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4 Entre las distintas prácticas agrícolas surgidas en los últimos 50 años, el uso de las hormonas (fitorreguladores, biorreguladores) es una de las técnicas que mayores expectativas despertaron en su comienzo como método de manipulación del desarrollo de los vegetales. Después de la euforia inicial numerosos estudios y ensayos han demostrado que, si bien las aplicacio- nes hormonales no constituyen una panacea universal, existen por otro lado determinados aspectos del desa- rrollo que son en mayor o menor medida susceptibles de modificación mediante estos productos. Sin embar- go, y a pesar de la inmensa cantidad de información generada durante estos últimos años, todavía desconocemos aspectos fundamentales del uso de este tipo de compuestos. La mayor contra- riedad al respecto parece que se rela- ciona con la falta de reproducibilidad y abundante información contradicto- ria que genera este tipo de experimen- tos, aspectos que limitan y restringen considerablemente la fiabilidad y capacidad de predicción del cuerpo de conocimientos que poseemos. Los pri- meros investigadores, sorprendidos por los resultados dispares de muchas de estas aplicaciones hormonales, acu- ñaron la expresión “spray and pray” (“pulveriza y reza”) para referirse a este tipo de experimentos. En los últi- mos años, sin embargo, se han produ- cido diversos avances en el conoci- miento del mecanismo de acción de estos compuestos, que pueden ayudar a ubicar esta información en un cuerpo lógico, que permita predecir los resul- tados esperados con mayor precisión. En esta exposición presentamos un ejemplo, el efecto del ácido giberélico (GA3) sobre el cuajado del fruto, que ilustra la problemática de las aplica- ciones hormonales. La revisión que se presenta pretende definir las bases de conocimiento sobre las que asentar hipótesis de trabajo que racionalicen el uso de este tipo de aplicaciones. La revisión atenta de la bibliografía reve- la numerosos casos contradictorios en- tre los datos aportados, y por otro lado, la experiencia de los propios agriculto- res puede ser asimismo dispar. En esta revisión se discriminan las causas de las diferencias entre la capa- cidad de respuesta intrínseca de las va- riedades al ácido giberélico, y el efec- to que produce éste cuando se aplica mediante pulverizaciones. En esta falta de consistencia confluyen diver- sas causas, cuya correcta identifica- ción puede permitir una mayor racio- nalidad en la aplicación de las hormo- nas, objetivo del presente trabajo. La variabilidad en la respuesta del ácido giberélico puede deberse en CITRICOS Mejora del cuajado del fruto de los cítricos mediante aplicaciones de ácido giberélico M. Talón 1 , Fco. R. Tadeo 1 , M. Juan 2 , J. Soler 1 , M. Agustí 3 y E. Primo 1 1 INSTITUTO VALENCIANO DE INVESTIGACIONES AGRARIAS 2 SERVICIO DE DESARROLLO TECNOLÓGICO AGRARIO 3 UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE VALENCIA E n este artículo se revisan los factores que inciden sobre el efecto del ácido giberélico (GA3) en la mejora del cuajado de los frutos cítricos. En principio, se distinguen dos tipos de factores, factores físicos que afectan a la penetración del GA3, y factores fisiológicos que afectan a la efi- cacia del mismo. En base a estos factores se intenta discriminar entre las cau- sas de las diferencias observadas entre la capacidad de respuesta intrínseca de los órganos de las distintas variedades al ácido giberélico, y el efecto que pro- duce éste cuando se aplica mediante pulverizaciones. La correcta identifica- ción de estas causas puede permitir una mayor racionalidad en la aplicación del GA3. También se ofrece un listado sucinto de los efectos de las aplicacio- nes individuales y de las pulverizaciones completas al árbol en las principales variedades de nuestra Comunidad. INTRODUCCIÓN EFECTO DEL ÁCIDO GIBERÉLICO

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Entre las distintas prácticas agrícolassurgidas en los últimos 50 años, el usode las hormonas (fitorreguladores,biorreguladores) es una de las técnicasque mayores expectativas despertaronen su comienzo como método demanipulación del desarrollo de losvegetales. Después de la euforia inicialnumerosos estudios y ensayos handemostrado que, si bien las aplicacio-nes hormonales no constituyen unapanacea universal, existen por otrolado determinados aspectos del desa-rrollo que son en mayor o menormedida susceptibles de modificaciónmediante estos productos. Sin embar-go, y a pesar de la inmensa cantidad deinformación generada durante estosúltimos años, todavía desconocemosaspectos fundamentales del uso de estetipo de compuestos. La mayor contra-riedad al respecto parece que se rela-ciona con la falta de reproducibilidady abundante información contradicto-ria que genera este tipo de experimen-tos, aspectos que limitan y restringenconsiderablemente la fiabilidad ycapacidad de predicción del cuerpo deconocimientos que poseemos. Los pri-meros investigadores, sorprendidospor los resultados dispares de muchasde estas aplicaciones hormonales, acu-ñaron la expresión “spray and pray”(“pulveriza y reza”) para referirse aeste tipo de experimentos. En los últi-

mos años, sin embargo, se han produ-cido diversos avances en el conoci-miento del mecanismo de acción deestos compuestos, que pueden ayudara ubicar esta información en un cuerpológico, que permita predecir los resul-tados esperados con mayor precisión.En esta exposición presentamos unejemplo, el efecto del ácido giberélico(GA3) sobre el cuajado del fruto, queilustra la problemática de las aplica-ciones hormonales. La revisión que sepresenta pretende definir las bases deconocimiento sobre las que asentarhipótesis de trabajo que racionalicen eluso de este tipo de aplicaciones. Larevisión atenta de la bibliografía reve-la numerosos casos contradictorios en-tre los datos aportados, y por otro lado,la experiencia de los propios agriculto-res puede ser asimismo dispar.

En esta revisión se discriminan lascausas de las diferencias entre la capa-cidad de respuesta intrínseca de las va-riedades al ácido giberélico, y el efec-to que produce éste cuando se aplicamediante pulverizaciones. En estafalta de consistencia confluyen diver-sas causas, cuya correcta identifica-ción puede permitir una mayor racio-nalidad en la aplicación de las hormo-nas, objetivo del presente trabajo.

La variabilidad en la respuesta delácido giberélico puede deberse en

CITRICOS

Mejora delcuajado delfruto de los

cítricosmediante

aplicacionesde ácido

giberélico

M. Talón1, Fco. R. Tadeo1,M. Juan2, J. Soler1,

M. Agustí3 y E. Primo1

1 INSTITUTO VALENCIANO DE INVESTIGACIONES AGRARIAS2 SERVICIO DE DESARROLLO TECNOLÓGICO AGRARIO

3 UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE VALENCIA

E n este artículo se revisan los factores que inciden sobre el efecto delácido giberélico (GA3) en la mejora del cuajado de los frutos cítricos.En principio, se distinguen dos tipos de factores, factores físicos que

afectan a la penetración del GA3, y factores fisiológicos que afectan a la efi-cacia del mismo. En base a estos factores se intenta discriminar entre las cau-sas de las diferencias observadas entre la capacidad de respuesta intrínseca delos órganos de las distintas variedades al ácido giberélico, y el efecto que pro-duce éste cuando se aplica mediante pulverizaciones. La correcta identifica-ción de estas causas puede permitir una mayor racionalidad en la aplicacióndel GA3. También se ofrece un listado sucinto de los efectos de las aplicacio-nes individuales y de las pulverizaciones completas al árbol en las principalesvariedades de nuestra Comunidad.

INTRODUCCIÓN

EFECTO DEL ÁCIDO GIBERÉLICO

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principio a dos tipos de factores: 1) físico-químicos y 2) fisiológicos.

1) FACTORES FÍSICO-QUÍMICOS QUE AFECTAN A LAPENETRACIÓN DEL GA3.

En principio, los factores físicoscon influencia en la penetración delGA3 son muy variados y complejos,aunque aquí solo se discutirán tres deellos de especial relevancia.

El pH de la solución. Las inves-tigaciones realizadas indican que lapenetración de GA3 a través de lamembrana cuticular, primera barrerade los órganos vegetales, disminuyeconsiderablemente en condicionesneutro-alcalinas. Es, por tanto, muyaconsejable acidificar la solución dela aplicación hasta pHs cercanos a 5-6, sobre todo cuando se usan este tipode aguas, propias de nuestra Comuni-dad.

La humedad y temperatura.Algunos datos sugieren que los depó-sitos de GA3 que permanecen des-pués de la evaporación de la solucióntras una aplicación, sirven comoreservorios, y precisan un ciertogrado de humedad relativa en elambiente para poder penetrar al inte-rior de los tejidos vegetales. Por elcontrario, el exceso de humedadpuede actuar de lavado y eliminar elcompuesto. La temperatura elevadatambién dificulta la penetración.

La estructura de la superficievegetal. Este factor puede afectar deformas distintas. Las superficies conalta densidad de tricomas (pelosmicroscópicos) y estructuras céreascompactas, por ejemplo, son reflectan-tes y más difíciles de mojar. La capaci-dad de “mojado” aumenta, sin embar-go, con la presencia de ácidos grasos yalcoholes. Aunque la composición deestas estructuras no se ha estudiadocon profundidad en las distintas varie-dades de cítricos, es de suponer que aligual que ocurre en otros géneros, tam-bién en los cítricos se presentan dife-rencias acusadas entre las distintasespecies e incluso entre variedades de

aumento de la altura de la planta(probablemente porque ésta ya poseelos niveles hormonales adecuados).Una similitud evidente puede trazar-se entre el fenómeno de enanismo enestas plantas y el cuajado del fruto enlos cítricos. En el caso de los cítricos,se ha demostrado que las variedadesque poseen semillas en general pose-en niveles relativamente altos deGAs, cuajan adecuadamente y no res-ponden a la pulverización de GA3con el incremento del cuajado (Blan-ca Comuna, Pineapple). Por otrolado, si se impide la fecundación sereduce la síntesis de GAs y el cuaja-do, que solamente se incrementa conel aporte exógeno de GA3. Existen,además, las variedades de clementinoautoincompatible (Clementina deNules) que en ausencia de poliniza-ción contienen niveles bajos de GAsy producen cuajados menores, quepueden aumentarse con GA3. Unúltimo caso se relaciona con las va-riedades partenocárpicas, que mues-tran niveles relativamente elevados,cuajan adecuadamente y no respon-den a las pulverizaciones de GA3(Satsuma Owari, Navel). Por lo tantoes lógico suponer que las variedadesdeficientes en giberelinas (variedadesautoincompatibles, variedades queprecisan semillas pero no se fecun-dan) poseen una capacidad intrínsecapara responder al GA3 con el incre-mento del cuajado, mientras que las

Figura 1. Inflorescencias y brotaciones típicas de los naranjos.

la misma especie. Las hojas de los cle-mentinos por ejemplo, son muchomenos coriáceas que las hojas denaranjos y mandarinos satsumas.

2) FACTORES FISIOLÓGICOS QUE AFECTAN A LA EFICACIA DEL GA3.

Aún suponiendo una penetraciónpotencialmente idéntica del GA3 en lasdistintas variedades, existen buenasrazones y argumentos que sugieren queel efecto y la acción propia del GA3dependen a su vez de multitud de fac-tores de naturaleza estrictamente fisio-lógica y bioquímica. El propio conteni-do hormonal de la variedad parece serun factor determinante. El contenidohormonal varía principalmente con lapresencia-ausencia de semillas, la posi-ción de la flor en el brote y el tipo deinflorescencia, y con las condicionesclimáticas y el estado nutricional de laplanta. A continuación se discutenéstos y otros factores principales.

Diferencias inter-específicas yvarietales. En muchas especies vege-tales como el guisante, tomate omaíz, se ha demostrado que ladeficiencia de GAs (giberelinas)endógenas (incapacidad para produ-cir la cantidad de GAs adecuadas)produce enanismo y que éste se eli-mina de forma espectacular con apli-caciones de GA3, que restauran elfenotipo normal. Sin embargo, laaplicación de GA3 a los fenotiposnormales sólo produce un ligero

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variedades que muestran niveles nor-males de GAs (variedades con semi-llas, variedades partenocárpicas) pre-sentan una capacidad mucho menor.En algunos casos, como en la varie-dad Navelate por ejemplo, esta reglano parece tan evidente. La Navelateparece poseer una dotación hormonalde GAs adecuada, aunque en muchoscasos presenta un cuajado deficiente,que puede ser parcialmente corregidocon anillados y pulverizaciones deGA3 conjuntas.

Tipo de inflorescencia. Los ni-veles hormonales varían, además, enlos distintos tipos de inflorescencia.En los naranjos Navel se ha mostradoque las uniflorales de tipo campaneropresentan niveles mayores que las in-florescencias de tipo mixto, mientrasque aquéllas no responden al GA3 yéstas responden muy poco. Los rami-lletes de flores son, además, más defi-cientes y responden mucho mejor.

Condiciones climáticas. A pesarde que las diferencias anteriores seestablecen entre especies e incluso va-riedades, existen otras fuentes de va-riación de los niveles hormonales delos cítricos. Así, se ha mostrado que latemperatura tiene una importancia ca-pital en la síntesis de GAs, de formaque temperaturas de 17ºC la inhibencasi completamente, mientras que a27-32ºC se alcanzan los máximos. Laluz, (intensidad, calidad y fotope-riodo) también influyen considerable-mente sobre su formación y niveles.

Estado nutricional. Para la sín-tesis de GAs se requieren niveles ade-cuados de hierro, un elemento im-prescindible en su síntesis. Tambiénse ha mostrado que las carencias denitrógeno reducen los niveles de GAs.Además de estos elementos, la res-puesta positiva al GA3 requiere de unestado nutricional equilibrado tantode macro- como de micro-nutrientes.

Estado fenológico. La eficaciadel tratamiento depende directa-mente del momento de la aplica-

Figura 2. Las condiciones climatológicas adversas pueden aumentar la caída de frutos antes y despuésdel cuajado.

ción. Así, mediante aplicacionesindividuales se ha mostrado que lacapacidad de respuesta mayor seobserva en el estado de flor cerrada,incluso antes de la antesis. Confor-me se aleja el tratamiento de estemomento se pierde efectividad. Enlas pulverizaciones, sin embargo, elmomento óptimo se produce haciael final de la caída de pétalos, ya quela presencia de los pétalos reduce elcontacto de la hormona con el ova-rio que es la diana principal de laaplicación. La efectividad tambiénse reduce en este caso conforme seretrasa la pulverización.

Capacidad de producción. Enlas variedades en que funciona elGA3, la hormona es más activa entérminos relativos, en los huertos conmenores rendimientos. Así, cuando laproducción natural se acerca a valo-res elevados, la efectividad del GA3se reduce considerablemente, y, ade-más, se reduce el tamaño medio delfruto. La interpretación más lógica enestos casos sugiere que el incrementode la demanda producida por elaumento de frutos que sobreviven secompensa con la reducción de su

tamaño. Es interesante observar, portanto, que la hormona sigue siendoefectiva en este caso y que el estanca-miento o reducción de la cosecha nose debe a la falta de efectividad delcompuesto, sino a la falta de nutrien-tes en cantidad tal que permita recur-sos adecuados para todos los frutosen desarrollo. En estos casos, puedeser incluso contraproducente el trata-miento, aunque la variedad posea lacapacidad para responder a la hormo-na. Sin embargo, si el rendimientoinicial es menor, la aplicación deácido giberélico puede incrementar elnúmero de frutos y también el tama-ño de los mismos hasta que se acercea producciones máximas, momentoen que ésta dependerá de otros facto-res ajenos al GA3.

Método de aplicación. Las apli-caciones con fines comerciales seefectúan por medio de pulverizacio-nes que en general “mojan” a todoslos frutos, no sólo a los frutos condesarrollos óptimos, y también aotros órganos como brotes, hojas,ramas y troncos. Este tipo de trata-mientos provoca una estimulación noselectiva de prácticamente todos los

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órganos en desarrollo, con lo que seincrementa la capacidad sumidero entodos ellos, el crecimiento, y portanto, la competencia. Las interaccio-nes que se producen en la planta sonhoy por hoy desconocidas, aunque esbien cierto que este tipo de tratamien-tos es mucho menos efectivo que lasaplicaciones individuales.

En este caso se estimulan selectiva-mente determinados órganos, queven así incrementado su potencial decrecimiento frente a los no tratados,adquiriendo una ventaja en el desa-rrollo que resulta al final fundamen-tal. Con las excepciones reseñadasabajo, casi todos los órganos, ya seanflores, ovarios o frutitos en desarrollode una cantidad elevada de varieda-des, pueden estimular su desarrollocon este tipo de aplicación. La apli-cación individualizada revela, ade-más, la capacidad intrínseca del frutode una determinada variedad pararesponder al ácido giberélico sin otrotipo de interferencias.

Esta observación indica que pue-den existir variedades con elevadacapacidad individual de sus frutospara responder al GA3, pero no res-ponder a pulverizaciones completasal árbol por factores fisiológicos.

A la vista de lo expuesto anterior-mente se comprende la dificultad deofrecer respuestas categóricas res-pecto al efecto del GA3 sobre elincremento del cuajado, un procesoque depende no sólo de factoresinternos sino también de factoresexternos de difícil control.

De entre los factores internos, elpropio nivel hormonal, que a su vezdepende parcialmente de factoresambientales, parece ser el más rele-vante, mientras que los factoresexternos que gobiernan la penetra-ción de la hormona, o el efecto de losfactores fisiológicos como la carga defrutos en desarrollo, juegan un papeltambién fundamental. A continuaciónse describe el efecto del GA3 sobre elcuajado del fruto de aquellas varieda-

Figura 3. Fruto sobre un árbol defoliado a punto de caer.

des cultivadas en nuestra Comunidad,para las cuales existen datos, en basea dos parámetros: 1) la capacidadintrínseca de los frutitos para respon-der al GA3 en aplicaciones localiza-das y 2) el efecto sobre el cuajado enpulverizaciones al árbol completo.También se señalan, cuando se haconsiderado relevante por su poderexplicativo, los casos en los que sehan obtenido datos distintos o noconcordantes, los resultados de ensa-yos en otras zonas citrícolas y laexperiencia propia de productores yagricultores cuando ésta no parecearmonizar con los datos obtenidos enexperimentos controlados. En cual-quier caso, la concordancia más im-portante parece centrarse en la nece-sidad de pulverizar determinadas cle-mentinas autoincompatibles, mien-tras que se podrían obviar los trata-mientos, con alguna excepción, denaranjas, satsumas e híbridos. Lasdiscordancias surgen principalmentecon el uso del GA3 en el resto de lasclementinas autoincompatibles paralas que no se ha demostrado un efec-to inequívoco.

Clementina de Nules, Clemen-tina Fina y Clementina Oronules.Entre las clementinas, existe un pri-mer grupo de variedades, como laClementina de Nules, la ClementinaFina y la Clementina Oronules en lasque se puede apreciar una respuestaimportante al GA3, tanto en aplica-ciones localizadas individualizadas aórganos como flores, ovarios y fruti-tos en desarrollo, como en pulveriza-ciones completas al árbol.

Clementina Loretina. Los experi-mentos iniciales basados en pulveri-zaciones completas al árbol sugierenque en esta variedad el GA3 puedeayudar en la mejora del cuajado, aun-que la experiencia hasta la fechatodavía no es muy extensa.

Clementina Oroval. Las aplica-ciones localizadas producen una res-puesta espectacular en cuanto alincremento del cuajado, mostrando,por tanto, que los frutitos de Oroval,poseen la capacidad intrínseca de res-ponder al GA3, estimulando el cuaja-do. Sin embargo, este aumento tan

CLEMENTINAS

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Satsuma Okitsu. El comporta-miento de esta variedad con respectoal efecto del GA3 es muy semejanteal anterior, pues en los distintos estu-dios no se han encontrado evidenciasde una respuesta positiva.

Satsuma Clausellina. En algunosensayos se ha detectado que la varie-dad Clausellina responde ligeramentea las aplicaciones individuales deGA3. Este efecto, sin embargo, no seha detectado en pulverizaciones com-pletas al árbol, que no muestranbeneficio o perjuicio.

Naranja Washington Navel. Losfrutitos que se desarrollan en ramille-tes florales pueden mostrar cierta ca-pacidad intrínseca de respuesta alGA3 en aplicaciones localizadas, ca-pacidad que se atenúa progresivamen-te en los brotes mixtos y después enlos brotes campaneros. A pesar de es-ta respuesta parcial en aplicaciones lo-calizadas, las pulverizaciones nomuestran ningún efecto sobre el cuaja-do, ya que la respuesta no parece pro-longarse más allá de la caída de junio.

Naranjas Navelina y Newhall. Es-tas dos variedades, muy similares en-tre sí, no muestran efecto positivo a laspulverizaciones de ácido giberélico.

Naranja Lanelate. Aunque noexisten datos contrastables respecto ala capacidad individual de respuestade los frutitos de Lanelate al GA3, supertenencia al grupo Navel permitesugerir que ésta es escasa también.Las pulverizaciones al árbol comple-to, al igual que en el caso anterior tam-poco parecen dar resultado, aunque sepuede mencionar que algunos pro-ductores y agricultores creen conve-niente en base a su propia experienciarealizar las pulverizaciones de GA3.

Naranja Navelate. Los ensayoscon la variedad Navelate han sido másnumerosos, y aunque los resultadosestán lejos de ser unánimes, un con-

NARANJOS

importante no se observa en las pul-verizaciones completas, que produ-cen efectos menores.

Clementina Marisol. En un buennúmero de experimentos, las pulveri-zaciones efectuadas a árboles com-pletos no parecen mostrar aumentodel número de frutos cuajados. Estavariedad, en general presenta un cua-jado satisfactorio que no precisa deltratamiento hormonal. Sin embargo,es preciso señalar que existen produc-tores y agricultores que realizan laspulverizaciones porque en su expe-riencia están convencidos de queéstas son beneficiosas.

Clementina Hernandina. Estavariedad suele mostrar un cuajadoelevado que en la mayoría de los ca-sos no debería requerir la aplicaciónde GA3. Aunque no se conoce la ca-pacidad intrínseca de sus órganos pa-ra responder a la hormona, las pulve-rizaciones a árboles completos pare-cen tener un efecto menor o ligero. Lamayoría de los productores no realizapulverizaciones, aunque no existeunanimidad absoluta al respecto.

Resto de Clementinas. En estegrupo se incluyen variedades de Cle-mentina como Arrufatina, Esbal,Beatriz y Clemenpons, de las que se

desconoce su capacidad intrínsecapara responder al GA3. Por su com-portamiento similar a otras clementi-nas autoincompatibles es muy posi-ble que muestren respuesta a las apli-caciones localizadas. La informaciónen relación con las pulverizacionescompletas también es escasa, aunqueno se puede descartar un posibleefecto sobre el cuajado. En estegrupo, por tanto, las pulverizacionesde GA3 podrían ser beneficiosas,sobre todo en la clementina Arrufati-na, que en general parece precisardos o tres pulverizaciones. Los resul-tados son menores en la clementinaEsbal, que no parece requerir trata-mientos. En el caso de las clementi-nas Beatriz y Clemenpons es precisoseñalar que son variedades de altaproducción, y que probablementetampoco precisan tratamientos.

Satsuma Owari. Los estudiossobre aplicaciones localizadas indi-can que esta variedad probablementeno posee capacidad para responder alGA3. Las pulverizaciones al árbolcompleto tampoco dan resultados sig-nificativos.

SATSUMAS

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forma notable y se obtienen cuajadosiniciales similares a los de árbolesnormalmente polinizados.

Mandarino Fortune. La capaci-dad de respuesta de los frutitos deFortune al GA3 en aplicaciones loca-lizadas es bastante importante. Sinembargo, esta respuesta se pierdecasi totalmente en pulverizacionescompletas al árbol, como se ha mos-trado en un buen número de ensayoscontrolados.

Tangelo Nova (Clemenvilla). Des-conocemos cual es la capacidad derespuesta de los ovarios de la Nova alGA3, pero las pulverizaciones al árbolcompleto no son efectivas. Este no esel caso que se ha observado en otrospaíses, como en Israel o EE.UU., endonde existen estudios que indicanque el cuajado de la Nova puedeincrementarse con GA3, no así ennuestras condiciones climáticas.

Tangor Ellendale. En la mayoríade los experimentos, las pulveriza-ciones de GA3 no presentan ningúnefecto positivo sobre el cuajado de laEllendale, aunque en unos pocosensayos se ha detectado una ciertarespuesta menor.

senso más o menos generalizado pare-ce sugerir que las pulverizaciones deGA3 poseen un efecto menor sobre elincremento del cuajado. Este efecto,sin embargo, puede potenciarse conanillados, de forma que la aplicaciónde GA3 y el posterior anillado asegu-rarían un cuajado más conveniente.

Naranja Blanca Comuna. Pareceser una regla general el que las varie-dades de cítricos con semillas mues-tren un efecto nulo a las pulverizacio-nes de GA3. Este efecto se ha com-probado en la variedad Blanca Comu-na, por ejemplo, que posee nivelesendógenos elevados, cuaja normal-mente y no requiere pulverizaciones.

Naranjas Salustiana y Valencialate. Estas variedades, aunque engeneral no poseen semillas, muestraniveles de GAs endógenas semejan-tes a los de Blanca Comuna, y aun-que pueden mostrar cierto efectomenor a las aplicaciones localizadas,no responden a las aplicaciones exó-genas de GA3.

Naranja Pineapple. El comporta-miento de esta variedad en relación alas aplicaciones de GA3 es muy simi-lar al de la Blanca Comuna. Así, lacapacidad de responder al GA3 estáreducida, por la presencia de semillas,mientras que las pulverizaciones noprovocan efectos detectables. Sinembargo, si no se efectúa la poliniza-ción y, por tanto, no se desarrollansemillas, la capacidad intrínseca delos frutitos para responder a las apli-caciones localizadas se incrementa de

CONCLUSIONES

Las pulverizaciones conácido giberélico presentanuna actividad promotoradel cuajado del fruto, más omenos importante, en algu-nas mandarinas clementi-nas autoincompatibles.

El efecto del ácido gibe-rélico es, por el contrario,escaso o nulo en la mayoríade satsumas, naranjas ehíbridos.

HÍBRIDOS

Tangor Ortanique. Al igual quecon la Nova, las pulverizaciones deGA3 no presentan ningún efectopositivo sobre el cuajado. No obstan-te, algunos agricultores optan por lapulverización.

Tangelo Minneola. Las pulveriza-ciones completas al tangelo Minneo-la con semillas no tienen un efectopositivo, mientras que en ausencia depolinización, y, por tanto, de semi-llas, el GA3 si que estimula un cuaja-do deficiente.

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CLAVE DE INTERPRETACIÓN:

NOTABLE: Existen datos contrastables, generalmente concordantes, que indican que el efecto es relativamenteimportante.

ESCASO: Existen datos contrastables, generalmente concordantes, que indican que el efecto es de menorrelevancia.

NULO: Existen datos contrastables, generalmente concordantes, que indican que el efecto no es detectable. POSIBLE: No existen datos contrastables, pero la semejanza en el comportamiento con variedades mejor

conocidas, o bien la experiencia de los propios agricultores, o bien datos indirectos permiten sugerirque el efecto puede ser posible.

DESCONOCIDO: No existen datos contrastables.

NOTAS:1 Este efecto se desconoce, pero la respuesta del árbol completo, notable, implica respuesta localizada. Es

preciso señalar, además, que estos datos se basan en una sola experiencia contrastada con datos signifi-cativos.

2 La respuesta de esta variedad a las aplicaciones localizadas, generalmente aceptable o buena, contras-ta con un efecto menor al árbol.

3 Aunque la mayoría de resultados indican que esta variedad responde más bien poco al GA3, los datos noson del todo unánimes o concordantes. La experiencia de los técnicos y agricultores al respecto también esbastante dispar.

4 Los datos disponibles indican que el GA3 no tiene efecto en esta variedad, pero algunos agricultores discrepan de esta observaciónen base a su propia experiencia, y realizan pulverizaciones.

5 En algunos experimentos se ha mostrado un efecto menor o muy escaso.6 Los distintos tipos de brotaciones muestran respuestas distintas. En los frutitos situados en brotes campaneros o mixtos, en general,

apenas se distingue efecto, mientras que éste es notable en los frutos en ramillete. Esta respuesta, sin embargo, no es detectable enpulverizaciones completas al árbol.

7 El efecto en esta variedad es más bien escaso, pero aumenta considerablemente en conjunción con el rayado.8 Experimentos realizados en condiciones distintas a las nuestras, en Israel y Florida, han mostrado efectos detectables, aunque en

nuestras condiciones no se ha observado un estímulo positivo.9 En general, el GA3 no tiene ningún efecto en las variedades con semillas, pero en algunas de ellas como en Minneola, si no se pro-

duce polinización se incrementa notablemente el efecto del GA3.

TABLA I. Efecto de las aplicaciones localizadas y de laspulverizaciones de GA3 a las variedades de Clementino.

Especies y variedades Aplicaciones Localizadas PulverizacionesIndividuales (flores, ovarios) Al Arbol

CLEMENTINASClementina Fina Notable NotableClementina de Nules Notable NotableOronules Notable NotableLoretina Notable 1 NotableOroval 2 Notable Notable-EscasoHernandina Posible Escaso 3

Arrufatina Posible EscasoEsbal Posible Posible-NuloBeatriz Posible DesconocidoClemenpons Posible DesconocidoMarisol Desconocido Nulo 4

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Tabla II. Efecto de las aplicaciones localizadas y de laspulverizaciones de GA3 a las variedades de Satsuma (Clave deinterpretación y notas en Tabla I).

Especies y variedades Aplicaciones Localizadas PulverizacionesIndividuales (flores, ovarios) Al Arbol

SATSUMASOwari Nulo NuloOkitsu Nulo NuloClausellina Escaso 5 Nulo

Tabla III. Efecto de las aplicaciones localizadas y de las pulverizaciones de GA3 a las variedadesde Naranjo. (Clave de interpretación y notas en Tabla I).

Especies y variedades Aplicaciones Localizadas PulverizacionesIndividuales (flores, ovarios) Al Arbol

NARANJASNavel Escaso 6 NuloNavelina Posible NuloNewhall Posible NuloLanelate Posible Nulo 4

Navelate Posible Escaso 7

Blanca comuna Escaso NuloSalustiana Escaso NuloValencia Late Desconocido NuloPineapple Escaso Nulo

Tabla IV. Efecto de las aplicaciones localizadas y de las pulverizaciones de GA3 a las variedadesde Híbridos. (Clave de interpretación y notas en Tabla I).

Especies y variedades Aplicaciones Localizadas PulverizacionesIndividuales (flores, ovarios) Al Arbol

HIBRIDOS 9

Fortune Notable Escaso 5

Nova 8 Desconocido Nulo

Ellendale Desconocido Escaso 5

Ortanique Desconocido Nulo

Minneola Desconocido Nulo