Post on 11-May-2020
NOTAS Y DISCUSIONES
MANUEL MEDINAUniversidad de Barcelona
Tecnología y filosofía: lnás allá de los prejuiciosepistemológicos y humanistas
Los prejuicios de la filosofía tradiciol1al
libro \11 de su Ética a Nicómaco nosólo aparece el prejuicio epistemológico (elaborado en el capítulo anterior),sino que incluye un segundo prejuiciofilosófico. Según Aristóteles, toda techl1e es ESU; ¡.tE1:a Aóyo1J CxA,1)80iJS lWt1:tK:1í(Ética a Nicómaco 6.4,1l40all), traducido literalmente, «la capacidad deproducir objetos materiales confom1econ un logos verdadero». En esta definición queda patente el prejuicio epistemológico (j.lE1:0: Aóyo1J lXA,lleoiJC;) y,además, se identifica techl1e con laproducción de objetos materiales opoiesis. A lo largo de todo el capítulocuarto Aristóteles repite machaconamente que E1:EPOV 8'100'1:1 lWt1lO'lC; Km1!paS1C;, esto es, la poiesis (producciónmaterial) y la praxis (actividades noproductivas propias del hombre libre)son cosas completamente distintas.Por tanto, hay que separar las técnicasproductivas de las capacidades humanas «superiores», entre las que destacan las discursivas y teóricas (como lafilosofía), las políticas y las de disfTute.
Ya Platón (Philebo) había separadoel dominio de la producción materialdel de la actividad y el conocimientode tipo político (como la educación oel gobierno) y lo había asociado al ámbito de las cosas materiales no-humanas.' Y Aristóteles está de acuerdo conél en separar la técnica de lo concerniente a los asuntos humanos, especialmente los políticos.5 Las teorías filosóficas de la tec1me junto con la interpretación epistemológica de la política como conocimiento teórico conducen directamente, en la filosofía platónica y aristotélica, a la descalificaciónpolítica de las technai y de los artesanos que las ejercen.6 En estas divisiones y contraposiciones entre el nUl11dode lo humano y el mundo de lo no-humano o técnica, entre los asuntos políticos, sociales y culturales y los artefactos materiales, se asienta el prejui-
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rior de conocimiento, centrada en laexplicación teórica o deducción a partir de primeros plincipios.3 Para Platón(Gorgias) al igual que para Aristóteles (Metafísica y Ética a Nicómaco) lastec1117ai tenían que ver con logoi, es decir, con la verdad de enunciados. Según esta interpretación epistemológica,las tec7111ai correspondían a un conocimiento verdadero pero contingente, osea, doxa que nunca podía alcanzar lacategoría de conocimiento teórico, necesariamente verdadero e inmutable,representado por la episteme o ciencia.Los diversos tipos de técnicas se distinguían conforme a una gradaciónepistemológica según estuvieran másrelacionadas con objetos simbólicos(ele orelen superior) como la aritmética, o con la producción de objetos materiales (de orden inferior) como la escultura.
En esta epistemologización de la técnica se asimilaba primeramente la misma al conocimiento predicativo paraluego construir su subordinación esencial respecto a la episteme. Según esto,un artesano al producir un objeto material reproducía una forma que representaba Ima idea inaccesible a su propia técnica, puesto que ésta era ateórica. Sólo el teórico tenía acceso a esaidea inmaterial y era quien, comousuario, determinaba la forma que elartesano, a su servicio, tenía que reproducir. La tec1117e era, pues, una aplicación subordinada de episteme.
Con estas interpretaciones filosóficasse [-unda el antiguo prejuicio epistemológico o teoricista, consistente en interpretar la técnica en términos epistemológicos para luego contraponer tec1111ey episteme y desembocar, finalmente,en la descalificación epistemológicade las técnicas y en el primado de lateoría.
En la caracterización que da Aristóteles de techl1e en el capítulo cuarlo del
general - específicoprofesional - públicopermanente - ad hoc
Véase D. Shapiro, ((A Single National Voice forBioethics: Ref1ections fram Europell, Polilics andIhe Lilé Sciel1ces, 13 (1994), pp. 98-99..
38. K. Shrader-Frechette, "Technology Assessment as Appliec1 Philosophy oE Sciencell, Sciel1ce,Techl1otogy & HlIman ]fatues, 33 (1980), pp. 3350; Y A. Rip, ((Controversies as InfolTIlal Technolag)' Assessmentl', Kl1olFledge: Creatioll, Diffusiol1,Ulilizalioll, 8 (1986), pp. 346-371.
losofia y sus relaciones con la técnica,llegando incluso a marcar la modernafilosofía de la tecnología y a enfTentardistintas corrientes dentro de la misma. La superación de dichos prejuicios, tanto en la filosofía de la tecnología como en la filosofía de la ciencia,pasa por la integración de ambas enuna filosofía de la tecnociencia, dentrode los actuales estudios interdisciplinares de ciencia y tecnología.
La ongmaria interpretación filosóficade la técnica partió del supuesto deque el conocimiento predicativo (<<saber qué») representaba el conocimiento propiamente dicho, mientras queel conocimiento operativo (<<sabercómo») quedaba relegado como meraempeiria.' Por este camino se llegóal conocimiento teórico (<<saber porqué») o episteme como la forma supe-
ding a Forum for Bioethics in U.S. Fublic PoIic)'., Polilics alld Lilé Scíel1ces, 12 (1993), pp.205-219. Véase también el conjunto de contribuciones sobre bioética y política pública en el número de febrem de 1994 de Potitics al1d LiléSciel1ces, 13, pp. 77-101.
37. David Shapiro sugiere las siguientes Coordenadas para clasificar los comités de ética:
nacional - localCon estatuto jurídico. voluntm;o
centralizado - pluralregulador - consultivo
En el índice de casi sesenta páginas dela Encyclopedia of Philosophy editadapor Paul Edwards no figura ningunaentrada con el ténllino «técnica" ni«tecnología».1 Esta ausencia, en unaobra bien conocida, ilustra claramentela notable ignorancia y marginacióncon la que la tradición filosófica hatratado, hasta nuestros días, todo lo referente a las técnicas.
De hecho las relaciones entre técnicay filosofía quedaron ya sentenciadas enlos mismos orígenes de la tradición filosófica. Platón y Aristóteles construyeron la división teórica entre tec7111e yepisteme y entre poiesis y pmx:is, es decir, entre las técnicas de producciónmaterial, por un lado, y el conocimiento teórico, la filosofía y las actividadesno productivas, por otro. La separación teórica de la técnica respecto ala ciencia y las humanidades configura los prejuicios filosóficos que hanacompañado la larga historia de la fi-
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cio humanista de la filosofía con relación a la técnica.
Cuatro siglos más tarde encontramos el tándem de los prejuicios epistemológico y humanista funcionandoclaramente en las interpretaciones filosóficas de la ciencia y la técnica. En suobra Vidas Paralelas, Plutarco relata lasgrandes dificultades que tuvo el cónsulromano Marcelo para conquistar Síracusa debido a las invenciones de Arquímedes para defender la ciudad. Enesta época las technai artesanales habían dado paso a tecnologlas ingenieriles deSalTolladas en conexión con tratados de mecánica teórica, entre losque destacan los del propio Arquímedes. La invención y desarrollo de estetipo de tecnologías, especialmente lasrelacionadas con la guerra, pasaron aser objeto de gran interés y promociónpolítica, sobre todo a partir de Alejandro Magno.
Al explicar las invenciones tecnológicas de Arquímedes asociadas con artefactos materiales de tipo mecánico,Plutarco las presenta como aplicaciones de sus grandes conocimientos científicos. Así, el polipasto que da lugar ala espectacular demostración de Arquímedes en Siracusa sería una aplicación de su teorema de la palanca:
Arquímedes escribió al rey Hierón, pariente y amigo suyo, que con una fuerzadada se podía mover cualquier peso; y sedice que, alentado por la fuerza de la demostración, declaró que si hubiera otra tien-a y se pudiera trasladar a ella, podna mover ésta. Hierón quedó maravillado y le pidió que aplicara su teoría y le mostmra ungran peso movido por una pequeña fuerza.Entonces Arquimedes escogió un barco decarga de tres velas de la flota real que habían sacado a tien-a muchos hombres congrandes esfuerzos y, después de poner abordo gran número de pasajeros y la carga habitual, se sentó a distancia, y sin granesfuerzo, sólo accionando con su mano
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un polipasto [sistema de poleas compuestasJ, lo movió hacia sí suave y uniformemente como si estuviera deslizándosesobre el mar. El rey, estupefacto y comprendiendo el poder de la técnica, encargó a Arquímedes que le construyera máquinas de defensa y ataque pam todo tipo deasedio,;
Pese a reconocer la importancia social y política de este tipo de técnicas,Plutarco insiste en su versión platónicade la figura de Arquímedes, en la quese mantiene la separación entre la vil ydesdeñable técnica material y la sublime excelencia de la teoría.
En cuanto a Arquímedes, poseía un espirítu tan elevado y profundo y una riquezatal de teonas científicas que, atmque sus inventos le habían ganado renombre y famade una inteligencia sobrehumana, no consintió en dejar ningún tratado sobre estamateria, sino que considerando las prác ticas mecánicas y en general todas las técnicas relativas a las necesidades de la vidacomo viles y manuales, dedicó todos sus esfuerzos sólo a aquellos estudios cuya belleza y excelencia no se mezclan con las necesidades materiales. Estos estudios no sepueden comparar can los otros y en ellos elobjeto de estudio rivaliza con la demostración, aquél proporcionando la grandeza y labelleza y ésta una precisión y un poder insuperables.s
Como autoridad legitimadora de lagran división entre las técnicas y artefactos materiales, por un lado, y la teolia y las actividades no productivas,por otro, Plutarco señala a Platón. Elprincipal responsable, según él, de quela mecánica fuera desestimada comoobjeto de interés filosófico.
Pues la técnica mecánica, ahora tan apreciada y celebrada, había sido ejercida anteriormente por Eudoxo y Arquitas, quienes adornaron la geometría con sutilezas eilustraron con ejemplos mecánicos intuitivos problemas geométricos que no podían
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resolverse teóricamente. Así, para resolverel problema de encontl-ar dos segmentosproporcionales entre sí, requisito necesariopara muchas figuras geométricas, habíanechado mano de recursos mecánicos empleando mesolabios delivados de curvas ysecciones cónicas. Pero Platón se enfureciócon esto y los condenó como conuptores ydestmctores de la pura excelencia de lageometlia, que de esta farola se apartaba de las cosas incorpóreas del pensamiento abstracto y descendía a las cosas sensibles haciendo uso de objetos propios depesados y viles oficios manuales. Por estarazón la mecánica se separó completamente de la geometría y fete despreciada durante mucho tiempo por la filosofía, pasando a ser considerada como una técnica militarY
Así pues no es de extrañar que losprejuicios filosóficos originarios consiguieran mantener la relegación de latécnica a lo largo de la historia de lafilosofía. Habrá que esperar al sigloXIX para que surja un interés teórico por la técnica y hasta el último tercio del siglo xx para que empiece ainstitucionalizarse, paulatinamente, unnuevo campo académico dedicado a lafilosofía de la tecnología.
La modema filosofía de la tecnología
Karl Marx f-ue el primer teórico queatribuyó a la técnica un papel central en la construcción de sus teorías.Al "poner a Hegel sobre sus pies»Marx reinvirtió también, de algúnrnodo, el prejuicio del humanismo filosófico acerca de la técnica, emplazándola como motor de la emancipaciónhumana en su teoría del desarrollo histórico. Según esta teoría, el desarrollode los medios de producción, detenninado por las innovaciones técnicas, esel que configura los cambios en lasestructuras socio-políticas e ideológicas. Su <clnaterialismo» o humanismo
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materialista consiste, precisamente, enconceder a las técnicas materiales laprimacía sobre el desarrollo político ycultural. Marx centró su análisis en lamoderna tecnología industrial y reconoció anticipadamente las tendenciashacia la sistematización tecnológica yla automatización de la producción.
Sin embargo, el primer autor enacuñar la expresión "filosofía de latécnica" fue el geógrafo antimarxistaErnst Kapp. En su obra Grundlinien einer Philosophie del' Teclmik, publicadaen 1877, desarrolló una interpretaciónde las invenciones e instrumentos técnicos como proyecciones de los órganos humanos. Desde una- perspectivaoptimista, Kapp intentó una revalorización neohegeliana de la técnicacomo propulsora del desarrollo cultural, moral e intelectual.
En esta misma línea de valoraciónpositiva, el ingeniero Friedrich Dessauer repite el título Philosophie del'Tecl171ik en una obra publicada en1927. Para Dessauer las invencionestécnicas consisten en aproximacionesa la solución ideal, platónicamentepreestablecida, de problemas técnicos.El hombre sólo actualiza formas técnicas existentes ya en potencia y, al hacerlo, obra como instrumento de Diospara continuar la creación. En la filosofía de Dessauer reencontramos el intento de revalorizar la técnica y el estamento ingenieril, que el autor escalahasta llegar a la rehabilitación teológica.
José Ortega y Gasset es el primer filósofo profesional que dedica expresamente un estudio a la técnica. Su Meditación de la técnica se publica en forma de libro en 1939, pero recoge losescritos para un curso impartido en1933 en la universidad de verano deSantander, que habían sido ya publicados en forma de artículos por La Nación de Buenos Aires en 1935. La obra
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drino» de la filosofía de la tecnologíanorteamericana, organizó en 1975 y1977 congresos sobre «Filosofía y Tecnología» en la Universidad de Delaware. A partir de aquí cristalizaron los soportes institucionales de la filosofia dela tecnología en Norteamélica. La Philosophy and Tec1molog)' Newsletter, lacolección Research in Philosophy andTechnology, que más tarde se llamarásimplemente Philosophy and Tec1mology y será la publicación oficial de laSociety for Philosophy and Teclmology(SPT). Esta asociación, tras un períodode funcionamiento más o menos informal, se organiza formalmente en 1983,casi exactamente cincuenta aii.os después de que se fundara la Philosophyof Science Association (PSA).
A principios de la década de losochenta, el filósofo alemán FriedrichRapp, quien había editado Contributi017S to a Philosoph)' of Technology en1974, se pone en contacto con PaulDurbin para organizar un congresoconjunto de los grupos norteamericanoy alemán que estaban promocionandola filosofía de la tecnología en sus respectivos países. Este congreso, que tiene lugar en 1981 en Bad Homburg,Alemania, y cuyas actas editarán conjuntamente Durbin y Rappen 1983con el título Philosophy and Tec1molag)', inaugura la serie de congresosbienales de la Society for Plúlosophyand Technology que se han venido celebrando regularmente a partir de entonces.
Desde hace ahora más de veinteai'ios, los promotores de la filosofia dela tecnología han ido acotando un nuevo telTitolio que es muy difícil de cartografiar, debido a la heterogeneidadde los tratamientos y valoraciones dela tecnología que se engloban. No obstante, se han esbozado diversos mapasen forma de introducciones a la filosofía de la tecnología que, de hecho, co-
sofías de la técnica difícilmente hubieran llegado por sí mismas a configurarun ten-itolio filosófico propio. De hecho, han sido los incansables esfuerzosde algunos profesionales de la filosofialos que han ido logrando establecerlentamente, en algunos países, una filosofia de la tecnología como disciplina por derecho propio. Sobre todo apartir de los años setenta, filósofosprovenientes de diversas con-ientes llegaron a unirse en EE.UU. y Alemaniaen el empei'io común de crear las basesinstitucionales de una nueva rama dela filosofía, al igual que se había conseguido para la filosofia de la cienciaen la primera mitad del siglo.
La plimera reunión académica enque se planteó la filosofía de la tecnología como una meta concreta tuvo lugar a la sombra del VIII CongresoAnual de la Society for the History ofTechnology (SHOT), celebrado en SanFrancisco en 1965. En dicho con¡rresose organizó un simposio con e! ;ombre de «Toward a Plúlosophy of Technology» en el que intervinieron, entreotros, Joseph Agassi, Mario Bunge, Lewis Mumford y Henryk Skolimovski.Las actas elel simposio aparecieron alaño siguiente en la revista de la SHOTTechnolog)' and Culture. Por esta misma época el tema de la filosofía dela tecnología resonaba también dentrodel colectivo filosófico internacional.En el marco elel XIV Congreso Mundial de Filosofia, que se celebró en Viena en 1968, tuvo lugar un coloquio especial dedicado a «Cibernética y Filosofia de la Tecnología», al que se presentaron numerosas contribuciones.
Pero habría que esperar a la décadade los setenta para que empezaran aproliferar obras filosóficas dedicadas ala tecnología y, sobre todo, para quecuajaran los intentos de institucionalización en los EE.UU. Paul Durbin, aquien se ha llamado con razón el «pa-
Por el hecho de que la esencia de la técnica moderna se basa en la imposición, esatécnica ha de utilizar la ciencia naturalexacta. De ahí nace la apariencia engañosade que la técnica moderna es ciencia natura! aplicada. Esta apariencia se puede mantener en tanto no se indaga suficientementeni el origen esencial de la ciencia modernani todavía menos la esencia de la técnicamoderna. 13
provocar su desocultamiento como uncomplejo calculable de fuerzas.J2 Entérminos menos esotéricos se podríadecir que los procesos energéticos provocados, controlados y reproducidosmediante los artefactos creados por lafisica constituyen la naturaleza que se«revela» en la ciencia. Dadas las características de la fisica y de la técnicamodernas no se puede afirmar, a juicio de Heiddeger, que la técnica seaciencia .aplicada, sino más bien lo contrario:
Hasta aquí Heiddeger interpreta entérminos de su propia filosofia lo queel físico Werner Heisenberg y otrosteóricos de la fisica, como Hugo Dingler,14 habían ya constatado. Lo másoriginal de su filosofía de la técnicason las conclusiones y valoraciones negativas a las que llega en la línea de losprejuicios del humanismo filosóficotradicional. Según Heiddeger, el carácter de la técnica y la ciencia modernarepresenta un «extremo peligro, nosólo para la esencia de! hombre, sinopara todo desocultar en cuanto tal».ISy «la verdadera amenaza ya ha afectado al hombre en su esencia. El dominio de la imposición amenaza con laposibilidad de que al hombre le pudiera ser negado el acceeler a un desocultar más originario y de este modo experimentar el aliento de una verdadmás iniciaJ".16
Estas y otras heterogéneas protofilo-
Se dice que la técnica moderna es incomparablemente diferente de todas las anteriores porque se basa en la moderna ciencianatural exacta. Entretanto se ha reconocidocon más claridad que también la inversa escierta: la física moderna, en cuanto experimental, depende del aparataje técnico y delprogreso de la construcción de aparatos. Laconstatación de esta relación mutua entretécnica y física es correcta. 11
En la terminología heiddegeriana, latécnica moderna se interpreta comouna imposición a la naturaleza para
empieza anticipando que «uno de lostemas que en los próximos años seva a debatir con mayor brío es el sentido, ventajas, daños y límites de la técnica».lo La interpretación orteguianade la técnica no es trascendental, sinomás bien existencial. Para Ortega elhombre es un ser técnico determinadobiológica pero no culturalmente, «elser para el cual lo superfluo es necesario». La técnica representa «la creaciónde posibilidades siempre nuevas queno hay en la naturaleza del hombre»,posibilitando así la realización de diferentes «planes vitales».
A diferencia de Ortega, cuyos escritos sobre la técnica apenas encontraron eco ni entre sus propios seguidores, otro filósofo profesional, MartinHeiddeger, habría de ejercer con suopúsculo La pregunta por la técnica,editado en 1954, un notable influjo enla corriente fenomenológica y humanista de la filosofia de la tecnologíanorteamericana. Su interpretación filosófica de la técnica y de la relación deésta con la ciencia se centra en el carácter esencialmente tecnológico de lafísica moderna, constatación a la quedebió llegar a través de la lectura deLa imagen de la Naturaleza en la físicaactual de Heisenberg, al que él mismomenciona en su obra:
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rresponden a las distintas concepciones filosóficas y perspectivas nacionales (básicamente alemana, francesa ynorteamericana).!7
Algunas tendencias de la filosofía dela tecnología se enmarcan explícitamente en determinadas corrientes dela filosofia tradicional. Así, en EE.UU.se da una corriente fenomenológicaque entronca con la obra de Heiddegery que se autoconsidera como un desarrollo de sus ideas." También se podría hablar de una filosofía política dela tecnología, en la que cabría distinguir tendencias con influencias marxistas, de Herbert Marcuse, Jürgen Habermas..., y otras tendencias con distintas influencias como las de la filosofia de Dewey.!9 Pero, en general, no sepueden clasificar planteamientos teóricos muy definidos sino más bien afinidades conceptuales y valorativas generales.
A mi entender, lo más destacable delnuevo campo de la filosofía de la tecnología es su polarización en dos grandes corrientes contrapuestas que representan y desarrollan, en la actualidad,los prejuicios tradicionales de la filosofía respecto a la técnica. En consonancia con dichos prejuicios, podemos llamar a estas corrientes filosofía humanista y filosofía analítica o epistemológica de la tecnología.
Filosofía humanista y filosofíaanalítica de la tecnología
En la formación de la filosofia humanista de la tecnología en Norteamérica han tenido una notable influenciarepresentantes de la filosofía continental como Martin Heidegger y JacquesEllul. Este último, influenciado él mismo por Heidegger y el teólogo KarlBarth, publicó en 1954 su primeraobra, La technique ou l'enjeu du si¿cle,en la línea pesimista heideggeriana y
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de valoración negativa de la técnicapropia de la filosofía tradicional, queGoffi llama la «technophobie éternelle».20 Para Ellul «el mundo técnico esel mundo de las cosas materiales; secompone de cosas materiales y con relación a ellas. Cuando la técnica muestra algún interés por el hombre i 16hace para convertirlo en un objeto materia]".2! Según él, «la técnica nuncapuede engendrar libertad»22 y el desarrollo imparable de la tecnología, quese rige en su teOlia por una especie delógica interna detenninista, tiende aabsorber la naturaleza y todas las formas de cultura humana. Su propuestafrente a los graves peligros que se derivan de la moderna confianza en la tecnología, son soluciones que trascienden la propia tecnología paraen la fe bíblica.23
La con-iente humanista tiene unpeso notable dentro de la filosofía dela tecnología y marca, en mayor o menor medida, la obra de distintos filósofos. El autor que mejor contrasta conla filosofía analítica de la tecnología. esCarl Mitcham, quien ha hecho de la filosoria humanista su estandalie en ladefensa del primado de la propia filosoria frente a la tecnología. Mitcham,uno de los principales promotores Srcronista de la filosofia de la tecnología,contrapone la que él llama HwnanitiesPhilosophy of Technology2' a la Engineering Philosophy of Technology. Contrariamente a los «análisis de la tecnología desde dentro»25 y a la «primacíaconceptual de la fabricación de artefactos materiales»26 y su carácter «paradigmático para otros tipos de pensamiento y acción»,27 características propias, según Mitcham, de la filosofía«ingenieri]" de la tecnología (la tradieción de Kapp y Dessauer), la filosofúhumanista de la tecnología ha de en"tenderse como «el intento de la religión, la poesía y la filosofia de que las
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perspectivas no tecnológicas o transtecnológicas influyan en la interpretación del significado de la tecnología».28
En este programa filosófico, al contrario que en la filosofia «ingenieri]",la pregunta por la tecnología "no estáal servicio de ésta», sino que, en realidad, puede estar incluso dirigida «afrenar o interrumpir el desan-ollo tecnológico».29 La filosofía, que para Mitcham es una actividad claramente distinta de la tecnología, está llamada asalvar a nuestra época de la destrucción tecnológica de «muchas cosas quepor otras razones se consideran verdaderas, buenas, bellas, justas o reales».30Para ello palie de la pregunta fundamental por lo humano, preguntaque «quizás no puede llegar a teneruna respuesta definitiva».3! El principio f1.mdamental de la filosofía humanista de la tecnología es el primado delas humanidades (entre las que figuraen lugar destacado la propia filosofía)sobre las tecnologías.32 De dicho principio se deriva la prioridad de dicha filosofía respecto a la filosofía "ingenieril» de la tecnología.33
Ciertamente Mitcham ocupa una posición más bien extrema dentro delabigarrado campo de la filosofia de latecnología. Pero sus planteamientos filosóficos, como los de su inspiradorEllul, exhiben una serie de características que, diversamente distribuidas yponderadas, son compartidas por otrosautores, configurando la corriente humanista en filosofía de la tecnología.Entre las tendencias más características de esta coniente destaca una actitud crítica respecto a la tecnología quepuede ir desde la crítica cultural y social hasta posiciones que algunos críticos tachan de antitecnológicas. El tratamiento teórico que se hace de lascuestiones tecnológicas se basa, por logeneral, en la especulación propia dela filosofía tradicional, llegándose has-
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ta planteamientos metafísicos y religiosos. Su foco de atención se centra, másque en teOlias sistemáticas sobre la naturaleza de la tecnología, en los impactos de la misma y la valoración éticacon predominio de los tonos negativos. Para hacer frente a las crisis tecnológicas dictaminadas por esta misma filosofía, se propugna, generalmente, un activismo militante en favor desoluciones «humanistas» por encimade planteamientos tecnológicos específicos.
Esta caracterización ideal-típica dela filosofía humanista contrasta con laque perfilaría la filosofía analítica de latecnología. La actitud caractelistica dela coniente analítica es protecnológica,pudiendo llegar su tecnofilia filosóficahasta la exaltación de la tecnologíacomo quintaesencia de la acción racional. En general se pretende un tratamiento descriptivo-teórico sistemáticoy riguroso, en el que se llega a recun-irocasionalmente a la formalización. Elobjetivo principal de las elaboracionesteóricas tiende a centrarse en la investigación de la naturaleza misma de latecnología. Implícitamente se da porsupuesta una cierta neutralidad de losestudios filosóficos con relación a pronunciamientos sobre cuestiones valorativas. Según esta versión de la filosofía de la tecnología, la solución alos eventuales problemas planteadospor las tecnologías es una cuestiónque concierne a la propia investigacióncientífica y tecnológica.
El primero en utilizar la expresiónde filosofía analítica de la técnica fueFriedrich Rapp en una obra suya de1978, que lleva ese mismo título. Elautor relaciona expresamente su planteamiento filosófico con la filosofíaanalítica de la ciencia. Al igual queesta última se centra en el análisisde las estructuras teóricas, la filosofíaanalítica de la técnica tiene por objeto
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nes entre ciencia pura y tecnología a laexcelencia y superioridad de las modernas tecnologías frente a las técnicastradicionales de «las artes y oficiosprecientíficos» .53 Pal-a la filosofía analítica, las reglas tecnológicas «prescriben el curso de la acción práctica óptima"s, y los actos guiados por la tecnología «pueden considerarse mCD::imamente racionales».ss
Los modemos prejuicios filosóficos
Entre la filosofía humanista y la filosofía analítica de la tecnología existe,pues, un claro enfrentamiento tanto enla valoración de la tecnología modernacorno respecto al papel de la filosofía.56
La revalorización o el rechazo de latecnología dependen de las diferentesinterpretaciones de la misma, segúnse prilnan, respectivamente, las nuevasversiones del prejuicio epistemológicoo humanista.
En la interpretación de la filosofíaanalítica, que se entiende a sí mismacorno una filosofía moderna de tipo"científico)), la tecnología es una fonnaderivada de conocimiento científico y,por tanto, pali:icipa de la excelenciadel mismo. En cambio, para la filosofía humanista, heredera de la filosofíatradicionaJ,5' la tecnología representael moderno dominio de los artefactos materiales opuesto a las 'actividades y valores humanoS superiores. Ambas concepciones coinciden, sin embargo, en la defensa de la suborcIinaciónde la tecnología: con relación a la ciencia, según la filosofía analítica, y respecto a la propia filosofía y las huma-nidades, según la filosofía humanista.
En la versión moderna del prejuiciohumanista reencontrarnos la antiguaseparación platóhico-aristotélica entreel mundo de los asuntos humanos y elmundo técnico de los aliefactos materiales. Dentro de esta traclición, Mit-
teóricos susceptibles de análisis lógicoe incluso formal.
La conclición de que las reglas tecnológicas han de estar fundamentadas enleyes científicas, establece el nexo directo entre la filosofía de la tecnologíay la filosofía analítica de la ciencia.Dado que el modo analítico de fundamentar se basa en la derivación lógica y que en buena lógica asertoria nose pueden derivar reglas tecnológicas(enunciados normativos) de leyes científicas (enunciados nomológicos), Bunge introduce lo que él llama enunciados nomopragmáticos, a guisa de unaespecie de equivalentes aseliorios delas reglas, que perrniten la derivaciónen cuestión."" De este modo, la mosofía de la tecnología queda subordinadaa la filosofía de la ciencia en 10 quepodría llamarse una filosofía de la ciencia de la tecnología, no sólo en cuantoa la metodología analítica, sino también con relación a los mismos contenidos. La filosofía analítica transfiere la interpretación nomológica de laciencia a la tecnología, para acabarfundamentando la efectividad tecnológica en la verdad científica.
Esta filosofía tiene importantes consecuencias para el método tecnológicoy la valoración de tecnologías. Deacuerdo con la misma, la investigación tecnológica ha de «paliir de t~orías para llegar a regIas»so intentando«transformar algunas fórmulas legaliformes en reglas tecnológicas efectivas».SI De hecho, en la visión de Bunge, «los científicos y los tecnólogos elaboran reglas sobre la base de las teorías científicas Y los técnicos aplicandichas reglas».S! Es decir, la tecnologíasería ciencia aplicada y la ingeniería, asu vez, aplicaría la tecnología.
Dada por supuesta la superioridaddel conocimiento científico por encimade toda otra forma de conocimiento,es fácil pasar de las presuntas relacio-
nes centrales de la filosofía de la tecnología serían, según Bunge, a) la 'existencia de un método tecnológico paralelo al método científico, b) la existencia de leyes tecnológicas y, en su caso,su diferencia respecto a las leyes científicas, y c) la peculiaridad de las regIas tecnológicas en relación con lasreglas científicas.'!
Para aplicar el tipo de análisis propio de la filosofia de la ciencia, habíaque encontrar en el campo de la tecnología (identificada usualmente con artefactos y procedimientos) formulaciones lingüísticas que, de alguna forma, fueran equivalentes a los sistemasconceptuales y teóricos con los quese identifica analíticamente a la ciencia. La interpretación de la tecnologíacomo ciencia aplicada resuelve esteproblema." En primer lugar, se descartan como no pertenecientes a la tecnología el saber práctico o saber-cómoproceder, por tratarse de «mera habilidad o capacidad en vez de conocimiento conceptua],,:' y las «recetas delas artes y oficios y de la producción»."s Para Bunge, 10 que caracterizala tecnología y consti tuye el estucliocentral de la filosofía de la tecnologíason las reglas tecnológicas o normasfundamentales de la acción.'6
Según esto, las reglas tecnológicasson «instrucciones para realizar un número finito de actos en un orden dadoy con un objetivo determinado» y "PlIe
den simbolizarse por una cadena designos»Y Son normas ql.'.e «indicancómo debe uno proceder para conseguir un fin determinado» y están además basadas «en un conjunto de fórmulas de leyes capaces de dar razón desu efectividad»."B Bunge destila comoquintaesencia de la tecnología las reglas tecnológicas, entendidas como formulaciones lingüísticas que representan teólicamente el saber tecnológico.De esta forma se llega a enunciados
«el análisis estructural de la acción dirigida a un fin concreto», para «tratarde comprender el estatus metodológicoy -además gnoseológico- del actuartécnico»." El planteamiento analíticode la filosofía de la técnica «no intentaformular juicios de antemano acercade cuestiones de contenido»" y se reafirma, por lo demás, en el principiode la «neutralidad de los medios técniCOS».J6
Rapp forma parte de un grupo de filósofos alemanes surgido en torno alVerein Deutscher Jngenieure (VDI),J7 alque también pelienecen, entre otros,Hans Lenk, Günter Ropohl y WaltherZimmerli. Desde los años setenta, estegrupo ha impulsado de forma muy significativa la filosofía de la tecnologíaen Alemania y ha logrado establecerlaen los cunicula de institutos y universidades politécnicas. La filosofía alemana de la tecnología tiene un marcado carácter ingenieril al haberse desarrollado con el apoyo del influyenteVDI y dentro de la tradición filosóficade Kapp y Dessauer.JB Para Rapp, «lacapacidad de rendimiento de la técnicamoderna» no sólo «se basa en la aplicación de los principios de las cienciasnaturales» sino también «de los conocimientos de las ciencias de ingeniería».J" Estos últimos tienen en comúncon los priIneros «el método empíricoy la formación matemática de teorías».'o Es decir, según esta filosofía, latecnología es ciencia natural y cienciaingenieril aplicadas.
En Norteamérica, Mario Bunge es elautor que más sistemáticamente hatransportado los planteamientos de lafilosofía analítica de la ciencia a la filosofía de la tecnología y que más claramente se contrapone a la filosofíahumanista de la tecnología." Así comola filosofía tradicional d';; la ciencia secentra en el análisis del método, las leyes y las teorías científicas, las cuestio-
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NOTAS Y DISCUSIONESNOTAS Y DISCUSIONES
En temía de la ciencia se empieza a reconocer lentamente en nuestro siglo con elllamado giro pragmático que toda ciencia(toda teoría) sólo puede comprenderse sobre la base de una técnica -ya parcialmente- exitosa. Las teorías son instrumentoslingüísticos en apoyo de una práctica ya enl11archa.70
mateliales sino que puede considerarse La tarea de la filosofía constructivacomo el conjunto de todas las capaci- de la ciencia empieza, precisamente,dades humanas, incluyendo el lengua- por conceptualizar y formular teóricaje, la lógica, las mismas ciencia y filo- mente esos procedimientos técniccissofía, así como las formas de organi- (constructivos) previos, para llegar a lazación social y política." La ciencia comprensión de las ciencias como soconstituye una forma especializada de fisticadas prácticas tecnológicas que sepráctica65 y es «una raman y «un modo han desalTollado con la ayuda de teode tecnologían'" no siendo los avances rías. Desde sus mismoS inicios, la teocientíficos otra cosa que avances tec- ría constructiva de la ciencia se hanológicos.67 De todo ello se deriva que centrado en la reconstrucción sistemála comprensión de la tecnología es tica de disciplinas científicas específifundawental para comprender la cien- cas como la matemática (desde la aritcia y no a la inversa, corno pretende la mética al análisis), la lógica, la geomefilosofía analítica. tría o la física. La matemática Yla lógi-
Dentro ya del campo de la filosofía ca constructivas se entienden comode la ciencia, hay que reconocer a la teorías de! operar con símbolos (lo quefilosofía constructiva un lugar pionero puede llamarse técnicas simbólicas) enen e! estudio sistemático de! carácter la práctica del cálculo o la argumentatecnológico de la ciencia y de su con- ción. Geometría Y física, en cawbio,cepción como práctica y cultura. Esta pertenecen a las «ciencias técnicasn,filosofía, inspirada originariamente en en e! sentido de técnicas materiales.los trabajos de Dingler, se ewpezó a Así, por ejemplo, la geometría (teóridesarrollar a partir de los años sesenta ca) euclidiana es una «ciencia funen Alemania. Paul Lorenzen ha sido el damentaln (Gnmdlagemvissenschaft) deprincipal impulsor de la teoría cons- nuestra tecnología, por ser una conditructiva sistemática de las ciencias. ción para la reproducibilidad de lasSu obra ha dado lugar a una impor- mediciones." ::er?, a su vez, tiene untante corriente filosófica" que anticipó fundan-:er:to tecmco. Este se basa «enen más de un decenio las tendencias una practlca que pertenece, desde haceconstructivas en sociolocría del conoci- al menos 5.000 años, a las técnicas elemiento científico. '" wentales de nuestra cultura
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DichasPara Lorenzen la ciencia moderna técnicas de la construcción (material)
«se rnuestra como un producto de de form~s. geométricas >superficies ?l~nuestra cultura técnica: se basa en una nas, esfencas ...) Y de cálculo geometnpráctica precientífica exitosan." El re- ca precientífico -que alc~nzaron unconocimiento de esta idea se ha ido alto d~sa:rollo en .la.
s.antlguas c~tu
abriendo camino lentamente en nues- raseIglPclas y babilomcas- constltutros días: yen a geometría técnica. La conceptua-
lización teórica de tales operacionestécnicas de construcción geométlica,que recibe el nombre de Protogeometria, permite reconstruir el fundamentotécnico de los conceptos fLll1damentales de la geometría teórica. La teOlización protogeométrica es un ejemploclaro de filosofía de la técnica implicada en las ciencias, que, en la filosofía
Conclusión. El giro tecnológico: másallá de los prejuicios epistemológicosy humanistas acerca de la tecnología
Las doctrinas subordinativas tanto epistemológicas como humanistas reflejan,en el fondo, las predilecciones de losfilósofos por actividades consideradascomo más afines a las suyas propias,'3justificando así, de paso, la pretensiónde preeminencia de sus respectivas especialidades. En todo caso, está bastante claro que los viejos prejuiciostradicionales acerca de la técnica perviven incluso en la moderna filosofíade la tecnología. A mi modo de ver, lafilosofía de la tecnología más libre deprejuicios tradicionales se encuentraen el campo de los nuevos estudios deciencia y tecnología, donde se puedehablar de un giro tecnológico que invierte los antiguos presupuestos sobrelas relaciones entre tecnología, cienciay sociedad.
Dicho giro tiene antecedentes en algunos heterodoxos de la tradición filosófica. Sin retrotraerse demasiado yquedándose en el ámbito general de lafilosofía del siglo XX hay que destacara John Dewey. Para Dewey la tecnología no se circunscribe a los artefactos
quier intento de subordinar la investigación científica a objetivos tecnológicos pondría, catastróficamente, en peligro su misma esencia. Por el contrario, es la tecnología la que debe permanecer subordinada a la creatividadcientífica como a su motor de desarrollo, si quiere conservar la excelenciapor encima de cualquier otro tipo deconocimiento técnico. Este principiode subordinación de la tecnología a laciencia apuntala la subordinación metodológica de la filosofía de la tecnología a la filosofía analítica de la ciencia,de la que la primera sería algo asícomo una aplicación.'2
cham define la tecnología como «themaking and using of artifactsn, parapuntualizar a renglón seguido: «human making, in turn, can be broadlydistinguished from human doing -forexample, political, moral, religious,and related activitiesn.58 Además habría que excluir de la tecnología las artes, el lenguaje5Y y, por descontado lamisma filosofía.'D Dado que la tecnología se entiende como esencialmentematelial,61 se supone que todos losasuntos humanos que se le contraponen tienen un carácter «inmateria¡"ajeno a lo artefactual. La preeminenciade la tecnología en nuestra cultura porencima de esas facultades «espilitualesn pone en peligro, según denunciainsistentemente esta filosofía, los valores superiores humanos. Se trataría,pues, de invertir la preeminencia encuestión restableciendo la subordinación de la tecnología moderna frente ala filosofía y todas las demás «humanidadesn. Conforme a esta doctrina delhumanismo extra-tecnológico, las soluciones a los problemas tecnológicostrascienden el propio ámbito de la tecnología.
Del lado analítico, la definición fundamental de tecnología como cienciaaplicada revive la vieja caracterizaciónaristotélica de la tec7me como epistemeiplicada. Sólo que la ciencia moderna:la ocupado el lugar de la episteme clá;ica y, al mismo tiempo, la condiciónle que la techne había de conformarse1 un lagos verdadero que se ha tralUcido por la necesaria conforn1idadle la tecnología con las leyes científi:as. Sin embargo, la moderna asimila:ión epistemológica de la tecnología10 comporta ninguna equiparación de:iencia y tecnología. La ciencia pura,egún la filosofía analítica, es una emn-esa esencialmente intelectual de in'estigación teólica que debe deslindare claramente de la tecnología. Cual-
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NOTAS Y DISCUSIONESNOTAS Y DISCUSIONES
constructiva, precede siempre a la interpretación de las teorías científicascomo construcciones teóricas. La filosofía de la técnica es, pues, una parteintegrante fundamental de la filosofiaconstructiva de la ciencia.
En el caso de la fisica en general, losfundamentos técnicos (objeto de la llamada Protofísica) no sólo incluyen lastécnicas de construcción y uso de losinstrumentos de medición (esto es,además de la geometria técnica, la cronometría e hilometria técnicas para lamedición de tiempos y masas) sinotambién la exuberante tecnología delos aparatos de reproducción y controlde los efectos y procesos en los laboratorios.;] Los estudios constructivos hancontribuido a poner de manifiesto laconstitución esencialmente tecnológicade la física moderna, llegando a laconclusión de que más que de una presunta ciencia de la naturaleza, se trata fundamentalmente de tecnología.;4La filosofía constructiva reinvierte porcompleto los prejuicios analíticos acerca de las relaciones entre ciencia y tecnología, para entender la ciencia, másbien, como «tecnología aplicada»J5Con ello queda reinvertido también elpapel subordinado que la filosofía analítica asignaba a la filosofía de la tecnología. En su planteamiento constructivo, filosofía de la ciencia y filosofía de la tecnología quedan integradasen lo que se podria caracterizar comofilosofía de la tecnología de la ciencia.;6
Desde su institucionalización académica en los años sesenta, la historia dela tecnología ha contribuido a desmontar la tesis de la tecnología como ciencia aplicada, defendida t;mbién por algunos historiadores de la ciencia encontra de los estudios originarios dehistoria social de la ciencia. Pero elgiro tecnológico es patente asimismoen la evolución más reciente de la misma histOlia de la ciencia. A partir de la
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década de los ochenta, han proliferadolos estudios lústóricos que insisten enel papel central de los instrumentos ylas tecnologías experimentales, producidas en los laboratorios, para el desarrollo de la ciencia.;; Así, Derek DeSolla Price ha puesto en primera línea elcarácter tecnológico de la investigación científica moderna y la importancia decisiva de la innovación tecnológica de instrumentalidades para el cambio científico. Plice sugiere, de hecho,una revisión tecnológica de las inexplicadas revoluciones kuhlúanas. Estasvienen dadas por los cambios tecnológicos producidos en la investigacióncientífica.;s
Incluso desde la misma filosofía estándar de la ciencia han surgido autores como Ian Hacking, que se ha desmarcado de los prejuicios analíticospara reconocer que la ciencia no puede reducirse a las teorías científicas(representing) , sino que la práctica expelimental es esencialmente un modode intervención tecnológica (intervening).;Y Hacleing propone abandonar la«moda» analítica de «don't talle abouttlúngs, talle about the way we talkabout things»so y dejar de hablar deenunciados observacionales para hablar de la actividad experimenta!.B' Según su filosofía, «las teOlias de lasciencias de laboratOlio no se comparan directamente con "el mundo"; persisten porque son verdaderas acerca delos fenómenos producidos o inclusocreados por aparatos en el laboratorioy se miden mediante instrumentos quenosotros hemos construido».s2
Los numerosos estudios de la sociología del conocinúento científico han sidodecisivos para desmantelar defilútivamente los prejuicios epistemológicos,otrora dOllÚnantes desde la filosofíaanalítica de la ciencia, al poner de manifiesto el carácter constructivo y artefactual de la actividad científica. Sin
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embargo, en algunos planteamientosque sostienen la tesis de la construcciónsocial raclical de la ciencia y también dela tecnología, continúa presente el prejuicio humanista en una «modalidad sociológica». En este caso, lo humano nose identifica con lo filosófico, sino conlo social. Se da por supuesto que existe,por un lado, lo social "puro» (los actores humanos, las relaciones e interacciones sociales sin intervención de artefactos) y, al otro lado de la división, tendríamos los objetos (los no humanossin conexiones sociales). El primado humanista consiste, en esta versión, enplimar unilateralmente la explicaciónsociológica pura (es decir, partiendoúnicamente de causas sociales) del cambio científico y tecnológico.53 Al presentar la ciencia y la tecnología como constructos puramente sociales y cliscursivosse está plimando lo humano, comoesencialmente constitutivo de las misrnas, y relegando a los artefactos materiales científicos y tecnológicos.
Contra esta discriminación han surgido, en los estudios más recientes deciencia y tecnología, replanteallÚentoscríticos que se pueden también calificar de giro tecnológico." Este giro semanifiesta en una cierta ruptura con lasociología del conocimiento científico(SCC) aniInando a «eliminar la primera e de SCC, puesto que el tema central no es el conocinúento sino la práctica, y también la S, ya que no pareceestar justificado atlibuir una prioridadcausal a lo social para comprender lapráctica y la cultura científicas»."
El interés central del estudio de laciencia se ha reorientado claramentehacia la dimensión tecnológica de la111ÍSIna:
Traditional accounts of science take it forgranted that the end of science is to produce representations of how the world reallyis; in contrast, acln1itting a role [or n1atelial
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agency points to lhe fact that, in conmlonwith technology, science can also be seen asa realm oE instn..1n1ents, devices, machines,and substances that act, perfOlID, and dothings in the material world.86
En esta hnea, Anill-e\v Pickeringquiere «comprender la ciencia comoun campo de dispositivos materialesoperativos (y comprender las representaciones científicas en relación con estos dispositivos, antes que en su usualaislamiento esplendoroso»)." Su propuesta es un análisis posthwnanista dela práctica científica que tenga realmente en cuenta el carácter tecnológico de la misma, reconociendo el papelde los agentes no-humanos (esto es,materiales) en la ciencia y su entramado con los agentes humanos.ss
Bruno Latour ha sido uno de los plimeros en abogar por una revisión de laSCC en esa misma clirección. Sus estuclios se han centrado, desde un plincipio, en la práctica de los laboratOlioscomo centros de la producción tecnocie11tífica. Para Latour, la ciencia y latecnología han de entenderse constmctivamente, pero no están construidas socialme11te,'" sino por entramados (collectives) de humanos y no humanos. «Laobstinada devoción por la "conshLlcciónsocial" como recurso e:--'Plicativo» ,YO tantoen sociología del conocinliento científicocomo en sociología de la tecnología, hamantenido la clicotomía entre actoressociales y objetos, enh-e humanos y nohumanos, cuando en realidad...
If anytlling, lhe modem collective is thatin wruch the relalions of human and nonhuman "re so intimate, the transactions somany, the mediations so convoluled, thatthere is no plausible sense in which artifnct,corporate body, and subject can be distinguished."
En opinión de Latour, la filosofía dela tecnología tampoco ha ido muy le-
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NOTAS
NOTAS Y DISCUSIONESNOTAS Y DISCUSIONES
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Quintanilla es quien ha desanul1ado de fomlamás coherente y sistemática los planteamientosbu¡¡gia1l0s. Cf. su Tecl1ología: U1I e¡¡foque filosófico, Madrid, Fundesco, 1989.
42. Mario Bunge, {tFive Buds of Techno-Philosophy», Tec!l11olo[;;' i,¡ Society, 1 (1979), pp. 67-74.
43. «Technology as Applied ScienceJI es precisamente el título del artículo publicado en Tech¡¡ology alld Culture en 1966 que reproduce la contribución de Bunge al primer simposio sobre [ilosoña de la tecnología (cf. supra).
44. Nrario Bunge, La investigación científIca,Barcelona, Ariel, 1969, p. 43.
45. ¡bid., p. 695.46. ¡bid., p. 694.47. ¡bid.48. ¡bid., p. 695.49. Así, p. ej., el enunciado «Si se calienta un
cuerpo imantado por encima de su punto de Curie, entonces pierde su imantación)) sería el enunciado nomopragmático correspondiente a la regbtecnológica {tPara desimantar un cuerpo, caliéntesele por encima de su punto de CUliell. A suvez, dicho enunciado se deIivaría de la ley científica (tSi la temperatura de un cuerpo imantadorebasa su punto de Cune, entonces el cuerpopierde su imantación¡).
50. Bunge, op. cit., p. 699.51. ¡bid., p. 696.52. ¡bid., p. 699.53. ¡bid., p. 695 s.54. ¡bid., p. 683.55. ¡bid., p. 684.56. Bunge se ha refeIido a los escritos de
Heiddeger y Ellul sobre la técnica diciendo queno son filosofía sino mala literatura (Bunge,«Five Buds of Techno-PhiJosophy», p. 68). Mitcham, más moderado, afirma que la filosofía analítica es incapaz de reconocer las propias limitaciones (Mitcham, op. cit., p. 140).
57. uLike aH previous philosophy, the philosophy of technology raises in a ne\\' [GIm perennial questions that are not subject to any straightfonvan:l resolution» (ibid., p. 113).
58. ¡bid., p. 153.59. ¡bid., p. 156.60. (tPhilosophy is not science, nor is it techno
logy» (ibid., p. 113).61. ¡bid., p. 156.62. En 1976 tuvo lugm" un simposio de la Phi
losophy Association titulado ((¿Hay alguna cuestión filosóficamente interesante en la tecnología?ll. Ronald Giere se encargó de exponer los resultados, llegando a la conclusión de que la filosofía de la tecnología no debía considerarse comootra especialidad dentro de la [ilosofí~, sino comouna "filosofía aplicada» (cE. CarJ Mitcham, ¿Quées la ftlosofi#a de la tecnología?, Barcelona, Anthropos, 1989, p. 189 s.). De hecho, los practicantesde la filosofía analítica de la ciencia no han sabi-
Ives Goffi, Úl philosophie de la teClmiql1e, París,PUF, 1988, Y Don Ihde, Philosophy of Tecll11010gy.f111 Jl7troductio11-, Nueva York, Paragon I-Iouse,1993.
1S. Esta coniente está representada pIincipalmente por Don Ihde, !..,1ichael Zimmennann y Albert Borgmann.
19. En la línea de Dewey destacan Paul Durbiny Lany Hiclcman. El au tor más conocido en elcampo de la filosofía política de la tecnología es,sin duda, Langdon \-\linner.
20. Jean-h'es Gom, op. cit., p. 95.21. Jacques EJlul, ,The Technological arder»,
en C. lI'litcham y R. Mackey (eds.), Philosophyal1d Teclm%gy: Readi17gs in lhe Philosop/zical Problel1ls o{ Tec!l11%¡;y, Nueva York, Free Press,1972, p. 90.
22. ¡bid.23. CE. Mitcham, op. cit., p. 60.24. La filosofía «humanísticall de la tecnología
de r...litcham no coincide exactamente en la caracterización ni menos aún en la valoración con laque aquí se denomina filosofía humanista.
25. Mitcham, op. cit., p. 39 (traducción del au-tor).
26. ¡bid., p. 152.27. ¡bid., p. 39.28, ¡bid.29. ¡bid., p. 113.30. ¡bid.31. [bid., p. 64.32. ¡bid., p. 39.33. La filosofía humanista es para Mitcham el
(¡café café)) de las filosofías de la tecnología porestar necesariamente ({más cargada de filosofía ysofisticación filosófica que la fiJosoña ingenierilcle la tecnología, claclo que la filosofía es una delas humanidades tradicionales y la ingeniería nolo es» (op. cit., p. 138).
34. Friedrich Rapp, Filosofia aI1alítica de la téc-¡¡ica, Buenos Aires, Alfa, 1981, p. 14.
35. ¡bid., p. 27.36. [bid., p. 60.37. Asociación de Ingenieros Alemanes.38. La E¡¡gi¡¡eerillg Philosophy of Tecllllolo¡,y de
IVUtcham se identifica, prácticamente, con la filosofía alemana de la tecnología. La contraposiciónde' ésta con la HUl1lanities Philosophy o{ Tec/11lolag:v equivale a una con[1"onlacÍón nacional entrelas filosofías norteamericana y alemana de la tecnología.
39. 01'. cit., p. 60.40. ¡bid.41. Bunge ha abt;Jgado desde el principio por
la institucionalización de la filosofía de la tecnología y ha contribuido a la misma, pero siempreen clara oposición a la coniente humanista. Algunos miembros de la SPT, como Joseph Pitt JI1<.J.istin Shrader-Frechette estarían cercanos a SllS
posiciones analíticas. En España, Ivriguel Ángel
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En todo caso, si la filosofía de laciencia y la filosofia de la tecnologíahan ele tener un f'uturo que no sea pasar a formar parte del ya bien surtidomuseo filosófico, habrán de superarlos viejos prejuicios tanto humanistascomo epistemológicos, para integrarseinterdisciplinmiamente en los actualesestudios de ciencia y tecnología. Mientras tanto, habría que empezar por integrar ambas" en una filosofía postepistemológica y posthwnanista de latecnociencia, de acuerdo con el plincipio de que no debe separarse académicamente lo que viene unido en la práctica y en la cultura. Pero esto es yatema para otro trabajo.
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7. Plutarch's Lives V, Londres, Heinemann,1968, p. 472 s. (traducción del autor).
8. ¡bid., p. 478 s.9. ¡bid., p. 470 s.10. José Ortega y Gasset, l11editació1Z de la téc
llÍea, Madlid, Espasa-Calpe, 1965, p. 13.11. lVIartin Heidegger, «Die Frage nach der
Technik)), en 1!ortrage l.l17d flllfstitze, Pfullingen,Neske, 1954, p. 21 (traducción del autor).
12. {tEl desocultan1iento que impera en In técnica moderna es un provocar que le" exige a lanaturaleza suministrar energía que Como tal pueda ser extraída y almacenada. [oo.] Esta [provocación] se realiza en tanto que se extrae la energíaoculta en la naturaleza, lo extraído se transforma,lo transfonnacio se almacena, lo almacenado a suvez se distlibuye y lo distribuido se conmuta denuevo. Extraer, transformar, almacenar, distribuir y conmutar son farolaS de desocultarn Cap.cit., p. 24).
13. ¡bid., p. 31.
14. Entre otras muchas obras de I-Iugo Dingler, cf. Der Glal/be ll17d die 1Veltinaschi11c tl11d sciHe Übel1\ti¡zdUHg, Stuttgart, Ferdinand Enke,1932, y Über die Geschichte lwd das ].\fesel1 desE'7'erimemes, Munich, Eidos, 1952.
15. Op. cit., p. 40.16. ¡bid., p. 36.17. Cf., p. ej., Friedlich Rapp, rll1alitische Tech
l1ikphilosophie, Friburgo, KarJ Alber, 1978; Jean-
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1. Paul Edwards (ed.), The Ellcyclopedia of Phi'sophy, 8 vols., Nueva York, MacMiJlan, 1972.2. Al establecer la contemplación (8EOlp,a)
Jrno el fundamento del conocimiento se instauI la división teórica sujet%bjeto y la prácticaJeda epistemológicamente descalificada.3. Cf. Manuel Medina, «Mito de la teoría y fisofía de la tecnología" Allthropos, 94-95 (1989),J.35-39.4. Cf. Mitcham, 1994, p. 119.5. ¡bid., p. 120.6. ((Sobre las visiones platónicas en las que lartud carncteristica de la clase dominante es elmocimiento teólico, se levantan el primado paico de la teoría y la descalificación política des leclmaL La sabiduria política se proyecta ens regiones de un conocimiento superior inalcanlble para artesanos y comerciantes -obligadostrabajar con sus propias manos para poder vil'- y solamente accesible para el reducido gnl) que disfru ta del ocio y del placer. De la in'l11patibilidad entre el conocimiento teólico y elber técnico, se hace derivar la incompatibilidadltre la función política -y la función técnica.Ira Aristóteles, la pertenencia al dominio de las:::nicas productivas descalifica para la participa5n en el dominio político. La deliberación polí:a es un asunto del discurso teórico para el que3 artesanos están, tanto epistemológica comoácticamente, incapacitados. En el refinado sis.11a teólico de Aristóteles la descalificación epis.nológica conduce a la incapacidad ética y polí"a» (lvIanuel 1vledina, (tLa filosofía de la tecno:lcian, en 1vlanuel lvledina y José Sanmartín
os, porque ha desconocido la produc:ión conjunta de actores y artefactos.'"'-Tosotros podríamos añadir, debido a;us prejuicios humanistas y epistemoógicos. La misma división entre filosola de la ciencia y filosofía de la tecnoogía con-e paralela a la separación delUmanos y no humanos. Sólo repre.enta una división territorial académi:a de entramados que nunca han estala separados en la práctica. Creo que,'n la actualidad, está bastante clarolue la filosofía de la ciencia no tieneentido sin la filosofía de la tecnología,li a la inversa. A no ser quenas refiranos al sentido de los intereses ten-itoiales.
NOTAS Y DISCUSIONES NOTAS Y DISCUSIONES
REFERENCIAS
de todos los campos del conocimiento,incluyendo la ciencia, era desde supunto de vista el problema fundamental de la filosofía y la epistemología. [
Diez años después y aplicando lapropuesta de Carnap a la Filosofia dela Ciencia, Reichenbach establecíados distinciones que ya habían sidoinsinuadas por otros autores y que hicieron fortuna rápidamente.' La primera era la diferencia entre las relaciones internas y externas del conocimiento. Llamaba 'internas' a las que
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JESÚS SÁNCHEZ NAVARROUniversidad de La Laguna
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78. Plice, 1984.79. Hacking, 1983.80. 01'. cit., p. 167.81. Ibid., p. 181.82. Hacking, 1992, p. 30 (traducción del au
tor).83. Es lo que Pickering llama reduccionismo
sociológico (Pickering, 1992, p. 14 s.) y Latour 50ciologismo (Latour, 1994, p. 42).
84. \Voolgar se ha referido también a un girotecnológico en los estudios sociales de la ciencia,pero en un sentido distinto al que aquí se expone(Steve \Voolgar, !cThe TUln to Technology in Social Studies oE Science, Scie11ceJ Tecll1zology &J-IllIl1all Fallles, 16, n." 1 [1991], pp. 20-50).
85. Pickering, 1992, p. 14 (traducción del autor).
86. Pickering, 1993, p. 563.87. Pickering. ibid. La consonancia con la filo-
sofía constructiva de la ciencia es asombrosa.88. Ibid., pp. 562 Y 567.89. Latour, 1994, p. 53.90. Ibid., p. 54 (traducción del autor).91. !bid., p. 53.92. ¡bid., p. 30 ss.93. Don Ihde, 1991, apunta también hacia una
cierta integración de la filosofía de la ciencia y lafilosofía de la tecnología, aunque en un contextofenomenológico.
do, en general, por dónde empezar con la tecnología. Hace algunos años, cuando la filosofía dela tecnología empezaba a conocerse en España,un colega del área de lógica y filosofía de la ciencia me argumentó que la filosofía de la tecnología era imposible, pues teno se puede hacer filosofía de una cámara fotográficall.
63. La predilección de Bunge se orientaría obviamente hacia la ciencia, mientras que la deMitcham sería hacia la filosofía tradicional.
64. Hickman, 1990.65. Ibid., p. 115.66. Ibid., p. 46.67. Ibid., p. 116.68. Forman parte de la misma, entre otros, Pe
ter Janich, Jürgen !v1ittelstrass, Kuno Lorenz,Christian Thiel, Holm Telens y Rüdiger Inhetveen.
69. Lorenzen, 1978, p. 153 (traducción del au-tor).
70. Lorenzen, 1987, p. 18.71. Lorenzen, 1986, p. 23.72. Ibid., p. 24.73. Cf. Janich, 1978; Tetens, 1987.74. Cf. Peter Janich, 1978.75. Cf. Peter Janich, 1988. La filosofía cons
tntctiva de la ciencia como q.tecnología aplicada»tiene obviamente radicales consecuencias para lapolítica de la ciencia y la tecnología, así comopara las relaciones entre ciencia, tecnología y política. En términos de Lorenzen, ({Toda teonasólo puede comprenderse sobre la base de unapráctica: este es el primado de la práctica. [...]toda práctica técnica presupone. al menos. formas previas de una práctica política. Junto con elprimado de la práctica respecto a la teoría valepor tanto, además, el primado de la política respecto a la técnica> (Lorenzen, 1978, p. 153). Véase en este contexto: lvlanuel I'vledina, ({Estudios deciencia y tecnología para la evaluación de tecnologías y la política científica», en José Sanmartínet al.. Superando /1mIteras. Estudios europeos deCiel1cia-Tec11olob,rfa-Sociedad y Evaluación de Tec1lologías, Barcelona, Anthropos, 1994, pp. 95-126.José Sanmartín, «Ingeniería genética humana:evaluación y percepción públicas de las tecnologías genéticasl), en José Sanmartín, Manuel Medina et al., Estudios sobre sociedad y tecnología,Bm-celona, Anthropos, 1992, pp. 224-265.
76. En España, Manuel Medina y José Sanmartín, vinculados personalmente a la comen tede la filosofía constructiva de la ciencia, handesaITollado sus planteamientos integrándolosen los actuales estudios de ciencia y tecnología.
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