¡BUENOS DÍAS!

Mas debes hacer que tu vida sea la mayor empresa del mundo.

Para ser feliz tu cielo no siempre tiene que estar brillante. Puede haber nubes y

tempestades… y aun así, ser feliz.

Ser feliz es dejar de ser víctima de

tus problemas y convertirte

en el escritor de tu propia

historia.

Ser feliz es atravesar los desiertos internos de uno mismo, y ser capaz de encontrar un

oasis en lo recóndito de tu alma.

Ser feliz no es tener una vida perfecta, es

saber usar tus lágrimas para con ellas regar la

tolerancia.

SÉ FELIZ, Y QUE

TENGAS UN GRAN DÍA

Dios te salve, María…