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1 Contra el arancel Contra el arancel Una discusión crítica sobre los intereses y Una discusión crítica sobre los intereses y argumentos que impulsan la privatización argumentos que impulsan la privatización de la universidad pública argentina de la universidad pública argentina Debates Según la opinión de los autores, cuyo enfoque puede impulsar a la polémica, la universidad argentina enfrenta hoy una embestida de ma- yor envergadura y profundidad, cuyo abierto propósito es el de imponer definitivamente la lógica de lo privado en el funcionamiento de la educa- ción superior pública. Afirman que la necesidad de ofrecer un análisis de los argumentos e intereses de quienes pretenden avanzar hacia la privatización aplicando universalmente el arancel es hoy más urgente que nunca. Ese es el propósito del presente documento. Su originalidad reside en el examen crítico de los argumentos privatizadores en los pro- pios términos de quienes los sostienen. La trascendencia que ha cobra- do el enfoque unilateralmente económico motiva a los autores a dar la discusión partiendo de esos términos -aun cuando no son los de ellos- con el fin de revelar el carácter falaz de la mayoría de las razones esgri- midas. Ana Luz Abramovich, Mariana González, Axel Kicillof, Ariel Langer, Matías Mosse, Cecilia Nahón, Javier Rodríguez, Santiago Rodríguez y Leandro Serino* * Miembros de TNT Amortizados, agrupación de docentes y graduados de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

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1Contra el arancelContra el arancelUna discusin crtica sobre los intereses yUna discusin crtica sobre los intereses yargumentos que impulsan la privatizacin argumentos que impulsan la privatizacin de la universidad pblica argentinade la universidad pblica argentinaDebatesSegn la opinin de los autores, cuyo enfoque puede impulsar a lapolmica, la universidad argentina enfrenta hoy una embestida de ma-yor envergadura y profundidad, cuyo abierto propsito es el de imponerdefinitivamente la lgica de lo privado en el funcionamiento de la educa-cin superior pblica. Afirman que la necesidad de ofrecer un anlisisde los argumentos e intereses de quienes pretenden avanzar hacia laprivatizacin aplicando universalmente el arancel es hoy ms urgenteque nunca. Ese es el propsito del presente documento. Su originalidadreside en el examen crtico de los argumentos privatizadores en los pro-pios trminos de quienes los sostienen. La trascendencia que ha cobra-do el enfoque unilateralmente econmico motiva a los autores a dar ladiscusin partiendo de esos trminos -aun cuando no son los de ellos-con el fin de revelar el carcter falaz de la mayora de las razones esgri-midas. AnaLuzAbr amovi c h,Mar i anaGonzl ez, Axe l Ki c i l l of ,Ar i e l Lange r, Mat as Mos s e,Ce c i l i aNahn, Javi e r Rodr guez,Sant i agoRodr guezyLe andr oSe r i no** Miembros de TNT Amortizados, agrupacin de docentes y graduados de la Facultadde Ciencias Econmicas de la Universidad de Buenos Aires.2realidad econmica 188IntroduccinLa privatizacin de la educacin su-perior forma parte de la agenda neoli-beralenescalamundialdesdehacems de 25 aos. Aunque en general eltrminoprivatizacinaludealaventao concesin de la propiedad del esta-doalsectorprivado,enelpresentedocumentoconcebimoslaprivatiza-cindelauniversidadcomounfen-meno de mayor amplitud. La entende-mos como el proceso mediante el cualse introduce en el campo de la educa-cinpblicasuperiorlalgicadellu-cro, afectando su forma de propiedad,deprovisiny/odefinanciamiento.Las formas de avance de la privatiza-cin son mltiples, involucrando, entreotras,laimplantacindearanceles,ajustespresupuestarios,criteriosdecompetencia, recepcin de fondos pri-vados y cambios curriculares que pro-muevenunaformacinafnalasne-cesidades inmediatas del mercado. Elarancel universitario es un paso espe-cialmente sustantivo en el proceso dela privatizacin, capaz de transformarde un golpe la naturaleza misma de laeducacin pblica. Es por eso que enelpresentedocumentosedispensaparticular atencin a la discusin crti-ca de esta forma concreta de introduc-cin de la lgica del lucro. En la Argentina la ofensiva privatiza-dora en la universidad pblica adquiriespecial intensidad en la segunda mi-taddeladcadadelos90.Hacia1993laspolticasneoliberalesyaha-bansidovastamenteimplementadasen el pas, el ajuste estructural era unarealidad incuestionable y se pretendaingresar en una nueva y superior eta-pa:ladelasdenominadasreformasdesegundageneracin.Atravsdeestasreformassebuscabaquetodoelentramadodeinstitucionespolti-cas,sociales,educativasyjurdicasseadecuaraalanuevadinmicadeacumulacin econmica, favoreciendosuconsolidacinycontinuidad.Lapromocinydifusindelasreformastendientes a la privatizacin de la edu-cacinsuperiortuvieroncomoprinci-pal motor las recomendaciones de or-ganismosinternacionales-dedicadoso no a la cultura y educacin- como elBancoMundial,elBancoInterameri-cano de Desarrollo y el FMI1. Estos or-ganismosseencargaronademsdela provisin de la batera de documen-tos, publicaciones y papers que hicie-ron las veces de fundamento tericode estas polticas. No sera acertado minimizar el lugarocupado por un conjunto de acadmi-cos, polticos y funcionarios locales enlaaceptacin,difusinyarticulacindel pensamiento privatizador en mate-riaeducativa.Elprocesodeadapta-cin de estos argumentos a la univer-sidad argentina estuvo principalmentea cargo de economistas y educadoresargentinosdeorientacinneoclsica.Estos actores contaron con abundan-te apoyo y financiamiento -tanto exter-no como de instituciones empresariasypblicasnacionales-paralarecopi-lacinestadsticayeldesarrollodeaquellosargumentosquepretendenservir de sustento a las reformas orto-doxas.Tampocofuemenorelpapeldesempeado por ciertos rganos pe-1Estas intervenciones, cuando no directas, penetraron en el marco de las polticas decondicionalidad que caracterizaron los prstamos de los Organismos Multilaterales(OOMM).Estaspolticasimplicaronqueelaccesoalfinanciamientoexternotuviesecomocontrapartidadistintoscompromisosentornodelaaplicacindeunaseriedereformasinstitucionales(incluyendoreformaseducativas)cuyoespritu(ymsqueeso) era definido por los propios OOMM. 3Contra el arancelriodsticosyalgunoscomunicadoresquedemanerasistemtica,msomenosencubierta,seensaaronconlaeducacinpblicaembarcndoseenunasuertedecampaadedes-prestigio anloga a la que se empren-di contra los servicios pblicos esta-tales con el fin de crear un clima pro-picioparalasprivatizacionesfraudu-lentas que se sucedieron en la dca-da de los 90. Por ltimo, es necesariosealarquemuchasdelasautorida-desuniversitariasaportarontambinalainstalacindeldiscursoneolibe-ral, generando incluso entre no pocosestudiantesydocentesunaposturamspermeablealaspropuestasdearancelamientoyprivatizacin.Entrelos estudiantes fue fundamental el roljugadoporalgunasagrupacioneses-tudiantiles que -en lnea con las auto-ridades-posibilitaronlaintroduccindemedidastendientesalaprivatiza-cin,aunquemanteniendoundiscur-so de oposicin a ellas. Puede desta-carseenestesentidolaaccindelbrazoestudiantildelradicalismo,Franja Morada.La discusin pblica en torno de es-ta cuestin, que recrudece de tiempoen tiempo, es por lo general poco fruc-tfera. La defensa del sistema pblicosueleestarencarnadaporeducado-res,cientistassociales,filsofos,au-toridadesuniversitariasydelegadosestudiantiles.Larepresentacindesusdetractoresquedacasisiempreenmanosdesobrioseconomistasque de modo menos apasionado y enaparienciamsriguroso,desplieganuna batera de grficos, estadsticas yargumentosformales.Lasociedadasistemudaaunespectculoenelque llama la atencin la inconmensu-rabilidaddelosenfoquesydiscursospresentados.Noobstante,talcomoocurriduranteladcadadelos90con muchas de las grandes problem-ticasnacionales,esteltimoenfoquegozadeunaextendidapopularidadypoderdeconviccin,imponindoseen los debates las ms de las veces.Desde nuestra perspectiva, el esfuer-zodeliberadoporenmarcarladiscu-sinenunterrenounilateralmenteeconmicotienecomoobjetivoaho-gar el debate pblico sobre la educa-cin superior y, al mismo tiempo, ocul-tarlasautnticasconsecuenciasdelaspolticasquesequierenimple-mentar.Allimitarladiscusinalosrestringidostrminosdelascatego-ras econmicas, los promotores de laprivatizacin logran habitualmente ex-cluir del debate a los defensores de laeducacinpblicayevitandarres-puesta a sus mltiples cuestionamien-tos,losqueensumayorasimple-mente ignoran. Launiversidadargentinaenfrentahoyunaembestidademayorenver-gadurayprofundidad,cuyoabiertopropsitoeseldeimponerdefinitiva-mentelalgicadeloprivadoenelfuncionamiento de la educacin supe-riorpblica.Lanecesidaddeofrecerunanlisisdelosargumentoseinte-resesdequienespretendenavanzarhacialaprivatizacinaplicandouni-versalmente el arancel es hoy ms ur-gente que nunca. Este es el propsitodel presente documento. Su originali-dad reside en el examen crtico de losargumentos privatizadores en los pro-piostrminosdequieneslossostie-nen.Latrascendenciaquehacobra-do el enfoque unilateralmente econ-miconosmotivaadarladiscusinpartiendodeesostrminos-auncuando no son los nuestros- con el finderevelarelcarcterfalazdelama-yora de las razones esgrimidas. Unaaclaracinesnecesariaantesde ingresar de lleno al anlisis. Nues-tradiscrepanciaconlapropuestadeprivatizacin y arancel no implica unadefensa acrtica de la actual universi-dad pblica y de su forma de financia-miento. Al contrario, entendemos quelauniversidadpblicaargentinaseencuentrasumergidaenunagravecrisis acadmica, poltica y financieraproducto de dcadas de agravios ex-ternosysaqueosinternos.Desdenuestraperspectiva,estauniversidadexigesertransformaday,antetodo,refundada, para volver a encarnar ple-namentesunecesariafuncinsocial:la creacin y difusin de conocimientocrtico al servicio de la sociedad. Estarefundacin debe surgir, ante todo, delareconstruccindelademocraciaydel debate pluralista y crtico al interiordelapropiauniversidadargentina.Comoseargumentaenestetrabajo,el avance de la privatizacin, y en par-ticular del arancel, no slo no favore-cen, sino directamente atentan contraeste proceso de reconstruccin. Eldocumentoseencuentraorgani-zado de la siguiente manera: en la pri-mera seccin presentamos la estrate-giaadoptadaporlossectoresquepretendenprivatizarlauniversidadpblica argentina, e introducimos susprincipales argumentos. En la segun-daprocuramosdevelarelprocesoquesubyaceestediscurso.Conestefinanalizamossintticamentelastransformacionesrecientesenlaes-tructuraproductivaargentinaysusconsecuencias sobre la universidad ysusgraduados.Presentamosluegolosinteresesconcretosdelosdiver-sos sectores que batallan por la priva-tizacin de la universidad, en particu-lar por la implantacin del arancel. Enlaterceraseccinintroducimoslosavancesformales-legales yrealesquehatenidolaprivatizacindelauniversidad en la Argentina, con parti-cularreferenciaalcasodelaFacul-taddeCienciasEconmicasdelaUniversidaddeBuenosAires.Enlacuartaseccincriticamoslosargu-mentos centrales del discurso neocl-sicoeneducacinysupropuestadeuniversidad.Finalmente,cerramoseldocumentoconunareflexinsobrelos riesgos de privatizar la universidadpblicayunllamadoasunecesariarefundacin. 1.Estrategiasparaimponerelarancel:discursoy vaciamiento2En el presente apartado se describesintticamentelaestrategiadelossectoresquebuscanlaprivatizacinde la universidad pblica, presentadosu discurso y sus acciones concretas. 4realidad econmica 1882Cuando hablamos aqu de estrategia, no nos referimos a un plan conciente y colec-tivamente adoptado por todos los grupos o actores individuales, sino al hecho de que,a la postre, los distintos discursos privatizadores confluyen -ms bien de manera noconciente- hacia un tratamiento comn de la cuestin. Descartamos cualquier visinconspirativadelahistoria,aunquemuchossesorprenderanalinvestigarloslinea-mientos de los organismos multilaterales, por el carcter premeditado de algunas po-lticas comunicacionales. De hecho una parte importante del financiamiento de estosorganismos se destina a la elaboracin de trabajos cientficos con la orientacin porellos sugerida. Recurrir al trmino estrategia permite unificar discursos que en la rea-lidad se presentan como dispersos y hasta cierto punto contradictorios. Con ello res-catamos las lneas ms fuertes y consistentes, ordenando de esta manera la crtica.1.1. El discurso privatizador 3Laestrategiadiscursivaadoptadapor los sectores que pretenden priva-tizar la universidad tiene una estructu-rasencilla,encaminadatantoacon-quistar la opinin pblica como a brin-darargumentosalobbistas,polticosynopocosintelectualesdedentroyfuera de la universidad. Ms adelanteanalizaremosquinesseencuentranconcretamente tras este discurso, cu-yavirtudpasamsporseratractivopara el sentido comn que por su rigu-rosidad y carcter cientfico. La trama estructural de esta estrate-giapuedesintetizarseas:enprimerlugar -valindose del discurso en apa-riencia cientficamente neutro, apolti-co, en fin, tcnico que distingue a lacorrienteeconmicaneoclsica-sepostulanciertosprincipiosabstractosque deberan determinar tanto el con-tenido como la forma de la educacinsuperior. En segundo lugar se efectaun diagnstico de la situacin en queactualmente se encuentra el sistema,sealando cmo todos y cada uno deesos deseables principios se ven vul-nerados. Por ltimo, se genera un lis-tadoderecomendacionesderefor-mas inmediatas, con el objeto de quela universidad actual se dirija hacia unnuevo sistema de educacin superioracorde con esos principios4. Losprincipiosneoclsicos Lossectoresquebuscanavanzarhacialaprivatizacindelauniversi-dad sostienen que el sistema de edu-cacin superior debe estar regido an-te todo por los principios de equidad,eficiencia y libertad de eleccin (Ban-coMundial,2001).Lasdefinicionesde estos principios estn tomadas delcuerpodoctrinariodelaeconomamarginalista o neoclsica5.Lametodologadelanlisisneocl-sicoconsisteentomaralindividuoquedecideacercadesupropiaedu-cacin como unidad inicial del razona-miento. Este punto de partida se sus-tenta sobre la tesis de que los benefi-5Contra el arancel3Esta seccin reconstruye de un modo a nuestro entender fiel, el ncleo argumental deeste discurso, que obviamente adopta distintas formas- particularmente en lo referen-te al nfasis- entre los distintos trabajos.4Engeneralsueleapelarseaexperienciasinternacionalesejemplaresconlainten-cin de dejar demostrado que sus reformas constituyen el mejor de los caminos posi-bles (en Amrica latina habitualmente se elige el caso chileno). De esta forma se in-tenta sofocar toda discusin -apelando al mismo estilo prepotente con el que se impu-so el llamado proceso de modernizacin del estado en los aos 90-sosteniendo quese trata de una tendencia inexorable ante la que slo cabe rendirse. Se festejan enespecial aquellos casos en que la privatizacin del rea educativa fue llevada adelan-te por gobiernos de corte estatista, como China o Hungra (Johnstone, 1998). 5Con eficiencia se hace referencia a la ptima asignacin de recursos, aquella en laquesealcanzalamejorsituacinposibledadaladotacininicial.Ladefinicindeequidad esmscontrovertida.Implica,enciertoscasos,laigualdaddeoportunida-des en el acceso -de modo que las diferentes situaciones personales sean slo resul-tadodelascapacidades,aptitudesymritosindividuales.Enotros,refierealtrata-miento que otorga el estado a ciudadanos en disparidad de condiciones. Esto es, quesi uno de ellos recibe un beneficio por parte del estado, deber pagar en funcin deste. Por ltimo, la libertad de eleccin refiere a la posibilidad de optar entre nume-rosas opciones para la satisfaccin de una necesidad determinada. ciosdelaeducacinsuperiorsonapropiadosindividualmenteatravsdeladenominadarentaeducativa,esdecir,losmayoresingresosquetraeaparejadalaeducacinsuperioren el futuro debido a la mayor califica-cin (y productividad) de la fuerza detrabajoconformacinuniversitaria.Estateorasostienequelosbenefi-cios sociales que pudieran existir sonmenos relevantes que los individualesy que van en el mismo sentido que losbeneficios privados, con lo cual puedehacerseabstraccindeellosparasimplificarelestudio(sesuponequelaeducacinsecomportaefectiva-mente como un bien privado)6. El indi-viduorepresentativoquedaentoncesenelcentrodelanlisis.Esteindivi-duo, como todos, se comporta de ma-nerataldemaximizarsusatisfaccin(utilidad)atravsdeltiempo,yconesteobjetivoenmentetomaladeci-sin acerca de iniciar, o no, una carre-ra universitaria. El mvil que lo lleva aestudiarsonlosingresosadicionalesqueesperaobtenerunaveztermina-dossusestudios,losquecomparacon los gastos en los cuales debe in-currirduranteellos,incluidoelcostodeoportunidaddenogeneraringre-sos por ese lapso (Bour, 1993). Por lotanto,elestudianteesentendidoco-mo un agente econmico que se rela-ciona con la universidad como cliente-consumidor.Launiversidad,porsuparte, es concebida como una empre-saproductivadedicadaaproduciruninsumodeusodifundido:losgradua-dos o profesionales. Segn el aparato terico neoclsico,lainteraccinmedianteellibrejuegode la oferta y la demanda en el merca-do de unos (estudiantes) y otros (uni-versidades),eslanicaformadeal-canzar simultneamente los tres prin-cipiosneoclsicos.Enprimerlugar,este mecanismo asegura que se pro-ducirncantidadycalidaddeprofe-sionales adecuadas, en funcin de lademanda que de este insumo realicenelrestodelasunidadesproductivasdelasociedad;loquegarantizaunaasignacineficiente delosrecursos.Alavez,debidoaquequienesseapropiandelarentaeducativapa-gan un arancel a cambio de los servi-cioseducativosquereciben,laequi-dad est asegurada. Estos resultadosseobtienenslobajolossupuestosde que existe libre competencia entreuniversidades,atomizacindeofertaydemanda,libremovilidadderecur-sos, e informacin completa y perfec-ta7; es decir, en un contexto en el cualhay libertaddeeleccin.Deestafor-ma,estateorademuestra-mediantedesarrollosdeimpecablerigurosidadmatemtica- que el mercado competi-tivo descripto desemboca en el mejorde los mundos posibles. 6realidad econmica 1886En este punto se encuentran diferencias de nfasis entre los distintos autores. Las po-siciones ms extremas afirman que la educacin universitaria slo trae beneficios in-dividuales que capitaliza el graduado universitario. Se trata de lo que la teora neocl-sica denomina un bien privado. La mayora de los autores reconocen, en cambio, quelaeducacinsuperiortieneademsciertascaractersticasdebienpblico,esdecirque sus beneficios trascienden al individuo. Sin embargo, con el argumento de que lascaractersticas pblicas son complementarias a las privadas, el anlisis puede pres-cindir de las primeras para enfocarse nicamente en las ltimas (Bour, 1993).7Presentamos aqu los supuestos ms relevantes. El anlisis neoclsico, a travs desus vastos autores, introduce una serie de otros supuestos que resultan superfluos enesta sntesis.Eldiagnsticodelsistemapbli-coPartiendodeestaperspectivateri-ca, el discurso privatizador realiza lue-goundiagnsticodelasituacinac-tualdelsistemauniversitariopblico,evaluandoenparticularelgradoenque se vulneran o respetan estos tresprincipios. En primer lugar, basndose sobre latesis de que los beneficios de la edu-cacin superior son apropiados indivi-dualmenteatravsdelarentaedu-cativa,yteniendoencuentaqueensumayoraaccedenalauniversidadindividuosprovenientesdelosestra-tos medios o altos de la sociedad, seconcluyequeestossectoressevenindividualmentebeneficiadosporlagratuidad de la enseanza universita-ria. La injusticia desde el punto de vis-ta de la equidad es palpable: mientrasque los pobres aportan mediante susimpuestos al sostenimiento de toda laestructura del estado, ste utiliza esosrecursos para beneficiar a los estratosmedios-altos. Por ello, desde la pers-pectivadeesteanlisislaeducacinpblicauniversitariaseconvierteenunaformadetransferenciadeingre-sosdesdelossectoresmspobreshacialosestratosmediosyaltos.Laeducacinsuperiorgratuitaesregre-siva.Perolauniversidadpblicanosloesinequitativa,sinoqueademsesineficiente.Serealizaunparalelismoentre las empresas pblicas y la edu-cacinpblica,sosteniendoqueam-bassonpornaturalezaineficientes.La eficiencia de las instituciones edu-cativas se mide a travs de la relacinentrecantidaddeinsumoutilizadoycantidad de producto obtenido, es de-cirporelcostounitariodelproducto(Winkler,1990).Elinsumodelauni-versidad son sus estudiantes y el pro-ductosusgraduados.Elindicadorpredilecto para evaluar la eficiencia esjustamenteelcocienteentrelacanti-dad de graduados y la matrcula total.Esteindicadorpresentaengeneralvaloresrelativamentebajosenlasuniversidadespblicasyconsidera-blemente ms altos en las universida-des privadas. Queda probada, enton-ces,laineficienciadelauniversidadpblicaenrelacinconlaprivada.Otroindicadorqueseutilizafrecuen-temente es el de gasto por graduado8.El hecho de que sus valores sean pa-raalgunasuniversidadespblicasmayorqueloscoeficientesobtenidosenlasuniversidadesprivadas,sein-terpreta una vez ms como evidenciade la ineficiencia del estado. Otro argumento del discurso privati-zador consiste en postular la escasezdepresupuestoparadestinaralaeducacinsuperior.Simplementenohaymsdinero.Algunasversionesplantean una especie de opcin dico-tmica: destinar el escaso presupues-todelestadoaestafinalidadimplicanecesariamente descuidar gastos so-cialesmsurgentesyprioritariosen-tre los que se encuentran la salud, laseguridad social y, particularmente, laeducacin bsica (Psacharopoulos etal, 1986). Este axioma incuestionablede la escasez de presupuesto se ba-sa sobre una mxima del pensamien-to neoliberal: la eliminacin del dficitfiscalpormediodelareduccindelgasto del estado. Por ltimo, segn este diagnstico launiversidadpblicaatentacontraelimperativode libertaddeeleccin delos individuos de acuerdo con sus pre-7Contra el arancel8Menos usado es el indicador de gasto por estudiante, que muestra niveles menoresen el caso de las universidades pblicas que en el de las privadas.ferenciasejerciendounasuertedepesomonoplicoquelimitaeldesa-rrollodemltiplesinstitucionespriva-das con diferentes perfiles. Esta trabaalalibrecompetenciaentredistintosestablecimientos es tambin la causaltima de los problemas de eficiencia9.A travs de este diagnstico se con-cluye que el sistema de educacin su-periorenlaArgentinaviolalostresprincipiosneoclsicos.Estavulnera-cinesatribuidaalcarcterpblico,gratuitoymasivodelauniversidad.Msan,estecarctertambinseidentificacomoelresponsabledelacrisis de calidad por la que atraviesa.Se cataloga a este modelo de univer-sidad como necesariamente ineficien-teentrminoseconmicos,social-menteinequitativoydemalacalidadacadmica,pornaturaleza.Esporesoqueparaasegurarlosprincipiosexpuestos y, si lo que se pretende escontribuir al bienestar general y al pro-gresoeconmiconacional,launiver-sidad debe ser privatizada. PropuestadereformaUnavezpresentadoeldiagnstico,se procede a proponer un nuevo mo-delodeuniversidadacordeconlosprincipios sostenidos. No es fcil aqusintetizarlasdistintaspropuestas,deunavariedadtanricacomolaimagi-nacin de sus promotores. Sin embar-go pueden identificarse ciertos rasgoscomunes. Lateoraneoclsicademuestraensustrminosquelasolucinptimaeslaprivatizacin.Laideabsicaescrearunmercadoenquelosoferen-tes(universidades)compitanlibre-mente para atraer a los demandantes(estudiantes). En cuanto a la eleccindelosestudiantes,lamejormanerade asignar sus fondos es descentrali-zadamente, por medio de sus decisio-nesindividualeseindependientesdecualquierinjerenciadistorsivadeles-tado.Paraelloesindispensablequeel producto ofrecido tenga precio. Es-te ltimo, cuando se trata de los estu-diosuniversitarios,recibeelnombrede arancel. Por tanto, es recomenda-ble renunciar a la gratuidad de la en-seanza para sostener la equidad: esdecir,debenpagarunaranceltodosaquellos que asisten a la universidad,quesonquienesconsiguenaccedermediante los estudios a un nivel de vi-dafuturomselevado(Winkler,1990). El mercado creado asegurara la efi-ciencia, la calidad y la libertad de elec-cin,ascomoelcrecimientodelosrecursosdisponiblesparaeducacinsuperior. Una vez establecido el aran-cel,yparagarantizarlaigualdaddeoportunidadesentrelosestudiantes,seproponeestablecerunsistemadebecasparalosmenospudientes.Enalgunasversioneslasbecassonreemplazadas por crditos a bajas ta-sasdeintersquedebenserreinte-gradosporlosestudiantesunavezgraduados(Psacharopoulosetal,1986). La intervencin del estado no desa-parece en la propuesta neoclsica, si-8realidad econmica 1889Al ser bajo el costo (arancel cero) y el costo de oportunidad (salarios reducidos y po-ca probabilidad de conseguir empleo) de estudiar en una universidad pblica, se pro-duce una sobredemanda de este servicio. De este manera, ingresan una gran canti-dad de estudiantes que con el correr del tiempo abandonan sus estudios, resultandopequeo el porcentaje de graduados. A su vez, tienen un menor incentivo a cumplircon los plazos establecidos. noquesereducealaaplicacindeinstrumentosnodistorsivos,esdecir,quenoincidanenelmecanismodeasignacinautomticodelmercado.El papel que se reserva para el esta-doeseldeaportarfondosparalasbecas o subsidiar la tasa de inters deloscrditos.Segnotrasformulacio-nes el estado contribuye directamentealfinanciamientodelasdistintasuni-versidades(complementandolosin-gresosporaranceles),sobrelabasedeindicadoresdeeficiencia,incenti-vando an ms una sana competen-cia que se traducir en mayor calidaddelaprestacin.Entodosloscasos,msalldelaspropuestasespecfi-cas que se sugieren para la universi-dad pblica, se promueve el apoyo in-condicional a la oferta privada. 1.2.Elvaciamientodelauni-versidadpblicaHastaaqunoshemosreferidoni-camente al discurso. Ms all del pla-no argumentativo, un elemento funda-mentaldelaestrategiaprivatizadoraha sido acentuar la crisis de la univer-sidad pblica para crear las condicio-nes para su privatizacin, al igual quese hizo antes con las empresas pbli-cas. La falta de presupuesto para ha-cer frente al aumento de la matrcula,para la incorporacin de innovacionespedaggicasyorganizativas,paramantenersalariosdocentesynodo-centes,yrealizarmejorasdeinfraes-tructura,acabporconformarunsis-tema en progresivo deterioro. Esta ca-rencia se observa al analizar el gastopblicoeneducacinsuperiorque,aun cuando se increment como pro-porcin del PIB, cay un 12,6% entre1986y1999siseconsideraenrela-cin con la cantidad de alumnos10. Porlo tanto, a travs de la degradacin delauniversidadpblica(vadesfinan-ciamiento en este caso) se crea el es-pacio para que se propaguen y legiti-men,tantodesdefueracomodesdedentrodelauniversidad,supuestassolucionescomolaprivatizacinengeneral y el arancel en particular. Quienestuvieronquedirigirlasuni-versidades durante este tiempo, se li-mitaron a atribuir el deterioro universi-tarioalahogopresupuestarionacio-nal, negando su complicidad en su va-ciamiento.Sinembargo,muchosdelos problemas que actualmente tienenlas universidades pblicas estn rela-cionadosconlacalidaddelaense-anza,laorientacindelosconteni-dos, la formacin y forma de seleccinde los docentes, el desarrollo de la in-vestigacinbsicayaplicada,ydeprogramasdeextensin,quetras-ciendenlafaltadepresupuesto.Msbien son creados por una poltica edu-cativa negligente llevada adelante porlasautoridadesuniversitariasdesdemediadosdelos80,cuyaspolticasclientelistas, autoritarias e incluso co-rruptasnoseapartandemasiadodelo observado en el nivel nacional.Estosproblemassonutilizadosco-moargumentoporaquellosquepre-tenden imponer la privatizacin comosolucin mgica. El hecho de que losestudiantestenganqueestudiarencondiciones inadecuadas y con un ni-velacadmicoenpermanentedete-rioro,alavezquetemerososdequeel ttulo de las universidades privadasseamsvalioso,haceapareceralabsqueda de mayores ingresos a tra-vs de otras formas de financiamiento-vinculadas con la privatizacin- comola nica opcin para frenar el deterio-roqueatraviesalauniversidadpbli-9Contra el arancel10Debemos destacar a su vez, la continua cada de esta variable desde mediados de ladcada de los noventa hasta la actualidad.ca.Assecomienzanaproponer,in-clusodesdedentrodelapropiauni-versidad,nuevasformasdefund-ri-sing11que comprometen la naturalezade la universidad, tales como el alqui-ler de espacios pblicos, la bsquedade auspicios y sponsors y, ante todo,la implantacin del arancel estudiantil. En suma, en momentos en que mu-chos estudiantes, docentes y parte dela sociedad cuestionan la universidadpblicaactual,sedifundemasiva-mentequelanicasolucinconsisteen aceptar ciertas formas de privatiza-cin, principalmente el arancel. Desdenuestraperspectiva,elhundimientode la universidad tiene la marcada in-tencionalidaddeimponerlascondi-cionesparaquelaprivatizacinapa-rezcacomolapanacea.Atravsdelvaciamiento(implementadodesdeadentrotantocomodesdeafueradelaspropiasuniversidades)secierrauna estrategia cuyo propsito es con-ducirinevitablementealaprivatiza-cin de la educacin superior pblica.Por eso, hoy la discusin crtica de losintereses y argumentos que se encie-rrantraseldiscursoprivatizadorsetorna imprescindible.2.Desnudandoeldiscursopri-vatizador2.1.Transformacionesenlaes-tructuraproductivayconse-cuenciassobrelauniversi-dadElproyectoqueapuntaaterminarcon la universidad pblica expresa unmovimiento ms profundo que remitea las transformaciones recientes en ladinmica del desarrollo econmico ar-gentino. El ltimo cuarto de siglo mar-c un cambio fundamental que se ex-presa tambin en el campo de la edu-cacinsuperior.Laspolticasimple-mentadas en este perodo, y su parti-cularprofundizacinenladcadadelos90,hanmodificadosustancial-mentelaestructuraproductivayso-cial en la que se inserta la universidadhoy.Sintticamentepuedecaracter-zaselas como: reforma y achicamien-todelestado(incluidaslasprivatiza-ciones),aperturaexterna,liberaliza-cinfinanciera,flexibilizacinlaboral,tipodecambiofijoconretrasocam-biario,predominiodeexportacionesprimarias o de origen primario.Estastransformacionestrajeronconsigodosimportantesconsecuen-cias en lo que hace a las condicionesde vida de la sociedad, que se mani-fiestanenlacrecientepauperizacindemasasdelapoblacin.Porunla-do,seregistruninditocrecimientoen las tasas de desocupacin y subo-cupacin12,afectandoaunapropor-cin cada vez mayor de la poblacin.Por otra parte, tuvo lugar una progre-sivafragmentacinydiferenciacinentrelostrabajadoresefectivamenteocupados. Mientras una pequea por-cinconservempleosdealtacalifi-cacin y remuneracin, la mayora de-bi dedicarse a tareas que por su na-turalezarequierenunaformacinca-davezmenor13.Lascondicionesde10realidad econmica 18811Trmino ingls para referirse a los procesos de recaudacin de fondos llevados ade-lante tpicamente por empresas, fundaciones, ONGs y/o universidades privadas entreotros.12Generado fundamentalmente por la cada del empleo pblico, la merma de la activi-dadyachicamientodelacapacidadindustrial-queinvolucrladesaparicindeunagran cantidad de pequeas y medinas empresas- yla utilizacin de tecnologa aho-rradora de mano de obra.trabajosedeterioraron,lajornadala-boralsealargyelsalariorealdes-cendi en picada, en especial para losltimos.Esteesquemanoreservaprctica-mente ningn lugar para la educacinsuperiorpblicaydeaccesomasivo.Laeducacinsuperiormasiva,slopensadacomoreflejoorespuestaalasdemandasinmediatasdelmerca-do, se transforma en un gasto impro-ductivo y oneroso desde la perspecti-va del sistema. Los trabajadores flexi-bilizadosydegradadosnorequierenuna formacin que vaya ms all de labsicanecesariapararealizartareassencillas.Resultamsbaratoenton-ces que los trabajadores que necesa-riamenterequierenunasofisticadacapacitacin,solventensusestudiossuperiores de manera individual a tra-vs del salario (en la prctica median-telosingresosdesuspadresoen-deudndose contra sus mayores sala-riosfuturos).Elrestoquedaprivadodetodaformacindeordensuperior,queresultasuperfluaenrelacinconel papel que se les reserva en el sis-temaproductivo.Msan,cuandoeldesarrollo industrial y tecnolgico estausenteosupeditadoalasestrate-giasglobalesdelasempresastrans-nacionales, la produccin nacional decienciabsicayaplicadaresultare-dundante14.Enestecontextosurgenlas voces que claman por el fin de launiversidadpblica.Suidealesunsistemauniversitarioadecuadoalacrecienteseparacindeestosdosgruposdetrabajadoresmedianteladistincinentreuniversidadesdepri-mera clase o de elite y universidadesde segunda clase, ambas privadas. Elperododetransicinhacialadi-ferenciacin en su forma definitiva es-tsignadoporlaprogresivatransfor-macinenlosprocesosdetrabajo,que en algunos casos implica la desa-paricin de ciertas ocupaciones, y enotrosunasimplificacincreciente.Profesionesliberalesbienremunera-das como la del mdico independien-te, el contador o el abogado con estu-diopropio,pormencionaralgunosejemplos,setransformaronhoyma-yoritariamenteenpuestosdemedia-naybajaremuneracindentrodegrandesfirmasespecializadas(gran-desestudiosnacionaleseinternacio-nales,sistemasdemedicinaprepa-ga). Estas empresas tienen acceso atecnologascostosas,inaccesiblespara un profesional autnomo. No setrata simplemente de un cambio en laforma, sino en el contenido mismo delasactividades,quesehacenmssencillas,montonasyrequierenca-davezmenosdeunaformacinuni-versal15. Este movimiento se reflej enun deterioro en la formacin universi-11Contra el arancel13En ciertos pases -gran parte de Amrica latina- esta diferenciacin alcanz niveles ex-tremos:lasconocidascomosociedadesdualescuentanconunaseparacintajanteentre un pequeo grupo de ejecutivos, empresarios, funcionarios, etc. de alta califica-cinyunaenormemasadedesempleadosytrabajadoresprecarizadosparamanu-facturas tecnolgicamente atrasadas que se reproducen en condiciones miserables.14La universidad pierde sentido en cuanto a su funcionalidad directa respecto del sectorproductivo y la sociedad. Si la universidad ya no desarrollara ciencia bsica quedaraen este aspecto subordinada a los centros de excelencia internacional, replicando enel sistema cientfico el esquema de lo que ya sucede en el sistema productivo con lasempresas transnacionales y sus subsidiarias locales.15Nos encontramos ante una nueva forma de expropiacin del saber de los trabajado-res similar a las ocurridas en lo que se conoce como taylorismo y fordismo. Ellas notaria, en el acortamiento de las carre-ras de grado y en reclamos generali-zados en lo que respecta a la adecua-cin entre la formacin y las necesi-dades del mercado16.En pocas palabras, este es el proce-soocultoquesemanifiestaenlasprcticas y el discurso de la privatiza-cin y que encarna en los diversos in-teresesinmediatosdemltiplessec-tores. 2.2.Interesesconcretos detrsdelaprivatizacin Laencarnacinconcretadelmovi-mientopresentadoenlaseccinan-teriorseencuentraenlossectoresquerepresentan la voluntad de ade-cuarlauniversidadpblicaalasre-cientestransformacionesenlaes-tructura productiva y social de nuestropas.Enesteapartadonosreferire-mos a estos sectores y a los interesesespecficos que los impulsan a patro-cinar la privatizacin de la universidadpblica. Se trata de grupos que resul-tarandirectamentebeneficiadosporlaeliminacindelcarcterpblicoygratuitodelauniversidadargentina.Laobtencindeunbeneficiodirectoes el motivo inmediato de su constan-te presin a favor de la privatizacin.Enlabsquedadeesosbeneficios,batallanporunsistemauniversitarioadecuadoalacrecientesegmenta-cinregistradaenelprocesodetra-bajo. No nos referimos aqu a las for-mas discursivas con las que adornansusaspiraciones,presentadasenlaprimera seccin, sino precisamente asusinteresesconcretos,vinculadosenparticularconlaimposicindelarancel universitario17. En primer lugar se puede mencionara los diversos sectores, en general dealtos ingresos y perceptores de cuan-tiosas ganancias, que se enfrentan ala cuestin como un problema presu-puestario.Cortarelfinanciamientoestatal de la universidad contribuira areducirelgastofiscal,liberandore-12realidad econmica 188slo implicaron avances sobre el poder del trabajo dentro del proceso de produccin,sino tambin una forma de reconstitucin de tasas de ganancia deprimidas.16Esta situacin se refleja en la gran proporcin de estudiantes y graduados universita-rios que actualmente estn trabajando en empleos de baja y mediana calificacin. Endiversos estudios (Gmez, 2001; Riquelme, 2000) se demuestra que esta situacinsedebeaque,antelaescasezdeempleos,losmseducadosdesplazandesuspuestos de trabajo a quienes cuentan con menores estudios. Adicionalmente, para elperodo 94-98, los datos de empleo de la EPH muestran que la generacin de pues-tos de trabajo de calificacin profesional o cientfica en el Gran Buenos Aires aumen-t un 0,68% anual, mientras que la oferta de profesionales lo hizo a un ritmo del 1,2%anual. Es decir, la generacin de empleo no logra absorber la cantidad de oferta denuevos profesionales. En otras palabras, la fuerza de trabajo que se ofrece es bas-tante ms educada de lo que la actual estructura productiva del pas necesita, resul-tado del proceso de contraccin referido. Vemos que se produce una devaluacin delos diplomas, pero a diferencia de lo que ocurre en los pases desarrollados este fe-nmeno no se produce por un cambio tecnolgico acelerado. Lo que aqu ocurre esque se genera una excesiva competencia por los escasos puestos de trabajo existen-tes, haciendo necesario tener cada vez ms credenciales para acceder a puestos detrabajos progresivamente degradados.17La enumeracin,a pesar de que busca ser exhaustiva, no tiene la pretensin de es-tablecerunajerarquaencuantoalgradodeinfluenciadecadasectorenlaimple-mentacin de las reformas. 13Contra el arancelcursos que pueden encauzarse haciaotros usos que los beneficien en formadirecta. Estas ventajas abarcan el pa-godeladeudapblica,subsidiosdi-rectos, exenciones impositivas y licua-cin de pasivos18. A la vez, estos sec-tores son tambin partidarios de la re-duccin del gasto fiscal en funcin delimpactoquetalreduccingenerarasobre su carga impositiva. En este ru-bropodramosincluiralosproveedo-res y contratistas del estado (habitual-mente empresas pertenecientes a losgruposeconmicoslocales),alvastoconjunto de acreedores del mismo (in-cluyendo a bancos, AFJPs, fondos deinversin,yorganismosinternaciona-les -en representacin de los acreedo-res externos-), y a las empresas priva-tizadas y sectores exportadores. En segundo lugar, los grupos empre-sarialesvinculadosconlaenseanzasuperior suean con una privatizacincompleta que d lugar a un sustancio-sonegocio19.Estemercadonosloseraatractivoparalasuniversidadesprivadaslocales,sinotambinparauniversidadesextranjerasqueseen-cuentran en proceso de internacionali-zacindesusservicios-dehecho,universidadescomoNYUyGeorge-townyasehaninstaladoenelpasparaexplotarelflorecientemercadodelosposgrados.Perotambinaquhayespacioparagananciasasocia-dasconelsectorfinanciero.Laspro-puestas de arancelamiento suelen in-cluir algn sistema de crdito a los es-tudiantes -con subvencin estatal- pa-ra afrontar el costo de los estudios, loqueabreunnuevosegmentoenelmercado de capitales20.18La reciente licuacin de pasivos en dlares con la que se vieron beneficiadas las gran-des empresas privatizadas y grupos econmicos que operan en el pas es un ejem-plo cabal de este mecanismo. Se estima que esta licuacin, que beneficia a las em-presas-deudoras sin perjudicar plenamente a los bancos-acreedores, costar al esta-doargentinoUS$18.000millonesenbonosdeladeudapblica(Verbitsky,2002),aproximadamente 20 veces ms que lo que destina a financiar la universidad pblicaanualmente. 19Un simple clculo nos permite dar cuenta del tamao del mercado que est en juego.El arancel anual promedio ponderado por la cantidad de estudiantes de cada univer-sidad para ese ao fue de $2.698, equivalente a un arancel mensual de $ 300 por 9meses. La privatizacin del sector implicara la posibilidad de cobrar aranceles de unmontosimilaraunaltoporcentajedelos945.790estudiantesqueenelao1998asistan a las universidades nacionales, lo que podra generar un diferencial de factu-racinde$2.500millones.Desdeya,debemosadvertirquequienesimpulsanelarancel mencionan en muchos casos la necesidad de reducir la matrcula con lo cualel mercado sera menor. Este caso evidencia el hecho de que se limita el acceso alos sectores de menores ingresos. Otras propuestas unen el arancel con un sistemade financiamiento bancario o estatal, con lo cual sostienen que la cantidad de alum-nos no se vera reducida. En este caso se muestra en su mxima magnitud el alcan-ce que puede tener el mencionado "negocio". Si sumamos los negocios complemen-tarios propios de la enseanza privada el mercado se torna ms atractivo. De hecho,segn Coraggio et al (2001, p. 22), el negocio que se generara a travs de la priva-tizacin parcial o total del sistema universitario pblico se puede estimar en nuestropas en$ 10.000 millones. 20Si se introdujera un arancel en la UBA de US$ 60 mensuales, y el 50% de los alum-nos tomara un crdito con una tasa subsidiada del 7% anual para hacerle frente a laEncuantoalasgrandesempresas,suintersporlaprivatizacinestasociado con la bsqueda de una uni-versidadmsafnconsusnecesida-desylalgicaprivada.Porunlado,estasempresasreclutanlamayorpartedesusplantillastcnicasentrelos graduados universitarios y aspirana disponer de profesionales formadossegnsusrequerimientos,sinafron-tarelcostodecapacitacindirectoeindirectoqueelloimplica.Adems,desde su punto de vista, las empresasfinancianparcialmentelauniversidadaldestinarseunapartedesusim-puestos a sta21. Ms aun, su intersporlaprivatizacinresideenqueelperfildegraduadosdeunauniversi-dad privada -a igual nivel de prepara-cin,queporotrapartenoesloquehoy sucede- tiende a ser ms conve-niente para este tipo de empresas: losgraduados carecen de una formacinorientadasobrelabasedeprincipiossocialesyportantodesarrollanunaactituddemayorvaloracinhacialaactividad privada.Porsuparte,lospartidospolticosms liberales, y en ocasiones inclu-solosintelectualesafines,venalauniversidad como una potencial -y pe-ligrosa-fuentedepensamientoaut-nomo y crtico capaz de cuestionar elsistemavigentetantodesdesuas-pectoideolgicocomodesdelaac-cin poltica directa22. Las razones desubatallaresidenenque,desdeya,una universidad de clientes-deudoresfavoreceraeldisciplinamientodelmovimiento estudiantil y la restriccinparcialdesunaturalezaprogresivaytransformadora-dehechoenlasuni-versidadesprivadasnoexistecogo-biernodocente-graduado-estudiantil,ni representacin poltica y gremial delos estudiantes. A esto se sumara elhechodequeloscambioscurricula-respropiosdeunauniversidadaran-celadaacentuaranunaformacinproclive a aceptar acrticamente el or-den vigente.Lospartidospolticostradicionalestambin han impulsado abierta o sola-padamentelasposturasprivatizado-ras.Enalgunoscasosestaposicinresponde de manera inmediata a susvnculos directos con los intereses an-tesmencionados,losqueengeneralrepresentan. En otros, a un simple in-tento de control social destinado a de-14realidad econmica 188devolucin en cuotas mensuales durante 10 aos, tras graduarse en 5, las gananciaspotenciales para el sector financiero (slo en la UBA) ascenderan a US$ 18 millonesanuales. Y trasladado al milln de estudiantes universitarios argentinos, US$ 141 mi-llones de ganancias anuales. Vale aclarar que en Chile este sistema ya se ha impues-to, y el monto promedio de los crditos sextuplica el del ejemplo utilizado.21En todo caso, las grandes empresas siempre prefieren realizar aportes a las universi-dades de manera directa (de modo de sacar rdito frente a los alumnos y docentes)que hacerlo de manera annima a travs de sus impuestos. 22Entendemos que esta capacidad se encuentra hoy fuertemente atrofiada como produc-to de la demoledoracombinacin, durante ms de 15 aos, de ajuste neoliberal en elpas y shuberoffismo en la Universidad de Buenos Aires . Esta dupla fue gradualmen-te cercenando la capacidad crtica de la universidad, tanto en su claustro estudiantil co-mo docente, a travs de mecanismos clientelares, desmovilizadores, chantajistas e in-cluso persecutorios. No obstante, en los ltimos meses se ha registrado la consolida-cin de un movimiento -del cual nosotros provenimos y an formamos parte- con baseen las agrupaciones de estudiantes independientes que se propone la recuperacin delcarcter crtico de la universidad pblica. sactivarelhistricopapelcombativodelacomunidaduniversitaria.Perono hay que olvidar tambin que la uni-versidad se fue convirtiendo histrica-mente en una fuente de financiamien-topartidario,decaptacinyfogueodelafuturadirigenciapolticanacio-nal, y de rdito poltico a travs de lapropaganda. Esa posicin -en el casode la UBA ocupada por Franja Mora-da,brazoestudiantildelpartidoradi-cal-determinunlugardeambige-dad:porunlado,desdeelpuntodevista discursivo se enarbolan los prin-cipios de la reforma del 18 para man-tener la hegemona ante los estudian-tes,peroalmismotiempo,debidoalas oportunidades de negocios o bienalanecesidaddecongraciarseconsectoresopuestosalauniversidadpblica,seavanzadecididamenteendireccin contraria23.Dentrodelapropiauniversidadp-blica hay quienes no ven con mala ca-ra el proyecto privatizador. La conjun-cin de la necesidad de mayor presu-puesto, con la premisa de que es im-posibleconseguirlo,llevaaalgunossectores del radicalismo y del cuerpodocente a sostener que la nica solu-cinesarancelar.Elavancedelpro-cesodearancelamientodentrodelauniversidad,sehabasadoprecisa-mentesobreestosargumentos.Aun-queestasposicionesnosuelensermayoritarias,nisuelentampocotras-cenderloscorrillosinternos,esme-nesterreconocersupresencia,frutotambin de la influencia neoliberal enlos crculos acadmicos. En particularsedestacaunsectorentrelosprofe-sores e investigadores que se ha vis-to especialmente favorecido por la pe-netracindelfinanciamientoexternodirecto.Estaaristocraciaprofesoralycientfica,generalmentevinculadademaneraestrechaconlasautoridadespolticas de la universidad, apuesta aencontrar en la privatizacin total unafuentedebeneficiosadicionales,ascomo una disminucin de sus obliga-ciones docentes. Otro tanto puede de-cirse de quienes hoy administran exi-guos recursos y resultan atrados porlaposibilidaddemanejarmayoresfondos. Comosehamostrado,lospartida-rios de la privatizacin de la universi-dadpblicaargentinasonmuchosymaniobran desde diferentes frentes ysectores. De hecho, no sera correctominimizar los avances que han logra-doenlasltimasdcadasendirec-cinalaprivatizacindelauniversi-dad, especialmente a travs de la im-posicin sistemtica del ajuste presu-puestario y la introduccin de criteriosmercantiles.Estosavancessonfre-cuentementedesestimadosalanali-zarlauniversidadpblica,inclusoendiagnsticosacargodelosmismossectores que los promueven, en un in-tentodedesvincularsedesurespon-sabilidad en la crisis actual de la uni-versidad. La prxima seccin los pre-senta sintticamente.15Contra el arancel23Estedoblediscursopudosersostenidoduranteaosgraciasalasdiversasestrate-gias que adopt el radicalismo universitario: mientras los gobiernos de las facultades(los consejos directivos dominados por el radicalismo) implementaban diversas refor-mas privatizadoras, los centros de estudiantes dominados por las caras jvenes, tam-bin radicales encabezaban la oposicin. Esta tcnica muchas veces incluy peque-as victorias del brazo estudiantil, que lograba la atenuacin -nunca la eliminacin-delareforma.Assealcanzabansimultneamenteambosobjetivos:introducirlastransformaciones al mismo tiempo que sumaban apoyo estudiantil. El ao 2001 mar-c un quiebre de esta dinmica en el manejo de la universidad.3.Avancesdela privatizacinenla universidadpblica argentinaLos ltimos 25 aos de historia de launiversidadpblicaargentinadancuentadeunsolapadoyconsistenteavanceendireccinasuprivatiza-cin. Si bien la resistencia permanen-te de vastos sectores de la comunidaduniversitaria ha sido crtica para impe-dir la definitiva introduccin de la lgi-ca del lucro, los avances son sustan-ciales,yserevelantantoatravsdetransformaciones en los instrumentoslegales que regulan la universidad p-blica(leydeEducacinSuperior)co-moenlaintroduccindecambiosefectivosenlosprincipiosynormasque definen su funcionamiento. En elpresenteapartadosernsintetizadosambostiposdetransformacionesco-mo una muestra del grado de avanceconseguido por los sectores privatiza-doressobrelauniversidadargenti-na24.3.1.Reformaslegales Elpilarlegalsobreelquereposanlas reformas recientes al sistema uni-versitarioeslaleydeEducacinSu-perior (LES) N 24.521 aprobada el 20de julio de 1995, a pesar de la fuerteoposicinejercidaporlacomunidaduniversitaria. Esta ley regula la educa-cinsuperior-universitariaynouni-versitaria- en todo el pas. Algunos as-pectos conflictivos de esta ley son lossiguientes:autorizaalasuniversida-des a fijar el sistema de admisin, de-ja abierto el camino para la posibilidaddeestablecerarancelesycupos,ytransfiere la negociacin salarial a ca-da universidad25. La LES represent un retroceso im-portanteenlostradicionalesprinci-pios de autonoma, cogobierno y liber-tad de ctedra que, a partir de la Re-formade1918,rigieroneldestinodelasuniversidadesnacionalesenlamayoradelosperodosconstitucio-nales que vivi el pas. La menor au-tonoma se observa explcitamente enla LES cuando otorga poder al Ejecu-tivoparaparticiparenlaelaboracindelosplanesdeestudio,reservandoalMinisteriodeEducacinlaposibili-16realidad econmica 18824La siguiente cita de un estudio realizado por Experton (1999) para el Banco Mundialresulta un buen resumen sobre cada uno de los puntos en que se busca avanzar pa-ra lograr la privatizacin del sistema de educacin superior: Se debera profundizar elproceso de reforma de la educacin superior a travs de: i) un sistema de evaluacinal final de la secundaria que regule el acceso y promueva estndares de calidad eneducacin secundaria y superior; ii) el pago de aranceles complementado por un sis-tema de becas para quienes carecen de medios econmicos; iii) una frmula de finan-ciacin para asignar los recursos recurrentes para la enseanza basada sobre la ma-trcula estudiantil y el costo por graduado; iv) la creacin de un mecanismo de prsta-mos accesible para todos los estudiantes; v) la diversificacin de la educacin supe-riorconcarrerascortasyproveedoresprivados;vi)laampliacindelpapeldelaCONEAU con la inclusin en los procesos de acreditacin y de evaluacin de criteriosque promuevan carreras que respondan mejor a las necesidades del mercado de tra-bajo; y vii) el fortalecimiento del FOMEC como fondo competitivo para las inversiones.25LacontemporneaReformaLaboralimpusomodificacionesdesimilaresprituenelcampo de la negociacin salarial, reemplazando los convenios colectivos sectorialespor la negociacin en cada empresa individual.daddeestablecercontenidosmni-mosparalascarrerasquepuedanafectarelinterssocial26.Respectodelcogobierno,laLESseinmiscuyeenlauniversidadyestablecepautasparaelmismoalfijar,porejemplo,una participacin mnima del 50% pa-ra el claustro de profesores en los r-ganos de gobierno y exigir a los estu-dianteselrequisitodehaberaproba-do un 30% de la carrera para accederacargosrepresentativos27.Estainje-rencia no slo viola la autonoma sinoque busca mantener una forma de go-bierno que, a contramano de los prin-cipios del 18, actualmente se ha con-vertidoenmuchasuniversidadesenfeudo de algunos pocos docentes, ge-neralmente asociados con un partido.Encuantoalfinanciamientoestatal,la LES sent las bases para un cam-bio fundamental: la asignacin de unapartedelosrecursosdestinadosalsistema universitario segn evaluacio-nes externas a ste. De hecho, en suartculo47establecequeserealicenevaluacionesexternascomomnimocada seis aos, abarcando las funcio-nes de docencia, investigacin, exten-sin y gestin institucional. Estas eva-luacionesexternasestnacargodela Comisin Nacional de Evaluacin yAcreditacinUniversitaria(CONEAU)oentidadesprivadasconstituidascon ese fin. Los recursos se condicio-nanalosresultadosalcanzadosporcadauniversidad,medidossegnin-dicadorestancontrovertidoscomolarelacinentreegresadoseingresan-tes.Eldesempeoconsideradodeestamaneraesutilizadocomoele-mento de presin para establecer, porejemplo, restricciones al ingreso28. Ms an, la LES permite la interven-cindeorganismosinternacionalesen la evaluacin de contenidos y en elotorgamiento de fondos para la inves-tigacin. Con este espritu se crearonformasalternativasdefinanciamientopara las universidades pblicas, comoeselcasodelFondoparaelMejora-mientodelaCalidadUniversitaria(FOMEC)29.Lacooperacininterna-cional, desde ya, se encuentra condi-17Contra el arancel26Enrealidad,laLESnosloreducelaautonomauniversitaria,sinoqueredefinesuconcepto mismo. En su nueva interpretacin, autonoma implica otorgar la potestad alas universidades nacionales para fijar aranceles o mecanismos restrictivos en el in-greso. Esta concepcin hace que no resulte contradictorio otorgar libertad a las uni-versidades para cambiar ciertos principios como el de gratuidad.27Casi todas las universidades ya contaban con gobiernos donde la participacin de losdocentes era del 50% o mayor. En el caso de la Universidad Nacional de La Plata, porejemplo, esto no era as y el Rector impuls el llamado a una Asamblea Universitariaque adecu el estatuto a la mencionada ley. Esa Asamblea Universitaria se realiz enmedio de una fuerte represin policial a las protestas estudiantiles.28En la actualidad el estado no distribuye segn la totalidad del presupuesto disponiblepara educacin superior entre las universidades pblicas sino que retiene una partepara asignarlo discrecionalmente, bien de acuerdo con los resultados de distintas eva-luaciones externas, bien sobre la base de decisiones polticas tendientes a desarro-llar ciertas instituciones. De hecho, en el proyecto de presupuesto para el ao 2002se acenta esta tendencia. Mientras que en 2001 los recursos que se reserv el Mi-nisterio de Educacin para distribuir discrecionalmente entre las universidades fueronde $ 107 millones (6% del total), en 2002 ascendieron a $ 324 millones, lo que repre-senta un 18% del presupuesto total asignado a las universidades nacionales. 29Se trata de un fondo formado por recursos provenientes de los OOMM (bsicamenteBanco Mundial) al que las universidades presentan proyectos que pueden ser finan-cionadaalavancehaciaunsistemaeducativomsacordeconloslinea-mientos aconsejados30. EsimportantenotarquelaLESseinscribi en el marco de otra normati-vaqueabarcaalaeducacinensuconjunto: la Ley Federal de Educacin(LFE)N24.195,aprobadael14deabril de 1993. En su artculo 61 se es-tableceunprogresivoincrementodelpresupuestodestinadoalaEduca-cin, partiendo del diagnstico de queel gasto resulta bajo tanto en compa-racinconestndaresinternaciona-les, como teniendo en cuenta la rele-vanciadelaeducacinparaeldesa-rrollo de la Argentina. Concretamente,seestableciqueelgastototaleneducacindebacrecerdeacuerdocon la opcin ms favorable entre un20%anualenvaloresabsolutos(loqueimplicaladuplicacindelgastoen 5 aos), o un incremento del 50%enlarelacinentregastoeneduca-cin y PIB (lo que debera llevar la re-lacinasuperarelpisodel6%delPIB).Lasbrechasdefinanciamientoquepudierangenerarserespectodelas metas propuestas deban cubrirse"conimpuestosdirectosdeasigna-cin especfica aplicados a los secto-res de mayor capacidad contributiva". Elcumplimientodeestaleypodrahaberimplicadounfrenoalprocesode desfinanciamiento de la educacinpblica y contribuido a la reversin desu proceso de deterioro. Pero, si biense produjo un incremento en las parti-dasdestinadasalaeducacinsupe-rior,nosecumpliloestablecidoporla ley. Slo entre 1992 y 1999 el pre-supuestoeducativofue$27.380mi-llones menor a lo comprometido en elartculo6131.Deestemodolasparti-dasresultaronclaramenteinsuficien-tesparaenfrentarelexplosivoau-mento de la matrcula y para compen-sarelretrasoacumuladoduranted-cadas32. 3.2.Reformasintroducidasenelfuncionamientodelsiste-maEn trminos legales la LES no se haaplicadoentodaslasuniversidadesnacionales ya que algunas adoptaronmedidas cautelares y an se resistenasuimplementacin.LaUBA,porejemplo, ha presentado una impugna-cin a dos artculos de la ley evitandoas convocar a la Asamblea Universi-tariaquedeberaadecuarlosestatu-tos universitarios a lo dispuesto por la18realidad econmica 188ciados en dos terceras partes de acuerdo con los resultados de una evaluacin exter-na.30En el caso particular del FOMEC desde 1995 a 1998 se aprobaron 472 proyectos porun monto total de $ 202 millones (sumando los montos en pesos corrientes de estos4 aos). La revisin del uso de estos fondos sirve de ejemplo para ilustrar su condi-cionalidad mientras solamente el 6,5% del presupuesto total universitario se utiliz pa-ra la adquisicin de bienes en el ao 1998, ms del 50% de los fondos de este pro-grama se asignaron a ese fin. Ello implic adoptar una asignacin presupuestaria dis-tinta a la definida autnomamente por cada universidad. (Fuente: Anuario Estadstico1998, Ministerio de Educacin, agosto 2000)31Estimacin de la deuda acumulada en ese perodo (Lindenboim, 2001). La deuda si-gui creciendo hasta hoy. 32Mientras el presupuesto se elev en un 21% entre 1994-1998, la matrcula lo hizo enms del 50% en el mismo perodo. Para un anlisis ms detallado vase Coraggio etal. (2001).LES.Lasimpugnacionesprovienendeobjecionesacambiosorganizati-vosqueafectaranlaautonomauni-versitaria,peroguardansilencioconrespectoalasmedidasqueimplicanun avance en el proceso privatizador.No obstante estas objeciones forma-les,variasuniversidadespusieronenfuncionamiento autnomamente algu-nasdelaspolticasqueestablecelaLES,incluyendoaquellasquerepre-sentanavancesdelaprivatizacinyel arancel. As es que en diversas uni-versidades existen actualmente aran-celes ms o menos encubiertos a tra-vsdelcobrodetrmitesesencialesparaelestudiante(libretas,certifica-dos, obtencin del ttulo, aplazos, au-sentes,etc.).Seregistrainclusolaexistencia de aranceles para el cursa-dodemateriasenciertasmodalida-des(cursossemipresencialesy/odeverano, por ejemplo). En algunas uni-versidades nacionales tambin se im-plement recientemente la modalidaddelarancelocontribucinvolunta-ria33.Pero los caminos de la privatizacinnoselimitanalaaplicacindearan-celes directos. Las facultades comen-zaronaprestardistintosserviciosalsector privado como una forma adicio-naldefinanciamiento,incluyendolautilizacindesusespaciosparalarealizacindeactividadesprivadas,yaseadepublicidad,ventaoauspi-cio34.Adems,lasuniversidadesac-tandemaneracrecientecomosim-ples agencias de empleo, que bajo lafiguradelpasanteofrecenmanodeobracalificadaytotalmenteflexiblealossectorespblicoyprivado.Comocontrapartida por dichas colocacionesde personal, la universidad retiene unalto porcentaje de las remuneracionescorrespondientes a los estudiantes35.La necesidad de financiamiento tam-bin penetr en el mbito de la inves-tigacin,dondedistintosinvestigado-resy/ocentrospertenecientesalauniversidad prestan servicios de con-sultoraalsectorprivado.Estospro-yectos condicionan negativamente lastareasdeinvestigacin,tantoencuanto a los campos, temticas y en-foques, como acelerando la tendenciageneralaabandonarlainvestigacinbsica y crtica. Loscriteriosunilateralmentemer-cantiles se impusieron principalmenteenlosestudiosdeposgrado,dondeseencontrterrenofrtilparacobrarlos cursos. As, la universidad pblicase aventur a la conquista de este ju-gosomercado.Endetrimentodelosestudios doctorales (an gratuitos) se19Contra el arancel33Por ejemplo, la Universidad de Tres de Febrero cobra un aporte voluntario a sus es-tudiantes, al igual que las de Lans y Villa Mara. La Universidad Nacional de Crdo-ba fue pionera en este tipo de poltica.En general, el dinero recaudado no supera el10% del presupuesto. (Mollis, 2001).34En algunas facultades, como Ciencias Econmicas de la UBA, estas modalidades al-canzaron ribetes escandalosos. Se destaca entre otros un proyecto de fund rising im-plementado por las autoridades a espaldas del Consejo Directivo que se propone re-caudar fondos adicionales a cambio de contrapartidas tales como aulas con nombrede empresas privadas, bibliotecas con publicidad de editoriales afines y proyectos deinvestigacin a la medida de los auspiciantes.35Este porcentaje alcanza en algunos casos, como el de Ciencias Econmicas (UBA),la exorbitante cifra del 20% del salario mensual durante el lapso de la pasanta, quepuede llegar a durar aos.registrunaverdaderainvasinco-mercial de diversos cursos de posgra-doymaestras,ennumerososcasosde pobre nivel acadmico, orientadosprincipalmenteaotorgarnuevascre-denciales que en teora contribuiran afacilitarlainsercindelosegresadosen un mercado laboral cada vez msestrechoycompetitivo.Msaun,altratarsedeunproductorentable,seavanzenlaeliminacindeconteni-dos de las carreras de grado, o bien asuconscientefaltadeactualizacin,trasladandoesoscontenidos(ygranpartedelcuerpodocentedemayorcalificacin)alosposgrados.Sege-nerdeestemodolanecesidaddelposgradoaranceladocomouncom-plemento a la formacin de grado gra-tuita.Porltimo,unamaneraenqueloscriteriosmercantilesingresaronalauniversidad fue a travs de la currcu-la de materias y carreras que, de ma-neracreciente,definensusconteni-dos en funcin de las necesidades in-mediatas del mercado laboral. La con-trapartida de esta tendencia es la pro-gresivaeliminacindecontenidosdecarcter crtico y acordes con las ne-cesidadessociales.Elejemploextre-mo de esta tendencia encontr su lu-gar en la Facultad de Ciencias Econ-micasdelaUBA,dondeafinesde1996fueaprobadaunaReformaCu-rricularqueacortlascarreraselimi-nandocontenidosfundamentales36.Esta adaptacin afecta tambin otrasdisciplinasyfacultades,dondelain-fluencia de empresas, estudios profe-sionales,prestadores,entreotros,escrecienteenladeterminacindelacurrcula. Estosson,demanerasinttica,losavances concretos de la privatizacintantoenlasnormasqueregulanelfuncionamientodelauniversidadp-blica(laLES),comoensudinmicade funcionamiento. Estos avances nopuedenserminimizadosnidejadosde lado al analizar la situacin actualde la universidad argentina. 4.CrticasalosargumentosafavordelarancelEn la presente seccin nos abocare-mos a la tarea de analizar pormenori-zadamente el discurso neoliberal, po-niendodemanifiestosuscontradic-ciones formales y su escaso carctercientfico.Sinembargo,antesdein-gresardellenoenesteterrenocabemencionarunaspectocentralquelocaracteriza,yquetambinespropiodelateoraeconmicaortodoxaengeneral.Laenormemayoradelostrabajosquesostienenlanecesidaddeacabarconlauniversidadpblicaprescinden completamente de dos as-pectos centrales a la hora de caracte-rizarla:supropiahistoriaysuntimarelacinconelprocesodedesarrollosocial y econmico argentino. De estamanera discuten las cuestiones vincu-ladasconlauniversidaddesdeunpunto de vista aparentemente eterno,atemporal,ahistrico.Elcarcterno-cientfico de esta perspectiva se pone20realidad econmica 18836Se lleg incluso a citar a directivos de empresas privadas como Toyota Argentina pa-ra que contribuyeran a la reforma curricular expresando sus necesidades inmediatas.En el contexto planteado esta situacin no est revelando un contacto necesario de launiversidad con su entorno productivo-social, sino el afn por perseguir las "necesida-des del mercado", las cuales no son otra cosa que los prosaicos requisitos de capaci-tacin de los grandes estudios contables, consultoras y empresas que emplean a unaparte marginal de los egresados de la UBA.especialmentedemanifiestoensuabsolutaincapacidadparacompren-der la historia de las instituciones. Latoma por una inexplicable secuela demortales equivocaciones protagoniza-dasporactoresirracionalesque,yapormaldad,yaporignorancia,pasa-ronsistemticamenteporaltolassa-bias prescripciones de las teoras conlas que sus autores nos iluminan. Comoconsecuenciadelolimitadodelmtodo,lavisinneoliberalfallaensudiagnsticoacercadelorigendelagravesituacinquevivelauni-versidadenlaactualidad.Todoslostrabajosquesostienenlanecesidadde arancelar destacan un triste pano-rama a la hora de retratar la universi-dadpblica37.Losdefensoresdelaprivatizacin proceden de inmediato aatribuirtodas estasdesgraciasalca-rcter pblico, gratuito y masivo de launiversidad. Sin embargo, es muy difcil sostenerque la actual situacin de la universi-dad es resultado exclusivamente de laaplicacin de los principios propios delaeducacinsuperiorpblica.Msbien se podra afirmar con mucha ma-yor fuerza argumentativa todo lo con-trario:fueronlosltimos25aosdeprivacinpresupuestaria,ajuste,va-ciamiento, arancel encubierto, injeren-ciaexterna,maltratointerno,loqueterminpordiezmarlauniversidadpblica, conducindola a su ms pro-funda crisis, que la arroja hoy al bordedelcolapso38.Laresponsabilidadporestedeterioronopuedeatribuirseaquenoseaplicaronlasrecetassal-vadoras de los privatizadores; de he-cho, la decadencia actual es productode la lenta y solapada, aunque efecti-va, implementacin de estas frmulasdurante el ltimo cuarto de siglo. En suma, la visin ahistrica del en-foqueneoliberalnoreconocelosin-cuestionables avances de la privatiza-cinenlasltimasdcadasy,alnohacerlo,yerraenlaidentificacindelas causas de la crisis actual; a saber:noeslafaltadeaplicacindelasrecomendacionesprivatistassinosuavanceloqueocupaunlugarcentralenexplicarladecadenciaactual de la universidad pblica39. 4.1.CrticasaldiagnsticoEscasezpresupuestariaPrcticamentetodaslasvocesquedefiendenlaprivatizacintomanlafaltadepresupuestoparalaeduca-21Contra el arancel37Como desarrollamos en la seccin 1, se mencionan la falta de calidad acadmica, lasdeficiencias en la produccin cientfica, las limitaciones para el acceso de los secto-res de menores recursos, el alto nivel de desercin de los estudiantes, entre otras ca-lamidades.38En un documento del ao 2000, incluso el Banco Mundial reconoce el carcter brutaldel ajuste sufrido por las universidades de los pases en desarrollo: Durante las doso tres ltimas dcadas (...) se focaliz la atencin en la educacin primaria. (...) Estoha llevado a dejar de lado la educacin secundaria y terciaria, llevando la educacinsuperior a un peligroso estado en muchos -si es que no en la mayora- de los pasesen desarrollo. Con muy pocas excepciones notables, est subfinanciada por los go-biernos y donantes (Banco Mundial, 2000, citado en Coraggio et al., 2001, p. 17). 39Se registra un comportamiento similar en los sectores ms ortodoxos en relacin conlas explicaciones ofrecidas a la actual crisis econmica argentina: con independenciadel grado de avance en la implementacin de las recetas neoliberales, estos sectoresatribuyen el origen de la crisis a la insuficiencia de las reformas aplicadas. cin superior como un dato de la rea-lidad,comoalgoevidente,inmutableeincuestionable.Algunasvecessim-plemente se afirma que el presupues-toesescaso,enotrasselomuestracomo un problema de asignacin rela-tiva. Con tono afectado -y paradjica-mente populista- se afirma que finan-ciaralauniversidadpblicaimplicadesviar partidas destinadas a fines demayorprioridad,comolaalimenta-cin, la vivienda, la educacin bsica,lasalud.Unavarianteunpocomssofisticada seala la gratuidad y la au-senciadecupocomounverdaderoderrochededinero,conlaapelacinalsentidocomn:paraququere-mos pagar la formacin de tantos m-dicos,sidespusquedandesocupa-dos.Basta con una mnima revisin de laformaenlaqueseasignaelpresu-puestonacionalparaobjetarestear-gumento.Elestadoargentinonosedistingue precisamente por su capaci-dad de asignar los fondos con arregloalasnecesidadesdelasociedad,ymenostodavaporsusinclinacioneshacialaplanificacineconmica,enningnrea.Losfondosnoestninapelablementeausentes,sinoque justamente son empleados pa-ra fines ajenos al desarrollo econ-mico y social. Este hecho queda pal-mariamentedemostradocadavezquedebidoalapresinpoltica,em-presariaopopular,elgobiernoseveobligadoaotorgarconcesionesbajolaformadepartidaspresupuesta-rias40.Entrminosestrictos,tampocoel tamao total de los fondos pblicosesabsolutamentefijo,yaque,porejemplo,sepodranaumentarlosre-cursosdisponiblescombatiendose-riamentelaevasinogravandoconalcuotas mayores las ganancias y losdividendos. Un anlisis pormenorizado de la dis-tribucindelpresupuestopblicopo-ne de manifiesto que no es justamen-teelgastoeneducacinsuperiorelqueseencuentrasobredimensiona-do41.Ennumerosospases,desarro-llados o no, el presupuesto universita-rio pblico considerado como propor-cin del PIB, en trminos absolutos o22realidad econmica 18840La reciente licuacin de pasivos por ms de US$ 18.000 millones corrobora la exis-tencia de fondos para ciertos fines, pero no para otros. Durante la dcada pasada, porsu parte, algunas erogaciones sirven de ejemplo de la existencia de voluminosos fon-dosparaciertosusos:lospagosdeladeudaexterna,lasfrecuentestransferenciashacia las empresas privatizadas, los fondos reservados y los retornos en las contra-taciones pblicas, entre otros. 41El gasto consolidado en educacin superior y universitaria en la Argentina represen-t aproximadamente un 0,7% del PIB en promedio durante la dcada de los 90. Es-te porcentaje es sustancialmente menor que el de los pases de la OCDE y el de losprincipales pases de Amrica latina, que en promedio alcanza un 1,3% (FIEL, 2000).Otra manera de realizar una comparacin internacional es a travs del indicador degasto corriente por alumno expresado en porcentaje del PBN per capita para la edu-cacinsuperior.En1995,esteporcentajeeradel17%enlaArgentina,del21%enChile y del 28% en el Uruguay. La comparacin respecto de pases desarrollados esmsdramtica:esteindicadoreradel44%enelReinoUnido,24%enFranciay21.8% en Alemania para el mismo ao (UNESCO, 1998).Incluso FIEL (2000), utili-zando sus propias cifras, reconoce el bajo gasto por alumno ajustado por PIB per ca-pita en la Argentina, al que atribuyen un porcentaje del 27% contra el 50% del prome-dio. medido por estudiante, es sustancial-mente mayor42. Respectodelacantidadptimadegraduados,difcilmentepodraarro-garselacapacidaddeproyectarlacantidaddeprofesionalesdecadarea necesarios para el desarrollo, unestadoquehademostradosuinepti-tudparalaplanificacindetodotipo.Elmercado,porotraparte,slobrin-da seales vinculadas con las necesi-dades solventes de corto plazo, lo quede modo alguno constituye un criteriovlido para estas decisiones. Por otraparte, no puede afirmarse sin cinismoque,porejemplo,"sobranmdicos"en una sociedad en que las necesida-des de salud se encuentran por com-pleto insatisfechas: parece ms ciertoafirmarquenosobranmdicos,sinoquefaltanrecursospblicosparasa-lud.Por otra parte, el recurso de contra-poner el gasto en educacin superiorcon el gasto en educacin bsica o ensalud,comosifuerandosobjetivosexcluyentes, es un recurso ideolgicoquepretendeforzarunaeleccinen-treelgastoensectoressocialesmu-tuamente necesarios. La mera formu-lacindeestafalsadisyuntivarevelala orientacin primariamente fiscalistade quienes pregonan el arancel43.Es-tenfasisenelpesoquerepresentalaeducacinsuperiorparalasfinan-zas pblicas pone al descubierto queen muchos casos el verdadero obje-tivodelarancelnoesmejorarelsistema universitario sino recaudarfondosparaqueelestadopuedadesentenderse de esta obligacin44.Lahistoriaargentinamuestraquecuandoelpresupuestouniversitariofue suficiente, la universidad pblica ygratuita fue capaz de ofrecer una for-macindecalidadaconjuntoscre-cientesdelapoblacin.Dehecho,aquellos pases que priorizan el finan-ciamientodelaeducacinsuperiorestnreputadoscomolosdemayorexcelencia en este campo. No hay unproblemanaturalenelhechodequelauniversidadseafinanciadaporelestadontegramente,loqueimplicaquenoesstalapremisasobrelaque debe basarse la discusin.23Contra el arancel42Un indicador comparado es el de gasto por alumno, que adopta valores bajos en nues-tro pas en trminos internacionales. En la Argentina, segn un documento publicadopor el Ministerio de Economa en 1999, el gasto anual por alumno universitario era deUS$ 1.618, relativamente bajo comparado con los US$ 2.018 que se destinan en Es-paa, los US$ 3.976 que se gastan en Alemania, o los US$ 8.724 de EUA (citado enCoraggio et al., 2001). Vale tener en cuenta que el valor en dlares correspondienteparalaArgentinaseverconsiderablementedisminuidoen2002,debidoalafuertedevaluacin que sufri la moneda local.43Dehecho,laevidenciarevelaquelaArgentinanodestinaunaparteexcesivadesugasto educativo a la educacin superior. Una revisin comparada del porcentaje querepresenta el gasto en educacin superior dentro del total de los gastos corrientes eneducacin muestra que la Argentina destin en 1995 un 17,6% a la educacin supe-rior. En ese mismo ao Chile destin el 18%, el Uruguay el 27%, Alemania el 21.8%,el Reino Unido el 23% y EUAel 23,3%. Francia muestra un porcentaje ms bajo pa-ra este ao: 16,5%. (UNESCO, 1998).44La transferencia a las provincias de la educacin bsica primero, y media ms adelan-te, es un ejemplo revelador de cmo tras el discurso de la calidad, la eficiencia, la equi-dad y la participacin se esconde el imperativo del ahorro de presupuesto nacional.24realidad econmica 18825Contra el arancelInequidadElsegundoejesobreelqueseba-sanlasposicionesprivatizadorassecentrasobreelsupuestocarcterre-gresivodelauniversidadpblicaygratuita. En pocas palabras, se sostie-ne que a la universidad la mantienenlos pobres mientras la aprovechan losricos. Empecemosporelprincipio:enprimerlugar,noesciertoquelosestudiosseanhoygratuitos.Aunsin tener en cuenta los mltiples aran-celesquepaulatinamentefuerones-tableciendolasautoridades,elestu-diantetienequeafrontardiversosgastos,prohibitivosparalossectoresdemenoresingresos.Completarunacarrera universitaria requiere disponerdepresupuestoparatransporte,ma-terialesdeestudio,diversostrmitesocertificadosaranceladosyelparti-cularmente gravoso costo de oportu-nidad que implica limitar las horas detrabajo.Talcomoestnplanteadas,ciertascarrerassondirectamentein-compatiblesconunajornadadetra-bajo extendida, habitual en las actua-lescondicionesdeflexibilizacindelmercado laboral. Este factor, general-mentepasadoporalto,explicamu-chasveceslaimposibilidaddeacce-der a estudios de importantes franjasdelapoblacinenedaddehacerlo.De hecho, el problema de la univer-sidadactualnoestantoporquconcurren los que efectivamente lohacen,sinolascondicionesqueimpiden que sea an ms masiva. Es cierto que los sectores de meno-res ingresos no acceden a la universi-dad, pero esto no se debe al hecho dequenoestarancelada(loque,evi-dentemente,slofacilitasuacceso)sino a la conjuncin de mltiples razo-nes,lamayoradecarcterextrauni-versitario,queimponenlmitesasuingreso a este sistema de educacin.En particular llama la atencin la bajatasadegraduacindelsecundariorespectodeltotaldepoblacinenedad tpica de graduacin que poseenuestropas:37%(OCDE,2000)45.Esto implica que un 63% de la pobla-cin en edad tpica de comenzar estu-diosuniversitariosnisiquierahater-minadosusestudiosmedios.Entreotros factores que restringen el acce-so pueden mencionarse: las falenciasde la educacin inicial y media, los im-perativosdegeneraringresos(porexiguosquesean)ylaincapacidadeconmica de afrontar los gastos aso-ciados con la educacin universitaria.Por lo tanto, no es cierto que por defi-nicin launiversidadpblicasloatiendaalossectoressuperioresymedios.Estotiendeaserasenunpas crecientemente pauperizado, conun sistema educativo bsico desfinan-ciado e ineficaz, y que excluye a ma-sas crecientes de su poblacin no s-lodelsistemaeducativo,sinocadavez ms de todo mecanismo de inte-gracinsocial.Laintroduccindearanceles y limitaciones al ingreso so-lamente acentuara el carcter restrin-gido de la universidad actual. 45Lacomparacininternacionalconfirmaestasituacininclusoenrelacinconotrospases latinoamericanos. La tasa de graduacin del secundario respecto al total de lapoblacin en edad tpica de graduacin es del 38% en el Brasil y del 52% en Chile,aunque del 30% en Mxico. Si comparamos esta tasa con la de los pases en desa-rrollo encontramos una diferencia sustancial: la ms alta tasa es la del Japn, con un96%. Le sigue Alemania con el 93%, Francia con el 87%, EUA con el 74% y Canadcon el 72%. (OCDE, 2000).26realidad econmica 188A la vez, al aseverar que a la univer-sidadsloconcurrenpersonasdein-gresosmediosaltosyaltos,eldiag-nsticoneoliberalvuelveaapartarsede la realidad. Antes que nada se in-curre en un error al identificar el ni-veldeingresodelosestudiantescon el de sus padres. El perodo quevadelos18alos25aosdeedadcoincideennuestrasociedadconeldelaindependizacindelosjvenescon respecto a sus familias de origen;lo que convierte en error de cmputoelhechodeconsiderarlasituacineconmicadestosyaquelloscomoanlogas,suponiendoungradodedependenciaeconmicainclusomsalldeloquelaleyestablececomodependenciacivil(LoVuolo,s/f).Entodocaso,estaprcticapuedeseradecuada para los sectores ms aco-modados46, ya que es habitual que losjvenes no accedan al mercado labo-ral sino hasta completar sus estudios,totalmentesolventadosporlospa-dres.Sinembargo,unestudiodelarealidad de los estudiantes de las uni-versidades pblicas argentinas revelaqueenmuchoscasoslosestudiossondesarrolladoscomoactividadcomplementariaaltrabajodetiempoparcial o completo47. En efecto, la granmasa de los estudiantes universitariostienelanecesidaddetrabajarparasolventarlosmltiplescomponentesnogratuitosdesueducacinsupe-rior48. Por lo tanto, est a la vista laescasa capacidad adquisitiva de lamayora de estos ciudadanos cuan-do se considera sus ingresos en lu-gar de los de sus padres. Esto impli-ca que incluso los aranceles modera-dosquealgunossectoressugierenpara la universidad pblica resultaranun gasto elevado para la mayor partedelosestudiantessiconsideramossus verdaderos ingresos como ciuda-danos emancipados.La acusacin de inequidad est ba-sada esencialmente sobre la supues-ta regresividad del gasto universitario.Paracuestionaresteargumentoesnecesarioexaminarlacuestindelaregresividad desde un doble punto devista: el de la generacin y el del gas-to de los recursos pblicos. Respectodelorigendelosfondospblicosdestinadosalauniversidad,el diagnstico privatizador condena elhechodequestaestsolventadaesencialmenteporloscontribuyentesms humildes. Como se acepta gene-ralmente que el sistema impositivo ar-gentino se caracteriza por una marca-da regresividad, el financiamiento uni-versitarioseconcentraenlascapasdemenoresingresos.Nuestracrticanopuededeningnmodonegarlaveracidad de este argumento. Sin em-bargo,cabedenunciarlafalaciapars46De estos sectores ms favorecidos, dicho sea de paso, provienen gran parte de losdefensores de la privatizacin. 47En el caso de la UBA el Censo de Estudiantes 2000 revel que las dos terceras par-tes de los estudiantes trabajan durante sus estudios. La mitad trabaja ms de 35 ho-ras semanales y el 27% trabaja entre cuatro y seis horas diarias. El 27,8% afirma quesu fuente principal de ingresos es su trabajo y el 37,3% afirma que su fuente es sutrabajo personal ms el aporte familiar (Mollis: 2001, 64). Dentro de los estudiantesque no trabajan debe destacarse la influencia del fenmeno del desempleo, especial-mente elevado para ese segmento de edad (14%, segn EPH 1999 onda octubre) .48Con la excepcin de algunas carreras particulares que, como fue mencionado, exigendedicacin de tiempo completo, lo que limita la posibilidad de que los estudiantes tra-bajen paralelamente a sus estudios.27Contra el arancelprototo enlaquereposa49.Esciertoquelauniversidadestsolventadaporlospobres,perocuandoaproxi-madamentelamitaddelarecauda-cinfiscalprovienedeimpuestosalconsumo,mientraslosrecursospro-venientesdeimpuestosproporciona-lesalariquezaesexigua,desdeelavinpresidencialhastaelltimodelospapelesmembretadosqueutilizael sector pblico es solventado por lospobres.Enrigordeverdad,todogasto en el que incurra el estado ar-gentino,estfinanciadomayorita-riamenteporlosgruposdemeno-res ingresos. Si esta acusacin le ca-bealaeducacinsuperior,anteslecorrespondeaotrosgastossuper-fluos, a los dineros apropiados de ma-nerailegal,alossobrepreciosquehistricamente le pag el estado a losgruposeconmicoslocales-deveni-dos en lobbistas de la privatizacin dela universidad- en fin, a cualquier ero-gacin del estado. La cuestin no esquelauniversidadsearegresiva,sinoqueelsistemaimpositivona-cionalloes,yesalldondedebenrealizarsetransformacionesfunda-mentales. La pretensin de mancharcon esta culpa a la educacin superiory pretender que en ese mbito se dsolucin a lo que en el nivel global ca-da vez se agrava ms, muestra la ar-bitrariedad de los que defienden la pri-vatizacin,queporotrapartepocasvecessemuestranpreocupadosporelcarcterregresivodelarecauda-cin50.Desde el punto de vista del gasto, elargumentoneoliberalsostienequelauniversidad pblica es regresiva debi-doaquelosbeneficiariosdelgastopblico en educacin superior son ex-clusivamente los estratos medios y al-tos.Esteargumentosesustentasobre una visin que considera nica-mentelaformacinuniversitariades-deunaperspectivaindividual;cues-tinquediscutiremosmsadelante.Ms all de eso, el argumento puedecuestionarse a partir de la simple ob-servacindelainformacincorres-pondiente a la distribucin del ingreso(EncuestaPermanentedeHogares,mayo 2001). A la universidad no acce-den exclusivamente los estratos privi-legiados;porlocontrario,seobservaque un 15% del total de los estudian-tes pertenece a los hogares ubicadosen los primeros tres deciles en trmi-nos de ingreso familiar per capita51, esdecir,hogaresquetienenuningresoper capita promedio de $ 7452. Es cier-to que a la universidad acude una ma-yor proporcin de alumnos que perte-necen a los estratos de ingresos me-diosyaltos,sinembargo,dichaasi-metraesconsiderablementeme-noralaqueexisteconrespectoalos ingresos de la poblacin en ge-neral. En efecto, mientras que el decilde menores ingresos obtiene tan sloel1,4%delosingresostotales,un2,6% de la poblacin universitaria co-rrespondeadichodecil.Eldecildemayoresingresos,porsuparte,aca-para el 35% de los ingresos totales dela poblacin, aunque slo el 13,1% de49Esta falacia consiste en tomar una parte por el todo. 50Enlaprcticalosfuncionariosafinesconlasposicionesprivatizadorastiendenmsbien a reforzar la marcada injusticia del sistema impositivo cada vez que tienen opor-tunidad de hacerlo.51Los primeros tres deciles agrupan al 30% de hogares con ingresos ms bajos.52A marzo de 200128realidad econmica 188lapoblacinuniversitaria53.EnlaAr-gentina, el acceso a la universidad esmshomogneoqueladistribucindelingreso.Comovemos,elargu-mento de la regresividad de la univer-sidaddebeserrelativizadosobrelabase del fundamento emprico. Porotraparte,comohabamosse-alado,laeducacinsuperiornoesapropiadantegramentedemaneraindividualyprivada,sinoqueposeeuna funcin relevante y necesaria pa-raeldesarrolloeconmicoysocial(comoexponemosenelsiguienteapartado), entonces el gasto universi-tarioeducativonopuedeenningnsentido ser entendido como un bene-ficio exclusivo de los que asisten a launiversidad.Porlocontrario,aligualqueotrosgastossociales,elgasto en educacin superior ofreceun beneficio para la sociedad en suconjunto.Apropiacinindividualy privadadelosfrutosdelaedu-cacinuniversitariaEntercerlugar,lacaracterizacinneoliberalsostienequetodoslosfru-tosdelosestudiosuniversitariossondisfrutados individualmente por el es-tudiante,querecibirmayoresingre-sosensufuturoprofesional.Estaapropiacin privada es la que justifica-ra el arancelamiento de los estudios.Porempezar,seaplicaaqunuestracrticageneralaestediagnstico.Escierto que si la formacin, tal como haocurrido cada vez ms en los ltimostiempos, toma un cariz unilateralmen-teprofesionalistaabandonandoporcompleto su contenido crtico y social,lahiptesisdelaapropiacinindivi-dual del esfuerzo pblico se asemeja-r cada vez ms a la realidad. Se veentonces que ms que tratarse de undiagnsticofieldelauniversidadtalcuales,setratadeunaanticipacinde lo que la privatizacin traera con-sigo;es,pues,unaexpresindede-seo, dado que ste es el lugar que sereservaparalaeducacinpblicaadaptada por completo a la demandadel mercado.Losbeneficiosdelaeducacinsuperiornosonsloapropiadosprivadamentesinoque,fundamen-talmente,sondistribuidoshaciaelconjunto de la sociedad a travs dela formacin de profesionales que sa-tisfacen necesidades sociales, y de lageneracindeciencia,tecnologaypensamientocrtico,esencialesparaeldesarrolloeconmicoysocialdecualquier pas54. Porotraparte,enelcasodeque,efectivamente,losegresadosdelauniversidadobtuvieranalgraduarseingresos particularmente elevados, esrazonableesperarque,enelmarcode una estructura impositiva progresi-va, esos egresados sean gravados enfuncindelosingresosygananciasque generen. No es claro por qu, en-53Lainformacinsobreestudiantesuniversitariosincluyetambinalosqueasistenauniversidadesprivadas.Sipudieradiscriminarsealosestudiantesdeuniversidadespblicas, la asimetra resultante sera incluso menor.54Estetemaserabordadoenundocumentoenelaboracin.Sinembargo,valeunaaclaracin:desdeya,losbeneficiossocialesdelaeducacinsuperiornoselograncon cualquier tipo de formacin, por lo que la discusin sobre los contenidos y las for-mas de la enseanza que se ofrecen en la universidad pblica est netamente vincu-lada con su funcin social y su potencial transformador.29Contra el aranceltonces,sedebeaplicarunarancelqueimplicaraunnorecomendablecaso de doble imposicin. A la vez, sibienesesperablequequienesacce-den a la universidad gocen de mayo-resingresosenelfuturo,enunpasconcrecientedesocupacin,subocu-pacin e inestabilidad de ingresos, es-ta suposicin no se impone como unafrrealeygeneral.Porlotanto,norevisteningnsentidoeconmicogravarunabaseimponible(losin-gresos futuros) que no existe an yque, de hecho, se presupone.Unsencilloejemplomuestraqueaunhoy,enlamedidaquelosingre-sos del graduado se incrementan, s-te paga al estado sus estudios por lava de sus contribuciones, y si slo lohace lentamente es debido a la men-cionadaregresividaddelsistemaim-positivo.Esteargumentoreafirmalanecesidad de colocar el foco en la re-formadelsistemaimpositivo,elcualdeberaestardestinadoagravarin-gresos y ganancias y no los estudiosuniversitarios. Los ingresos promedia-lesdeungraduadouniversitario,se-gnlaEncuestaPermanentedeHo-gares (onda mayo 2001) ascienden a$ 1.224, mientras para un secundariocompleto llegan slo a $ 416. El dife-rencialenloqueaportanalsistemaimpositivoentrelos25ylos65aosdeedad(sincontarcargaspatrona-les,niseguridadsocial)es,envaloractual, de $ 34.739.Adicionalmente,sedebetenerencuentaquealgravar-medianteunarancel- los mayores ingresos que losestudiantestendranenelfuturoporla posibilidad de dedicarse a activida-desoprofesionesmsrentables,secondicionaralaeleccindeestosprofesionales, obligndolos a inclinar-seporesetipodeactividadesyale-jndolosdeotrasquetalvezseanmenosrentables,peronecesariasytiles para la sociedad. IneficienciayfaltadecalidadPor ltimo nos dedicaremos a cues-tionarlasacusacionesdebajacali-dad,ineficienciayaltadesercinquepesansobrelauniversidadpblica.Entendemosysostenemosaququela privatizacin no asegura de ningnmodounamejoraenlacalidad,nilasuperacindelosproblemasqueac-tualmenteaquejanalauniversidad.Enestesentidoesindicativoquelamayoradelasuniversidadespriva-das no se caracterizan por el elevadonivelacadmico,enespeciallasdemayormatrculaycuotamsaccesi-ble.Msalldelasperipeciasqueletocatravesar,launiversidadpblica argentina conserva en mu-chos campos el primer lugar en ca-lidadeducativa.Estaventajaseob-serva simplemente leyendo los avisosclasificadosdelosdiariosdemayorcirculacin:enellossenotalaprefe-renciaporlosestudiantesogradua-dosdelauniversidadpblica55.Unade las claves de este alto nivel acad-55De hecho, un estudio reciente realizado por la consultora MORI y publicado en la Re-vista Mercado ratifica esta afirmacin: la UBA encabeza claramente la lista de prefe-rencias de las cincuenta empresas consultadas en las reas de Administracin, Tec-nologa, Sistemas y Marketing (Mercado N 973, 1998, citado en Mollis, 2002, p. 105).Lo interesante de este estudio -a pesar de las limitaciones que por tratarse de una en-cuesta presenta- es que la UBA se mantiene como la preferida en carreras en las que,por ser ms comerciales y no requerir altas inversiones en infraestructura para su en-seanza, se podra suponer que el sector privado se encuentra especialmente prepa-rado para competir. La brecha entre la formacin privada y la pblica es an mayor30realidad econmica 188mico mantenido por las universidadespblicas es la estrecha relacin entreinvestigacinydocencia.Slolauni-versidad pblica que acta -y deberahacerlo aun en mayor medida- al mar-gendelimperativodellucro,puedededicarsuscapacidadesalainvesti-gacinbsicaindependiente.Ensn-tesis:todoelargumentosesostieneenlascomparacionescuantitativasentreuniversidadespblicasquemantienen hasta cierto punto su exce-lencia vis vis de universidades priva-das que, salvo contadas excepciones,secaracterizanporsupobrenivelacadmico,laausenciadeinvestiga-cin y la primaca de los objetivos co-merciales por sobre las consideracio-nes cientficas.Enloquerefierealallamadaefi-ciencia, la obsesin por encontrar me-didas cuantitativas del desempeo delas instituciones condujo a los autoresde matriz neoclsica a disear indica-dores de eficiencia fcilmente cuestio-nables. Uno de los favoritos es el quebuscamedirlaeficienciamediantelarelacinentrematrculayegresados.Lacantidadderecibidosenrelacincon los inscriptos es ms baja para laeducacinpblicauniversitariaqueparalaeducacinprivada56.Elcostoatribuibleacadaunodelospocosgraduadosesencambiosideralentrminosrelativos,loqueseatribuyeaineficienciaspropiasdelaadminis-tracin pblica que provocan la deser-cin y una mayor duracin real de lascarreras. No hace falta calar muy hondo parapercibir la superficialidad, por no decirlaignorancia,propiadequienesapli-can estas medidas simplistas. En pri-merlugarseomiteaquque,entreotrascosas,elndicedelacantidaddegraduadosporestudianteguardarelacin tambin con el grado de exi-gencia que tiene la institucin educa-tiva, el tipo de formacin ofrecida y laextensindelascarreras.Enestesentido, el indicador graduados/es-tudiantes podra entonces ser ledoya no como una medida de la (in)e-ficienciadelainstitucin,sinoco-mo un indicador de la exigencia dela misma. Y aqu se llegara a la con-clusin de que las instituciones priva-das universitarias tendran menor gra-do de exigencia (hecho poco cuestio-nadoenelpasparalamayorpartede las instituciones) y por lo tanto, me-norcalidaddesusgraduados.Elhe-chodequesegastemsporcadagraduado no puede de ninguna mane-rainterpretarseensmismocomoineficiencia,cuandonoseevalasucalidad57. en disciplinas como ciencias mdicas o exactas, en las que el prestigio en investiga-cin y nivel acadmico de las universidades nacionales, en particular de la UBA, esincomparable con el de cualquier universidad privada. 56Efectivamente,larelacinegresados-alumnosesmayorenlasuniversidadespriva-das: con el 15,1% del total de alumnos del sistema, generan el 24,6% de los egresa-dos (Coraggio et al., 2001).57A la vez, una revisin de la distribucin de los graduados de carreras de grado segnramas de estudio en las universidades pblicas y privadas, revela que en las ltimasel porcentaje de graduados de carreras ms costosas (desde el punto de vista de losrecursostecnolgicosydeinfraestructurarequeridosparalaenseanza)esmuchomenor. Ello explica parte del mayor gasto por graduado de las universidades pblicas.Mientrasqueenlasuniversidadespblicaselporcentajedegraduadosdecarrerasms costosas (ciencias de la salud, ciencias bsicas y aplicadas) es del 50% sobre eltotal de graduados, en las privadas slo llega a el 25% de los que se reciben (Minis-terio de Educacin, Anuario 1998).31Contra el arancelPorotrolado,laevidenciaempricacuestionalasupuestamayoreficien-ciadelasuniversidadesprivadasalanalizarelndicededuracinmediade las carreras. En efecto, la realidadno muestra lo que esperara encontrarel diagnstico privatizador: este ndiceno presenta grandes diferencias entrelas universidades nacionales y las pri-vadas,yaquelospromediossonde1,5658y1,4259,respectivamente(Co-raggio et al., 2001). Con respecto a la alta desercin queexperimentalauniversidadpblica,estanoesatribuiblenicamentealasupuesta falta de eficiencia interna delauniversidad,sinoqueesconse-cuenciadeaspectosextrauniversita-rios tales como la pobre calidad de laeducacin bsica y la urgente necesi-dad de generar ingresos de una partecrecientedelapoblacinestudiantil.Alavez,laescasezpresupuestariaimponesobrelosestudiantescondi-cionesdecursadadifcilesdesobre-llevarparaquinesposeenunabaseeducativamsfrgilymenortiempodi