¿A quién elegir? Criterios para elegir mejor

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¿A quién elegir? Criterios para elegir mejor Alejandro Angulo Bada

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Alejandro Angulo Bada

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¿A quién elegir? Criterios para elegir mejor

Primera edición, noviembre 2015 Tiraje: 1,000 ejemplares Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional Del Perú N° 2015-15097 ISBN: 978-612-00-2113-2 Impresión: Servicios Impresos IMG, de Ingri M. Gonzales Sánchez, Jr. Lloque Yupanqui 136, Baños del Inca, Cajamarca. Diseño de carátula y otros arreglos: Paco Sarmiento Cerquín y Jorge Marquina Ruiz Dibujos: Rafael Abanto Machuca DERECHOS RESERVADOS Prohibida la reproducción total o parcial sin el permiso del titular del Copyright. Autor-editor © Copyright : Alejandro Angulo Bada.

Jr. Mártires de Uchuracay 1377, Cajamarca. E-mail: [email protected]; [email protected] Teléfono: 076-638789, cel. #976-050241. Web: http://alejandro-angulo.blogspot.com Esta publicación ha sido posible gracias al auspicio de: Colegio de Sociólogos de Cajamarca Municipalidad Distrital de Jesús Lic. Marcial Vigo Gutiérrez Lic. Benito R. Ramírez Ocas Ing. Víterman Bustamante B. Prof. Rubén Percy Rodas Gil.

IMPRESO EN PERÚ – PRINTED IN PERU

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A la memoria de mi padre a mi madre,

a mi esposa y a mis hijos, a mis hermanos,

a mis amigos, a todos.

Alejandro

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INDICE

Unas palabras..............................................................................5 ¿A quién elegir............................................................................9 Criterios para realizar una buena elección….........…................17

1 Mérito ........................................................................................... 20

2 Credibilidad ................................................................................ 26

3 Honestidad .................................................................................. 31

4 Liderazgo ..................................................................................... 36

5 Propuesta .................................................................................... 44

6 Pertenencia a una organización, e historia política ........... 50

7 Origen e identificación social .................................................. 65

8 Convivencia ciudadana o diario de vida ............................... 71

9 Relación con el poder y el dinero ........................................... 78

Matriz resumen: criterios y preguntas de evaluación a los candidatos………....................................................................... 92 Matriz de criterios para evaluar a los Candidatos.................. 96

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Unas palabras

La política es un aspecto importante de nuestra vida, porque de ésta depende que estemos bien o que estemos mal, que avancemos o que retrocedamos.

Es verdad que a muy pocos nos gusta la política, y es verdad que detestamos a la mayoría de políticos. Pero es verdad también que de nosotros depende que cambiemos esta realidad. Sólo nosotros podemos cambiarla. Nadie más lo va a hacer y nadie más lo puede hacer. Por nuestro bien. No tenemos otra opción.

Si queremos mejorar la situación y la sociedad en la cual vivimos, no sólo basta trabajar y esforzarse para conseguir lo que necesitamos en la vida; también es necesario que tengamos buenas autoridades, y buenas instituciones y buenos y mejores ciudadanos. De nosotros y de la política depende que mejoremos nuestra situación, el lugar, la ciudad y el país donde vivimos. Es cierto que no todo depende de la política ni todo depende de nuestro trabajo. Las dos cosas van de la mano y tienen que mejorar para vivir mejor. Tampoco tenemos otra opción.

Compartimos el anhelo de muchos: de mejorar las condiciones de vida y de tener un país mejor, donde cada niño y cada anciano tengan lo necesario y lo debido, y donde cada ciudadano se desarrolle a plenitud; donde el sufrimiento, la injusticia y la pobreza sea simplemente un mal recuerdo del pasado.

¿A quién elegir? Criterios para elegir mejor es un texto que ofrecemos al público con el fin de motivar a muchos ciudadanos dignos a interesarse y participar activamente en la política y en las elecciones. Eso por un lado. Y por otro lado, para que los

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electores elijamos en base a ciertos criterios, y así sepamos escoger y votar por mejores ciudadanos para que sean nuestras autoridades.

A estas alturas, la participación de los mejores ciudadanos en la política y las elecciones es un deber y una necesidad insoslayable. Dentro de esta perspectiva, apostamos por que las elecciones sean libres, no obligatorias, y por la eliminación de la reelección inmediata en gobiernos locales, gobiernos regionales y parlamento 1 . Estos son los elementos de cambio que necesitamos con urgencia en el país.

Quizás no baste quedarse solamente en estos cambios electorales; pero serán pasos necesarios en el camino hacia lo mejor. Es probable que se requiera el cambio de estructuras, siempre que esto genere mejores condiciones de vida, y la desaparición de la injustica y de otros males sociales como la corrupción, la delincuencia, etc.

Este texto es fruto de años de observación, investigación y reflexión sobre las elecciones y la política, el comportamiento de los políticos y los electores, que ofrecemos con mucho esmero y espíritu de servicio a nuestros lectores para elevar y mejorar el 1 Se ha dado la Ley 30305, que modifica la Constitución, artículos 191 y 194, impidiendo la reelección inmediata solamente de alcaldes y presidentes regionales. Nosotros apostamos por la eliminación de la reelección de estas autoridades, y además de parlamentarios. En aras de la equidad, es conveniente eliminar la reelección inmediata de toda autoridad sometida a elección popular, porque de lo contrario parece que los congresistas quisieran decir: “nosotros, que elaboramos y aprobamos las leyes, somos los buenos y las autoridades locales y regionales son los malos y por eso, para castigarlos, hemos hecho esta ley para que no sean reelegidos”. Al momento de publicar este texto, existe en el parlamento un proyecto de Ley que prohíbe la reelección de parlamentarios y plantea la modificatoria del artículo 90 de la Constitución ya mencionado, el Proyecto de ley N° 3949-2014 presentado por el Grupo Parlamentario de Gana Perú, a propuesta del congresista Teófilo Gamarra (ver http://www.congreso.gob.pe). Este proyecto aún no ha sido discutido y al parecer no existe interés alguno en aprobarlo. Pero creemos que debe ser retomado, debatido y aprobado.

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derecho de elegir y así contribuir al fortalecimiento de la democracia. De esta manera esperamos contribuir a mejorar la vida de todos.

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¿A quién elegir?

Esta es la pregunta que siempre nos haremos la mayoría de electores2 cada vez que tengamos que elegir.

Porque no encontramos a la organización política3 ideal ni al candidato ideal. Porque las organizaciones políticas en general y los partidos en particular ya no parecen ser partidos, no existen para servir, ni los políticos se dedican a servir.

La mayoría de organizaciones políticas que se forman en el país, en las regiones, provincias o distritos para participar en la política y sobre todo en las elecciones, simplemente son propiedad privada de ciertos individuos, que los forman y manejan como cualquier negocio. Por eso estos dueños deciden “su negocio” como se les antoja antes y durante el proceso electoral y cuando ganan las elecciones. Una de las grandes falencias de estas organizaciones es que no tienen proyecto ni programa político serio ni cumplible, más allá de los documentos que los formalizan. Porque esos papeles no sustentan nada. Porque están hechos solamente para cumplir los requisitos que la ley exige. La verdad es que la mayoría de organizaciones políticas simplemente se manejan como

2 El ciudadano común y corriente, aquellos que no pertenecen a partido ni organización política alguna, a los no partidarizados, y todos aquellos que permanecen ajenos a la política, a las organizaciones políticas y a los procesos electorales. 3 Términos que señalan las leyes electorales (Reglamento del Registro de Organizaciones Políticas, de marzo del 2012, Artículo V, parágrafo n) y los organismos electorales en el Perú como el Jurado Nacional de Elecciones JNE y la Organización Nacional de Procesos Electorales ONPE. Se entiende como organizaciones políticas en este texto a partidos políticos, movimientos regionales y movimientos locales, provinciales y distritales, que se forman para participar en la política y especialmente en las elecciones. Con el mismo significado se utiliza en este texto los términos grupo político y agrupación política.

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negocios particulares. Ésa es su verdadera ideología y su programa, detrás de las apariencias y las formas.

Por otro lado, a lo largo de la historia nacional, con contadas excepciones, no hemos tenido ni los candidatos adecuados ni las autoridades que hubiésemos querido. Casi todas las autoridades elegidas siempre resultaron siendo unas miserables y viles traidoras. En vez de trabajar por la solución de los problemas y el bienestar de la población a la cual mendigaron su voto, se ocuparon de sus propios intereses y negocios. Es más, a muchas es lo único que les interesó. Es lo único que buscaron. Utilizaron a los electores como votos, y prometieron el oro y el moro como pretexto para que las eligieran. Muy pocas se salvan de esta lacra4. Y le hicieron un grave daño a la política y a los políticos, porque la percepción generalizada que la población tiene de éstos es que son la especie más detestable y ruin de la sociedad. Son tantos los vicios y actos repudiables que siempre han cometido autoridades y políticos5, que han eclipsado totalmente a los escasos buenos políticos que existen, que la gente ha

4 Para varios de nuestros entrevistados, constituyen casos excepcionales de buenas autoridades: Michel Azcueta, ex alcalde de Villa El Salvador, en Lima; Neyro Delgado, ex alcalde de Picota, en la Región San Martín; Julio Díaz Palacios, ex alcalde de Ilo, en la Región Moquegua; el fallecido Alfonso Barrantes Lingán, ex alcalde de Lima; Jorge Hoyos Rubio, ex alcalde de Cajamarca, en la Región Cajamarca; etc. 5 Para añadir mayor cuota de repudio a su perfil, muchos políticos y autoridades, fiel al estilo politiquero, hacen alianzas, deciden, votan y actúan por consigna grupal o partidaria; no lo hacen a favor ni en defensa de los derechos e intereses de la población, sino por interés personal y de su grupo político, que muchas veces es expresión y voluntad de sus fundadores (¡“líderes” le llaman, qué ironía!) y de grupos sociales con fuertes intereses económicos. Votan por cálculo político partidario; actúan por cálculo del grupo político y del interés económico. Votan y actúan no pensando qué va a ganar o qué va a perder la población con su decisión y su voto, sino qué va a ganar o qué va a perder políticamente él y su organización política y el grupo económico al cual representan o apoyan. Parte de este estilo de actuar es también juntarse y hacer alianzas para decidir y votar bajo acuerdo: el dame que te doy, tú me apoyas yo te apoyo… Eso se ve en el parlamento, en las sesiones de concejo municipal, etc.

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terminado creyendo que la política es sinónimo de mentira, de cosa detestable, de asco, de malo y negativo, y los políticos son la especie más nauseabunda y repudiable que existe en el mundo6.

Por eso muchos se sienten desilusionados y amargados; con la fe perdida y la esperanza marchitada. No creen en la política ni en los políticos; al contrario, reniegan de éstos7. Pensar en las elecciones da asco. Elegir da vinagrera. Votar produce arcadas. Sentimos vergüenza ajena cuando nos enteramos de las ruindades y vilezas de las autoridades. Y no queremos pensar en la política ni que nadie nos hable de política. La política y los políticos son una muy mala noticia. Porque creemos que concentran un sinnúmero de vicios y de males8; y son sinónimo de malnacidos, vividores, corruptos, traidores, mentirosos, vendepatrias, sinvergüenzas y rateros…

Y sin embargo– ¡qué paradoja!, la política y los políticos son necesarios, porque de los políticos y de la política, depende que

6 Muchos buenos dirigentes y personas que trabajan al servicio de la gente, que dirigen organizaciones sociales de base o que están al frente de instituciones respetables, y que tienen condiciones políticas, deberían ser candidatos y autoridades. Deberían ser los “candidatos naturales”. Pero no se inmiscuyen en la política precisamente por esta concepción negativa que existe de la política y de los políticos. No lo hacen en la actualidad, porque la política y los políticos tienen tan mala imagen y tan mala fama que la población mayoritaria cree que todos son iguales, que si estos participan la población también va a creer que lo hacen igual que todos, solamente para beneficiarse y obtener provecho personal. Si lo hacen, desarman, dividen y malogran a la organización social y casi automáticamente son tildados de aprovechados, que utilizan a la organización y el cargo como trampolín para sus intereses personales… Por eso, en este contexto, por el bien de la organización social o de la institución que dirigen y por el bienestar de ellos mismos, estos buenos dirigentes se mantienen alejados de los grupos políticos y no participan ni en la política ni en las elecciones mientras están al frente de éstas… 7 Y piden a gritos que las elecciones sean libres para no ser cómplices de una mala elección… 8 Alguien lo llamó la fauna política, seguramente por no encontrar otro término ante lo detestable. Sin embargo, no encontramos en el mundo animal seres buenos o malos como entre los humanos; los animales sólo son seres que actúan por instinto de vida, aunque ello implique en muchos casos comerse a individuos de su propia especie.

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tengamos comida, alimentos en los mercados, educación, casa, salud, trabajo, libertad; de la política dependen la cantidad y monto de tributos que pagamos, los precios de las cosas que compramos y de los servicios que utilizamos; en una palabra, de la política depende muchas cosas, y de la política depende que vivamos bien o mal… Claro, no todo depende de la política. Depende de la política y de nosotros, de nuestro trabajo y de nuestro esfuerzo. Pero si la política no camina o anda mal, nosotros no vamos a estar bien, aunque trabajemos hasta matarnos. ¿Piensa usted que exageramos? Vea la realidad, mire su vida diaria a lo largo de los años.

Es más, cuando rechazamos la política, cuando decimos que la política no nos importa porque es sucia, asquerosa y porque no vivimos de ella ni de los políticos, es decir cuando nos alejamos y autoexcluimos de la política9, la consecuencia es fatal para nosotros: el peligro es que en la mayoría de los casos la peor gente (los sinvergüenzas, los vividores, los ladrones, los corruptos...) lleguen a ser nuestras autoridades... Parece paradójico. Pero es así. El historiador inglés Arnold Joseph Toynbee decía que cuando la gente se desentiende de la política, su mayor castigo es ser gobernado por la peor gente…

9 Berthold o Bertolt Brecht, el notable dramaturgo, escritor y crítico alemán, calificaba a esta actitud de las personas como propia de un analfabeto político. Decía: “El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de las judías, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, depende de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”. Ver en http://impersonem.blogspot.com y en http://comunidades.Ine.es. Este texto actualmente es en un clásico de la política.

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Es evidente que la pobreza y la situación de pobreza, atraso y decadencia en la cual se hallan nuestros pueblos y nuestro país se debe en gran parte a la política, a las decisiones que han tomado los políticos a lo largo de la historia nacional. Por esta misma razón, a nosotros nos toca corregir ese rumbo indeseado y hacer prevalecer los intereses de la mayoría de ciudadanos y del Perú como país.

Por eso, tenemos que inmiscuirnos y mostrar interés en la política y aprender a elegir bien a nuestras autoridades. ¡Tenemos que participar! Si los buenos y mejores ciudadanos participan en la política, vamos a tener la oportunidad de elegirlos y la esperanza de que hagan un buen gobierno10. Por otro lado, si elegimos buenas autoridades, aquellos que trabajen, que no roben, ni se enriquezcan ni hagan lo que quieran, ni vayan en contra de nosotros, todos vamos a estar mejor. La ciudad y el campo; el distrito y la provincia; la región y el país, van a mejorar. Porque nos van a dar garantía de que van a hacer las cosas bien, de que van a trabajar y van a manejar bien el dinero de todos y van a procurar el bien de todos. Es decir, confiamos en que van a gobernar bien, en que van a trabajar y no van a robar ni enriquecerse ni hacer cosas indebidas y repudiables contra del pueblo11. Es lo ideal, lo que

10 Por buen gobierno entendemos a aquel que mediante las políticas y acciones siempre gobierna con la participación del pueblo, que prioriza los intereses de la población por encima de intereses particulares, aquel que soluciona los problemas más importantes de la población, aquel que beneficia y desarrolla a la mayoría, aquel que eleva el nivel de vida de todos de manera sostenible preservando los recursos naturales. Aquel que hace realidad los sueños de todos, aquel que construye una patria para todos. 11 Se entiende por pueblo a los sectores sociales mayoritarios del país, en los que están comprendidos: campesinos, obreros, artesanos, empleados, trabajadores independientes, pequeños y medianos comerciantes, amas de casa, estudiantes, profesionales, pequeños productores, pequeños y medianos empresarios, así como también comunidades nativas e indígenas y todos aquellos que se identifican con estos sectores.

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siempre queremos y buscamos. Por eso es importante que las elecciones y la política nos importen e interesen. Aunque por cierto no nos gusten todavía.

Pero, ¿dónde encontrar buenos candidatos que luego sean buenas autoridades y buenos políticos? Los políticos son personas de carne y hueso, no son extraterrestres ni venidos de mundos fantasmales; son ciudadanos, son parte de nosotros, viven entre nosotros y son reflejo de nuestra sociedad y de nuestra educación; y la sociedad está en crisis de valores y vive una decadencia moral inimaginable. Sin embargo, una cosa es cierta: los políticos cometen en sus vidas y en el gobierno los vicios que nosotros les permitimos y les toleramos. ¡Por eso es hora de cambiar las cosas! Para suerte y bien nuestro, aún quedan buenas personas y buenos ciudadanos a lo largo y ancho del país; es la “reserva moral” que tenemos y que se resiste a morir ante la crisis y la inmoralidad. Es la que reacciona y anhela un cambio, unas veces levantando su voz y otras veces en silencio aunque sin resignarse. Y de esa reserva debemos escoger y elegir. Debemos darles la oportunidad para podernos reivindicar.

Es urgente y es necesario el cambio para no seguir cayendo en el pozo de la desesperanza y la autodestrucción. Pero cambio significa también, cambio de mentalidad y de actitud de todos nosotros. El cambio se hace con hechos, con actitud y con palabras. Debemos advertir que si elegimos buenos líderes y

En todo el texto apelamos a que el gobierno y las autoridades elegidas deben gobernar siempre a favor del pueblo o de las mayorías, porque el pueblo es siempre la mayoría en toda localidad y sociedad, y es la mayoría la que con su voto coloca siempre a las autoridades en una elección y es la mayoría la que también les da legitimidad aquí y en cualquier parte del mundo.

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buenas autoridades, todos tenemos que cambiar; porque el líder y la autoridad, solos, no podrán cambiar las cosas. Solamente con buenos líderes no se cambia el mundo. Si los demás no cambiamos, lo que hagan los políticos y los líderes, por más buenos que sean, sólo será una anécdota en el camino de la historia. Nada más. Sin embargo, necesitamos que ellos den el primer paso, que den la pauta con su ejemplo, que marquen el camino 12 . Porque eso es muy importante. Es una necesidad ineludible.

Por eso, para elegir con menos errores y tener mejores autoridades y líderes que impulsen el cambio para la construcción de un distrito, de una provincia, de una región, en suma, de una sociedad y un país mejor, proponemos elecciones libres13, así como la no reelección inmediata de las autoridades en todos los niveles de gobierno14 (municipalidades, gobiernos

12 Cuando una autoridad se constituye en un mal ejemplo robando, mintiendo, enriqueciéndose, etc., le ocasiona un grave daño a la población del distrito, provincia, región o país que lo eligió y creyó en él. Porque siempre está en vitrina y por esta razón siempre la gente va a estar fijándose en lo que hace. 13 ¿No parece haber una contradicción en el artículo 31 de la Constitución Política cuando en el cuarto párrafo dice que el voto es libre y obligatorio a la vez?: “El voto es personal, igual, libre, secreto y obligatorio hasta los setenta años”. En el primer párrafo del mismo artículo dice: que los ciudadanos “…Tienen también el derecho de ser elegidos y de elegir libremente a sus representantes, de acuerdo con las condiciones y procedimientos determinados por ley orgánica” (el subrayado es mío). Nosotros pensamos que el voto libre, no obligatorio (¿No falta un artículo que diga: Todo ciudadano tiene el derecho a asistir a votar o no en los procesos electorales?), es una necesidad en el Perú de hoy. Porque: 1) irían a votar la gente más informada, y este hecho permitiría elegir mejores candidatos, e implicaría mayores dificultades a que salgan elegidos candidatos indeseables; 2) brindaría la oportunidad para que mejores ciudadanos se sientan motivados a participar en las elecciones, y así habría mejores candidatos y la oportunidad de elegir mejores autoridades; 3) bajaría el festival de inversión y regalos para ganar votos y adherencias, que es lo que hoy prima en los procesos electorales; 4) concretaría el ejercicio de una auténtica libertad de elección y no un acto “libre y obligatorio” a la vez como dice la Constitución vigente. 14 La reelección, excepto para presidente de la república (artículo 112 de la Constitución), para los cargos por elección popular como parlamentarios, presidentes y concejeros regiones y alcaldes y regidores estaba formalizada mediante la Constitución y demás leyes

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regionales, Congreso de la República); y finalmente proponemos nueve criterios que nos permitan conocer más a los candidatos y sus organizaciones políticas, y así decidir y elegir mejor. La tarea es sencilla y consiste en hacernos todas las preguntas necesarias en cada uno de los criterios respecto a los candidatos y sus agrupaciones políticas respectivas.

electorales: La Constitución Política en el cuarto párrafo del artículo 191 señala que “El presidente [regional] es elegido conjuntamente con un vicepresidente, por sufragio directo para un periodo de cuatro (4) años, y puede ser reelegido”. Igualmente, la Constitución en el párrafo 3 del artículo 194 señala que: “Los alcaldes y regidores son elegidos por sufragio directo, por un período de cuatro (4) años. Pueden ser reelegidos. Su mandato es revocable e irrenunciable, conforme a ley” (el subrayado es mío). La misma norma señala implícitamente, en el artículo 90, que el cargo de parlamentario es reelegible; así como lo señala, también implícitamente, la ley orgánica de elecciones, Ley 26859, en el artículo 112. Otras leyes que avalan la reelección, para el caso de alcaldes y regidores, es la ley de elecciones municipales, Ley 26864, artículo 8; y para el caso de presidentes y vice presidentes regionales, la Ley 29470, inciso 4, del artículo 14, ley que modifica a la Ley 27683, Ley de Elecciones Regionales, aunque también lo dice implícitamente. Estas normas han sido modificadas mediante la Ley 30305, ley que modifica los artículos 191 y 194 de la Constitución de 1993, prohibiéndose la reelección pero solamente de alcaldes y presidentes regionales. Creemos que desde 1980, luego de más de 20 años de elecciones ininterrumpidas en el país, una de las lecciones es que no estamos en condiciones de tener reelecciones inmediatas. La no reelección, no sólo de alcaldes y presidentes regionales, sino también de congresistas, permitiría: 1) evitar que la autoridad, desde el primer día que asume su mandato, trabaje con el fin principal de ser reelegido; 2) evitar que el año de elecciones los fondos se manejen con la intención de favorecer la reelección; 3) evitar que se constituyan, operen y se consoliden mafias y camarillas en el manejo de los procesos de licitación de bienes y servicios, dando lugar a la corrupción; así como también de grupos que siempre hacen lobby; 4) permitir una sana alternancia en el poder y la promoción de nuevos líderes. El proyecto de Ley 3949-2014 ya mencionado, que prohíbe la reelección de parlamentarios y plantea la modificatoria del artículo 90 de la Constitución, requiere ser retomado, discutido y aprobado.

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Criterios para realizar una buena elección

¿Puede un elector elegir bien sin conocer o sin estar bien informado 15 acerca de los candidatos y sus organizaciones políticas (partidos, movimientos, etc.)?

¿Puede elegir bien sin saber quiénes son, cómo se comportan en su casa, en su trabajo y cómo se llevan con sus vecinos?

¿Se puede elegir bien sin saber su pasado, de dónde proceden, si estuvieron en la política anteriormente, si han sido parte de alguna organización social o política, sin saber a quiénes representan, con quiénes se juntan y cuáles son sus verdaderos intereses?

¿Se puede elegir sin saber qué proponen y sin tener idea si sus propuestas son serias y realizables y a quiénes van a beneficiar?

¿Se puede elegir a un candidato sin saber si tiene o no los méritos y condiciones necesarias y suficientes para ser un buen candidato y una buena autoridad?

15 Estar bien informado significa tener un conocimiento más exacto de la realidad, de la persona y de los hechos. Por eso hay que ver, escuchar, leer, consultar, preguntar, investigar y acudir a varias fuentes, a todas las fuentes, a las afines y a las contrarias, y sobre todo a las más confiables e independientes, que generalmente son muy pocas. Porque en la política, y sobre todo durante los procesos electorales y también durante el ejercicio del gobierno, la información suele ser interesada, tendenciosa, parcializada, incompleta, tergiversada. Cada candidato y su grupo se interesa en defender y resaltar lo que le interesa y le favorece, y trata de ocultar, negar, minimizar o acomodar lo que le afecta; y al mismo tiempo busca resaltar y difundir todo lo negativo de sus adversarios. Entre adversarios políticos no suelen reconocerse méritos; sólo se atacan, critican y acusan. Y, además, tanto candidatos como grupos de poder con los cuales están asociados (ciertos candidatos y organizaciones políticas representan intereses de grupos de poder), establecen relaciones recíprocas con ciertos medios de comunicación y periodistas, sobre todo los más sintonizados y de mayor cobertura, para ser favorecidos por éstos y para atacar a los adversarios. En la política, se debe tener la mente abierta, no sujeta a prejuicios, ni mitos ni dogmas.

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¿Se puede elegir sin conocer si su candidatura está libre o no de ciertos intereses económicos de grupos o de clases sociales16?

¿Se puede elegir sin saber la historia y cualidades de la organización a la que pertenece el candidato?...

Consideramos que para que un elector pueda elegir mejor, debe estar informado y tener en cuenta al menos 9 criterios, que son los que se muestran en la figura siguiente y que se desarrollan en las siguientes páginas.

Finalmente, queremos decir que toda elección se asemeja a una pelea de gallos, donde cada cual va con su gallo y apuesta por ese gallo y si gana celebra su triunfo y si pierde asume las consecuencias. En las elecciones no todos los grupos sociales existentes van con sus propios gallos. Preguntamos, ¿cuántas veces el pueblo ha tenido su propio gallo en contienda? ¿Cuántas veces ha apostado por gallo ajeno creyendo que era su propio gallo? ¿Y cuántas veces ha celebrado el triunfo de gallo ajeno creyendo que también era su gallo?...

16 Se entiende por clase social en este texto a grupos de individuos de una sociedad que tienen características e intereses económicos y sociales comunes, pudiendo ubicarse en actividades extractivas, productivas, comerciales, etc.; así como también tienen una forma de pensar, y una cultura y actitud similar, acorde a esos intereses. Cada tipo de sociedad tiene sus propias clases sociales, que dependen unas de otras. Las clases sociales son la forma “natural” en que está dividida y jerarquizada una sociedad en lo económico, social y cultural. Los grupos sociales en cambio son individuos dentro de una clase social que están ligados, además de los intereses económicos y sociales que comparten, por vínculos de amistad, por intereses políticos, etc., y tienen cierto nivel de organización y representatividad para defender y promover sus intereses.

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Figura 1

Criterios para elegir mejor

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1 Mérito

El mérito es un conjunto de cualidades, capacidades, condiciones y habilidades que tiene una persona; y también los logros conseguidos en su vida. Son los pergaminos personales que muestra como resultado de su capacidad, de su esfuerzo personal y de su trabajo; y que la gente reconoce, valora y considera.

El mérito indica que una persona es capaz de realizar cualquier cosa y de lograr un resultado exitoso.

El mérito es lo que diferencia y destaca a un candidato de los demás; indica que tiene condiciones y que merece ser elegido, porque se tiene la seguridad que va a desempeñarse bien en el cargo.

El mérito puede ser físico, intelectual y social. El mérito físico resalta y destaca las habilidades, cualidades y logros físicos, deportivos, pertenecientes al cuerpo; el intelectual, la inteligencia y el conocimiento; y el social, la capacidad de liderazgo, de comunicarse y relacionarse con la gente. Un ejemplo de mérito físico es ser el mejor jugador de fútbol del mundo, un ejemplo de mérito intelectual es descubrir la cura para el cáncer, un ejemplo de mérito social es lograr erradicar el analfabetismo de un pueblo.

Todo cargo requiere méritos; los cargos políticos, para ser bien desempeñados, requieren méritos intelectuales y sociales, que no siempre los tiene cualquier persona.

Para cualquier cargo siempre debe seleccionarse y elegirse a la persona adecuada, aquella que tenga los méritos requeridos.

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Si un cargo requiere habilidades deportivas, físicas, y conocimientos y experiencias deportivos, entonces se debe elegir a quien tenga habilidades y condiciones deportivas, a un deportista.

Si el cargo requiere estudios, conocimientos y experiencia, visión e imaginación, capacidad y habilidades intelectuales e inteligencia, entonces la persona indicada para ser elegida será la que tenga estas cualidades.

Si el cargo requiere habilidades para los negocios, capacidad para incentivar e incrementar el rendimiento de los trabajadores, para convencer al cliente, para olfatear dónde está el quid y dirección del negocio, para obtener mayores ganancias, entonces hay que elegir a quien tiene habilidades empresariales y comerciales, a un empresario, administrador o comerciante.

Si el cargo es político, como el de alcalde, regidor, congresista, presidente, etc., requiere vocación de servicio 17 , voluntad de

17 La vocación de servicio es una condición fundamental de un cargo político. También lo es de otros cargos públicos que están al servicio de la gente. Se dice vocación de servicio, porque servir y trabajar a favor de la población es algo que le nace a la persona y al político, es lo que le gusta hacer, y que se siente satisfecho haciéndolo reciba o no pago, reciba o no gratitud o reconocimiento. Una persona tiene vocación de servicio cuando sirve con verdadero y profundo compromiso y satisfacción, de manera natural, no como un deber sino como un mandato propio de su ser. El que tiene vocación de servicio no se esfuerza por servir, porque ese llamado proviene de lo profundo de su ser y de su propia naturaleza. Se siente satisfecho ayudando, sirviendo, trabajando por los demás. Por eso, la vocación de servicio diferencia al político verdadero del político circunstancial, hecho para la ocasión, pues éste último hace las cosas por obligación y por conveniencia, esforzándose, porque busca un objetivo muy personal: obtener el favor de la gente, por ejemplo para que voten por él cuando es candidato; cumplir el deber que el cargo exige; para que hablen bien de él, cuando tiene a la prensa delante; o sólo para ganar dinero. Tener vocación de servicio es, por ejemplo, atender a toda persona en cualquier circunstancia y en cualquier momento, sea rico o sea pobre, sea partidario o no, en su oficina o en la calle, mientras almuerza o atiende sus asuntos personales… En muchos distritos rurales del país, la gente lo busca al alcalde a cualquier hora del día y en cualquier momento y en cualquier lugar para que éste les atienda y resuelva sus problemas…

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trabajar para los demás y ser capaz de plantear propuestas y soluciones; que se inmiscuya y sea uno más del pueblo; que sepa resolver los problemas y que sepa conducir a la población a la solución de sus problemas; que tenga experiencia, conocimientos y capacidad de gestión; que sepa escuchar y atender a la gente; que respete, defienda y ejecute la voluntad de su pueblo; y que tome las decisiones más acertadas con valentía y que ejecute los acuerdos tomados con valor; que tenga imaginación y visión; que tenga liderazgo y habilidad para mover a la población hacia un objetivo común; que sepa delegar funciones y tareas y no tratar de hacerlas todas él solo, etc. Entonces, para un cargo político, debemos elegir a la persona que tenga estas cualidades.

¿Será correcto, por ejemplo, elegir para un cargo político a quien tiene únicamente méritos deportivos? ¿Acaso la política requiere de méritos deportivos? ¿O será correcto elegir para un cargo deportivo a alguien que tiene únicamente méritos políticos? ¿Acaso un cargo deportivo requiere méritos políticos antes que deportivos?

Para elegir a alguien para un cargo debemos preguntarnos primero: ¿cuáles son las condiciones que exige ese cargo?, ¿qué cualidades, qué capacidad, qué conocimientos y experiencia, qué vocación, etc., requiere el cargo? Por ejemplo, ya dijimos que el cargo de alcalde o gobernador regional 18, requiere de varios méritos intelectuales y sociales. ¿Qué pasaría si elegimos

18 Término con el que se designa actualmente, de acuerdo a la Ley 30305, a la autoridad principal del Gobierno Regional, el que era el Presidente Regional según en artículo 191 de la Constitución Política. Cuatro de cada cinco personas a las cuales entrevistamos señalaron que para el cambio de esta denominación así como para la dación de la ley de no reelección, influyó de manera decisiva el rol opositor al Proyecto Minero Conga que encabezó Gregorio Santos Guerrero, el entonces presidente del Gobierno Regional de Cajamarca.

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para estos cargos a alguien que no tiene estos méritos? ¿Qué pasaría si elegimos, por ejemplo para alcalde o gobernador regional, a una persona solamente por que es dadivoso, o por ser buen artista o buen cantante, o buen futbolista o voleibolista, o un gran negociante o un exitoso empresario?… ¿Qué podemos esperar de esa persona, de su función o de su gobierno? ¿Qué vamos a pedirle?19

No decimos que estas personas no deban participar en la política o que no tienen derecho a ser candidatos y ser elegidos, o que no tienen capacidad. No. Lo que queremos decir es que si estas personas no tienen los méritos intelectuales y sociales que requieren los cargos políticos, así tengan otros méritos, no deben ser elegidas, porque no son las más indicadas.

Por eso, cuando tengamos que elegir a alguien para un cargo político cualquiera (alcalde, gobernador regional, congresista, presidente de la república, etc.), preguntémonos si esa persona tiene o no las condiciones para ello, vale decir, si tiene méritos, experiencia, capacidades y cualidades de tal manera que merezca ser elegida para ocupar el cargo.

En el caso de que el cargo sea de alcalde o gobernador regional, cuyo trabajo es gobernar una localidad, cargo que requiere de responsabilidades individuales y grupales, debemos extender las mismas preguntas a toda la agrupación de la que forma parte: ¿Qué mérito tiene este grupo político para que merezca

19 Una expresión que viene al caso es que no se le puede pedir peras al olmo. ¿Qué podemos pedirle por ejemplo a una persona elegida como parlamentario si todo el tiempo sólo se ha dedicado a los negocios? ¿Tendrá interés en elaborar leyes importantes para el servicio de todos? ¿Tendrá la mínima idea para hacer esas normas? ¿Estará interesado en hacer leyes para beneficiar a la gente más que en su propio negocio? ¿Estará más interesado en la gente que en sacar provecho de los negocios ajenos haciendo lobby?

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ser elegido? ¿Qué historia tiene? ¿Qué éxitos ha tenido? ¿Qué lo caracteriza? ¿Cuenta con gente capaz, con los méritos necesarios? De ganar las elecciones, ¿qué nos garantiza que hagan un buen gobierno, y gobiernen para el beneficio de todos?, etc.

En municipalidades de distritos o provincias pequeñas, con poca población, el trabajo del alcalde es lo más importante, porque es lo que más se destaca y se ve. Por tanto, el éxito o fracaso de estos gobiernos locales depende mucho del papel que cumpla esta autoridad. Pero cuando el tamaño de la localidad es grande, si bien el trabajo del alcalde sigue siendo fundamental y decisivo por ser cabeza y responsable principal del gobierno, también es fundamental e imprescindible el trabajo de todo su equipo: de sus regidores, asesores, y gerentes, que dirigen el gobierno.

Entonces, sea grande o pequeña la población, sea pequeña o grande la localidad, el éxito o fracaso de un gobierno será responsabilidad de la autoridad y de su equipo de gobierno, y sobre todo de la autoridad principal porque ésta da siempre la dirección política, ejerce el liderazgo en la localidad, escoge a su equipo de trabajo y toma la última decisión20 en el gobierno.

20 Por ejemplo en el caso de un gobierno municipal, la ley orgánica de municipalidades 27972, señala que el alcalde tiene la función ejecutiva en la municipalidad. Ver la larga lista de atribuciones (más de 30) que señala el artículo 20 de la citada ley.

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2 Credibilidad

Es la cualidad de ser creíble. La credibilidad de una persona es la confianza que tenemos en ella por dos razones: 1) cumple su palabra, hace lo que dice, cumple lo que promete; y 2) demuestra en los hechos que es la persona que dice ser; es auténtica. En términos simples, la credibilidad es la confianza en alguien porque siempre dice la verdad y porque siempre es leal a la verdad

La persona que tiene credibilidad generalmente no habla ni se ufana de sí misma, de sus cualidades, de sus méritos, de sus logros personales, diciendo soy así o yo soy asá, o yo siempre digo la verdad, etc. Él no se ensalza; son los demás los que reconocen sus capacidades y sus méritos y lo elogian o destacan lo que es; lo otros hablan bien de su persona, no él.

Una persona, un candidato o un político, tiene credibilidad cuando la gente le tiene confianza; cuando está segura de que siempre dice la verdad, que no miente. Tener credibilidad es lograr que los demás confíen y tengan la seguridad de que esa persona hará las cosas que tenga que hacer cuando llegue la oportunidad.

La confianza o credibilidad se construye durante toda la vida; no surge por un acto o por un conjunto de actos, ni por una ocasión u oportunidad. Tampoco se logra en un día, una semana o en un año; la confianza es parte de la vida de una persona, es parte de su personalidad, de su trayectoria, de su vida, de su modo de ser. Es una cualidad intrínseca de su conducta.

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Se confía en alguien cuando cumple su palabra. Cuando no miente. Cuando siempre dice la verdad21. Cuando hace lo que promete. Cuando no falla. Cuando cumple los compromisos que ha asumido aunque signifiquen pérdidas, privaciones, peligros y sacrificios.

El candidato creíble no esconde nada, dice lo que es, lo que ha hecho y confiesa los recursos que tiene sin ocultar nada.

Actualmente la confianza entre personas casi ya no existe. La gente no cree en nadie, menos en los políticos22. Tampoco cree en las leyes, ni en documentos ni actas, ni en las instituciones23. Las personas mienten con una espantosa facilidad en su vida diaria24 . Parece que nos hemos especializado en la mentira. Parece que mentir fuera parte intrínseca de nuestra vida. Los políticos, más que ningún otro, les han hecho un enorme daño a los pueblos y a todo el país con sus mentiras y promesas

21 No significa que se asemeje a un Cristo diciendo la verdad; no pretendemos hallar una persona igual a Cristo. Pero decir la verdad es una cualidad intrínseca de su persona, que define su personalidad, porque siempre tiende a decir la verdad, a no ocultar, negar o tergiversar los hechos y las cosas. La mentira es una carga pesada a su conciencia, lo hace sentirse muy mal. Por eso dice siempre la verdad. El candidato que tiene asomos de mentiroso, va a ser siempre mentiroso. Si no pide perdón, será peor todavía. El que algo esconde, oculta o tergiversa ya no es hombre confiable. No es tampoco confiable si se le acusa de corrupción, aprovechamiento personal, etc., y él hace todo lo posible por ocultarlo. No sirve para autoridad, porque tarde o temprano fallará, volverá a ser el mismo de siempre pasada la campaña. Si la población le da la confianza votando por él, los que confían en él cometen un grave error. 22 Los políticos son sinónimo de mentirosos y corruptos. De cada 100 personas, 71 (71%) consideran que los políticos son los más corruptos en el Perú. Ver la VIII encuesta sobre la percepción de la corrupción en el Perú. Lima, agosto del 2013, pág. 23. PROETICA. http://www.proetica.org.pe. 23 Por ejemplo, el Congreso, la Policía, el Poder Judicial, las municipalidades y gobiernos regionales son considerados las instituciones más corruptas del país. PROETICA, documento citado, pág. 25. 24 ¿Acaso no oímos en las conversaciones cotidianas: mañana te llamo, préstame y mañana te devuelvo, mañana te pago sin falta, mañana lo hago, etc.?

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incumplidas25; y nos va a costar mucho tener que superarlo. Por eso, la gente ya no cree en las palabras: quiere ver hechos y a veces ni siquiera cree en los hechos26. Porque muchas veces resultan siendo apariencias engañosas.¡Qué lejos estamos de aquellos tiempos en que la sola palabra bastaba para confiar, en que la palabra era ley! ¡Cuanto extrañamos la palabra de honor!

Por eso necesitamos políticos con credibilidad, personas en quien confiar, es decir nuevos políticos.

Cuando se trata de elegir a alguien para un cargo, para elegir mejor debemos de hacernos preguntas como estas:

¿Cuál es la característica que define su vida: siempre miente, siempre dice la verdad?

¿Siempre habla de sí mismo, de su vida, de sus logros, de lo que es? ¿Se ensalza él solo?

¿En su vida cumple lo que dice? ¿Siempre?

¿Lo que dice de sí mismo corresponde a la realidad?

¿Es una persona que mantiene la palabra empeñada y la decisión tomada, o es voluble y cambia de opinión y de decisión según las conveniencias?...

Lo aplicable a la persona también se aplica a la organización política a la cual pertenece el candidato.

25 Recalcamos: El político mentiroso (¿existe alguno que no lo sea?) le hace un enorme daño a su población, porque es una persona pública y está siempre en la vitrina, expuesto a los ojos de todos, todos los días de su gobierno. Si la autoridad política miente, si no cumple sus promesas por ejemplo, ¿acaso no es una pésima señal para todos, sobre todo para los niños y jóvenes? El político mentiroso o corrupto es un pésimo ejemplo para la sociedad. 26 Cuántas veces escuchamos la expresión: no lo creo ni viéndolo, no te creo ni viéndote.

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3 Honestidad

La honestidad es sinónimo de honradez. La honradez es el respeto a los bienes, ideas y cosas ajenas. Significa no apropiarse ni aprovecharse de lo que no le pertenece, sea de familiares, instituciones, empresas, organizaciones, del Estado (públicas) o de otras personas.

Ser honesto implica también cuidar las cosas ajenas que están bajo su responsabilidad. Significa no utilizarlas en provecho propio, de familiares, amigos, socios, y de todo aquel que no le corresponde. Significa utilizarlas bien, para los fines que están previstas o destinadas, en bien de aquellos a los que les corresponde.

El individuo honesto u honrado lo es todo el tiempo y en toda circunstancia: en público y en privado, estando solo y estando ante los demás, cuando lo ven y cuando no lo ven, en lo que se conoce de su vida y en lo que no se conoce. No es honesto solamente en apariencia, en público, mientras lo ven, y ladrón a escondidas.

La honradez es también una cualidad intrínseca de la persona que es honesta. Porque es honesta toda su vida; en su diario vivir prevalece siempre la honestidad. La honestidad es un principio que guía su vida. Al honesto le asquea el robo y la corrupción. No existe compatibilidad de su vida con esas lacras sociales.

El honesto toma para él lo que le corresponde de acuerdo a ley o a los criterios aceptados por todos, o a conciencia, ni un céntimo más ni una pizca demás. Porque quien es honesto respecto a las cosas pequeñas, también lo es con las cosas

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grandes; y quien es ladrón con lo pequeño, con lo grande también lo es. El que es ladrón le roba a su familia, a su empresa, a su institución, a todos.

La realidad nos presenta el espectáculo indignante de autoridades acusadas de ladronas y corruptas; culpadas de utilizar el poder, el dinero y los recursos públicos para beneficio propio, de familiares, amigos o de cómplices. La justicia está llena de juicios y denuncias al respecto27.

Decir que no importa que una autoridad robe pero que haga obras es signo de la enorme crisis moral que nos abate. Es optar por el conformismo y la tolerancia al robo con tal de ver que una autoridad y su gobierno hacen “algo”. Es aceptar la convivencia de un poquito del bien en medio del reino del mal. Es la compensación que se espera de una autoridad que se cree entra para beneficiarse antes que para trabajar por el bien de los demás. Es la alternativa última que queda para la gente que percibe que la sociedad y el gobierno están podridos por la corrupción y el robo. Implica también la certeza confirmada de que toda autoridad roba. Pero esta tolerancia es suicida, letal,

27 Desde años atrás existe una larga lista de autoridades o ex autoridades en todo el país acusadas, denunciadas, enjuiciadas o condenadas por malos manejos de los recursos públicos o por el uso del poder y favoritismo en beneficio de particulares. Por ejemplo, han sido acusados ante la justicia los ex presidentes Alberto Fujimori; Alan García y Alejandro Toledo; congresistas como José Anaya el “comepollo”, Miguel Urtecho (desaforado y condenado); presidentes regionales como Yván Vásquez Valera ex presidente regional de Loreto, César Álvarez, ex presidente regional de Áncash, Gregorio Santos (¿culpable o preso sólo por motivos políticos?), ex presidente regional de Cajamarca; ex alcaldes como Guillermo Chino Mori, de Mamantay en la Región Ucayali, José Arias Chumpitaz, de Asia, en la Región Lima, Raúl Rado Lazo, de la provincia de Canas en la Región Cusco, Leandro Pérez Ocas de Namora, en la región Cajamarca, Luis Castañeda Lossio, de la provincia de Lima, etc. Ver diarios El Comercio del 7 de junio, y 11 y 25 de octubre del 2013; La República del 23 de mayo y 1 de octubre del 2013; Peru21 del 17 de setiembre del 2013; y Panorama Cajamarquino, del 28 de octubre del 2009.

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porque sienta las bases para una sociedad enferma y que camina directamente al despeñadero.

Por eso, cuando se trata de elegir a quien va a ser la autoridad, ya sea alcalde, regidor, gobernador regional, parlamentario, presidente de la república, etc., para elegir mejor debemos hacernos, entre otras, las siguientes preguntas:

¿Se le conoce más por honrado o por ladrón? ¿Cuál es la característica que más lo identifica?

¿Cómo maneja las cosas ajenas? ¿Tiene la costumbre de apropiarse de las cosas que no le pertenecen?

Cuando ha tenido dinero o cosas bajo su cargo y responsabilidad, ¿los ha manejado honradamente? ¿Ha dado cuenta sin tergiversar o adulterar nada?

Las propiedades que tiene, como terrenos, casas, vehículos, etc., y el dinero que posee, ¿los ha conseguido con su trabajo y su esfuerzo, o robando, coimeando, haciendo trampa, fruto de favores, apropiación ilícita o de otras fuentes ilegales?...

¿En su trabajo ha sido honrado, o ha sido acusado de ladrón, estafador y manilargo?

Si ocupó algún cargo en el que manejó dinero o bienes, ¿incrementó su patrimonio de manera sospechosa?, ¿dio cuenta de sus ingresos y de sus gastos personales de manera transparente y sin tergiversar nada antes, durante y después de haberlo ocupado? ¿O al menos ha permitido que lo fiscalicen sin reservas, represalias, temores ni enojos?

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Los cargos que ha desempeñado, ¿los ha obtenido por méritos propios, por recomendación, por favores políticos, o por qué otros motivos?

¿Suele gastar en cosas personales el dinero que otros le encargan para administrarlo? ¿Utiliza las cosas ajenas para su uso personal o de sus allegados?

¿Suele pasar sus gastos personales como gastos a cuenta de la entidad, empresa u organización para la que trabaja?

¿Ha procurado su beneficio e interés personal antes que el beneficio de todos?

¿Hace todo lo posible por ganar más aunque el trabajo que desempeña no se lo merece?

¿Siempre actúa movido por el dinero antes que por el trabajo a realizar?...

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4 Liderazgo

Tener liderazgo significa ser líder.

El líder es un ciudadano como cualquier otro; y no se considera ni más ni menos que los demás.

La diferencia es que el líder tiene cualidades sobresalientes, que no tiene cualquiera. Son cualidades naturales, espontáneas, propias de la persona, que casi siempre afloran desde la niñez; y que generalmente no se adquieren ni con el estudio ni con el esfuerzo, pero sí se mejoran y se perfeccionan mediante estos medios y sobre todo con la práctica.

El líder es líder porque vislumbra el futuro adónde ir y adónde llegar; porque visualiza el camino y el horizonte a seguir; tiene carisma y don de gentes y mueve a los demás hacia grandes ideales, proyectos y acciones. Tiene mucha imaginación, mucho olfato e inteligencia. Siempre se adelanta a los demás, de manera que descubre lo que otros no ven y ve lo que otros tardan en ver. Además, un líder es líder porque es honesto, tiene credibilidad y genera confianza; porque siempre despierta e infunde entusiasmo y aliento en la gente; porque tiene grandes virtudes pero al mismo tiempo es sencillo; porque su palabra tiene fuerza y poder, e infunde respeto y autoridad; porque su presencia y su palabra motivan, entusiasman, alientan, animan, y son como un imán, pues movilizan y atraen a la gente hacia fines lícitos y superiores. Un líder es líder porque busca la novedad, lograr cosas nuevas y mejores, aunque impliquen peligros y riesgos. El líder también es un líder porque siempre busca el bienestar de todos; y siempre da el primer paso para

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lograr lo que él cree necesario y bueno para todos; y porque quiere llegar más allá y más lejos que los demás…

El líder jamás decide solo. A veces tiene la idea, la solución al problema, pero consulta y promueve la participación de todos para tomar decisiones y para hacer las cosas bien. Si decide solo y además busca su propio beneficio ya no es un líder. Para el líder, la gente es su fuerza, su respaldo, la razón de ser y lo más importante. Actúa con la gente y para la gente, no en reemplazo de la gente, ni contra la gente. Por eso es un líder y no un caudillo o un simple jefe.

El líder demuestra su carácter de líder ante los problemas y casos difíciles y no actúa ni habla ni se enoja por pura emoción, por impulsos del momento ni por chismes. El líder antes de hablar y de tomar una decisión y actuar, piensa, se involucra en el tema, consulta e investiga primero.

El líder es líder porque es capaz de olfatear el momento oportuno y la ruta precisa para ir por el camino correcto hacia la conquista del gran objetivo, del gran ideal. Es líder también porque encabeza y ejecuta las decisiones, las que una vez tomadas se siguen hasta el final, asumiendo responsablemente todas las consecuencias.

El líder mira el objetivo, el ideal, la meta, y va tras ello. Pero también mira el camino y los pasos que se tiene que dar. Si no hay ideal, no se sabe adónde se va, no se sabe adónde se va a llegar; pero si no se mira el camino por donde va a ir, tampoco se puede llegar. El camino y la meta son inseparables para un buen líder. Y el ideal y su realización también.

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El verdadero líder jamás se considera dueño de la verdad; al contrario, se esfuerza para que la verdad se abra paso y se imponga en todo momento. Tampoco le gusta ser el centro de la atención; porque para él lo más importante es la meta, y sólo quiere ser un peón que contribuye al logro del ideal. El verdadero líder hace participar a los nuevos líderes y a la gente; sabe que él no puede hacerlo todo en la vida. Por eso promueve líderes jóvenes; les enseña y transmite sus experiencias para que llegado el momento tomen el timón y se hagan cargo del barco y sigan la ruta. Porque él sabe que no es eterno, ni el Cristo, ni la persona insustituible ni imprescindible del pueblo y de la historia.

El líder siempre promueve, hace todo lo posible y apuesta por la unidad; no genera ni alienta el divisionismo, porque eso debilita a la organización, a la masa, al pueblo y le impide lograr la meta y el ideal.

El líder actúa con valentía, asumiendo los riesgos y sacrificios, sobre todo ante los problemas difíciles. Sabe que si no se toman las decisiones, si no se arriesga, jamás se logrará cruzar el río, ni él ni los pueblos. Sabe que muchas cosas en la vida de una persona y de la humanidad se han realizado tomando decisiones y exponiéndose a los riesgos que implica estar a la vanguardia y dar el primer paso y seguir el nuevo camino. La humanidad no avanzaría sin los riesgos y sacrificios que asumen los líderes, los inventores, los genios, los científicos, los héroes…

El líder considera que el fracaso es una posibilidad que suceda cuando se actúa, pero si sucede, lo considera como una oportunidad para aprender y corregir. No se pone a llorar, a lamentarse o buscar culpables ante esta situación. Está ahí para

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dar ánimo, para motivar y arengar a la gente a levantarse y seguir adelante. Siempre es positivo y optimista. Tiene sus principios, pero siempre tiene la mente abierta para recibir y escuchar diferentes ideas y opiniones. Es más, promueve y alienta el debate, necesita que otros expongan sus ideas, aunque sean contrapuestas, porque es la única manera de hallar la verdad, de fortalecer la unidad y el compañerismo, de tomar la mejor decisión y de seguir el camino correcto. Asume las críticas más acerbas, pero no se deja amilanar por estas, ni se entretiene en minucias ni en pequeñeces, sino que se siente más motivado e impulsado a seguir adelante.

Un líder jamás busca su propio interés. Tampoco actúa por interés al dinero, a los cargos o a las cosas materiales y efímeras. No está tratando de acomodarse ni acomodar a su familia28, parientes, socios o amigos. Jamás se desvela por conseguir y acumular riquezas. No es eso lo que lo motiva a actuar y lograr los objetivos.

El líder no se aferra jamás a las cosas materiales, ni a los cargos, porque considera que son pasajeros, efímeros y propios de los hombres vulgares y comunes. Siempre tiene en mente un ideal que lo motiva, lo llena, lo emociona y lo mueve. Siempre actúa impulsado por un ideal, por principios y por los más altos valores morales. En el ideal está su fuerza y su vida. No se

28 La diferencia es que con su esfuerzo y su trabajo atiende primero a su casa y busca el bienestar de su familia. Todo líder debe estar en relación perfecta con su familia, como buen ciudadano. Para que esté bien con los demás, debe demostrar que se lleva bien con su familia, que es un buen padre, un buen esposo, un buen hermano, etc. No significa abandonar y dejar de lado a su familia y dar prioridad a las causas sociales, a los demás. El líder aplica el principio que dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo; amando a las demás familias como a la suya propia. El líder trabaja por unos y otros al mismo tiempo. Un líder que no está en condiciones de atender a su familia no es un buen líder. Si se va a dedicar más a los demás, sería mejor que no tenga familia.

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detiene en pequeñeces; su mira está puesta en lograr objetivos, ideales. No busca sobresalir ni ser el protagonista de cosas y de hechos; quizás lo único que busque sea trascender en la historia, en la posteridad. Se asemeja al Quijote, jamás a Sancho Panza.

Jamás veremos a un líder culpable y acusado de ladrón, de corrupto, de inmoral, o de cosas parecidas y repudiables. Eso es incompatible con su forma de ser y su vida. Puede ser calumniado e incluso encarcelado, porque enemigos siempre los va a tener.

Un líder jamás vive tranquilo cuando existe injusticia, desigualdad y pobreza. Tampoco vive en la rutina, la indiferencia, la pasividad e inercia. Es un permanente inconforme. Busca lo nuevo y lo superior, lo bueno y lo mejor para todos. Busca arrancar las raíces del mal que agobia a los pueblos y a la humanidad.

Un líder no es líder sólo porque habla bien; es líder de palabra y de hechos, y sobre todo de hechos. Siempre piensa y siempre actúa. No lloriquea, ni busca culpables antes los problemas y dificultades, sino busca y plantea alternativas y soluciones, y se da a la imperiosa tarea de hacerlos realidad, de ejecutarlos.

Un líder hace lo que piensa. Es el primero en hacer lo que piensa. No manda ni da órdenes a otros para que hagan las cosas que él piensa, cree y decide. Él da el primer paso y toma la delantera. Siempre.

Quizás no existan líderes perfectos ni en el Perú ni en ninguna parte del mundo. Pero siempre habrá hombres y mujeres que se parezcan o se acerquen al tipo ideal de líder que necesitamos y queremos.

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Por eso, cuando evaluemos a un candidato o aspirante a alcalde, regidor, gobernador, parlamentario, presidente, etc., para elegir mejor debemos hacernos preguntas como estas:

¿La persona que quiere ser autoridad es un líder? ¿O es un caudillo, un ambicioso, un arribista?

¿Qué lo motiva a ser autoridad? ¿Ideales, intereses, conveniencias?

En su vida, ¿se mueve por motivos plausibles, por ideales; o por dinero, cosas y cargos?

¿Toma decisiones de manera apresurada y solo, o se da tiempo para hacerlo en el momento preciso y con las personas involucradas, con el pueblo? ¿Cómo actúa en estos casos?

¿Se deja llevar por rumores y chismes o investiga y clarifica las cosas primero? ¿Reacciona inmediatamente sin estar seguro de la verdad?

¿Tiene capacidad de convocatoria? Es decir, cuando convoca para hacer algo, ¿la gente acude a su llamado? ¿Mueve gente por sus ideas, por sus cualidades personales? ¿O la gente acude sólo por que tiene dinero, o cuando paga o regala cosas?

¿Es una persona que tiene empatía y carisma? ¿Es una persona de principios y valores? ¿Perdona y

sigue adelante, o es vengativo? ¿Es una persona sencilla? ¿Cómo se comporta cuando

tiene dinero u ocupa algún cargo? ¿Siempre es el mismo o se vuelve orgulloso, autoritario y pedante?

¿Valora a los demás por el dinero, o por sus cualidades personales y valores morales?

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¿Es capaz de aparecer con las respuestas más admirables y grandiosas en las situaciones difíciles?

¿Tiene visión e imaginación y es capaz de vislumbrar el futuro?

¿Es un soñador, un ilusionista? ¿Sus ideas y propuestas son realizables y alcanzables?

¿Busca soluciones? ¿Sólo habla? ¿Sólo critica? ¿Sólo busca culpables? ¿Piensa y actúa?

¿Toma siempre la iniciativa? Cuando plantea una idea, ¿él mismo es el primero en ejecutarla? ¿O siempre ordena y espera que otros la ejecuten?

¿Se interesa por el bienestar de la gente, o siempre prefiere el bienestar de su familia, de sus allegados y de sí mismo?

En la práctica, ¿se solidariza con los pobres y afectados? ¿O es pura palabrería y sentimentalismo lo que dice?

¿Es positivo y optimista, fuerte, valiente y decidido al enfrentar los problemas, emprender una acción y lograr algo?

¿Las decisiones las toma solo, con su familia, con su grupo, o con todos los involucrados? ¿Cuál es la característica principal que lo define?

¿Se reúne más con la población o más con la gente de dinero y poder? ¿A quién toma más en cuenta? ¿A quién sigue y obedece?

¿Está con el pueblo en las buenas y en las malas? ¿Acude para ver qué se puede hacer en las situaciones difíciles?

¿Cómo ha sido generalmente durante su vida en estos aspectos?...

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5 Propuesta

La propuesta es el objetivo, el plan, el programa de gobierno; en términos sencillos, es lo que se propone hacer y lograr un candidato y su grupo político si llega al gobierno nacional, o regional, o municipal. Es la política que va a implementar. Son las obras, los proyectos, las acciones, los hechos, las disposiciones (leyes, decretos, ordenanzas, etc.), las decisiones que tiene previsto realizar…

La propuesta es el conjunto de promesas que el candidato ofrece durante su campaña. Son “sus ofrecimientos”; la “oferta electoral” que predica.

Para que la propuesta sea mínimamente seria y creíble tiene que basarse en la realidad, en el diagnóstico de la situación del distrito, provincia, región o país para la cual está dirigida. La propuesta tiene que ser un conjunto de alternativas o respuestas contundentes, realizables, novedosas e imaginativas a los problemas, necesidades y potencialidades de la población. Y debe estar expresada en cantidades, en metas, y no ser sólo frases, en anuncios y generalidades. Además de estar dirigida a solucionar los problemas, la propuesta debe buscar el bienestar duradero y el desarrollo permanente y sostenible de todos o de la mayoría de la población. Siempre29.

29 Algunas autoridades cuando llegan al poder, debido a que no tienen propuesta ni visión ni rumbo, hacen las cosas según las necesidades del momento; actúan bajo el impulso de lo que venga, de lo que le exigen, actúan según las necesidades del día a día, y no pocas veces según las presiones de las personas y de los grupos más influyentes que casi siempre actúan emparentados con la prensa. Gobiernan para el aplauso momentáneo, para la encuesta, para la opinión del día simplemente. Son como las olas o como hojas que el viento las lleva de acá para allá.

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Además, una propuesta seria tiene que haber sido elaborada con la participación de la población30 y no sólo del candidato o de un grupo de “expertos”, “conocedores”, “asesores”, “doctos” o “sabios”. Una propuesta elaborada sin participación de la población siempre será ajena a la realidad y a la población misma, por más buena que parezca. La propuesta necesita tanto de la participación de la población como de los “expertos” que le dan una visión amplia, imaginativa y de largo alcance, pero sobre todo de la población para que sea sólida y firme, y para que tenga el compromiso de ésta y se pueda realizar.

La propuesta tiene que reflejar y ser la expresión de las necesidades, intereses y propuestas de la población, y de la dirección en que va el desarrollo. Tiene que reflejar lo que la población quiere, busca y adonde apunta su desarrollo. Si no es la expresión del interés de todos al menos debe ser de la mayoría. La propuesta tiene que apuntar a construir un mejor futuro para todos; además, no debe buscar solamente el bienestar o bonanza para un periodo de gobierno o unos cuantos años. Debe construir las bases para un desarrollo permanente y sostenible, que asegure el bienestar de todos en el futuro, y así contribuir al bienestar del mundo entero.

30 Existen diferentes maneras de hacer un diagnóstico y una propuesta, porque hay diversas maneras de investigar sobre la realidad de la población, sus problemas, sus intereses y propuestas, así como existen diferentes maneras en que la población puede participar en el diagnóstico y expresar sus propuestas: puede ser haciendo entrevistas individuales y grupales a personas conocedoras y respetables dentro de la población, a las autoridades o ex autoridades locales como tenientes gobernadores, alcaldes vecinales; entrevistas a representantes de organizaciones sociales de base; talleres de discusión en diferentes lugares y con pequeños grupos que estén dispuestos a ello; etc. También sirven los documentos como diagnósticos y planes de desarrollo que se han realizado y elaborado previamente, etc. Por cierto que este trabajo no es de un día ni de una semana, sino requiere cierto tiempo y cierto nivel de planificación.

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La propuesta tiene que ser la fuerza que le da vida y realce al candidato, a la organización política y a la población que al conocerla la puede considerar y asumir como suya. Una propuesta de esta naturaleza puede despertar entusiasmo, expectativa y unidad en la población. Es la razón de ser del candidato y su grupo. Y de la población cuando la hace suya.

Lo que sucede es que si miramos a las organizaciones políticas, a los candidatos y a las campañas electorales, resulta que sus propuestas o promesas ya no tienen sentido. No sirven. No tienen ninguna importancia. Son cualquier cosa, son sólo palabras, papeles, documentos, mentiras. No despiertan ningún interés, ni la gente les toma importancia, porque ya no cree en las propuestas, ni cree en los candidatos. Porque los candidatos y las organizaciones políticas sólo las han elaborado para decir que tienen propuesta o para inscribirse y cumplir con la ley electoral 31 . Nada más. La historia ha demostrado que las propuestas y promesas no han sido cumplidas casi por ningún candidato que fue elegido. La mayoría de los que llegaron a ser autoridades resultaron unos mentirosos y miserables traidores, que tiraron a la basura o se olvidaron de las promesas y propuestas e hicieron cosas distintas en beneficio propio, de

31 La ley de elecciones regionales, Ley 27683, artículo 12, exige que una lista de candidatos a la región debe presentar una propuesta de plan de gobierno; lo mismo señala la ley de elecciones municipales, Ley 26864, artículo 10, punto 4. En la realidad, no solamente la población y los candidatos no le dan importancia a los planes. Soy testigo de que muchos alcaldes realizan su gestión sin planes de gobierno y sin planes de desarrollo; no los necesitan. Actúan según su propia voluntad y criterio, y según las conveniencias electorales; se hacen importantes y demuestran que tienen poder haciéndose de rogar para atender, y atendiendo o no atendiendo a los pedidos y súplicas de la población. Muchas autoridades municipales, por ejemplo, tienen planes de desarrollo, pero sólo lo tienen como instrumentos de adorno, que ocupan espacio en sus anaqueles. Los utilizan sólo cuando les piden para mostrarlo, o cuando es requisito para conseguir financiamiento, pero no lo utilizan como guía de su gestión.

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familiares, compinches o de grupos de poder y dinero. Esa ha sido la gran calamidad.

Para cambiar esta historia y elegir mejor, debemos hacernos las siguientes preguntas respecto a los ofrecimientos que hacen los candidatos:

¿Lo que propone el candidato y su grupo político es lo que realmente la población quiere, necesita y le interesa para su bienestar? ¿Las propuestas reflejan sus necesidades e intereses? ¿Están expresadas en cantidades? o ¿sólo son anuncios y promesas generales?

¿A quiénes van a beneficiar esas propuestas? ¿Al candidato, a su familia, a unos cuántos, a un grupo o a una clase social, a todos?

¿Adónde nos pueden llevar esas propuestas si se hicieran realidad? ¿Al bienestar o desarrollo duradero, al fracaso, o al pan para hoy y hambre para mañana?

¿Las propuestas planteadas es lo que realmente se debe y se tiene que hacer? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas si se ejecutan?

¿Las propuestas planteadas se podrán realizar o son simples sueños, ilusiones y meras palabras? ¿Se harán en un solo periodo de gobierno o requieren más años?

¿Cómo, con qué recursos, con quiénes y cuándo se pueden realizar?

¿Cómo se han elaborado esas propuestas? ¿Se ha investigado? ¿Quiénes las han hecho? ¿Ha participado la población interesada? ¿O al menos se ha tomado en cuenta lo que la población quiere y necesita?

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¿Quiénes están interesados y entusiasmados en que esas propuestas se hagan realidad? ¿Todos, la mayoría, unos cuantos?...

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6 Pertenencia a una organización, e historia política

La pertenencia a una organización significa pertenecer o formar parte de una organización política de nivel nacional, regional, provincial o distrital. Lo ideal es que esta pertenencia sea por convicción y no por interés o conveniencia.

La historia política de una persona o de un candidato es la relación, el camino, tránsito e involucramiento con la política, es decir con las organizaciones políticas, con las elecciones, con el gobierno y con el poder.

Quien pertenece a una organización política se identifica con ésta, y conoce, acepta y cumple sus principios y valores. Y también cumple sus estatutos y reglamento como cualquier otro miembro. Esto es lo ideal, lo que debería de ser.

La organización política por lo general tiene una visión de la realidad y una propuesta de qué hacer ante ésta, que todos los miembros la aceptan y la comparten.

Quien es parte de una organización política tiene iguales deberes y derechos como cualquier miembro, y jamás es más o menos que otro, ni está por encima ni por debajo de cualquier otro de sus compañeros. Tampoco se considera por encima de quienes no pertenecen a su organización. Esto es también lo ideal.

Quien es parte de una organización política sabe que toda organización busca ganar las elecciones y tener el gobierno y el

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poder político para ejecutar su propuesta política y lograr sus intereses32.

La diferencia entre lo ideal y lo real es que una organización política ideal no busca el beneficio personal de sus integrantes ni beneficiar a personas o grupos perjudicando u olvidándose de la mayoría de la población. La organización política ideal busca el beneficio de la mayoría, o si es posible de todos. Pero en la realidad las cosas son diferentes.

En una organización política ideal no existe diferencia entre fundadores y demás integrantes. Todos tienen los mismos derechos y deberes. Todos tienen igual consideración, aunque sí diferente función.

Este perfil ideal, tanto de la organización política como de sus miembros o integrantes, es muy diferente a lo que se da en la realidad. Veamos.

Salvo excepciones, en estos últimos tiempos la mayoría de gente que funda organizaciones políticas, ya sean partidos políticos nacionales o movimientos regionales, provinciales o distritales lo hacen con un interés personal, pensando en su provecho propio y en sus intereses. Piensan en solucionar sus problemas personales, en hacer negocios, en ganar dinero, en enriquecerse, y en salir de pobres. La política para éstos es un negocio para sacar provecho 33 . Es un medio para conseguir poder e

32 La propuesta y los intereses, si bien es lo que una organización expresa y plantea, puede ser la expresión de personas o grupos sociales (como grupos de poder económico, etc.) que están detrás, o bien puede ser la expresión de los auténticos intereses de la gran mayoría de la población. 33 La lógica del sistema económico vigente es de la utilidad y el beneficio individual. Esta lógica lleva a razonar y creer a muchos candidatos y políticos que todo o casi todo en la vida es negocio y por tanto todo reporta ganancias. Algunos hasta creen que en este contexto, en

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influencias, dinero y cosas materiales, y demás beneficios particulares. A nivel nacional, es utilizada también como un instrumento para implementar, mantener, profundizar y afianzar el modelo económico y el sistema social, aunque éste sea desigual e injusto.

Sin embargo, cuando los políticos hacen su campaña siempre dicen que van a trabajar por el pueblo, por los más necesitados, y que siempre han estado y estarán al lado del pueblo. Hablan y prometen lo que la gente quiere escuchar. Incluso se visten, se disfrazan, comen, beben, bailan, hablan, oran y se comportan como la gente del pueblo. Algunos dicen que proceden del pueblo, que han sido pobres y conocen la miseria y el sufrimiento del pueblo más que ningún otro por propia vivencia. Otros se esfuerzan por mostrarse como los pobres, como la mayoría de la gente, distintos a lo que son. Sólo en estas épocas hacen estas cosas, sólo en campañas políticas tienen este comportamiento. Se muestran falsos, disfrazados, hipócritas. Así tratan de llamar la atención, y ganarse el sentir, la preferencia y el voto de los ciudadanos. No revelan sus intereses ni sus verdaderas intenciones en esos momentos. Sus verdaderas intenciones están ocultas detrás de todas esas apariencias. En circunstancias electorales se muestran como grandes hipócritas. Pero basta darle una mirada a su vida; o ver su comportamiento, sus gestos, sus actos, su actitud y sus acciones en su vida diaria, cuando no están en campañas políticas, cuando nadie los ve, o cuando no están ante las cámaras de televisión y la prensa. Su verdadera faz y su

este sistema liberal, considerar a la política como un negocio es normal, y no actuar en esta lógica es más bien antinatural, anormal o tonto…

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verdadera naturaleza se conocen revisando su vida. Se muestran tal y como son cuando no hay elecciones, cuando no están en campaña y cuando no son candidatos. Se muestran tal como son sobre todo cuando ganan las elecciones y se convierten en autoridades. Ahí se los conoce en su desnudez, y cómo realmente son toda su vida: vanidosos, miserables, mentirosos, angurrientos, ególatras, despectivos, racistas, patanes, corruptos34... ¿Acaso existe algún candidato que nos muestre lo contrario? ¿¡Acaso hay al menos uno!?

Por otro lado, hay muchos candidatos que son candidatos de ocasión, porque entran a la política a probar suerte. Quieren ser candidatos y autoridades porque tienen dinero o cierto éxito en los negocios o en otras actividades rentables35 y creen que por eso la gente debe elegirlos. Varios incluso regresan a sus pueblos de origen sólo para las elecciones, para ser candidatos. Estos políticos de ocasión ni siquiera han formado parte ni pertenecen a una organización social del sitio de donde proceden o de donde viven: no han dirigido, por ejemplo, ni siquiera a un club deportivo, o un comité de su barrio, etc. No tienen historia política ni ninguna otra historia digna de reconocimiento. Confunden la política con el negocio. Creen que la política y el negocio son la misma cosa y que las dos sirven para ganar dinero y beneficiarse personalmente. No diferencian entre el negocio y la política. No reconocen que el negocio siempre busca el interés

34 Pepe Mujica, ex Presidente de Uruguay, dice al respecto: “El poder no cambia a las personas, simplemente revela lo que realmente son”. Sin embargo, muchos todavía creen que el dinero y los cargos terminan cambiando a las personas. 35 Por ejemplo, entre otras actividades, en la actualidad el fútbol profesional y la educación universitaria privada en el Perú, se han convertido en rubros económicamente expectantes en los que ciertas personas se han inmiscuido y han formado empresas, y luego han sido candidatos y fueron elegidas autoridades...

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personal; y la política ideal siempre busca el interés colectivo36. Si han logrado algo en la vida, sus logros han sido netamente personales, individuales, para sí mismos. Algunos se creen los mesías o que pueden hacer con la política como hacen en sus vidas y en sus negocios: manejar las cosas solos, decidir solos y beneficiarse solos. Este tipo de gente generalmente no tiene principios ni valores ni ideología política conocida. Es más, algunos dicen que son pragmáticos, que no son políticos, que no son de izquierda ni de derecha, que no se hacen a favor de unos ni de otros y que sólo quieren trabajar por su pueblo… Estas personas son impredecibles antes y después de ganar una elección... Y quizás son los menos indicados para ser elegidos37.

Otros candidatos en cambio son candidatos de toda la vida. Hacen lo posible por estar en la política. Y siempre están en la política; y siempre viven de la política. Siempre están metidos en las elecciones; siempre son candidatos; siempre están ocupando cargos políticos; y siempre están beneficiándose de la política. Cargan una larga historia política que sólo para ellos tiene mérito, pues ellos solos se ensalzan, y sólo ellos creen que son importantes. Con su presencia no permiten que otros políticos jóvenes crezcan y sobresalgan. Se creen imprescindibles en su organización política y en el país, en las

36 El Presidente de Uruguay, Pepe Mujica decía: “Hay gente que adora la plata y se meta en la política. Si adora tanto la plata, que se meta en el comercio, en la industria, que haga lo que quiera, no es pecado; pero la política es para servirle a la gente”. 37 Dentro de este grupo de candidatos de ocasión, están aquellos que buscan ser elegidos porque son colaboradores y dadivosos, pues siempre brindan donaciones y apoyan en fiestas y otras actividades en los pueblos de donde proceden. Muchos de estos logran ser elegidos pero generalmente fracasan, porque no tienen las condiciones para ser autoridades. La población los elige sólo por devolverles el favor. Si estas personas no tienen las condiciones que los cargos políticos requieren, mejor deberían seguir siendo colaboradores, filántropos y dadivosos, porque en este aspecto lo hacen mejor y van a ser mejor estimados, considerados, recordados y agradecidos.

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regiones, en las provincias o en los distritos donde radican o de donde proceden. Sin la política no son nadie. Sin la política languidecen, se mueren; no pueden vivir. No se les conoce otra ocupación ni otra forma de ganarse la vida. Envejecen y mueren en la política, porque es su única “profesión” y su razón de vivir.

Algunos de esos políticos de toda la vida viven pasándose de un partido a otro, de una organización política a otra en cada elección. Se cambian de camiseta política con una facilidad admirable, pues en una elección visten una camiseta y en otra visten otra. Lo hacen sin rubor y sin asco. Con evidente angurria y desesperación. Apenas empieza el proceso electoral buscan arrimarse a las organizaciones políticas y los candidatos favoritos, sin reparar en principios, valores ni en nada. Son siempre así en cada elección. Son tránsfugas sin vergüenza alguna y sin que les crispe los nervios y sin que tengan sangre en la cara. Algunos dicen que no importa la camiseta que vistan, sino que hagan goles38. Parece que su única ideología es la del interés personal, del poder y del dinero. Pero ellos dicen que no cambian, que son buenas personas, los buenos políticos que la sociedad necesita, y que se mantienen en sus principios…

Existen también otra especie que toman a la política como herencia o como algo que viene de casta: se inmiscuyen en la política porque el abuelo, el padre, el tío o los hermanos fueron políticos y tuvieron éxito en las elecciones y la política. Su único mérito es ése: ser parientes de ese político relativamente

38 En el distrito de La Encañada, en Cajamarca, en cierta ocasión estuve presente en un debate entre candidatos a la alcaldía distrital. A uno de ellos le preguntaron por qué en cada elección siempre participaba por un partido distinto, a lo cual éste respondió:”Un buen jugador un año está en Alianza Lima, otro año en Cristal, otro en Universitario… Lo contratan porque es buen jugador y porque hace goles, no por otra cosa”. Por supuesto que este señor ganó las elecciones en esa ocasión y fue dos veces alcalde de ese distrito…

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exitoso. Y por esa única razón se ponen de candidatos, se inmiscuyen en la política y buscan ser elegidos. Y cuando son candidatos, más promocionan al pariente exitoso que a sí mismos, porque se sienten que no son nada sin éste. Como si se heredara o transfiriera las cualidades políticas.

Por otro parte, dentro de las organizaciones políticas no existe igualdad, sino grandes diferencias entre fundadores 39 , militantes40 e invitados41. Porque una organización casi siempre tiene fundadores, militantes, e invitados. En cambio los simpatizantes 42 son un conglomerado diverso, donde está cualquier persona, sean electores o no electores, gente externa a la organización, que se arriman al grupo y sólo aparecen en las elecciones y a quienes sólo se les toma en cuenta para las campañas electorales y para que den su voto.

39 El fundador o fundadores es la persona o las personas que hacen todas las gestiones y todo lo necesario (eligen el nombre, compran el quid, ven la recolección de firmas, hacen los estatutos, etc.) para la fundación de la organización política, y sobre todo son los que ponen la plata para los gastos que el proceso requiere. 40 Militante es el ciudadano que está inscrito formalmente como miembro y parte de una organización política. La mayoría de éstos suelen tener carnet cuando se trata generalmente de un partido o movimiento político de cobertura nacional o regional. No debe confundirse militante con los adherentes que las agrupaciones políticas buscan para lograr las firmas requeridas para inscribirse ante el Jurado Nacional de Elecciones JNE en Perú. 41 Invitado es cualquier persona que no es miembro inscrito de una organización política, pero que forma parte de la lista de candidatos de ésta por un acuerdo entre éste y los fundadores. 42 Los simpatizantes son aquellas personas (electores o personas menores de edad) que no están inscritos y por tanto no son miembros y no pertenecen a la organización política, pero que están de acuerdo con esta organización o alguno de sus candidatos, y asiste o participa de sus actividades, habla a su favor o dice que va a darle su voto. El simpatizante, dependiendo de los procesos electorales, se pliegan al partido o movimiento, sólo y generalmente cuando esta organización ha cobrado tal fuerza que da indicios de que puede ganar la elección.

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En la práctica, en ninguna organización política existe igualdad, todos los miembros no tienen ni los mismos deberes ni los mismos derechos. Veamos.

En caso de ser fundador, esta condición le da prerrogativas y mayor privilegio. Porque es el que decide, el que tiene la última palabra en la organización política. Acapara el poder de decisión. Y siempre impone su decisión. Y es generalmente el mayor beneficiario de la organización. El fundador puede ser una persona, una pareja o una cúpula; familias, amigos, etc. Cuando llegan al poder, e incluso durante el proceso electoral o en cualquier circunstancia, el fundador o los fundadores, sin tomar en cuenta a los demás integrantes, deciden qué se hace y qué no se hace dentro de la organización, quién va a ser candidato y quién no, quién va a ocupar un cargo y quién no…

Si es invitado, se sujeta a lo que decidan los fundadores, aunque puede negociar su rol o su ubicación como candidato de acuerdo a su peso político, o a su poder económico, es decir a su capacidad de “jalar” votos, o a su aporte de recursos para la campaña.

Los fundadores invitan a ciertas personas solamente por conveniencia: porque el invitado no tiene partido 43 pero le conviene a la organización, porque si lo ponen de candidato éste suma, “jala” o aporta votos y puede contribuir a ganar la elección, o porque aporta dinero y recursos para la campaña, o porque es una personalidad y su figura tiene méritos y por tanto

43 Un ejemplo fue en las elecciones del 2006. En ese entonces, el presidente Humala fue candidato de Unión Por el Perú, UPP, porque su partido, el Partido Nacionalista Peruano PNP, aún no estaba inscrito. Otro ejemplo: en Cajamarca, el ex presidente regional Jesús Coronel, el año 2002 al no tener grupo político propio, participó por Unidad Nacional para las elecciones a la Región Cajamarca.

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relevancia pública y puede jalar votos44. Raras veces invitan personas o candidatos por las buenas ideas o propuestas que tienen, salvo que sean de la misma clase o grupo social o tengan los mismos intereses.

Es distinta la situación cuando se trata de un militante. En este caso, su situación dependerá de su cercanía con los fundadores o con los allegados a éstos; de esa relación dependerá que sea o no beneficiado si ganan las elecciones…

Un hecho frecuente es que los militantes suelen ser tratados por los fundadores generalmente de manera individual, personalizada y no en grupo. Esto sucede sobre todo cuando ya ganan las elecciones. Lo hacen por cálculo, para poder manejarlos, sabiendo que a todos no pueden beneficiarlos o recompensarlos por su trabajo, contribución y desempeño en la campaña.

Generalmente ni la democracia ni los principios valen ni se aplican dentro de las organizaciones políticas. Casi siempre prima la voluntad y decisión de los fundadores. Los militantes casi nunca deciden ni toman decisiones importantes a pesar de ser mayoría; pueden ser consultados sobre cosas sin relevancia, y votar y decidir, según la conveniencia de los fundadores. Pero casi nunca deciden voluntaria e independientemente sobre aspectos importantes y trascendentales de la organización, como definir los principios de ésta, la lista de candidatos, las alianzas con otras agrupaciones, las invitaciones que se hacen a dirigentes de otras agrupaciones, etc. ¿Acaso deciden

44 En este caso se trata de artistas, intelectuales, futbolistas o cualquier otra persona que es figura pública y muy conocida por la población. En el caso de Perú, por ejemplo, Mario Vargas Llosa, entre otros.

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voluntariamente, por ejemplo, quién será candidato a congresista? ¿Acaso se respetan sus decisiones autónomas? ¿Acaso no se ha cambiado muchas veces las listas de candidatos que los militantes eligieron cuando ésta no convenía a los fundadores? La mayoría de fundadores sólo los utilizan. Orientan y direccionan su decisión y por tanto su voto. No los dejan decidir ni votar libremente. ¿Acaso no les dicen hay que hacer esto, hay que apoyar esto, hay que aprobar esto, hay que votar por fulano por esta y por otra razón, etc.? En tal sentido, la democracia dentro de las organizaciones es un remedo, es sólo apariencia, es un engaño, para beneficiar a los fundadores, a los amigos y socios de los fundadores y no a la organización.

La situación del militante es que la mayoría de veces sólo es utilizado para la campaña política, para el arduo y agotador trabajo operativo: apoyar en todas las actividades políticas como dar vivas al candidato, reparto de propaganda de casa en casa, hacer pintas, acompañar al candidato, visitas a barrios y zonas diversas para difundir quiénes son los candidatos, pedir a la gente que voten por éstos, etc., etc.

Mirando detenidamente a las organizaciones políticas, los militantes, en estos últimos tiempos, salvo excepciones, son una masa amorfa y dispersa, sin mística, con muy poca cohesión, y con muy pocas capacidades técnicas y generalmente sin conocimiento de la ideología política del grupo político y en general sin ideología política. ¿Acaso saben cuáles son los principios que defiende y propugna su grupo político? ¿Acaso saben qué busca realmente su agrupación más allá de ganar las elecciones y ocupar cargos? Por otro lado, ¿acaso se le puede pedir a un militante lo que el “líder”, fundador o candidato no

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tiene ni practica? Si el “líder” o candidato no tiene ideología ni principios ni valores, ni claridad de ideas, ¿qué se le puede pedir y exigir a los militantes?

La realidad es que en estos tiempos de crisis moral y pobreza económica, muchos ciudadanos se acercan a los candidatos y se arriman e inscriben en las organizaciones políticas sólo por conveniencia, porque tienen un interés, o una expectativa: buscan un cargo, un empleo, o algún beneficio. Siempre buscan un beneficio. Ya no es el tiempo de que participen por convicción, por mística, por identificarse y estar convencidos de una propuesta45. Muchas veces ni siquiera saben ni les importa cuál es la concepción política y propuesta del candidato y su grupo político. Tanto el militante como el simpatizante (y el candidato46) así como cualquier ciudadano son pragmáticos: buscan algo concreto, algún beneficio visible. Sino, examinemos a las agrupaciones políticas en general, ¿acaso tienen afiliados por convicción? ¿Alguno está ahí por que está convencido de la ideología o de la propuesta y sueña que ésta se haga realidad? Por eso en cada elección, la mayoría de ciudadanos se acercan en avalancha hacia el candidato u organización política que

45 Probablemente de los últimos tiempos, la década del 80 haya sido la última década en la que muchos ciudadanos que fueron miembros o militantes de los partidos, actuaron por convicción y mística política, por amor al partido y a la expectativa que infundía el partido. Esa actitud se notaba tanto en militantes de izquierda como de derecha, porque hacían campaña sólo por el gusto de que gane su partido y su candidato, sin exigir nada a cambio. 46 En muchos casos, ciertos candidatos son candidatos de cualquier grupo político que los llama o “invita”. Como ya hemos señalado, con una facilitad asombrosa se ponen la camiseta de cualquier partido u organización política con tal de ser candidatos. No les importa los principios ni valores, ni reparan en estos ni en otra cosa. En una elección van por un grupo y en otra elección van por otra, incluso hasta por grupos políticos con ideología y concepciones opuestas. Así actúan. No tienen ideología política, sólo intereses políticos. Sino, miremos el historial de cualquier candidato o autoridad actual (alcalde, presidente regional, congresista) que nos presenta el portal peruano INFOGOB: http://www.infogob.com.pe.

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“está fuerte” y que puede ganar la elección, sólo por conveniencia, por expectativa, esperando obtener algún beneficio, y se inscriben como militantes o se hacen simpatizantes. ¿Acaso no hemos visto casos de personas que quieren desafiliarse de una organización política cuando ésta no ganó las elecciones, o cuando está débil, o cuando no sacaron ningún provecho?

Y como no todos los militantes pueden ser beneficiados cuando gana “su grupo” o “su candidato”, se desilusionan, se sienten traicionados y reniegan de la organización, de “sus candidatos”, fundadores y de la política en general. Es más, muchos incluso ven ocupar cargos u obtener beneficios a personas que nunca apoyaron ni estuvieron trabajando duro en la campaña como ellos. Por otro lado, en la realidad se observa que a muchos militantes si es que les dan algo, les dan las sobras, los cargos insignificantes, las migajas y las minucias. La torta grande es para otros, para los fundadores, para los amigos o socios de éstos, para los obedientes y dóciles; para los que pusieron la plata...

Por eso, las organizaciones políticas en general son débiles y muy frágiles como instituciones; no tienen actividad; languidecen a falta de miembros; no duran en el tiempo y fracasan en el gobierno. Por eso mismo, luego que pasan las elecciones, sólo existen de nombre. Su vida institucional es nula, incluso cuando ganan las elecciones y gobiernan.

Así es la política. Otro mal lamentable. Una mala noticia. Porque los principios y valores casi siempre están por las puras en las organizaciones políticas: no se cumplen ni se respetan.

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Igual que las propuestas. No existe la democracia ni se cumplen las reglas elementales que están escritas en sus estatutos.

Para ayudar a mejorar la política y elegir mejor, debemos guiarnos por las siguientes preguntas:

¿El candidato es fundador, militante o invitado? ¿Cuál es la historia política del candidato? ¿Perteneció a

alguna o varias organizaciones políticas? ¿Perteneció a alguna organización social de base? ¿O es un simple ciudadano que surgió como candidato de la noche a la mañana?

¿El candidato cuántas veces ha estado de candidato? ¿Ha estado en varios grupos políticos? ¿De qué tipo? ¿Siempre ha ocupado cargos políticos? ¿Siempre se mete en las elecciones?

¿Tiene alguna ocupación conocida? ¿O sólo vive de la política?

¿Qué es lo que lo caracteriza al candidato como político? Si fue autoridad en alguna ocasión, ¿qué hizo? ¿Cómo

gobernó? ¿A quién benefició? ¿A quién ha defendido como político? ¿De qué parte ha

estado o ha actuado? ¿Qué de bueno ha hecho cuando ha ocupado cargos

políticos? ¿Cuánto tiempo de existencia tiene la organización

política? ¿Cómo surgió? ¿Cuál es su interés? ¿Cuántos miembros tiene? ¿Cuántos participan de sus

actividades?

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¿Realmente existe la organización? ¿Se nota que sigue existiendo después de las elecciones?

¿Qué de bueno ha hecho la organización por la población? ¿Cuál es su característica principal a lo largo de su existencia?

¿A qué grupo y clase social representa? ¿Es de izquierda, de derecha? ¿Quiénes son sus amigos? ¿Quiénes los apoyan, y por qué?

¿Qué características económicas, sociales y políticas tienen los integrantes, y sobre todo los fundadores? ¿A qué clase y grupo social representan? ¿Cuál o cuáles son sus verdaderos intereses? ¿Qué es lo que realmente quieren de llegar al poder?

¿Quién decide en la organización política? ¿Uno, dos, la cúpula, los fundadores, todos los integrantes?

Si la organización ha sido gobierno, ¿qué mérito ha tenido?, ¿Para beneficio de quién (persona, grupo o clase social) ha gobernado? ¿Es digna, confiable?

¿El candidato y la organización cumplen las leyes electorales?

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7 Origen e identificación social

El origen indica la procedencia económica y social de un candidato; es la realidad económica y social de la cual proviene; es su extracción social. Es la familia, el grupo social o la clase social a la que pertenece. Incluso, en el caso del Perú, país tan discriminatorio y racista, también se considera como parte del origen a la localidad y región geográfica dónde nació, creció y donde vive47.

El origen incluye la ocupación, el nivel de ingresos, la vivienda y demás recursos disponibles, los estudios realizados y en qué instituciones, tipo de consumo y gastos en general del candidato y su familia. Además, el tipo de círculo social en el cual se mueve y se desenvuelve: parientes, amigos, y personas con las cuales se relaciona estrecha y fluidamente, para mantener relaciones de amistad, trabajo, convivencia y negocios. Abarca también los gustos, costumbres, preferencias y cultura en general que tiene y practica. Es, en sentido amplio, el estilo de vida de un candidato48.

La identificación social es la preferencia y adhesión de un candidato hacia un grupo o clase social: hacia sus intereses, sus

47 Se le da diferente valoración económica y social a cada lugar. Por eso no es lo mismo vivir en el campo (caserío o anexo) que en la ciudad; en un barrio popular que en una urbanización o en una “zona exclusiva”; en un cerro que en la planicie; en la costa que en la sierra o la selva; en el centro que en la periferia; en Lima que en provincias… 48 Ciertos gustos personales de un candidato pueden convertirse en graves defectos si impactan negativamente en su vida política y pública y afectan a los demás. Por ejemplo, algunos tienen apego por las comidas ostentosas, otros por la opulencia en la vestimenta, otros por los vehículos de lujo, otros por los licores más caros, etc. Esto se convierte en problema cuando estos gastos se realizan con el dinero público, o cuando el personaje vive en un país o lugar donde hay evidente pobreza y él vive como rico y pregona contra la riqueza, o se proclama de izquierda, etc.

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características económicas, sociales y culturales, y su estilo de vida. Es ponerse la camiseta de ese grupo y beneficiarlo, defenderlo y luchar por sus intereses. La identificación social de un candidato indica qué tipo de intereses económicos y qué tipo de propuesta política promueve, defiende y hace suyos. Un candidato siempre se identifica con un grupo social, que se manifiesta por su posición, por lo que piensa, por lo que dice y sobre todo por lo que hace. La identificación social se asume de dos maneras: por la extracción social u origen social del candidato; o por adopción voluntaria al grupo social al que quiere pertenecer. La identificación social nos indica si un candidato se identifica con el pueblo o si se identifica con un grupo social con intereses distintos y hasta contrarios al pueblo. Un candidato puede identificarse con el pueblo, o con personas o grupos de poder de la localidad donde es candidato, del país o incluso con intereses económicos y políticos del extranjero. En la práctica no existe neutralidad.

El origen o extracción social no siempre coincide con la identificación social de un candidato, o de cualquier persona.

La historia política nos muestra que varios candidatos de extracción pobre y humilde se han identificado no con su propio grupo de origen, con el pueblo, sino con gente rica y poderosa. Cuando eran candidatos y sobre todo cuando ganaron las elecciones, muchos trataron de volverse ricos y poderosos, y no pocos lo lograron y obtuvieron beneficios incalculables de la política. Varios de éstos gobernaron a favor y beneplácito de los ricos y grupos de poder. Se congraciaron con éstos; y se olvidaron de los pobres y del pueblo de donde muchos procedían y a quienes mendigaron su voto y para quienes

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dijeron que iban a gobernar; poco o nada hicieron por la gente que los eligió con tanta expectativa y esperanza.

Estos candidatos de extracción popular dejaron de lado su propia forma de ser, abjuraron de su origen e identidad, de su grupo social, y adoptaron la forma de ser y los intereses de otros grupos o clases a los que consideraron “mejor”, “superior” y “moderno”. Su extracción social la utilizaron únicamente para sacar provecho electoral, como medio para obtener votos y ser elegidos, pues sólo durante las campañas electorales se identificaron falsamente con su origen: solían decir que eran del pueblo, que también fueron pobres y parias, que conocían la pobreza y el sufrimiento del pueblo mejor que nadie y que iban a trabajar por los pobres, y que por eso la gente debía elegirlos...

Al contrario, otros candidatos y muchas personas de origen no pobre se han identificado con el pueblo y con los pobres. Hicieron suya la realidad y los intereses del pueblo y de los pobres, se confundieron con el pueblo, hicieron propuestas, defendieron, lucharon y siempre trabajaron para el pueblo y con el pueblo. Incluso por esta razón sufrieron vejámenes y críticas ácidas y demoledoras. Uno de los ejemplos más notables, emblemáticos y recientes en el país ha sido el caso del extinto Javier Diez Canseco Cisneros.

No está mal que un candidato se identifique con un grupo social distinto al de su origen. Puede no coincidir necesariamente. Para eso es libre. Lo malo está en haber adoptado otra identidad social luego de haber dicho que se identificaba con su grupo de origen.

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Lo malo de los candidatos de extracción popular no está en haberse identificado con algún grupo de poder, porque a fin de cuentas cada uno es libre de elegir cualquier opción política y económica; lo malo está en haberles mentido y traicionado a sus congéneres, en haberles dicho en la campaña que se identificaban con ellos, y cuando llegaron a ser autoridades y tuvieron el gobierno y el poder, los traicionaron. Lo malo está en haberles mentido diciéndoles que eran parte de ellos, del pueblo, de las mayorías, y que iban a gobernar para beneficio de ellos. Varias de estas autoridades, demostrando una vez más su cinismo y deslealtad, decían, cuando ya estaban en el gobierno, para justificar lo injustificable, que no podían gobernar a favor de unos cuantos, es decir de las mayorías que lo apoyaron, sino que tenían que gobernar para todos, porque eran autoridades y gobernantes de todos y no de unos cuantos… Sin embargo, en la realidad, tampoco era así, pues al fin de cuentas su gobierno resultaba favoreciendo a unos cuantos, a ciertas personas o grupos de poder…

Ante esta realidad, la duda se ha generalizado y muy pocos creen que el candidato de extracción popular que gane una elección vaya a gobernar a favor del pueblo. Por esta razón, ser de extracción popular o haber sido pobre, no siempre es una virtud o ventaja de un candidato para ser elegido. Por eso es más importante la identificación social, antes que la extracción social, para calificar y elegir a un candidato. Para ello, es necesario revisar los hechos, su historia política, su comportamiento y su vida relacionados a la identificación social.

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Para elegir mejor, en este aspecto debemos hacernos las siguientes preguntas:

¿Cuál es el origen del candidato? ¿Rico, pobre? ¿De familias con poder y dinero? ¿De la costa, de la sierra, de la selva? En una palabra: ¿Cuál es la procedencia social y económica del candidato, y qué características económicas y sociales tiene actualmente?

¿Qué dice acerca de su origen? ¿Sólo habla de eso en la campaña? ¿Trata de aprovecharlo?

¿Con qué grupo económico y social se identifica, es decir qué intereses hace suyos y los defiende? ¿Cuál es su posición, ideología y actitud? ¿Para qué lado se inclinan sus intereses, sus palabras y sus acciones? ¿Para el pueblo, para los grupos de poder y dinero?

¿Se le debe creer por lo que dice o por lo que hace? ¿Qué nos indica que es un candidato confiable? ¿Por qué debemos de creerle?

¿Es suficiente que sea de origen humilde para creer que va a trabajar a favor del pueblo? ¿Qué podemos concluir de su actitud?

Si ha sido candidato o autoridad anteriormente, ¿qué intereses y propuestas ha defendido? ¿A quién benefició realmente? ¿Con quiénes mantuvo relaciones estrechas?

¿Cuál es su historia de vida respecto a los intereses económicos y sociales que ha defendido?...

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8 Convivencia ciudadana o diario de vida

Es el comportamiento del candidato en su vida diaria: con su familia, con sus parientes, con sus vecinos, con sus compañeros de trabajo, amigos y demás personas; en su casa, en su trabajo, en la calle, en su relación con los demás, es decir como un ciudadano cualquiera.

Si bien un candidato puede que no sea un santo, debe ser un buen ciudadano, es decir: una persona decente, respetuosa, responsable, digna, honorable, sociable, sincera, honesta, justa, coherente, solidaria, amable, servicial, prudente, trabajadora, educada; estimada por su familia, amigos, compañeros y gente en general; inconforme con la situación de pobreza, miseria, desigualdad e injusticias; decidida a lograr una vida mejor para todos; que siempre apueste por el bienestar de todos o de las mayorías; una persona virtuosa y de pueblo, sencilla, así tenga poder y riquezas… Debe ser así con su familia, con los amigos, compañeros de trabajo, conocidos y con toda persona, todos los días de su vida y en todas las circunstancias.

Que una persona tenga conocimientos y capacidades, estudios y títulos, diplomas y reconocimientos, maestrías y doctorados de cualquier índole, no es ninguna garantía de que sea mejor elemento, un buen vecino, un buen ciudadano ni vaya a ser una autoridad proba. Si es inteligente y hábil tampoco garantiza nada, porque la inteligencia puede ser usada para delinquir y hacer el mal.

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Si un candidato en su vida diaria tiene un mal comportamiento, es un patán, un miserable y un delincuente, no merece ser elegido. ¿Elegiría usted a un candidato que tiene, por ejemplo, hijos que no reconoce o que abandona? ¿Elegiría a un candidato que golpea a su esposa y sus hijos, que olvida a su familia, o se avergüenza de su madre y demás familiares? ¿Elegiría a un candidato si es una persona que engaña, estafa, roba, desprecia, ignora, humilla, escupe, pisotea, golpea, pelea y hace injusticias? ¿Elegiría usted a una persona que tiene graves contradicciones y defectos en su vida, como que dice que se conmueve con la pobreza y al mismo se hospeda en hoteles de lujo? ¿Qué moral y qué ejemplo puede mostrar como autoridad una persona de ese tipo si en su vida diaria es un miserable? ¿Qué se puede esperar de este candidato si llegaría a ser autoridad? ¿Acaso cree usted que éste quiere el cargo para trabajar para el bien de todos? Con razón se dice que el pueblo que elige como autoridad a un delincuente no es víctima, sino cómplice.

Un hecho característico es que la mayoría de candidatos sólo en elecciones se acuerdan de los pobres y de la gente: van, los visitan, los saludan, les hablan, los adulan, los miman, se muestran amables e interesados en sus problemas, en su pobreza y en sus carencias; sonríen, los abrazan, se conduelen de ellos; comen y beben con ellos; cantan, bailan y se visten con las mismas prendas y hasta oran y hablan y se portan como ellos; y también los apoyan y les dan regalos, sobre todo regalos. En una palabra, sólo en elecciones se acercan y quieren parecerse el pueblo; sólo en elecciones son buena gente y buscan congraciarse con el pueblo; sólo en elecciones cambian su modo de ser para acercarse al pueblo y sólo durante las elecciones se

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portan así. ¿Usted cree que esta gente que nunca antes les visitó ni se interesó por nada, está realmente interesada en ayudarle? ¿Cree que estas personas tienen las mismas necesidades, intenciones e intereses que usted? ¿Usted cree que esta gente le va a solucionar sus problemas aunque les juren que sí? ¿Usted cree que quieren el poder y los cargos para servirle a usted? ¿Usted cree que algo de bueno puede esperarse de estas personas?

Por eso proponemos elecciones libres, no obligatorias. Y proponemos también de que si no existen candidatos probos, que no se elija a ninguno. ¿Es una propuesta radical? ¡Claro! Pero no se puede elegir si ningún candidato cumple los requisitos que nos asegure que va a ser una autoridad proba. No nos referimos a los requisitos legales, porque todos los candidatos cumplen los requisitos legales de lo contrario no serían candidatos, requisitos que no aseguran ni garantizan nada de bueno para los ciudadanos. El artículo 365 de la Ley 28059, ley orgánica de elecciones del Perú, dice que las elecciones se anulan si las dos terceras partes votan en blanco o viciado. Cumplamos la ley, aunque signifique nuevos costos económicos y mayor tiempo antes que desgracias mayores. Además, las leyes están hechas para el servicio del hombre. ¡Es hora de cambiar la política! No estamos para elegir entre candidatos indeseables sólo porque la ley nos obliga a elegir y tener autoridades de todas maneras. ¡Muchas de estas cosas nos ahorraríamos si tuviéramos elecciones libres! ¡Y si tuviéramos la voluntad de prevenir estas cosas modificando el artículo 31 de la Constitución que nos obliga a votar!

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Retomemos el tema. La persona que quiere ser autoridad debe ser una persona decente, un buen ciudadano. Pocos estarán de acuerdo con la gestión de las autoridades (alcaldes, presidentes regionales, congresistas, presidentes de la república, etc.) que hemos tenido hasta hoy. ¡Entonces tenemos que hacer algo para cambiar esta situación! Una de esas cosas es cambiar la Constitución Política: el artículo 31 que nos obliga a ir a votar, debe modificarse estableciendo la decisión libre para ir o no a votar; el artículo 90 que implícitamente permite la reelección de congresistas, debe modificarse también prohibiendo la reelección inmediata de éstos, así como se ha dado la ley 30305 que modifica los artículos 191 y 194 de la Constitución, y que prohíbe la reelección de presidentes regionales y alcaldes, la cual también debió de prohibir la reelección de concejeros regionales y regidores49. Porque si se establece una ley de no reelección debe de ser para todos los cargos sujetos a elección; y no es buen ejemplo que quienes han dado la ley de no reelección no lo establezcan también para ellos50.

Las elecciones deben ser libres, de manera que toda persona sea libre de decidir si va o no a votar. Porque si fueran libres, seguramente mejoraríamos en dos aspectos: primero, se animarían a participar nuevas personas y nuevos políticos y tendríamos mejores candidatos para elegir; y segundo, irían a

49 Esta ley, la 30305, no deja claro si un alcalde distrital puede elegirse como alcalde provincial y viceversa. ¿Es o no reelección un caso como éste?, porque el cargo es en otra jurisdicción. 50 ¿Qué corona tienen los parlamentarios para que hagan una ley que no los abarque ni toque a ellos? Ellos, los que establecen las reglas, pero esas reglas no se aplican a ellos. Eso es irónico y no es equitativo. El congreso como poder del Estado debe dar el ejemplo.

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votar los más informados; y así tendríamos la posibilidad de elegir y tener mejores autoridades51.

Por otro lado, la prohibición de la reelección inmediata daría oportunidad y espacio para el surgimiento de nuevos líderes y de nuevos cuadros políticos; y también evitaría que las corruptas e inmorales autoridades y los funcionarios que los secundan se encasillen en los cargos, saquen provecho personal de la situación y le echen mano a los recursos públicos, y le hagan un enorme daño a la gobernabilidad, a la ética pública y al bienestar y desarrollo de los pueblos y del Perú en general.

Mientras tanto, para ayudar a elegir mejores autoridades, podemos guiarnos por las siguientes preguntas:

¿El candidato es un ciudadano honorable, digno de respeto y consideración? ¿Es un buen vecino?

¿Se lleva bien con su familia, con sus vecinos, compañeros de trabajo y con todos en general? ¿Es tratable y amigo de todos? ¿Es apreciado por todos o por la gran mayoría de sus vecinos?

¿Cumple con sus hijos, esposa, con sus hermanos, padres y demás familiares? ¿O tiene hijos que niega, no reconoce ni apoya?

¿Es solidario? ¿Es honesto, leal, justo, responsable?

51 ¿Alguien tiene miedo de que estableciéndose elecciones libres en el Perú la ciudadanía no acuda a votar? Quizás no irían a votar como expresión de rechazo si los candidatos son miserables e indignos. Pero no es cierto que no acuda la gente a las urnas. Lo que sí parece cierto es que podría dar lugar a que se eleve la calidad de los candidatos y que vayan a votar los más informados. ¿Acaso en países como Venezuela y Chile, por ejemplo, que han establecido elecciones libres, la gente no acude a votar?

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¿Qué defectos personales tiene? ¿Pueden esos defectos influir negativamente en el gobierno que va a desempeñar?

¿Es sensible ante los problemas de los demás y trata de contribuir a que se solucionen?

¿Es la misma persona sencilla aunque tenga cargos, riqueza y poder?...

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9 Relación con el poder y el dinero

El poder y el dinero son cosas concretas. El poder y el dinero los encarnan personas, grupos, clases sociales. Pueden estar en la localidad donde el candidato postula, en la capital de provincia o región, en la capital del país o en el extranjero. En esta era el poder y el dinero generalmente forman relaciones y redes muy fuertes y poderosas que traspasan localidades y fronteras, y se extienden en todo el país y el mundo.

La relación con el poder y el dinero significa que un candidato ideal es independiente de éstos, que considera siempre al interés del pueblo y el bienestar común por encima de todo y no es ni el poder ni el dinero los que guían y manejan su organización política, ni sus decisiones, acciones, ni su vida política.

Significa tomar la distancia necesaria y prudente de estos dos factores que siempre han influido fuertemente en los candidatos, en las campañas electorales, en las elecciones, en los gobiernos y en la historia y vida económica, social y política de los pueblos.

Para un candidato ideal ni el poder ni el dinero son determinantes para ser elegido. Ni para gobernar. Porque casi siempre el poder y el dinero se concentran en personas o grupos sociales que privilegian su negocio, su empresa, su interés personal o grupal, que casi siempre es lo único que les importa. ¿Acaso el poder y el dinero han apostado por el beneficio común, por el bienestar de las grandes mayorías o de la población en su conjunto? ¿Acaso confluyen en intereses, o

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acaso tienen los mismos intereses que el pueblo? Si habría un caso, ¡qué felicidad sería!

El candidato y la organización política ideal jamás se comprometen con el poder y el dinero. Ni antes ni después de su campaña electoral; ni antes, ni cuando ganan las elecciones, ni cuando gobiernan. Mantienen su independencia y la distancia necesaria. Porque el poder y el dinero pertenecen a personas de carne y hueso, y cuando éstas “apoyan” la campaña de un candidato, lo hacen interesadamente y le generan compromisos y le quitan independencia y le crean dificultades para gobernar libremente en beneficio del pueblo. Por eso el candidato ideal (y su organización política) no es dependiente, ni esclavo, ni sirviente de las personas o grupos con dinero y poder. No quiere ser repudiado de su pueblo ni estar apartado de éste sólo por servir a los grupos de poder y dinero. Y sobre todo, no quiere tener deudas que luego tenga que pagar y con muy altos intereses y con recursos, cosas y dinero que ni siquiera son suyos, sino de todos los ciudadanos.

No decimos que un candidato no deba recibir apoyo de nadie (pues el actual sistema social y político está hecho para estas cosas), como por ejemplo de gente decente, desinteresada y que apuesta por un buen gobierno y el cambio hacia una situación mejor para todos. Lo que decimos es que los que apoyan no deben decidir después sobre los asuntos de gobierno y los recursos para provecho propio. El candidato no debe gobernar supeditado a los intereses de los que lo apoyaron en su campaña; tampoco debe perder su independencia ni estar atado de manos sólo porque lo apoyaron. Ni el candidato ni su organización política.

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Las personas, grupos de poder y clases sociales existen, son una realidad en toda localidad, en casi todo país y en casi todas las sociedades. Pero un candidato ideal no es elegido para gobernar en beneficio de unos grupos sociales y en contra de los intereses de las mayorías. De ser posible, el candidato y autoridad ideal hace un gobierno donde todos se benefician. Por eso el candidato ideal es un hombre de probados principios y valores. Y también lo es su organización política. No promueve ni mantiene privilegios injustos ni desigualdades sociales que generan o incrementan la pobreza, la desigualdad, la discriminación y los conflictos sociales. Por eso siempre está con el pueblo y siempre gobierna con el pueblo.

Para un candidato ideal ni el poder ni el dinero motivan su candidatura ni su participación en la política. Por eso el candidato ideal es un personaje especial, poco común.

Toda campaña política requiere dinero. Eso implica que un candidato y su organización deben tener cierta solvencia económica para afrontar la campaña52. Una organización o un candidato que recibe dinero y “ayuda” de ciertas personas o grupos interesados (¿quién no lo es?), de todas maneras va a estar comprometido y va a estar en deuda con éstos. ¿Usted cree que luego de recibir el dinero va a poder librarse de éstos diciéndoles simplemente “muy bien, gracias por haberme

apoyado” si gana las elecciones? ¿Usted cree que fácilmente

52 Lejos estamos de aquellos tiempos (década del 80, para hablar de una época relativamente cercana) en que ciertas organizaciones políticas ponían candidatos que no tenían el dinero suficiente para asumir una campaña costosa, pero que la organización tenía mística, de manera que gran parte de la promoción y campaña era asumida por los militantes y simpatizantes que hacían campaña por su propia cuenta. Tal es el caso de varios políticos que llegaron a ser parlamentarios, por ejemplo, de Izquierda Unida el periodo 80-85 del siglo pasado. Eso no existe ya hace varios años.

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puede romper los compromisos explícitos o implícitos con quienes le han financiado su campaña y apoyado interesadamente? En estos tiempos y sobre todo en la política, ¿quién apoya sin esperar un beneficio?; ¿quién apoya sin ningún interés?; ¿quién da sin pedir nada a cambio? ¡Nadie! De todas maneras esas personas o grupos esperan algún beneficio si su candidato gana las elecciones. No le apoyan al candidato por ser buena gente, o por ser un “buen amigo”, ni por su linda cara, ni por ser fulano o zutano, ni por tener buenas propuestas53. ¡No! ¡Esa es la regla!

En la realidad, generalmente los candidatos y sus organizaciones políticas entran en relaciones y acuerdos con personas o grupos de poder y dinero y se comprometen a apoyarse mutuamente54. Incluso hay casos en que esta gente de poder y dinero creen que ellos mismos deben asumir la defensa de sus intereses, y por eso son candidatos, ganan las elecciones y son autoridades, porque están seguros que nadie mejor que ellos mismos para representarse y gobernar a favor de sus intereses. Esos grupos de poder pueden incluso ser extranjeros, y pueden establecer relaciones muy estrechas con los candidatos y las autoridades electas. Estas relaciones

53 A nivel internacional, el apoyo hacia candidatos y partidos políticos es a cambio de materias primas o recursos clave (petróleo, minerales, pesca, etc.), de grandes negocios, de inmensas inversiones, de préstamos, etc. Y también por implementación, defensa y consolidación de modelos económicos y sociales; y por motivos geopolíticos (mercados, seguridad, etc.). 54 En el artículo Los secretos de las empresas que financian la política: quiénes son y cuánto gastan, escrito por Francisca Skoknic, Francisca Miranda y Gustavo Villarubia, se da cuenta del financiamiento millonario y camuflado a candidatos a la presidencia de Chile por parte de empresas como Endesa Chile, el grupo Luksic, el grupo Angelini y su empresa Corpesca, etc. Ver el portal http://ciperchile.cl.

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candidatos-grupos de poder extranjero se dan generalmente con candidatos a la presidencia de la república de un país.

En la actualidad, la mayoría de candidatos así como los grupos de poder consideran que para ganar una elección el dinero y el poder son fundamentales55. No siempre es así, pero el dinero es un factor muy importante para ganar elecciones. En estos tiempos, a falta de principios y valores en la política y en la vida, el dinero ha ido convirtiéndose en un elemento de apoyo muy importante en la campaña electoral. Porque facilita y hace fáciles las cosas. Porque permite ganar adeptos en la población. Porque permite hacer campañas con mucha facilidad. Porque ayuda a ganar elecciones. Porque, ayudado por los medios de comunicación, quien usa el dinero y el poder puede generarse una imagen favorable de sí mismo en la población, una imagen falsa o distorsionada pero atractiva, hecha a su antojo, distinta a lo que es, diferente a la realidad. La gente, por ejemplo, lo puede ver al candidato o candidata como excelente persona, como buena gente, como gran colaborador, como un tipo especial, paternal, así no lo sea, así no tenga ningún asomo de esto en su vida. Las visitas continuas, las promesas, los regalos, la comida, el fútbol, el trago y las fiestas son instrumentos de campaña muy poderosos y eficaces para los candidatos con poder y dinero o para los candidatos que utilizan el dinero como recurso principal de su campaña. Quizás los más eficaces. Porque son más aceptados por la gente de los pueblos que viven en necesidad permanente y que sólo en campañas reciben algo, que sólo durante las elecciones tienen la oportunidad de recibir

55 Si un grupo de poder no tiene candidatos propios, lo encuentra de todas maneras entre los candidatos que se presentan, y para asegurarse hasta los apoyan financiando su campaña. Otras veces lo cooptan luego de que el candidato ha ganado las elecciones.

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regalos, que sólo en las campañas les dan lo que piden o a veces sin haber pedido; y porque es el arma más sencilla pero la más eficaz de los que están dispuestos a todo con tal de ganar las elecciones. Y la gente muchas veces, aunque no siempre, se arrima y está con el que tiene dinero, y vota por el que hace campaña con la fuerza del poder y el dinero.

Para los candidatos y sus aliados con poder y dinero, todo lo que no se puede hacer con tiempo, con trabajo político y con organización, se cubre o se suple con plata. Por ejemplo, con poder y dinero se consigue especialistas o asesores, cierta prensa y medios de comunicación para fabricar imágenes y crear y difundir repetidamente percepciones favorables al candidato y desfavorables a sus adversarios. Con dinero se consigue que cierta prensa y ciertos periodistas hablen siempre bien de un candidato, que siempre lo entrevisten, que lo ensalcen, que lo defiendan, que no lo critiquen… y que siempre lo vapuleen al adversario… Con dinero se consiguen paredes para las pintas, y se hacen paneles, afiches y pancartas... Con dinero se lleva muchas personas a los mítines. Con dinero se hace de la campaña una fiesta de derroches. Con dinero se dan regalos y se consiguen votos. Con dinero se convence y se gana a ciertos opositores. Con dinero se neutraliza a los adversarios. Con dinero se paga entrevistas, reportajes y se logra que los medios de comunicación lo mantengan siempre vigente. Con dinero se consiguen adeptos ávidos e interesados en dar su apoyo y su voto a cambio de dádivas, de pago u otros incentivos… Y así se ganan las elecciones; así estos grupos y sus candidatos muchas veces ganan las elecciones.

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Siendo así la política, ¿qué esperanza puede haber en estos candidatos para que el pueblo pueda solucionar sus problemas? ¿Qué esperanzas puede haber en estos candidatos para que la población tenga mejor suerte, mejor servicio, mejores leyes, mejores proyectos, mejor vida y mejor futuro? ¿Qué se les puede pedir, reclamar y exigir? ¡Analice usted mismo! ¡Decida usted mismo!

La mayoría de candidatos consideran que las elecciones son una inversión. Por eso invierten dinero para ganar, no invierten en vano. No quieren “gastar pólvora en gallinazo”. Lo mismo piensa la gente con poder y dinero. Y lo mismo piensan quienes aportan dinero y demás recursos para las campañas. Por eso en muchas ocasiones estas personas o grupos financian o apoyan las campañas de más de un candidato, porque la experiencia les dice que de todas maneras los van a necesitar56. Incluso no es extraño que “apoyen” a candidatos con ideologías opuestas, y tampoco es extraño que ciertos candidatos reciban apoyos de empresas o personas a los que critican acerbamente.

Además de todo lo que muestran las campañas electorales en general, las campañas locales permiten ver detalles curiosos, sobre todo en distritos pequeños, rurales. Conocemos casos de candidatos a alcaldías distritales que hacían empréstitos, empeñaban o vendían sus tierras, casas o ganado para invertir en su campaña política. Muchos repartían regalos de todo tipo con la esperanza de obtener votos y ganar las elecciones; era una competencia muy fuerte entre candidatos por ver quién daba

56 Los necesitan, por ejemplo, en el congreso para que voten a favor de ciertos proyectos que los favorecen. O para hacer lobby a favor de sus empresas y negocios.

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más y quién era “el mejor” o “el más fuerte”57; esto por supuesto requería mucho dinero... Otros candidatos decían que la gente debía tomar conciencia y votar por ellos por que, según su opinión, tenían la mejor propuesta o por que eran “candidatos nuevos”, “buenas personas”, “honestos”, “buenos políticos” y previsibles “buenas autoridades”; y creyendo que la gente les escuchaba y tomaba conciencia, invertían poco o muy poco dinero en su campaña, pero poca gente les prestaba atención y muy pocos les daban su voto... Porque las campañas en estos tiempos se pueden hacer sin ideas y sin propuesta, pero no se pueden hacer sin dinero y tampoco se ganan las elecciones sin dinero y sin recursos…

Esta es la realidad en este aspecto. Lamentablemente.

Para contribuir a elegir mejores autoridades, usted debe plantearse y responderse preguntas como estas, respecto a cada candidato:

Económicamente, ¿el candidato tiene dinero, propiedades, negocios? ¿De qué vive? ¿Pertenece a familias con poder y dinero?

¿Qué es lo que busca al ser elegido? ¿Por qué está en la política? ¿Por qué y para qué quiere

ser autoridad? ¿Con quiénes se relaciona, quiénes son sus “amigos”?

57 En una ocasión, en un caserío de un distrito de Cajamarca, en plena campaña electoral, un candidato había programado un campeonato de futbol con los premios siguientes: un torete para el primer puesto, un carnero para el segundo y una caja de cerveza para el tercero; la inscripción era gratis. Un candidato adversario supo de eso y para demostrar su “superioridad”, programó en el mismo lugar y para el mismo día también un campeonato de futbol con los siguientes premios: un toro para el primer puesto, un torete para el segundo, un carnero para el tercero, dos cajas de cerveza para el cuarto, una caja de cerveza para el quinto y un gallo para el sexto. Por supuesto que sólo se realizó el campeonato de éste último, quien ganó las elecciones…

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¿A quiénes dice que representa? ¿Y en la realidad qué intereses representa?

Antes de ser candidato, ¿visitaba los pueblos, los barrios? ¿Se interesaba en sus problemas? ¿O sólo se interesa durante la campaña y las elecciones?

¿Quién financia su campaña? ¿Quiénes son esas personas o grupos? ¿Qué interés tienen? ¿Qué buscan? ¿El candidato los menciona?

¿El dinero y los recursos que utiliza son lícitos o ilícitos? ¿Cuánto dinero está gastando? ¿Es exagerado? Su

campaña, ¿es un festival de de regalos, de comida, de fiesta? ¿Todo es fiesta? ¿Todo es dinero?

¿Declara todo lo que gasta en su campaña? ¿Cuál es su relación con la prensa? ¿Cómo se lleva? ¿En

base al dinero? ¿Siempre lo mencionan? ¿Lo critican, lo ensalzan, no dicen nada de él, de su vida, de su familia, de sus amigos, de su trayectoria? ¿Qué dicen de los demás candidatos y sus organizaciones?

¿Cree usted que este candidato merece ser elegido?...

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Matriz resumen: criterios y preguntas de evaluación a los candidatos

CRITERIOS PREGUNTAS CLAVE SOBRE EL CANDIDATO

Y SU AGRUPACION POLITICA

Mérito

¿Qué logros, qué éxitos, qué pergaminos tiene en su vida? ¿Cuenta con conocimientos, experiencia, cualidades y capacidades acorde al cargo a desempeñar?

Credibilidad ¿Siempre dice la verdad? ¿Cumple lo que promete? ¿Mantiene su palabra

empeñada?

Honestidad

¿Se le conoce más por honrado, o por ladrón? ¿Cómo ha obtenido los cargos, el dinero, las cosas y propiedades que tiene? ¿Suele apropiarse de lo ajeno? ¿Usa la plata y las cosas y ajenas como si fueran suyas? ¿Busca ganar más aunque el trabajo que realiza no lo justifique? ¿Actúa motivado sólo por el dinero, o por el trabajo a realizar?

Liderazgo

¿Lo motiva a ser autoridad la vocación de servir o sus conveniencias personales? En su vida, ¿se mueve por ideales; o por dinero, cosas y cargos? ¿Convoca gente por sus ideas y cualidades personales; o por su dinero, por la paga o los regalos que hace? ¿Tiene empatía y carisma, y es una persona de principios y valores morales? ¿Es capaz de aparecer con las respuestas más admirables en las situaciones difíciles?

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¿Tiene visión e imaginación y es capaz de vislumbrar el futuro? ¿Se interesa por el bienestar de todos, o primero prefiere su propio interés? ¿Es sencillo y se comporta como tal sea cual sea la condición en que se halle, o es prepotente cuando tiene poder y dinero? ¿Sólo habla, critica y busca culpables? ¿O busca soluciones? ¿Piensa y actúa? ¿Toma siempre la iniciativa? Cuando plantea una idea, ¿él mismo es el primero en ejecutarla? ¿O sólo ordena y espera que otros la realicen? En la práctica, ¿se solidariza con los pobres? ¿O es pura palabrería lo que dice? ¿Es positivo y optimista, fuerte y valiente y decidido para enfrentar los problemas, para emprender una acción y para lograr algo grande? ¿Las decisiones las toma solo, o siempre con todos los involucrados? Cuando se toma una decisión, ¿es valiente para llevarla adelante? ¿A quién toma en cuenta y a quién obedece: a la población o a los que tienen dinero y poder? ¿Está con el pueblo todo el tiempo y toda su vida?

Propuesta

¿Tiene propuesta? ¿Cómo fue elaborada su propuesta?: ¿investigando y haciendo participar a la población interesada; o sólo en un escritorio? ¿La propuesta es para beneficio, interés y desarrollo sostenido de la población? ¿La propuesta se puede realizar? ¿Existen metas definidas? ¿Cómo y con qué recursos, con quiénes y en qué tiempo se realizará? ¿El pueblo es el más interesado en que esas propuestas se realicen?

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Pertenencia a una organización e historia política

¿Es parte de una organización política de la que es candidato o es invitado? ¿A cuántas organizaciones políticas perteneció? ¿Cuántas veces ya es candidato? ¿Qué de bueno tiene su historia política? ¿Qué hizo a favor del pueblo? ¿Conformó al menos alguna organización social en su localidad? ¿O es un simple ciudadano que resultó de candidato de la noche a la mañana? ¿Siempre vive metido en la política y vive de la política? ¿A qué grupo social y económico representa y defiende? Si fue autoridad, ¿gobernó a favor del pueblo? ¿Quién toma las decisiones en su organización política?

Origen e identificación social

¿De qué lugar procede? ¿Es rico, es pobre; de familia con poder y dinero? ¿A qué grupo y clase social pertenece? ¿Y con qué grupo se identifica? ¿Prefiere el cambio a favor de la mayoría? ¿Busca que le crean que es del pueblo por lo que dice o por lo que hace? ¿Dice que es del pueblo para que los del pueblo voten por él? ¿Qué garantiza que gobierne a favor del pueblo? Si fue candidato o autoridad, ¿a quién benefició y qué intereses defendió? Antes de ser candidato, ¿visitaba los pueblos, los barrios y se interesaba en sus problemas? ¿O sólo se interesa durante la campaña y las elecciones?

Convivencia ciudadana y diario de vida

Es un buen vecino: ¿una persona sencilla, honorable, digno de respeto y consideración? ¿Es apreciado por todos? ¿Cumple con sus hijos y esposa; y respeta y considera a su demás familiares?

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¿Qué defectos personales tiene que pueden influir negativamente en el cargo que va a desempeñar? ¿Es sensible ante los problemas de sus vecinos y trata de contribuir a que se solucionen?

Relación con el poder y el dinero

¿Con quiénes se relaciona, quiénes son sus “amigos”? ¿A quiénes dice que representa? ¿Y en la realidad qué intereses representa? ¿Quién financia su campaña? ¿Quiénes son esas personas o grupos? ¿Qué interés tienen? ¿Qué buscan? ¿El candidato los menciona? ¿El dinero y los recursos que utiliza son lícitos o ilícitos? ¿Cuánta plata gasta en su campaña? ¿Es exagerado? Su campaña, ¿es un festival de de plata, regalos, comida y de fiesta? ¿Cómo se relaciona con la prensa, en base al poder y dinero? ¿Siempre lo critican, lo ignoran o siempre lo ensalzan?

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Matriz de criterios para evaluar a los candidatos

En cada elección optar por uno u otro candidato es generalmente una decisión emotiva del elector, basada en su percepción e imagen que se forma de estos, que se construye producto de la información que va captando a través de su vista y oídos a lo largo del tiempo. La información puede ser real, tergiversada o distorsionada, incompleta y falsa. Depende de las fuentes, y sobre todo de los medios de comunicación, que en la actualidad son los principales difusores de información y generadores de opinión, y por tanto factores clave que contribuyen a la construcción de percepciones e imágenes, e influyen mucho en una elección. Sin embargo, los medios de comunicación y demás fuentes informativas durante los procesos electorales (y en todo tiempo cuando se trata de la economía, de la justicia y de la política), casi nunca son neutrales, pues la información que emiten suele ser tendenciosa e interesada. De manera que, por ejemplo, si la información que se recibe acerca de un candidato es falsa o incompleta, la percepción o imagen que se tiene de éste será también falsa o incompleta; y si la información corresponde a la realidad y es completa, la imagen que se tiene de él será también verdadera y completa. Por eso es necesario consultar varias fuentes, incluso medios informativos y periodistas de posiciones distintas, y hacerse preguntas sobre lo que se dice y la información que se difunde para descubrir la verdad, como: por qué se dice una cosa, por qué se dice otra cosa, qué habrá detrás de lo que se dice, etc., etc.…

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Aunque el voto siempre será una decisión subjetiva, la idea de disponer de un instrumento que recoja los criterios señalados a lo largo del texto y ayude a tomar una mejor decisión al elegir, es una de las tareas que nos hemos propuesto mediante la matriz de evaluación de candidatos que ponemos a disposición de los electores.

El estudioso colombiano Publio José Butrago Fonseca, el año 2011 elaboró una matriz de criterios para evaluar a los candidatos a la alcaldía de Tunja, ubicada en su país, Colombia. En su libro Manual del elector, Butrago plantea seis criterios de evaluación a aplicar: la formación profesional, la experiencia en gestión, la inteligencia, la honestidad, la independencia respecto al dinero, y el carisma58.

Asimismo, Butrago propone dos criterios para evaluar las propuestas o programas de gobierno: la extensión y la profundidad. Dentro del primer criterio se debe evaluar si el plan está completo, si es coherente, consecuente, si ha priorizado bien las acciones, si es factible, y conveniente. Y dentro del segundo criterio propone evaluar varios elementos: lo que el plan propone; el objetivo, o el para qué; al responsable de la ejecución; el costo o presupuesto que demanda; quién va a financiarlo; el número de personas que se beneficiarán; y quiénes serán los beneficiarios59.

Según la metodología propuesta por el citado autor, cada criterio suma 100 puntos como máximo; y propone que a cada candidato se le ponga de arranque 50 puntos en cada criterio y a partir de esta calificación se sume 5 ó 10 puntos por cada

58 Ver http://votointeligente.wordpress.com 59 Ibídem.

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aspecto positivo que se conozca de él y del mismo modo se reste igual puntaje en caso de que éste tenga aspectos negativos. Eso se hace criterio por criterio. El puntaje total de un candidato es la suma de los puntajes logrados en los seis criterios, traducidos a porcentajes, de manera que el puntaje ideal de un candidato sería 60060.

Estos criterios planteados por Butrago constituyen un aporte importante para elaborar un instrumento de evaluación que permita al elector evaluar candidatos y planes de gobierno y tomar una mejor decisión política al momento de elegir. Sin embargo, como hemos visto a lo largo de nuestro texto, hay otros elementos que son necesarios considerar para que la evaluación sea más completa.

Si comparamos los criterios que plantea Butrago con los criterios que proponemos en este texto, podemos determinar que este autor sólo plantea cinco de los nueve criterios que hemos identificado: 1) la formación profesional, la experiencia en gestión y la inteligencia está contenida en el mérito; 2) el carisma es parte del liderazgo; 3) la honestidad; 4) la propuesta o plan de gobierno; y 5) la independencia, que nosotros consideramos como independencia del candidato respecto del

poder y el dinero.

Por eso planteamos la siguiente matriz tratando de que ésta sea más completa, manejable y aplicable:

60 Ibídem. Como son 6 criterios y cada uno suma en su grado máximo 100 puntos, el puntaje total equivale a 600 (100X6), el cual sería equivalente al 100%. Si un candidato suma, por ejemplo, 400 puntos en los seis criterios, aplicando la regla de tres simple tendría un porcentaje de 66.7%. De este modo se procede a obtener el puntaje de todos los candidatos a los que se evalúa. El mejor candidato es el que logra el mayor puntaje.

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Matriz de evaluación de candidatos

CRITERIOS CANDIDATOS

1 2 3 4 … Mérito Creíble Honesto Líder Propuesta Pertenece a organización Identificado con el pueblo Buen ciudadano Independiente del poder y del dinero Puntaje total

Puntaje a asignar:

0: no cumple con el criterio, no tiene nada positivo que mostrar 1 á 4: diferentes grados de cumplimiento del criterio, de menos a más. 5: cumple a cabalidad con el criterio, en su grado máximo.

Cuanto mayor conocimiento se tenga de los candidatos, la aplicación de esta matriz de evaluación será mejor, a pesar de que siempre primará la subjetividad aunque con mayores elementos de juicio.

Por esta razón quizás no se aplique a la perfección esta matriz, porque depende de cuan informado esté el elector acerca de los candidatos y sus organizaciones políticas. Sin embargo, creemos que habremos contribuido a una mejor elección sólo con que tomen en cuenta los criterios planteados, evalúen a los participantes y escojan al mejor. Eso ya es un gran avance.

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Finalmente, queremos decir que probablemente no haya en el Perú los candidatos con las cualidades ideales que quisiéramos tener, pero al menos buscamos que mediante los criterios presentados podamos tamizar mejor entre la larga lista de personas que en cada elección aspiran ser autoridades, y se elija al mejor. Si logramos eso, también habremos contribuido a lograr un avance significativo.