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DISFRUTENLO!

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  • LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS LTIMOS DAS FEBRERO DE 2015

    Historia Familiar: Verse a uno mismo en el plan de Dios,

    pgs. 22, 26Jvenes Adultos: Hacer del da de

    reposo una prioridad, pg. 42Permanecer firmes cuando los

    amigos flaquean, pg. 52

  • Y por el vestido, porqu os afanis? Considerad los lirios del campo, cmo crecen; no trabajan nihilan;

    mas os digo que ni aun Salomn con toda su gloria se visti como uno deellos.

    Y si la hierba del campo, que hoy es y maana es echada al horno, Dios la viste as, no har mucho ms a vosotros, hombres de poca fe?

    Mateo 6:2830

  • 26

    F e b r e r o d e 2 0 1 5 1

    34 Antes de finalizar nuestro trayectoPor RichardM. RomneyEn lo que se refiere a perseverar bien, podemos aprender mucho delos ejemplos de quienes han dedicado su vida al servicio a Diosya Sus hijos.

    SECCIONES8 Cuaderno de la conferencia

    deoctubre de 2014

    10 Lo que creemos: Lasbendiciones patriarcales: Una gua inspirada para su vida

    12 Nuestro hogar, nuestra familia: Agradecida por los convenios del temploPor Cari Florence

    38 Voces de los Santos de los ltimos Das

    80 Hasta la prxima: El amor verdaderoPor el lder JosephB. Wirthlin

    Liahona, febrero de 2015

    MENSAJES4 Mensaje de la Primera

    Presidencia: Testimonio yconversinPor el presidente HenryB. Eyring

    7 Mensaje de las maestras visitantes: Los atributos deJesucristo: Sin pecado

    ARTCULOS DE INTERS14 La puerta que se llama

    bautismoPor el lder J.Devn CornishEl bautismo por inmersin es el comienzo del sendero del convenio hacia una conversin duradera.

    18 Un nuevo templo, tres nuevasoportunidadesPor Don L. SearleInspirados por el Espritu durante un programa de puertas abiertas, estas familias guatemaltecas pro-gresan hacia la exaltacin.

    22 La manera en que la historia familiar nos cambia el corazn y la mentePor Amy HarrisCuando investigamos nuestra historia familiar, descubrimos lagrandeza del plan de Dios y lanaturaleza personal de Su amor hacia nosotros.

    26 Mis das de templos y tecnologaPor el lder Neil L. AndersenFueron enviados a la Tierra en esta poca con un propsito espe-cfico, el cual incluye la responsa-bilidad de ayudar en la obra de salvacin.

    EN LA CUBIERTAAl frente: Fotografa por Matthew Reier. Cubierta interior del frente: Fotografa porWillieHuang.

  • 46

    70

    52

    42 Bendecidos por el da de reposoPor EmmalineR. WilsonJvenes adultos viven milagros a medida que procuran santificar elda de reposo.

    46 Perfiles de jvenes adultos: Remos fuertes, testimonios fuertes en la Polinesia FrancesaPor Mindy Anne Leavitt

    J V E N E S A D U L T O S

    48 Acudir a Dios cada daPor el lder D. Todd ChristoffersonNuestro Padre Celestial est ansioso por darnos la ayuda queprocuramos cada da.

    52 Encontrar fortaleza en los buenos amigosPor el lder JorgeF. ZeballosLos amigos que elijas pueden tenerun gran impacto en tu vida,demodo que es impor-tanteelegirlos con sabidura.

    54 Cuando los buenos amigos flaqueanQu puedes hacer cuando tus amigos comienzan a rebajar susnormas?

    57 Nuestro espacio58 Lo que sabemos sobre

    lavidapreterrenalPor NormanW. GardnerEl saber que escogieron seguir al Salvador en la vida preterrenal los ayuda a tomar buenas decisiones a lo largo de la vida.

    60 Preguntas y respuestasRecientemente perd a un querido amigo. Cmo puedo sobrellevar eldolor?

    62 Extraamos a SofaPor Fernando PeraltaCuando mi hermana y yo fuimos vctimas de un terrible accidente, nuestra familia se apoy en los convenios del templo para encontrar paz.

    64 Tiempo de estudiar las EscriturasPor el lder Elder Richard G. ScottQu es ms importante que los estudios, el trabajo o las redes sociales?

    J V E N E S

    65 Testigo especial: Lascartasdelaabuela Whittle

    66 Es tu turnoPor el obispo GaryE. StevensonAhora es el momento de prepa-rarnos para encontrarnos con Dios y ayudar a los dems a hacerlomismo.

    68 Nuestra pgina69 Una idea brillante70 Siempre hay tiempo para orar

    Por Barbara HopfFlynn tena miedo de ir a la escuela hasta que su mam lediouna solucin sencilla.

    72 Ayudar a una nueva amigaPor Quinnley W.El Espritu Santo puede ayudarte asaber cmo demostrar amor hacia los dems.

    73 Msica: Cuando Jess se bautizPor JeanneP. Lawler

    74 La hora de las Escrituras: Jess se bautizPor Erin Sanderson y Jean Bingham

    76 Para los ms pequeos: Juliana da un discursoPor Jane McBride Choate

    N I O S

    Busca la Liahona que est escondida en este ejemplar. Pista: No te olvides la mochila.

  • FEBRERO DE 2015 VOL. 39 N 2LIAHONA 12562 002Publicacin de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das en espaol.La Primera Presidencia: Thomas S. Monson, Henry B. Eyring, Dieter F. UchtdorfEl Qurum de los Doce Apstoles: Boyd K. Packer, L. Tom Perry, Russell M. Nelson, Dallin H. Oaks, M. Russell Ballard, Richard G. Scott, Robert D. Hales, Jeffrey R. Holland, David A. Bednar, Quentin L. Cook, D. Todd Christofferson, Neil L. AndersenEditor: Craig A. CardonAsesores: Mervyn B. Arnold, Christoffel Golden, LarryR. Lawrence, James B. Martino, Joseph W. SitatiDirector administrativo: David T. WarnerDirector de operaciones: Vincent A. VaughnDirector de Revistas de la Iglesia: Allan R. LoyborgGerente administrativo: Garff CannonEditor administrativo: R. Val JohnsonEditor administrativo auxiliar: Ryan CarrAyudante de publicaciones: Lisa C. LpezRedaccin y revisin: Brittany Beattie, David Dickson, DavidA. Edwards, Matthew D. Flitton, Lori Fuller, Garrett H. Garff, LaRene Porter Gaunt, Mindy Anne Leavitt, Michael R. Morris, Sally Johnson Odekirk, Joshua J. Perkey, Jan Pinborough, RichardM. Romney, Paul VanDenBerghe, Marissa WiddisonDirector administrativo de arte: J. Scott KnudsenDirector de arte: Tadd R. PetersonDiseo: Jeanette Andrews, Fay P. Andrus, Mandie M. Bentley, C. Kimball Bott, Thomas Child, Nate Gines, Colleen Hinckley, Susan Lofgren, Eric P. Johnsen, Scott M. Mooy, Mark W. Robison, Brad Teare, K. Nicole WalkenhorstCoordinadora de Propiedad Intelectual: Collette Nebeker AuneGerente de produccin: Jane Ann PetersProduccin: Connie Bowthorpe Bridge, Julie Burdett, Katie Duncan, Bryan W. Gygi, Denise Kirby, Ginny J. Nilson, Gayle Tate RaffertyPreimpresin: Jeff L. MartinDirector de impresin: Craig K. SedgwickDirector de distribucin: Stephen R. ChristiansenCoordinacin de Liahona: Francisco Pineda, Patsy Carroll-CarliniDistribucin:Corporation of the Presiding Bishop of The Church of Jesus Christ of Latter-day SaintsSteinmhlstrasse 16, 61352 Bad Homburg v.d.H., GermanyInformacin para la suscripcin:Para suscribirse o para cambios de direccin, tenga a bien contactar a servicios al clienteTelfono gratuito: 00800 2950 2950Tel: +49 (0) 6172 4928 33/34Correo-e: [email protected] lnea: store.lds.orgEl precio para la suscripcin de un ao: EUR 5,25 para Espaa; 2,25 para las Islas Canarias y 7,5 para Andorra.Los manuscritos y las preguntas deben enviarse en lnea a liahona.lds.org; por correo a Liahona, Room 2420, 50 E. North Temple Street, Salt Lake City, UT 84150-0024, USA; o por correo electrnico a: [email protected] (un trmino del Libro de Mormn que significa brjula o director) se publica en albans, alemn, armenio, bislama, blgaro, camboyano, cebuano, coreano, croata, checo, chino, chino (simplificado), dans, esloveno, espaol, estonio, fiyiano, finlands, francs, griego, holands, hngaro, indonesio, ingls, islands, italiano, japons, kiribati, letn, lituano, malgache, marshals, mongol, noruego, polaco, portugus, rumano, ruso, samoano, suajili, sueco, tagalo, tailands, tahitiano, tongano, ucraniano, urdu, y vietnamita. (La frecuencia de las publicaciones vara de acuerdo con el idioma.) 2015 por Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados. Impreso en los Estados Unidos de Amrica.El material de texto y visual de la revista Liahona se puede copiar para utilizarse en la Iglesia o en el hogar, siempre que no sea con fines de lucro. El material visual no se puede copiar si aparecen restricciones en la lnea de crdito del mismo. Las preguntas que tengan que ver con este asunto se deben dirigir a Intellectual Property Office, 50 East North Temple Street, Salt Lake City, UT 84150, USA; correo electrnico: [email protected] los lectores de Mxico: Certificado de Licitud de ttulo nmero 6988 y Licitud de contenido nmero 5199, expedidos por la Comisin Calificadora de Publicaciones y revistas ilustradas el 15 de septiembre de 1993. Liahona es nombre registrado en la Direccin de Derechos de Autor con el nmero 252093. Publicacin registrada en la Direccin General de Correos nmero 100. Registro del S.P.M. 0340294 caractersticas 218141210.For Readers in the United States and Canada: February 2015 Vol. 39 No. 2. LIAHONA (USPS 311-480) Spanish (ISSN 0885-3169) is published monthly by The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 50 East North Temple, Salt Lake City, UT 84150. USA subscription price is $10.00 per year; Canada, $12.00 plus applicable taxes. Periodicals Postage Paid at Salt Lake City, Utah. Sixty days notice required for change of address. Include address label from a recent issue; old and new address must be included. Send USA and Canadian subscriptions to Salt Lake Distribution Center at the address below. Subscription help line: 1-800-537-5971. Credit card orders (Visa, MasterCard, American Express) may be taken by phone. (Canada Poste Information: Publication Agreement #40017431)POSTMASTER: Send all UAA to CFS (see DMM707.4.12.5). NONPOSTAL AND MILITARY FACILITIES: Send address changes to Distribution Services, Church Magazines, P.O. Box 26368, Salt Lake City, UT 84126-0368, USA.

    F e b r e r o d e 2 0 1 5 3

    Ideas para la noche de hogar

    EN TU IDIOMALa revista Liahona y otros materiales de la Iglesia estn disponibles en muchos idiomas en languages.lds.org.

    Este ejemplar contiene artculos y actividades que se podran usar para la noche de hogar. A continuacin figuran dos ideas:

    Jess se bautiz, pgina 74: Para comenzar la noche de hogar, considere la posibilidad de cantar Cuando Jess se bautiz (vase pg. 73). Podran leer juntos el relato bblico del bautismo de Jess e invitar a los miembros de su familia que han sido bautizados a compartir lo que sintieron y aprendieron cuando fue-ronbautizados y confirmados. A medida que lean juntos y compartan testimo-nios, ayude a los nios a comprender los convenios relacionados con el bautismo. Cuando ensee a sus hijos sobre los con-venios bautismales, tal vez desee usar las preguntas de las Escrituras que aparecen en este artculo.

    El amor verdadero, pgina 80: En algn momento de la semana, pida a un miembro de su familia que busque actos sencillos de bondad que sucedan cada da. Durante la noche de hogar, pida a esa per-sona que comparta lo que ha observado a lo largo de la semana. Tal y como dice el lder Wirthlin en su mensaje: El amor es el comienzo, el medio y el final del sendero del discipulado. Tal vez podra hacer un dibujo sencillo que muestre un camino dividido en muchos segmentos pequeos. Explique que, por cada acto de bondad que lleven a cabo, sea grande o pequeo, los miembros de la familia pueden colorear un segmento del camino. A medida que su familia se esfuerce por mostrar amor hacia los dems, ustedes avanzarn por elcamino del discipulado.

    TEMAS DE ESTE EJEMPLARLos nmeros indican la primera pgina del artculo.

    Amigos, 52, 54, 72Amor, 80Bautismo, 14, 18, 40, 73, 74Bendiciones patriarcales, 10Conferencia general, 8Convenios, 14, 18, 62Conversin, 4, 14, 18Da de reposo, 42

    Escrituras, 39, 64Expiacin, 7Familia, 12, 18, 22, 62Fe, 26, 34, 41, 48Historia familiar, 22, 26Jesucristo, 7, 73, 74Muerte, 60, 62Obra misional, 18, 38, 40

    Oracin, 4, 12, 70Perseverar, 34Servicio, 34Tecnologa, 26Templos, 18, 26, 41, 55Vida preterrenal, 58

  • 4 L i a h o n a

    Por el presidente Henry B. EyringPrimer Consejero de la PrimeraPresidencia

    M E N S A J E D E L A P R I M E R A P R E S I D E N C I A

    CMO ENSEAR CON ESTE MENSAJE

    El lder David A. Bednar, del Qurum de los Doce Apsto-les, us la parbola del pepinillo para ensear que la conversin es un proceso continuo y no un acontecimiento nico: Lnea por lnea y precepto por precepto, de forma gradual y casi imperceptiblemente, nuestras intencio-nes, nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras obras llegan a estar en armona con la voluntad de Dios (Oses necesario nacer de nuevo, Liahona, mayo de 2007, pg.19). Considere la posibilidad de repasar la parbola del pepinillo con aquellos a quienes ensea. Qu puede hacer cada uno de nosotros para seguir constantemente adelante en el proceso gradual de conversin del que hablan el presi-dente Eyring y el lder Bednar?

    conversinExiste una diferencia entre recibir un testimonio de la verdad y estar verdaderamente convertido. Por ejemplo, el gran apstol Pedro expres su testimonio al Salvador de que l saba que Jess era el Hijo de Dios.

    [ Jess] les dijo: Y vosotros, quin decs que soy yo?Respondi Simn Pedro y dijo: T eres el Cristo, el

    Hijodel Dios viviente!Entonces, respondiendo Jess, le dijo: Bienaventurado

    eres, Simn hijo de Jons, porque no te lo revel carne ni sangre, sino mi Padre que est en los cielos (Mateo 16:1517).

    Posteriormente, en Su mandato a Pedro, el Seor le dio a l y a nosotros una gua para llegar a estar verdade-ramente convertidos y retener esa conversin para toda la vida. Jess lo expres de este modo: y t, una vez vuelto, fortalece a tus hermanos (Lucas 22:32).

    Jess ense a Pedro que, para poder pensar, sentir yobrar como discpulos verdaderamente convertidos de Jesucristo, debe haber un gran cambio que va aun ms all de obtener un testimonio. se es el potente cambio que to-dos procuramos. Una vez que lo alcanzamos, necesitamos que ese cambio contine hasta el fin de nuestra probacin terrenal (vase Alma 5:1314).

    Sabemos, por experiencia propia y por observar a otras personas, que el hecho de tener algunos grandes momentos de poder espiritual no ser suficiente. Pedro neg conocer al Salvador incluso despus de haber reci-bido un testimonio, por medio del Espritu, de que Jess era el Cristo. Los Tres Testigos del Libro de Mormn reci-bieron un testimonio directo de que el Libro de Mormn era la palabra de Dios, y posteriormente flaquearon en

    su capacidad de apoyar a Jos Smith como profeta de la Iglesia del Seor.

    Necesitamos un cambio en el corazn, tal como se des-cribe en el libro de Alma: y todos declararon al pueblo la misma cosa: Que haba habido un cambio en sus cora-zones, y que ya no tenan ms deseos de hacer lo malo (Alma 19:33; vase tambin Mosah 5:2).

    El Seor nos ense que cuando estemos verdade-ramente convertidos a Su evangelio, nuestro corazn abandonar toda preocupacin egosta y se volver hacia el servicio para elevar a los dems en su camino hacia la

    TESTIMONIO Y

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 5

    Necesitamos un cambio de corazn como aquel que experiment el pueblo de Lamoni en el captulo 19 de Alma.

    OH,

    BEN

    DITO

    JES

    S, P

    OR

    WAL

    TER

    RAN

    E.

    vidaeterna. Para lograr esa conver-sin, podemos orar y trabajar con fe a fin de llegar a ser la nueva criatura que es posible ser gracias a la expia-cin de Jesucristo.

    Para comenzar, podemos orar a fin de tener fe para arrepentirnos de nuestro egosmo y recibir el don de preocuparnos por los dems ms que por nosotros mismos. Podemos orar para recibir el poder de dejar a un lado el orgullo y la envidia.

    La oracin tambin ser la clave para recibir el don del amor a la pala-bra de Dios y el amor de Cristo (vase Moroni 7:47 48), que van juntos. A medida que leamos, meditemos y oremos acerca de la palabra de Dios, llegaremos a amarla. El Seor pondr ese amor en nuestro corazn, y al sen-tir ese amor, comenzaremos a amar alSeor cada vez ms. A su vez, sen-tiremos el amor hacia los dems que necesitamos para fortalecer a aque-llos a quienes Dios pone ennuestro camino.

    Por ejemplo, podemos orar para re-conocer a qu personas desea el Seor que Sus misioneros enseen. Los mi-sioneros de tiempo completo pueden orar con fe para saber, mediante el

    Espritu, qu ensear ytestificar; pue-den orar con fe para que el Seor les permita sentir Su amor por todas las personas que conozcan. Los misione-ros no traern alas aguas del bautismo y a recibir el don del Espritu Santo a todas las personas que encuentren, pero pueden tener el Espritu Santo como compaero. Entonces, por medio de su servicio y con la ayuda del Espritu Santo, con el tiempo, los misioneros experimentarn un cambio en el corazn.

    Ese cambio se renovar una y otra vez a medida que ellos y nosotros continuemos obrando desinteresada-mente y con fe durante toda nuestra

    vida para fortalecer a los dems con el evangelio de Jesucristo. La conversin no ser un hecho aislado ni algo que dure slo un periodo de nuestra vida, sino que ser un proceso continuo. La vida puede ser ms y ms resplande-ciente hasta el da perfecto, cuando veremos al Salvador y descubriremos que hemos llegado a ser como l. ElSeor describi el proceso de este modo: Lo que es de Dios es luz; y elque recibe luz y persevera en Dios, recibe ms luz, y esa luz se hace ms y ms resplandeciente hasta el da perfecto (D. y C. 50:24).

    Les prometo que eso es posible para cada uno de nosotros.

  • 6 L i a h o n a

    ILUST

    RACI

    N

    PO

    R CO

    LEM

    ATT/

    ISTO

    CK/T

    HIN

    KSTO

    CK.

    Deja que el fuego de tutestimonio alumbre

    Obtener un testimonio es como en-cender un fuego. Del mismo modo que tenemos que aadir lea para man-tener vivo el fuego, tenemos que orar, arrepentirnos, servir a los dems, estudiar lasEscrituras y guardar los mandamientos para hacer crecer nuestro testimonio.

    Para aprender ms acerca de cmo desarrollar un testimonio, lee cada uno delosversculos que aparecen a conti-nuacin. Colorea la parte de la llama quecorresponda a cada versculo que leas.Cuantos ms versculos leas, ms bri-llante ser el fuego y tu testimonio!

    A. Mosah 2:17B. Alma 5:46C. Alma 32:27D. 3 Nefi 15:10E. Juan 5:39

    Mi cambio de coraznPor Dante Bairado

    La primera vez que escuch acerca del evangelio restaurado de Jesucristo sent que el Espritu me testificaba de su vera-cidad. Por medio de la oracin, mi testimonio lleg a ser an ms firme, y decid bautizarme.

    Poco despus de mi bautismo, las personas de mi barrio comenzaron a preguntarme cmo me senta acerca de la posibilidad de servir en una misin. Para ser sincero, no saba exactamente qu decir. La idea de dejar a mi familiaymis estudios para servir en una misin me pareca absurda.

    Entonces, un da, comenc a pensar en mi conversin. Re-cord a los misioneros que me haban enseado, quienes con

    JVENES

    NIOS

    paciencia respondieron mis preguntas y me ayudaron a comprender el Evangelio. Me di cuenta de que, sin la ayuda de ellos, nunca habra descubierto la Iglesia verdadera. Tan pronto como comprend eso, el deseo de servir surgi en mi corazn. Pude sentir que el Esp-ritu me deca que deba serviren una misin de tiempo completo.

    S que la obra misional es la obra del Padre Celestial y que podemos ayudar a traer almas al maravilloso conoci-miento del Evangelio restaurado.El autor vive en Fortaleza, Brasil.

    A

    C

    B

    D

    E

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 7

    Los atributos deJesucristo: Sinpecado

    Este artculo es parte de una serie de mensajes delas maestras visitantes que presentan atributos del Salvador.

    Nuestro Salvador, Jesucristo, fue el nico ser capaz de llevar a cabo una expiacin por todo el g-nero humano. Jesucristo, el Cordero sin mancha, que de forma voluntaria se puso sobre el altar del sacrificio y pag el precio por nuestros pe-cados, dijo el presidente DieterF. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia1. El compren-der que Jesucristo no tuvo pecado puede ayudarnos a aumentar nuestra fe en ly a esforzarnos por cumplir Sus mandamientos, arrepentirnos y llegara serpuros.

    Jess fue un ser de carne y de espritu, pero no cedi a la tentacin (vase Mosah 15:5), dijo el lder D.Todd Christofferson, del Qurum de los Doce Apstoles. podemos vol-vernos a l porque l comprende; comprende qu significa afrontar la lucha y tambin cmo ganarla

    El poder de Su expiacin puede eliminar los efectos del pecado. Cuando nos arrepentimos, Su gra-cia expiatoria nos justifica y purifica (vase 3Nefi 27:1620). Es como si nohubiramos sucumbido, como si no hubiramos cedido a la tentacin.

    Al esforzarnos da a da y semana tras semana por seguir el camino de Cristo, nuestro espritu afirma su preeminencia, la pugna interior decrece y las tentaciones dejan de causarpreocupacin2.

    Escrituras adicionalesMateo 5:48; Juan 8:7; Hebreos 4:15; 2Nefi 2:56

    Con espritu de oracin, estudie este material y procure saber lo que debe compartir. De qu manera el entender la vida y la misin del Salvador aumentar su fe en l y bendecir a las hermanas que estn bajo su cuidado en el programa de maestras visitantes? Si desea ms informacin, visite reliefsociety.lds.org.

    De las EscriturasEl Salvador pag el precio de

    nuestros pecados mediante Su divino linaje, Su vida sin pecado, Su sufrimiento y el derrama-miento de Su sangre en el Jardn de Getseman, Su muerte sobre la cruz y Su resurreccin de la tumba. Al arrepentirnos de nues-tros pecados, podemos volver a ser limpios mediante la expiacin de Jesucristo.

    El rey Benjamn ense a su pueblo acerca de la expiacin de Jesucristo y luego les pregunt si crean en sus palabras. Y todos clamaron a una voz, diciendo: el Espritu ha efectuado un potente cambio en nosotros, o sea, en nuestros corazones, por lo que ya no tenemos ms dispo-sicin a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente

    Y estamos dispuestos a concertar un convenio con nues-tro Dios de hacer su voluntad y ser obedientes a sus man-damientos en todas las cosas (Mosah5:12,5).

    En nosotros tambin se puedeefectuar un potente cambio como el pueblo del rey Benjamn, que ya no tena ms disposicin a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente (Mosah5:2).

    Considere lo siguienteQu diferencia hay entre ser puroyser perfecto?

    M E N S A J E D E L A S M A E S T R A S V I S I T A N T E S

    NOTAS 1. DieterF. Uchtdorf, Pueden hacerlo ahora!,

    Liahona, noviembre de 2013, pg. 56. 2. Vase de D.Todd Christofferson, Para

    que todos sean uno en nosotros, Liahona, noviembre de 2002, pg. 71.

    Fe, Familia, Socorro

  • 8 L i a h o n a

    CUADERNO DE LA CONFERENCIA DE OCTUBRE DE 2014Lo que yo, el Seor, he dicho, yo lo he dicho sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo (D. y C. 1:38).

    Los seguidores de Cristo deben ser ejemplos de civismo. Debemos amar a todas las personas, ser buenos oyentes, y demostrar inters por sus creen-cias sinceras. Aunque podamos estar en desacuerdo, no es apropiado ser desagradables. Nuestra postura y co-municaciones relacionadas con temas polmicos no deben ser contenciosas. Debemos ser prudentes al explicar y poner en prctica nuestras posturas y al ejercer nuestra influencia. Al hacerlo,

    RevelacinLa revelacin en la Iglesia con-tina: el profeta la recibe para la Iglesia; el presidente, para su es-taca, su misin o su qurum; el obispo, para su barrio; el padre [y la madre], para su familia; el individuo, para s mismo1.

    Les testifico que esverdadPor medio del Espritu Santo,

    Dios derrama revelacin abun-dante a Sus hijos. l habla con Su profeta en la Tierra, que es ThomasS. Monson. Testifico que l posee y ejerce todas las llaves del sacerdocio en la Tierra.Presidente Henry B. Eyring, Primer Conse-jero de la Primera Presidencia, Revelacin continua, Liahona, noviembre de 2014, pg. 73.

    NOTA 1. Vase de BoydK. Packer, Creemos

    todo lo que Dios ha revelado, Liahona, diciembre de 1974, pg. 36.

    pedimos que los dems no se sientan ofendidos por nuestras sinceras creen-cias religiosas y el libre ejercicio de nuestra religin. Exhortamos a todos para que pongamos en prctica la regla de oro del Salvador: las cosas que queris que los hombres hagan con vosotros, as tambin haced voso-tros con ellos (Mateo 7:12).

    lder Dallin H. Oaks, del Qurum de los Doce Apstoles, Amar a los dems y vivir con las dife-rencias, Liahona, noviembre de 2014, pg. 27.

    A medida que repase la Conferencia General de octubre de 2014, puede utilizar estas pginas (y los cuadernos de la conferencia de futuros ejemplares) para ayudarle a estudiar y aplicar las enseanzas recientes de los profetas y apstoles vivientes, as como de otros lderes de la Iglesia.

    P U N T O S D O C T R I N A L E S D E S T A C A D O S

    Seguir la Regla de oro

    U N A P R O M E S A P R O F T I C A

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 9

    CUADERNO DE LA CONFERENCIA DE OCTUBRE DE 2014 IR Y HACEREl lder NeilL. Andersen, del Qurum de los DoceApstoles, dio dos sugerencias a los jvenes para obtener

    un testimonio personal del profeta Jos Smith:

    En primer lugar, busquen pasajes en el Libro de Mormn que sientan ysepan que son absolutamente

    Para leer, ver o escuchar los dis-cursos de la conferencia general, visite conference. lds. org.

    Por qu desean los Santos de los ltimos Das compartir el Evangelio?

    Los devotos discpulos de Jesucristo siempre han sido, y siem-pre sern, misioneros valientes, dijo el lder DavidA. Bednar, del Qurum de los Doce Apstoles. Un misionero es un seguidor de Cristo que testifica de l como el Redentor, y proclama las verdades de Su evangelio.

    La Iglesia de Jesucristo siempre ha sido, y siempre ser, una iglesia misional

    No es para nada inusual que compartamos con los dems algo

    Vengan y vean

    Respuestas para ustedCada conferencia, los profetas y apstoles dan respuestas inspiradas a preguntas que los miembros de la Iglesia puedan tener. Utilice el ejem-plar de noviembre de 2014 o visite conference. lds. org para encontrar lasrespuestas a estas preguntas:

    Cmo podemos entender mejor el significado de la Santa Cena? Vase de Cheryl A. Esplin, La Santa Cena: Una renovacin parael alma, pg. 12.

    Qu relacin existe entre el albe-dro, la justicia, la misericordia, el arrepentimiento y la expiacin del Salvador? Vase de D.Todd Christofferson, Libres para siem-pre, para actuar por s mismos, pg. 16.

    Por qu es el hogar el ambiente ideal para ensear el evangelio de Jesucristo? Vase de TadR. Callister, Los padres: Principales maestros del Evangelio para sus hijos, pg. 32.

    Cmo trabajan unidos los padres para edificar familias eternas? Vase de L.Tom Perry, Encontrar paz duradera y edificar familias eternas, pg. 43.

    ciertos, y despus comprtanlos con su familia y amigos para afirmar que Jos fue un instrumento en las manos de Dios. Segundo, lean el testimonio del profeta Jos Smith en la Perla de Gran Precio Consideren la posibili-dad de grabar el testimonio de Jos Smith con su propia voz, escucharlo regularmente y compartirlo con sus amigos.

    De Jos Smith, Liahona, noviembre de 2014, pgs. 3031.

    que nos parece importante o que nos ha ayudado.

    El mismo modelo es particu-larmente evidente en asuntos de gran importancia y de consecuencia espiritual.

    Qu podemos hacer cuando otras personas manifiestan inters en el Evangelio y la Iglesia? El lder Bednar dijo que podemos seguir el ejemplo del Salvador, invitndolos a venir y ver (vase Juan 1:39).

    De Vengan y vean, Liahona, noviembre de 2014, pgs. 107, 109.

  • 10 L i a h o n a

    advertencias y promesas, y quizs re-vele lo que el Seor espera de ustedes y cul es su potencial. Las bendicio-nes prometidas se cumplirn en el tiempo del Seor, y dependen de la fi-delidad que ustedes demuestren. Esas bendiciones prometidas nicamente se recibirn si siguen el consejo de la bendicin; e incluso puede que algunas de las bendiciones se cum-plan en la vida venidera. La bendicin patriarcal no les mencionar todos los detalles de su vida; si no menciona una misin de tiempo completo o el matrimonio en el templo, por ejem-plo, no quiere decir que no vayan a tener esas oportunidades.

    La bendicin patriarcal tambin les declarar su linaje en la casa de Israel: podran provenir de la tribu

    En la Iglesia hay dos clases de pa-triarcas: (1) los padres; y (2) los hombres que han sido ordenados al oficio de patriarca en el Sacerdocio de Melquisedec. Los padres que poseen el Sacerdocio de Melquisedec pueden dar bendiciones a los miembros de su familia. Si bien los integrantes de la familia pueden conservar un registro de ellas, esas bendiciones no quedan registradas en la Iglesia. Por otra parte, las bendiciones que un patriarca ordenado da a los miembros dignos s se registran en la Iglesia, y a esas bendiciones se las llama bendiciones patriarcales.

    Los patriarcas dan bendiciones de acuerdo con la inspiracin del Espritu Santo. La bendicin patriarcal que ustedes reciban podra contener

    LAS BENDICIONES PATRIARCALES: UNA GUA INSPIRADA PARA SU VIDA

    L O Q U E C R E E M O S

    de Efran, de Jud, de Manass o de una de las otras tribus1. Ese linaje es importante debido al convenio de Abraham, que abarca la promesa que el Seor le hizo a Abraham, de que por medio de su posteridad sern bendecidas todas las familias de la tierra, s, con las bendiciones del evangelio (Abraham 2:11). Todos los miembros de la Iglesia pertene-cen a la casa de Israel, ya sea por descendencia directa o por adopcin espiritual. Como tales, tenemos una funcin que desempear a fin de llevar el Evangelio al mundo.

    Para recibir la bendicin patriarcal, hablen con su obispo o presidente de rama, quien puede darles una recomendacin para que la reciban. Pueden realzar la experiencia de reci-bir la bendicin si ayunan y oran de antemano. Los miembros de su familia ms cercana pueden estar presentes cuando reciban la bendicin patriarcal, y una vez que la reciban, se les en-viar una copia impresa. Mantnganla confidencial, pues los consejos y las promesas que en ella se encuentran son personales y no deben compar-tirse de manera informal con otras personas. Estdienla a menudo, ya que les proporcionar gua, consuelo y proteccin.

    NOTA 1. Para saber ms sobre las doce tribus de

    Israel, vase la Gua para el Estudio de las Escrituras, Israel, en scriptures.lds.org.

    UN TESORO PERSONAL INVALUABLEEl mismo Seor quele proporcion laLiahona a Lehi, nosbrinda a nosotros hoy un don valioso y excepcional que nos da direccin en

    la vida, que marca los peligros que se nos interponen y nos traza el camino, un sendero seguro, no hacia una tierra

    prometida, sino hacia nuestro hogar celestial. El don al cual me refiero es nuestra bendicin patriarcal. Todo miembro digno de la Iglesia tiene derecho a recibir ese tesoro personal preciado e invaluable.

    Vase del presidente Thomas S. Monson, Vuestra bendicin patriarcal: una Liahona deluz, Liahona, enero de 1987, pg. 64.

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 11

    Despus de que la reciban, estdienla a menudo y esfurcense por seguir sus consejos; les brindar consuelo yfortalecer su fe.

    Todas las bendiciones patriarcales se guardan en las Oficinas Generales de la Iglesia. En caso de que perdiesen su copia, pueden solicitar otra en: LDS.org.

    A fin de saber si estn preparados para recibir la bendicin patriarcal, hablen con su obispo opresidente de rama.

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    El oficio de patriarca, al que se llama evangelista en el Nuevo Testamento, se restaur en los ltimos das. Joseph Smith, el padre del Profeta, fue el primer patriarca de la Iglesia.

    Las bendiciones patriarcales comenzaron en los das de Adn, cuando l bendijo a su posteridad (vase D. y C. 107:53; vase tambin Gnesis 49 para leer el relato de la bendicin que Jacob dio a su posteridad).

  • 12 L i a h o n a

    Cuando llegu a las catorce sema-nas de embarazo, los mdicos nos explicaron que perdera el beb por complicaciones en sus pequeos pulmones. La noticia fue devastadora; me sent desolada, aterrada e inse-gura en cuanto al futuro. Esa noche, mi esposo y yo fuimos al templo con el corazn apesadumbrado y lgrimas en los ojos. Necesitbamos respuestas, gua y fortaleza, y saba-mos que en la serenidad del templo podamos acercarnos al Seor. La paz que sentimos en la sala celestial nos dej asombrados; supe que aun cuando el plan para ese beb no fuera que se quedara en la Tierra, todo estara bien.

    Ms tarde, de rodillas, volqu mi alma al Padre Celestial; le dije que aunque entenda que el plan no era que nuestro hijo permaneciera con no-sotros, quera recibir ciertas bendicio-nes especficas, si era posible. Tambin le promet que si no me conceda mis deseos, no perdera la fe. Le supli-qu que el nio se quedara conmigo un poco ms, que viviera, aunque fuera un corto tiempo, hasta que toda nuestra familia pudiera tenerlo en sus brazos. Los mdicos nos haban dicho que si, por un milagro, el beb lle-gara a trmino, nacera morado; pero yo ped que naciera conbuen color

    para que sus hermanitos no tuvieran miedo de tenerlo en los brazos. Le ped al Seor que nos hiciera recordar nuestros lazos eternos despus de que el beb, a quien habamos decidido llamar Brycen, se fuera.

    Al pasar las semanas, los doctores estaban asombrados ante el progreso de Brycen, pero nos advirtieron que era seguro que morira despus de nacer. Senta un dolor indescriptible alsaber que lo iba a perder, pero tam-bin estaba inmensamente feliz por-que segua creciendo. El llevar dentro de m a aquel hijo que no iba a so-brevivir era una carga continua. Sufra cada vez que alguien me preguntaba si era varn o nia, o para cundo es-peraba, y tena que fingir que todo era normal. Compramos un monitor para escuchar los latidos del corazn a dia-rio, y siempre estbamos ansiosos por or aquel preciado ritmo. Mi afliccin era enorme. La expiacin del Salvador obtuvo un significado nuevo para m: finalmente entend, por experiencia propia, que Jesucristo no sufri slo por mis pecados, sino que tambin sinti toda tristeza, todo dolor. En ca-lidad de mi Salvador, realmente llev el peso de la carga conmigo para que nunca estuviera sola.

    A las treinta y siete semanas de embarazo me intern en el hospital,

    AGRADECIDA POR LOS CONVENIOSDEL TEMPLOPor Cari Florence

    N U E S T R O H O G A R , N U E S T R A F A M I L I A

    Cmo era posible aliviar el dolor que senta cuando el hijo que llevaba dentro iba a morir?

    sabiendo que con eso comenzaba oficialmente el proceso que concluira con la muerte de Brycen. Era aterra-dor y, al mismo tiempo, hermoso. Los mdicos nos dijeron que podra vivir de diez minutos a varios das. A pesar

    UN CON-SUELO PARA LOS PADRESJos Smith en-se la doctrina de que el nio pequeo que

    muere se levantar como nio en la resurreccin; y, sealando a la madre de un nio sin vida, le dijo: Usted tendr la alegra, el placer y la satisfaccin de criar a ese hijo, despus que haya resucitado, hasta que alcance laestatura completa de su esp-ritu. Hay restitucin, hay creci-miento, hay desarrollo despus de resucitar de la muerte. Amo esta verdad. Comunica a mi alma un caudal de felicidad, de gozo ydegratitudPresidente JosephF. Smith (18381918), vase Enseanzas de los Presidentes de laIglesia: JosephF. Smith, 1999, pg. 141.

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 13

    de mis temores, sent la calma que me daba el Seor. Brycen Cade Florence naci el 27 de enero de 2012. Al verlo, me puse a llorar: su piel rosada, tan precioso, tan perfecto!

    Nuestros nios corrieron al cuarto para ver a su hermanito y tenerlo en brazos; habamos contratado a un fo-tgrafo para que captara aquellos ins-tantes. Brycen vivi slo setenta y dos minutos, literalmente apenas lo sufi-ciente para que cada uno de nosotros lo tuviera en los brazos y lo amara. Aquellos fueron los nicos momentos en que nuestra familia estuvo junta en esta Tierra, pero era todo lo que habamos soado. Los otros nios no podan despegarse de su hermanito, besndolo, cantndole y suplicn-donos que los dejramos tenerlo en los brazos. Nuestro hijito estuvo con FOT

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    nosotros lo bastante para recibir una bendicin de su pap, algo que mi esposo tena la esperanza de poder hacer y por lo que haba orado.

    Nuestra familia tiene el testimonio de que el plan divino de felicidad permite que las relaciones familiares se perpeten ms all del sepulcro y que las ordenanzas del templo posibilitan que las familias sean unidas eternamente (La Familia: Una Proclamacin para el Mundo, Liahona, noviembre de 2010, pg. 129). El tener una familia eterna lo es todo para nosotros. La parte ms hermosa del Evangelio es que la muerte no nos separar nunca, sino que continuaremos el recorrido todosjuntos.

    Por medio de esa prueba, he lle-gado a comprender que Dios est

    en todos los detalles y que se inte-resa por nosotros, individualmente. Aunque vendrn pruebas y dificulta-des, Dios tiene el poder de hacerlas ms fciles de sobrellevar. Estoy ms agradecida que nunca por el sella-miento en el templo con mi esposo, yporque nuestros hijos nacieron en elconvenio. Gracias al hermoso plan de Dios para la familia, que incluye el sacrificio infinito del Salvador, po-demos volver a estar juntos. Muchas veces me pregunto cmo habra podido soportar aquella afliccin sin el conocimiento de esa verdad eterna. Siento una gratitud indescriptible por el testimonio que recib a causa de la breve vida de Brycen; Dios me ha abierto ms plenamente los ojos y el corazn para ver Sus bendiciones. La autora vive en Arizona, EE. UU.

    Brycen vivi slo setenta y dos minutos, literalmente apenas lo suficiente para que cada uno de nosotros lo tuviera en los brazos y lo amara. Aquellos fueron los nicos momentos en que nuestra familia estuvo junta en esta Tierra, pero era todo lo que habamos soado.

  • 14 L i a h o n a

    Por el lder J.Devn CornishDe los Setenta

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 15

    Glen (el nombre es ficticio) haba llevado una vida desordenada y llena de conflicto. Cuando era ado-lescente, se vio involucrado en pandillas, delitos y violencia. Al conocer a los misioneros, pens que los con-ceptos en los que ellos crean eran demasiado buenos para ser verdad; pero, con el tiempo, lleg a saber con certeza que eran verdaderos y de mayor valor que cualquier cosa que l hubiera conocido.

    Despus de poner su vida en orden, de arrepentirse sinceramente y comenzar a vivir el Evangelio, entr en las aguas del bautismo. Haba encontrado una nueva vida, llena de luz, paz y gozo; y estaba limpio ante el Seor.

    Nefi dijo:Por tanto, haced las cosas que os he dicho que he visto

    que har vuestro Seor y Redentor; porque por esta razn se me han mostrado, para que sepis cul es la puerta por la que debis entrar. Porque la puerta por la cual debis entrar es el arrepentimiento y el bautismo en el agua; y en-tonces viene una remisin de vuestros pecados por fuego ypor el Espritu Santo.

    Y entonces os hallis en este estrecho y angosto ca-mino que conduce a la vida eterna; s, habis entrado por la puerta (2 Nefi 31:1718).

    Estos versculos ensean claramente que el bautismo, una seal santa de un convenio entre Dios y Sus hijos, es indispensable para nuestra salvacin (vanse tambin Marcos 16:16; Hechos 2:38; 2 Nefi 9:2324). En verdad,

    Ruego que cada uno de nosotros obtenga una comprensin ms completa de la necesidad del bautismo; de la puerta que nos abre al proceso de conversin, que

    dura toda la vida; y del misericordioso amor expiatorio de nuestro Salvador.

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    esta ordenanza es tan importante e indispensable que Jess mismo fue bautizado para cumplir toda justicia (Mateo3:15).

    Es difcil malinterpretar la explicacin de Nefi en cuanto a este punto: Ahora bien, si el Cordero de Dios, que es santo, tiene necesidad de ser bautizado en el agua para cumplir con toda justicia, cunto mayor es, entonces, la necesidad que tenemos nosotros, siendo pecadores, de serbautizados, s, en el agua! (2Nefi 31:5).

    Cuando nos bautizamos, testificamos al Padre que es-tamos dispuestos a concertar el convenio de entrar en el redil de Dios y ser llamados su pueblo, y llevar las cargas los unos de los otros para que sean ligeras;

    s, y [estamos] dispuestos a llorar con los que lloran; s, y a consolar a los que necesitan de consuelo, y ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar en que [estemos], aun hasta la muerte, para que [sea-mos] redimidos por Dios, y [seamos] contados con los de la primera resurreccin, para que [tengamos] vida eterna (Mosah 18:89).

    Todos los domingos renovamos ese convenio al tomar la Santa Cena. Las palabras del convenio, tal como estn en las oraciones sacramentales, invitan a los hijos del Padre Celestial a testificar que estn dispuestos a tomar sobre s el nombre de [Su] Hijo, y a recordarle siempre, y a guardar sus mandamientos que l les ha dado, para que siempre puedan tener su Espritu consigo (D. y C. 20:77).

    LA PUERTA QUE SE LLAMA

    BAUTISMO

  • 16 L i a h o n a

    Una ordenanza introductoriaAparte de testificar que estamos dispues-

    tos a obedecer a Dios, el bautismo nos per-mite entrar en Su reino, que es la Iglesia de Jesucristo sobre la Tierra. La Gua para el Estudio de las Escrituras nos dice: El bau-tismo por inmersin en el agua, efectuado por alguien que tenga la debida autoridad, es la ordenanza introductoria del Evangelio, y es necesario para ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das1.

    El Salvador defini claramente el propsito del bautismo cuando le dijo a Nicodemo: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espritu no puede entrar en el reino de Dios ( Juan 3:5).

    El bautismo autorizado es un requisito para morar en la presencia del Padre y del Hijo, pero me regocija el hecho de que tambin tenga otro propsito fundamental. El bautismo no slo es la puerta para entrar en la Iglesia del Seor y, posteriormente, al reino celestial; es, adems, la puerta hacia el proceso continuo, indispensable y precioso de llegar a ser perfectos en Cristo (Moroni 10:32, 33) que cada uno de nosotros necesita y desea. Este proceso, tal como lo describe el cuarto Artculo de Fe, comienza con la fe en el Seor Jesucristo, seguida del arrepenti-miento y el bautismo por inmersin para la remisin de los pecados, despus de lo cual se recibe el Espritu Santo.

    En trminos sencillos, a ese proceso con-tinuo lo llamamos conversin. Jess se refi-ri a eso al comenzar su conversacin con Nicodemo. En calidad de Gran Maestro, res-pondi la pregunta subyacente de Nicodemo sobre lo que deba hacer para salvarse al de-cirle: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios ( Juan 3:3).

    El nacer de nuevo requiere algo ms que el bautismo, como lo explic el lder DavidA. Bednar, del Qurum de los Doce Apstoles:

    El nacer de nuevo espiritualmente [des-crito en las Escrituras] por lo general no ocurre de forma rpida ni todo a la vez, sino que es un proceso continuo, y no un acontecimientonico

    Comenzamos el proceso de nacer de nuevo al ejercitar fe en Cristo, al arrepentir-nos de nuestros pecados y al ser bautizados por inmersin para la remisin de los peca-dos por alguien que tiene la autoridad del sacerdocio. Pero otros pasos esenciales en el proceso de nacer de nuevo son la inmer-sin y la saturacin totales en el evangelio del Salvador2.

    Nacer de nuevo es otra definicin para la conversin; es tener un corazn quebran-tado y un espritu contrito, que fue lo que el Salvador describi como la nica ofrenda que l aceptar (vase 3 Nefi 9:1920). Ciertamente, ninguno de nosotros podr ver el reino de Dios hasta que haya experimen-tado este gran cambio en su corazn (Alma 5:14; vanse tambin Mosah 5:2; Alma 5:26).

    Este proceso, que conduce a la remisin de nuestros pecados, comienza con la fe suficiente para arrepentirnos y bautizarnos. Mormn explic este punto cuando ense: Y las primicias del arrepentimiento es el bautismo; y el bautismo viene por la fe para cumplir los mandamientos; y el cumplimiento de los mandamientos trae la remisin de los pecados (Moroni 8:25).

    Como muchos miembros de la Iglesia, yo no tuve la notable experiencia de conversin que han tenido Glen y otras personas. Nac de buenos padres (1 Nefi 1:1; vase tambin Ens 1:1) y me bautizaron a los ocho aos.

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 17

    Cmo puede una persona que se bautiza a los ocho aos tener el mismo tipo de con-versin que aquellos que se unen a la Iglesia cuando son mayores?

    Una puerta a la conversin perdurableste es uno de los conceptos ms maravi-

    llosos que podemos llegar a entender sobre la puerta llamada bautismo: El bautismo no es el punto de destino, ni siquiera al ir acom-paado por el elemento esencial del don del Espritu Santo; es la puerta al proceso conti-nuo de conversin verdadera y perdurable que dura toda una vida.

    Como sucede con todo miembro nuevo, comienza con el bautismo, para demostrar el deseo sincero, basado en la fe, de hacer la voluntad del Padre; y contina con un anli-sis detallado y sincero de todos nuestros pe-cados anteriores y un esfuerzo incondicional por dejar de cometerlos, confesarlos, hacer restitucin si es posible y no volver a ellos jams. Despus del bautismo, recibimos el derecho a la compaa constante del Espritu Santo, supeditado a que recordemos siempre al Salvador en todo lo que pensemos, ha-gamos y seamos. De ese modo se nos hace limpios (vase 2 Nefi 31:17).

    Pero qu pasa si cometemos pecados despus de haber sido bautizados? Est todo perdido? Gracias a Su misericordia, nuestro Padre ha tomado medidas en previsin de nuestras debilidades humanas. Podemos vol-ver a iniciar el proceso de fe y esperanza en Cristo y de arrepentimiento sincero; pero en este caso y en los subsiguientes, como regla, no es necesario repetir la ordenanza del bau-tismo; en su lugar, el Seor ha proporcionado la ordenanza de la Santa Cena. Esa ordenanza nos da la oportunidad semanal de hacer un examen introspectivo (vase 1 Corintios 11:28)

    y de colocar simblicamente nuestros peca-dos en el altar del Seor al arrepentirnos con sinceridad, procurar una vez ms Su perdn yseguir adelante en vida nueva.

    se es el proceso al que se refera el rey Benjamn cuando habl de [despojarse] del hombre natural, y [hacerse] santo por la expiacin de Cristo el Seor (Mosah 3:19). Es al hecho de librarnos de nuestras cargas y literalmente al proceso de exaltacin a lo que se refera Pablo cuando dijo que somos sepultados juntamente con l para muerte por medio del bautismo, a fin de que como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambin nosotros andemos envidanueva

    Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con l, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos ms al pecado (Romanos 6:4, 6).

    se es el proceso continuo y acumulativo que nos permite regocijarnos con los nge-les en la misericordia y los mritos de Cristo (vase Alma 5:26). Comprende tambin el crecimiento espiritual que est a nuestra disposicin al recibir las ordenanzas que se ofrecen en las ordenaciones del sacerdocio y en el templo, y al guardar los convenios relacionados con ellas.

    Ruego que cada uno de nosotros obtenga una comprensin ms completa de la necesi-dad del bautismo; de la puerta que nos abre al proceso de conversin, que dura toda la vida; y del misericordioso amor expiatorio de nuestro Salvador, que est a la puerta (Apocalipsis 3:20) y nos invita a entrar y morar con l y con el Padre para siempre.

    NOTAS 1. Gua para el Estudio de las Escrituras, Bautismo,

    Bautizar, scriptures.lds.org. 2. Vase de DavidA. Bednar, Os es necesario nacer

    denuevo, Liahona, mayo de 2007, pg. 21.

  • 18 L i a h o n a

    La vida de estas tres familias cambi al asistir al programa de puertas abiertas del Templo de Quetzaltenango, Guatemala.

    Un nuevo templo, TRES NUEVAS OPORTUNIDADES

  • Por Don L. SearleMisionero mayor, rea Centroamrica, 20122014

    El comienzo de una nueva vidaEn el verano de 2011, la familia Wundram se preparaba

    para mudarse de Guatemala a Estados Unidos a fin de que Carlos Wundram, que es mdico, pudiera seguir estudios avanzados.

    Cuando ya estbamos listos para irnos, algo me de-tuvo, recuerda l. Adriana, la esposa, tuvo los mismos sentimientos; as que, oraron juntos y ambos recibieron laconfirmacin de que no deban irse.

    Cancelaron sus planes y quedaron preguntndose qu tendra Dios reservado para ellos. Cuatro meses despus lodescubriran.

    Carlos haba sido miembro de la Iglesia desde los ca-torce aos, pero se haba inactivado alrededor del tiempo en que comenz los estudios universitarios, a los veintin aos.

    Adriana, aunque no era miembro, por mucho tiempo haba querido casarse con un Santo de los ltimos Das. Tena una buena amiga, miembro de la Iglesia, que se haba casado con un ex misionero que era tierno, amo-rosoyatento con ella; Adriana quera un esposo como l.

    Cuando empezaron a salir juntos, Adriana y Carlos nohablaron de la religin de l, pero l demostraba mu-chas de las cualidades del esposo de la amiga de ella; nose comportaba como si fuera superior a ella. Despus de quese casaron y tuvieron hijos, Adriana apreciaba el hecho de que l baara a los nios y les cambiara lospaales!

    A medida que sus tres hijos crecan, comenzamos a pensar que debamos acercarnos ms a Dios, dice Carlos. No encontraron lo que buscaban en la iglesia cristiana a laque asistieron durante un tiempo, pero el sentimiento deque necesitaban acercarse ms a Dios persista.

    Una vez que cancelaron los planes de mudarse a Estados Unidos, decidieron hacer algunas mejoras en su casa, entre ellas comprar ventanas nuevas. El hombre que fue a instalarlas, Jos Mena, de inmediato les cay bien. Unda, comenzaron a hablar con l de religin; l les dijo que era miembro de La Iglesia Jesucristo de los Santosde

    los ltimos Das y Carlos respondi que l tambin lo era pero que desde haca tiempo no asista a las reuniones.

    La prxima vez que el hermano Mena fue a trabajar en las ventanas, llev consigo un Libro de Mormn y un ejemplar de la revista Liahona para cada miembro de la familia. Al leer la revista, Carlos empez a tener sentimien-tos espirituales que le eran familiares. Otro da, el hermano Mena los invit a asistir al programa de puertas abiertas delTemplo de Quetzaltnenango, Guatemala.

    Al entrar al templo, los hijos de los Wundram empeza-ron a preguntar: Pap qu tenemos que hacer para ser miembros de esta Iglesia?. Cuando salan, Rodrigo, su hijo menor, que tena diez aos, se qued atrs y, con ayuda de la madre, llen una tarjeta solicitando que los misioneros los visitaran.

    Poco despus, la familia se reuni con los misioneros. No quera presionar a mi familia para que se bautizara, dice Carlos. Pero ellos verdaderamente sintieron el Espritu por s mismos.

    Adriana y los hijos se bautizaron en diciembre de 2011, pocos das antes de la dedicacin del Templo de Quetzaltenango. La gran bendicin que Dios me dio fue que yo los bautizara, afirma l. Un ao despus, la fami-lia se sell en el templo, lo que fue una ocasin de gran regocijo para todos.

    TRES NUEVAS OPORTUNIDADES

  • 20 L i a h o n a

    La oportunidad de sellarseCuando Ana Victoria

    Hernndez, que no era miem-bro de la Iglesia, se cas con Belbin Caldern, l era miembro inactivo porque trabajaba los domingos. Sin embargo, Belbin dice que un fuerte sentimiento lo hizo volver al redil. Dej mi empleo porque quera volver a la Iglesia, comenta. Despus de que l volvi a ser activo en la Iglesia, la esposa not que era ms humilde y que en su hogar haba ms unidad.

    Aunque Belbin tena la esperanza de que ella se in-teresara en el Evangelio, nunca trat de presionarla. Un domingo, mientras limpiaba la estantera con los libros, Ana Victoria encontr uno de los libros que l tena sobre la historia de la Iglesia; por curiosidad, comenz a leerlo, ylos relatos de los sacrificios que hicieron los pioneros laconmovieron profundamente.

    Pocas semanas despus, les lleg el ejemplar de octubre de 2011 de la revista Liahona, que era una edicin especial dedicada al Libro de Mormn. Otra vez, por curiosidad, Ana Victoria empez a leer el Libro de Mormn y en seguida se dio cuenta de que no slo hablaba de historia sinoque tambin contena las palabras de profetas. Empez a ir a la reunin sacramental con el esposo y los hijos.

    Despus, fue con su familia al programa de puertas abiertas del Templo de Quetzaltenango, donde le emo-cion enterarse de que su familia poda sellarse por la eter-nidad. Eso me toc profundamente y sent la necesidad de sellarme a ellos, dice. As que, empez a tomar las leccio-nes misionales, y el 7 de diciembre de 2011, se bautiz; cuatro das despus asisti a la dedicacin del templo.

    En diciembre de 2012, el hermano y la hermana Caldern se sellaron en el templo con sus hijos. Ana Victoria comenta que es imposible describir la felici-dad que siente al saber que puedo estar con mi familia para siempre; y Belbin afirma que la certeza que les da su sellamiento es la bendicin ms grande que podra haberimaginado.

    El templo conmovi su esprituLa construccin de un templo en Quetzaltenango,

    Guatemala, hizo que se cumpliera el sueo de Mnica Elena Fuentes lvarez de Mndez. Mnica es hija de una pionera de la Iglesia que inculc en ella amor por el Evangelio y por todas sus bendiciones. Su madre, Magda Ester lvarez, se bautiz en 1953, seis aos despus de que llegaran al pas los primeros misioneros Santos de losltimos Das.

    Mnica creci asistiendo a la Iglesia y, con el tiempo, secas con Enio Mndez, un buen hombre que no era miembro. Aunque Enio apoyaba a su esposa e hija en las actividades de la Iglesia y senta admiracin por los miembros, no mostraba inters en bautizarse. No obs-tante,Mnica recuerda que su madre le deca que un da su esposo sera miembro. Nunca perd la fe, dice, aun cuando no tena idea de cmo se llevara a cabo esaconversin.

    Su madre gozaba de las bendiciones de asistir peridica-mente al Templo de la Ciudad de Guatemala y sinti gran felicidad en 2006, cuando se anunci la construccin de untemplo en Quetzaltenango; pero Magda lvarez pade-ca una enfermedad fatal y falleci en 2008, antes de que seconstruyera ese templo.

    Durante el programa de puertas abiertas del Templo de Quetzaltenango, Mnica y su hija, Mnica Esther Mndez Fuentes, prestaron servicio como guas. Enio las acompa y, sin que ellas lo supieran, volvi a asistir al programa de puertas abiertas otras dos veces.

    Al salir juntas del templo el ltimo da del programa, madre e hija se preguntaban si lo que Magda lvarez

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 21

    habapredicho con respecto a Enio llegara alguna vez ahacerse realidad.

    l siempre haba pensado que el hecho de que l fuera miembro de una iglesia y que la esposa y la hija lo fueran de otra estaba bien, con tal de que mutuamente respetaran sus creencias. Pero lo que vivi durante el programa de puertas abiertas del templo le dio mucho en qu pensar. Empec a ayunar y a orar sin decirles nada, comenta. Tambin se retir a las montaas, adonde le gusta ir para meditar. Le pregunt al Seor: Qu debo hacer?. En realidad, l ya saba qu era lo correcto, pero tena que resolver ciertas dudas.

    Enio se bautiz en abril de 2012, un acontecimiento profundamente emocionante para la esposa y la hija.

    En octubre de 2013, la familia Mndez se sell en el Templo de Quetzaltenango. La hermana Mndez expres la gran alegra que sintieron al alcanzar una meta eterna y la esperanza que tienen de permanecer fieles hasta el fin de su vida.

    RESPLANDECE COMO UNA JOYA

    En la ceremonia de la piedra angular, antes de la de-dicacin del Templo de Quetzaltenango, Guatemala, el presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, prometi lo siguiente: Este templo traer familias eternas a este lugar y a este pas1. Entre los hijos e hijas de Lehi2, como los descri-bi el presidente Uchtdorf, el templo se ha convertido en un faro de esperanza. Adems, se refiri a la belleza del edificio, diciendo: Tiene un resplandor como el de una joya, y es una joya para esta regin3.

    EL TEMPLO DE QUETZALTENANGO, GUATEMALA

    El presidente GordonB. Hinckley (19102008) loanunci el 16 de diciembre de 2006

    El presidente Dieter F. Uchtdorf lo dedic el 11dediciembre de 2011

    126.000 visitantes asistieron al programa de puertas abiertas que se realiz en noviembre de 2011

    Es el templo nmero 136 en funcionamiento en elmundo

    Es el segundo templo en Guatemala (despus del Templo de la Ciudad de Guatemala, dedicado porel presidente Hinckley en 1984)

    La superficie del edificio es de 1.959 m2 (21.085 pies cuadrados)

    El distrito del templo abarca: 60.000 miembros en 15estacas y 7 distritos

    NOTAS 1. Dieter F. Uchtdorf, citado por Jason Swensen en Quetzalte-

    nango Guatemala Temple: This Temple Will Bring Eternal Families to This Place and Country, Church News 11 de diciembre de 2011, ldschurchnews.com.

    2. Oracin Dedicatoria del Templo de Quetzaltenango, Guatemala, vase en ingls en: ldschurchtemples.com/quetzaltenango.

    3. Dedication Held for Quetzaltenango Guatemala Temple, Church Newsroom, 11 de diciembre de 2011, mormonnewsroom.org.

  • 22 L i a h o n a

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 23

    Por Amy HarrisProfesora de historia y genealoga en la Universidad Brigham Young

    Durante muchos aos, cada vez que asista al templo, pensaba en mi tatarabuela Hannah Mariah Eagles Harris (18171888), pero no porque tuviera que llevar a cabo la obra vicaria del templo por ella.

    Mariah (como prefera que la lla-maran), es una de las razones por las que mi familia est en la Iglesia. Ella se bautiz en 1840 en Inglaterra, recibi la investidura en Nauvoo, Illinois, se sell a su esposo en Winter Quarters, Nebraska, y falleci en Utah. Al pensar en ella mientras me encontraba en el templo, no pensaba en la necesidad de efectuar sus orde-nanzas, sino en cmo esas ordenanzas nos unan a ambas a travs del tiempo y del espacio.

    Cuando yo era nia, viv en el mismo pueblo en el que ella vivi y, con el tiempo, visit Winter Quarters, Nauvoo, y la pequea comunidad inglesa donde ella naci. Me qued sorprendida al ver las enormes distancias que ella haba via-jado, as como las marcadas diferencias que existan entre su vida y la ma.

    Sin embargo, a pesar del lapso de tiempo, espacio y cir-cunstancias que nos separan, me siento conectada a mi ta-tarabuela mediante el convenio del sellamiento y al conocer su vida. Esa conexin esclarece las razones que hay detrs de la obra de historia familiar, desde un punto especfico, yde la adoracin en el templo, de modo ms general.

    El participar en la investigacin de historia familiar nos

    ensea la inmensidad y la magnitud de la creacin de Dios, y recalca el alcance individual y misericordioso de la expia-cin de Cristo.

    Un amor ms grande mediante la historia familiar

    El Seor ha enseado que aunque los mundos que l ha creado para Sus hijos son incontables para el hombre para m todas las cosas estn contadas, porque son mas y las conozco (Moiss 1:35). La obra de historia familiar y la obra del templo nos brindan la oportu-nidad de unirnos a la obra de salvacin de Jesucristo1. El hacerlo, nos sirve para aprender a amar a nuestras familias, ve-

    cinos y a quienes conocemos, y ser misericordiosos hacia ellos, ya que todos son nuestros hermanos y hermanas2.

    Al recordar a nuestros propios antepasados, reconoce-mos el alcance del plan y de la creacin de nuestro Padre Celestial. El Seor cre un lugar en el que pudisemos ser probados y tener fe, pero debido a que muy pocas personas tienen la oportunidad de recibir la plenitud de los convenios de Dios mientras estn en la Tierra, la mise-ricordia de la obra vicaria nos recuerda que el Seor ama a todos Sus hijos y ha proporcionado la manera para que todos puedan elegir aceptar las bendiciones plenas del Evangelio, independientemente de sus circunstancias en lavida mortal (vase 2Nefi 26:2028, 3233).

    Adems, el aprender sobre la vida de nuestros antepasa-dos puede servir para recordarnos que no todo en la vida resultar fcil, que habr desengaos e injusticias en este

    LA MANERA EN QUE LA HISTORIA FAMILIAR NOS CAMBIA

    La bsqueda de datos de nuestra historia fa-miliar y el proporcionar las ordenanzas del templo para nuestros antepasados nos per-

    mite ver la inmensidad del plan de Dios, pero al mismo tiempo lo personal del mismo.

    DERE

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    el corazn y la mente

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    mundo cado. No obstante, el aprender sobre la vida de ellos y el llevar a cabo ordenanzas por ellos tambin puede recordarnos que nadie est fuera del alcance del amor de Dios (vase Romanos 8:3839).

    Esa verdad infundi nimo a mi abuela Mariah cuando laoy por primera vez en un sermn. En el perodo de 1840a 1841, durante la primera ola de bautismos vicarios que se efectuaron en el ro Misisip y en el parcialmente ter-minado Templo de Nauvoo, ella aprovech la oportunidad para bautizarse por su hermana fallecida, que haba muerto antes de que los misioneros llegaran a Inglaterra3. A pesar de que nunca conoc a Mariah, comparto con ella el amor que se siente por nuestros hermanos en la familia y el co-nocimiento de que ese amor puede perdurar ms all de la muerte gracias a las ordenanzas del templo. El compartir ese conocimiento con ella tambin me inspira amor por ella.

    No es de extraar que la emocin estuviera a punto dedominar al profeta Jos Smith debido a la bella y mise-ricordiosa doctrina de salvacin por los muertos, la cual describi como el ms glorioso de todos los [temas] que pertenecen al evangelio sempiterno (D. y C. 128:17): Griten de gozo las montaas, y todos vosotros, valles, clamad en voz alta; y todos vosotros, mares y tierra seca, proclamad las maravillas de vuestro Rey Eterno! Ros,

    arroyos y riachuelos, corred con alegra! Alaben al Seor los bosques y todos los rboles del campo; y vosotras, rocas slidas, llorad de gozo! Canten en unin el sol, la luna y las estrellas del alba, y den voces de alegra todos los hijos de Dios! Declaren para siempre jams su nom-brelascreaciones eternas! (D. y C. 128:23)4.

    Al igual que Mariah, quien fue con entusiasmo a que labautizaran por su hermana, otros de los primeros santos sentan el mismo regocijo. Uno de esos primeros santos, Sally Carlisle, escribi: Qu glorioso es el creer y ahora poder ser bautizados por todos nuestros amigos fallecidos y salvarlos remontndonos hasta donde nos sea posible adquirir cualquier conocimiento de ellos5.

    Por todos, y por cada persona individualComo lo demuestran estos ejemplos, las necesidades

    decada persona dan equilibrio a la inmensidad de la historia familiar. Aprendemos no slo acerca de la magni-tud del amor del Seor, sino tambin de su profundidad, ya que lse preocupa por la persona de forma individual. ElSeor, que ve el pajarillo que cae a tierra y que busca laoveja perdida de las cien que tena (vanse Mateo 10:29; Lucas 15:4), no nos redime en masa, sino uno a uno, al igual que ministr a la gente durante Su ministerio terrenal,

    En cuanto a la doctrina de la salvacin de los muertos, el profeta JosSmith escribi: Griten de gozo las montaas, y todos vosotros, valles, clamad en voz alta; y todos vosotros, mares y tierra seca, proclamad las maravillas de vuestro Rey Eterno! Ros, arroyos yriachuelos, corred con alegra! Alaben al Seor los bos-ques y todos los rboles del campo; y vosotras, rocas slidas, llorad de gozo! Canten en unin el sol, la luna y las estrellas del alba, y den voces de alegra todos los hijos de Dios! Declaren para siempre jams su nombre lascreaciones eternas! (D. y C. 128:23).

  • F e b r e r o d e 2 0 1 5 25

    y as como bendijo a la gente que se haba congregado enel templo en Abundancia (vase 3Nefi 17).

    De igual manera, el Seor ense a los primeros santos una norma meticulosa de llevar registros de la obra vicaria que se efecta por cada persona (vase D. y C. 128:15,24); por lo tanto, llevamos a cabo una labor detallada para iden-tificar a los antepasados individualmente, no slo catlogos de nombres. Mediante esta obra, captamos un destello de lamisericordia de Dios, de Su compasin y del valor decada alma.

    Adems, el conocer las historias de la vida de nuestros antepasados nos ayuda a amarlos, sin importar sus fallas ni sus debilidades. Al conocer la forma en que las vicisitudes de la vida moldearon las decisiones de nuestros antepa-sados, sentimos compasin por ellos. Ese proceso debera perfeccionar nuestra habilidad para cultivar la misma clase de amor por las personas que viven, tanto las de nuestra familia como por todos los hijos de Dios. El sentir de ma-nera ms convincente que todas las personas son hijos de padres celestiales, incluso la mayora de las que vinieron a la Tierra sin tener la oportunidad de recibir los convenios y las ordenanzas, nos permite apreciar que la vida es una prueba de fe y de entereza para todos los seres que han vivido, de acuerdo con la manera en que empleen la luz que [Dios] les da6.

    La influencia purificadora de la obra de historia familiar puede aumentar nuestra propia capacidad de amar. Si llega-mos a amar a personas que murieron hace mucho tiempo, que vivieron de manera tan diferente a la nuestra, entonces no llegaremos a reconocer cun amoroso y misericordioso es Dios con nosotros? Y no podremos entonces amar a nuestra familia y vecinos, y ser compasivos ante sus faltas?

    Cuando otras personas ven la nica fotografa que existe de mi abuela Mariah, con frecuencia comentan que su apa-riencia les parece triste o desagradable; y yo inmediatamente la defiendo, porque la conozco. Conozco a la persona que

    camin a lo largo de la ribera del ro Severn cuando era nia y cuando era una madre con hijos pequeos; conozco a la persona que zarp para cruzar el ocano y que durante el trayecto dio a luz a su cuarto hijo; conozco a la persona que envi a su esposo a la guerra y que perdi a un beb durante su ausencia; conozco a la persona que camin mil seiscientos kilmetros para llegar a un nuevo hogar en el de-sierto del oeste de los Estados Unidos; conozco a la persona que trabaj, que hizo convenios, que labr la tierra y que am. Al conocerla a ella, percibo, en parte, el amor de nues-tros padres celestiales por ella y por cada uno de Sus hijos.

    Historia familiar: La magnitud yelalcance misericordioso

    El objetivo de la historia familiar no es usar la computa-dora, ni leer manuscritos antiguos ni tomar apuntes y citas detallados; sas son herramientas o funciones de la historia familiar, pero no son el objetivo de la misma; ni tampoco captan la importancia de por qu los Santos de los ltimos Das buscan los datos de sus antepasados. La historia fami-liar, bsicamente, nos ensea la magnitud de la creacin y de la redencin, y al mismo tiempo nos recuerda el alcance individual y misericordioso de la expiacin de Cristo.

    El buscar los datos de nuestros antepasados puede tener un efecto similar en nuestro corazn y en nuestra mente al darnos cuenta de que todas esas personas incontables como las arenas sobre la playa del mar (Moiss 1:28) son hijos de padres celestiales a quienes Ellos aman y conocen. No es de extraar que Jos describiera la entrada al reino celestial como el pasar por una puerta de incom-parable belleza (D. y C. 137:2), porque qu podra ser ms incomparablemente bello que el ser salvos con aque-llos a quienes conocemos y amamos y que, al igual que nosotros, tambin han sido redimidos por el grandioso y personal amor de Dios? Espero con gran entusiasmo en-contrarme con la abuela Mariah ante esa puerta.

    NOTAS 1. Vase Enseanzas de los Presidentes de la

    Iglesia: Jos Smith, 2007, pg. 504. 2. El lder RussellM. Nelson ha enseado que

    una de las funciones del espritu de Elas el profeta una manifestacin especial del Esp-ritu Santo es dar testimonio de la naturaleza divina de la familia. Esto puede significar tanto la naturaleza divina de nuestras rela-ciones familiares terrenales, como tambin la divinidad y el potencial de todos los hijos de Dios. Vase de RussellM. Nelson, Un nuevo tiempo para la cosecha, Liahona, julio de

    1998, pg. 36. Vase tambin de RichardG. Scott, El gozo de redimir a los muertos, Liahona, noviembre de 2012, pg. 95

    3. Mariah Harris, bautizada por la hermana Edith Eagles, 1841, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ltimos Das, Actas de bautismos vicarios de Nauvoo, 18401845, Biblioteca de Historia Familiar, EE. UU./Canad microfilme 485753, artculo 2, Tomo A, pg. 42.

    4. Para una charla ms a fondo de cmo la muerte de miembros de la familia Smith influyeron para que Jos Smith buscara respuestas sobre la salvacin de los muertos,

    vase de RichardE. Turley Jr., The Latter- day Saint Doctrine of Baptism for the Dead (charla fogonera sobre historia familiar en laUniversidad Brigham Young, 9 de noviem-bre de 2001), familyhistory.byu.edu.

    5. Sally Carlisle, en Steven Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants: A Guided Tour through Modern Revelations, 2008, pgs. 470471.

    6. Enseanzas: Jos Smith, pg. 431; vanse tambin Deuteronomio 8:2; Moroni 7:16; Doctrina y Convenios 76:4142; 127; 137:79; Abraham 3.

  • 26 L i a h o n a

    Se han preguntado alguna vez por qu fueron enviados a la tierra ahora en vez deuntiempo diferente de la historia? Cmo habra sido estar al lado de Moiss o ser amigo de Mara, la madre de Jess? Cmo habra sido vivir en Nauvoo cuando el profeta Jos ca-min por las calles o se uni a otros jvenes mien-tras tiraban y empujaban sus carros de mano miles de kilmetros para ir a un nuevo hogar en el valle delLagoSalado?

    A veces contemplamos los das de antao o lugares diferentes y nos peguntamos: Por qu no yo? Por qu estoy en este lugar, y por qu ahora?.

    Por el lder NeilL. AndersenDel Qurum de los Doce Apstoles

    Mis das de templos y tecnologa

    stos son sus das, para que vuelvan ms plenamente su corazn hacia sus antepasados

    ylleven las ordenanzas de salvacin amillonesde sus familiares.

  • Mis das de templos y tecnologa

  • 28 L i a h o n a

    Ustedes no son los primeros en pregun-tarse sobre el tiempo y el lugar en el que vi-ven; un profeta que vivi en las Amricas se hizo las mismas preguntas. Se llamaba Nefi, no el Nefi que est al comienzo del Libro de Mormn, sino Nefi el hijo de Helamn, el segundo, y bisnieto del profeta Alma, hijo.

    En el mundo en el que Nefi viva, el di-nero, el poder y la popularidad eran ms importantes que lo que era correcto. Mucha gente desobedeca abiertamente los manda-mientos; mentan, tomaban lo que no les per-teneca y no observaban la ley de castidad. A los que guardaban los mandamientos los ridiculizaban y maltrataban (vanse Helamn 7:45, 21; 8:2, 5, 78).

    cuando Nefi vio [esas cosas], su cora-zn se llen de dolor y exclam con la angustia de su alma:

    Oh, si hubiese vivido en los das en quemi padre Nefi primero sali de la tierra de Jerusaln, para haberme regocijado con l en la tierra de promisin! Entonces su pueblo era fcil de persuadir, firme en guardar los mandamientos de Dios, y tardo en dejarse llevar a la iniquidad; y era pronto para escu-charlas palabras del Seor.

    S, si hubiesen sido aquellos das los mos, entonces mi alma se habra regocijado en la rectitud de mis hermanos (Helamn 7:68).

    Nefi fue un extraordinario profeta de Dios; no obstante, por un momento, se pregunt por qu se encontraba viviendo en la tierra durante su poca. l saba que el Salvador habra de venir a la tierra en un futuro no muy distante, pero, por el momento, pareca que los bellos acontecimientos que estaban apunto de ocurrir parecan eludirlo.

    Slo veinte aos desde el momento en que l habl, habra una noche sin oscuridad y Jess nacera en Beln. Cincuenta y cinco aos desde entonces, el Salvador, resucitado y glorificado, descendera de los cielos ante los santos de la tierra de Abundancia. El hijo de Nefi estara all, y el Salvador le hablara perso-nalmente y lo ordenara como uno de los doce discpulos seleccionados en el hemisferio occi-dental. Podramos suponer que las hijas e hijos, nietas y nietos de Nefi se encontraban entre los 2.500 santos a quienes Cristo invit a acercarse, uno por uno, y personalmente tocaran las marcas de los clavos en Sus manos y Sus pies. No sera difcil creer que los bisnietos de Nefi se encontraban entre esos nios pequeos que

    Quiero desafiar a cada uno de ustedes a que se fije la meta personal de ayudar a preparar el mismo nmero de nombres para el templo que elnmero de bautis-mos que efecte all.

  • el Salvador bendijo, uno por uno, que fueron rodeados por fuego y a quienes ngeles les ministraron. Si Nefi hubiese visto claramente el futuro de su recta familia y amigos, segura-mente no habra deseado alterar el tiempo de su estancia en la Tierra.

    Afortunadamente, Nefi sigui siendo recto, ense al pueblo con valor, obr poderosos milagros y, junto con el profeta Samuel, pro-fetiz de la venida inminente del Salvador. El Seor, en Sus propias palabras, prometi que bendecira a Nefi para siempre (vase Helamn 1011; 16).

    A pesar de que haba tenido dudas con respecto a su tiempo y lugar, termin con palabras sumamente poderosas: Pero he aqu stos [son] mis das (Helamn 7:9).

    Mis amados jvenes hermanos y hermanas, stos son sus das; ustedes han sido escogidos para vivir en los ltimos aos que precedern el regreso del Salvador a la Tierra. No sabe-mos el da ni el ao exactos de Su venida, pero fcilmente podemos ver las seales quela preceden1.

    Un da, as como Nefi lleg a ver el lugar vital que ocupaba en la preparacin de los

    nefitas para la venida del Salvador, nosotros miraremos atrs y veremos la gloriosa bendi-cin que tuvimos de vivir en nuestra poca mientras preparbamos al mundo para el regreso del Salvador. Veamos ms all de las dificultades y los obstculos que enfrentamos hacia nuestros importantes propsitos y a los gloriosos das futuros. Hagamos eco de las palabras de Nefi: stos son mis das.

    Al ser stos sus das, qu es lo que el Seor les pide? Primeramente, han de tomar sobre ustedes el nombre de Jesucristo. Aprendan acerca de l y de Su amor e inefable bondad hacia ustedes, y tomen la determinacin de que siempre guardarn Sus mandamientos. Han de seguir al Salvador, amar a Dios y servir a las personas que los rodean. Todos pode-mos tener el privilegio de vivir nuestra vida como discpulos de Cristo, ser guiados por SuEspritu y elevar a los que nos rodean.

    Un deber sagradoAlgunas experiencias se preservan para

    generaciones especficas. Quiero hablarles sobre uno de los deberes sagrados que us-tedes tienen y que nunca ha sido igual para

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    ninguna de las generaciones anteriores.Hace apenas unos aos que los templos

    han estado al alcance de la gente de todo el mundo. Con la dedicacin del Templo de Phoenix, Arizona, el 16 de noviembre de 2014, tenemos actualmente 144 templos en funcionamiento en el mundo. Cuando yo era joven, haba 13 templos en el mundo.

    Mi esposa, la hermana Kathy Andersen, y yo nos criamos en el estado de Florida, EE. UU. Cuando ella tena cinco aos, sus padres llevaron a la familia al templo para sellarse juntos por la eternidad. El viaje requera seis das en auto y viajar 4.000 km a travs de los Estados Unidos para ir al Templo de Salt Lake. Actualmente hay 47 templos que estn ms cerca de la casa donde ella viva en Florida que el Templo deSalt Lake.

    El presidente ThomasS. Monson ha alen-tado a la juventud de la Iglesia a ir a los tem-plos con frecuencia para efectuar bautismos por los muertos. l dijo: Ahora bien, mis jvenes amigos adolescentes, siempre tengan el templo en la mira. No hagan nada que les impida entrar por sus puertas y participar de las bendiciones eternas y sagradas que all se encuentran. Felicito a los que ya van

    con regularidad a efectuar bautismos por los muertos, que se levantan muy temprano por la maana para participar en dichos bautis-mos antes de asistir a la escuela. No puedo pensar en otro modo mejor para comenzar el da2.

    Ustedes han respondido al profeta del Seor, y cada ao, a millones de personas que estn al otro lado del velo se les da la oportunidad de aceptar el bautismo que se efectu por ellos. Ninguna otra generacin que haya vivido sobre esta tierra ha tenido un privilegio tan grandioso como el que uste-des tienen de entrar en la casa del Seor para colaborar en la salvacin de aquellos que nos han precedido.

    Como bien saben, hay un primer paso vital que nos permite llevar a cabo la sagrada obra del templo. Debemos buscar los datos y encontrar a esos miembros de nuestra familia que nos precedieron.

    En la primera visita que Moroni le hizo alprofeta Jos Smith, le indic a Jos que elcorazn de los hijos se [volvera] hacia sus padres (D. y C. 2:2). El profeta Jos explic ms tarde que los miembros de la Iglesia se habran de convertir en salvadores en

    El profeta Jos se refi-ri a esta obra como a un eslabn co-nexivo que conecta a las familias de una generacin a otra (D. y C. 128:18).

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    el monte Sin. Pero, cmo van a llegar a ser salvadores en el monte Sin?, pregunt. Edificando sus templos y yendo a recibir todas las ordenanzas en bien de todos sus antepasados que han muerto y en esto con-siste la cadena que une el corazn de los pa-dres alos hijos, y el de los hijos alospadres3.

    El profeta Jos se refiri a esta obra como a un eslabn conexivo que conecta a las familias de una generacin a otra (D. y C. 128:18). En la poca de Jos, el eslabn conexivo fsico lo elaboraban al ablandar yderretir dos piezas de metal en un horno, unindolas mientras an eran maleables, y luego dejndolas que se enfriaran y se endurecieran hasta que se convirtieran en una cadena irrompible. La importancia de la potente soldadura espiritual que nos une a todos para siempre se establece claramente en las Escrituras: Pues sin ellos nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden perfeccionarse sin nosotros (D. y C. 128:18).

    En el pasado, esta obra de encontrar nom-bres de familiares, de documentarlos y de llevarlos al templo era principalmente la obra de los miembros mayores de la Iglesia. Por qu era as? Porque requera una cantidad

    enorme de tiempo y esfuerzo. Muchas veces empezaban con grandes carretes que conte-nan registros microfilmados; significaba po-ner cuidadosa atencin a fechas y lugares, a gruesos libros histricos con acceso limitado y, a veces, a cementerios remotos.

    El poder encontrar a nuestros antepasados en lnea ha surgido en los ltimos aos, con adelantos tremendos en los ltimos meses. Los meses siguientes proporcionarn incluso mayor acceso.

    Si bien la generacin de ustedes ha sidosumamente devota a ir al templo, en los meses y aos venideros, ustedes sern igual de maravillosos para encontrar nombres y llevarlos al templo.

    Quiero desafiar a cada uno de ustedes a que se fije la meta personal de ayudar a preparar el mismo nmero de nombres para el templo que el nmero de bautismos que efecte all. (Para responder a este desafo, visita lds.org/go/3215002.) Hay algo potente en el hecho de buscar los datos de las perso-nas que necesitan las ordenanzas del templo, aprender quines son y luego participar cuando reciben esas ordenanzas sagradas. Es as como ustedes llegan a ser salvadores en

  • 32 L i a h o n a

    el monte Sin (vase Abdas 1:21 y D. y C. 103:9). Hay gozo y satisfaccin que slo se comprenden a travs de sentimientos espiri-tuales. Estamos unidos a nuestros antepasa-dos para siempre.

    Algunos de nuestros familiares han estado en la Iglesia durante muchas generaciones, y gran parte de la obra del templo de nues-tros antepasados directos ya se ha llevado a cabo. En 2013, por primera vez, pude ver a mi antepasados en un cuadro abanicado que aparece en lnea, que inclua a mi bisabuelo Niels Andersen, cuyo nombre me dieron, y a mi tatarabuelo Moroni Stocks, el primer miembro de la familia a quien se daba el nombre de un profeta del Libro de Mormn. Me fue posible ver docenas de fotografas de mis familiares en lnea. Tienen idea de laapariencia de sus bisabuelos?

    Cmo encontrar a nuestros primosSi su cuadro genealgico no est tan

    completo como el mo, la primera responsa-bilidad que tienen es llenarlo lo mejor que puedan. Todos los meses hay cada vez ms informacin disponible.

    Si el cuadro de ustedes est igual de

    completo que el mo, todava hay trabajo muy importante que realizar; la obra sigue y sigue. No estar completo ni aun cuando el Salvador regrese. Cuando nuestro cuadro parezca estar completo, ayudamos a otras personas a encontrar a personas que estn en sus lneas, y encontramos a aquellos que estn estrechamente relacionados a las perso-nas de nuestro rbol genealgico. Lo defini-mos como encontrar a nuestros primos.

    Cmo encontramos a nuestros primos? De dos maneras.

    Primero, vamos a nuestro cuadro y encon-tramos a aquellos que estn estrechamente relacionados con nuestros abuelos o abuelas en cuarto grado. Por ejemplo, yo podra as-cender en mi cuadro hasta la abuela Frances Bowen Evans y despus ver a las familias de los hermanos y hermanas de ella; tuvo cinco hermanas y dos hermanos. De ese modo, puedo encontrar a mis primos.

    La segunda manera de ayudar a encontrar a nuestros primos es ayudar a quienes nos ro-dean. Empezamos con el cuadernillo especial titulado Mi familia. Si la familia de ustedes apenas empieza a efectuar la historia familiar, llenen ese cuadernillo, o si el rbol de ustedes

    Cuando nos vemos a nosotros mismos en la perspectiva de nuestra familia, los que nos precedieron y los que vienen des-pus de nosotros, nos damos cuenta de que somos parte de un vnculo maravilloso que nos une.

  • se parece al mo, lleven el cuadernillo a un miembro nuevo o a alguien que no haya participado de manera tan activa en la Iglesia como la familia de ustedes, y aydenlos a buscar los datos de su familia. Al hacerlo, los ayudarn a traer a otras personas al templo. stos son sus hermanos y hermanas, pero tambin nos gusta llamarlos sus primos.

    Todos somos hermanos y hermanas en la familia de nuestro Padre. Nuestras propias familias no se organizan al azar. El presidente Monson ha dicho: Descubrimos algo de nosotros mismos cuando aprendemos sobre nuestros antepasados4.

    Cuando nos vemos a nosotros mismos en la perspectiva de nuestra familia, los que nos precedieron y los que vienen despus de no-sotros, nos damos cuenta de que somos parte de un vnculo maravilloso que nos une. A me-dida que busquemos sus datos y llevemos sus nombres al templo, les damos algo que no pueden obtener sin nosotros. Al hacerlo, nos conectamos a ellos y el Seor, por medio de Su Espritu, confirma a nuestra alma la impor-tancia eterna de lo que estamos haciendo.

    El presidente Monson dijo: Aquellos que comprenden las bendiciones eternas que se reciben mediante el templo saben que ningn sacrificio es demasiado grande, ningn precio demasiado caro ni ningn esfuerzo demasiado difcil para recibir esas bendiciones5.

    A sus palabras agrego que las bendicio-nes y el poder de los cielos les esperan a nuestros familiares que nos han precedido cuando acepten las ordenanzas que efectue-mos por ellos en los santos templos. Ellos han terminado su vida terrenal, pero conti-nan viviendo. Llegamos a ser salvadores en el monte Sin y estamos unidos a ellos para siempre.

    Ustedes nacieron en una poca de templos y tecnologa, y stos son sus das para volver ms plenamente su corazn hacia sus padres.

    Al tratar de contribuir a esa obra sagrada, aumentar su propio conocimiento y fe en el Salvador y recibirn un testimonio ms certero de que la vida contina ms all del velo. Adems, recibirn proteccin contra las tentaciones que los rodean y se prepararn a ustedes mismso y al mundo en el que viven para la segunda venida del Salvador.

    S que la vida contina ms all del velo. Testifico que Jess es el Cristo. l es nues-tro Salvador y Redentor. l vive. Su gloriosa expiacin permite que esas ordenanzas del templo perduren para siempre. Tomado del discurso: Encontremos a nuestros primos, pronunciado en el devocional para jvenes del Da de Descubrimiento Familiar, en conexin con la Conferencia de Historia Familiar RootsTech 2014, en Salt Lake City, Utah, el8 de febrero de 2014. Para saber ms, visite LDS.org/go/Andersen215002. Para ver los discursos de este ao que se dieron el 14 de febrero, visite lds.org/discoverfamily/spa.

    NOTAS 1. Vase de Dallin H. Oaks,La preparacin para la

    Segunda Venida, Liahona, mayo de 2004, pgs. 710. 2. Vase de Thomas S. Monson, El Santo Templo: Un

    faro para el mundo, Liahona, mayo de 2011, pg. 93. 3. Enseanzas de los Presidentes de la Iglesia: Jos Smith,

    2007, pgs. 504- - 505. 4. Vase de Thomas S. Monson, Verdades constantes para

    tiempos cambiantes, Liahona, mayo de 2005, pg. 21. 5. Thomas S. Monson, El Santo Templo: Un faro para el

    mundo, pg. 92.

    CMO CREAR TU RBOL FAMILIAR1. Haz clic en el nombre de un antepasado que naci

    antes de 1830. Abajo del recuadro de informacin sobre ese antepasado, haz clic en rbol.

    2. En la parte superior izquierda de la pantalla, haz clic en Vista y selecciona Descendencia. Los iconos de colores que aparecen a la derecha indicarn intervalos en los que falten descendientes.

    3. Los consultores de historia familiar del barrio o de la rama te pueden guiar a los registros donde se podra localizar informacin acerca de esos descendientes. Para ponerte en contacto con un consultor, haz clic en el vnculo Reciba ayuda en la parte superior derecha.

    4. Comparte tus conocimientos sobre historia familiar! Ensea a otros a seguir estos pasos.

  • 34 L i a h o n a

    Por RichardM. RomneyRevistas de la Iglesia

    Los domingos por la tarde nunca me tengo que preocupar por sa-ber dnde encontrar a mi padre, Paul Romney, que tiene 92 aos; est en su barrio de Salt Lake City, Utah, orde-nando y limpiando la capilla, tarea que le toma un poco ms de una hora.

    Se apoya en su andador y camina por el pasillo; se inclina en las bancas, al ir de hilera en hilera, para recoger papeles tirados, arreglar himnarios y juntar troci-tos de cereales o migajas de pan que se han cado al suelo. Es una tarea que ha llevado a cabo todos los domingos, con pocas excepciones, desde que lo orde-naron dicono en 1934.

    Prepararse para adorarLo hago para demostrar que amo

    al Seor, afirma. El tener una capilla limpia nos ayuda a adorar al Seor.

    Desde que era dicono, Paul Romney aprendi que sus deberes incluan el cuidado de las necesidades temporales del barrio. Pens que una de las mane-ras de hacerlo era ordenar todo despus de las reuniones, dice. De modo que simplemente empec a hacerlo, y lo he seguido haciendo desde entonces. Nunca ha sido una asignacin o llama-miento oficial, a pesar de que algunas veces ha ido los sbados para ayudar a las personas asignadas a hacer la

    ANTES de finalizar nuestro

    Paul Romney demuestra su amor por el Seor al limpiar y poner en orden la capilla.

    trayecto

  • limpieza del centro de reuniones, y a veces sus hijos lo han ayudado. Hace aos, cuando formaba parte del obispado, anim a los diconos a que participaran, pero la mayor parte del tiempo simplemente espera hasta que se termine la ltima reunin del da y entonces, sin alarde alguno, hace su parte a fin de mantener una casa de orden; y lo hace fielmente cada domingo.

    El ejemplo de mi padre me ha de-mostrado que no importa cules sean nuestras circunstancias, siempre pode-mos encontrar una manera de servir; me ha enseado en cuanto a la reve-rencia y a prepararme para adorar; y me ha ayudado a ver que es mucho lo que todos podemos aprender de aque-llas personas que nos preceden en este trayecto por la vida.

    Cambio de funcionesHe aprendido lecciones similares

    de los vecinos que viven al final de la calle. Larry Morgan, de 97 aos, y su esposa Elizabeth, de 94, han desem-peado con xito varias funciones en su vida juntos: esposo y esposa, padre y madre, as como la de misioneros mayores en Holanda. Cuando Larry tena 72 aos, fue llamado como con-sejero del obispado