Post on 24-Jun-2015
Tecnologías Limpias. Una tecnología limpia es la tecnología que al ser aplicada
no produce efectos secundarios o trasformaciones al equilibrio ambiental o a los
sistemas naturales (ecosistemas).
Para abordar la cuestión de la sostenibilidad ecológica de las actividades
industriales puede ser útil contemplar la compatibilización ecológica de la actividad
industrial como un proceso lineal o secuencial, en el que se avanza a lo largo del
tiempo mediante la progresiva introducción de criterios ecológicos en la gestión de
los sistemas industriales, bajo la presión de la creciente conciencia ambiental.
Este proceso de adaptación comenzó a desarrollarse de manera palpable en los
países industrializados a finales de los años sesenta, y tomó carta de naturaleza
sobre todo a partir de la Conferencia de Estocolmo de 1972, y de la aceptación por
la OCDE, en la misma época, del principio de "el que contamina paga". Desde
entonces, todos los países industrializados han venido acumulando una extensa
normativa medioambiental para el control de las actividades industriales, y en
respuesta a la misma, la tecnología y los métodos de producción industrial han
intentado adaptarse a las nuevas restricciones, aunque con decisión y acierto muy
variables por parte de las diferentes empresas, ramas industriales y países.
En un intento de delimitar las etapas características de este proceso, se podrían
deslindar cuatro grandes fases, aunque tanto la definición de cada una de ellas
como las fronteras entre unas y otras distan de ser nítidas:
A. La reducción de la contaminación en la industria tradicional.
B. La renovación tecnológico - ambiental de los procesos industriales.
C. La globalización industrial en el marco del desarrollo sostenible.
D. La reinserción de la producción en su base ecológica local.
Sobre tecnologías limpias, lo más destacable, es la reducción de los desechos no
biodegradables, y la auto sostenibilidad ambiental, es decir, la reposición del gasto
ecológico causado por la actividad manufacturera. Un ejemplo, si una compañía
maderera piensa utilizar 10.000 árboles, deberá reponerlos íntegramente y
además pagar por el uso del recurso.
Ventajas: Desarrollo sostenible, administración limpia de recursos, autodestrucción
y reciclaje de desechos.
Desventajas: Generalmente la adopción de tecnologías limpias es sinónimo de
aumentos considerables en los costos de producción y fabricación, lo cual no es
bueno para las utilidades de las empresas.
Mercadeo Verde es la inserción de conceptos ambientales a las actividades
tradicionales de mercadeo. Sabemos que las empresas necesitan promocionar sus
productos y servicios, ofreciendo la calidad de éstos, las ventajas de precio u otras
diferencias que las distinguen de sus competidoras; el mercadeo verde no significa
necesariamente un cambio radical de todas las actividades organizacionales, sino
que requiere que la industria considere si puede dirigir las necesidades del
consumidor a una tendencia menos dañina en términos ambientales. Aplicar
políticas verdes, sin embargo, supone un mejoramiento continuo de las actividades
organizacionales. El mercadeo verde crea valor adicional en los productos de la
empresa y en las actividades que ésta realiza, aunque todos esos valores sean
cuantificables financieramente. La integración de conceptos ambientales a las
actividades de mercadeo puede forzar a las empresas a que se pregunten qué
deben hacer.
Desarrollo Sostenible. A partir de los 80’s, la humanidad empezó a darse cuenta de que muchas
de sus acciones producían un gran impacto sobre la naturaleza, por ello algunos especialistas
señalaron la evidente pérdida de la biodiversidad y elaboraron teorías para explicar la vulnerabilidad
de los sistemas naturales (Boullón, 2006:20).
El término desarrollo sostenible,1 perdurable2 o sustentable3 se aplica al desarrollo socio-
económico y fue formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe
Brundtland (1987), fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de
Naciones Unidas, creada en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983. Dicha definición se
asumiría en el Principio 3º de la Declaración de Río (1992).
Es a partir de este informe que se acotó el término inglés "sustainable development", y de ahí mismo
nace la confusión entre si existe o no diferencia alguna entre los términos "desarrollo sostenible" y
"desarrollo sustentable".
La única diferencia que existe entre desarrollo sostenible y desarrollo sustentable es la traducción al
español que se le hizo al término inglés, así encontraremos que en el caso mexicano, se tradujo
como desarrollo sostenible y en otros países de habla hispana, como desarrollo sustentable4 , pero
nótese que siempre guarda la misma esencia y significado que se dio en el informe de Bruntland,
definiéndolo como:
Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.6
Meet the needs of the present generation without compromising the ability of future generations to meet their own needs.5
(Comisión del Desarrollo y Medio Ambiente citado en Ramírez et al, 2004: 55). (Comisión Brundtland):
Nuestro Futuro Común
El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres
partes: ecológico, económico y social. Se considera el aspecto social por la relación entre
el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple resultado es un conjunto
de indicadores de desempeño de una organización en las tres áreas.
Deben satisfacerse las necesidades de la sociedad como alimentación, ropa, vivienda y trabajo,
pues si la pobreza es habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varios tipos, incluidas
las ecológicas. Asimismo, el desarrollo y el bienestar social, están limitados por el nivel tecnológico,
los recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la
actividad humana.
Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la organización social de
forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que es afectado por la actividad
humana.
Contaminación Industrial volver
Entendemos por contaminación industrial a la emisión de sustancias nocivas, tóxicas o peligrosas,
directa o indirectamente de las instalaciones o procesos industriales al medio natural. Estas
emisiones pueden ser:
• Emisiones a la atmósfera
• Vertidos a las redes públicas de saneamiento
• Vertidos directos al suelo o a cauces de aguas superficiales
• Almacenamientos o disposición de residuos industriales
• Ruidos en el entorno
En estas emisiones quedan incluidas las que se derivan de los
productos o subproductos que las industrias ponen en el mercado.
Por ejemplo, la contaminación de dioxinas que pueden producir la combustión de productos de
PVC en vertederos y por incineración, o la destrucción de la capa de ozono estratosférico por
gases clorofluorcarbonados (familia CFC). En estos casos, la mejor política preventiva es la
prohibición pura y simple de la utilización del compuesto dañino, como ha sido el caso de los CFC
en el Protocolo de Montreal y el Acuerdo de Londres.
En el caso del PVC hay una gran polémica, con argumentos a favor, por parte de los fabricantes, y
campañas en contra de los grupos ecologistas que han conseguido la prohibición en países como
Dinamarca (para los juguetes); pero no en otros ya que, efectivamente, el PVC es un producto
que tiene grandes ventajas para determinadas aplicaciones (construcción...).
Por regla general, hasta ahora, la política seguida principalmente contra la contaminación
industrial ha sido la de los métodos correctivos o de final de tubería con la aplicación de
tecnologías como el filtrado de humos y gases, la depuración de vertidos o el confinamiento en
depósitos de seguridad de los residuos tóxicos. Este tipo de métodos no eliminan la
contaminación, sino que la trasladan de un medio a otro: los lodos y residuos de la depuración o
filtrados han de depositarse en algún lugar.