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r UL..I'IIL . PERÚ 1890- 1977 CRECIMIENTO Y POLITICAS EN UNA ECONOMIA ABIERTA Autores: Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram Año: 2013 Ed itoria l: Universidad del Pacífico País: Lima- Perú Pp.: 149 - 180 6. La economía no exportadora entre 1900-1930: recaída en la industria y desaliento en la agricultura Tal como manifestamos al tratar lo referente a los sectores dirigidos a la exportación, la tendencia de crecimiento cada vez más autónomo de la década de 1890 no se mantuvo a comienzos del siglo XX. Hemos indicado también que el cambio hacia un modelo de- pendiente debía entenderse como producto de la reacción ante los indicios del mercado (generados tanto a nivel interno como externo) en una situación de laissez faire. El capí- tulo 3 propuso una serie de condiciones para que se produjese un desarrollo autónomo. Nuestro estudio de los sectores exportadores ha mostrado que dos de estas condiciones continuaron siendo válidas para buena parte de los treinta años siguientes: una creciente _demanda _ X la de un dispoQ.ible para la Estos elementos, sin embargo, no fueron su- ficientes por sí mismos para producir un rápido desarrollo de, por ejemplo, la industria dedicada a la sustitución de importaciones o de la agricultura no dirigida a la exportación. La inversión del excedente de la economía en tales sectores dependió de una condición adicional: los precios relativos favorables y, por tanto, la rentabilidad relativa. Estos facto- res eran suficientes para atraer fondos de inversión. Nu est_!:a __ es que, en ausencia de una eficaz intervención gubernamental, la tendencia de los a la exportación 1 . Empezaremos analizando las tendencias de la demanda agregada y de la de ingresos, y luego estudiaremos en detalle las fuerzas que ayudaron o frenaron el desarrollo de la industria y la agricultura después de 1900. 6.1 TENDENCIAS DE LA DEMANDA: 1890-1930 _¡as tres principales fuentes de estímulo a la demanda en la economía peruana fu,r ron: _ en_Q!_tmer lugar, el valor de retorno debido a los ingresos por exportaciones; en --- ------ . --· .. ·-- - ·-·-.; --·- ... - . .. . - ..... - .. -------.J>. .. ..--.-- ...... --·--- J ....... ---- - 1 Evidentemente, esta tendencia no debe sorprender al teórico ortodoxo del comercio internacional, dada la supuesta ventaja comparativa del Perú en la producción de bienes para la exportación. Nuest ro argu- mento es que este proceso dinámico para transformar el crecimiento de las exportaciones en un desarrollo más amplio de la economía local puede operar con éxito solamente cuando estas tendencias se vigilan de alguna manera. 149

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r UL..I'IIL .

PERÚ 1890- 1977 CRECIMIENTO Y POLITICAS EN UNA

ECONOMIA ABIERTA

Autores: Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram

Año: 2013

Editoria l: Universidad del Pacífico

País: Lima- Perú

Pp.: 149 - 180

6. La economía no exportadora entre 1900-1930: recaída en la industria y desaliento en la agricultura Tal como manifestamos al tratar lo referente a los sectores dirigidos a la exportación,

la tendencia de crecimiento cada vez más autónomo de la década de 1890 no se mantuvo a comienzos del siglo XX. Hemos indicado también que el cambio hacia un modelo de­pendiente debía entenderse como producto de la reacción ante los indicios del mercado (generados tanto a nivel interno como externo) en una situación de laissez faire. El capí­tulo 3 propuso una serie de condiciones para que se produjese un desarrollo autónomo. Nuestro estudio de los sectores exportadores ha mostrado que dos de estas condiciones continuaron siendo válidas para buena parte de los treinta años siguientes: una creciente _demanda ag_r_e_g~E.a_ q~e _ ~~!l_!~~~r~ J~. -~_}q>_~~~íó~ ~~l . ~e~<:_a_~~ ~nt~_~n~ X la -e~ist~nci~- de un exce~en~~- dispoQ.ible para la inve~si~n. Estos elementos, sin embargo, no fueron su­ficientes por sí mismos para producir un rápido desarrollo de, por ejemplo, la industria dedicada a la sustitución de importaciones o de la agricultura no dirigida a la exportación. La inversión del excedente de la economía en tales sectores dependió de una condición adicional: los precios relativos favorables y, por tanto, la rentabilidad relativa. Estos facto­res eran suficientes para atraer fondos de inversión. Nuest_!:a id_~-~ ce~1I.~J~~~te_~~pj!_ul9 __ es que, en ausencia de una eficaz intervención gubernamental, la tendencia de los p_rg~~.9s ~1acric-(éñ-i:~j~~ñül~iía -ª~--e~~~cf~ii·-~cttió e~~--éE~~~ -d~·1üs~~i~t~~is_ n;-_cifr:i_~~~os_ a la exportación1

. Empezaremos analizando las tendencias de la demanda agregada y de la distrili~a¿~-de ingresos, y luego estudiaremos en detalle las fuerzas que ayudaron o frenaron el desarrollo de la industria y la agricultura después de 1900.

6.1 TENDENCIAS DE LA DEMANDA: 1890-1930

_¡as tres principales fuentes de estímulo a la demanda en la economía peruana fu,r ron: _en_Q!_tmer lugar, el valor de retorno debido a los ingresos por exportaciones; en --- ------ . --· .. -~ -- ·--- ·-·-.; --·- ... - ~ .... -..... - .. -------.J>. .. ..--.--...... --·--- ·~- -- J ....... ---- -

1 Evidentemente, esta tendencia no debe sorprender al teórico ortodoxo del comercio internacional, dada la supuesta ventaja comparativa del Perú en la producción de bienes para la exportación. Nuest ro argu­mento es que este proceso dinámico para transformar el crecimiento de las exportaciones en un desarrollo más amplio de la economía local puede operar con éxito solamente cuando estas tendencias se vigilan de alguna manera.

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/ segundo lugar, los ingresos de capital extranjero; y, en tercer lugar, los gastos fiscalesz. El gráf{co-Ef'lmuestrala ten-denciadelvalCÍr~de retorno agregado y de los gastos fiscal~~. mientras que el cuadro 6.1 presenta estimaciones del déficit en la balanza comercial (ajustados según los movimientos del oro), que será tomada como una medida del efec­to neto de la inversión extranjera sobre la balanza de pagos.

Gráfico 6.1 EXPORTACIONES Y GASTO FISCAL: 1899-1929 (MILLONES DE US$)

200

~100 ~ ~

"' ___ :¡j_ _______ _

Total de

Fuentes: Extracto Estadístico, varios años. Para el valor de retorno: estimaciones tomadas de Bertram (1974: 339). Adviértase que el aumento del gasto fiscal en el período 1916-1919 es exagerado por la tasa de cambio.

!ls eyi_ci_~!l:t~_gue _l_osyeint~IJrÍfi1~~-safíos_del siglo XX_ se caracteriza[_QI\Jl_Qf" UI!!l_Q_-- --· ---- -

t_<l_~]~~u_g~--~f1_l_<!il~m<ll1cl<l~Tanto los ingresos por exportaciones como el valor de retor­no mostraron un crecimiento sostenido a largo plazo. Los años en que las exportaciones crecieron lentamente (1901-1904, 1906-1908 y 1913-1914) fueron años que coinci­dieron con un fuerte ingreso de la inversión extranjera3, que fue empleada, en gran pro-

2 Para obtener una medida del estímulo neto a la demanda a través del gasto fiscal es necesario to­mar en cuenta la forma como este fue financiado.

3 Esto comenzó en 1901, con la compra de minas por parte de la Cerro de Paseo Mining Company, y continuó con el financiamiento de la expansión de sector~s de exportación en manos extranjeras. Otros

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porción, en pagos de factores, materiales y compra de propiedades4 • El principal papel en el crecimiento de las exportaciones, en la mayor parte del período de 1900 a 1920s, fue asumido por los sectores agrícolas que estaban íntimamente relacionados con la economía costeña: algodón, azúcar y lana (el caucho, que entró en decadencia después de 1910, fue una industria circunscrita a la región amazónica, por lo que su impacto solo fue sentido regionalmente). Estos sectores de exportación eran de propiedad local y tenían un alto valor de retorno. La creciente participación del algodón en los ingresos totales por exportación debió haber acentuado el efecto dinámico sobre la demanda, ya que el algodón (tal como se vio anteriormente) fue uno de los productos de exportación que afectaba más fuertemente a la demanda.

En cuanto a los gastos fiscales, observamos que, hasta 1920, crecieron a la misma tasa que las exportaciones y fluctuaron en forma similar a los ingresos por exportacio­nes en lugar de seguir un ritmo anticíclico. Además, el rápido crecimiento que se pro­dujo bajo el gobierno de Pardo, en los años 1903-1908 (cuando Leguía era ministro de -:FiD.ai1ias),-fue-Eiigran-parteequiTioraa<:q1orunamayortnbut:actan::---------

Cuadro 6.1 ESTIMACIÓN DE LA BALANZA DE PAGOS, PROMEDIO DE DOS AÑOS (MILES DE LP)

1898-9 1900-1 1902-3 1904-5 1906-7 1908-9

Exportaciones' 2.240 3.526 3.403 4.421 5.148 5.387

Importaciones' 2.662 3.524 4.356 5.665 6.845 6.222

SALDO -222 2 -753 -1.244 -1.697 -835

Movimiento neto de 338 178 969 1.542 2.109 871 capitaJb

Movimiento neto de -116 -180 -216 -298 -412 -36 oro (entradas (-))

Fuente; Extracto Estadístico (pero véase la nota siguiente); Foreign Commerce and Navigation ofthe USA; Statistical Abstract for the UK. a Los datos del comercio visible han sido corregidos sustancialmente comparando las cifras peruanas con las de sus socios comerciales (los Estados Unidos y el Reino Unido]. Los detalles se presentan en Thorp (1976b]. El análisis, desafortunadamente, no es muy concluyente, pero sugiere que se ha subvaluado de manera sustancial, en un orden del 30 por ciento en las importaciones de principios de siglo; el porcentaje es mayor en los años anteriores a 1901, cuando se introdujeron nuevos precios "oficiales" de importación. Las exportaciones parecen haber sido sobrevalo~ radas por el uso de precios CIF en lugar de FOB, especialmente los minerales. El porcentaje en cuestión es del lO por ciento, pero quizá sea del20 por ciento antes de 1902. b Derivado como un residuo y representando únicamente una aproximación. Incluye también pagos por el servicio de la deuda y las utilidades. Ambas variables eran bajas en este período.

ingresos de capital fueron el préstamo de E 600.000 obtenido por el gobierno en 1905, así como el reinicio de la expansión ferrocarrilera por la Peruvian Corporation en 1907.

4 Como señala el capítulo 5, la Cerro de Paseo empleó E 1,1 millones para adquirir propiedades mi­neras entre 1901 y 1906.

5 Véase el cuadro 3.2, que muestra cómo ha variado la composición de los ingresos por exportación.

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?<?~. ~o_nsiguie_!l~e_, h<J.~!~ !_~}9, hubo una fuert~~~p_ansi9n de la ~em~nda, alimen_t~Q.a por las exportaciones y la entrada de capital privaqo, en_ !a que el gobiernQ des_emp.eñó.:un f!mii:a~<? papel el! tér~I~9~s.:~ª~:·ª-~-~~.~d~_ ag;;g:~~a_. -Los años de 1920 a 1930, en cambio,

·presentan una situación opuesta. El crecimiento de las exportaciones se redujo después del auge, debido a la guerra, y los sectores de exportación de minerales en manos extranje­ras pasaron a un primer plano. Estos sectores tenían un valor de retorno inferior al de los sectores agrícolas. La brecha existente entre los ingresos totales por exportación y el valor de retorno agregado se hizo mayor y, durante aquella década, el valor total de retorno bajó o permaneció constante. Los mayores ingresos por exportación fueron absorbidos por los costos de atender a los sectores de propiedad extranjera. La entrada de fondos atribuible al capital privado se transformó en una salida neta cuando los sectores de propiedad ex­tranjera llegaron a auto financiarse y los beneficios repatriados aumentaron. La eB?..~.IJ:g_é~

en la demanda dependía ahora únicamente del sector gll:ber'!laJI.le~tal. -<--.--- ---------------------~-·-~ -· -·--·· ·- .. _-.,. _ ...... ,....., .::.-.

Como lo muestra el gráfico 6.1, una de las principales características de la segunda administración de Augusto B.l.eguía (1919-1930) fue su determinación de continuar expandiendo el sector gubernamental a una tasa igual a la que había permitido la ante­rior expansión sostenida de las exportaciones. Pese al estancamiento de la demanda de­rivada de exportaciones, posterior la década de 1920, el logro del objetivo de Leguía fue posible por el hecho de que (en agudo contraste con la década de 1890) el clima en los mercados financieros internacionales había favorecido el otorgamiento de préstamos a los países latinoamericanos. Leguía pudo entonces obtener préstamos del exterior emitiendo bonos en el mercado de Nueva York. El incremento neto en la deuda externa financiada fue de US$ 105 millones entre 1920 y 19286•

La resultante expansión de la demanda llegó a ser un tanto menor que lo que in­dican los totales de gastos fiscales, ya que se gastaban fuertes cantidades en pagos de la deuda externa. En el gráfico 6.1, la línea punteada muestra la tendencia durante el período 1921-1929 de los gastos netos luego de efectuar los pagos al exterior. Como se verá, a pesar de este ajuste, hubo una expansión significativa. Los fondos adicionales se emplearon en obras públicas: irrigaciones, carreteras, líneas de ferrocarril, así como en la expansión y modernización de Uma7

. El período se caracterizó por una corrupción excepcional. Muchos de los proyectos más costosos fracasaron o nunca fueron conclui­dos8. Los gastos de los allegados al gobierno tendían a orientarse al consumo suntuario y a la fuga de capital. La rápida expansión del sector gubernamental bajo Le guía produjo así reducidas ganancias en lo que se refiere a la formación de capital en la economía, aun cuando ayudó a mantener el nivel de demanda interna, especialmente en los años problemáticos de 1925 y 1926\Sin ell!~-~I_go,_ cuan~_9_lgs __ ~~y~r~~<?~is!a...S_ ~S!~~-<?_l!!l_id_e_n_-_

6 Cálculo realizado según los datos del Extracto Estadístico. Un cuadro detallado se presenta un Thorp y Bertram (1976: 66).

7 Para un resumen de los gastos en obras públicas durante la década de 1920, según Garland Dupon­te (s.f.), Capuñay (1951), Labarthe (1933) y Jochamowitz et al. (1930), véase Bertram (1974: 48-50).

8 Bertram (1974: 52-3). 9 Sobre la crisis de la balanza de pagos de 1925-1926, véase McQueen (1926b ).

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~~-deja!on~Jina_ll_clar al_g()!Jierno, la ráiJi~a C()ntracci¡)_ll_fQf!sig\ll~ntec.!_el g¡¡__~!_o_loc;;_¡L prod~~~~ ei!l_()~-~ií~~ ele) ~2'LY 1930 .~izo qllese_ inte!l_sificara el impacto de la depre­siÓn mundial. · · · - · ·· · ·· -

--miO tocante a la distribución del ingreso en relación con la evolución del valor de retorno agregado y a los gastos fiscales, tropezamos con fuertes limitaciones debido a la falta de datos. Solo es posible estudiar los salarios y el empleo del sector moderno, y aun sobre esto no existen datos completos.

La escasa información disponible sobre salarios, recopilada en un estudio realiza­do por Hunt, y los principales resultados se presentan en el cuadro 6.2. Pese a la insu­ficiencia de datos, se observa un estancamiento del promedio de salarios en el sector moderno a lo largo de los primeros veinte años del siglo. En el caso del sector guberna­mental y del sector azucarero, se nota claramente una declinación en los salarios. Sin embargo, el empleo total aumentó considerablemente (véase el cuadro 6.3), por lo cual, a pesar de la creciente intensidad de capital y la disminución de los salarios en el sector

. .. azlicare-ro~eT efectoglol:JaldeTaexpans1ondelasexportácTonesfu_é_ni5tab1e:-ta mayor­oferta de mano de obra a partir de la década de 191010 contribuyó, como era de esperar­se, a que se produjese un crecimiento en la cantidad del empleo, en vez de un aumento en el promedio de los ingresos.

Cuadro 6.2 SALARIOS Y SUELDOS REALES EN ALGUNOS SECTORES MODERNOS: 1896-1930 (ÍNDICES: 1924=100)

Minería de Petróleo metales

Trabajadores Arroz Algodón'

azucareros (obreros)

1896 - - 111 - -

1900 112b - - - -

1912 - 105 139 - -

1915 - - 124 108 75'

1920 101 - 93 105 96

1925 94 91 93 94 -1930 130d 133 - - -

Fuente: datos seleccionados de los cuadros 4.17, 4.16 y 4.19 en Hunt (1974c). '1923~100.

b Dato de 1901. 'Dato de 1916.

Gobierno

Empleados Empleados

Administ.

196 132 171 128 161 125 126 93 73 62

122 96 143 117

dEl índice termina en 1925. La cifra para 1930 fue estimada sobre la base de una serie para "obreros" en el sector petrolero, que tuvo algunos años traslapados.

10 La falta de un censo poblacional entre 1876 y 1940 dificulta la tarea de indicar el momento en que aumentaron las tasas de crecimiento de la población. El trabajo de Hunt (1974c], especialmente las pp. 2-3, permite concluir que estas aumentaron a partir de la década de 1900, del1 por ciento, en la primera década, a más del 2 por ciento en la década de 1920. La falta de comentarios sobre la escasez de mano de obra después de la primera década refuerza esta idea.

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En la década de 1920, los salarios reales aumentaron en los sectores mineros, pero el empleo total en la agricultura y en la minería creció solamente en un 70 por ciento de la tasa de la década anterior (cuadro 6.3), y una buena parte11 de dicha expansión se debió al aumento del empleo en el cultivo de arroz, donde los salarios eran bajos en comparación con los del azúcar o el algodón. De acuerdo con el nuevo papel del Estado asumido por el gobierno de Leguía, los sueldos en el sector público mejoraron y el monto de estos com­pensó, por lo menos parcialmente, la recesión en varios sectores primarios12

Cuadro 6.3 EMPLEO EN LOS SECTORES AGRÍCOLA Y MINERO: 1908-1929

Agricultura Minería

(i) Índices 1920=100

1908

1920

1929

---¡----- ____ 56 __ _ 100

129

---j-- --- ------- _ _7 5 100

126

(ii) Tasa de crecimiento anual del empleo en los sectores primarios modernos'

1908-1920 1 4,2 1

1920-1929 2,9

Fuente: Hunt (1974c), cuadros 4.10 y 4.11 [no incluye la industria). a Incluye azúcar, algodón, arroz y sectores extractivos.

Lo que llama la atención, más que el aumento "oficial" de los sueldos, durante la década de 1920, fue el impacto del sector fiscal sobre la distribución del ingreso por me­dios extraoficiales, pero con un fuerte matiz regional, ya que el aumento se concentró en el sector urbano mientras que las áreas rurales se estancaron o sufrieron una depre­sión. Los sobornos escandalizaron a la opinión pública y fue el mismo hijo del presiden­te quien hizo fortuna con mayor notoriedad a través de este medioiB. A diferencia del efecto producido por un aumento en los ingresos del sector algodonero, por ejemplo, unos pocos se enriquecieron con este nuevo ingreso, que, además, fue destinado prefe­rentemente al consumo suntuario y gastos en el exterior14

11 Aproximadamente la mitad del incremento en el empleo del sector agrícola moderno. 12 Véase el capítulo 4 sobre la concentración regional de azúcar en la década de 1920 y sus ímplicancias. 13 El más conocido golpe maestro de Juan Leguía fue el cobro de US$ 520.000 en comisiones, en 1927,

pagados por los banqueros neoyorquinos Seligmans por su ayuda en la aprobación de dos contratos de prés­tamos en ese año (véase el cable de Seligmans del21 de marzo de 1927 a sus representantes en Lima, en U.S. State Department Decimal Files, 823.51 Se4j5, microfilm M746, rollo 21, toma 130). Un caso más claro de su participación en los dineros de obras públicas fue el de la obtención de Lp 88.000 en pago por su participa­ción en la expropiación fraudulenta de tierras vinculadas al proyecto de irrigación de Olmos en 1929. Véase Labarthe (1933: 66).

14 Las importaciones de automóviles aumentaron de Lp 210.000 en 1919 aLp 588.000 en 1929. Quizá más importante que estas importaciones de bienes de consumo suntuarios sea la transferencia de fondos al

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En suma, mientras que la distribución del ingreso probablemente empeoró entre 1900 y 1930 (si tomamos en cuenta que los que obtuvieron ganancias en la década de 1920 pertenecían a la élite o ya tenían los mejores puestos en la fuerza laboral), la ex­pansión en el empleo fue suficiente en las primeras dos décadas después de 1900 para satisfacer una pequeña parte de la creciente expansión de la demanda característica de este período. En la década de 1920, el limitado crecimiento de los salarios reales se aunó a una disminución en el crecimiento del empleo en la minería y en la agricultura, y a una fuerte tendencia hacia la concentración regional de las oportunidades de ingreso. La expansión de sueldos y salarios del sector gubernamental solo compensó en parte el estancamiento en el valor de retorno de las exportaciones15•

Podemos disting_ui~-e_~_qo~ p~~~~~9-~. e_!llo con_c_~!:t:Ü~l}~~ a !a t~~d~l}~!a._~_la_de~ JE~-~d_a: :t:t_no_~~fue~te -~~-e~-~~~?--~~-~_ta 1.2_~0.1-_q~e_ _c~ntinuab~ l9- tep.denci~ a~~eng~p.te !!1J.~i~d'!,.~!?-J~. ~~c~.4~.d~_ ~??Od~--~~Eq_ ~e_se_Iat!y-_2_ e~!a!l~':l!!J.ien~to __ en la d~mand_~ y ~e ll:n fuerte incremento en lé! d~sigualdad deJ ingreso, que empezó ~n 1~20. Ceteris paribus,

-- ........ ---- ___....,'- - - + .t .. ••• • - ··-- - - - - - - --

esto puede sugerir que el desarrollo de los sectores no orientados a la exportación de-·-- --~ . - ·-- .-. --- . -- -- -- _._ -- .. - --- ~-- -~ .. ------------·'"'"··-- -- ·- . -- - . . .. . . .-

bió haber continuado a un ritmo acelerado hasta 1920,_ya ql1~, <;_orno hemos visJo ~l tra-tar 'sobre~Íos' sectores de export-a-cióri;-hasta et"finai de 1920 los capitalistas nacionales continuaron acumulando benefidos (reciéneñla(iééada ·ae- i92'ó ei'controf ext'r~m)ero' "sobré-grañj~-~~!e_~~c~~ée.?eñi~s~-¿·ª~~olid§J.:. Ha~~_f?:_n§~~---~:i_spo~~lés para _se:~ i~ver-· tidos en los sectores no dirigidos a la exportación. Es por eso que el tercer requisito "j)i-e~iü"j)ar:i ia" di~ersÜicacióñ--e¿oñórriica ·e una" sitüac"ión favo-rable de p. recios relativos) es la clave para comprender la pobre actuación de los sectores no orientados a la expor­tación que describimos a continuación.

6.2 LA DECLINACIÓN DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

Pese al continuo estímul~ a la demanda producido por el a~m~nto de las e~por-taciones_y_aJ~~~l~~~I!_~i-~- Q~ re~':!!:.~~~ pa_~~ }a iiJV~E-~!9!1, t:t<2 _P_~go ___ ~g_ntil]_~~--~ r_~RiQg __ ~itmo_ ~e iJ:?.d_':l~~t~l~!i~?Ei_Qp.. El cuadro 6.4 muestra que la disminución de la participación de los productos textiles y bienes de consumo en las importaciones totales, que había sido muy alta en el período de 1892 a 1908, se moderó posteriormente. Luego de ha­ber disminuido de aproximadamente un 60 por ciento de las importaciones totales a comienzos de la década de 1890, a 38 por ciento quince años después, estas categorías fluctuaron entre un 30 por ciento y un 40 por ciento del total importado, hasta media­dos de la década de 1920, en que bajó al 26 por ciento.

exterior durante la década de 1920. La evidencia de la fuga de capital proviene, en principio, de la gran can­tidad de comentarios a que este fenómeno dio lugar, pero se confirma por la fuerte presión descendente en la tasa de cambio, que persistió incluso cuando la balanza de pagos debía haber estado en equilibrio (véase Bertram 1974: 283-91).

15 Los sueldos y salarios totales pagados en el sector público alcanzaron tan solo un 15 por ciento respecto de los de la agricultura. Este cálculo no toma en cuenta a los numerosos pequeños "operadores" independientes en la agricultura, especialmente dediéados al cultivo del algodón.

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Cuadro 6.4 PARTICIPACIÓN DE LOS PRODUCTOS TEXTILES Y BIENES DE CONSUMO EN LAS IMPORTACIONESTOTALES: 1891-1930 (PORCENTAJE DE LAS IMPORTACIONES TOTALES)

Artículos de Otros Bienes Textiles vestir bienes no duraderos duraderos•

1891-1892 29 7 1S 6

1907-1908 15 7 10 7

1911-1912 14 8 10 9

1913-1914 11 7 9 8

1915-1916 11 6 9 6

1917-1918 16 S 8 9

1919-1920 ~ 8 - -- ó - - 11 - .~ 9 -1921-1922 11 5 7 7

1923-1924 14 4 S 8

1925-1926 10 3 5 8

1927-1927 10 3 7 8

1929-1930 10 3 8 8

Total bienes de consumo

y textiles 58

38

41

35

32

38 1- 33

31

32

26

26

29

Fuente: Bertram (1976). Quizá la suma de los componentes no sea siempre igual a los totales debido al redondeo. • Excluyendo alimentos.

El cuadro 6.5 presenta datos para el sector industrial más importante, la industria textil algodonera, en la que se puede observar una tendencia similar. Tras haberse tri­plicado en los años de 1898 a 1908, la producción textil creció tan solo un 50 por ciento en la década siguiente, después de lo cual el crecimiento fue nulo. La proporción de la oferta total de textiles de algodón de las fábricas nacionales había llegado al 56 por cien­to en 1916. Más tarde no se registraron otros progresos hasta la década de 1930.

El problema de la falta de datos nos impide precisar la fecha exacta del término del auge de la industrialización. Sin embargo, los cuadros 6.4 y 6.5 muestran que se pro­dujo una expansión hasta la recesión de 190716• Luego, se puede apreciar claramente una situación de estancamiento17 en la producción. A diferencia de las 42 empresas que sabemos que iniciaron sus operaciones en la década de 1890 (véase el capítulo 3), solo ha sido posible rastrear a 2 5 nuevas empresas industriales importantes hasta la década de 1900 y, de estas, dieciocho se habían establecido entre 1900 y 190518. De acuerdo

16 La recesión fue causada por la aguda depresión en los Estados Unidos. Para una discusión al res­pecto, véase Prado (1908).

17 La evidencia más convincente es que después de 1907 no hubo comentarios sobre el progreso industrial del Perú. Los estudios económicos que datan de las décadas de 1910 y 1920 restan importancia a la manufactura y subrayan su atraso y falta de dinamismo.

18 A la larga, las únicas empresas de importancia establecidas durante los años 1906 a 1910 fueron

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con estos antecedentes, parece probable que gran parte del crecimiento industrial de los años posteriores a 1900 consistiera en la expansión de empresas establecidas con anterioridad, en el período de auge. Un sector industrial, el de fundiciones y fábricas de maquinaria y equipo de transporte, inició su declive en 1905, cuando la disminución en los costos de transporte internacional y la agresiva penetración de empresas esta­dounidenses en el mercado interno sirvieron para eliminar el tan promisorio sector de bienes de capitaP9

A partir de 1910, cuando la economía comenzó a salir de la recesión gracias a las crecientes exportaciones de azúcar, algodón y cobre, el sector manufacturero sin duda reaccionó. Las presiones de la demanda se fortalecieron aun más cuando empezó el auge de las materias primas a consecuencia de la guerra. En varias ramas de la manu­factura, la producción alcanzó capacidad plena. En la primera década posterior a 1910, se establecieron tres nuevas fábricas textiles de algodón y una de lana20

• A partir del análisis de aproximadamente cincuenta empresas que se establecieron en la década de 1910, la mayoría en los años 1911-1913 y 1916-1919, se puede concluir que las princi­pales áreas de expansión fuera de la de textiles fueron las de curtiembres, calzado y be­bidas. En otras palabras, la estructura industrial se ampliaba pero no se profundizaba21

Después de 1918, se produjo una renovada disminución en la tasa de establecimiento de nuevas empresas incluso en estas áreas.

Examinando la estructura de propiedad de las cincuenta nuevas empresas, pode-ml?s observ_á~·qu~ -~~tis-~g_fl.!~!:.~.P~q~oy~dª{2QEJ~ ~ljte _g_~e ~-~g-~? ~Ürig!_~Q_ej Pi2~.e~º-·- . - . ----- . . ·- - - - . .

_e~ la ~éc~.d~ de 1_?~0, _s~~o por _p~queños empresari~s ~J1migr~ntes_ y~_mpre~de,dores locales de pequeña escala, o, en el caso de _<jert~~g~~!!~~s PE~xe_~t_o~, Q_O~ ~~p_r:~~-~s_ e~~ tranjeras. Esto ocurrió sobre todo en el sector textil. En 1902, las empresas extranjeras controlaban el 29 por ciento de la capacidad total de la fabricación de tejidos de algo­dón. En 1910, este control llegó a un 45 por ciento; en 1918, a un 55 por ciento; y en 1935, a más del80 por ciento (véase el cuadro 6.8).

las cervecerías de Gunther Tidow en Cusca (1908) y Arequipa (1909) (actualmente la Compañía Cervecera del Sur).

19 Bollinger (1971: 33). El creciente control extranjero sobre los sectores exportadores de minerales contribuyó indudablemente a este proceso de declinación, debido a la tendencia, por parte de las empresas extranjeras, a adquirir sus bienes de capital en el exterior.

20 Por lo menos una de las fábricas textiles de algodón fue establecida por una empresa comercial con el propósito de evitar interrupciones en la oferta (Chaplin 1967: 237).

21 Dos fundiciones y una compañía de cemento que no llegó a establecerse fueron las únicas empre­sas que no pertenecían a la categoría de industria liviana. Véase el West Coast Leader, 15 de enero de 1921, suplemento, p. 1; y la edición del16 de abril de 1921, suplemento, p. 2, en lo que respecta a las dos fundicio­nes; y Rospigliosi (1967: 3) y el West Coast Leade1~ 11 de noviembre de 1924, p. 36, en lo que concierne a la compañía de cemento.

157

Cuadro 6.5 PRODUCCIÓN NACIONAL DE TEJIDOS DE ALGODÓN: 1890-1930 (MILLONES DE YARDAS)

(1) (2) (3)

Producción nacional

Producción nacional Consumo nacional como porcentaje del más exportaciones consumo nacional

más exportaciones

1908 25,0 52,8 47

1916 32,0 57,0 56

1917 34,0 n.d. n.d. 1918 37,0 n.d. n.d. 1919 33,5 n.d. n.d. 1920 - 30,7 n.d. --1- n.d. 1921 28,8 n.d. n.d. 1922 28,2 55,6 51

1923 31,9 67,3 47

1924 34,2 73,9 46

1925 30,9 59,1 52

1926 35,2 62,9 56

1927 41,4 69,3 60

1928 39,5 68,8 57

1929 37,6 71,5 53

1930 36,6 66,8 55

Fuentes: para la producción 1898-1908, véase el cuadro 3.4. El período 1916-1930 está calculado sobre la base de los datos sobre entrada de materias primas: algodón producido localmente adquirido por las fábricas, más importa­ciones de hilo para la producción de textiles. Para los aspectos metodológicos, véase el apéndice 4. La columna 2, que muestra la oferta total disponible de textiles (incluyendo los textiles exportados del Perú), se obtiene sumando la co­lumna 1 más las importaciones de algodón para los años pertinentes, tal como aparecen en Estadística del Comercio Especial. Después de 1908, las exportaciones fueron mínimas.

Mayor información se puede obtener a través de los datos referentes al número de establecimientos industriales existentes. El cuadro 6.6 presenta un resumen de los resul­tados de varios censos industriales semioficiales22

• Lamentablemente, el censo de 1918 es sin duda más completo que el de 1905, por lo que el incremento en el número de plantas es un reflejo de la mayor cobertura de dicho censo. Un ejemplo extremo es el del sector de bebidas; aparentemente, el número de empresas aumentó de 8 a 104 entre 1905 y 1918, de las cuales la mayor parte eran plantas embotelladoras. De las 104 empresas

22 Estos censos fueron hechos de manera particular, algunas veces a solicitud del gobierno, pero se basaban esencialmente en observaciones de índole personal. Las diversas fuentes se presentan en las notas del cuadro 6.6.

1 ~R

en 1918, solo media docena eran de un tamaño significativo y muchas de estas (quizá todas) se establecieron antes de 1906. El resto eran industrias caseras sin mayor impor­tancia. Si se deja de lado el sector de bebidas, se puede concluir, aun sin considerar otros casos como el visto, que no fue rápido el aumento entre .1905 y 1918 (no más de un 3 por ciento al año). ~!_~e COITJ.P9ra ~tnú.rpero _d~ _emp~~~as -~~ta_!Jle~ipas ~ntr~ 1_~?-J 99l) con las del período 1905-1915, se aRrecia una dismii:mción de más de la mitad . .------ . _.,_..,.._ ... -..-..;----- _, --~-·---.- --------~------ · ----- -··---~------

En la década de 19_~¿~ qbs~~va cLa.~a-~~~te_ l!,!l_ ~sta~ca~iento. Los resultados del censo que se presentan en el cuadro 6.6 muestran que, entre 1918 y 1933, el aumento neto en el número de empresas no fue mayor de 42, lo cual representa un 13 por ciento para un período de quince años. Los datos referentes al empleo provenientes del mismo censo se presentan en el cuadro 6.7. Estos indican que el empleo disminuyó en la indus­tria textil algodonera durante este período, mientras que solo en pocos casos ( curtiem­bres, pastas, jabones y tejidos de lana) se produjeron aumentos. En otras industrias no hubo mayores cambios en el transcurso de los dieciséis años. No son importantes los ligeros aumentos en la producción. En varios casos, estos se derivan, probablemente, de la reacción a la escasez de productos importados en la década de 1930, es decir, luego del final del período que estudiamos en este capítulo.

Es importante considerar la naturaleza de las pocas nuevas empresas establecidas en el sector manufacturero en la década de 1920. El auge de postguerra de la construc­ción urbana en Lima, que duró entre 1918 y 1926, produjo una rápida expansión del mercado de materiales de construcción, lo que condujo ál establecimiento de indus­trias conexas. La más importante de ellas, una industria de cemento, fue desarrollada y controlada por una empresa constructora estadounidense, la Foundation Company. Esta compañía participó activamente en los programas de construcción de obras públi­cas durante la época de Leguía y dio impulso a las otras dos más importantes nuevas empresas: la reorganización, en 1926, de una fábrica de botellas, iniciada por intereses peruano-estadounidenses en 1922, y la construcción de un frigorífico y camal en el Ca­llao. Estas empresas fueron incorporadas vertical u horizontalmente a la Foundation Company23 y, por consiguiente, reflejan un caso especial más que un clima general fa­vorable a la expansión en el sector manufacturero. Algo similar ocurre con la significa­tiva expansión de la capacidad de la industria textil algodonera, tal como lo muestra el cuadro 6.8. Los datos indican que gran parte de esta nueva capacidad fue seguramente subutilizada en la década de 1920 y la historia detallada de la industria confirma que los aumentos en la capacidad durante las décadas de 1910 y 1920 fueron producto de la estrategia seguida por dos empresas extranjeras que en aquellos tiempos estaban deseosas de controlar la industria textil. La participación de estas empresas en la co-

23 Véase Bertram (197 4: 260-70) yThorp y Bertram (1976). Como la Foundation Company era la empresa responsable de los programas de obras públicas del gobierno de Leguía, esta tenía interés en integrarse vertical­mente a la industria del cemento. En cuanto al frigorífico, este es un caso de integración horizontal, resultante de los intereses de la compañía en la construcción (entre otras cosas, el frigorífico fortalecía la necesidad de construir mayor número de caminos a regiones ganaderas del interior del país y esto benefidaba a la Foundation Company). Véase el West Coast Leader, 28 de julio de 1925, p. 1, sobre las operaciones de la compañía en el Perú.

159

mercialización de tejidos importados y en la exportación de algodón les ofreció una oportunidad única para reducir al mínimo el riesgo y elevar al máximo los beneficios al cambiar las condiciones del mercado24

Cuadro 6.6 NÚMERO DE FÁBRICAS: 1902-1933a

Orientadas al mercado nacional 1902 1905 1918 1933 Textiles y artículos de vestir 25 24 30 39 Curtiembre 16 17 35 40 Fábricas de zapatos 2 1 7 11 Velas y cera Sb 10 19 10 Muebles 2 3 11b 19 Materiales de construcción 6 8 12b 13b

------ --- --- --- ------- - ------ ----------- ----------- ----- ----- -------- ----- r----- -- -----------

Bebidas gaseosas 3 S 71 90 Vinos y licores S 4 33 Cerveza 6 S 10 4 Alimentos 70b 8Sb 128 144 Otros 34b 42 79 93 A TOTAL 174 204 435 463 N. TOTAL excluyendo bebidas gaseosas, vinos y licores 166 195 331 373 Procesados para la exportación

Aceite de semilla de algodón 7 8 25 24 Azúcar 60 SSb 33 25 Petróleo 2 2 2 2 Cocaína 21 22 10 o BTOTAL 90 87 70 51 N.= B 256 282 401 424

Fuentes: Garland (1902a, 1905), jiménez (1922), Hohagen (1936). a Véase el apéndice 4, donde se Comenta el grado de cobertura de los distintos años y se explican los análisis e inter­polaciones realizadas. b Algunos componentes han sido interpolados.

24 Más adelante, se discutirán estos casos. Las empresas extranjeras fueron responsables también del establecimiento de un aserradero cerca de !quitos, en 1923 (West Coast Leader, 15 de marzo de 1927, p. 10), así como de la primera empresa química de importancia, aunque esta fracasó debido a la situación impe­rante en la década de 1920 (West Coast Leader, 27 de octubre de 1925, p. 5; Trant [1927: 37]). Los peruanos establecieron una nueva fábrica de tejidos de algodón en 1924, que pronto fue adquirida por la Duncan Fox and Company, además de una nueva fábrica de harina de cereales, lo que trajo consigo una crisis de exceso de oferta en la industria (West Coast Leader, 16 de julio de 1929, p. 6).

160

Cuadro 6.7 EMPLEO EN VARIAS INDUSTRIAS MANUFACTURERAS

Industrias

Tejidos de algodón

Tejidos de lana Sombreros

Aceite de semilla de algodón Jabón y velas Cigarrillos Fósforos

Zapatos Curtiembre Vinos, licores y bebidas gaseosas Aserraderos Cerveza Fideos Chocolate y galletas Camisas

Fuentes: Garland (1902a, 1905), Jiménez (1922), Hohagen (1936). a Una sola fábrica (la cobertura fue incompleta).

Cuadro 6.8

Número de trabajadores en los años: 1902 1905 1918 1933 850 1.000 3.100 3.050 600 600 791 1.838 n.d. 80 200 255 n.d. n.d. 536 600 150 150 600 708

2.000 500 320 n.d. 210 120 180 o 110 n.d. 300 381 n.d. n.d. 460 690 n.d. n.d. 375 420 210 210 n.d. 266 n.d. n.d. 600 617 200 200 250 246 n.d. 130" 430 456 n.d. 250• n.d. 402

CAPACIDAD INSTALADA Y EMPLEO EN LAS EMPRESAS TEXTILES ALGODONERAS: 1902-1933

Empleo Telares en operación Empresas Empresas Total Empresas Empresas Total nacionales extranjeras nacionales extranjeras•

1902 n.d. n.d. 850 725 290 1.015 1905 n.d. n.d. 1.000 705 600 1.305 1910 n.d. n.d. n.d. 980 809 1.789 1918 1.587 1.513 3.100 1.365 1.684 3.049 1920 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 3.400 1931 n.d. n.d. n.d. 925 2.882 3.807 1933 n.d. n.d. 3.050 n.d. n.d. n.d. 1936 n.d. n.d. n.d. 841 3.661 4.502

Fuentes: Garland (1902a: 22-4, 1905: 115-7), Martín (1911: 316), Jiménez (1922: 3-19), Gurney (1931: 36), Hohagen (1936: xix) y West Coast Leader, Número Industrial, 1936, p. xci. a Parte del aumento en el sector extranjero refleja la absorción de las empresas peruanas en vez de una expansión de las extranjeras.

161

La pobre actuación del sector manufacturero en la década de 1920 queda aclara­da gracias a lo e;(pliesto _a_Iite!i-ormerite s-obr~ i!.~-~t~ri~a~_~ento ~~_la 4e_mand~ durañte este §??o. Sin embargo, el hecho de que la declinación se iniciara en una etapa ant~;io; requiere aún de una explicación adecuada, al igual que la falta (hasta finales de la déca­da de 1920) de una intervención mediante políticas para evitar el estancamiento de la industria local.

Pasamos ahora a tratar lo relacionado con los factores determinantes de la rentabilidad en el sector manufacturero. Nuestra idea principal es que, por muy favorables que fuesen las condiciones de demanda efectiva y oferta de capital, la expansión industrial se daría úni­camente si el efecto de la expansión de las exportaciones sobre la rentabilidad relativa era compensado de alguna manera. De otro modo, la demanda podría ser satisfecha mediante las importaciones y el capital podía ser invertido o consumido en otro lugar.

Los determinantes de las ganancias en la industria

Tal como se vio en el capítulo 3 con respect;o a la década de 1890, las variaciones claves que determinaron la competencia y la rentabilidad del sector manufacturero fue­ron la tasa de cambio y el nivel de protección arancelaria. Ambas eran, en cierta medida, dependientes de la política económica y, por ende, estaban sujetas a fuertes presiones por parte de los distintos grupos interesados. Es ¡:>osible concebir una situación en la que la devaluación ti9.l~.PI.<2~~ión arancela~~a ... h~bi-~i;; p~dict~ibi;-ápoyo--de-fOs g!.~os poder~~s-Cc;?~'?_,_PEE._~jem.p]o,l2._s ex¡:>or:!~~~- ansios_os de diversificar sus_}~~ v~_!:~_9_p._es; oJ9..~ .. C:.~El~~~~s_!as).!!_<!':!,~,!!:.i.~J~~2_gu~ v~fal!_~I1- fll_,tl!ro ~~to~g~~n !t~e~!_~_r. __ rna­nufacturero y no querían perder las atractivas oportunidades de inversión; o por una das~_ tra~_<!jacforé!_Q_~g~ni-~~d-~, int;r-~sad_~ en l~~pa."~si4_~~~~ _e-m_p·l~~-.t;~--~1 sector -~a~~ facturero; o, por último, por el gobierno mismo, que veía en los impuestos una forma de - ,_,. ,, --~-· - ... .. . __ ..._ ____ . ...._ ___ .,. _____ -.;.·. -.--...-.... ··--···- _ ......... . ~ ....;. .. · -~ - -- · «. ·----.- - -- --····- -

,r~caudar_ ifl:g~e~o~ -~dic;_iof!~Le~ No obstante, la experiencia peruana entre 1900 y 1930 fue distinta. ~l.2~!!od~-~~

~~ra~~ri~q_:Q_O_[~_};;l.!}~.?~_9. __ de ca~biq_ ~~t-ªl;ll~ .. y_p_9r uu--ª--JLr..Ql~cción arancelaria cada vez menor. Mientras tanto, la inflación nacional y la reducción en los costos de transporte internacional afectaban la competencia de la industria nacional.

Trataremos, en primer lugar; el período que llega hasta 1920, caracterizado por un fuerte estímulo a la demanda. El cuadro 6.9 muestra los factores que produjeron

. una disminución del ritmo de la industrialización durante el período en cuestión. Entre 1902 y 1911, el nivel nacional de precios se elevó en un 82 por ciento, mientras que los precios de importación aumentaron en solo 16 por ciento. Entre 1911 y 1918, los pre­cios internos se elevaron en un 126 por ciento, mientras que los precios de las importa­ciones aumentaron en un 102 por ciento. Únicamente al final de la década, se observa una tendencia opuesta en los precios relativos. La tendencia de la inflación interna de ir por delante de los precios de importación significa, naturalmente, que los incrementos en la demanda agregada local eran canalizados cada vez más hacia la compra de im­portaciones antes que hacia productos locales. Al mismo tiempo, el mayor costo de los insumas locales ejercía presión sobre las ganancias de la industria manufacturera. El

1h?

resultado fue un aumento extremadamente rápido en las importaciones, de cerca de 20 por ciento al año entre 1900 y 1907, tal como se muestra en el cuadro 6.1.

Cuadro 6.9 PRECIOS NACIONALES DE IMPORTACIÓN Y NIVELES TARIFARIOS: 1902-1920

Índices Precio de impor-

Derechos de aduana Precios nacionales como porcentaje de

tación en moneda al por mayor las importaciones

nacional 1902 79 (SS)• 27 1908 91 (94)• 22 1911 92 (94)• 22 1913 100 100 22 1916 130 146 12 1918 186 212 10 1920 267 238 10

Fuentes: índice de precios de importación: una aproximación calculada sobre la base de los precios de exportación de los Estados Unidos y el Reino Unido. El cálculo se basó en la participación de los dos países en el comercio de impor­tación peruano. Se utilizó el promedio de 1901-1903 para 1902-1911. Para los años siguientes, se usó la información de 1921. Los datos fueron obtenidos del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, Statística/ Abstract ofthe United States; Schlote (1952); Extracto Estadístico. Precios al por mayor: Extracto Estadístico. Valores de importación y derechos: Estadística del Comercio Exterior, volúmenes anuales. • Estimaciones sobre la base de información parcial. Véase el cuadro 6.6 para los datos de 1902-1908. Martin (1911) brinda las bases para asumir que el incremento se redujo en 1908-1911.

El cambio de los precios relativos en desmedro del sector manufacturero se debió a una serie de factores, entre los cuales figuran la creciente competencia en el mercado mundial de manufacturas, la baja en los fletes marítimos y la ola de inversión extran­jera en el Perú a comienzos de la década de 1900, la cual, tal como se vio en el capítulo S, contribuyó a la inflación interna por el rápido aumento en la oferta monetaria. Sin embargo, es más importante el hecho de que el Perú mantuviera fija su tasa de cambio después de adoptar el patrón oro en 1897. Con la libra peruana (S/. 10) a la par con la libra esterlina y la tasa de cambio bien protegida por las crecientes exportaciones y el ingreso de capital, la inflación local podía proseguir durante cierto tiempo sin que surgieran presiones sobre la tasa de cambio. Por lo tanto, se abría una brecha entre los precios locales y los precios de las importaciones.

La Primera Guerra Mundial hizo que los precios internacionales se elevaran consi­derablemente, tal como se puede observar en el cuadro 6.9. Sin embargo, estos aumen­tos no elevaron el nivel de competencia de la industria dirigida a la sustitución de las importaciones. Por el contrario, los favorables precios de los productos de exportación crearon una presión alcista de la tasa de cambio. Cuando el gobierno estadounidense prohibió las exportaciones de oro en 1917 (eliminando, por lo tanto, el mecanismo de equilibrio en el sistema del patrón oro), la tasa de cambio peruana se revaluó en un 9

por ciento en 1918, lo que contribuyó a que se redujeran los precios de las importacio­nes. Mientras tanto, la inflación interna aumentaba a un ritmo acelerado.

Con respecto a la segunda variable importante, la protección arancelaria, el cuadro 6.9 muestra que el aumento en el nivel de protección que se originó al final de la década de 1890 cesó después de 190025

.

EEtre ):~)..} _y___l91?,_ L~ _ _pro!~-~cj9_I?-_ _?!:.~~celariª di~ll].~D,!!Y:Ó a un nivel sin Qreceden­te~. En aquel entonces, el Perú, como muchos otros países latinoamericanos, empleaba impuestos específicos (es decir, un monto fijo por unidad de volumen) y no ad valo­rem26. Cuando los precios de importación se elevaban, la tasa disminuía, excepto cuan­do el arancel específico se ajustaba periódicamente. Los administradores de la aduana eran conscientes de este problema27, pero los gobiernos tardaron en comprender que la disminución en el ingreso por aranceles se debía, parcialmente, a la variación en los precios de importación28

• La creciente crisis fiscal convenció al gobierno, en 1916, de lo inadecuado de las estadísticas aduaneras y se introdujo entonces un nuevo sistema. Sin embargo, no se hizo ningún intento por regresar a las tasas existentes antes de la guerra, que eran el doble de las tasas entonces vigentes. Aun más perjudicial para los beneficios del sector manufacturero fue el hecho de que los escasos aumentos en los aranceles que fueron legislados en 1915 recayeron sobre los bienes de capital y los bie­nes intermedios, lo cual redujo el margen de protección efectiva29•

¿Cómo fue posible que los grupos afectados casi no protestaran por esta dismi­nucióñ de la protección efe~!iva?._ La respuesta esÜ--vi·n-culada.con-fa -eX1tos-a·a-ctuación de los sectores de exportación durante la década de 1910. -~~~o~ _ _:;~ct~~es3_tra1~ron al capital y a los empresarios del sector manufacturero, y mostraron tal capacidad de ab­sorción de capital durante el períodobéfico, <iue los foñdos excedentes se marít:Uvl'eron p~~a_fi~esde reinvér~.-i~ny no-se utilizaron_ para financiar la_ divefsi,fi~-ª~i~n30• E:f~isten;a

25 Se establecieron nuevos impuestos en 1901 y 1910, pero estos estaban destinados a introducir mejoras administrativas. La revisión de 1900 se llevó a cabo principalmente para mejorar la valoración de las importacio­nes. Los comentarios de esos años en torno al "proteccionismo" que implicaba este impuesto se refirieron no tanto al dramático aumento del proteccionismo sino, más bien, al mantenimiento de las tasas existentes que regían a finales de la década de 1890. Para mayor información sobre este impuesto, véase la sección introductoria en el Arancel de Aforos, 1901, y en la Estadística del Comercio Especial del Perú, 1901. Las estadísticas comerciales de 1902 presentan un resumen condensado de las tasas bajo el nuevo impuesto, pp. xix-xxii. La revisión de impuestos de 1910 fue un ejercicio de conversión de las tasas ad valorem existentes a una de tipo específico. Con respecto a esta revisión, véase la Memoria del Ministerio de Hacienda (1912); la Estadística del Comercio Especial, segundo semestre, 1910, p. ix; y el Boletín de Aduanas, W 115, 21 de septiembre de 1912, especialmente la p. 535.

26 El sistema se describe en Rutter (1916). 27 Véanse las duras críticas a los impuestos de 1910 hechas por Óscar Arrús (jefe del Departamento

de Estadística) en Estadística del Comercio Exterior, 1915, pp. iii-ix. · 28 Véase la Memoria del Ministerio de Hacienda, 1916. El problema no era evidente por el hecho de que

las estadísticas de importación fueron elaboradas utilizando precios fijos oficiales. 29 Diario de los Debates, 1915, Cámara del Senado, passim. 30 En este sentido, es interesante el contraste con el caso colombiano. Colombia, al igual que el Perú,

tenía un rendimiento de las exportaciones que superaba al de los países de mayor desarrollo industrial de la época. Pero, dado que los fondos generados en Colombia excedían la capacidad de absorción del sector y que este era de propiedad local, se originaron presiones proteccionistas que, conjuntamente con una poco usual

1h4.

bancario, que se encontraba muy desarrollado, fue un canal importante para la trans­ferencia de recursos de un sector a otro. Por ello, hacia la década de 1910, no hubo muchos proyectos manufactureros en marcha que atrajeran la atención de la clase diri­gente. Los ~iembros de la élite se habían_!:_~_tir~~o_d_e __ l~~~nu_~a_c~~ra C?. ~abía_I~ .. E~l-~_g~~9, sus intereses en la industria a un segundo plano. Los empresarios que permanecieron eñeí sector manufacturero no constitü1ari un-grupo.sociallo suficientemente i>ücteroso _é~m~-P~!.a pod~~ influ.~~E__l_~~-JEed~§s~cf~ iJüiíticá e~ü~9!!l.ica.-- ··· -- ····-·· --- · · · ·· ~-·

Otro elemento importante que explica la ausencia de medidas proteccionistas en el Perú se relaciona con las fuentes de-fñgreso-fi'scal. En-LaÜno~uñériCaJós aurñeiifos e-ñ-lós rnceles-se"(febieron-a""men-uda· priridpalmente a la necesidad de contar con mayores ingresos fiscales y no a una política proteccionista consciente. Sin embargo, los gobiernos peruanos podían aumentar sus ingresos de otras maneras a comienzos del siglo XX. En la época del guano, en el siglo XIX, el gobierno dependía casi totalmente de ese producto como fuente de ingresos. En las décadas de 1880 y 1890, cuando el financiamiento de los gastos del gobierno tuvo que depender nuevamente de otras fuentes de ingreso, la reac­ción inmediata consistió, tal como hemos visto, en elevar los aranceles31, en vez de elevar los impuestos locales. Por consiguiente, durante los primeros años del siglo XX, la· carga tributaria en el Perú fue excepcionalmente baja, lo cual permitió que Leguía, ministro de Hacienda en el período 1903-1905, elevara los impuestos con un consiguiente aumento en las rentas fiscales32

• Ad. .. ~~á-~L~~ 1J1_?_~~-PP~.s-~nt<? l~os~b!Jidª9_de fijar in;J.pu~s.tQ? <ܪ? ~..Q!"t~q~ones. La exoneración de impuestos a la minería y al petróleo, según la legislación de 1890, que tuvo una duración de veinticinco años, finalizó en octubre de ese mismo año. En noviembre, se introdujo un impuesto que afectaba a los dos sectores mencionados y que posteriormente fue extendido a otros33• El gobierno tenía otras alternativas abiertas para obtener ingresos fuera del incremento de aranceles, que en cualquier caso no era una medida popular políticamente en la década de 1910, debido al creciente costo de vida. Esto resultaba aun más relevante porque los sindicatos de artesanos, que durante el siglo XIX habían presionado para obtener mayor protección, habían variado su composi­ción a lo largo del tiempo. A medida que los puntos de vista de los trabajadores asalaria­dos urbanos adquirían mayor preponderancia que los de los artesanos, el parecer de la clase trabajadora se tornaba contrario a las tarifas y a favor de reducciones en el costo de vida34

. Ningún gobierno podía ignorar a esta corriente de opinión.

distribución más equitativa del ingreso proveniente del café, ocasionaron un crecimiento industrial mayor que el experimentado por el Perú. Véase Thorp y Bertram (1976: 63).

31 Véase el capítulo 3. 32 Las principales fuentes del aumento fueron los impuestos al alcohol, el azúcar, el tabaco y los fósforos. 33 Rutter (1916). La anulación de la exoneración de impuestos a la minería y al petróleo, y las grandes

utilidades generadas en el sector azucarero presionaron la aceptación incluso del todavía poderoso sector azucarero.

34 Véase la reseña de Basadre sobre la historia del movimiento laboral (Basadre 1963-1964: Vol. 10, 4 7 48). El costo de vida fue una de las razones de la huelga general de 1919. Véase Gallo (1970), que presenta un argumento similar, sin lugar a dudas de mayor significación en el caso de Argentina, donde el grado de organización y los números involucrados eran mucho mayores.

165

Incluso aceptando que la política seguida por el gobierno devino en una constante erosión de la posición competitiva de la industria nacional y que los empresarios que dieron lugar al proceso de industrialización provenían de la clase media y no de la élite, debe admitirse que a partir de 1914 las condiciones impuestas por la guerra contra­rrestaron estos factores. A nivel mundial, la oferta de muchos bienes manufacturados se redujo, a medida que las industrias de los países beligerantes se orientaron a la pro­ducción bélica, y, al mismo tiempo, la escasez de transporte marítimo elevó los fletes y retrasó las entregas de productos. En varios países latinoamericanos, esta situación fue un impulso para la industria nacional, especialmente en Brasil y Chile35

• En otros países, sin embargo, la reacción fue menor. Argentina fue uno de esos países y el Perú, otro. Argentina tenía cuantiosas existencias de bienes en 1914 y pasó por un período de recesión en la demanda interna durante los años de la guerra36

• Como indica el cuadro 6.10, tal!.to el __ Pe~~ ~om9_ Colombia habí!l~ sustituido a los provee~ores europe_o~ p_or pr<?_Y~~do!"es _e~~?c!f>_~J?:i9-enses, e~p_e~!~lm~nte ~n lo que CQ!lC!er:I!..e a producto~n~­f.a~tur~dos, por lo que el cese de las exportaciones europeas a Latinoamérica no afectó a los países mencionados. Además, Japón aprovechó la oportunidad para establecer mer­cados para sus productos industriales en la costa del Pacífico y contribuyó así a aliviar las limitaciones de la oferta mundiaP7•

fn s_uma! la guerra n~ restringí~ lo Sl!_ficiente el fl_ujo de bienes de_ cons'-!_tp_<;>}m­portados como para dar un fuerte impulso al sector manufacturero peruano. De igual 'ñlo-dü;-fa--escasez-de .. bi~n~s de -capit~Í d~~~n·t~ 1~- g~er-ra- no ·f~~ ~-n ;u~~o -~Ü~iente para producir maquinaria y equipo en el país38.

En resumen, el auge de los ingresos por exportaciones del Perú, hasta 1920, ali­mentÓ-la demanda inter_n_á (primer reqÚisito en un proceso .de crecimiento diversificado mediante-exportaciones), pero este-aumériio" e'n la demanda no fue suficiente para qÜ~·

<::.---- - ... -~ ----·- .. . -- - - - . -- --- ---

~S!_~~~_es~~~a ~~E<:.~ión ci~_!_as i!J._c!_l!~!E~~~-!1~ diE!_g!_~~?,~ _l_~-~~E~E~~i~~- La expansión de las exportaciones fue, incluso, una razón importante para que las crecientes tarifas y el tipo de cambio en continuo descenso durante la década de 1890 dieran lugar, des­pués de 1900, a una tasa de cambio estable o incluso revaluada, a una disminución deJ proteccionismo y a una rápida inflación local. El sector manufacturero local perdió su nivelae "competitlvidacfcon-réspecto a los'bienes importados y la demanda se canalizó crecientemente hacia este tipo de bienes.

35 Salomon (1919), Fishlow (1972). 36 Goetz (1973). 37 En el sector textil algodonero, por ejemplo, los japoneses aumentaron su participación en las im­

portaciones peruanas de un O por ciento en 1913 a un ocho por ciento en 1918-1919. 38 Se requería un plazo relativamente largo para instalar empresas productoras de bienes de capitaL

y no se podía predecir la duración de la guerra. Por su parte, los empresarios loc_ales estaban seguros de que al término de la misma la preferencia establecida por la maquinaria estadounidense o europea se confirmaría. Además, dado que antes de la guerra los sectores de exportación claves habían invertido grandes sumas de dinero, la escasez de bienes de capital no fue lo suficientemente crítica como para inducir a una búsqueda de nuevas fuentes locales de abastecimiento,

1hh

Cuadro 6.10 IMPORTACIONES LATINOAMERICANAS PROVENIENTES DE GRAN BRETAÑA y DE LOS ESTADOS UNIDOS: 1912-1920 (A PRECIOS DE 1913)

Participación de las importaciones de Gran Bretaña Perú Argentina Brasil Chile Colombia

con respecto al total de las importaciones de Gran Bretaña y

54 66 60 66 51 los Estados Unidos en 1912 Índices (1912=100) 1913 115 108 97 100 115 1914 85 64 52 69 83 1915 78 63 52 54 94 1916 112 68 57 32 119 1917 -- 123 1- 59 - ,_ 52 95 -~ 76 1918 109 57 45 101 55 1919 121 72 70 73 105 1920 192 90 90 74 229

Fuentes : Departamento de Comercio de los Estados Unidos, Statistical Abstract of the United Sta tes; UX Board of Trade, Statistical Abstract para el Reino Unido. Para el caso del Reino Unido y los Estados Unidos, los datos han sido deflactados por los índices de precios de exportaciones o por mayoristas; Jos datos de los Estados Unidos provienen de la misma fuente. Las series del Reino Unido provienen de Schlote (1952)-

El estancamiento de la demanda en una economía abierta: la década de 1920

Si el período anterior a 1920 demuestra que el crecimiento de l_a~_ expo:rtG!.ciQpes ~-~d~JI:~llili~D~z ~.~~yu~ª!_ -~_ ~n- prÓ¿e~~ -d~ i!!~-l!~}!ii[ii~~i-~~Ja d_~~~~~-~~_)_??~ indica lo que puede suceder cuando el estancamiento de las exportaciones se presenta

<0\U-_oa- ,,,"~~ . .. - ..... ·- ,,; ,, ' ........ ._......,..._-~.----::--:--- ··· --- ____ ..,.__ ~ - --·~---··-· -·-·,--... -· ---V.-.- ... -~- ----- .. - -- - ----. .. -- ... _ ... ___ ..... ....___,.,.._.. ---·-----

en un país que -~!"_man~~!:~~~ha!,!l~nte inte_g~~-d-~~--~!1-a p_~ó-~p~r_a._~_c_s>n_o,IT?-í~ iJ1~~~~-~-~­cional. Después de 1920, el auge de las exportaciones empezó finalmente a atenuarse; pero las circunstancias no condujeron a una transferencia de recursos hacia otras acti­vidades productivas.

Quizá se creyó que el cese en el rápido crecimiento de los sectores de exportación aún controlados por el capital local iba a dar lugar a tal transferencia, al crearse pre­siones sobre la tasa de cambio, que elevaban la relativa rentabilidad de la inversión en sectores no dirigidos a la exportación, y presiones políticas y económicas para elevar las tarifas de importación; ya que los capitalistas del sector exportador deseaban operar en otras áreas. Aun con una demanda agregada y estancada, tales medidas podían causar o dar como resultado un estímulo para la manufactura, al orientarse la demanda existen­te hacia la producción local.

No obstante, la realidad fue distinta en el Perú después de 1920. El estancamiento -~..._.._., ____ .,.._ .. ,¿a e•. - ......... __......____..,_._ • . - -""'- · ·- -• • "•- · -- • - ·. - -· ..... ·- -·~--::-· ... • .-,:-,·

en la demanda fl:le afQ!!lQ.~~?do de una fl:ler!_~ re_q~_~c~_(>_l) -~n el mqntg d~ exf~Q.~IJ.t.~ _di~.-: J~~!l!ble ~~e- !n~~!:_s_!«?,P: !9.~~~! .. P~C?_~~c:i_da porl~.4_~cl!~ªciQ_n_~_D-)<:l indu~tria -~~~e~~-Y

167

el crecimiento de los sectores de exportación bajo control extranjero. En segundo lugar a los sectores nacionales qÜe-poseíanforÍdos excedentes (incluyendo a varios de lo~ propietarios de ingenios azucareros, incluso durante la década de 1920) les fue posible exportar aquellos fondos para su uso en el exterior. Ell.Qtr~~alaQ_r:ª$2 los capitalistas locales no tuvieron que pensar en crear oportunidades de ganancia dentro del país. En téréerÍugaf,-en.ia-medida en qÜe "íos-fondos "erañ -iÍlVertidos en-sectores no. eXportadores locales, el rápido crecimiento del gasto fiscal durante la década de 1920 creó una serie de oportunidades de inversión, especialmente en trabajos de construcción, públicos y privados, y en la especulación de bienes raíces39• Así, los fondos dejaban de ser utiliza­dos en otros sectores como, por ejemplo, la industria o la agricultura.

Podemos comprender así por qué los exportadores que pensaban en la posible ex­portación de capital estaban de acuerdo con los banqueros, los comerciantes y el mismo gobierno40 en deplorar la depreciación en el tipo de cambio. El resultado fue que la ten­dencia descendente que mostró la libra peruana al final del auge de las exportaciones en 1920 fue revertida, gracias a la intervención del gobierno en el mercado de divisas. Durante 1922, el Banco Central vendió una parte considerable de sus reservas de oro y divisas en un intento de estabilizar la tasa de cambio. A mediados de la década de 1920, el gobierno recibió fuertes préstamos del exterior, en parte con el mismo propósito41.

El cuadro 6.11 muestra, de alguna manera, que, como resultado de tal acción, los precios de las importaciones continuaron declinando después de 1920. El cuadro reve­la, asimismo, que se produjo un aumento en el grado de proteccionismo, debido, fun­damentalmente, a un recargo que fue impuesto sobre las tasas existentes. Dado que este recargo se aplicaba a todos los derechos, el aumento en la protección efectiva fue sumamente modesto. Algunos aumentos significativos en los derechos fueron incorpo­rados en las reformas tarifarías de 1923 y 192842, pero estos ocasionaron únicamente pequeños cambios en el nivel general de las tarifas. Se llegó nuevamente a los niveles

39 Bertram (1974), capítulo 7. 40 Como deudor, este era el interés del gobierno. 41 Bertram (1974: 39-46). 42 Sobre los impuestos existentes en 1923, véase Estadística del Comercio Especial, 1923, p. ii. En la p. xvi,

se presenta un cuadro que permite comparar el cambio en la incidencia de las cargas impositivas sobre los princi­pales tipos de productos que resultaron de la imposición de la nueva escala de tasas a mediados de 1923. Los au­mentos más importantes recayeron sobre la ropa, los tejidos de lana, los bienes de cuero, el mobiliario y las bebi­das. Estas últimas fueron las que sufrieron el aumento más serio: de 27 por ciento a 62 por ciento. Los impuestos sobre los bienes de capital mostraron una disminución en su incidencia. Es interesante observar que los derechos sobre los tejidos de algodón, que eran de aproximadamente 40 por ciento a comienzos del siglo, disminuyeron a 13 por ciento antes de la aplicación de los impuestos de 1923, y a 16 por ciento después de su aplicación (Ibíd.). Un "impuesto de emergencia", que luego fue formalizado en 1928, entró en efecto a comienzos de 1927 (la ley fue promulgada en noviembre de 1926). Un análisis efectuado por el agregado comercial estadounidense (West Coast Leader, 11 de enero de 1927, p. 7) indica que se dieron importantes incrementos en los derechos sobre tejidos, ropa, bienes de cuero, bebidas y mobiliario. Estos fueron virtualmente los mismos productos que se beneficiaron con los incrementos dispuestos en 1923. Por supuesto, también hubo incremen­tos que tenían como objetivo aumentar los ingresos fiscales, en vez de proteger. Este fue el caso de los automó­viles, instrumentos musicales, cámaras fotográficas y varios otros bienes de lujo. Se puede encontrar un análisis detallado de las nuevas escalas arancelarias en 1928 en el West Coast Leader, 10 de abril de 1928, p. S.

168

que existían antes de la guerra, sin que se tratara de poner en ejecución una política concreta de promoción industrial.

La falta de una presión exitosa que originara un incremento en la protección efec­tiva es comprensible si se consideran los factores anteriores. Sin embargo, hubo una razón adicional: la creciente partic~a~!.?E. -~~- -~~pr~-~§1.~ _ CQIP:e~~~<ll~-~~~t_!"a~je!::L!_S en ·el sector manufacturero y especialmente en el textil. Este último sector se había c~;v~;= tido, -recieñt:~m.~;te~"~~--c~~-p-~ exd~-s·i~~ - d~--d~~- ~mpresas comerciales extranjeras: la Grace and Co. y la Duncan Fox and Co.43

Cuadro 6.11 PRECIOS DE IMPORTACIÓN, PRECIOS AL POR MAYOR E INCIDENCIA TARIFARIA: 1919-1929

Incidencia tarifaria de -- Índices 1919=100 -- importaciones (porcentaje del

total de importaciones)

Precios de importación Precios al por

Solo derechos Todos los cargos

en moneda mayor aduaneros nacional

1921 93 93 9 11 1923 79 86 13 147 1925 82 92 12 18 1927 78 92 11 18 1929 70 85 15 21

Fuentes: las mismas del cuadro 6.9, excepto por los derechos, que incluyen todos los cargos de aduana, tomados del Extracto Estadístico, 1934-1935, p. 280.

Para estas empresas, controlar las fábricas textiles no era simplemente un ejercicio para aumentar al máximo sus beneficios, sino también un incremento invalorable de sus fuentes de suministro. Después de 1920, cuando se volvió más rentable para estas empresas importar los tejidos en vez de producirlos localmente y cuando el auge en los precios de exportación del algodón hizo más rentable la exportación de la materia prima en vez de su conversión en tela, estas empresas no tenían razón para pedir que se les otorgue protección inmediata y estaban satisfechas con disminuir la producción. La importación de los tejidos de algodón se elevó rápidamente. Como muestran los datos referentes al consumo de algodón por parte de las fábricas textiles en el cuadro 6.12, las empresas extranjeras fueron la causa principal de la depresión que se produjo en la producción a comienzos de la década de 1920.

43 El número de telares controlados por las empresas extranjeras era del orden del SS por ciento del total en 1918, y en 1931 alcanzó el76 por ciento.

169

La importancia de esta actitud de las empresas más importantes de la industria textil algodonera fue considerable, ya que este era el único sector industrial que contaba con la influencia necesaria para afectar las medidas de política económica. Tan solo en 1925 e cuando los mercados de exportación de algodón otra vez mostraron una depre­sión y la balanza de pagos se tornó crítica, lo que produjo una nueva depreciación del sol), la industria textil empezó a convertirse en líder en la campaña que exigía mayor protección. Esto trajo como resultado inmediato la dación de las "tarifas de emergencia" que fueron aprobadas en noviembre de 1926 y aplicadas en 192744

• No obstante, los efectos de las nuevas tasas fueron atenuados por el estado recesivo en que se encontra­ba la economía, que ofrecía poco impulso dinámico a un nuevo auge industrial.

Cuadro 6.12 CONSUMO DE ALGODÓN POR LAS FÁBRICAS TEXTILES (1918=100)

- Desmotadoras - --de propiedad

Desmotadoras de Total

propiedad nacional extranjera

1920 85 78 83 1922 67 92 75 1924 78 115 91 1926 84 112 94

Fuente: basado en Tizón y Bueno (1930).

La economía urbana

Hemos centrado nuestro análisis en el sector industrial por razones prácticas de disponibilidad de datos y por la necesidad de limitar el análisis, ya de por sí exten­so. Además, consideramos que la industria es importante por ser el principal agente potencial que posibilita una mayor independencia. Antes de pasar a analizar el sector agrícola, debemos mencionar que la experiencia por la que pasó la industria fue com­partida también por otros sectores de la economía urbana que mostraron una vitalidad semejante durante la década de 1890: el sistema financiero y las empresas de servidos públicos. En su momento, ambos se caracterizaron por su alto grado de control local y su dinamismo, que luego cambió al aumentar la inversión extranjera.

Las filiales de los bancos extranjeros reaparecieron en el Perú entre 1904-190545,

y durante las décadas de 191 O y 1920 aumentó rápidamente su relativa importancia en el sistema financiero. Las compañías de seguros extranjeras empezaron a operar de nuevo en el Perú aproximadamente46 a partir de 1910, mientras que las empresas de

170

44 El West Coast Leader, 10 de abril de 1928, p. S, discutió Jos efectos de esta campaña. 45 Bollinger (1971: 234-53). 46 Bertram (1974: 271); Memoria de la Bolsa Comercial de Lima.

servicios públicos recurrieron cada vez más a fuentes de financiamiento externo a par­tir de 1906. Las Empresas Eléctricas Asociadas quedaron registradas en Londres como la Lima Light and Power Company en el año 1910 y en 1923 esta se convirtió en afiliada de la Latina Lux de Milán. El número de empresas cotizadas en la Bolsa de Valores de Lima alcanzó un máximo de S 7 en 1905, y luego bajó a solo 42 en 1915. Así, pese a que la expansión del sistema financiero guardó relación con la expansión de la economía en general, el carácter exclusivamente local del sistema se debilitaba cada vez más. Los canales para la transferencia intersectorial de recursos por medio de los bancos y la Bolsa de Valores, que en la década de 1890 sirvieron para fines de diversificación eco­nómica, fueron igualmente útiles para transferir recursos de actividades no orientadas a la exportación, cuando estas dejaron de ser lo suficientemente rentables. Cuando se redujo la proporción del excedente de la economía que se encontraba bajo control de las empresas locales, el clima en el mercado de capitales se hizo aun más desfavorable para empresas como las que habían florecido en la década de 1890.

6.3 LA AGRICULTURA NO ORIENTADA A LA EXPORTACIÓN

Un segundo sector importante de la economía no orientada a la exportación fue el de la producción de alimentos para el mercado interno. Fuera de la enorme y obvia im­portancia que este sector tenía para un considerable sector de la población rural, tiene importancia también en la relación entre la producción de alimentos y la producción de productos agrícolas de exportación. Se ha argumet:Itado _co~_tlnl!-_?m~_l!!e_,_ e!!_ c_~p.tr~ de la in<:.~~~~~~~ ~-~~ ~e_r~ado in~~T_!l_~~!~_!?.al e!!_~l_p~rú, _9._~!: ~a _!Ilay'!r _atención di~pensada a la 'Erod_l.ú:gón.-ªgrícola p_ara l~~Xp5Jrtación s_~ diC:?_~_ ~x_E~_~_s.~~ ct.e la producción dirigida al

--~~_rcé!_dgj!_JJ~~rnq!J2. 9.U~-- ~~mp~jo_ ~--~na p_eli&!:9._~_<:1:--~~P~~de!J..cia _de los alimentos impor­!ados y a la inflación.

Un análisis coherente de este sector durante el período 1890-1930 es virtualmente imposible por la falta de datos. Sin embargo, parece que a pesar de la popularidad del argumento anterior entre los comentaristas de la época,!~ af~r._g¡aci_?m es exagera_da.

Examinemos primeramente el aspecto geográfico de la oferta de alimentos y el pa­pel que desempeñaron las importaciones. La producción de alimentos para el consumo local estaba (y aún lo está, en su mayor parte) concentrada cerca al mercado. En la década de 1920, Lima era aún abastecida por pequeñas huertas y parcelas agrícolas cercanas a la ciudad, que le suministraban todo tipo de productos, a excepción del trigo, el arroz y la carne. Esto puede deducirse de los datos referentes al área cultivada en las provincias de Lima y Callao en 1920-1921, que aparecen en el cuadro 6.13. Si acepta­mos la estimación de Twomey47, en el sentido de que en 1918 la ciudad de Lima nece­sitaba 7.000 hectáreas para ser alimentada (excluyendo el arroz y el ganado), podemos afirmar que la provincia disponía de suficientes áreas de cultivo. La carne provenía,

47 Twomey (1972: 60).

171

fundamentalmente, de la sierra48, mientras que el arroz procedía de otras provincias

costeñas que eran más aptas para el cultivo de este cereal, y también de la importación. El trigo se adquiría del exterior.

Cuadro 6.13 ÁREA CULTIVADA EN LAS PROVINCIAS DE LIMA Y CALLAO 1920-1921 Y 1929 (HECTÁREAS)

1920-1921 1929 Cambio

porcentual Cultivos alimenticios no exportados, de los 6.332 6.910 +9 cuales:

Maíz 2.605 2.642 +1 Papas y camotes 1.997 2.335 + 17

Azúcar - 5.528 - , ~ 4.217 - 1= -24

Algodón 10.234 17.723 + 73 TOTAL a 22.094 28.850 + 31

Fuente: Ministerio de Fomento (1921, 1932). • Excluyendo pastizales, tanto cultivados como naturales.

El cuadro 6.14 muestra la composición de las importaciones de alimentos en la década de 1920. Puede observarse que el trigo, la harina, el arroz y la manteca de chan­cho conformaban dos tercios del total importado. El arroz y la manteca son productos que compiten directamente con la tierra destinada al cultivo del algodón. A finales del siglo XIX, se cultivó en la Costa maíz destinado al engorde de los cerdos, pero, debido a ciertas enfermedades entre estos a comienzos del siglo XX, la producción local dejó de abastecer al mercado, lo que produjo una reducción en las tarifas de protección49• El tri­go había dejado de ser cultivado en la costa algunos siglos antes debido a la enfermedad de la roya, y no se tuvo éxito en descubrir una variedad resistente a ella50

• En todo caso, el trigo no podía igualar los rendimientos obtenidos por el cultivo del azúcar o del algo­dón51. El clima de la Sierra no era propicio para el cultivo de trigo, pues la temperatura es demasiado baja para lograr una maduración exitosa, y solo se sembraba en pendien­tes demasiado empinadas para el cultivo de la papa. Además, los consumidores prefe-

48 En 1924, 11.243 toneladas de carne fueron transportadas por el Ferrocarril Central, mientras que el consumo en Lima, en el mismo año, era de 13.100 toneladas (Twomey 1972: 45). Lamentablemente, las estadísticas del Ferrocarril Central no indican la distancia ni la dirección. Solo sabemos que la distancia pro­medio era de 200 km.

49 Basadre (1963-1964: Vol. 7, 3381). 50 Una variedad introducida en 1916 mantenía su resistencia siempre y cuando fuese cultivada en

pequeña escala. 51 En la década de 1960, el trigo cultivado en tierras irrigadas de la Costa rendía S/. 6.497 por hec­

tárea, lo que contrastaba con el rendimiento de Sf. 17.161 del azúcar y de S f. 16.882 del algodón (Twomey 1972: 63). El trigo requería menor cantidad de agua, pero este hecho no compensaba su bajo rendimiento.

172

rían la calidad del trigo importado, que permitía fabricar un pan de calidad superiorsz. Los productos lecheros, la segunda categoría en magnitud, reflejaban las deficiencias de la ganadería local. Esta actividad se realizaba principalmente en la Sierra, donde predo­minaban las pequeñas unidades de producción y donde la baja productividad se debía a la condición de la tierra y al clima, además de la dificultad de mejorar las razas, dada la falta de cercos y la predominancia de pequeñas unidades de producción.

Así, aproximadamente la mitad de las importaciones de alimentos consistía en pro­ductos cuya producción se veía apenas afectada por la expansión de cultivos orientados a la exportación. La mitad restante, compuesta de productos como el arroz, las verduras y la manteca, requiere un análisis más amplio.

Cuadro 6.14 IMPORTACIONES DE ALIMENTOS COMO PORCENTAJE DE LAS IMPORTACIONES TOTALES: 1925

Trigo y harina

Arroz Manteca

Productos lácteos

TOTAL

IMPORTACIONES TOTALES DE ALIMENTOS

Fuente: Estadística del Comercio Especial del Perú (1925).

9

4

3

2

18 24

El cuadro 6.15 muestra la distribución de la tierra cultivada en la Costa. El incre­mento de 4 7 por ciento en el área cultivada 53 en el lapso de veinticuatro años indica que aún había posibilidades para incorporar tierras marginales y elevar así la rentabilidad de los cultivos de algodón y azúcar, mediante la mejora de los esquemas de irrigación y drenaje, y de la administración de los derechos de agua; también podían crearse nuevas tierras de cultivo, por medio de la sustitución de bueyes por tractores54

. El sector públi­co no hizo mayores aportes a los esquemas de irrigación hasta la ejecución del proyecto Pampas Imperial en Cañete, que fue completado en 192355

, lo que produjo un aumento de 5.000 hectáreas en el área de cultivo dedicada al algodón. Sin embargo, el cuadro 6.15 muestra que esta expansión constante en el área cultivada por iniciativa privada fue su­ficiente para acomodar la expansión de los cultivos de exportación entre los años 1905

52 Este era un problema serio. Klinge (1946) afirmaba que las mejoras en el transporte habían dado lugar a un mayor consumo de harina costeña en la Sierra, y no a la inversa.

53 En 1929, el 88 por ciento del ganado se encontraba en la Sierra y en la Selva, sobre todo en la primera de estas (cálculo del Ministerio de Fomento, 1932). Lamentablemente, este censo no presenta in­formación sobre el tamaño de las propiedades, pero sabemos que en 1961, el 73 por ciento del ganado se encontraba concentrado en unidades menores de 10 hectáreas.

54 Estas posibilidades se explican en Klinge (1946: 726). 55 West Coast Leader, 7 de mayo de 1921, p. 1; y 21 de agosto de 1923, p. 1.

173

y 1930. Esto dio como resultado que el área total dedicada al cultivo de los productos no orientados a la exportación se mantuviera virtualmente constante. Puede decirse, por lo tanto, que, en general, los cultivos para la exportación no llevaron a una contracción absoluta del área dedicada a la producción de alimentos, aunque, obviamente, aquellos tenían preferencia cuando se trataba de incrementar el área total.

La misma situación se presenta al examinar la única provincia y período para los que tenemos información más detallada: la provincia de Lima, donde, tal como se mues­tra en el cuadro 6.13, la producción de alimentos y algodón se expandió como resultado del incremento de 31 por ciento del área cultivada durante la década de 1920.

Cuadro 6.15 ÁREA CULTIVADA EN LA COSTA: 1901-1929

a b e d e = (d-e) f ¡~ - - Cultivos ¡ ~

Algodón y Área total alimen- De los Algodón Azúcar azúcar cultivada ticios no cuales,

Costa exportados arroz

1901 23 50 73 n.d. 1905 29 50 79 262 183 n.d. 1909 57 38 95 n.d. 1916 56 41 97 n.d. 1918 78 50 128 (320) (192) 31 1920 104 49 153 n.d. 1929 127 78 205 384 179 47

Fuentes: área total cultivada: para 1905, Twomey (1972: 8, basado en BCJM; para 1918, Twomey (1972: 60), apa­rentemente basado en interpolación; para 1929, Ministerio de Fomento (1932). Algodón, azúcar y arroz: 1901-1909, basado en estimaciones de producción y rendimientos; para 1916-1929, Anuario Estadístico.

Lo anterior puede ser aun compatible con aquellas afirmaciones que señalan que la expansión de las exportaciones se realizó a expensas de la producción para el mer­cado local. Todas las nuevas tierras fueron empleadas para cultivar los productos de exportación, tornando insuficiente el abastecimiento al mercado local y exponiendo la economía a la inflación, por un lado, y, por el otro, aumentando las importaciones. El papel que cumplió la escasez de alimentos y los precios ascendentes de estos fue el tema dominante de muchos escritores peruanos a comienzos del siglo XX y durante la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la evidencia empírica muestra que la importan­cia que se le dio fue exagerada.

El cuadro 6.16 presenta los datos disponibles sobre el aumento de precios durante la primera década del siglo XX, en la que, tal como se anotó anteriormente, la inflación local se aceleró. N o se observa una tendencia clara a un aumento de los precios de los alimentos mayor que el nivel general de precios y, por. lo tanto, no hay razón para pensar que la escasez de alimentos fue la principal causa de la inflación. Sin embargo, es cierto

174

que la importación de alimentos aumentó rápidamente durante la primera década del siglo, como puede apreciarse en el gráfico 6.2. La participación de los alimentos en las importaciones aumentó de 11-12 por ciento, a comienzos del siglo, a 16-17 por ciento en 1907, y este hecho podría atribuirse a la disminución en la oferta de alimentos como resultado de la expansión de los cultivos orientados a la exportación, especialmente porque el incremento en la importación de alimentos se dio con anterioridad a las ma­las cosechas de 1905 y 190756

• Si nos fijamos nuevamente en el cuadro 6.15, podremos observar que el fuerte aumento de las importaciones de alimentos precedió también a la gran expansión del cultivo de algodón y ocurrió durante un período en el que el cultivo de azúcar mostraba signos de declinación. Por lo tanto, el rápido aumento en las importaciones de alimentos durante la década de 1900 aparentemente puede ser atribuido a la fuerte presión resultante de la expansión de la demanda durante aquellos años, que también causó un aumento general en los precios internos.

Cuadro 6.16 FLUCTUACIÓN EN LOS PRECIOS AL POR MENOR: 1902-1908 (CAMBIOS PORCENTUALES ENTRE LOS DOS AÑOS)

Alimentos Artículos no alimentarios Carne de vacuno 61 Carbón 67 Carne de porcino 78 Agua 27 Carne de ave 24 Alquileres 78 Huevos 50 Fósforos 100 Leche 44 Botas 75 Papas 100 Arroz 100

Fuente: Reino Unido. Parliamentary Papers, Vol. CXV, 1908, p. 33.

56 Prado (1908: 59-60); Blanchard (1975: Cap. 3, 2); U.K Parliamentary Papers, 1908, Vol. CXV, p. 33. Las malas condiciones climatológicas de 1905 y los temblores en la Sierra interrumpieron el envío de alimen­tos y produjeron un aumento en la migración del campo a la ciudad. En 1907 hubo una fuerte sequía.

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Gráfico 6.2 IMPORTACIONES DE ALIMENTOS PER CÁPITA, EN PRECIOS CONSTANTES; PROMEDIO MÓVIL DE TRES AÑOSa

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30

~ 20 Ql

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7

S

Importación de insumas para la producción de alimentos

para el consumo final 4 ~~LL,_LL~~~~~~~~_,~-L~~~-L~-L~-1895 1900 1905 1910 1915 1920 1925 1930

Fuentes: importaciones: Bertram (1976). Precios: véase el cuadro 6.9. Población: Dirección General de Estadística (1944 ), Vol. l. • 1904-1905 y 1907-1908 solo son promedios bienales. b Los datos han sido deflactados mediante un índice de precios de importaciones. Para las fuentes empleadas, véase el cuadro 6.9 más arriba. Las cifras están en precios de 1950 solo en el sentido de que 1950=100 en las series finales; se emplearon diversas ponderaciones para distintos períodos.

El cuadro 6.17 muestra evidencia de los efectos del auge de los precios de las mate­rias primas durante la guerra sobre la relativa rentabilidad de la producción dirigida a la exportación, comparada con la producción para el mercado local. Entre los años 1913 y 1919, el índice de precios de los productos de exportación aumentó 237 por ciento, mientras que el correspondiente a los productos para el mercado interno aumentó solo un 104 por ciento. A pesar de esto, la serie de precios no revela una tendencia al alza en los precios de alimentos más allá del nivel promedio de precios alcanzado durante la década de 1910, lo que, a su vez, lleva a la conclusión de que la escasez de alimentos no fue mayor que la escasez de otros productos. La fuerte propensión de las fluctuaciones de precios a favor de la producción para la exportación fue, sin duda alguna, causa del aumento del 58 por ciento en el área destinada a los cultivos orienta_dos al mercado externo, entre los años de 1916 y 1920 (cuadro 6.15). Sin embargo, esta expansión se

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logró sin que se produjese una contracción severa en el área de cultivo de alimentos, la cual fue mayor en 1918 respecto de 1905 o 192957•

Cuadro 6.17 FLUCTUACIÓN EN LOS PRECIOS: 1911-1929 (ÍNDICES 1913=100)

Índice de Índice de Precios Exp. Costo de vida

precios de precios Relac. precios % productos de alimentos al por

Precios Imp. de alimentos exportación mayor con el total %

1911 65 94a 69 n.d. 1913 100 100 100 100 1914 146 102 143 103 1915 228 115 198 103 1916 - - 232 -~ ¡~ 128 - -- 181 ~ -- 100 1917 261 143 183 102 1918 285 171 167 99 1919 337 204 165 100 1920 335 226 148 99 1921 292 204 143 92 1922 248 187 133 92 1923 325 193 168 92 1924 294 192 153 90 1925 234 207 113 90 1926 234 219 107 91 1927 270 218 124 91 1928 244 194 126 89 1929 205 189 108 90

Fuente: calculado sobre la base del Anuario Estadístico, varios años. • Se asume igual al índice de precios de alimentos al por menor de Hunt (1974c), cuadro 4.16.

57 El área dedicada al cultivo de arroz, por éjemplo, aumentó en forma constante a lo largo de toda la década.

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Cuadro 6.18 IMPORTACIÓN DE ALIMENTOS COMO PORCENTAJE DE LAS IMPORTACIONES TOTALES

Importaciones Importaciones

Total de productos

de alimentos alimenticios para el intermediosa

consumo final 1891-1892 av. 14 8 S 1897-1898 av. 12 S 7 1900 13 6 7 1902 11 S 6 1904 13 7 6 1908 12 7 S 1912 16 8 8 1913 13 8 S 1914 13 8 S 191S 21 12 8 1916 19 9 10 1917 14 10 4 1918 15 9 S

1919 15 10 S 1920 23 15 9 1921 21 12 9 1922 22 12 10 1923 18 11 7 1924 22 14 8 192S 24 1S 9 1926 23 15 8 1927 22 14 9 1928 21 13 8 1929 19 10 9

Fuente: Bertram (1976). • En su gran mayorfa, trigo y harina.

El gráfico 6.2 muestra, además, que la década de 1910 no se caracterizó por un rá­pido aumento de la importación de alimentos; todo lo contrario: el nivel de importación de alimentos per cápita de 1907 no fue superado hasta 1920.

En síntesis, la expansión de los cultivos para la exportación, entre 1900 y_ 1919, no c. ....... ______ .. ·-···- ·---·----~---· ·- ... ·····-·· -~- --·.. .... . . - --- ·--· ·-----.. --~ ... - ....

coincidió con una disminución significativa del área dedicada al cultivo de alimentos ~lo largo de la __ ~o_sta. Los-datos-disponibles sobré· lo~ pre-ct;;s-y}á;·-i~port~~~nes de

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alimentos per cápita parecen refutar la afirmación de que la década de 1910 se carac­terizó por una severa escasez. Es probable que cualquier disminución en la producción de alimentos en relación con el crecimiento de la población fuera compensada durante la década de 1910 por una disminución en la demanda per cápita de productos básicos de consumo en la canasta popular, al volverse más desigual la distribución del ingreso. Tal como se mostró anteriormente, durante la Primera Guerra Mundial se observa una tendencia hacia la disminución de los salarios reales en algunos sectores.

Así, en la medida en que hubo escasez de alimentos, esta debió haber estado regio­nalmente compensada por los excedentes de otras regiones. Únicamente en la década de 1920 encontramos evidencias que muestran que la expansión de la exportación se llevó a cabo a costa de la producción agrícola no orientada a la exportación. Después de 1919, el aumento de la importación de alimentos per cápita fue muy marcado (véase el gráfico 6.2), y se elevó la participación de los alimentos en las importaciones totales de un 15 por ciento a aproximadamente un 23 por ciento (cuadro 6.18). El cuadro 6.19 indica que gran parte de este aumento se debió al aumento de la importación de arroz, productos lácteos y manteca. Aparentemente, la expansión en el cultivo del algodón, durante la primera mitad de la década de 1920, dio lugar a una disminución en la pro­ducción de manteca y arroz. Tal como se observa en el cuadro 6.14, el área dedicada al cultivo de algodón aumentó rápidamente durante estos años, mientras que el área dedicada al arroz disminuyó de 36.000 hectáreas en 1922 a 26.000 hectáreas en 1926. Este hecho es atribuible a la expansión del cultivo de algodón. Sin embargo, en 1925, los precios del algodón disminuyeron notablemente58 y, poco después, se impusieron tarifas más altas a la importación de arroz y manteca con el objeto de incentivar la pro­ducción nacional 59

• La relativa importancia del arroz y la manteca en las importaciones totales se redujo (cuadro 6.19) y, al final de la década de 1920, la participación de los alimentos en las importaciones totales empezó a mostrar una tendencia descendente que continuó en la década de 1930.

No hubo presiones sobre los precios de los alimentos durante la década de 1920. Tal como lo revela el cuadro 6.17, los precios de los alimentos condujeron a la deflación de principios de la década de 1920. El estancamiento general de la demanda y la mayor desigualdad en la distribución del ingreso originaron un crecimiento lento en el consu­mo de los productos básicos de la canasta popular.

La evidencia analizada sugiere que no se puede atribuir la inflación ni el aumento en las importaciones de alimentos per cápita a la utilización de tierras para el cultivo de productos de exportación, excepto en los primeros años de la década de 1920, cuando este proceso dio claramente como resultado un aumento de las importaciones. Aun en este caso, la transferencia de tierras para el cultivo de productos de exportación fue reversible tan pronto varió la tendencia en los precios relativos. No se produjo, por lo tanto, ningún efecto a largo plazo.

58 Puede apreciarse el efecto en la columna 3 del cuadro 6.17. 59 Twomey (1972: 33) compara los niveles de los impuestos a lo largo del tiempo.

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Cuadro 6.19 COMPOSICIÓN DEL CAMBIO EN LA IMPORTACIÓN DE PRODUCTOS TERMINADOS COMO PORCENTAJE DE LAS IMPORTACIONES TOTALES: 1916-1929 (PARTICIPACIÓN PORCENTUAL EN LAS IMPORTACIONES TOTALES)

Aumento total en la importación de productos + 6 puntos porcentuales terminados, 1916 a 1925, de donde:

arroz manteca

productos lácteos

TOTAL

+ 2,6 + 1,9

+1,4

+ 5,9

Reducción totan en la importación de produc- - 4, 7 puntos porcentuales tos terminados, 1925 a 1929, de donde:

arroz

manteca

TOTAL

-2,7

-1,6

-4,3

Fuente: cálculo realizado a partir de la Estadística del Comercio Especial, 1916, 1925 y 1929.

Nada de esto implica, claro está, que la producción de alimentos haya sido "adecua­da" en otro sentido. El consumo de calorías per cápita en 1938, el único año del que se tiene información, fue excepcionalmente bajo, incluso para los niveles latinoamericanos de aquel entonces. Dado que la escasa evidencia disponible muestra aparentemente un estancamiento o una leve caída en las escalas más bajas de la distribución del ingreso en el período que consideramos y hasta 1940, hay razón para pensar que tales niveles de malnutrición fueron similares durante este período, aunque posiblemente hayan sido algo mejores en el sector de subsistencia antes de que se produjese el crecimiento de la población en las décadas de 1920 y 1930. La expansión de las exportaciones defi­nitivamente implicó un fracaso del proceso de diversificación, como revelan las cifras relativas al área cultivada. Sin embargo, las tendencias de la distribución del ingreso (resultantes en parte de la modalidad de expansión de las exportaciones) reflejan que el lento crecimiento de la producción de alimentos no tuvo consecuencias macroeconómi­cas importantes. En un período posterior, como veremos más adelante, es posible que si las consecuencias macroeconómicas hubieran sido mayores, la situación de abandono en que se encontraba la agricultura tradicional no habría sido tan seria.

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