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Taller sobre Agrodiversidad en México: el caso del Maíz
Incentivos para la conservación
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Memorias
12 y 13 de Junio de 2008
Ciudad de México
1 Las reflexiones finales de cada sesión así como las conclusiones de las presentes memorias son única y
exclusivamente responsabilidad de la Dirección de Economía Ambiental del INE y no representan la visión y/o
conclusiones de La Comisión Nacional de Biodiversidad (CONABIO), El Sistema Nacional de Recursos
Fitogenéticos (SINAREFI) o de ninguno de los invitados ponentes del taller o sus respectivas instituciones.
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Dr. Adrián Fernández Presidente Instituto Nacional de Ecología Dr. Carlos Muñoz Piña Director General de Investigación en Política y Economía Ambiental Instituto Nacional de Ecología M.C. Iván Islas Cortés Director de Economía Ambiental Instituto Nacional de Ecología Dra. Ina Salas Casasola Subdirectora de Economía de la Política Pública Instituto Nacional de Ecología Portada: Híbrido natural máiz y teocintle. Foto: CONABIO
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RESUMEN EJECUTIVO
El Taller sobre Agrodiversidad: el caso del Maíz, fue realizado en la ciudad de México los
días 12 y 13 de junio del 2008. El evento tuvo como objetivo analizar el estado actual del maíz
criollo con la intención de diseñar una propuesta de política pública que incentive y contribuya a
su conservación. Para ello, se analizaron las experiencias de conservación in situ a fin de
discutir diferentes instrumentos económicos y de mercado que contribuyan a un programa que
promueva sistemas de cultivos que favorezcan la utilización sostenible del maíz criollo.
El principal resultado del taller fue reconocer la importancia de construir un programa
integral de conservación de maíz criollo que incluyera elementos no solamente dirigidos a la
conservación de las razas, sino también a las prácticas tradicionales que se insertaran dentro
de políticas de desarrollo rural. Dadas las características de las prácticas de cultivo y de los
mismos maíces no puede existir una sola política, homogénea y nacional para enfrentar la
erosión genética de este cultivo. Estas diferencias hacen que para algunas de las razas que
han encontrado un nicho de mercado, dado su color, sabor y textura, sea necesario un
instrumento que la identifique y la posicione en su mercado. Por el contrario, para aquellas
razas que se encuentran en estado crítico, que no tienen un mercado y que están en riesgo de
desaparecer, será necesario un instrumento económico de fomento para que el agricultor pueda
continuar con sus prácticas de cultivo cubriendo su costo de oportunidad. Es importante advertir
que el primer paso para una estrategia de conservación de maíces criollos es la eliminación de
incentivos perversos que contribuyan al uso de un solo genotipo de semillas.
El taller fue estructurado en cuatro sesiones: la importancia de la conservación del maíz, los
instrumentos de mercado para la conservación del maíz criollo, las experiencias de
conservación in situ y su aportación a programas de conservación e instrumentos económicos
para un Programa de Conservación de maíz criollo.
La primera sesión abordó la importancia de la conservación de las variedades criollas del
maíz, tanto a nivel biológico como económico. Asimismo se discutieron algunos factores que
afectan negativamente la conservación y que están relacionados a problemas en el medio rural
como migración, precios, niveles de productividad, comercialización, entre otros. En la segunda
se presentaron algunos instrumentos de mercado para la conservación del maíz como el uso de
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signos distintivos y el fortalecimiento de redes de comercialización. En la tercera sesión se
presentaron experiencias de conservación in situ sobre maíces criollos lo cual permitió
establecer diferencias al interior de este producto. Finalmente, se discutieron algunos
elementos para un Programa de Conservación.
Las memorias aquí presentadas incluyen un resumen de las conferencias y principales
elementos de discusión del taller, incluyendo los nombres y direcciones de correo electrónico de
todos los asistentes.
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ÍNDICE
Antecedentes Agenda de la reunión Sesión 1: importancia de la conservación del maíz Sesión 2: Instrumentos de mercado para la conservación del maíz criollo Sesión 3: Experiencias de conservación in situ: aportes a un programa de incentivos de conservación Sesión 4: Instrumentos económicos para la conservación Reflexiones finales Lista de Participantes
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ANTECEDENTES
El Instituto Nacional de Ecología (INE), con el objeto de contribuir con la toma de decisiones
y realización de acciones para el aprovechamiento y conservación de la diversidad biológica,
decidió analizar el estado del maíz criollo en México. Para ello, organizó un taller de forma
conjunta con el Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos (SINAREFI/SAGARPA), la
Comisión Nacional de Biodiversidad (CONABIO) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT), donde participaron reconocidos investigadores de diferentes
instituciones académicas y de investigación, para analizar los elementos que contribuyeran a la
toma de decisiones en políticas de conservación.
Al taller asistieron científicos de diferentes universidades y centros de investigación tales
como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Iberoamericana
(Ibero-Puebla), la Universidad Autónoma Chapingo, el Colegio de México (COLMEX), el Colegio
de la Frontera Sur, el Colegio de Posgraduados, el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el
Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT), Johns Hopkins
University y la Universidad de California en Davis. Asimismo, participaron funcionarios públicos
relacionados al tema, provenientes de instituciones como el INIFAP, la SEMARNAT, la
SAGARPA, la CONABIO y el INE.
El taller tuvo como objetivo principal analizar el estado actual del maíz criollo en México con
el propósito de identificar factores relevantes en el diseño de una propuesta de política pública
que incentive su conservación y uso sustentable. Las experiencias en conservación in situ
regional de los investigadores e invitados sirvió para tener más información sobre la producción
del maíz criollo y proponer el uso de instrumentos económicos que sean costo-eficientes dadas
las diversas aristas del problema de pérdida de riqueza genética de los maíces en México.
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industriales, entre otros, con el objetivo de lograr una distribución equitativa de la riqueza
genética como patrimonio del país. Dentro del sistema, existe �O�D�� �³Red maíz� ́ que tiene
programas de conservación donde intervienen aspectos técnicos, como la colecta, la
planificación y el mejoramiento genético y aspectos jurídicos como el registro de variedades
criollas. Aún así, los esfuerzos de conservación son insuficientes si no se promueve la
diversificación, el desarrollo de especies, el mejoramiento de biotecnología, entre otros
aspectos que permitiría un uso sustentable del maíz criollo. Existen programas de mejoramiento
participativo para 31 razas criollas en los estados de México, Oaxaca, Puebla, Yucatán,
Chiapas y Coahuila. Asimismo, se ha apoyado la creación de bancos comunitarios para 5 razas
en 7 comunidades de Oaxaca y Yucatán. Dentro de la red maíz se ha realizado también el
rescate de variedades en peligro de extinción como el maíz Jala. Mayor información sobre los
programas de la Red Maíz se puede encontrar en el documento de trabajo elaborado para este
taller de la página web del INE (www.ine.gob.mx).
3. ALGUNOS PRINCIPIOS PARA LA VALORACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD AGRÍCOLA.
Ponente: David Simpson, Profesor Asociado de John Hopkins University
En la actualidad existen serias preocupaciones por la extinción de especies y variedades.
Para prevenir esta pérdida de diversidad biológica, los grupos de conservación han realizado
esfuerzos para proteger zonas con mucha riqueza, pero que no se conservan o están en riesgo
de desaparecer debido a que no existen mercados donde puedan recibir pagos por esa
conservación.
E�O���³�Y�D�O�R�U�´���T�X�H���V�H���S�X�H�G�H���D�V�L�J�Q�D�U���D���O�D���E�L�R�G�L�Y�H�U�V�L�G�D�G���S�X�H�G�H���V�H�U���P�X�\���G�L�I�H�U�H�Q�W�H�����G�H�S�H�Q�G�L�H�Q�G�R���G�H�O��
enfoque que se emplea. En valoración económica existen tres principios importantes sobre esta
asignación:
- Los bienes se valoran económicamente en la medida que existe una escasez relativa en
�U�H�O�D�F�L�y�Q�� �D�� �V�X�� �G�H�P�D�Q�G�D���� �Q�R�� �H�Q�� �I�X�Q�F�L�y�Q�� �G�H�� �V�X�� �³�X�W�L�O�L�G�D�G�´���� �(�V�� �S�R�U�� �H�O�O�R�� �T�X�H�� �F�X�D�Q�W�R�� �P�i�V��
escaso resulte el bien para satisfacer su demanda, su valor económico se incrementa ya
que la disposición a pagar por obtenerlo resulta mayor.
- Se �U�H�F�R�Q�R�F�H�� �T�X�H�� �P�X�F�K�R�V�� �E�L�H�Q�H�V�� �S�X�H�G�H�Q�� �V�H�U�� �F�R�Q�V�L�G�H�U�D�G�R�V�� �F�R�P�R�� �³�~�Q�L�F�R�V�´�� �G�H�� �D�O�J�X�Q�D��
manera u otra, pero ello no significa que todos los bienes tengan un gran valor.
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- Los bienes más valiosos son aquellos que serán usados cuando otros no existan (y que
por lo tanto son marginales), y ello resulta diferente a pensar que los bienes con mayor
valor son aquellos que parecen estar en uso.
En el caso de la biodiversidad existen dos problemas sobre su valoración. En primer lugar,
existe la creencia de que �³�H�O�� �Y�D�O�R�U� ́ en una colecta está relacionado a la probabilidad de que
alguna propiedad sea utilizada tantas veces se encuentre dentro del grupo. Sin embargo, dentro
de un proyecto de investigación el valor agregado resulta cada vez más pequeño conforme se
repite la misma propiedad una segunda o tercera vez. Por ejemplo, una buena estrategia de
colecta debe poner mayor énfasis en aquellos bienes que son diferentes de los otros y que van
a resultar más valiosos por su escasez relativa. En este sentido, lo que se busca es identificar
aquellos activos diferentes y no necesariamente valorar toda la diversidad.
El segundo se relaciona a la sobrevaloración de los bienes�����F�X�D�Q�G�R���V�H���F�R�Q�V�L�G�H�U�D���T�X�H���³�W�R�G�R��
�H�V�� �L�P�S�R�U�W�D�Q�W�H�´�� �I�L�Q�D�O�P�H�Q�W�H�� �Q�D�G�D�� �U�H�V�X�O�W�D�� �S�U�L�R�U�L�W�D�U�L�R���� �3�R�U�� �H�O�O�R���� �H�V�� �Q�H�F�H�V�D�U�L�R�� �W�R�P�D�U�� �H�Q��cuenta el
significado del costo de oportunidad de un programa de conservación: para lograr un objetivo se
compromete la realización de otros. Cuando el propósito de la conservación es proteger y
mejorar variedades cultivadas comercialmente, existirá un desplazamiento entre la producción y
�H�O�� �³�D�F�H�U�Y�R�� �J�H�Q�p�W�L�F�R�´�� �O�R�� �F�X�D�O�� �F�R�P�E�L�Q�D�G�R�� �F�R�Q�� �X�Q�D�� �D�J�U�L�F�X�O�W�X�U�D�� �P�H�Q�R�V�� �S�U�R�G�X�F�W�L�Y�D�� �\�� �X�Q�D�� �G�H�P�D�Q�G�D��
inelástica darán como resultado menor disponibilidad de tierra para la conservación de la
biodiversidad.
Muchas naciones realizan esfuerzos para desarrollar industrias en recursos genéticos, ello
requiere una especial atención a las ventajas comparativas de cada país y las restricciones de
uso que pueden afectar la actividad de conservación. Estas estrategias deben ser analizadas
cuidadosamente, En particular, debe pensarse cuidadosamente si la inversión en la
�F�R�Q�V�H�U�Y�D�F�L�y�Q���G�H���O�R�V���U�H�F�X�U�V�R�V���J�H�Q�p�W�L�F�R�V���H�V���X�Q�D���L�Q�Y�H�U�V�L�y�Q���³�H�V�W�U�D�W�p�J�L�F�D�´���R���V�L���G�H�E�H�Q���F�R�U�U�H�J�L�U�V�H���O�D�V��
fallas de mercado que impiden a los actores privados realizar actividades de conservación.
La conservación del maíz puede integrarse en programas existentes y compatibles con el
desarrollo rural. Aquí es muy importante respetar los derechos de propiedad ya que cuando las
necesidades por algunas de las características genéticas del maíz sean muy grandes existirá la
tentación de adueñarse de este acervo genético sin dar incentivos ni reconocer la importancia
de las comunidades de preservar la diversidad genética.
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4. VALOR ECONÓMICO Y CONSERVACIÓN DE MAÍCES EN MÉXICO
Ponente: George Dyer, Investigador de la Universidad de California, Davis
Además del valor en los mercados en los que se comercializa, el maíz tiene valor fuera de
él, tanto como bien público como privado. Éste último, es el valor que el productor le asigna en
función tanto de sus propias preferencias y demandas de consumo, como de las propiedades
de cada maíz.
La liberalización comercial generó una perdida del valor de mercado del maíz, con lo cual el
cultivo perdió importancia en la generación de ingresos rurales. Aún así, la superficie cultivada
se mantuvo en niveles elevados gracias a la actividad de los productores de autoconsumo que
valoran el maíz más allá del precio de mercado.
Como cualquier otra actividad productiva, el cultivo del maíz tiene un costo de oportunidad.
La mayoría de los estudios actuales consideran que el costo de oportunidad del sector maicero
de subsistencia mexicano aumentará conforme la economía rural se desarrolle y cuando éste
supere el valor del maíz, el productor abandonará la producción del cultivo. En consecuencia,
muchos autores concluyen que un programa de conservación debería enfocarse en aquellos
productores para los cuales el cultivo del maíz tiene un valor más alto que el costo de
oportunidad. En este sentido, se ha dicho que la apertura comercial representa una amenaza a
la conservación de la diversidad de maíz en México, sin embargo, este razonamiento esta
basado en una premisa muy endeble, pues es improbable que el costo de oportunidad del
sector maicero se comporte de la manera prevista.
Se ha demostrado que la reacción de los hogares rurales frente a los cambios en los precios
difiere significativamente tanto a nivel de las regiones como entre los productores comerciales y
de autoconsumo. Ello se debe a que el sector maicero de subsistencia esta relativamente
aislado de las variaciones de los precios de mercado. Estas diferencias en la respuesta de
distintos tipos de productores le otorga gran resiliencia al sector maicero, y estudios recientes
sugieren que es la razón principal por la que el sector no haya respondido de la manera prevista
ante la apertura comercial. Si esta apertura no representó una amenaza, el actual aumento de
precios seguramente tampoco tendrá un efecto importante.
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ELEMENTOS DE REFLEXIÓN
La diversidad genética del maíz está relacionada a una serie de factores en las zonas
rurales como son migración, precios, niveles de productividad, comercialización, entre otros. A
su vez, estos factores están vinculados con otros problemas que enfrentan los productores. Sin
embargo, es importante diferenciar el problema de la conservación del maíz criollo de otros
problemas, haciendo además una clasificación entre las diversas variedades criollas o locales,
ya que no todos los maíces muestran el mismo comportamiento: algunos son comercializados
en el mercado y otros son para autoconsumo. En algunos existirá un efecto precio y otros, por
sus características inherentes serán conservados por el productor.
Ante las presuntas amenazas al cultivo del maíz (por ejemplo competencia con otras
variedades, bajos precios, diversificación para la generación de ingresos) los productores tienen
diferentes respuestas. Por ejemplo ante variaciones en el precio, quienes tengan subsidios
estarán tentados a incrementar su volumen y reducir la diversidad cuando el subsidio promueve
el monocultivo. En este sentido, es necesario conocer la dinámica de las poblaciones para
determinar cuales son los posibles efectos de estas modificaciones en las distintas variedades
locales de maíz que se están cultivando y analizar cual sería el impacto de los precios sobre la
conservación y si un programa tendría efectos distributivos y si es suficiente para atenuar los
efectos.
Si bien existe información sobre las diferentes razas de maíz con la cual se puede delinear
un estado general de su conservación resultaría importante, con el fin de proponer instrumentos
económicos, generar más investigación relacionada a los factores que determinan que esa raza
se conserve o desaparezca y que permitan construir mapas con mayor cantidad de información
(variedades, usos, condiciones ambientales, cercanía a los mercados, factores socio-
económicos de los productores, etc.) Con esta información disponible resultaría más costo-
efectivo establecer incentivos económicos en la medida que las herramientas pueden ser
diversas de acuerdo al problema que se esté enfrentando. Debe analizarse la estrategia de
conservación junto a las posibilidades de uso del maíz criollo que incentiven una mayor
conservación in situ y el desarrollo de actividades paralelas como por ejemplo de ecoturismo, y
que sirvan para mitigar el costo de oportunidad del cultivo del maíz.
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Sesión 2
�³�,�Q�V�W�U�X�P�H�Q�W�R�V���G�H���P�H�U�F�D�G�R���S�D�U�D���O�D���F�R�P�H�U�F�L�D�O�L�]�D�F�L�y�Q���G�H�O���P�D�t�]�´
1. INDICACIONES GEOGRÁFICAS
Ponente: Jorge Larson, Coordinador del Programa de Recursos Biológicos Colectivos de
la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO)
Las indicaciones geográficas (IG) son signos que diferencian los productos en el mercado y
otorgan al consumidor mayor información sobre los atributos del producto. Las IG pueden
emplearse de forma voluntaria sin generar costos de transacción o de registro y son empleados
para dar referencias al consumidor sobre la región geográfica de producción. Las indicaciones
geográficas protegidas como las denominaciones de origen requieren registro y están en una
etapa de crecimiento acelerado en los alimentos, y en el sector primario en general. Éstas se
han convertido en ejes de estrategias de desarrollo rural, diversificación de oferta y demanda, y
respuesta a la demanda de los consumidores por mayor calidad sobre los productos de
consumo.
La protección defensiva es aquella que se obtiene cuando se actúa contra la competencia
desleal y a través de la regulación del etiquetado. La protección positiva se obtiene mediante
registro de signos distintivos. En México existen 11 denominaciones de origen declaradas.
Predomina el escaso uso de contra-etiquetas o certificaciones y el sistema es hasta ahora rígido
y con altos costos de transacción. En el país existen además 30 marcas colectivas registradas,
donde lo que se protege son los signos o diseños pero no se protege el uso del nombre
geográfico, por lo que se considera una protección débil.
Uno de los problemas para el mayor uso de indicaciones está ligado a los altos costos
institucionales para la protección del uso de nombres geográficos en el comercio. Además no
existen penalidades a los imitadores con lo cual la protección resulta insuficiente.
Para los productores, el uso de signos distintivos con contenido geográfico presenta
oportunidades como Dar información al consumidor sobre la procedencia y origen del producto
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sin necesidad de registrarlo; Etiquetar bien, de manera concisa y precisa; Organizarse
regionalmente para competir juntos frente a otros productos y también de forma leal entre
productores de un mismo sistema producto y región.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y otros acuerdos de libre
comercio abren la competencia en productos genéricos. En este contexto, la diferenciación
mediante las indicaciones geográficas puede ayudar a posicionar mejor a los productos locales
a partir de su especificidad.
2. REDES DE PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN: PEQUEÑOS AGRICULTORES DE
MAÍCES CRIOLLOS �± Elena Lazos Chavero, Investigadora del Instituto de Investigaciones
Sociales, UNAM
En México existen alrededor de dos millones de familias campesinas que cultivan en total 59
razas nativas de maíz en más de 6 millones de hectáreas. En general, los pequeños
productores cuentan con parcelas de entre 0.5 y 5 hectáreas de temporal; mientras que los
medianos cultivan entre 10 y 20 hectáreas combinando entre riego y temporal; y los grandes
productores maiceros llegan a sembrar hasta 800 y 900 hectáreas principalmente en riego. Esta
heterogeneidad productiva nos refleja tecnologías, necesidades, formas de organización, e
intereses comerciales distintos. Mientras que los pequeños y medianos productores cultivan
entre 1 y 4 poblaciones de maíces locales y los rendimientos oscilan entre los 800 y 2000
kilogramos por hectárea; los grandes productores cultivan entre 1 y 2 variedades híbridas y los
rendimientos alcanzan las 12 y 14 toneladas por hectárea.
Variedades de Maíz Cultivadas en Tierra Caliente y Fría
Ambientes Poblaciones de maíces criollos
Blanco Amarillo Pinto Morado
Tierra Caliente % productores que siembran 36% 23% 11%
Superficie Promedio (has) 1.12 0.81 0.86
Tierra Fría % productores que siembran 57% 36% 32% 9%
Superficie Promedio (has) 0.80 0.69 0.3 0.44
En los datos de tierra caliente, el porcentaje total de productores no suma 100%, ya que muchos de los entrevistados sólo sembraban en la tierra fría. En cambio en los datos de tierra fría, el porcentaje total de productores suma más del 100% porque los agricultores siembran más de 2 variedades. Fuente: 44 entrevistas a campesinos en las Mixtecas y la Cañada (Oaxaca).
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Un estudio realizado en el estado de Oaxaca con 192 productores de maíz comprobó la
importancia del autoconsumo tanto entre los pequeños agricultores que logran una producción
entre 500 y 1000 kilogramos anuales (se destina en promedio el 50% de la producción) como
en los que logran una producción entre los 1000 y 1500 kilogramos anuales (en promedio, 40%
de la producción). En cambio, los productores que logran entre 3 y 5 toneladas anuales,
destinan sólo en promedio 25% de la producción al consumo y el resto la venden. Lo que
queremos enfatizar aquí es que aún los pequeños productores con una escasa producción
(máximo una tonelada anual) venden entre una tercera parte y hasta la mitad de su producción.
Así, los pequeños productores entran también al circuito comercial local y regional, vendiendo
su producción y comprando maíz hasta por 8 meses del ciclo.
Destino de la producción de los pequeños maiceros en Oaxaca
Producción Anual Venta (%) Autoconsumo (%) Intercambio (%)
500-1000 kg/año 42% 50% 8%
1000-1500 kg/ha 54% 40% 6%
N= 44 entrevistas en Mixteca y Cañada
De tal forma que todos los agricultores (pequeños, medianos y grandes) se enfrentan a
graves problemas en la comercialización: precios bajos, falta de una cotización diferenciada
para las poblaciones criollas de maíces, escasa organización de los productores para encontrar
mercados y enfrentar a los intermediarios (coyotes). A su vez, los campesinos mencionaron
problemas importantes en la producción: precipitación errática, erosión de suelos y proliferación
de malezas que conllevan a bajos rendimientos. Lo anterior, aunado a los bajos precios de sus
productos provoca un círculo vicioso, en donde los bajos salarios del campo, llevan a la
migración.
Algunas acciones que podrían contribuir a resolver algunos de estos problemas para los
productores de maíces criollos son:
- Promoción de los mercados diferenciados por poblaciones de maíces a través de
apoyos financieros tanto para la producción como para la comercialización
- Fortalecer las redes urbano-rurales con énfasis en la valoración de maíces criollos
- Fortalecer las redes comunitarias de comercialización
- Facilitar el intercambio de semillas y de granos
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humedad residual arropada de las precipitaciones invernales. En esta zona predominan
productores de maíz que siembran entre 0.5 y 12 hectáreas, utilizando generalmente dos
variedades de maíz. En su mayor parte, venden una parte del grano que cosechan y también el
totomoxtle para envolver tamales.
El 70% de los productores de maíz seleccionan sus semillas de forma tradicional a partir de
granos de su propia cosecha, a pesar que se encuentran próximos a instituciones en donde
desde hace más de 50 años se realiza mejoramiento genético de maíz. Asimismo se constata
que actualmente, hay un menor cultivo de hectáreas de maíz debido a la alza de precios en los
insumos y mano de obra y dificultades en la venta de la cosecha. Ello ha tenido efectos al
interior del sector maicero que se reflejan en (Ortega, 2002):
- Orientación técnica de la producción con base en las recomendaciones o exigencias
de los programas de gobierno y/o empresas privadas;
- Producción de granos de tipos específicos de maíz para usos especiales en lugar de
�³�F�U�H�P�D�´�����Tue es el común para tortillas;
- Mayor atención a los subproductos de maíz;
- Orientación hacia la venta de productos con valor agregado de la cadena productiva
en lugar de granos de maíz;
- Descuido y simplificación de las prácticas agrícolas, incluida la selección de semilla;
- Abandono del cultivo del maíz por parte de los campesinos, y principalmente sus
hijos.
La experiencia del proyecto permite extraer algunas lecciones en la implementación de
estrategias para la conservación de maíces criollo, las cuales se relacionan con:
- La importancia de los procesos de conservación in situ que incluso pueden ser más
relevantes que los materiales específicos.
- Los maíces criollos tienen virtudes pero también deficiencias, por lo que resulta
necesario mejorarlos para maximizar sus propiedades benéficas.
- Los trabajos in situ y ex situ pueden ser complementarios. Sin embargo, es
necesaria una identificación regional del cultivo para poder obtener mayor
información sobre su estado de producción actual.
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- Es importante que exista un contacto estrecho entre productores y fitomejoradores
convencionales.
- Independientemente de los apoyos económicos es fundamental generar el interés de
los agricultores, como por ejemplo en el prestigio en la comunidad o región de ser
poseedor de variedades sobresalientes de un cultivo dado.
- Deben eliminarse las políticas públicas contrarias a la conservación como los
subsidios al uso de variedades mejoradas y condicionamiento de créditos al uso de
semillas mejoradas.
- Debe apoyarse el cultivo con el establecimiento de centros de acopio y distribución,
así como de precios de garantía a la producción campesina y salida del maíz del
TLCAN.
2. EXPERIENCIAS DE CONSERVACIÓN IN SITU EN OAXACA: APORTES A UN
PROGRAMA DE INCENTIVOS DE CONSERVACIÓN.
Flavio Aragón, Investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Campo experimental Valles Centrales de Oaxaca
En el año 2005 había en México una superficie sembrada de 7.9 millones de hectáreas de
maíz que generaron 19.3 millones de toneladas de grano. En promedio, el rendimiento de la
producción fue de 2.4 toneladas de maíz por hectárea y el consumo per cápita fue de 200
kilogramos. En ese año se importaron 5 millones de toneladas, de las cuales el 30% podría
estar mezclada con material transgénico. El 20% de la superficie de la superficie sembrada en
México se siembra con maíces mejorados y el 80 % con maíces criollos.
En México se reportan 7009 registros de zea mays mays en los Bancos de germoplasma,
siendo Oaxaca el estado que cuenta con mayor número de accesiones (2191), seguido por
Puebla (627), México (439) y Jalisco (422). En un análisis de todas las accesiones de maíz de
México se encontró la existencia de 61 razas, siendo los siguientes estados con mayor cantidad
de estas: Oaxaca (35), Chihuahua (22), Jalisco (20), Durango (20), Veracruz (19), Morelos (19),
Michoacán (19) y Guerrero (18).
Algunos proyectos de conservación in situ de maíz criollo se han desarrollado en:
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Estado Institución Responsable Raza de maíz
Nayarit INIFAP, CP Vidal y Aquiles Carballo Jala
Puebla y Edo.
México
UACH y CP Dr. Alejandro Ortega P. y
Fernando Castillo
Chalqueño, Ancho y
Cacahuacintle
Yucatán UACH/CINVESTAV Luis Dzib/Luís Arias Nal-Tel
Oaxaca INIFAP Flavio Aragón C. Bolita, Tuxpeño, Olotillo,
Olotón, Zapalote Chico
Guanajuato INIFAP Alfonso Aguirre Celaya, Cónico
En el estado de Oaxaca existen 35 razas de maíz y predominan por su superficie sembrada
los siguientes materiales: Zapalote chico, Bolita, Tepecintle, Tuxpeño, Chalqueño, Mushito,
Comiteco, Olotillo, Cónico y Olotón.
En ésta región se han realizado trabajos con los productores que incluyen demostraciones
en campo para dar a conocer la diversidad genética de la comunidad y del estado, elección de
los materiales sobresalientes mediante votación e intercambio de experiencias sobre el manejo
de la diversidad. Además se promueve la realización de ferias para el intercambio de semillas
criollas y experiencias, el conocimiento de la diversidad, el reconocimiento a la diversidad y la
conservación y la distribución de semillas criollas mejoradas. Actualmente se tienen siete
bancos de semillas comunitarios donde se conserva la diversidad local, se promueve el
intercambio de semillas, se capacita a los productores y se realiza mejoramiento participativo de
los materiales sobresalientes de maíz.
El cultivo de los maíces criollos puede contribuir a elevar el nivel nutricional y en la
generación de ingresos de los campesinos siempre y cuando su producción esté acompañada
de un mejoramiento de las prácticas agronómicas que incrementen la productividad, el
mejoramiento de la calidad (biofortificación, incorporación de genes de calidad), un mayor valor
agregado (transformación en productos demandantes por el mercado) y el diseño de acciones
para que los productores de autoconsumo logren la autosuficiencia familiar de maíz durante
todo el año. Cuando se usan prácticas agronómicas adecuadas (fertilización, densidad, arreglo
topológico, riego) la producción de criollos sobresalientes se incrementa hasta en un 30% por
hectárea.
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El diseño de una propuesta de plan nacional de conservación in situ de las razas de maíz
podría incluir los siguientes supuestos:
– Existen 61 razas de maíz (Ron Parra et al, 2006):
– Deben definirse las comunidades de conservación, que por ejemplo podrían ser
como mínimo cuatro por raza: 244 comunidades
– Deben determinarse los productores por comunidad (10 agricultores por comunidad):
2,440 agricultores conservadores en total.
– Si se otorgaran apoyos por los servicios ambientales de conservación, para la
siembra, producción y conservación de criollos de un orden de $5000 por hectárea el
costo total del programa sería de (2440 conservadores) $12,200 000.00
En este caso hipotético de un pago por el servicio de conservación el productor debe
comprometerse a sembrar la raza de maíz criollo seleccionada, conservar la pureza varietal,
mantener una semilla de resguardo después de cada ciclo (100 kilogramos) y promover el
intercambio con vecinos. Además esta propuesta debe estar acompañada de una serie de
acciones que impulsen la producción de maíz criollo a través de la capacitación campesina, la
organización para la producción y la transferencia de tecnología. Asimismo, es importante
apoyar el financiamiento (microcréditos), el acceso a los mercados, el acopio y la
comercialización y la investigación. Para desarrollar esta propuesta habrá que considerar la
participación de las instituciones de investigación y educativas que estarían en el
acompañamiento de la conservación in situ de las razas de maíz en los diferentes nichos
ecológicos de México.
3. CONSERVACIÓN IN SITU DE LA DIVERSIDAD DE MAÍCES CRIOLLOS ¿COMPATIBLE
CON DESARROLLO?
Ponente: Fernando Castillo González, Investigador del Colegio de Posgraduados
(COLPOS)
En México, los productores tradicionales de maíz criollo realizan prácticas de conservación
aunque el uso de variedades híbridas se viene incrementando. Algunas diferencias que se
pueden encontrar entre los cultivos de maíz híbridos y criollos los cuales se señalan a
continuación:
26
Maíz híbrido Maíz criollo
- Estrategia de desarrollo predominante
- �$�S�R�\�R���W�p�F�Q�L�F�R���\���H�F�R�Q�y�P�L�F�R�����³�W�R�G�R���H�O��
�D�P�R�U���\���W�R�G�R���H�O���G�L�Q�H�U�R�´��
- Diversidad genética estrecha
- Monocultivo
- En mejores condiciones ambientales
- 60 años de desarrollo en México
- Desdeñado
- Preservación espontánea
- Evolución bajo domesticación
- Sistemas agrícolas complejos
- Diversidad de formas - ambientes
específicos
- Siglos bajo cultivo (aproximadamente 7
mil años)
Para conocer y evaluar la diversidad genética de un grupo de poblaciones de maíz de raza
Chalqueño, recolectadas en el oriente del Estado de México con base en caracteres
morfológicos y agronómicos, se ha desarrollado desde 1996 un proyecto en el sureste del
Estado de México en regiones con una altura entre 2100 y 27000 metros sobre el nivel del mar,
donde predominan los cultivos de la variedad Chalqueño
La investigación ha mostrado que cada maíz nativo tiene una dinámica diferente a pesar de
estar en una región similar: por ejemplo el Chalqueño amarillo presenta baja erosión, el ancho
�H�V���³�H�P�H�U�J�H�Q�W�H�´�� �D���Q�L�Y�H�O���O�R�F�D�O���� �H�O��Xitocle (rojo) �H�V���F�D�O�L�I�L�F�D�G�R���F�R�P�R���³�Q�R���F�R�P�H�U�F�L�D�O�´ y el Chalqueño
crema es la raza predominante.
Para desarrollar un programa de conservación in situ deben superarse una serie de
dificultades relacionadas a: la diversidad de los diferentes tipos de maíz que resultan complejos
por la existencia de poblaciones dentro de cada tipo de maíz y la variación entre plantas dentro
de cada población de maíz. Además, se debe mejorar la productividad y calidad de las
poblaciones nativas a través del desarrollo de estrategias específicas para cada tipo de maíz, el
reconocimiento y aprovechamiento de atributos ventajosos, los sistemas de cultivo en
asociación y la formación de recursos humanos.
Con base en los estratos de diversidad del maíz se han detectado durante el proyecto las
mejores poblaciones de maíz criollo in situ, lo cual muchas veces está relacionado con las
habilidades y antecedentes de manejo de cada agricultor. En algunos casos se han encontrado
razas criollas que tienen hasta un 15% de rentabilidad contra la media global. Asimismo se ha
mejorado la técnica tradicional de selección de semilla, con base a las prácticas que realizan los
33
– Las razas Olotón y Comiteco se mantienen estables y dominantes en ambientes
templado y semi-cálido, en cambio el Tuxpeño se está expandiendo e incrementa su
dominio en la región cálida.
– El Olotillo y Tepecintle aparentemente han disminuido y es común que se
encuentren como introgresiones. El Tehua es muy raro y se encuentra casi extinto.
– Existen dudas sobre la existencia del Motozinteco.
– El Zapalote permanece en proporciones pequeñas colindando con el estado Oaxaca.
– El Nal Tel está prácticamente extinto en Chiapas.
– Las otras razas reportadas por los bancos de germoplasma solo tienen presencia
incidental en estos (<1% de las colectas) y su presencia en Chiapas es incierta.
Asimismo, se ha demostrado que la altitud que incide en la temperatura, es la variable más
importante para determinar la distribución de las razas de maíz en Chiapas, lo cual confirmó
que existe una dinámica distinta entre clima cálido y clima semi-cálido y templado. En el caso
del clima semi-cálido y templado los cultivares tradicionales son muy estables, tienen nula
competencia de cultivares comerciales. En cambio en el clima cálido se presenta mucho
cambio. La distribución y frecuencia de Tuxpeños ha aumentado en los últimos 50 años, en
gran parte derivado de variedades comerciales y sus generaciones avanzadas. Dentro de un
programa de conservación, sería necesario medir si la expansión continúa o la distribución ha
llegado a estabilizarse. En ambientes cálidos la erosión genética es posiblemente extensa.
A pesar de que el ambiente donde se cultiva el maíz es dominante en la distribución de las
razas y los sistemas de semillas, el grupo étnico (cultural) tiene un efecto significativo en
Chiapas. Al analizar los maíces según grupos étnicos se encontró que tanto los mestizos como
los indígenas siembran todas las razas, en particular en las regiones principales de adaptación
de la raza. Los mestizos prefieren maíces blancos, pero comúnmente utilizan amarillos en
regiones con altitudes intermedias y en el altiplano. Algunos grupos indígenas prefieren maíces
amarillos y tienen más comúnmente otros colores de grano. Fuera de los ambientes principales
de adaptación, los mestizos usan más Tuxpeño y los indígenas usan más Olotón y Comiteco.
Se pudo constatar que en tierra caliente los indígenas tienden a mantener sus lotes de
semilla más tiempo que los mestizos. Sin embargo, en elevaciones intermedias y altiplano los
mestizos e indígenas tienden a conservar su semilla por más tiempo. Al analizar el origen de los
lotes de semilla, se observa que la semilla comercial es adquirida en mayor cantidad por
34
mestizos, pero los indígenas también la usan. En el caso de altitudes mayores, ambos grupos
son similares y la propia comunidad y otras comunidades del Estado dominan como fuentes de
semilla.
En relación a lo anterior, se puede decir las razas Olotón y Comiteco se encuentran
estables. Sin embargo, el Olotón puede enfrentar riesgos de conservación como consecuencia
del cambio climático ya que experimentos han demostrado que tiene problemas al sembrarse
en ambientes más cálidos de los que se encuentra en el presente.
Las razas Olotillo, Tepecintle y Tehua, son las que requieren atención dentro de un
programa de conservación in situ en Chiapas, en la medida que son los que tienen más riesgo
de desaparecer. La presencia actual de otras razas es incidental y no estaría justificando
programas de conservación in situ. La relación entre culturas y diversidad del maíz no debe ser
soslayada y requiere integrarse en cualquier programa de conservación in situ.
7. PATRONES DE VARIABILIDAD GENOTÍPICA DE MAÍZ EN YUCATÁN:
AGROMORFOLOGÍA, ASPECTOS NUTRICIONALES, FLUJO DE SEMILLAS Y POLEN.
José Luis Chávez Servia. Investigador del Centro Interdisciplinario de Investigación para
el Desarrollo Integral Regional del Instituto Politécnico Nacional (CIIDIR-IPN), Unidad
Oaxaca.
Esta ponencia presenta los resultados generados por diferentes proyectos de investigación,
realizados entre 1999 y 2007, sobre la conservación in situ y el flujo genético del maíz en
Yucatán, auspiciados por el International Development Research Centre (IDRC) de Canadá y
Bioversity Internacional (antes International Plant Genetic Resources Institute).
�(�Q�� �<�X�F�D�W�i�Q���� �O�D�V�� �V�L�H�P�E�U�D�V�� �G�H�� �P�D�t�]�� �V�H�� �U�H�D�O�L�]�D�Q�� �F�R�Q�� �H�O�� �³�F�R�P�S�O�H�M�R�� �U�D�F�L�D�O�� �W�U�R�S�L�F�D�O�� �G�H�� �]�R�Q�D�V��
�E�D�M�D�V�´�����H�O���T�X�H���L�Q�F�O�X�\�H���O�D�V���U�D�]�D�V���1�D�O-tel, algunas variantes de Dzit-bacal, variantes de Tuxpeño y
diversos complejos interraciales y acriollados (cruzamiento de maíces mejorados con los
criollos). No obstante, en varias de las poblaciones cultivadas es difícil precisar la pertenencia
exacta a una u otra raza. De allí, a que una primera recomendación dentro de cualquier
estrategia de conservación sea el determinar o clasificar con precisión, la variabilidad local
existente de maíz.
35
Patrones de variabilidad agromorfológica
Entre los años 1999 y 2000, se realizó una colecta de la Península de Yucatán y una colecta
regional de las poblaciones cultivadas de maíz, esta última en la zona centro-norte de Yucatán
(Yaxcaba y municipios vecinos). Posteriormente, se realizó una caracterización agromorfológica
de ambas recolectas, tanto peninsular como regional, determinándose los patrones de variación
inter e intracial. Entre otros hallazgos, se determinó que existieron diferencias significativas en
características fisio-morfológicas (días a emisión de polen y estigmas, altura de planta y
mazorca, longitud de la espiga, longitud y diámetro de la mazorca, número de hileras y ancho
de granos), entre los materiales de la región de Yaxcaba y los de otras regiones de la
Península. Es decir, la variabilidad morfológica de maíz esta condicionada por el factor
geográfico.
Uno de los elementos aportados en estos trabajos fue el de entender, ¿cuál es la unidad de
diversidad que maneja el agricultor? Se quería analizar si era el nombre local, los caracteres
asociados a este nombre o son exclusivamente los caracteres que ellos seleccionan y
conservan. En algunos casos se comprobó que se asociaban al nombre local: Tsiit bakal, nal
tel, Xtup nal, Xmejen nal, Xnuuk nal y otros, que indican la dominancia de ciertos caracteres en
la planta, mazorca o grano. Así, de manera general se integraron cuatro grupos poblacionales,
indistintamente de las razas a las que morfológicamente estaban más relacionadas; Nal-tel
precoz, Nal-tel intermedio o Xmejenal, Xmejenal con pocas hileras, Tsiit-bakal y Xnuuk nal,
estos últimos forman el grupo de los tardíos. Todos ellos con diferenciación principal en días,
altura de planta, longitud de mazorca y número de hileras de la mazorca. Además, en cada
región de la Península, los agricultores le asignan diferentes nombres y no siempre son los
mismos, a través de las regiones. Esto es de relevancia, ya que agromorfologicamente hay
diferencias entre las poblaciones de las mismas regiones aunque les den el mismo nombre y
también hubo mayor consistencia o similitud en los caracteres de las poblaciones
geográficamente más cercanas. Por consiguiente se puede señalar que se conservan las
poblaciones dentro de cada raza y no se conserva la raza sino el conjunto de poblaciones que
la integra.
36
Aspectos nutricionales del maíz
A un grupo de 37 poblaciones de maíz pertenecientes a la razas Nal-tel, al tipo precoz
Xmejen nal, raza Dzit bacal (=Tsiit-bakal) y raza Tuxpeño (=Xnuc nal), se les practicaron
diversos análisis nutricionales entre otros de proteínas con énfasis en contenido de lisina y
triptófano. Entre otras conclusiones, se determinó que algunas poblaciones criollas de maíz
poseen mayor contenido de triptófano que ciertas variedades mejoradas, las que son
distribuidas como de alto valor proteínico, conocidas comúnmente como QPMs. Todo esto hace
pensar que hay suficiente variabilidad genética en aspectos nutricionales, en los maíces
criollos, que pueden ser promovidos por esa característica particular o bien utilizarse como
fuentes de genes.
Abastecimiento o sistema informal de semillas y flujo de polen.
El sistema de abastecimiento de semillas en el municipio de Yaxacaba, Yucatán, tienen una
amplia cobertura, más de 100 km de distancia. Este movimiento o abastecimiento tiene lugar,
en ciertos casos, en las comunidades y municipios circunvecinos o a veces muy lejos (más de
100 km) como las ciudades de Mérida, Tizimin o Cancún. Es decir, el sistema de manejo y
conservación de las poblaciones locales de maíz son muy dinámicos debido al movimiento de
probables genotipos (lotes de semillas) desde comunidades muy alejadas, por lo que resultaría
difícil pensar en un sistema cerrado o estático para la conservación in situ y dinámica
poblacional de los maíces criollos.
Entre 2003 y 2005, se realizó un trabajo de investigación en las comunidades de Yaxcava y
Sacaba, Yucatán, orientado a establecer la posible oferta y demanda de lotes de semillas de las
poblaciones criollas de maíz. Analizando las encuestas realizadas a hombres y mujeres de
Yaxcabá y Sahcaba, se observó que los lotes de semilla o poblaciones de Xnuuk nal, tanto
amarillo y blanco, son los materiales más demandados y también corresponden a los que más
se siembran en esas comunidades. Esto quiere decir, que los agricultores y consumidores
locales tienen un conocimiento preciso de las bondades o beneficios que obtienen con la
siembra de esos materiales; aunque también reconocen el valor de las variedades mejoradas o
híbridos debido a que también son demandadas o sembrados.
37
�(�Q�� �O�D�� �F�R�P�X�Q�L�G�D�G�� �G�H�� �6�D�K�F�D�E�D�� �O�R�V�� �D�W�U�L�E�X�W�R�V�� �F�R�Q�V�L�G�H�U�D�G�R�V�� �F�R�P�R�� �³�P�X�\�� �L�P�S�R�U�W�D�Q�W�H�V�´���� �S�R�U�� �O�R�V��
productores para la selección de las variedades de maíz fueron clasificados como agronómicos
(confianza y fe, rendimientos, tolerancia a la sequía, adaptación a las condiciones climáticas),
relativas al consumidor (preparación de alimentos, rápido cocimiento de nixtamal, suavidad de
la masa para hacer tortillas) y manejo (factor económico y manejo).
En el caso de Yaxcabá los atributos considerados como muy importantes por el 95% de los
encuestados fueron los considerados agronómicos (confianza, fe y rendimiento) y además, en
el caso de los hombres, la adaptación a las condiciones climáticas y la tolerancia a la sequía.
Además del movimiento de genotipos o semillas (eventos de migración) entre las
poblaciones de maíz, se suma el flujo génico o gamético que tiene lugar por efecto del
movimiento de polen entre parcelas contiguas. En otras palabras podemos afirmar que las
poblaciones de los maíces criollos que siembran los agricultores son muy dinámicas. Para
cuantificar este efecto entre 2005 y 2006, en la comunidad de Yaxcaba, se realizaron cuatro
experimentos donde se evaluó a través de efecto de Xenia el movimiento de polen. Se observó
que en las poblaciones de maíz hay constancia del movimiento o flujo de polen, entre parcelas
contiguas, hasta una distancia de 45 m, más allá de esa distancia las evidencias son poco
significativas. Todo esto reafirma la concepción de la gran dinámica poblacional del maíz
sembrado en los campos de los agricultores.
Consideraciones finales
Con los diversos trabajos ejecutados en Yucatán, se ha podido comprobar que existe una
amplia variabilidad agromorfológica y nutricional regional de maíz en al menos cuatro grandes
grupos poblacionales (complejos inter e intraraciales) conocidos localmente como Nal-tel,
Xmejenal, Tsiit-bakal y Xnuuk nal que proviene de las razas Nal-tel, Dzit-bacal y Tuxpeño.
Varias de las poblaciones son difíciles de clasificarse con precisión en algunas de las razas por
lo que para la conservación o la implementación de políticas que favorezca la conservación,
debe precisarse que unidades de diversidad reconocen los agricultores y usuarios locales; son
los nombres o las características particulares ya que el concepto de raza es una definición
impuesta por los científicos y desconocida por los agricultores.
38
Para poder diseñar un programa de conservación es necesario cuantificar o tener una
estimación de la variabilidad de maíz con el propósito de definir o priorizar las probables
regiones de conservación, ya que no toda la variabilidad del maíz en México ha sido estudiada.
Además de las caracterizaciones agromorfológicas o moleculares, es importante evaluar su
composición nutricional u otros parámetros adicionales.
Se ha comprobado que existe un flujo de semillas entre y dentro de las comunidades y el
movimiento de polen entre parcelas contiguas, lo cual sugiere cambios en las estructuras
genéticas de las poblaciones cultivadas de maíz. Este flujo génico o recombinación se
reproduce constantemente de ciclo a ciclo de cultivo. Es por ello que la conservación de las
poblaciones de maíz debe pensarse en términos dinámicos y no estáticos, y entonces sería
�S�H�U�W�L�Q�H�Q�W�H���X�Q���³�P�R�Q�L�W�R�U�H�R�´.
Además debe tomarse en cuenta que el cultivo del maíz criollo busca satisfacer las
necesidades primarias de las poblaciones rurales y están asociados no solo a aspectos
agronómicos o agroecológicos sino que, conllevan una cultura alimentaria y social-espiritual.
8. CARACTERISTICAS SOCIECONOMICAS DE LOS PRODUCTORES DE MAIZ CRIOLLO
EN MEXICO 2
Iván Islas Cortés, Director de Economía Ambiental, Instituto Nacional de Ecología (INE)
A partir de la Encuesta Nacional de Hogares Rurales Mexicanos (ENHRUM), realizada en el
2002 por el Programa de Estudios del Cambio Económico y la Sustentabilidad del Agro
Mexicano del Colegio de México, se hizo una exploración sobre las características
socioeconómicas de los productores de maíz.
Sobre la base de 832 productores de maíz se encontró que el 43% hablaba una lengua
indígena. En promedio la superficie cosechada es de 2.8 hectáreas y se encontró que el 55%
de ellos tenía prácticas de monocultivo. El 33% de la superficie sembrada de maíz en 2002 fue
de variedades criollas y el 64% de variedades consideradas como mejoradas, maíces híbridos o
2 Este análisis fue realizado en conjunto por la Dirección de Economía Ambiental y la consultora externa
Anabel Martínez para el documento de trabajo del taller y puede ser consultado junto con estas memorias en la página web del INE (www.ine.gob.mx).
43
Existen una serie de investigaciones que han puesto en evidencia la heterogeneidad de
casos en la conservación del maíz y lo difícil que puede resultar aplicar un programa uniforme
de conservación debido a que:
- Una misma raza de maíz puede tener distintos resultados en términos de
productividad, manejo y resistencia.
- Existen variedades que desaparecen y otras que aparecen lo cual demuestra el
carácter dinámico de la conservación.
- Hay múltiples factores que han contribuido al desplazamiento de los maíces criollos:
cambios en la alimentación, deterioro de las condiciones de vida en las zonas
rurales, uniformización en el cultivo, entre otros. En este contexto pensar en un solo
instrumento para la conservación resultaría insuficiente, y el uso indiscriminado de
instrumentos económicos resultaría costoso ya que además se demostró que hay
maíces criollos que actualmente se conservan debido a que los productores han
encontrado una utilidad en su siembra.
- El maíz es un producto importante para el autoconsumo de los hogares, pero
también como una fuente de ingresos para las familias. Además la existencia de las
prácticas de monocultivo pueden estar asociadas a otras actividades no agrícolas
que también generan ingresos como por ejemplo el ecoturismo.
- Hay ausencia de información sobre el estado actual del maíz criollo que contribuya a
conocer su situación y determinar algunos puntos prioritarios de atención a este
cultivo e incorporarlos a un programa de conservación.
- Existen además dificultades para establecer un análisis de la evolución del maíz
debido al dinamismo que existe en la conservación y a la evolución que tienen las
poblaciones de maíz.
Si bien no existe consenso de cómo organizar un programa de conservación de maíz criollo,
algunos elementos donde existen coincidencias entre los diferentes investigadores son:
- Las estrategias de conservación no deben utilizar instrumentos de forma uniforme
para todas las razas de maíz criollo.
- No hay información suficiente para establecer un programa a nivel nacional, pero
podrían haber algunos elementos importantes que permitieran delinear estrategias
regionales.
44
- Existen problemas más amplios en las zonas rurales que un programa de
conservación de maíces criollos no podría resolver.
- Es necesaria mayor investigación en el manejo de cultivos, en el consumo y los
beneficios del maíz criollo.
- La adaptación de los cultivos debe ser incluida dentro de los planes de conservación
del maíz criollo, ya que según las condiciones de cada región o zona, se pueden
reducir o incrementar el costo del cultivo de maíz criollo.
45
Sesión 4
�³Lineamientos generales de un programa de conservación� ́
Para poder impulsar un programa de conservación la primera pregunta que debe abordarse
es ¿qué es lo que se quiere conservar? La respuesta resulta compleja cuando no existe
consenso sobre la información del estado actual del maíz criollo que permita establecer una
línea de base sobre el estado de la conservación y poder determinar qué razas o poblaciones
se van a conservar, qué prácticas o procesos se van a impulsar y en qué regiones.
Durante esta discusión no quedó claro cuál debería ser el objetivo que debía trazarse un
programa de incentivos económicos. Algunas ideas que se discutieron giraron alrededor de lo
que se deseaba conservar: si era el maíz como producto, la evolución del maíz, conservar para
el desarrollo de las comunidades y del país apoyándose en la diversidad genética o mejorar la
calidad de vida de los productores. La delimitación del objetivo permitirá analizar cuales son los
instrumentos económicos podrían emplearse u otras estrategias como la revaloración cultural,
entre otras.
Surgieron además dudas sobre el alcance de un programa de conservación de maíz. Si bien
se considero que debería ser un programa integral con varias estrategias, no hubo consenso
sobre si éste debería tener una óptica de producción donde se priorizará la conservación in situ,
el mejoramiento genético, la difusión de semillas criollas mejoradas o conservar para semilleros,
o por el contrario si habría una óptica social que enfatizara en el desarrollo de la población rural
con criterios de conservación y desarrollo orientado en el aprovechamiento y uso racional de la
diversidad del maíz.
Debe tomarse en cuenta que habrán dificultades en la aplicación y éxito del programa
debido a razones como por ejemplo el envejecimiento en el campo, teniendo en cuenta que los
productores de maíz son mayores de 50 años y que es una tendencia en crecimiento. Sin
embargo, no hay información que demuestre que la conservación esté influida de forma
negativa por el cambio generacional.
46
En una etapa inicial del programa de conservación se podrían establecer zonas prioritarias
para comenzar con los apoyos. Lo que resultaría aconsejable es asegurarse que razas o
poblaciones cultivadas de maíz poseen los agricultores, quienes recibirían el subsidio, si se
prioriza las que estén amenazadas o tengan usos diversos como la satisfacción en el consumo,
la resistencia a factores bióticos y abióticos, el clima y tengan un alto valor en el mercado por su
demanda.
Algunos mecanismos que podrían emplearse para la conservación que se analizaron
durante el taller fueron: la promoción de nichos de mercados para maíces criollos, el fomento de
signos distintivos y reconocimientos oficiales a estas razas o poblaciones cultivadas, establecer
sistemas de información y monitoreo de las razas y poblaciones criollas.
Al analizar el uso de los instrumentos económicos que se podrían emplear en función de las
particularidades de cada variedad, estado o región, surgieron:
- El fomento del mercado del maíz criollo, entendido como los gustos y las
preferencias de los agricultores (incluyendo la selección de variedades aptas según
las condiciones de la región), que van a determinar o influir en las decisiones del
agricultor para la siembra de maíces criollos.
- Diseñar proyectos para la producción y comercialización bajo una estrategia
enfocada a nivel local o regional.
- Apoyar la infraestructura que permita la opción de manejar pequeñas bodegas de
almacenaje para facilitar la distribución y apoyar los mercados locales y regionales.
- Remoción de los subsidios, políticas o recomendaciones técnicas de cultivo que
estén afectando la conservación o restringiendo el uso de la diversidad.
- Re-evaluar las reglas de operación de PROCAMPO y otros programas existentes
para que haga diferencia por tipo de maíz.
Para la focalización de un programa de conservación se discutió sobre la pertinencia de
determinar las poblaciones particulares o especiales de maíz, así como establecer las
comunidades y productores que tuvieran estas poblaciones y en conjunto las razas de maíz
criollo. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo sobre ello.
47
REFLEXIONES FINALES
Desde el punto de vista del tipo de intervención de políticas públicas que se necesitan,
clasificamos a las razas de maíz criollo en México en dos grandes grupos: 1) aquellas para las
cuales existen mercados (amplios o de nicho) que generan incentivos para que sigan siendo
sembradas, donde estas razas son un producto diferenciado y rentable por sus características
intrínsecas de disponibilidad, sabor, color, uso, rendimiento y resiliencia agrícola; y 2) aquellas
razas de maíz donde existe evidencia de que están siendo dejadas de cultivar, desplazadas por
otras variedades. Dada la importancia del objetivo de conservación de la diversidad agrícola es
necesario utilizar diferentes instrumentos de política para responder a las diferentes
circunstancias en las que se encuentran:
1. Continuar y reforzar el control de la presencia de maíz transgénico.
2. Crear instrumentos para fomentar la demanda de los maíces criollos, en especial
aquellos que están siendo actualmente desplazados. Entre ellos están:
o Proporcionar a los consumidores mayor información sobre las razas de maíz
criollo a través de generar denominaciones de origen, eco-etiquetados y
reconocimientos oficiales.
o Abrir la posibilidad de que haya precios diferenciados, de libre mercado, para
las tortillas hechas con este tipo de maíces.
3. Crear un programa de pagos por servicios ambientales de conservación in-situ con
una focalización geográfica. (Requiere de un análisis más profundo sobre los costos
de oportunidad, dependiendo de raza de maíz, localización y características de los
productores).
4. Revisar las reglas de operación de los programas de fomento agrícola que tengan
impactos negativos sobre la diversidad, como por ejemplo aquellos que condicionan
la entrega de subsidios al uso de semillas mejoradas. Cuando estas condicionantes
existan, eliminarlas y sustituirlas por apoyos desacoplados.
5. Fomentar las cadenas productivas de maíz criollo a través de préstamos
preferenciales y subsidios directos a proyectos que liguen a productores con
transformadores del maíz.
48
LISTA DE PARTICIPANTES
NOMBRE CARGO INSTITUCION TEL. MAIL
Adriana Otero Coordinadora INE 54246415 aotero@ine.gob.mx
Aida Juárez Cruz Analista de Riesgo INE
54246400 ext. 13176 ajuarez@ine.gob.mx
Alder Keleman Investigadora CIMMYT A.Keleman@cgiar.org Aldo Bernal INE 54246400 Chneski13@hotmail.com Alejandra Barrios Analista CONABIO 50044990 alematraz@yahoo.com.mx
Alejandro de Avila
Director Director del Jardín Etnobotánico de Oaxaca
9515165325
jetnobot@prodigy.net.mx Alejandro Ortega Corona
Investigador INIFAP-CEVY
6444145700 ortega.alejandro@inifap.gob.mx
Amalio Santacruz Varela
Prof. Investigador
Colegio de Posgraduados
5959557230 asvarela@colpos.mx
Ana Luisa Guzmán Secretaria Ejecutiva CONABIO
5004 5001 5004 5002 se@conabio.gob.mx
Anabel Martínez Investigador COLMEX 58823327 aguzman@colmex.mx Aquiles Carballo Carballo
Prof.-Investigador
Colegio de Posgraduados
5959520200 ext.1552 aquiles.carballo@gmail.com
Armando Yañez Investigador INE 54246410 ayanez@ine.gob.mx Carlos Muñoz Director General INE 54246000 carmunoz@ine.gob.mx Cecilio Motta Analista CONABIO 50044990 cmota@xolo.conabio.gob.mx Claudia Aguilar Zúñiga
Analista CONABIO
50044990 czuniga@conabio.gob.mx
Dorothe Sterntancherin
Asistente INE
56246400 sterntancherin@gmx.net
Edgar Rivero Subdirector INE 56246400 erivero@ine.gob.mx Eduardo Rolon Subdirector INE 54246400 erolon@ine.gob.mx
Elena Lazos Investigador
UNAM 5622-7400 exts. 275 y 281 lazos@servidor.unam.mx
Elleli Huerta
Directora de Bioseguridad, y Biodiversidad SEMARNAT
56280661
elleli.huerta@semarnat.gob.mx Fernando Castillo Gonzáles
Prof. Investigador
Colegio de Posgraduados
5959520200 ext. 1535 fcastill@colpos.mx
Flavio Aragón Cuevas
Investigador INIFAP - Campo experimental Valles Centrales de Oaxaca
9515215502
aragon.flavio@inifap.gob.mx Francisca Acevedo Coord.CARB CONABIO facevedo@conabio.gob.mx
George Dyer-Leal Investigador
University of California, Davis
(530) 752-9376 gdyer@primal.ucdavis.edu
Gerardo Reyes Guzman
Prof. investigador
Iberoamericana Puebla
2221709254 gerardo.reyes@iberopuebla.edu.m
49
NOMBRE CARGO INSTITUCION TEL. MAIL
Hugo Perales
Investigador Centro de la Frontera Sur. Unidad San Cristóbal de Las Casas
967-6249000
hperales@ecosur.mx
Ina Salas Casasola
Subdirectora de Economía de la Política Pública INE
54246400 ext.13137
isalas@ine.gob.mx
Iván Islas Cortés
Director de Economía Ambiental INE
54246400 ext.13123
ivislas@ine.gob.mx José Luis Chávez Servia
Investigador CIIDIR-IPN, U. Oaxaca
(951) 5170400/ 5170610 ext. 82746
jchavezservia@yahoo.com
Javier Becerril Investigador CIMMYT becerril70@yahoo.com.mx Javier Miranda Investigador INE 54246400 amiranda@ine.gob.mx Jorge Larson Coord. RBC CONABIO 5004 4990 jorgelarson@conabio.gob.mx José Alfonso Aguirre Gómez
Investigador INIFAP �± CEBAJ
4616115323 aguirre.alfonso@inifap.gob.mx
Leobigildo Cordova Tellez
Presidente de SOMEFI SOMEFI
5959546652 molmor@colpos.mx
Luis Manuel Arias Reyes
Investigador CINVESTAV - Unidad Mérida
1242100 lmarias@mda.cinvestav.mx
Mariza Montes de Oca
DGIPEA INE
542464007 mmontes@ine.gob.mx
Mónica Castillo Sinarefi SAGARPA monicacm.sinarefi@gmail.com
Norma Moreno Analista en cartografía CONABIO
50045018 nmoreno@xolo.conabio.gob.mx
Oswaldo Olivares Analista del SIOVM CONABIO
50044982 ooliver@conabio.gob.mx
Patricia Koleff
Director Técnico de Análisis y Prioridades. CONABIO
DIAP@conabio.gob.mx
Patricia Tovar
Jefe del departamento de bioseguridad. SEMARNAT
56280650
ptovar@semarnat.gob.mx
R. David Simpson Investigador Johns Hopkins
University 12026635813
rsimps10@jhuadig.admin.jhu.edu
Rafael Ortega Paczka
Prof.-investigador
Universidad Autónoma de Chapingo UACh
5959542931
paczka@correo.chapingo.mx Roberto Rafael C. Prof. Tet. SEMARNAT 52782051 Sue Helen Nieto Jefe de Depto. INE 54246400 snieto@ine.gob.mx Virgilio Moreno Figueroa
Coordinador SINAREFI
3866220618 rfaa.snics@sagarpa.gob.mx