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Todo es frágil: Y yo formo parte de esa parte de la vida que oculta la oscuridad y muestra la luz. Tal vez no puedas verme, ni oírme, quizás tampoco puedas notar el tacto de mi piel. Pero cuando alzo mi mirada puedes notar ese brillo con el que mira mi mirada, no mi boca, ni siquiera mis labios. Todo se mueve, soy parte del universo y como el, no paro de girar. Mis manos dibujan paisajes llenos de vida, se está bien a este lado del sol. El aire parece más libre, más ligero, y yo, ante ti, formo parte ese todo que mezcla la vida con la libertad. Pero mis ojos se cansan, quizás tú no lo veas, o al menos así es que como quiero que suceda pues no puedo detener las olas del mar cuando realmente tengo ganas de gritar. Nadie debería detener el mundo cuando me pierdo en mi soledad. Pero es mía, no es de nadie al menos que yo lo así lo decida. Pero nadie da la oscuridad a aquellos que le rodean. Soy libre, soy vida, soy frágil. Mis manos son de aire, y se cansan de dibujar sonrisas pero cuando están agotadas simplemente, en silencio, me retiro a mi silencio, le doy la espalda al ruido pero no me encierro en mi silencio. Soy frágil pero no dejo de brillar. Mis ojos siempre ven la luz aunque el silencio sea una voz que escriba versos que no quiero dar. Y adoro soñar ¿Quién no lo haría? Yo al menos cuando apago la luz para mí no lo hago, me limito a pensar, a volar lejos, muy lejos, pero lejos de mí, no de los demás. ¡Grito al sol! No lo niego…pero no me verás cuando me pierdo en mi oscuridad. Todos tenemos silencios en los que golpeamos contra una pared llena de recuerdos y nombres, y yo formo parte de ese todo que somos muchos a la vez que pocos cuando nos alejamos en la soledad individual. Mi rostro es una sonrisa eterna, casi tangible en los versos de los poetas de día. Pero también es una lágrima en silencio, en esa oscuridad que todos tenemos pero que nadie muestra. No mostramos nuestra fragilidad pues adoramos la sonrisa. Y en mi rostro cada mañana me levanto con la luna en mi mirada pero el sol en mi boca. Y si quiero arrasar con todo lo haré, no me importan las voces que no son mías. Y si señalan con el dedo mi silencio será la mejor respuesta. Libre, no de nadie, solo de los míos. Siempre me verás mirando el sol aunque este también ofrece sombra.

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Todo es frágil:

Y yo formo parte de esa parte de la vida que oculta la oscuridad y muestra la luz. Tal vez no

puedas verme, ni oírme, quizás tampoco puedas notar el tacto de mi piel. Pero cuando alzo mi

mirada puedes notar ese brillo con el que mira mi mirada, no mi boca, ni siquiera mis labios.

Todo se mueve, soy parte del universo y como el, no paro de girar. Mis manos dibujan paisajes

llenos de vida, se está bien a este lado del sol. El aire parece más libre, más ligero, y yo, ante ti,

formo parte ese todo que mezcla la vida con la libertad.

Pero mis ojos se cansan, quizás tú no lo veas, o al menos así es que como quiero que suceda

pues no puedo detener las olas del mar cuando realmente tengo ganas de gritar. Nadie debería

detener el mundo cuando me pierdo en mi soledad. Pero es mía, no es de nadie al menos que

yo lo así lo decida. Pero nadie da la oscuridad a aquellos que le rodean. Soy libre, soy vida, soy

frágil.

Mis manos son de aire, y se cansan de dibujar sonrisas pero cuando están agotadas

simplemente, en silencio, me retiro a mi silencio, le doy la espalda al ruido pero no me encierro

en mi silencio. Soy frágil pero no dejo de brillar. Mis ojos siempre ven la luz aunque el silencio

sea una voz que escriba versos que no quiero dar. Y adoro soñar ¿Quién no lo haría? Yo al menos

cuando apago la luz para mí no lo hago, me limito a pensar, a volar lejos, muy lejos, pero lejos

de mí, no de los demás.

¡Grito al sol! No lo niego…pero no me verás cuando me pierdo en mi oscuridad. Todos tenemos

silencios en los que golpeamos contra una pared llena de recuerdos y nombres, y yo formo parte

de ese todo que somos muchos a la vez que pocos cuando nos alejamos en la soledad individual.

Mi rostro es una sonrisa eterna, casi tangible en los versos de los poetas de día. Pero también

es una lágrima en silencio, en esa oscuridad que todos tenemos pero que nadie muestra. No

mostramos nuestra fragilidad pues adoramos la sonrisa. Y en mi rostro cada mañana me levanto

con la luna en mi mirada pero el sol en mi boca.

Y si quiero arrasar con todo lo haré, no me importan las voces que no son mías. Y si señalan con

el dedo mi silencio será la mejor respuesta. Libre, no de nadie, solo de los míos.

Siempre me verás mirando el sol aunque este también ofrece sombra.