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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón TEMA 3 PLATÓN (427-347 a. de C.) 1. CONTEXTO HISTÓRICO, BIOGRAFÍA Y OBRAS 2. EL OBJETIVO DE LA OBRA PLATÓNICA 3. LA REALIDAD: LA TEORÍA DE LAS IDEAS 4. EL CONOCIMIENTO Y EL AMOR 5. ANTROPOLOGÍA Y PSICOLOGÍA 6. TEORÍA ÉTICA: LAS VIRTUDES 7. TEORÍA POLÍTICA: EL ESTADO IDEAL 8. PLATÓN EN LA POSTERIDAD 1. CONTEXTO HISTÓRICO, BIOGRAFÍA Y OBRAS Platón nació en Atenas en el año 427 a. de C. Su verdadero nombre era Aristocles. “Platón” (del griego platos: extensión, amplitud, anchura) es un sobrenombre añadido. Era hijo de una de las familias aristocráticas más importantes de Atenas: su padre descendía del rey Codro y su madre pertenecía a la familia de Solón. Estos antecedentes familiares influyen para que desde muy joven Platón tuviese como ideal de su vida dedicarse a la vida política. Aristóteles nos comenta que Platón inició su formación filosófica con Cratilo, un seguidor de Heráclito, y que hacia los 20 años se convirtió en discípulo de Sócrates con la intención de obtener una buena preparación para la actividad política. Son años de gran inestabilidad social. La hegemonía económica, política y cultural que había adquirido Atenas después del triunfo de los griegos sobre los persas en las guerras Médicas estaba tocando a su fin. Las distintas ciudades griegas, agrupadas en torno a Esparta y Atenas, se enfrentaron en una guerra de casi 30 1

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

TEMA 3

PLATÓN (427-347 a. de C.)

1. CONTEXTO HISTÓRICO, BIOGRAFÍA Y OBRAS

2. EL OBJETIVO DE LA OBRA PLATÓNICA

3. LA REALIDAD: LA TEORÍA DE LAS IDEAS

4. EL CONOCIMIENTO Y EL AMOR

5. ANTROPOLOGÍA Y PSICOLOGÍA

6. TEORÍA ÉTICA: LAS VIRTUDES

7. TEORÍA POLÍTICA: EL ESTADO IDEAL

8. PLATÓN EN LA POSTERIDAD

1. CONTEXTO HISTÓRICO, BIOGRAFÍA Y OBRAS

Platón nació en Atenas en el año 427 a. de C. Su verdadero nombre era Aristocles. “Platón”

(del griego platos: extensión, amplitud, anchura) es un sobrenombre añadido. Era hijo de una de las

familias aristocráticas más importantes de Atenas: su padre descendía del rey Codro y su madre per-

tenecía a la familia de Solón. Estos antecedentes familiares influyen para que desde muy joven Pla-

tón tuviese como ideal de su vida dedicarse a la vida política. Aristóteles nos comenta que Platón

inició su formación filosófica con Cratilo, un seguidor de Heráclito, y que hacia los 20 años se con-

virtió en discípulo de Sócrates con la intención de obtener una buena preparación para la actividad

política.

Son años de gran inestabilidad social. La hegemonía económica, política y cultural que ha-

bía adquirido Atenas después del triunfo de los griegos sobre los persas en las guerras Médicas esta-

ba tocando a su fin. Las distintas ciudades griegas, agrupadas en torno a Esparta y Atenas, se en-

frentaron en una guerra de casi 30 años (Guerras del Peloponeso: 431-404 a. de C.) de la que final-

mente Esparta resultó vencedora. La democracia ateniense fue sustituida por un gobierno de Trein-

ta Magistrados cuidadosamente seleccionados por su postura antidemocrática y proespartana. Dos

familiares de Platón (Cármides y Critias) desempeñaron funciones importantes en este gobierno oli-

gárquico. Platón había asumido desde hacía años la opinión negativa de Sócrates sobre un sistema

democrático en el que los cargos de los Magistrados se asignaban por sorteo, los políticos actuaban

cada vez más por intereses personales y en el que cualquier acción podía ser justificada pues las

costumbres y normas morales dependían de opiniones variables sin ninguna clase de fundamento

ético.

Siguiendo a Sócrates, Platón creerá que toda esta perversión moral era el resultado del es-

cepticismo y del relativismo transmitidos por los sofistas y entiende que la introducción del nuevo

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gobierno aristocrático podría producir en Atenas unas radicales reformas políticas y sociales que

consideraba absolutamente necesarias. Platón tiene entonces 24 años y sufre una total desilusión. El

gobierno de los “Treinta Tiranos”, en quien él había confiado, se convirtió en un régimen de terror,

de injusticia y abuso de poder. El descontento fue general y al año siguiente un golpe de estado diri-

gido por Trasíbulo restaura la democracia.

Pocos años después, en el 399 a. de C., esta nueva democracia cometió, según Platón, el infame cri-

men de juzgar y condenar a muerte a Sócrates, el mejor de los hombres de su tiempo y el más inteli-

gente y justo. Esta muerte le produce una profunda crisis vital, política y filosófica. Pierde el interés

por intervenir directamente en la vida política de Atenas y adquiere el convencimiento de que es ne-

cesario diseñar un nuevo tipo de gobierno basado en la “verdadera filosofía” (la que busca la ver-

dad, los conocimientos universales y permanentes), un gobierno dirigido por los verdaderos sabios,

los filósofos, que garantice la justicia y que indique a los hombres cómo deben comportarse en la

sociedad. Este será el gran objetivo de su filosofía.

En el año 388 a. de C., hacia los 40 años, realiza su primer viaje por Italia. Allí conoce las

ideas de los seguidores de Parménides y el estilo de vida de las comunidades pitagóricas (en Sici-

lia). Al regresar a Atenas fundó la Academia en un gimnasio situado en el parque dedicado al héroe

Academo. A diferencia de la educación impartida por los sofistas, en la Academia se estudiaba gran

diversidad de materias, especialmente matemáticas, música, astronomía y filosofía. Estas materias

eran consideradas por Platón como imprescindibles para la formación de quienes querían dedicarse

a la política. En esta época Platón desarrolla su filosofía más característica: la teoría de las Ideas, la

teoría del conocimiento y la teoría del Estado justo o ideal. Su objetivo era encontrar el fundamento

de los valores éticos y políticos y eliminar, de esta forma, el escepticismo y relativismo de los sofis-

tas.

En los años 367 y 361 a. de C. Platón viaja de nuevo a Sicilia, invitado por Dionisio II de Si-

racusa, con el objetivo de implantar el ideal político descrito en el diálogo La República. Ambos

viajes constituyeron un fracaso total. Comienza una etapa en la que Platón reflexiona críticamente

sobre sus teorías anteriores y su fundamento teórico. Su obra en este periodo está llena de dudas, in-

cluso el personaje de Sócrates aparece inseguro e incapaz de superar las objeciones de sus interlocu-

tores. A partir de su vuelta definitiva a Atenas en el 360 a. de C., con 66 años, Platón continuó es-

cribiendo y revisando sus teorías hasta el momento de su muerte, en el 347 a. de C.

Los escritos de Platón están redactados casi todos en forma de diálogos, en un lenguaje

didáctico, en el que con frecuencia intercala ejemplos y mitos para explicar sus teorías princi-

pales. En ellos varios personajes conversan de una forma más o menos distendida sobre una cues-

tión filosófica. El personaje central de la mayoría de sus diálogos es Sócrates y conversando

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con él aparecen personajes de su tiempo, sofistas, filósofos, amigos, discípulos y parientes de

Platón. Mediante preguntas y respuestas, aclaraciones y refutaciones de las diversas opiniones, Pla-

tón nos transmite sus propias ideas por boca de Sócrates.

Platón vivió 80 años y su pensamiento evolucionó constantemente a lo largo de su vida. Los

36 diálogos que actualmente se conservan suelen clasificarse en las siguientes etapas:

-Periodo de juventud o socrático. Son obras muy influenciadas por Sócrates. Tratan, sobre todo,

de temas sociales (éticos y políticos). Generalmente no llegan a conclusiones definitivas.

Destacan: Apología de Sócrates, Critón (sobre la obediencia a las leyes) Lisis (sobre la amistad),

Laques (sobre la valentía), Protágoras (sobre la virtud y el saber).

-Periodo de transición. Diálogos de transición. Las obras de esta época presentan a un Platón más

independiente de su maestro Sócrates. En ellos comienza a elaborar sus propias teorías. Es destaca-

ble la influencia de los pitagóricos.

Destacan: Gorgias (sobre el político), Menón (sobre la enseñanza de la virtud), Cratilo (sobre el

lenguaje).

-Periodo de madurez. Lo constituyen los diálogos donde se desarrollan los temas más importantes

de su filosofía: la teoría de las Ideas, la teoría del conocimiento, la doctrina sobre el alma y la con-

cepción del Estado.

Destacan: El Banquete (sobre el amor y la belleza), Fedón (sobre la inmortalidad del alma), La Re-

pública (sobre la organización del Estado), Fedro (sobre la belleza y la naturaleza del alma).

-Periodo crítico y de vejez. Son una muestra de las dudas y las críticas de Platón respecto a mu-

chos de los planteamientos e ideas de las etapas anteriores. En ellos abandona el recurso a los mi-

tos, tan utilizado en otros diálogos, y Sócrates deja de ser el personaje central. A partir del análisis

de estas obras, algunos autores han llegado a hablar de un segundo pensamiento de Platón o, inclu-

so, del “auténtico” pensamiento de Platón.

Destacan: Parménides (exposición crítica de la “teoría de las Ideas”), Teeteto (sobre la ciencia o el

verdadero conocimiento), Político (teoría del gobernante-filósofo), Timeo (sobre la ciencia natural y

el origen del mundo), Las Leyes (donde precisa su teoría política anterior).

Platón no desarrolló ni estructuró de forma sistemática su pensamiento filosófico, sino que

lo fue exponiendo a través de conversaciones, de diálogos constantes a lo largo de su vida. Para fa-

cilitar su comprensión se organiza generalmente en cinco apartados que recogen sus explicaciones

sobre la realidad, el conocimiento, el hombre, la ética y la política.

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2. EL OBJETIVO DE LA OBRA PLATÓNICA

... comprendí que todos los Estados actuales están mal gobernados, ya que su legislación es poco menos que irremediable... Así, me vi impulsado de modo irremediable a ensalzar la verdadera filo-sofía y a proclamar que únicamente bajo su luz se puede reconocer dónde se halla la verdadera justicia en la vida pública y privada ... los males no terminarán para los humanos antes de que la raza de los puros y auténticos filósofos llegue al poder, o los jefes de las ciudades, por un favor di-vino, se entreguen verdaderamente a la filosofía. (Carta VII; 326a).

Movida, entre otras razones, por el conjunto de circunstancias históricas que acontecieron

durante la democracia ateniense de finales del siglo V a. de C., la obra de platón está presidida

por la manera de hallar y fundamentar una sociedad justa; y toda su filosofía depende de ello;

es decir, cómo lograr una sociedad armónica en la que todas sus partes encuentren el equilibrio,

construida bajo las Ideas de Justicia y Bien.

Siendo, no obstante, la principal preocupación de Platón la forma justa de la comunidad po-

lítica (porque por necesidad los hombres viven asociados y, en consecuencia, es únicamente allí

donde pueden encontrar la felicidad y la armonía, la justicia y el bien), el alcanzarla se hace conse-

cuencia del conocimiento de la verdad, por lo que a la principal tarea (política) se le antepone co-

mo un prólogo un necesario recorrido ontológico (describir la realidad) y epistemológico (descu-

brir la verdad).

3. LA EXPLICACIÓN DE LA REALIDAD: LA TEORÍA DE LAS IDEAS

3.1 LAS INFLUENCIAS DE HERÁCLITO Y PARMÉNIDES

La ontología de Platón se apoya sobre la distinción entre apariencia y realidad propuesta

por primera vez por Parménides. Recordemos que este afirmaba que nuestros sentidos nos mostra-

ban el engañoso mundo del cambio y la transformación. Comparte en este sentido con Heráclito la

noción de que toda la realidad captada por los sentidos está sometida a un incesante movimien-

to (todo fluye, nada permanece). Pero tras el cambio, la lógica nos indica la existencia de un ser in-

mutable y no cambiante. ¿Cómo podemos comprender el mundo conciliando ambos aspectos? ¿Có-

mo podemos conectar el conocimiento sensible y las conclusiones de la lógica y la razón?

No podemos dejar de lado el mundo de lo racional e inmutable, puesto que (siguiendo las ideas de

Sócrates), la ciencia, la ética o la política requieren de la existencia de algo verdadero y distinto de

las cosas concretas, que no esté permanentemente cambiando ni sea objeto de opinión subjetiva. Al-

go que sea su referencia objetiva, permanente y estable; el conocimiento debe buscar lo que Par-

ménides consideraba el verdadero ser: lo que es, y no puede dejar de ser ni cambiar, porque

esa ha de ser la verdadera estructura de lo real, y el fundamento de su comprensión. A este algo

Platón lo llamó Idea (idea o eidos). Así la realidad queda dividida en el mundo sensible (accesi-

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ble a los sentidos), formado por las cosas en constante cambio de Heráclito, y el mundo inteligible

(accesible a la razón), el mundo de las Ideas permanentes e inmutables que poseen las caracterís-

ticas del ser de Parménides.

3.2 DUALIDAD DE MUNDOS: MUNDO SENSIBLE Y MUNDO INTELIGIBLE

a) EL MUNDO SENSIBLE (DE LAS COSAS O VISIBLE)

Es el mundo de las apariencias. Es captado por los sentidos, temporal, cambiante, im-

perfecto, una simple imagen o copia del mundo de las Ideas. En el mundo sensible hay una jerar-

quía de seres:

-Por encima de todo está el Alma del Mundo, que rige el movimiento que hay en él.

-En segundo lugar están las esferas astrales, a las que Platón atribuye un carácter divino.

-En tercer lugar las almas inmortales de los hombres.

-En cuarto lugar los cuerpos de los hombres, los animales y los vegetales.

Más abajo todavía que el mundo sensible, como su límite inferior, está la materia primitiva.

Para explicar la existencia de este mundo sensible, Platón introduce en el diálogo Timeo al Demiur-

go o arquitecto divino. Se trata de un ser inteligente y bueno que organiza la materia eterna y

caótica tomando como modelo a las Ideas, del mismo modo que un artesano construye un objeto

siguiendo un modelo determinado. La función del Demiurgo es plasmar las ideas en la materia lo

más perfectamente posible. Si este mundo no es más perfecto, no lo es por la voluntad del Demiur-

go, sino por culpa de la propia imperfección de la materia, limitada y cambiante, y que sólo tiene

capacidad para recibir perfecciones en grado limitado.

b) EL MUNDO INTELIGIBLE (DE LAS IDEAS)

Es el mundo de la realidad, de las Ideas. No puede ser percibido por los sentidos sino

comprendido por el entendimiento (razón, inteligencia). Las Ideas son:

-Objetivas (existen en sí mismas y por sí mismas). No son simples representaciones mentales,

pensamientos que sólo están en la mente, sino entidades con valor ontológico cuya existencia posi-

bilita el conocimiento científico. Es más, su existencia también es anterior e independiente de las

cosas sensibles. Por ejemplo, el Teorema de Pitágoras es verdadero aunque en el mundo de las co-

sas no exista ningún triángulo ni hombre que lo piense.

-Únicas, a diferencia de las cosas sensibles que son múltiples. Por ejemplo, sólo existe una Idea de

Justicia, la Justicia en sí, la esencia de la Justicia, y muchas acciones o personas o leyes justas.

-Universales, a diferencia de las cosas que son particulares y concretas. Así, una única Belleza en sí

(la Idea de Belleza), abarca o afecta a todas y cada una de las cosas bellas.

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-Inmutables e indivisibles, a diferencia de las cosas que cambian y además son divisibles.

-Eternas, ingénitas e imperecederas, transcienden el tiempo y no están en el espacio. Las cosas

sensibles nacen y mueren (son temporales), y ocupan un lugar en el espacio.

-Inteligibles. No son realidades corpóreas y por ello tampoco son realidades sensibles, sino

únicamente inteligibles, es decir, sólo pueden ser conocidas por la razón, por la inteligencia.

-Cognoscibles. Al ser objeto del concepto o pensamiento, son ellas las que son designadas por

medio de la palabra. Las ideas son el objeto de la definición y por lo tanto de la ciencia.

-Trascendentes. Las cosas tienen un valor ontológico inferior y dependen de las Ideas.

-Modelos de las cosas, que las imitan o participan de ellas.

-Están interrelacionadas. No están aisladas o desconectadas entre sí, sino que hay relación entre

ellas: unas son más generales que otras, unas son compatibles y otras incompatibles entre sí, etc. O

sea, forman una symploké, un sistema organizado y jerárquico:

-En primer lugar estaría la Idea de Bien.

-En segundo lugar las Ideas de los valores morales, políticos y estéticos (Justicia, Belleza,

Valentía, Orden…).

-En tercer lugar las Ideas matemáticas (tales como la de Igualdad, Desigualdad, Unidad,

…).

-En último lugar las Ideas correspondientes a las cosas naturales: caballo, fuego, abeto,…

3.3 RELACIÓN ENTRE AMBOS MUNDOS

Platón utilizó diversos términos para expresar la relación de los seres sensibles con las Ideas:

a) POR PARTICIPACIÓN (MÉTHEXIS)

Las cosas participan de las Ideas. En el diálogo Parménides examina las principales obje-

ciones contra el concepto de participación:

-Las cosas existen o son en la medida en que contienen una “parte” -participan- de la Idea corres-

pondiente. Pero esto implicaría que una misma Idea está contenida o multiplicada en numerosas co-

sas (así la Justicia, contenida o multiplicada en todas las cosas justas). Entonces la Idea se

rompería y perdería la unidad que la caracteriza.

-Argumento del tercer hombre: Dos cosas son semejantes porque ambas participan de la misma

Idea. Ahora bien, ¿cómo sabemos que una cosa, por ejemplo, un hombre, participa de determinada

Idea (en este caso de la Idea de Hombre), y no de otra? Pues porque entre esa cosa y esa Idea hay

cierta semejanza. Pero si entre ambas cosas hay semejanza es que tienen algo en común. Eso común

será otra Idea (por ejemplo, la idea de Hombre2). Pero esta respuesta vuelve a plantearnos el mismo

problema, ¿cómo sabemos que la Idea de Hombre participa de la idea de Hombre2 y no de otra? La

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respuesta tiene que ser, otra vez, porque hay cierta semejanza entre ellas. Pero entonces es que

ambas participan de la misma Idea (por ejemplo, la Idea de Hombre3). Y así hasta el infinito. Dado

que postular un número infinito de Ideas para cada cosa sensible parece absurdo, la conclusión que

hay que sacar es que las cosas no participan de las Ideas, que entre ambos mundos no hay relación.

(O bien, -que es la conclusión que sacará posteriormente Aristóteles- que no existen Ideas separadas

de las cosas sensibles).

b) POR IMITACIÓN (MÍMESIS)

Las cosas imitan a las Ideas. Platón afirma que las Ideas son modelos, arquetipos ideales,

mientras que las cosas sensibles son copias, sombras, imágenes. Establece entre las Ideas y las cosas

una relación de causalidad expresada como imitación o copia (las Ideas son causas de las cosas

en cuanto que son sus modelos).

Al afirmar que las cosas “imitan” a sus modelos o Ideas correspondientes nos quiere dar a entender

que la realidad de las cosas sólo puede tener un mayor o menor grado de semejanza con la Idea mo-

delo, pero nunca podrá alcanzar su grado de realidad o perfección. Así, por ejemplo, ninguna esfera

material de bronce, madera, etc., es total y perfectamente esférica, sólo lo es la “esfera ideal”.

c) POR PRESENCIA

Si la cosa sensible tienen un cierto ser, si podemos considerar que es tal cosa (por ejemplo,

una vaca) es porque hay algo de la Idea en la cosa sensible, de algún modo la Idea está presente

en ella.

d) POR FINALIDAD

Las Ideas son la causa última de las cosas; las cosas tratan de ser Ideas, tienden a ellas,

por lo que las Ideas son su “fin”.

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4. EL CONOCIMIENTO Y EL AMOR

4.1 EL CONOCIMIENTO COMO RECUERDO (REMINISCENCIA O ANÁMNESIS)

Si las Ideas están en otro mundo diferente a aquel en el que vive el hombre ¿cómo es posible

que este las conozca? Platón resuelve este problema con una teoría en la que se ven influencias de

Sócrates y de los pitagóricos: afirma que el conocimiento de las Ideas no se adquiere ni por una

simple enseñanza transmitida por parte de un maestro (se refiere a los sofistas), ni a partir de la ob-

servación o análisis de las cosas sino que se trata de un recuerdo (anámnesis) de las propias Ideas

que nuestra mente ya conoce antes de haber nacido nosotros. Aprender no es otra cosa que “re-

cordar” y enseñar no es más que “ayudar a recordar lo olvidado”.

En el diálogo Menón, Sócrates, protagonista del diálogo, reclama la presencia de un esclavo y

recibe garantías de que no ha tenido instrucción, de que es iletrado. Tras un meticuloso

interrogatorio de tipo mayéutico, el esclavo acaba encontrando la solución de un problema

geométrico. En el texto resulta probado que ese conocimiento, “dado a luz” por el esclavo, no es el

resultado de un proceso de enseñanza (que nunca había recibido); nadie, tampoco, le había sugerido

la solución. Entonces, ¿de dónde procede la solución al problema? La conclusión de Platón es que

ese conocimiento estaba en el alma del esclavo.

La base de esta explicación tiene una clara influencia pitagórica: la creencia en la in-

mortalidad del alma y su reencarnación. El alma antes de reencarnarse en un cuerpo estuvo en

otros cuerpos y en el paso de una reencarnación a otra “contempla el mundo perfecto e inmortal

de las Ideas”. Al unirse al nuevo cuerpo las olvida, aunque conserva su conocimiento. Puede

volver a recuperarlo, a recordarlo, mediante una educación y un método adecuados.

Platón está convencido de que el conocimiento de las Ideas no puede obtenerse a partir de la obser-

vación de las cosas porque las cosas son cambiantes, múltiples e imperfectas y las Ideas son realida-

des inmutables, únicas y perfectas, sin embargo admite que también los sentidos nos ayudan a re-

cordar las Ideas, aunque de forma muy imperfecta, debido a cierto grado de semejanza que tienen

las cosas respecto a sus Ideas correspondientes (las cosas son imágenes o copias de las Ideas, parti-

cipan de forma imperfecta de las Ideas). Ahora bien, argumenta Platón, si no podemos extraer las

Ideas de las cosas porque son diferentes tipos de realidad y, sin embargo, al percibir las cosas capta-

mos o reconocemos en ellas a las Ideas, es que las Ideas ya las tenemos en nuestra razón (o al-

ma) y necesariamente hemos tenido que conocerlas antes de nacer (Ideas innatas).

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4.2 EL CONOCIMIENTO EN EL TEETETO

En el Teeteto Platón mantiene que el conocimiento es algo que se puede alcanzar y que debe

ser:

a) infalible

b) tener por objeto “lo que es”

El verdadero conocimiento ha de poseer a la vez ambas características. En el Teeteto, demuestra

que ni la percepción sensible, ni la creencia verdadera (juicio basado en la percepción sensi-

ble) poseen a la vez esas dos características; por lo cual, ni la una ni la otra pueden ser equipara-

das al verdadero conocimiento.

Platón acepta de Protágoras la creencia en la relatividad de los sentidos y de la percep-

ción sensible, pero no admite un relativismo universal: al contrario, el verdadero conocimiento, ab-

soluto e infalible, es alcanzable, pero no puede ser lo mismo que la percepción sensible, que es rela-

tiva. Platón acepta también, de Heráclito, la opinión de que los objetos de la percepción sensi-

ble, objetos particulares, individuales y sensibles, están siempre cambiando, en perpetuo fluir,

y, por ello, no pueden ser objetos del verdadero conocimiento. Hácense y se destruyen sin cesar, su

número es indefinido, resulta imposible encerrarlos en los claros límites de la definición, no pueden

llegar a ser objetos del conocimiento científico. Por tanto, Platón concluye que las cosas particulares

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y sensibles no pueden ser los objetos que busca. El objeto del verdadero conocimiento ha de ser

estable y permanente, fijo, susceptible de definición clara y científica, como lo es el universal,

según lo comprendió Sócrates.

4.3 EL CONOCIMIENTO EN LA REPÚBLICA

LOS GRADOS DE CONOCIMIENTO: LA DIALÉCTICA

Aprender, conocer, no es más que recordar. Esa es tarea del alma, que debe recorrer unos

peldaños que llevan desde un nivel de conocimiento ínfimo a uno supremo y final. Platón describe

minuciosamente este proceso gradual del conocimiento en dos pasajes: el símil (o analogía) de la

línea (final del Libro VI) y el mito (o alegoría) de la caverna (Libro VII).

a) EL SÍMIL (O ANALOGÍA) DE LA LÍNEA

ONTOLOGÍA (REALIDAD) EPISTEMOLOGÍA (CONOCIMIENTO)

TIPOS DE

REALIDAD

GRADOS DE

REALIDAD

GRADOS DE

CONOCIMIENTOMÉTODOS DISCIPLINAS

TIPOS DE

CONOCIMIENTO

IDEAL O

INTELIGIBLE

(MUNDO

INTELIGIBLE)

IDEAS NÓESIS DIALÉCTICOFILOSOFÍA

(DIALÉCTICA)

EPISTEME

(CIENCIA)OBJETOS

MATEMÁTICOS

(IDEAS DE LA

MATEMÁTICA)

DIANOIAAXIOMÁTICO-

DEDUCTIVOMATEMÁTICAS

MATERIAL O

SENSIBLE

(MUNDO

SENSIBLE)

OBJETOS

SENSIBLES

PISTISHIPOTÉTICO-DE-

DUCTIVOFÍSICA

DOXA

(OPINIÓN)IMÁGENES,

SOMBRAS, DE

LOS OBJETOS

SENSIBLES

EIKASÍA CONJETURA

POESÍA Y

CREACIONES

ARTÍST

ICAS

NO SER= IGNORANCIA

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

Piensa Platón que a cada grado de conocimiento le corresponde un determinado grado de

realidad, de manera que a lo que tiene la máxima realidad (las Ideas) le corresponde el nivel de co-

nocimiento más perfecto (la ciencia), y al nivel de realidad cero (a la nada) le corresponde la igno-

rancia (el no-ser) . Para las cosas del mundo físico o sensible, que son intermedias entre el ser

y la nada, hay un nivel intermedio de conocimiento, la opinión. En consecuencia, encontramos dos

formas de conocimiento, la opinión y la ciencia:

-OPINIÓN O DOXA: el conocimiento de la opinión es el más imperfecto, el menos fiable; es el

conocimiento sensible de los seres múltiples y cambiantes del mundo físico, y por conocer seres

cambiantes es por lo que no resulta fiable. Es el conocimiento característico de los sofistas y de

quienes no han recibido una enseñanza adecuada, es decir, orientada a la búsqueda de la verdad. Po-

see dos niveles:

--EIKASÍA (CONJETURA, IMAGINACIÓN, ILUSIÓN): es el nivel más bajo de cono-

cimiento, próximo a la ignorancia. Es la ilusión adquirida al fiarse de los sentidos sin ninguna com-

probación (por ejemplo, cuando decimos la Tierra es mayor que el Sol, un palo se dobla al entrar en

el agua…). Predomina en él la imprecisión y la confusión pues se trata de conjeturas subjeti-

vas basadas en una observación simple e ingenua de la realidad sensible. Es el conocimiento de

las sombras y reflejos de las cosas sensibles. Objetos de este nivel de conocimiento serían las narra-

ciones fabulosas de la poesía y las creaciones artísticas.

--PISTIS (CREENCIA): también parte de los sentidos, pero intenta explicar la realidad

física por medio de observaciones. Proporciona conocimientos probables o creencias razona-

bles sobre las cosas. Hoy lo identificaríamos con el método hipotético-deductivo de la física, con el

conocimiento científico de la realidad, pero Platón no admite la física como ciencia, pues nunca se

podrá obtener ciencia auténtica a partir de objetos cambiantes.

-CIENCIA O EPISTEME: cuando el alma capta el mundo inteligible, obtiene episteme. Es saber,

conocimiento objetivo, exacto, cierto, permanente y necesario porque procede de la realidad estable

de las Ideas (que tienen esas características), y no de las cosas. Es el saber propio de los sabios y de

quienes han recibido una enseñanza orientada a la búsqueda de la verdad. Posee dos niveles:

--DIANOIA (RAZONAMIENTO, PENSAMIENTO DISCURSIVO, RAZÓN DISCUR-

SIVA): es el conocimiento del matemático, que se ocupa de realidades inmutables, perfectas, co-

mo las Ideas de triángulo o de círculo, por ejemplo. Es el conocimiento que la razón obtiene usando

el método axiomático-deductivo. Aún no es el saber máximo porque tiene dos limitaciones:

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-El uso de suposiciones (axiomas o principios que ni se discuten ni se demuestran porque se presu-

ponen ciertos): parte, por ejemplo, de la Idea de círculo como si la conociera y fuera evidente a to-

dos, y ayudándose de una representación sensible del círculo, bien en su mente o en una pizarra, de-

duce consecuencias. Por tanto, aunque el matemático piensa en las Ideas (círculo, triángulo, etc.),

no las conoce sino que las “supone”, y por ello se limita a extraer consecuencias (deducir) sin re-

montarse al principio de esas Ideas.

-El uso de símbolos sensibles (figuras que se dibujan en un papel, trazos que representan núme-

ros…) en sus demostraciones.

--NÓESIS (CONOCIMIENTO PURO, PURA INTELECCIÓN): es el más perfecto ni-

vel de conocimiento, al que Platón suele denominar dialéctica. El poseedor de este conocimiento, el

filósofo o dialéctico, conoce ya las Ideas en sí mismas, sin tener que recurrir a imágenes o símbolos

sensibles, como el matemático. La dialéctica tiene un doble sentido:

-Ascendente: parte de una Idea y se eleva, pasando de una Idea a otra en ese mundo jerarquizado,

hasta la Idea suprema de Bien.

-Descendente: Luego, el filósofo recorre un proceso descendente: desde la Idea suprema desciende

hasta las Ideas inferiores, descubriendo las relaciones de dependencia de unas Ideas respecto de

otras y captando así la estructura general del mundo inteligible. En el descubrimiento de la estruc-

tura de ese mundo ideal (simploké), en su contemplación, consiste para Platón la verdad.

Como hemos visto, el conocimiento, en Platón, resulta ser un proceso gradual, y dificultoso,

de ascenso desde lo menos real de lo sensible hasta la máxima realidad inteligible, la Idea del Bien.

No explica Platón directamente qué sea el Bien, sino que se sirve de un símil (o analogía) con el

Sol. Así como el sol da calor que vivifica a los seres sensibles, y al alumbrar las cosas permite ver-

las (conocerlas), así el Bien es principio de las demás Ideas y su contemplación (su visión intelec-

tual) es necesaria para el conocimiento de estas.

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b) EL MITO (O ALEGORÍA) DE LA CAVERNA

La descripción del mito tal y como lo narra Platón se articula en varias partes:

1. DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN DE LOS PRISIONEROS

Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una ca-verna subterránea. Estos prisioneros desde niños están encadenados e inmóviles de tal modo que

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

sólo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos y en un plano más elevado hay un fuego que la ilumina; entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared o tabique, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos. Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cua-les hablan, portando unas esculturas que representan distintos objetos: unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales. etc. Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el fondo solo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos. En esta situación los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la realidad.

2. PROCESO DE LIBERACIÓN DEL CAUTIVO

2.1 SUBIDA HACIA EL MUNDO EXTERIOR: ACCESO HACIA EL MUNDO VERDADERO

-En el mundo subterráneo. Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza”

le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se en-contraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de vol-ver su mirada hacia los objetos antes percibidos.

-En el mundo exterior. Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscu-

ridad, no podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mis-mos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Fi-nalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto. Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. En el mundo subterráneo los prisioneros se dan honores y elo-gios unos a otros, y recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor re-cuerda el orden en la sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable.

2. REGRESO AL MUNDO SUBTERRÁNEO: EXIGENCIA MORAL DE AYUDA A SUS COM-

PAÑEROS.

-Confusión vital por la oscuridad de la caverna.Si descendiera y ocupara de nuevo su asiento tendría ofuscados los ojos por las tinie-

blas, sería incapaz de discriminar las sombras, los demás lo harían mejor que él, se reirían de él y dirían que por haber subido hasta lo alto se le han estropeado los ojos y que no vale la pena mar-char hacia arriba.

-Burla y persecución. Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz se burlarían de él, lo perseguirían y lo ma-

tarían (alusión al proceso y muerte de Sócrates).

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

3. INTERPRETACIÓN DEL MITO

DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICASÍMBOLOS DEL MITO INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL

Prisioneros El hombre que vive inserto en el mundo sensible

Liberación del prisionero Liberación del hombre y descubrimiento del mundo ver-dadero (mundo de las Ideas)

El cautivo pierde las cadenas, reconoce los objetos en la caverna, sube al mundo exterior y reconoce los objetos

del mundo exterior

El filósofo libera moral e intelectualmente su alma de las limitaciones y ataduras del cuerpo y del mundo sensible y asciende al mundo de las Ideas (práctica de la Filosofía)

DIMENSIÓN ONTOLÓGICA Y EPISTEMOLÓGICA

SÍMBOLOS DEL MITO INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL

TIPO DE REALIDAD TIPO DE REALIDAD TIPO DE SABER

MUNDO EXTERIOR MUNDO INTELIGIBLE CIENCIA

El sol mismo La Idea de BienNÓESIS

Las cosas exteriores mismas Las Ideas superiores (Justicia,…)

Las sombras y los reflejos en el agua

de las cosas exterioresLas Ideas matemáticas DIANOIA

MUNDO SUBTERRÁNEO MUNDO SENSIBLE OPINIÓN

La luz del fuego El solPISTIS

Los objetos de la caverna Los objetos naturales y artificiales

Las sombras en el fondo de la caverna Las sombras y reflejos de los objetos EIKASÍA

CONOCIMIENTO COMO SUBIDA

AL MUNDO EXTERIORCONOCIMIENTO COMO “ASCENSIÓN AL SER”: FILOSOFÍA

DIMENSIÓN MORAL Y POLÍTICA

SÍMBOLOS DEL MITO INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL

Necesidad en el proceso de liberación del prisionero

El destino del hombre no es el mundo físico sino el mun-

do absoluto y divino de las Ideas, por lo que es necesaria

la Filosofía para el cumplimiento de dicho destino

El prisionero liberado baja de nuevo a la caverna

El filósofo no puede limitarse a la mera contemplación de

las Ideas; tiene la obligación moral de ayudar a las demás

personas

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

El prisionero liberado es perseguido y asesinado por sus

compañeros

El proceso y muerte de Sócrates y de todos aquellos que

insisten en mostrar la verdad a los hombres

Comprensión del papel que tiene el sol en la vida, la reali-

dad y el gobierno de las cosas

Comprensión del papel que tiene la Idea de Bien como el

principio que crea, da inteligibilidad a la realidad e ilumi-

na la vida moral y política

4.4 EL AMOR

Platón se ocupó del amor en dos diálogos Banquete y Fedro. Atribuye al amor (eros) un pa-

pel muy importante en la filosofía, pues es el amor-deseo lo que espolea al filósofo hacia el mun-

do de las Ideas. Ciertamente este amor-deseo, comienza siendo deseo sensual, de la belleza sensi-

ble. Pero una vez encendido el deseo no se satisface en el mundo sensible y el alma, empujada por

este deseo, inicia una ascensión que le lleva del amor a la “belleza física de los cuerpos”, al amor a

la “belleza del alma” y de este al amor a la belleza de las “instituciones y de las leyes”, luego al

amor a la belleza del “orden matemático”, y finalmente al amor a la Belleza en sí, a la “Idea de Be-

lleza”. Este es el auténtico sentido del “amor platónico”. Para Platón, el amor, el deseo, es como

un intermediario entre lo divino (el mundo de las Ideas) y lo humano.

5. ANTROPOLOGÍA Y PSICOLOGÍA

5.1 DUALISMO HUMANO

En la manera platónica de concebir al hombre se proyecta la vieja idea órfica del alma deste-

rrada en un cuerpo, idea que Platón conoció en sus contactos con los pitagóricos. El ser humano es,

mientras dura su vida, un compuesto de cuerpo y alma. El cuerpo es material, cambiante y co-

rruptible; por eso, aunque forma parte del hombre, el cuerpo no es lo más valioso para Platón; des-

de el punto vista del valor, y hablando con propiedad, el hombre se define por su alma.

El alma de cada individuo humano es inmaterial e inmortal y goza de prioridad en Platón, como

el mundo inteligible respecto del sensible. El ser humano es un extraño ser a caballo entre am-

bos mundos. Por su cuerpo está anclado al mundo de la sensibilidad; por su alma, originaria del

mundo ideal, anhela retornar a su origen. La doble realidad que compone al ser humano, cuerpo y

alma, tiene naturaleza, origen e intereses contrapuestos.

5.2 EL ALMA: ORIGEN, NATURALEZA, ESTRUCTURA Y DESTINO

Platón fue el primer filósofo en elaborar una psicología (etimológicamente estudio del alma

o psyché). El alma no procede del mundo sensible. Aunque Platón no la considera una Idea más,

el alma vivía desde siempre en el mundo inteligible, era afín a las Ideas y, como ellas, inmaterial y

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

simple. La unión del alma al cuerpo es una situación transitoria: dura mientras dura la vida .

Es, además, una unión incómoda y antinatural, puesto que el mundo propio del alma es el de las

Ideas, con cuya contemplación era feliz. Platón refleja en este punto las ideas órfico-pitagóricas de

que el cuerpo es una cárcel para el alma y de que la unión de cuerpo y alma es comparable a la

que hay entre el jinete y su montura. El alma desea evadirse, y su esfuerzo fundamental va encami-

nado a purificarse mientras dura la unión.

En el diálogo Fedro, Platón expone el mito del carro alado donde compara el alma con una fuerza

natural que mantiene unidos un carro con su auriga. El conductor guía una pareja de caballos,

uno blanco, hermoso y bueno, el otro negro y todo lo contrario. De esta comparación, surgen las

tres funciones del alma:

-Alma racional: representada por el auriga, es la más noble y su función es el conocimiento y guía

de las otras almas. Situada en la cabeza, es inmortal. Las otras dos almas son mortales y perecen

con el cuerpo.

-Alma irascible: representada por el caballo blanco, hermoso y bueno, simboliza el valor y la vo-

luntad. Situada en el pecho, es fuente de pasiones nobles y es fácil de conducir.

-Alma apetitiva: representada por el caballo negro, feo y malo, simboliza las malas pasiones y es

difícil de conducir. Está situada en el bajo vientre.

El destino del alma tras la muerte del cuerpo es ser juzgada por un tribunal divino, y

de acuerdo al nivel de purificación que presente, volverá definitivamente al mundo ideal (si se ha

purificado del todo), o deberá elegir una nueva encarnación (es la creencia en la reencarnación o

metempsícosis). Así hasta completar el ciclo purificatorio, cosa que, antes o después, lograrán todas

las almas.

6. TEORÍA ÉTICA: LAS VIRTUDES

Afirma Platón en el Timeo que todos los hombres aspiran a la felicidad. Su ética es, por

tanto, eudemonista (eudaimonía significa “felicidad”). Por eso, lo primero será delimitar en qué

consiste esta felicidad o cómo puede el hombre ser verdaderamente feliz. En el Filebo, Platón man-

tiene que la felicidad es una mezcla proporcionada de placer y de sabiduría según las caracterís-

ticas esenciales del Bien en la mentalidad griega: la medida, la verdad y la belleza. El resultado de-

be ser vivir una vida prudente y sabia, entendiendo los placeres como complemento de felicidad y

estando estos ordenados por la razón.

La consecución de la felicidad requiere de la práctica de la virtud. Platón entiende por virtud

la armonía en el alma, es decir, que cada parte cumpla con su función.

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

-Alma racional: virtud, la prudencia. Actitud que permite discernir el bien del mal según las cir-

cunstancias. Es sinónimo de sabiduría.

-Alma irascible: virtud, la fortaleza. Discernimiento sobre aquello que se debe o no temer. Capaci-

dad de sufrimiento para la consecución del deber.

-Alma apetitiva: virtud, la templanza. Moderación de los apetitos o placeres.

El resultado de esta armonía da lugar a la virtud de la justicia1, virtud principal y garante de la

ordenación de las tres funciones del alma. Esto da como resultado la salud del alma.

No obstante, Platón recoge diversas articulaciones de lo que debe ser la virtud entendiéndola

también como conocimiento y purificación:

-Virtud como conocimiento: siguiendo las tesis de Sócrates, solo es posible realizar el bien si este

es conocido con anterioridad. Aunque sea necesario ese conocimiento, Platón no comparte el inte-

lectualismo moral de Sócrates. Por eso la necesidad de una vida virtuosa que lleve al cumplimiento

del bien conocido.

-Virtud como purificación: acorde con su teoría de las Ideas y su dualismo antropológico, la virtud

debe entenderse como desprendimiento del cuerpo por parte del alma. Solo mediante la contempla-

ción de las Ideas puede alcanzarse la felicidad en su plenitud.

En el siguiente cuadro podemos ver la relación entre la antropología y la ética:

MITO DEL

CARRO

ALADO

ALMA UBICACIÓN FUNCIÓN VIRTUD

AURIGA RACIONAL CABEZA

CONOCIMIENTO Y

GUÍA DE LAS OTRAS

ALMAS

PRUDENCIA

CABALLO

BLANCOIRASCIBLE PECHO

FUENTE DE

PASIONES NOBLESFORTALEZA

CABALLO

NEGROAPETITIVA BAJO VIENTRE

SEDE DE LAS

MALAS PASIONESTEMPLANZA

ARMONÍA:

JUSTICIA

7. TEORÍA POLÍTICA: EL ESTADO IDEAL

1 La justicia, la prudencia, la templanza y la fortaleza se denominan “virtudes cardinales” en la Antigüedad.

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

Platón quedó profundamente decepcionado de la política “real” de la que fue testigo: de la

permanente inestabilidad de los gobiernos, de las injusticias cometidas por unos y otros de los que

se aupaban al poder (como la condena de Sócrates), de la imparable degeneración de las leyes y las

costumbres de la polis. A la vista de estas “enfermedades” tomó la decisión de no participar en acti-

vidades públicas y dedicarse, en cambio, a “reflexionar sobre la posibilidad de mejorar la situa-

ción”. Fue su decepción de la política lo que le impulsó a la filosofía.

7.1 LOS REGÍMENES POLÍTICOS IMPERFECTOS

La clave para analizar si una sociedad tiene o no una organización deseable hay que buscarla

en los gobernantes. Platón conoció distintos regímenes políticos y todos ellos le merecieron una

opinión negativa. En el libro VIII de República nos dejó su análisis de las sucesivas formas políti-

cas en que van degenerando los Estados.

a) Timocracia. Del griego thymos (impulso, ánimo, energía) y kratos (poder), la timocracia es el

gobierno de aquellos en quienes predomina lo pasional sobre lo racional, el gobierno de la clase

militar. Los dirigentes se muestran ávidos de honores y de reconocimientos, pero no sería eso lo

más grave si paulatinamente su sentido del honor y del coraje militar no fuera sustituido por su avi-

dez de riqueza, con lo que la timocracia degenera en oligarquía.

b) Oligarquía. Es, dice Platón, “el gobierno en el que mandan los ricos, sin que el pobre tenga

acceso al poder”. Los oligarcas se olvidan de la educación del pueblo y de la solidaridad, y movi-

dos únicamente por su afán de riqueza, crean en el Estado dos clases: una de pobres y otra de ricos.

La oligarquía emprende así un camino de corrupción que acaba trayendo un nuevo sistema político,

la democracia.

c) Democracia. La mayoría de pobres acaba venciendo y establece una forma de poder políti-

co que puede llegar a todos mediante elecciones. El Estado se llena de libertad. Pero la libertad

democrática acaba degenerando en desorden, en ausencia de jerarquías, en inmoralidad: nadie obe-

dece las leyes, nadie se deja mandar. La democracia es vista por Platón como un régimen de in-

competencia, porque cualquiera, herrero o zapatero, noble o rústico, se considera en condiciones de

opinar sobre problemas de administración del Estado sin estar cualificado para ello. El exceso de li -

bertad y la falta de educación del pueblo van corrompiendo la democracia y hacen cambiar este ré-

gimen político y lo van poniendo en manos de la tiranía.

d) Tiranía. Es el gobierno del oportunista que, aprovechando el caos en que degenera la de-

mocracia, se hace con el poder. La tiranía, de la que todas las polis griegas tenían experiencia, re-

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

sulta ser el peor de los regímenes para Platón. El tirano, alentado por sus esbirros, hace y deshace

a placer: destierra, mata, saquea.

Esta descripción degenerativa de los regímenes políticos incita a preguntar si Platón no con-

cibió alguna forma de organización política intermedia entre el libertinaje de la democracia y la es-

clavitud de la tiranía. Para Platón sí había una manera de organizar la sociedad en la que los

gobernantes se preocupasen del bien común en vez de perseguir el beneficio particular. Pero no se-

rá posible sin una profunda actuación educativa en los ciudadanos que permita obtener de cada

uno sus mejores talentos.

7.2 EL ESTADO IDEAL, EL ESTADO JUSTO

Platón trazó en su diálogo República un modelo ideal de polis. Este diálogo es una refle-

xión sobre la justicia y cómo establecerla en los Estados de modo duradero. El pensamiento po-

lítico de Platón es una prolongación de su reflexión moral, de su teoría del alma y de las virtudes: la

tarea moral consiste en la elevación y perfeccionamiento del alma individual mediante las virtudes;

por su parte, el objetivo de la política será el perfeccionamiento y la felicidad de todos los ciu-

dadanos. La ciencia política tiene, entonces, un nivel de dignidad superior, pues persigue el bien, la

felicidad de toda la sociedad.

a) ESTRUCTURA DEL ESTADO: LAS TRES CLASES SOCIALES

Si el Estado debe reflejar a gran escala lo que el alma individual en pequeña, a cada tenden-

cia o parte del alma le debe corresponder una clase social. Platón reconoce que en el Estado se dan

tres tipos de necesidades: producción de bienes, defensa frente a peligros externos e internos y

dirección de la sociedad para que haya en ella armonía (justicia). Y para atender a esa triple ne-

cesidad se requieren tres clases sociales:

-Productores. La clase productora (campesinos, artesanos, comerciantes...) se ocupa de proporcio-

nar el sustento diario a la sociedad. Esta clase inferior, con misión de soporte económico, la forma-

rán aquellos ciudadanos en cuya alma predomine la parte apetitiva. Si realizan bien su función, tie-

nen como virtud propia la templanza, que controla sus impulsos.

-Guardianes. Tienen como misión defender el Estado de desórdenes internos y de peligros exter-

nos. Constituyen la clase militar, a la que corresponde la virtud de la fortaleza como reflejo de la

parte irascible del alma que en ellos predomina.

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

-Gobernantes. A esta clase superior, la más importante, le corresponde la tarea de dirigir a las otras

clases en el cumplimiento del bien general. En cuanto clase dirigente, tiene como virtud propia la

prudencia o sabiduría, expresión de la parte racional del alma que predomina en sus miembros.

Si cada clase social se ocupa de su función y la realiza de manera excelente tendremos

una sociedad en la que brillará la justicia. Una sociedad bien fundada exige, pues, una coopera-

ción entre los ciudadanos para satisfacer todas sus necesidades. Hay que dividir las tareas y hay

que buscar una especialización: cada individuo de esa sociedad ideal debe ocuparse de aquella

función que mejor pueda desempeñar.

En el siguiente cuadro podemos ver la relación entre las partes del alma, las clases sociales y las vir-

tudes:

PARTES DEL ALMA CLASES SOCIALES VIRTUDES

APETITIVA PRODUCTORES TEMPLANZA

IRASCIBLE GUARDIANES FORTALEZA

RACIONAL GOBERNANTES (FILÓSOFOS) PRUDENCIA

ARMONÍA ENTRE LAS PARTES

DEL ALMA

ARMONÍA ENTRE LAS CLASES

SOCIALES

JUSTICIA: ARMONÍA ENTRE LAS

VIRTUDES

b) EL SISTEMA EDUCATIVO: LA SELECCIÓN DE LOS MEJORES

¿Cómo adscribir a los ciudadanos a una u otra de las clases sociales? Platón ideó que los

más aptos para las respectivas tareas sociales saldrían de un sistema educativo generalizado, con un

plan de estudios programado al detalle, estableciendo para su ciudad ideal un sistema meritocráti-

co: la asignación a una u otra de las clases se haría por méritos, por la capacidad y tenacidad

mostrada por los individuos, ricos o pobres, hombres o mujeres.

Si bien las tres clases sociales son necesarias, a Platón le preocupa la educación de las clases de los

guardianes y gobernantes, porque de ellos depende especialmente el buen funcionamiento del Esta-

do. La clase de los productores, pensaba, no requiere una educación especial, pues las artes y

los oficios se aprenden fácilmente con la práctica.

El plan de estudios trazado por Platón consta de tres ciclos:

b1) En el primero se proponen como materias educativas la gimnasia y la música (0-20 años).

b2)Superado este primer ciclo educativo, los guardianes deben familiarizarse con el conocimiento de

las disciplinas que integran el segundo ciclo: aritmética, logística2, geometría, astronomía y

música (20-30 años). Aquellos que no superasen satisfactoriamente este segundo ciclo quedarían 2 Logística: parte de la organización militar que atiende al movimiento y mantenimiento de las tropas en campaña.

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

asignados a la clase de guardianes como auxiliares. Los que diesen muestras de aplicación y cons-

tancia, los guardianes propiamente dichos, constituirían la clase de ciudadanos en quienes predomi-

na lo volitivo (la voluntad) del alma, la fuerza, la valentía.

Para los guardianes, así como para la clase dirigente que saldrá de entre ellos, prescribe Pla-

tón un régimen especial de vida, lo que se ha dado en llamar “comunismo platónico”:

-Vivirán apartados del resto de los ciudadanos, sin tener propiedad privada ni familia propia.

-Sus relaciones sexuales, que deben buscar la pureza biológica del grupo, estarán estrictamen-

te reguladas, y los hijos que nazcan de esas relaciones serán acogidos por un organismo estatal, sin

que los padres puedan reconocer a sus hijos.

-Se evitarán, así, los egoísmos o particularismos, y se conseguirá que la clase entera sea una gran

familia.

b3)Los mejores de entre los guardianes, los que superen el segundo ciclo de las enseñanzas prope-

déuticas (preparatorias) iniciarán, a los treinta años, el tercer y último ciclo educativo, del que sal-

drán los gobernantes. De los treinta a los treinta y cinco años (30-35 años) estarán dedicados a

la dialéctica, la cumbre del sistema educativo. Durante quince años (35-50 años) se irán ocupan-

do, por turnos, de desempeñar cargos políticos menores. Y a los cincuenta años, en posesión de

la sabiduría que da el conocimiento de las Ideas, y sobre todas, del Bien y de la experiencia adquiri-

da en empleos secundarios, gobernarán por turno el Estado, dedicando los períodos en que no

gobiernen a la filosofía.

Tras ese arduo proceso de superación de pruebas selectivas y rigurosas tendríamos a los mejores al

frente del Estado. Este es el régimen ideal en el que pensaba Platón: los sabios, los filósofos au-

ténticos, dirigirán una sociedad perfectamente estructurada en la que cada ciudadano ocupa-

rá el lugar que por capacidad y preparación le corresponde.

c) EL GOBERNANTE SABIO: EL FILÓSOFO

El estricto sistema selectivo que se ha descrito sitúa en la cima de las responsabilidades del

Estado a hombres sabios que han forjado su sabiduría en la contemplación o conocimiento de las

Ideas. Es el gobierno del filósofo-gobernante o filósofo-rey. El gobierno ideal resulta ser una

aristocracia del saber, o una monarquía basada en la inteligencia, no de carácter hereditario.

Platón creyó haber encontrado con ello la clave para terminar con las enfermedades de los Estados y

del género humano.

¿Por qué su convencimiento de que los más sabios eran los idóneos para dirigir los

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

asuntos políticos? Porque en Platón se da una identificación entre saber teórico y saber prác-

tico. El filósofo-gobernante ha contemplado el Bien, que es la culminación de todo saber: no sólo

conoce el orden y estructura de la realidad (saber teórico), sino que también sabe cómo ordenar po-

líticamente la sociedad para promover las virtudes y la felicidad de todos (saber práctico). Los sa-

bios gobernantes sienten la necesidad de transmitir a los demás ciudadanos su sabiduría y promue-

ven la educación de las clases sociales, acercándolas a la virtud. Su conocimiento del Bien y de la

Justicia garantiza que sabrán elaborar las mejores leyes en el gobierno de la polis; no es nece-

saria una constitución a la que tengan que atenerse: ellos dictan la ley.

d) RECTIFICACIONES AL ESTADO IDEAL

Platón fue plenamente consciente de que su modelo de organización social tenía serias di-

ficultades para realizarse. Algunas de las propuestas no dejaron de levantar en su autor cierta des-

confianza, especialmente la dificultad de encontrar auténticos sabios que gobernaran el timón

del Estado. Los fracasos al intentar implantar sus ideas políticas en Siracusa obligan a Platón a ha-

cer matizaciones en algunas obras posteriores a República, como el Político y las Leyes.

Ciertamente ni siquiera en sus obras de vejez abandonó Platón su propósito de reformar los

Estados existentes, pero, ya anciano y desilusionado, el gobierno de los sabios lo sustituye por un

“gobierno de las leyes”, a las que todos los ciudadanos debían estar rigurosamente sometidos.

No renunció Platón a ciertos principios, como que siempre debe gobernar lo racional o que el obje-

tivo del Estado siempre es mejorar (hacer virtuosos) a los ciudadanos. Pero la meticulosidad con

que en las Leyes desmenuza cómo debe ser la vida social, el rigor extremo de las penas establecidas,

el estricto sistema de vigilancia a que se ven sometidos los ciudadanos, hacen pensar que el Platón

de los últimos años había rebajado considerablemente la confianza en la rectitud moral de los seres

humanos de que había hecho gala en República.

8. PLATÓN EN LA POSTERIDAD

La filosofía de Platón estará presente en el pensamiento occidental mucho más allá del tiem-

po que pervivió la Academia, fundada por él en el año 387 a. de C. y clausurada en el siglo VI por

el emperador Justiniano.

La Academia no mantuvo la pureza del platonismo tras la muerte de Platón, ya que no pocas de sus

ideas se mezclaron con las de otras corrientes, como ocurrió a partir del siglo III con el neoplatonis-

mo. El Cristianismo llevó a cabo la síntesis de su concepción religiosa del mundo y de la filosofía

sirviéndose fundamentalmente de elementos platónicos y neoplatónicos, como prueba la obra de

San Agustín (siglo V), manteniendo su predominio hasta el siglo XIII en que Occidente recupera

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Historia de la Filosofía Tema 3 Platón

las obras de Aristóteles.

En el Renacimiento, la Academia de Florencia devolvió al primer plano del interés filosófi-

co la obra de Platón. Abundaron los personajes de los siglos XV y XVI, como Marsilio Ficino y el

humanista Tomás Moro, en los que se reflejan teorías platónicas. En el siglo XVII, en el inicio mis-

mo de la filosofía moderna, se constata claramente la huella del idealismo platónico en el movi-

miento racionalista. La importancia del pensamiento platónico se percibe en el pensamiento con-

temporáneo, unas veces como objeto de crítica y rechazo, (por ejemplo, en Nietzsche -siglo XIX- o

en Popper -siglo XX-), otras como expresión de reconocimiento: así, destaca su influencia en el

fundador de la fenomenología, Husserl, y su reivindicación de la existencia de esencias se constata

en el rastro de su teoría política del gobierno de los sabios en Ortega y Gasset. Probablemente, la

mejor valoración del pensamiento platónico esté recogida en la conocida frase del neoempirista

Whitehead, para quien la filosofía occidental puede reducirse “a una serie de notas a pie de página

que acotan la filosofía de Platón”.

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