Post on 05-Jul-2015
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Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz
Dijo Jesús a Nicodemo:
- Como Moisés levantó
la serpiente en el desierto,
así tiene que ser levantado
el Hijo del hombre,
para que todo el que crea
tenga por él vida eterna.
(Jn 3, 13-17)
Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a su
Hijo único, para que todo el que crea en él no
perezca, sino que tenga vida eterna.
La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz nos invita a
preguntarnos qué papel juega la cruz en nuestras vidas.
La cruz material es más discutida que nunca.
En nombre del laicismo imperante en las modernas
democracias se la retira de los lugares públicos.
Por otra parte, los mismos cristianos han trivializado la cruz.
La utilizan como amuleto para curar ciertos dolores.
La empuñan como cofrades penitenciales los que
no creen en el que murió por redimirnos.
La usan los jóvenes como signo de distinción.
En la otra cruz,
la espiritual,
nos cuesta ver la vida
y el consuelo, como
cantaba Santa Teresa.
No aceptamos
nuestras cruces.
Y al mismo tiempo imponemos cruces pesadas sobre los
hombros de los demás. Las cruces
del hambre y la marginación,
del desprecio y el abandono,
de la miseria y la guerra.
«Te adoramos. Oh Cristo y te bendecimos,
porque con tu cruz has redimido al mundo».
Ella da sentido a todas las cruces del mundo.
Esa es la razón de que volvamos a ella nuestros ojos.
En el diálogo de Jesús con Nicodemo, queda clara la fe
de una comunidad que acepta a Jesús como su Señor.
Tiene que ser elevado el Hijo del hombre.
Ha de ser levantado sobre
los intereses humanos,
sobre las ansias de riqueza,
de dominio y de efímeros
disfrutes.
Con él ha de identificarse
el pueblo de la nueva alianza
que es la Iglesia.
Señor, Dios nuestro,
que has querido realizar
la salvación de todos
los hombres por medio
de tu Hijo, muerto en la cruz;
a quienes hemos conocido
en la tierra este
Misterio concédenos alcanzar
en el cielo los premios
de la redención. Amén.
Texto: José Román Flecha AndrésPALABRA DEL SEÑOR –Salamanca
Presentación: Antonia Castro Panero