3 de octúbre de 2021 Corazón Divino

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Dentro encontraras Domingo XXVII Durante el Año 2 Actualidad Litúrgica .............. 2 Para Jóvenes ......................... 3 Para Niños ............................ 3 Santoral Católico ................... 4 Lo que Dios ha unido ............ 5 La vida en la fe ...................... 5 Para los Fieles ....................... 6 Búscanos en Internet Lo qúe Dios ha únido, qúe no lo separe el hombre Era muy viva entre los rabinos del empo de Cristo la discusión sobre la interpretación que había que dar a los pasajes del Penta- teuco en los que se legisla sobre las posibilidades que ene el hom- bre de repudiar a la mujer (cf. Dt 24,1), y los fariseos querían saber la opinión de un maestro cualificado como Jesús. Por eso, en el tex- to paralelo de Mt (19,3) se añade si el repudio puede ser "por cual- quier movo", que es la cuesón que realmente se planteaba en la polémica rabínica. Pero Mc, que escribe para un ambiente muy alejado de los problemas legales judíos, convierte el tema en una enseñanza general sobre el matrimonio y el divorcio. Por eso, aña- de también al final, paralelamente a la críca contra el divorcio promovido por el hombre (única posibilidad entre los judíos), la críca contra el promovido por la mujer (posible en las leyes de los países paganos). Jesús responde al problema presentando el ideal de plenitud me- siánica, como había hecho en otros momentos (cf. el sermón de la montaña), ideal que consiste en la plena aplicación del plan de Dios sobre el hombre. Efecvamente, la ley de Moisés, que contenía la concesión de la posibilidad del repudio, estaba hecha para regular la vida de los hombres en un mundo somedo al pecado y en el que los corazones no estaban plenamente impregnados de la Connúa en la Pág. 5 Corazón Divino 3 de octúbre de 2021 Domingo XXVII Dúrante el Ano - B http:// corazondejesúsponce.ecclesiared.com/ Corazon de Jesú s, Ponce P. Winston R. Mendez Silvagnoli @corazondejesúsponce

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Dentro encontrara s

Domingo XXVII Durante el Año 2

Actualidad Litúrgica .............. 2

Para Jóvenes ......................... 3

Para Niños ............................ 3

Santoral Católico ................... 4

Lo que Dios ha unido ............ 5

La vida en la fe ...................... 5

Para los Fieles ....................... 6

Bú scanos en Internet

Lo qúe Dios ha únido, qúe no lo separe el

hombre Era muy viva entre los rabinos del tiempo de Cristo la discusión

sobre la interpretación que había que dar a los pasajes del Penta-

teuco en los que se legisla sobre las posibilidades que tiene el hom-

bre de repudiar a la mujer (cf. Dt 24,1), y los fariseos querían saber

la opinión de un maestro cualificado como Jesús. Por eso, en el tex-

to paralelo de Mt (19,3) se añade si el repudio puede ser "por cual-

quier motivo", que es la cuestión que realmente se planteaba en la

polémica rabínica. Pero Mc, que escribe para un ambiente muy

alejado de los problemas legales judíos, convierte el tema en una

enseñanza general sobre el matrimonio y el divorcio. Por eso, aña-

de también al final, paralelamente a la crítica contra el divorcio

promovido por el hombre (única posibilidad entre los judíos), la

crítica contra el promovido por la mujer (posible en las leyes de los

países paganos).

Jesús responde al problema presentando el ideal de plenitud me-

siánica, como había hecho en otros momentos (cf. el sermón de la

montaña), ideal que consiste en la plena aplicación del plan de Dios

sobre el hombre. Efectivamente, la ley de Moisés, que contenía la

concesión de la posibilidad del repudio, estaba hecha para regular

la vida de los hombres en un mundo sometido al pecado y en el

que los corazones no estaban plenamente impregnados de la Continúa en la Pág. 5

Corazón

Divino

3 de octúbre de 2021 Domingo XXVII Dúrante el An o - B

http://

corazondejesúsponce.ecclesiared.com/

Corazo n de Jesú s, Ponce

P. Winston R. Me ndez Silvagnoli

@corazondejesúsponce

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Actúalidad Litú rgica

Lunes 4 San Francisco de Asís L1: Jon 1, 1--2,1.11; Sal Jon 2; Ev Lc 10, 25-37 Martes 5 L1: Jon 3, 1-10; Sal 129; Ev Lc 10, 38-42 Misa 5:30PM Miércoles 6 L1: Jon 4, 1-11; Sal 85; Ev: Lc 11, 1-4 Misa 5:30PM Jueves 7 Nuestra Señora del Rosario L1: Hch 1,12-14; Sal Lc 1, 46-55; Ev Lc 1, 26-38 Misa 5:30PM Viernes 8 L1: Joel 1, 13-15;2,1-2; Sal 9; Ev Lc 11, 15-26 Misa 5:30PM + Elba Montalvo Vélez Sábado 9 L1: Joel 4, 12-21; Sal 96 Ev Lc 11, 27-28 Misa 5:00PM + María Ortolaza Ortiz

Domingo XXVIII Durante el Año

L1: Sab 7, 7-11; Sal 89 L2: Hb 4, 12-13 Ev: Mc 10, 17-30 Misas: 8:00AM

10:00AM 12:00M - Pro Pópulo

Corazondejesusponce.ecclesiared.com

Lectúras Domingo XXVII Dúrante el An o

PRIMERA LECTURA– Génesis 2, 18-24

Con la mujer se da al hombre su complemento. El hombre sólo en el "otro"

puede colmar su deficiencia. ¿Hasta qué punto el hombre actual entiende

que se realiza en el otro y no en su egoísmo? El hombre no es un ser autó-

nomo, encerrado en sí mismo. Necesita complemento. Esta experiencia es

válida también para el hombre de hoy. A pesar del progreso técnico y cien-

tífico, el hombre se siente solo. En muchos aspectos no puede ser él mis-

mo y ha de vivir su máscara... Detrás de las apariencias se esconde la inse-

guridad y la insatisfacción. Salmo 127 “QUE EL SEÑOR NOS BENDIGA TODOS LOS DIAS DE

NUESTRA VIDA”

SEGUNDA LECTURA— Hebreos 2, 9-11

El autor parte de una experiencia personal: Cristo resucitado comparte la vida de Dios; es hombre y Dios al mismo tiempo. A partir de su sensibilidad litúrgica comprende que Cristo ha realizado en verdad lo que el antiguo culto pretendía alcanzar simbólicamente: hacer entrar al hombre a la mis-ma presencia de Dios. Por ello, en los primeros capítulos de la carta, el au-tor presenta a sus lectores el doble rostro de Cristo, humano y divino al mismo tiempo. Nuestro texto de hoy se centra en este doble rostro. Cristo ha compartido nuestra condición humana, nos llama "hermanos", ".lo .hiciste casi igual que los ángeles" (cf. Salmo 8,6). Pero, al mismo tiem-po, después de su pasión y muerte, ha sido "coronado de gloria y honor". Por su solidaridad con el linaje humano, su destino de gloria no le afecta tan sólo a él; sino que, gracias a él, también es nuestro propio destino: qui-so "llevar una multitud de hijos a la gloria". Nuestra vida de cristianos par-ticipa de este doble rostro de Cristo.

EVANGELIO—Marcos 10, 2-16

La doctrina de Marcos es, pues, muy clara: el matrimonio no es solamente

un contrato facultativo entre dos personas, sino que está implícito en él la

voluntad de Dios, inscrita en la complementariedad de los sexos. No basta

la sola voluntad de los esposos para explicar el matrimonio y su unidad: la

propia voluntad de Dios y su unidad son parte interesada en el matrimo-

nio. Esta es la razón por la que el divorcio no es solamente una injusticia

contra el consorte perjudicado; es también una injusticia contra el mismo

Dios. Aún se puede preguntar si la armonía de las voluntades es hasta tal

punto clara que lleva consigo realmente -con todas las posibles limitacio-

nes de los compromisos humanos- una unión natural aceptable y, como

consecuencia, la expresión de la voluntad divina. Fragmento de Mercaba.org 2

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“Dejad que los niños vengan a mi y no se lo impidáis; porque de los que son como éstos es el Reino de Dios.” Lucas 18, 16

Aúdiencia General - Resúmen Leí do en Espan ol

Para los Nin os

Queridos hermanos y hermanas: Continuamos profundizando en la Carta de san Pablo a los gálatas. Uno de los temas que propone —y que ha sido muy discutido a lo largo de los siglos— es el de la justificación. No es fácil dar una definición exhaustiva, pero del pensamiento del Apóstol se desprende que somos justificados por la misericordia de Dios, el cual nos ofrece el perdón y nos reconcilia con Él por la fe en su Hijo Jesucristo. La justificación por la fe destaca la primacía de la gracia, que Dios ofrece a todos los que creen en su Hijo, sin hacer distinciones. Por tanto, lo que nos justifica no es nuestro propio esfuerzo, sino la gracia de Cristo. Su amor gratuito nos permite, a su vez,

amar a los demás. Esto no significa que en la vida cristiana las obras no tengan ningún valor. Como dice el apóstol Santiago: «Dios hace justo al hombre también por las obras y no sólo por la fe» (St 2,24), es decir sobre la Justificación gratuita las obras nos ayudan. Por tanto, la respuesta de la fe exige que expresemos con gestos concretos el amor a Dios y a nuestros hermanos.

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Para Jo venes

Queridos jóvenes, quiero agradecerles por los sueños y proyectos de bien que ustedes tienen y por el hecho de que se preocupan tanto de las relaciones hu-manas como del cui-dado del medio am-biente. Gracias. Es una inquietud que hace bien a todos. #Youth4Climate 29 de septiembre de 2021 Papa Francisco

Tomado de: El Rincón de las Melli Solución: matrimonio

Papa Francisco - Audiencia General Aula Pablo VI Miércoles, 29 de septiembre de 2021- https://w2.vatican.va/

En el evangelio de hoy, Jesús nos habla de un sacramento. Para descubrir cual es ubica

en los espacios las palabras que están en letra de imprenta en el pergamino.

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Santoral Cato lico

El santoral es el conjunto de

las personas veneradas en

la Iglesia católica como san-

tos o beatos en una fecha

del calendario determi-

nada. Actualmente, la Iglesia

católica continúa

La costumbre paleocristia-

na de conmemorar el

aniversario de la muerte de

los mártires. Debido a

la canonización de personas

a lo largo de los siglos,

todos los días del año

conmemoran al menos un

santo.

No solamente se recuerda

de esta manera el martirio

en la actualidad, también los

santos fallecidos por causas

naturales — los

antiguamente

llamados confesores, en

contraposición con

los testigos, están incluidos

en el calendario, así como

festividades

como Pascuas, Pentecostés

o la Epifanía — relacionadas

con eventos de la vida

de Jesús y la historia

eclesiástica.

Wikipedia—Todo sobre los Santos

San Francisco de Así s - 4 de Octúbre Pequeño de estatura, de carácter extrovertido, Francisco siempre tuvo en su corazón el deseo de cumplir grandes empresas; esto fue lo que a la edad de veinte años le impulsó a partir, primero a la guerra entre Asís y Perugia y después a las cruzadas. Hijo del rico mercader de telas Pietro di Bernardone, y de Pica, dama de la nobleza provenzal, había nacido en 1182 y crecido entre las comodidades de la familia y de la vida mundana. Al regreso de la dura experiencia bélica, enfermo y agitado, resulta irreconocible para todos. Algo había marcado profundamente su ánimo, algo distinto a la experiencia del conflicto. Nunca olvidaría las palabras oídas en sueños en Spoleto: “¿por qué te empeñas en buscar al siervo en lugar del Señor?”. Su existencia tomó una nueva dirección, guiada por el constante deseo de saber a qué podía llamarlo el Señor. La oración y la contemplación en el silencio de las tierras de Umbria, le condujeron a abrazar como hermanos a los leprosos y vagabundos por los cuales siempre había sentido disgusto y repulsión. La voz que oyó en Spoleto, irrumpió en el silencio de la oración delante de un crucifijo bizantino en la iglesita abandonada de San Damián: “Francisco ve y repara mi iglesia, que como ves está en ruinas”. Estas palabras, primero entendidas como una llamada a reconstruir piedra por piedra los escombros de la capillita, a lo largo de los años le desvelaron al joven su significado pleno. Había sido llamado a “cosas grandes”: “renovar”, en espíritu de obediencia, la Iglesia, que pasaba por un período de divisiones y herejías. La alegría incontenible que siente al ser amado y llamado por el Padre, acrecentaron en el joven el deseo de vivir de la Providencia y, en obsequio al Evangelio, decide ceder todos sus bienes a los pobres. Por ello, las tensiones con su padre Pietro di Bernardone fueron continuas. Este lo denunció públicamente, y Francisco manifestó entonces su deseo íntimo de esposar a la señora Pobreza, despojándose de sus vestidos delante del obispo Guido. A Francisco se unieron numerosos compañeros que como él, deseaban vivir el Evangelio al pie de la letra, en pobreza,

castidad y obediencia. En 1209 el primer núcleo de los “hermanos” se dirigió a Roma para hablar con el Papa Inocencio III que, impresionado por “aquel joven de pequeña estatura y ojos ardientes”, apro-bó la Regla, después confirmada definiti-vamente en 1223 por Honorio III. Las clarisas y la Orden Terciaria También Clara, una noble de Asís, se sintió atraída por el carisma de Francisco, que la acogió y dio inicio a la segunda orden franciscana, “las hermanas pobres”, después conocidas como Clarisas; posteriormente fundó una Orden Terciaria para laicos. El amor ardiente por Cristo, expresado tiernamente en la representación del primer nacimiento viviente en Greccio durante la Navidad de 1223, llevó al “Poverello” a conformarse en todo con Jesús y a ser el primer santo de la historia en recibir la marca de los estigmas. “Juglar de Dios”, fue testimonio vivo de la alegría de la fe, acercando al Evangelio a los no creyentes y captando incluso la atención del sultán, que lo acogió con honores en Tierra Santa. La vida de Francisco fue una constante alabanza al Creador. El “Cántico del Hermano Sol”, primera obra maestra de la literatura italiana, escrito cuando todavía estaba postrado por la enfermedad, es la expresión de la libertad de un alma reconciliada con Dios en Cristo. La tarde del 3 de octubre de 1226, cuando la “hermana muerte” lo viene a visitar, sale al encuentro de Jesús con alegría. Muere a los 44 años, sobre la tierra desnuda de la Porciúncula, lugar en el que recibió como don la indulgencia del Per-dón. Dos años después fue canonizado. El espíritu de Francisco sigue inspirando a tantos en la obediencia de la Iglesia, en la construcción del diálogo entre todos, en la verdad, en la caridad, y en el cuidado de la creación. Tomado de: https://www.vaticannews.va/es/santos/10/04/s--francisco-de-asis--fundador-de-la-orden-franciscana--patron-d.html

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Foto: pngocean

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Cateqúesis 9. La vida en la fe

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! En nuestro recorrido para comprender mejor la enseñanza de san Pablo, nos encontramos hoy con un tema difícil pero importante, el de la justificación. ¿Qué es la justificación? Nosotros, de pecadores, nos hemos convertido en justos. ¿Quién nos ha hecho justos? Este proceso de cambio es la justificación. Nosotros, ante Dios, somos justos. Es verdad, tenemos nuestros pecados personales, pero en la base somos justos. Esta es la justificación. Se ha discutido mucho sobre este argumento para encontrar la interpretación más coherente con el pensamiento del apóstol y, como sucede a menudo, se ha llegado también a contraponer las posiciones. En la Carta a los Gálatas, como también en la de los Romanos, Pablo insiste en el hecho de que la justificación viene de la fe en Cristo. “¡Pero, yo soy justo porque cumplo todos los mandamientos!”. Sí, pero de ahí no te viene la justificación, te viene antes: alguien te ha justificado, alguien te ha hecho justo ante Dios. “¡Sí, pero soy pecador!”. Sí eres justo, pero pecador, pero en la base eres justo. ¿Quién te ha hecho justo? Jesucristo. Esta es la justificación. ¿Qué se esconde detrás de la palabra “justificación” que es tan decisiva para la fe? No es fácil llegar a una defini-ción exhaustiva, pero en el conjunto del pensamiento de san Pablo se puede decir sencillamente que la justifica-ción es la consecuencia de la «iniciativa misericordiosa de Dios que otorga el perdón» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1990). Y este es nuestro Dios, así tan bueno, misericordioso, paciente, lleno de misericordia, que continuamente da el perdón, continuamente. Él perdona, y la justificación es Dios que perdona desde el inicio a cada uno, en Cristo. La misericordia de Dios que nos da el perdón. Dios, de hecho, a través de la muerte de Jesús —y esto debemos subrayarlo: a través de la muerte de Jesús— ha destruido el pecado y nos ha donado de for-ma definitiva el perdón y la salvación. Así justificados, los pecadores son acogidos por Dios y reconciliados con Él. Es como un regreso a la relación original entre el Creador y la criatura, antes de que interviniera la desobe-diencia del pecado. La justificación que Dios realiza, por tanto, nos permite recuperar la inocencia perdida con el pecado. ¿Cómo ocurre la justificación? Responder a esta pregunta equivale a descubrir otra novedad de la ense-ñanza de san Pablo: que la justificación ocurre por gracia. Solo por gracia: nosotros hemos sido justificados por pura gracia. “¿Pero yo no puedo, como hacen algunos, ir donde el juez y pagar para que me de justicia?”. No, en esto no se puede pagar, ha pagado uno por todos nosotros: Cristo. Y de Cristo que ha muerto por nosotros vie-ne esa gracia que el Padre da a todos: la justificación ocurre por gracia. El apóstol siempre tiene presente la experiencia que cambió su vida: el encuentro con Jesús resucitado en el camino a Damasco. Pablo había sido un hombre orgulloso, religioso, celante, convencido de que en la escrupu-losa observancia de los preceptos estaba la justicia. Ahora, sin embargo, ha sido conquistado por Cristo, y la fe en Él lo ha transformado en lo profundo, permitiéndole descubrir una verdad hasta ahora escondida: no somos nosotros con nuestros esfuerzos que nos volvemos justos, no: no somos nosotros; sino que es Cristo con su gra-cia quien nos hace justos. Entonces Pablo, para tener una plena conciencia del misterio de Jesús, está dispuesto a renunciar a todo en lo que antes era rico (cfr. Fil 3,7), porque ha des-cubierto que solo la gracia de Dios lo ha salvado. Nosotros hemos sido justificados, hemos sido salvados por pura gracia, no por nuestros méritos. Y esto nos da una confianza grande. Somos pecadores, sí; pero vamos por el camino de la vida con esta gracia de Dios que nos justifica cada vez que nosotros pedimos perdón. Pero no justifica en ese momento: somos ya justificados, pero viene a perdonarnos otra vez. Fragmento Papa Francisco, Audiencia General Miércoles, 29 de sept de 2021. vatican.va

Lo qúe Dios ha únido, qúe no lo separe el hombre

voluntad de Dios. Pero ahora, en la nueva época mesiánica, cuando como habían anunciado los profetas el amor

de Dios será grabado en el corazón de cada hombre, el planteamiento de toda esta cuestión tendrá que ser otro:

tendrá que ser la plena realización de lo que Dios había dicho al principio, cuando el pecado aún no había llegado

al mundo y no había puesto el veneno capaz de destruir la unión de hombre y mujer: que esta unión hace que el

hombre y la mujer sean una sola carne, algo inseparable. Y esto por este motivo, hecho realidad al menos como

ideal: porque el pecado destructor ha sido superado, y los corazones de los hombres han sido transformados por

Dios. Josep Lligadas, Misa Dominical 1994, 13 mercaba.org

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PARA LOS FIELES Corazo n de Jesú s, Ponce

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Párroco: P. Winston R. Méndez Silvagnoli

Corazo n de Jesú s Ponce

P. Winston R. Me ndez

Silvagnoli

Oficina Miércoles - Viernes 12:00MD - 3:00PM

Confesiones Jueves de 4:00PM-5PM en la capilla del Santísimo,

Durante horas de Oficina por cita, Domingo antes de cada de Misa

Bautismos Cuarto Domingo del Mes después de la Misa de 12:00MD

Requisitos Llenar Solicitud en la Oficina y Tomar Catequesis Pre Bautismal el Martes Anterior al Bautismo a las 6:00PM

Matrimonio Petición con un mínimo de 6 meses de antelación

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