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LA MENTE: SUS ZONAS Y SU COMPRENSIÓN
DOSSIER 5 7 de marzo de 2018
Universidad de Vida – Dossier 5
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ÍNDICE
Utilidad del dosier 3
1. Introducción
2. Primera parte: ¿Dónde se produce la comprensión?
3. Segunda parte: las zonas de comprensión
4. Retos para esta semana
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Universidad de Vida – Dossier 5
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UTILIDAD DEL DOSIER Después de cada sesión recibirás un dosier que resume los contenidos impartidos en
la sesión para que puedas completar tus apuntes.
Además, de este modo, no hará falta que tomes apuntes si no lo deseas. Para algunas
personas tomar apuntes facilita aprender, para otras persones les dificulta seguir la
clase. Sabiendo que recibirás el resumen de la sesión, podrás decidir si tomas muchos
o pocos apuntes en clase: ¡siempre lo tendrás todo!
Sin embargo el dosier no sustituye la sesión, porque en la sesión hay cosas que se
cuentan y no pueden plasmarse por escrito. A veces lo que se dice es menos
importante que el lugar desde donde se dice y eso es difícil de captar por escrito.
Recuerda que la asistencia a la clase en directo o en diferido es el 80% del resultado
del mismo.
También te invitamos a hacer preguntas sobre el tema tratado en la sesión usando el
espacio que hay para preguntas que encontrarás en la pestaña “Acceso Alumnado” de
www.universidaddevida.online.
Te rogamos que solamente hagas preguntas sobre el tema y no consultas privadas: no
es un consultorio personal y eso bloquearía tanto a Daniel como a Sergi. Las preguntas
contestadas se enviarán los lunes en un boletín de dudas donde aparecerán las
respuestas de forma anónima: así podrás preguntar libremente y, además, podrás
disfrutar de las respuestas que se den sobre el tema a otras compañeras o compañeros
del curso.
¡Ah! Una última cosa: no dudes en proponer temas para que sean abordados en el
curso si crees que hay un aspecto que te interesa o en el que quieres profundizar. ¿Te
parece?
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1. INTRODUCCIÓN
Tal y como explicamos al principio, los contenidos que se dan en Universidad de Vida
no son para principiantes en el trabajo interior, sino que se presupone una cierta base.
A veces, implican una cierta dificultad para impulsaros más allá de los límites
habituales. Esta clase tiene este propósito. Quizás parezca un poco compleja, pero lo
es intencionadamente: busca "estiraros hacia arriba".
Intentad comprenderla amorosamente: sin forzaros, sin reñiros ante ningún punto que
os resulte oscuro. Estoy convencido que, en unos pocos meses, os resultará tan clara
como el agua.
Preguntarnos qué es la mente e investigarla experimentalmente nos ayudará mucho
para crecer interiormente. Dejaremos de lado algunos errores que, mientras los
mantengamos, nos impiden percibirnos como lo que realmente somos. Al romper esas
creencias falsas, podremos vivirnos de forma más auténtica y eso nos llevará a crecer
de forma natural.
¿De acuerdo? ¡Vamos a allá!
Si esta pregunta, ¿qué es la mente?, la hiciésemos en un curso de iniciación, lo más
probable es que mucha gente confundiese la mente con el cerebro, con la parte lógica
de la mente o lo redujese todo a la simple capacidad cognitiva. Pero la mente es
mucho, muchísimo más. La capacidad lógica es solamente un sector de la mente, no la
mente en sí misma.
Por lo tanto, ya veis: podemos hablar de la mente desde una perspectiva profunda y
desde otra más superficial. Ambas son complementarias, pero es preferible no
confundirlas.
Cuando hablamos en un sentido profundo acerca de la mente, en realidad estamos
hablando del espacio donde yo me percibo y, puesto que yo solo puedo percibirme en
la conciencia, podemos ver que mente, conciencia y Yo son tres términos sinónimos.
En un sentido profundo, Yo soy mi mente, del mismo modo que el Yo es, al menos para
mí, la totalidad de mi realidad.
Por eso, el budismo tibetano explicita que, en un cierto momento, uno/a tiene que
reposar en lo que ellos denominan “la naturaleza esencial de la mente”, es decir, en el
espacio que lo contiene todo: emociones, sensaciones, percepciones, lógica,
atención...
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Para mí, esta metáfora tibetana de la "naturaleza esencial de la mente" significa,
simplemente, que hay que descubrir el lugar de donde surgen todas las capacidades
psicológicas que percibimos para llegar a reposar en ese punto que es el origen de los
contenidos y capacidades de nuestro psiquismo. En ese punto no hay tensión, solo una
paz profunda. Se trata de un espacio del cual surgen todas las capacidades... Por lo
tanto, cuando hablamos de mente (de mente en mayúsculas y no solo de mente lógica
o de capacidad cognitiva ni, incluso, de sus diversas áreas) estamos hablando de la
conciencia, del Yo, de mi realidad.
Si os fijáis, el Yo solo puede percibirse a sí mismo en lo mental, en la mente. Incluso lo
físico lo percibimos en un ámbito psíquico. En este sentido, el hecho de tener claro qué
es la mente es importantísimo y por eso a continuación seguiremos profundizando en
ella. Tengo la esperanza que esta visión romperá una autolimitación muy habitual en la
que diferenciamos, erróneamente, entre el yo y la mente. Estoy casi seguro que, al
final del dossier, lo intuirás bastante claramente.
Intentemos un resumen de lo anterior: Yo, mente, conciencia y realidad son
sinónimos. Gran parte de la clase giró alrededor de esta afirmación y gran parte de lo
que sigue en este dossier procura clarificarlo.
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2. PRIMERA PARTE: ¿DÓNDE SE PRODUCE LA COMPRENSIÓN?
Empezamos este tema comentando una aportación del chat que hacía una persona
participante y que decía lo siguiente: “yo pensaba que la mente era una herramienta y
que ésta podía estar al servicio del ego o de la conciencia”.
En este punto yo deseaba poner en cuestión la visión que la mente y yo (al menos
cuando hablamos de la mente en un sentido profundo) somos algo diferente. Deseaba
ayudaros a daros cuenta que las áreas y capacidades de la mente (lo que podríamos
decir la "mente pequeña" o la mente en un sentido más superficial) sí pueden
ayudarnos a descubrirnos, pero que detrás de ellas está la mente en mayúsculas.
Por ello quise plantear una pregunta que nos permitiera investigar este tema. La
pregunta que se me ocurrió plantear fue: ¿en qué espacio se produce la
comprensión?
Algunas personas respondieron que en la mente o en algún lugar de la mente; en mi
esencia; en todo el Yo; en el corazón, en la cabeza, en la parte espiritual de la mente…
Vamos a investigarlo.
Para ello, os sugerí dejar de lado las palabras y volver a preguntaros: ¿en qué lugar, tú
ahora, te estás preguntando? ¿dónde se produce esa investigación? Y ahora mismo
que estás leyendo, puedes hacer lo mismo. Te animo a hacer lo mismo: ¿dónde estás
percibiendo todo y dónde se produce la investigación que te estoy pidiendo?
Siempre que intentemos dar respuesta a este tipo de preguntas, debemos partir de lo
que estamos viviendo para deducir la respuesta. Os pido, por favor, que no partáis de
respuestas prefabricadas, no busquéis en la memoria la información que buscamos...
¡no se trata de algo teórico, sino de describir lo que vivimos! De este modo, nuestra
investigación siempre será real. Si yo aprendo a mirar dentro de mí para encontrar las
respuestas, la respuesta surgirá como una evidencia: describiré lo que vivo. Eso me
dará libertad, no dependeré de ningún sistema externo de conocimiento, pues
nosotros sabremos ver la respuesta en nuestro propio interior. Ese es el verdadero
conocimiento. Cualquier otra cosa solo es información o mera opinión.
Algunas personas respondieron que estaban percibiendo esa investigación en el
cerebro. Sin embargo, yo me pregunto, ¿podemos tocar el cerebro realmente? ¿o lo
que estamos percibiendo es un espacio donde somos comprensión y presuponemos
que eso sale del cerebro?
Lo que estamos percibiendo es, básicamente, un espacio psíquico. Lo otro, creo, es
pura suposición.
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Seguramente, el cerebro juega un papel, pero, si os fijáis, veréis que no lo podemos
percibir como tal con plena seguridad. ¿Lo puedes verificar ahora mismo
observándote?
Lo único que percibimos es un espacio donde somos capacidad de comprender y
sentir... ¡Eso sí es evidente en sí mismo! Quizás esté vinculado al cerebro, pero no
podemos afirmar que sea el cerebro en sí mismo y exclusivamente. Si la comprensión
dependiese solamente del cerebro, cualquier cerebro, estuviese vivo o muerto, sería
comprensión. El cerebro es un órgano necesario para que habite el pensamiento, pero
eso no significa que él produzca la comprensión, del mismo modo que el reloj es un
instrumento necesario para medir el tiempo, pero eso no implica que él produzca el
tiempo en sí o que el ordenador es imprescindible para escribir documentos como
este, pero eso no significa que sea el ordenador quien efectivamente los produce.
Os pido que os investiguéis con ganas sobre esto hasta que veáis vuestra propia
respuesta, os invito a investigar para que se produzca una comprensión en
vosotros/as. Una comprensión propia.
¿Por qué insisto en que penséis en lugar de iniciar la clase exponiendo la explicación
de la mente de forma teórica? ¿Por qué insisto tanto en que comprendáis por
vosotras/os mismos? Pues porque la comprensión solo puedes hacerla tú, nadie puede
comprender por ti. Pero, y esto me parece súper relevante, cuando se produce una
verdadera y profunda comprensión, automáticamente se produce un cambio de
conciencia. Es decir, la comprensión nos permite subir en nuestro nivel de conciencia.
Sin comprensión, quedamos en el mismo nivel donde estamos ahora.
Veámoslo de otra manera. Mirad, en el sótano, se vive con mucho sufrimiento; en el
nivel 1, nos identificamos con lo físico y los deseos mentales; en el nivel 2, nos
descubrimos como el testigo que se da cuenta; y en el nivel 3, empezamos a
fusionarnos con la capacidad de comprensión, de amor y de acción que todo lo habita.
¿Y qué me lleva de un piso a otro en mi conciencia? ¡La comprensión!
Por eso esta explicación sobre la mente puede parecer algo complicada... ¡No tengo
mala intención por mi parte! Intento que vosotros tengáis que hacer un esfuerzo para
comprender... ¡pues es la comprensión lo que os hace subir de nivel de conciencia!
La Vida tiene distintos niveles y, seguramente, hay personas que siempre viven en el
mismo nivel: esa es su realidad. Para poder cambiar a otro nivel de "realidad" más
gozoso es indispensable la comprensión, pues nos lleva de un piso a otro.
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Cada uno de nosotros tiene un nivel de comprensión y otro de ignorancia. Es como si
tuviésemos una botella de agua: la parte de agua es comprensión y la de aire es
ignorancia. Cuánta más agua hay, menos ignorancia y más subo de nivel.
Por ello, en esta sesión nos estamos preguntando por la mente, para entender dónde
se encuentra y cómo se produce esa comprensión que disuelve la ignorancia: ¿dónde
se produce dicha comprensión?
Para mí, lo único que existe (y si lo miráis en vosotras/os también lo veréis) es vuestra
conciencia o vuestra mente. Por lo tanto, ¡es solamente ahí donde puede producirse la
comprensión!
Cuando me relaciono con una persona, por ejemplo, no niego que esa persona exista
en un mundo "físico", pero yo solo la puedo percibir en mi interior, en ese espacio
psíquico que lo contiene todo. Ese espacio psíquico en el que Yo vivo es dónde se
producen las comprensiones. Cuando comprendo eso se reduce el nivel de ignorancia
de mi mundo interior... ¡y mi mundo, textualmente, cambia! Cada vez tengo más
comprensión y, al reducir mi ignorancia, se produce una transformación del mundo.
Porque yo vivo en mi espacio psíquico y eso, en el fondo, para mí es la realidad, mi
mundo.
Por lo tanto, lo que sé y lo que ignoro marcan lo que vivo. De hecho, el destino es
inevitable porque está constituido por todo aquello que ignoro. No puedo evitar
chocar contra una pared si no la veo: la ignorancia escribe mi destino. La forma de
trascender el destino es, pues, con la sabiduría. Cuanta más sabiduría, menos destino,
menos sufrimiento. Eso implica que busque la comprensión y eso, claro, nos lleva de
nuevo a la mente, al espacio psíquico donde vivo (y que es lo único que vivo), es decir,
a la pregunta: ¿dónde se produce la comprensión? ¿Dónde se cambia la ignorancia
en conocimiento?
Creo que a estas alturas, ya intuirás la respuesta: en nuestro espacio psíquico, en la
mente, en la conciencia.
Te animo a verificarlo ahora mismo mirando en tu interior: ¿puedes ver que siempre
vives en el espacio mental y que, por lo tanto, es ahí donde se produce la
comprensión?
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3. SEGUNDA PARTE: LAS ZONAS DE COMPRENSIÓN
Tras esta explicación en la que hemos abordado la mente en su sentido más profundo,
podemos analizar la mente desde otras perspectivas y, a la vez, investigar un poco
también en lo que podríamos denominar la mente pequeña o superficial. Pero antes
de entrar en eso, dejad que vuelva a explicar lo anterior desde otra perspectiva.
Desde un cierto ángulo parece que hay, como mínimo, tres áreas en nuestra mente:
- Una primera área es el mundo: todo lo que existe (los demás, la naturaleza, los
objetos…). Podríamos decir que es lo externo.
- Una segunda área es el Yo: todo lo que considero que no son los demás.
- Una tercera área seria lo excelso, lo perfecto, la divinidad, lo superior.
Pero estas tres grandes divisiones, en realidad, NO existen, son ficticias.
Te invito a ver que, para ti, siempre vas a relacionarte con los demás desde tu
psiquismo. Cuando oyes a alguien y lo entiendes, la visión y la escucha son tuyas (no
de la otra persona). Es decir, lo "externo" siempre lo captas internamente. ¿Lo puedes
comprobar ahora mismo viendo como todo lo externo solo lo percibes porque está
DENTRO de tu campo psíquico?
De hecho, hay muchas cosas que, seguramente, no captamos porque no están dentro
de nuestra capacidad psíquica de captación. Y, por ende, es como si no existiesen. Lo
único que existe para ti es lo que tú estás percibiendo, comprendiendo, de lo que tú
tienes conciencia y eso siempre ocurre dentro de ti. No captas el exterior, sino tu
interior. Por eso afirmé que, para ti, la realidad y la conciencia son una única cosa.
Del mismo modo, cuando admiras la comprensión de alguien, la belleza de una obra, la
capacidad de actuar de alguien… es porque tú la tienes. Si no, sería imposible captarla.
Todo aquello que no tenemos dentro nuestro, no podemos captarlo en los demás.
Pero si lo captas, es porque lo tienes dentro. Y esa captación se hace en la mente, en la
conciencia.
Eso nos debe hacer plantear que la visión que tenemos la mayoría de personas sobre
la "realidad" es errónea: no hay un fuera y un dentro. Solo percibo en una mente, en
una conciencia, un Yo. Todo lo que percibimos de los demás lo tenemos dentro
nuestro. Eso es innegable. Por lo tanto, somos ese espacio de capacidad de percibir:
¡ahí radica la importancia de investigar este espacio, de investigar esta conciencia o
mente!
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Te animo a captar que las fronteras que ponemos, fuera/dentro, son pura ficción. En
esta misma línea, quizás puedas darte cuenta que el cuerpo no está fuera sino dentro
de nuestra conciencia. En este mismo momento, ¿puedes captar que tu conciencia
incluye el cuerpo y no al revés? Solo hace falta que mires y verás cómo percibes tu
cuerpo dentro del espacio psíquico que constituye la conciencia. ¿Puedes darte
cuenta?
Merece la pena, pues, empezar a darnos cuenta del lugar dónde habitamos.
Aparentemente, puede parecer que habitemos en el cuerpo, pero no es así. Habitamos
en la mente, allí es donde percibimos el cuerpo. Es decir, en esta conciencia que
percibe el cuerpo y no al revés.
Erróneamente, puede parecer que estamos diciendo que habitamos en las ideas
mentales. Pero tampoco es así. Habitamos en el espacio donde se producen estas
ideas. Y ahora vuelvo de nuevo a mencionarlo: a esto los budistas lo llaman “la
naturaleza esencial de la mente”; por eso no dan importancia a los pensamientos
concretos, ni a las emociones que traspasan ese espacio... sino al espacio mismo. ¿Por
qué? ¡Pues porque es lo que somos!
Muy probablemente, haya niveles de conciencia muy superiores a los nuestros. Pero
para alcanzarlas solo podemos hacerlo a través de una nueva comprensión del mundo,
que es el ascensor que nos permite ascender a través de los diferentes niveles de
consciencia. Por lo tanto, creo que comprenderemos la importancia de dedicarnos a
conocer esta mente o conciencia que sí tenemos. En caso contrario, nunca saldremos
de nuestro nivel actual. Sin embargo, si vivo con profundidad mi mente actual
alcanzaré sus límites y entonces permitiré que se abra ante mí una totalidad mayor.
Pero, primero, debo habitar con plena atención mi mente.
Permitidme que ahora abordemos la mente desde otro ángulo. Desde un segundo
ángulo, más superficial pero que también puede resultar muy útil.
Desde esta perspectiva puedo ver que una zona está compuesta por lo que sé, lo que
sí recuerdo, los conocimientos a los que ahora tengo acceso. A esta área de la mente la
llamaré la parte consciente.
Pero luego, más allá de este territorio, hay otro mundo por explorar: el inconsciente.
Ahí hay mucha energía y mucho conocimiento pero al cual no tenemos acceso. Al ser
inconsciente, no podemos entrar. Esto es interesantísimo, porque nos anima a buscar
estrategias para hacer aflorar los problemas del inconsciente y poder reapropiarnos de
esa energía y esos conocimientos que son, necesariamente, míos (pues están dentro
de mi propia mente).
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Por otro lado, hay una parte que podríamos llamar “subconsciente” que se encarga de
todo lo mecánico. Primero aprendo conscientemente y luego ese conocimiento pasa al
subconsciente. El subconsciente es una gran ayuda. En cambio, el inconsciente, lo que
no quiero ver, sí es un problema. Si yo sacase todo lo que esconde el inconsciente,
incrementaría mi energía y por lo tanto, mi capacidad de comprensión, porque tendría
mucha más información y mucha más energía para usarla y, con ello, podría subir a un
nivel superior de conciencia a mayor velocidad. Lo digo para destacar el papel del
inconsciente en el trabajo interior. Mientras no recuperemos la energía y la
información atrapada en el inconsciente seremos como un cohete que no puede salir
de la atmósfera, pues no tenemos suficiente combustible.
Es posible que, además, haya una parte del inconsciente que sea colectiva o
inconsciente colectivo, es donde se encuentran los arquetipos. Hay arquetipos que
son los mismos para toda la humanidad y otros que son culturales. Desde pequeños, se
nos ha transmitido una visión del mundo que implica unos esquemas determinados.
En este sentido viajar, aprender otras lenguas, poner en duda las propias creencias…es
fundamental para ir más allá de los arquetipos inconscientes que se nos transmiten.
Por otra parte, existe el riesgo que el inconsciente colectivo pueda hacerme vivir cosas
que no son mías. Por ejemplo, en mi opinión, en el estado español todavía existe un
peso importante de dolor colectivo que se produjo durante la Guerra Civil (que,
seguramente, tuvo un origen anterior). Todo ello, inconscientemente, nos está
pesando. Como sociedad, ojalá pudiéramos digerir eso porque son arquetipos que nos
pesan y no son nuestros, pero nos dificultan avanzar colectivamente.
Por encima del inconsciente colectivo podríamos hablar de lo Superior o lo “supra-
consciente”. Más allá de las formas, está el origen de todo, el origen de la Inteligencia,
de la Vida, del Amor. Se expresa a través de nuestras formas, pero en sí mismo, lo
Superior está más allá de cualquier forma.
En realidad, también podemos conectar con aquello superior en la medida que nuestra
conciencia nos lo permite. Aquello que llamamos superior es, en realidad, otro campo
de nuestra conciencia. Una parte nuestra. Y si nosotros no estuviésemos auto-
limitando nuestra mente, en esa lucha entre lo consciente y lo inconsciente, sería muy
fácil y natural que de una forma paulatina llegásemos a conectar con lo Superior. Al
menos, con la parte de lo Superior que pueda captarse con nuestras capacidades. A
nivel intelectual contactaríamos con lo que llamamos intuición, es decir, con la
capacidad de ver un realidad sin filtros. A nivel emocional, contactaríamos con el Amor
como tal, es decir con la experiencia de vínculo, de relación, de unidad. Y a nivel
energético contactaríamos con la misma fuerza creadora, con la energía sin forma, con
el aliento vital. Pero remarco que todo esto forma parte de nuestra conciencia, de
nuestra mente; no está fuera, sino que es una parte de nuestra propia mente, de
nuestra propia realidad. La somos o no podríamos siquiera captarla.
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¡Ya veis si este tema de la mente tiene, pues, importancia! Se trata de descubrir que
todo lo que buscamos fuera está, ya ahora, literalmente dentro nuestro.
La mente, pues, contiene una potencialidad extraordinaria para nuestro camino de
evolución. La ignorancia es nuestra potencialidad, es decir, ya existe lo que yo voy a
conocer, pero mientras no habite mi mente de forma real solo será potencialidad.
Pero ya está ahí. No sé cuándo se va a dar el paso de comprensión, pero existe en
potencialidad y, por lo tanto, será inevitable. Como decía Antonio Blay, forma parte de
nuestra naturaleza porque es nuestro origen y es nuestro destino.
La mente, al captar su ignorancia vive esa potencialidad como incompleta, con
sufrimiento... de hecho, cuando percibo el sufrimiento (y eso sucede en la mente, en lo
psíquico), lo que percibo son áreas que desean emerger en mi vida y dejar de ser
promesas potenciales para convertirse en realidades tangibles. Soy una semilla que se
rasga para germinar. El sufrimiento que surge del romperme es lo que me llevará a
comprender. Lo digo para que no maldigáis nunca el sufrimiento: es la puerta que usa
nuestro potencial para nacer o, dicho de otra forma, es la mente queriendo romper
nuestras autolimitaciones.
En resumen, lo que estoy diciendo es: todo aquello que percibas como auténtico, lo
percibes porque lo tienes en tu interior. Lo ves como fuera, pero lo tienes dentro. El
deseo de buscar la pieza de comprensión que nos falta es un indicio de que tenemos
un espacio interior que clama para que esa pieza encaje en nuestro puzle interior y
estemos completos/as.
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4. RETOS PARA ESTA SEMANA
Te propongo gozar durante esta semana haciendo alguna de estas tres prácticas. Creo
que te llevarán a ir incrementando tu energía consciente y, por lo tanto, potenciarán
tu despertar todavía más al unificarte interiormente.
1. Primera práctica:
Te pido que actúes con ganas de comprenderlo todo activamente y estoy hablando
una comprensión intelectual, pero que incluye también la comprensión empática y
energética. Y, además, una comprensión hacia todo: los demás y a ti mismo/a.
Y que te des cuenta de ser tú quien moviliza esa comprensión, esa empatía y esa
energía. Y si eres tú quien moviliza eso es...¡porque eres comprensión, amor y energía!
Así como te pido que des la comprensión, el amor y el apoyo hacia los demás y hacia ti
de forma consciente (porque aquello que haces de forma consciente se integra a gran
velocidad y se multiplica), también te pido que lo hagas sin apego al resultado. Hazlo
sin esperar éxito. Comprende a los demás, pero si no lo consigues, deja caer esa
necesidad. No busques el éxito, porque si lo haces caerás en el ego.
Tal como decía Antonio Blay, “vive dando lo mejor de ti”.
Y, al hacerlo, date cuenta que eso se hace desde la consciencia o mente que eres. De
este modo, irás ocupando tu mente y facilitando que se abra a un nivel superior.
2. Segunda práctica:
Cuando veas a alguien a quién admiras, percibe esa experiencia dándote cuenta que la
vives dentro de ti. Si estás admirando el amor, es porque dentro nuestro hay un amor
que se siente atraído por el amor que capta en la otra persona.
Intenta partir de una cualidad "externa" y date cuenta que tú la estás viviendo. Todo lo
que vives es porque lo tienes dentro de ti.
Por lo tanto, te estoy pidiendo que con la excusa de una cualidad "externa·" te des
cuenta que, en realidad, ya la tienes dentro... ¡y la percibas y expreses
conscientemente!
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Eso facilitará que los tres sectores de la mente (lo externo, el Yo y lo superior) se vayan
reunificando.
3. Tercera práctica:
Cuando te enfades o sufras ante algo que no quieras vivir, date cuenta que ese “algo”
te está despertando una parte que te auto-limita.
Por ejemplo, imagina que vives con miedo una situación como, por ejemplo, conducir
un coche. El miedo que tienes, bloqueará tu capacidad energética y no te dejará hacer
esa acción. Es más, seguramente intentarás evitarla a toda costa y eso producirá
consecuencias peores.
Para que ese miedo no vaya al inconsciente, y empeore aún más la situación, te animo
a relajar el cuerpo y aceptar las fantasías terroríficas que, sobre el coche, estás
teniendo…¡por más desagradable que parezca! Así lo viviremos conscientemente hasta
que, de nuestro fondo, surja una profunda aceptación que nos hará integrarlo. De esta
manera, aquello que hasta ahora nos costaba de integrar, empezaremos a usarlo para
ampliar nuestros límites, para superar nuestras autolimitaciones y nuestro consciente
se ampliará.
NOTA: estos tres ejercicios pueden durar muchos meses en tu vida. En realidad no son
tanto ejercicios, como una actitud vital para integrar los distintos sectores de la mente
y llegar, con mucha más facilidad, a nuestra esencia, a lo que somos, a la naturaleza
esencial de la mente en la que, simplemente, somos.