Las m s no existen S3

~ n ~ ~ p u e d e ~ n a c l d o o n o e n P l a s k B , p e r o m- aun^. Untoba es tanhdoamrbmcomounapache W b k i m V y k d h o s , ~ e n c a s ~ n o l a t i n o s , M a n c o s ~ n o hispanos y bbws ni hkpanm- ni m. Uno a

, ,*otra~del~ad~co"puecleser-.Un-~~9 & w n e g r o o ~ . ~ a s n i s c i s W a n c r i s s o n ~ ~ ~ ' .

. ,- m aslbkca, ias twoos sm asldtloos y si no fuera r ~ b t & e ~ n i d o s e o m p r ó A i a s k a a R ~ s i a p o r w i ~ ~

o N r d e Wares, los habltantas de h k a aslátlcos. & ~ ~ ~ k s E S t & S U n i d o s e ~ ~ i

u , p ~ e ~ r i a g r o . ~ n e g r o ~ a e n e I a W m 8 s ~ i ,wtetademja,ywunoasatard6ndeseublcecaun

~ q u e h a y a ~ w i ~ i s t e d e ~ g u e , c o m O ~ , &m, esti4 en el P d t m pero no es H M .

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Un debate es trechentc E g d o al problema de lau "mmsm/ e& y t. defmidón & lo heredado y 10 adquirido en los hn- manos n el que pira m tomo a la mteilgench No existe una única deñniuón de inteligencia, como tampoco existe un único tipa de inteligencia Lor &unados *c&cienics Q inldignici.. (W o 1% en @&S) se obtienen mediante tm elaborados por anglmjones, con puLMtrm ciilrwler a n g l e n e s , h c d vicia el g d o de universalidad y c o ~ ~ d a d de su apkación. Por o m parte, cuando fueron apl idm a individuo de dlsfinm

a. pretendi6 asignar al= pnes h rapowbikbd de las diferencias encon& en loa prome& de CI, sin fundamento cien- dgwo. 1

Por ejemplo, es conocido qme el promedio del CI de los no p de atado9 Unidas a inknDr ai pmmcdio dd dc Iaa m- cos del mismo @. El problema no consiste en desmnmer&ta rddad , sino en avibuk ¡a diferenda a causas genbticas y omitir

la insoslayable influencia del ambiente. h e b a & ello es que ei se comparan los Q de los negras de los estad- de1 Norte con los de los blancos de 1% estada del Sur, el promedio de los primeras resulta m& Ato que el de la segundas. Esto indica chamente que el ambiente d t u r a l , educativo, familiar, mdí- cionai, ecm6mic0, índn~tcial, urbano o rural, histórico, climi- dco, etc. es& infiuyendo con fu- sobre ei d t s a d o de un cieno tipo de ktebgencia, indepeudimtemente de los genes que determinan caneteres apemdales como el color de piel o el rkdo del pelo.

i Esto no quiere decir que b capacidad de aprender y de razo-

nar sea totiJmmte independiente de laa genes. Es probable que la condaici6n genétka de 4 individm sea d e m i n a n t e de su dcwollo intdeceial, p r o ssa añmiación S610 p u d e ssep tme si se tiene en cuenta la siguiente premisa. En los h m a n a es mucho más Wcil que en otras especie& dimiminar qué por- ción de un fenofipo dado es heredada y que pwaón e9 adq&

1 dz La incertidumbre Mica en Is posibilidad ds di*mnciar br [ po-tajes relativos, pero no m que aa, poreent;biea rela-

sealniente existan. S ( : . , l . , l l l

1 Por (qnoplo, el pan músico Johaan Sektiipn Bach (1685-1790) hijos (si, 201, de h cuales cuatro fueron m-

demrados: W h e h Friedemann Ba& (171@1784), Cari Philip &imaoml Bacb (17141?88), johann Ghnstoph Ffiedrich Bach (4732-17a5) pJohuie CMstian Ba4 (1 735-1789). Unas p o d e &wir con conViEcb que los cuatro heredaron genes (variantes

) del padre que 1- predispusieron a la (hip6te rminista). Otros g w n afirmar m certeza que fueron

coa porque w identífícaron con 61 [hipótesis arnbíeptaíísta

uenh de haber h&o 10s genes de su g i o b habeme inundado desde la curia y a 10 larga de sus

n a in£snda de la m2yayillosa músicaque este interpretaba, reto-ento social y culW que e b h que tenia su í, en fin, 4ei ambiente en el cual naciemIg,,m@wmn.

8 4 L a h u m e r j d a d d e l m kraza~no-85

Aun si existieran -tea de genes qiie favorecieran y otras que ve no -0 Por el útero de una madre. ~ o x lo mw, desfavorecieran el! desarrollo intelectual, no existe ninguna evi- caso de los humanos, e- nume meses de yjda hmukdna dencia experimental de que las primeras estén particularmente e*Lo a m u* de ~ ~ h b 1 e g rnbieadn ve j n f l v n concentradas en un gmpo humano y las segundas en otro. bre d e e o de1 feto que se está gene-& dentro, la b verdad es que no k sabemos y no tenemos manen de ave* alimewkckin de madre hasta d clh& y b. que pub

@O en forma experimenral. Por lo tanto, cuando no se puede ea madre en au medio -bien* 4 y -mómi- decir algo fundamentado, lo mejor es.. . no decir nada co; 81 hubiera diferench, ,jwmm can

Ciertas esmüios sobre el cociente htele~tiial en hijos adop BOn &redadas 0 simplemente congénitas.

Fado& en he que se ha seguido a los padres biol6gicm, indican que, en promedio, los padres ahptantes tienen un cociente in- telectual mayor que d de los biddgicos. Esto muestra que, en ia sociedad norteamericana -que es donde se realM el estudio-, ata v n e e e n a un nivel doeconómico ma$or que la que entregan a m hijos en adopción y han #nido una echmci6n formal mucho m& conectada al tipo de preguntas que se hacen en los mt de inteligencia Ea probable que los p;tdres gue entre gan a su h i ~ en adopción tengan uxia situación mimn6rnG ca o cuhuml inferior que haga que no puedan afrontar la crian- za de esos niños. Pera tal vez lo más hprtante son los datos que indican que el promedio del cociente intelectual de los chicos adoptados es wayor que el de pus padrts biológicos y similar al de sus p h adoptka. fito j n & d que, en k adquisiu6n de inteligencia, d factor ambientai es prepondermte.

Sin embargo, si ordcrmm(x~ de menor a mayor ha Gl de &

jos adopadm, se observa que este orden se correlacioiia p f e c - taniente con,$ de lm Q de las pdtes biolbgkos. Agui se podria concluir que hay un factor hereditario que estd condicionatw do, no el d o r exacto de CI, sino un rango con topes rnídimo g adximo p i b l e s , y que el ambiente generado por padres adoptante3 determina el valor dentro de ese rango. Podríamos criticar esto diciendo: *¿Y córrio sé que el componente *heredita- rio" es realmente here&tario y m congenito? @hno sé que wbo no es una comcmencia de efectos del ambiente durante la vida inmuterina? En efecto, no existe hasta ahora, pese a Ias t¿mÍcas ⅆts, nin* mamifef~ que haya d o en un laboratorio y