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A 10 DOMINGO 22 DE MARZO DE 2020 VIDA SOCIAL [email protected] L a carrera por encon- trar la cura para el covid-19 tiene a varias decenas de laborato- rios en todo el mundo, inclu- yendo a científicos de Chile, trabajando a todo motor. Entre estos, hay muchos que están en las noticias no por tener resultados, sino por las historias que los rodean. Como el laboratorio alemán CureVac, que es noticia por uno de sus principales accio- nistas y por la supuesta oferta de Trump para com- prarlo. Aquí, una parte de esta historia que involucra, cómo no, al fútbol. Protagonistas de una carrera contrarreloj Dietmar Hopp (79) es el principal inversionista del TSG 1899 Hoffenheim, equipo alemán de la Bundesli- ga, la primera división del fútbol en ese país. Precisamen- te por su papel en el club, su poderío económico y por ir en contra de la regla “50+1”, que regula las licencias de los clubes profesionales para que más del 50% pertenezca a los socios, es una de las personalidades menos queridas por la hinchada. Pero ahora también podría ser uno de los más admirados, ya que es también el mayor ac- cionista de CureVac, en la foto, empresa de biotec- nología germana que trabaja en una vacuna con- tra el covid-19 y cuyos derechos exclusivos su- puestamente quisieron ser adquiridos por Trump. En 1999 le compró al actor Sean Connery un castillo en la Provence, Fran- cia, que convirtió en un lujoso hotel, con cancha de golf, (en la foto), ahora admi- nistrado por Four Season; el quinto, según CNN, de los más lujosos del mundo en su categoría. Hopp tiene un patrimonio estimado en 5.600 millones de dólares, según Forbes. Nació en 1940, en Heidelberg, con un padre profesor, oficial de las brigadas de asalto del partido nazi, que durante la noche de los Cristales Rotos cumplió con la orden de quemar la sinagoga de Hoffenheim. Desde su infancia estuvo ligado al fútbol; primero, como tantos niños, peloteando con sus amigos y después como jugador del Hoffenheim, a quien el carni- cero del pueblo lo premiaba con salchichas por cada gol. Estudió Ingeniería en Telecomuni- caciones en la U. Karlsruh, carrera que se costeó cosechando remolacha, distribuyendo carbón y recogiendo caracoles para vendérselos a los restaurantes. Su carrera profesional la comienza como desarrollador de software en IBM. Luego da el paso decisivo al fundar en 1972 la empresa de software SAP, gigante de tecnología a nivel mundial, con activida- des que reportaron en 2018 unos 26,6 mil millones de dólares. Está casado con Annelie Hopp, con quien tiene dos hijos, Daniel y Oliver (en la foto). A partir de 1989 comenzó a aportar al equipo de sus amores con pelotas, indumentaria, infraestructura, lleván- dolo de la cuarta división a la primera. En 2009 finalizó la construcción de un nuevo estadio para 30 mil espectadores, financiado en gran parte por él. Su poder ha provocado el disgusto de los aficionados al fútbol alemán, que exhibieron pancartas con insultos hacia Hopp. Pero fue el propio laboratorio el que salió a desmentir el rumor. “CureVac no ha recibido ninguna oferta del gobierno estadounidense o de entidades afines antes, durante o después de la reunión de la Task Force en la Casa Blanca el 2 de marzo”, tuiteó el pasado lunes. Esto en referencia a una reunión en la Casa Blan- ca, en que estaban Donald Trump; el vice- presidente de EE.UU., Mike Pence, y repre- sentantes de empresas farmacéuticas; entre ellos, el entonces presidente de CureVac, Daniel Menichella (en la foto), quien dos semanas después dejó la compañía inesperadamente. EQUIPO VIDA SOCIAL Moderna es otro de los actores importantes. El laboratorio ubica- do en Massachusetts, EE.UU., co- menzó la prueba en humanos. Fue fundado en 2010 por Derrick Rossi, un investigador de Harvard; Tim Springer, también de Harvard; Ken- neth Chien y Robert Langer, uno de los investigadores más importantes de la historia científica reciente de EE.UU.; el financista Noubar Afeyan y Stéphane Bancel, como gerente general. Integra el directorio una mujer, Elizabeth Nabel, reconocida cardióloga e investigadora. Curiosa- mente, algo que la une a Dietmar Hopp es el fútbol: es asesora jefa de medicina y salud de la NFL, la Aso- ciación Nacional de Fútbol de Esta- dos Unidos. Finalmente la novela se tituló “El padrino” y se publicó en 1969, desa- tando un fenómeno: un año y medio en la lista de los más vendidos y como best seller del New York Times por 67 semanas. Puzo no entendía el éxito; para él, “La Mamma” era la mejor de sus novelas. Pero si algo le debía a “El padrino” fue su fama y fortuna. En la foto, su máquina de escribir y sus manuscritos, uno de los cuales reveló cómo se gestó la célebre frase “voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar”. Un año antes de que el libro se publicara, Puzo aceptó la propuesta de Paramount para llevar esta historia al cine, solo porque las deudas lo perseguían. Luego lo convenció la idea de trabajar con el director Francis Ford Coppola (ambos en la foto), con quien se llevaron muy bien. Mario Puzo. EQUIPO VIDA SOCIAL Mario Puzo: de las deudas a “El padrino” Hijo de inmigrantes italianos, nació en 1920, en Nueva York, en una familia de 12 hermanos. Durante la II Guerra Mundial fue parte del ejército de EE.UU. y trabajó como oficial de relaciones públicas en Alemania, porque sus problemas de visión lo limitaban en las tareas de combate. Estudió Ciencias Sociales en la U. de Columbia. Luego escribió para revistas de hombres. Un matrimonio, cinco hijos, un trabajo mal pagado y dos novelas, “La arena sucia” (1955) y “La Mamma” (1965) —sin éxito pero acep- tadas por la crítica—, eran parte de su vida. Lo suyo eran los juegos, las apuestas y las deudas. Arriba, con su esposa, Erika Lina Broske, y sus hijos, Anthony, Joseph, Dorothy, Virginia y Eugene. La madre de Puzo, Maria Le Conti, fue un personaje clave dentro de esta historia, puesto que se inspiró en suvoz y su priori- dad por mantener a la familia unida para crear el personaje de Vito Corleone, interpre- tado por Marlon Brando (en la foto). “El libro obtuvo críticas mucho mejores de lo que yo esperaba. (...) No puse en él todo mi esfuerzo”, explicó Puzo cuando se estrenó la primera película. Con Coppola ganaron dos Oscar al mejor guion por “El padrino” y “El padrino II”. Antes de morir de un paro cardíaco en su casa de Long Island, en 1999, Puzo estaba escribiendo “Omertá”. Otra novela póstuma fue “Los Borgia”, escrita con el historiador Bertram Fields y Carol Gino, su asistente y compañera (con ella en la foto). En 2012, Ed Falco publicó “Los Corleone”, basado en un guion inconcluso de Puzo y que se hizo conoci- do como “El padrino I y medio”. La publi- cación enfrentó a Paramount con los herederos de Puzo. Cuando presentó a su editor un proyecto de novela, este no quiso darle un adelanto por- que no creía que pudie- ra venderla. Pero le dio un consejo: que escri- biera sobre mafiosos. Con 150 páginas escri- tas volvió a recorrer las editoriales. G. P. Put- nam’s Sons apostó por el libro y le ofreció cinco mil dólares de anticipo. La necesidad de cobrar el siguiente cheque lo obligó a continuar la novela titulada “La mafia”. Cobrado el cheque, se fue con su familia a Europa, donde lo gastó todo. De regre- so en EE.UU. fue a la editorial, donde tuvo el mejor recibimiento: habían hecho circular el manuscrito del libro y esperaban una oferta de 410 mil dólares, cifra que superó toda expec- tativa. La familia Corleone (en la foto) es ficticia, pero magistralmente basada en la realidad de los clanes mafiosos de Nueva York, que incluso Puzo y produc- tores del filme fueron amenazados por destapar lo que nadie se atrevía a hablar. Joe Colombo, jefe de uno de los clanes de mafiosos, exigió reunirse con el productor Al Ruddy para conversar detalles de la película, cita que para muchos significó que la mafia había dado su “bendición” al rodaje de esta. E ste año se cumple el centenario del natalicio de Mario Puzo. Quien diera vida a la familia Corleone escribía sin mayor éxito para revistas de hombres de Nueva York y gastaba lo poco que ganaba en juegos de apuestas. Un golpe de suerte hizo que se inspirara en la vida real de las familias de la mafia ítalo-americana para escribir su propia historia de gánsters, la que fue llevada al cine y convertida en la saga de mafiosos con más seguidores en el mundo.

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La carrera por encon-trar la cura para elcovid-19 tiene a

varias decenas de laborato-rios en todo el mundo, inclu-yendo a científicos de Chile,trabajando a todo motor.Entre estos, hay muchos queestán en las noticias no portener resultados, sino por lashistorias que los rodean.Como el laboratorio alemánCureVac, que es noticia poruno de sus principales accio-nistas y por la supuestaoferta de Trump para com-prarlo. Aquí, una parte deesta historia que involucra,cómo no, al fútbol.

Protagonistas de unacarrera contrarreloj

Dietmar Hopp (79) es el principal inversionista delTSG 1899 Hoffenheim, equipo alemán de la Bundesli-ga, la primera división del fútbol en ese país. Precisamen-te por su papel en el club, su poderío económico y por ir encontra de la regla “50+1”, que regula las licencias de losclubes profesionales para que más del 50% pertenezca alos socios, es una de las personalidades menos queridaspor la hinchada.

Pero ahora también podría ser uno de losmás admirados, ya que es también el mayor ac-cionista de CureVac, en la foto, empresa de biotec-nología germana que trabaja en una vacuna con-tra el covid-19 y cuyos derechos exclusivos su-puestamente quisieron ser adquiridos por Trump.

En 1999 le compró al actor Sean Connery un castillo en la Provence, Fran-cia, que convirtió en un lujoso hotel, con cancha de golf, (en la foto), ahora admi-nistrado por Four Season; el quinto, según CNN, de los más lujosos del mundo ensu categoría.

Hopp tiene un patrimonio estimado en 5.600 millones de dólares, según Forbes.Nació en 1940, en Heidelberg, con un padre profesor, oficial de las brigadas de asalto delpartido nazi, que durante la noche de los Cristales Rotos cumplió con la orden de quemar lasinagoga de Hoffenheim. Desde su infancia estuvo ligado al fútbol; primero, como tantosniños, peloteando con sus amigos y después como jugador del Hoffenheim, a quien el carni-cero del pueblo lo premiaba con salchichas por cada gol. Estudió Ingeniería en Telecomuni-caciones en la U. Karlsruh, carrera que se costeó cosechando remolacha, distribuyendocarbón y recogiendo caracoles para vendérselos a los restaurantes. Su carrera profesionalla comienza como desarrollador de software en IBM. Luego da el paso decisivo al fundaren 1972 la empresa de software SAP, gigante de tecnología a nivel mundial, con activida-des que reportaron en 2018 unos 26,6 mil millones de dólares. Está casado con AnnelieHopp, con quien tiene dos hijos, Daniel y Oliver (en la foto).

A partir de 1989 comenzó a aportar al equipo de susamores con pelotas, indumentaria, infraestructura, lleván-dolo de la cuarta división a la primera. En 2009 finalizó laconstrucción de un nuevo estadio para 30 mil espectadores,financiado en gran parte por él. Su poder ha provocado eldisgusto de los aficionados al fútbol alemán, que exhibieronpancartas con insultos hacia Hopp.

Pero fue el propio laboratorio el quesalió a desmentir el rumor. “CureVac noha recibido ninguna oferta del gobiernoestadounidense o de entidades afinesantes, durante o después de la reunión dela Task Force en la Casa Blanca el 2 demarzo”, tuiteó el pasado lunes. Esto enreferencia a una reunión en la Casa Blan-ca, en que estaban Donald Trump; el vice-presidente de EE.UU., Mike Pence, y repre-sentantes de empresas farmacéuticas;entre ellos, el entonces presidente deCureVac, Daniel Menichella (enla foto), quien dos semanasdespués dejó la compañíainesperadamente.

EQUIPO VIDA SOCIAL

Moderna es otro de los actoresimportantes. El laboratorio ubica-do en Massachusetts, EE.UU., co-menzó la prueba en humanos. Fuefundado en 2010 por Derrick Rossi,un investigador de Harvard; TimSpringer, también de Harvard; Ken-neth Chien y Robert Langer, uno delos investigadores más importantesde la historia científica reciente deEE.UU.; el financista Noubar Afeyany Stéphane Bancel, como gerentegeneral. Integra el directorio unamujer, Elizabeth Nabel, reconocidacardióloga e investigadora. Curiosa-mente, algo que la une a DietmarHopp es el fútbol: es asesora jefa demedicina y salud de la NFL, la Aso-ciación Nacional de Fútbol de Esta-dos Unidos.

Finalmente la novela se tituló “El padrino” y se publicó en 1969, desa-tando un fenómeno: un año y medio en la lista de los más vendidos y comobest seller del New York Times por 67 semanas. Puzo no entendía el éxito;para él, “La Mamma” era la mejor de sus novelas. Pero si algo le debía a “Elpadrino” fue su fama y fortuna. En la foto, su máquina de escribir y susmanuscritos, uno de los cuales reveló cómo se gestó la célebre frase “voy ahacerle una oferta que no podrá rechazar”.Un año antes de que el libro se publicara, Puzo aceptó la

propuesta de Paramount para llevar esta historia al cine, soloporque las deudas lo perseguían. Luego lo convenció la idea detrabajar con el director Francis Ford Coppola (ambos en la foto),con quien se llevaron muy bien.

Mario Puzo.

EQUIPO VIDA SOCIAL

Mario Puzo: de las deudas a “El padrino”

Hijo de inmigrantes italianos, nació en1920, en Nueva York, en una familia de 12hermanos. Durante la II Guerra Mundial fueparte del ejército de EE.UU. y trabajó comooficial de relaciones públicas en Alemania,porque sus problemas de visión lo limitabanen las tareas de combate. Estudió CienciasSociales en la U. de Columbia. Luego escribiópara revistas de hombres. Un matrimonio, cinco hijos, un trabajo malpagado y dos novelas, “La arena sucia” (1955)y “La Mamma” (1965) —sin éxito pero acep-tadas por la crítica—, eran parte de su vida.Lo suyo eran los juegos, las apuestas y lasdeudas. Arriba, con su esposa, Erika LinaBroske, y sus hijos, Anthony, Joseph, Dorothy,Virginia y Eugene.

La madre dePuzo, Maria LeConti, fue unpersonaje clavedentro de estahistoria, puestoque se inspiró ensuvoz y su priori-dad por mantenera la familia unidapara crear elpersonaje de VitoCorleone, interpre-tado por MarlonBrando (en lafoto).

“El libro obtuvo críticasmucho mejores de lo queyo esperaba. (...) No puseen él todo mi esfuerzo”,explicó Puzo cuando seestrenó la primera película.Con Coppola ganaron dosOscar al mejor guion por “Elpadrino” y “El padrino II”. Antes de morir de un paro cardíaco

en su casa de Long Island, en 1999,Puzo estaba escribiendo “Omertá”. Otra

novela póstuma fue “Los Borgia”, escritacon el historiador Bertram Fields y CarolGino, su asistente y compañera (con ella

en la foto). En 2012, Ed Falco publicó“Los Corleone”, basado en un guion

inconcluso de Puzo y que se hizo conoci-do como “El padrino I y medio”. La publi-

cación enfrentó a Paramount con losherederos de Puzo.

Cuando presentó a sueditor un proyecto denovela, este no quisodarle un adelanto por-que no creía que pudie-ra venderla. Pero le dioun consejo: que escri-biera sobre mafiosos.Con 150 páginas escri-tas volvió a recorrer laseditoriales. G. P. Put-nam’s Sons apostó porel libro y le ofreció cincomil dólares de anticipo.La necesidad de cobrarel siguiente cheque loobligó a continuar lanovela titulada “Lamafia”. Cobrado elcheque, se fue con sufamilia a Europa, dondelo gastó todo. De regre-so en EE.UU. fue a laeditorial, donde tuvo elmejor recibimiento:habían hecho circular elmanuscrito del libro yesperaban una ofertade 410 mil dólares, cifraque superó toda expec-tativa.

La familia Corleone (en la foto) es ficticia, peromagistralmente basada en la realidad de los clanesmafiosos de Nueva York, que incluso Puzo y produc-tores del filme fueron amenazados por destapar loque nadie se atrevía a hablar. Joe Colombo, jefe deuno de los clanes de mafiosos, exigió reunirse con elproductor Al Ruddy para conversar detalles de lapelícula, cita que para muchos significó que la mafiahabía dado su “bendición” al rodaje de esta.

Este año se cumple el centenario del natalicio de Mario Puzo. Quiendiera vida a la familia Corleone escribía sin mayor éxito para revistasde hombres de Nueva York y gastaba lo poco que ganaba en juegos de

apuestas. Un golpe de suerte hizo que se inspirara en la vida real de las familias dela mafia ítalo-americana para escribir su propia historia de gánsters, la que fuellevada al cine y convertida en la saga de mafiosos con más seguidores en el mundo.