Post on 22-Oct-2018
K e n B r o e d e r s
v o l u m e n 1
Dominus Ken
Flandes se le queda demasiado pequeño. Esta afirmación la realizan una gran cantidad de seguidores del trabajo de Ken Broeders, de lectores que saben reconocer la cantidad de tiempo, energía y trabajo que invierte en sus dibujos... en sus obras de arte, en las que emplea un color y unos trazos propios de un maestro. No se puede calificar de otro modo a alguien con su calidad artística.
El maestro ha realizado con Apóstata un gran espectácu-lo visual, que compensa la espera anual entre volúmenes a la que se ven sometidos los pacientes seguidores de la serie. La narrativa siempre nos hace plantearnos nuevas pregun-tas: ¿Adónde nos llevará la historia de Juliano el Apósta-ta? ¿Qué sorpresas nos reserva el maestro? ¿Cómo van a de-sarrollarse las tramas protagonizadas por los personajes secundarios? Aunque quizás la pregunta más interesante sea: ¿cuántas veces el maestro logra llevarnos al éxtasis a través de la contemplación del paisaje, los trajes, los inte-riores o las escenas de batalla, recreadas todos a la perfec-ción para crear un ambiente apropiado a la historia?
En la sociedad flamenca, hay cierta tendencia a no aceptar el éxito e intentar hundir a los que realmente triunfan en su profesión, pero los seguidores de Apóstata saben que en un mundo justo habría que reconocer la grandeza de esta obra. Tal vez la historia del emperador Juliano no sea tan importante como las de otros césares del imperio Romano, pero aun así merece ser conocida por el mayor número po-sible de personas.
Incluso en esta primera parte, la veracidad histórica del conjunto es incuestionable, pues el dibujo busca la vero-similitud en los detalles, algo que distingue Apóstata de otros cómics ambientados en la antigua Roma.
Decía que Flandes se le queda demasiado pequeño Al maes-tro. Aunque yo soy solo un seguidor de su obra, él me per-mite llamarlo Ken. En silencio me gusta añadir la palabra Dominus.
David SteenhuyseEditor de Stripspeciaalzaak
L a p ú r p u r a m a l d i t a
¡NO!
Conocí a Juliano durante nuestra época de estudiantes en Atenas. Era discreto, menudo y algo torpe. Mientras ha-blaba, murmurando y confundido, movía la cabeza brus-camente. Ahora sé que su apariencia tranquila no era más que una charada... Gregorio Nacianceno
Juliano era un joven tranquilo, poco acostumbrado a la sociedad, lo que lo convertía en un chico retraído. Cuan-do un tema le fascinaba, defendía su punto de vista con en-tusiasmo y una gran convicción. En demasiadas ocasiones creía que él tenía la razón, algo muy frecuente entre los miembros de la casa imperial. Libanio
Yo no quiero...
estarás Maldito hasta el fin de
los días...
¡Apóstata!
¡NO!
No, ¡no lo entendéis!
¡HEREJE!¡Habéis dado la espalda a la luz!
qué vergüenza...
¿Acaso no te sientes
avergonzado?
Habéis dicho que vais a iniciar una nueva era
de persecuciones, Torturas y crímenes contra nuestros
hermanos y hermanas...
¡Apóstata! ¡Ese será vuestro nombre!
¡Apóstata!
¡apóstata!
5
Es el año 355.
El Imperio Romano, que se extien-de desde las frías costas de Britania hasta los desiertos abrasadores de Oriente Medio, ha sufrido numero-sos cambios bajo el reinado de Cons-tantino.
Este gran emperador no solo ha convertido a Constantinopla en la nueva capital, sino que también ha hecho posible que el cristianismo, aunque con grandes divisiones en su seno, tenga cada vez más influencia.
La muerte de Constantino en el año 337 ha sumido al mundo romano, una vez más, en una serie de guerras civiles, de las que su hijo Constancio II finalmente ha salido vencedor.
El nuevo César Augusto es, como su padre, un hombre brutal y despiada-do, rápido y eficiente, que se deshace de cualquier enemigo real o imagina-rio. Ni siquiera su propia familia ha podido escapar de estas sangrientas purgas... Solo dos sobrinos jóvenes se han salvado gracias a la interven-ción de la emperatriz Eusebia.
Constancio gobierna con mano de hierro y utiliza la fe cristiana para mantener unido su inmenso imperio. El César, aunque desconfiado y astu-to, es muy consciente de que el impe-rio persa es una gran amenaza para el dominio que Roma ejerce sobre el mundo. El rey persa Shapur es un opo-nente peligroso y Constancio sabe que una campaña contra él podría terminar en desastre.
Pero mientras el César Augusto cen-tra su atención en Oriente, parece hallarse ciego ante otro peligro: los alamanes, un pueblo germánico béli-coso que ataca tierras romanas ines-peradamente...
7
¿Está aquí?
¡qué miedo me da esa bruja!
Sí, señor. Ha elegido esta casa y a esta
familia.
8
?!no pasa
nada, Udgalf... déjalo entrar.
Fuera de mi vista, muchacho,
antes de que...
Ella... quiere que la dejen en paz.
Bueno, ¿a qué estás esperando?
Mi señor…
He traído lo que me pidió. ¡Llévame
ante ella!
9
Un hombre que no es lo que parece
ser.
Oh... Sí... Aquí está... La vidente...
No tan rápido... ¿Cómo lo en-
cuentro?
Si realmente es tan peligroso para
mi futuro y el futuro de mi
pueblo... ¡Debe morir!
Es tanto una amenaza para el Emperador como para vos... Este hombre
podría destruiros... ¡Hermano!
¡¿El Emperador?! ¡¿Constancio está llegando a la Galia?!
No es el Emperador...
sino otra persona...
¿Qué... Qué habéis
visto?
Vuestro enemigo ha dado el primer paso en el largo camino que le conducirá a
vos, Chonodomario... ¡Rey de los Alamanes!
10
¡Glup!
El joven Udgalf será vuestro guía... Seguidlo y encontraréis a vuestro enemigo. Y ahora quiero
estar a solas con la vidente.
¿Lo sabe el Emperador?
¿qué es lo que quiere
de mí?
No... si no, yo ya estaría
muerto...
¿Por qué ahora?
por supuesto, mi rey. ¿de quién se trata?
...al que quiero ver muerto...
...lo antes
posible!
¡Tengo un enemigo...
¡Hrodwulf Ojo negro!Tenemos
mucho de que hablar.
11
Bueno, el joven debe comprender que en aquel
momento los asuntos de Estado prevalecieron
sobre los lazos familiares.
Aah, Juliano... ¡primo mío! ¡por
fin hemos logradoque dejéis de
estar enterrado entre libros!
GLUP
Sssh, ¡ahí llega
Constancio!
no olvidemos que El emperador mandó asesinar a su padre y a su hermano.
Ese recuerdo debe rondarle por
la cabeza, ¿no?
Hmm... me siento inclinada a pensar que
el miedo ha dejado
impotente al muchacho...
es Un joven muy educado...
Los ha re-chazado muy amablemente.
¿Seguro que las chicas que
se le han enviado eran lo bastante
hermosas?
¡Qué chico tan raro...!
No me extraña, ¡por supuesto! ha crecido sin
padres...
...y lo han criado los Obispos, lejos de la corte,
pero rodeado siempre de espías imperiales.
Todas Las chicas y chicos eran calidad excepcional-mente, pero ninguno de
ellos ha logrado incitar al joven a copular.
12
Por lo tanto, ¡He decidido nombraros César* de Occidente, pues Tengo plena confianza en que
la frontera del Rin estará segura en vuestras manos!
Mis generales en occidente se han vuelto perezosos
y timoratos…
Este imperio es demasiado grande para que un solo
hombre lo gobierne...
¡debemos mirar hacia el futuro!
¡Lo pasado, pasado está!
era...
Y vuestro padre me habría
traicionado…
Iba camino de convertirse en un nuevo Calígula…
Vuestro hermano Galo era un loco depravado, Juliano...
¡Cuidado, mucha-cho!
Debió de ser hace
catorce años, Majestad...
¡Me alegro de veros! ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última
vez...?
Dios mío, cuánto se
parece a su padre...
UGH...
Cuando el Em-perador ordena, yo obedezco...
Para matarme, ¡como matasteis a mi padre y a mi hermano!
se dice que sois muy inteligente. ¿para qué
pensáis que...?
¿Y por qué creéis que os he hecho venir hasta
Mediolanum*?
* Mediolanum= Milán *Desde las reformas del Emperador Diocleciano, el Imperio Romano fue gobernado por un César Augusto
y otro César nombrado por el primero.13
Pero ¡¿cómo es posible?! ¡¿y Mis estudios?!
¡¿y mis maestros en atenas?!
¡Me niego! Yo soy
el César Augusto...
¡Eso ahora no es relevante!
¡Debéis vigilar Occidente mientras yo me encargo del rey persa Shapur!
...así que haréis
lo que yo ordene.
14