EL PELIGRO DE LA DEMORAEL PELIGRO DE LA DEMORA

MM ientras caminaba por la angosta y empe-drada acera, un enorme pesar me abruma-ba. En la casa de la que acababa de salir,

vivía una mujer de edad madura con sus dos hijosadolescentes. Hoy, al igual que en muchas ocasionesanteriores, me había sentado a la mesa de su cocinarogándole que se reconciliara con el Dios que ellahabía abandonado muchos años atrás. En repetidasocasiones, me había asegurado que quería volver aDios y a la iglesia, y que no quería pasar a laeternidad sin la salvación.Yo, un pastor joven, pastoreaba mi primera iglesia.

Había llegado a conocer a esta mujer a través de unaserie de circunstancias interesantes. El asunto empezóun día cuando visitaba una cárcel. Allí, un joven medijo que cuando saliera, iría a visitar a mi iglesia y lle-varía consigo a un amigo. Fiel a su palabra, el hombre

(sigue en la página 7)

Tenemos. . . la palabra . . . a lacual hacéis bien en estar atentoscomo a una antorcha que alumbraen lugar oscuro . . .

2 Pedro 1:19

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noviembre - diciembre 2002 Nº6Vol. 16

¡¡GGRRAATTIISS!!Si desea recibir La Antorcha de la Verdadbimestralmente, pídala a esta dirección:

La Antorcha de la Verdad,Apartado #15, Pital de San Carlos, Costa Rica, C.A.

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(Las respuestas se encuentran en la página 9.)

AAAA CCCC TTTT IIII VVVV IIII DDDD AAAA DDDD PPPP AAAA RRRR AAAA NNNN IIII ÑÑÑÑ OOOO SSSS¡BUSCA EN TU BIBLIA!

Las citas bíblicas en las manzanas dan versículos parecidos a los que estánescritos en las hojas. Busca las citas y aparea cada manzana con la hojacorrespondiente.

Proverbios2:1

Colosenses3:20

Efesios 6:2-3

“Honraa tu padre ya tu madre,

para que tus díasse alarguen en latierra...” (Éxodo20:12).

“Hijomío,

guarda misrazones, y

atesora contigo mismandamientos”(Proverbios7:1).

“Hijos,obedeced enel Señor a

vuestros padres,porque esto esjusto”(Efesios6:1).

Estimado lector,“TOME LAS RIENDAS DE SU VIDA.” Éste es el título de un

artículo que vi hace poco en una revista muy popular. El artículo tratósobre el tema de cómo triunfar en el mundo de hoy. Entre los subtítulosse encontraban: “Aprenda a quererse”, “Ármese de fuerzas”, “Viva elmomento”, y “Adiéstrese más”.

Otras frases muy comunes hoy día son: “‘Yo soy especial’, ‘Yo debo detener mucho valor, puesto que Dios no hace basura’, ‘Yo puedo lograrlo’,‘Yo puedo lograr el éxito si creo en mí mismo’, ‘Yo puedo realizar missueños’. Para los que luchan con la depresión o la inferioridad, estasideas sin duda pudieran ofrecer un rayo de esperanza. Puede ser queestas frases aun parezcan ser muy correctas y de ánimo, pero, ¿sonbíblicas?”1 Si analizamos los títulos disponibles en las librerías, nosdamos cuenta que esos temas son muy buscados hoy en día. A simplevista, este tipo de literatura parece ser una manera inocente y buena deayudar a los lectores a encontrar la solución a los problemas máscomunes. Y al parecer, muchos están acudiendo a estos medios paraencontrar las soluciones. Tú preguntas: “¿Y qué hay de malo en eso?”

Al examinar bien la Biblia, nos damos cuenta de que hay un errorastuto en esta forma de pensar. La Biblia dice que Dios nos creó a suimagen (Génesis 1:27). Por eso tenemos valor porque él nos hizo, no poralgo que nosotros hayamos hecho. La Biblia dice que todos somospecadores, con una naturaleza mala que busca hacer lo malo (Romanos3:23). Sólo la regeneración que hace Dios en nuestra vida al entregarnosa él puede cambiar esto. Otra vez, es obra de Dios. La Biblia dice queseparados de Dios nada podemos hacer (Juan 15:5). Aquí la Biblia nosmuestra nuestra propia inutilidad y que lo bueno viene por el poder deDios en nosotros.

En este número de La Antorcha de la Verdad, tratamos este tema enel artículo sobre el “Pensamiento positivo”. La psicología moderna eincluso muchas religiones modernas no toman en cuenta las verdadesbíblicas respecto a este tema.

Te invito a considerar cuidadosamente lo que Dios nos dice en cuantoa la realidad de nuestra existencia y nuestro propósito aquí en la tierra.

Duane Nisly

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EEddii ttoorr ii aa ll

1 “La fe contra el pensamiento positivo” La Antorcha de la Verdad V. 16 Nº6 p. 4.

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LA ANTORCHA DE LA VERDAD se publica bimestralmente por PublicadoraLa Merced en Santa Rita de Río Cuarto, Costa Rica.

PUBLICADORA LA MERCED trabaja sin fines lucrativos para extender elevangelio, para propagar doctrina sana y bíblica de orientación anabaptista, y parapresentar consejos para la vida cristiana práctica en la América Latina.

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CONTENIDOEl peligro de la demora . . . . . . . . . . . . . . . . . . .portadaEditorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2La fe contra el pensamiento positivo . . . . . . . . . . . . . 4Pactos, votos, y promesas:

Todo depende de... #3c . . . . . . . . . . . . . . . 10

Sección para padresLa vida familiar cristiana:

La crianza de los hijos #6b . . . . . . . . . . . . 15Receta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23

Sección para jóvenesLa búsqueda del contrabandista #7 . . . . . . . . . . . . . 24¿La teoría de la gran explosión? ¡Imposible! . . . . . .30

Sección para niñosEl nacimiento de Jesús . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33Actividad para niños . . . . . . . . . . . . . . . .contraportada

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¿Quién soy yo?Muy dentro de nosotros se

encuentra el deseo de saberquiénes somos y de entendernuestra identidad. La mayoríapasamos mucho tiempo pensandoen nosotros mismos y pregun tán -donos qué piensan los demás denosotros. Los filósofos y teó logoshan dado muchas res puestas a lapregunta: ¿Quién soy yo? Algunasde las respuestas que dan son lassiguientes: 1) Yo fui creado porDios. 2) Soy resultado de laevolución. 3) Yo soy Dios, y Dioses yo. El contraste entre estas tresrespuestas es obvio. Definitiva -mente las tres no pueden serciertas.La Biblia misma ha sido

utilizada para promover la idea del“pensamiento positivo”. Aunqueella es la fuente de la verdad, loshombres han torcido su verdad,sacando pasajes de su contexto, ylos han acomodado a sus propiasideas. El escritor Wayne W. Dyerusa los siguientes versículos paraprobar que en esencia nosotrossomos uno con Dios y por lo tantosomos divinos: “Haya, pues, envosotros este sentir que hubotambién en Cristo Jesús, el cual,siendo en forma de Dios, no estimóel ser igual a Dios como cosa a que

aferrarse” (Filipenses 2:5-6). ¡Quétremenda distorsión de las Escri -turas! Si bien el énfasis en el“pensamiento positivo” no pare -ciera tener ninguna relación conesta creencia que acabamos denotar, la verdad es que está muyíntima mente relacionado.Hoy día se les enseña a padres,

profesores, pastores, y consejerosa desarrollar patrones del “pensa -miento positivo” para sí mismos ypara los suyos. Hay muchos librossobre temas como la autosupe -ración, la autoestima, y el pensa -miento positivo.Las siguientes son algunas

frases muy comunes hoy en día:“Yo soy especial.”“Yo debo de tener mucho valor,

puesto que Dios no hace basura.”“Yo puedo lograrlo.”“Yo puedo lograr el éxito si creo

en mí mismo.”“Yo puedo realizar mis sueños.”Para los que luchan con la

depresión o la inferioridad, estasideas sin duda pudieran ofrecer unrayo de esperanza. Puede ser queestas frases aun parezcan ser muycorrectas y de ánimo, pero, ¿sonbíblicas?El “pensamiento positivo”, se -

gún lo enseñan los psicólogosmoder nos dice: “Busca en ti mismo

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lo bueno que hay en ti. Luego, conun sentimiento posi tivo, crece,alcanza, logra, y realiza tussueños.” Ellos dicen que laautoaceptación es imperativa.¿Qué mal hay, pues, con esta

idea del “pensamiento positivo”?En primer lugar, Dios quedatotalmente fuera del cuadro ennuestra lucha entre el bien y elmal. El “pensamiento positivo”gira alrededor de la persona mismay de lo bueno que hay en ella. Lafilosofía del “pensamiento posi -tivo” no nos enseña a reconocernuestro grave problema con elpecado, y por lo tanto, no sentimosla necesidad de un Salvador.Cuando necesitamos fortaleza, nosenseña a mirarnos a nosotrosmismos y no a Dios. El “pensa -miento positivo” nos hace sentirorgullosos por nuestras capaci -dades y además, alimenta nuestroorgullo.

¿Por qué la gente acepta tanfácilmente la idea del“pensamiento positivo”?

En nosotros hay un deseo fuertede sentirnos bien con nosotrosmismos y nos es difícil reconocerque somos pecadores miserables yque por nuestra propia esclavitudal pecado somos débiles. Por lotanto, nuestra tendencia es detratar de controlar nuestra vida yconvertirla en algo de valor.¿Cuáles respuestas nos da la

Biblia a la pregunta de “quién soy

yo”? Las respuestas de la Biblia nonos llevan al punto de aborre cernos,sino más bien, a que vivamoshumildemente bajo aquél en quien“vivimos, y nos movemos, ysomos” (Hechos 17:28).Primero, “Y creó Dios al

hombre a su imagen” (Génesis1:27). Somos creados a imagen deDios y por eso somos amados porél. Somos especiales para Dios, nopor lo bueno que haya en nosotros,¡sino por lo bueno que es Dios!Esta verdad debe causar ennosotros una profunda humildad.El antídoto contra el orgullo esentender lo que somos en compa -ración con lo que es Dios.Segundo, a causa de la caída,

ahora el hombre es la criatura másvil sobre la tierra. “Por cuantotodos pecaron, y están destituidosde la gloria de Dios” (Romanos3:23). Muchos pasajes bíblicos nosrevelan que sin Cristo somosdepravados, malos, y estamos per -didos sin esperanza. ¡Pero graciasa Dios, hemos sido lavados,santificados, y justifi cados por elSeñor Jesucristo!Tercero, “Yo soy la vid, voso tros

los pámpanos; el que perma neceen mí, y yo en él, éste lleva muchofruto; porque separados de mínada podéis hacer” (Juan 15:5).¿Es verdad que separados de Cristonada podemos hacer? Pero, ¿quéde los grandes avances que elhombre ha logrado como: ir a laluna, ganar grandes distin ciones, y

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lograr tremendos avancestecnológicos sin estar conectado ala vid? Eso es cierto, pero sutrabajo, en lo que respecta al reinode Cristo, es nada más como“metal que resuena, o címbaloque retiñe” (1 Corintios 13:1).Cuarto, “Pero sin fe es impo -

sible agradar a Dios” (Hebreos11:6). Según este versículo, dardinero a los pobres, ayudar a otros,asistir a la iglesia, y cualquier otra“buena obra” no será de agrado aDios a menos que proceda de unafe viva.De los pasajes bíblicos citados

anteriormente, podemos concluirlo siguiente: 1) hemos sido crea -dos a la imagen misma de Dios; 2)hemos pecado y necesitamos deun Salvador; 3) no podemos llevarfruto si no estamos unidos conCristo; y 4) sin fe es imposibleagradar a Dios.¿No podemos comprender que

estos conceptos bíblicos son clara -mente contrarios a la idea mo -derna del “pensamiento positivo”?El que lucha con la inferioridadnecesita humillarse ante estaverdad de que es amado por Dios.Entonces podrá servir a los demása causa del amor en su corazón.Una fe viva es mucho más que

simples palabras diciendo queDios existe. Es, más bien, unprofundo convencimiento y acep -tación de todo lo que Dios nos harevelado de sí mismo y denosotros, y luego vivir según esa

convicción. Una fe viva resulta enuna relación con Cristo y nos llenacon un fuerte deseo de servir aDios y a los demás. Hace quecrezcamos en amor a Dios y no anosotros mismos. Una fe viva nosllama a procurar todo lo que Diosespera de nosotros y a realizarlo,pero ¡para su gloria!Una fe viva resulta en una

relación con Jesucristo y produceen nosotros un cambio de corazón,lo cual cambia nuestras actitudespara con nosotros mismos. Enhumil dad aceptamos nuestrascapaci dades como dones de Dios.Debemos, por lo tanto, procurardesarrollar nuestras capacidades yusarlas en la obra de Dios. Muchasveces pasamos por alto algunos denuestros talentos o no losdesarrollamos bien. ¡Esfor zarsepor lograr la excelencia para lagloria de Dios es una aspiraciónque vale la pena! Pero debemosrecordar que la fuerza paradesarrollar y ejercer nuestrostalentos la adquirimos a través denuestra relación con Cristo y nodel “pensamiento positivo”.Los cristianos debemos ser

felices. Tenemos tantas cosaspositivas en que pensar. “Por lodemás, hermanos, todo lo que esverdadero, todo lo honesto, todolo justo, todo lo puro, todo loamable, todo lo que es de buennombre; si hay virtud alguna, sialgo digno de ala banza, en estopensad” (Filipen ses 4:8). Estos

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pensamientos positivos estánbasados en la verdad y no sobre lobueno que haya en nosotros.¿Qué tal si les enseñamos a

nuestros hijos confiar en símismos? ¿Debemos, más bien,hacer que nuestros hijos pequeñosentiendan que Dios quiere ayudar -los? Debemos ayudar a nuestroshijos a que vivan conscientes de lapresencia de Dios y de que él nosda la fuerza para hacer lo correcto.Éstos son pensamientos positivos;sí, muy positivos, pero instan anuestros hijos a mirar hacia arribay no a ellos mismos.¿Es necesario que nos acepte -

mos a nosotros mismos? Sin duda,hay algunas cosas que debemosaceptar de nosotros mismos como:nuestra apariencia física, nuestro

pasado, y aun nuestra persona lidad.Pero la idea de “aceptarse a unomismo” según la idea moderna del“pensamiento posi tivo”, es algototalmente distinto. Tal idea esconsiderada un paso muyimportante en el proceso de llegar a“pensar positi vamente” de unomismo. Significa no aceptar nin -guna responsa bilidad por nues trospecados y más bien enfocar ennuestros puntos buenos.Por el contrario, la fe viva nos

libra de la esclavitud del orgullo yde la depresión. Nos llama abuscar de nuestro amante Padre lagracia, la fuerza, la esperanza, y elvalor. ¡Oh Dios, implanta ennosotros esa fe!

Anthony D. HurstTomado de:

The Pilgrim Witness

El peligro de la demora (viene de la portada)

llegó un domingo por la mañana yvenía acompañado de su amigoque resultó ser mi vecino. Suamigo, es decir mi vecino, regresóaquel domingo para el culto de lanoche. Al final del culto, mi veci-no pasó al frente, se arrepintió desus pecados y entregó su vida aDios.Algún tiempo después, mi vecino

me contó que tenía una tía con doshijos los cuales él quería traer a laiglesia. La verdad es que tuvo éxito

en traer a los hijos, pero no a la tía.Al poco tiempo la hija de 16 años yel hijo de 12 estaban asistiendo a laiglesia regularmente y mostrabaninterés en servir al Señor.Yo empecé a visitar el hogar de

esta familia con frecuencia, siem-pre animando a la madre a queasistiera a la iglesia con sus hijos yque los guiara en la nueva vida.Pero su historia era siempre lamisma: “Pastor, entiendo bien loque me está diciendo. Yo misma

La hija se enojó y lo empujó con-tra una mesa y le lastimó lacabeza. Al ver al niño muy gravellamaron al personal de emergen-cias quie nes consideraron el asun-to un caso de abuso y llamaron a lapolicía. Llevaron al bebé en unaambulancia y más tarde los médi-cos declararon que su cerebroestaba muerto. La hija fue arresta-da y encarcelada. La madre, quepresenciaba todo esto, sufrió unataque cardíaco y cayó muerta alinstante.

Yo quedé desconcertado ydolido por lo que estaba leyendo.Ahora, más de doce años después,todavía me siento desconcertado ydolido, y estas palabras llegan a mimente: “Nunca debes vacilar, espeligroso demorar; nunca digasmañana cuando Dios te llama”.

—Daniel Glick—en God’s Revivalist

Tomado de: John Three Sixteen

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antes era maestra de escueladominical. Yo no quiero pasar a laeternidad sin Dios.”Yo le advertía que sus hijos esta-

ban en una etapa de la vida demuchos peligros y que podría ayu-darlos mejor si ella misma les fueraun buen ejemplo. Recuerdo haber-le dicho que existía una gran pro -babilidad de que sus hijos perdie -ran el interés en la vida cristiana siella misma no mostraba interés.Pero, si bien mis visitas eran bien-venidas, mi consejo no se tomó.Unos dos años después, otra vez

me encontraba en la casa de aque llaseñora. Las cosas habían cambia do.Sus hijos habían perdido el interés

y con el tiempo habíandejado de asistir a laiglesia y empezaron a irtras otras cosas. Lamadre empezó a con-tarme que su hijo, ahorade 14 años, llegaba a lacasa tarde en la noche yborracho. Ella se sentíamolesta y preocupadapor su comportamiento.Me contó que su hija,ahora de 18 años, habíatenido un bebé sinimportarle que no estabacasada. La madre tam-bién me dijo que ahoraella misma tenía proble-mas con el corazón yque recordaba la adver-tencia que yo le había

hecho hacía algunos años. Una vezmás le rogué que volviera al Señory que pusiera su casa en ordenespiritualmente. Quizás no fuerademasiado tarde. Ella me escuchó yme agradeció por mi preocupación,pero no hizo nada. Ese día salí de sucasa sintiendo pesar e impotencia.No pasó mucho tiempo hasta quemis sentimientos se confirmaron.Al regresar de una visita por la

zona oriental del país, mi esposa yyo entramos en la casa, tomamosel periódico local y leímos la histo -ria. La hija de 18 años había llega-do con su bebé a visitar a sumadre. El bebé, que ya empezaba acaminar, estaba inquieto e irritado.

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Respuestas a Actividad para niños... (viene de la contraportada)

Nota de la redacción:Estimado lector, ¿Eres tú uno de éstos que dices “mañana” u “otro día”

estaré a cuentas con Dios? Recuerda, es peligroso demorar.

Proverbios2:1

Colosenses3:20

Efesios6:2-3

“Honraa tu

padre y a tu madre,

para que tus díasse alarguen en

la tierra...”(Éxodo20:12).

“Hijomío, guarda

mis razones, y atesora

contigo mismandamientos”(Proverbios7:1).

“Hijosobedeced en el Señor a

vuestros padres, porque esto es justo” (Efesios6:1).

Aquel que no puede perdonar a otro, destruyeel puente que él mismo deberá cruzar.

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RRespecto al compromiso deDios con nosotros, el autorEdward Dayton nos dice lo

que debe ser nuestra mane ra deresponder: “A base de su compro-miso con nosotros, Dios nos llamaa vivir comprometidos con él” 1.La palabra de Dios dice: “¿Oignoráis que vuestro cuerpo estemplo del Espíritu Santo, el cualestá en vosotros, el cual tenéis deDios, y que no sois vuestros?” (1Corintios 6:19-20). Glorificar a

Dios en nuestro cuerpo significaun compromiso de lealtad aJesucristo y a su iglesia. Comoescribió Dayton: “Esto es un com-promiso total, porque incluye todaárea de la vida. Es una transferen-cia de alianza de un reino al otro.Podemos decir junto con el apóstolPablo que ‘[antes] estába mos...pero ahora estamos....’ Con Diospodemos comprometernos total-mente sin ningún miedo de ser re -chazados. Por su persona, él no

yyyy

PPPPAAAACCCCTTTTOOOOSSSS

PPPPRRRROOOOMMMMEEEESSSSAAAASSSS

VVVVOOOOTTTTOOOOSSSS

Por: Simon Schrock

TTTTOOOODDDDOOOO DDDDEEEEPPPPEEEENNNNDDDDEEEE DDDDEEEE.... .... ....(CAPÍTULO 3c)

1 Edward Dayton, Whatever Happened to Commitment? Zondervan.

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puede ser infiel a su compromiso.Él nunca nos dejará ni se olvidará denosotros.” 2Dayton nos hace ver otra dimen-

sión del compromiso cristiano lacual es muy difícil de aceptar porcausa de nuestro ego. Me refiero alhecho de que un compromiso conDios significa un compromiso consu iglesia. Dayton dice: “Dejamosde ser dueños de nosotros mismos ynos comprometimos con Dios. Estonos compromete también con elcuerpo, la iglesia. Esto nos hace serparte los unos de los otros, y lamedida de nuestro compromiso conDios se refleja en nuestro compro-miso los unos con los otros.” 3 “Sialguno dice: Yo amo a Dios, yaborrece a su hermano, es men-tiroso. Pues el que no ama a suhermano a quien ha visto, ¿cómopuede amar a Dios a quien no havisto?” (I Juan 4:20). Un compro-miso con Dios y la iglesia significaque nosotros ya no vamos a buscarde manera egoísta lo que queremos,sino lo que sea lo mejor para elcuerpo de creyentes. Significa quevamos a dejar los placeres, lasambiciones mundanas, y los impul-sos que buscan la ganancia personaly entregarnos al servicio a Dios y anues tro prójimo.“Cuando James Calvert se fue

como misionero a los caníbales delas Islas Fiji, el capitán del barcotrató de persuadirlo a que no fuera.‘¡Usted va a perder su vida y la vida

de los que lo acompañan si se quedacon estos salvajes!’, le gritaba.Calvert simplemente respon dió:‘Nosotros morimos antes de salir’.” 4La profundidad de su compro-

miso le dio la voluntad de morir porel bien de otros. Pocas veces vemoscompromisos de semejante profun-didad entre nosotros. Son muypocos los que viven para el bien deotros, y mucho menos los quemueren para el bien de otros.Un hermano llamado Allan Lee

Stoltzfus murió de cáncer a la edadde 52 años. En su vida él estabacomprometido con Jesucristo y conel bien de otros. El principio quegobernaba su vida era que las per-sonas son más importantes que lascosas. En el funeral de este her-mano, el pastor que predicó hablóde ese principio. “El principio delamor fraternal es más importanteque el principio del interés propio”.El difunto hermano había vividoprofundamente comprometido coneste principio. Su vida de preocu-pación y cuidado por otros fue untoque de sanidad para muchos. Sucompromiso iba más allá que lasambiciones o posesiones propias.Muchos asistieron al funeral lo cualfue una confirmación de que su pro-fundo compromiso con el bien deotros fue una bendición paramuchos. Muchos de nosotros notenemos ningún compromiso dededicación hacia nada más grande oque se extienda más allá que

2 Edward Dayton, Whatever Happened to Commitment? Zondervan.3 Ibid4 David Augsburger, Living Quotations, Bethany Publishers, Minneapolis, MN.

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nosotros mismos. Pero para ese her-mano difunto no era así. Él, en vidaestaba comprometido con una causamás grande que sus propios intere-ses. Por eso, aunque la muerte lo haquitado de nosotros, aún nos habla.¿Son importantes los compro-

misos? Una autora, Katie Wiebe,escribió: “Las promesas son impor-tantes, porque la sociedad mira condesprecio a la gente que no lascumple.” 5Otro autor, John Haggai, escri -

bió: “La integridad es mantener uncompromiso aun después de que sehayan disipado las circunstancias enlas que fue hecho el compromiso.” 6Es decir, la integridad es ser fiel atodo compromiso aun después deque la emoción y el olor a nuevo yase han gastado y el período de lunade miel haya terminado.¿Qué sucede cuando no se

cumple con los compromisos? “Uncomerciante de madera de segundade Canadá siempre se alegrabacuando veía a uno de los miembrosde cierta iglesia entrar por la puer-ta. ‘Los miembros de esa iglesiasiempre pagan sus cuentas,’ decíael comerciante. Él no se preocupa-ba por que incurrieran en deudascon él.” 7Ahora volvamos al señor Wilmer,

el agente cristiano que se encontrabafrente a la tentación que le presenta-ba aquella joven atractiva. ¿Quésucedió con él? ¿Aceptó la oferta, ohubo algo que lo mantuvuvo firme

en medio de la tormenta? “Me sentéen la cama y lloré,” testificó éldespués. “¿Por qué nadie me habíaadvertido de estas trampas? Nadieen la universidad cristiana a la queasistí ni siquiera mencionó de las éti-cas sociales del mundo de negocios.Si alguno de mis profesores siquierasabía de estas cosas, nunca las discu-tió con sus alumnos. En laUniversidad Estatal nadie me ayudótampoco. De hecho, fue más bien locontrario.“Mientras estaba allí sentado y

temblando en la cama del hotel, ledi las gracias a mi Señor porhaberme preservado una vez más.Tomé la decisión de hacer todo loque pudiera para ayudar a otroscristianos, hombres de negocios, aevitar las descaradas y tentadorasprácticas sociales que son tandañinas.“Allí en la cama del hotel me

impactó una palabra. ¡Compro miso!Yo había hecho un compromiso conmi esposa. Yo había prometido serlesiempre fiel a ella, a ella solamente.Un compromiso que no queríaromper, un compromiso que nopodía romper.“El compromiso iba más allá que

la familia. Yo era un hijo del Rey.Yo había dedicado mi vida al ReyJesús. Él tenía planes para mí, y mivida tenía valor para él. Sus instruc-ciones eran que huyera de losdeseos de la carne. Yo no podíaromper ese compromiso.

5 Katie Wiebe, The Gospel Herald, 11-18-86

7 Katie Wiebe, The Gospel Herald, 11-18-866 John Haggai. How to win over Lonelimnes, Jeremy Borles Minneapolis, MN.

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“La enseñanza que recibí en los centros educativos y los ejemplosen la sociedad a mi alrededor cierta-mente no me enseñaron lo que es elcompromiso. Precisamente era locontrario. Por palabra y ejemplo fuienseñado a ser leal a mí mismo y avalerme de todo lo que esté a mialcance para promover mi ego. Dejeque otros se valgan por sí mismos.Fui enseñado a centrar toda activi-dad en mí mismo y llegar a ser inde-pendiente y rico para poder cuidarde mí mismo y mi familia y darmegusto con todo lo que puede com-prar el dinero. Si está a su alcance,hágalo, me decía la sociedad. Ésasfueron las cosas que yo aprendí enlos centros educativos.“Pero años atrás, en mi niñez y

juventud, sin que yo me diera cuen-ta, mis padres y mi iglesia habíangrabado algo en mi vida. Se encon-traba en un estado inactivo en elfondo de mi mente por muchosaños, hasta que empecé a enfrentaresas tentaciones terribles en mis via-jes de mercadeo.“Fue entonces cuando surgió ese

‘algo’ y me guardó de ceder a esastentaciones. Tal vez fueron losrecuerdos de la voz de mi padre. Élme enseñó mucho a través de lashistorias que me contaba. ‘Como enel tiempo de antes’, empezaba adecir. Y para cuando había termina-do con una de esas anécdotas quegeneralmente nos tenían revolcán-donos de risa en el piso, ya noshabía enseñado alguna verdad fun-damental que yo tanto necesitaría

años más tarde. Mis padres insti-tuyeron en mí una verdad sólida: elcompromiso.“Compromiso significa muchas

cosas. ‘Usted pertenece a esta fami -lia, y éstas son las normas de nue-stro hogar.’ ‘Un miembro de la igle-sia nunca necesita firmar un contra-to, su palabra es suficiente.’‘Ningún vecino tiene que irse a lacama con hambre mientras hayacomida en nuestra casa; siemprecompartimos.’ ‘Nunca compramosartículos para nosotros mismosmientras le debamos dinero a otro.’“ ‘¿Por qué hacemos estas co -

sas?’ pregunté un día. ‘Porque esta-mos comprometidos con Cristo y ¡élnos ha enseñado a vivir así!’ Esaspalabras tenían sentido para mí sien-do niño y aun más tarde cuando veíaa mis compañeros de negociosviolando todas esas verdades bási-cas. ‘Nosotros estamos compro-metidos con Cristo...’“Ése era el fundamento principal,

aunque en su mayoría yo noentendía lo que significaba. Noestoy seguro de que aun hoy loentienda completamente. Pero yosupe desde mi juventud que estarcomprometido con Cristo, con lafamilia, y con la iglesia representauna posición totalmente contraria alego. Para ser fiel a las enseñanzasfundamentales de mi familia, miiglesia, y la Palabra de Dios es nece-sario que mi vida siempre estésometida a Cristo y a mis hermanoscristianos.“Cuando esto se aclaró en mí,

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Preguntas para dialogar1. ¿Debe uno, en algún caso, romper un voto o compromiso? Da tus

razones.2. ¿Para qué se hacen los compromisos? ¿Cuál es su propósito y

valor?3. ¿Cuál es el costo de tomar un voto? ¿Cuál el de romperlo?4. ¿Qué cosas se deben considerar antes de tomar un voto?5. ¿Cuándo es que guardar un voto llega a ser costoso? ¿Pudiera

llegar a ser demasiado costoso?6. ¿Qué deben hacer los padres que quieren preparar a sus hijos

para los compromisos de la vida?

9 Katie Wiebe, The Gospel Herald, 11-18-86.

—Continuará

pude enfrentar las tentaciones delmundo de negocios. La astucia deuna bella joven tratando deaprovecharse de un hombre solitarioya no representaba un problemadifícil para mí. Pero también pudeentender las dificultades quemuchos de mis amigos cristianosexperimentaban al ceder a las tenta-ciones que enfrentaban.“Cuando nuestro Señor nos

mandó someternos los unos a losotros, nos dio una clave para alcan-zar la libertad que muy pocas per-sonas llegan a conocer. Cuandohacemos un compromiso con unacausa, con una organización, con unamigo, con un ser querido, podemosrelajarnos y disfrutar de esa relaciónal máximo.“Yo no aprendí a comprome-

terme con una causa en la universi-dad. Si mis padres y maestros deescuela dominical no lo hubieran

sembrado en mi vida en el momen-to oportuno, yo habría sido otro fra-caso espiritual durante esos ajetre a -dos y ocupados días de viajes ynegocios.“Hagamos un nuevo compro-

miso. Volvamos a dedicar nuestravida al servicio completo a nuestroSeñor, a nuestra familia, y a nuestraiglesia. Si así lo hiciéramos, meatrevo a decir que tendríamosmucho menos fracasos espirituales.“‘Hijo mío, guarda mis razo nes,

y atesora contigo mis mandamien-tos. Guarda mis mandamientos yvivirás, y mi ley como las niñas detus ojos. Lígalos a tus dedos; escrí-belos en la tabla de tu corazón. Dia la sabiduría: Tú eres mi her-mana, y a la inteligencia llamaparienta; para que te guarden de lamujer ajena, y de la extraña queablanda sus pala bras’ (Proverbios7:1-5).” 9

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LLLLAAAA VVVVIIIIDDDDAAAAFFFFAAAAMMMMIIIILLLLIIIIAAAARRRR

CCCCRRRRIIIISSSSTTTTIIIIAAAANNNNAAAA

SSEECCCC II ÓÓNN PP AARRAA PP AADDRREE SS

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INSTRUYE AL NIÑO EN EL CAMINO DE DIOS(CAPÍTULO 6b)

“Instruye al niño en su camino,y aun cuando fuere viejo no seapartará de él” (Proverbios 22:6).¡Con cuánta oración y seriedaddeben los padres asumir la respon -sabilidad de este versículo! Diosquiere padres que le obedezcan, yquiere que los hijos también leobedezcan. Él quiere que los hijosde los hijos le obedezcan. Sinembargo, trans mitir la fe no es algoautomático. Exige mucha prepara -ción, oración, e instrucción. Ya que

ningún padre es perfecto, tambiénlleva toda una vida de aprender denuestros errores.Sin embargo, antes de consi derar

la instrucción de los hijos, cabe unapequeña advertencia. Lo que dicenlos libros sobre este tema nunca esexactamente igual a la vida real. ¡Aydel padre que se sienta a leer unlibro y se levanta creyendo que yasabe todo en cuanto a la crianza delos hijos! Luego durante el cultofamiliar, el niñito de tres años de un

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pronto comienza a quejarse y apedir agua a medio escuchar lahistoria bíblica. Con eso echa aperder el ambiente de reverencia ypone a prueba la pacien cia de suspadres. Pero no sólo eso, sino quepuede también echar a perder lasideas que, según los libros, debenfuncionar.Los padres no se deben deses -

perar. Hay ayuda que va más allá delos libros. Los libros pueden darconsejos de mucho valor, pero nopueden describir a cada niño en sí.Así es que el padre sabio depen deráde Dios cada día para que él lemuestre cómo poner en práctica losprincipios bíblicos. “Si alguno devosotros tiene falta de sabi duría,pídala a Dios, el cual da a todosabundantemente y sin reproche, yle será dada. Pero pida con fe, nodudando nada” (Santiago 1:5-6).Nota cuidadosamente el énfasis

en la fe. La enseñanza de los hijos noes solamente cosa de transmi tirles lafe. También es un ejercicio de fe enla vida de los mismos padres. Losproblemas con los niños a veces sevuelven difíciles. Los padres luchancon saber qué hacer ante ciertascircunstancias, pues, hasta lo que laBiblia dice a veces no resulta claro.En tales momentos los padres debenpedir a Dios sabiduría. ¡Pero debenconfiar en Dios aun mientras lapiden! Los manda mientos de Diosson rectos (Salmo 119:128). Muchasveces el deseo de obedecer a lo queDios manda, aun cuando noentende mos bien, es lo que hace que

después todo salga bien.A continuación resu miremos las

enseñanzas bíblicas sobre la crianzade los hijos en tres pala bras: En se -ñan za, Ejemplo, y Corrección.

1. Los padres tienen la respon sa -bilidad de enseñar a sus hijos

“Oye, Israel: Jehová nuestroDios, Jehová uno es. Y amarás aJehová tu Dios de todo tu cora zón, yde toda tu alma, y con todas tusfuerzas. Y estas pala bras que yo temando hoy, esta rán sobre tucorazón; y las repeti rás a tus hijos, yhablarás de ellas estando en tu casa,y andando por el camino, y alacostarte, y cuando te levantes”(Deutero nomio 6:4-7). Nota que sonlos padres los responsables deenseñar a sus hijos. Los padres tienenel deber de enseñarles los caminosdel Señor, y deben hacerlo diligente -mente. A través de una enseñanzaclara, los padres les enseñan a sushijos cuál es el comportamiento quese espera de ellos. Así los niños nosólo saben qué se espera de ellos,sino que también saben cuándo hanhecho lo malo. Es decir, una ense -ñanza clara desarrolla la concienciadel niño. De modo que si hace lomalo, la enseñanza lo ha preparadopara que sienta remordimiento en suconciencia y reconozca que merecelas consecuencias.La enseñanza continúa a lo largo

de todas las etapas de la vida delniño, desde la niñez hasta lamadurez. Pero, para que la en se ñan -za sea eficaz, los padres deben

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entender cómo son los niños. Debenconocer las caracte rísticas mentales,emocio nales, y espiri tuales de losniños en las diferentes edades. Si notienen dicho conoci miento, lospadres pudieran estar sembrandouna muy buena semilla sobre unsuelo que no está preparado.

2. Los padres tienen la respon sa- bilidad de ser un ejemplopara sus hijosEn el mismo pasaje en que se les

manda a los padres a enseñar condiligencia, también se les dice:“Guardad cuidadosa mente losmandamientos de Jehová vuestroDios, y sus testimonios y susestatutos que te ha mandado. Y hazlo recto y bueno ante los ojos deJehová, para que te vaya bien”(Deutero nomio 6:17-18). Una ense -ñanza diligente no logra nada si vaacompañada de un mal ejemplo. Lospadres no pueden mandar a sus hijosque sean bonda dosos, pacien tes, ygene rosos, sino que deben guiarlos;es decir, deben ir delante de ellosdando un buen ejemplo. Como diceel dicho: Sus hechos hablan másfuerte que sus pala bras. Lo quesomos habla aun más fuerte quenuestros hechos.El ejemplo de los padres se pone

a prueba sobre todo cuando los hijosllegan a la adolescencia. Los niñosadmiran a sus padres; los adole s cen -tes los analizan. Debido a susfuertes ideales los jóvenes tienden areaccionar cuando ven algo que nollena sus ideales. Pero, en su bús -queda de independencia, tienden a

reac cionar sobremanera cuando sonsus autoridades las que no alcan zansus ideales. Cuando el ejemplo delpadre no está a la altura de lo queenseña, el joven deso bediente gene -ralmente lo usa como una excusapara comportarse todavía peor.Lógi camente, ningún padre esperfecto. Pero los padres deben serpersonas de integridad. Deben sersinceros y humildes. No debenpedir nada de sus hijos que ellosmismos no estén dispuestos acumplir.Los padres deben agradecer que

tienen ese reto de ser un ejemplo.Eso mismo los guarda de caer enpereza espiritual. La importancia desu ejemplo se convierte en una razónmás para servir al Señor en verdad ycon sinceridad.

3. Los padres tienen la respon sa bilidad de corregir a sus hijos

Queremos cuidadosamente ver losmandatos bíblicos sobre la correc -ción de los hijos porque hoy día esaenseñanza es atacada fuerte mente. Elmandato bíblico en cuanto al uso dela vara tiene un fundamento. Estáfundado sobre la verdad de que el serhumano está inclinado hacia elpecado. Esto se empieza a mostrar auna temprana edad en la niñez. Aldejar que esa inclinación siga sucurso, llevará el alma directa mente alinfierno. El argumento de hoy día esen contra del uso de la vara. Elconcepto es que el ser humano en suinterior es bueno y que los niños sólonece si tan una dirección apropiadapara que descu bran su capacidad y la

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desarro llen. Todo esto es un errorfatal.Considera los siguientes princi pios

bíblicos en cuanto a la disciplinacorrectiva:

a. La vara rescata al niño del camino de la muerte.“La necedad está ligada en el

corazón del muchacho; mas la varade la corrección la alejará de él”(Proverbios 22:15). “No rehúsescorregir al muchacho; porque si locastigas con vara, no morirá. Locastigarás con vara, y librarás sualma del Seol” (Proverbios 23:13-14).La palabra “necio” en Prover bios

se refiere a una persona que decideactuar a su propia manera a pesar delconsejo que recibe. Así es laobstinación, la raíz de la desobe -diencia. La necedad está ligada alcorazón de cada niño, y la vara es elarma más eficaz para combatirla.Todos los regaños, las amenazas, yla enseñanza no pueden hacer que serinda de su rebeldía como lo hace lavara.

b. La vara se debe usar en amor.“El que detiene el castigo, a su

hijo aborrece; mas el que lo ama,desde temprano lo corrige” (Pro -ver bios 13:24). Es en parte por lafalta de entender y practicar esteprincipio que, hoy en día, ha surgidola actitud en contra del castigo. Sinamor, la vara llega a ser un instru -mento de abuso y humillación.Un estudio realizado por estu -

diantes universitarios destacó estaverdad. En su estudio querían

averi guar por qué algunos padrestienen éxito en la crianza de sushijos mientras otros no lo tienen.Agru paron a los padres en cuatrocategorías: autoritativos (que usansu autoridad con amor), autori tarios(que abusan de su autori dad),negligentes, y permisivos. Califi -caron a los padres según factorescomo la adaptación social de sushijos y el seguimiento de los idealesy valores enseñados por sus padres.Tanto los autoritativos como losautoritarios usaban la vara con sushijos, pero los autori tativos la usa -ban en amor, mientras que losautori tarios la usaban para propinarpalizas con enojo y sin control. Lospadres autoritativos lograron losmejores resultados en cada área. Porotro lado, fueron precisamente losautoritarios los que obtuvieron lospeores resulta dos de las cuatrocategorías. En conclusión, cuando lavara no se usa en amor resulta todolo contrario de lo que se desea ver.

c. La vara se debe usar a unatemprana edad.“Castiga a tu hijo en tanto que

hay esperanza” (Proverbios 19:18).Llega un tiempo cuando la vara dejade ser eficaz. El padre que retarda eluso de la vara tratando de evitar eldolor del castigo, sólo está pospo -niendo la tristeza. Es mucho másdoloroso ver al hijo sonriente caminoal infierno que el llanto conmovedordel niño después del castigo.

d. La vara debe ir acompañada de la instrucción.

“La vara y la corrección dansabiduría; mas el muchacho con-sentido avergonzará a su madre”(Proverbios 29:15). “Y vosotros,padres, no provoquéis a ira avuestros hijos, sino criadlos endisciplina y amonestación delSeñor” (Efe sios 6:4). Nota que losdos versí culos, uno del AntiguoTesta mento y el otro del NuevoTesta men to, unen la vara y ladisciplina con la corrección y laamones tación. El castigo no eliminala responsabilidad de instruir; lasdos cosas deben ir acompañadas.Cuando se desobe decen las instruc -ciones es necesario aplicar la vara.La vara además de ser un castigopor la desobediencia, también haceque el niño esté dispuesto y deseosode escuchar la instruc ción. El niñorebelde no quiere la instrucción,pero el quebrantado se alegra enella. Cuando el corazón del niño seha endurecido y no quiere escucharla instruc ción, entonces debe usarsela vara para llevarlo al punto en queacepte la instrucción sin oponerresistencia. Eso puede ser unaresistencia abierta o sencillamenteno colaborar de la mejor manera.

e. La vara alivia la tensión en laelación del hijo con sus padres.“Corrige a tu hijo, y te dará

descanso, y dará alegría a tu alma”(Proverbios 29:17). Cuan do lospadres tratan de controlar ladesobediencia de sus hijos conregaños, amenazas, o promesas, larelación llega a estar llena de

manipulación, enojo, y frustra ción.En fin, son los padres los queterminan obedeciendo a sus hijos, yresulta en una tensión nerviosa departe de los padres, y en hijos infe -lices, inseguros, y descontro lados.Por el contrario, cuando los padresson fieles en aplicar la vara cada vezque la rebeldía domine al niño, nodarán lugar para que se acumule lafrustración. Así el hijo no sufrirá lafrustración de no saber a cuál puntopuede llegar, porque sabrá cuálesson los límites. En el hogarmoderno ni siquiera se cono cen laspalabras “descanso” y “deleite.” Portanto, es necesario que sea restau -rado el uso de la vara en amor.

INSTRUCCIONES PARA ELUSO DE LA VARA

1. Asegúrate de que tu hijoentienda lo que esperas de él, y quelo que pidas sea de acuerdo con sucapacidad. La costumbre de advertira tu hijo (no amenazarlo) puedeevitar un castigo por algo que él nohaya entendido antes.2. Siempre aplica la vara en

privado. La privacidad es nece sariapara respetar los sentimientos delniño y al niño mismo como persona.3. Habla primero con el niño,

pidiéndole que te cuente qué fue loque hizo. La confesión ayuda allevarlo al arrepentimiento. Esimportante preguntar primero “qué”pasó y no “por qué lo hizo”.Además, es importante requerir queprimero conteste “qué” pasó antesde decir “por qué lo hizo”. La

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costumbre de sentarse y primerohablar también puede evitar uncastigo en un momento de enojo.4. Explícale que su comporta -

miento no es aceptable. La expli -cación no debe ser un regaño, nitampoco debe alargarse terminandoen un discurso. El uso de un versículobíblico relacionado a la falta puedeayudar a que el niño reconozca quemerece las consecuencias de ladesobediencia.5. Aplica la vara sobre las nalgas.

No use ningún instrumento quecause más que un ardor superficial.6. Usa la vara según la necesidad

del niño. El propósito es llevar alniño a la sumisión y a la obedienciavoluntaria. No es para lastimar alniño ni para desahogar tu enojocontra él. El uso excesivo de la varaes tan dañino como el no usarla.7. Permita que el niño llore, pero

no que grite ni que haga pataletas.Algunos niños tratan de tomar lasriendas al momento del castigo. Elcastigo físico debe someter el enojoy poner al niño nuevamente bajo elcontrol de sus padres. No debe serusado como una oportu nidad paramostrar más rebeldía.8. Consuela al niño. El que

castigó al niño debe ser el mismoque lo consuele, no el otro cón yuge.Ésta puede ser una oportu nidadimportante para profundizar larelación entre el padre y el hijo. Sinembargo, lo ideal es que sea el niñoque busque el consuelo de su padrey no que el padre tome la iniciativainmediatamente después del

castigo. El consuelo tiene su lugar,pero un afecto excesivo puedecausar una confusión emocional. Enalgunos casos dependiendo de lafalta, el tiempo de consuelo tambiénpudiera ser un tiempo de oraciónjunto con él.A través de la instrucción, el

ejemplo, y la vara, los hijos apren -den la obediencia. Los padres debenacostumbrarse a hablar a sus hijosen un tono de voz normal y queéstos obedezcan con prontitud. Elniño que tarda en obedecer, o queobedece pero a su manera, o queobedece sólo hasta que le dan unaexplicación, real mente está desarro -llando una forma de rebeldía pasiva.El padre que no le enseña a su hijo laobediencia pronta, le está ense -ñando, aunque no quiera, variasformas de desobediencia.Realmente es como decirle al

niño:• No tienes que obedecer hasta

que yo te haya repetido la mismaorden varias veces.• No tienes que obedecer hasta

que yo levante la voz, te amenace, ote grite.• No tienes que obedecer hasta

que me veas ir a buscar la vara.• No tienes que obedecer hasta

que yo haya contestado todas tuspreguntas y argumentos.• No tienes que obedecer si

puedes lograr que yo me distraiga ome ría.• No tienes que obedecer si me

ruegas, te pones lastimero, o llorasbastante.

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Cuando nació Betania, sus padres no eran principiantes en la crianza de loshijos. Ya tenían dos hijos antes de ella. Pero no estaban preparados para eltemperamento tan alterado de Betania. Los berrinches comenzaron hacia el finaldel primer año y se negaban a desaparecer.

Cuando Betania no conseguía lo que quería, se arrojaba al suelo, tirandopatadas en el aire, y gritando hasta más no poder.

El castigo corporal no parecía funcionar. La podían castigar por un berrinchey cinco minutos después se repetía exactamente la misma historia.

Los padres de Betania estaban al punto de concluir que el plan de Dios encuanto a la vara era para cualquiera menos Betania. Pensaron que debía haberotra manera para corregirla. Estudiaron las Escrituras. Leyeron libros deenseñanza cristiana sobre la crianza de los hijos. Finalmente decidieron que si elconsejo de Dios era la vara, continuarían practicándola en fe.

—No trataremos de lograrlo de un solo, sino poco a poco —le dijo el padre deBetania a su esposa—. Pero cada vez que ella rete nuestra autoridad, vamos atratarlo con la consecuencia que Dios ha recetado: la vara.

Varios años después el padre de Betania comentó: “Betania es uno de los hijos más dulces y tiernos que tenemos … pero

ciertamente no era que nació así.”El método de Dios, aplicado con perseverancia, estaba dando frutos.

ANÉCDOTA DE LA VIDA

• No tienes que obedecer si hacesuna pataleta.• No tienes que obedecer si haces

un escándalo delante de otros.• Puedes obedecer pero todavía

mostrarte rebelde con palabras,miradas, o el semblante.Con todo esto, no estamos

diciendo que la vara es el únicomedio correctivo que se debe usarcon los hijos. Sin embargo, es laforma más adecuada de someter surebeldía y ponerlos nuevamentebajo el control de sus padres. Perohay muchas áreas en elcomportamiento del niño en las quese debe estar trabajando además dela sumisión. El niño necesitaaprender entre otras cosas los

buenos modales, ser cuida doso, ybuenos hábitos de trabajo. Para todoesto se requiere tanto el estímulocomo el castigo.Supongamos que tu niño nece site

mejorar sus hábitos de higiene.Pudieras hacer un cartel con unalista de cosas buenas y otra de cosasnegativas. En la lista de las cosasbuenas pudieras poner: “Cepillarselos dientes después del desayuno”, yen la lista de cosas negativaspudieras poner: “Dejar sucio ellavamanos”. Después podrías darlea tu hijo un pequeño premio cuandohaya logrado un mejoramiento.El castigo también es necesario

en la formación del comporta mientodel niño. El castigo no siempre es la

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vara. Se pueden aplicar otroscastigos cuando el problema no esrebeldía, siempre de acuerdo a lafalta que cometió. Por ejemplo, si elniño es descuidado y derrama laleche en la mesa, su castigo pudieraser que se disculpe y que limpie loque derramó. Esto si el niño ya tieneedad suficiente para comprenderque no debe ser descuidado. Si elniño interrumpe el juego de otrosniños, su castigo pudiera ser que sedisculpe y que se siente por un ratosolo y en silencio.Para aplicar castigos se requieren

la sabiduría y también el uso de lalógica. Los siguientes principios nospueden ayudar a entender mejor lafunción del castigo:1. Hasta donde sea posible el

castigo debe estar relacionado con elproblema de mal comporta mientoque se haya dado. Si ensució algo…que lo limpie. Si molestó a otros…que pierda privilegios. Si quebró odañó algo… que lo restaure o lorepare. Lógicamente esto dependede la capacidad del niño. En algunoscasos tal vez pudiera ayudarle a supadre en la tarea de restaurar oreparar el objeto dañado.2. El castigo no debe ser

excesivo, pero tampoco liviano. Elcastigo se basa en los principiosdivinos de la justicia. El castigo nodebe aplastar al niño sino instruirlo.3. Los niños no deben ser casti -

gados si las reglas de compor -

tamiento no están claras. LaPalabra de Dios establece unadiferencia entre las faltascometidas inocente mente y lasfaltas cometidas a sabiendas. Lospadres deben estar conscientes deesta diferencia.4. La vara puede ser un buen

castigo cuando el niño ha causadodolor a otros o cuando el malcomportamiento lo amerita. Es justorecibir dolor cuando se ha causadodolor. El niño que se aprovecha de lainocencia de otro más pequeño, oque se burla de una persona minus -válida, al parecer ha causado muypoco daño. Pero el dolor emocionalque ha causado merece la vara.5. Los niños deben reconocer su

falta antes de recibir el castigo. Laconfesión prepara al niño para queel castigo tenga el efecto deseado.Ante Dios los padres son respon -

sables de enseñar la obediencia a sushijos porque Dios quiere que el díade mañana sean sus siervosobedientes. El molde en el que seforma nuestro comportamiento en laniñez, será el mismo molde queregule nuestro comportamientocuando seamos adultos. Así es quelos padres que no cumplen con sushijos tampoco están cumpliendo conDios.

—continuaráTomado de:

Christian Family LivingPor: John Coblentz

Usado con permiso deChristian Light Publications, Inc.

Harrisonburg, VA, EE.UU.

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Ingredientes:

QUEQUE SECO ECONÓMICO

RECETA

Preparación:

1 barrita de margarina 2 ½ tazas de harina2 ctas. polvo de 1 cda. vainilla

hornear 1½ taza de azúcar3 huevos 1 cda. jugo de limón1 taza de jugo naranja 3 cdas. aceite

¼ cta. sal

Batir la margarina y el azúcar hasta cremarlabien y agregar los huevos uno a uno, batiendo acada adición Agregar el jugo de naranja ylimón, el aceite, y la vainilla, alternando con laharnia cernida con el polvo de hornear y la sal.

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—¡Gringos! ¡Menonitas! ¡Misioneros junto a nosotros! —la vozchillona de la señora de Donado penetraba la nueva cocina y se filtrabahasta la tienda.Hugo de prisa abrió la puerta. Una camioneta blanca estaba

estacionada frente a la casa contigua a la de los Donado. ¿Sería la delos misioneros? Con ojos casi desorbitados vio un autobús amarillodoblar la esquina y estacionarse detrás de la camioneta blanca. Lascortinas que cubrían las ventanas del autobús no permitían ver haciadentro. Tres hombres y una señora bajaron del autobús. Fue hastaentonces que Hugo notó la pareja norteamericana y su bebé que estabade pie a la puerta de la casa contigua a la tienda. Con una sonrisa, laseñora les gritó a las visitas que venían llegando:—¡Oh, Clara, ya puedo ver que me encantará mi nueva casa! ¡Ven,

te la mostraré! —Las mujeres desaparecieron dentro de la casamientras los hombres daban una vuelta observando los alrededores. Se

LLLLAAAA BBBBÚÚÚÚSSSSQQQQUUUUEEEEDDDDAAAA DDDDEEEELLLLCCCCOOOONNNNTTTTRRRRAAAABBBBAAAANNNNDDDD IIII SSSSTTTTAAAA

(CAPÍTULO 7)

SSSS EEEE CCCC CCCC IIII ÓÓÓÓ NNNN PPPP AAAA RRRR AAAAJJJJ ÓÓÓÓ VVVV EEEE NNNN EEEE SSSS

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veía que notaron en especial el espacio abierto debajo de la casaconstruida sobre pilares.Cada vez que Hugo echaba un vistazo, la casa vecina era un ajetreo de

actividad. Los hombres descargaron cajas por la puerta trasera delautobús y acarrearon baldes con agua del río.—¿Recuerdas los dos gringos que anduvieron por aquí hace unos

meses? ¿Recuerdas los cultos que hicieron en las noches? —Hugoprestaba atención a lo que sus vecinos le decían de los recién llegados. Leparecía haber escuchado algo, pero no le había interesado.—Pues uno de esos dos gringos, el más joven, se está mudando para

acá —continuó diciendo su cliente—. Se llama Jay Miller, ¿recuerdas? Élhablaba español así como cualquiera de nosotros. Y cantaba; ¡Que sipodía cantar! El cliente salió de la tienda y Hugo lo vio detenerse junto al autobús.

Pronto todos sonreían, hablaban, y se daban la mano. Después mirabanhacia la tienda, señalaban y continuaban hablando.Era un poco inquietante tener extranjeros viviendo tan cerca. ¿Y qué

querrán ellos en este pueblo?Varias horas después, Hugo empezó a estibar paquetes de jabón

formando una atractiva pirámide contra la pared. Los jabones venían enpaquetes de tres en envolturas plásticas muy prácticas para estibarlas.Hugo quería que sus pirámides captaran la atención de los clientes. Eljabón era un producto que se vendía bien y él lo tenía a un precio mejorque en Ameco.—¡Hola!Sin ni siquiera darse la vuelta, Hugo sabía que esa voz era de uno de

los gringos.—¿Qué tal, señor? —Hugo se volvió para ver a su nuevo cliente—.

¿Le puedo vender algo?—Sí, pero primero déjeme ver lo que tiene.El mostrador parecía insignificante delante de aquel gringo tan alto que

con sus ojos celestes miraba la mercadería que se encontraba en estantesy la que colgaba de arriba.—Quiero un paquete de jabón, una bolsa grande de harina, otra de

azúcar, un paquete de frijoles, otro de arroz, y seis Pepsis.—Yo pago cinco centavos por cada botella de Pepsi que me devuelvan

—le informó Hugo.—Me parece justo —dijo el gringo sonriendo.—Me llamo Jay Miller —continuó amablemente—. Mi esposa, Ida,

nuestra hija Janice, y yo nos trasladamos a la casa amarilla contigua a la

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suya. ¿Y cuál es su nombre? —Hugo —contestó Hugo, colocando el último artículo sobre el

mostrador—. Hugo Donado para servirle.—Un placer conocerlo, Hugo —el señor Miller sonrió nuevamente—.

Ojalá nos visite pronto. ¿Tiene usted padres? ¿hermanos?—Tengo una hermana que vive en Chicago, y un hermano. Creo que

vive en la ciudad, o tal vez no; no sé —dijo Hugo con indiferencia—. Ymi madrastra.—¡Mamá! —gritó Hugo—. Venga acá.Hugo sabía que ella había estado escuchando contra la puerta, deseosa

de ver de cerca a los nuevos vecinos.Su madrastra entró arrastrando los pies pesadamente, su vestido con

flores rojas y anaranjadas exigía atención. Su cabello canoso lucía unenorme lazo rojo. De sus orejas colgaban pendientes plateados que hacíanjuego con los tres brazaletes en sus muñecas. ¡Conmigo no se juega! Erael mensaje claro que emitían sus ojos serios.—Mamá, él es nuestro nuevo vecino, el señor Jay Miller —Hugo lo

presentó mientras sumaba los precios de lo que había comprado el señorMiller.—¡Umm! —contestó la señora de Donado—. ¿Así es que ustedes de

verdad viven aquí ahora?—Sí, primero Dios, pensamos vivir aquí —respondió Jay.—¿Por qué?—Porque los amamos —contestó Jay sencillamente—. Queremos

hablarles de Dios. Dios hizo la hermosa vegetación alrededor de SanMarcos. Él los creó a ustedes, y es su anhelo que ustedes lo conozcan,porque él también los ama.La señora Donado se fue, meneando la cabeza bastante confusa.Amor. La palabra sonaba misteriosa para Hugo. ¿Qué es amor? ¿Cómo

es que Dios me ama? ¡Yo ni siquiera sé quién es!—Queremos tener un culto este domingo en la casa al frente. Están

invitados. Vengan para que aprendan de Dios.Cuando llegó el domingo, Hugo estaba demasiado cansado como para

salir a algún lado. El sábado había sido un día muy ocupado. Don Pedrole había informado que tenía mercancía de sobra, y Hugo no podía dejarde aprovecharla. “Tendré que conseguir más trabajadores,” resolvió.La siguiente semana, fácilmente contrató otros dos trabajadores de

Barco. Se esparció la fama de que Hugo era justo y pagaba bien. “Siquieres un trabajo estable, pídele a Hugo.”Pasaron tres meses. Meses ocupados para Hugo. Meses muy

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prósperos. Su tienda llegó a ser la más grande en toda la aldea. Otrospropietarios de tiendas de los pueblos cercanos empezaron a buscar aHugo, y Hugo dejó las entregas por completo. Muchos vieron que notenía sentido llenar sus tiendas comprándoles a los proveedoresnacionales cuando los mismos artículos se podían conseguir a mitad deprecio en el mercado negro. La tienda de Hugo Donado en San Marcosllegó a ser el lugar más barato para los mayoristas.“Tengo que conseguirme un vehículo,” resolvió Hugo. “Le estoy

pagando demasiado a don Víctor por los fletes, y ya que no estoy viajandoa Ameco, nadie sospechará de mí.” Así es que tomando cuatrocientosdólares que tenía ahorrados, salió para Ameco a comprarse un vehículo.Un Toyota destartalado llamó la atención de Hugo.—¿Cuánto cobra? —le preguntó al dueño.—Novecientos.—¿Novecientos dólares por ese montón de chatarra? ¡Olvídese!Hugo se alejó. Ni siquiera trató de negociar el precio.—Señor —decía un niño corriendo detrás de él—. Mi papá le hace un

buen precio. ¡Le rebaja cien dólares! Venga.Hugo regresó.—Seiscientos —le ofreció—. Seiscientos es lo más que le doy.—Ochocientos. Éste Toyota está en muy buenas condiciones —el

dueño abrió la puerta y encendió el motor del Toyota—. Funciona muybien. Todas las llantas están en buenas condiciones.Hugo negó con la cabeza.—Demasiado. Voy a seguir buscando.No había ido muy lejos cuando el niño lo alcanzó corriendo.—¡Señor! Mi papá le hace un buen precio. Un precio muy, muy bueno.

Le ofrecemos la mejor ganga en todo el pueblo. ¡Le rebajamosdoscientos! ¡Doscientos le rebajamos! Usted es nuestro amigo. Lequeremos ayudar.Hugo regresó de nuevo.—Setecientos dólares y me lo llevo —dijo Hugo con seriedad al

tiempo que le entregaba cuatrocientos dólares.—¡Cuatrocientos dólares! —el dueño del Toyota expltó de ira—. ¡Yo

dije setecientos!Hugo se encogió de hombros.—Cuatrocientos ahora, y cien cada tres semanas hasta pagárselo todo.

Si no le habré pagado en nueve semanas, le pagaré ochocientos por elvehículo.—Está bien, está bien —accedió el dueño de mala gana.

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Hugo metió la llave en la ignición y encendió el motor. Puso elvehículo en reversa y retrocedió hasta la calle. Entre traquidos de piñonesencontró la segunda y en un estruendo desapareció dejando una estela dehumo negro.Al llegar a una intersección, Hugo se paró en los frenos sin presionar

el embrague. El Toyota pareció toser y se apagó por completo. Hugo loencendió de nuevo, presionó a fondo el acelerador haciendo que elvehículo saliera a empujones y brincos. Hugo agarró bien el volantetratando desesperadamente de controlarlo. El vehículo avanzóserpenteando; apenas logró evitar una venta de verduras, pasó entre dosvehículos estacionados, espantó una fila de patos, y por poco atropella aun niño que salió a la calle para ver lo que pasaba.

Hugo pasó brincando sobre los reductores de velocidad en la salida deAmeco, sintiéndose aliviado por encontrarse fuera de la ciudad sin habersufrido una catástrofe seria. ¡Tal vez ahora podré controlar este potrosalvaje! Al no ver ningún otro vehículo en la calle, Hugo se tranquilizó.

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Ahora podría practicar lo que había aprendido observando a don Víctor.Detuvo el Toyota y practicó haciendo cambios hasta que pudo hacerlocon facilidad.Después, practicó haciendo la salida sin que el Toyota diera saltos

como una liebre. Una vez dominada esa parte, con cuidado metió laprimera, soltó el embrague, y salió hacia San Marcos. Durante el viaje deveinticinco minutos hasta su casa, Hugo aprendió a tomar las curvastranquilamente, aflojando un poquito el acelerador y después acelerandode nuevo.Al llegar al puente de San Marcos ya se estaba sintiendo bastante

cómodo con su habilidad como chofer. Pero el puente flotante estaba unoscentímetros más alto que la calle, y el Toyota rebotó cuando las llantasdelanteras dieron contra el puente, haciendo que Hugo cayera en pánico.En su confusión, presionó el acelerador en lugar del freno y el Toyotaprácticamente rebotó contra el borde del puente, cayó nuevamente sobrela calle de tierra, y se apagó en una nube de polvo. Con la cara enrojecida,encendió el motor y traqueteó en primera hasta su casa.—¿De quién es ese vehículo? —preguntó su madrastra a gritos cuando

Hugo paró frente a la casa—. ¿Tú crees que puedes comprar una cosa asísin mi permiso? ¡Devuélvelo al lugar donde lo recogiste!—¡Ya! ¡Me escuchaste! Tú, tú... —La madrastra se tragó las palabras

cuando Hugo se le acercó. La cara de Hugo se notaba airada, y sinquitarle los ojos de encima le dijo:—Es mi vehículo, Mamá —dijo golpeando cada palabra—. Yo lo

compré. Y nunca me vuelva a decir lo que debo hacer. Yo le pago a ustedun buen alquiler y si me sigue molestando me desaparezco, y entonces sequedará sola.La madrastra bajó su mirada impetuosa y se metió en la casa

mascullando:—Quédate con tu vehículo, quédate con tu vehículo.Ése fue el último choque que Hugo tuvo con su madrastra. De ese día

en adelante ella no volvió a interferir en su vida. Más bien respondía porél cuando hablaba con otros. Un día, aun llegaría a ser su protectora.

—Continuará

Tomado de:The Smuggler’s Quest

Christian Light Publications, Inc. (1999)Usado con permiso.

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¿¿¿¿LLLLAAAA TTTTEEEEOOOORRRRÍÍÍÍAAAA DDDDEEEE LLLLAAAA GGGGRRRRAAAANNNNEEEEXXXXPPPPLLLLOOOOSSSSIIIIÓÓÓÓNNNN???? ¡¡¡¡ IIIIMMMMPPPPOOOOSSSSIIIIBBBBLLLLEEEE!!!!

¿Sabías que realmente hay personas que creenque el mundo es el resultado de una violentaexplosión, y que todo salió dando vueltas hastaquedar en su lugar exacto? Estateoría es conocida como “LaGran Explosión” o el “Big

Bang”.Ahora, ¿qué sucede después de una gran

explosión? ¿Acaso salen los objetos volando enperfecta harmonía? Claro que no. Una explosión sólocausa destrucción y desorden.Nuestro planeta no fue creado por una explosión, sino por nues tro Dios

todopoderoso. Cada vez que estudiamoscualquier parte de la creación de Dios,terminamos sintiendo un profundo asombroy reverencia para con el Creador de todo.Examinemos, por ejemplo, una planta de

maíz. ¿Existe esta planta como resultado deun plan maestro en la mente del Creador, ocomo resultado de una explosión?Primero, sembremos un grano de maíz en

buena tierra. Aunque ese granito nunca antesha estado en la tierra, Dios empaca dentro deél mucho “conocimiento”. Luego Dios envíalos rayos del sol para calentar la tierra ylluvias para suavizar la semilla lo que causaque germine. Entonces aparece una hoja yun tallo empieza a crecer. En el tallo vanapareciendo nudos de los cuales brotan las hojas. Las hojas van brotandopor turnos; primero sale una por un lado, y después otra por el otro lado.Nunca brotan dos hojas seguidas por un mismo lado. Dios lo diseñó asípara que la planta estuviera siempre bien balanceada. Cada hoja brota porun lado pero luego se enrolla alrededor del tallo y se extiende hacia fuerapor el lado contrario. Dios lo diseñó así para darle a la planta mayorfirmeza contra los fuertes vientos. Con la cantidad adecuada de lluvia y

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agricultores dicen que en una noche tranquila se puede oír el maízcreciendo.

Pronto las delicadas yemitas de la borla empiezan a salir de un rollitode hojas en la punta de la planta. La borla de colorbronceado es la flor masculina. Solamente nuestro granDios pudo haber diseñado la maravillosa función de laborla. Enseguida entenderás por qué Dios la colocó en laparte más arriba de la planta. De haber crecido encualquier otro lugar, la borla sería inútil.

A pesar de que las yemitas de la borla ya están saliendo, todavía no hayindicios de la mazorca. Pero si tú arrancaras una planta de maíz y luegola quebraras en uno de los nudos del centro, encontrarías que allí Diostiene escondida una mazorquita diminuta dentro de una vaina delgadita.Esa vaina delga dita llegará a ser la tusa que envuelve la mazorca. Lamazorca diminuta es la flor femenina. Cadaplanta tiene una flor femenina y una flormasculina. Eso significa que la planta de maíz esherma frodita; es decir, que puede polini zarse a símisma. Dios le dio a la planta de maíz todas lasprobabi li dades de sobrevivir y produciralimento, pues él sabe que la gente y los animalesalrededor del mundo necesitan del maíz para sobrevivir.La borla continúa emergiendo del rollito de hojas. Para que pueda

derramar su polen, tendrá que salir completamente y extender sus anteras(hebras) como ramitas que salen de un arbolito miniatura.Dios ha programado todo para que suceda en el momento exacto.A medida que la mazorca se desarrolla se abre paso hacia el exterior

del tallo por uno de los nudos del centro. Dentro de la tusa crecen muchosóvulos, los cuales llegarán a ser granos, y de cada óvulo sale una hebradelgadita que crece hasta salir por la punta de la mazorca. A estas hebraslas llaman cabellos. Las hebras que crecen de los óvulos en la base de lamazorca, empiezan a crecer primero porque tienen que recorrer másdistancia, mientras que las hebras cerca de la punta sólo tienen que

recorrer unos pocos centímetros. Sin duda, hay unMaestro que le dice a los cabellos cuándo debencrecer.

Las anteras de la borla, ya totalmenteextendidas, empiezan a derramar polen dos o tresdías antes de que el cabello haya salido de lamazorca completamente. El cabello ha alcanzado

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su madurez cuando sale y cae por los bordes de la punta de la mazorca.Los cabellos del maíz son húmedos, peludos, y pegajosos. Luego Dioslevanta suaves brisas y empiezan a caer nubes de granitos de polen desdela borla en la punta de la planta. Generalmente la caída de polen continúapor unos cinco a ocho días más. Durante esos días la borla derramamillones de granitos de polen. Los científicos calculan que por cada hilode maíz en la mazorca, la borla produce de 20.000 a 50.000 granitos depolen. De una cosa sí podemos estar seguros, nuestro Dios no es tacaño.Una mala cosecha casi nunca se debe a una falta de polen.Dios creó los cabellos del maíz húmedos, peludos, y pegajosos para

que atrapen los granitos de polen. Por lo menos un granito de polen debecaer sobre cada cabello de maíz para que el óvulo se fertilice y llegue aser un grano de maíz. De lo contrario, nunca pudiéramos disfrutar de

mazorcas gorditas, jugosas, y doraditas. Cuando el granito depolen cae sobre el cabello del maíz, se divide en dos y

se convierte en gemelos. ¿Quién sino sólo Diospuede hacer que los granitos de polen se dividan?Uno de los gemelos forma un tubo dentro del cabellode maíz para que el otro gemelo pueda deslizarse hastaél óvulo. En 24 horas está terminada la fertilización.

Dentro de pocos días, el agricultor sabe si lafertilización ha ocurrido. El agricultor puede ver que elcabello del maíz está cambiando de color, de un verde claroa un café rojizo, y después a un café oscuro. Además, lasmazorcas empiezan a hincharse a medida que los granos vancreciendo y formando hileras bien ordenadas. Las mazorcassiempre tienen un número par de hileras. Nunca tienen un

número impar. Imagínate todo lo que va acumulado dentro de un grano de maíz

cuando lo siembran. ¿Crees que esta historia de la maravillosa planta demaíz suena como algo que pudo haberse desarrollado de una granexplosión? ¡Jamás! Nuestro Dios es un Dios de orden que nunca cambia.Podemos tener la seguridad de que la creación siempre va a reaccionarcon orden, según las leyes que Dios ha establecido. ¡Alabemos a nuestromaravilloso Creador!

Norma PlankTomado de:

The Seed of TruthUsado con permiso

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SSSS EEEE CCCC CCCC IIII ÓÓÓÓ NNNN PPPP AAAA RRRR AAAANNNN IIII ÑÑÑÑ OOOO SSSS

EELL NNAACCIIMMIIEENNTTOO DDEE JJEESSÚÚSS

JJJJ osé, el humilde carpintero, y María, la mujerdesposada con él, habían viajado 130 kilómetros, Joséa pie y María montando en su fiel asno. Empolvados y

cansados de tan largo viaje, esperaron hallar hospedaje al findel tercer día del viaje, pero el único hospedaje disponibleera el establo de un mesón de la aldea. Aquel era el lugardonde humildes campesinos con sus perros, boyeros consus bueyes, y viajeros comerciantes con sus camellosbuscaban descanso al caer la noche.Era una noche helada cuando, entre rebuznos de los

asnos, mugidos de los bueyes, y ladridos de los perros, elRedentor del mundo nació en aquel humildísimo lugar.Cuando el Príncipe de Gales nació, oficiales de altos

puestos en el gobierno esperaban en la antecámara ymensajeros esperaban en la puerta, listos a pregonar entodo el reino las noticias del evento tan importante. Se había

hecho preparativos costosos. Cuando por fin la reina deInglaterra dio a luz al que años después habría de ser elrey, salvas de artillería rompieron el silencio de la noche. Alamanecer del nuevo día, pabellones fueron enarbolados entodo el reino y los heraldos anduvieron pregonando portodas las calles la llegada del nuevo príncipe.Pero en el humilde establo de Belén, no había ni siquiera

una cuna, sino un pesebre. Ninguna atención médica fueofrecida a la madre ni a su indefensa criatura. Sin lascomodidades de ni siquiera un hogar humilde y sin estarrodeado de amigos, el Príncipe de Paz llegó al mundo. Suvocecita fue oída primero por las bestias del establo que lerespondían con el ruido de sus cadenas y el pataleo de suscascos.No es de extrañarse de que los grandes artistas al pintar

la escena sagrada, hayan pintado a los camellos y bueyes

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arrodillados en la noche de la Navidad, ya que no habíaotros adoradores.Esta bella historia puede servir de ánimo a cualquier

pobre de nacimiento humilde y nos enseña una lecciónimportante. Las condiciones adversas en la infancia notienen que ser una molestia para nadie. Cristo, de lasprofundidades de la pobreza y la humildad, alcanzó loshonores más elevados de la tierra y de los cielos. Le hasido dado el “nombre sobre todo nombre”. Mahoma estámuerto; Confucio está muerto; Buda está muerto, peroCristo vive para siempre. Tal como él salió de lasprofundidades de la pobreza y alcanzó las alturas derenombre, así levanta al hombre arruinado por el pecado ylo hace compañero de los de renombre de hoy y de lossiglos pasados.Me llama la atención la música de aquella ocasión. Todo

era muy desproporcionado aquella noche. Si el coroangelical con su bellísima música hubiera cantado en la casade Faraón, en la de César, o en el palacio Buckingham, nohabría sido tan extraño; pero sí es maravilloso que ángelespresentaran su concierto en el campo, donde sólo unoscuantos pastores humildes eran la audiencia. Y jamás se haescuchado cántico más lindo ni coro más glorioso.Gracias a Dios, porque sus mejores dones y más grandes

bendiciones están también al alcance de los pobres.Tomado de:

Ecos de Santidad

VERSÍCULO DE MEMORIA“...Y llamarás su nombre Jesús, porque él

salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21).