3 Años de Convención en México

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 3 años de Convención en México: entre el protagonismo y la simulación México ha par tic ipad o act iva ment e en tre s de los grande s compro misos en materia de derechos de la infancia que se han celebrado a escala mundial: l a Convención de los Derechos de la Infancia de 199 ! la Cumbre Mundial en "avor de la Infancia de 199#$ ! la %esión &special de la '() sobre Infancia en *##*$ que sin bien se encuentran vinculados no significan lo mismo+ ,especto a la Convención$ el &stado Mexicano$ al igual que otros en el mundo$ la suscribió en septiembre de 199+ &l 19 de -unio de 199# el %enado de la ,ep.blica Mexica na ratificó este convenio mediant e lo cual / ! de acuerdo alart0culo 1 de la Constitución de los &stados )nidos Mexicanos$  se convirtió en le! suprema del pa0s+ &n virtud de que el art0culo 22 de la Conven ción establec ió la oblig ación de los &stad os parte de informar sobre las medidas adoptadas para dar cumplimiento a la misma ! sobre los avances logrados$ el &stado mexicano ha presentado dos informes: &l primer informe se presentó en enero de 1992 &l segundo el *3 de febrero de 1999$ presentado de manera tard0a en función de lo acordado ! que le valio un se4alamiento al respecto+ &l Comité de los Derechos del (i4o de la '() / que es el organismo encargado de evaluar los informes presentados por los gobiernos ! de establecer las observaciones pertinentes$ elaboró dos recomendaciones respetivas al &stado Mexicano: 5as observaciones al primer informe el 3 de febrero de 1992 5as observaciones al segundo informe mexicano el 1# de noviembre de 1999  6mbos informes se4alan aciertos de parte del &stado Mexicano en su tarea de dar cumplimiento a la Convención e incluso avala algunas acciones informadas que en la pr7ctica no parecen haber ocurrido 8como el caso de las rocuradur0as de la Defensa del Menor ! la "amilia que se se4alan instaladas en los * &stados de la ,ep.blica+  6ntes de un an7lisis de lo anterior es conveniente se4alar que después de suscrita la Convención el &stado Mexicano ha continudado suscribiendo diversos convenios ! tratados internacionales relacionados con los derechos de la ni4e;+ %in pretender hacer un an7lisis exahustivo podr0amos decir que ambas recomendaciones se centran en algunos aspectos b7sicos: 1. Las condiciones de pobreza, explotación, y riesgo en que viven millones de niñas y niños en México, además de desigualdades de género y orígen étnico.  6l respecto informes oficiales como no oficiales muestran que pese a los avances logrados en rubros esp ec0ficos$ al final de la década ni4as$ ni4os ! adol esc ent es pad ecen sev eras condiciones para su superviviencia ! desarrrollo+ . La nece si dad de modi !i ca r las leyes para que se ad ec n a los pr inci pi os y ordenamientos establecidos dentro de la "onvención.

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3 aos de Convencin en Mxico: entre el protagonismo y la simulacinMxico ha participado activamente en tres de los grandes compromisos en materia de derechos de la infancia que se han celebrado a escala mundial: la Convencin de los Derechos de la Infancia de 1989y laCumbre Mundial en Favor de la Infancia de 1990,y la Sesin Especial de la ONU sobre Infancia en 2002, que sin bien se encuentran vinculados no significan lo mismo.Respecto a la Convencin, el Estado Mexicano, al igual que otros en el mundo, la suscribi en septiembre de 1989.El 19 de junio de 1990 el Senado de la Repblica Mexicana ratific este convenio mediante lo cual - y de acuerdo alartculo 133 de la Constitucin de los Estados Unidos Mexicanos, se convirti en ley suprema del pas.En virtud de que el artculo 44 de la Convencin estableci la obligacin de los Estados parte de informar sobre las medidas adoptadas para dar cumplimiento a la misma y sobre los avances logrados, el Estado mexicano ha presentado dos informes: El primer informe se present en enero de 1994 El segundo el 27 de febrero de 1999, presentado de manera tarda en funcin de lo acordado y que le valio un sealamiento al respecto.El Comit de los Derechos del Nio de la ONU - que es el organismo encargado de evaluar los informes presentados por los gobiernos y de establecer las observaciones pertinentes, elabor dos recomendaciones respetivas al Estado Mexicano: Las observaciones al primer informe el 7 de febrero de 1994 Las observaciones al segundo informe mexicano el 10 de noviembre de 1999Ambos informes sealan aciertos de parte del Estado Mexicano en su tarea de dar cumplimiento a la Convencin e incluso avala algunas acciones informadas que en la prctica no parecen haber ocurrido (como el caso de las Procuraduras de la Defensa del Menor y la Familia que se sealan instaladas en los 32 Estados de la Repblica).Antes de un anlisis de lo anterior es conveniente sealar que despus de suscrita la Convencin el Estado Mexicano ha continudado suscribiendo diversos convenios y tratados internacionales relacionados con los derechos de la niez.Sin pretender hacer un anlisis exahustivo podramos decir que ambas recomendaciones se centran en algunos aspectos bsicos:1.Las condiciones de pobreza, explotacin, y riesgo en que viven millones de nias y nios en Mxico, adems de desigualdades de gnero y orgen tnico.Al respecto informes oficiales como no oficiales muestran que pese a los avances logrados en rubros especficos, al final de la dcada nias, nios y adolescentes padecen severas condiciones para su superviviencia y desarrrollo.2. La necesidad de modificar las leyes para que se adecun a los principios y ordenamientos establecidos dentro de la Convencin.A finales de 1999 ocurri la reforma y adicin alartculo 4 Constitucionalpara incluir la nocin de los derechos de la infancia; posteriormente, en abril de 2000, se aprob laLey para la Proteccin de los Derechos de Nias y Nios. Adems algunas legislaturas locales tambin promovieron leyes estatales en esta materia, con lo que result por ejemplo que en el DF tambin en diciembre de 1999 fue aprobada por el Congreso local la Ley de las Nias, Nios y Adolescentes.Cuales son los avances y limitaciones de este nuevo marco legal?Conoce ms al respecto en: Insuficientes marcos legales Contradicciones en la reforma al artculo 4 constitucional Pronunciamiento de organizaciones sobre la ley para la protecin de los derechos de nias, nios y adolescentes Avances y limitaciones la ley de los derechos de las nias y nios en el D.F.Las limitaciones sealadas han llevado a varias organizaciones sociales a unapropuesta de agenda legislativa sobre los derechos de nias, nios y adolescentesque busca fortalecer las reformas realizadas.3. La necesidad de establecer sistemas de segumiento y vigilancia sobre los derechos de la infancia con capacidad financiera, de independencia y mandatoEl gobierno mexicano ha informado (Informe del Gobierno Mexicano para la V reunin Ministerial de Jamaica, Mxico Octubre 2000)de la realizacin de varias acciones que se inscriben en el establecimiento de este sistema, dentro de las cuales pueden citarse: La Comisin Nacional de Accin en Favor de la Infancia creada en enero de 1991 de carcter intersectorial e insterisntitucional, responsable de la elaboracin y seguimiento del Plan Nacional de Accin en Favor de la infancia. El Sistema Nacional de Seguimiento y Vigilancia de la Convencin de los Derechos del Nio, aprobado en 1998. Qu es y cuales han sido sus alcances?. El Plan de Accin interinstitucional para Prevenir, atender y erradicar la Explotacin Sexual Comercial, creado tambin en 1998. Conoce ms sobre este tema aqu. El Programa Nacional contra la Violencia Intrafamiliar creado en marzo de 1999.4. La participacin civil y de la infancia en el diseo, aplicacin y evaluacin de las polticas.Aunque las propias recomendaciones del Comit de los Derechos del Nio de la ONU enfatizan la importancia de esta participacin, en la misma direccin que una gran cantidad de tenddencias nacionales e internacionales en este sentido, la realidad distta mucho de ir por ese camino.La importancia de firmar otros tratados internacionales que fortalezcan los compromisos en materias especficas.Adems, Mxico junto con otros cinco pases promovieron la Cumbre Mundial en Favor de la Infancia que tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York en 1990, que trajo como consecuencia multiples compromisos en materia polticas pblicas hacia est sector. Para corresponder a los mismos el gobierno mexicano cre el Plan Nacional de Accin en Favor de la Infancia 1990-1995 (en la administracin de Salinas de Gortari) y luego otro para el perido 1995-2000 (en la administracin de Ernesto Zedillo.Los derechos de la niez y la adolescencia en Mxico

UNICEF Mxico/ Mauricio Ramos

El marco jurdicode Mxicoest conformado por la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, los tratados internacionales aprobados y ratificados por el pas y las leyes federales y locales. Mxico ha ratificado numerosos tratados internacionales en materia de derechos humanos, por lo que el Estado se ha visto en la necesidad de ir adecuando sus sistemas jurdicos nacionales y locales a los estndares mnimos reconocidos por estas convenciones y a realizar reformas legislativas al marco jurdico constitucional y en los niveles federal y local.En materia de derechos de la infancia y la adolescencia, en 1990 Mxico ratific laConvencin sobre los Derechos del Nio (CDN),por lo que desde ese momento qued obligado a cumplir con sus disposiciones y a adoptar diversas medidas para hacer efectivos los derechos reconocidos en ella. Asimismo, ratific los dos protocolos facultativos de la CDN relativos a la participacin de nios en conflictos armados, y a la venta de nios, la prostitucin infantil y la utilizacin de nios en la pornografa.El Estado mexicano tambin llev a cabo reformas constitucionales que le han permitido avanzar en el proceso de adecuacin de su legislacin interna a la CDN, entre las que destaca la reforma al artculo 4, que incorpora la nocin de sujetos de derecho, reconociendo que los nios y nias son titulares del derecho a la satisfaccin de sus necesidades de alimentacin, salud, educacin y sano esparcimiento para su desarrollo, y estableciendo que los ascendientes, tutores y custodios tienen el deber de preservar estos derechos, mientras el Estado es responsable de proveer lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niez y el ejercicio pleno de sus derechos y otorgar facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niez.Esta reforma dio lugar a la emisin de laLey para la Proteccin de los Derechos de Nias, Nios y Adolescentes, cuyo objeto es garantizar a stos la tutela y el respeto de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitucin, as como establecer los principios bsicos conforme a los cuales el orden jurdico mexicano habr de proteger y garantizar tales derechos. Asimismo, dio lugar a la posterior emisin de leyes homlogas en los estados de la Repblica. Al momento, de las 32 entidades federativas, 27 cuentan con leyes locales de proteccin de derechos de la infancia y la adolescencia.Por otro lado destaca la reforma al artculo 18 Constitucional, mediante la cual se transforma el antiguo sistema tutelar de justicia para menores infractores y se sientan las bases para la creacin de un sistema integral de justicia para adolescentes en conflicto con la ley penal acorde con la CDN. La reforma oblig a la Federacin, a los estados y al Distrito Federal a establecer, en el mbito de sus competencias, este nuevo sistema y a crear instituciones, tribunales y autoridades especializados para su aplicacin..Dentro del orden jurdico nacional existen tambin otras leyes que resultan esenciales para la proteccin de los derechos de nios, nias y adolescentes, entre las que se encuentran la legislacin civil y penal; y las leyes General de Salud; General de Educacin; de Asistencia Social, y General de Desarrollo Social.VOLUCIN DE LAS DIMENSIONES DE LA POBREZA 1990-2012La Ley General de Desarrollo Social (LGDS) indica que para medir la pobreza es necesario tomar en cuenta los siguientes indicadores:ingreso corriente per cpita, rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios en la vivienda, acceso a los servicios bsicos en la vivienda, acceso a la alimentacin y grado de cohesin social.Con informacin de los Censos de Poblacin y Vivienda de 1990, 2000 y 2010, as como el Mdulo de Condiciones Socioeconmicas 2008, 2010 y 2012 elaborados pore el INEGI, se puede obtener una serie de dimensiones de la pobreza.Carencias sociales

Ingreso

En el sexenio 1988-1994, el gobierno ha emprendido el proceso de modernizacineducativa respuesta a los reclamos sociales y de acuerdo a los objetivos deldesarrollo nacional, pretendiendo mejorar la eficiencia, calidad y cobertura delservicio educativo. Para esto resulta necesario extender la infraestructura, por loque se requiere presupuestos mayores, a fin de construir nuevos edificiosescolares y mantener los ya existentes. Una parte esencial del Programa deModernizacin Educativa, fue la conformacin de un nuevo modelo educativo,donde los contenidos habran de modificarse, adems de otras acciones.Con Manuel Avila Camacho se pretendi combatir al analfabetismo, a partir de1944. mediante la Campaa Nacional contra el Analfabetismo; el rgimen deAlemn Valds cre la Direccin General de Alfabetizacin, buscando el mismo fin;Ruiz Cortines y Lpez Mateos continuaron la labor tendiente a reducir os ndicesde poblacin analfabeta; Daz Ordaz dispuso iniciar la alfabetizacin por televisiny formar el Centro de Educacin Bsica para Adultos, adems de otras accionesque demostraron la decisin real del gobierno de reducir hasta donde fuera posiblelos ndices de poblacin analfabeta.Del gobierno de Luis Echeverra en adelante, la educacin pblica ha logradograndes adelantos al conseguir la disminucin del analfabetismo. Sin embargo,debido a muchos factores y a la crisis econmica sucedida en la dcada de losaos 80, aument el rezago educativo, originando la existencia de 4;000,200personas analfabetas y 20 millones de analfabetas funcionales, o sea, personasque solamente cursaron hasta tercero de primaria. El panorama se torna difcil sise agrega el hecho de que ms de 300 mil jvenes no tienen la oportunidad deestudiar la secundaria y que un alto porcentaje de alumnos desertan de lasescuelas.LA URBANIZACIONLa urbanizacin de nuestro pas, se inici prcticamente en la dcada de los 40;desde luego que con ello la mancha urbana ha crecido cada vez ms, ocupandoextensas reas rurales transformndolas y provocando la alteracin de su medioambiente al construir en ellas casas. fbricas, carreteras y otras obras propias delas ciudades.Las recomendaciones dadas por organismos internacionales y los resultadosobtenidos de constantes investigaciones sobre e! problema de la contaminacin,han hecho que el gobierno mexicano aplique las medidas convenientes parasolucionarlo.Los servicios mdicos ofrecidos por todas las instituciones que integran el esquemade la seguridad social en Mxico, han hecho posible hacer frente a las principalescausas de muerte de la poblacin, lo cual ha hecho posible que en os ltimosaos se mantenga una situacin equilibrada entre enfermedades transmisibles, lasde tipo degenerativo y accidentes. Las campaas permanentes diseadas por elSector Salud dieron por resultado el control y casi erradicacin de enfermedadescomo: sarampin, tosferina, tifo, sfilis, tuberculosis y algunas ms, as tambin ladesaparicin total de otras, entre ellas, el paludismo.Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, hay enfermedades que aunpersisten ocupando primordiales lugares como causantes de defunciones,sobresalen las diarreas y las neumonas. Adems existen otros padecimientos quehan incrementado su frecuencia, destacan la diabetes, las enfermedadescardiovasculares y las cerebro vasculares, principalmente.Como una de las consecuencias del desarrollo econmico del pas, muchasregiones vieron modificada su poblacin. Las causas fueron la creacin de vas decomunicacin, mejoramiento de las que ya existan, la fundacin de nuevasciudades, el establecimiento de mejores condiciones de vida en vallas zonas delpas y otras ms. Durante el perodo 1940-1990, el centro de la Repblica siguisiendo el lugar con mayor concentracin poblacional, pero sucedieron tambinvarios movimientos de personas hacia otros sitios.Algunos ncleos poblacionales se dirigieron con destino a lugares ms adecuadospara las tareas agrcolas, de tal forma que provocaron un considerable aumento dehabitantes en las comarcas agrcolas de La Laguna, en la interseccin de losestados de Coahuila y Durango; del valle de Mexicali, en Baja California; la cuencadel Ro Papaloapan, en Veracruz; la cuenca del Ro Tepacaltepec, en los lmites deJalisco y Michoacn, los valles de los ros Mayo y Yaqui, en Sonora y otras ms.Otros factores que han influido para que surgieran los cambios en la distribucinde la poblacin son: Desarrollo ganadero, sobre todo en el norte de Mxico; larealizacin de obras portuarias y la oportunidad de estar cerca de Estados Unidos.En los ltimos aos, la actividad comercial, pero sobre todo la industrial, hacontribuido para la formacin de grandes concentraciones humanas, provocando elcrecimiento de lugares como las ciudades de Mxico, Guadalajara, Monterrey,Nezahualcoyotl, Tlalnepantla, Naucalpan, Len, Puebla. Cd. Jurez, Orizaba ymuchas ms. De esta manera. en diversas regiones del pas ha disminuido supoblacin, en otras se ha mantenido estable, mientras que en varias mas se haincrementado notablemente.994 AL QUE VIVIMOS (2000)Entre los aos cuarenta y el inicio de los ochenta Mxico demostr una notableestabilidad poltica represiva. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobiernaininterrumpidamente desde 1929 por medio del fraude electoral, la corrupcin y larepresin; ejecutadas bajo las banderas del "nacionalismo revolucionarista" y, adiferencia de otros pases de Amrica Latina que tambin conocieron el fenmenode gobiernos represivos, Mxico ha sido tolerado por la comunidad internacional.La prueba ms reciente de ello es que en las negociaciones para el ingreso al TLC(Tratado de Libre Comercio), en el proceso de creacin de una zona de librecomercio con Canad y EEUU, la situacin de los Derechos Humanos y polticos nofueron jams considerados en las agendas de las negociaciones. La Unin Europeatampoco los ha puesto como condicin para las relaciones econmicas con Mxico.Desde el dos de octubre de 1968, cuando fueron asesinados en la Plaza de lasTres Culturas cerca de trescientos estudiantes que a propsito de la publicidadinternacional de los Juegos Olmpicos exigan la apertura democrtica del sistemapoltico, el rgimen mexicano ha cultivado sistemticamente una imagen deestabilidad poltica que contrastaba con sus vecinos del sur (Guatemala, ElSalvador y Nicaragua). Dicha estrategia se apoya en una poltica internacional"progresista" y de estmulo a los movimientos de liberacin nacional de los pasessubdesarrollados; que no exclua de su discurso una prudente dosis de anti-imperialismo. Este ciclo ha sido cerrado con la rebelin el 1 de enero de 1994 delEjercito Zapatista de Liberacin Nacional en Chiapas y con el asesinato delcandidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, que se une a la historia delos magnicidios presidenciables mexicanos iniciada con al asesinato de FranciscoMadero en 1913, de Venustiano Carranza en 1920 y lvaro Obregn en 1928.Las transformaciones econmicas y polticas del Mxico moderno se han tornadodramticas desde la crisis de la deuda externa en 1982 bajo el gobierno de LpezPortillo, que condujo a la posterior suspensin unilateral de los servicios de ladeuda, a la inflacin, a una dramtica devaluacin del peso y a la estatalizacin dela banca en septiembre del mismo ao. Las polticas de estabilizacin y de ajusteestructural aplicadas para superar la crisis y la introduccin de las reformasneoliberales que se ejecutaron bajo la presidencia de Miguel de la Madrid (1982-88), crearon las condiciones iniciales para una reforma profunda de las funcioneseconmicas del Estado y una transformacin radical de las polticas econmicasque se haban basado en el keynesianismo econmico de corte populistaautoritario. La profundizacin de la reestructuracin neoliberal llevada a cabo porel presidente Carlos Salinas de Gortari consolidaron dichas reformas y por mediode la privatizacin de las empresas del Estado y la apertura irrestricta yregionalizacin de la economa mexicana (TLC), se sustituy definitivamente elmodelo econmico basado en la Industrializacin Sustitutiva de Importaciones(ISI). Las consecuencias polticas y sociales de ms de una dcada de reformasexplican en parte, la desarticulacin global de la estructura social y del sistemapoltico, que se haba apoyado en mecanismos corporativos de relaciones entreEstado y sociedad civil y en un sistema poltico que indentificaba el Estado con elpartido. La creacin inicial de una arena poltica real se haba manifestado por laizquierda en el cardenismo y por la derecha en la creacin del Partido de AccinNacional (PAN).La sustitucin del Estado populista autoritario por el Estado neoliberal ha sidoimpulsada por la burocracia poltica del Estado y el partido en un intento porconservar el poder y regionalizar la internacionalizacin de la economa mexicana;manteniendo el poder de la clase poltica partido/estado. El paso de un Estadorentista/keynesiano a un Estado neoliberal por medio de la privatizacin de lasempresas pblicas pone en dificultades la naturaleza autoritaria corporativa de latradicin estatal mexicana que haba sido apoyada por el clientelismo y que, enperodos de recesin econmica, es difcil de alimentar. El hecho de que estasreformas fueran iniciadas "desde arriba", por la burocracia del estado y el partido,es lo que le ha permitido autorepresentarse como una fuerza democratizadora ode apertura poltica. Esta perspectiva es reforzada por la tradicin terica delliberalismo poltico que considera la modernizacin econmica como la causainevitable de la sustitucin del autoritarismo corporativo, en la medida en que steno est en condiciones de regular, en tanto proceso poltico, las transformacionesde la economa. La integracin de Mxico en el TLC y como consecuencia elproceso de regionalizacin e internacionalizacin de la economa, ha operado comoun factor de consolidacin de la reestructuracin neoliberal. La integracin conEEUU y Canad, a su vez, representa una ruptura con la tradicin latinoamericanade integracin econmica que se inici en la dcada de los sesenta. sta aspirabaa un modelo de industrializacin autosustentada de corte nacionalista y en ciertamedida antinorteamericano.Con un mercado de 360 millones de consumidores, el TLC se constituye en laesperanza futura de acceso de las restantes economas latinoamericanas ytransforma otras iniciativas integradoras como el Mercado Comn del Sur(MERCOSUR) (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) en una sala de espera paraun ingreso posterior. El anlisis de estos problemas constituye el objeto central delpresente artculo. En la primera parte ofrece un estudio retrospectivo sobre lo quehan sido los intentos de integracin econmica y cmo ellos han sido sustituidosdespus de la crisis del keynesianismo internacional; en la segunda parte,presentamos una descripcin de los procesos econmicos y polticos que facilitaronla integracin de Mxico en el TLC; en la tercera, consideramos los efectos de lasreformas neoliberales sobre el sistema poltico mexicano; en la cuarta,consideramos el proceso de internacionalizacin va regionalizacin de la economamexicana; y finalmente, presentamos una serie de conclusiones.Las experiencias de integracin latinoamericana tienen ya casi medio siglo. Desdelos inicios de los aos sesenta se intent un proceso de integracin econmicaregional no muy exitosa por medio de la ALAC (1960) y posteriormente la ALADI.Ello represent el intento por resolver tres problemas: la creacin en marzo de1957 de la Comunidad Econmica Europea (CEE) que se consider una amenazade cierre de los mercados europeos para los productos agrcolas latinoamericanos;la necesaria renovacin y ampliacin de los acuerdos econmicos preferencialesestablecidos entre los diversos pases de Amrica Latina, conservando losbeneficios de la clusula de nacin mas favorecida consagrada por los acuerdos delGATT, como resultado de ello surgi la creacin de una zona de libre comercio,apoyada por el articulo XXIV del GATT y en el inicio de la dcada de los aos 60era evidente el estancamiento y la crisis del modelo de desarrollo basado en la ISI.La ampliacin de los mercados internos era considerada como una de lassoluciones destinadas a resolver la crisis y facilitar la profundizacin de laindustrializacin. La ampliacin de los mercados va integracin regional conduciraal desarrollo de una industrializacin regionalizada en donde cada uno de lospases se especializara en determinadas ramas de la industria disminuyendo loscostes de los bienes de capital. Ello facilitara la rentabilidad del capital ydinamizara el proceso de acumulacin fortaleciendo tambin la rentabilidad delcapitalismo de Estado (empresas estatales).El deterioro de estas experiencias de integracin no slo est vinculado a la crisisde los modelos de industrializacin keynesiana y al derrumbe posterior delkeynesianismo internacional, sino tambin a la introduccin temprana de lareestructuracin neoliberal por va autoritaria (dictaduras de Chile, Argentina,Bolivia y Uruguay) que acentuaron los principios del libre cambio. Con ello pusieronen discusin la efectividad de la polticas regionales de inspiracin keynesianaidentificndolas con el proteccionismo. Slo a mediados de los aos ochenta, conla restauracin de la democracia en Brasil y Argentina se reabrieron los debatessobre integracin regional que dieron curso a la constitucin de MERCOSUR.El primer antecedente de MERCOSUR es el Programa de Integracin y CooperacinEconmica entre Argentina y Brasil de julio de 1986. A mediados de 1990 ambospases tomaron la determinacin de formalizar la creacin de un Mercado Comnpara fines de 1994. En marzo de 1991 se incorporaron Paraguay y Uruguay dandoorigen al Tratado de Asuncin que cre oficialmente MERCOSUR. En el Acta para laIntegracin Argentino Brasilea de julio de 1986 se estableci el Programa deIntegracin y Cooperacin Econmica entre ambas Repblicas incluyndose lossiguientes principios: gradualidad en las diversas etapas de definicin, negociacin,ejecucin y evaluacin, con ello con se busca garantizar la apertura paulatina deambas economas regulando los costos sociales y econmicos de la integracin;flexibilidad para ajustar los objetivos previstos a los efectos reales de laintegracin; y equilibrio para no inducir a una especializacin de las economas ensectores especficos en desmedro de una integracin internacional diversificada. ElTratado firmado el 26 de marzo de 1991 que establece el Mercado Comn del Surimplica: la libre circulacin de bienes, servicios y factores productivos entre lospases por medio de la eliminacin de los derechos aduaneros y restricciones noarancelarias a la circulacin de mercaderas; el establecimiento de un arancelexterno comn y la adopcin de una poltica comercial comn en relacin aterceros Estados o agrupaciones de Estados y la coordinacin de posiciones enforos econmicos y comerciales regionales e internacionales; coordinacin depolticas macroeconmicas y sectoriales entre los Estados participantes: decomercio exterior, agrcola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales,de servicios, aduanera, de transporte y comunicaciones y otras destinadas afavorecer la competencia de las economas; y, por ltimo, armonizacin jurdica delas legislaciones de los pases miembros a fin de fortalecer el proceso deintegracin.El lanzamiento del Programa de Integracin entre Argentina y Brasil se hizo en unmomento en el que ambos pases se encontraban embarcados en luchasantiinflacionistas similares: Plan Austral y Plan Cruzado. Por otra parte, MERCOSURtiene lugar antes de la formulacin de la "Iniciativa de las Amricas" y es en parteel producto de la democratizacin de Argentina y de Brasil (de los PresidentesAlfonsn y Sarney). En sus inicios representa, por lo menos desde la parteargentina, un intento de restauracin de los modelos de integracin de inspiracinkeynesiana que haban prevalecido en Amrica Latina desde el inicio de los aossesenta. La formacin de MERCOSUR responde en una medida importante a laestrategia internacional de formacin de bloques: la bsqueda de una mayorcapacidad de negociacin frente a sus principales socios comerciales, los EEUU y laCE (Comunidad Europea). Es bajo los regmenes de Collor de Mello y de Menemcuando MERCOSUR adquiere un carcter neoliberal y, desde la perspectivaargentina, es considerado como un mecanismo de consolidacin de las reformasneoliberales de la economa argentina y antesala para el ingreso posterior al TLCvinculndose definitivamente con la Iniciativa de las Amricas.Las relaciones de MERCOSUR con el TLC se han formalizado por medio de losacuerdos que se conocen como "cuatro ms uno" del 19 de junio de 1991(Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y EEUU). Ellos condujeron a la creacin deun Consejo Consultivo sobre Comercio e Inversin. Se indica que las negociacionescon EEUU sern hechas con MERCOSUR y no con cada pas individualmente. Estoltimo constituir el mecanismo principal de las futuras conversaciones referidas alingreso al TLC. MERCOSUR reconoce que la Iniciativa de las Amricas se diferenciasignificativamente de otras iniciativas previas de USA respecto de Amrica Latina,como la Alianza para el Progreso: inspirada en la poca de la Guerra Fra comovisin geopoltica de la regin y en el rechazo a la revolucin cubana. Por primeravez en la historia de las relaciones de EEUU con Amrica Latina no se trata de unprograma de asistencia econmica y financiera con el objeto de "cooperar aldesarrollo".El consenso sobre el carcter neoliberal de la formacin de bloques en AmricaLatina fue previamente legitimado por lo que se ha llamado "las nuevasdemocracias neoliberales". Incluso la CEPAL (Comisin Econmica para AmricaLatina y el Caribe) ha formulado una poltica regional en un texto ya clsico"Desarrollo con equidad" (CEPAL, 1990). Dicho anlisis se fundamenta en elconcepto de "dcada perdida" para referirse a la magnitud del retroceso deldesarrollo en la dcada de los aos ochenta. El producto real por habitante de1989 era equivalente al de 1976. Amrica Latina enfrenta el inicio de la dcada delos aos noventa con los efectos de la deuda externa y la inadecuacin entre laestructura de la demanda internacional y la composicin de sus exportaciones. Aesto se agrega la obsolescencia de la planta de capital y de la infraestructura fsica,la incapacidad para asimilar los cambios tecnolgicos internacionales, el deteriorode la capacidad financiera y de gestin de los Estados, la acentuacin de ladesigualdades sociales, el crecimiento gigantesco del desempleo o del subempleo,el mal aprovechamiento de los recursos naturales y la depredacin ambiental. Enel nivel de los sistemas polticos, se restablecieron las democracias en diversospases que haban sido sometidos a dictaduras destinadas a implementar por la vaautoritaria las reformas neoliberales; entre ellos se encuentran Chile, Argentina,Bolivia y Uruguay y se agregan Brasil y Paraguay. Pero ello fue acompaado en losaos noventa por lo que la CEPAL llama "desideologizacin en el debate polticoeconmico".Desde el inicio de los aos ochenta Mxico se encuentra abocado a la introduccindel modelo de libre mercado y a la implementacin de las reformas neoliberalesdominantes en el sistema mundial. Sus ltimos dos Gobiernos han eliminado lasbarreras a las inversiones extranjeras y al comercio, han reducido la participacindel Estado en la economa e implementado una estrategia de promocin deexportaciones que es considerada como la solucin ms adecuada a los crucialesproblemas de la economa mexicana. Como consolidacin necesaria de lareestructuracin econmica neoliberal, Mxico decidi acceder al Tratado de LibreComercio junto a Canad y USA (TLC). La nuevas polticas y los programas dereestructuracin neoliberal han tenido efectos considerables en el sistema polticoan cuando ello no proviene directamente de una demanda democratizadoraexplcita del bloque regional neoliberal (TLC). Las partes ms sensibles detransformacinsilenciosadel sistema poltico tienen que ver con el carctercorporativista de funcionamiento del Estado y la influencia de los sectoresdominantes del PRI. Ello deriva de la necesaria reorganizacin de las alianzaspolticas destinada a favorecer la vinculacin de las lites empresariales con lainfluyente posicin de las Empresas Transnacionales (regionales) y Washington. Elretorismo nacionalista que form parte indispensable de los discursos oficialesmexicanos (Ros, Stanley R., 1966; Sigmund, Paul E., 1970) ha desaparecido juntoa toda referencia a la idea de un proyecto "nacional" de desarrollo. stos han sidoreemplazados por conceptos como integracin econmica, productividad, bajoscostes, disciplina laboral, diversificacin de exportaciones, privatizaciones, librecomercio, etc. Al igual que en otras experiencias neoliberales de Amrica Latina,los no beneficiarios de las reformas y en particular los desempleados resultantesdel proceso de privatizacin de la economa son temporalmente compensadosdesde 1989 con el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL). La financiacinde dicho programa proviene de la venta de las empresas estatales y paraestatalescomo TELMEX y otras 1.000 empresas privatizadas o en vas de privatizacin. Lacreacin de PRONASOL se presenta como una nueva forma de lucha contra lapobreza, an cuando su creacin fue la respuesta a las manifestaciones dedescontento popular con el PRI en las elecciones nacionales de 1988 y lamovilizacin poltica iniciada por el nacional populismo representado por lacandidatura de Crdenas. Una respuesta ms estructural del presidente Salinas deGortari se ha expresado en su programa del capitalismo social y con ello la fraccinneoliberal del PRI puede conservar sus tendencias populistas.Las mayores crticas respecto a la modernizacin econmica y de su participacinen el bloque regional del TLC provienen de la izquierda y se concentran en laenorme asimetra/desequilibrio de la economa mexicana respecto de Canad yEEUU y al carcter autoritario de las estructuras polticas (Grinspun, Ricardo &Cameron, Maxwell A., 1993). Los programas de modernizacin polticaimplementados por el rgimen de Salinas de Gortari son tambin criticados por laizquierda y la derecha liberal (Kaufman Purcell, Susan, 1988) y se concentran en elfraude poltico y en el monopolio tanto del PRI como del Estado respecto a losrecursos financieros y a la propaganda ideolgica destinados a manipular todointento de democratizacin (Grayson, George W., 1988). El objetivo central delGobierno estara constituido por el intento de acceder a una nueva forma decontrol poltico que facilite la existencia de una democracia limitada. La necesidadde cambios en el sistema poltico no slo provienen de las consecuencias polticasde las elecciones de 1988, sino tambin de la sustitucin del modelo keynesiano deindustrializacin protegida por el modelo neoliberal de promocin de exportacionesy que implica adems cambios dramticos de la estructura social, derivadostambin de los cambios en la configuracin poltico- espacial del sistema mundial,de la globalizacin de la economa mundial, de los patrones internacionales deproduccin, de comunicacin y de inversiones.La reestructuracin econmica y las polticas de liberalizacin han agudizado losdesequilibrios geogrficos de la distribucin de la riqueza entre los Estados endetrimento del sur, que se caracteriza por una pobreza estructural. sta seconcentra en cuatro Estados, Oaxaca, Chiapas, Guerrero e Hidalgo, con ms dedos tercios de su poblacin en la lnea de la extrema pobreza. La estrategianeoliberal de exportaciones intensifica numerosos problemas sociales que han sidotradicionales en la sociedad mexicana y que se expresan en la disminucin del PIBdesde un 37,5% en 1981 al 26,2% en 1987. En 1987 el 10% de la familiasmexicanas ms ricas controlaban el 37% del total de los ingresos en oposicin al80% que comparta slo el 46% y, sobre una poblacin total de 90 millones, 43millones estn afectados de desnutricin (Alarcn, Diana & Mckinley, Terry,1992:78). Estas desigualdades no slo se deriva de la estructura de las clasessociales sino tambin tienen carcter tnico, sexual y geogrfico, y amenazan conrestituir las condiciones existentes en la poca delporfiriato(1876- 1910). Lairritante distribucin de los privilegios favorece naturalmente a los inversoresextranjeros (especialmente de EEUU), banqueros, especuladores, industriales yagroexportadores. Esta distancia social se reproduce tambin en la relacin entrela elite poltica y los sectores populares. La tendencia socialista, populista ynacionalista que emergi de la Revolucin Mexicana constituyeron una reaccincontra la alianza poltica de comerciantes, barones industriales regionales,aristocracia agraria y financieros internacionales en un perodo de crecimientoeconmico (Meyer, Michael C. & Sherman, William L., 1991). Dicha situacin, conexcepcin de la regionalizacin (TLC) de la economa mexicana es muy similartanto a las alianzas polticas que hoy dominan Mxico como a los niveles depobreza a que son sometidos los sectores populares.El ingreso reciente en el TLC representa la institucionalizacin de la "integracinsilenciosa" de Mxico al rea de influencia norteamericana. Con ello se puso fin ala utilizacin del verbalismo revolucionarista utilizado por la lite poltica eintelectual en los momentos en que era necesario garantizar la estabilidad polticadel autoritarismo. La "familia revolucionaria mexicana", originada en el proceso dela revolucin (1910- 20), culmin en la conformacin de una lite poltica quedisea un Estado corporativista jerrquico y dinamizado por un "partido nacionalpopulista" (PRI) que se apoya en un modelo de reproduccin capitalista deeconoma mixta y en la "tolerancia represiva" aplicada por el sistema poltico. Lafuncin del PRI ha sido la de otorgar estabilidad a un bloque poltico centrista ycontener la naturaleza contradictoria de los conflictos de clase (Teichman, JudithA., 1992:87). El partido no slo incorpora las organizaciones del sector pblico(CNOP y militares), sino tambin las organizaciones laborales urbanas ycampesinas tales como la CTM y la CNC. La incorporacin del aparato militar alEstado y al partido es legitimada por la utilizacin del concepto de SeguridadNacional. El Estado tambin utiliza mecanismos de control del sector privado de laeconoma incorpora por medio de la afiliacin de las organizaciones empresariales(CONCAMIN, CONCANACO, CANACINTRA). La relacin simbitica entre el Estado yel partido fue articulada por la existencia de un "proyecto nacional". La hegemonatanto del partido como del Estado sobre el sector privado est garantizada por elmonopolio sobre los subsidios, los contratos pblicos, el otorgamiento de licenciasy el control directo de las organizaciones laborales; constituyendo lo que se allamado la "alianza para la ganancia" (Reynolds, Clark W., 1970), base delproyecto nacional. Los aos sesenta constituyeron un perodo de consolidacin yprofundizacin de este proyecto (1958- 1968). El modus vivendi de la "alianza parala ganancia" logr sobrevivir las dificultades econmicas nacionales y a los cambiosde la economa mundial.La estabilidad y autonoma del Estado fue afianzada por la alianza estratgica delPRI con la heterognea clase capitalista y su vinculacin a la hegemonanorteamericana en el hemisferio occidental. El "proyecto nacional" era parteconstitutiva de la Pax Americana, cuyo ingrediente ms importante fue laindustrializacin sustitutiva de importaciones constituyendo la forma especfica deintegracin al sistema mundial (Frobel, Folker; Heinrichs, Jurgen & Kreye, Otto;1991:75). Por otra parte, la autonoma relativa de la clase obrera respecto delEstado mexicano fue limitada polticamente por tres vas: la utilizacin alternativade las diferentes prioridades y estrategias de las organizaciones horizontales yverticales del estado y el PRI, que resultaron de la friccin entre tcnicos ypolticos y los discursos alternativos de la lite industrial del norte y de la burguesaneoliberal de Monterrey; la influencia y presin de la hegemona norteamericana; yla accin ms radical de organizaciones sociales de base que operan de maneraindependiente del sindicalismo oficialista y del partido/Estado. La alta capacidadcentralizadora del Estado que se expresa en la concentracin del poder pblico, leotorga tanto a la burocracia estatal como a la del PRI capacidad suficiente, junto alos grupos empresariales, para definir, sin contrapeso y en ausencia de una arenapoltica pluralista, las polticas econmicas nacionales. El PRI ha sido utilizado pararesolver las deficiencias generadas por el Estado y los grupos econmicos y elloregularmente ha tomado la forma del fraude electoral por medio del monopolioque ejerce sobre la arena poltica. Su funcin ha variado histricamente; endeterminados momentos ha constitudo la sntesis de intereses contradictorios quese negociaban interiormente en la medida que constituan una versin restringidade la arena poltica. En otros momentos ha transferido al Estado (y a la clasepoltica del Estado) el rol crucial en la formulacin del proyecto nacional dedesarrollo. El bloque poltico constituido por la "alianza para la ganancia" y que seexpres en la vinculacin de la burguesa compradora con las corporacionestransnacionales constituy el factor creciente de deterioro de las polticasnacionalpopulistas y de la vieja aristocracia poltica. Ello fue acompaado de undeterioro progresivo de la movilidad social, en particular de la clase mediaprogresivamente empobrecida y del fortalecimiento de la discriminacin tnica. Elloha conducido a la prdida de la capacidad estatal para mantener la cohesinpoltica y la estabilidad del sistema poltico basado en la estructura del modelopartido/estado.El resultado de las reformas neoliberales introducidas por el presidente Miguel dela Madrid y profundizadas por Salinas de Gortari ha conducido despus de la crisisde deuda externa y de la quiebra financiera del Estado a lo que se llama "elmilagro mexicano", basado en la privatizacin general de las empresas pblicas, enuna concentracin drstica de los ingresos y en la regionalizacin de la economa(TLC). La alianza tripartita establecida entre el heterogneo grupo empresarial, lafraccin neoliberal del PRI y la profundizacin de la integracin poltica yeconmica con EEUU constituyen los componentes esenciales de la estabilidad delsistema. En el pasado, la transformacin de la lite poltica en un rgimen polticoburocrtico autoritario no resolvi los conflictos de intereses entre la burocraciaestatal/partidista encargada de formalizar las polticas econmicas y lospolticosderepresentacin electiva e integrados como fraccin corporativa del aparato del PRIpero en una situacin dependiente del poder de lostcnicos. Ello constituye elfraccionamiento ms importante que ha sufrido la poderosacamarilla. La oposicina las polticas neoliberales y de desmantelamiento del Estado populistas iniciadaspor Cuauhtmoc Crdenas, que exige tanto la democratizacin del PRI como elabandono del coorporativismo estatal y del monopolio poltico del partido sobretoda actividad poltica de masas. El neocardenismo constituye una reformulacindel populismo destinado a resistir el desmantelamiento de las funciones socialesdel Estado y de las polticas neoliberales en general y se apoya en la necesidad deintroducir un modelo de democracia pluralista (Tamayo, Jaime; 1993). Elneocardenismo cuenta a su favor con la larga tradicin nacionalista de lamodernizacin y con la idea de unamexicanidadque rechaza a largo plazo todaslas limitaciones antidemocrticas del sistema poltico. La crisis econmica de 1973y 1976 puso fin tanto a la esperanza del "milagro econmico", dramticamenteexpresado en 1982, como a la idea de una modernizacin industrialautosustentada y polticamente consensual (Pastor, Robert A. & Castaeda, Jorge;1988). El abandono de la retrica nacionalista y populista ha privado al Estado y alsistema poltico de sus mecanismos tradicionales de legitimacin ideolgica frentea la sociedad civil. La retrica del presidente Echeverra constituy el ltimomomento de presin popular efectiva sobre la burocracia poltica del Estado y delPRI, que se manifest en la crisis entre el partido y el sector empresarial en elperodo de 1981- 1983.El Estado mexicano slo en los momentos de crisis ha logrado gradosconsiderables de autonoma respecto a los grupos empresariales y a los intereseseconmicos internacionales. El primer ejemplo de ello se produjo bajo lapresidencia de Lzaro Crdenas (1934- 40). Posteriormente, tres hechoscertificaron la autonoma estatal: el apoyo del Estado mexicano a los gruposrevolucionarios de Amrica Central que signific el rechazo de la poltica de EEUUdel perodo 1978- 84, la negativa a formar parte del GATT en 1980 y lanacionalizacin de la banca en 1982.Al igual que los restantes pases de Amrica Latina, la industrializacin iniciada porel Mxico post- revolucionario fue una respuesta reactivadora de la economafrente a las consecuencias de la Gran Depresin de 1929. A mediados de la dcadade los aos setenta el proceso de ISI haba consolidado el rol protagonista delEstado en la economa y fortificado un "contrato social" establecido entre la liteempresarial y los sectores del PRI partidarios de la expansin de un capitalismo deEstado destinado a conservar el statu quo aceptando la dominacin de laPaxAmericana. Desde el punto de vista terico, la ISI estaba destinada a reducir lasimportaciones de bienes manufacturados de los pases industrializados y ampliar lacapacidad del mercado interno para el consumo de las nuevas industriasnacionales apoyadas por la intervencin estatal. Es dicha estrategia la que seagota en la dcada de los aos setenta, y que se expresa en el aumentosignificativo de las importaciones de bienes de capital destinados a satisfacer lasdemandas de la expansin de la industria petrolera, de los servicios y del sectorfinanciero. En los aos de la expansin de la ISI (1940- 70), Mxico fuepresentado como un ejemplo de desarrollo para los restantes pases de AmricaLatina y el tercer mundo. En los aos deMilagro Econmico Mexicanose verificun crecimiento anual de 6 % y ello fue considerado como la era (1954- 70) del"crecimiento estable". En la dcada de los setenta el presidente Luis Echeverraimplement el ltimo intento por revitalizar el estado populista negociando el"contrato social" entre la elite empresarial y el movimiento popular. Ello fueacompaado de la reforma poltica destinada a sustituir la exclusin polticarepresiva por la negociacin, lo que constituy una apertura poltica destinada aampliar la participacin de los partidos y grupos sociales que haban sidotradicionalmente excluidos del sistema poltico tradicional (Tamayo, Jaime;1993:258). En lo econmico las reformas estaban destinadas a sustituir el modelode estabilizacin por uno de "desarrollo compartido". El Estado deba fortalecer sufuncin de intervencin para regular las desigualdades econmicas y socialesderivadas del desarrollo.En lo econmico, la realizacin de dichas reformas exiga la integracin "vertical"de la ISI estimulando la produccin de bienes de capital e intentando resolver eldficit crnico de la balanza de pagos que era una de la caractersticas inherente ala ISI. En 1971 fue creado el Banco de Mxico destinado a constituirse en elsoporte de la industrias exportadoras (Alarcn, Diana & Mckinley, Terry; 1992). Yadesde los aos sesenta se haban tomado medidas econmicas liberalizadoras talescomo el Pacto Automotriz que tena un carcter regional (General Motors, Ford yChrysler) y el Programa de Industrializacin Fronteriza que transform a losEstados ms prximos a EEUUen zonas de libre comercio destinadas a laexportacin representadas preferentemente por la industrias maquiladoras (Philip,George, 1988; Bennett, Douglas & Sharpe, Kenneth; 1985). Ello era fortalecido porel rol central de estado en la definicin del programa nacional de "desarrollocompartido". La apertura econmica de los Estados fronterizos para el comercio yla inversin externa represent una ruptura y el inicio del fin de la adhesin deMxico a los principios del modelo de la ISI. La nueva liberalizacin signific laextensin al pas del programa de las industrias maquiladoras que desde la dcadade los sesenta haba estimulado el desarrollo de la manufactura de enclave para laexportacin. Tres factores explican el desarrollo de la tradicional industriamaquiladora. En 1962 los cambios en la regulacin aduanera norteamericanafacilitaron la libre importacin de componentes y partes de productos destinados aun ensamblaje posterior. La revisin de las tarifas aduaneras permite los derechosde importacin slo sobre componentes de productos no terminados desplazandoparte de la produccin fuera de EEUU. Otro factor de mayor importancia paraMxico fue el fin en 1964 del programa por parte norteamericana referido a los"braceros". El trmino de dicho programa provoc un aumento considerable deldesempleo en las regiones fronterizas con EEUU y el crecimiento de la migracinilegal. La globalizacin de la produccin y de las inversiones fue el ltimo factorque estimul el desarrollo de la nuevas industrias maquiladoras.En el inicio de los aos cincuenta las industrias intensivas en utilizacin del trabajocomenzaron a ser transferidas de los pases desarrollados hacia reas en vas deindustrializacin (Altvater, Elmar; 1991:260). Mxico en el contexto del desarrollode la Nueva Divisin Internacional del Trabajo (NDIT), habra llegado al "tiempohistrico justo de la produccin" (Fatemi, Khosrow; 1990) y la maquiladorizacinde la economa habra sido funcional a este proceso. El status de las empresasjaponesas y otras que no forman parte del TLC y que operan en el sector de lasindustrias maquiladoras formaron parte substancial de la dificultades para la firmadel tratado. La lite financiera y los conglomerados industriales, junto a la polticamonetarista del Gobierno mexicano constituyen los elementos centrales de lamaquiladorizacin. La concentracin del poder econmico de los conglomerados yla disminucin gradual de la participacin nacional son caractersticas inherentes aeste proceso.Mxico, al igual que otros pases del tercer mundo, logr un progreso notable en lacapacidad de produccin de bienes intermedios y de capital que requieren de unaalta capacidad tecnolgica con acceso eficiente al mercado mundial. Al igual queen otros casos de Amrica Latina el sector transnacionalizado de la economa es elde mayor dinamismo. A mediados de la dcada de los setenta el deterioro delcrecimiento econmico y de la prdida de efectividad en los programas dedesarrollo se hizo evidente. Ello intent ser compensado con la prioridad otorgadael sector exportador, el apoyo estatal para la financiacin de programas deirrigacin en la regin norte del pas, la reduccin tributaria, el aumento del crditoy de la asistencia tcnica. La deficiencias estructurales, tanto del sector industrialcomo agrcola, se vincularon a la crisis financiera y al deterioro de la balanza depagos. El dficit fiscal aument significativamente, la sobrevaluacin del peso enlos aos setenta, el crecimiento constante de la inflacin, la fuga sistemtica decapitales y la disminucin de las importaciones crearon el inicio de una prolongadacrisis. La soluciones que se aplicaron estaban basadas en medidas financieras decorto plazo, a partir de la utilizacin de los recursos del mercado financierointernacional que no fueron destinados a resolver los problemas estructurales de laeconoma. El descubrimiento de petrleo en la baha de Campeche aliment lasfalsas esperanzas sobre la efectividad de las medidas. El perodo entre 1978- 81otorg al sistema mexicano una nueva posibilidad basada en el crecimientoespectacular del precio del petrleo en el mercado mundial.Con la cada posterior del precio del petrleo y el aumento de las tasas de intersse inicia una profunda recesin del mercado mundial, que la economa de EEUUdebe padecer bajo lareaganmania. Con ello, los aos del milagro econmicomexicano llegaron definitivamente a su fin y el presi- dente Lpez Portillo, en losltimos meses de su mandato intenta controlar los efectos de la crisis por mediode la estatalizacin de la banca y la devaluacin del peso. La necesidad de pagarlos servicios de la deuda externa y del derrumbe de la industria petrolera otorganal sector empresarial la posibilidad nica para intentar eliminar el modelo estatalde desarrollo. Finalmente, en 1983 la deuda externa fue financiada con la creacinde un fondo de crdito destinado a cubrir los riesgos del comercio exterior y aservir de intermediarios entre las empresas y los bancos (FICORCA), comocompromiso entre la elite empresarial y la banca internacional (EEUU). El conjuntode estas medidas, presentadas polticamente con una enorme retrica populista,estaban destinadas a satisfacer las demandas de la lite empresarial(particularmente de Monterrey), que haban acumulado cerca del 40% de la deudaexterna (Rojas, Ral; 1991). A pesar de la reprivatizacin de la banca, ejecutadapor el nuevo Gobierno de Miguel de la Madrid, la crisis de la "alianza para laganancia" establecida entre el PRI y la lite empresarial no fue resuelta. En elinterior del PRI se encontr una solucin para resolver el problema de la deudaexterna que consisti en la utilizacin de la inflacin para cubrir a corto plazo ladeuda pblica y ahorrar en la cancelacin de los salarios de los trabajadores de lasempresas pblicas y paraestatales. Por causa de los altos ndices de inflacin noeran posibles nuevas emisiones monetarias y en virtud de ello se aplic la medidatctica de congelacin salarial a niveles extraordinariamente bajos, acompaada dela disminucin de los subsidios para la alimentacin bsica y de los serviciossociales. A fin de atraer "capitales frescos" el Gobierno desplaz prstamos almercado de capitales otorgando al sector financiero certificados oficiales a uninters mucho ms bajo que el del mercado financiero internacional. Esta polticarevel con claridad la existencia inicial de una nueva estrategia basada en unaalianza tripartita entre el Estado, la lite empresarial nacional y las empresasextranjeras. Cuando se produce el colapso financiero Mxico recurre al BancoMundial, al Fondo Monetario Internacional y a Washington. La asistencia deemergencia recibida fue de corto plazo y la comunidad financiera internacional,organizada como un crtel, exige de Mxico la reestructuracin neoliberal de laeconoma. Dentro del PRI los mayores partidarios de la reestructuracinconstituyeron un nuevo grupo de tecncratas educados en EEUU que proponen laintroduccin de drsticas reformas neoliberales y la necesidad de aplicar una"terapia de Shock" (Weintraub, Sidney; 1990). La aplicacin de dichas medidas y laadecuacin de la deuda externa mexicana a las exigencias del "Plan Baker" yposteriormente del "Plan Brady", situaron a Mxico en una momento ms favorablepara las negociaciones que posteriormente culminaron en el Tratado de LibreComercio con EEUU y Canad, y con su vinculacin al GATT en 1986.En la dcada de los ochenta Mxico adopta una estrategia econmica msestrechamente vinculada a los requerimientos de su integracin en el mercadomundial y en particular, a su ingreso al bloque neoliberal del TLC, sobre la base dedos argumento clsicos: estabilizacin econmica y crecimiento sobre la base delaprovechamiento de las ventajas comparativas. La estabilizacin econmica estdestinada a resolver los problemas financieros derivados del dficit fiscal, lapresin inflacionista y el desequilibrio de la balanza de pagos derivado de la deudaexterna y de la fuga de capitales. Ello se complet con la aplicacin de las teoraseconmicas monetaristas que ponan nfasis en la idea de que tanto la crisiseconmica como el declive en el proceso de acumulacin de capital derivan deldesequilibrio entre la expansin del gasto pblico y la capacidad de ingresos delEstado. La estabilizacin de la economa deba ser lograda por medio de medidasde austeridad, de privatizacin, de la disminucin de los gastos del sector pblico yde la liberalizacin del comercio y de las inversiones. El nuevo crecimientoeconmico resultara de las inversiones privadas en el sector empresarial orientadoa las exportaciones con ventajas comparativas suficientes para competirventajosamente en el mercado internacional. Los bajos costes de la mano de obray la proximidad geogrfica con EEUU seran dos de las ms relevantes ventajas yde especial importancia en la explotacin de los recursos naturales mexicanos. Elloes compatible con la globalizacin de la economa mundial estimulada por elneoliberalismo internacional.La integracin de Mxico en la globalizacin de la economa internacional fueacelerada en los ltimos aos de la Guerra Fra por los efectos del aumento de lafuga de capitales, el estancamiento del precio internacional del petrleo y lasdrsticas devaluaciones del peso. Entre las consecuencias polticas internas de laincorporacin de Mxico a la globalizacin de la economa se encuentra laprofundizacin de las discrepancias polticas en el seno del PRI entre los tcnicos ylos polticos (Camp, Roderic A.; 1990) y en la oposicin entre los antiestatalistasdel conservador PAN y las ascendentes fuerzas modernizadoras de centro-izquierda representadas por Cuauhtmoc Crdenas, apoyadas por movimientossociales de base decididos a implementar el "proyecto de modernizacin nacional".La turbulencia poltica mexicana de los aos ochenta fue coronada por lo que enlos crculos progresistas se llam el "debate por la nacin" que revindic la justiciasocial, el nacionalismo y los valores populistas de la revolucin mexicana que sonnegados por el proyecto de reformas neoliberales (Reynolds, Clark W. & Tello,Carlos; 1983). En este debate se reproduce y se reitera la vieja contradiccinexistente desde la dcada de los aos treinta entre los ideales progresistas deLzaro Crdenas y el conservadurismo de Miguel Alemn. A nivel internacionalWashington presiona a favor del triunfo de los tcnicos y de las reformasneoliberales. Durante el porfiriato la clase poltica del Estado mexicano fuedominada por los llamadoscientficosque inspiraban sus polticas econmicas en elpositivismo francs, y su similitud con la tecnoburocracia de Miguel de la Madrid yde Salinas de Gortari es enorme en el sentido de aspirar a crear un espacioincondicional a las fuerzas del mercado, del sector privado y del capitalismointernacional.En 1987 se instituy el Pacto de Solidaridad Econmica (PSE) como un acuerdotripartito entre la lite empresarial, las organizaciones sindicales oficialistas y elGobierno destinado a reducir la inflacin por medio de las reducciones salariales ylos controles de los precios. El objetivo poltico del PSE fue el restablecimiento dela "armona de clase" y la moderacin en la reformulacin eventual de un "pactosocial" de naturaleza corporativa. El salario mnimo disminuy en un 80% en elperodo de 1988- 91 y el precio de los productos de consumo bsico aumentaronen el mismo perodo en un 250%. La crisis econmica tambin intent serremontada a partir de eliminacin de las normas restrictivas a la inversinextranjera y en 1985, en el contexto de la negociaciones sobre la deuda externa,se exigieron a Mxico nuevas liberalizaciones en el tratamiento de dichasinversiones; culminando en 1989 con los cambios de la regulacin de la Ley sobreInversiones Extranjeras y con un derecho al 100% del retorno de capital. Elestmulo en estos trminos a la inversiones extranjeras formulado por el presidenteSalinas fue dirigido a las llamadas "reas estratgicas de la economa" que incluyenel subsuelo, la infraestructura de construccin y servicios pblicos, petrleo,industria qumica, etc.A pesar de la inestabilidad poltica iniciada con el alzamiento de Chiapas, queculmin con el asesinato del candidato presidencial del PRI y de la alarma que ellocre en sus contrapartes canadiense y norteamericana, los restantes pases deAmrica Latina consideran el TLC como la materializacin neoliberal del idealbolivariano del panamericanismo, esta vez bajo la forma de una zona de librecomercio desde Alaska a Tierra del Fuego. La ampliacin a nuevos miembros(Chile, Argentina, Venezuela, Colombia y Costa Rica) es considerada por losidelogos latinoamericanos del neoliberalismo como la recompensa justa a laliberalizacin de la economas y a las drsticas privatizaciones. La angustia frente ala posibilidad de que las inversiones norteamericanas se desven a otras regiones,frente al peligro creciente de una conducta proteccionista de la economanorteamericana y la ampliacin a otros miembros fuera de la regin como NuevaZelanda; constituye el teln de fondo del nuevo ideal bolivariano. Desde la pticade los Estados Unidos la ampliacin futura del TLC se ve dificultada por el altocoste poltico que el Gobierno de Clinton debi pagar por la aprobacin delCongreso, por la dificultades proteccionistas que crea respecto de los mercadosasiticos y por el hecho de que el 75% de las exportaciones de EEUU tienen undestino que no es el mercado de Canad y Mxico. Esto ltimo es lo que explica laambigedad con que el Gobierno de EEUU reacciona frente a los futuroscandidatos y a su preferencia por la bsqueda de acuerdos bilaterales. AmricaCentral y la regin del Caribe se encuentran marginalizadas de las negociaciones,en la medida en que la primera, con el trmino de la Guerra Fra, ha dejado deconstituir una prioridad en la poltica exterior de los EEUU, y la segunda, comoresultado de las transferencias de la inversiones norteamericanas a Mxico dondeencuentran facilidades fiscales hoy por hoy muy superiores a las quetradicionalmente ofreca la regin caribea.La oposicin de EEUU a la aprobacin parte del Congreso de los acuerdos del TLCfue conformada por el movimiento sindical, los movimientos de proteccin ydefensa del medio ambiente, campesinos y organizaciones de consumidores, queaglutinaron sus fuerzas en laCitizens Trade Campaignque dijo representar cercade 40 millones de norteamericanos que manifestaban su disconformidad con losacuerdos formulados por el presidente Bush. Esta organizacin, financiada por lasorganizaciones sindicales, encontr en Ross Perot su portavoz ms importante. Losargumentos centrales de la oposicin al TLC fueron los bajos costes de la mano deobra mexicana y la insuficiente normativa respecto de la proteccin del medioambiente que desplazara el mercado de trabajo hacia Mxico. Los trabajadoresnorteamericanos seran las primeras vctimas del tratado. Ello quedabaestadsticamente demostrado con el hecho que el salario mnimo por hora en EEUUcorresponde a cuatro dlares y en Mxico a 68 centavos. El salario medio industrialequivale en los Estados Unidos a 14,83 dlares y en Mxico a 1,85. Ello explica enparte, porque antes del uno de enero de este ao (fecha de entrada en vigor delTratado) ya se haban instalado en Mxico cerca de 200 empresas de EEUU:Honeywell, Sears, Wal- Mart, General Motors, RCA Components, Ford, GeneralElectric, Procter Silex, etc. La caracterstica comn de todas estas empresas es quehaban sido sometidas a un proceso radical de reorganizacin y disminucin depuestos de trabajo. El desplazamiento de sectores productivos y trabajo haciaMxico es un fenmeno real y para muchas de estas compaas responde ms alos ajustes productivos generados por la globalizacin de la economa mundial, queal resultado directo de la configuracin del TLC y cuya existencia confirma dichoproceso. La oposicin de los EEUU supona que con el mantenimiento de lasbarreras arancelarias podran evitarse tales desplazamientos y la competencia delbajo precio de la mano de obra de los Estados Unidos sin considerar la decisin delas empresas norteamericanas de beneficiarse del crecimiento econmico deMxico y de su mercado potencial de 85 millones de habitantes. La desigualdad desalarios no puede ser resuelta sobre la base de acuerdos polticos generados poruna ronda de negociaciones. A ello se agrega la liberalizacin de los serviciosfinancieros y del sector agrcola que abre nuevas posibilidades a la empresasnorteamericanas. Tanto los bancos como las empresas de seguros de Canad yEEUU podrn beneficiarse de un mercado que hasta hace poco les estaba vedado.En el ao 2007 debern eliminarse todas las tarifas y trabas puestas por elmercado financiero mexicano a dichas empresas. Los sectores petroqumicos y dela energa deben ser liberados en un perodo mximo de diez aos y el monopolioestatal de la explotacin sobre las fuentes energticas podr perma- necer acondicin de que su mercado de abastecimientos sea liberalizado, an cuando elEstado mexicano se reserva el derecho a favorecer empresas nacionales en casoscalificados.En noviembre del pasado ao el presidente Clinton consideraba que un rechazoeventual de los acuerdos del TLC creara dificultades para las negociacionesnorteamericanas con los pases asiticos. EEUU exige de Japn, China y losrestantes pases del Pacfico Sur la eliminacin de las barreras aduaneras encondiciones que le permitan resistir toda medida destinada a ampliar el ingreso delos productos de dicha regin en su mercado. El TLC es considerado por los pasesasiticos como un proceso de regionalizacin del proteccionismo, que afectaraprincipalmente la industria automotriz, la electrnica y textil. Sin embargo, lospases asiticos iniciaron la penetracin de la economa mexicana en los inicios delos aos noventa en la perspectiva de anticiparse al cierre del mercado regionalrepresentado porel TLC. En el ao 1991 Mxico export productos industriales porun valor de 1.700 millones de dlares obteniendo por primera vez ms divisas delas que aportaba tradicionalmente la industria turstica. En 1992 dicha cifra lleg alos 2.400 millones de dolares, con el protagonismo de las inversiones de lasempresas de Japn, Taiwan, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong. Las facilidadesde acceso al mercado de EEUU, la energa y el transporte a bajo precio, laexistencia de buena mano de obra cualificada y los bajos costes del trabajoconstituyen otra parte del estmulo a las inversiones de los pases asiticos. Loscostos de los salarios en la regin fronteriza de Mxico no alcanzan el 10% de losde EEUU y estn por debajo de los costes de Corea del Sur, Singapur y Taiwan;esto no hace ms que fortalecer las inversiones de dichos pases en la regin de lamaquila.Setenta y un aos de poder ininterrumpido del Partido Revolucionario Institucional(PRI), el partido que ms tiempo ha estado en el poder en el mundo, fueronsimblicamente enterrados el pasado lunes, por miles de manifestantes queaplaudan el inicio de un "Nuevo Mxico" al ser elegido Vicente Fox, candidato delPartido Accin Nacional, (PAN).

El PRI fue fundado en 1929 por el ex presidente Plutarco Elas Calles con laconsigna de "mantener el partido en la presidencia del pas", y fue cumplida al piede la letra al punto que el PRI termin por confundirse con el propio Estadomexicano y control por completo la vida poltica de ese pas. Pero el poderacumulado por este partido termin, y para algunos, ese xito constituye unaverdadera revolucin pacifica.Hay quienes consideran que esta revolucin se hizo posible por la "necesariaapertura democrtica", impulsada por el presidente Ernesto Zedillo. No puedenegarse que el dirigente Mexicano logr entre otras cosas, que el rgano que rigelas elecciones, el Instituto Federal Electoral (IFE), quedara en manos ciudadanaselegidas por consenso. Cre la Fiscala Especial para Delitos Electorales y promovila primera eleccin democrtica de un candidato a presidente del PRI medianteunas primarias en las que participaron 9 millones de personas, y en las que resultelecto Francisco Labastida.Como dira Carlos Fuentes, escritor Mexicano, "Zedillo pasar a la historia como elpresidente que confirm la era de la democracia en Mxico y consolid latransicin que la hizo posible." Esto mismo opin el Representante de la PolticaExterior y Seguridad de la Unin Europea, Javier Solana, cuando dijo que la laborde Ernesto Zedillo "constituye un modelo que sin duda contribuir alfortalecimiento de la democracia y del estado de Derecho en Amrica Latina".Para otros, como Vctor Jurez, comentarista poltico del diario peruano ElComercio, "en Mxico bast que se realizaran unas elecciones limpias, como las deldomingo pasado, para que llegara el fin de la hegemona que el PartidoRevolucionario Institucional (PRI) ejerci durante ms de siete dcadas".Sergio Muoz, analista poltico del peridico Los Angeles Times, considera que elresultado de las elecciones en Mxico fue la suma de tres factores: un totalcansancio poltico (del partido oficialista PRI), el surgimiento de un candidato concarisma (Vicente Fox), y unas elecciones garantizadas (a travs del IFE).El escritor Carlos Monsivis lo resume en una palabra: "hartazgo". Esta es sin dudauna de las razones, pero la lista es larga y habra que agregar otras como elcumulo de escndalos polticos, (especialmente el del gobierno de Carlos Salinas),el fortalecimiento de la oposicin, ( a travs de los partidos Accin Nacional y de laRevolucin Democrtica), el creciente rechazo social a las prcticas de corrupcindel "partido nico" y la masiva participacin electoral ocurrida el domingo (queneutraliz la compra de votos).El historiador Enrique Krauze sostiene que el PRI pas de ser en los aos cuarenta,"una maquinaria de control poltico" a convertirse, de los aos cincuenta enadelante, en una "maquinaria sofisticadsima de manipulacin electoral". El DiarioPeruano El Comercio, considera que al PRI "el tiempo lo desgast y junto a ellohay que sumar su historia, que ha personificado la corrupcin del poder en unestado de un solo partido, que controlaba por completo la vida poltica".Como dijo del expresidente de E.U. Jimmy Carter, observador del procesoelectoral, las elecciones fueron "una manifestacin extraordinaria de que el pueblode Mxico tiene la madurez y el compromiso con la democracia, pero tambin, queestaba listo para un cambio"."Este es el momento para la democracia, el momento de cambiar nuestro pas porel que deseamos", dijo Vicente Fox en una de sus declaraciones de victoria. No hayduda que la eleccin de Fox genera grandes esperanzas de cambio en una nacincon mas de 97 millones de habitantes.Este sentimiento fue expresado al da siguiente de las elecciones en el Editorial delperidico mexicano, El Universal cuando dijo: "Dejaremos de ser vistos como unpas con un partido de estado, hegemnico y cerrado a cambios indispensables enesta hora de transformaciones profundas de cara al futuro. Demostramos quesomos capaces de sumarnos al conglomerado de naciones que aspiran a fortalecerun sistema democrtico abierto a cambios esenciales que aseguren una suma deesfuerzos, sin sectarismos ni mesianismos, como lo exigen las circunstancias ydemanda la propia sociedad. Es preciso entender que apenas abrimos la puertaque conduce a una transicin irreversible. De ah la necesidad de cuidar los pasosque deban dar los diferentes actores polticos en este momento de arranque."Esto significa para el presidente electo asumir uno de sus mayores retos; darleforma al cambio que tanto anunci en su campaa, y buscar que el paso de unrgimen a otro, sea lo menos traumtico posible para un pas que logra finalmentela alternancia en el poder.Segn Jorge Castaeda, analista poltico y asesor de Fox, las grandes prioridadessern "echar a andar la transicin mexicana y empezar a desarrollar de nuevo elpas (...) A partir de maana comienza la alternancia en el pas".Fox ha dicho que gobernar con todos los partidos y grupos polticos, incluyendo alPRI. Esa es una estrategia que podr servirle para asumir entre otros desafos, elde atacar la corrupcin, fortalecer la autonoma de las instituciones electorales ycompartir el poder con la oposicin, puesto que se enfrentar a un legislativodividido entre los tres grande partidos.Para Mario Vargas Llosa, "La labor que tiene Fox es verdaderamente titnicaporque desmontar un aparato autoritario que lleva 71 aos enquistado en el podersignifica reformar el Estado prcticamente de pies a cabeza", y agrega que Mxicoha pasado de la "dictadura perfecta a la democracia difcil".Lo cierto, es que los Mexicanos votaron por el cambio, y por eso ms que un votoa favor de Vicente Fox, fue un voto a favor de la democracia. El pas vivi unajornada electoral histrica, que representa un avance para su sistema democrticoy significa una nueva etapa de su vida poltica. Comenz una nueva era en Mxico.EZLNExisten por supuesto otras organizaciones poltico-militares en el pas, pero hastaahora slo han dado muestras de vida por medio de comunicados y no hanrealizado ninguna accin armada. Si se diera crdito a cada comunicado, existiranconflictos armados potenciales en casi todo el territorio nacional. Sin embargo,hasta el momento, slo son tres las guerrillas que demuestran contar con armas,efectivos, organizacin, estructura jerrquica, programas de lucha y que han hechouso de su poder de fuego. Estas organizaciones armadas operan militarmente en elsudeste de la repblica, aunque sus estructuras de mando poltico parecen estardescentralizadas en otros estados del pas. En trminos de su alcance poltico-militar, los movimientos armados mexicanos constituyen problemticas de ordennacional.Los grupos paramilitares que asuelan el territorio chiapaneco son el protagonistaprincipal del cuarto conflicto armado. Entrenados para combatir a comunidades,bases de apoyo y milicianos zapatistas, estos grupos ejercen una violencia extremay han sido responsables de graves masacres en Chiapas. Esto es un fenmenonuevo en la historia del pas. Aunque la experiencia coercitiva del Estado mexicanoha incluido la creacin y el uso de grupos paramilitares para destruir a losmovimientos armados, sta parece ser la primera vez en la que los paramilitaresmexicanos controlan territorio, incluyen a comunidades, no ocultan su filiacinpoltica y realizan, en forma organizada, operativos de debilitamiento o destruccinde las bases de apoyo de una organizacin armada, en este caso el EZLN.Las fuerzas irregulares que conforman el espectro conocido como gruposparamilitares abarcan desde el nivel de una banda armada hasta pequeosparaejrcitos de efectivos uniformados, equipados con armas de alto poder, queposeen organizacin y tcnica militar y son protegidos por funcionarios locales yfederales. Hasta el momento no se cuenta con evidencias fehacientes delinvolucramiento de mandos militares en la formacin de los grupos paramilitares,pero hay indicios sistemticos que permiten inferirlo.En el contexto de estos conflictos armados, se ha producido la concentracin degrandes contingentes de tropas y de una variedad importante de agrupamientosespecializados en contrainsurgencia en el sudeste del pas. Estimacionesconservadoras indican que se ha concentrado a cerca de 70 mil efectivos, casi untercio del total de las fuerzas de aire, mar y tierra, en los estados de Chiapas,Guerrero y Oaxaca.Esta densidad de tropas est presente en un territorio tambin ocupado porparamilitares, sin que, curiosamente, estos grupos sean detectados por el Ejrcitoy sus cuerpos de inteligencia. Mientras el grueso de las tropas se dedican a tareasde control territorial y ocupan posiciones de cerco de las fuerzas insurgentes, elEjrcito mexicano ha desplegado unidades de elite, grupos aeromviles, batallonesy regimientos de operaciones especiales, as como fuerzas de intervencin rpidapara optimizar la efectividad de sus operaciones contrainsurgentes.Este despliegue militar, acompaado de la movilizacin de fuerzas combinadas depolicas y militares en las bases de operaciones mixtas, ha realizado accionesdistintas segn la naturaleza del movimiento armado y la magnitud de laspresiones de organizaciones sociales, organismos de derechos humanos,observadores internacionales y redes solidarias que repudian una salida armada yexigen mesas de dilogo-negociacin y cumplimiento de lo negociado.Durante cuatro aos, la evolucin del conflicto chiapaneco redujo el riesgo de unintercambio de fuego entre las Fuerzas Armadas y el EZLN. Ambos ejrcitos, unoregular y el otro irregular, tienen las manos atadas para recurrir de nuevo a lasarmas en forma directa. La enorme presin nacional e internacional y la granactividad de las redes de solidaridad zapatista han servido como un poderosoelemento disuasivo para evitar que el Ejrcito mexicano haga uso de su capacidadde aniquilamiento fsico del EZLN y sus integrantes. Lo mismo ocurre en sentidocontrario: los zapatistas no pueden usar sus armas y realizar operativosinsurgentes porque carecen de fuerza para romper el cerco militar y ocupar contropas varias cabeceras municipales de Chiapas, tal como lo hicieron en enero ydiciembre de 1994. El EZLN tambin experimenta la misma presin civil, tantonacional como internacional, para limitar sus acciones al campo de la poltica y node la guerra.El conflicto en Chiapas tiene una historia centenaria; no es algo nuevo, comotampoco lo son las insurrecciones indgenas, los motines, las sublevaciones, lastomas de la ciudad de Mxico. Es decir, el conflicto est incrustado en la dinmicamisma de la historia nacional y es un recordatorio permanente de su propianaturaleza.Con todo, el EZLN surge originalmente como un grupo marxista de naturalezamestiza que se plantea ahora reivindicaciones fundamentales de democracia y dedesarrollo nacional.Los zapatistas afirman que no tenan una visin del conflicto indgena, no sehaban visto a s mismos como un actor poltico importante, no conocan laespecificidad de las demandas indgenas, ni tenan idea de la autonoma. Eso lovinieron construyendo a lo largo de 1994 y hasta la fecha. Ellos afirman que noqueran hacer de ste un conflicto regional local; es decir, no queran queapareciera como un conflicto de "los indios de Chiapas; surgen entonces a lalucha con un nombre que no corresponde a la naturaleza implcita de unmovimiento indgena tradicional. En su lugar, adoptaron el nombre de "liberacinnacional como una herencia de los conflictos armados de los aos sesenta y delos setenta.El zapatismo, entonces, hereda la vertiente marxista, obviamente introducida porlos movimientos de liberacin nacional de la poca, pero en los que poco a poco, ycon ciertas dificultades, se va introduciendo la llamada cuestin nacional, revisaday actualizada para el caso de Amrica Latina, porque ciertamente, al ejercer laburguesa su hegemona en complicidad estratgica con el imperialismo -ahorallamado neoliberalismo-, no es posible la efectiva liberacin nacional. Es decir, hayuna esclavitud nacional o una dominacin nacional o una sobre-nacin, en elsentido de que el pueblo, como soberano de la nacin, no es el que realmentemanda en el interior de la nacin. Cuando eso ocurre, entonces s tiene sentidohablar de la liberacin nacional; pero eso no corresponde a un movimiento de lanaturaleza del que surge en Chiapas en 1994.Viene despus la versin del subcomandante Marcos de que "fueron vencidos porlas comunidades, en cuanto que su lnea fue derrotada y que entonces ellos, losmestizos, fueron indigenizados y todos sus planteamientos iniciales fueron hechosa un lado.Por otra parte, tambin los zapatistas se ven presos o constreidos dentro de loslmites de lo militar; esto es, el EZLN se estuvo entrenando para dar una lucha deacumulacin de fuerzas, dentro de lo que se llama en la terminologa insurgente laguerra popular prolongada, es decir, prepararse por aos y aos hasta acumularun nmero suficiente de fuerzas como para que, a su vez, esa acumulacin defuerzas lleve del campo a la ciudad, de las ciudades hacia una expansin a otrasregiones del mbito nacional, y entonces, finalmente, venga el triunfo del pueblosobre el rgimen.Pero resulta que si bien al inicio lo militar permiti a las tropas del EZLN una tomarelativamente pacfica de cuatro ciudades importantes, la reaccin posterior leshizo ver que, desde el punto de vista militar, iban a estar constreidas en unterritorio, no obstante que esas fuerzas son ms que nada un ejrcito del pueblo oun ejrcito campesino del pueblo.A pesar de que la organizacin de la cual proviene Marcos tena otros focos enotros lugares de la repblica, stos no actuaron. No se conoce si lascontradicciones en el seno de las Fuerzas Armadas de Liberacin Nacional (FALN)hicieron que no actuaran. No se sabe exactamente qu pas, pero el hecho es quehubo una clsica insurreccin regional-local que fue controlada militarmente dentrode ese mbito territorial.Se presenta entonces una contradiccin entre su visin nacional y el carcterregional-local que los constrie a un territorio, militarmente hablando. Esto se haido acentuando. Y hay una contradiccin porque, siendo un grupo armado, lanaturaleza de la represin, del cerco estratgico, del cerco de profundidad y de lapresencia de los paramilitares y de la situacin de no paz no guerra a la que ellosse vieron forzados, han hecho que la esencia de su lucha en cuanto a mtodo, queera la lucha armada, se torne cada vez ms poltica y busque lo nacional, e incluso,lo internacional, como equilibrio y como respuesta a su situacin real.Al contrario de la idea de una base de apoyo a la milicia, los zapatistas han tenidoque acotar cada vez ms esos crculos, de tal manera que lo nico que queda delcrculo bsicamente es el insurgente, el soldado profesional; porque evidentementelos milicianos no pueden ser tales porque no pueden desarrollar su poder de fuegoante la presencia militar permanente en comunidades asediadas por el Ejrcito.Esto tambin constituye un elemento difcil en cuanto a la naturaleza de suconflicto; esto es, son marxistas por su origen y por las formas y necesidades deorganizacin de la lucha clandestina, pero al mismo tiempo ellos vanincorporndose en los marcos polticos de lo nacional y lo democrtico-popular.Son militares por el surgimiento y la naturaleza de su grupo, pero paralelamenteva ganando terreno la organizacin no militar. Es posible que estastransformaciones estn ocasionando contradicciones en el seno de los zapatistas,porque cuando se tiene un grupo entrenado para un objetivo, y resulta que no esposible llevar a cabo ese propsito, se provoca un desgaste; un ejrcito que nocombate o que no se entrena, es un ejrcito que va perdiendo su esencia, surazn de ser.Eso los lleva necesariamente hacia el dilogo y la negociacin, pero, a su vez, loscoloca frente al incumplimiento de lo pactado, frente a la inconsecuencia delgobierno y la obcecacin del rgimen que los obliga a mantenerse armados y noabandonar la organizacin militar.Por otra parte, su poltica de alianzas ha tenido fallas importantes. Primero seapoyaron en sectores radicalizados de la izquierda, como el Movimiento ProletarioIndependiente. Luego pusieron sus esperanzas en sectores de variado origen atravs de la Convencin Nacional Democrtica, la cual tambin termin. Con lapropia dicesis de San Cristbal, ms que alianza fue una relacin necesaria,sujeta a tormentas frecuentes. No es posible hablar de una alianza con el PRD, yaque la relacin ha transitado de las crticas y los desencuentros iniciales, a laausencia de todo contacto en los ltimos aos. Se ha evitado incluso lacomunicacin epistolar con la Cocopa de la legislatura actual y la nica reunin conesta instancia pluripartidista fue un fracaso. Ni el FZLN ni el Congreso NacionalIndgena han respondido a las expectativas de ser las organizaciones quepermitieran a los zapatistas una presencia permanente en el mbito nacional.Esto no significa que no cuenten con el apoyo, muy importante, de lo que ellosconsideran sus aliados naturales: la sociedad civil, slo que sta cambiaconstantemente en su disposicin y caractersticas.19 Las alianzas mspermanentes de los zapatistas son las internacionales, pero stas no sondeterminantes. Lo importante en un momento siempre son las alianzas nacionalesy ellos no han tenido la capacidad para hacer duraderas las alianzas ms all desus lmites ideolgicos y polticos.Este debilitamiento relativo ha favorecido el desarrollo de la estrategiacontrainsurgente del gobierno. Ahora esta estrategia es discutida en trminosreales, en trminos de ponerla en prctica y evaluar todas sus consecuencias en lonacional e internacional. El gobierno est preparando la vertiente militar todos losdas. Sus agentes cada vez tienen mayor informacin de las redes locales,regionales y nacionales; de los dirigentes; del papel de la Iglesia Catlica; de quines lder, adnde va y a quin frecuenta; de las caractersticas de cada poblacin, aquines hay que detener, en qu momento; de cul va ser la forma del ingreso delas tropas, si conviene recurrir a paracaidistas, etctera. Esta estrategia militar vaavanzando. De eso no hay duda. Cada vez estn mejor preparados para ello.En el momento en que se presente una coyuntura poltica favorable, la solucinmilitar puede ocurrir. La estrategia gubernamental es, en pocas palabras, lautilizacin del dilogo y la negociacin como una mascarada poltica de una luchamilitar. A partir de esto, es posible explicar por qu sigue la misma poltica dedesgaste, de desprestigio, de golpeteo, de guerra sucia contra la Conai hasta sudesaparicin; y contra la Cocopa introduciendo en su seno las contradicciones,neutralizndola, esperando que la "coadyuvancia sea una forma de complicidadcon el gobierno.Se sigue la misma lgica para cualquier otra forma de la guerra irregular. Este tipode guerra considera la guerra sicolgica y eso ya refiere a la cuestin de lainformacin pblica, de la informacin que se difunde a las comunidades, delmanejo de los medios, etctera. El gobierno ha seguido en el dilogo y lanegociacin una poltica contrainsurgente. En otras palabras, el conflicto que sevive, que incluye el dilogo y la negociacin, no ha sido ms que la expresin deuna guerra de contrainsurgencia.Entonces, si la tendencia histrica del rgimen ha sido a la dureza, a la represin,a la cooptacin, a la mediatizacin, no veo por qu, en el caso del movimiento msirreverente, ms cuestionador que ha existido en los ltimos tiempos, que ademsha tenido imaginacin e inteligencia, que ha realizado un esfuerzo mediticoextraordinario para los recursos con los que cuenta, el gobierno federal negociar.La idea es destruirlos. La idea gubernamental es descabezar al movimiento, sinentender que ste se reproduce regularmente, que ya hay alguien para sustituir atodos y cada uno de los dirigentes.MAGNICIDIOSEl informe sobre el asesinato del cardenal Juan Jess Posadas Ocampo no aportanada nuevo. No hay conclusin, slo presenta dos hiptesis, pero no hay ningunaprueba jurdica de que fue un complot; clama una y otra vez el arzobispo primadode Mxico, cardenal Norberto Rivera Carrera.

Despus del informe presentado por la Comisin Institucional y la ProcuraduraGeneral de la Repblica, fue enviado al pontfice Juan Pablo II, por el nuncioapostlico Leonardo Sandri.

El representante de El Vaticano en Mxico, asegura que en la Santa Sede enRoma, hay satisfaccin por los esfuerzos hechos para llegar a la verdad delasesinato del cardenal Posadas Ocampo, pero que no les corresponde juzgar losresultados.

El jefe de la Iglesia catlica en Mxico, Norberto Rivera Carrera, dice estarconvencido de que el asesinato del cardenal de Guadalajara obedeci a uncomplot, pero no cuentan con pruebas jurdicas que se puedan presentar ante untribunal, sobre quin y con qu fin se realiz el complot que termin en la matanzade seis personas en el aeropuerto tapato.

Dos presidentes, varios gobernadores de Jalisco y cinco procuradores generalesde la Repblica pasaron desde el 24 de mayo de 1993 y an no logran aclarar elasesinato del cardenal Juan Jess Posadas Ocampo.

Primer magnicidio de la sangrienta dcada de los 90, punta de lanza de losasesinatos de hombres de influencia, poder poltico y religioso, con sospechosasligas con la fuerza oculta, econmicamente fuerte y corruptora que es elnarcotrfico; capaz de comprar conciencias, moralinas y profesionalismos.

El otro extremo es el asesinato, la ejecucin sanguinaria y violenta, que sirve comoejemplo y amenaza perenne para los que se resisten a sus medidas corruptoras ycomplicidades forzadas.

Lo cierto es que en los magnicidios realizados a partir de la muerte del cardenalPosadas Ocampo, hay un factor comn que los unifica, los encadena y es lacaracterstica principal : La impunidad.

Para ello se planean intrincados laberintos legales e interpretativos, que superanpor lo complicado, a las mejores tramas novelescas de la literatura de misterio ymuerte.

El asesinato o ejecucin de un prncipe de la Iglesia catlica en el aeropuerto deGuadalajara, cimbr y alert a los habitantes del pas y a los representantes ydirigentes del alto clero Vaticano, que algo realmente estaba podrido en Mxico.

Siete aos despus, la sensacin de putrefacto no slo se mantiene, sino queaumenta porque adems de otros asesinatos y ejecuciones de hombres del poderpoltico, judicial y gubernamental, sucede que para todos los casos la impunidad esun comn denominador.

El 24 de mayo de 1993 poco antes de las 16 horas fue ejecutado el cardenalPosadas Ocampo y varios de las personas que se encontraron en lasinmediaciones. A pesar de lo pblico y notorio del asesinato, los testigos reales oplantados, no aportaron muchos datos claros y s parece que todo estencaminado para complicar ms an lo enredado de la investigacin.

A partir del 27 de julio de este ao, las versiones sobre el asesinato del prelado yalto jerarca catlico, enfrentaron an ms a las autoridades eclesisticas ygobierno de Jalisco contra la Procuradura General de la Repblica, es decir con elEjecutivo Federal, ya que Jorge Madrazo Cullar es el abogado no slo de laNacin, sino tambin del rgimen gubernamental que an encabeza ErnestoZedillo.

As la confrontacin entre esos dos grupos de poder, lleg al extremo y en los dassubsecuentes al 27 de julio, las declaraciones de altos jerarcas catlicos y defuncionarios del gobierno panista de Jalisco descalifican y desmientes la hiptesisdel procurador Madrazo Cullar que viene a ser la versin oficial del asesinato dePosada Ocampo.

El 27 de julio la Procuradura General de la Repblica, por medio de su titularJorge Madrazo Cullar dio el carpetazo y anunci que mandaba a la reserva elcaso del asesinato del cardenal Juan Jess Posadas Ocampo.

En ese momento, al rendir el informe que coincide con lo que durante siete aossostuvieron cinco diferentes procuradores, entre ellos Jorge Carpizo, el mscuestionado; se impone la impunidad una vez ms en un caso extremo.

Durante dos aos, el cuerpo interdisciplinario, formado por investigadores de laPGR y juristas de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el obispo deCuernavaca Luis Reynoso y el arzobispo de Chihuahua Jos Luis FernndezArteaga, encabezaron el complejo estudio y anlisis.

Por fin el da 27 de julio, con maqueta, muequitos y cochecitos que enviara unnio para jugar, reprodujeron los actos violentos en que fallecieron el cardenalPosadas Ocampo y varias personas ms, en el estacionamiento del aeropuerto deGuadalajara, Jalisco.

Todo para sostener lo mismo y justificar el asesinato del cardenal de Guadalajaracomo un hecho fortuito, en que al ms tradicional de los conceptos peliculescos,fue un hombre que lleg en el momento equivocado al lugar equivocado.

As la hiptesis de la confusin es sostenida firmemente por la PGR. Pero a lo largode esos siete aos, son muchas las contradicciones que aparecieron y permanecenan dentro de la misma versin oficial.

As en 1995, bajo el mando de Jorge Carpizo, la PGR sostuvo que el ataque alGrand Marquis de Posadas Ocampo, se debi a que estaba estacionado atrs delBuick verde de El Chapo Guzmn, por lo que dos asesinos confesos, EduardoMariscal Rbago, (a) El Negro y otro conocido como El Gero Jaibo, dispararonen contra del prelado que intentaba bajar de su automvil.

Tambin a fines de 1995, el subprocurador Pablo Chapa Bezanilla, el mismo quearm la intrincada trama de sembrar una calavera junto con varios cmplices, enel juicio contra Ral Salinas de Gortari, lanz la versin de un tercer grupoencargado de ejecutar al cardenal en medio de la confusin del choque entre lasdos bandas de narcotraficantes.

Esa versin est aceptada como real, por el sucesor de Posadas Ocampo, elcardenal Juan Sandoval Iiguez y en ella trabajaron los investigadores delgobierno de Jalisco, encabezado por el panista Alberto Crdenas.

Ahora las diversas versiones son desechadas por la PGR y se impone el criterio dela equivocacin de los sicarios asesinos.Sin resolver el caso, sin aclarar y presentar culpables reales, la PGR y JorgeMadrazo envan a la congeladora, bajo el trmino de en reserva, el asesinato delcardenal Posadas Ocampo, su chofer y otras cuatro personas inocentes.

Los responsables directos, los que ordenaron la ejecucin o el enfrentamientoestn a salvo, desaparecidos o eje