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UNIVERSIDAD DE MURCIA
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Resultados de la Aplicación de un Programa de
Ejercicio Físico en la mejora de los Factores
de Riesgo Cardiovascular y Condición Física
en Adultos: Programa ACTIVA
D. Marcos Meseguer Zafra
2015
UNIVERSIDAD DE MURCIA FACULTAD DE EDUCACIÓN
Resultados de la aplicación de un programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Julio 2015
Universidad de Murcia
Departamento de Expresión Corporal, Plástica, Musical y Dinámica
A mis padres, por haberme transmitido todos aquellos valores que me han forjado como persona.
A Verónica, mi mujer, por su infatigable apoyo y por darme lo más bonito que hay en esta vida, la felicidad.
A Marcos Meseguer Pujante, que a pesar de no estar aún entre nosotros (le falta muy poco para formar parte de este mundo) ha sido la fuerza que
necesitaba para poder sacar este trabajo adelante.
A mis hermanas, porque son y lo serán el gran apoyo que siempre he tenido.
A mis amigos que siempre han estado detrás de mí, mostrándome su apoyo siempre que lo he necesitado.
A Pedro Luis y Eliseo por haberme permitido trabajar al lado de ellos.
AGRADECIMIENTOS
Me gustaría en este apartado agradecer a aquellas personas que de una u otra manera, me han ayudado y han contribuido a la consecución del presente trabajo.
En primer lugar, este trabajo no hubiese sido posible sin la ardua labor de mis directores de tesis, el Doctor D. Pedro Luis Rodríguez y el Doctor. D. Eliseo García ya que debido a su gran asesoramiento, calidad docente e investigadora, han conseguido que salga este trabajo hacia delante. Pero sobre todo, me gustaría darles las gracias por su gran calidad humana y la amistad que me han transmitido, ello ha servido para mantener vivo mi interés e inquietud hacia la investigación.
También me gustaría agradecer, de una manera muy especial al Doctor D. Juan Benito Martínez, ya que además de sus oportunas observaciones y orientaciones a lo largo del trabajo, fue el apoyo moral durante muchas fases del mismo, muchas gracias.
De igual modo agradecer al Departamento de Expresión Plástica, Musical y Dinámica de la Universidad de Murcia por haberme acogido en la fase final del proyecto para poder desarrollar este trabajo.
Me gustaría dar las gracias a la dirección general de Planificación Sociosanitaria, Farmacia y atención al Ciudadano dependiente de la Consejería de Sanidad Región de Murcia por haberme dado la posibilidad de llevar a cabo este trabajo y en especial a Dña. Francisca Tornel, Dña. Lourdes Fernández y D. Javier López por haber sido partícipes directos del éxito del mismo.
Destacar también la colaboración de los centros de salud “Jesús Marín” y
“Antonio García” de Molina de segura, porque desde el primero hasta el último de los profesionales que trabajan en ellos han colaborado sin miramientos y con plena dedicación en todo lo necesario para el desarrollo de esta investigación. Aunque me gustaría destacar al Doctor D. Juan Francisco Menárguez y el Doctor D. Mario Soler porque desde el primer día fueron una referencia para mí tanto por sus aportaciones a nivel profesional que nunca olvidaré, como por su forma de entender la vida.
También agradecer a las Concejalías de Deportes y de Sanidad del Ayuntamiento de Molina de Segura y a todos sus trabajadores por todo el apoyo prestado para la realización de este trabajo, mención especial a D. Lázaro Sánchez y D. Fulgencio Manzano.
Al Doctor D. Armando Ortiz, gracias por hacerme mejor profesional y mejor persona, siempre te tendré como uno de mis grandes maestros.
Como no, a mis compañeros de fatigas Manuel Valverde y Aarón Manzanares, por el continuo apoyo y respeto que me han prestado ante todos los retos y propuestas que les he presentado aunque a veces (a pesar de que nunca me lo dijeran) acabaran hartos de oírme.
Y en especial y sobre todas las cosas a mis alumnos y alumnas, que gracias a su presencia me han servido de estímulo no solo para sacar este trabajo adelante, sino para alegrarme cada día que he pasado al lado de ellos.
UNIVERSIDAD DE MURCIA
DEPARTAMENTO DE EXPRESIÓN PLÁSTICA, MUSICAL Y DINÁMICA
Pedro Luis Rodríguez García
Profesor Titular de la Universidad de Murcia
HACE CONSTAR:
Que la presentación de la tesis doctoral titulada “Resultados de la aplicación
de un programa de ejercicio físico en la mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física en adultos: Programa ACTIVA” realizada por D.
Marcos Meseguer Zafra, ha seguido mi inmediata dirección y supervisión en el
Departamento de Expresión Plástica, Musical y Dinámica y se presenta para la
obtención del grado de Doctor por la Universidad de Murcia.
Y para que surta los efectos oportunos al interesado, firmo la presente
en Murcia a 7 de Julio de 2015
Fdo. Dr. Pedro Luis Rodríguez García
UNIVERSIDAD DE MURCIA
DEPARTAMENTO DE EXPRESIÓN PLÁSTICA, MUSICAL Y DINÁMICA
Eliseo García Cantó
Profesor Asociado de la Universidad de Murcia
HACE CONSTAR:
Que la presentación de la tesis doctoral titulada “Resultados de la aplicación
de un programa de ejercicio físico en la mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física en adultos: Programa ACTIVA” realizada por D.
Marcos Meseguer Zafra, ha seguido mi inmediata dirección y supervisión en el
Departamento de Expresión Plástica, Musical y Dinámica y se presenta para la
obtención del grado de Doctor por la Universidad de Murcia.
Y para que surta los efectos oportunos al interesado, firmo la presente
en Murcia a 7 de Julio de 2015
Fdo. Dr. Eliseo García Cantó
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia.
Facultad de Educación.
ÍNDICE
I. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS........................................................ 1
II. MARCO TEÓRICO…………………………………………….………… 7
II.1. EJERCICIO FÍSICO, CONDICIÓN FÍSICA, CALIDAD DE VIDA Y
SU RELACIÓN CON LA SALUD………………………………………….
11
II.1.1. Ejercicio físico y su relación con la salud………….................... 13
II.1.2. La condición física y su relación con la salud…….……..……... 19
II.1.3. La calidad de vida y su relación con la salud…...………..…….. 25
II. 2. ELEMENTOS DE LA CONDICIÓN FÍSICA RELACIONADOS
CON LA SALUD………………………………………………………...…..
33
II.2.1. Acondicionamiento muscular o trabajo de fuerza…………....... 35
II.2.2. Resistencia cardio-respiratoria..………………………………….. 39
II.2.3. La flexibilidad……...………………..……..……………………….. 43
II.2.4. Valoración de la condición física………………………………..... 47
II.3. EFECTOS DEL EJERCICIO FISICO SOBRE LOS FACTORES
DE RIESGO CARDIOVACULAR……………………………………….....
53
II.3.1. Ejercicio físico y los factores de riesgo cardiovascular…….….. 55
II.3.2. Ejercicio físico y obesidad….…………………....………...……... 59
II.3.3. Ejercicio físico e hipertensión…….…………………..…..........… 65
II.3.4. Ejercicio físico y diabetes mellitus………………………………... 69
II.3.5. Ejercicio físico y dislipidemia………..……………………..……… 75
II.3.6. Ejercicio físico y tabaquismo………...……………………….…… 79
II.4. PROGRAMAS DE EJERICICIO FÍSICO RELACIONADOS CON
LA SALUD EN ADULTOS…………………………...……………….
83
II.4.1. Programas internacionales de ejercicio físico orientados a la
salud en adultos...……… ……………………………………………......
85
II.4.2. Programas de ejercicio físico orientados a la salud en
España………………………………………………………………
93
III. HIPÓTESIS…………………………………………………...………….. 103
IV. MATERIAL Y MÉTODO…………...…………..………………………. 107
IV.1. Material……..…………………..……………………………………. 109
IV.1.1. Test de condición física……………………..………...……... 112
IV.1.2. Entrenamiento de los exploradores…..……………...……... 116
IV.2. Método………………………………………….……………………. 119
IV.2.1. Proceso de muestreo……………………………...…………. 121
IV.2.2. Análisis estadísticos…………..…………………………...… 125
V. RESULTADOS…………………………………………………………… 127
V.1. Datos descriptivos correspondientes a las pruebas condición física en el grupo experimental (grupo 1)……..……..……………………
129
V.1.1. Prueba de lanzamiento de balón medicinal.…………..……. 131
V.1.2. Prueba de flexibilidad …….………..…………………….……
135
V.1.3. Prueba de V02 Max ……….…………………………….........
139
V.2. Datos descriptivos correspondientes a las pruebas condición
física en el grupo experimental (grupo 2)……………….………
143
V.2.1. Prueba de lanzamiento de balón medicinal..….………….. 145
V.2.2. Prueba de flexibilidad.….……...…..................................... 149
V.2.3. Prueba de V02 Max …………………………………………. 153
V.3. Análisis intergrupo (experimental-control) correspondientes a
las pruebas condición física en el test inicial………………......
157
V.3.1. Prueba de lanzamiento de balón medicinal…….………… 159
V.3.2. Prueba de flexibilidad ……………………..………………... 164
V.3.3. Prueba de V02 Max ……………………………..………….. 168
V.4. Análisis intragrupo (experimental) correspondiente a las pruebas condición física entre test inicial y final….……………………………......
173
V.4.1. Prueba de lanzamiento de balón medicinal…….………… 175
V.4.2. Prueba de flexibilidad ……………………..………………... 179
V.4.3. Prueba de V02 Max ……………………………..………….. 184
V.5. Análisis de varianza intergrupo (experimental) correspondiente a las pruebas condición física entre test final del programa y refuerzo a los 6 meses………………………………………………………………......
189
V.5.1. Prueba de lanzamiento de balón medicinal…….………… 191
V.5.2. Prueba de flexibilidad ……………………..………………... 193
V.5.3. Prueba de V02 Max ……………………………..………….. 195
V.6. Análisis de varianza intergrupo (experimental) correspondiente a las pruebas condición física entre test final del programa y refuerzo a los 12 meses…………………………………………………………….......
197
V.6.1. Prueba de lanzamiento de balón medicinal…….………… 199
V.6.2. Prueba de flexibilidad ……………………..………………... 201
V.6.3. Prueba de V02 Max ……………………………..………….. 203
V.7. Análisis intergrupo de la variación de los datos clínicos (grupo control-grupo experimental)....…………………………………………......
205
V.7.1. Tensión arterial sistólica (TAS)…….……………….……… 207
V.7.2. Tensión arterial diastólica (TAD)..………..………………... 207
V.7.3. Índice de masa corporal (IMC)..………………..………….. 208
V.7.4. Colesterol total (COL)…………………………….……….… 209
V.7.5. HDL…………………..…………….………..………………... 210
V.7.6. LDL………………….……………………………..………….. 210
V.7.7. Glucemia (GLU)……………………………..…….………… 211
V.7.8. HG glicada (HbA1c)…………………..……………….......... 212
V.8. Análisis intragrupo de la variación de los datos clínicos entre el inicio y el final del programa de ejercicio (grupo experimental).……......
215
V.8.1. Tensión arterial sistólica (TAS)…….……………….……… 217
V.8.2. Tensión arterial diastólica (TAD)..………..………………... 217
V.8.3. Índice de masa corporal (IMC)..………………..………….. 218
V.8.3. Índice de masa corporal (IMC)..………………..………….. 219
V.8.3. Peso total..………..……………………….………..………... 220
V.8.4. Colesterol total (COL)…………………………….…….…… 220
V.8.5. HDL…………………..…………….………..………………... 221
V.8.6. LDL………………….……………………………..………….. 222
V.8.7. Glucemia (GLU)……………………………..…….………… 223
V.8.8. HG glicada (HbA1c)………………………..………………... 223
VI. DISCUSIÓN……....……………………………………………………… 225
VI.1. Metodología…………………………………………………………... 229
VI.1.1. Efectos en la condición física en sujetos con factores de
riesgo cardiovascular de un programa de 3 meses de ejercicio
físico…………………………….………………………………....................
231
VI.1.2. Análisis de la condición física en sujetos con factores de
riesgo cardiovascular a los 6 y 12 meses de finalizar un programa de
3 meses de ejercicio físico………………………………………………….
237
VI.1.3. Efectos en valores tensionales (tensión arterial sistólica
y tensión arterial diastólica) en sujetos hipertensos tras realizar un
programa de 3 meses de ejercicio físico………………………………….
239
VI.1.4. Determinar la influencia de un programa de 3 meses de
ejercicio físico en el índice de masa corporal en sujetos obesos………
240
VI.1.5. Considerar la influencia de un programa de 3 meses de
ejercicio físico en los indicadores de glucemia y hemoglobina glicada
en sujetos diabéticos tipo 2……………….………………………………...
242
VI.1.6. Valorar los efectos en los indicadores de colesterol total,
HDL y LDL en sujetos con dislipemia tras la realización de un
programa de 3 meses de ejercicio físico………………………………….
244
VII. CONCLUSIONES…..……….…………..……………………………... 247
VIII. LIMITACIONES Y PROSPECTIVAS DE LA INVESTIGACIÓN…. 251
VIII.1. Limitaciones de la investigación………….……………………… 255
VIII.2. Prospectivas de la investigación............................................... 256
XI. BIBLIOGRAFÍA….………………………………………………........... 257
X. ANEXOS…………...………………………………………………..……. 281
X.1. Anexo 1......................................................................................... 285
X.2. Anexo 2……………………………………………………………...... 289
1
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
I
JUSTIFICACIÓN Y
OBJETIVOS
2
3
I. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS.
Actualmente asistimos a un cambio demográfico que supone un desafío para
las sociedades desarrolladas. El aumento de la esperanza de vida producido en las
últimas décadas implica un aumento del número de personas mayores y, por ello,
multitud de autores hablan ya de una sociedad marcada por el envejecimiento, en la
que la población mayor de 65 años se duplicará en los próximos años, alcanzando un
31,9% de la población en el año 2049.
Según el último informe de la OMS del año 2013, las enfermedades crónicas
no transmisibles representan un serio problema, tanto en términos de salud como
económicos y sociales. Entre estas enfermedades crónicas no transmisibles,
encontramos los factores de riesgo cardiovascular (FRCV), representado por: la
obesidad, dislipidemias, anormalidades en el metabolismo de la glucosa, hipertensión
arterial (HTA) y el tabaquismo. Estas patologías constituyen una de las principales
causas de mortalidad a nivel mundial (Choug et al., 2008; Lopera & Curtis, 2009;
Priori et al., 2001).
La inactividad física constituye un factor de riesgo con posibilidades de
modificación, que debería recibir mayor atención por parte de los diferentes gobiernos
para reducir el impacto que las patologías derivadas de las FRCV tienen en la
sociedad actual (Marcos Becerro & Galiano, 2003).
Diversos estudios (Aranceta, Serra, Foz, Moreno & Seedo, 2005; Arribas,
Saavedra, Pérez & Villalba, 2007; Prieto Rodríguez, 2003) han puesto de manifiesto
que una adecuada inversión pública en el fomento de la práctica de actividad física
va a producir claros beneficios sobre los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Se ha demostrado la existencia de una asociación directa entre la actividad física y la
condición física con la mejora en diferentes parámetros de los factores de riesgo
cardiovascular (FRCV) como por ejemplo en la composición corporal y el hábito de
fumar (Ramírez, 2001; Ramírez, 2004).
En consecuencia, y dada la importancia que la actividad física está empezando
a generar como estrategia de salud pública, en el año 2011, se celebró una Reunión
de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas reconociendo que sólo
se puede tener éxito en la prevención y el control de las Enfermedades Crónicas No
Transmisibles (ECNT) realizando alianzas intersectoriales, que apoyen al sector de la
4
salud en la formulación y ejecución de programas de tipo comunitario (OPS-OMS,
2012) enfocados en la atención primaria centrada en la persona (OMS, 2010a).
La disminución de las patologías de orden cardiovascular mediante la
realización de actividad física de forma regular ha sido ampliamente probada y
documentada en numerosos estudios (Brown, Huedo, Pescatello, Ryan, Moker &
Johnson, 2012; Copado, Palomar, Ureña, Mengual, Martínez & Serralta, 2011; Sanz,
2013).
Es por tanto evidente, con los datos ya vistos, que la actividad física tiene un
rol muy importante en la prevención, control y tratamiento de las enfermedades
cardiovasculares, derivadas de los FRCV, implicando una medida de actuación con
una relación costo/beneficio muy positiva.
El sedentarismo o inactividad está directamente asociado a un aumento
significativo de la posibilidad de mortalidad del sujeto. Este aumento en la mortalidad
no se explica únicamente por la asociación con factores de riesgo como la presión
arterial elevada, tabaquismo o altos niveles de lípidos en sangre, sino también por la
propia ausencia de actividad física del sujeto (Soca, 2009).
Distintos estudios clínicos (Cordero, Masiá & Galve, 2014; Rivas, Sixto,
Barrera, Hernández, González & Stusser, 2013) manifiestan que un estilo de vida
activo que conlleve una carga aeróbica con una intensidad moderada-alta, reduce de
manera drástica el riesgo de sufrir diferentes enfermedades crónicas no transmisibles
como son: enfermedades coronarias, obesidad, enfermedad cerebrovascular, algunos
cánceres, diabetes, entre otras.
Estudios recientes (Cardona, 2012; Sanz, 2011), correlacionan el aumento en
la práctica de actividad física en individuos previamente sedentarios con un descenso
de la incidencia en mortalidad en un período posterior al cambio en el patrón de estilo
de vida, avalando la hipótesis de que la actividad física regular aumenta la longevidad
y calidad de vida. Debido a los múltiples factores asociados a las patologías crónicas
derivadas de llevar una vida poco activa o con baja carga de actividad física diaria. El
principal objetivo es establecer cuál es la dosis de actividad física mínima para
conseguir proteger al individuo ante estas patologías.
Cabe destacar que, además de los efectos benéficos del ejercicio físico recién
nombrados, un cambio en el estilo de vida influye de manera muy positiva en
aspectos tales como los efectos psicológicos y emocionales del sujeto. Diferentes
5
publicaciones (Arruza, Arribas, Gil, Irazusta, Romero & Cecchini, 2008; Mora, Araya &
Ozol, 2004)) describen como las personas más activas obtienen mejor respuesta a
diferentes estados de estrés, ansiedad y depresión frente a otras más sedentarias,
presentando además un mayor estado de seguridad y autoconfianza en sí mismas.
En base a todo lo anterior y centrándonos en el impacto que tiene la actividad
física sobre los diferentes factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y la condición
física, las estrategias terapéuticas deberían de ser abordadas por un equipo
multidisciplinario de profesionales de la salud con un enfoque lo más integral posible.
En el presente estudio, las derivaciones al programa de ejercicio físico tuvieron
lugar de enero de 2011 a junio de 2012, siendo un total de 727 los sujetos derivados
de los dos centros de atención primaria del municipio de Molina de Segura en la
Región de Murcia.
La muestra tenía entre otros criterios poseer más de un factor de riesgo
cardiovascular para poder participar en el programa de ejercicio físico.
Partiendo de lo expuesto anteriormente, los objetivos de nuestra investigación
fueron:
I. Valorar los efectos que un programa de ejercicio físico de 3 meses tiene en la
mejora de diferentes componentes de la condición física (fuerza, flexibilidad y
consumo de VO2 Max.) en sujetos con más de un factor de riesgo cardiovascular.
II. Analizar los efectos de un programa de ejercicio físico de 3 meses en la mejora de
diferentes componentes de la condición física (fuerza, flexibilidad y VO2 Max.) a
los 6 y 12 meses de terminarlo.
III. Describir los efectos de un programa de ejercicio físico de 3 meses en valores
tensionales, tensión arterial sistólica y diastólica (TAS y TAD) en sujetos
hipertensos.
IV. Valorar los efectos que un programa de ejercicio físico de 3 meses en el índice de
masa corporal (IMC) en sujetos obesos.
V. Examinar los efectos de un programa de ejercicio físico de 3 meses en el índice de
masa corporal (IMC) en sujetos que presenten uno o más factores de riesgo
cardiovascular (FRCV).
VI. Analizar los efectos que un programa de ejercicio físico de 3 meses en los
indicadores de glucemia y hemoglobina glicada (HbA1c) en sujetos diabéticos tipo
2.
6
VII. Examinar los efectos de un programa de ejercicio físico en los indicadores de
colesterol total, HDL y LDL en sujetos dislipémicos.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
II
MARCO TEÓRICO
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
II
MARCO TEÓRICO
II.1. Ejercicio físico, condición
física, calidad de vida y su
relación con la salud.
II.2. Elementos de la condición
física relacionados con la
salud.
II.3. Efectos del ejercicio físico
sobre los factores de riesgo
cardiovascular.
II.4. Programas de ejercicio
físico en adultos
relacionados con la salud.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
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Ejercicio físico,
condición física, calidad
de vida y su relación
con la salud
II.1.1. Ejercicio físico y su
relación con la salud.
II.1.2. la condición física y su
relación con la salud
II.1.3. la calidad de vida y su
relación con la salud.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
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Ejercicio físico y su
relación con la salud
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II.1.1. RELACION DEL EJERCICIO FISICO CON LA SALUD
Como punto de partida y con el fin de acotar conceptos que a lo largo del
presente estudio iremos utilizando, recogemos las diferencias que se establecen entre
actividad física y ejercicio físico, términos muchas veces mal empleados, lo que
puede inducir a confusiones. Por actividad física se entiende todo aquel movimiento
corporal producido por una acción muscular voluntaria que genera un aumento del
gasto energético (Caspersen, Powell & Christenson, 1985). Por tanto, se trata de un
término amplio que engloba el concepto de ejercicio físico. Por el contrario, ejercicio
físico sería toda actividad física planificada, estructurada, y repetitiva realizada con
una meta, teniendo además una frecuencia determinada y con el objetivo de
aumentar o mantener la condición física del individuo (Caspersen, Powell &
Christenson, 1985). Por ejemplo, las actividades de jardinería o ir caminando a paso
ligero al lugar de trabajo no pueden catalogarse como ejercicio físico estructurado,
pero si las podemos englobar como actividad física.
Otro concepto relevante en esta Tesis es el de salud que ya no puede definirse
simplemente como la ausencia de enfermedad, dejando de tener una concepción
puramente sanitaria, pasando, tal y como recoge la OMS, a un concepto mucho más
amplio y global. Así, el Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la
Salud, que fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en
Nueva York del 19 de junio al 22 de julio de 1946 entiende la salud como “un estado
de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades”. Teniendo claro los matices en los diferentes conceptos
anteriormente nombrados, diferentes autores destacan la importancia de poseer un
nivel óptimo de condición física frente a la salud por encima de una práctica regular
de actividad física realizada de forma aislada (Erikssen, 2001; Myers et al. 2004).
Estas investigaciones defienden que la participación en programas de ejercicio físico
es la forma más eficaz de mejorar la condición física relacionada con la salud.
Hasta hace muy pocos años, no se tenía una concepción clara de la relación
entre el ejercicio físico y la salud. Esta evidencia es el origen de que en la actualidad
se tenga asumido que el ejercicio físico realizado de manera habitual constituye, en
sí mismo, una terapia, por su incidencia positiva en la prevención de enfermedades
crónicas bien por las posibilidades de que, en el caso de que aparezcan, estas
16
remitan o al menos, no progresen (Brito, 2015; Naci y Ioannidis, 2013; Pinilla, Del
Pilar, Ramos & Devia, 2014; Stein, Molinero, Salguero, Corrêa & Márquez, 2014).
Realizar un ejercicio físico adecuado a la edad y condición física ayuda a
aumentar la capacidad física y, por ende, disminuye el exceso de fatiga. Además,
ayuda a mantener el peso corporal evitando así el sobrepeso, la obesidad y altos
niveles de las defensas del organismo previniendo la aparición de infecciones
ayudando a muchos procesos orgánicos de nuestro cuerpo como son: el metabolismo
de las grasas y los carbohidratos (Bassuk & Manso, 2010; Nguyen, et al, 2011;
Shiroma & Lee, 2010; Thrall, Lane, Carroll & Lip, 2007; Warburton, Nicol & Bredin,
2006). Por último, existen evidencias de que la actividad física realizada de manera
regular ayuda a prevenir discapacidades comunes en personas mayores como por
ejemplo las derivadas de la limitación de la movilidad y la pérdida de la independencia
(Boini, Briançon, Guillemin, Galan & Hercberg, 2006; Boini, Briançon, Guillemin,
Galan Bassuk & Manso, 2010; Estévez, Tercedor & Delgado, 2012; García & Aguirre,
2014; Limón, Ortega & Distancia, 2011).
Estos beneficios para la salud derivados de la práctica de ejercicio físico vienen
dados por un conjunto de cambios morfofuncionales en el organismo, que generan un
aumento en la capacidad funcional del individuo, redundando en una mayor
capacidad en el desarrollo de sus tareas cotidianas (Baena, 2013; Sánchez, Ureña &
Garcés de Los Fayos, 2002).
En un estudio llevado a cabo por Serrano, Navarro & Torón (2013) señaló que
la mejora en condición física de los sujetos que participaban en programas de fitness
cardiorrespiratorio organizados en componentes como el equilibrio, la velocidad de la
marcha, la resistencia y la agilidad, mejoraban notablemente más que los sujetos que
realizaban una actividad física no organizada. Además, mejoraban más en aspectos
psicológicos como la adherencia a la propia actividad física.
Dicho esto, el sedentarismo mata anualmente a más de 2 millones de personas
en todo el mundo. Estas muertes son atribuidas a la falta o ausencia de actividad
física y pone de manifiesto que el sedentarismo es una de los factores de riesgo
cardiovascular más mortíferos que se conocen (Cardona, 2012; Cepeda, Cheong, Lee
& Yan, 2011; Sanz, 2011).
17
De esta manera, desde los diferentes estamentos de salud pública se debería
fomentar todos aquellos programas de ejercicio físico que permitan las mejora de la
condición física de sus participantes al ser estos programas verdaderos entes de
salud.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
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La condición física y su
relación con la salud
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II.1.2. CONDICIÓN FÍSICA Y SALUD
A pesar de que el concepto de condición física ha tenido múltiples definiciones
a los largo de los años, variando desde una perspectiva centrada en el rendimiento
motor hasta otra basada en la salud. En este capítulo, nos centraremos en la
perspectiva orientada a la salud al ser la que más se relaciona con nuestra línea de
trabajo.
La definición orientada a la salud más extendida de condición física, es la que
llevo a cabo la American College of Sport Medicine (1999) en la que se relaciona con
un estado fisiológico de bienestar proporcionado por el conjunto de atributos relativos
al rendimiento del individuo en materia de actividad física, que a su vez proporciona
las bases para el óptimo desarrollo de tareas en la vida cotidiana, actividades
deportivas, incluso, protección ante la posibilidad de desarrollar determinadas
patologías de carácter crónico.
Un análisis comparativo entre la condición física para el rendimiento motor y la
condición física orientada hacia la salud, diferencia las siguientes cualidades y/o
capacidades para cada uno de ellos (Tabla 1).
Tabla 1. Componentes principales de la condición física. Tomado de Pate (1988)
La condición física, por tanto, desde una perspectiva de salud está referida a la
capacidad que tiene un individuo para realizar cualquier tipo de actividad física, así
como el conjunto de funciones de nuestro organismo que intervienen para realizarlas.
Estas funciones son: la músculo-esquelética, cardio-respiratoria, hemato-circulatoria,
endocrino-metabólica y psico-neurológica (Balady, 2002; lair, Kohl, Barlow,
CONDICIÓN MOTRIZ CONDICIÓN FÍSICA/SALUD
- Agilidad. - Potencia. - Resistencia cardiorrespiratoria. - Fuerza y resistencia muscular. - Composición corporal. - Flexibilidad. - Velocidad. - Equilibrio.
- Resistencia cardiorrespiratoria. - Fuerza y resistencia muscular. - Composición corporal. - Flexibilidad.
22
Paffenbarger, Gibbons & Macera, 1995; Myers, Prakash, Froelicher, Partington &
Atwood, 2002).
El Modelo de Toronto referenciado por Bouchard (1993) evidencia la relación
existente entre la salud y la condición física del individuo. De tal manera que
establece una estrecha relación entre la condición física, actividad física y la salud,
destacando que el nivel de condición física está influenciado por la cantidad y tipo de
actividad física realizada de manera habitual. De igual modo, el nivel de condición
física puede afectar y modificar el nivel de actividad física en la vida diaria estando
estrechamente relacionado con el nivel de salud que posee una persona.
Por tanto, se puede afirmar que un alto nivel de condición física implica una
respuesta fisiológica óptima de todas ellas. Por contra, una deficiente condición física
indicaría un incorrecto funcionamiento de una o varias de esas funciones (Bou, et al,
2012; Correa, Sandoval, Alfonso & Rodríguez, 2012; Gulati et al., 2003; Laukkanen,
et al., 2001).
Según Clarke (1967), el concepto Physical Fitness se fundamenta en la
capacidad para llevar a cabo un trabajo físico diario con seguridad y eficiencia, ya sea
como producto del retraso de la aparición de la fatiga o debido a una adaptación
mecánica a cualquier movimiento o gesto de la vida cotidiana. Esto se traduce en una
máxima eficiencia mecánica evitando así posibles lesiones producto final de un
cansancio o fatiga producidos por la propia actividad.
Irremediablemente el envejecimiento en el ser humano provoca distintas
alteraciones en su organismo, entre ellas, un descenso notable de las capacidades
físicas como: disminución de la masa y fuerza muscular, reducción de la resistencia
cardo-respiratoria y de la movilidad y amplitud articular (Carbonell, Aparicio &
Delgado, 2009; Gibney, Healy & Sönksen, 2007; Vale, Oliveira, Pernambuco,
Meneses, Novaes & Andrade, 2009).
Hay algunas variables que pueden afectar a la condición física de un individuo,
como por ejemplo las variables socioculturales. El entorno de residencia influye en la
cantidad de actividad física habitual que se realiza, por tanto, influirá de manera
directa en la condición física de la misma. La propia percepción de facilidades de
acceso que nuestro entorno nos ofrece para ser activos, es suficiente para adoptar
una conducta favorable a la realización de actividad física (Alton, Adab, Roberts &
Barrett, 2007).
23
Mantener por tanto, una buena condición física reducirá el riesgo de padecer
enfermedades cardiovasculares, ya sea en individuos sanos o con patologías
cardiovasculares subyacentes (Balady, 2002; Mora, et al., 2003; Lorca, Lepe, Díaz &
Araya, 2011).
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25
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
La calidad de vida y su
relación con la salud
26
27
II.1.3. CALIDAD DE VIDA Y SALUD
En el año 1993, La Organización Mundial de la Salud definió el concepto
calidad de vida como la percepción personal de un individuo de su situación en la
vida, dentro del contexto cultural y de valores en que vive y en relación con sus
objetivos, expectativas, estándares y preocupaciones.
Según el informe sobre la situación mundial de las enfermedades no
transmisibles de la OMS (2011), un 60% de las enfermedades en el mundo
corresponde a enfermedades no transmisibles como las enfermedades
cardiovasculares, que crecen de forma global debido a la adopción de estilos de vida
no saludables como el sedentarismo.
Para personas con enfermedades crónicas no transmisibles que ven afectada
sus condiciones de salud, la calidad de vida se ve influenciada y más teniendo en
cuenta la persistencia de estos problemas a lo largo del tiempo; este tipo de
patologías implican una serie de afecciones en la vida de una persona, como pueden
ser los aspectos psicológico, físico, espiritual y social, que aunque no sean
permanentes en el tiempo pueden aparecer de forma repetitiva e inesperada (Guallar,
Peralta, Banegas, López & Rodríguez, 2004).
Asimismo, sin ser en la mayoría de los casos limitantes, si provocan
incapacidades parciales causadas por condiciones patológicas irreversibles. Romero
(2010) considera que estas necesitan de un entrenamiento para poder llevar el mismo
su propio autocontrol a lo largo del tiempo así como una supervisión, observación y
cuidado.
Por todo ello, es importante llevar a cabo un eficiente estilo de vida que nos
permita afrontar todas estas patologías de la mejor manera posible. Estos estilos de
vida están constituidos por la adquisición de diferentes hábitos que en su conjunto
pueden ser saludables o no. Así, los hábitos de salud y los hábitos de vida están
estrechamente relacionados, de tal forma que al hablar de hábitos saludables de vida
hay que ir más allá del propio binomio salud-enfermedad y desarrollar indicadores de
salud de una forma más global como es el bio-psico-social, encontrándonos en los
programas de ejercicio físico lugares donde se puede intervenir en la generación de
hábitos y conductas dirigidas a la creación de estos estilos de vida saludables
(MacMillan, 2007; Osorio, Rosero, Ladino, Garcés & Rodríguez, 2010).
28
Por poner algunos ejemplos de estos hábitos de vida favorables para la salud,
Stephard (1984), citado por Rodríguez García (2006), contempla los siguientes: una
alimentación correcta, una actividad física adecuada y unas pautas de descanso
regulares y apropiadas.
En función de lo que establecen los diversos autores entorno a los hábitos que
se consideran más favorables para la salud en adultos, encontramos:
1. Una buena higiene personal y postural, que incluye: el aseo, uso adecuado de
calzado, uso de calcetines y prendas ligeras, limpias y que permitan la
transpiración, adaptar la ropa deportiva a la climatología, evitar el uso de collares,
anillos, relojes, etc. En cuanto a la higiene postural, números estudios muestran
los problemas raquídeos en adultos, así Rodríguez y cols (1998), encuentran,
dentro de un reconocimiento clínico a adultos de diferentes edades, que un 20%
de los mismos presentan dolores raquídeos en las posiciones mantenidas de
sedentación, un 5% en bipedestación y un 1% en decúbito.
Además, Rodríguez García y cols. (2004) establecen una serie de
recomendaciones para desarrollar un trabajo preventivo evitando las
desalineaciones raquídeas. Se deben seguir las siguientes pautas de actuación:
- La columna vertebral escoliótica no es una columna frágil y será un error
desaconsejar la práctica total de actividad física. Será el médico el que decidirá
la posibilidad o no de realizar con normalidad la actividad física que mejor se le
adapte.
- Conocer que la escoliosis producirá una disminución de la flexibilidad de la
columna vertebral y un cambio en la función de la musculatura de la espalda,
por lo que el adulto tendrá limitados ciertos movimientos de la columna
vertebral.
- Conocer los signos que indican la existencia de desalineaciones sagitales del
raquis y la falta de extensibilidad de los grupos musculares.
- Incluir ejercicios de flexibilización de la columna dorsal, ejercicios de
potenciación de los extensores de la columna vertebral y ejercicios para
musculatura abdominal.
29
- Utilizar el test Distancia Dedos-Suelo (DD-S) y el Distancia Dedos-Planta para
valorar la extensibilidad de la musculatura isquiosural, ya que aportan
información sobre el morfotipo de la columna vertebral en flexión del tronco.
- Concienciar al adulto de la importancia de la correcta flexión del tronco y de la
sedestación, al ser posturas utilizadas tanto en las tareas de la vida cotidiana,
como en numerosos gestos deportivos.
- Incluir un trabajo diario de estiramientos de la musculatura isquiosural,
aprovechando la participación en algún programa de ejercicio físico para
educar las posturas estáticas y dinámicas de la columna.
- A la hora de realizar una adecuada flexión del tronco, el adulto debe tener
claro que siempre debe mantener una correcta alineación de la columna
vertebral.
- Buena relación entre el profesional en actividad física y el médico, para poder
discutir los casos más especiales y personalizar mejor su educación.
Descansos adecuados. Dos aspectos importantes a tener en cuenta:
a. Dosificación del esfuerzo: la alternancia entre esfuerzo y descanso es lo que
nos llevara a conseguir unas mejoras adaptativas en el organismo. Los
alumnos deben aprender a tomarse las pulsaciones y conocer la intensidad del
esfuerzo a través de la respiración.
b. El Sueño: respetar periodos de recuperación energética y reposo. Horas de
sueño: recién nacido de 18 a 20 h; el escolar de 11 a 14 h; adulto de 7 a 9
horas. Se debe de inculcar realizar las primeras actividades de la mañana con
calma para obtener actitudes de responsabilidad y hábitos de organización.
2. Alimentación equilibrada. Dieta variada en cuanto a los alimentos que la
componen. Paris (2013) establece 4 estrategias para una buena alimentación y
una dieta equilibrada:
a) Comer alimentos variados.
b) Tomar mucha fruta y verdura.
c) Mantener un peso saludable sin sobrepeso.
d) Comer regularmente.
30
3. Práctica regular de ejercicio físico moderado, evitando riesgos y ejercicios
innecesarios:
a. Evitar ejercicios incorrectos de abdominales.
b. Realización de estiramientos.
c. Evitar ejercicios de circunducción de cuello.
d. Evitar ejercicios de hiperextensiones para espalda y cuello, pues producen
un gran estrés en las estructuras cervicales y una severa compresión de los
discos intervertebrales cervicales (Rodríguez, 1998).
e. Evitar los trabajos con cargas elevadas, tanto por volumen como por
intensidad.
4. Evitar el consumo de sustancias nocivas como tabaco y alcohol.
Por tanto, seguir unos estilos de vida adecuados conllevará un incremento en
los años de vida de las personas, además de mejorar sus condiciones en calidad de
vida. En relación a esto, Sánchez Bañuelos (1996) define el “concepto de calidad de
los años vividos; es decir, no considerar solamente el total de años de que vivimos,
sino los años durante los cuales una persona es autónoma, está libre de
enfermedades crónicas y puede disfrutar de la vida”.
Hay muchas maneras de modificar el estilo de vida en las personas y no todas
deben de suponer un cambio drástico en la vida de estas. Según Ros (2007), se
puede establecer un conjunto de hábitos cotidianos que nos pueden ayudar a
modificar nuestro estilo de vida sin que prácticamente nos percatemos de ello, este
autor lo llama como el plan EVA (Estilo de Vida Activo) y se centra en incorporar
gestos de la vida cotidiana que impliquen actividades físicas sencillas o de baja o
moderada intensidad para que formen parte de la rutina diaria. Estas rutinas de
actividad física serían:
- Estiramientos antes de salir de casa por la mañana durante 3-8 minutos.
- Bajar las escaleras andando.
- Ir andando al trabajo.
- Realizar estiramientos durante el trabajo cuando éste nos lo permita y
caminar si hay posibilidad.
31
- Vuelta a casa andando y subir las escaleras andando.
- En casa, realizar estiramientos y ejercicios de fuerza sencillos mientras
haces cualquier actividad cotidiana.
Por tanto, aunque el hábito de hacer ejercicio físico se ha asentado de forma
evidente en la sociedad, la mayoría de los trabajos acerca de los niveles de práctica
físico-deportiva en la población adulta constatan que, conforme aumenta la edad, se
produce una disminución muy significativa de la práctica de actividad físico-deportiva,
siendo más acusada en las mujeres. Según González (2014) la inactividad física o el
sedentarismo provocan un descenso en la calidad de vida percibida.
32
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia.
Facultad de Educación.
2
Elementos de la
condición física
relacionados con la
salud
II.2.1. Acondicionamiento
muscular o trabajo de
fuerza.
II.2.2. Resistencia cardio-
respiratoria.
II.2.3. Flexibilidad.
II.2.4. Valoración de la
condición física.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Acondicionamiento
muscular o trabajo de
fuerza
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II.2.1. ACONDICIONAMIENTO MUSCULAR O TRABAJO DE FUERZA
El trabajo de fuerza aumenta la capacidad con la que el individuo afronta
cualquier gesto de su vida cotidiana, además de constituir de un 35% a un 40% de
nuestra composición corporal. Como principal función tiene la de asegurar una de las
expresiones más básicas del ser humano, como es el movimiento (Gama & Gómez,
2008).
No es de extrañar por tanto, que en el año 1990 el colegio americano de
medicina deportiva (ACSM) lo incluyera entre sus recomendaciones como uno de los
aspectos físicos más importantes a trabajar en relación a la salud de las personas.
Al trabajar la condición muscular el individuo mejora en la capacidad de
contracción muscular permitiéndole una mejor adaptación al mundo que le rodea, por
lo que en la actualidad diferentes estudios promueven el entrenamiento de esta
cualidad física como necesaria para mejorar la salud y calidad de vida (Lorca, Lepe,
Diaz & Araya, 2011).
De esta forma, como todo tejido vivo, este reacciona a los impulsos
adaptándose para conseguir una mejor respuesta. Por tanto, se necesita una
constante actividad física para mantener todo este sistema con vitalidad, no
permitiendo que la inactividad produzca un deterioro progresivo del tejido muscular
como respuesta adaptativa del mismo al sedentarismo. Esta adaptación a la
inactividad provoca una reducción en las contracciones musculares debido a la
pérdida paulatina de sarcómeras, aumentando así el riesgo de lesiones o alteraciones
óseas o musculares y reduciendo las posibilidades de movimiento (Ribas, 2000).
Uno de los mayores beneficios que tiene el trabajo de fuerza, es que es una
buena manera de iniciar en el ejercicio físico a personas sedentarias y con altos
niveles de sobrepeso. De esta manera, no sería muy recomendable que este tipo de
población se iniciaran en la actividad física con un trabajo de resistencia el cual los
sometiera a un alto impacto articular, sin un progresivo y adecuado
acondicionamiento músculo-tendinoso (Heredia, Ramón & Chulvi 2007; Isidro,
Heredia, Peña, Mata & Da Silva, 2012).
Entre los diferentes beneficios del entrenamiento de fuerza encontramos a nivel
fisiológico un aumento de la masa ósea y fuerza de los tejidos conectivos
(LaFontaine, Nguyen, & Loethen., 2008), aumentando así el tono muscular y, por
tanto, previniendo la aparición de lesiones músculo-esqueléticas derivadas de la
38
hipotonía muscular, así como aparición de la osteoporosis y posibles fracturas óseas
(Pollock, Feigenbaum & Brechue, 1995).
El entrenamiento de la fuerza en programas de pérdida de peso se ha
comprobado que tiene una clara influencia positiva, puesto que actúa como un
potente estímulo para incrementar la masa muscular, fuerza y potencia, siendo
beneficioso porque ayuda a maximizar la pérdida de tejido graso (ACSM, 2001).
Por tanto, un adecuado trabajo de fuerza aumenta las posibilidades de
movimiento del sujeto en cualquier actividad de la vida cotidiana (Rall, Roubenoff &
Cannon, 1996).
39
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Resistencia cardio-
respiratoria
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41
II.2.2. RESISTENCIA CARDIO-RESPIRATORIA.
La principal función de la resistencia cardiorrespiratoria es la de adaptar el
organismo a soportar esfuerzos lo más prolongados posibles además de recuperarse
de esos esfuerzos en la mayor brevedad una vez hayan finalizado. De esta manera,
es fundamental para cualquier persona que trate de tener una correcta forma física y
busque un mantenimiento o mejora en su salud, el trabajar la resistencia
cardiovascular como parte integral en su programa de ejercicio físico (Andersen,
Wadden, Barlett, Verde & Franckowiak, 1999; Balady, 2002; García et al., 2007;
Sawada et al., 2003)
Según la ACSM (1998) a la hora de trabajar la resistencia cardiorrespiratoria se
deberán ejecutar actividades que impliquen grandes grupos musculares en periodos
prolongados de tiempo y, puesto que no todas las actividades se prestan igual a las
necesidades particulares de cada persona, es necesario adaptarlas e individualizarlas
para hacerlas más seguras y eficientes.
Otra clasificación de estas actividades es la llevada a cabo por Pate et al.
(1995) que las clasifican en función del impacto de la actividad sobre las
articulaciones que participan, encontrándonos actividades de bajo impacto y de alto
impacto, Siendo recomendables las de bajo impacto en casos de prevención y
tratamiento de la obesidad en adultos, sin dejar de lado aspectos tales como unos
buenos hábitos alimenticios (Ferrara, Goldberg, Ortmeyer & Ryan, 2006; Kodama et
al., 2009; Whelton, Chin & Xin, 2002).
Para medir la mejora de la resistencia cardiorrespiratoria, un indicador a tener
en cuenta es la mejora en los niveles de VO2 Max (consumo máximo de oxigeno),
encontrando unos niveles más bajos de VO2 Max en aquellos sujetos con una peor
condición física. Sin embargo, se relaciona una óptima condición física con unos
niveles altos de VO2 Max (Delecluse et al., 2004; Donnelly et al., 2009).
La actividad aeróbica de bajo o moderado impacto e intensidad, ayuda en la
prevención y rehabilitación cardiovascular de tal forma que (García, García, Pérez &
Bonet, 2007):
Aumenta la masa muscular del corazón (miocardio) y la cavidad cardiaca, lo
que provoca un mayor volumen sistólico y una mejora de la funcionalidad
cardiaca.
42
Aumenta el número de glóbulos rojos, así como la hemoglobina y el valor
hematocrito, lo que favorece una mayor cantidad de oxígeno disuelto en
sangre.
Mayor captación de oxígeno (se pasa de un 5% a un 30%) y un menor riesgo
de infarto de miocardio o angina de pecho.
Disminuyen las resistencias periféricas (menor rigidez y más elasticidad
vascular), lo que favorece una regulación de la tensión arterial, y una menor
tendencia a la formación de trombos.
Mayor capacidad defensiva del organismo por aumento del número de
leucocitos y linfocitos.
Incrementos del gasto cardíaco en ejercicio o cantidad de sangre movilizada
por el corazón en un minuto.
Mejora la circulación periférica, lo que provoca beneficios de oxigenación, lo
que puede evitar el deterioro de células de la piel.
Aumento de la capiralización de los vasos sanguíneos y por lo tanto
aumento de los vasos irrigadores del corazón.
Disminución de la frecuencia cardiaca en reposo.
A partir de los 3 meses de entrenamiento de la resistencia cardiorrespiratoria,
se produce una reducción de la presión sistólica y diastólica en adultos hipertensos.
Para Marcos Becerro (1989), es un aspecto a tener en cuenta para prevenir
enfermedades cardiovasculares y reducir sus consecuencias.
Según la ACSM (1995), la práctica regular de actividad física mejora la función
respiratoria, al producirse un aumento de la capacidad vital (aumenta la cantidad de
aire que recibimos en los pulmones cada vez que respiramos). Así, se puede pasar
de 2,5-3 litros en una persona normal, a más de 6 litros en una persona entrenada.
Todos estos beneficios orgánicos producidos por el ejercicio aeróbico de
intensidad ligera o moderada le convierten en uno de los agentes de prevención más
importantes en las alteraciones cardiorrespiratorias, constituyendo un elemento
fundamental en la prescripción de ejercicio para la salud (SEMFYC, 2006).
43
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia.
Facultad de Educación.
2
Flexibilidad
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45
II.2.3 FLEXIBILIDAD.
La flexibilidad puede ser considerada como la capacidad que tiene un músculo
para ser estirado sin que llegue a sufrir daños (Arregui & Martínez, 2001; Sánchez,
Ureña & Garcés de los Fayos, 2002). La edad y el sexo son dos variables que
influyen decisivamente en las condiciones de flexibilidad de los sujetos. Algunos
autores señalan la existencia de un proceso involutivo en el desarrollo de dicha
cualidad. Por este motivo, con el aumento de la edad se produce una reducción de la
capacidad de elongación de la musculatura y, consecuentemente, una reducción de
los valores de movilidad articular (De Farias, Borba, Olivei & De Souza, 2014).
La llegada de la pubertad supone una reducción natural de la curva de
flexibilidad. Giampetro, Berlutti & Caldarone (1989), afirman que un trabajo de
flexibilidad ayudará a paliar o invertir dicha curva de involución de la flexibilidad con el
paso del tiempo, con sus consiguientes beneficios para la salud.
Dicho esto, antes de comenzar a desarrollar cualquier actividad física que
implique exigencia se hace necesario llevar a cabo una correcta preparación y
acondicionamiento de todas las estructuras corporales que van a participar de forma
directa en esta actividad. Esta preparación para la actividad física nos va a disponer
para afrontar en las mejores condiciones posibles la realización de los diferentes
movimientos evitando posibles lesiones del aparato locomotor (Andújar & Santonja,
1996).
La preparación del organismo frente a la actividad física tiene dos puntos
principales, en primer lugar, la consecución de un adecuado ajuste cardiorrespiratorio
y, en segundo lugar, la preparación del sistema articular y músculo-tendinoso para la
actividad (Sainz & Ayala, 2010).
Por tanto, el trabajo de movilidad articular y estiramientos es parte fundamental
de cualquier actividad física, no solamente como elemento en la prevención de las
lesiones deportivas, sino como factor decisivo para la consecución de eficacia y
rendimiento (Rodríguez & Moreno, 1997).
Igualmente, en el ámbito clínico va a ser muy importante la consecución de
valores de movilidad que sean compatibles con la funcionalidad del uso cotidiano de
los segmentos corporales (Ayala, Sainz & Cejudo, 2012; Mahieu et al., 2007; Winters
et al., 2004).
46
Algunos autores como Rodríguez & Moreno (1997) justifican la realización de
ejercicios de estiramiento o flexibilidad, en cualquier ámbito, ya sea buscando el
rendimiento o una actividad desde una perspectiva de la salud, debido a que:
• Reduce la tensión muscular y hace sentir el cuerpo más relajado.
• Ayuda a la coordinación permitiendo un movimiento más libre.
• Mejora la amplitud de los movimientos.
• Previene lesiones tales como los “tirones” musculares.
• Hacen más fáciles las actividades deportivas o físicas.
• Desarrolla la toma de conciencia corporal.
• Ayuda a soltar el cuerpo del control de la mente.
• Facilita la circulación.
Otros autores como Mahieu et al. (2007), señalan que los estiramientos
tienen una importancia determinante en diversas actividades, centrando sus
principales beneficios en:
• Conseguir una adecuada preparación muscular para el esfuerzo,
mediante una correcta prevención de accidentes músculo-tendinosos. Todo ello, se
logrará en función de los importantes efectos sensitivo-motores, mecánicos y térmicos
que desempeña.
• Favorecen la recuperación de los esfuerzos musculares, tanto a corto
como a medio plazo.
• En los ejercicios de musculación son fundamentales antes y después del
esfuerzo, dadas las intensas contracciones musculares que se producen.
• En las lesiones musculares es importante su realización durante las
inmovilizaciones, así como después de las mismas.
• Es uno de los elementos constitutivos más importantes de la preparación
física general.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
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Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Valoración de la
condición física
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II.2.4. VALORACION DE LA CONDICION FISICA
Aunque la valoración de la condición física ha sido algo que siempre ha
preocupado al ser humano, es a partir de 1930 cuando empiezan a surgir estudios en
donde se trata la valoración de cada uno de los 105 niveles que configuran la
pirámide de rendimiento motor (Bouchard, Shephard & Stephens, 1994).
En la época de los egipcios y griegos se realizaban evaluaciones sobre el
rendimiento motor, aunque estas no se producían sobre elementos esencialmente
antropométricos ni basadas en los parámetros de la salud ya que no eran capaces de
utilizar aplicaciones metodológicas sistemáticas (Bouchard, Shephard & Stephens,
1994).
Evaluar el estado de forma física es una tarea compleja dado que son múltiples
los elementos a considerar y esa complejidad puede aumentarse tanto como se
desee. De manera práctica, la evaluación de la forma física se realiza mediante una
batería de pruebas adecuadamente validadas que permitan obtener una completa
valoración de las principales cualidades físicas y capacidades fisiológicas que posee
el individuo y que le permiten realizar ejercicio (Faulkner, Sprigins & Mcquarrie, 1989;
Rikli & Jones, 1999).
Según Gómez, Monteiro, Cossio, Fama & Zanesco (2010), la adecuación de
test físicos y la evaluación de la salud individual es de gran importancia para el
desarrollo efectivo del programa de ejercicios, principalmente en personas con
enfermedades crónicas. Estos test de condición física adaptados, permitirán
conseguir la mejor estrategia que garantice que los sujetos puedan permanecer
activos por el resto de la vida, considerando que los beneficios del ejercicio físico solo
perdurarán con la continuidad en la práctica.
En población adulta la valoración de la condición física nos va a permitir
obtener la información necesaria en cuanto a las aptitudes físicas, estado de salud y
la calidad de vida de este tipo de población para poder adaptar cualquier programa de
ejercicio físico para conseguir resultados lo más óptimos posibles (Camiña, Cancela &
Romo, 2001). Este tipo de información es considerada como muy importante a la hora
de desarrollar programas de actividad física y salud, a nivel individual, siendo básica
tenerla en cuenta para poder orientar programas generales de promoción de la salud
(Camiña, Cancela & Romo, 2001).
50
En la Tabla 2, podemos ver la clasificación que realizó Pate (1983) de los
componentes de la condición física, dividiéndolos en las dos orientaciones principales
mencionadas anteriormente, el rendimiento deportivo y la salud.
Tabla 2. Componentes de la condición física (Tomado de Pate, 1983)
CONDICIÓN FÍSICA CF RELACIONADA CON LA
HABILIDAD ATLÉTICA
CF RELACIONADA
CON LA SALUD
AGILIDAD
EQUILIBRIO
COORDINACIÓN
VELOCIDAD
POTENCIA
TIEMPO DE REACCIÓN
RESISTENCIA
CARDIORRESPIRATORIA
RESISTENCIA MUSCULAR
FUERZA MUSCULAR
COMPOSICIÓN CORPORAL
FLEXIBILIDAD
Los factores de la condición física relacionada con el rendimiento, dependen en
su mayoría de factores genéticos. Por el contrario, los relacionados con los
componentes de la condición física y la salud, están más estrechamente influenciados
por las práctica de ejercicio físico, asociándose éstos hábitos y prácticas con un
descenso del riesgo de experimentar prematuramente enfermedades derivadas del
sedentarismo (Bouchard, 1994).
Camiña, Cancela & Romo (2001), consideran la valoración de la condición
física como compleja, puesto que se utilizan diferentes pruebas y test que muchas
veces implican, en distinto grado, diferentes capacidades. A pesar de esto, y sobre
todo población adulta y en el campo de la salud, se ha producido en los últimos años
una gran preocupación por su medición.
Conocer el estado de forma física que posee la persona es fundamental para
iniciar y mantener un programa de ejercicio físico que sea efectivo como terapia frente
a las consecuencias del envejecimiento. La batería de test utilizada en nuestro
estudio para valorar de manera integral la condición física del sujeto incluye pruebas
51
para valorar su fuerza tanto de tren superior como inferior, su movilidad-elasticidad y
su capacidad aeróbica, en definitiva pruebas eminentemente funcionales para
cualquier persona adulta.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
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Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
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Efectos del ejercicio
físico sobre los factores
de riesgo cardio-
vascular
II.3.1. Ejercicio físico y los
factores de riesgo
cardiovascular.
II.3.2. Ejercicio físico y
obesidad.
II.3.3. Ejercicio físico e
hipertensión.
II.3.4. Ejercicio físico y diabetes
mielitus.
II.3.5. Ejercicio físico y
dislipidemia.
II.3.6. Ejercicio físico y
tabaquismo.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
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Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Ejercicio físico y los
factores de riesgo
cardiovascular
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II.3.1. EJERCICIO FÍSICO Y LOS FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR
(FRCV).
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en los
países desarrollados y han emergido como un importante problema de salud pública
para las naciones en desarrollo (OMS, 2003). Por ello, el ejercicio físico es un factor
determinante en la prevención, control y tratamiento de las enfermedades
cardiovasculares, por su influencia sobre varios factores de riesgo coronario
(Angelino, 2012).
En la actualidad, se están implementando diferentes programas de ejercicio
físico en España como una alternativa de tratamiento y prevención de los factores de
riesgo cardiovasculares (Rubio et al., 2007). De esta manera, la actividad física es un
instrumento eficaz para reducir la mortalidad derivada de este tipo de patologías y,
por tanto, se debe fomentar como parte activa en el tratamiento (García et al., 2008).
Por otro lado, hay evidencia de que un aumento de la condición física provocado por
un cambio en los estilos de vida puede mejorar la salud y reducir el riesgo de una
serie de enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares (Thompson et
al., 2003).
Algunos estudios como el llevado a cabo por Pate et al. (1995) han evidenciado
que un incremento en la actividad física regular está relacionado de manera inversa a
la mortalidad cardiovascular a largo plazo.
Un estudio realizado por Paffenbarger et al. (1986) con estudiantes varones de
la universidad de Harvard, señaló que el riesgo de mortalidad disminuye de manera
proporcional al aumento en la cantidad de actividad física reflejada en gasto calórico
de 500 a 3.500 calorías por semana. Aquellos estudiantes que inicialmente eran
sedentarios y aumentaron su gasto calórico e incrementaron sus niveles de actividad
física, demostraron una significativa reducción en su riesgo cardiovascular comparado
con los que permanecieron sedentarios.
Brotons et al. (2004), demostraron que aquellos individuos sedentarios o con
una mala condición física que aumentan su nivel de práctica de actividad física de
manera estable tienen unas tasas de mortalidad menores que aquellos que
permanecen sedentarios o con una mala condición física.
En otro estudio llevado a cabo con 11.130 graduados de la Universidad de
Harvard, se mostró que aquellos individuos que gastaban 1.000 kcal a la semana, lo
que supondría caminar a un ritmo alto durante 30 minutos diarios 5 días por semana,
58
reducían su riesgo de accidente vascular encefálico (AVE) en un 24% y aquellos que
gastaban 2.000 kcal en el mismo período de tiempo reducían el riesgo de AVE en un
46% (Lee & Paffenbarger, 1998).
Por tanto, llevar un estilo de vida activo con una intensidad moderada-alta,
reduce el riesgo de contraer enfermedades crónicas como: enfermedad coronaria,
obesidad, enfermedad cerebrovascular, algunos cánceres, diabetes, entre otras. Sin
embargo, debido a la naturaleza multifactorial de las enfermedades crónicas
asociadas a estilos de vida sedentarios, aun no existe un consenso generalizado
sobre la dosis exacta de ejercicio físico que brinde una protección contrastada contra
la mayoría de estas patologías aunque si existen recomendaciones más o menos
aceptadas (Ruiz, Montes & Piéron, 2009).
No podemos olvidar los efectos positivos que tiene el ejercicio físico, sobre
determinados factores psicológicos y emocionales. Moreno (2005) pone de manifiesto
que personas activas en comparación con otras sedentarias presentaban mejores
respuestas de adaptación, mejor respuesta cardiovascular al estrés, menor cantidad
de síntomas de ansiedad y depresión, mayor seguridad y autoestima.
En base a lo descrito es este apartado, podríamos entender que el impacto que
la actividad física tiene sobre los diferentes factores de riesgo cardiovascular es
beneficioso y debe de ser un aspecto importante en su tratamiento y control de la
patología. Así, las estrategias terapéuticas deberían de ser abordadas por un equipo
multidisciplinario de salud con un enfoque lo más integral que sea posible para
obtener los mayores beneficios.
Un programa de ejercicio físico podría acarrear diferentes contraindicaciones
en algunas de las situaciones con patologías específicas. Por ello, es aconsejable que
la prescripción de ejercicio físico se realice de forma individualizada, considerando
aspectos como la intensidad, la frecuencia, la duración, la modalidad, etc., y deberá
realizarlo un profesional del área de las ciencias del deporte (García, Pérez, Chí,
Martínez & Pedroso, 2008).
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Ejercicio físico y obesidad
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61
II.3.2. EJERCICIO FÍSICO Y OBESISAD.
El sobrepeso y la obesidad constituyen uno de los problemas de salud pública
más importantes a nivel mundial, llegando a considerarse como una verdadera
epidemia. En algunos países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, el
aumento en casos de obesidad es verdaderamente preocupante (Daza, 2002). Así,
en estos países la aparición de nuevos casos de obesidad continua incrementándose
de forma alarmante.
Uno de los principales detonantes de la obesidad en nuestra sociedad es
nuestro estilo de vida, incluyendo los hábitos cotidianos de las personas como: el tipo
de dieta, el nivel de actividad física, los modelos de recreación y ocio. Todos estos
factores son claves en la acumulación de tejido adiposo tanto a nivel local como total
(Rodríguez, Perea, López & Ortega, 2009).
Independientemente de la presencia de la obesidad, la inactividad física por si
misma constituye un factor de riesgo que de manera aislada predispone a la aparición
de enfermedades cardiovasculares y a otra serie de alteraciones metabólicas y
osteomusculares. La combinación de dieta y ejercicio acelera y/o aumenta la pérdida
de grasa, preserva o aumenta la masa magra y desacelera la disminución de la Tasa
de Metabolismo Basal, de manera más eficiente que la restricción energética de la
dieta de manera aislada (Gutiérrez, Regidor, López, Banegas & Rodríguez, 2003).
El exceso de acumulación de grasa abdominal es causa directa del aumento
en el riesgo de muerte por causas cardiovasculares, siendo este aumento entre un 50
y un 100% respecto a personas con normopeso (Cros & Pérez, 1996). La obesidad,
especialmente la que se centra en la zona abdominal, se ha relacionado con un
incremento en el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular coronaria y cerebral,
hipertensión arterial, alteraciones del aparato locomotor, trastornos respiratorios de
tipo restrictivo e incluso aumento de riesgo de cáncer, especialmente cáncer de colon
y cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas (Bastos, González, Molinero &
Salguero, 2005).
Todas estas complicaciones que tienen su origen en la obesidad suponen unos
costes económicos para los países desarrollados que pueden llegar a suponer entre
un 2 y un 8% de su gasto sanitario. En España supone un 6,9% (Arribas, Saavedra,
Pérez & Villalba, 2007).
A la hora de entender los desencadenantes de la obesidad hay que tener en
cuenta que es el resultado de la interacción entre factores genéticos y ambientales
62
(Barceló & Borroto, 2001). Para su tratamiento y prevención hay 2 pilares en los
cuales hay que centrarse: el tratamiento dietético y la práctica regular de ejercicio
físico. La Organización Mundial de la Salud en relación al ejercicio físico preventivo
para la aparición de la obesidad fija un programa de ejercicio aeróbico de entre 5 y 90
minutos diarios a una intensidad adecuada a cada individuo (OMS, 2013a).
Según Daza (2002), la pérdida de peso alcanzada a través de la práctica de
ejercicio físico regular conlleva una mejoría en los factores de riesgo cardiovascular
antes nombrados. Estos programas de ejercicio físico deben de tener una intensidad
ligera-moderada para conseguir mejorar el perfil metabólico y reducir el peso y la
grasa corporal, además de mejorar la densidad mineral ósea y controlar las cifras de
presión arterial. Un aspecto a tener en cuenta es que las mujeres posmenopáusicas
son uno de los grupos de población con mayor riesgo de padecer obesidad.
Estudios como los llevado a cabo por Riobó, Bobadilla, Kozarcewski &
Fernández (2003) realizados en poblaciones de mujeres obesas posmenopáusicas,
demuestran que los programas de ejercicio físico disminuyen el riesgo cardiovascular
y mejoran la sensibilidad a la insulina, la frecuencia cardíaca y los valores de presión
arterial, entre otros.
Prescripción de ejercicio físico en personas con sobrepeso y obesidad.
La pérdida de peso corporal está fundamentada en el balance energético, por
lo que debe de haber una relación negativa entre el aporte energético y el gasto de
energía. Este desequilibrio negativo buscando la pérdida de peso corporal se logrará
mediante la práctica de ejercicio físico acompañado de una compensación en la
ingesta de alimentos (Rodríguez, Perea, López & Ortega, 2009).
El entrenamiento de la fuerza en programas de pérdida de peso se ha
comprobado que tiene una clara influencia positiva, puesto que actúa como un
potente estímulo para incrementar la masa muscular, fuerza y potencia, siendo
beneficioso porque ayuda a maximizar la pérdida de tejido graso (ACSM, 2001).
Según Cros & Pérez (1996), en la mayoría de las ocasiones el sobrepeso y la
obesidad vienen acompañados de otros factores de riesgo cardiovascular, por lo que
la recomendación debe de ser individualizada. Si no hay inicios claros se puede
seguir las recomendaciones generales para población sana, aumentado la cantidad
de ejercicio físico de manera progresiva, llegando a realizar un mínimo de 30 minutos
de ejercicio físico de una intensidad moderada (teniendo en cuenta la escala de Borg
63
12-13 combinando con otros periodos más breves pero intensos en la escala de Borg
15-16) al día (Barceló y Borroto, 2001).
Slentz, Houmard & Kraus (2009), establecen que si lo que se pretende es
influir en el peso corporal de una manera más significativa el ejercicio físico mínimo
necesario a realizar será de 1 hora con un aumento de 400-600 kcal/día. Estos
ejercicios implicarán la participación de la mayor cantidad de masa muscular, como
caminar o trotar de manera suave, practicar ciclismo en bicicleta ergométrica o
natación, según las características de la persona.
Slentz, Houmard & Kraus (2009) consideran que las principales
contraindicaciones relativas a la práctica de ejercicio físico en personas con
sobrepeso y obesidad vienen dadas por la prevalencia de otros FRCV. Así, en
personas con enfermedades arteriales coronarias, hay que evitar la práctica de
ejercicio físico intenso (puntuación en la escala de Borg 15-16). En pacientes obesos
y con HTA, a la hora de entrenar acondicionamiento muscular hay que evitar cargas
submáximas (entre el 40 y 70% de la repetición máxima [RM] calculada previamente)
que impliquen un aumento alarmante de la tensión arterial.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
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Ejercicio físico e
hipertensión
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II.3.3. EJERCICIO FÍSICO Y HIPERTENSIÓN.
Según la OMS (2002) alrededor del 20% de la población adulta es hipertensa
siendo los valores considerados como cifras de hipertensión superar los 140 mmHg
para la tensión sistólica y 90 mmHg para la diastólica.
El aumento de la presión sistólica o diastólica de forma crónica por encima de
los valores concertados como normales por el Joint National Committee on
Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure (JNC 7,
2003) se considera como hipertensión arterial.
Esta patología es de fácil diagnóstico por medio de las cifras tensionales
utilizando un sencillo tensiómetro, contrastando y descartando factores internos y
externos que generan alteraciones fisiológicas de las cifras tensionales (reposo,
actividad, emociones, patologías). Hay factores que influyen de manera determinante
como: la edad, el género, la raza y el sobrepeso incrementando las cifras tensionales
y favoreciendo otros factores de riesgo (Pérez, 2002).
El sedentarismo es un factor que se relaciona con la prevalencia de la
hipertensión arterial siendo esta una patología crónica prevenible y modificable. Entre
el conjunto de factores desencadenantes encontramos los relacionados con hábitos y
estilos de vida como: el tabaquismo, alimentación inadecuada, consumo excesivo de
sal y alcohol. Por otro lado, hay otros factores desencadenantes que no son
modificables como la edad, el género, la etnia o los factores genéticos (Angelino,
2012).
Según Del Río (2006) citado por Zuazagoitia (2014), la dieta y la actividad
física son elementos básicos a la hora de iniciar cualquier proceso de prevención
primaria, junto con los diferentes tratamientos farmacológicos. El control de la
hipertensión arterial y el cese del tabaquismo constituyen, junto con la actividad física
y la dieta, elementos fundamentales en la prevención cardiovascular.
Así, las modificaciones en los estilos de vida, sobre todo el aumento en la
actividad física, permiten obtener grandes beneficios en el tratamiento del paciente
hipertenso (Fresnedo & Alamillo, 2007).
La OMS en el año 2004, en su 57ª asamblea mundial, aprobó la Estrategia
Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud (OMS, 2004a) orientada
a mejorar la conciencia y el conocimiento acerca de la influencia del régimen
alimentario y la actividad física a nivel comunitario, estableciendo el plan de acción
2008-2013 (OMS, 2005) enfocado al control del consumo de tabaco, consumo de
68
bebidas alcohólicas, dietas no saludables e inactividad física como factores de riesgo
de enfermedades crónicas no transmisibles. De esta manera, se plantean estrategias
en prevención primaria de la hipertensión, encaminadas a disminuir la incidencia,
retrasar el comienzo de la enfermedad, mitigar su gravedad y mejorar la calidad de
vida controlando los factores de riesgo.
Prescripción de ejercicio físico en personas con hipertensión.
En la mayoría de las ocasiones, la hipertensión viene acompañada de otros
factores de riesgo cardiovascular, por lo que la recomendación debe de ser
individualizada. Pero, si no hay contraindicaciones evidentes, se pueden seguir las
recomendaciones generales para población sana, aumentado la cantidad de ejercicio
físico de manera progresiva, llegando a realizar un mínimo de 30 minutos de ejercicio
físico de una intensidad moderada (teniendo en cuenta la escala de Borg 12-13
combinando con otros periodos más breves pero intensos en la escala de Borg 15-16)
al día (Angelino, 2012).
Para el entrenamiento muscular se deberán de considerar cargas sub-
máximas (entre el 40 y el 70% de la RM calculada previamente). De la misma
manera, se puede sustituir el entrenamiento de fuerza sub-máxima con circuitos de
resistencia muscular dos veces por semana (Hernández, 2012).
La ACSM (2001) indica que las personas con presión arterial mayor de 180/105
mmHg deberán iniciar farmacoterapia antes de participar en un programa de actividad
física regular (contraindicación relativa), a pesar de que no hay evidencias de riesgo
mayor de muerte súbita o de un accidente cerebrovascular en personas físicamente
activas con HTA (Requena & Badajoz, 2008).
Aunque la actividad muy intensa no es la más recomendable, la ACSM (2001)
no la descarta aunque si recomienda precaución cuando se realice, debido al
incremento en la presión del ventrículo izquierdo, aspecto que puede ser
potencialmente peligroso. Los pacientes con enfermedad coronaria deberán
abstenerse de sesiones de ejercicio físico intenso (escala de Borg> 15-16).
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Ejercicio físico y diabetes
mellitus
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II.3.4 EJERCICIO FISICO Y DIABETES MELLITUS.
La diabetes mellitus es uno de los considerados factores de riesgo
cardiovascular (FRCV). Esta patología viene determinada genéticamente en la
persona y se muestra por alteraciones en el metabolismo de carbohidratos, de las
proteínas y grasas y una relativa o absoluta deficiencia de la secreción de insulina con
diferentes grados de resistencia a ésta (García & Suarez, 2007).
El ejercicio físico tiene un efecto directo sobre los niveles de la glucemia, que a
su vez tienen una relación directa con el tipo y duración de estos ejercicios, el horario
en que se realiza en relación con las comidas, el uso de los medicamentos y el estado
metabólico en el momento de realizarlo. Según diferentes estudios (Eduardo, De
Alba, Leticia, Rocha & Gutiérrez, 2004; Jacoby, Bull & Neiman, 2003), el ejercicio de
tipo aeróbico de moderada intensidad ha demostrado ser el que mejores resultados
reporta.
En los países desarrollados, el aumento de la prevalencia de obesidad
aumenta de manera proporcional al aumento del sedentarismo. Existe una relación
entre el sedentarismo y la resistencia insulínica, desembocando en la aparición de
hiperinsulinemia y sirviendo de vínculo con otros FRCV como son la obesidad,
particularmente con predominio del depósito adiposo abdominal e intramuscular, la
hipertensión, hiperlipidemia, diabetes tipo 2 y las enfermedades coronarias (García y
Suarez, 2007).
En relación a los beneficios que se pueden lograr mediante la práctica regular
de ejercicio físico, Wojtaszewski & Richter (2006) afirman que se debe de generar al
menos un gasto energético adicional diario de 200-300 kcal. Aunque, por otro lado,
otros estudios (Garzon, 2007; Mora, Araya & Ozols, 2004) señalan que los mayores
beneficios con la práctica de ejercicio se logran únicamente cuando se mejora la
condición física del sujeto, mientras que el gasto de energía por actividad permite
acercarse a una eficiencia en el balance energético. De esta manera, el ejercicio
disminuye la presión tanto sistólica como diastólica, normaliza los lípidos sanguíneos,
aumentando las HDL y disminuyendo los triglicéridos en los individuos con valores
inicialmente altos y mejora significativamente la sensibilidad a la insulina (Díaz,
Saavedra & Kain, 2000).
72
Prescripción de ejercicio físico en personas con diabetes mellitus.
La mayoría de personas que presentan una resistencia a la insulina, son
propensas a desarrollar complicaciones crónicas del aparato locomotor como
osteoartritis o síntomas isquémicos (angina de pecho). Dicho esto, la prescripción de
ejercicio deberá de realizarse de manera individualizada teniendo en cuenta estos
factores entre otros (Wojtaszewski & Richter, 2006).
La recomendación más estandarizada es la de realizar un ejercicio físico al
menos 30 minutos a intensidad moderada (12-13 según la escala de percepción de
Borg, con ocasionales incrementos a intensidades altas entre 15 y 16, según la escala
de Borg) diarios (Gómez et al., 2010; Woolf, 2008). Es recomendable actividades que
acumulen carga de trabajo físico con una intensidad más ligera al menos 3-4
h/semana. Estas actividades podrían ser caminatas a paso ligero, trote o natación
(Márquez, Ramón & Márquez, 2012).
A la hora de comenzar con un programa de ejercicio físico, la persona con
resistencia a la insulina deberá de medir su glucosa en sangre antes y después de la
sesión de ejercicio físico para aprender su respuesta individual a una determinada
cantidad de carga de actividad física. Si se diera hipoglucemia, el especialista
debería valorar la dosis de insulina. Esta insulina se deberá recomendar que se
suministre en una región muscular que no se encuentre activa durante el
entrenamiento (Ariza, Gavara, Muñoz, Agüera, Soto & Lorca, 2011). Es poco
recomendable la administración de insulina durante la realización del entrenamiento
físico (Márquez, Ramón & Márquez, 2012).
Para Ariza et al. (2011), en personas con diabetes mellitus tipo 2 que
desarrollan complicaciones crónicas del sistema locomotor (por ejemplo, osteoartritis),
si hay sintomatología, se debería recomendar la utilización de un calzado especial a
la hora de realizar ejercicio físico. El entrenamiento de acondicionamiento muscular
se centrará en la prevalencia del número de repeticiones en detrimento del peso
empleado. Este programa deberá incluir una ingesta previa de hidratos de carbono,
así como 5-10 minutos de calentamiento y 5-10 minutos de vuelta a la calma.
Es importante destacar que entre las precauciones que se han de tomar con
personas con resistencia a la insulina se incluyen el seguimiento de glucosa en
sangre, la modificación de la dieta y el ajuste de la dosis de insulina continua
conforme se aumente la intensidad del ejercicio practicado (Gómez et al., 2010). Para
prevenir un episodio de hipoglucemia, se recomienda que 30 minutos antes de
73
realizar ejercicio físico se consuma de 10 a 15 gramos de hidratos de carbono,
partiendo de la premisa de que los niveles de glucosa en sangre sean menores de
200 mg/dl.
El mayor peligro para una persona que presenta una resistencia anormal a la
insulina está asociado a la ausencia de ejercicio físico. Entre las contraindicaciones,
encontramos que si la glucosa en sangre está por encima de 417 mmol/l, no se podrá
realizar ejercicio físico hasta que no se corrija esa glucemia (Márquez, Ramón &
Márquez, 2012). Además, estudios llevados a cabo por la American Diabetes
Association citado por Hernández & Licea (2010), demostraron que sujetos que
presenten un cuadro de hipertensión arterial asociado a la diabetes deberán retraerse
de realizar ejercicio físico de alta intensidad, por la posibilidad de hacer maniobras de
Valsalva. En cuanto al entrenamiento de fuerza, este no deberá de ser superior al
60% de la 1R.
Además, la realización de ejercicio físico con temperaturas extremas deberá
evitarse para garantizar una hidratación adecuada durante la realización de ejercicio
físico (Murillo & Novials, 2007).
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
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Ejercicio físico y
dislipidemia
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II.3.5. EJERCICIO FÍSICO Y DISLIPIDEMIA.
La dislipidemia puede considerarse como una alteración en los niveles de
lípidos tanto por elevación o bien por disminución, asociándose a un aumento en el
riesgo de enfermedad coronaria cardíaca (Romero et al., 2007). El ejercicio físico
realizado de forma regular, produce como beneficio una mejora en el perfil lipídico a
largo plazo. Así, el ejercicio aeróbico es el que más influencia tienen en el
metabolismo de lipoproteínas, consiguiendo aumentar la habilidad del tejido muscular
de consumir ácidos grasos y aumentando la actividad de la enzima lipasa lipoproteíca
en el músculo (Pérez, 2008; Plaza, 2003).
Por este motivo, los sujetos que realizan un ejercicio físico de forma habitual
presentan mayores niveles de HDL colesterol y menores niveles de triglicéridos, en
comparación con sujetos sedentarios (Abadal, 1996). Diferentes estudios (González,
Hernández, Pozo y García, 2011; Rodríguez et al., 2006) han concluido que estas
mejoras en la concentración de triglicéridos LDL y VLDL colesterol, son
independientes del sexo, peso corporal y de la dieta.
Al ser la falta de actividad física realizada de forma habitual un factor predictor
de la aparición de diversas enfermedades coronarias, este elemento ha sido
ampliamente estudiado para comprobar el grado de influencia sobre esta patología.
Así, Bouchard & Despres (1995), han comparado a personas muy activas con otras
sedentarias del mismo sexo y edad demostrando diferencias claramente significativas
entre los perfiles de lípidos más saludables en las personas activas en detrimento de
las sedentarias.
Caicedo & Montilla (2014), llevaron a cabo una revisión donde se estudiaron
los efectos de 12 semanas de ejercicio físico aeróbico sobre los lípidos en sangre. En
esta revisión de 51 publicaciones se observaba, de manera global, que el ejercicio
físico de tipo aeróbico desencadenaba un incremento de lipoproteínas de alta
densidad y reducía el colesterol total, las lipoproteínas de baja densidad y los
triglicéridos en sangre.
García et al. (2010), señalan que el entrenamiento con ejercicio aeróbico de
moderada-alta intensidad puede originar una mejora en el perfil de lípidos en sangre,
aunque estos datos se establecieron como insuficientes para establecer una relación
dosis-respuesta. La relación entre un elevado nivel de actividad física y un perfil
saludable de lípidos en sangre parece estar más relacionada con la cantidad de
ejercicio físico realizado que con el sexo o la edad del sujeto (Alemán, Sainz & Ortiz,
78
2014). Esta afirmación está estrechamente ligada a la tendencia actual de modificar
los estilos de vida negativos como prevención y no tratamiento de las patologías
crónicas no transmisibles en el mundo (Jacoby, Bull & Neiman, 2003).
Prescripción de ejercicio físico en personas con dislipemia.
Las personas que presentan una alteración en los niveles de lípidos en sangre,
si no presentan otras patologías asociadas como HTA o enfermedad cardiovascular
isquémica sintomática, se les recomienda una práctica de ejercicio físico con los
mismos patrones que a la población general sana (Heyweard, 2006). Este ejercicio
físico debe ir aumentado progresivamente y la intensidad deberá de ser de moderada
a alta, llegando a realizar un mínimo de 30 minutos de ejercicio físico de una
intensidad moderada (teniendo en cuenta la escala de Borg 12-13 combinando con
otros periodos más breves pero intensos en la escala de Borg 15-16) al día (Woolf,
2008).
Para personas con alteraciones de los lípidos en sangre no encontramos
contraindicaciones absolutas a la hora de realizar ejercicio físico. Sin embargo, las
que tengan asociadas alguna enfermedad coronaria deberán abstenerse de realizar
ejercicio físico de elevada intensidad (Ramírez, Da Silva & Fernández, 2011). De la
misma manera, la realización de ejercicio físico con temperaturas extremas deberá de
evitarse para garantizar una hidratación adecuada durante la realización de ejercicio
físico.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
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Ejercicio físico y
tabaquismo
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II.3.6.EJERCICIO FÍSICO Y TABAQUISMO.
Un factor de riesgo cardiovascular que es completamente modificable por la
persona que lo sufre es el tabaquismo. Este hábito nocivo para la salud es la principal
causa de muerte prevenible en los países desarrollados (Banegas, Gañan, Enríquez,
Gálvez & Rodríguez, 2005). El tabaquismo tiene una asociación directa con el
aumento en el número de eventos cardiovasculares en personas con patologías
cardiacas (Palomo et al., 2007). Por otro lado, en personas sin enfermedades
coronarias asociadas, este hábito puede provocar cáncer pulmonar, enfermedad
pulmonar crónica y conducir a una enfermedad coronaria (Paterno, 2003).
El principal motivo para que el tabaquismo sea tan nocivo para el organismo es
que el monóxido de carbono producido al fumar, se convierte en un verdadero veneno
para los vasos sanguíneos, bloqueando el transporte de oxígeno (O2) y disminuyendo
en un 10% la concentración de O2 en la sangre en relación a un no-fumador, con lo
que fácilmente puede producirse isquemia miocárdica (Benegas, Gañan, Enríquez,
Gálvez & Rodríguez, 2005). De la misma manera, el tabaco impide el aumento de
colesterol-HDL inducido por el ejercicio aeróbico de resistencia (Agramontes,
Gutiérrez, Cordovés & González, 1998).
Existe una clara evidencia en la asociación de ciertos factores de riesgo
cardiovascular (hipercolesterolemia sedentarismo, HTA, la obesidad, DM, estrés, el
tabaquismo, entre otros) con la aparición de cardiopatías isquémicas (Murcia,
González & Gimeno, 2009). En este sentido, la competencia motriz constituye un
agente de satisfacción para los sujetos, suponiendo un factor motivador
desencadenante de comportamientos positivos hacia la práctica físico-deportiva en
detrimento de estos hábitos de salud nocivos.
El tabaquismo si no presentan otras patologías asociadas como HTA o
enfermedad cardiovascular isquémica sintomática, se recomienda una práctica de
ejercicio físico con los mismos patrones que a la población general sana. Este
ejercicio físico debe ir aumentado progresivamente y la intensidad deberá ser de
moderada a alta, llegando a realizar un mínimo de 30 minutos de ejercicio físico de
una intensidad moderada (teniendo en cuenta la escala de Borg 12-13 combinando
con otros periodos más breves pero intensos en la escala de Borg 15-16) al día
(Majem et al., 1994).
Para el entrenamiento muscular se deberán considerar cargas sub-máximas
(entre el 40 y el 70% de la RM calculada previamente). También, se puede sustituir el
82
entrenamiento de fuerza sub-máxima con circuitos de resistencia muscular dos veces
por semana (Woolf, 2008).
En personas con el hábito de tabaquismo no encontramos contraindicaciones
absolutas a la hora de realizar ejercicio físico, a excepción de las que tengan
asociadas alguna enfermedad coronaria las cuales deberán abstenerse de realizar
ejercicio físico de elevada intensidad (Bayego, Vila & Martínez, 2012). La realización
de ejercicio físico con temperaturas extremas deberá evitarse para garantizar una
hidratación adecuada durante la realización de ejercicio físico (Murillo & Novials,
2007).
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Programas de ejercicio
físico relacionados con
la salud en adultos
II.4.1. Programas
internacionales de
ejercicio físico orientados
a la salud en adultos.
II.4.2 Programas de ejercicio
físico orientados a la
salud en adultos en
España.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Programas
internacionales de
ejercicio físico orientados
a la salud en adultos
86
87
II.4.1. PROGRAMAS DE EJERCICIO FÍSICO ORIENTADOS A LA SALUD EN EL
CONTEXTO INTERNACIONAL.
La 57ª Asamblea Mundial de la Salud (2004) estableció que en los países
desarrollados, al menos un 60% de la población en edad adulta no realiza la
actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud. Esto conlleva una
insuficiencia en la actividad física realizada durante el tiempo de ocio y un aumento
de los comportamientos sedentarios en las actividades laborales y domésticas
(OMS, 2004).
En los últimos años, se están modificando las estrategias con las que se
plantean la promoción de la salud. Estas estrategias están encaminadas a
desarrollar procesos y actividades individuales o grupales con el fin de modificar
conductas de riesgo y adoptar estilos de vida saludables (Osorio, Rosero, Ladino,
Garcés & Rodríguez, 2010). Así, estos autores señalan que la promoción de la salud
ya no se entiende como la mejora en la calidad de vida del ser humano por los
profesionales directamente relacionados con las ciencias de la salud, sino que se
debe abarcar la problemática desde todos los contextos y disciplinas, no sólo en las
relacionadas con la salud.
Por ello, la Asamblea Mundial de la Salud (2004), órgano dependiente de la
OMS, aprobó la Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y
Salud, con el objetivo de instar a todas las organizaciones e instituciones
internacionales, nacionales y locales a desarrollar actuaciones que permitan la
creación de entornos que propicien una mejora en la dieta y la reducción de las tasas
de sedentarismo en la población mundial. De esta manera, se pretende reducir los
factores de riesgo de enfermedades no transmisibles relacionados con las dietas poco
saludables y la inactividad física (Arribas, Saavedra, Pérez & Villalba, 2007).
La población a nivel mundial está envejeciendo, provocando un aumento del
número de enfermedades cardiovasculares y con perspectivas futuras de que
seguirán creciendo a lo largo de las próximas décadas (Marcos Becerro & Galiano,
2003). Estas enfermedades cardiovasculares son objetivo prioritario en las estrategias
de salud desarrolladas por todos los estamentos internacionales encargados de velar
por la salud de las personas (Aranceta, Serra, Foz, Moreno & Seedo, 2005).
Las enfermedades de tipo cardiovascular son la primera causa de fallecimiento
a nivel europeo entre hombres y mujeres, siendo responsables de casi la mitad de las
muertes, el 42% de las muertes se deben a enfermedades cardiovasculares y se
88
espera que estas dolencias se conviertan en una epidemia dentro de 15 y 20 años
(Allender et al., 2008). Así, el coste global generado por las enfermedades
cardiovasculares en Europa representa anualmente 391 euros per cápita (European
Cardiovascular Disease Statistics, 2008).
Según algunos estudios (Capewell, 2010; Félix-Redondo et al., 2011; Sáez &
Bernui, 2009), las enfermedades que lideran las muertes en el mundo son las
cardiovasculares, dentro de las cuales se destacan la hipertensión arterial (13% de
las muertes a nivel mundial), el tabaquismo (9%), la diabetes mellitus (6%), el
sedentarismo (6%) y el sobrepeso y la obesidad (5%).
Este tipo de enfermedades crónicas no transmisibles cuya prevalencia
permanece en aumento, se halla relacionada con las principales enfermedades
crónicas que afectan a la salud de la población. Por ello, la Asamblea Mundial de la
Salud aprobó en 2004, la Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad
Física y Salud, con el objetivo de reducir los factores de riesgo de enfermedades no
transmisibles relacionados con las dietas poco saludables y la inactividad física
mediante la creación de un entorno de medidas sostenibles en el ámbito individual,
comunitario, nacional y mundial que tiendan a una reducción de la morbilidad y la
mortalidad vinculadas con la falta de actividad física y una alimentación inapropiada
(OMS, 2004).
La Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud
tiene cuatro objetivos principales:
1) Reducir los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles asociados
a un régimen alimentario poco sano y a la falta de actividad física mediante una
acción de salud pública esencial y medidas de promoción de la salud y prevención de
la morbilidad.
2) Promover la conciencia y el conocimiento generales acerca de la influencia
del régimen alimentario y de la actividad física en la salud, así como del potencial
positivo de las intervenciones de prevención.
3) Fomentar el establecimiento, el fortalecimiento y la aplicación de políticas y
planes de acción mundiales, regionales, nacionales y comunitarios encaminados a
mejorar las dietas y aumentar la actividad física, que sean sostenibles, integrales y
hagan participar activamente a todos los sectores, con inclusión de la sociedad civil,
el sector privado y los medios de difusión
89
4) Seguir de cerca los datos científicos y los principales efectos sobre el
régimen alimentario y la actividad física, respaldar las investigaciones sobre una
amplia variedad de esferas pertinentes, incluida la evaluación de las intervenciones y
fortalecer los recursos humanos que se necesiten en este terreno para mejorar y
mantener la salud.
La Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud
tiene entre sus obligaciones la de impulsar la formulación y promoción de políticas,
estrategias y planes de acción nacionales para mejorar el régimen alimentario y
alentar la actividad física. La elaboración de esos instrumentos dependerá de la
situación de cada país, habida cuenta de las grandes diferencias que existen entre
países del mismo entorno (OMS, 2004).
Los organismos regionales deben colaborar en la formulación de estrategias
regionales, en armonía con sus planes nacionales, para lograr un máximo de eficacia.
La función de los gobiernos es la de velar por su aplicación y vigilar sus repercusiones
a largo plazo (OMS, 2004).
A nivel europeo, el deporte, como fenómeno social y económico en expansión,
contribuye a los objetivos estratégicos de solidaridad y prosperidad de la Unión
Europea. El Consejo Europeo reconoció el papel esencial del deporte en su
declaración de diciembre del año 2000 (Europa, 2007).
La Unión Europea como institución máxima en los países de su ámbito de
competencia de los Estados miembros, y debido al carácter multifactorial que
presentan la prevalencia de las enfermedades vinculadas a los malos hábitos
alimentarios y a la falta de actividad física, aborda estas cuestiones que pertenecen
esencialmente a su regulación y funcionamiento, como podría ser la agricultura o la
educación como parte de sus competencias aportando un valor añadido en sus
propuestas y estrategias de fomento de la salud entre sus ciudadanos, por ejemplo
apoyando la creación de redes de investigación en el ámbito de la salud y ejemplos
de buenas prácticas. Entre las que podemos destacar las siguientes:
a) Red europea sobre la nutrición y la actividad física.
En el año 2003, los servicios de la Comisión establecieron una Red sobre la
nutrición y la actividad física, integrada por expertos nombrados por los Estados
miembros, la OMS y las ONG activas en el ámbito de la salud y la protección de los
consumidores, con el fin de aconsejar a la Comisión sobre el desarrollo de acciones
90
comunitarias destinadas a mejorar la nutrición, reducir y prevenir las enfermedades
vinculadas a los regímenes alimentarios, promover la actividad física y luchar contra
el exceso de peso y la obesidad (Comisión de las Comunidades Europeas, 2005).
b) Plataforma europea de acción sobre la dieta y la actividad física.
En marzo del año 2005, la Dirección General de Sanidad y Protección de los
Consumidores (DG SANCO) de la Comisión Europea lanzó oficialmente la Plataforma
Europea de Acción Sobre la Dieta y la Actividad Física. Esta plataforma forma parte
de una estrategia global relacionada con la nutrición y la actividad física que
desarrolla la Comisión Europea. Los altos índices de sedentarismo y obesidad habían
aumentado en la UE y los expertos en salud habían expresado su preocupación
acerca de las consecuencias de esta tendencia. Dicha plataforma nació con el
compromiso de tomar las medidas y dedicar recursos a luchar contra el sedentarismo
y la obesidad a través de dietas sanas y actividad física por toda la Unión Europea
(EUFIC, 2014).
La Plataforma, reune a todos los protagonistas pertinentes a nivel europeo que
deseen asumir compromisos vinculantes y verificables parar contener e invertir la
tendencia actual al sedentarismo y la obesidad. El objetivo consiste en focalizar la
acción voluntaria de las empresas, la sociedad civil y el sector público en la Unión
Europea. Entre los miembros de la Plataforma están los principales representantes
europeos de la industria alimentaria, el comercio minorista, la restauración, la
industria publicitaria, las organizaciones de consumidores y las ONG del sector de la
salud (EUFIC, 2014).
c) Libro Verde (2005).
Con este documento la comisión europea trata de fomentar una alimentación
sana y la actividad física, mediante la prevención de la obesidad y reproduciendo las
mejores prácticas en toda Europa.
El Libro Verde invita a las partes interesadas a presentar contribuciones sobre
una amplia gama de temas relacionados con la nutrición y la actividad física. Se trata
de recoger información con el fin de imprimir a la lucha contra la obesidad una
dimensión europea que complete, respalde y coordine las medidas nacionales
existentes. El objetivo es ofrecer un marco de actuación común en la lucha contra la
obesidad, reunir a todos los protagonistas pertinentes a nivel europeo que deseen
91
asumir compromisos vinculantes en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad
(Comisión de las Comunidades Europeas, 2005).
d) Libro Blanco del Deporte (2007).
Con este documento elaborado en el año 2007, se constituye la principal
contribución de la Comisión al tema del deporte y a su papel en la vida cotidiana de
los ciudadanos europeos, mostrando el impacto que puede tener el deporte en el
conjunto de las políticas europeas, identificando las necesidades y los rasgos
específicos propios del mundo del deporte y abriendo perspectivas futuras para el
deporte a escala europea (Europa, 2007).
A través de la presente iniciativa, la Comisión aborda por primera vez las
cuestiones relacionadas con el deporte de manera global. Su objetivo fundamental es
ofrecer una orientación estratégica acerca del papel del deporte en Europa, impulsar
el debate en torno a problemas específicos, mejorar la visibilidad del deporte en la
elaboración de políticas europeas, sensibilizar a la opinión pública sobre las
necesidades y particularidades del sector, ilustrar importantes cuestiones, como la
aplicación de la legislación de la UE al deporte y emprender nuevas acciones
relacionadas con el deporte a nivel europeo (Europa, 2007).
92
93
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
2
Programas de ejercicio
físico orientados a la
salud en adultos en
España
94
95
II.4.2. PROGRAMAS DE EJERCICIO FÍSICO ORIENTADOS A LA SALUD EN
ADULTOS EN ESPAÑA.
El instituto nacional de estadística del Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad (2014), a través de la encuesta nacional de salud 2011-2012,
muestra que en España cuatro de cada diez personas se declaran sedentarios en su
tiempo libre. El 44,4% de la población de 15 y más años afirma que no hace ejercicio
y que ocupa su tiempo de ocio de forma casi completamente sedentaria. Además, el
sedentarismo está más extendido entre las mujeres (49,8%) que entre los hombres
(38,8%). La diferencia por sexo desaparece en los grupos de edad intermedia (entre
los 45 y los 64 años apenas existe), para reaparecer entre los de mayor edad.
A su vez, destaca que la inactividad física aumenta con la edad, con patrones
diferentes para hombres y para mujeres. El 21,4% de los hombres entre 15 y 24 años
se declara sedentario y este estilo de vida poco saludable se va extendiendo con la
edad, llegando al 46,3% en la población masculina de 45 a 54 años. Entre los 65 y los
74 años los hombres retoman algo la actividad (36% de sedentarismo), para
abandonarla de nuevo progresivamente a partir de los 75. En mujeres, el nivel de
sedentarismo se mantiene elevado y relativamente estable (entre 43% y 50% de las
mujeres se declara sedentaria en los distintos grupos de edad) hasta los 75 años,
edad en la que se observa un marcado incremento, hasta alcanzar el 82,6% entre las
mayores (85 y más años).
Ante estos datos alarmantes de altas tasas de sedentarismo en la población
española (predominantemente en población adulta), Vázquez & López (2002) citado
por Arribas, Saavedra, Pérez & Villalba (2007), consideran que se produce un
deterioro de la salud, desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles y
aumento en el gasto en términos globales del sistema sanitario, que en España oscila
en unos 2.500 millones de euros anuales (7% del gasto sanitario total durante el año
2002).
El Gobierno de España, apoyándose en las directrices que se marcan desde
la Comisión Europea a través del Consejo Europeo de la Salud por medio del Libro
Blanco del Deporte y la Organización Mundial de la Salud por medio de la Estrategia
Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, ha puesto en marcha
dos iniciativas clave para tratar de erradicar esta nueva epidemia del Siglo XXI “el
sedentarismo”. Por un lado, la estrategia NAOS en el año 2005 dependiente del
Ministerio de Sanidad y Consumo y, por otro, el Plan Integral para la Actividad Física
96
y el Deporte (Plan A+D) dependiente del Consejo Superior de Deportes en el año
2008.
a) PROGRAMA NAOS
En respuesta a los graves problemas de salud derivados de los malos hábitos
de vida y el sedentarismo entre la población española, el Ministerio de Sanidad y
Consumo (2005), elaboró en colaboración con la Agencia Española de Seguridad
Alimentaria y Nutrición (AESAN) una estrategia de prevención de la obesidad y el
sedentarismo denominada NAOS “Nutrición, Actividad Física, prevención de la
Obesidad y Salud”.
La estrategia NAOS tiene como objetivo impulsar todas aquellas iniciativas que
se desarrollen en territorio español y que contribuyan a un cambio en la sociedad en
relación a la promoción de los estilos de vida saludables, en relación a una
alimentación saludable y prevención del sedentarismo a partir de diferentes ámbitos
de actuación (NAOS, 2005).
Entre las estrategias que desarrolla NAOS encontramos campañas de
información, iniciativas de promoción de la salud, acuerdos con entidades tanto
públicas como privadas, etc. La evaluación y seguimiento de todas ellas es lo que
dará una calidad y, por consiguiente, un alto grado de eficacia en cuanto a la
prevención de las conductas no saludables contra las que se pretende luchar.
Entre los objetivos que pretende conseguir la estrategia NAOS señalamos
como principales:
Sensibilizar a la población del problema que la obesidad y el
sedentarismo representa para la salud.
Impulsar aquellas iniciativas, tanto públicas como privadas, que
contribuyan a lograr que los ciudadanos adopten hábitos saludables a lo
largo de toda la vida.
97
b) PLAN A+D.
Otra estrategia creada con el fin de garantizar al conjunto de la población
española el acceso universal a la práctica deportiva de calidad, ayudando así a
combatir el elevado nivel de sedentarismo y obesidad y a promover hábitos de vida
activos y saludables es el Plan Integral para la Actividad Física y el Deporte (Plan
A+D) instrumento creado por el Consejo Superior de Deportes (2010).
El plan A+D nace con el fin de impulsar el acceso universal a una práctica
deportiva de calidad para el conjunto de la población. El Consejo Superior de
Deportes, en colaboración con las Comunidades Autónomas, las Entidades locales,
Universidades y Organismos Ministeriales, junto con la participación del sector
privado, pone en marcha una serie de líneas de actuación como son objetivos, ejes
estratégicos, programas y medidas.
Este Plan, se articula teniendo en cuenta los diferentes colectivos de la
población española y su acceso a la práctica de la actividad física y del deporte:
población escolar y universitaria, personas mayores, personas con discapacidad, los
grupos de población en riesgo de exclusión social y personas en ámbito laboral.
Es decir, un Plan que intenta abarcar toda la ciudadanía, a través de acciones
que implican y afectan en general a todas las personas, o a través de programas
específicos para determinados grupos. Todo ello, teniendo en cuenta los siguientes
cuatro principios fundamentales:
La actividad física y la práctica deportiva y su relación con la salud de la
población.
La práctica deportiva y su relación con la educación.
Igualdad efectiva entre mujeres y hombres.
El deporte como elemento de inclusión social y territorial.
98
Aproximación a programas de ejercicio físico en Comunidades Autónomas
orientados a la salud en adultos en España.
a) PAFES (CATALUÑA).
El PAFES es un programa impulsado por el Departamento de Salud y la
Secretaria General de Deporte del gobierno Catalán, con el objetivo de reducir los
hábitos sedentarios, fomentar la práctica deportiva de la población catalana y reducir
el gasto público sanitario. Este programa tiene como intención la implantación
progresiva de la prescripción de la actividad física en los centros de Atención Primaria
en Catalunya. Así, se centra en la figura de los especialistas en medicina del deporte
que actúan como consultores, promoviendo la prescripción de ejercicio físico dentro
de los equipos de atención primaria (Generalitat de Catalunya, 2007).
El PAFES actúa en cuatro escalas de recomendación:
Prevención primordial: impulso al ejercicio y mejora de la dieta mediante
consejos sencillos y persistentes.
Prevención primaria: recomendación general de actividad física que ya se
contemple dentro del propio municipio (caminatas, salidas ciclistas, natación,
gimnasia de mantenimiento en centros específicos, taichi).
Prevención secundaria: recomendación con asesoramiento de actividad física
con hoja de seguimiento y de control para que le pueda hacer el seguimiento
su médico de primaria, médico del deporte o servicio de enfermería.
Prevención terciaria: derivación al especialista en medicina del deporte el cual
realizará un informe médico de prescripción de actividad física y derivará a un
licenciado/a en ciencias de la actividad física y del deporte, para su inclusión
en programas específicos y adaptados en instalaciones municipales del
entorno.
b) PROGRAMA EXTREMADURA EN FORMA.
Este programa tiene como objetivo mejorar la calidad de vida y autonomía
personal de nuestros mayores con alteraciones metabólicas o episodios de
ansiedad/depresión de forma continuada de manera eficiente. Para ello, se ofrece en
los municipios de Extremadura un programa físico coordinando desde la atención
primaria, la atención al bienestar social y el plan de dinamización deportiva (Gobierno
de Extremadura, 2006).
99
Este programa, canaliza a los usuarios derivados a través de los equipos de
atención primaria del sistema sanitario público, al dinamizador salud-deportivo
designado para cada área de actuación socio sanitarias de Extremadura, que se
encargará de atenderles y asesorarles, así como emitir un informe de valoración. Y, si
este dinamizador salud-deportivo considera pertinente, los incorporará a un grupo de
ejercicio físico con la finalidad de practicar ejercicios adecuados para su bienestar y
recibir información sobre salud y nutrición (Gobierno de Extremadura, 2006).
c) PROGRAMA ACTIVA (REGIÓN DE MURCIA).
El Programa ACTIVA en la Región de Murcia promueve la implicación del
ciudadano con su salud, fomentando conductas y estilos de vida saludables a
través del ejercicio físico. Este Programa, potencia la actuación desde Atención
Primaria, implicando a todos los sectores de la población y a todos los niveles de la
administración pública. Busca potenciar la actividad física entre la población a partir
de la coordinación entre los profesionales sanitarios de Atención Primaria, los
Consistorios de la Comunidad y la propia Consejería de Sanidad y Política Social.
De esta manera, se basa en la prescripción de ejercicio físico desde las consultas
de medicina y enfermería de Atención Primaria, a pacientes con patologías de alta
prevalencia que puedan verse beneficiados por el ejercicio. El programa de
ejercicio físico terapéutico que se plantea consiste en una sucesión de circuitos
organizados de manera progresiva durante 30 sesiones (3 meses
aproximadamente), donde se pretende además de los objetivos descritos
anteriormente, conseguir una adaptación y posterior aumento de la condición física
de los sujetos que participan (Consejería Sanidad y Política Social de la Región de
Murcia, 2013).
100
Aproximación a algunos de los programas de ejercicio físico en municipios
orientados a la salud en adultos en España.
a) RECETA DEPORTIVA EN GETXO (VIZCAYA).
Los centros de salud de los municipios de la mancomunidad de Osakidetza,
recetan actividad física a los usuarios que lo precisen. Con esta receta, se visita a un
médico especialista en deporte que le asesorará en la adecuación de la actividad
física a realizar en función de su patología y edad. Con esta recomendación, se le
derivará a las más de 300 actividades disponibles en el municipio (Irekia, 2014).
Aquellos pacientes a los que les detecten, al menos, dos factores de riesgo
asociados a enfermedades cardiovasculares, como hipertensión, colesterol, exceso
de glucosa en sangre u obesidad, serán derivados por el médico de atención primaria
a los especialistas en actividad física y salud subvencionados por el Gobierno Vasco.
Estos serán los responsables de diseñar un plan de trabajo de actividad
individualizada para cada paciente.
b) PROGRAMA "EJERCICIOS FÍSICOS CONTROLADOS", LEGANÉS
(MADRID).
Este programa que nació en el año 2011, está dirigido a población general del
municipio de Leganés con obesidad o sobrepeso derivados por su médico
especialista o de Atención Primaria (Ayuntamiento de Leganés, 2014). Entre sus
principales objetivos encontramos:
Conseguir modificaciones en la composición corporal.
Disminuir los factores de riesgo propios de la obesidad.
Conseguir cambios en la conducta, orientados a combatir el
sedentarismo y a mejorar los hábitos de alimentación.
Generar evidencia científica que aporte conocimientos válidos para la
implantación de métodos de control de prevención en la obesidad.
Los usuarios, antes de ser admitidos en los grupos de ejercicio controlado,
pasaron por una consulta de enfermería de la Delegación de Deportes en la que se
aplicó el “Protocolo del cuestionario de salud para los usuarios del programa Mayores
en Forma de Leganés” (Servicios Municipales Ayuntamiento de Leganés, 2014).
101
c) PROYECTO ERMUA MUGI, ERMUA (VIZCAYA).
Este proyecto nace para hacer frente al sedentarismo en el municipio de Ermua
e incorporar la actividad física entre los hábitos saludables en el marco de la
estrategia comunitaria Ermua Mugi (Ermua, 2014). Así, busca mejorar el bienestar de
la población mediante la sana práctica de caminar en la ciudad y, para ello, propone
entornos urbanos para hacerlo en condiciones de seguridad y calidad, incorporando la
tecnología para obtener datos de dichas actividad lo que permite el seguimiento
especializado, facilita el autocuidado, la prescripción y la investigación en torno a la
actividad física. Esta iniciativa pionera a nivel mundial se enmarca en la intersección
entre la actividad física, el ámbito socio-sanitario y la “Smart City” (Ermua, 2014).
d) VALLECAS ACTIVA, VALLECAS (MADRID).
Este programa incluye la atención primaria de salud y la atención social en la
promoción de los estilos de vida saludables. El objetivo es motivar a los usuarios que
se les haya diagnosticado patologías asociadas al sedentarismo a inscribirse en una
actividad de cualquiera de los centros deportivos municipales (Ayuntamiento de
Madrid, 2013).
Para ello, se han creado programas específicos como: paseos saludables,
sesiones teóricas y prácticas sobre hábitos saludables, actividades para familias con
niños con problemas de obesidad y sesiones teóricas y actividades para mamás y
bebés.
El objetivo principal del proyecto es obtener el máximo beneficio del deporte
para la salud, para la educación y para la cohesión social vinculando directamente los
servicios públicos deportivos con otros servicios como el sanitario, social y educativo
(Ayuntamiento de Madrid, 2013).
e) PROGRAMA “4/40”, MURCIA (REGION DE MURCIA).
EL programa 4 x 40 que se desarrolla en el municipio de Murcia, pretende
fomentar la práctica de una actividad física moderada, de forma regular, en la
población general del municipio (Servicios Municipales de Salud, 2011). El Programa
4/40 propone la constitución de grupos de personas adultas desde los servicios de
sanidad del municipio que son convocadas a caminar, a paso ligero, cuatro días a la
semana durante cuarenta minutos cada día, por rutas diseñadas en el entorno
cercano a su domicilio. Esta actividad esta monitorizada al comienzo por un
102
profesional y, posteriormente, previa formación en aspectos básicos de la actividad
física se delega en un usuario experto que continuará con la monitorización del grupo.
El objetivo de este programa sería:
Facilitar la práctica regular de la actividad física en grupo, favoreciendo
el encuentro vecinal.
Fomentar la adquisición de hábitos que favorezcan estilos de vida
saludables, en concreto el de caminar de forma regular.
Desarrollar capacidades para el autocuidado.
Promover el compromiso grupal y el fortalecimiento de las redes
comunitarias
f) PROGRAMA “LATIDOS POR TU SALUD”, CORELLA (NAVARRA).
Este programa es un modelo de promoción deportiva saludable desde los
centros de atención primaria de Corella coordinado junto con el ayuntamiento del
municipio (Ayuntamiento de Corella, 2009).
Entre sus objetivos encontramos los siguientes:
1. Promocionar la práctica deportiva desde el Centro de Atención
Primaria como vía de prevención y tratamiento de patologías crónicas.
2. Incorporar el Consejo no supervisado de deporte (sin seguimiento
médico) y el Consejo Asesorado de Deporte (con seguimiento médico) desde el
Centro de Atención.
3. Iniciar y promover un modelo innovador y de coste económico
reducido para la promoción deportiva desde los Centros de Atención Primaria que
pueda ser extendido a otros municipios, tanto para entidades públicas como
privadas.
103
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
III
HIPÓTESIS
104
105
III. HIPÓTESIS.
1. La realización de un programa de 3 meses de ejercicio físico en adultos que
presenten más de un factor de riesgo cardiovascular mejorará en los diferentes
componentes de la condición física (fuerza, flexibilidad y V02 Max) en
comparación con adultos que presenten más de un factor de riesgo
cardiovascular y no realicen ningún tipo de ejercicio físico.
2. El desarrollo de un programa de 3 meses de ejercicio físico en adultos que
presenten más de un factor de riesgo cardiovascular, favorecerá una mejora en
los diferentes componentes de la condición física (fuerza, flexibilidad y V02
Max) 6 meses después de finalizar el programa de ejercicio debido a un
cambio en el estilo de vida.
3. El desarrollo de un programa de 3 meses de ejercicio físico en adultos que
presenten más de un factor de riesgo cardiovascular, favorecerá una mejora en
los diferentes componentes de la condición física (fuerza, flexibilidad y V02
Max) 12 meses después de finalizar el programa de ejercicio debido a un
cambio en el estilo de vida.
4. La realización de un programa de 3 meses de ejercicio físico mejorará las
cifras de tensión arterial sistólica (TAS) y diastólica (TAD) en sujetos adultos
hipertensos en relación a adultos hipertensos que no realicen ningún tipo de
ejercicio físico.
5. La ejecución de un programa de 3 meses de ejercicio físico mejorará el índice
de masa corporal (IMC) en sujetos adultos obesos en relación a adultos
obesos que no realicen ningún tipo de ejercicio físico.
6. La realización de un programa de 3 meses de ejercicio físico mejorará el índice
de masa corporal (IMC) en adultos que presenten más de un factor de riesgo
cardiovascular en relación a adultos que presenten más de un factor de riesgo
cardiovascular que no realicen ningún tipo de ejercicio físico.
7. La realización de un programa de 3 meses de ejercicio físico mejorará los
niveles de colesterol total (COL), HDL y LDL en sujetos adultos dislipemicos en
comparación a adultos dislipémicos que no realicen ningún tipo de ejercicio
físico.
106
8. La ejecución de un programa de 3 meses de ejercicio físico mejorará los
niveles de glucemia (GLU) y hemoglobina glicada (HbA1c) en sujetos adultos
diabéticos en relación a adultos diabéticos que no realicen ningún tipo de
ejercicio físico.
107
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
IV
MATERIAL Y
MÉTODO
108
109
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
4
Material
IV.1.1. Test de condición física.
IV.1.2. Entrenamiento de los
exploradores.
110
111
IV. MATERIAL Y MÉTODO.
Es importante señalar que el Programa ACTIVA en la Región de Murcia
promueve la implicación del ciudadano con su salud, fomentando conductas y estilos
de vida saludables a través del ejercicio físico. Este Programa, potencia la actuación
desde los centros de Atención Primaria, implicando a todos los sectores de la
población y a todos los niveles de la administración pública. El programa, tiene como
objetivo promover la actividad física entre la población a partir de la coordinación
entre los profesionales sanitarios de Atención Primaria, los ayuntamientos de la
Comunidad y la propia Consejería de Sanidad y Política Social (ver Anexo I). De esta
manera, se basa en la prescripción de ejercicio físico desde las consultas de medicina
y enfermería de Atención Primaria, a pacientes con patologías de alta prevalencia que
puedan verse beneficiados por el ejercicio físico.
En este trabajo de investigación en función de los objetivos propuestos y el
diseño establecido, buscamos evaluar la condición física en los sujetos antes y
después de realizar el programa de 3 meses de ejercicio físico, así como valorar los
indicadores de salud correspondientes a la propia evolución biológica del proceso por
el cual inició el sujeto el programa de ejercicio físico.
En nuestro caso, el programa de ejercicio físico terapéutico planteado consistió
en una sucesión de circuitos organizados de manera progresiva, donde se pretendió
conseguir una adaptación y posterior aumento en la condición física de los sujetos
que participaron.
Para ello, se organizaron 2 tipos de circuitos, uno donde se trabajó
acondicionamiento muscular y otro donde se trabajó la resistencia cardiorrespiratoria,
tal y como se pueden (ver Anexo II).
De acuerdo con el planteamiento de nuestro trabajo de investigación, para
valorar el nivel de condición física de todos aquellos sujetos que presentaban más de
un factor de riesgo cardiovascular se realizó una búsqueda bibliográfica sobre los
diferentes test condicionales existentes. Se seleccionaron todos aquellos que podían
adaptarse con mayor facilidad al entorno y a las capacidades que mostraba la
muestra seleccionada.
Definitivamente, fueron seleccionadas las siguientes pruebas:
Lanzamiento de balón medicinal (fuerza).
Test dedos-planta (flexibilidad).
Test de la milla o de Rockport (consumo de oxígeno).
112
En cuanto a los indicadores clínicos, los profesionales sanitarios recogieron en
el historial médico aquellos indicadores de salud correspondientes a la evolución
biológica del proceso por el cual los sujetos estudiados iniciaron el programa de
ejercicio físico: la presión arterial, variables antropométricas (peso, altura, índice de
masa corporal) y parámetros analíticos: glucemia, hemoglobina glicosilada, colesterol
total, HDL - Colesterol, LDL - Colesterol, triglicéridos, etc.
IV.1.1. Test de condición física.
De acuerdo con el planteamiento de nuestro trabajo de investigación, para
valorar el nivel de condición física de todos aquellos sujetos que presentaban más de
un factor de riesgo cardiovascular se llevó a cabo una batería de test que permitieron
controlar aspectos tales como la fuerza, condición cardiorespiratoria y flexibilidad.
Protocolo de las pruebas
A. Flexibilidad (distancia dedos-planta).
- Objetivo. Valorar la extensibilidad de la musculatura isquiosural y dorso-lumbar.
Figura 1. Test de flexibilidad (distancia dedos-planta)
- Material. Para el desarrollo de la prueba se utilizó un cajón de medición, al cual se
acopló una regla móvil de 50 centímetros adosada a la placa superior. A partir del 0 la
escala se gradúa en centímetros, con signo positivo hacia el lado que se aleja del
ejecutante y con signo negativo hacia el lado que se acerca a él.
113
- Desarrollo de la prueba. El sujeto se colocaba sentado apoyando la cabeza, la
espalda y la cadera en la pared, con la cadera flexionada en ángulo recto con
respecto a las extremidades, que se encuentran extendidas y juntas. Se colocó el
cajón de medición en contacto con los pies (90º de angulación del tobillo). A
continuación, se extienden las extremidades superiores hacia delante, colocando una
mano sobre la otra, en pronación, a la altura de la regla, sin perder el contacto de la
espalda con la pared. El examinador sitúa el punto cero de la regla, en relación a la
punta de los dedos de la mano que están más próximos al cajón. El sujeto flexionaba
el tronco hacia delante con un movimiento suave y progresivo, a la vez que desliza
su mano sobre la regla, para llegar con la punta de los dedos lo más lejos que pueda.
El sujeto, expulsa, poco a poco, el aire mientras realiza la flexión de tronco. La
prueba se valoró en centímetros.
- Normas a considerar.
- No se puede flexionar las rodillas en ningún momento.
- El sujeto tendrá dos oportunidades para realizar la prueba.
- No se pueden realizar movimientos bruscos.
B. Lanzamiento de balón medicinal.
- Objetivo. Medir la fuerza explosiva de los músculos del miembro superior, tronco y
miembro inferior.
Figura 2. Test de lanzamiento de balón medicinal.
114
- Material. Para el desarrollo de la prueba se utilizó un balón medicinal de 2 kilos para
las mujeres y otro de 3 kilos para los hombres. Además, una cinta métrica de 12
metros de longitud y cinta adhesiva para fijarla al suelo.
- Desarrollo de la prueba. La posición inicial para empezar la prueba de lanzamiento
fue de pie detrás de la línea de lanzamiento, pies horizontalmente iguales (es decir,
los dos igual; no uno más avanzado que el otro) y pueden estar separados. Lo
recomendable fue los pies a la anchura de los hombros para realizar un lanzamiento
más cómodo y eficaz. El balón medicinal estará cogido por ambas manos y se llevará
detrás de la cabeza a la hora de lanzar, como si fuéramos a sacar un balón de banda
(en el fútbol).
Una vez se autorizó el lanzamiento, se lanzará el balón con la mayor fuerza
explosiva posible. Extendiendo el tronco, y flexionando brazos y piernas para un
mayor impulso de lanzamiento. También se podrá levantar los talones, pero sin
despegarlos totalmente del suelo.
Una vez realizado el lanzamiento, el examinador medirá en centímetros, desde
la línea de lanzamiento hasta el lugar de caída del balón medicinal. Cada sujeto
tendrá dos lanzamientos, registrando ambos pero valorando el resultado del mejor
lanzamiento.
- Normas a considerar:
- No se puede lanzar el balón si no está detrás de la cabeza en la
posición inicial.
- El sujeto tendrá dos oportunidades para realizar la prueba.
- No se puede terminar el lanzamiento moviendo los pies de
apoyo hacia delante.
C. Test de la milla (Rockport).
- Objetivo. Medir el VO2 Max en personas con baja condición física, en las que no es
factible realizar otros test más exigentes o presentan alguna lesión que les impide
correr.
115
Figura 3. Test de la milla o Rockport.
- Material. Para el desarrollo de la prueba se utilizó la pista polideportiva para
completar la distancia de una milla 1.609 metros, teniendo la pista 40 metros de largo
y 20 de ancho. Pulsómetros para cada uno de los sujetos que la realizaron y
cronometro y hoja de registro por parte del examinador.
- Desarrollo de la prueba. Para el desarrollo del test los sujetos deberán de recorrer
una distancia de 1.609 m. (1 milla) andando a una intensidad elevada pero que no
suponga una intensidad máxima (13 vueltas completas a la pista polideportiva (120
metros cada vuelta) + un largo de 40 metros + 9 metros). Una vez se complete la
distancia a la intensidad marcada, el examinador anotará el tiempo empleado por
cada uno de los sujetos y estos dirán con qué pulsaciones han terminado la prueba.
Posteriormente, el examinador anotará el tiempo empleado y las pulsaciones.
Estos datos y otros personales (edad, sexo y peso) deberán introducirse en
una fórmula para obtener la estimación del VO2 Max.
VO2 Max.= 132.853 - (0.0769 × Weight) - (0.3877 × Age) + (6.315 × Gender) -
(3.2649 × Time) - (0.1565 × Heart rate)
- Normas a considerar:
- No se puede recortar en las esquinas de la pista al girar (para no
recortar distancia total).
- No se puede correr en el transcurso de la prueba.
116
IV.1.2. Entrenamiento de los exploradores.
Para la realización del estudio fueron entrenados dos exploradores
especialistas en Educación Física y familiarizados con la realización de test de
evaluación. El proceso de entrenamiento de los exploradores para la realización de
las correspondientes pruebas de fiabilidad pasó por los siguientes apartados:
Puesta en común sobre las condiciones de aplicación de cada
una de las pruebas.
Aplicación de las pruebas por parte del investigador principal y
discusión sobre los aspectos más conflictivos de cada una de las
pruebas con el investigador colaborador.
Se seleccionaron de manera aleatoria a un grupo de participantes
en el Programa Activa y se hizo un simulacro de toma de datos de
las diferentes pruebas de condición física para familiarizarse con
las mismas a modo de entrenamiento.
Segunda puesta en común sobre el resultado de aplicación de las
pruebas y determinación definitiva sobre los puntos más
conflictivos.
Determinación estadística de las repeticiones mínimas a realizar
para lograr una constancia en las pruebas que presentaban una
mayor variación en los resultados.
Aplicación de un diseño a doble ciego para la determinación de la
fiabilidad intra e interexploradores.
Para la realización de las pruebas de fiabilidad interexploradores se estableció
un diseño a doble ciego donde cada explorador desconocía los resultados registrados
por parte de su compañero. En cada sesión se aplicaba una prueba que era
registrada por cada uno de los exploradores.
El grupo de sujetos se dividía en dos mitades y ambos exploradores procedían
a realizar las mediciones correspondientes en dos zonas separadas de la pista
polideportiva. Una vez finalizadas las medidas se intercambiaban los grupos. Para la
prueba de la milla, el explorador principal pasó a todos los sujetos la prueba y,
trascurridas 24 horas, la pasó el explorador colaborador.
117
Tras cada sesión, donde se realizaron mediciones interexplorador, y
transcurrido un intervalo de 24 horas, el explorador principal volvió a tomar registros
de la prueba en cuestión a los sujetos en idénticas condiciones, determinándose su
fiabilidad, o sea la fiabilidad intraexplorador.
118
119
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia.
Facultad de Educación.
4
Método
IV.2.1. Proceso de muestreo.
IV.2.2. Análisis estadístico.
120
121
IV.2.1. PROCESO DE MUESTREO.
La muestra fue obtenida mediante un muestreo de propósito (Chein, 1981) o
muestreo según criterio (Goetz y LeCompte, 1984). El criterio utilizado a la hora de
ser incluidos dentro del programa de ejercicio físico fue la presencia en la población
de uno o más factores de riesgo cardiovascular (FRCV).
Se elaboraron unos criterios de inclusión y exclusión al programa de ejercicio
llevados a cabo por profesionales sanitarios de atención primaria, con la intención de
evitar riesgos para la salud en los sujetos que participasen.
Los criterios de inclusión para la derivación a los grupos de ejercicio físico
fueron los siguientes:
Edad entre 35 y 65 años (hombres y mujeres).
Presentar dos o más factores de riesgo cardiovascular de entre los siguientes:
Hipertensión Arterial, diabetes tipo II, alteraciones de los lípidos, tabaquismo u
obesidad.
Ser sedentario.
No presentar ninguno de los criterios de exclusión que pueden contraindicar la
práctica de ejercicio físico de intensidad moderada e intensa.
Tener motivación suficiente para el inicio de ejercicio físico reglado y, una vez
informado/a, aceptar iniciar el programa (asistir a sesiones de ejercicio de 1 h.,
tres días a la semana, durante 10 semanas).
Selección de la muestra y procedimiento de recogida de información.
La muestra seleccionada estuvo formada por pacientes de los 2 centros de
atención primaria del municipio de Molina de Segura. Las derivaciones al programa
de ejercicio físico tuvieron lugar de enero de 2011 a junio de 2012, siendo un total de
727 los pacientes derivados.
Para poder incorporarse al Programa estos pacientes debían de reunir la
condición de tener uno o más factores de riesgo cardiovascular (Hipertensión,
obesidad, colesterol, etc.).
La evaluación del nivel de condición física se llevó a cabo durante los años
2011 y 2012 en periodos de 3 meses, siendo esta la duración del programa de
ejercicio físico.
122
La población diana o Universo de la muestra estuvo formada por todos los
pacientes con uno o más factores de riesgo cardiovascular de entre 35 y 65 años
adscritos a los centros de atención primaria del municipio.
La muestra total de participantes quedó constituida por un total de 727 sujetos,
siendo 297 varones y 430 mujeres, siendo la edad media de 51±8,8 años, dándose
una edad media superior en las mujeres (52,1±8,6) que en los hombres (49,5± 8,9)
(p<0,001). Los sujetos de estudio se distribuyeron en diferentes franjas de edad y
sexo tal y como se presenta en la Tabla 3.
Tabla 3. Distribución de la muestra por franja de edad y género.
Género
Total Varón Mujer
Edad 26-47
Recuento 128 127 255
% Por edad 50,2% 49,8% 100,0%
% Del total 17,6% 17,5% 35,1%
Edad 48-55
Recuento 95 141 236
% Por edad 40,3% 59,7% 100,0%
% Del total 13,1% 19,4% 32,5%
Edad 56-73
Recuento 74 162 236
% Por edad 31,4% 68,6% 100,0%
% Del total 10,2% 22,3% 32,5%
TOTAL
Recuento 297 430 727
% Por edad 40,9% 59,1% 100,0%
% Del total 40,9% 59,1% 100,0%
En la Tabla 4 se observa la presencia o ausencia de hipertensión arterial en la
muestra en base a las franjas de edad.
123
Tabla 4. Distribución de la muestra por presencia o ausencia de hipertensión arterial y
franjas de edad.
Hipertensión Arterial Total
Si No Si
Edad 26-47 Recuento 58 186 244
% Por edad 23,8% 76,2% 100,0%
% Del total 8,4% 26,8% 35,2%
Edad 48-55 Recuento 100 121 221
% Por edad 45,2% 54,8% 100,0%
% Del total 14,4% 17,4% 31,8%
Edad 56-73 Recuento 128 101 229
% Por edad 55,9% 44,1% 100,0%
% Del total 18,4% 14,6% 33,0%
TOTAL Recuento 286 408 694
% Por edad 41,2% 58,8% 100,0%
% Del total 41,2% 58,8% 100,0%
En la Tabla 5 se observa la presencia o ausencia de dislipemia en la muestra
en base a las franjas de edad.
Tabla 5. Distribución de la muestra por presencia o ausencia de Dislipemia y franjas
de edad.
Dislipemia Total
Si No Si
Edad Edad 26-47 Recuento 84 160 244
% Por edad 34,4% 65,6% 100,0%
% Del total 12,1% 23,1% 35,2%
Edad 48-55 Recuento 113 108 221
% Por edad 51,1% 48,9% 100,0%
% Del total 16,3% 15,6% 31,8%
Edad 56-73 Recuento 136 93 229
% Por edad 59,4% 40,6% 100,0%
% Del total 19,6% 13,4% 33,0%
TOTAL Recuento 333 361 694
% Por edad 48,0% 52,0% 100,0%
% Del total 48,0% 52,0% 100,0%
124
En la Tabla 6 se observa la presencia o ausencia de obesidad en la muestra
en base a las franjas de edad.
Tabla 6. Distribución de la muestra por presencia o ausencia Obesidad (calculada por
IMC = ó > 30 al inicio del programa) y franjas de edad.
Obesidad (calculada por IMC = ó > 30 al inicio del
programa) Total
SI NO SI
Edad 26-47
Recuento 103 55 158
% Por edad 65,2% 34,8% 100,0%
% Del total 23,6% 12,6% 36,2%
Edad 48-55
Recuento 76 58 134 % Por edad 56,7% 43,3% 100,0%
% Del total 17,4% 13,3% 30,7%
Edad 56-73
Recuento 88 57 145 % Por edad 60,7% 39,3% 100,0%
% Del total 20,1% 13,0% 33,2%
TOTAL
Recuento 267 170 437
% Por edad 61,1% 38,9% 100,0%
% Del total 61,1% 38,9% 100,0%
En la Tabla 7 se observa la presencia o ausencia de diabetes mellitus en la
muestra en base a las franjas de edad.
Tabla 7. Distribución de la muestra por presencia o ausencia de Diabetes Mellitus y
franjas de edad.
Diabetes Mellitus
Total Si No
Edad 26-47
Recuento 13 231 244
% Por edad 5,3% 94,7% 100,0%
% Del total 1,9% 33,3% 35,2%
Edad 48-55
Recuento 21 200 221
% Por edad 9,5% 90,5% 100,0%
% Del total 3,0% 28,8% 31,8%
Edad 56-73
Recuento 25 204 229
% Por edad 10,9% 89,1% 100,0%
% Del total 3,6% 29,4% 33,0%
TOTAL
Recuento 59 635 694
%Por edad 8,5% 91,5% 100,0%
% Del total 8,5% 91,5% 100,0%
125
IV.2.3. ANÁLISIS ESTADÍSTICOS.
La información recogida fue analizada con el paquete estadístico SPSS,
versión 15.0, utilizando pruebas ubicadas tanto en la estadística descriptiva (medias,
desviaciones típicas, tablas de frecuencia, porcentajes y tablas de contingencia
aplicando χ² de Pearson con el correspondiente análisis de residuos) como inferencial
(ANOVAS, ANCOVAS, análisis de regresión logística).
Resultados de fiabilidad y validez.
Los resultados de las pruebas de fiabilidad intra e interexplorador, así como la
validez de las mismas se presentan en las Tablas 6 y 7.
Test de condición física.
Los valores del coeficiente R intraclase apuntan altos registros de fiabilidad
intraexplorador. Así mismo, el análisis de varianza realizado determina que no existen
diferencias significativas entre los registros efectuados en cada prueba por parte del
explorador principal.
Tabla 8. Coeficientes de fiabilidad y validez intraexplorador de los test de condición
física
Coeficiente R
Intraclase
Variabilidad entre medidas intracasos
VALIDEZ
Variabilidad entre los diferentes registros
TESTS f p-valor f p-valor
Lanzamiento de balón medicinal
0.85 - n.s 4463.2 0.0001
Test de la milla 0.82 - n.s 411.9 0.0001 Test de flexibilidad (DD-P) 0.92 2.0 n.s 103.5 0.001
r = Coeficiente de correlación de Pearson (R intraclase) n.s = no significación estadística. v.c.= validez comprometida
126
Tabla 9. Coeficientes de fiabilidad y validez interexplorador de los test de condición
física
Coeficiente R
Intraclase
Variabilidad entre medidas intracasos
VALIDEZ
Variabilidad entre los diferentes registros
TESTS f p-valor f p-valor
Test de lanzamiento de balón medicinal
0.81 - n.s 4459.6 0.00001
Test de la milla 0.79 - n.s 380.79 0.00001 Test de flexibilidad (DD-P) 0.86 1.00 n.s 312.49 0.00001
r = Coeficiente de correlación de Pearson (R intraclase) n.s = no significación estadística. v.c.= validez comprometida
Diseño de investigación.
La presente investigación fue elaborada mediante un diseño de corte
transversal descriptivo correlacional cuasiexperimental, con la realización de un pre-
test y post-test, con análisis de medidas intragrupos e intergrupos para cada una de
las variables dependientes seleccionadas para el estudio. Este diseño está
encuadrado dentro de una metodología cuantitativa.
127
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
V
RESULTADOS
128
129
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
5
Datos descriptivos
correspondientes a las
pruebas condición física
en el grupo experimental
(grupo 1)
V.1.1. Prueba de lanzamiento de
balón medicinal.
V.1.2. Prueba de flexibilidad.
V.1.3. Prueba de V02 Max.
130
131
V.1.1. PRUEBA DE LANZAMIENTO DE BALÓN MEDICINAL.
Prueba de lanzamiento de balón (26-47 años).
En las Tablas 10 y 11 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal en el test inicial en la franja de edad de 26 a 47 años. Como
podemos apreciar, la media de los varones es significativamente más elevada que en
las mujeres (F=78,3; p<0.0005).
Tabla 10. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (26-47años) en el test inicial en función del sexo en
grupo experimental.
Varones
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 23
Perdidos 6
Media 6,898
Mínimo 4,1
Máximo 8,5
Percentiles 10 5,360
20 6,100
30 6,400
40 6,750
50 7,000
60 7,340
70 7,580
80 7,680
90 8,300
Mujeres
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 32
Perdidos 7
Media 4,844
Mínimo 3,3
Máximo 6,2
Percentiles 10 3,960
20 4,260
30 4,400
40 4,900
50 4,950
60 5,100
70 5,200
80 5,340
90 5,570
Tabla 11. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal (26-47 años) en el test inicial en función del sexo en grupo
experimental.
Variable dependiente: Lanzamiento balón medicinal en metros al inicio del programa
56,461a 1 56,461 78,334 ,000
1844,879 1 1844,879 2559,573 ,000
56,461 1 56,461 78,334 ,000
38,201 53 ,721
1883,323 55
94,662 54
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,596 (R cuadrado corregida = ,589)a.
132
Prueba de lanzamiento de balón (48-55 años).
En las Tablas 12 y 13 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal en el test inicial en la franja de edad de 48 a 55 años. Como
podemos apreciar, la media de los varones es significativamente más elevada que en
las mujeres (F=112,3; p<0.0005).
Tabla 12. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (48-55) en el test inicial en función del sexo en grupo
experimental.
Varones
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 27
Perdidos 10
Media 6,448
Mínimo 4,8
Máximo 8,3
Percentiles 10 4,980
20 5,260
30 5,640
40 6,140
50 6,600
60 6,980
70 7,160
80 7,380
90 7,720
Mujeres
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 39
Perdidos 5
Media 4,278
Mínimo 2,9
Máximo 6,3
Percentiles 10 3,200
20 3,900
30 4,100
40 4,200
50 4,300
60 4,400
70 4,600
80 4,700
90 4,900
Tabla 13. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal (48-55) en el test inicial en función del sexo en grupo
experimental.
Variable dependiente: Lanzamiento balón medicinal en metros al inicio del programa
75,124a 1 75,124 112,253 ,000
1835,645 1 1835,645 2742,878 ,000
75,124 1 75,124 112,253 ,000
42,831 64 ,669
1879,273 66
117,956 65
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,637 (R cuadrado corregida = ,631)a.
133
Prueba de lanzamiento de balón (56-73 años).
En las Tablas 14 y 15 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal en el test inicial en la franja de edad de 56 a 73 años. Como
podemos apreciar, la media de los varones es significativamente más elevada que en
las mujeres (F=46,2; p<0.0005).
Tabla 14. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (56-73 años) en el test inicial en función del sexo en
grupo experimental.
Varones
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 17
Perdidos 6
Media 5,406
Mínimo 3,7
Máximo 7,1
Percentiles 10 4,180
20 4,700
30 5,040
40 5,100
50 5,200
60 5,740
70 5,800
80 6,280
90 6,620
Mujeres
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 45
Perdidos 7
Media 4,028
Mínimo 2,7
Máximo 6,3
Percentiles 10 3,300
20 3,600
30 3,700
40 3,840
50 4,000
60 4,160
70 4,280
80 4,500
90 4,740
Tabla 15. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal (56-73 años) en el test inicial en función del sexo en grupo
experimental.
Variable dependiente: Lanzamiento balón medicinal en metros al inicio del programa
23,433a 1 23,433 46,285 ,000
1098,070 1 1098,070 2168,872 ,000
23,433 1 23,433 46,285 ,000
30,377 60 ,506
1257,213 62
53,811 61
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,435 (R cuadrado corregida = ,426)a.
134
Gráfica 1. Media de la prueba de lanzamiento de balón medicinal en el test inicial en
función de las diferentes franjas de edad.
En la Gráfica 1 se observa la variación de la media de la prueba de
lanzamiento de balón medicinal en el test inicial en función del sexo y de las franjas
de edad establecidas en el análisis. La prueba de los efectos intersujetos (Tabla 16)
señala una disminución significativa de los valores medios con el transcurso de la
edad.
Tabla 16. Análisis de varianza correspondientes a los valores correspondientes al
lanzamiento de balón medicinal en el test inicial en varones y mujeres en función de la
edad.
VARONES MUJERES
Práctica actividad N MEDIA Desv.
Tip. F
p-
valor N MEDIA
Desv.
Tip. F
p-
valor
Edad 26-47
23
6.89
1.05
11.195
.000
32
4.84
.66
Edad 48-53
27
6.44
1.02
39
4.27
.64
15.005
.000
Edad 56-73 17 5.40 .86 45 4.02 .64
TOTAL 67 6.33 1.14 116 4.33 .72
135
V.1.2. PRUEBA DE FLEXIBILIDAD.
Prueba de flexibilidad (26-47 años).
En las Tablas 17 y 18 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de flexibilidad en
el test inicial en la franja de edad de 26 a 47 años. No encontramos diferencias
significativas de las medias de flexibilidad en función del sexo.
Tabla 17. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de flexibilidad
(26-47 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Varones
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 26
Perdidos 3
Media -3,25
Mínimo -29
Máximo 15
Percentiles 10 -17,20
20 -14,20
30 -10,00
40 -8,40
50 -1,00
60 ,60
70 4,90
80 7,60
90 11,30
Mujeres
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 37
Perdidos 2
Media -1,51
Mínimo -15
Máximo 15
Percentiles 10 -12,00
20 -8,40
30 -7,00
40 -5,00
50 -3,00
60 ,80
70 3,20
80 6,00
90 10,60
Tabla 18. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de flexibilidad
(26-47 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Variable dependiente: Flexibilidad en cent ímetros al inicio del programa
46,044a 1 46,044 ,513 ,477
346,489 1 346,489 3,859 ,054
46,044 1 46,044 ,513 ,477
5476,868 61 89,785
5836,250 63
5522,913 62
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,008 (R cuadrado corregida = -,008)a.
136
Prueba de flexibilidad (48-55 años).
En las Tablas 19 y 20 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de flexibilidad en
el test inicial en la franja de edad de 48 a 55 años. Como podemos apreciar, la media
de los varones es significativamente más baja que en las mujeres (F=4,3; p<0.05).
Tabla 19. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de flexibilidad
(48-55 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Varones
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 31
Perdidos 6
Media -7,06
Mínimo -27
Máximo 16
Percentiles 10 -20,00
20 -14,60
30 -13,40
40 -10,00
50 -5,00
60 -4,60
70 -2,60
80 2,80
90 5,80
Mujeres
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 42
Perdidos 2
Media -2,80
Mínimo -17
Máximo 15
Percentiles 10 -13,70
20 -9,00
30 -8,00
40 -5,80
50 -3,50
60 -1,00
70 ,75
80 4,40
90 7,40
Tabla 20. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de flexibilidad
(48-55 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: Flexibilidad en cent ímetros al inicio del programa
324,723a 1 324,723 4,349 ,041
1734,723 1 1734,723 23,233 ,000
324,723 1 324,723 4,349 ,041
5301,401 71 74,668
7177,250 73
5626,123 72
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,058 (R cuadrado corregida = ,044)a.
137
Prueba de flexibilidad (56-73 años).
En las Tablas 21 y 22 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de flexibilidad en
el test inicial en la franja de edad de 56 a 73 años. No encontramos diferencias
significativas de los valores medios de flexibilidad en función del sexo.
Tabla 21. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de flexibilidad
(56-73 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Varones
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 22
Perdidos 1
Media -6,75
Mínimo -20
Máximo 13
Percentiles 10 -19,10
20 -15,40
30 -13,10
40 -12,00
50 -9,00
60 -4,30
70 ,20
80 3,40
90 6,00
Mujeres
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 47
Perdidos 5
Media -4,98
Mínimo -20
Máximo 13
Percentiles 10 -15,20
20 -10,80
30 -9,00
40 -6,80
50 -5,00
60 -3,00
70 -,70
80 1,40
90 4,00
Tabla 22. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de flexibilidad
(56-73 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: Flexibilidad en cent ímetros al inicio del programa
47,016a 1 47,016 ,750 ,390
2061,451 1 2061,451 32,867 ,000
47,016 1 47,016 ,750 ,390
4202,354 67 62,722
6369,750 69
4249,370 68
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,011 (R cuadrado corregida = -,004)a.
138
Gráfica 2. Media de la prueba de flexibilidad en el test inicial en función de las
diferentes franjas de edad.
En la Gráfica 2 se observa la variación de la media de la prueba de flexibilidad
en el test inicial en función del sexo y de las franjas de edad establecidas en el
análisis. La prueba de los efectos intersujetos (Tabla 23) no señala diferencias
significativas de los valores medios con el transcurso de la edad.
Tabla 23. Análisis de varianza correspondientes a los valores correspondientes a la
prueba de flexibilidad en el test inicial en varones y mujeres en función de la edad.
VARONES MUJERES
Práctica actividad N MEDIA Desv.
Tip.
F p-
valor
N MEDIA Desv.
Tip.
F p-
valor
Edad 26-47
26
-3,25
11.25
1.132
.328
37
-1.51
8.01
Edad 48-53
31
-7,06
9.93
42
-2.80
7.55
2.292
.105
Edad 56-73 22 -6,75 9.41 47 -4.98 7.13
TOTAL 79 -5,72 10.27 126 -3.23 7.61
139
V.1.3. PRUEBA DE V02 Máx.
Prueba de V02 Máx (26-47 años).
En las Tablas 24 y 25 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de VO2 Máx en
el test inicial en la franja de edad de 26 a 47 años. Como podemos apreciar, la media
de los varones es significativamente más elevada que en las mujeres (F=13,28;
p<0.0005).
Tabla 24. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(26-47 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Varones
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 23
Perdidos 6
Media 38,2478
Mínimo 25,80
Máximo 53,40
Percentiles 10 27,1600
20 32,7400
30 33,6200
40 36,1200
50 39,4000
60 40,2000
70 41,4400
80 43,0000
90 48,9800
Mujeres
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 27
Perdidos 12
Media 31,4630
Mínimo 14,60
Máximo 39,20
Percentiles 10 20,7200
20 26,3800
30 30,1000
40 31,6800
50 32,6000
60 33,8800
70 35,6600
80 37,1400
90 37,3800
Tabla 25. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(26-47 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Pruebas de los efectos inter-sujetos.
Variable dependiente: VO2 máximo del test de la milla al inicio
Fuente
Suma de cuadrados
tipo III gl Media
cuadrática F Significación
Modelo corregido 571,747(a) 1 571,747 13,289 ,001
Intersección 60356,159 1 60356,159 1402,829 ,000
SEXO 571,747 1 571,747 13,289 ,001
Error 2065,180 48 43,025
Total 62439,580 50
Total corregida 2636,927 49
a R cuadrado = ,217 (R cuadrado corregida = ,201)
140
Prueba de V02 Máx (48-55 años).
En las Tablas 26 y 27 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de VO2 Máx en
el test inicial en la franja de edad de 48 a 55 años. Como podemos apreciar, la media
de los varones es significativamente más elevada que en las mujeres (F=39,17;
p<0.0005).
Tabla 26. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(48-55 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Varones
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 21 Perdidos 16
Media 37,3286 Mínimo 24,80 Máximo 48,10 Percentiles 10 28,0800
20 33,1200 30 35,7600 40 37,1000 50 38,0000 60 39,9200 70 40,2000 80 41,1600 90 42,5600
Mujeres
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 30 Perdidos 14
Media 27,5067 Mínimo 15,30 Máximo 35,20 Percentiles 10 18,7300
20 22,1400 30 25,3500 40 26,1200 50 28,3500 60 30,9800 70 31,4100 80 32,4600 90 34,2800
Tabla 27. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(48-55 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Pruebas de los efectos inter-sujetos Variable dependiente: VO2 máximo del test de la milla al inicio
Fuente
Suma de cuadrados
tipo III gl Media
cuadrática F Significación
Modelo corregido 1191,686(a) 1 1191,686 39,173 ,000
Intersección 51926,924 1 51926,924 1706,952 ,000
SEXO 1191,686 1 1191,686 39,173 ,000
Error 1490,622 49 30,421
Total 53450,990 51
Total corregida 2682,307 50
a R cuadrado = ,444 (R cuadrado corregida = ,433)
141
Prueba de V02 Máx (56-73 años).
En las Tablas 28 y 29 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de VO2 Máx en
el test inicial en la franja de edad de 56 a 73 años. No encontramos diferencias
significativas de los valores medios de flexibilidad en función del sexo.
Tabla 28. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(56-73 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Varones
VO2 máximo del test de la milla, al inicio
N Válidos 13
Perdidos 10
Media 27,4538
Mínimo 16,50
Máximo 41,30
Percentiles 10 17,1400
20 19,9400
30 25,4200
40 26,7800
50 28,0000
60 29,3200
70 29,9000
80 31,9600
90 38,3000
Mujeres
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 37
Perdidos 15
Media 23,6595
Mínimo 14,80
Máximo 33,60
Percentiles 10 16,5200
20 19,3600
30 21,6600
40 22,8400
50 23,4000
60 24,8600
70 25,8600
80 27,7200
90 30,2400
Tabla 29. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(56-73 años) en el test inicial en función del sexo en grupo experimental.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: VO2 máximo del test de la mila al inicio
Fuente
Suma de cuadrados
tipo III gl Media
cuadrática F Significació
n
Modelo corregido
138,503(a) 1 138,503 5,191 ,027
Intersección 25132,924 1 25132,924 942,057 ,000
SEXO 138,503 1 138,503 5,191 ,027
Error 1280,581 48 26,679
Total 31790,350 50
Total corregida 1419,084 49
a R cuadrado = ,098 (R cuadrado corregida = ,079)
142
Gráfica 3. Media de la prueba de consumo de VO2 Máx en el test inicial en
función de las diferentes franjas de edad.
En la Gráfica 3 se observa la variación de la media de la prueba de consumo
de VO2 Máx en el test inicial en función del sexo y de las franjas de edad establecidas
en el análisis. La prueba de los efectos intersujetos (Tabla 30) señala diferencias
significativas de los valores medios disminuyendo con el transcurso de la edad.
Tabla 30. Análisis de varianza correspondientes a los valores correspondientes a la
prueba de consumo de VO2 Máx en el test inicial en varones y mujeres en función de
la edad.
VARONES MUJERES
Práctica actividad N MEDIA Desv.
Tip. F
p-
valor N MEDIA
Desv.
Tip. F
p-
valor
Edad 26-47
23
38,24
7.03
13.434
.000
27
31.46
6.12
Edad 48-53
21
37,32
5.31
30
27.50
5.64
16.292
.105
Edad 56-73 13 27,45 6.62 37 23.65 4.57
TOTAL 57 35,44 7.37 94 27.12 6.23
143
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física en
adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia.
Facultad de Educación.
5
Datos descriptivos
correspondientes a las
pruebas condición física
en el grupo control
(grupo 2)
V.2.1. Prueba de lanzamiento de balón
medicinal.
V.2.2. Prueba de flexibilidad.
V.2.3. Prueba de V02 Máx.
144
145
V.2.1. PRUEBA DE LANZAMIENTO DE BALÓN MEDICINAL.
Prueba de lanzamiento de balón (26-47 años).
En las Tablas 31 y 32 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal en el test inicial en la franja de edad de 26 a 47 años. Como
podemos apreciar, la media de los varones es significativamente más elevada que en
las mujeres (F=63,98; p<0.0005).
Tabla 31. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) en el test inicial en función del sexo en
el grupo control.
Varones
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 30
Perdidos 17
Media 7,093
Mínimo 4,3
Máximo 9,6
Percentiles 10 5,920
20 6,320
30 6,630
40 6,840
50 7,200
60 7,300
70 7,500
80 7,980
90 8,650
Mujeres
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 24
Perdidos 26
Media 4,819
Mínimo 3,6
Máximo 7,5
Percentiles 10 3,750
20 4,000
30 4,150
40 4,300
50 4,550
60 4,900
70 5,300
80 5,800
90 6,150
Tabla 32. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de lanzamiento
del balón medicinal en el test inicial en función del sexo del grupo control (26-47
años).
Variable dependiente: Lanzamiento balón medicinal en metros al inicio del programa
68,983a 1 68,983 63,984 ,000
1891,970 1 1891,970 1754,863 ,000
68,983 1 68,983 63,984 ,000
56,063 52 1,078
2122,813 54
125,046 53
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,552 (R cuadrado corregida = ,543)a.
146
Prueba de lanzamiento de balón (48-55 años).
En las tablas 33 y 34 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal en el test inicial en la franja de edad de 48 a 55 años. Como
podemos apreciar, la media de los varones es significativamente más elevada que en
las mujeres (F=37,116; p<0.0005).
Tabla 33. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (48-55 años) en el test inicial en función del sexo en
el grupo control.
Varones
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 11
Perdidos 10
Media 6,427
Mínimo 4,3
Máximo 8,5
Percentiles 10 4,580
20 5,740
30 5,920
40 6,160
50 6,300
60 6,420
70 6,700
80 7,600
90 8,400
Mujeres
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 22
Perdidos 21
Media 4,455
Mínimo 3,4
Máximo 6,2
Percentiles 10 3,630
20 3,800
30 3,990
40 4,120
50 4,300
60 4,480
70 4,810
80 5,200
90 5,580
Tabla 34. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de lanzamiento
del balón medicinal en el test inicial en función del sexo del grupo control (48-55
años).
Variable dependiente: Lanzamiento balón medicinal en metros al inicio del programa
28,539a 1 28,539 37,116 ,000
868,369 1 868,369 1129,343 ,000
28,539 1 28,539 37,116 ,000
23,836 31 ,769
914,790 33
52,375 32
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,545 (R cuadrado corregida = ,530)a.
147
Prueba de lanzamiento de balón (56-73 años).
En las tablas 35 y 36 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de lanzamiento
de balón medicinal en el test inicial en la franja de edad de 56 a 73 años. Como
podemos apreciar, la media de los varones es significativamente más elevada que en
las mujeres (F=18,28; p<0.0005).
Tabla 35. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (56-73 años) en el test inicial en función del sexo en
el grupo control.
Varones
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 8
Perdidos 6
Media 5,556
Mínimo 3,9
Máximo 7,0
Percentiles 10 3,850
20 3,970
30 4,770
40 5,340
50 5,500
60 5,980
70 6,730
80 6,840
90 7,000
Mujeres
Lanzamiento balón medicinal en metros
N Válidos 28
Perdidos 24
Media 4,066
Mínimo 2,4
Máximo 5,9
Percentiles 10 3,060
20 3,480
30 3,670
40 3,960
50 4,250
60 4,300
70 4,365
80 4,520
90 5,120
Tabla 36. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de lanzamiento
del balón medicinal en el test inicial en función del sexo del grupo control (56-73
años).
Variable dependiente: Lanzamiento balón medicinal en metros al inicio del programa
13,817a 1 13,817 18,281 ,000
576,110 1 576,110 762,244 ,000
13,817 1 13,817 18,281 ,000
25,697 34 ,756
735,595 36
39,515 35
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,350 (R cuadrado corregida = ,331)a.
148
Gráfica 4. Media de la prueba de lanzamiento de balón medicinal en el test inicial en
función de las diferentes franjas de edad.
En la Gráfica 4 se observa la variación de la media de la prueba de
lanzamiento de balón medicinal en el test inicial en función del sexo y de las franjas
de edad establecidas en el análisis. La prueba de los efectos intersujetos (Tabla 37)
señala una disminución significativa de los valores medios con el transcurso de la
edad.
Tabla 37. Análisis de varianza correspondientes a los valores correspondientes a la
prueba de lanzamiento de balón medicinal en el test inicial en varones y mujeres en
función de la edad.
VARONES MUJERES
Práctica actividad N MEDIA Desv.
Tip.
F p-
valor
N MEDIA Desv.
Tip.
F p-
valor
Edad 26-47
30
7,09
1.09
6.339
.004
24
4.81
.96
Edad 48-53
11
6,42
1.13
22
4.45
.72
5.453
.005
Edad 56-73 8 5,55 1.22 28 4.06 .75
TOTAL 49 6,69 1.23 74 4.42 .86
149
V.2.1. PRUEBA DE FLEXIBILIDAD.
Prueba de flexibilidad (26-47 años).
En las Tablas 38 y 39 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de flexibilidad en
el test inicial en la franja de edad de 26 a 47 años. No encontramos diferencias
significativas de las medias de flexibilidad en función del sexo.
Tabla 38. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
flexibilidad (24-47 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Varones
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 30
Perdidos 17
Media -4,62
Mínimo -20
Máximo 22
Percentiles 10 -13,00
20 -12,00
30 -10,00
40 -8,00
50 -6,50
60 -5,40
70 -1,75
80 3,20
90 7,90
Mujeres
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 25
Perdidos 25
Media -1,60
Mínimo -16
Máximo 11
Percentiles 10 -11,20
20 -7,80
30 -7,00
40 -3,60
50 -3,00
60 1,20
70 3,40
80 6,00
90 6,80
Tabla 39. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de flexibilidad
(24-47 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: Flexibilidad en cent ímetros al inicio del programa
124,095a 1 124,095 1,874 ,177
527,004 1 527,004 7,958 ,007
124,095 1 124,095 1,874 ,177
3509,842 53 66,223
4213,250 55
3633,936 54
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,034 (R cuadrado corregida = ,016)a.
150
Prueba de flexibilidad (48-55 años).
En las Tablas 40 y 41 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de flexibilidad en
el test inicial en la franja de edad de 48 a 55 años. No encontramos diferencias
significativas de las medias de flexibilidad en función del sexo.
Tabla 40. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
flexibilidad (48-55 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Varones
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 12
Perdidos 9
Media -6,83
Mínimo -20
Máximo 7
Percentiles 10 -20,00
20 -15,80
30 -13,00
40 -8,80
50 -6,50
60 -5,00
70 -3,40
80 3,60
90 6,70
Mujeres
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 25
Perdidos 18
Media -1,94
Mínimo -20
Máximo 16
Percentiles 10 -16,00
20 -12,00
30 -7,20
40 -4,00
50 -1,50
60 ,80
70 2,60
80 7,60
90 10,60
Tabla 41. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de flexibilidad
(48-55 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: Flexibilidad en cent ímetros al inicio del programa
194,146a 1 194,146 2,221 ,145
624,092 1 624,092 7,140 ,011
194,146 1 194,146 2,221 ,145
3059,327 35 87,409
3713,750 37
3253,473 36
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,060 (R cuadrado corregida = ,033)a.
151
Prueba de flexibilidad (56-73 años).
En las Tablas 42 y 43 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de flexibilidad en
el test inicial en la franja de edad de 56 a 73 años. Como podemos apreciar, la media
de los varones es significativamente más baja que en las mujeres (F=11,66; p<0.05).
Tabla 42. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de
flexibilidad (56-73 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Varones
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 7
Perdidos 7
Media -10,57
Mínimo -20
Máximo 3
Percentiles 10 -20,00
20 -20,00
30 -20,00
40 -19,20
50 -16,00
60 -4,80
70 -,20
80 1,80
90 3,00
Mujeres
Flexibilidad en centímetros al inicio
N Válidos 33
Perdidos 19
Media -,12
Mínimo -20
Máximo 13
Percentiles 10 -7,20
20 -5,00
30 -3,00
40 -1,40
50 ,00
60 1,00
70 2,40
80 4,80
90 9,00
Tabla 43. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de flexibilidad
(56-73 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: Flexibilidad en cent ímetros al inicio del programa
630,671a 1 630,671 11,664 ,002
660,271 1 660,271 12,211 ,001
630,671 1 630,671 11,664 ,002
2054,729 38 54,072
2837,500 40
2685,400 39
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,235 (R cuadrado corregida = ,215)a.
152
Gráfica 5. Media de la prueba de flexibilidad en el test inicial en función de las
diferentes franjas de edad.
En la Gráfica 5 se observa la variación de la media de la prueba de flexibilidad
en el test inicial en función del sexo y de las franjas de edad establecidas en el
análisis. La prueba de los efectos intersujetos (Tabla 44) no señala diferencias
significativas de los valores medios con el transcurso de la edad.
Tabla 44. Análisis de varianza correspondientes a los valores correspondientes a la
prueba de flexibilidad en el test inicial en varones y mujeres en función de la edad.
VARONES MUJERES
Práctica actividad N MEDIA Desv.
Tip. F
p-
valor N MEDIA
Desv.
Tip. F
p-
valor
Edad 26-47
30
-4,62
8.98
10.249
.296
26
-3.25
11.25
Edad 48-53
12
-6,83
8.93
31
-7.06
9.93
1.143
.328
Edad 56-73 7 -10,57 10.70 22 -6.75 9.41
TOTAL 49 -6,01 9.26 79 -5.52 10.27
153
V.2.3. PRUEBA DE VO2 Máx.
Prueba de V02 Máx (26-47 años).
En las Tablas 45 y 46 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de VO2 Máx en
el test inicial en la franja de edad de 26 a 47 años. No encontramos diferencias
significativas de las medias de VO2 Máx en función del sexo.
Tabla 45. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(24-47 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Varones
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 21
Perdidos 26
Media 36,9905
Mínimo 27,10
Máximo 48,90
Percentiles 10 29,8200
20 32,0600
30 34,0200
40 34,3800
50 36,7000
60 38,4400
70 40,4600
80 41,9200
90 43,2200
Mujeres
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 15
Perdidos 35
Media 31,7667
Mínimo 15,10
Máximo 40,80
Percentiles 10 20,2600
20 26,4400
30 28,2000
40 30,1600
50 31,3000
60 33,6800
70 36,4000
80 40,0800
90 40,6200
Tabla 46. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(24-47 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: VO2 máximo del test de la milla, al inicio
238,772a 1 238,772 6,284 ,017
41366,016 1 41366,016 1088,755 ,000
238,772 1 238,772 6,284 ,017
1291,791 34 37,994
45162,810 36
1530,563 35
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,156 (R cuadrado corregida = ,131)a.
154
Prueba de V02 Máx (48-55 años).
En las Tablas 47 y 48 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los
efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de VO2 Máx en
el test inicial en la franja de edad de 48 a 55 años. No encontramos diferencias
significativas de las medias de VO2 Máx en función del sexo.
Tabla 47. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(48-55 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Varones
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 7
Perdidos 14
Media 31,6000
Mínimo 23,70
Máximo 38,50
Percentiles 10 23,7000
20 26,2800
30 28,4800
40 29,9800
50 33,1000
60 33,1000
70 34,6000
80 36,7600
90 38,5000
Mujeres
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 12
Perdidos 31
Media 27,9250
Mínimo 17,50
Máximo 39,00
Percentiles 10 18,5800
20 23,7400
30 25,5900
40 27,4200
50 28,6000
60 29,5400
70 29,6200
80 31,0400
90 37,1700
Tabla 48. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(48-55 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: VO2 máximo del test de la milla, al inicio
59,709a 1 59,709 2,139 ,162
15664,787 1 15664,787 561,104 ,000
59,709 1 59,709 2,139 ,162
474,603 17 27,918
16822,190 19
534,312 18
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,112 (R cuadrado corregida = ,059)a.
155
Prueba de V02 Máx (56-73 años).
En las Tablas 49 y 50 se presentan los datos descriptivos y las pruebas de los efectos intersujetos en función del sexo correspondiente a la prueba de VO2 Máx en el test inicial en la franja de edad de 56 a 73 años. No encontramos diferencias significativas de las medias de VO2 Máx en función del sexo.
Tabla 49. Datos descriptivos y percentiles correspondientes a la prueba de VO2 Máx
(56-73 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Varones
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 7
Perdidos 7
Media 27,2857
Mínimo 23,10
Máximo 34,80
Percentiles 10 23,1000
20 23,4600
30 24,0600
40 24,8000
50 25,6000
60 26,7200
70 30,1200
80 33,2400
90 34,8000
Mujeres
VO2 máximo del test de la milla al inicio
N Válidos 23
Perdidos 29
Media 22,7957
Mínimo 6,10
Máximo 34,10
Percentiles 10 11,2400
20 17,1400
30 21,2200
40 21,9200
50 22,2000
60 25,5800
70 27,1800
80 29,2400
90 31,8600
Tabla 50. Prueba de efectos intersujetos correspondientes a la prueba de VO2 Máx (56-73 años) en el test inicial en función del sexo en el grupo control.
Pruebas de los efectos inter-sujetos
Variable dependiente: VO2 máximo del test de la milla, al inicio
108,196a 1 108,196 2,505 ,125
13460,369 1 13460,369 311,588 ,000
108,196 1 108,196 2,505 ,125
1209,578 28 43,199
18372,910 30
1317,774 29
Fuente
Modelo corregido
Intersección
SEXO
Error
Total
Total corregida
Suma de
cuadrados
tipo III gl
Media
cuadrática F Signif icación
R cuadrado = ,082 (R cuadrado corregida = ,049)a.
156
Gráfica 6. Media de la prueba de consumo de VO2 Máx en el test inicial en función de
las diferentes franjas de edad.
En la Gráfica 6 se observa la variación de la media de la prueba de consumo
de VO2 Máx en el test inicial en función del sexo y de las franjas de edad establecidas
en el análisis. La prueba de los efectos intersujetos (Tabla 51) señala diferencias
significativas de los valores medios con una disminución del consumo de VO2 Máx
con el transcurso de la edad.
Tabla 51. Análisis de varianza correspondientes a los valores correspondientes a la
prueba de consumo de VO2 Máx en el test inicial en varones y mujeres en función de
la edad.
VARONES MUJERES
Práctica actividad N MEDIA Desv.
Tip. F
p-
valor N MEDIA
Desv.
Tip. F
p-
valor
Edad 26-47
21
36,99
5.32
10.381
.000
15
31.76
7.19
Edad 48-53
7
31,60
4.98
12
27.92
5.43
8.284
.001
Edad 56-73 7 27,28 4.49 23 22.79 7.03
TOTAL 35 33,97 6.37 50 26.71 7.68
157
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia.
Facultad de Educación.
5
Análisis intergrupo
(experimental-control)
correspondientes a las
pruebas condición física
en el test inicial
V.3.1. Prueba de lanzamiento de
balón medicinal.
V.3.2. Prueba de flexibilidad.
V.3.3. Prueba de V02 Máx.
158
159
V.3.1. PRUEBA DE LANZAMIENTO DE BALON MEDICINAL. Prueba de lanzamiento de balón (26-47 años). En las Tablas 52 y 53 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en varones de 26 a
47 años para los grupos experimental y control. La prueba T para muestras
independientes señala que no existen diferencias significativas en los registros de
lanzamiento de balón para varones en el test inicial para ambos grupos.
Tabla 52. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal (26-47 años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
23 6,898 1,0549 ,2200
30 7,093 1,0904 ,1991
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 53. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) entre grupo experimental y control en
varones.
Prueba de muestras independientes
,001 ,981 -,656 51 ,515 -,1955
-,659 48,245 ,513 -,1955
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
En las Tablas 54 y 55 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en mujeres de 26 a
47 para los grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes
señala que no existen diferencias significativas en los registros de lanzamiento de
balón para mujeres en el test inicial para ambos grupos.
160
Tabla 54. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal (26-47 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
32 4,844 ,6652 ,1176
24 4,819 ,9687 ,1977
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 55. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) entre grupo experimental y control en
mujeres.
Prueba de muestras independientes
3,628 ,062 ,115 54 ,909 ,0250
,109 38,567 ,914 ,0250
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
Prueba de lanzamiento de balón (48-55 años).
En las Tablas 56 y 57 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en varones de 48 a
55 años para los grupos experimental y control. La prueba T para muestras
independientes señala que no existen diferencias significativas en los registros de
lanzamiento de balón para varones en el test inicial para ambos grupos.
161
Tabla 56. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal (48-55 años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
27 6,448 1,0233 ,1969
11 6,427 1,1315 ,3411
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 57. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (48-55 años) entre grupo experimental y control en
varones.
Prueba de muestras independientes
,267 ,608 ,055 36 ,956 ,0209
,053 17,048 ,958 ,0209
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
En las Tablas 58 y 59 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en mujeres de 48 a
55 años para los grupos experimental y control. La prueba T para muestras
independientes señala que no existen diferencias significativas en los registros de
lanzamiento de balón para mujeres en el test inicial para ambos grupos.
Tabla 58. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal (48-55 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
39 4,278 ,6408 ,1026
22 4,455 ,7249 ,1545
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
162
Tabla 59. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (48-55 años) entre grupo experimental y control en
mujeres.
Prueba de muestras independientes
1,191 ,280 -,984 59 ,329 -,1763
-,951 39,368 ,348 -,1763
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
Prueba de lanzamiento de balón (56-73 años).
En las Tablas 60 y 61 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en varones de 56 a
73 años para los grupos experimental y control. La prueba T para muestras
independientes señala que no existen diferencias significativas en los registros de
lanzamiento de balón para varones en el test inicial para ambos grupos.
Tabla 60. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal (56-73 años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
17 5,406 ,8678 ,2105
8 5,556 1,2240 ,4327
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
163
Tabla 61. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (56-73 años) entre grupo experimental y control en
varones.
Prueba de muestras independientes
1,271 ,271 -,354 23 ,726 -,1504
-,312 10,448 ,761 -,1504
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
En las Tablas 62 y 63 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en mujeres de 56 a
73 años para los grupos experimental y control. La prueba T para muestras
independientes señala que no existen diferencias significativas en los registros de
lanzamiento de balón para mujeres en el test inicial para ambos grupos.
Tabla 62. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal (56-73 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
45 4,028 ,6454 ,0962
28 4,066 ,7506 ,1418
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 63. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (56-73 años) entre grupo experimental y control en
mujeres.
Prueba de muestras independientes
,606 ,439 -,231 71 ,818 -,0383
-,223 50,942 ,824 -,0383
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
164
V.3.2. PRUEBA DE FLEXIBILIDAD. Prueba de flexibilidad (26-47 años). En las Tablas 64 y 65 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de flexibilidad en varones de 26 a 47 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de flexibilidad para varones en el
test inicial para ambos grupos.
Tabla 64. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de flexibilidad (26-47
años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
26 -3,25 11,253 2,207
30 -4,62 8,982 1,640
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 65. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
flexibilidad (26-47 años) entre grupo experimental y control en varones.
Prueba de muestras independientes
3,188 ,080 ,505 54 ,616 1,367
,497 47,696 ,621 1,367
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
En las Tablas 66 y 67 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de flexibilidad en mujeres de 26 a 47 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de flexibilidad para mujeres en el
test inicial para ambos grupos.
165
Tabla 66. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de flexibilidad (26-47
años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
37 -1,51 8,013 1,317
25 -1,60 6,982 1,396
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 67. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
flexibilidad (26-47 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Prueba de muestras independientes
,705 ,404 ,044 60 ,965 ,086
,045 56,101 ,964 ,086
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
Prueba de flexibilidad (48-55 años). En las Tablas 68 y 69 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de flexibilidad en varones de 48 a 55 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de flexibilidad para varones en el
test inicial para ambos grupos.
Tabla 68. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de flexibilidad (48-55
años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
31 -7,06 9,936 1,785
12 -6,83 8,932 2,579
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
166
Tabla 69. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
flexibilidad (48-55 años) entre grupo experimental y control en varones.
Prueba de muestras independientes
,281 ,599 -,070 41 ,944 -,231
-,074 22,194 ,942 -,231
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
En las Tablas 70 y 71 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de flexibilidad en mujeres de 48 a 55 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de flexibilidad para mujeres en el
test inicial para ambos grupos.
Tabla 70. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de flexibilidad (48-55
años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
42 -2,80 7,554 1,166
25 -1,94 9,534 1,907
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 71. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
flexibilidad (48-55 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Prueba de muestras independientes
1,263 ,265 -,407 65 ,685 -,858
-,384 41,864 ,703 -,858
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
167
Prueba de flexibilidad (56-73 años). En las Tablas 72 y 73 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de flexibilidad en varones de 56 a 73 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de flexibilidad para varones en el
test inicial para ambos grupos.
Tabla 72. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de flexibilidad (56-73
años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
22 -6,75 9,413 2,007
7 -10,57 10,706 4,046
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 73. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
flexibilidad (56-73 años) entre grupo experimental y control en varones.
Prueba de muestras independientes
,778 ,385 ,906 27 ,373 3,821
,846 9,157 ,419 3,821
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Prueba T para la igualdad de medias
En las tablas 74 y 75 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de flexibilidad en mujeres de 56 a 73 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
existen diferencias significativas en los registros para mujeres en el test inicial para
ambos grupos (t=-3,102; p<0.05) existiendo una diferencia de las medias de -4,85 cm.
168
Tabla 74. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de flexibilidad (56-73
años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
47 -4,98 7,135 1,041
33 -,12 6,536 1,138
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 75. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
flexibilidad (56-73 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Prueba de muestras independientes
1,186 ,280 -3,102 78 ,003 -4,858 1,566
-3,150 72,594 ,002 -4,858 1,542
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
V.3.3. PRUEBA DE VO2 Máx. Prueba de VO2 Máx (26-47 años). En las Tablas 76 y 77 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de VO2 Máx en varones de 24 a 47 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de VO2 Máx para varones en el
test inicial para ambos grupos.
Tabla 76. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de VO2 Máx (26-47
años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
23 38,2478 7,03704 1,46732
21 36,9905 5,32700 1,16245
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
169
Tabla 77. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
VO2 Máx (26-47 años) entre grupo experimental y control en varones.
Prueba de muestras independientes
1,186 ,282 ,663 42 ,511 1,25735 1,89577
,672 40,662 ,506 1,25735 1,87198
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
En las Tablas 78 y 79 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de VO2 Máx en mujeres de 26 a 47 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de VO2 Máx para mujeres en el
test inicial para ambos grupos.
Tabla 78. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de VO2 Máx (26-47
años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
27 31,4630 6,12606 1,17896
15 31,7667 7,19252 1,85710
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 79. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
VO2 Máx (26-47 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Prueba de muestras independientes
,546 ,464 -,145 40 ,886 -,30370 2,09938
-,138 25,342 ,891 -,30370 2,19972
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
170
Prueba de VO2 Máx (48-55 años). En las Tablas 80 y 81 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de VO2 Máx en varones de 48 a 55 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
existen diferencias significativas en los registros para varones en el test inicial para
ambos grupos (t=2,50; p<0.05) existiendo una diferencia de las medias de 5,7
ml/Kg/min.
Tabla 80. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de VO2 Máx (48-55
años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
21 37,3286 5,31894 1,16069
7 31,6000 4,98732 1,88503
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 81. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
VO2 Máx (48-55 años) entre grupo experimental y control en varones.
Prueba de muestras independientes
,002 ,966 2,503 26 ,019 5,72857 2,28879
2,588 10,940 ,025 5,72857 2,21371
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
En las tablas 82 y 83 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de VO2 Máx en mujeres de 48 a 55 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de VO2 Máx para mujeres en el
test inicial para ambos grupos.
171
Tabla 82. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de VO2 Máx (48-55
años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
30 27,5067 5,64709 1,03101
12 27,9250 5,43860 1,56999
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 83. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
VO2 Máx (48-55 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Prueba de muestras independientes
,896 ,350 -,219 40 ,828 -,41833 1,90953
-,223 21,049 ,826 -,41833 1,87826
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
Prueba de VO2 Máx (56-73 años). En las Tablas 84 y 85 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de VO2 Máx en varones de 56 a 73 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de VO2 Máx para varones en el
test inicial para ambos grupos.
Tabla 84. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de VO2 Máx (56-73
años) entre grupo experimental y control en varones.
Varones
13 27,4538 6,62163 1,83651
7 27,2857 4,49312 1,69824
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
172
Tabla 85. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
VO2 Máx (56-73 años) entre grupo experimental y control en varones.
Prueba de muestras independientes
,480 ,497 ,060 18 ,953 ,16813 2,81128
,067 16,771 ,947 ,16813 2,50136
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
En las Tablas 86 y 87 se presentan las diferencias de las medias
correspondientes a la prueba de VO2 Máx en mujeres de 56 a 73 años para los
grupos experimental y control. La prueba T para muestras independientes señala que
no existen diferencias significativas en los registros de VO2 Máx para mujeres en el
test inicial para ambos grupos.
Tabla 86. Diferencia de medias correspondientes a la prueba de VO2 Máx (56-73
años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Mujeres
37 23,6595 4,57781 ,75259
23 22,7957 7,03385 1,46666
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
N Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 87. Prueba T para muestras independientes correspondientes a la prueba de
VO2 Máx (56-73 años) entre grupo experimental y control en mujeres.
Prueba de muestras independientes
3,618 ,062 ,577 58 ,566 ,86381 1,49674
,524 33,683 ,604 ,86381 1,64848
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
173
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
5
Análisis intragrupo
(experimental)
correspondiente a las
pruebas condición física
entre test inicial y final
V.4.1. Prueba de lanzamiento de
balón medicinal.
V.4.2. Prueba de flexibilidad.
V.4.3. Prueba de V02 Max.
174
175
V.4.1. PRUEBA DE LANZAMIENTO DE BALÓN MEDICINAL. Prueba de lanzamiento de balón (26-47 años).
En las Tablas 88 y 89 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en
varones de 26 a 47 años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para
muestras relacionadas señala que existen diferencias significativas entre los registros
iniciales y finales de lanzamiento de balón medicinal (t=-3,12; p=0.006). Encontramos
una mejora tras la realización del programa de 0,38 metros.
Tabla 88. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) del grupo experimental en varones.
Varones
7,155 19 ,7744 ,1777
7,542 19 ,9946 ,2282
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 89. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-,3868 ,5400 ,1239 -3,122 18 ,006
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa -
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ.
de la
media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las Tablas 90 y 91 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en
mujeres de 26 a 47 años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para
muestras relacionadas señala que existen diferencias significativas entre los registros
iniciales y finales de lanzamiento de balón medicinal para mujeres (t=-5,94; p=0.000).
Encontramos una mejora tras la realización del programa de 0,50 metros.
176
Tabla 90. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) del grupo experimental en mujeres.
Mujeres
4,845 29 ,6770 ,1257
5,347 29 ,8194 ,1522
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 91. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-,5017 ,4544 ,0844 -5,946 28 ,000
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa -
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
Prueba de lanzamiento de balón (48-55 años).
En las Tablas 92 y 93 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en
varones de 48 a 55 años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para
muestras relacionadas señala que no existen diferencias significativas entre los
registros iniciales y finales de lanzamiento de balón medicinal para varones (t=-2,50;
p=0.020). Aunque encontramos una mejora tras la realización del programa de 0,30
metros.
Tabla 92. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de lanzamiento de balón medicinal (48-55 años) del grupo experimental en varones.
Varones
6,430 23 1,0503 ,2190
6,730 23 1,0403 ,2169
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
177
Tabla 93. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-,3000 ,5752 ,1199 -2,501 22 ,020
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa -
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las tablas 94 y 95 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en
mujeres de 48 a 55 años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para
muestras relacionadas señala que existen diferencias significativas entre los registros
iniciales y finales de lanzamiento de balón medicinal para mujeres (t=-4,61; p=0.000).
Encontramos una mejora tras la realización del programa de 0,45 metros.
Tabla 94. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de lanzamiento de balón medicinal (48-55 años) del grupo experimental en mujeres.
Mujeres
4,269 34 ,6780 ,1163
4,724 34 ,6163 ,1057
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 95. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (26-47 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-,4544 ,5648 ,0969 -4,691 33 ,000
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa -
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
178
Prueba de lanzamiento de balón (56-73 años).
En las Tablas 96 y 97 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en
varones de 56 a 73 años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para
muestras relacionadas señala que existen diferencias significativas entre los registros
iniciales y finales de lanzamiento de balón medicinal para varones (t=-6,96; p=0.000).
Encontramos una mejora tras la realización del programa de 0,50 metros.
Tabla 96. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de lanzamiento de balón medicinal (56-73 años) del grupo experimental en varones.
Varones
5,338 16 ,8476 ,2119
5,844 16 ,8446 ,2111
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 97. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (56-73 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-,5063 ,2909 ,0727 -6,961 15 ,000
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa -
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las Tablas 98 y 99 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón medicinal en
mujeres de 56 a 73 años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para
muestras relacionadas señala que existen diferencias significativas entre los registros
iniciales y finales de lanzamiento de balón medicinal para mujeres (t=-6,56; p=0.000).
Encontramos una mejora tras la realización del programa de 0,39 metros.
179
Tabla 98. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de lanzamiento de balón medicinal (56-73 años) del grupo experimental en mujeres.
Mujeres
4,056 42 ,6548 ,1010
4,451 42 ,7030 ,1085
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 99. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal (56-73 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-,3952 ,3902 ,0602 -6,564 41 ,000
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
inicio del programa -
Lanzamiento balón
medicinal en metros al
f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
V.4.2. PRUEBA DE FLEXIBILIDAD. Prueba de flexibilidad (26-47 años).
En las Tablas 100 y 101 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de flexibilidad en varones de 26 a 47
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
flexibilidad para varones (t=-7,08; p=0.000). Encontramos una mejora tras la
realización del programa de 5,18 centímetros.
Tabla 100. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de flexibilidad (26-47 años) del grupo experimental en varones.
Varones
-5,32 22 10,741 2,290
-,14 22 9,488 2,023
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
180
Tabla 101. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
flexibilidad (26-47 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-5,182 3,431 ,732 -7,083 21 ,000
Flexibilidad en
centímetros al inicio del
programa - Flexibilidad
en centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las Tablas 102 y 103 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de flexibilidad en mujeres de 26 a 47
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
flexibilidad para mujeres (t=-7,22; p=0.000). Encontramos una mejora tras la
realización del programa de 3,32 centímetros
Tabla 102. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de flexibilidad (26-47 años) del grupo experimental en mujeres.
Mujeres
-,82 34 7,975 1,368
2,50 34 8,624 1,479
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 103. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
flexibilidad (26-47 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-3,324 2,682 ,460 -7,225 33 ,000
Flexibilidad en
centímetros al inicio del
programa - Flexibilidad
en centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
181
Prueba de flexibilidad (48-55 años).
En las Tablas 104 y 105 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de flexibilidad en varones de 48 a 55
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
flexibilidad para varones (t=-4,30; p=0.000). Encontramos una mejora tras la
realización del programa de 3,76 centímetros.
Tabla 104. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de flexibilidad (48-55 años) del grupo experimental en varones.
Varones
-7,27 26 10,259 2,012
-3,50 26 9,008 1,767
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 105. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de flexibilidad (48-55 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-3,769 4,466 ,876 -4,304 25 ,000
Flexibilidad en
centímetros al inicio del
programa - Flexibilidad
en centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las Tablas 106 y 107 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de flexibilidad en mujeres de 48 a 55
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
flexibilidad para mujeres (t=-7,46; p=0.000). Encontramos una mejora tras la
realización del programa de 4,52 centímetros.
182
Tabla 106. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de flexibilidad (48-55 años) del grupo experimental en mujeres.
Mujeres
-2,69 37 7,797 1,282
1,84 37 7,399 1,216
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 107. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
flexibilidad (48-55 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-4,527 3,689 ,607 -7,464 36 ,000
Flexibilidad en
centímetros al inicio del
programa - Flexibilidad
en centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
Prueba de flexibilidad (56-73 años).
En las Tablas 108 y 109 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de flexibilidad en varones de 56 a 73
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
flexibilidad para varones (t=-3,76; p=0.001). Encontramos una mejora tras la
realización del programa de 3,55 centímetros.
Tabla 108. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de flexibilidad (56-73 años) del grupo experimental en varones.
Varones
-5,61 19 9,633 2,210
-2,05 19 10,298 2,363
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
183
Tabla 109. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
flexibilidad (56-73 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-3,553 4,113 ,944 -3,765 18 ,001
Flexibilidad en
centímetros al inicio del
programa - Flexibilidad
en centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las Tablas 110 y 111 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de flexibilidad en mujeres de 56 a 73
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
flexibilidad para mujeres (t=-5,28; p=0.000). Encontramos una mejora tras la
realización del programa de 3,17 centímetros.
Tabla 110. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de flexibilidad (56-73 años) del grupo experimental en mujeres.
Mujeres
-4,94 44 7,306 1,101
-1,77 44 7,272 1,096
Flexibilidad en
centímetros al
inicio del programa
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 111. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
flexibilidad (56-73 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-3,170 3,982 ,600 -5,281 43 ,000
Flexibilidad en
centímetros al inicio del
programa - Flexibilidad
en centímetros al f inal
del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
184
V.4.3. PRUEBA DE VO2 Máx. Prueba de VO2 Max. (26-47 años).
En las Tablas 112 y 113 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de VO2 Máx en varones de 26 a 47
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que no existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
VO2 Máx para varones (t=-2,47; p=0.024). Aunque encontramos una mejora tras la
realización del programa de 2,71 ml/Kg/min.
Tabla 112. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de consumo de VO2 Máx (26-47 años) del grupo experimental en varones.
Varones
38,5944 18 6,17447 1,45534
41,3056 18 5,94410 1,40104
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 113. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
consumo de VO2 Máx (26-47 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-2,71111 4,64807 1,09556 -2,475 17 ,024
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio -
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las Tablas 114 y 115 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de VO2 Máx en mujeres de 26 a 47
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que no existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
VO2 Máx para mujeres (t=-2,52; p=0.019). Aunque encontramos una mejora tras la
realización del programa de 2,28 ml/Kg/min.
185
Tabla 114. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de consumo de VO2 Máx (26-47 años) del grupo experimental en mujeres.
mujeres
31,6792 24 6,36088 1,29841
33,9625 24 6,39666 1,30571
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 115. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
consumo de VO2 Máx (26-47 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-2,28333 4,43873 ,90605 -2,520 23 ,019
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio -
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
Prueba de VO2 Máx (48-55 años).
En las Tablas 116 y 117 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de VO2 Máx en varones de 48 a 55
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que no existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
VO2 Máx para varones (t=-2,19; p=0.041). Pero si encontramos una mejora tras la
realización del programa de 2,52 ml/Kg/min.
Tabla 116. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de consumo de VO2 Máx (48-55 años) del grupo experimental en varones.
Varones
37,3684 19 5,51211 1,26457
39,8947 19 4,21643 ,96732
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
186
Tabla 117. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
consumo de VO2 Máx (48-55 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-2,52632 5,01241 1,14993 -2,197 18 ,041
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio -
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las Tablas 118 y 119 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de VO2 Máx en mujeres de 48 a 55
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
VO2 Máx para mujeres (t=-4,79; p=0.000). Encontramos una mejora tras la realización
del programa de 3,22 ml/Kg/min.
Tabla 118. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de consumo de VO2 Máx (48-55 años) del grupo experimental en mujeres.
Mujeres
27,2231 26 5,61764 1,10171
30,4462 26 5,54215 1,08690
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 119. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
consumo de VO2 Máx (48-55 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-3,22308 3,43084 ,67284 -4,790 25 ,000
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio -
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
187
Prueba de VO2 Máx (56-73 años).
En las Tablas 120 y 121 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de VO2 Máx en varones de 56 a 73
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
VO2 Máx para varones (t=-3,38; p=0.005). Encontramos una mejora tras la realización
del programa de 5,09 ml/Kg/min.
Tabla 120. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de consumo de VO2 Máx (56-73 años) del grupo experimental en varones.
Varones
27,4538 13 6,62163 1,83651
32,5462 13 4,88170 1,35394
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 121. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
consumo de VO2 Máx (56-73 años) del grupo experimental en varones.
Prueba de muestras relacionadas
-5,09231 5,42409 1,50437 -3,385 12 ,005
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio -
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
En las Tablas 122 y 123 se presentan las diferencias de las medias entre test
inicial y test final correspondientes a la prueba de VO2 Máx en mujeres de 56 a 73
años pertenecientes al grupo experimental. La prueba T para muestras relacionadas
señala que existen diferencias significativas entre los registros iniciales y finales de
VO2 Máx para mujeres (t=-5,07; p=0.000). Encontramos una mejora tras la realización
del programa de 3,14 ml/Kg/min.
188
Tabla 122. Diferencia de medias entre test inicial y final correspondientes a la prueba
de consumo de VO2 Máx (56-73 años) del grupo experimental en mujeres.
Mujeres
23,4455 33 4,76616 ,82968
26,5879 33 4,62309 ,80478
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 123. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes a la prueba de
consumo de VO2 Máx (56-73 años) del grupo experimental en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
-3,14242 3,56011 ,61974 -5,071 32 ,000
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio -
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
189
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
5
Análisis de varianza
intergrupo (experimental)
correspondiente a las
pruebas condición física
entre test final del
programa y refuerzo a los
6 meses
V.5.1. Prueba de lanzamiento de
balón medicinal.
V.5.2. Prueba de flexibilidad.
V.5.3. Prueba de V02 Máx.
190
191
V.5.1. PRUEBA DE LANZAMIENTO DE BALÓN MEDICINAL.
Prueba de lanzamiento de balón en varones.
En las Tablas 124 y 125 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 6 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal en varones. La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen
diferencias significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 6 meses en la
prueba de lanzamiento de balón medicinal (t=1,20; p=0.240) Existiendo una pérdida
de 0,18 metros. Aunque si encontramos una mejora a los 6 meses de finalizar el
programa de ejercicio físico de 0,13 metros con respecto a los valores de inicio.
Tabla 124. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal en hombres.
Varones
6,895 28 1,1146 ,2106
6,7107 28 1,07336 ,20285
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al f inal del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al inicio del ref uerzo
6 meses
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 125. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal en hombres.
Prueba de muestras relacionadas
,18393 ,81001 ,15308 1,202 27 ,240
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al f inal del programa
- Lanzamiento balón
medicinal en metros
al inicio del ref uerzo
6 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
192
Prueba de lanzamiento de balón en mujeres.
En las Tablas 126 y 127 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 6 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal en mujeres. La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen
diferencias significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 6 meses en la
prueba de lanzamiento de balón medicinal (t=1,47; p=0.146) existiendo una pérdida
de 0,12 metros. Pero si encontramos una mejora a los 6 meses de finalizar el
programa de ejercicio físico de 0,37 metros con respecto a los valores de inicio.
Tabla 126. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los
test pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal en mujeres.
Mujeres
5,104 48 ,9055 ,1307
4,9854 48 ,92368 ,13332
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al f inal del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al inicio del ref uerzo
6 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 127. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
,11875 ,55626 ,08029 1,479 47 ,146
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al f inal del programa
- Lanzamiento balón
medicinal en metros
al inicio del ref uerzo
6 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
193
V.5.2. PRUEBA DE FLEXIBILIDAD. Prueba de flexibilidad en varones.
En las Tablas 128 y 129 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 6 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de flexibilidad en varones.
La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen diferencias
significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 6 meses en la prueba de
flexibilidad (t=-,43; p=0.669) existiendo una pérdida de 0,36 centímetros. Aunque si
encontramos una mejora a los 6 meses de finalizar el programa de ejercicio físico de
3,98 centímetros con respecto a los valores de inicio.
Tabla 128. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de flexibilidad en hombres.
Varones
-2,46 28 8,871 1,677
-2,11 28 8,103 1,531
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa
Flexibilidad al inicio
del refuerzo 6 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 129. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de
flexibilidad en hombres.
Prueba de muestras relacionadas
-,357 4,373 ,827 -,432 27 ,669
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa -
Flexibilidad al inicio
del ref uerzo 6 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
194
Prueba de flexibilidad en mujeres.
En las Tablas 130 y 131 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 6 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de flexibilidad en mujeres.
La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen diferencias
significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 6 meses en la prueba de
flexibilidad (t=0,38; p=0.705) existiendo una pérdida de 0,25 centímetros. Pero si
encontramos una mejora a los 6 meses de finalizar el programa de ejercicio físico de
3,80 centímetros con respecto a los valores de inicio.
Tabla 130. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de flexibilidad en mujeres.
Mujeres
1,29 48 7,710 1,113
1,04 48 7,366 1,063
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa
Flexibilidad al inicio
del refuerzo 6 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 131. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de flexibilidad en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
,250 4,555 ,657 ,380 47 ,705
Flexibilidad en
centímetros al f inal
del programa -
Flexibilidad al inicio
del ref uerzo 6 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
195
V.5.3. PRUEBA DE VO2 Máx. Prueba de consumo de VO2 Máx en varones.
En las Tablas 132 y 133 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 6 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de consumo de VO2 Máx en
varones. La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen diferencias
significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 6 meses en la prueba de
consumo de VO2 Máx (t=0,43; p=0.667) existiendo una pérdida 0,522 ml/Kg/min.
Aunque si encontramos una mejora a los 6 meses de finalizar el programa de ejercicio
físico de 0,304 ml/Kg/min con respecto a los valores de inicio.
Tabla 132. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de consumo de VO2 Máx en
hombres.
Varones
34,1074 27 6,79598 1,30789
33,5852 27 5,12360 ,98604
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
del ref uerzo 6 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 133. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de consumo de VO2 Máx en
hombres.
Prueba de muestras relacionadas
,52222 6,23916 1,20073 ,435 26 ,667
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal -
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
del refuerzo 6 meses
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
196
Prueba de consumo de VO2 Máx en mujeres.
En las Tablas 134 y 135 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 6 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de consumo de VO2 Máx en
mujeres. La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen diferencias
significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 6 meses en la prueba de
consumo de VO2 Máx (t=0,84; p=0.402) existiendo una pérdida 0,569 ml/Kg/min.
Aunque si encontramos una mejora a los 6 meses de finalizar el programa de ejercicio
físico de 2,030 ml/Kg/min con respecto a los valores de inicio.
Tabla 134. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de consumo de VO2 Máx en
mujeres.
Mujeres
29,8978 46 5,48199 ,80828
29,3283 46 5,49980 ,81090
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
del ref uerzo 6 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 135. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 6 meses correspondientes a la prueba de consumo de VO2 Máx en
mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
,56957 4,57062 ,67390 ,845 45 ,402
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal -
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio
del refuerzo 6 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
197
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
5
Análisis de varianza
intergrupo (experimental)
correspondiente a las
pruebas condición física
entre test final del
programa y refuerzo a los
12 meses
V.6.1. Prueba de lanzamiento de
balón medicinal.
V.6.2. Prueba de flexibilidad.
V.6.3. Prueba de V02 Máx.
198
199
V.6.1. PRUEBA DE LANZAMIENTO DE BALON MEDICINAL. Prueba de lanzamiento de balón en varones.
En las Tablas 136 y 137 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 12 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal en varones. La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen
diferencias significativas entre los registros finales y los de refuerzo a los 12 meses en
la prueba de lanzamiento de balón medicinal (t=1,87; p=0.084) existiendo una pérdida
0,21 metros. Aunque si encontramos una mejora a los 12 meses de finalizar el
programa de ejercicio físico de 0,56 metros con respecto a los valores de inicio.
Tabla 136. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal en hombres.
Varones
6,850 14 1,4152 ,3782
6,6429 14 1,45587 ,38910
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al f inal del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al inicio del ref uerzo
12 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 137. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal en hombres.
Prueba de muestras relacionadas
,20714 ,41411 ,11067 1,872 13 ,084
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al f inal del programa
- Lanzamiento balón
medicinal en metros
al inicio del ref uerzo
12 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
200
Prueba de lanzamiento de balón en mujeres.
En las Tablas 138 y 139 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 12 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal en mujeres. La prueba T para muestras relacionadas señala que existen
diferencias significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 12 meses en la
prueba de lanzamiento de balón medicinal (t=8,05; p=0.000) Existiendo una pérdida
de 0,40 metros. Aunque si encontramos una mejora a los 12 meses de finalizar el
programa de ejercicio físico de 0,35 metros con respecto a los valores de inicio del
programa de ejercicio físico.
Tabla 138. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de lanzamiento de balón
medicinal en mujeres.
Mujeres
5,041 22 ,6208 ,1324
4,6409 22 ,55262 ,11782
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al f inal del programa
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al inicio del ref uerzo
12 meses
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 139. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de
lanzamiento de balón medicinal en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
,40000 ,23299 ,04967 8,052 21 ,000
Lanzamiento balón
medicinal en metros
al f inal del programa
- Lanzamiento balón
medicinal en metros
al inicio del ref uerzo
12 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
201
V.6.2. PRUEBA DE FLEXIBILIDAD. Prueba de flexibilidad en varones.
En las Tablas 140 y 141 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 12 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de flexibilidad en varones.
La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen diferencias
significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 12 meses en la prueba de
flexibilidad (t=1,76; p=0.101) existiendo una pérdida 1,07 centímetros. Aunque si
encontramos una mejora a los 12 meses de finalizar el programa de ejercicio físico de
5,43 centímetros con respecto a los valores de inicio.
Tabla 140. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de flexibilidad en hombres.
Varones
-2,50 14 7,783 2,080
-3,57 14 6,991 1,869
Flexibilidad en
centímetros al f inal del
programa
Flexibilidad al inicio
del ref uerzo 12 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 141. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de
flexibilidad en hombres.
Prueba de muestras relacionadas
1,071 2,269 ,606 1,767 13 ,101
Flexibilidad en
centímetros al f inal del
programa -
Flexibilidad al inicio
del ref uerzo 12 meses
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
202
Prueba de flexibilidad en mujeres.
En las Tablas 142 y 143 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 12 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de flexibilidad en mujeres La
prueba T para muestras relacionadas señala que existen diferencias significativas
entre los registros finales y de refuerzo a los 12 meses en la prueba de flexibilidad
(t=0,42; p=0.000) existiendo una pérdida de 1,91 centímetros. Aunque si encontramos
una mejora a los 12 meses de finalizar el programa de ejercicio físico de 3,90
centímetros con respecto a los valores de inicio.
Tabla 142. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de flexibilidad en mujeres.
Mujeres
2,50 22 7,269 1,550
,59 22 7,215 1,538
Flexibilidad en
centímetros al f inal del
programa
Flexibilidad al inicio
del ref uerzo 12 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 143. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de
flexibilidad en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
1,909 1,974 ,421 4,537 21 ,000
Flexibilidad en
centímetros al f inal del
programa -
Flexibilidad al inicio
del ref uerzo 12 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
203
V.6.3. PRUEBA DE VO2 Máx. Prueba de consumo de VO2 Máx en varones.
En las Tablas 144 y 145 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 12 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de consumo de VO2 Máx en
varones. La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen diferencias
significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 12 meses en la prueba de
consumo de VO2 Máx (t=1,68; p=0.341) existiendo una pérdida 0,522 ml/Kg/min.
Aunque si encontramos una mejora a los 12 meses de finalizar el programa de
ejercicio físico de 1,555 ml/Kg/min con respecto a los valores de inicio.
Tabla 144. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de consumo de VO2 Máx en
hombres.
Varones
35,8000 2 9,33381 6,60000
33,1000 2 7,07107 5,00000
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio del
ref uerzo 12 meses
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 145. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de
consumo de VO2 Máx en hombres.
Prueba de muestras relacionadas
2,70000 2,26274 1,60000 1,688 1 ,341
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal -
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio del
ref uerzo 12 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
204
Prueba de consumo de VO2 Máx en mujeres.
En las Tablas 146 y 147 se presentan las diferencias de las medias entre el
test que se llevó a cabo al finalizar el programa y el test realizado a los 12 meses
como refuerzo del programa correspondiente a la prueba de consumo de VO2 Máx en
mujeres. La prueba T para muestras relacionadas señala que no existen diferencias
significativas entre los registros finales y de refuerzo a los 12 meses en la prueba de
consumo de VO2 Máx (t=3,37; p=0.078) existiendo una pérdida 2,433 ml/Kg/min.
Aunque si encontramos una mejora a los 12 meses de finalizar el programa de
ejercicio físico de 2,500 ml/Kg/min con respecto a los valores de inicio.
Tabla 146. Diferencia de medias entre test final del grupo experimental y los test
pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de consumo de VO2 Máx en
mujeres.
Mujeres
28,9000 3 7,37496 4,25793
26,4667 3 7,77775 4,49048
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio del
ref uerzo 12 meses
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 147. Prueba T para muestras relacionadas correspondientes al test final del
grupo experimental y los test pasados a los 12 meses correspondiente a la prueba de
consumo de VO2 Máx en mujeres.
Prueba de muestras relacionadas
2,43333 1,25033 ,72188 3,371 2 ,078
VO2 máximo del test
de la milla, al f inal -
VO2 máximo del test
de la milla, al inicio del
ref uerzo 12 meses
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
205
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
5
Análisis intergrupo de la
variación de los datos
clínicos (grupo control-
grupo experimental)
V.7.1. Tensión arterial sistólica (TAS).
V.7.2. Tensión arterial diastólica
(TAD).
V.7.3. Índice de masa corporal (IMC).
V.7.4. Colesterol total (COL).
V.7.5. HDL.
V.7.6. LDL.
V.7.7. Glucemia.
V.7.8. HB glicada (HbA1c).
206
207
V.7.1. TENSIÓN ARTERIAL SISTÓLICA (TAS). (SOLO HIPERTENSOS)
Como se aprecia en las Tablas 148 y 149, no hallamos diferencias
significativas en los valores de TAS en sujetos hipertensos entre el grupo
experimental y control al final del programa de ejercicio físico. Aunque si encontramos
una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 3,38 mm/Hg.
Tabla 148. Diferencia de medias de TAS en sujetos hipertensos entre grupo
experimental y control al final del programa.
76 138,38 16,051 1,841
62 135,00 16,856 2,141
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
TAS al f inal del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 149. Prueba T para grupos independientes de TAS en sujetos hipertensos entre
grupo control y experimental.
Prueba de muestras independientes
,010 ,919 1,205 136 ,230 3,385 2,809
1,199 127,763 ,233 3,385 2,824
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
TAS al f inal
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Dif erencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
V.7.2. TENSIÓN ARTERIAL DIASTÓLICA (TAD). (SOLO HIPERTENSOS)
Como se aprecia en las Tablas 150 y 151, no hallamos diferencias
significativas en los valores de TAD en sujetos hipertensos entre el grupo
experimental y control al final del programa de ejercicio físico. Aunque si encontramos
una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 2,39 mm/Hg.
208
Tabla 150. Diferencia de medias de TAD en sujetos hipertensos entre grupo
experimental y control al final del programa.
76 82,14 9,737 1,117
62 79,76 11,018 1,399
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
TAD al f inal del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 151. Prueba T para grupos independientes de TAD en sujetos hipertensos entre
grupo control y experimental.
Prueba de muestras independientes
,002 ,961 1,350 136 ,179 2,387 1,768
1,333 122,914 ,185 2,387 1,790
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
TAD al f inal
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Dif erencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
V.7.3. ÍNDICE DE MASA CORPORAL (IMC). (SOLO OBESOS)
Como se aprecia en las Tablas 152 y 153, no hallamos diferencias
significativas en los valores de IMC en sujetos obesos entre el grupo experimental y
control al final del programa de ejercicio físico. Aunque si encontramos una mejora al
finalizar el programa de ejercicio físico de 0,36 kg/m2.
Tabla 152. Diferencia de medias de IMC en sujetos obesos entre grupo
experimental y control al final del programa.
64 34,022 3,4423 ,4303
90 34,583 3,9761 ,4191
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Indice de Masa Corporal
al f inal del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
209
Tabla 153. Prueba T para grupos independientes de IMC en sujetos obesos entre
grupo control y experimental.
Prueba de muestras independientes
1,729 ,190 -,912 152 ,363 -,5612 ,6155
-,934 146,137 ,352 -,5612 ,6007
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Indice de Masa Corporal
al f inal del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
V.7.4. ÍNDICE DE MASA CORPORAL (IMC). (TODOS)
Como se aprecia en las Tablas 154 y 155, no hallamos diferencias
significativas en los valores de IMC en todos los sujetos entre el grupo experimental y
control al final del programa de ejercicio físico. Aunque si encontramos una mejora al
finalizar el programa de ejercicio físico de 0,91 kg/m2.
Tabla 154. Diferencia de medias de IMC entre grupo experimental y control al final del
programa.
179 30,134 4,6543 ,3479
180 31,035 5,4843 ,4088
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Indice de Masa Corporal
al f inal del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 155. Prueba T para grupos independientes de IMC entre grupo control y
experimental.
Prueba de muestras independientes
3,256 ,072 -1,678 357 ,094 -,9012 ,5370
-1,679 348,399 ,094 -,9012 ,5368
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Indice de Masa Corporal
al f inal del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
210
V.7.5. COLESTEROL TOTAL (COL). (SOLO DISLIPÉMICOS)
Como se aprecia en las Tablas 156 y 157, no hallamos diferencias
significativas en los valores de colesterol total en sujetos dislipémicos entre el grupo
experimental y control al final del programa de ejercicio físico Aunque si encontramos
una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 2,63 mmol/L.
.
Tabla 156. Diferencia de medias de colesterol total en sujetos dislipémicos entre
grupo experimental y control al final del programa.
87 212,40 41,653 4,466
94 215,03 36,774 3,793
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Cifra de Colesterol Total
al f inal del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 157. Prueba T para grupos independientes de colesterol total en sujetos
dislipémicos entre grupo control y experimental.
Prueba de muestras independientes
1,200 ,275 -,451 179 ,653 -2,627 5,831
-,448 172,042 ,654 -2,627 5,859
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Cif ra de Colesterol
Total al f inal del
programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
V.7.6. HDL. (SOLO DISLIPÉMICOS)
Como se aprecia en las Tablas 158 y 159, no hallamos diferencias
significativas en los valores de HDL en sujetos dislipémicos entre el grupo
experimental y control al final del programa de ejercicio físico. Aunque si encontramos
una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 1,83 mmol/L.
211
Tabla 158. Diferencia de medias de HDL en sujetos dislipémicos entre grupo
experimental y control al final del programa.
73 59,65 17,264 2,021
82 57,82 14,903 1,646
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Cif ra de HDL Colesterol
al f inal del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 159. Prueba T para grupos independientes de HDL en sujetos dislipémicos
entre grupo control y experimental.
Prueba de muestras independientes
2,474 ,118 ,707 153 ,480 1,827 2,584
,701 143,200 ,484 1,827 2,606
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Cif ra de HDL Colesterol
al f inal del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
V.7.7. LDL. (SOLO DISLIPÉMICOS)
Como se aprecia en las Tablas 160 y 161, no hallamos diferencias
significativas en los valores de HDL en sujetos dislipémicos entre el grupo
experimental y control al final del programa de ejercicio físico. Aunque si encontramos
una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 3,26 mmol/L.
Tabla 160. Diferencia de medias de HDL en sujetos dislipémicos entre grupo
experimental y control al final del programa.
70 124,65 40,057 4,788
72 127,90 32,416 3,820
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Cifra de LDL al
f inal del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
212
Tabla 161. Prueba T para grupos independientes de HDL en sujetos dislipémicos
entre grupo control y experimental.
Prueba de muestras independientes
2,432 ,121 -,533 140 ,595 -3,257 6,107
-,532 132,596 ,596 -3,257 6,125
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Cif ra de LDL al
f inal del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
V.7.8. GLUCEMIA (GLU). (SOLO DIABÉTICOS TIPO 2)
Como se aprecia en las Tablas 162 y 163, no hallamos diferencias
significativas en los valores de glucemia en sujetos diabéticos tipo 2 entre el grupo
experimental y control al final del programa de ejercicio físico. Aunque si encontramos
una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 8,57 mmol/L.
Tabla 162. Diferencia de medias de glucemia en sujetos diabéticos tipo 2 entre grupo
experimental y control al final del programa.
17 139,05 36,273 8,798
20 147,62 52,291 11,693
Part icipacion en el
programa y refuerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
Cif ra de glucemia al
f inal del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 163. Prueba T para grupos independientes de glucemia en sujetos diabéticos
tipo 2 entre grupo control y experimental.
Prueba de muestras independientes
,181 ,673 -,569 35 ,573 -8,573 15,066
-,586 33,755 ,562 -8,573 14,633
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
Cif ra de glucemia al
f inal del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
213
V.7.9. HB GLICADA (HbA1c). (SOLO DIABÉTICOS TIPO 2)
Como se aprecia en las tablas 164 y 165, no hallamos diferencias
significativas en los valores de hemoglobina glicada en sujetos diabéticos tipo 2 entre
el grupo experimental y control al final del programa de ejercicio físico. Aunque si
encontramos una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 0,16 mmol/L.
Tabla 164. Diferencia de medias de hemoglobina glicada en sujetos diabéticos tipo 2
entre grupo experimental y control al final del programa.
13 7,338 1,0548 ,2925
16 7,494 1,2052 ,3013
Part icipacion en el
programa y ref uerzos
Realiza mas de 2/3 del
programa
Empieza el programa
pero no asiste al menos
2/3 del programa
HB Glicada al f inal
del programa
N Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 165. Prueba T para grupos independientes de hemoglobina glicada en sujetos
diabéticos tipo 2 entre grupo control y experimental.
Prueba de muestras independientes
,831 ,370 -,365 27 ,718 -,1553 ,4260
-,370 26,819 ,714 -,1553 ,4200
Se han asumido
varianzas iguales
No se han asumido
varianzas iguales
HB Glicada al f inal
del programa
F Sig.
Prueba de Lev ene
para la igualdad de
varianzas
t gl Sig. (bilateral)
Diferencia
de medias
Error típ. de
la diferencia
Prueba T para la igualdad de medias
214
215
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
5
Análisis intragrupo de la
variación de los datos
clínicos entre el inicio y el
final del programa de
ejercicio (grupo
experimental)
V.8.1. Tensión arterial sistólica (TAS).
V.8.2. Tensión arterial diastólica
(TAD).
V.8.3. Índice de masa corporal en
obesos (IMC).
V.8.4. Índice de masa corporal (IMC).
V.8.4. Peso.
V.8.4. Colesterol total (COL).
V.8.5. HDL.
V.8.6. LDL.
V.8.7. Glucemia.
V.8.8. HB glicada (HbA1c).
216
217
V.8.1. TENSIÓN ARTERIAL SISTÓLICA (TAS). (SOLO HIPERTENSOS)
Como se aprecia en las tablas 166 y 167, no hallamos diferencias significativas
en los valores de TAS en los sujetos hipertensos del grupo experimental entre los
valores obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio físico. Aunque si
encontramos una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 2,48 mm/Hg.
Tabla 166. Diferencia de medias de TAS en sujetos hipertensos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
136,49 168 17,088 1,318
138,97 168 15,537 1,199
TAS al inicio del
programa
TAS al f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 167. Prueba T intragrupo de TAS en sujetos hipertensos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
-2,482 14,550 1,123 -2,211 167 ,028
TAS al inicio del
programa - TAS al
f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
V.8.2. TENSIÓN ARTERIAL DIASTÓLICA (TAD). SOLO HIPERTENSOS
Como se aprecia en las tablas 168 y 169, no hallamos diferencias
significativas en los valores de TAD en los sujetos hipertensos del grupo experimental
entre los valores obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio físico. Aunque
si encontramos una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 0,52
mm/Hg.
218
Tabla 168. Diferencia de medias de TAD en sujetos hipertensos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
83,15 62 10,365 1,316
83,66 62 9,323 1,184
TAD al inicio del
programa
TAD al f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 169. Prueba T intragrupo de TAD en sujetos hipertensos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
-,516 6,956 ,883 -,584 61 ,561
TAD al inicio del
programa - TAD al
f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
V.8.3. ÍNDICE DE MASA CORPORAL (IMC). (SOLO OBESOS)
Como se aprecia en las tablas 170 y 171, no hallamos diferencias
significativas en los valores de Índice de Masa Corporal en los sujetos obesos del
grupo experimental entre los valores obtenidos al inicio y al final del programa de
ejercicio físico. Aunque si encontramos una mejora al finalizar el programa de
ejercicio físico de 0,06 kg/m2.
Tabla 170. Diferencia de medias de IMC en sujetos obesos en el grupo experimental
entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
34,232 210 3,4990 ,2415
34,170 210 3,7323 ,2576
Indice de Masa Corporal
al inicio del programa
Indice de Masa Corporal
al f inal del programa
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
219
Tabla 171. Prueba T intragrupo de IMC en sujetos obesos en el grupo experimental
entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
,0626 1,7148 ,1183 ,529 209 ,597
Indice de Masa Corporal
al inicio del programa -
Indice de Masa Corporal
al f inal del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
V.8.4. ÍNDICE DE MASA CORPORAL (IMC). (TODOS)
Como se aprecia en las tablas 172 y 173, no hallamos diferencias
significativas en los valores de Índice de Masa Corporal en los sujetos del grupo
experimental entre los valores obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio
físico. Aunque si encontramos una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico
de 0,03 kg/m2.
Tabla 172. Diferencia de medias de IMC en los sujetos del grupo experimental entre
en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
31,176 348 4,8761 ,2614
31,202 348 5,0295 ,2696
Indice de Masa Corporal
al inicio del programa
Indice de Masa Corporal
al f inal del programa
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 173. Prueba T intragrupo de IMC en los sujetos del grupo experimental entre en
los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
-,0266 1,7372 ,0931 -,285 347 ,776
Indice de Masa Corporal
al inicio del programa -
Indice de Masa Corporal
al f inal del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
220
V.8.5. PESO. (TODOS)
Como se aprecia en las tablas 174 y 175, no hallamos diferencias
significativas en los valores de peso en los sujetos del grupo experimental entre los
valores obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio físico. Aunque si
encontramos una perdida al finalizar el programa de ejercicio físico de 0,59 Kg.
Tabla 174. Diferencia de medias de peso en los sujetos del grupo experimental entre
en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
84,279 330 17,3266 ,9538
84,868 330 17,5682 ,9671
Peso en Kg (Út il si no
IMC)
Peso en Kg al f inal
del programa/ref uerzo
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 175. Prueba T intragrupo de peso en los sujetos del grupo experimental entre
en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
-,5898 4,6075 ,2536 -2,326 329 ,021
Peso en Kg (Út il si no
IMC) - Peso en Kg al f inal
del programa/ref uerzo
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
V.8.6. COLESTEROL TOTAL (COL). (SOLO DISLIPÉMICOS)
Como se aprecia en las tablas 176 y 177, no hallamos diferencias
significativas en los valores de colesterol total en sujetos dislipémicos del grupo
experimental entre los valores obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio
físico. Aunque si encontramos una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico
de 4,07 mmol/L.
221
Tabla 176. Diferencia de medias de colesterol total en sujetos dislipémicos en el
grupo experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
219,56 199 40,941 2,902
215,49 199 40,778 2,891
Cif ra de Colesterol Total
al inicio del programa
Cifra de Colesterol Total
al f inal del programa
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 177. Prueba T intragrupo de colesterol total en sujetos dislipémicos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
4,069 34,867 2,472 1,646 198 ,101
Cif ra de Colesterol Total
al inicio del programa -
Cif ra de Colesterol Total
al f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
V.8.7. HDL. (SOLO DISLIPÉMICOS)
Como se aprecia en las tablas 178 y 179, no hallamos diferencias
significativas en los valores de HDL en sujetos dislipémicos en el grupo experimental
entre los valores obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio físico. Aunque
si encontramos una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 0,7 mmol/L.
Tabla 178. Diferencia de medias de HDL en sujetos dislipémicos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
56,63 161 17,313 1,364
57,32 161 16,505 1,301
Cif ra de HDL Colesterol
al inicio del programa
Cif ra de HDL Colesterol
al f inal del programa
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
222
Tabla 179. Prueba T intragrupo de HDL en sujetos dislipémicos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
-,696 7,198 ,567 -1,227 160 ,222
Cif ra de HDL Colesterol
al inicio del programa -
Cif ra de HDL Colesterol
al f inal del programa
Par 1
Media
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
V.8.8. LDL. (SOLO DISLIPÉMICOS)
Como se aprecia en las tablas 180 y 181, no hallamos diferencias
significativas en los valores de LDL en sujetos dislipémicos del grupo experimental
entre los valores obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio físico. Aunque
si encontramos una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico de 8,25 mmol/L.
Tabla 180. Diferencia de medias de LDL en sujetos dislipémicos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
138,54 143 34,444 2,880
130,28 143 37,186 3,110
Cif ra de LDL al
inicio del programa
Cifra de LDL al
f inal del programa
Par 1
Media N
Desviación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 181. Prueba T intragrupo de LDL en sujetos dislipécimos en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
8,255 35,526 2,971 2,779 142 ,006
Cif ra de LDL al inicio del
programa - Cif ra de LDL
al f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Diferencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
223
V.8.9. GLUCEMIA (GLU). (SOLO DIABÉTICOS TIPO 2)
Como se aprecia en las tablas 182 y 183, no hallamos diferencias
significativas en los valores de glucemia en sujetos diabéticos tipo 2 del grupo
experimental entre los valores obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio
físico. Aunque si encontramos una mejora al finalizar el programa de ejercicio físico
de 3,81 mmol/L.
Tabla 182. Diferencia de medias de glucemia en sujetos diabéticos tipo 2 en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
144,47 42 50,391 7,775
141,39 42 42,907 6,621
Cif ra de glucemia al
inicio del programa
Cif ra de glucemia al
f inal del programa
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 183. Prueba T intragrupo de glucemia en sujetos diabéticos tipo 2 en el grupo
experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
3,081 31,948 4,930 ,625 41 ,535
Cif ra de glucemia al
inicio del programa -
Cif ra de glucemia al
f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
V.8.10. HB GLICADA (HbA1c). (SOLO DIABÉTICOS TIPO 2)
Como se aprecia en las tablas 184 y 185, no hallamos diferencias
significativas en los valores de hemoglobina glicada en sujetos diabéticos tipo 2 en el
grupo experimental entre los valores obtenidos al inicio y al final del programa de
ejercicio físico. Aunque si encontramos una mejora al finalizar el programa de
ejercicio físico de 0,15 mmol/L.
224
Tabla 184. Diferencia de medias de hemoglobina glicada en sujetos diabéticos tipo 2
en el grupo experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de
ejercicio.
7,445 31 ,9384 ,1685
7,290 31 1,0644 ,1912
HB Glicada al inicio
del programa
HB Glicada al f inal
del programa
Par 1
Media N
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Tabla 185. Prueba T intragrupo de hemoglobina glicada en sujetos diabéticos tipo 2
en el grupo experimental entre en los valores al inicio y el final del programa de
ejercicio.
Prueba de muestras relacionadas
,1548 ,7370 ,1324 1,170 30 ,251
HB Glicada al inicio del
programa - HB Glicada
al f inal del programa
Par 1
Media
Desv iación
típ.
Error típ. de
la media
Dif erencias relacionadas
t gl Sig. (bilateral)
225
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
VI
DISCUSIÓN
226
227
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia.
Facultad de Educación.
6
Discusión
VI.1.1. Efectos en la condición
física en sujetos con factores de
riesgo cardiovascular de un
programa de 3 meses de
ejercicio físico.
VI.1.2. Análisis de la condición
física en sujetos con factores de
riesgo cardiovascular a los 6 y 12
meses de finalizar un programa
de 3 meses de ejercicio físico.
VI.1.3. Efectos en valores
tensionales (tensión arterial
sistólica y tensión arterial
diastólica) en sujetos hipertensos
tras realizar un programa de 3
meses de ejercicio físico.
VI.1.4. Determinar la influencia
de un programa de 3 meses de
ejercicio físico en el índice de
masa corporal en sujetos obesos.
VI.1.5. Considerar la influencia
de un programa de 3 meses de
ejercicio físico en los indicadores
de glucemia y hemoglobina
glicada en sujetos diabéticos tipo
2.
VI.1.6. Valorar los efectos en los
indicadores de colesterol total,
HDL y LDL en sujetos con
dislipemia tras la realización de
un programa de 3 meses de
ejercicio físico.
228
229
VI.DISCUSIÓN.
VI.1. Metodología.
El presente trabajo de investigación analiza los efectos de un programa de 3
meses de ejercicio físico en diferentes indicadores de la condición física. Además
evalúa la evolución de estos indicadores en condición física a los 6 y 12 meses de
finalizar el programa de ejercicio. Por otro lado, también se analizan los efectos del
mismo programa de 3 meses de ejercicio físico en los diferentes indicadores de salud
por los que los sujetos habían sido derivados al programa de ejercicio.
Los resultados de nuestro primer objetivo propuesto, nos indican que la
realización de un programa de ejercicio físico de 3 meses mejora significativamente
la condición física de los sujetos en todos los indicadores medidos (fuerza, flexibilidad
y consumo de VO2 Máx).
En relación con nuestro segundo objetivo, los resultados nos dicen que a los 6
meses de finalizar el programa de ejercicio físico, los indicadores de condición física
muestran una mejora con respecto a los valores obtenidos en los test iniciales y un
ligero empeoramiento si los comparamos con los resultados obtenidos en los test
finales.
Por otro lado, en relación a nuestro tercer objetivo propuesto. Los resultados
nos han mostrado que tras 12 meses de finalizar el programa de ejercicio físico, los
indicadores de condición física muestran una mejora (menor que la producida a los 6
meses) con respecto a los valores mostrados por estos sujetos en los test iniciales y
un empeoramiento (mayor que a los 6 meses) si los comparamos con los resultados
de los test finales.
En cuanto a nuestro cuarto objetivo, se observa que los valores tensionales
(tensión arterial sistólica y tensión arterial diastólica) en los sujetos hipertensos que
realizaron el programa de ejercicio físico mejoraron en comparación a los mismos
valores tensionales de los sujetos hipertensos que no realizaron el programa de
ejercicio físico, aunque estas diferencias no fueron significativas.
En relación con el quinto objetivo planteado, se observa que los valores de
índice de masa corporal (IMC) en los sujetos obesos que realizaron el programa de
ejercicio físico empeoraron ligeramente en comparación a los mismos valores de
índice de masa corporal de los sujetos obesos que no realizaron el programa de
ejercicio físico, aunque estas diferencias no fueron significativas.
230
En cuanto al sexto objetivo propuesto se observa que los valores de Glucemia
y hemoglobina glicada en los sujetos diabéticos tipo 2 que realizaron el programa de
ejercicio físico, mejoraron en comparación a los mismos valores de glucemia total y
hemoglobina glicada de los sujetos diabéticos tipo 2 que no realizaron el programa de
ejercicio físico, aunque estas diferencias no fueron significativas.
Y, por último, en relación con nuestro séptimo objetivo se observa que los
valores de Colesterol (colesterol total, HDL y LDL) en los sujetos dislipémicos que
realizaron el programa de ejercicio físico mejoraron en comparación a los mismos
valores decolesterol total, HDL y LDL de los sujetos dislipémicos que no realizaron el
programa de ejercicio físico, aunque estas diferencias no fueron significativas.
La discusión de esta tesis doctoral la hemos agrupado en seis bloques
correspondientes a los resultados obtenidos en relación con cada uno de los objetivos
propuestos, estos bloques son:
VI.1.1. Efectos en la condición física en sujetos con factores de riesgo
cardiovascular de un programa de 3 meses de ejercicio físico.
VI.1.2. Análisis de la condición física en sujetos con factores de riesgo
cardiovascular a los 6 y 12 meses de finalizar un programa de 3 meses de ejercicio
físico.
VI.1.3. Efectos en valores tensionales (tensión arterial sistólica y tensión
arterial diastólica) en sujetos hipertensos tras realizar un programa de 3 meses de
ejercicio físico.
VI.1.4. Determinar la influencia de un programa de 3 meses de ejercicio físico
en el índice de masa corporal en sujetos obesos.
VI.1.5. Considerar la influencia de un programa de 3 meses de ejercicio físico
en los indicadores de glucemia y hemoglobina glicada en sujetos diabéticos tipo 2.
VI.1.6. Valorar los efectos en los indicadores de colesterol total, HDL y LDL en
sujetos con dislipemia tras la realización de un programa de 3 meses de ejercicio
físico.
231
VI.1.1. Efectos en la condición física en sujetos con factores de riesgo
cardiovascular de un programa de 3 meses de ejercicio físico.
Los resultados de nuestra investigación constatan que un programa de
ejercicio físico estructurado de 3 meses, tiene una influencia en los componentes de
la condición física estudiados (fuerza, flexibilidad y consumo de VO2 Máx) en todas
las franjas de edad e independientemente del género del sujeto.
De esta manera, encontramos una mejora estadísticamente significativa (p<
0,005) en los resultados obtenidos en la prueba de lanzamiento de balón medicinal
entre los resultados obtenidos al inicio y al final del programa de ejercicio físico. Los
resultados nos muestran que las mujeres presentaron valores medios en esta prueba
más bajos que los que habían dado los hombres en las mismas franjas de edad.
Estos resultados coinciden con los obtenidos por Puerto & Da Silva (2003), en
una muestra de 605 (80 hombres y 525 mujeres) adultos mayores de 60 años,
inscritos en un programa de ejercicio físico para la 3ª Edad del Ayuntamiento de
Córdoba (España). El programa de ejercicio físico se impartía dos veces por semana,
con una duración de 60 minutos por sesión y grupos de no más de 30 personas. Los
resultados mostraron a los 6 meses una mejora en ambos sexos de la fuerza, tanto
manual como de flexión anterior del tronco, además de una mejora en su composición
corporal, siendo estas más notorias en lo que respecta a la masa grasa que en el
peso.
En la misma línea, Casterad, Ostariz & Lanaspa (2004), en una muestra de 650
sujetos de la ciudad de Huesca (España) con edades comprendidas entre 20 y 64
años, valoraron la condición física utilizando la batería Eurofit para adultos obteniendo
en los hombres una mayor puntuación que las mujeres en todas las pruebas, excepto
en la prueba de flexibilidad y en la prueba de abdominales, donde las mujeres
presentaron mejores resultados. No se encontraron diferencias significativas entre
sexos, respecto a la prueba de abdominales. Las diferencias entre sexos se hicieron
más evidentes en las pruebas que implicaban la dimensión músculo esquelética.
En los resultados de nuestro trabajo, en las franjas de edad más avanzadas,
los valores medios mostraron un descenso independientemente del género. Estos
resultados coinciden por los obtenidos por Rodríguez, Valenzuela, Gisi, Nacher &
Gallardo (1998), en una muestra de 238 sujetos sanos (102 hombres y 136 mujeres)
utilizando la batería de condición física AFISAL-INEFC. Se establecieron seis grupos
232
según edad para cada sexo (18-24; 25-34; 35-44; 45-54; 55-64; >64 años),
observando un descenso en los valores promedio en cada una de los indicadores de
condición física evaluados que se hacía más acusado en las franjas de edad más
avanzadas.
En la misma línea, Cristóbal, González, Ros & Cárceles (2012), en una
muestra de 67 mujeres de edad avanzada que participaban en actividades
municipales de la ciudad de Murcia (España), las dividieron en tres grupos de edades
(55-64, 65-74 y 75-84 años) y realizaron diferentes test para evaluar la condición
física en cada uno de ellos, concluyendo que las capacidades físicas sufren una
involución con la edad. No obstante, todas las cualidades físicas no siguen el mismo
patrón de declive, siendo la resistencia y la fuerza las cualidades que más lento
involucionan y la flexibilidad, la agilidad y el equilibrio las que más rápido lo hacen.
En un estudio llevado a cabo por Binder, et al. (2004), con una muestra de 155
sujetos entre mujeres y hombres mayores de 65 años estadounidenses y tomando
como criterio de inclusión en el estudio haber sufrido una fractura del tren inferior que
este sanado más de 12 semanas, aplicaron un programa de ejercicio físico controlado
tanto aeróbico como de acondicionamiento muscular de 6 meses de duración,
obteniendo como resultados una mejora en el componente de fuerza máxima y
submaxina tanto del tren inferior como superior, siendo esta mejora estadísticamente
significativa.
Posteriormente, Campaz, Rosero, Wilches & Gutiérrez (2014) llevaron a cabo
un estudio de caso con cuatro pacientes con enfermedad respiratoria crónica de la
ciudad del Vale (Colombia). Se establecieron dos grupos de 2 pacientes cada uno y
durante 8 semanas acudieron 3 veces por semana a un programa de entrenamiento
de fuerza con diferentes intensidades para cada grupo. Como resultado más
relevante, se obtuvo una mejora significativa en el componente de fuerza máxima y
submaxima con el programa de ejercicio físico propuesto, independientemente del
programa que realizaron.
Además, en nuestro trabajo, la mejora con respecto a los valores iniciales fue
mayor en las mujeres que en los hombres en 2 de las 3 franjas de edad, siendo en la
única franja de edad en la que los hombres mejoraron por encima de las valores
mostrados por las mujeres en la franja de 56 a 73 años. Estos resultados coinciden
con el estudio llevado a cabo por Albán, Vélez, Gallardo & Marmolejo (2008) quienes
en una muestra de 57 varones y 60 mujeres inscritos en un programa de ejercicio
233
físico municipal en la ciudad de Cali (Colombia), después de evaluar algunos
componentes de la condición física como la flexibilidad, el consumo máximo de VO2
Máx y la fuerza, obtuvieron como resultado que en la franja de mayor edad los
hombres tuvieron valores medios por encima de los mostrados por las mujeres de la
misma franja de edad.
Similares resultados obtuvieron Claros, Cruz & Beltran (2012), en un estudio
realizado con 38 adultos mayores de 60 años de la ciudad de Barranquilla (Colombia),
quienes después de realizar un programa de 12 semanas de ejercicio físico con
trabajo tanto aeróbico como de fuerza, mostraron una mejora superior en los valores
medios de fuerza absoluta tanto en el tren inferior como superior en varones
comparado con las mujeres.
Un año después, Morales, Gómez, González, Casajus, Ara & Vicente (2013) en
una muestra de 457 mujeres mayores de 65 años sedentarias procedentes de 6
comunidades autónomas de España: Aragón, Madrid, Castilla León, Castilla La
Mancha, Extremadura y Canarias, realizaron 8 pruebas de condición física adaptadas
de las baterías “senior fitness Test” y “Eurofit Testing Battery” hallando que las
mujeres sedentarias obtenían unos valores en fuerza de piernas y brazos, flexibilidad
de brazos y resistencia por debajo de los considerados normales para esa franja de
edad.
En la misma línea que el anterior estudio, Garzón (2007), tras realizar una
extensa revisión bibliográfica sobre los aspectos de la condición física más
importantes para la salud de los individuos, evidenció que el ejercicio físico practicado
de manera habitual y en la forma apropiada es la mejor herramienta para fomentar la
salud y el bienestar de la persona, señalando que los beneficios del ejercicio se
producen siempre, independientemente de la edad, estado de salud y condición física
de la persona que lo posea.
Por último, Figueroa, Ortega, Plaza & Vergara (2014), en una muestra de 35
adultos mayores de la ciudad de Cali (Colombia), obtuvieron después de la
realización de un programa de ejercicio físico, una mejora estadísticamente
significativa en los indicadores de fuerza y consumo máximo de oxígeno, no siendo
significativos la mejora en los resultados de flexibilidad.
En la prueba de flexibilidad, los resultados obtenidos también mostraron una
mejora en los valores medios, tanto en hombres como en mujeres, tras la realización
234
del programa de ejercicio físico en relación a las pruebas iniciales, siendo estos
valores estadísticamente significativos (p< 0,005). En esta prueba, los valores medios
de los hombres fueron más bajos que los que mostraron las mujeres.
De la misma manera, la mejora en los valores medios en esta prueba de
flexibilidad fue mayor en los hombres que en las mujeres en 2 de las 3 franjas de
edad estudiadas. Solo en la franja de edad de 48-55 años, las mujeres mejoraron más
en el valor medio de la prueba.
Nuestros resultados son similares a los obtenidos por Hausdorff, Levy & Wei
(1999) en una muestra de 47 hombres y mujeres estadounidenses (63-82 años) que
caminaban de forma autónoma y se definían como saludables. Se realizó una prueba
pre y post en un periodo de 6 meses de la velocidad de la marcha a unas
determinadas pulsaciones, observando que la frecuencia e intensidad a la cual los
sujetos caminaban eran determinantes a la hora de aumentar la percepción de los
beneficios para la salud que proporcionaba la misma.
Resultados similares obtuvieron De Souza, Torres, Martinho, Lopes y Danta
(2004), en una muestra de 22 sujetos mayores de 65 años de Rio de Janeiro (Brasil),
a los que sometieron a un entrenamiento de fuerza de 16 semanas con una
frecuencia de 2 días a la semana, obteniendo resultados significativos en la mejora de
los valores de fuerza máxima y submáxima, así como en flexibilidad, siendo superior
la mejora en los valores medios de los varones en esta última prueba en comparación
con las mujeres.
En otro estudio llevado a cabo por Vaquero, González, Cárceles & Simón
(2013) en una muestra de 60 mujeres mayores de 65 años de la ciudad de Murcia
(España) que físicamente eran consideradas como activas, midieron cual era la
relación entre el IMC y los resultados que obtenían a la hora de evaluar su condición
física. En relación a las mujeres que presentaban unos IMC normales o de sobrepeso
bajo, obtuvieron unos mejores valores en los resultados de resistencia, fuerza,
equilibrio y sobre todo en flexibilidad.
Sin embargo, nuestros resultados difieren de los obtenidos por Camiña et al.
(2001) quienes en un estudio con una muestra de 851 sujetos (159 hombres y 692
mujeres) mayores de 65 años e inscriptos en programas deportivos municipales de la
Comunidad Autónoma Gallega, observaron una mejora en los valores medios de las
mujeres superior a la de los hombres en la valoración de la flexibilidad una vez
finalizado el programa de intervención en actividad física. Por otro lado, en las franjas
235
de edad más avanzadas, los valores iban en descenso independientemente del
género.
En lo que se refiere a la prueba de consumo de VO2 Máx, los resultados
obtenidos tanto en hombres como en mujeres mostraron una mejora en los valores
medios tras la realización del programa de ejercicio físico en relación a las pruebas
iniciales, siendo estadísticamente significativos (p< 0,005). Estos resultados coinciden
con otros estudios como el llevado a cabo por Bichay & Adel (2013) en una muestra
de 82 sujetos (41grupo de intervención y 41 grupo de control) de la ciudad de El Cairo
(Egipto). El programa consistió en 12 semanas de ejercicio físico controlado en tapiz
rodante y después hasta la semana 30 y 48 de ejercicio físico no controlado. Los
resultados mostraron que el programa controlado de entrenamiento en el tapiz
rodante durante 12 semanas mejoró el consumo de VO2 Máx Los valores medios de
los participantes disminuyeron después de la semana 30 y 48 debido a la falta de
adherencia al programa sin supervisión, aunque mejoraron en relación a los obtenidos
al comienzo del estudio.
En relación con el consumo de VO2 Máx, los valores medios obtenidos por los
varones fueron más elevados que los que presentaron las mujeres. Estos resultados
van en la línea del trabajo llevado a cabo por Ades, Ballor, Ashikaga, Utton & Nair
(1996), quienes sometieron de manera voluntaria a un programa de 3 meses de
entrenamiento de resistencia a una muestra de 24 sujetos entre mujeres y hombres
mayores de 65 años estadounidenses, obteniendo como resultados una mejora no
significativa en el consumo de VO2 Máx, siendo mayor la mejora en el valor promedio
obtenido por los varones en comparación con las mujeres.
En otro estudio llevado a cabo por de Farias, Borda, Oliveria & de Souza
(2014) con una muestra de 14 mujeres post menopaúsicas de un estado de Brasil que
participaban en un programa de ejercicio físico municipal donde se trabajaba de
manera conjunta la resistencia aeróbica y acondicionamiento muscular durante un
periodo de 12 semanas, obtuvieron como resultado, una mejora no significativa en el
consumo de VO2 Máx, fuerza y flexibilidad, siendo los varones quienes más
mejoraron en términos medios en comparación con las mujeres.
De igual modo, la mejora en los valores medios en esta prueba de consumo de
VO2 Máx fue mayor en los hombres que en las mujeres en 2 de las 3 franjas de edad
estudiadas. Sin embargo, en la franja de edad de 48-55 años, las mujeres mejoraron
más en el valor medio de la prueba, comparados con otros estudios que midieron
236
también el consumo de VO2 Máx con una muestra similar. Nuestros resultados
coinciden con los obtenidos por Ho, Dhaliwal, Hills & Pal, (2012) y Soto & Marrero
(2014). Sin embargo, difiere de los resultados obtenidos por Orqui (2014), quien en
una muestra de 47 sujetos mayores de 65 años de la Región de Murcia, sometidos a
un programa de 8 semanas de entrenamiento aeróbico, observaron en su estudio que
en un grupo solo las mujeres mejoraron significativamente los valores medios de
consumo de VO2 Máx en comparación con los resultados obtenidos por los hombres,
los cuales no obtuvieron mejoras significativas una vez finalizado el programa de
intervención en actividad física. Por otro lado, en las franjas de edad más avanzadas
los valores medios en consumo de VO2 Máx iban en descenso independientemente
del género.
En la misma línea que el anterior estudio Vallejo, De Paz, Jimena & Ferrer
(2004), en una muestra de 22 mujeres y 11 hombres de Zaragoza (España) inscritos
en un programa de ejercicio físico, realizaron una valoración de la condición física
utilizando la batería Senior Fitness Test (SFT). Esta batería consta de 6 pruebas y es
una de las pocas que está adaptada a personas mayores. Los resultados mostraron
que los hombres obtienen unas mejores puntuaciones en las pruebas de fuerza y de
resistencia aeróbica y las mujeres en las pruebas de flexibilidad.
De igual modo, Moreno (2005), evidenció que un programa de ejercicio físico
en adultos mayores de 60 años con una frecuencia semanal de 3 sesiones a la
semana y 10 semanas de duración era suficiente para aumentar el consumo de VO2
Máx y mejorar el sistema respiratorio por mejora de la capacidad vital, aprovechando
la oferta de oxígeno e incremento de la ventilación, difusión y transporte de oxígeno.
García, Pérez, Chi, Martínez & Pedroso (2008), sometieron a 112 sujetos
hipertensos de la Habana (Cuba) a un programa de ejercicio físico combinado de 6
meses, para posteriormente valorar entre otros componentes el efecto de ese
programa de ejercicio físico en el consumo de VO2 Máx De los sujetos ligados a una
patología obtuvieron una mejora significativa en el aumento de los valores iniciales así
como un descenso en otros indicadores de salud como fue la tensión arterial sistólica
y diastólica.
Diferente resultado al obtenido en nuestro estudio, obtuvieron González, León,
Nuviala & Sotomayor (2011), en una muestra de 14 mujeres chilenas mayores de 60
años asintomáticas que fueron sometidas a un programa de entrenamiento de fuerza
237
de 6 semanas, para posteriormente valorar este tipo de entrenamiento con la mejora
de la fuerza-resistencia y el consumo de VO2 Máx Después de 6 semanas,
encontraron mejoras significativas en los resultados en consumo de VO2 Máx, aunque
no fue significativa la mejora en la fuerza-resistencia.
VI.1.2. Análisis de la condición física en sujetos con factores de riesgo
cardiovascular a los 6 y 12 meses de finalizar un programa de 3 meses de
ejercicio físico.
En relación con los resultados obtenidos a los 6 meses de finalizar el programa
de ejercicio físico, los indicadores de condición física muestran una mejora con
respecto a los valores obtenidos en los test iniciales y un ligero empeoramiento si los
comparamos con los resultados obtenidos en los test finales.
Los resultados también muestran que, a los 12 meses de finalizar el programa
de ejercicio físico, los indicadores de condición física señalan una mejora (menor que
la producida a los 6 meses) con respecto a los valores mostrados por estos sujetos
en los test iniciales y un empeoramiento (mayor que a los 6 meses) si los
comparamos con los resultados de los test finales.
Estos resultados van en la línea de los obtenidos por Campos et al. (2003),
quienes en una muestra de 90 mujeres mayores de 55 años que participaban en
diferentes actividades deportivas municipales de la comunidad Valenciana, tras un
mínimo de 6 meses participando en estas actividades deportivas se evidenció no solo
una mejora en el desarrollo y mantenimiento de las cualidades físicas sino también
una mejora en el bienestar psicológico que redundaba en una mayor adherencia a la
actividad física y, por consiguiente, un mantenimiento de los efectos en condición
física a lo largo del tiempo.
En la misma línea, Infante & Goñi (2009), en un estudio con 453 adultos del
País Vasco, clasificados en base a la propia opinión subjetiva de los participantes de
si eran sedentarios 39% o físicamente activos 61%, evaluaron entre otras cosas la
motivación hacia la práctica de actividad física y la influencia que ejercía está en su
estado emocional, evidenciando que los sujetos que se consideraban más activos
eran los que tenían un mayor compromiso con la actividad física y se sentían mejor
consigo mismos.
238
Posteriormente, González & Sicilia (2012), en una muestra de 531 usuarios de
centros deportivos (fitness) de Almería con edades comprendidas entre los 16 y 60
años, mediante la administración del cuestionario adaptado a la versión española de
“escala de dependencia del ejercicio-revisada (EDS-R)” analizaron el grado de
compromiso a la actividad física de los sujetos en base al tipo de ejercicio físico que
realizaban, clasificándolo entre actividades dirigidas, semidirigidas y libres, llegando a
la conclusión de que el grado de compromiso con la actividad física de los sujetos que
realizaban una actividad dirigida era bastante mayor de aquellos que realizaban
actividades semidirigidas o libres.
En ese mismo año, Pérez (2012) llevó a cabo un estudio con presos que
participaban en programas de ejercicio físico de una cárcel de la Comunidad de
Madrid. Después de evidenciar la mejora en la condición física de los mismos, se
llegó a la conclusión de que no solo la mejora es en el plano biológico sino que
también se manifiesta a nivel emocional, generando una dependencia al ejercicio
físico a lo largo del tiempo.
Recientemente, Márquez, Granados & Rosales (2014), en un estudio con 120
sujetos adultos hipertensos derivados de diferentes centros de atención primaria de la
provincia de Almería (España), dividieron a los participantes en tres grupos: un grupo
recibió exclusivamente una instrucción educativa acerca de los cuidados a seguir en
base a su patología, otro grupo recibió la instrucción educativa más un feedback que
recibía cada vez que pasaba por consulta y un último grupo que recibió el tratamiento
habitual. La adherencia se determinó en función del estilo de vida (patrones de
alimentación, actividad física, tabaco, alcohol) y tratamiento farmacológico. Con los
resultados obtenidos se observó que los sujetos que recibieron una instrucción
educativa y más un feedback regular tuvieron mejores niveles de adherencia que
aquellos que solo recibieron la instrucción o el tratamiento habitual.
239
VI.1.3. Efectos en valores tensionales (tensión arterial sistólica y tensión
arterial diastólica) en sujetos hipertensos tras realizar un programa de 3 meses
de ejercicio físico.
En los resultados de nuestros estudio se observa que los valores tensionales
(TAS y TAD) en los sujetos hipertensos que realizaron el programa de ejercicio físico
mejoraron en comparación a los mismos valores tensionales de los sujetos
hipertensos que no realizaron el programa de ejercicio físico. Sin embargo, estas
diferencias no fueron significativas.
La mejora en los valores tensionales entre el grupo control y experimental
supuso un descenso de -2,78 mm Hg en TAS y -2,38 mm/Hg en TAD lo que supone
unos valores por encima de la media de los estudios publicados con muestra y
programa de intervención similar al nuestro, como los obtenidos por Perez, Chi &
Martinez (2008) con una muestra de 112 sujetos hipertensos de la ciudad de La
Habana (Cuba) que se sometieron durante 24 semanas a un programa combinado de
ejercicio físico, obtuvieron entre otros resultados una mejora no significativa tanto en
TAS como en TAD. Sin embargo, si obtuvieron mejoras significativas con su
programa de intervención en el peso corporal, porcentaje de grasa e IMC.
En la misma línea, Vancea, Vancea, Pires, Reis, Moura & Dibs (2009) en una
muestra de 23 sujetos con DM2 del estado de Sao Paulo (Brasil), aplicaron un
programa de ejercicio físico de 20 semanas, 5 veces por semana, obteniendo una
mejora significativa en IMC y perímetro de cintura y una mejora no significativa en
TAS, TAD, glucemia total y Hg, colesterol total, HDL y LDL.
Ese mismo año, Viecilli, et al. (2009) en una muestra de 88 individuos
brasileños, divididos en grupo experimental de 48 integrantes que realizaron un
programa de ejercicio físico (PEF) de tres meses, tres veces por semana, con 40’ de
ejercicio aerobio al 70% del VO2 máx y ejercicios musculares al 40% de la capacidad
voluntaria máxima (CVM) y grupo-control con 40 individuos que no realizaron el PEF,
obtuvieron un descenso significativo en las cifras tensionales en el grupo experimental
tanto en TAS como en la TAD, no encontrándose cambios significativos en el grupo
control.
Águila, Vicente, Llaguno, Sánchez & Costa (2012) en una muestra de 40
personas con DM2, divididas en dos subgrupos: uno con 20 pacientes (grupo
experimental) y otro con los 20 restantes (grupo control) pertenecientes al Consejo
240
Popular “La Barrera” del municipio Cienfuegos (Cuba), diseñaron un programa de
ejercicios físicos aeróbicos que se aplicó al grupo experimental durante 12 semanas,
produciendo una reducción significativa de la TAS y TAD en el grupo experimental y
una reducción aunque no significativos en los siguientes valores IMC, glucemia total y
triglicéridos.
En la misma línea, Eguia, Guzmán y Soto (2013) con una muestra de 15
sujetos diabéticos de la ciudad de Santiago de Chile (Chile) que fueron sometidos
aleatoriamente a 3 programas de ejercicio físico de 12 semanas cada grupo con unos
intervalos de intensidad diferentes, concluyeron que la intensidad del ejercicio
expuesto a los 3 grupos de sujetos es relevante a la hora de contribuir a mejorar los
indicadores correspondientes en salud, aunque la mejora tanto en TAS como TAD no
fue significativa en comparación con los resultados obtenidos al comienzo del
programa.
Por último, García, et al. (2014), en un estudio con 552 pacientes hipertensos
de Castilla y León, controlaron la actividad física que realizaron durante una semana y
esta se asoció a diferentes indicadores de salud, encontrando que a mayor actividad
física menor TAS y TAD.
Diferente a nuestros resultados, Rodríguez (2013) en una muestra de 581
sujetos de entre 45 y 86 años del departamento de Cauca (Colombia), valoró la
influencia de un tratamiento no farmacológico como es el ejercicio físico en la
hipertensión arterial, concluyendo que el grupo que realizó el programa de
intervención comunitaria que incluía actividad física regular y educación sobre hábitos
de vida saludable, experimentó una disminución significativa (P<0,001) de sus cifras
de TAS (-5,92±2,27 mm/Hg) como de TAD (-5,0±2,18 mm/Hg).
VI.1.4. Determinar la influencia de un programa de 3 meses de ejercicio
físico en el índice de masa corporal en sujetos obesos.
Los valores de Índice de Masa Corporal en sujetos obesos (IMC >30) que
realizaron el programa de ejercicio físico mejoraron en comparación a los mismos
valores de IMC de los sujetos obesos que no realizaron el programa de ejercicio
físico. Sin embargo, estas diferencias no fueron significativas.
El IMC en el grupo experimental pasó de una valor medio de 34,23 al comienzo
del programa a un valor de 34,10 al final del mismo lo que supone un descenso en los
241
valores de IMC por debajo de la media de los estudios publicados con muestra y
programa de intervención similar al nuestro. Así, Dunn et al. (2006) en una muestra
de 674 mujeres y 288 hombres estadounidenses inscritos en un programa de pérdida
de peso de 2 años, tras 6 semanas con dieta y ejercicios físicos variados obtuvieron
una reducción significativa en los valores de IMC y perímetro cintura-cadera.
En la misma línea, Pérez, Sánchez y & Cejas (2008) en una muestra de 122
sujetos diabéticos de Holguín (Cuba) que participaron en un programa de ejercicio
físico de trabajo principalmente aeróbico de 48 semanas, obtuvieron una reducción
significativa en el peso e IMC, produciéndose una mejora aunque no significativa en
los valores tensionales, glucemia total y HbA1c.
Resultados similares obtuvieron Esteghamati et al. (2009), en una muestra de
3286 sujetos iraníes con síndrome metabólico, que participaban en un programa
estatal de control de su patología a través de la actividad física, consiguiendo,
después de 6 meses, reducir significativamente el IMC, los valores tensionales, así
como la circunferencia abdominal.
Ho, Dhaliwal, Hills & Pal (2012), dividieron una muestra de 74 sujetos obesos
australianos en tres grupos diferentes en base al entrenamientos que se les iba a
plantear. Tras la aplicación de los diferentes programas de entrenamiento de
resistencia y fuerza de 12 semanas, con diferentes intensidades obtuvieron como
resultados una mejora significativa tanto en el IMC, peso y porcentaje de grasa. De la
misma manera, hallaron una mejora pero no significativa en el consumo de VO2 Max.
En la misma línea, Araya, Padial, Feriche, Gálvez, Pereira y Mariscal (2012)
con una muestra de 33 mujeres mayores de 60 años pertenecientes al Club de Adulto
Mayor "Jesús y María" de Chile que participaron de manera voluntaria en un
programa de ejercicio físico con una duración de 12 semanas y un total de 36
sesiones de entrenamiento de una hora de duración, distribuidas en tres por semana,
obtuvieron como resultados más relevantes una mejora significativa en los valores de
IMC, así como en otros componentes de la condición física como la fuerza y la
flexibilidad.
Posteriormente, Donges, Duffield, Guelfi, Smith, Adams & Edge (2013),
llevaron a cabo un estudio con una muestra de 47 hombres de mediana edad
australianos, distribuidos entre grupo control y experimental. Los sujetos analizados,
fueron sometidos a un programa de fuerza de 12 semanas de duración con una carga
de trabajo aeróbico de intensidad media, obteniendo resultados significativos en la
242
mejora de los valores medios en IMC. El mismo estudio, obtuvo mejoras aunque no
significativas en la hemoglobina glicada y en la glucemia total de la muestra
estudiada.
Más recientemente, García (2015), en una muestra de 34 mujeres sedentarias
de entre 40 y 60 años de Navarra, las dividieron en 3 grupos uno que solo hacia una
dieta controlada, otro con un programa de trabajo de fuerza de 20 semanas y otro
combinando la dieta y el programa de trabajo de fuerza de 20 semanas, obteniendo
como resultados más relevantes una mejora significativa en el grupo que combina
dieta con el programa de trabajo de fuerza en los siguientes parámetros: IMC,
perímetro de cintura, mejora en el porcentaje de grasa total, así como en los
indicadores colesterol total, HDL y LDL.
VI.1.5. Considerar la influencia de un programa de 3 meses de ejercicio
físico en los indicadores de glucemia y hemoglobina glicada en sujetos
diabéticos tipo 2.
En los resultados de nuestro estudio se observa que los valores, tanto de
glucemia total como de hemoglobina glicada en los sujetos diabéticos tipo 2 que
realizaron el programa de ejercicio físico, mejoraron en comparación a los mismos
valores medios de glucemia y hemoglobina glicada de los sujetos diabéticos tipo 2
que no realizaron el programa de ejercicio físico. Sin embargo, estas diferencias no
fueron significativas.
La mejora en los valores de glucemia total y hemoglobina glicada entre el
grupo control y experimental supuso un descenso de 8,57 mmol/L y 0,15 mmol/L
respectivamente, suponiendo unos valores por debajo de la media de los estudios
publicados con muestra y programa de intervención similar al nuestro. Así, García,
Pérez Coronel, Chí, Martínez & Pedroso (2008), con una muestra de 112 sujetos
hipertensos de la ciudad de La Habana (Cuba), realizaron un programa de ejercicio
físico de 6 meses con una frecuencia de 3 sesiones semanales, con los siguientes
resultados: descenso aunque significativo en los valores de grasa corporal e IMC.
Además, se produjo un descenso en los niveles medios de glucemia total y HbA1c
aunque este no llego a ser significativo al igual que en colesterol total y LDL.
En la misma línea, Martins, Vancea, Fernandes, Reis, Brandão & Atala (2009),
en un estudio con 32 sujetos de un estado de Brasil que presentaban algún factor de
243
riesgo cardiovascular, compararon la influencia de un programa de ejercicio físico
orientado y estructurado con una frecuencia de tres sesiones/semana y otro
programa con una frecuencia de cinco sesiones/semana, durante un período de 20
semanas, concluyendo que el grupo que había realizado 5 sesiones por semana
había mejorado más en todos los indicadores de salud estudiados. Sin embargo, los
resultados no presentaron una reducción significativa de la HbA1c en los pacientes
con diabetes tipo 2.
En otro estudio llevado a cabo por García, et al. (2010) con una muestra de 57
pacientes de 30 a 74 años, reclutados en centros de atención primaria de Salamanca
(España) con grupo control y experimental, se realizó intervención que consistió en
un consejo sobre los beneficios de la actividad física a todos los pacientes y
prescripción de ejercicio concreto a un subgrupo que aceptó realizarlo. A los 12
meses se obtuvo un descenso significativo de las presiones arteriales sistólica y
diastólica, así como en la glucemia total en el grupo al que se le prescribió ejercicio
físico dirigido y no significativo a quien solo se le recomendó la realización de
actividad física.
Unos años después, García, Notario, Ruiz, Martínez & Bueno (2013), en una
muestra de 61 pacientes con síndrome metabólico, 21 hombres y 40 mujeres de entre
31 y 65 años de la ciudad de Jalisco (Mexico), los sometieron a tres sesiones
semanales de entrenamiento aeróbico interválico en cicloergómetro de 43 minutos de
duración, durante 12 semanas. Este programa de ejercicio físico consiguió reducir un
2,5% el perímetro de cintura y en un 8% y 6% la tensión sistólica y diastólica. La
glucosa en ayunas se redujo un 3,8% y la insulina un 4,2% respecto a los valores pre-
entrenamiento.
En ese mismo año, Donges, Duffield, Guelfi, Smith, Adams & Edge (2013) con
una muestra de 47 hombres de mediana edad de un estado de Australia distribuidos
en un grupo control y otro experimental, plantearon un programa de fuerza de 12
semanas de duración y 3 sesiones semanales, obteniendo cambios significativos en
la variable de IMC y porcentaje total de grasa y no significativos en hemoglobina
glicada y glucemia total, no obteniéndose cambios significativos en el grupo control.
Diferentes resultados a los obtenidos en nuestro estudio, encontramos los
obtenidos por Mosher, Nash, Perry, LaPerriere y Goldberg (1998), quienes valoraron
los efectos del ejercicio en el control de la glucosa en sujetos diabéticos tipo 1 y 2.
Para ello, utilizaron una muestra de diez adolescentes varones con diabetes mellitus
244
insulinodependiente y 10 adolescentes no diabéticos estadounidenses, sometiéndolos
a un programa de 3 meses de ejercicios aeróbicos y trabajo de fuerza con una
frecuencia de 3 sesiones semanales para los 2 grupos simultáneamente. Los
resultados obtenidos mostraron que la glucemia total no se vio modificada por el
ejercicio en ninguno de los 2 grupos, aunque la HbA1c si se vio reducida 0,96 mmol/L
en los sujetos con diabetes tipo 2.
En otro estudio más reciente llevado a cabo por Saucedo (2008), con una
muestra de 63 mujeres postmenopáusicas, derivadas de 3 centros de salud de la
Región de Murcia, las dividieron en 2 grupos: sin intervención específica y con una
intervención mediante un programa de ejercicio físico, con protocolo en medio
acuático y terrestre. Los resultados obtenidos mostraron que en el grupo de
intervención disminuyó significativamente tanto de TAS como la TAD. Además, se
disminuyó muy significativamente el peso, el perímetro de cintura y el índice de masa
corporal, se mejoró el perfil lipídico con una elevación muy significativa del colesterol
HDL y se disminuyó del perfil de riesgo cardiovascular y los beneficios demostrados
son independientes del medio, (acuático o terrestre) en que se realice. En conclusión
el programa de ejercicio físico estructurado y sistemático aplicado en esta
investigación mejora las cifras tensionales, los parámetros antropométricos, el perfil
metabólico y el perfil lipídico, disminuyendo significativamente el perfil de riesgo
cardiovascular de las mujeres posmenopáusicas.
VI.1.6. Valorar los efectos en los indicadores de colesterol total, HDL y
LDL en sujetos con dislipemia tras la realización de un programa de 3 meses de
ejercicio físico.
En nuestro estudio, los resultados muestran unos valores inferiores de
colesterol total y LDL en los sujetos dislipémicos que realizaron el programa de
ejercicio físico en comparación a los mismos valores medios los sujetos dislipémicos
que no realizaron el programa de ejercicio físico. Por el contrario, los valores en HDL
fueron superiores en los sujetos dislipémicos que realizaron el programa de ejercicio
físico en comparación a los mismos valores medios los sujetos dislipémicos que no
realizaron el programa de ejercicio físico. Sin embargo, al analizar estos valores no
hallamos diferencias significativas.
245
El descenso en colesterol total y LDL entre el grupo control y experimental fue
de 2,63 y 3,26 mmol/L respectivamente. En cambio, el aumento en los valores de
HDL supuso un 1,83 mmol/L, lo que supone en ambos casos unos valores en la
media de los estudios publicados con muestra y programa de intervención similar al
nuestro.
En el año 2001, Roselló, Guzmán & Bolaños con una muestra de 61 pacientes
de Costa Rica con algún factor de riesgo cardiovascular por haber sufrido un infarto
un mínimo de 12 meses antes, realizaron de manera voluntaria un programa que
consistió en intervenciones educativas al paciente y su familia, incluyendo práctica de
ejercicio físico (tres veces / semana, durante doce semanas), sesiones de psicología
(una vez / semana) y sesiones nutricionales (una vez al mes por siete meses). Al
finalizar el programa de intervención, se observaron mejoras en el IMC (-1,47%),
relación cintura / cadera (-1,14%), HDL-C (+3,76%), TG (-2,2%), LDL-C (-7,0%),
colesterol total (-4,9%) y en la capacidad aeróbica (+193%), siendo significativos
únicamente los resultados obtenidos al valorar el consumo de VO2 Max.
En otro estudio, Puglisi, et al. (2008) en una muestra de 34 hombres y mujeres
posmenopáusica que habían realizado un programa de 9 meses de paseos
saludables en un estado de EEUU, obtuvieron como resultado una disminución de los
niveles circulantes de triglicéridos, así como de los valores de LDL y colesterol y un
aumento de los HDL en los sujetos con una adherencia al programa de más del 80%.
Resultados similares obtuvieron Soca et al. (2012) en una muestra de 150
mujeres con síndrome metabólico pertenecientes a 10 áreas de salud de Holguín
(Mexico). Las pacientes recibieron un tratamiento a base de ejercicios regulares y
dieta durante seis meses. Los resultados mostraron, que se redujeron las cifras de
colesterol total y los triglicéridos y las lipoproteínas de baja densidad. Además, se
produjo una disminución en las cifras de TAS y no se produjeron cambios aparentes
en la adiposidad.
En la misma línea, Eguía, Guzmán & Soto (2013), en una muestra de 15
sujetos chilenos con DM2, se asignaron aleatoriamente a dos grupos de ejercicio
físico interválico, uno de alta intensidad y otro de moderada intensidad de12 semanas
de entrenamiento consecutivas, cinco días a la semana. Los resultados obtenidos,
mostraron un descenso en el colesterol total, LDL y un ligero aumento en el HDL
aunque la diferencia no llegó a ser significativa. Además, no observaron una
influencia clara entre la intensidad del ejercicio y el descenso de lípidos en sangre.
246
Posteriormente, Arena y Torralba (2014), en una muestra de 10 pacientes
captados por el servicio de enfermería de un centro de atención primaria de Toledo,
analizaron el efecto de una prescripción de ejercicio no supervisada sobre diferentes
indicadores de salud. Para este estudio, la propuesta fue un programa de ejercicio
físico tanto aeróbico como de fuerza que los pacientes debían de realizar un mínimo
de 3 veces por semana durante un periodo de 6 meses. Los resultados obtenidos
mostraron cambios significativos en el peso, niveles de glucemia basal, triglicéridos y
colesterol LDL.
Por último, Soto y Marrero (2014), en una muestra de 22 adultos mayores de
45 años de Puerto Rico, valoraron los efectos en condición física e indicadores de
salud de un programa de ejercicio físico de 8 semanas. Los resultados mostraron
unas diferencias significativas en todos los componentes de la condición física
estudiada aunque por el contrario no se hallaron diferencias significativas en los
indicadores en salud. Sin embargo, se produjeron mejoras en el IMC, colesterol total,
HDL y LDL en comparación con los valores de inicio.
247
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
VII
CONCLUSIONES
248
249
VII. CONCLUSIONES.
Primera.
La aplicación de un programa de ejercicio físico estructurado de 3 meses en
personas con más de un factor de riesgo cardiovascular, tiene como consecuencia
una mejora en los componentes de la condición física estudiados (fuerza, flexibilidad y
consumo de VO2 Máx) en todas las franjas de edad e independientemente del género
del sujeto, presentando las mujeres valores medios superiores en los componentes
de fuerza y flexibilidad y los hombres en consumo de VO2 Máx.
Segunda.
Una vez finalizado el programa de ejercicio físico y sin tener ningún control
acerca de la actividad física que realizaron los sujetos que participaron en nuestro
estudio, encontramos que al volver a evaluar los indicadores de condición física a los
6 y 12 meses de finalizar el programa se observó una mejora con respecto a los
valores medios obtenidos en los test de condición física llevados a cabo al inicio del
programa y, por el contrario, se constató un ligero empeoramiento de estos
indicadores si los comparamos con los resultados obtenidos en los test de condición
física al finalizar el programa de ejercicio.
Tercera.
Los resultados obtenidos mostraron que los sujetos hipertensos que
participaron en más de 2/3 de las sesiones totales del programa de ejercicio físico
disminuyeron sus valores tensionales (tensión arterial sistólica y tensión arterial
diastólica) en comparación a los sujetos hipertensos que no realizaron el programa de
ejercicio físico.
Cuarta.
En relación con el índice de masa corporal (IMC), los sujetos obesos que
realizaron más de 2/3 de las sesiones del programa de ejercicio físico empeoraron
ligeramente, en comparación a los mismos valores de índice de masa corporal de los
sujetos obesos que no realizaron el programa de ejercicio físico.
250
Quinta.
Los sujetos diabéticos tipo 2 que participaron en más de 2/3 del programa de
ejercicio físico, mostraron unos valores inferiores de glucemia total y hemoglobina
glicada en comparación con los sujetos diabéticos tipo 2 que no realizaron el
programa de ejercicio físico, aunque estas diferencias no fueron significativas.
Sexta.
Los valores de Colesterol (colesterol total, HDL y LDL) en los sujetos
dislipémicos que realizaron más de 2/3 de las sesiones del programa de ejercicio
físico, disminuyeron en Colesterol total y LDL y aumentaron en HDL en comparación
a los mismos valores de colesterol total, HDL y LDL de los sujetos dislipémicos que
no realizaron el programa de ejercicio físico.
251
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
VIII
LIMITACIONES Y
PROSPECTIVA DE LA
INVESTIGACIÓN
252
253
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
8
Limitaciones y
prospectiva de la
investigación
VI.1. Limitaciones de la
investigación.
VII.1. Prospectiva de la
investigación.
254
255
VIII. LIMITACIONES Y PROSPECTIVA DE LA INVESTIGACIÓN.
VIII.1. LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN.
En este apartado, señalaremos algunas limitaciones propias del tipo de diseño
de investigación utilizado o derivadas de alguna variable contaminadora que no ha
sido posible controlar a lo largo del desarrollo de la investigación:
Entre las limitaciones más significativas destacamos:
1) La bibliografía consultada en relación a las pruebas de condición física,
nos ofrecía diferentes alternativas para el tipo de población objeto de estudio,
pero el gran abanico de franjas de edad con la que nos encontramos de 27 a
72 años nos limitaba gran cantidad de pruebas al no estar validadas para
determinadas franjas de edad. Por ello, y tras valorar la adecuación de las
pruebas con diferentes profesionales, tanto de la rama de la sanidad como con
profesionales de la actividad física, se terminó acotando las diferentes
posibilidades en las 3 pruebas que se emplearon finalmente.
2) Imposibilidad de pasar todas las pruebas de valoración de la condición
física en el momento preciso que estaban estipuladas, debido a que
determinados sujetos, por diferentes motivos, no podían acudir a la sesión en
la que se iban a pasar las pruebas, realizándose en algunas ocasiones en otra
sesión o incluso no llegándose a realizarlas.
3) Hubiese sido preciso utilizar técnicas cualitativas de investigación en los
casos de los sujetos que fueron repescados a los 6 y 12 meses de finalizar el
programa de ejercicio físico, de esta manera nos hubiese permitido
aproximarnos a la realidad de práctica de actividad física realizada durante
estos periodos de tiempo.
256
VIII.2. PROSPECTIVA DE LA INVESTIGACIÓN.
Tras el desarrollo de la presente investigación planteamos una prospectiva de
diseños de investigación que profundicen en el conocimiento de las relaciones
establecidas entre las diferentes variables abordadas en la misma.
1. Las pruebas físicas nos aproximan al nivel de condición física de los
sujetos estudiados. No obstante, sería conveniente ampliar el número de
pruebas a realizar con el objetivo de obtener datos más precisos de las
diferentes capacidades físicas básicas de los adultos analizados.
2. Incluir una valoración subjetiva por parte de los sujetos estudiados de las
mejoras percibidas durante y una vez finalizado el programa de ejercicio,
mediante la aplicación de diferentes cuestionarios.
3. Utilizar instrumentos de medida directa de práctica de actividad física
(pulsímetros, acelerómetros, diarios de registro de actividades, entre otros),
en los sujetos a los cuales se les vaya a valorar de nuevo la condición física
a los 6 y 12 meses posteriores a la finalización del programa.
4. El programa mejora los indicadores en salud y la condición física de los
adultos que presentan patologías crónicas. Por este motivo, sería
conveniente controlar el aumento o disminución de las dosis de
medicamento que estos pacientes estudiados tomaban al comienzo y al
final del programa, así como la frecuencia de las visitas a los centros
sanitarios por parte de los sujetos de la muestra.
5. Incluir una valoración sobre los niveles de calidad de vida de los sujetos
estudiados una vez finalizado el programa de ejercicio físico, a través de la
aplicación de diferentes cuestionarios.
6. Incluir bajo un modelo estructural otra serie de variables de influencia
que podrían modificar los niveles de condición física de los adultos con
patologías crónicas: situación laboral, entorno socio-afectivo, oferta de
actividades deportivas municipales, entre otras.
257
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
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Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia.
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IX
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281
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
X
ANEXOS
282
283
Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
10
Anexo 1
X.1. Funcionamiento de las
partes implicadas en el
programa ACTIVA.
284
285
X.1. Funcionamiento de las partes implicadas en el programa ACTIVA.
Figura 1. Funciones de cada uno de los sectores implicados en el programa.
Centros de Salud • Detecta al paciente que
cumple criterios.
• Explora su motivación.
• PRESCRIPCIÓN ACTIVIDAD FÍSICA Terapéutica.
Grupo Promotor Actividad Física
• Estrategia integral para la promoción de la actividad y el ejercicio físico.
Ayuntamiento • Cede espacios deportivos.
• Reúne las prescripciones.
• Elabora grupos de 25 personas.
• Llama a los pacientes para iniciar la actividad física.
Consejería de Sanidad y Política Social
• Coordinación entre los distintos sectores.
• Coordinación de formación.
• Contrato de monitores.
Centros Deportivos
• Cedidos por los Ayuntamientos.
• Distintos Centros en diferentes
FAX
Ldos. En Actividad Física
• Convocatoria pública específica.
• Formados en el Programa ACTIVA.
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Resultados de la aplicación de un
programa de ejercicio físico en la
mejora de los factores de riesgo
cardiovascular y condición física
en adultos: Programa ACTIVA
Marcos Meseguer Zafra
Universidad de Murcia. Facultad de Educación.
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Anexo 2
X.2. Temporalización y
desarrollo de las sesiones del
programa de ejercicio físico
288
289
X.2. Temporalización de las sesiones del programa de ejercicio físico.
Semana 1
Sesión 1 Presentación del programa
Sesión 2 Circuito de fuerza 1
Sesión 3 Circuito de resistencia 1
Semana 2
Sesión 4 Evaluación inicial
Sesión 5 Evaluación inicial
Sesión 6 Circuito de fuerza 1 + juego
Semana 3
Sesión 7 Circuito de fuerza 1
Sesión 8 Circuito de resistencia 1
Sesión 9 Circuito de fuerza 1 + juego
Semana 4
Sesión 10 Circuito de fuerza 2
Sesión 11 Circuito de resistencia 1
Sesión 12 Circuito de fuerza 2 + juego
Semana 5
Sesión 13 Circuito de fuerza 2
Sesión 14 Circuito de resistencia 2
Sesión 15 Circuito de fuerza 2+ juego
Semana 6
Sesión 16 Circuito de fuerza 2
Sesión 17 Circuito de resistencia 2
Sesión 18 Circuito de fuerza 2 + juego
Semana 7
Sesión 19 Circuito de fuerza 3
Sesión 20 Circuito de resistencia 2
Sesión 21 Circuito de fuerza 3 + juego
Semana 8
Sesión 22 Circuito de fuerza 3
Sesión 23 Circuito de resistencia 3
Sesión 24 Circuito de fuerza 3 + juego
Semana 9
Sesión 25 Circuito de fuerza 3
Sesión 26 Circuito de resistencia 3
Sesión 27 Circuito de fuerza 3 + juego
Semana 10
Sesión 28 Evaluación final
Sesión 29 Evaluación final
Sesión 30 Evaluación final + juego
290
1. Desarrollo de las sesiones de ejercicio físico.
NUMERO DE SESIÓN: DESCRIPCION DE LA SESIÓN
SESION 1 Explicación del programa y entrega de documentación
SESION 2
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal: Test de condición física
fuerza: lanzamiento de balón medicinal
resistencia : test de la milla
flexibilidad: test del cajón
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 3
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos parte principal:
Test de condición física
fuerza: lanzamiento de balón medicinal
resistencia : test de la milla
flexibilidad: test del cajón vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 4
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de fuerza 1 (1´15´´ por posta y una vuelta a las pistas entre postas)
vuelta a la calma:
Estiramientos
Preguntar sobre ¿cómo se han sentido en el transcurso de la sesión?
291
SESION 5
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de resistencia 1 (3´ cada posta y una vuelta a la pista entre postas)
vuelta a la calma:
estiramientos en suelo
SESION 6
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de fuerza 1 (1´15´´ por posta y una vuelta a las pistas entre postas)
juego
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 7
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos parte principal:
circuito de resistencia 1 (3´30´´ cada posta y una vuelta a la pista entre postas)
vuelta a la calma:
ejercicios de control de la respiración
estiramientos
SESION 8
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de fuerza 1 (1´15´´ por posta y una vuelta a las pistas entre postas)
vuelta a la calma:
estiramientos
292
SESION 9
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de resistencia 1 (3´30´´ cada posta y una vuelta a la pista entre postas)
juego
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 10
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de fuerza 2 (1´15´´ y una vuelta a la pista entre postas)
vuelta a la calma:
estiramientos en el suelo
ejercicios de control de la respiración
SESION 11
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de resistencia 1 (3´45´´ cada posta y una vuelta a la pista entre postas)
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 12
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos parte principal:
circuito de fuerza 2 (1´15´´ y una vuelta a la pista entre postas)
juego
vuelta a la calma:
estiramientos
293
SESION 13
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de resistencia 2 (4´ cada posta y una vuelta a la pista entre postas)
vuelta a la calma:
estiramientos
ejercicios de control de la respiración
SESION 14
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
2 x Circuito de fuerza 2 (1´ por posta)
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 15
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos parte principal:
circuito de resistencia 2 (4´ cada posta y una vuelta a la pista entre postas)
juego
vuelta a la calma:
estiramientos en suelo
SESION 16
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos parte principal:
2 x circuito de fuerza 2 (1´ por posta)
vuelta a la calma:
estiramientos
ejercicios de control de la respiración
294
SESION 17
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
2 x Circuito de resistencia 2 (3´ por posta) vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 18
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
Circuito de fuerza 2 (1´30´´ y una vuelta a la pista entre postas)
juego
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 19
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos parte principal:
circuito de fuerza 3 (1´ y una vuelta a la pista entre postas)
vuelta a la calma:
estiramientos en el suelo
SESION 20
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal: 2 x Circuito de resistencia 2 (3´ por posta)
vuelta a la calma:
estiramientos
295
SESION 21
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de fuerza 3 (1´15´´ y una vuelta a la pista entre postas)
juego
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 22
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
2 x circuito de fuerza 3 (1´ por posta)
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 23
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos parte principal:
circuito de resistencia 3 (4´30´´por posta y una vuelta a la pista entre postas)
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 24
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de fuerza 3 (1´30´´ y una vuelta a la pista entre postas)
Juego vuelta a la calma:
estiramiento
296
SESION 25
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
2 x circuito de fuerza 3 (1´ 15´´por posta)
vuelta a la calma:
estiramientos en el suelo
SESION 26
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
circuito de resistencia 3 (4´30´´ por posta y una vuelta a la pista entre postas)
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 27
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal:
2 x circuito de fuerza 3 (1´15´´ por posta)
juego
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 28
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal: Test de condición física
fuerza: lanzamiento de balón medicinal
resistencia : test de la milla
flexibilidad: test del cajón
vuelta a la calma:
Estiramientos
297
SESION 29
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal: Test de condición física
fuerza: lanzamiento de balón medicinal
resistencia : test de la milla
flexibilidad: test del cajón
vuelta a la calma:
estiramientos
SESION 30
calentamiento:
activación muscular
movilidad articular
estiramientos
parte principal: Test de condición física
fuerza: lanzamiento de balón medicinal
resistencia : test de la milla
flexibilidad: test del cajón
vuelta a la calma:
estiramientos