otra alternativa. No es posible obtener una nue-va unanimidad a favor de un movimiento que se aleje de este resultado porque al menos un votante encontraria la nueva propuesta menos sa-tisfactoria y la vetaria.

    El conjunto de ganadores estables por unanimidad puede incluir o noel punto optimo social (OS). Como puede verse, en el ejemplo del Gni-fico 3.1 OS no esta incluido en el conjunto de ganadores por unanimi-dad. Como se ha mostrado en otros trabajos, solo si el status quo esta muy alejado de las preferencias de los votantes, es decir, solo si el esta-do inicial es muy insatisfactorio para los votantes, el conjunto de deci-siones estables por unanimidad incluira el punto 6ptimo social. Mas

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  • 88 INSTITUCIONES POLfTICAS

    Ganado res posibles por unanimidad

    a~ff~b /B A ' 6ptimo socia@)l

    OS 0

    Con junto 6ptimo de Pareto

    GRAFICO 3.1. Decisiones par unanimidad.

    exactamente, el optimo social solo puede ser alcanzado mediante una de-cision umin:ime desde un status quo inicial situado fuera de un area que sea al menos tres veces mas grande que el conjunto 6ptimo de Pareto. Si el status quo inicial esta mas cerca de las preferencias de los votantes, es decir, si es menos insatisfactorio (como en el Grafico 3.1), solo cabe to-roar decisiones socialmente suboptimas. En otras palabras: desde esta-dos iniciales altamente insatisfactorios, cabe aprobar cambios drasticos que lleven a resultados altamente satisfactorios y estables; pero desde es-tados iniciales menos insatisfactorios, Ia mediocridad tiende a perdurar (Colomer, 1999a).

    Diferentes votantes preferiran diferentes resultados situados dentro del conjunto de posibles decisiones por unanimidad, como se muestra en el Grafico 3.1. Por ejemplo, el votante A preferira la alternativa a, mientras que el votante B preferira b, y el votante C preferira c. Si el vo-tante A confecciona Ia agenda, A puede proponer una votacion entre la alternativa a y el statu quo insatisfactorio (SQ). El controlador de la agenda A puede esperar un acuerdo a favor de a sobre la base del alto nivel de satisfaccion de todas las preferencias de los votantes producido por esta alternativa, del coste para otros votantes de negociar otra pro-

    c6MO SE CUENTAN LOS VOTOS 89

    puesta o de reemplazar al controlador de la agenda, y de las presiones del contexte institucional para tomar una decision efectiva y rapida. En cambio, si el controlador de la agenda es el votante B, propondra una votacion entre Ia altemativa b y el statu quo en la expectativa de desa-rrollos analogos a favor deb, etc. Una decision uminime a favor de cual-quiera de estas u otras alternativas situadas dentro del area sombreada se convierte en estable. En este sentido, las elecciones sociales por una-nimidad son dependientes de altemativas irrelevantes; seg{tn cuales sean los conjuntos de propuestas por las que cabe votar, habra diferentes ga-

    Asi pues, la regia de la unanimidad produce elecciones sociales es-nadores posibles.

    tables. Sin embargo, la eficiencia social del resultado es altamente de-pendiente del statu quo, de la distribucion de los castes de negociacion entre los votantes y de las maniobras del controlador de la agenda. Esto es importante porque en muchos temas politicos, incluidas las politicas publicas para la provision de bienes publicos, el status quo no suele ser elegido por los votantes ni depende necesariamente de sus preferencias con respecto a las alternativas disponibles. Dado que suele haber varios resultados posibles, las elecciones sociales por unanimidad son inciertas. La satisfaccion que proporcionan esta sesgada a favor de los votantes aventajados, como aquellos que tienen el poder de presentar propuestas primero o aquellos con mayor capacidad de pagar los costes de nego-ciaci6n. En resumen, las elecciones sociales por unanimidad son esta-bles, monotonicas y estan dentro del conjunto optimo de Pareto, pero pueden ser socialmente ineficientes desde el punto de vista de la utilidad

    /6

    social.

    Casas: ASAMBLEAS MEDIEVALES Y ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

    La regia de Ia unanimidad se ha aplioado al menos en dos tipos de instituciones que seran brevemente revisadas a continuaci6n: 1) La Igle-sia cristiana en la Edad Media y algunos Parlamentos medievales, in-cluidos, en particular, las Cortes catalanas y aragonesas y la Dieta pola-ca; 2) La mayor parte de las organizaciones intemacionales, de las que revisamos aqui dos ejemplos destacados, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Consejo de la Comunidad Europea.

    Como se vera, ca~e identificar una pauta comun en la evoluci6n de estas, asi como de otras instituciones politicas que toman decisiones por la regla de la unanimidad. Primero, pueden tomarse algunas decisiones iniciales socialmente eficientes, en el sentido de elegir resultados que se acercan al conjunto de altemativas que constituye un 6ptimo de Pareto, es decir, en las que todos los participantes estan mejor que en el status quo anterior. Segundo, suele haber un ulterior estancamiento y una au-sencia de nuevas decisiones debido al poder de veto de cada uno de los

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  • 90 INSTITUCIONES POLITICAS

    participantes, incluso si los resultados antes conseguidos no correspon-den a soluciones socialmente 6ptimas. Por ultimo, cabe esperar un cam-bia a una regia distinta de la unanimidad con objeto de recuperar la ca-pacidad institucional de tomar decisiones socialmente eficientes.

    Una sola voluntad de Dios

    La regia de Ia unanimidad predomino en Ia Iglesia cristiana durante varios siglos, dado que era considerada la (mica regia que podia asegurar a los partici-pantes que su decision era correcta o inspirada por Dios. En los inicios de Ia era cristiana, Ia mayor parte de los obispos eran elegidos por unanimidad con par-ticipacion de los fieles cristianos (

  • 92' INSTITUCIONES POLfTICAS

    unas condiciones de aislamiento del exterior, ciertas restricciones fisicas y ma-teriales, escasa informacion sobre los candidatos, y comunicacion limitada entre ellos. Esto hace que Ia regia de Ia mayoria cualificada sea, desde luego, eficaz eri. Ia produccion de resultados, pero tambien empuja a los cardenales a precipitar sus decisiones por el deseo de abandonar un medio tan incomodo. (Para un an

  • 94 INSTITUCIONES POLfTICAS

    Cuando no se consegufa el consenso total, a veces se hacfa constar que el acuer-do habia sido tornado por unanimiter excepto N.N.,, lo cua] daba Iugar a ulte-riores debates y discusiones, pero a menudo se acababa en un

  • 96 INSTITUCIONES POLITICAS

    Organizaciones intergubernamentales

    La regla de la unanimidad se suele aplicar en aquellas instituciones en que los miembros afirman su soberania y rechazan cualquier deci-sion colectiva que no se tome con su aprobacion explicita. A continua-cion se revisan los Consejos de dos organizaciones internacionales del mayor relieve formadas por estados soberanos>>, las Naciones Unidas y Ia Comunidad Europea. En ambos casos, el derecho de veto de cada es-tado miembro ha producido una eficacia decreciente en la toma de de-cisiones, lo cilal ha inducido a sustituir el papel central o exclusivo del Consejo unanime par alg(m esquema institucional alternativo.

    Las ineficaces Naciones Uni.das. La relativa ineficacia de Ia regia de Ia una-nimidad, en comparaci6n con Ia regia de Ia ri-tayoria, puede ser observada en los dos 6rganos principales de Ia Organizaci6n de las Naciones Unidas (ONU), el Consejo de Seguridad y Ia Asamblea General, dado que funcionan por virtual unanimidad y por Ia regia de Ia mayoria, respectivamente. Cuando se cre6 Ia ONU en 1945, los vencedores de Ia segunda guerra mundial habfan diseiiado un plan para organizar un Consejo de Seguridad en el que Estados Unidos, Ia Union Sovietica, el Reina Unido, Francia y China estarian permanentemente represen-tados. En Ia primera conferencia de delegados de los cincuenta y un estados en San Francisco, las cinco potencias insistieron en que Ia ONU les diera Ia autori-dad de vetar las acciones del Consejo de Seguridad. Las naciones menores se opusieron sin exito, pero consiguieron aiiadir otros 6rganos a Ia ONU, especial-mente Ia Asamblea General.

    El Consejo de Seguridad de Ia ONU esta formado actualmente por los cin-co miembros perrnanentes antes mencionados y diez miembros temporales ele-gidos por terminos de dos afios. Cada miembro tiene un voto, los cinco miem-bros perrnanentes tienen poder de veto y las decisiones se toman por a! menos nueve votos. El Consejo de Seguridad funciona basicamente con la regia de Ia unanimidad de sus cinco miembros permanentes (o, de hecho, su abstenci6n). No es dificil para los miembros perrnanentes encontrar suficiente apoyo entre los miembros temporales a las propuestas en las que estan de acuerdo. Se ha cal-culado que el poder de los miembros perrnanentes, interpretado como Ia proba-bilidad de conseguir que se apruebe una propuesta comun (e ignorando la po-sibilidad de la abstenci6n), esta muy proximo a la unanimidad, alrededor de un 98 por ciento (tanto cuando el numero de miembros temporales era seis y Ia re-gia de decisi6n era siete votos, como bajo las reglas adoptadas en 1965 y antes mencionadas) (Brams, 1975: 182-191).

    El n(!rnero de 'decisiones anuales del Consejo de Seguridad ha perrnaneci-do bastante estable entre 1946 y 1990. El numero medio de resoluciones adop-tadas anualmente era 89 a finales de los aiios cuarenta y 102 a finales de los aiios ochenta. Durante los primeros cuarenta y cinco aiios del Consejo, los miembros permanentes ejercieron un total de 279 vetos en sesenta y siete temas diferentes (el tema mas conflictivo fue el Pr6ximo Oriente, con cuarenta Y dos vetos): La Uni6n Sovietica us6 un numero importante de vetos durante los primeros aiios. Pero, durante el mismo periodo, un gran numero de resoluciones no fueron adoptadas porque Estados Unidos consiguio suficiente apoyo entre algunos eo

    C6MO SE CUENTAN LOS VOTOS 97

    miembros temporales para derrotar Ia mayoria requerida (elllamado

  • 98 INSTITUCIONES POLITICAS

    tenimiento de Ia paz y Ia seguridad intemacionales fueron inicialmente asigna-das al Consejo. Pero en Ia pnictica, y debido a Ia ineficacia de su virtual regia de Ia unanimidad, algunas cuestiones que no habfan sido resueltas por el Consejo han sido incorporadas a Ia agenda de Ia Asamblea General. El numero crecien-te de miembros de Ia ONU podrfa haber creado mas dificultades para formar mayorias entre los variados miembros de Ia Asamblea. Pero, gracias a Ia mayor eficacia de la regia de la mayorfa, Ia Asamblea General ha ampliado los temas de que se ocupa y ha aumentado de un modo sostenido el numero de resolucio-nes adoptadas.

    Unanimidad Europea. Cuando se fundo Ia Comunidad Economica Euro-pea mediante el Tratado de Roma en 1957, el Consejo de Ministros de los seis estados miembros iniciales -Alemania, Belgica, Francia, Holanda, Italia y Lu-xemburgo- fue concebido como su institucion basica, aunque recibfa iniciati-vas de Ia Comision Europea y de la Asamblea (mas tarde transformada en el Par-lamento): Inicialmente, los seis miembros decidieron tomar decisiones en el Consejo por unanimidad, como corresponderfa a un modelo intergubemamen-tal o diplomatico de toma de decisiones en una organizacion intemacional, con Ia clausula de que adoptarfan !a regia de la mayorfa para algunos temas selectos en el futuro. En sus primeros afios, la Comunidad Economica Europea, dirigida porIa toma de decisiones unanimes del Consejo, fue muy innovadora; fue capaz de crear un mercado comun industrial y agricola mediante una reduccion de las barreras aduaneras entre los miembros y de establecer unos aranceles exteriores comunes que favorecian el comercio.

    Sin embargo, el desarrollo ulterior fue considerablemente obstaculizado por el procedimiento de Ia unanimidad. En 1963, Ia delegacion francesa, presi-dida en aquel tiempo por el general Charles de Gaulle, veto el primer intento de Gran Bretafia de ingresar en Ia Comunidad, a pesar de que las negociaciones es-taban muy avanzadas. En 1965, cuando toco introducir Ia regia de Ia mayorfa para algunos temas selectos, el Gobiemo frances empezo a boicotear las reunio-nes del Consejo, provocando Ia Hamada crisis de la silla vacfa. Esto llevo a los miembros de Ia Comunidad a pactar el Ilamado compromise de Luxemburgo en 1966, una declaracion en la que se establecfa formalmente el derecho de veto en el Consejo cuando esten en juego intereses muy importantes. Durante dos decenios, los funcionarios y ministros de los estados miembros tuvieron que de-sarrollar largas discusiones en el Comite de Representantes Permanentes y en el Consejo de Ministros basta que se consegufa tamar decisiones unanimes, lo cual llevo a Ia Comunidad a un largo periodo de estancamiento y euroesclerosis, como se decia en Ia epoca. El acceso de nuevos miembros, incluida Gran Breta-fia en 1971 (tras la retirada de De Gaulle), fue una fuente de nuevos vetos a una mayor integracion, especialmente durante los gobiemos de Margaret Thatcher a primeros de los afios ochenta. Dinamarca tambien insistfa en Ia soberanfa de sus instituciones, mientras que Alemania queria preservar la autonomfa de su ban-co central.

    En palabras de algunas presentaciones tfpicas: una combinacion de hosti-lidad e inercia ... impidio Ia soberania compartida y atrofi6 el desarrollo de Ia Co-munidad entre 1965 y 1985 (Pinder, 1995);

  • 100 INSTITUCIONES POLfTICAS

    (Rousseau, 1762: IV, 2, 6). Inspirado por los principios rousseaunianos sobre la voluntad gene-

    ral del pueblo, Jean-Antoine-Nicolas de Caritat, marques de Condorcet, promovio un procedimiento de votacion por el cual el ganador deberia ser la altemativa preferida por una mayoria frente a cada una de las demas altemativas. El correspondiente procedimiento de votacion, conocido como votacion exhaustiva a pares (si tienen lugar multiples vueltas de vo-taciones entre pares de altemativas), puede ser dificil deponer en practi-ca, porque requiere que los votantes tengan una completa ordenacion de preferencias. Es tambien muy ineficaz en la produccion de un resultado, dado que en muchas ocasiones no habra ninguna altemativa capaz de ga-nar a todas y cada una de las demas. Sin embargo, Condorcet contrape-saba estos inconvenientes con la asercion de que el resultado es correcto cuando existe. Las votaciones con mayorias mUltiples fueron concebidas como un modo de descubrir la decision mejor o Correcta, aquella a traves de la cual el pueblo como tal podfa expresar Una voluntad co-mUn (Condorcet, 1792: 71 ss.). Una variante igualmente dificil en cuan-to a las prefercncias de los votantes, pcro mas eficaz, habfa sido disefia-da en el siglo XIII por el filosofo mallorqufn Ramon Llull. En esta version, el ganador es la altemativa capaz de ganar un mayor numero de votacio-nes a pares, aunque no las gane todas (Llull, 1283, cap. 24, y 1299).

    Ciertamente, la regla de la mayoria, incluso con una sola vuelta y con voto categorico, es mucho mas eficaz en la produccion de decisiones innovadoras que la regia de la unanimidad. En contraste con esta, la re-gia de la mayoria no da poder de veto a ning(In individuo para que im-pida el cambia desde el status quo a resultados mas eficientes.

    Sin embargo, sabemos par la teoria de la eleccion social que. inclu-so cuando existe un ganador mayoritario, puede no ser socialmente efi-ciente en terminos de utilidad social. La regia de la mayoria tambien es mas vulnerable a la inestabilidad que la regia de la unanimidad. Los per-declares por mayoria pueden atraer suficiente apoyo de los votantes y de-rrocar al ganador mediante la introduccion de un numero relativamente bajo de nuevas temas y altemativas que los requeridos para el mismo ob-jetivo bajo la regia de la unanimidad. Si existen los mecanismos institu-cionales adecuados para producir un ganador estable, este puede ser ar-bitrario e imprevisible desde la perspectiva de las preferencias de los vo-tantes, dado que puede ser solo uno entre los muchos ganadores paten-dales. Cuanto menos inclusiva es la regia, por ejemplo la mayoria sim-ple comparada con las mayorias cualificadas, menor es el numero de nuevas temas y altemativas que pueden ser suficientes para producir inestabilidad o imprevisibilidad de la eleccion social.

    Concretamente, solo en el caso extremadamente simple de dos al-temativas situadas en un espacio unidimensional (como el eje izquierda-derecha), esta garantizado que el ganador por mayoria sera estable y so-cialmente eficiente. Par definicion, la altemativa que obtenga mas de la mitad de los votos tendn1 el apoyo del votante mediano socialmente efi- zz.

    C6MO SE CUENTAN LOS VOTOS 101

    ciente. Aunque no haya convergencia entre las dos altemativas (como, por ejemplo, dos partidos compitiendo en elecciones de masas) y los con-tendientes mantengan una distancia significativa entre sus posiciones po-lfticas o ide~logicas y con respecto ala preferencia del votante mediano, cabe esperar que gane la altemativa mas proxima a la preferencia de este. Dado el numero restringido de altemativas disponibles, la proximi-dad relativa del ganador a la preferencia del votante mediano puede to-marse como una medida de la eficiencia de la eleccion social (Downs, 1957; Davis, Hinich y Ordeshook, 1970).

    Pero si se introducen nuevas temas y se crea un espacio multidi-mensional, entonces, incluso con solo dos alternativas, pueden producir-se resultados inestables o arbitrarios. Se ha demostrado que si es posible ofrecer cualquier par de alternativas a los votantes, cada una de las al-ternativas puede ser derrotada por alguna otra par mayoria (Plott, 1967; McKelvey, 1976, 1979; Kramer, 1977). De este modo, el resultado parma-yoria en una eleccion cualquiera puede ser imprevisible. El ganador de-pendera, mas que de las preferencias sinceras de los votantes, de los te-mas que adquieran relieve en el debate politico y la campafia electoral y del par concreto de alternativas (propuestas politicas, programas de par-tido o candidatos) que esten disponibles en la eleccion.

    Solo cabe producir elecciones sociales relativamente eficientes a tra-ves de una serie de elecciones par mayoria entre dos alternativas en la que cada resultado se convierta en el estado inicial de la ronda siguien-te. En este proceso, es razonable esperar que las nuevas alternativas emergentes y los resultados correspondientes, en vez de dispersarse cada vez mas, se acercaran a un area central de posiciones en el espacio mul-tidimensional y no volveran a alejarse de ella. El proceso dinamico en elecciones sucesivas entre dos altemativas no sera tan Caotico como el modelo estatico anteriormente mencionado podfa sugerir, aunque segui-n} siendo inestahlt> (Ferejnhn, McKelvey y Packel, 1984; McKelvey, 1986; Miller, Grofman y Feld, 1989). Sin embatgo, si se crean mas de dos al-ternativas, la regia de la mayoria deja de ser eficaz, incluso en un espa-cio unidimensional.

    Los ganadores por mayoria pueden mantener relaciones no-monoto-nicas con las decisiones de los votantes. Concretamente, en las elecciones

    a una Asamblea con multiples distritos, el perdedor por mayoria en votos populares puede convertirse en ganador de una mayoria de escafios. Una altemativa minoritaria en el conjunto del electorado puede obtener un ma-yor numero de escafios que su rival mayoritario si obtiene estrechas ma-yorias en un gran numero de distritos, como puede verse en el Cuadro 3.2. Incluso si el ganador en cada distrito corresponde a la elecci6n del votan-te mediano en el distrito, el ganador en el conjunto de los distritos puede no corresponder a la altemativa preferida par el votante mediano en el electorado. Como se vera en algunos casos del mundo real analizados mas adelante, el mal aporcionamiento del electorado, es decir, la delimitaci6n de los distritos electorales y la asignaci6n territorial de los escafios sin pro-

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  • 102 lNSTlTUCIONES POLfT!C 140 Total escafios: I < 2

    NorA: El cuadro ilustra la competici6n entre dos panidos en tres clistritos uninominalcs. Los nlimeros en cada distrito indican los porcentajcs de votos. Los ganadores de un cscailo en cada distrito estan subrayados. Como puede verse, el partido de Izquierda obtiene una mayoria de votos (160 a 140), pero cl panido Derecha rccibe una mavoria de cscanos (2 a 1).

    porcion a la poblacion, puede favorecer estos r::sultadus paradojicos.

    Procedimientos de mayor{a absuiuta

    Dado que con un tmico voto categ(Jrico puedc que no cxista un ga-nador mayoritario entre tre:; o m;,is ahernativa::, ,:n las decciones po1ftJ-cl.s ue masas se usan principalment.c clos rroccdimJcntos que requieJoc:l que lo:o votanrcs expresen sus preferencias ordinales con respecto a vi't-rias altemativas.

    Primero, cl voto mayoritario-prderencial (tambien llamaclo voto aJ-ternativo) toma en cuenta no solo la primera preferencia cle cada votan-te, sino su segunda y aclicionales preferencias, las cuales pueclen ser re-veladas en una sola papeleta, con objeto de producir un ganador con apo-yo mayoritario. El voto mavoritario-preferencia! se usa actualmente ]XU' degir algunas asarnbleas. 1ncluida b c;'tmara de: .\u:,trali.t.

    Segundo, d proccdimic:nlo de maynt fa cun ~egumla vuelta de de-sempate incluye una segunda \otaci(m para dcgir un ganador entre la:, dos alternativas que hayan obtenido mils votos en la primera votacion. Se usan \"ariantes de rste nrr)ccdinllt,'r~L~l 1 l;t.) 1'J~ (-~-H , , iidi; iiJe;-~1:-:,'

    i.i ;;rt:~n~..-f;! :t.~( :nrnu ~...~u !::..~ l!Lt\\;i ,,~d: dircct:1~ c:n Europa v A.meric::~ l_c\tiJ;:I.

    lu.., ~-it:l'CHJJl\..:\ r>n--H..;JcJen( 1;1 i ..

    En contraste con el voto categorico, los dos proccdimientos sena1a-dos de votacion por mayoria garantizan que existc un ganaclor mayori-tario en contiendas con mas de dos alternativas. Sin embargo, ninguno de estos procedimientos garantiza un resultado socialmente eficiente, ni ttt

    C(JMO SE ClJFNTAN LOS VOTOS !03

    siquiera en un espacio unidimensional. Como se observara en una serie de casas del mundo real, el ganaclor con una mayoria de votos en un es-pacio unidimensional puede que no sea Ia altcrnativa favorecida por el votante mediano.

    Los ganadores por voto mayoritario-preferencial o por mayorfa con segunda vuelta dependen de altemativas irrelevantes. Concretamente, una altemativa socialmente eficiente puede ser eliminada en la primera vuelta del recuento de votos (con el primer procedimiento) o en la pri-mera vuelta de votacion (con el segundo). En tal caso, el ganador final podrfa ser derrotado por mayoria por la altemativa eliminada si se die-ra a los votantes una nueva oportunidad de elegir entre las dos.

    Solamente el ganador con el procedimiento de votacion Condorcet en un espacio unidimensional, es decir, la altemativa capaz de ganar por mayoria a todas y cada una de las demas altemativas a su derecha o a su izquierda, corresponderfa con seguridad a la preferencia del votante mediano y serfa ,socialmente eficiente. Por definicion, el votante media-no es siempre necesario para forrnar una mayoria coherente en una sola dimension. Pero, en un espacio multidimensional, el procedirniento de votacion Condorcet es muy ineficaz (puede que no exista ninguna alter-nativa capaz de ganar por mayoria a todas las demas) y puede ser inefi-ciente, dado que el ganaclor puede no coincidir con el optima social. Dadas estas desventajas y la dificultad de votar, el procedimiento Con-dorcet no se ha usado nunca en elecciones polfticas de rnasas.

    Casas: ELECCJOL';E'i PARL electorale:; acpti ;:nali;ado; ;-,nll:

  • 104 INSTITUCIONES POLITICAS

    La Espana de la pre-Guerra Civil

    Ciertos resultados electorales no-monot6nicos en los que el perdedor en vo-tos populares se convierte en el ganador en escafios pueden ayudar a explicar Ia emergencia de altos niveles de bipolarizaci6n politica que, bajo ciertas circuns-tancias, pueden llevar a Ia revoluci6n, el golpe de estado y Ia guerra civil. Este fue el caso de la Segunda Republica espanola, establecida en abril de 1931 como reacci6n a la complicidad de Ia Monarquia con una dictadura militar.

    Pocas semanas despues de que fuera proclamada la Republica, el Gobierno Provisional decret6 unas nuevas reglas electorales para las elecciones parlamen-tarias a Cortes. Como explic6 el Primer ministro, Manuel Azafia, en un debate posterior en el Parlamento, se eligi6 un sistema electoral mayoritario para que produjera una clara mayoria parlamentaria desde y la minoria>>. Si una lista obtenia el apoyo de una mayorfa de los vo-tantes, recibia Ia proporci6n de escafios por los que estos habian podido votar (un 80 por ciento aproximadamente). Si ninguna lista obtenia una mayoria de votos, la lista mas votada recibia un 67 por ciento de los escafios siempre que hubiem obtenido al menos un 20 por ciento de votos (tm 40 por ciento a partir de 1933). Si ninguna lista obtenfa este apoyo minima, tenia Iugar una segunda vuelta de votaci6n. Asf pues, la segunda candidatura en votos, Ia Hamada mi-noria>>, recibia s6lo entre un 20 y un 33 por ciento de los escafios del distrito in-dcpendientemente del mimero de votos obteniclos.

    Se presumia que estas reglas mayoritaristas>> favorecerian Ia fabricaci6n de una clara mayoria parlamentaria en cada elecci6n. Pero el mal aporciona-miento de los escafios, combinado con una desigual distribuci6n de votos para los diferentes partidos en el territorio, podia convertir a! ganador en votos en perdedor en escafios.

    El sistema electoral creaba fuertes incentivos para formar coaliciones am-plias y heterogeneas de partidos en la primera vuelta, con Ia expectativa de ob-tener la sobr~rrepresentaci6n prometida a Ia lista mas votada en cada distrito. Los numerosos partidos menores en el muy populoso centro politico tendieron muy rapidamente a unirse a alguna de las dos coaliciones amplias con partidos mas extremos que se formaron en los dos !ados del espectro izquierda-derecha, produciendo asi una creciente bipolarizaci6n. Las estrategias de los lfderes de los partidos para formar coaliciones electorales se desarrollaron de un modo asi-metrico en la izquierda y en Ia derecha y sin continuidad de una elecci6n a otra. En estas condiciones, el sistema electoral produjo dos ganadores en escafios con una minoria de votos: en 1933 a favor de la derecha y en 1936 a favor de Ia iz-quierda. En ambas ocasiones Ia oposici6n al ganador en escafios tom6 Ia forma

    <

  • 106 INSTITUCIONES POLiTICAS

    los monarquicos en proceso de recuperaci6n. Los republicanos de centro-derecha establecieron acuerdos preelectorales

    en Ia mayor parte de los distritos, aunque irregularmente distribuidos y a veces informales, con una derecha reforzada qae fue capaz de organizar un nuevo gran partido, Ia Confederaci6n Espanola de Derechas Aut6nomas (CEDA), con los ca-t6licos y los agrarios. Tanto las candidaturas del centro-derecha como las de Ia derecha obtuvieron menos votos, pero recibieron mas escafios que los partidos mas divididos de centro-izquierda y de izquierda si estos se cuentan conjunta-mente, como se observa en los resultados electorales compilados en el Cuadra 3.3. Concretamente, mientras que los partidos separados de centro-izquierda y de izquierda obtuvieron (22 + 14) el 36 por ciento de los votos, recibieron s6lo (13 + 8) el 21 por ciento de los escafios. Esto fue debido a que los partidos de Ia mitad derecha del espectro obtuvieron estrechas mayorias absolutas o relativas en un gran numero de distritos y fueron premiados con una representaci6n adi-cional. En cambia, los republicanos de centro-izquierda y los socialistas, que en esta ocasi6n compitieron por separado, se convirtieron en frecuentes minorias" de distrito y fueron gravemente perjudicados por el sistema electoral que favo-recia a las candidaturas grandes.

    Tras las elecciones de 1933, se form6 un Gabinete mas bien moderado di-rigido por el Partido Radical de centro-derecha, gracias al apoyo parlamentario de Ia derecha. El mayor partido en votos y en escaflos, !a CEDA, no entr6 direc-tamente en el Gabinete. A pesar de esto, v en la creencia de que Ia CEDA iria ob-teniendo mas influencia, en octubre de 1934 !a extrema izquierda de los socia-listas y los anarquistas organizaron una rebcli6n armada a Ia que fueron capa-ces de atraer a algunos republicanos de ccntro-nouierda. La rebeli6n fuc repri-mida por el ejercito y provoc6 mas de I .500 muertos (por ambos !ados) v unos 15.000 prisioneros.

    Las elecciones de febrero de 1936 fueron una especie de contragolpe. Los ;-epublicanos de centro-izquierda ,. los ~ocialistas v ios comunistas de izqmerda se unieron v formaron e1 Frente Popular. Esu~ iue basicamentc una coalicion electoral en demanda de amnistia para los p1isioneros de !a rebelion de 1934 y del restablecimiento de las reformas anteriores. Los importantes desacuerdos cxistentes en otros temas entre los reformistas moderados y los rcyolucionarios se reflejaron en !a debilidad programatica de la coalicion.

    Los republicanos de centro-derecha, y especialmente el Partido Radical, fue-ron muy atacados por su gestion de gobiemo, incluyendo varios escandalos por :::orrupcion. Algunos miembros del Partido Radical se unieron al Frente Popular. Un nuevo Partido de Centro improvisado por el Primer mini~tro salicnte no fut' capaz siquiera de reclutar candidatos en la mitad de los distrito.s. For tanto, esta vez fue el centro-derecha el que concurrio en ur1a situaci6n de mayor debilidad que !a amplia coalicion de partidos de centro-izquierda y de izquierda. Ademas, el terrior a desperdiciar sus votos movi6 a un significativo n(tmcro de ciudad2.nm 'l votar eqrategicamentc. hi en pnr r I Frc;-.;,, Pnpul~n hkn pnr elLkrcchi,;ta F'~T r:- ~acional (ormado por Jos ~...cit6Jicu_.,, !u~ :, IJ.JonZ .. rquicu~.

    La creciente bipolarizilcirm pmmovida por lr ;S inccnti\os creados por l l , i tema electoral no corrcspondia al grado de bipolarizacion que podia encontrar-se entre las preferencias sinceras de los votantes. Mediante el voto preferencial que !a papeleta permitia, los ciudadanos dieron mas votos a los candidatos mo-derados dentro de cada coalici6n o bloque. Concretamente, los republicanos de centro-izquierda obtuvieron mayores apoyos que los socialistas o los comunistas

    .? s

    COMO SE CUENTAN LOS VOTOS 107

    que figuraban en las mismas listas, mientras que los cat6licos obtuvieron mas votos que los momirquicos. Conociendo estas preferencias de los votantes, los li-deres de los partidos facilitaban sus votos situando a los candidatos mas mode-rados en los primeros lugares de las listas. Los candidatos moderados dentro de cada uno de los dos bloques estaban mas cerca unos de otros que de los candi-datos extremos de su propio bloque. De hecho, algunos de los candidatos que competian en coaliciones opuestas habian sido miembros de !a misma candida-lura electoral (o incluso del mismo p