Post on 24-Jul-2016
description
Mi hijo no me hace caso
¿Vives situaciones con tu hijos que en algunos casos son muy desesperantes?
Si este es tu caso, puedes poner en marcha un plan de actuación, nosotros te proponemos algunos consejos, que hemos recopilado tras muchas horas de conversación con familias y educadoras en estos 30 años
Los niños no hacen caso por diferentes razones:
No comprenden las órdenes que
les damos.
Damos muchas órdenes seguidas.
No hay normas o si las hay, son
incoherentes.
Hay diferentes cuidadores, con
diferentes normas.
COSAS QUE PODEMOS HACER
El niño debe descubrir que se le presta mucha más atención cuando se porta bien que cuando se porta mal. Igual ocurre cuando cumple las normas y obedece. De esta forma aumentaremos la pro-
babilidad de que se vuelva a comportar así y le indicaremos de manera concreta cómo esperamos que se comporte la próxima vez.
Limitadas, no saturar de normas
Asequibles a la capacidad del niño/a.
Exigir su cumplimiento por parte de los padres y del niño, independiente del
humor o enfado
Justas y razonables. Tono serio
Establecidas de común acuerdo
Claras, breves y cerca del niño (2 metros)
Asegurarnos de que el niño las entiende
Siempre que uno dé una orden, el otro
debe asumirla y respetarla
Las normas se ajustan a la edad
Si no se cumplen estos requisitos mínimos, es mejor prescindir de dar esa orden
Introducir
NORMAS
Ideas que NO ayudan
Achacar a la edad el que no entiendan las ordenes
Avisar varias veces
La ausencia de normas continuadas
Lo amenazo con el padre, la madre, la profesora o el perro del vecino
Lo castigo, pero le levanto pronto el castigo
Podemos aprovechar las costumbres cotidianas para que adquieran hábitos correctos
Que sepan lo que ocurre si hacen las cosas buenas que nos gustan
Las normas deben ser claras y coherentes e ir acompañadas de explicaciones lógicas
Reforzar las cosas bue-nas que hacen, por mínimas que sean
Tener coherencia de normas en todos los ambientes del niño (casa, abuelos, colegio….)
Ideas que SI ayudan
No hay recetas mágicas para solucionar éstos problemas, pero sí hay actitudes para hacer la vida un poco más agradable a todos.
1- Déjele que siempre se salga con sus demandas o caprichos.
2- No ponga nunca límites no sea que el niño se enfade y tenga una rabieta.
3- Los padres deben estar siempre en desacuerdo entre ellos en la forma de establecer consecuencias por
los actos del hijo/a. Él verá enseguida que así los puede manipular con mayor facilidad.
4– Tampoco deben predicar con el ejemplo. Por ejemplo, le vamos a pedir que nos diga las cosas sin chi-
llar, pero en casa estamos todos chillando constantemente.
5- Perder los nervios es también muy útil cuando no tenemos más herramientas. Gritar, sermonear o, a veces, insultarlos o decirles que son malos, que no se les soporta, etc. es una forma de demostrarle que tienen el control sobre nuestro estado de ánimo y esto lo utilizarán con más frecuencia.
6- Hay que hacerle todo siempre: Recoger sus juguetes, preparar la ropa, material escolar, etc. Si los de-
beres no están hechos se los acabamos haciendo. A la hora de comer, es necesario que le dejemos que elija sus comida preferida no sea que no nos coma.
7- En casa de los abuelos u otros también debe estar muy mimado. Esto reforzará en él la sensación de que sólo tiene derechos y que todos los adultos son sólo proveedores de sus caprichos a su servicio.
8- Juegue y hable poco con él y compense su falta de dedicación a su hijo llenándolo de cosas materiales. No lo castigue nunca. Si hace algo mal le haremos un pequeño discurso o razonamiento y poco más.
9- Ayudará también a que siempre lo defendamos y justifiquemos ante las malas conductas en lugar de entender que él y nosotros tenemos que cambiar también. Los culpables siempre son los otros.
10– Comprar su “buena conducta” con nuevos regalos o caprichos.
Si usted sigue estas 10 pautas tendrá a buen seguro un perfecto DICTADOR en casa. Un niño/a que no lo respeta-
rá, no lo amará adecuadamente y que tendrá mal encaje en la escuela o cualquier otro ambiente donde se re-
quiera esfuerzo, colaboración y motivación. En sus manos está.