50 Trucos Para Mejorar Tu Inteligencia Emocional

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Escuela de Bioprogramación, Autodesarrollo y Network Marketing Introducción Estudios recientes han demostrado que las personas que poseen un CI elevado no siempre se desenvuelven bien en la vida. Existe otra forma de inteligencia, denominada inteligencia emocional, que le permite controlar sus propios sentimientos y relacionarse con otras personas. La inteligencia emocional, calificada por el CE (cociente emocional), se interpreta como la capacidad que tiene una persona de aprovechar, al máximo, sus aptitudes personales (motivación, confianza, etc.) y sus habilidades sociales (comunicación, percepción de los demás, etc.). Por tanto, la inteligencia emocional está ligada al desarrollo personal y profesional del individuo. A continuación, le mostramos 50 consejos que podrá poner en práctica, inmediatamente, para fortalecer su inteligencia emocional. Para ser comprendido y asimilado, un método exige una lectura global primero (fase de descubrimiento) y una segunda vez en detalle, tomándose el tiempo de hacer los ejercicios descritos (fase de comprensión). En función del ritmo de trabajo, cada método demanda entre media y una hora de dedicación. Precisión: estos métodos no son cursos teóricos. Responden de manera concreta a una necesidad precisa . Explican los mejores trucos para alcanzar rápidamente el resultado previsto. Tener confianza en sí mismo 1. Medir su voluntad Identifique sus prioridades en función de sus necesidades más inmediatas, a medio y a largo plazo. Sus prioridades evolucionan con el tiempo. En ocasiones, es urgente cuidar de sí mismo. Determinados cambios necesitan la adquisición de conocimientos y de habilidades previos. Identifique estas “condiciones previas”: lo que debe saber y lo que debe poder hacer antes de emprender este camino. Evalúe cómo reparte su energía en términos de porcentaje. Determine, por ejemplo, qué porcentaje de su energía dedica al ocio, a los amigos, al trabajo, a los hijos, etc. 2. Vencer sus aprehensiones Para que su motivación sea eficaz y resulte exitosa, deberá aceptar incluso aquellas situaciones que le resulten incómodas. Para alcanzar sus objetivos, será necesario que realice cosas que puedan asustarle y requieran un cierto sacrificio por su parte. Ante una dificultad, la actitud más común es dar la espalda a los problemas. Cierto, pues se trata de un comportamiento profundamente humano. Sin embargo, deberá establecer un orden de importancia de cara a sus dudas y sus miedos. Así, según individuos, el miedo es relativo. Por

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Mejore su inteligencia emocional de una manera amena y sencilla.

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Escuela de Bioprogramación, Autodesarrollo y Network Marketing

Introducción Estudios recientes han demostrado que las personas que poseen un CI elevado no siempre se desenvuelven bien en la vida. Existe otra forma de inteligencia, denominada inteligencia emocional, que le permite controlar sus propios sentimientos y relacionarse con otras personas. La inteligencia emocional, calificada por el CE (cociente emocional), se interpreta como la capacidad que tiene una persona de aprovechar, al máximo, sus aptitudes personales (motivación, confianza, etc.) y sus habilidades sociales (comunicación, percepción de los demás, etc.). Por tanto, la inteligencia emocional está ligada al desarrollo personal y profesional del individuo. A continuación, le mostramos 50 consejos que podrá poner en práctica, inmediatamente, para fortalecer su inteligencia emocional. Para ser comprendido y asimilado, un método exige una lectura global primero (fase de descubrimiento) y una segunda vez en detalle, tomándose el tiempo de hacer los ejercicios descritos (fase de comprensión). En función del ritmo de trabajo, cada método demanda entre media y una hora de dedicación. Precisión: estos métodos no son cursos teóricos. Responden de manera concreta a una necesidad precisa . Explican los mejores trucos para alcanzar rápidamente el resultado previsto.

Tener confianza en sí mismo 1. Medir su voluntad Identifique sus prioridades en función de sus necesidades más inmediatas, a medio y a largo plazo. Sus prioridades evolucionan con el tiempo. En ocasiones, es urgente cuidar de sí mismo. Determinados cambios necesitan la adquisición de conocimientos y de habilidades previos. Identifique estas “condiciones previas”: lo que debe saber y lo que debe poder hacer antes de emprender este camino. Evalúe cómo reparte su energía en términos de porcentaje. Determine, por ejemplo, qué porcentaje de su energía dedica al ocio, a los amigos, al trabajo, a los hijos, etc. 2. Vencer sus aprehensiones Para que su motivación sea eficaz y resulte exitosa, deberá aceptar incluso aquellas situaciones que le resulten incómodas. Para alcanzar sus objetivos, será necesario que realice cosas que puedan asustarle y requieran un cierto sacrificio por su parte. Ante una dificultad, la actitud más común es dar la espalda a los problemas. Cierto, pues se trata de un comportamiento profundamente humano. Sin embargo, deberá establecer un orden de importancia de cara a sus dudas y sus miedos. Así, según individuos, el miedo es relativo. Por

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ejemplo, algunas personas se quedan petrificadas ante la idea de tener que hablar en público; por el contrario, otras personas se paralizan ante la idea de emprender una nueva actividad profesional. En efecto, cuando abandona el ámbito de actividad al que está familiarizado, experimenta una falta de confianza. 3. Sentirse mejor Si no se siente bien, pregúntese: “¿qué me hace decir que siento esto?" No pierda el tiempo en tratar de averiguar el tipo de sentimiento que le invade: la tristeza, la ansiedad o los remordimientos, por ejemplo; concéntrese en lo que siente exactamente y trate de responder a las siguientes preguntas: ¿experimenta una determinada sensación física?, ¿en un lugar particular de su cuerpo?, ¿con qué intensidad?, ¿de forma esporádica o crónica? Así, logrará identificar las manifestaciones de su malestar y podrá frenarlas y controlarlas. 4. Evitar sacar conclusiones precipitadas Habitualmente, creemos que podemos averiguar lo que piensan los demás sobre nosotros y sobre nuestra forma de actuar. Una mirada o una puntualización nos hacen creer que nos están juzgando negativamente y podemos llegar a experimentar una pérdida progresiva de confianza en nosotros mismos. Para evitar sacar conclusiones, de manera precipitada, sobre lo que opinan los demás sobre nuestras decisiones, es necesario plantearse la siguiente pregunta: ¿Cómo puedo estar seguro de ello? Por tanto, es preciso quenos cuestionemos si un determinado tono de voz, un gesto o cualquier otro signo indica, forzosamente, algo negativo y sistemático. Ponga en perspectiva, en la medida de lo posible, estos signos, y así evitará dejarse llevar por lo aparente del instante, porque sólo a largo plazo podrá establecer una conclusión sabia y acertada. 5. Quererse más Tener confianza en sí mismo significa sentirse cómodo en todas las situaciones posibles y en cualquier circunstancia. Para adquirirla, conviene, en primer lugar, desarrollar una verdadera autoestima, es decir, quererse más a sí mismo. Repita cada mañana al levantarse “confío en mi mismo”, como un mantra budista. Coloque, en la cocina o sobre el lavabo, fotos de personas que simbolicen el estado de plenitud que le gustaría alcanzar. No dude en remplazar de su mente modelos pasados que le hayan podido perjudicar. Las personas que goza de una plena confianza en sus posibilidades inspiran confianza. Son personas mágicas y comunicativas. 6. Reconozca sus posibilidades Tener confianza en sí mismo no significa que, frente a una situación inédita, domine de antemano los pormenores. Es evidente que conoce de forma objetiva sus propios recursos, lo que le ayudará a afrontar los problemas que se le presenten. Usted no puede prever si alcanzará realmente sus objetivos. La fuerza de la duda le impulsa a poner el máximo empeño para conseguirlo. Busque la grandeza, y no la perfección, en todos los proyectos que emprenda. La gente parece poseer una plena confianza en sí misma pero, en realidad, es siempre específica, pues depende de las experiencias originadas en cada esfera. 7. Vencer sus complejos Es esencial mirar en un espejo el reflejo de lo que somos y no de lo que pensamos que somos. Es preciso comprender que la imagen que tenemos de nosotros mismos no es la misma que la que los otros tienen de nosotros, puesto que los otros no son nosotros. Hacerse la víctima es una solución fácil, tan simple como atribuir todos sus problemas a sus complejos. Si busca en profundidad la razón de sus problemas, alcanzará una forma de discernimiento que constituirá una prueba de autoestima. Cuando construya su propia historia, podrá liberar su energía. En la diferencia se afirma siempre la identidad. No se oculte, no disimule sus envidias y así, ampliará sus horizontes. Sea honesto consigo mismo, no se someta a aquellas reglas que no tienen otro efecto que el de obligarle a aceptar el medio exterior. 8. Utilice los dos hemisferios del cerebro. Concéntrese en el hemisferio izquierdo de su cerebro apretando fuertemente con la mano derecha una bola de plástico blanda durante, aproximadamente, un minuto. Posteriormente, determine su grado de ansiedad en una escala del 1 al 10. Repita el ejercicio con la mano izquierda, que activa el hemisferio derecho del cerebro. Evalúe de la misma manera su ansiedad y observe si nota una diferencia de intensidad con respecto al anterior ejercicio. Probablemente, comprobará que experimenta una disminución de la ansiedad en función del hemisferio que ejercite. La próxima vez que se encuentre en una situación en la que le invada el estrés, repita el ejercicio apretando una bola con la mano izquierda o derecha para activar el hemisferio que le permita sentirse mejor. 9. Tener la conciencia tranquila

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Reconocer sus errores es una virtud. Tenga el valor de hacer lo que es justo, y así la gente que le rodea tendrá una buena opinión de usted. Confíe en un amigo; no hay nada mejor que sentirse liberado de una carga moral para afianzar tanto su propia estima como la de los otros. Aprenda a perdonarse como usted perdona a los demás. Trate de mantener una actitud de indiferencia ante las preocupaciones, los incidentes, etc. y tendrá la mente clara. No deje que el resentimiento se apodere de su mente, así dejará más espacio a su estima para que se instale permanentemente en su comportamiento. 10. Motivarse para conseguir objetivos realistas Evite las metas demasiado generales como, por ejemplo, “quiero ser feliz”. Especifique lo que significa para usted ser feliz y trate de definir, desde el primer momento, lo que le hace verdaderamente feliz, día a día, y de qué forma podría usted aumentar esta felicidad un poco más. Una meta general puede, a menudo, traer consigo una finalidad específica, lo que permite situar sus expectativas en un nivel más realista y, sobre todo, encauzar su energía en la dirección positiva. Fíjese objetivos realistas, tendrá más posibilidades de conseguirlos y de evitar la frustración. Establezca una imagen clara de las etapas por las que deberá pasar. Sepa identificar los límites, los puntos de control (como en un maratón) que le marcarán el buen camino y sus Metas. EJERCICIO Este ejercicio consiste en “analizar exhaustivamente” una situación profesional en la que haya conocido el fracaso. Esta estrategia permite evaluar y comprender el motivo del fracaso. 1. Rememore la situación en su totalidad, paso a paso. Puede hacerlo en voz alta o bien de forma escrita. No omita ningún detalle y describa con exactitud el suceso. 2. Una vez que haya establecido el esquema, señale los momentos esenciales, aquellos en los que ha ocurrido alguna cosa significativa con relación al fatal desenlace y pregúntese: ¿por qué?, ¿a causa de qué (o de quién)? y ¿en qué medida soy responsable?" 3. Estas preguntas no tienen como objeto hacerle sentir culpable, sino ayudarle a comprender, desde la distancia, los pormenores de esa experiencia desafortunada. 4. A continuación, utilice las respuestas obtenidas para visualizar el suceso como una experiencia positiva.

Ser creativo y persuasivo 11. No se deje manipular Aunque la inteligencia emocional es un procedimiento extraordinario para mejorar y mantener las relaciones personales, a veces, puede utilizarse con malos propósitos. Dicho en otros términos, una persona que muestra una gran inteligencia emocional puede llegar a revelarse como un sombrío manipulador. No se deje utilizar. Trate de responder para ello a las siguientes cuestiones: ¿qué tipo de emoción intenta provocar el interlocutor? ¿es una emoción positiva? y, sobre todo, ¿la emoción en cuestión tiene por objeto crear la división o la unión? Desde el preciso momento en que presienta una emoción negativa como la cólera, el miedo o el resentimiento, usted sabrá que tratan de manipularle. 12. Mantenga un espíritu positivo No ceda a un pensamiento maniqueo del tipo “todo o nada”, “blanco o negro”. Equivocarse no es más que el hecho de cometer un error y no la prueba de un fracaso o de una total ignorancia. Equivocarse o no alcanzar siempre los objetivos deseados es de humanos. Los errores deben entenderse como un medio excelente para saber más sobre sí mismo, y así poder fortalecer su propia autoestima. Pregúntese por qué motivos su autoestima se muestra tan reducida. Probablemente llegue a la conclusión de que puede tener su origen en algunas experiencias de la infancia. Ahora bien, en la actualidad, usted es una persona adulta y deberá aniquilar estas reflexiones que le llevan a despreciarse. 13. Estar decidido a pensar lo imposible La primera etapa para desarrollar un pensamiento creativo es permitir la divergencia de ideas. Se trata de no limitarse a un solo modo de reflexión, sino de ser capaz de abrirse a nuevos horizontes. Esta fase es el principio esencial. Usted no será capaz de desarrollar su pensamiento creativo, si piensa que no puede conseguirlo. Por tanto, es preciso que mantenga una actitud motivada y decidida. En otras palabras, trate de nalcanzar su objetivo con resolución y, al mismo tiempo, de deshacerse de todo aquello que le haya podido forzar, hasta ahora, a conformarse con la rutina. No piense nunca que “esta idea es ridícula” o “eso es fantástico”. Absténgase de juzgar sus propias reflexiones. No considere, de forma categórica, que sus pensamientos son, o bien positivos, o bien negativos. Abandone esta visión constrictiva propia de la mayoría de la gente.

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14. Ser brillante antes que original No basta con querer ser original para ser creativo: las ideas más ilógicas y más válidas suelen nacer de la adaptación de lo que ya existe. No se trata de salirse, a toda costa, de la norma; no se complique la existencia. Recuerde que Gutenberg inventó la imprenta a partir de una prensa de vino. No se obstine en una idea o un concepto que parece no poder evolucionar. Ponga a prueba su inteligencia espacial e intente abordar, psíquicamente, un problema desde todas sus perspectivas; vea lo que se oculta detrás y no se contente con el enfoque frontal del problema. Este es el principio del pensamiento lateral. 15. Romper con la rutina Si hace todos los días la misma cosa, obtendrá siempre el mismo resultado. Escuche música diferente a la que escucha habitualmente, lea revistas o libros que nunca había pensado leer, modifique sus itinerarios para ir al trabajo, viaje a lugares que nunca había imaginado visitar, deguste nuevos platos, etc. No deje que le venza la angustia, no tenga miedo de lo que concibe en su mente. Es sano y natural experimentar una cierta aprehensión antes de probar una cosa nueva. Compórtese como si supiera en todo momento lo que hace, camine hacia el frente sin mirar hacia atrás. 16. Definir sus gustos personales Naturalmente, no puede lanzarse ciegamente en busca del arte. Por tanto, la primera etapa consiste en determinar en que disciplina artística encuentra su máxima inspiración: en la pintura, la música, el estilismo, el grafismo, la arquitectura, la escritura, etc. Posteriormente, aprenda a reconocer los estilos y las corrientes que prefiere de la materia. Para ello, no hay nada mejor que dejarse acompañar y guiar por un aficionado npreparado. Con total seguridad, encontrará, en su entorno cercano y medio, alguna persona que conozca la música, un apasionado de la moda, un experto en literatura, etc. ¡Invíteles a cenar! 17. Saber convencer El enfoque que ha de tomar para convencer a su público difiere en función de la persona o personas a las que se dirija. Su objetivo consistirá en tratar de despertar el interés de la audiencia. Para ello es primordial que no se concentre sólo en lo que dice, sino también en como lo dice. Los psicólogos consideran que el efecto de un mensaje dirigido a un público se debe un 20% a las palabras y a la estructura del discurso, un 30% al tono, a las entonaciones y al volumen de su voz y un 50% a los signos no verbales como, por ejemplo, los gestos, la mímica y las miradas. Es preciso que, durante el discurso, tenga en mente la importancia del público, bien sean cinco, diez o treinta personas; asimismo, es necesario un mensaje claro, incluso esquematizado, puesto que el grupo suele reaccionar, en primer lugar, arrastrado por la emoción colectiva y no utilizando racionalmente la inteligencia individual. 18. Escuchar para influir mejor Si desea persuadir a su interlocutor, lo mínimo que espera de éste es que le escuche, naturalmente. Para conseguirlo, es necesario que usted escuche también. Así, podrá conocer mejor al orador y poder influir sobre él mejor. La mayoría de las personas dedica más tiempo a escucharse a sí misma que a escuchar a los demás. Ahora bien, comunicar comienza por la facultad que tenemos de ser receptivos al mensaje del interlocutor, tanto al contenido propio del mensaje como a la manera empleada (la forma) para liberarlo. Ser persuasivo no significa aplastar a los demás con el peso de una personalidad avasalladora. En primer lugar, es necesario manejar la estructura de la expresión oral, para así ser capaz de analizar el mensaje que recibimos por parte del otro. La técnica del eco permite retomar algunas palabras clave pronunciadas por el interlocutor, a fin de orientar el discurso en el sentido deseado. 19. Presentar sus argumentos con pertinencia La retórica es el arte de persuadir mediante el discurso al interlocutor a partir de una argumentación sólida. Asimismo, la retórica le ayudará a explicarse bien, a comunicarse de manera eficaz. Si sabe presentar sus argumentos con inteligencia, conseguirá, con total seguridad, convencer a su audiencia. Saber escuchar, observar o establecer una relación de confianza son requisitos previos necesarios en la comunicación, pero insuficientes cuando se trata de afirmar su verdadera fuerza de convicción. Numerosos psicólogos han llegado a una conclusión similar: en una reunión, no es la última persona que toma la palabra la que convence al auditorio, sino la primera. A falta de persuadir, conseguirá orientar el tema de los debates. Esto es lo que se denomina efecto de primacía: los argumentos presentados en primer lugar tienen más influencia que el resto. 20. Mejorar su fuerza de persuasión

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Para convencer, es fundamental saber demostrar los argumentos con los que muestra desacuerdo. Conviene hacerlo con inteligencia para evitar contradecir al interlocutor de manera frontal. Es de vital importancia que no confiese jamás su discrepancia. Si un orador facilita un ejemplo durante un debate, refútelo asegurando que se trata sólo de un caso aislado. Del mismo modo, si se sugiere una teoría, diga que es muy general. De esta manera, por más que los argumentos se opongan a sus pensamientos, tendrá seguramente razón, porque un ejemplo no es más que un caso particular y una teoría no es más que una visión generalizada que, a menudo, tiene excepciones. Vigile, asimismo, los abusos del lenguaje que puede cometer el interlocutor. Sin embargo, para demostrar su convicción, emitirá apostillas como “pienso que…”. Señale que su defensa se basa en una opinión personal y no en un argumento sólido. EJERCICIO El psicólogo inglés Tony Buzan ha puesto a punto la técnica denominada “Mind Map” - “Mapa mental” en español - , destinada a mejorar la toma de notas y, por tanto, la comprensión de un problema. Ahora bien, el mapa mental es un ejercicio muy útil para favorecer el pensamiento divergente y, en último término, mejorar su creatividad. En primer lugar, escoja una palabra. Anote las asociaciones de ideas en las que piensa en relación a esa palabra. Cada concepto se encuentra delimitado y ligado a la palabra de partida por un vínculo. Posteriormente, relacione palabras nuevas a cada una de las anteriores asociaciones. Su objetivo: no dejar ningún espacio en blanco en la hoja. Aquí tienes un ejemplo de cómo se hace un Mapa Mental

Mostrar empatía 21. Adquirir carisma El carisma no le servirá para imponerse sobre los demás, sino para inspirar en ellos confianza y respeto. Por tanto, es una herramienta de gran utilidad que le servirá, particularmente, cuando hable con alguien que acaba de conocer. La confianza activa y desarrolla su capacidad de no pasar desapercibido. Si evita cualquier tipo de trato con la gente, se arriesga a no mostrar nunca su cara más atrayente. Por este motivo, es preferible iniciar el contacto a evitarlo a toda costa. Sea menos perfeccionista, busque, por el contrario, la calidad, persiga nuevos retos y permítase la licencia de no conseguir siempre todo a la primera. Aprenda a ser más positivo. 22. Explicar su interés La empatía es un aspecto esencial de la inteligencia emocional: la capacidad de ponerse en el lugar del otro y de sentir sus propios sentimientos y sus emociones. El reconocer las emociones ajenas es el primer paso para entenderlas e identificarnos con el emisor. Así, el interlocutor comprenderá que no está solo y que en usted encontrará una persona que sabe escuchar con atención. Por otro lado, la empatía permite percibir mejor el medio psicológico de una persona, descubriendo la realidad de su terreno afectivo. Conviene no inhibirla su pretexto de ser una marca de debilidad. Al contrario, es una prueba fundamental de que domina el « saber estar », una condición muy importante en las relaciones interpersonales. 23. Desarrollar su afectividad La empatía permite manifestar una verdadera afectividad, puesto que reconforta a aquellas personas con las que se siente identificado. Es inútil forjarse una máscara para tratar de ser

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insensible al mundo exterior, aunque creamos que es la mejor manera de protegernos contra los ataques. En efecto, dejando expresar su afectividad y controlándola, conseguirá verdaderamente expresar su empatía. Para controlarla, necesitará saber en qué momento deberá expresarla y en qué medida. Aun cuando no tenemos tiempo para escuchar a una persona, es preferible dedicarle unos segundos de interés antes de provocar largos momentos de desconcierto en aquellas personas que necesitan ser entendidas. 24. Muestre su capacidad de escuchar No basta con oír; además, es fundamental mostrar al interlocutor que le está escuchando. Para expresarlo, utilice gestos sencillos, aunque eficaces, como asentir con la cabeza; un consentimiento oral del tipo “sí, comprendo lo que quiere decir”; o una mirada sincera y de apoyo. No establezca juicios ni críticas, y así mostrará realmente empatía. Además, no es necesario mostrar su total acuerdo, por lo que mostrará sólo lo que comprenda y sólo tendrá que probar lo que acepte. 25. Ayudar a los demás a aclarar sus pensamientos La empatía le ayudará a establecer un lazo real e inmediato con un interlocutor que expresa mal sus pensamientos. Para apoyar a esta persona, es necesario que repita su discurso retomando los puntos claves. A continuación, trate de expresar con distintas palabras aquello que el orador quiso decir. Posteriormente, argumente su opinión al hilo del discurso, sin contradecir el punto de vista del interlocutor. Finalmente, plantee cuestiones precisas durante la conversación, de forma que ayude a la persona a continuar su disertación. Así, conseguirá gracias a usted sentirse mejor, puesto que formulará de forma más clara su punto de vista. El interlocutor le estará profundamente agradecido. 26. Adoptar un lenguaje positivo Para expresar correctamente su empatía, es necesario desenterrar términos negativos como, por ejemplo, “no comprendo cómo puede…”, “¡ha cometido un error!, “ha olvidado decir que…”. Por el contrario, utilice frases como “puedo ayudarle a conseguir…”, “la mejor solución para usted es…”, “comprendo lo que dice y me gustaría explicarle mi punto de vista…”. No se trata de recurrir a un lenguaje formalista, sino de evitar, simplemente, el uso de ciertas locuciones verbales que incrementan la incomprensión entre las personas. Su objetivo, por tanto, es acercarse al otro, hacerle comprender que puede contar con su ayuda, con sus consejos, etc. En otras palabras, que existe una solución para su problema y que usted está dispuesto a buscarla con él. 27. Evitar los enfrentamientos Cuando se enfrente con una persona que se enfada sin motivo aparente, intente atajar el conflicto para no fomentarlo. Preste atención a la situación, observe el tiempo que hace a su alrededor, el estilo de vida de la persona, trate de comprender las razones, aunque parezcan injustificadas, por las que esta persona entra en cólera. En la mayoría de los casos, existe un factor exterior que condiciona el mal humor de una persona y hace que ésta arremeta, de manera sistemática, contra el primero que se cruza en su camino. Cualquiera persona que acaba de ser reprendida por un superior jerárquico, por ejemplo, puede llegar a actuar agresivamente contra la primera persona que le dirija la palabra. 28. Responder a la agresividad Toda agresión verbal es signo de una frustración, de un malestar que necesita ser expresado. Es conveniente concienciarse de las desgracias de los demás para evitar entrar en su juego. A veces, es demasiado tarde para desactivar el conflicto, por lo que es necesario saber calmarlo utilizando la respuesta más apropiada de cara a la agresividad: la ironía. Así, cuando un desconocido le diga “¡qué descarado!” porque piensa que usted no ha esperado su turno en la tienda, usted ha de responder “disculpe, pero no soy un descarado”. Es necesario que su respuesta lleve a la persona a interrogarse antes que a conformarse con su convicción. 29. Reconozca sus errores Habitualmente, las personas prefieren enfurecerse y encolerizarse antes que reconocer sus propios errores, sobre todo, cuando están convencidos de que saber pedir perdón es un signo de desprestigio. La empatía es una forma sorprendente de mostrar a los demás un comportamiento contrario al habitual de las relaciones personales. Es decir, demostrar que la agresividad no es el único vínculo social factible. Expresiones como “comprendo que estés encolerizado” y también “¿qué puedo hacer para arreglar esto?”

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suenan de manera más sincera que las excusas banales. 30. Mostrar su compasión Se trata de no reprochar a los otros por lo que son, de mirarlos tratando de comprender las razones por las que su comportamiento es agresivo, hipócrita, malintencionado, seco, irascible, etc. Por ejemplo, una persona habituada a ridiculizar a los demás debe ser vista como un niño que pone a prueba su poder; las personas habituadas a responder antipáticamente deben ser consideras como individuos con falta de afecto. La compasión permite la benevolencia y genera una mejor comprensión. Esto no significa que sea necesario aceptar todo, sino demostrar que los comprendemos. Esto debe, una vez más, permitir evitar numerosos enfrentamientos. EJERCICIO Lea cada uno de los siguientes casos estudiados que corresponden a situaciones típicas de la vida cotidiana. Lea varias veces seguidas el enunciado del estudio, si es necesario, y haga el esfuerzo de meterse en la piel del personaje citado por su nombre. Para ayudarse, represente mentalmente la actitud y los pensamientos que podría experimentar estando en su lugar. Estudio 1 Elena tiene 43 años. Le gusta su trabajo de asistenta de dirección, pero no soporta más las advertencias injustificadas de su jefe. Éste no desaprovecha la oportunidad de humillarla en público. Elena está alterada y cuando llega a casa, sus hijos y su marido no comprenden las crisis de lágrimas que le invaden a veces. Estudio 2 Guillermo tiene 19 años. Mantiene una relación complicada con su padre y quiere abandonar el domicilio familiar. Todavía no ha terminado sus estudios y sólo trabaja a media jornada. Él siente la necesidad de independizarse, pero no está seguro de ser capaz de poder asumir sus gastos. Estudio 3 Sofía tiene 35 años y detesta conducir desde el accidente que tuvo con sus amigos cuando era una estudiante. Las dos personas que viajaban con ella en el coche perdieron la movilidad. Cuando monta en un vehículo, incluso parado, siente un profundo malestar. Estudio 4 Juan tiene un compañero en la oficina simpático, pero un completo incompetente. A la menor observación, el compañero se enfurece y roza las crisis de paranoia. Juan se encuentra limitado en su trabajo.

Dominar sus actitudes 31. Controlar su mirada La mayoría de los individuos observan, desde el principio, su rostro para tratar de evaluar su actitud y lo que siente en su interior. Muestre su interés por los demás mirándolos directamente a la cara. Incline ligeramente su cabeza hacia un lado, arquee las cejas, sin forzar el gesto, y asienta con la cabeza a ratos, para enviar la señal “soy receptivo, apruebo lo que usted dice”. Se trata de mantener una actitud distendida y de no fijarse con obstinación en su interlocutor. Para dar a alguien confianza es necesario expresar sus sentimientos utilizando el lenguaje no verbal que sugieren los gestos de su rostro. Indudablemente, la sonrisa es la mejor expresión facial para inspirar confianza en su entorno. 32. Expresarse con el cuerpo entero Adoptando una postura relajada, conseguirá despertará el interés y la receptividad de los demás, y así aumentará considerablemente las oportunidades de persuadir a los demás. En una reunión de negocios, desabróchese el traje, mantenga las piernas descruzadas, siéntese en el fondo de su butaca, y así se acercará lentamente a su interlocutor. Esta forma de llegar a los demás favorece el entendimiento. Si dejacerrado su dossier y mantiene las manos entrelazadas, mostrará una indiferencia notoria. Una actitud distendida ayuda a que los demás comprendan que usted está escuchando con atención. La tensión evoca, por el contrario, la intransigencia y la actitud defensiva. 33. Poseer el sentido del tacto En la cultura occidental, la forma más aceptable de contacto físico es el apretón de manos; es seguramente el símbolo de la comprensión, tanto desde un punto de vista social como comercial, para sellar el cierre de una negociación o expresar un mensaje de bienvenida. Dé un apretón de manos franco y breve. Ejerza una ligera presión sobre la mano del otro antes de aflojarla. Un apretón de manos flojo significa desinterés. Las mujeres tienden a adoptar este estilo de apretón, puesto que consideran que apretar las manos más fuertemente es cosa de

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hombres. Ahora bien, ninguna persona, incluidas las mujeres, aprecia un apretón de manos débil. 34. Adoptar la mejor forma de caminar En los pasillos de una empresa como en la calle, el movimiento de su cuerpo posee una expresión propia. Por ejemplo, caminar a zancadas balanceando los brazos indica una intensa preocupación nerviosa, del mismo modo que avanzar lentamente, con la cabeza baja, los ojos fijos en el suelo y la espalda encorvada. Caminar con el pecho demasiado erguido puede mostrar una actitud arrogante y despectiva hacia los demás. Cuando camine, no trate de destacar sólo una parte de su cuerpo, puede resultar negativo y, además, no conseguirá un movimiento natural. 35. Descifrar los gestos de un orador En un contexto particular, la posición del cuerpo emite señales que se traducen en un determinado estado mental. Un orador que tenga los brazos cruzados ante su audiencia muestra una actitud defensiva, como si tratase de protegerse, porque teme el momento que está viviendo. Los brazos pegados al cuerpo caracterizarán a un orador tímido e indeciso, alguien que, evidentemente, no está habituado a este tipo de ejercicio. Por el contrario, si el individuo adopta una postura con los brazos abiertos delante de él, sugiere la invitación y la comunicación, en una palabra, el deseo de comunicarse con su audiencia. 36. Saber coordinar el cuerpo y la mente Cuando su cuerpo adopta una posición en armonía con sus pensamientos, el resultado es positivo. Por el contrario, si su cuerpo y sus pensamientos están enfrentados, sus palabras no estarán sincronizadas con su postura, por lo que dará la impresión de estar incómodo, de no sentirse bien. Trate, por ejemplo, de mantener una actitud dura y firme inmediatamente después de mostrar una gran sonrisa: es casi imposible. Igualmente, trate de ser simpático y afable mostrando un rostro inexpresivo y crispado: no lo conseguirá. Es evidente que el lenguaje corporal condiciona su mente. 37. Controlar la frustración Cuando no podemos conseguir un objeto o una persona que deseamos, se experimenta comúnmente un sentimiento de frustración que suele desencadenar la cólera. Es decir, cuando nos encontramos en una situación ambivalente de amor y de odio, llegamos a despreciar lo que hemos venerado. Es necesario saber controlar la agresividad que llevamos dentro sin dejar que nos destruya, de lo contrario, observaremos ncomportamientos, a fin de cuentas, irracionales. 38. Evitar el resentimiento El resentimiento está generado por la acumulación de lo no dicho. En determinadas ocasiones, podemos construir un sentimiento de injusticia tan grande que llegamos a adoptar actitudes que los demás no pueden comprender. La envidia, la falta de confianza en sí mismo, la ausencia de objetivos personales son también factores que favorecen la expresión del resentimiento. La energía utilizada para alimentar nuestro rencor nsería más beneficiosa si fuera utilizada para hablar, y así quitar dramatismo a muchas situaciones difíciles. 39. Saber perdonar Saber perdonar a los demás implica tomar conciencia del daño sufrido ante un determinado comportamiento y “pasar a otra cosa”. Perdonar no significa ser débil, sino todo lo contrario, mostrar la fuerza de su carácter. El perdón es, sobre todo, un medio excelente para conceder la palabra al otro, y así verificar las razones que le han empujado a actuar así. El perdón se muestra, por tanto, como un tipo de “información” que le permitirá preparar al máximo la sucesión de los acontecimientos. 40. Aceptar la cólera Una persona encolerizada que tiene que transmitir un mensaje necesita, de forma imperiosa, ser escuchada, aunque para ello utilice un medio poco convincente porque tema una injusticia o una frustración. La mejor actitud que puede tomar es concederle lo que espera: un hombro en el que apoyarse. Además, escuchará con una actitud calmada y receptiva, y así la cólera desaparecerá rápidamente. En estas situaciones, las personas en cólera suelen percibir las palabras de tranquilidad y consuelo como un rechazo a ser escuchadas. EJERCICIO La próxima vez que tenga la oportunidad de estar en un lugar público como en un aeropuerto, en un centro comercial o, mejor aún, en una cena con desconocidos, observe bien a la gente

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que le rodea. Aunque parezca extraño, un individuo que se encuentra en medio de la muchedumbre se comporta como si estuviera sólo en el mundo. 1. Identifique si el cuerpo de cada persona observada dice “sí” o “no”. 2. Observe los cambios eventuales que pueden intervenir para pasar de “sí” a “no” y viceversa. Trate de señalar, en cada caso, qué determina las modificaciones del comportamiento de los individuos que observa. Por ejemplo, observe a ese hombre en compañía de su hijo pequeño que está en situación de “sí”. Camina con el pecho erguido, los hombros distendidos. De repente, adopta una mirada huidiza y su rostro se vuelve inexpresivo. Ese hombre pasa a una situación de “no” cuando su hijo le pide entrar en una tienda para comprar alguna cosa.

Ser feliz y hacer feliz 41. Ser consciente de su suerte Debe ser siempre consciente de la suerte que tiene de poseer una casa, una familia, amigos y un trabajo. Trate de estar orgulloso y agradecido por lo que posee, así acallará esa voz interior que podría invitarle a lamentarse por su condición. Piense en aquellas personas que no tienen nada y verá como el motivo de sus quejas está raramente justificado. 42. Sacar partido a las emociones negativas No es necesario reprimir sus emociones negativas, pues éstas podrían aportarle información útil para mejorar su inteligencia emocional. Cuando aparezcan, imagine que vuela literalmente sobre ellas: analice esta sensación desagradable y pregúntese qué le puede enseñar sobre sí mismo. A medida que tome conciencia de lo que significa esta emoción negativa, la sentirá de manera menos intensa y ésta acabará por desaparecer. Pero le habrá aportado lo esencial, es decir, un mejor conocimiento de su “yo” interior. 43. Saber recompensarse Esté orgulloso siempre de los esfuerzos realizados para conseguir un objetivo: disfrute durante el trayecto. Es necesario que valore el esfuerzo realizado aunque no alcance su meta. Del mismo modo que un motor necesita gasolina para funcionar, usted necesita su carburante personal; no renuncie a él. Para que no desaparezca su capacidad de motivación, es obligatorio que sepa recompensarse. Usted no es un burro que camina tras una zanahoria, aunque es vital fortalecer su motivación con una sucesión de pequeños placeres. Si se concede pequeñas recompensas, mantendrá y afirmará su propia autoestima, lo que se traducirá en un aumento de su propia motivación. 44. Conocer el arte de los cumplidos No se trata de adular a los demás, sino de decir simplemente las cosas de manera positiva. Es necesario tratar de animar a una persona, bien sea nuestra pareja o un amigo, para que crea que las cosas irán bien. Use el “yo” para personalizar sus pensamientos diciendo: “yo sé que lo has hecho bien”, en lugar de generalizar diciendo “está bien”. No trate de engañar a los demás, sino todo lo contrario, debe admitir que puede compartir con usted sus emociones. 45. No refugiarse en el silencio En una relación amigable o amorosa, uno se aleja del otro si éste no le permite llegar a su corazón o a sus pensamientos. Por esta razón, es inútil tratar de protegerse forjando un carácter duro, puesto que es un comportamiento muy egoísta. A menos que sea un excelente actor, podrá disimular, mal que bien, sus emociones en una situación complicada si no dice nada, aunque los otros intuirán sus sentimientos a primera vista. El silencio puede matar lentamente una relación. Es necesario hablar con el corazón en la mano para que todo el mundo se pueda beneficiar de sus sentimientos. 46. Ser egoísta para la felicidad de todos Paradójicamente, el egoísmo puede revelarse como un arma excelente para mejorar las relaciones interpersonales. En otras palabras, la manifestación de su egoísmo le ayudará a mostrarse más realista y a establecer relaciones personales más directas y más francas. Solamente, es necesario saber usarlo con tacto para no parecer impertinente. Por ejemplo, cuando se enfrente a una discusión de pareja por ver una u otra cadena de televisión una noche, es necesario que mantenga una conversación para evaluar los gustos y las necesidades de cada uno. Así, comprenderá que una elección triunfa más que la otra. Nadie se verá perjudicado porque ha existido un debate y un compromiso. 47. Preguntar a los demás lo que sienten

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Las personas buscan, ante todo, su propio interés, aunque pretendan lo contrario. Si no presta el suficiente interés por los demás, terminará por darse cuenta de que conoce mal a las personas de su entorno, incluso de su propia familia. No dude nunca en preguntar: “¿qué piensas de esto?”, “¿qué piensas de mí?”, “¿qué piensas de la gente que nos rodea?” Cuanto mejor nos conozcamos los unos a los otros, más felices serán nuestras relaciones personales. 48. Expresar la alegría La expresión pura e ilimitada de la alegría no responde siempre a los cánones de la moral occidental; hasta el punto de que, en ciertas situaciones, puede suponer un rechazo claro y categórico. No inhiba sus emociones positivas, bajo el pretexto de no ser lo suficientemente expresivo, aunque sea el camino más corto para alcanzar la felicidad. No se trata de condicionar su alegría, sino de tratar de expresarla siempre que tenga ese sentimiento. ¡Nadie ha sucumbido bajo el azote de la alegría! 49. Saber recibir ¿Cuántas veces ha oído a sus amigos decir “no era necesario” cuando les obsequia con un regalo? Esta contestación puede servir como fórmula de cortesía, pero es la expresión característica de una persona que no sabe recibir. Se trata, al fin y al cabo, de una persona que no se siente digna de “recibir”, quizá porque no está habituada a ser el centro de atención de los demás. En una situación parecida, es importante desdramatizar y demostrar que la gentileza y la atención son cualidades comunes y representan gestos naturales. 50. Atreverse a decir « no » Habitualmente, usamos pequeñas mentiras y otras justificaciones para tratar de enmascarar nuestras negativas. ¿Qué podemos decir a nuestros padres cuando insisten en invitarnos a pasar el fin de semana con ellos? o ¿qué podemos decir a unos amigos que quieren salir a cenar? Bajo el pretexto de las convenciones sociales que suponen que no podemos decir siempre lo que pensamos, nos hemos habituado a no asumir nuestros actos y decisiones. Ahora bien, se trata de una forma de cobardía que se paga tarde o temprano. Por esta razón, es preferible ser honesto y decir “no” cuando no queremos decir “sí”. En la práctica, esta estrategia le ayudará a poder decir “no” sin tratar de justificarse mediante burdas excusas. Esta estrategia puede contribuir a establecer relaciones más sanas. EJERCICIO Redacte una lista de diez cosas que le hagan particularmente feliz. A continuación, póngase el reto de realizar, al menos, la mitad de esta lista en dos semanas. Al mismo tiempo, elabore una lista con diez acciones que podrían hacer feliz a su entorno. En el mismo periodo de dos semanas, esfuércese en llevar a cabo estas diez acciones. Dé prioridad a lo que puede hacer por los demás, y así hará cada vez más por usted.

Es necesario recordar que… La confianza en sí mismo le permitirá conocerse mejor, y así enfrentarse mejor a la vida. Asimismo, puede fijarse objetivos realistas y probar su motivación para alcanzarlos. Puede, también, desarrollar una mente creativa que le permitirá pensar de forma libre y positiva, sin ser prisionero de un escudo moral. Sobre todo, mejorará su rapidez de juicio y su capacidad de análisis, es decir, de adaptación. Naturalmente, tener una mente creativa le permitirá darse mejor a entender y comprender, llegar a poseer una fuerza de persuasión que le permita mostrar su mente independiente, así como su voluntad. Los seres humanos no vivimos como ermitaños, por lo que es esencial tener en cuenta siempre la presencia de los demás. No podremos establecer ni mantener verdaderas relaciones personales si no nos esforzamos en ponernos en el lugar del otro. La empatía es, al mismo tiempo, un arte de vivir y un saber vivir, es un modo esencial de inteligencia emocional. Dominar las actitudes tanto psíquicas como morales es una condición indispensable para vivir en sociedad. El lenguaje corporal indica, claramente, lo que sentimos. Por este motivo, si lo controlamos y desciframos, lograremos estar en armonía con los demás y con nosotros mismos. La felicidad se fomenta y se comparte. No podemos conseguir la felicidad en solitario, despreciando a los demás, puesto que no es el mejor método. A menudo, poseemos la facultad de hacer felices a los demás y, de esta manera, podremos alcanzar un mayor estado de felicidad personal. Trate de ser usted mismo y de decir lo que piensa: la sinceridad es un factor de la alegría, mientras que, por el contrario, las mentiras o el silencio no aportan nada constructivo.