Post on 27-Apr-2020
la preparatoria. No me atrevía a estudiar bio-
logía porque tenía la falsa idea que iba a ter-
minar de maestra de prepa o de licenciatura.
Me parece fascinante poder explicar fe-
nómenos de la naturaleza o sociales a tra-
vés de la ciencia y el método científico. Al
no atreverme a estudiar biología busqué
una carrera que me permitiera conocer, se-
guir leyendo mucho y escribir. Me gustaba
muchísimo lo que estuviera relacionado con
Platicar con la maestra Gloria es asomarse a los ojos del entusiasmo, la sencillez y el
compromiso con la divulgación de la ciencia. En cada una de sus frases uno puede
atisbar aquella jovencita que un día se enamoró de la ciencia y que trabaja día a día
para entenderla y luego poder explicarla a otros.
Usted es comunicóloga de origen ¿por qué
no buscó fama y poder en el periodismo po-
lítico o de farándula en vez de trabajar en la
divulgación de la ciencia?
G.V.: Dentro de mi carrera yo me enfoqué
más a la comunicación audiovisual. Reali-
cé guiones de radio y televisión. Estuve en
TVUNAM y en televisión educativa; también
hice programas y proyectos de radio. Siempre
me llamó la atención la ciencia, incluso desde
Carballo, F. (2010). Maestra Gloria Válek Valdés: pasión por la divulgación [Versión electrónica], Ciencia Compartida, 0, 36-39. Recuperado el (día) de (mes) de (año), de (dirección electrónica).
el manejo del lenguaje y la literatura. Ya es-
tando en la carrera me fui orillando hacia el
periodismo. De repente descubrí que había
una veta muy poco explorada, que era la
comunicación de la ciencia. Cuando tenía
18 años se dio la coyuntura para trabajar en
suscripciones a la revista Ciencia y Desa-
rrollo de CONACYT. Y luego me fui “colan-
do” en la redacción y acabé escribiendo al-
gunas de las secciones de la revista; Gente
y sucesos fue una de ellas. Ya estando ahí
empecé a relacionarme con muchos de los
actuales divulgadores de la ciencia con los
que convivo actualmente.
¿Para qué sirve hoy la divulgación de la
ciencia?
G.V.: La divulgación de la ciencia es indis-
pensable en este mundo cada vez más
especializado. Necesitamos abrir los pa-
noramas y perspectivas de nuestro público
hacia otros temas. La divulgación es muy
importante para luchar contra la desinforma-
ción, la charlatanería y la pseudociencia que
en época de crisis tienen un auge tremendo.
Y no es una tarea nada fácil, pues hay que
competir de manera muy desigual con la in-
dustria del entretenimiento. Se compite con
las revistas panfletarias, con los programas
de televisión amarillistas, con los periódicos
sensacionalistas. De tal forma que la divul-
gación de la ciencia tiene que tomar todos
los elementos creativos de los que pueda
hacer uso para poder escribir, editar y trans-
mitir materiales atractivos, amenos y riguro-
sos desde el punto de vista científico.
Hay muchísimas situaciones que padece-
mos y de las cuales no tenemos conocimien-
to. La idea es poder entender estas situacio-
nes y después divulgarlas para que la gente
tome medidas al respecto. Los ejemplos van
desde por qué no se debe interrumpir el uso
de un antibiótico o por qué es tan grave tirar
basura en las calles hasta conocer por qué
es gravísimo lo que nos está ocurriendo con
el problema del agua.
¿Cuáles son sus temas predilectos?
G.V: He escrito sobre muchos temas. Me
han publicado dos libros sobre volcanes,
pero el tema que más he tocado es el del
agua en el Valle de México. El problema
del agua es algo que me preocupa muchí-
simo, pues ya lo estamos sufriendo y te-
nemos que solucionarlo, aunque cada vez
parece más difícil; ese es un asunto que
ha sido una constante en mi carrera. Tam-
bién he escrito sobre drogas; además, he
abordado la contaminación ambiental y el
deterioro ecológico, pues me parece una
cuestión fundamental. Los temas de salud
me apasionan, me encantan y me intrigan,
debido a que todos en algún momento he-
mos sufrido alguna enfermedad. Tenemos
que abogar porque los médicos sean más
claros en sus explicaciones. Los temas bio-
lógicos me encantan también y me siento
más cerca de ellos.
¿Qué le motiva más de su trabajo?
G.V.: Me encanta investigar temas y descubrir
sucesos, hechos, éxitos, errores, aspectos
poco conocidos, por ejemplo, de grandes
personajes. Acabo de escribir un artículo so-
bre la vida de Darwin en la Universidad de
Cambridge y me pareció fascinante. Enten-
der procesos de la ciencia me parece algo
maravilloso también, además de escribir
sobre ellos y divulgarlos.
Me emociona tratar de convencer y motivar
a los alumnos del área de la comunicación
sobre esta veta tan poco explorada que es
la divulgación. Y luego invitarlos para que
se dediquen a ella; eso es muy satisfactorio.
Me parece esencial que haya divulgadores
del área de ciencias sociales, pues tenemos
otra forma de acercarnos a los problemas y
de explicarlos.
Descubrir, entender y luego escribir me
parecen procesos increíbles de la divulga-
ción de la ciencia. Y más lo es que lo lea
alguien y te comente que le cambiaste la
perspectiva o que le hiciste más fácil la vida
o que por fin entendió la problemática del
agua o el porqué de algún padecimiento.
Considero que eso fascinante. Y la divulga-
ción de la ciencia me parece una profesión
muy creativa y absolutamente motivante.
Me parece fascinante
poder explicar fenómenos de la naturaleza
o sociales a través de la ciencia y el método científico
Recomiéndenos tres libros para alguien que
esté comenzando a descubrir la divulgación
de la ciencia.
G.V.: Yo les recomendaría un libro que me
encanta, el cual se titula Por los senderos de
la ciencia, de Constantino Armestos, Edicio-
nes Celeste. Este libro es fascinante porque
es una recopilación de la historia de la cien-
cia y toca sus áreas más atractivas. Es un
libro chiquito producto de un premio nacional
en España y el autor es un reconocido divul-
gador de la ciencia.
Otro es Más grande que el amor, de Domi-
nique Lapierre, que trata sobre la historia del
descubrimiento del SIDA, de cómo se detec-
tó por primera vez esta enfermedad y sobre
el pleito entre estadounidenses y franceses
por la paternidad de ese descubrimiento.
Para terminar mencionaría El ascenso del
hombre, de Jacob Bronowsky, editado por
el Fondo Educativo Interamericano; es un li-
brazo sobre historia de la ciencia. Uno más
sería La vida en la Tierra, de Richard Atten-
borough (también editado por el Fondo Edu-
cativo Interamericano), un libro muy lindo. La
búsqueda de los elementos de Isaac Asimov
también sería otro libro interesante.
Hasta aquí dejamos la entrevista con la
maestra Gloria, pues como toda buena
académica de la UNAM está sumamente
atareada con montones de trabajo. Espera-
mos volver a charlar con ella en algún otro
momento y espacio,V pero por lo pronto
espero que sus palabras les hayan trans-
mitido toda la pasión que ella experimenta
en su actividad cotidiana con la ciencia y
su divulgación.