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ESTUDIO PRELIMINAR SOBRE SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD DE GAMMA GLUTAMIL TRANSFERASA COMO PREDICTOR DE DAÑO RENAL
EN CANINOS ATENDIDOS EN LA CLINICA DE PEQUEÑOS ANIMALES DE LA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
DE COLOMBIA
ALEXANDRA VICTORIA GONZALEZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE MICROBIOLOGIA CARRERA DE MICROBIOLOGIA AGRICOLA Y VETERINARIA
SANTAFE DE BOGOTA D.C. 2000
ESTUDIO PRELIMINAR SOBRE SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD DE GAMMA GLUTAMIL TRANSFERASA COMO PREDICTOR DE DAÑO RENAL
EN CANINOS ATENDIDOS EN LA CLINICA DE PEQUEÑOS ANIMALES DE LA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
DE COLOMBIA
PRESENTADO PARA OBTENER EL TITULO DE MICROBOLOGA AGRICOLA Y VETERINARIA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS DEPARTAMENTO DE MICROBIOLOGIA
CARRERA DE MICROBIOLOGIA AGRICOLA Y VETERINARIA SANTAFE DE BOGOTA D.C.
2000
ESTUDIO PRELIMINAR SOBRE SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD DE
GAMMA GLUTAMIL TRANSFERASA COMO PREDICTOR DE DAÑO RENAL EN CANINOS ATENDIDOS EN LA CLINICA DE PEQUEÑOS ANIMALES DE LA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
DE COLOMBIA
__________________________ ________________________ CARLOS MORENO ORLANDO TORRES Director Codirector ________________________________
JOSE DEL CARMEN BARRERA V. Asesor
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE MICROBIOLOGIA CARRERA DE MICROBIOLOGIA AGRICOLA Y VETERINARIA
SANTAFE DE BOGOTA D.C. 2000
ESTUDIO PRELIMINAR SOBRE SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD DE GAMMA GLUTAMIL TRANSFERASA COMO PREDICTOR DE DAÑO RENAL
EN CANINOS ATENDIDOS EN LA CLINICA DE PEQUEÑOS ANIMALES DE LA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
DE COLOMBIA
ALEXANDRA VICTORIA GONZALEZ
_______________________ _____________________ Jurado Jurado Dra. GIOVANNA MESA Dr. MIGUEL ANGEL MELIAN
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE MICROBIOLOGIA CARRERA DE MICROBIOLOGIA AGRICOLA Y VETERINARIA
SANTAFE DE BOGOTA D.C. 2000
ESTUDIO PRELIMINAR SOBRE SENSIBILIDAD Y ESPECIFICIDAD DE GAMMA GLUTAMIL TRANSFERASA COMO PREDICTOR DE DAÑO RENAL
EN CANINOS ATENDIDOS EN LA CLINICA DE PEQUEÑOS ANIMALES DE LA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
DE COLOMBIA
______________________ ________________________ CARLOS CORREDOR AURA ROSA MANASCERO Decano Académico Directora Carrera de Facultad de Ciencias Microbiología Agrícola y Veterinaria
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE MICROBIOLOGIA CARRERA DE MICROBIOLOGIA AGRICOLA Y VETERINARIA
SANTAFE DE BOGOTA D.C. 2000
LOS CRITERIOS EXPUESTOS Y LAS OPINIONES EXPRESADAS SON RESPONSABILIDAD DEL AUTOR Y NO CORRESPONDEN A LA PONTIFICIA
UNIVERSIDAD JAVERIANA
A Dios, por estar siempre en mi camino. A mi padre por su confianza a lo largo de toda mi vida. A mi madre por estar siempre ahí. A mi hermana por su ejemplo. Y a ti.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco especialmente al doctor Carlos Moreno por sus enseñanzas, colaboración y su paciencia. A la Universidad Nacional de Colombia por facilitarme la recolección de las muestras para mi trabajo de grado, en el Laboratorio de Pequeños Animales de la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Al Doctor José del Carmen Barrera por su asesoría permanente. A todas aquellas personas que de una u otra forma colaboraron en la realización del presente trabajo.
TABLA DE CONTENIDO
RESUMEN 15
INTRODUCCION 18
OBJETIVOS 20
1. MARCO TEORICO 22
1.1 ANATOMIA RENAL 22
1.2 FUNSIÓN RENAL 23
1.2.1 Filtración Glomerular. 23
1.2.1.1 Filtración de Macromoleculas. 24
1.2.2 Túbulo Proximal. 25
1.2.3 Homestasis Electrolitica 26
1.2.3.1 Homestasis de Sodio 26
1.2.3.2 Homestasis de Potasio 26
1.2.3.3 Homestasis de Fosforo Inorganico 27
1.2.3.4 Homestasis de Cloro 28
1.2.3.5 Homestasis de Calcio 28
1.2.3.6 Homestasis de Magnesio 28
1.2.4 Equilibrio Acido-Base 29
1.2.4.1 Conservación y Producción de Bicarbonato 30
1.2.4.2 Sistema buffer Renal 30
1.2.5 Homeostasis Hídrica 31
1.2.5.1 Mecanismo de Conservación de Agua 32
1.2.5.2 Reabsorción Tubular 32
1.2.5.3 Hormona Antidiuretica (H.A.D.) 33
1.3 ALTERACIONES DE LA FUNCION RENAL 34
1.3.1 Perfusión Renal 35
1.3.1.1 Anormalidades del Sistema Circulatoria. 40
1.3.1.2 Deshidratación 42
1.3.1.3 Bradicardias 42
1.3.2 Tipos de Obstrucció 43
1.3.2.1 Obstrucción Unilateral 43
1.3.2.2 Obstrucción Bilateral 43
1.4 FALLA RENAL PRIMARIA 44
1.4.1 Falla Renal Aguda 44
1.4.1.1 Causas 45
1.4.1.1.1 Isquemia 45
1.4.1.1.2 Drogas y Otras Nefrotoxinas 46
1.4.1.1.3 Agentes Infecciosos 46
1.4.1.2 Patogenia 47
1.5 FALLA RENAL CRONICA 48
1.5.1 Etiología 49
1.5.2 Falla Renal Progresiva 49
1.5.3 Patogenia 51
1.5.4 Adaptaciones funcionales 52
1.5.5 Adaptaciones Morfológicas 52
1.5.6 Consecuencias de la Enfermedad Renal 53
1.5.6.1 Uremia 53
1.5.6.2 Cambios en la Homeostasis del Agua 54
1.5.6.3 Efectos en la Química Sanguínea 54
1.5.6.4 Concentración de electrolitos en Plasma 54
1.6 URIANALISIS 56
1.6.1 Olor 56
1.6.2 Color 57
1.6.3 Turbidez 58
1.6.4 PH 58
1.6.5 Glucosa 59
1.6.6 Gravedad especifica 61
1.6.7 Cuerpos Cetonicos 62
1.6.8 Bilirrubina 63
1.6.9 Sangre 64
1.6.10 Proteínas 65
1.6.11 Sedimento Urinario 66
1.6.12 Sedimento Organizado 66
1.6.12.1 Células Epiteliales 66
1.6.12.2 Células de Transición 67
1.6.12.3 Células Tubulares o Renales (Altas) 67
1.6.12.4 Leucocitos 68
1.6.12.5 Eritrocitos 68
1.6.12.6 Cilindros 69
1.6.12.7 Microorganismos 70
1.6.12.8 Espermatozoides 70
1.6.13 Sedimento no Organizado 71
1.6.13.1 Cristales 71
1.7 TEST DE AZOTEMIA 72
1.7.1 Metabolismo de la Urea 74
1.7.2 Excreción de la Urea 75
1.7.3 Metabolismo de la Creatinina 75
1.7.4 Excreción de Creatinina Renal 76
1.8 EXCRECION FRACCIONAL DE ELECTROLITOS 77
1.9 ENZIMURIA 78
2 MATERIALES Y METODOS 83
2.1 Tipo de estudio 83
2.2 Análisis Estadístico 83
2.3 Procedimiento 84
3 RESULTADOS Y DISCUSIÓN 87
4 CONCLUCIONES 95
5 FIGURAS 97
6 TABLAS 110
7 ANEXOS 114
8 BIBLIOGRAFIA 121
LISTA DE FIGURAS
Figura 1. Toma de muestra de sangre por punción vena cefalica en 97 caninos atendidos en la Clínica para Pequeños animales de la Faculta de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia.
Figura 2. Toma de muestra urinaria con sonda uretral No. 16 en 97
un canino atendido en la Clínica para Pequeños animales de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia.
Figura 3. Centrifuga usada para separar muestras de sangre y 98
orina del laboratorio Clínico de la Universidad Nacional de Colombia.
Figura 4. Tiras Reactivas Multistix ® usadas para química seca 98
en el urianalisis. Figura 5. Reactivos usados en el estudio: GGT, BUN, Creatinina 99
y Fósforo marca BioSystems ®. Figura 6. Espectrofotometro óptico RA-50® AMES, usado para la 99
determinación de las bioquímicas. Figura 7. Baño María digital usado para temperar los reactivos 100
cuando se encuentran en refrigeración. Figura 8. Foto de un riñón canino con un corte longitudinal. 100 Figura 9. Foto de la unidad estructural y funcional del riñón El Nefrón. 101 Figura 10. Glomerulo Unidad Filtradora del Nefrón. 101 Figura 11. Tiras reactivas multistix® analizando todos los parámetros. 102 Figura 12. Análisis de química seca en orina. 102 Figura 13. Canino atendido en la Clínica para pequeños animales de U.N 102 Figura14. Distribución de caninos sanos y enfermos según los niveles 103
de Fósforo, Creatinina y GGT en orina.
Figura 15. Distribución de caninos sanos vs enfermos, según los 103 niveles de BUN, Fosforo, Creatinina y GGT en suero.
Figura 16. Distribución de los parámetros (GGT urinaria, Creatinina 104 Sérica, BUN, Excreción fraccional de Fósforo) que se
evalúan en daño renal en caninos sanos vs enfermos. Figura 17. Distribución de caninos criollos sanos vs enfermos, según 104 los niveles de GGT, BUN, Creatinina y excreción fraccional
de Fósforo. Figura 18. Distribución de caninos de otras razas vs enfermos, según los 105
niveles de GGT, BUN, Creatinina y Excreción fraccional de Fósforo. Figura 19. Distribución de los parámetros más usados en la 105
clínica para diagnostico de daño renal. Figura 20. Distribución de caninos sanos según los niveles de GGT 106
urinaria y su distribución por rangos. Figura 21. Distribución de caninos sanos según los niveles de GGT 106
serica y su distribución por rangos. Figura 22. Distribución de caninos sanos según los niveles de 107
Creatinina en orina y su distribución por rangos. Figura 24. Distribución de caninos sanos según los niveles de 107
Creatinina Sérica y su distribución por rangos. Figura 25. Distribución de caninos sanos según los niveles de 108
Fósforo en orina y su distribución por rangos. Figura 26. Distribución de caninos sanos según los niveles de Fósforo 108
sérico y su distribución por rangos. Figura 27. Distribución de caninos sanos según los niveles de 109
BUN y su distribución por rangos. Figura 28. Distribución de caninos sanos según los niveles de 109
Excreción Fraccional de Fosforo expresado en porcentaje y su distribución por rangos.
LISTA DE TABLAS
Tabla 1. Posibles colores de la orina. 110 Tabla 2. Causas de acidificación de la orina. 111 Tabla 3. Causas de Hematuria, Hemoglobinuria y Mioglobinuria. 111 Tabla 4. Excreción Fraccional de Electrolitos. 112 Tabla 5. Valores normales. 112 Tabla 6. Valores Normales. 112 Tabla 7. Valores Normales de los Parámetros Evaluados en el Estudio. 113
LISTA DE ANEXOS
Anexo 1. Formato usado al ingreso del paciente a la clinica, para tomar 114 sus datos y los de su propietario.
Anexo 2. Causas de Falla Renal Aguda. 114 Anexo 3. Tabla con todos los valores de los caninos sanos. 115 Anexo 4. Tabla con todos los valores de los caninos enfermos. 117 Anexo 5. Tabla con los resultados de los caninos sanos 119 Anexo 6. Tabla con los resultados de los caninos enfermos. 119 Anexo 7. Tabla con los resultados caninos Criollos. 120 Anexo 8. Tabla con los resultados caninos otras razas. 120 Anexo 9. Resumen de resultados de todos los caninos del estudio. 120
RESUMEN El Diagnostico preciso de enfermedad renal depende de varios factores relacionados
entre sí y todos con igual importancia.
La relación detallada de la historia clínica del paciente, se convierten en la primera
herramienta dentro del proceso de diagnostico, pero sin lugar a dudas un riguroso y
completo examen clínico con conocimientos adecuados de semiología, serán el segundo
factor y el más importante, para identificar el origen del problema.
Dentro del proceso de problema orientado, se realiza la lista de problemas clínicos,
posteriormente se plantean los más probables diagnósticos diferenciales y
simultáneamente se proponen la lista de planes diagnósticos, los cuales deben estar
correlacionados de una manera racional y lógica, orientados a confirmar o descartar los
posibles diagnósticos diferenciales.
En la actualidad la medición de metabolitos como el BUN y la Creatinina, además de la
realización de urianalisis son las principales herramientas diagnosticas con las que
rutinariamente cuanta el Médico Veterinario para confirmar un posible diagnóstico de daño
renal.
La literatura reporta una importante sensibilidad al medir Gamma Glutamil Transferasa
(GGT) en orina, ya que esta enzima esta presente en cantidades importantes en el
citoplasma de las células tubulares del riñón y es liberada durante procesos inflamatorios;
se excreta en su totalidad en la orina y no es reabsorbida al espacio intravascular
A los caninos que ingresaron a consulta de control y por motivo de enfermedad a la
Clínica de Pequeños Animales de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad
Nacional de Colombia se les realizo inicialmente un examen clínico completo y una vez
se determinó su estado de salud, se procedió a tomar las muestras de sangre y de orina
para realizar los análisis correspondientes, previa autorización del propietario.
Simultáneamente se realizó una encuesta previamente diseñada para la recolección de
datos referentes a paciente y al propietario.
Las muestras de sangre se tomaron por punción de la vena cefalica, previa desinfección
del área.
La muestra de orina en machos se tomo con sonda uretral # 16 y en hembras por medio
micción natural.
Para realizar las mediciones de GGT urinaria y establecer los valores normales en
caninos sanos que oscilan entre 9U/L y 50 U/L, con un promedio de 31.8 U/L y los
caninos enfermos con un promedio de 72 U/L con una diferencia altamente significativa.
Paralelo a la medición de GGT urinaria se realizo la medición de GGT sérica la cual no
presenta un aumento significativo, es decir, que confirma que el aumento de la GGT
urinaria no es reflejo de daño hepático, sino de daño renal.
Adicionalmente se midió la excreción fraccional de fósforo que se presento aumentada en
pacientes con compromiso renal, esto confirma que el daño es de tipo tubular.
También se realizaron mediciones de BUN y Creatinina para obtener valores normales y
tenerlos como referencia en la Clínica de Pequeños Animales de la Universidad Nacional
de Colombia. (BUN 7-37 mg/dl Creatinina serica 0.2-2.7 mg/dl y Creatinina urinaria 36-210
mg-dl)
Adicionalmente con la medición de fósforo para la excreción fraccional se establecieron
rangos normales de fósforo en orina 10-215 mg/dl, de fosforo serico 1.6 – 8.8 mg/dl y por
ultimo se determino la excrecion fraccional de fosforo expresado en porcentaje que oscila
1% - 36%.
Con estos resultados se confirma que la GGT urinaria si funciona como predictor de daño
renal en caninos, aunque lo ideal seria confirmar el daño tubular con estudios de
histopatologia.
INTRODUCCIÓN
El Diagnostico preciso de enfermedad renal depende de varios factores relacionados
entre sí y todos con igual importancia.
La relación detallada de la historia clínica del paciente, por parte del propietario con datos
como: Actitud, depresión, consumo de agua, características de la orina, frecuencia de
micciones, dolor durante la micción, perdida de peso, episodios de fiebre, ente otras; se
convierten en la primera herramienta dentro del proceso de diagnostico, pero sin lugar a
dudas un riguroso y completo examen clínico con conocimientos adecuados de
semiología, serán el segundo factor y el más importante, para identificar el origen del
problema.
Dentro del proceso de problema orientado, se realiza la lista de problemas clínicos,
posteriormente se plantean los más probables diagnósticos diferenciales y
simultáneamente se proponen la lista de planes diagnósticos, los cuales deben estar
correlacionados de una manera racional y lógica, orientados a confirmar o descartar los
posibles diagnósticos diferenciales.
En la actualidad la medición de metabolitos como el BUN y la Creatinina, además de la
realización de urianalisis son las principales herramientas diagnosticas con las que
rutinariamente cuanta el Médico Veterinario para confirmar un posible diagnóstico de daño
renal.
La literatura reporta una importante sensibilidad al medir Gamma Glutamil Transferasa
(GGT) en orina, ya que esta enzima esta presente en cantidades importantes en el
citoplasma de las células tubulares del riñón y es liberada durante procesos inflamatorios;
se excreta en su totalidad en la orina y no es reabsorbida al espacio intravascular.
Este trabajo pretende determinar valores de (GGT) urinaria en caninos sanos, para ser
usados como predictor de daño tubular en pacientes con posible compromiso renal.
Además establecer valores de referencia en caninos que habitan en Santa fe de Bogotá,
se pretende compararlos con los datos, reportados por la literatura foránea y determinar
si existen diferencias significativas entre los dos.
Por otra parte este estudio pretende detectar pacientes con afección renal, confirmada
clínica y para-clínicamente en la clínica para pequeños animales de la Facultad de
Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia y de ellos tomar
muestras de orina y cuantificar GGT, para demostrar que efectivamente se encuentra
aumentada en estas patologías.
Las mediciones de GGT urinaria se complementaron con otras pruebas diagnosticas
como BUN y Creatinina, los cuales son metabolitos sericos con sensibilidad para
detectar posible daño renal.
La medición de GGT urinaria, será complementada con mediciones de excreción
fraccional de fósforo, con el fin de establecer valores normales de este parametro con
muestras obtenidas de animales sanos y segundo como método confirmativo de daño
tubular en muestras de pacientes con compromiso renal.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Establecer valores de referencia de GGT urinaria en una población de caninos
clínicamente sanos, atendidos en la Clínica para pequeños animales de la Facultad de
Medicina Veterinaria de la universidad nacional de Colombia y realizar las mismas
mediciones en animales con enfermedad renal clínicamente confirmada para determinar
si efectivamente esta enzima aumenta en estas patologías.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
• Establecer valores de referencia normales de la GGT urinaria en caninos sanos.
• Comparar el comportamiento de la GGT urinaria en caninos con compromiso tubular
frente a caninos sanos.
• Determinar los valores normales de excreción fraccional de fósforo en caninos sanos.
• Realizar mediciones de excreción fraccional de fósforo para confirmar daño tubular, en
muestras de animales con compromiso renal.
• Determinar valores de BUN y Creatinina clínicamente sanos obtenidos en la clínica de
pequeños animales de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la
Universidad Nacional de Colombia y establecer si existen diferencia estadísticamente
significativas con los valores reportados por la literatura extranjera.
1. MARCO TEORICO
1.1 ANATOMIA RENAL.
El riñón es un órgano par, situado en la parte posterior del abdomen a ambos lados de la
columna vertebral (first, 1997), esta compuesto por corteza, medula y pelvis, que a su
vez se subdividen en varias partes (Buergelt, 1999). (Figura. 8)
El nefrón es la unidad estructural y funcional de riñón y se ubica parcial o totalmente en la
corteza (First, 1997). (Figura.9)
La unión de muchos nefrones, hace que se cumpla en su totalidad la función renal; dichos
nefrones poseen divisiones anatómicas para su mejor funcionamiento. El número de
nefrones varia dependiendo la especie, en caninos aproximadamente son 430.000
nefrones (Kaneko, 1997).
El glomérulo es la unidad filtradora del nefrón y su actividad especifica es la ultrafiltración
de la sangre (Buergelt, 1999). Esta compuesto por capilares los cuales están
comunicados por una arteriola aferente, por medio de la cual son abastecidos y una
arteriola eferente por donde drena el flujo sanguíneo (Kaneko, 1997), también posee una
membrana basal semipermeable, es decir, que la composición de la membrana permite el
paso de agua y electrolitos, pero es relativamente impermeable a moléculas de gran
tamaño (First 1997). (Figura. 10)
La cápsula de Bowman rodea los capilares glomerulares y los canales de filtración dentro
del túbulo proximal (Kaneko, 1997), que a su vez se extiende dentro del asa de Henle en
forma de U. Esta se introduce dentro de la medula antes de retornar a la zona proximal
del corpúsculo renal y completa su curso en lo que se llama el túbulo contorneado distal
(Duxey, 1987),
La estructura de las células epiteliales de los túbulos varía considerablemente en los
distintos niveles de la nefrona y hasta cierto punto guarda relación con la capacidad
funcional del segmento tubular. Por ejemplo, la estructura altamente desarrollada de las
células del túbulo proximal, con sus alargadas y abundantes microvellocidades,
numerosas mitocóndrias, canalículos apicales y altas interdigitaciones intercelulares,
estaría en relación con sus funciones (Robbins, 1990),
1.2 FUNCION RENAL
En los mamíferos el principal órgano de excreción y eliminación de metabolitos es el riñón
(Kaneko, 1997), por consiguiente su principal función consiste en regular el medio interno
del organismo, para mantenerlo en un constante equilibrio. El riñón es el principal
regulador de todas las sustancias, de los líquidos orgánicos y es fundamentalmente el
responsable de la homeostasis hidroelectrolítica en el organismo (Coles, 1986).
1.2.1 Filtración glomérular
El glomérulo esta compuesto por capilares que se caracterizan por la presión hidrostática
de su interior que es casi tres veces mayor que la presión hidrostática del resto de los
capilares del organismo, como consecuencia las sustancias son filtradas a través de la
membrana semipermeable, hacia el interior de la cápsula de Bowman (First, 1997). Las
células y las proteínas de gran tamaño no pueden pasar la membrana semipermeable,
por lo tanto el filtrado glomerular esta compuesto esencialmente por plasma sin proteínas
(Buerglt,.1999).
1.2.1.1 Filtración de Macromoléculas
En condiciones fisiológicas normales el riñón mantiene la homeostasis de proteínas
orgánicas.
La membrana glomerural previene el paso de proteínas plasmáticas de alto peso
molecular, por medio de tres factores: el tamaño del "filtro", el peso y la carga de la
membrana basal. Básicamente el glomérulo es un filtro cuyos poros tienen un tamaño tal
que impide la salida de moléculas de tamaño superior a 33.000 Daltons. Las globulinas de
bajo peso molecular (pesos moleculares entre 15.000-20.000) son libremente filtradas en
pequeñas cantidades por la baja concentración plasmática, así mismo se filtran pequeñas
cantidades de albúmina de bajo peso molecular (6900 daltons), la cual se reabsorbe
rápidamente, sobre todo en los tubúlos proximales (Plonait, 1984).
La membrana basal glomerular es rica en glucoproteínas cargadas negativamente,
alineadas en su superficie endotelial. Casi todas las proteínas fisiológicas están cargadas
negativamente por lo que existe una barrera electrostática "repelente" que tiende a
impedir la pérdida de proteínas (Willard, 1999).
La importancia del riñón en la conservación de proteínas ha sido apreciada desde hace
muchos años. Desde entonces la proteinuria (presencia de proteína en orina) ha sido
conocida como una importante característica de la enfermedad renal. La mayor parte de
las proteínas plasmáticas, excepto la de peso molecular muy elevado, han sido halladas
en la orina, en condiciones no patológicas del animal (First, 1997).
Adicionalmente la filtración es influenciada por cambios eléctricos (Rennke, 1977). La
carga negativa son las cialoproteinas, que son compuestos de las tres capas de la pared
celular; estos cambios negativos facilitan el paso de cationes e impiden el paso de
aniones a través del filtro (Kaneko 1997).
1.2.2 Túbulo Proximal
Aproximadamente el 60- 85% del filtrado glomérular es reabsorbido en los túbulos, este
filtrado esta compuesto por sodio, cloro y agua entre otros; así mismo la glucosa es
reabsorbida en su totalidad junto con la mayor parte de aminoácidos filtrados en el
glomérulo. (Duxey 1987). Este proceso responde a la acción de la Hormona Antidiuretica
(H.A.D.), de modo que su permeabilidad aumenta en su presencia y es escasa en su
ausencia. (Dudley, 1989).
El potasio puede ser reabsorbido y excretado a este nivel. La aldosterona estimula tanto
la reabsorción de sodio como la excreción de potasio a nivel del túbulo distal. También se
produce la excreción de iones de hidrógeno y moléculas de amoniaco y ácido úrico y la
reabsorción de bicarbonato. Este segmento del nefrón también posee escasa
permeabilidad a la urea (First, 1997).
1.2.3 Homeostásis Electrolítica
El riñón cumple la función de mantener las concentraciones óptimas de importantes
electrolitos plasmaticos, como son sodio, potasio, fósforo inorgánico, cloro y magnesio, los
cuales guardan gran relación entre sí. (Mussman, 1978). El riñón es el único órgano que
cumple con esta función (Kaneko, 1997).
1.2.3.1 Homeostasis de Sodio
El sodio es el principal catión del líquido extracelular, la reabsorción de sodio es muy
importante debido a que afecta la regulación de otros electrolitos y por esto las altas
concentraciones de sodio (140 meq/L) en plasma contribuyen al mantenimiento de la
presión osmótica del liquido extracelular (Willard, 1999).
La reabsorción activa del ion sodio en los túbulos proximales produce el transporte pasivo
de cloro y de bicarbonato, así como también la reabsorción pasiva de agua. (Meyer,
1998), por consiguiente el balance de sodio en el organismo esta relacionado con el
balance de agua. La relación de sodio es usualmente el resultado de la retención de agua
(Duxey, 1987).
1.2.3.2 Homeostasis de Potasio
El potasio es el principal catión intracelular; el mantenimiento de niveles normales de
potasio normal es esencial para la vida celular. El potasio es libremente filtrado a nivel
glomérular y reabsorbido a nivel tubular de manera activa a través de todo el nefrón,
excepto a nivel ascendente de el asa de Henle (Meyer, 1998).
En los túbulos distales existen dos mecanismos que controlan la excreción neta del
potasio, el primero es el contenido celular de potasio por alto consumo y el segundo que
vincula la excreción de potasio con su equilibrio, en este caso es regulado por la
aldosterona que puede aumentar la excreción de potasio a nivel del túbulo proximal
(Kaneko, 1997).
El potasio determina en gran parte la osmolaridad intracelular; de esta forma las grandes
perdidas de potasio asociadas con vomito, diarrea, o hipersecreción de aldosterona hacen
que las células se deshidraten a medida que se pierde el agua intracelula. (Meyer, 1993).
1.2.3.3 Homeostásis de Fósforo Inorgánico
La mayor parte de fósforo sérico se encuentra presente en forma ionizada el cual es
libremente difundible. El equilibrio del fosforo se mantiene principalmente mediante la
excreción renal.
La reabsorción de fósforo en el túbulo proximal normalmente rodea al 90% de la cantidad
filtrada, la hormona paratiroidea (HPT) disminuye la reabsorción tubular de fósforo.
En los casos de Insuficiencia Renal Crónica, se observa un aumento en los nivele séricos
del fósforo (Meyer, 1998).
1.2.3.4 Homeostásis del Cloro
La concentración de cloro en el líquido extracelular es de (100 meq/ L) y la de sodio (140
meq/L) y está influenciada por los mismo factores. Sin embargo el cloro es libremente
filtrado dentro de la cápsula de Bowman y reabsorbido en el túbulo proximal; y
probablemente activo a nivel de nefrón distal (First 1997). El cloro es el anión
extracelular que se encuentra en mayor concentración a nivel plasmatico.
1.2.3.5 Homeostásis del Calcio
El calcio es reabsorbido en los túbulos proximales bajo la influencia de la hormona
paratiratoidea (HPT). El mantenimiento del equilibrio del calcio depende del balance entre
su ingestión y su eliminación (Meyer 1998).
El equilibrio del calcio se mantiene en gran parte mediante la regulación de la absorción
de calcio mas que por la regulación de su excreción.
1.2.3.6 Homeostasis del Magnesio
El riñón es responsable del control de la concentración de magnesio en la sangre, del
70% al 80% de magnesio plasmatico es filtrado a través del glomérulo y reabsorbido del
20% a 30% en lo túbulos proximales, esta función también esta regulador la HPT
(Quamme, 1992).
El magnesio se considera importante en la homeostasis de calcio y de fósforo ya que en
algunas circunstancia interviene en el control hormonal para la excreción de estos
electrolitos, como el papel que cumple en los componentes minerales del hueso. La
hipomagnesemia causa alteraciones en la excreción de la paratohormona (Meyer 1998).
1.2.4 Equilibrio Acido-Base
Diariamente el organismo genera sustancias de desecho como productos del
metabolismo, si estas sustancias de desecho no fueran eficazmente eliminadas o
neutralizadas, se acumularían provocando alteraciones bioquímicas. El pH orgánico es
controlado mediante tres sistemas: los sistemas buffer, los pulmones y los riñones.
(Coles,1986). El 98% de los metabolitos corresponden a CO2, el pulmón controla su
excreción por medio de la siguiente reacción.
CO2 + H2O H2CO3 mediante la anhidrasa carbonica. El 2% restante corresponde
a ácidos orgánicos e inorgánicos no volátiles, los cuales deben utilizar otra vía diferente
al pulmón para su eliminación.
El papel que realizan los riñones en el equilibrio ácido-base, se basa en la regeneración
permanente de bicarbonato. Este mecanismo se lleva a cabo mediante la excreción
tubular renal de hidrogeniones en la orina por medio de la anhidrasa carbónica e
intercambio de Na+ por H+ en las células tubulares y la reabsorción de bicarbonato al
plasma; el paso de iones de bicarbonato desde las células tubulares hacia la sangre se
produce con la misma velocidad con la que el bicarbonato es consumido por procesos
metabólicos, con el objeto de mantener la neutralidad electroquímica (Meyer, 1998). Por
medio de la siguiente reacción:
H2O + CO2 H2CO3 HCO3 + H+ Anhidrasa Carbonica
2.4.1 Conservación y Producción de Bicarbonato
El bicarbonato es reabsorbido por un proceso que requiere secreción de hidrogeniones
y la acción de la enzima anhidrasa carbónica.
El bicarbonato filtrado es convertido en CO2 por medio de la siguiente reacción.
HCO3 + H+ H2CO3 Anhidrasa Carbonica H2O + CO2
Después el CO2 formado y difundido dentro de las células tubulares es convertido a
bicarbonato por medio de la misma reacción que puede ser reversible.
Si hay una disminución de bicarbonato en el plasma (acidosis metabólica), todo el
bicarbonato filtrado es recobrado, el nuevo bicarbonato es sintetizado y utilizado como un
derivado del metabolismo de CO2 de las células renales. La síntesis de bicarbonato en
las células renales tubulares necesitan de la eliminación de H+ dentro del lumen tubular
(Kaneko, 1997).
1.2.4.2 Sistemas Buffer Reneles
• Reabsorción de HCO3 filtrado a nivel glomerular, por la siguiente reacción:
H + HCO3 H2CO3 + Anhidrasa carbónica CO2 + H2O.
Donde se excretan H+ hay absorción de HCO3 y el Sodio se intercambia por H+ en él
liquido tubular.
• Excreción de ácidos titulables.
Si aumenta la absorción de HCO3 a nivel tubular se produce un aumento en la
excreción de H+ y se activa el sistema buffer fosfato.
H + HPO4 H2PO4 que son eliminados en orina y Na y HCO3 ingresan a la
sangre.
• Formación de amoniaco
Si el HPO4 se agota se produce un aumento en la absorción de (Sodio) Na y aumenta
la excreción de H+ y de NH3 produciendo NH4 (amoniaco), que es eliminado en orina
y el sodio y el HCO3 ingresan a la sangre.
1.2.5 Homeostasis Hídrica
Alrededor del 60% del peso corporal de un animal adulto es agua, el 40% es intracelular
y el 20% es extracelular. Los animales joven es tienen un mayor porcentaje del peso
corporal en agua (Meyer, 1993). Tal vez por esta razón los mamíferos tienen la habilidad
de concentrar la orina, por encima de la osmolalidad plasmática, esta característica radica
en la necesidad del organismo para conservar agua
Los animales también tienen la capacidad de excretar orina hipotónica, así que el exceso
de agua corporal puede ser eliminado en orina con bajas cantidades de solutos (first,
1997).
A continuación se describen los mecanismos mediante los cuales se lleva a cabo este
proceso.
1.2.5.1 Mecanismo de Conservación de Agua
El mecanismo de concentración y dilución contribuye en gran cantidad a la homeotasis
del agua orgánica total y el índice de flujo urinario que puede variar ampliamente en
condiciones normales (Duxey, 1987).
Por ejemplo en estado de deshidratación la orina se concentra por reabsorción de agua.
Inversamente la orina es diluida mediante la absorción de solutos sin agua. El
mecanismo renal de contracorriente es responsable de la capacidad de concentrar orina
diluida. Este mecanismo tiene lugar en el asa de Henle. Cuando el volumen del liquido
extracelular esta reducido, el hipotálamo excreta Hormona Antidiuretica, que promueve la
reabsorción de agua en los túbulos distales y en los túbulos colectores (Coles, 1986).
1.2.5.2 Reabsorción Tubular
La reabsorción de solutos y agua en los túbulos proximales resulta en un fluido isotónico,
el cual pasa al asa ascendente de Henle y desciende dentro de la medula, entonces el
agua es reabsorbida dentro del intersticio hipertónico causando una reducción del
volumen del fluido y un incremento en la concentración de sodio, es decir, que el liquido
que ingresa a la porción descendente del asa es isotónico con respecto al líquido tisular
que lo rodea, desde este sitio en adelante se lleva a cabo la concentración de orina. La
porción ascendente del asa, tiene la capacidad de extraer iones de sodio del líquido que
atraviesa y también de excretarlos hacia el líquido tisular que lo rodea, creando así un
medio hipertónico en el ambiente inmediato al asa descendente y túbulos colectores. Así
el liquido pierde parte del agua en el asa descendente y al llegar a la parte U del asa, ya
se ha producido cierto grado de concentración. A medida que el líquido avanza por el asa
descendente el sodio es extraído y la solución se torna hipotónica e ingresa al túbulo
contorneado distal en este estado (Doxey, 1987).
1.2.5.3 Hormona Antidiuretica (H.A.D.)
El riñón posee importantes funciones metabólicas. Sirve como órgano efector de
numerosas hormonas; interviene en el metabolismo de otras y por último actúa
directamente como órgano endocrino produciendo hormonas reguladoras (Dudley, 1989).
La Hormona Antidiuretica desempeña un papel fundamental en la regulación del equilibrio
hídrico, su efecto principal es el de conservar los líquidos corporales al reducir el volumen
de orina (Nichols, 1994).
La Hormona Antidiuretica es responsable de diferentes estimulaciones incluyendo el
incremento de la osmolaridad del plasma. La ADH circulante se liga a los receptores de la
membrana vasolateral de las células del ducto colector, obligando la producción de
cAMP, por medio de eventos intracelulares que culminan en un cambio en la membrana
luminal, es decir, la membrana que es impermeable al agua, se vuelve permeable a ella.
(Meyer, 1998)
Esta acción antidiuretica se debe a la estimulación de la reabsorción de agua libre de
solutos en los túbulos distales y conductos colectores del riñón (Nichols, 1994).
Hay un gran número de agentes que intervienen en la modificación intracelular iniciados
por la HAD, dentro de los cuales encontramos la prostraglandina E2, Protein kinasa C,
calcio, aldosterona y algunos aminoácidos (Dudley, 1989). La combinación de la
liberación de HAD y el mecanismo de la sed permiten mantener normales las
concentraciones hídricas (Nichols, 1994).
1.3 ALTERACIONES DE LA FUNCION RENAL
El termino azotemia se refiere al aumento del nitrógeno ureico sanguíneo (BUN) y de
Creatinina, que son indicadores de la tasa de filtración glomerular; cuando la tasa de
filtración glomerular disminuye el Bun y la Creatinina aumentan de una forma
considerable con respecto a los valores de referencia (McCaw, 1989).
Los valores de nitrógeno ureico sanguíneo (BUN) de algunas especies se pueden ver
aumentadas aparentemente porque aumenta la producción de urea por diversos factores
(Watson, 1981; Epstein, 1984). En este caso el incremento del BUN puede ser por una
dieta con alto contenido proteico y debido a esto puede incrementarse en la filtración
glomerular; en caninos puede aumentar en un 100% por varias horas y se denomina
azotemia prerenal fisiológica (Smith, 1956). Otras causas muy frecuentes son el shock y
hemorragias en el tracto gastrointestinal (Meyer, 1998).
La azotemia se puede presentar en tres formas diferentes.
La primera es azotemia prerenal, Se produce en caninos a un nivel anterior a la llegada
de la sangre a los riñones, es decir, que es causada por la disminución del flujo
sanguíneo. Debido a hipovolemia, u otros trastornos de la perfusión, por ejemplo, como
resultado de una insuficiencia cardiaca. La azotemia prerenal puede estar acompañada
con el incremento de la GE urinario > 1030 en caninos (Fleming, 1989).
La segunda forma es la azotemia Renal o primaria: (causas intrarenales) Debido a
necrosis tubular aguda, que representa la causa más frecuente de insuficiencia renal
aguda, o debido a otras enfermedades renales, que provocan un rápido deterioro de la
función renal, como daño glomerular donde puede presentarse proteinuria (Meyer 1993).
En la azotemia renal también se ve alterada la gravedad especifica urinaria que puede
variar de 1.008-1030 en caninos y en algunos casos de pacientes con falla renal se
puede presentar de 1.006-1007. Los pacientes también pueden presentar poliuria, oliguria
o anuria.
Y por ultimo la azotemia Postrenal: (originado por lesiones en órganos posteriores a el
riñón) Debido a una obstrucción uretral, donde el animal no puede orinar o luego de una
ruptura del tracto urinario u obstrucción de la pelvis renal y por consiguiente la orina se
deposita en el abdomen (uroperitoneo) (Willards, 1999).
1.3.1 Perfusión Renal
El riñón tiene la capacidad de mantener la tasa de filtración glomerular a un nivel
relativamente constante a pesar de los cambios en la presión sanguínea sistémica y en el
flujo sanguíneo renal. La tasa de filtración glomerular se mantiene dentro del rango
fisiológico por una modulación renal de la presión sanguínea sistémica y por la presión
intravascular, así mismo por un control intrínseco del flujo sanguíneo renal de la presión
capilar glomerular y el coeficiente de ultrafiltración (Kf) que es el producto de la
permeabilidad de la pared de filtración y de su área superficial. Los efectos renales sobre
la presión y el volumen sanguíneo sistémicos, se encuentran mediados de manera
primaria por factores humorales, siendo los más importantes del sistema renina-
angiotensina-aldosterona (Ettinger, 1989).
El control intrínseco de la perfusión capilar glomerular también esta mediado por sistemas
que controlan la resistencia al flujo en las arteriolas aferentes y eferentes. Estos dos
sistemas autoreguladores son el Reflejo miogenico y de retroalimentación
tubuloglomerular (Dudley, 1987).
El sistema renina-angiotensina-aldosterona, es un mecanismo importante para el control
de la tasa de filtración glomerular y del flujo sanguíneo renal. La renina es una hormona
producida por la células especializadas de la pared de la arteriola aferente, las células
mesangiales extraglomerulares granulares, que son células yuxtaglomerulares
especializadas.
La liberación de renina se ve estimulada por una disminución en la presión de la perfusión
renal y con frecuencia se debe a una hipotensión sistémica. La renina cataliza las
transformación del angiotensinógeno producido por el hígado transformándolo en
angiotensina I. La angiotensina I es convertida en angiotensina II que es más activa por
una enzima convertidora de angiotensina que se encuentra ampliamente distribuida por
todo el cuerpo. Aunque las primeras investigaciones sugiere que la enzima convertidora
de la angiotensina (ACE) se localiza exclusivamente en el endotelio vascular del pulmón,
ahora se sabe que la ACE se encuentra presente en el endotelio vascular de otros
numerosos órganos, así como en una amplia variedad de fluidos corporales y de células
epiteliales, incluyendo a las células de los túbulos proximales renales (Kaneko, 1997).
La angiotensina II es un vasoconstrictor poderoso que actúa de manera directa
aumentando la presión sanguínea sistémica y la presión de perfusión renal. Además la
angiotensina II estimula la liberación de mineralocortocoide llamado aldosterona. La
aldosterona promueve la reabsorción de sodio y de agua por el ducto colector,
aumentando el volumen intravascular y en consecuencia, mejorando la perfusión renal y
los niveles elevados de la angiotensina II plasmáticos, creando un sistema de
retroalimentación negativo que mantiene la perfusión renal y la tasa de filtración
glomerular dentro de los rangos fisiológicos (Ettinger, 1989).
Los niveles aumentados de angiotensina II también estimula la liberación y la producción
de prostaglandinas renales vasodilatadoras, como la PGE2 y la PGI2. Estas son
moderadoras importantes del sistema renina-angiotensina-aldosterona. La producción
intrarenal de estos vasodilatadores antagoniza el efecto vasoconstrictivo de la
angiotensina II sobre la vasculatura renal a niveles normales o casi normales, sin este
efecto protector. Entonces se podría producir una vasoconstricción generalizada cuando
hay una disminución en el flujo sanguíneo renal y en la tasa de filtración glomerular, a
pesar de que se produzca una elevación de la presión sanguínea (Forrester, 1994).
Dentro del riñón mismo, parece que existe un control directo de la perfusión capilar
glomerular por los dos sistemas que se mencionaron previamente, el reflejo miogénico y
la retroalimetación tubuloglomerular (kaneko, 1997).
Se propuso un mecanismo de autoregulación de flujo sanguíneo renal y de tasa de
filtración glomerular después de que se observo que las arteriolas glomerulares
respondían en los cambios en la tensión de la pared arteriolar. A esta respuesta se le
llamo reflejo miogénico y describe el resultado casi inmediato de construcción arteriolar
después de un aumento en la tensión de la pared arteriola, da lugar a una dilatación
arteriolar virtualmente inmediata (Millar, 1977).
La vasodilatación y la vasoconstricción arteriolar, causan alteraciones en la resistencia al
flujo sanguíneo que proviene de la arteriola aferente, sirven para mantener la tasa de
filtración glomerular y el flujo sanguíneo renal a niveles constantes a pesar de que se
produzcan alteraciones muy marcadas en la presión sanguínea de la arteria renal.
Aunque pueden exsistir mediadores químicos para este reflejo, se ha demostrado que es
independiente de la inervación renal y de los agentes vasoactivos renales conocidos
(Ettinger, 1989).
El segundo mecanismo de control intrínseco, es el sistema poco entendido conocido
como retroalimetación tubuloglomerular. Para entender el mecanismo se debe recordar el
arreglo anatómico de la nefrona. El túbulo distal se encuentra íntimamente relacionado
con el glomérulo de la misma nefrona. Un agregado anatómicamente distinto de células
epiteliales conocido como mácula densa, se encuentra localizado en la pared de la parte
lisa del brazo ascendente del asa de Henle. La mácula densa se situada entre las
arteriolas aferente y eferente y adyacente de la región mesangial extruglomerular. Al
conjunto de estas cuatro estructuras se le conoce como el aparato yuxtaglomerular y
parece que se hallan muy relacionadas funcional y estructuralmente. La observación
básica que respalda el concepto del mecanismo de retroalimetación tubuloglomerular,
Experimentos demostraron que un aumento en la velocidad del flujo del fluido tubular, a
nivel de la mácula densa, produce una disminución en la velocidad del filtración del
glomérulo en esa nefrona. En teoría tal sistema podría vigilar la velocidad de filtración
glomérular de cada nefrona, con el fin de impedir que se exceda la capacidad del túbulo
para reabsorber líquidos o solutos y de esta manera podrían prevenir una perdida
excesiva de fluidos y solutos (Kaneko, 1989).
Dentro de los controles que ejerce el mismo riñón sobre tasa de filtración glomerular,
encontramos el control sistémico del volumen sanguíneo y del tono en los vasos. El
volumen sanguíneo se encuentra regulado por numerosas hormonas. Además de la
aldosterona, la secreción de vasopresina (Hormona antidiuretica) promueve la reabsorción
de agua en el riñón y aumenta el volumen sanguíneo. También los glucocorticoides y la
progesterona aumentan el volumen sanguíneo. Más eficientemente se ha demostrado la
presencia de una hormona producida en la aurículas cardiacas y que produce una
natriuresis (Excreción de sodio) y de una diuresis (perdida de agua). A esta hormona se le
conoce con varios nombres incluyendo la de péptido nautriurético auricular (ANP),
hormona natriurética auricular u atriopeptid (Sullivan, 1982).
Los factores sistémicos que afectan el tono de los vasos, también afectan la presión
sanguínea sistémica, la perfusión renal y la ultrafiltración. La vasopresina y las
catecolaminas circulantes, pueden producir vasoconstricción y un aumento en la presión
sanguínea. La estimulación β-adrenérgetica puede activar al sistema renina-angiotensina,
mientras que la estimulación alfa-adrenérgetica puede causar una vaso constricción
renal, originando una reducción y una distribución del flujo sanguíneo renal. Además de
producir alteraciones en la perfusión renal, los vasoconstrictores pueden afectar los otros
determinantes de tasa de filtración glomerular, es decir, el coeficiente de ultrafiltración (Kf).
Los vasoconstrictores causan una contracción de las células mesangiales dentro del
glomérulo, lo cual disminuye el área accequible para la filtración. Debido a que la Kf es el
producto del área accesible para la filtración y la permeabilidad hidráulica, si ocurre in vivo
la contracción de la células mesangiales, entonces se reduce la Kf lo cual a su vez
disminuye la GFR (Ettinger, 1989).
1.3.1.1 Anormalidades del Sistema Circulatorio
En el riñón puede existir hiperemia tanto activa como pasiva, la primera en caso de
inflamación y septicemias y la segunda en relación con trastornos circulatorios (Meyer,
1998).
El termino de hiperemia y congestión, constituyen expresiones medicas, que se refieren a
incremento del volumen de sangre en tejido o zonas afectadas. La hiperemia también
denominada hiperemia activa para diferenciarla de la congestión o hiperemia pasiva, se
produce cuando la dilatación arterial y arteriolar da lugar a un incremento de flujo de
sangre hacia los lechos capilares, con apertura de los capilares inactivos.
Por otra parte, la congestión o hiperemia pasiva, se producen por una alteración del
drenaje venoso.
La hiperemia activa produce un enrojecimiento de la zona afectada. La dilatación arterial y
arteriolar está producida por mecanismos neurogénicos o por la liberación de sustancias
"vasoactivas".
La congestión, o hiperemia pasiva, produce una coloración azul-rojiza en la zona
afectada, a medida que se acumula la sangre venosa. El tinte azulado se acentúa cuando
la congestión produce un incremento de hemoglobina desoxigenada en la sangre, o
cianosis. (Robbins, 1990).
Las lesiones isquémicas resultan bien en infarto o en necrosis tubular aguda. (necrosis
cortical renal).Los infartos son debido al bloqueo de una ramificación de la arteria renal y
puede ser sépticos o asépticos. Los cambios provocados por infecciones dependen de la
etiología, pero en un infarto asépticos ocurre el cuadro clásico del infarto renal (Doxey,
1987).
Como resultado de cambios circulatorios o agentes tóxicos es posible encontrar en el
riñón todas las alteraciones celulares anatomorfológicas desde tumefacción y el cambio
graso hasta necrosis. El grado resultante depende del agente tóxico o de la duración de la
isquemia (Willard, 1999).
La oclusión de la arteria renal por un émbolo puede provocar infartos. Ocurre más a
menudo que la combinación de trastornos prerenales y caída repentina de la presión
sanguínea que reduce la perfusión renal. La vasoconstricción, la hipotensión, sistémica y
la administración de prostraglandina puede precipitar la isquemia renal.
Las lesiones necróticas aparecen principalmente en la corteza y en la rama ascendente
del asa de Henle. En animales muy jóvenes, el enfriamiento provoca estancamiento
vascular e isquemia renal, que puede confundirse con un trastorno congénito (Barreiro,
1988).
La intoxicación por oxalatos después de la ingestión de etilenglicol o la administración de
algunas sulfonamidas menos solubles pueden provocar daño traumático y obstrucción por
sedimentación de cristales (Doxey, 1987).
La ingestión de sales mercuriales, por el uso de alimentos contaminados con mercurio,
causan daño y necrosis tubular con mercurio (Deceaurriz J. 1998).
Las intoxicaciones con mercurio también pueden causar glomerulonefritis y edema renal
(Gruys 1979).
1.3.1.1.1 Deshidratación
La deshidratación causa hipovolemia, originando alteraciones en la excreción de la urea
y la creatinina, produce disminución en el flujo sanguíneo renal (FSR) y disminución en la
filtración glomerular renal (FGR). La deshidratación azotemica inducida en caninos puede
controlar la oclusión del píloro gástrico.
La deshidratación que ocurre después del vómito causa reducción del rendimiento
cardiaco, disminuye flujo sanguíneo renal y una disminución notoria en tasa de filtración
glomerular, los efectos que se acentúan en la tasa de filtración glomerular se dan como
consecuencia del incremento en la presión oncótica de las proteínas plasmaticas. La
capacidad autoreguladora del riñón también se pierde (Balint, 1975; Forrester, 1994)
La deshidratación en caninos también causa cambios ligeros en la perfusión. El flujo
cortical externo puede ser preservado durante grandes periodos de deshidratación,
mientras que el fluido cortical interno periodos mas cortos (Willard, 1999).
1.3.1.2 Bradicardias
La deshidratación y la insuficiencia cardiaca causan usualmente azotemia prerenal y son
fácilmente detectados clínicamente. A diferencia de la hipoperfusión renal selectiva
causada por el aumento de la resistencia de la arteriola aferente renal, puede no ser
clínicamente detectada (Ferrester, 1989).
1.3.2. Tipos de obstrucción
1.3.2.1 Obstrucción Unilateral
La obstrucción uretral completa produce cambios rápidos y determinantes en la filtración
glomérular del riñón afectado, debido a la oclusión dentro del túbulo proximal,
incrementando rápidamente al doble de la concentración de sustancias que deben ser
reabsorbidas. Después de 5 horas la presión producida por la obstrucción empieza a
disminuir, sin embargo puede mantenerse normal y no alterarse en 24 horas. La tasa de
filtración glomerular disminuye mientras que la presión intratubular aumenta. Para que
todo vuelva a su estado normal la presión intratubular debe descender por que el aumento
de la presión esta produciendo una constricción en la arteriola aferente causando un
aumento en la presión hidrostatica capilar (Ettinger, 1989).
La constricción de la arteriola aferente puede ser debido a la producción de tromboxano
por filtración celular y células mesengiales. (klahr, 1991)
A pesar de producirse la oclusión uretral unilateral completa no se detiene
completamente el funcionamiento, porque la reabsorción tubular se acomoda a la nueva
tasa de filtración (Klahr, 1986).
1.3.2.2 Obstrucción Bilateral
Con la obstrucción uretral bilateral el incremento de la presión intratubular es eminente y
más prolongado que en la obstrucción unilateral.
La disminución en la tasa de filtración glomerular que ocurre con la obstrucción bilateral
es debido al incremento en la presión intratubular, por que los niveles normales de
presión intracapilar son constantes (Klahr, 1986).
Otra diferencia entre obstrucción unilateral y bilateral es la diuresis después de que ocurre
la liberación de la obstrucción bilateral, pero no después de la recuperación de la
obstrucción unilateral.
El resultado de la obstrucción unilateral es que la filtración glomerular queda disminuida
porque la vasoconstricción es persistente. Pero La tasa de filtración glomérular se
recupera con el tiempo.
En caninos la recuperación de la obstrucción uretral unilateral dura 5 horas. En ese
tiempo la tasa de filtración glomerular afecta el riñón aproximadamente en un 70%. y por
ende su función disminuye (Vaughan, 1971).
La presión tubular disminuye después de resuelta la obstrucción bilateral, pero no en
niveles normales constantes. La presión glomerular es aumentada en la obstrucción
unilateral y la filtración del nefrón es el resultado del aumento del tasa de filtración
glomerular (Ettinger, 1989).
1.4 FALLA RENAL PRIMARIA
1.4.1 Falla Renal Aguda
La falla renal aguda puede estar definida como la disfunción renal primaria debido a un
factor repentino.
Clínicamente es importante diferenciar una falla renal aguda de una falla renal crónica,
por que la enfermedad aguda es potencialmente reversible, pero la forma crónica no
(Behrend, 1996).
Esta patología generalmente se acompaña de oliguria (disminución del volumen urinario)
o anuria (ausencia de excreción urinaria) también se puede producir una necrosis tubular
aguda no oligurica (Doxey 1987).
La insuficiencia renal aguda se asocia con diversos grados de proteinuria, hematuria y
con la presencia de cilindros hemáticos y de otro tipo de cilindros en la orina. Los niveles
sericos de nitrógeno ureico y la creatinina aumentan rápidamenete y se produce una
acidosis metabólica (First, 1997).
1.4.1.1 Causas
1.4.1.1.1 Isquemia
La isquemia no sirve como indicador de defectos en la perfusión que inicialmente resulta
en azotemia prerenal y que puede llegar a una falla renal primaria aguda. En las
diferentes especies pueden existir puntos vulnerable para producirse Isquemia y daño
renal (Kaneko, 1987).
Reportes de la literatura indican que posiblemente los caninos no toleren la hipovolemia,
como inicialmente si lo hacen los humanos; en los caninos pueden producirse shock,
que conlleva a una isquemia y falla renal aguda (Meyer, 1998).
1.4.1.1.2 Drogas y otras nefrotoxinas
El riñón es particularmente vulnerable a efectos de agentes nocivos por su alto porcentaje
de perfusión, su habilidad de concentrar algunas sustancias en el lumen tubular y su alto
tasa metabólica.
Algunas sustancias son nefrotóxicas para los animales domésticos, como los antibióticos
y pueden llegar a ser una causa común de falla renal aguda. Adicionalmente los metales
pesados, químicos orgánicos (etilen glicol, carbón tetraclohídrico, cloroformo, hervicidas,
pesticidas), bellotas venenosas, hemoglobina y mioglobina, alimentos venenosos y
nefrotoxicos son descritos en animales ( Churchill, 1997).
La Insuficiencia renal aguda, no es siempre de origen renal, pueden ser el resultado de
varios trastornos que incluyen shock (lesiones debidas a accidentes, quemaduras,
extensa hemorragias u obstrucción intestinal). El daño provocado por intoxicaciones con
mercurio, oxalatos, fosfatos y noftaleno clorado. Además el desequilibrio de agua y
electrolitos, provocados por vomito, diarrea o cetosis, la hemolisis intravascular de origen
variable, trastornos diversos incluyendo hipertiroidismo, insolación y agotamiento, también
pueden producirla (Fleming y Dudley, 1989).
1.4.1.1.3 Agentes infecciosos
Algunos agentes infecciosos como leptospira spp. pueden causar nefritis y falla renal
aguda.
La insuficiencia renal primaria es el resultado de daño tubular y es común observar las
leptospiras en la luz tubular.
La principal causa de la lesión tubular parece ser una hipoxemia o algún efecto tóxico de
la leptospira (Lal, K. 1982). En animales domésticos esta causa es comúnmente
comparada con agentes nefrotoxicos. Aunque puede darse infecciones con L
gripotypopphosa, que causa lesiones similares. Y es reportada porque no hay vacuna
contra este serotipo (Rentko, 1992).
Existen otros géneros de bacterias que afectan a perros y a gatos como: Escherichia,
Staphylococcus, Streptococcu, Proteus, Klebsiela, Pseudomona, y Enterobacter. Se
pueden presentar infecciones sencillas o combinadas (Less, 1994).
1.4.1.2 Patogenia
La falla renal aguda es muy estudiada en la medicina veterinaria. Los modelos de falla
aguda nefrotóxica son reproducidos con una variedad de agentes como Glicol, sales de
uranio, mercurio y hemoglobina. La falla renal isquemica aguda es producida por el
taponamiento de la arteria renal o por la ingestión de epinefrina.
Varias teorías proponen la explicación de la patogenesis de falla renal aguda. Una de las
teorías afirma que el deteriro de flujo renal sanguíneo es debido a vasoconstricción renal,
otras teorías dicen que ocurren por el bloqueo tubular como consecuencia de los daños
intralumunares y edema intersticial.
Otra dice que el filtrado glomerular es totalmente absorbido (difusión pasiva) por necrosis
tubular (Ettinger, 1989). Los cambios en la barrera de ultrafiltración glomerular, también
son considerados (Brezis, 1986).
El curso clínico de la insuficiencia Renal Aguda (Necrosis tubular aguda) se divide en tres
fases: Inducción, Mantenimiento y finalmente Recuperación.
La fase de inducción se desarrolla en un periodo en el cual pueden transcurrir varias
horas e incluso días, desde la lesión inicial hasta el desarrollo de la azotemia y
disminución de la orina (oliguria), los signos clínicos no son evidentes en esta fase.
La fase de mantenimiento es caracterizada por lesión renal reversible, puede presentarse
oliguria o no, y si el paciente recibe un tratamiento adecuado en pocas semanas supera
la fase y continua con la de recuperación, que dependiendo el estado del animal puede
durar meses, como se menciono anteriormente (Forrester y Little, 1994). Ver anexo 2.
1.5 FALLA RENAL CRÓNICA
Es un síndrome clínico que resulta de la perdida progresiva de la función renal. Las
manifestaciones sintomáticas no solamente son producto de una simple insuficiencia
excretora, sino también de la insuficiencia de los mecanismos renales reguladores de
algunas sustancias, como el sodio o el agua, de efectos de biosíntesis, como la
producción inadecuada de eritropoyetina, con anemia resultante y de la producción
excesiva de ciertas sustancias normales en respuesta a trastornos químicos que se
producen en la insuficiencia renal crónica.
La falla renal crónica, es frecuentemente consecuencia de los inicios de la destrucción
del parenquima, de la capacidad de reserva del riñón y de los procesos compensatorios
que ocurren en daño renal en ausencia de signos clínicos.
En la enfermedad crónica el daño del tejido renal es irreversible y clínicamente improbable
de recuperar (Mikiciuk, 1989).
1.5.1 Etiologia
Las causas de falla renal crónica en animales domésticos son poco definidas. Algunas
causas como pielonefritis crónica, glomerulonefritis crónica, son identificadas en animales
individualmente; aunque pueden presentarse otros factores no identificados que son
responsables de muchos casos (Kaneko, 1997).
1.5.2 Falla Renal Progresiva
La enfermedad renal crónica progresiva, puede reconocerse cuatro fases: En la primera
se observa una disminución de la capacidad renal y adaptación fisiológica. Es necesario
que se produzca una perdida de por lo menos un 50% de la función renal normal antes
que se observe una elevación anormal de los niveles séricos de nitrógeno ureico o de
creatinina. La segunda fase es la que corresponde a una insuficiencia renal leve.
La tercera fase, consiste en el desarrollo de una insuficiencia renal franca, con anemia
progresiva, acidosis y otras manifestaciones clínica y bioquímicas.
Y la fase final es la de uremia, cuando todas las condiciones de la insuficiencia renal se
hacen evidentes (First, 1987).
La insuficiencia renal crónica se caracteriza habitualmente por poliuria, con perdida de
líquidos y electrolitos. A medida que aumenta el numero de nefronas que no funcionan, se
produce un incremento compensatorio de la filtración glomerular en las nefronas
funcionales, con aumento en la cantidad de liquido que pasa a los túbulos distales. Este
incremento en el flujo en los túbulos hace que se reabsorbe menos urea, sodio y otras
sustancias. El resultado es una diuresis osmótica que se acentúa por la reducción del
gradiente de concentración de médula renal (Polzin y Osborne, 1983).
Los signos clínicos no son muy específicos sinembargo el paciente puede presentar
decoloración lingual, mucosas pálidas, deshidratación, poliurea, uremia, anorexia, vómito
y diarrea.
También puede presentarse depresión y aumento en la frecuencia respiratoria; el examen
clínico, la historia y los análisis de laboratorio permiten hacer un diagnóstico acertado y
descartar otras diagnósticos diferenciales (Mikiciuk y Fleming, 1989).
La insuficiencia renal crónica genera incapacidad del riñón para mantener la integridad
y/o homeóstasis del organismo. La duración de la falla renal puede ser de meses o años;
depende en cierta medida del tipo de manejo y de las situaciones de estrés renal al que
pueda ser sometido el paciente (Grauer y Allen, 1981).
Las alteraciones del metabolismo de los lípidos están asociados con Insuficiencia Renal
Crónica en humanos y en caninos, desde hace mucho años, pero la atención esta
enfocada en las alteraciones de la perdida de proteína (nefropatias, especialmente la
hipercolesteremia, asociada con síndrome nefrótico) (Attman, 1993).
Se han realizado estudios recientes en humanos con Insuficiencia Renal Crónica, sin
presencia de proteinuria, y con anormalidades en la distribución lipoproteica
(deslipoproteinemia). La deslipoproteinemia se produce como causa de Falla Renal
Crónica y la severidad de la deslipoproteinemia es directamente proporcional al grado de
la lesión renal. La deslipoproteinemia probablemente contribuye al incremento de riesgo
de enfermedades cardiovasculares en humanos con falla renal (Down y Krawiec, 1996).
Muchos de los estudios que se realizan actualmente, están enfocados en la investigación
de esta hipótesis, debido a que son muy poco conocidas las anormalidades de los lípidos
en los caninos y más aún en aquellos que presentan falla Renal Crónica no nefrotóxica
(Shohat, 1993).
1.5.3 Patagonia
En contraste con los cambios abruptos de la falla renal aguda los cambios en insuficiencia
renal crónica se dan gradualmente durante el desarrollo de la enfermedad.
Progresivamente se reduce la función renal y no son detectadas las anormalidades
bioquímicas durante los primeros meses o incluso años de desarrollo. Algunas
anormalidades solo aparecen cuando se reduce la filtración glomerular sanguínea de uno
a tres veces de la funcionalidad normal (Mikicius,1989).
1.5.4 Adaptaciones funcionales
Una respuesta compensatoria ocurre en relación con la destrucción del tejido, es decir, el
tejido normal aumenta su funcionalidad. El riñón con daño reduce notoriamente su
habilidad para atender las funciones, requeridas para la homeostasis del agua, de
electrolitos y de acido-base (Ettinger, 1989).
El nefrón individualmente responde al estimulo para la homeostasis de una forma
apropiada constantemente, aunque se pueden presentar algunas anormalidades
morfológicas. Los pacientes caninos con Insuficiencia Renal Crónica tienen signos
clínicos poco detectables y los cambios bioquímicos son detectados en la destrucción
avanzada del tejido (Mikiciuk, 1989).
1.5.5 Adaptaciones morfológicas
Los animales adultos son incapaces de producir nefrones nuevos y sus mecanismos
adaptativos son restringidos a alteraciones.
La hipertrofia es el mejor mecanismo de adaptación estructural, aunque la hiperplasia
también se puede dar en animales inmaduros o en adultos con grandes perdidas de tejido
renal (Larson, 1980).
Los procesos involucrados en los cambios compensatorios inician rápidamente en el
nefrón y seguidamente el tejido renal, con la reducción de la masa renal.
En la disección del nefrón con insuficiencia renal crónica, se observa la hipertrofia
marcada por aumento en el tamaño glomerular y en el diámetro del túbulo proximal (Fine,
1992).
1.5.6 Consecuencias de la Enfermedad Renal
1.5.6.1 Uremia
Algunas autores explican los signos de uremia como una multitud de anormalidades
bioquímicas de los fluidos extracelulares durante la falla renal y que finalmente conllevan
anormalidades en el metabolismo celular con manifestaciones de signos uremicos
(England and Mitch, 1993).
El signo clínico, más frecuente asociado con falla renal es la uremia, que puede tener
múltiples causas.
Cuando las metabolitos superan la excreción renal estas se acumulan y pueden provocar
los signos clínicos característicos de la uremia (Inapetencia vómito y letargo). La tasa de
filtración glomerular es un factor importante en la determinación de la velocidad de
excreción de las metabolitos; dado que los riñones de los caninos con enfermedad renal
crónica, generalmente han alcanzado el grado máximo de hiperfuncionalidad
compensatoria (Brown, 1994).
Los principales compuestos que se acumulan son el amonio, ácido urico, fosfatos, cloro,
ácido piruvico, leucina, tirosina, sulfatos, potasio, magnesio, alcaloides urinarios y la
hormona paratoidea, causando hiperósmolaridad (Reford, 1994).
1.5.6.2 Cambios en la Homeostasis del Agua
Los cambios en el volumen urinario, son asociados con falla renal y es muy marcada la
disminución de la tasa de filtración glomerular, estos cambios son asociados con oliguria
o anuria y puede ocurrir masivamente con injuria súbita (falla aguda) o como evento
terminal en falla renal crónica. Los efectos de anuria u oliguria sobre el balance del agua
son dependientes del agua ingerida y a la perdida extrarenal.
La retención de fluidos y edema son complicaciones potenciales de la oliguria o de la
anuria en falla renal (Willard, 1999).
La poliuria es un signo comúnmente observado en falla renal y es una consecuencia del
daño renal o de los cambios hemostático producidos por la reducción del tejido funcional
(Sodikoff, 1996).
Los estudios realizados en caninos con enfermedad renal unilateral producida por
infección o inducidos por aminoglicosidos indican nefrosis y una concentración normal de
orina. La poliuria aunque es un modelo en daño renal crónico también se presenta en falla
renal aguda (Kaneko, 1987).
1.5.6.3 Efectos en la Química Sanguínea
1.5.6.3.1 Concentración de Electrolitos en Plasma
Los mecanismos de la homeostasis mantienen concentraciones normales de electrolitos
en plasma y la tasa de filtración glomerular conserva el equilibrio. El control de algunos
electrolitos puede ser mejor que otros y esto depende del estado de salud del animal.
Con insuficiencia renal los riñones fallan en su función de retención de líquidos y
electrolitos, mantenimiento de pH sanguíneo, excreción de sustancias químicas y
hormonas (Charles, 1996).
A medida que se agota la reserva renal, se prolonga la situación estresante y el animal
va perdiendo más nefrona, lo que conduce a la acumulación de sustancias tóxicas y de
desechos entre otras; que conducen a la presentación de un cuadro clínico más evidente,
la falla renal. Esto ocasiona anormalidades que son casi constantes en la presentación de
falla renal crónica, como son una incapacidad para regular el balance acido-base del
organismo, dificultad para excretar los metabolitos derivados de los compuestos
nitrogenados y una disminución de la síntesis de ciertas hormonas renales, algunas
relacionadas con la función hematopoyetica y vascular. Posteriormente se pueden
desencadenar azotemia y uremia (Divers, 1983).
Por consiguiente niveles altos de BUN, Creatinina y Fósforo sugieren deterioro de la
función renal. Un valor bajo de HCO3 con intervalo ionico indica acidosis.
Por otro lado el aumento del tiempo de hemorragia y la falta de retracción del coagulo
apuntan a una disfunción plaquetaria (Charles, 1996).
En muchas especies la concentración de potasio plasmatico es normal durante la fase de
poliuria. En enfermedad renal se desarrolla hipokalemia (Meyer, 1998), estas alteraciones
son atribuidas a la anorexia, al incremento de la excreción de potasio en la saliva y al
daño en la absorción intestinal (Dirers, 1982).
Ocasionalmente se puede presentar hipercalcemia durante falla renal en caninos (Finco
1978).
5.6 URIANALISIS
Es un procedimiento útil para evaluar la salud del animal, las anormalidades en el
urianalisis pueden reflejar una variedad de procesos y enfermedades en las cuales
intervienen diferentes órganos. No esta limitada a los problemas renales o del tracto
urinario. Es un examen importante en el diagnostico clínico por que nos posibilita:
Obtener información sobre el estado funcional del riñón, así como las lesiones que puede
afectarlo.
Detectar la existencia de alteraciones en las vías urinarias, evidencia la existencia de
problemas metabólicos de índole general, detectados por la eliminación aumentada,
disminuida o anormal de metabolitos en la orina (Muños, 1999).
El urianalisis debe procesarse 1 hora máximo después de la recolección, debido a que se
alteran parámetros como cambio de color, turbidez, pH, entre otros (García, 1998).
Los parámetros que se analizan se describen a continuación.
1.6.1 Olor
El olor de la orina es sui generis y depende del sexo del animal, la detección de olores
anormales indican la realización exámenes más específicos del paciente debido a que
es inespecifico para la detección de algún padecimiento.
El olor amoniacal es normal en la orina dado por el NH3, mientras que el NH4 y la urea
son inoloros, las principales causas de este olor son la reducción de la urea a NH3 por
bacterias reductoras que pueden ser patógenas o contaminantes, por lo que el olor
amoniacal en una orina recién colectada puede ser indicativo de un problema infeccioso
del tracto urinario por bacterias productoras de ureasa.
El olor putrefacto puede ser indicativo de la degradación bacteriana de grandes
cantidades de proteína (Narez y Cortés, 1998).
La cetonuria da un olor característico a la orina, aunque algunos individuos son
incapaces de percibir este olor, por lo que el análisis químico de cetonas es el mejor
parámetro para determinar la cetonuria (Barreiro, 1988).
1.6.2 Color
Determinar el color de la orina puede ser subjetivo en alguno casos, ya que puede existir
enfermedad aunque el color sea normal y está influenciado por la presencia de
pigmentos tanto endógenos como exógenos y aunque el conocer el color nos puede
indicar una anormalidad, esta información puede ser inespecifica. El color de la orina es
muy importante en los casos de determinaciones analíticas colorimétricas. La intensidad
del color esta directamente relacionada con la gravedad especifica. Se debe considerar
también la administración de medicamentos, tipo de dieta y factores medio ambientales.
El color normal de la orina es amarillo claro, color que esta dado principalmente por dos
pigmentos que son el urocromo y la urobilina (Narez y Cortés, 1998). (Tabla. 1).
1.6.3 Turbidez
En la mayoría de las especies es translúcida, aunque tiende a ser ligeramente turbia a
medida que es más concentrada.
Las alteraciones producidas in vitro, principalmente por aumento en la temperatura y el
pH, pueden causar disminución en la transparencia.
La causa de turbidez de la orina se debe explicar en base a los estudios del sedimento
urinario, pero los problemas más comunes asociados a la turbidez de la orina pueden ser
cristales, eritrocitos, glóbulos blancos, células epiteliales, semen, bac teria, levaduras,
contaminantes, lípidos y moco (Bush, 1991).
1.6.4 pH
El pH urinario refleja el balance acido-base corporal; el organismo generalmente produce
un éxodo de metabolitos ácidos por lo que los pulmones regulan la relación acido-base
reteniendo o eliminando dióxido de carbono, mientras que el riñón regula esta relación
mediante la retención de bicarbonato por medio de los sistemas buffer, amonio y
fosfatos. Puede existir una variación diurna en el pH de la orina, así como la dieta y la
enfermedad producen cambios importantes en este: Aunque pueden haber trastornos y
mantenerse los rangos normales. (Figura. 11)
El conocimiento del pH puede servir como diagnostico presuntivo de la presencia de
ciertos cristales como la estruvita y el fosfato de calcio que se presentan generalmente en
pH alcalinos, mientras que la cistina y el ácido úrico se encuentran comúnmente en orina
ácida; la presencia de oxalato de calcio y silica no están influenciadas aparentemente por
el pH (Willard, 1999).
La infecciones del tracto urinario generalmente causadas por bacterias reductoras de urea
(Staphylococcus y proteus) frecuentemente toman un pH alcalino, aunque la mayoría de
las bacteria patógenas que no utilizan urea dan a la orina un pH ácido.
La ingestión de proteínas de origen animal en la dieta infieren en el pH ácido. Por lo que
las dietas de felinos y caninos se encuentran dentro del rango de 5.5 a 7.0. EL PH puede
variar a lo largo del día especialmente en el momento de la ingestión de la comida; la
orina de caninos y felinos tiende a ser menos ácida inmediatamente después de la
comida.
La contaminación de muestras por bacterias productoras de urea alcalinizan la orina, así
como la perdida de CO2 en muestras almacenadas a temperatura ambiente y la
utilización de detergentes en los recipientes de recolección (Narez y Cortés, 1999).
(Tabla.2)
1.6.5 Glucosa
La presencia de cantidades significativas de glucosa en orina (glucosuria), depende de la
tasa de filtración glomerular y de la reabsorción tubular (Ettinger, 1989).
La glucosa es una molécula pequeña que se filtra libremente en el glomérulo renal. En
condiciones normales la glucosa es transportada de la orina primaria a las células de los
túbulos mediante transporte dependiente de sodio. El transporte de la glucosa a través de
las células proximales ponen en juego muchos mecanismos enzimáticos. La glucosa es
filtrada en el glomérulo, sufre reabsorción selectiva activa "capacidad máxima de
reabsorción tubular" (TMG), no aparece en la orina mientras que la filtración no rebase la
reabsorción tubular. La capacidad para esta reabsorción viene determinado por el nivel
de glucosa y por consiguiente de la carga filtrada, las condiciones hemodinamicas y
renales. Esto se conoce con el nombre de "umbral renal para la glucosa" la cual es
aproximadamente de 180 mg/dl. Valores altos exceden el transporte máximo y resultan en
glucosuria. Por hallarse el umbral renal bastante por encima de la concentración
fisiológica de la glicemia, puede existir hiperglicemia patológica sin glucosuria. (Meyer,
1993)
La medición de glucosa es un indicador importante del metabolismo de carbohidratos
(Dudley, 1987).
Para su medición se emplean tiras reactivas que incluyen el método de Trinder (glucosa
oxidasa), la cual es especifica para glucosa. Este método es más sensible que los
métodos de reducción de cobre, pero puede ser inhibido por el ácido ascórbico, esto es
muy común en medicina veterinaria, pues el ácido se forma en el organismo de casi
todos los animales domésticos (salvo en monos y cobayos) y se elimina por la orina. De
aquí se deduce que los métodos enzimáticos solo tienen valor limitado cuando se trata de
determinar glucosuria en perros o gatos (Plonait, 1984). (Figura. 12)
1.6.6 Gravedad Especifica
La capacidad renal para excretar orina con una gravedad especifica (GE) superior o
inferior a la del filtrado glomérular (1008-1021) depende de la cantidad de nefronas
funcionales, de un sistema secretor de hormona antidiuretica (ADH) intacto y de una
respuesta adecuada del riñón a la ADH. La gravedad especifica provee información
relacionada con la capacidad funcional de los túbulos distales y colectores en donde se
reabsorbe el agua en respuesta a la ADH (Mussman, 1978). (Figura. 11)
La capacidad renal para concentrar la orina se pierde cuando dos tercios a las tres
cuartas partes de las nefronas de ambos riñones son afuncionales. Sin embargo la
detección de una orina con GE similar a la de la filtración glomerular, no siempre
evidencia una enfermedad renal generalizada ya que la causas anormales son capaces
de producir una orina con una GE similar a la de la filtración glomerular. Tal suposición
solo es valida si esta permanece fija después de hacer pruebas de concentración urinaria
o cuando el animal esta deshidratado o azotemico (con niveles altos de urea y creatinina)
(coles, 1986).
La detección de una GE > 1025 en animales uremicos indica la existencia de una
suficiente cantidad de nefronas funcionales para concentrar la orina y sugiere que la
insuficiencia renal puede ser de origen prerenal. Esto refleja un mecanismo
compensatorio del animal para combatir una perfusión renal baja y una mayor secreción
de ADH para conservar el agua (Mussman, 1978).
Una GE muy alta se puede encontrar en animales con insuficiencia renal aguda. Una GE
disminuida <1006 frecuentemente puede indicar una diabetes insípida.
Cuando el riñón ha perdido la capacidad para concentrar o diluir la orina, el deterioro de la
función renal es evaluado por pruebas de excreción tubular, tasa de filtración glomerular o
flujo sanguíneo renal (Alzugarate, 1998).
1.6.7 Cuerpo Cetonicos
Existen tres diferentes tipos de ellos: acetona, ácido acetoacetico y ácido β-hidroxibutírico,
su elevación es importante para establecer el desarrollo de cetoacidosis diabética así
como para establecer la diferencia entre la presentación del coma diabético y la inducción
terapéutica del choque por insulina, mientras que la aparición de cetonuria en ausencia de
glucosuria sugiere la formación de carbohidratos a partir del catabolismo de lípidos.
El resultado de la aparición de cuerpos cetónicos en orina se da mediante cruces (Coles,
1986).
La interpretación de los cuerpos cetónicos en orina en ocasiones, puede dar un resultado
falso negativo, ya que la mayoría de los reactivos utilizados para tal fin (tiras reactivas)
solamente son sensibles al ácido cetoácetico y a cetóna, mientras que no detectan la
presencia de β-hidroxibutírico, cuya relación en pacientes diabéticos es de 3 a 1 con
respecto a los otros cuerpos cetónicos, e incluso mayor, esto se puede corregir
adicionando una cantidad de H2O2 a una muestra de orina, lo que provoca la formación de
ácido acetoacético a partir de b-hidroxibutírico, con lo que se logra una mayor expresión
de la cantidad real de cuerpos cetónicos en la orina (Mussman, 1978).
La cetonuria puede ser provocada por una desviación en la producción de energía
formando carbohidratos a partir de las grasas, siendo la diabetes mellitus la principal
causa de la cetonuria en perros y gatos; la eliminación de cetóna por orina induce además
la perdida de electrolitos principalmente potasio provocando hipokalemia, también hay
perdida de sodio lo que contribuye al aumento de la osmolaridad de la orina unido a la
cantidad de glucosa incrementando la magnitud de la. Poliuria asociada a la diabetes
mellitus (Duncan, 1994).
Las dietas bajas en carbohidratos, altas en grasas y los síndromes hipoglicémicos
(insulinoma) inducen cetonuria.
Las causas más comunes de cetonuria son las cetosis, diabetes mellitus, acidosis láctica,
insuficiencia epatica y lipidosis (Bush, 1991).
1.6.8 Bilirubina
Debido a que la detección de bilirrubina en la orina puede preceder a la presentación de
ictericia clínica, este parámetro es indicador importante durante la realización del
urianalisis, siendo un indicativo de la hepatotoxicidad causada por agentes tóxicos
potenciales. Su determinación varia según la especie (Charles, 1996). (Figura. 11)
En caninos pueden llegar a existir pequeñas cantidades de bilirrubina en orinas muy
concentradas (mas de 1040) en estados normales de salud, lo que es atribuido al bajo
umbral renal para la bilirrubina asociado a las bajas concentraciones plasmaticas de la
misma (Cortés, 1998).
La detección de bilirrubinas en orinas con densidad baja o en los casos de bilirrubinuria
persistente deben correlacionarse con problemas prehepaticos, hepáticos o poshepaticos
La presencia de bilurribinuria leve puede estar asociada con fiebre.
La bilirrubinuria puede estar asociada a la presencia de hemolisis intravascular, donde las
células tubulares renales pueden ser productoras de bilirrubina a partir de hemoglobina,
aunque el daño al glomérulo renal puede estar asociado a la perdida subsecuente de
bilirrubina no conjugada. La bilirrubinuria puede estar asociada a enfermedades
hepatocelulares o desordenes obstructivos biliares, aunque un grado significativo de
trastornos hepáticos pueden subsistir aun en ausencia de bilirrubinuria (Charles, 1996).
1.6.9 Sangre
Su determinación puede ser útil como complemento en la identificación del color de la
orina y debe interpretarse al mismo tiempo que se examina el sedimento y se examina la
densidad de la orina.
La aparición de sangre en la tira reactiva (Figura. 12) con la ausencia de glóbulos rojos en
el sedimento puede indicar que se trata de mioglobinuria o hemoglobinuria (Plonait,
1984).
La presencia de hematuria, hemoglobinuria o mioglobinuria debe ser identificada.
Se observa hematuria cuando la reacción de la prueba e positiva como la presencia de
glóbulos rojos en el sedimento urinario y es indicativo de un daño en la continuidad del
tejido urinario (Heintz, 1994).
La hemoglobinuria puede tener origen urinario o extraurinario. (Tabla. 3)
Finalmente la mioglobinuria es un trastorno poco común en perros y gatos, pudiendo ser
causada por tóxicos, trauma o isquémias del músculo; como en casos de aplastamiento,
golpes, ejercicio muscular severo o prolongado, mordedura víboras, choqué eléctrico o
enfermedad inmunomediada (Nárez y Cortés, 1998). (Tabla. 4)
1.6.10 Proteínas
Las proteínas encontradas en la orina son debidas a la variabilidad de la cantidad de
proteínas plasmaticas, otras derivadas del tracto urinario y otras que dependen del
método de recolección como proteína derivadas del tracto genital. (Figura. 11)
La proteinuria se refiere a la determinación de cantidades anormales de proteína en la
orina principalmente de albúmina, aunque se han encontrado cuarenta tipos diferentes de
proteínas en la orina. La proteinuria de Bence Jones esta dada por el aumento en la
cantidad de inmunoglobulinas excretadas en la orina (Coles, 1986).
La proteinuria fisiológica generalmente es transitoria, desapareciendo inmediatamente
que se elimina la causa que lo provoca, (ejercicio excesivo no acostumbrado incluyendo
esfuerzos debido a convulsiones), en estos casos la magnitud de la proteinuria es
moderada y causada por la excreción de albúmina y algunas globulinas, algunos casos de
proteinuria fisiológica pueden estar relacionados a la presencia de estrés por frío o calor,
fiebre.
También la proteinuria patológica es transitoria desapareciendo inmediatamente después
que se elimina la causa que lo provoca (Nárez y Cortés, 1998).
Se produce proteinuria por daños en la permeabilidad glomerular. La glomerulonefritis y la
amiloidosis renal son las causas mas frecuentes en las alteraciones de la permeabilidad
glomerular, adicionalmente a la albúmina otras proteínas son encontradas en la orina
(Meyer, 1998).
1.6.11 Sedimento Urinario
La orina normalmente tiene un numero de células y elementos formados en el tracto
urinario, que no son patológicos, pero su incremento si puede llegar a serlo ( Heintz,
1994). Debido a que está relacionado con trastornos en las vías urinarias y reproductivas
y su determinación es importante para elaborar un diagnostico presuntivo de enfermedad
urinaria. La orina normal no contaminada contiene pequeñas cantidades de sedimentos
organizados y no organizados pero en ningún caso presenta bacterias (Dudley, 1987).
1.6.12 Sedimentos Organizados
1.6.12.1 Células Epiteliales
Las células epiteliales escamosas son grandes, con ángulos irregulares y un núcleo
pequeño, proviene de la descamación de vagina o prepucio, pueden estar presentes en la
orina normal, especialmente si la muestra fue obtenida por cateterización. Células de
transición pueden provenir de vejiga o uretra así como de la pelvis renal o ureteres. Son
ovales y más pequeñas que las células escamosas. Su número aumenta en cistitis y
pielonefritis. Son de importancia en el diagnostico de neoplasias (Heintz, 1994).
1.6.12.2 Células de transición
Dos o cuatro veces mayores que los leucocitos, pero de menor tamaño que las células
escamosas (20-30 µ de diámetro), ovales, redondeadas o caudadas, con citoplasma
grande agranular y núcleo mediano central. Su aspecto puede ser punteado, alargado o
con proyecciones pendiculares, en ocasiones con dos núcleos. Revisten el tracto urinario
desde la pelvis renal, cálices microscópicos, ureteres, vejiga urinaria y los dos tercio
proximales de la uretra. Son distensibles y protegen impidiendo la penetración de la orina
en los tejidos subyacentes. Su aumento puede procesos exfoliativos anormales vesicales.
Pueden agruparse, especialmente en muestras tomadas con catéter, pero su importancia
diagnostica es muy pequeña limitada a las neoplasias. (Células epiteliales del carcinoma
(Heintz, 1994).
1.6.12.3 Células tubulares o Renales (Altas)
Estas células revisten los túbulos renales y tienen procedencia parenquimatosa. Son
ligeramente más grandes que los leucocitos, (menos de 15 µ de diámetro) con citoplasma
granular y núcleo grande, redondeado, generalmente excéntrico, con forma de vesícula
(relación núcleo/citoplasma 1:1) planas, cúbicas o cilíndricas. La presencia de alguna de
estas células en la orina puede ser normal, pero si la proporción es grande (15-20 Células
por campo), vistas en aumento de 40X sugieren daño tubular o descamación en caso de
diuresis baja. Por regla general cuanto más grandes sean las células, más grave es la
destrucción tisular. Las células renales en vías de degeneración se reconocen por gotas
de grasa fuertemente refringentes que hay en el citoplasma (Meyer, 1998).
1.6.12.4 Leucocitos
Son redondos y granulares, son más grandes que los eritrocitos pero más pequeños que
la células epiteliales. La observación de más de cinco leucocitos por campo de alto
aumento (40X), indican inflamación del tracto urinario. Un alto número de leucocitos en
presencia de bacterias o ausencia de cilindros, es característicos de cistitis o uretritis.
También se pueden encontrar glóbulos blancos en pielonefritis, nefritis, vulvitis, vaginitis,
balanitis y metritis. Es normal encontrar de 2-3 por campo en un aumento de 40X (Plonait,
1984).
1.6.12.5 Eritrocitos
Son encontrados en pequeñas cantidades en sedimento urinario normal de 1-3 por
campo en un aumento de 40X, Puede variar especialmente cuando la muestra fue
obtenida por cateterización. La observación de más de cinco eritrocitos por campo indica
hematuria.
Se observan como discos amarillentos o incoloros, de contorno liso, sin una estructura
interna fuerte, se pueden confundir con gotas de grasas, pero estas tienen tamaño
variable (Mussman, 1978).
1.6.12.6 Cilindros
Son estructuras formadas en los riñones por proteínas plasmaticas o muco-proteínas del
túbulo renal. Los cilindros se forman en los túbulos distales en donde la orina es más
ácida y tiene una alta osmolaridad. Todos los cilindros tienen una matriz proteica, pero
difieren en sus otros componentes.
Los cilindros hialinos son incoloros, compuestos de solo proteína e indican una moderada
filtración glomerular de proteínas. Pueden ser encontrados cuando hay irritación renal,
fiebre, ejercicio intenso, post-anestesia y en disturbios circulatorios.
Los cilindros granulares están compuestos de proteínas y de fragmentos de células
degeneradas del epitelio de los túbulos renales. Este es el tipo de cilindros más
comúnmente encontrados, se encuentran en caso de nefritis o infartos. Su presencia
indica un daño mayor que los hialinos (Cower y tyler, 1989).
Los cilindros celulares son una combinación de proteína más algún tipo de célula no
degeneradas como leucocitos, eritrocitos, etc. Reciben su nombre de acuerdo a la células
que lo componen.
Los cilindros de leucocitos son indicativos de pielonefritis o abscesos del riñón. Cilindros
de eritrocitos indican hemorragia renal. Cilindros epiteliales contienen células de los
túbulos renales e indican daño a los túbulos, Cilindros grasos se ven en enfermedades
tubulares degenerativas asociadas con deposito de líquidos en los túbulos renales.
Ocasionalmente en diabetes mellitus (Bush, 1991).
1.6.12.7 Microorganismos
Normalmente no deben estar presentes ya que la orina como todos los fluido biológico,
es estéril. Sin embargo la presencia de un mayor o menor numero de estos
microorganismos en ausencia de leucocituria puede significar contaminación.
Las bacterias que se encuentran en la orina son cocos o bacilos y se diferencian de las
sales amorfas por su movilidad espontanea (Dudley, 1987).
Los hongos también se pueden encontrar, son estructuras incoloras, deforma ovalada o
piriforme de doble pared, en gemación o no.
La aparición de levaduras en un sedimento urinario con leucocituria sugiere la posibilidad
de una infección de las vías urinarias por estos microorganismos, pero pueden ser
patógenos primarios cuando hay Aspergilosis (McCaw, 1989).
1.6.12.8 Espermatozoides
Las células sexuales masculinas (esperma) se caracterizan por su cabeza ovalada muy
pequeña (5m) y un flagelo largo, delgado y flexible (5m) lo que les confiere movilidad.
Estas células pueden aparecer de forma aisladas o en grandes cantidades y a veces
muestran movimientos sinuosos espontáneos. La contaminación seminal de la orina
puede ser responsable de la posibilidad en la tira reactiva de proteína. Es un hallazgo
fisiológico en la orina de los perros (Duncan, 1994).
1.6.13 Sedimento no Organizado
1.6.13.1 Cristales
La presencia de cristales en la orina, depende del pH y la concentración de cristaloides.
Raramente tiene siginificancia clínica excepto en casos de urolitiasis y algunas
enfermedades metabólicas. Cristales de tirosina o leusina son encontrados en
enfermedades hepáticas agudas. Cristales de cistina indican un inadecuado metabolismo
de proteínas y pueden llegar a formar cálculos y son también vistos en caso de cetonuria
congénita (Charles, 1996).
Cristales de bilirrubina pueden ser encontrados en concentraciones altas de orina y se
relacionan con disturbios en el metabolismo de la bilirrubina.
Los de oxalato de calcio se presentan en cualquier pH, es normal encontrarlos en orinas
de perros y gatos y generalmente cuando hay urolitiasis e intoxicación por etilen glicol
(Coles, 1986).
Los cristales de fosfato de calcio se presentan en orinas de caninos normales,
especialmente en orinas alcalinas y también se pueden presentar en perros con infección
renal.
Los cristales de cistina no es normal encontrarlos en la orina, ellos son observados en
orinas ácidas de perros con urolitiasis.
Los cristales de magnesio, amónio y fosfato son los mas comúnmente encontrados en
orina de perros y gatos, se pueden encontrar en cualquier pH, pero especialmente en
orinas alcalina y son comúnmente encontrados en infecciones del tracto urinario y en
urolitiasis (Cowwel and tyler, 1989).
Los cristales de ácido úrico son normalmente encontrados en orinas de perros y gatos,
especialmente en dalmatas, pero pueden indicar urolitiasis (Meyer 1993).
1.7 TEST DE FUNCION RENAL PARA AZOTEMIA
En suero o plasma sanguíneo es usual medir las concentraciones de Nitrógeno ureico y
Creatinina, que son usados como un indicador de insuficiencia renal (Brown, 1994). La
cualificación de la urea puede ser expresada en términos de la molécula completa de
urea o en términos de BUN. El termino nitrógeno no proteico en sangre incluye todas las
sustancias nitrogenadas con excepción de las proteínas. Indudablemente la más
importante es la urea, que compone alrededor del 50% del total; el 50% restante consiste
en ácido úrico, creatinina, creatina, amoniaco y aminoácidos. La urea es el principal
producto final del metabolismo proteico en el organismo y la creatinina es el producto de
desecho de la creatina que interviene en la contracción muscular. juntas son excretadas
por la orina (Labato y Ross, 1991).
Se realizan sus mediciones en caso de enfermedad renal glomérular (Finco y Brown,
1995) y en etapas de enfermedad que cursan con azotemia renal, prerenal y posrenal,
varia dependiendo el nivel de enfermedad en que se encuentre (Finco y Duncan, 1976).
Se han realizado estudios, donde se miden los dos metabolitos y su relación va de
acuerdo al método con el cual se realiza la medición; es decir, que ambos metabolitos se
deben medir bajo la misma técnica con el fin de ser usados como método diagnostico
(Mac Donald, 1981).
Una reducción en la función renal con disminución de la excreción hepática de urea puede
dificultar la interpretación de valores de nitrógeno ureico sérico, ya que ambos ajustes
fisiológicos pueden actuar como compensatorios, en esta circunstancia la creatinina
sérica ofrece información más confiable para la medición de la función renal (Michel y
Kina, 1997).
La creatinina es un producto nitrogenado no proteico. Los niveles séricos de creatinina se
ven afectados en una medida mucho menor por la dieta y el catacabolismo proteico a
diferencia de los niveles de BUN (Brown, 1994).
Al igual que el BUN los niveles sericos de creatinina se ven incrementados en estados en
los que disminuyen la filtración glomerular. La isostenuria, sugiere una causa renal,
mientras que una densidad más alta de la orina sugiere causas prerrenales o posrenales
(Bjornsson, 1979).
Dado que el índice de excreción de creatinina es constante en orina y ocurre por filtración
glomerular, los niveles de creatinina pueden usarse para cuantificar otras hormonas o
proteínas excretadas (Finco y Barsanati, 1979). También es muy usado junto con el BUN
para el diagnostico de daño renal agudo (Ward, 1981).
1.7.1. Metabolismo de la urea
La urea es sintetizada en el hígado como el principal producto terminal del metabolismo
de la detoxificación del amonio. La concentración de urea en la sangre es determinada en
forma de nitrógeno ureico sanguíneo (BUN). La producción de la urea o el Bun se
encuentran aumentados cuando existe una mayor cantidad de aminoácidos
metabolizados en el hígado. Esto puede observarse en caso de una dieta de elevado
contenido proteico. Por otra parte los niveles de urea y el BUN se encuentran disminuidos
en los casos de una dieta pobre en proteínas y en enfermedad hepática severa (Meyer
1998).
La urea es un compuesto de bajo peso molecular, fácilmente filtrable, sin embargo, la
excreción de urea no se encuentra determinada por la filtración glomerular. Una cantidad
es reabsorbida por los túbulos (Kaneko 1997).
La reabsorción de urea tiende a seguir pasivamente a la reabsorción de sodio; por lo tanto
en condiciones de reducción de volumen en las que hay mayor reabsorción de sodio,
también se aumenta en la absorción de urea (Dudley 1987).
1.7.2 Excreción de la Urea
El 25 % de la urea sintetizada es degrada por las bacterias entericas (Walser y
Bodenlans, 1959).
La urea aparece en el filtrado glomerular en algunas concentraciones como en el plasma,
debido al resultado de la filtración glomerular simple de la membrana interna del
glomérulo; sin embargo no toda la filtración de la urea es excreta, debido a la reabsorción
pasiva en los ductos colectores. Esto es importante clínicamente para destacar que la
suma de la filtración de la urea, que es reabsorbida es dependiente del movimiento del
agua en los ductos colectores (Coles, 1989)
El paso rápido de fluidos permite menor reabsorción de la urea. Los pacientes
deshidratados con falla renal que son tratados con grandes cantidades de fluidos pueden
experimentar gran disminución en el BUN, relacionados a los cambios en la FGR. La urea
reabsorbida en la filtración entra al intersticio, a la circulación y a la vascularización de la
vía renal.
Este paso por el intersticio desarrolla la concentración de la orina con otros tipo de
elementos (Michel, 1997).
Los valores normales que reporta la literatura oscilan de 7-32 mg/dl. (Willard, 1999)
(Tabla. 6)
1.7.3 Metabolismo de la Creatinina
La creatinina deriva su intervención no enzimática en el músculo esquelético y es liberada
en el plasma con una velocidad relativamente constante. La cantidad de creatinina por
unidad corporal es constante y por lo tanto la degradación espontanea es constante.
Como resultado de este fenómeno, la concentración plasmática de creatinina es
sumamente estable y varia en menos de un 10% diario (Ettinger, 1989).
La creatinina es libremente filtrada a nivel glomerular y no es reabsorbida por lo túbulos.
Una pequeña cantidad de creatinina en la orina final deriva de la secreción tubular.
Debido a estas propiedades de la creatinina, la depuración de esta sustancia puede ser
empleada para estimar el índice de filtración glomerular (First, 1997).
1.7.4 Excreción de Creatinina Renal
En toda las especies de mamíferos la Creatinina es filtrada libremente a través del
glomérulo y de la filtración glomerular pasan algunas concentraciones a sangre. En
diferentes especies existen consideraciones de la acción de la Creatinina a nivel tubular.
En humanos la Creatinina es excretada por los túbulos renales.
En los perros machos existen mecanismos de excreción tubular extremadamente débiles.
Sin embargo hay estudios en gatos (Finco y Barsanti, 1982) tanto como en ponis (Finco y
Groves, 1985) respecto a la no existencia de excreción tubular en estas especies,
mientras que en las cabras si hay excreción de Creatinina (Brown y Finco, 1987).
La excreción de creatinina se da por el proceso de transporte activo en los túbulos
próximales (Kaneko 1997).
Los valores de referencia oscilan entre 44-124 mg/dl. (Meyer, 1998). (Tabla. 5)
1.8 EXCRECIÓN FRACCIONAL DE ELECTROLITOS
La excreción fraccional de electrolitos puede ser usada para detectar enfermedad renal
o prerenal. Generalmente el daño del parenquima renal puede producir un incremento en
la excreción fraccional de uno o más electrolitos. Cuando es por causas prerenales como
deshidratación o disturbios en la circulación no hay cambios.
La excreción fraccional de electrolitos en la orina es influenciada por la dieta, terapia de
fluidos, producción endógena y función renal (Matar, 1998).
Entonces se debe tener una dieta controlada días antes del test.
La excreción fraccional (EF) puede evaluar la función tubular normal en respuesta a un
estimulo de una anormalidad hormonal extrarenal y puede reflejar una respuesta
compensatoria hemostática y disfunción tubular.
La EF de (Na) es la más especifica para evaluar función renal. La EF es disminuida (<
1%) en azotemia prerenal debido a la relación de sodio, la EF de (Na) es incrementado
en daño tubular (1%) pero puede estar alterado o baja en enfermedad glomerular aguda o
subaguda.
La EF de fósforo (P) usualmente se aumenta en falla renal aguda y en falla renal crónica,
debido a la disminución de la tasa de filtración glomerular.
Un ejemplo sencillo es recolectar suero y orina y medir la concentración del electrolito que
va a ser usado junto con la Creatinina. La EF de un electrolito es simplemente un reflejo
inmediato de eventos que afecta su parición en la orina (Willard, 1999).
Se obtiene por medio de la siguiente formula: (Up)(Pcr)/(Ucr)(Pp)= (....)(100)
U= urinaria p= Fósforo
P= Plasmática cr= Creatinina
El calculo final es multiplicado por 100 para expresarlo como porcentaje de la excreción
fraccional de dicho electrolitos (Meyer, 1998). Ver valores normales de excreción
fraccional de electrolitos en la tabla 7.
1.9 ENZIMURIA
Como son muchas las enzimas excretadas en orina, ellas también sirven como
herramienta diagnostica en enfermedad renal.
Dentro de las enzimas urinarias, se encuentran la alanina aminopeptidasa, Gamma
glutamil transferasa, N-acetil-b-D-Glucosaminidasa y b-Glucoronidas, que son medidas en
caninos para la determinación de las lesiones. En este caso las mediciones de BUN y
Creatinina séricas, no tienen significado representativo (Palacio y Liste, 1997).
La gamma glutamil-transferasa o gamma glutamil-traspeptidasa (GGT), que es una
glicoproteina importante en el transporte de membrana de aminoácido, detoxificación de
compuestos exógenos y metabolismo del glutatión. La mayoría de células del cuerpo
contienen GGT. Las más altas concentraciones en el perro y en el gato están presentes
en el riñón y en el páncreas y con menores cantidades en el hígado, pulmón, músculo
esquelético y eritrocitos. La enzima renal es excretada en orina y la pancreática es
excretada con otras sustancias exocrinas; por lo que ninguna de las dos izoenzimas son
consideradas como fuente de los niveles séricos de la GGT. Se cree que la mayor fuente
de GGT sérica es la hepáticas en el resto de especies (Henneman, 1997).
La actividad de la GGT esta altamente relacionada con las células epiteliales de los
túbulos renales y como sus más altas concentraciones se encuentran en el riñón, es una
buena alternativa diagnostica (Meyer. 1998).
Estudios realizados demuestran que hay una relación en la medición de GGT como
predictor de daño renal. (Libert 1988). Si hay lesión tubular la GGT no se absorbe y se
excreta por la orina. Los niveles serán altos al hacer la medición de GGT urinaria
(Aguilar, 1997).
Se puede comparar la excreción de GGT urinaria con alanino-aminopeptidasa (AAP),
como un marcador de toxicidad túbular, el comportamiento de la GGT es similar al de
alanino-aminopeptidasa, ya que las dos se alteran en la toxicidad y por esta razón pueden
ser comparadas. La toxicidad se realiza con un medio de contraste, para poder ser
evidenciado con la GGT y con la alanino-aminopeptidasa (Donado y Tramonta, 1998).
También es útil cuando hay nefrotoxicosis en caninos, por causa de la gentamicina
(Grauer Y Greco, 1995).
La gentamicina ejerce un efecto negativo en el epitelio tubular con reducción en la
filtración glomerular, desarrollando posteriormente daño tubular, que puede llegar a ser
irreversible.
La GGT debido a que es una enzima especifica en túbulo renal proximal, puede ser usado
como marcador de necrosis tubular. La confirmación de que efectivamente hay daño
tubular se hace con biopsia (Grecco y Turnwald, 1985).
Las enzimas urinarias también sirven para determinar en que sitio se presenta el daño
renal, debido a que estas enzimas tiene características especificas en determinados sitios
de la nefrona. En los caninos con daño en los túbulos proximales la GGT se aumente con
respecto a los caninos normales (Clemo, 1998).
Un ejemplo claro de la efectividad como predictor de daño renal es un estudio realizado
en la Universidad de Luterana en el Brazilpor Aguar-Henneman y colaboradores en 1997,
donde los animales del estudio eran caninos de 1-5 años de edad y les fue suministrado
gentamicina 10 mg/kg tres veces al día. La orina fue colectada cada 24 horas y la toma
desangre cada 48 horas y un complemento de estudios de histopatología para evidenciar
el daño tubular
Los signos clínicos que presentaban los animales son letargo, anorexia, poliuria, oliguria,
anuria, polidipsia, vomito y diarrea.
En la orina colectada se presentaba proteinuria, glucosuria, hematuria, un incremento
notorio en la GGT y disminución en la gravedad especifica. La necrosis tubular aguda es
observada en el estudio histopatológico (Aguilar, 1997).
2. MATERIALES Y METODOS
2.1 Tipo de estudio
El estudio será de tipo descriptivo.
2.2 Análisis estadístico
• Teniendo en cuenta el tamaño de la población que ingresa a la Clínica para pequeños
animales, se maestrearon 70 animales, de los cuales 40 corresponden a animales
sanos y 30 a animales con posible enfermedad renal.
• Los pacientes fueron divididos en dos grupos:
El primero corresponde a los caninos clínicamente sanos que será llamado el Grupo
control. Con ellos se establecieron rangos normales. El otro grupo, llamado Grupo
problema que corresponde al grupo de pacientes clínicamente comprometidos en su
función renal, previo examen clínico del medico veterinario.
• Se utilizó estadística descriptiva (media, desviación estándar y moda) para diferenciar
los valores obtenidos en pacientes clínicamente comprometidos en su función renal y
en pacientes sanos, por medio de la prueba estadística t de student.
2.3 Procedimiento
A los caninos que ingresaron a consulta de control a la Clínica de Pequeños Animales de
la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia se les realizo
inicialmente un examen clínico completo y una vez se determinó su estado de salud, se
procedió a tomar las muestras de sangre y de orina para realizar los análisis
correspondientes, previa autorización del propietario.
Simultáneamente se realizó una encuesta previamente diseñada (Anexo. 1), para la
recolección de datos referentes a paciente y al propietario.
Las muestras de sangre se tomaron por punción de la vena cefalica, previa desinfección
del área. (Figura. 1)
La muestra de orina en machos se tomo con sonda uretral # 16 y en hembras por medio
micción natural. (Figura. 2)
Las muestras de sangre fueron centrifugados a 2500 rpm por 10 min. y se les extrajo el
suero para la determinación de la química sanguínea. (Figura. 3)
A las muestras de orina se les realizó urianalisis y la parte bioquímica se determino por
medio de tiras reactivas marca KERMES y tiras Multistix marca BAYER . (Figura. 4).
El sedimento urinario, se obtiene de la centrifugación de la orina a 1500 gravedades por 5
min, el sobrenadante fue separado y almacenado refrigerados en tubos de ensayos
estériles y posteriormente se realizó la medición de GGT, Creatinina y Fósforo. (Figura.
5)
Una gota de sedimento se coloco en una lamina porta-objetos, se cubrió con laminilla y
con aumento de 10X y 40X, se Reporto elementos figurados y no figurados (Eritrocitos,
leucocitos, células epiteliales, cristales, etc)
Las bioquímicas (BUN, Creatinina, Fósforo y GGT) en un espectrofotometro óptico RA-
50 AMES, (Figura. 6) mediante las técnicas descritas por el laboratorio BioSystem.
Los reactivos que se encuentran en refrigeración de 2-4°C se atemperaron en baño
maria. (Figura. 7) por un periodo de 5 minutos.
La gamma glutamil trasferasa (GGT) cataliza la transferencia del grupo gamma-glutamilo
de la gamma-glutamil-3-carboxi-4 nitroanilida a la glicilglicina, liberando 3-carboxi-4
nitroanilina. La concentración catalítica se determina a partir de la velocidad de la
formación de 3-carboxi-4 nitroanilina.
γ-Glutamil-3-carboxi-4-nitroanilida + Glicilglicina γ-GT
γ-Glutamil-glicilglicina + 3-carboxi-4nitroanilina.
El tipo de lectura es de punto final y blanco de reactivo, la medición se realizó a una
longitud de onda de 410 nm a una temperatura de 37°C con intervalos de tiempo de 60
seg. se realizanron 4 mediciones. La pendiente de reacción es creciente y la reacción es
cinética enzimática.
La metodología para cuantificar el fósforo se basa en que, el fosfato inorgánico presente
en la muestra reacciona con el molibdato en medio ácido, originando un complejo que se
cuantifica por espectofotometría.
El tipo de lectura es de punto final y blanco de reactivo, la medición se realiza a una
longitud de onda de 340 nm. No necesita incubación (25 °C) y se realizó una sola
medición. La pendiente de reacción es creciente.
En el nitrógeno ureico sanguíneo (BUN), la urea presente en la muestra consume, según
las reacciones acopladas descritas a continuación, NADH que se cuantifica
espectofotometricamente.
Urea + H2O ureasa 2NH4 + CO2 NH4 + H+ 2-oxiglutarato glutamato deshidrogenasa Glutamato + NAD+ El tipo de lectura es de estándar, blanco y reactivo, cinética de dos puntos estándar y
blanco de reactivo, la medición se realiza a una longitud de onda de 340 nm a una
temperatura de 37°C con intervalos de tiempo de 30 seg., se realizan 3 mediciones.
La Creatinina reacciona con el picrato en medio alcalino originando un complejo
coloreado. Se mide la velocidad de formación de dicho complejo en periodos iniciales
cortos, evitándose así la interferencia de otros compuestos.
El tipo de lectura es cinética de dos puntos con estándar y blanco de reactivo, la medición
se realiza a una longitud de onda de 500 nm a una temperatura de 37°C con intervalos de
tiempo de 30 seg. Y la segunda medición se realiza a los 90 seg. La pendiente de
reacción es creciente. El valor del estándar es de 2.0.
El procedimiento para medir las enzimas y metabolitos en el sobrenadante de la orina se
realizó igual que en suero, excepto en Creatinina y en fósforo en los cuales se realizaron
diluciones, según indican los insertos de cada uno de los reactivos de el laboratorio
BioSystems.
(Creatinina 1:10) y (Fósforo 1:50).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La comparación entre los valores y los promedios de las enzimas y los metabolitos
previstos en el estudio nos permiten diferenciar el aumento que se presenta en estos
parámetros en caso de enfermedad renal.
De esta forma se comprobó que el aumento en la GGT urinaria como predictor de daño
renal en caninos, principal objetivo de este estudio es relevante, luego de la comparación
a la cual se sometieron los valores de GGT urinaria tomada en los caninos clínicamente
sanos y los clínicamente enfermos.
La comparación de los promedios de los valores nos permite observar un aumento
significativo entre los dos promedios (Figura 14) en los cuales encontramos GGT urinaria
en caninos sanos de 31.8 U/L y en caninos enfermos un promedio de 72 U/L, por medio
de la prueba t Student se comprobó que hay una diferencia altamente significativa (P <
0.001) entre los dos valores de GGT urinaria de la población en estudio.
Estudios realizados demuestran que hay relación entre la GGT urinaria como predictor
de daño renal (Libert, 1988). Si hay lesión tubular la GGT no se absorbe y se excreta por
la orina. Los niveles estarán aumentados al hacer mediciones de esta enzima en orina
(Aguilar, 1997), lo cual coincide con el presente trabajo.
Igualmente se compararon los valores de GGT serica en animales sanos y en animales
enfermos dando como resultado un aumento mínimo entre los dos promedio (Figura 15),
es decir, que el promedio de GGT en suero de los animales sanos es de 3.9 mg/dl y en
los animales con enfermedad renal es de 4.5 mg/dl, por consiguiente se dice que no
difieren significativamente.
Este resultado es esperado por la GGT sérica que se mide en caninos para evidenciar
daño canalicular. La determinación de la GGT sérica, se realizo con el fin de descartar un
posible daño a nivel de canaliculos biliares que se refleja con un aumento de esta
trasaminasa en suero y por ende su excreción en orina.
La comparación de los valores de Creatinina en orina de los animales sanos y de los
animales enfermos nos permite ver un aumento de la Creatinina en los caninos con
afección renal, debido a un aumento en la excreción de este metabolito en orina cuando
hay daño renal. El promedio de los valores de Creatinina en los animales sanos es de
118.22 mg/dl, presentándose un aumento de los valores de Creatinina en orina de los
animales enfermos en un promedio de 158 mg/dl (Figura 14), la cual es comprobada por
medio de la t-student, con una diferencia estadísticamente significativa, (p < 0.001)
permitiendo deducir que el aumento de la Creatinina, puede deberse a que el daño renal
de los caninos es de tipo tubular y no glomerular, ya que una pequeña cantidad de
Creatinina en la orina final deriva de la secreción tubular (First, 1997), como reportan los
estudios realizados por Finco y Barsanti en gatos en 1982 o Finco y Groves en 1985 en
su estudio con ponis y finalmente Brown y Finco en 1981 en cabras. Si se descarta esta
posibilidad entonces el aumento se debe a daño glomerular, por que la filtración es a nivel
glomerular y no es reabsorbida por los tubulos, por consiguiente si hay daño glomerular
puede verse afectada la membrana glomerular y dejar filtrar más Creatinina y otro tipo de
compuestos como proteínas (Pronait, 1984). El exceso de Creatinina pasa a la sangre y
se aumentan los niveles de Creatinina sérica (Kaneko 1997) y por este motivo se
explicaría el aumento en el promedio de Creatinina en suero de los caninos con
deficiencia renal con respecto a los caninos clínicamente sanos (Figura. 15), por esta
razón puede presentar azotemia (McCaw, 1989).
Los valores promedio del parámetro BUN en el grupo de estudio difieren el doble el uno
del otro; el promedio de los animales sanos es de 16.23 mg/dl mientras que el promedio
de los caninos enfermos es de 36.12 mg/dl (Figura.15) se comprobo esta diferencia
elevada estadísticamente. (p>0.001), esto indicó que evidentemente hay daño renal
glomerular. Cuando la tasa de filtración glomerular disminuye, aumenta el BUN y la
Creatinina de una forma considerable con respecto a los valores de referencia (MacCaw,
1989).
Sin embargo el objetivo principal de realizar mediciones de Creatinina sérica fue confirmar
daño renal y Creatinina en orina para calcular el porcentaje de excreción fraccional de
fósforo, que aumenta su promedio en caninos con enfermedad renal (13.9%) con
respecto a los caninos sanos (9.7 %) (Figura. 14-15) pero estadísticamente no hay una
diferencia significativa (p>0.2). La excreción fraccional de electrolitos puede ser usada
para detectar enfermedad renal o prerenal, generalmente el daño del parenquima renal
puede producir un aumento en la excreción fraccional de fósforo. (Matar, 1998)
Usualmente la excreción fraccional de fósforo se aumenta en falla renal aguda y crónica,
debido a la disminución de la tasa de filtración glomerular, sin embargo es usado para
evaluar función tubular (Meyer, 1998) con el fin que se uso en este estudio. Comparar el
aumento de este parámetro con la GGT urinaria, dando como resultado un aumento no
proporcional en los dos, es decir, en este estudio la excreción fraccional de Fósforo no
sirve como confirmatívo de la GGT urinaria como predictor de daño renal tubular en
caninos, ya que no hay una diferencia estadísticamente significativa entre caninos sanos y
caninos con afección renal.
A su vez se dividieron los datos en dos grupos diferentes dentro de los cuales se
encuentran animales de razas puras, es decir sin ningún tipo de cruce que no sea con su
misma raza, que generalmente pertenecía a un propietario el cual le prestaba las
atenciones requeridas por el animal y otro grupo que comprende a los caninos
denominados criollos, es decir, cruces entre cualquier tipo de razas, que generalmente
poseían un propietario que no le brindaba a su mascota todos su requerimiento en
nutrición y por consiguiente las condiciones eran adversas al otro grupo nombrado
anteriormente.
Esta división se realizo con el fin de determinar que sustancias bioquímicas son
susceptibles a este tipo de características, como raza, condiciones medioambientales,
alimentación, inmunización, entre otras. Por estas razones se tomaron caninos sanos y
caninos enfermos de cada uno de los grupos para determinar si hay una diferencia
estadísticamente significativa entre los dos grupos por medio de la prueba t-student y
tomando parámetro por parámetro.
El primer grupo corresponde a los caninos criollos sanos y enfermos . Grupo A; el
parámetro es la GGT urinaria, donde se presenta una alta variación entre los parámetros
de los animales sanos (32.47 U7L) y de los animales clínicamente enfermos (79.8 U/L)
(Figura 17) en los cuales se comprueba una diferencia altamente significativa (p<0.001);
de igual forma los caninos de otras razas como fue denominado el otro grupo: Grupo B;
presenta variaciones en los valores promedio, oscilan entre 26.34 U/L caninos sanos y
65.8 U/L (Figura. 18) en caninos enfermos, hallando por medio de la prueba estadística
una diferencia altamente significativa entre los dos grupos (p<0.001), es decir, que este
parámetro no se ve afectado por este tipo de características mencionadas anteriormente.
De igual forma se evalúo la GGT sérica en caninos criollos y los promedios entre caninos
criollos sanos (3.65 U/L) y caninos criollo enfermos (4.8) se observo un aumento poco
significativo entre los promedios (Figura.17) y la prueba t-student confirma que la
diferencia entre los dos grupos no es significativa (p>0.4), por la misma razón que se
menciono anteriormente, la GGT en suero se mide para evidenciar daño hepático
(Henneman, 1997). Y en el grupo B: de otras razas el aumento es muy poco significativo
(p>0.3). Indicando que esta enzima es sensible solo en daño hepático y que los factores
externos no alteran esta enzima en el organismo, excepto si al momento de la toma,
muestra se hemoliza el suero y de esta forma no mide un valor real, porque la técnica
usada para la medición de esta enzima es por refracción de luz por consiguiente nos
puede dar falsos positivos. (Meyer, 1998) (Figura.18).
Por otra parte los promedio de Creatinina en orina de los animales criollos sanos (118.225
mg/dl) y los animales criollo enfermos (158 mg/dl) (Figura 17) no tiene diferencia
estadísticamente significativa (p>0.8) contrario a lo que sucede en el grupo completo de
caninos donde si hay diferencias altamente significativa y en el otro grupo de otras razas
también hay diferencia significativa (p>0.2) lo que quiere decir que algunas condiciones de
los caninos criollos alteran la medición de esta enzima o simplemente las condiciones
adversas en las que sobreviven les permite cambiar y adaptar de alguna forma la
excreción de Creatinina en orina. (Figura.18)
También se compararon los promedios de Creatinina en suero donde no se encuentran
diferencias estadísticamente significativas en ninguno de los dos grupos (Figura. 17-18)
igual toda la población muestreada, esto nos indica que esta enzima sérica tampoco
tiene alteraciones por causas externas, sino únicamente se altera con daño renal, debido
a que las concentraciones plasmáticas de Creatinina son estables (Ettinger, 1989)
De igual forma se compararon los promedios de los valores de BUN de los dos grupos:
caninos criollos(Grupo A) y de otras razas( Grupo B); por consiguiente se compararon
sanos y enfermos obteniendo como resultado que el grupo de los caninos criollo sanos el
promedio es de 16.1 mg/dl y el de enfermos criollos es de 44.11 mg/dl (Figura.17.) Los
cuales tienen diferencia significativa (p>0.001) y la comparación de los promedios de
caninos sanos de otras razas es 22.15 mg/dl y en caninos enfermos 28.15 mg/dl (Figura
18) donde no se encuentra una diferencia significativa (p>0.6). A diferencia de los valores
de toda la población de caninos, donde si hay diferencia significativa. Posiblemente
porque el BUN se encuentra aumentada cuando existe una mayor cantidad de
aminoácidos metabolizados en el hígado; esto puede observarse en caso de una dieta de
elevado contenido proteico (Meyer, 1998), caso que no se descarta en este estudio, pues
la variable dieta no fue contemplada en este y la diferencia entre ninguno de los grupos
es significativa.
Azotemia
Los valores de excreción fraccional de fósforo nos permiten confirmar de una forma
indirecta daño tubular, ya que la forma directa seria por estudios histológicos
evidenciando el daño tubular (Aguilar, 1997) o con biopsia (Greco y Turnwald, 1985). La
comparación de los porcentajes de excreción fraccional de fósforo en caninos criollos nos
permite evidenciar diferencias en el promedio de animales sanos (8.41 %) (Figura 17),
caninos enfermos (11.8%) con una diferencia no significativa (p<0.4) que no permiten
confirmar si es daño tubular. Este parámetro se aumenta en falla renal aguda y en falla
renal crónica debido a la disminución de la filtración de la tasa glomerular. (Meyer, 1998).
Finalmente la mejor relación entre metabolitos para predecir daño renal es relacionar
Creatinina, BUN, GGT urinaria y excreción fraccional de fósforo o de cualquier electrolito,
y relacionando entre Creatinina y BUN para daño glomerular y por otra parte GGT
urinaria, excreción fraccional de otro electrolito y estudios de histopatologia para daño
renal tubular.(Figura. 19)
Adicionalmente se evaluaron los valores de las enzimas y metabolitos de los caninos
sanos para establecer valores normales en la Clínica de pequeños animales de la facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia.
El primer parámetro evaluado fue GGT urinaria con un valor mínimo de 9 U/L y un valor
máximo de 50 U/L, que a su vez fueron agrupados en rangos: 9-20 U/L, 20-30 U/L, 30-40
U/L y 40-50 U/L, con el fin de establecer frecuencias. Los valores más comunes se ubican
en el rango que oscila entre 20 U/L-30U/L con un total de 14 animales. (Figura. 20)
La GGT sérica con un valor mínimo de 1 U/L y un valor máximo de 11 U/L, agrupando los
valores por categorías como: 1-3 U/L, 3-6 U/L y de 6-7 U/L y los valores mas frecuentes
se ubicaron en el rango 1-3 U/L con un total de 18 caninos y en igual cantidad de caninos
en el rango de 3-6 U/L. (Figura. 21)
La Creatinina urinaria con un valor minino de 36 y un valor máximo de 210, con
distribución de rangos de la siguiente manera 36-80 mg/dl, 80-120 mg/dl, 120-170 mg/dl y
170-210. (Figura. 22). Los valores más frecuentes se ubican en le rango de 12-170 mg/dl
con un total de 14 caninos, seguido por el rango 36-80 mg/dl con un total de 13 caninos.
La Creatinina sérica con un valor mínimo 0.2 mg/dl y un valor máximo 2.7 mg/dl con una
distribución de rangos de 0.2-0.7 mg/dl, 0.7-1.3 mg/dl, 1.3-2.0 mg/dl y 2.0-2.7 mg/dl y el
rango donde se ubicaron los valores más frecuentes fue 0.7-1.3 con un total de 21
animales. (Figura. 23)
El BUN con un valor mínimo de 7 y un valor máximo de 37 y los rangos de distribución
son: 7-15 mg/dl, 15-20 mg/dl, 20-25 mg/dl, 25-30 mg/dl y 30-37 mg/dl, Ubicando los
valores más frecuentes en el rango que oscila entre 7-15 con un total de 21
caninos.(Figura 26)
El fósforo urinario con un valor mínimo de 10 mg/dl y un valor máximo de 215 mg/dl, con
una subdivisión por rangos así: ubicando los valores más frecuentes en el rango de 10-50
mg/dl, 50- 100 mg/dl, 100-150 mg/dl, 150-200 mg/dl y 200- 215 mg/dl, ubicando los
valores más frecuentes en el rango de 10-50 mg/dl con un total de 20 caninos. (Figura 24)
Y por ultimo el fósforo sérico con un valor mínimo de 1.6 mg/dl y un valor máximo de 2.7
mg/dl, con una distribución de rangos de 1.6-2.7 mg/dl,2.7-3.7 mg/dl, 3.7-4.7 mg/dl, 4.7-
5.9 mg/dl y 5.9-88 mg/dl, ubicando los valores más repetitivos en el rango que oscila entre
1.6-2.7 mg/dl con un total de 13 caninos. (Figura 25).
La excreción Fraccional de Fósforo expresada en porcentaje con un valor mínimo de 1%
y un valor máximo de 36%, con una distribución de rangos de 1-7%, 7-15%, 15-22% y 22-
36% ubicando los valores más repetitivos en el rango de 0.02-2% con un total de 20
caninos.
CONCLUSIONES
1. Se Determino que los valores normales para GGT urinaria en caninos sanos atendidos
en la Clínica para pequeños animales de la Facultad de Medicina Veterinaria de la
Universidad Nacional de Colombia con sede en santa fe de Bogotá oscilan entre 9 U/L
y 50 U/L.
2. Se estableció que los valores de GGT urinaria en caninos con enfermedad renal
clínicamente confirmada superan considerablemente los valores de referencia
obtenidos en este estudio; con un promedio de 31.8 U/L y 78.8 U/L respectivamente.
3. Se determino que la Excreción fraccional de Fósforo no revalida el aumento de la GGT
urinaria en daño renal tubular en caninos.
4. Se determino que los valores normales de BUN en caninos sanos, atendidos en la
clínica para pequeños animales de la FMVEZUNC con sede en Santa fe de Bogotá
oscila entre 7 mg/dl y 37 mg/dl.
5. Se estableció que los valores normales de Creatinina en orina de caninos sanos
atendidos en la clínica para pequeños animales de la FMVZUNC con sede en Santa fe
de Bogotá oscilan entre 36 mg/dl y 210 mg/dl.
6. Se establecieron valores normales de Creatinina sérica para la clínica de pequeños
animales de la FMVZUNC los cuales oscilan entre 0.2 – 2.7 mg/dl.
7. Se obtuvieron valores normales de fósforo urinario 10- 215 mg/dl para tenerlos como
referencia en la Clínica para pequeños animales de FMVZUNC con sede en Santa fe
de Bogotá.
8. Se determinaron valores normales de fósforo sérico 1.1- 24.4 mg/dl de los caninos
atendidos para control en la clínica para pequeños animales de la UN con sede en
Santa fe de Bogotá.
9. Se determino que los caninos que ingresaron a la clínica de MVUNC a un control,
tiene una porcentaje de excreción fraccional de Fósforo normal que oscila entre 1%-
36%.
Figura 1. Toma de muestra sanguínea por punción de la vena, en caninos atendidos en la clínica para pequeños animales de la facultad de medicina veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia.
Figura 2.Toma de muestra urinaria con sonda uretral # 16 en un canino raza Rott Wailer atendido en la clínica para pequeños animales de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia.
Figura 3. Centrifuga usada para la separación de sangre y orina, ubicada en el laboratorio Clínico de la facultada de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia.
Figura 4. Tiras reactivas multiestix marca BAYER usadas en la parte de química seca en el urianalisis.
Figura 5. Kit de reactivos usados para química sanguínea como GGT, BUN, Creatinina y Fósforo, suministrados por el laboratorio BioSystems.
Figura 6. Espectofotometro óptico RA-50 AMES usado para la determinación de bioquímicas.
Figura 7. Baño Maria digital usado para temperar los reactivos cuando se encuentran en refrigeración.
Figura 8. Foto de un riñón con un corte longitudinal.
Figura 9. Foto de la unidad estructural y funcional del riñón: El Nefrón.
Figura 10. Unidad filtradora del nefrón que es el glomerulo compuesto por capilares comunicados entre una arteriola aferente y una eferente. Similitud a un filtro semipermeable.
Figura 11. Tiras reactivas Multiestix análisis de cada parámetro en orina.
Figura 12. Análisis de química seca en Figura 13.Canino Atendido en la Orina. Clínica Veterinaria de la UN.
Figura 14. Distribución de caninos sanos vs enfermos según los niveles de Fósforo, Creatinina y GGT urinaria.
Figura 15. Distribución de Caninos sanos vs enfermos según los niveles de BUN, Fósforo, Creatinina y GGT en suero.
DETERMINACIÓN EN ORINA
31,8
118,22
64,55
72
158
82,59
GGTo
CREo
FOSo
ENFERMOS
SANOS
DETERMINACION EN SUERO
3,9
0,94
4,36
16,23
4,5
1,7
6,1
36,1
GGTs
CREs
FOSs
BUN
ENFER
SANOS
Figura 17. Distribución de caninos sanos vs enfermos según los niveles de GGT, BUN, Creatinina, Fósforo y Excreción fraccional de (P).
Figura 18. Distribución de caninos de otras razas sanos vs enfermos, según los niveles de GGT, BUN, Fósforo, Creatinina y Excreción Fraccional de Fósforo.
0
2 5
5 0
7 5
1 0 0
1 2 5
1 5 0
GG
To
GG
Ts
CREo
CREs
FOS
o
FOS
s
BUN
Ex.F
.P. %
S A N O S E N F E R M O S
0
20
40
60
80
100
120
140
160
GG
To
GG
Ts
CR
Eo
CR
Es
FOS
o
FO
Ss
BU
N
EX
.F.P
.%
ENFERMOS SANOS
Figura 19. Distribucón de los parametros más usados en la clinica de Medicina Veterinaria para diagnostico renal en caninos.
Figura 20. Distribución de caninos sanos según los niveles de GGT urinaria y distribución por rangos
0
20
40
60
80
100
120
G G T o CREs BUN EX.F.P
ENFERMOSSANOS
6
13
9
12
0
2
4
6
8
10
12
14
9 Y 2 0 2 0 Y 3 0 3 0 Y 4 0 4 0 Y 5 2
G R U P O S D E C A N I N O S
Figura 23. Distribución de caninos según los niveles de Creatinina serica y su distribución por rangos.
Figura 24. Distribución de caninos según los niveles de fosforo en orina y su distribución por rangos.
20
11
5
2 2
0246
810121416
1820
10 Y 50 50 Y 100 100 Y 150 150 Y 200 200 Y 215
FOSFORO ORINA
14
21
41
0
5
10
15
20
25
0,2 Y 0,7 0,7 Y 1,3 1,3 Y 2,0 2,0 Y 2,7
CREATININA SUERO
20
11
5
2 2
0246
810121416
1820
10 Y 50 50 Y 100 100 Y 150 150 Y 200 200 Y 215
FOSFORO ORINA
Figura 25. Distribución de los niveles de caninos sanos según los niveles de Fósforo sanguínea y su distribución por rangos.
Figura 26. Ditribución de caninos sanos según los niveles de BUN y su distribución por rangos.
13
67
2
12
0
2
4
6
8
10
12
14
1,6 Y 2,7 2,7 Y 3,7 3,7 Y 4,7 4,7 Y 5,9 5,9 Y 8,8
FOSFORO SUERO
21
12
2 1
4
0
5
10
15
20
25
7 Y 15 15 Y 20 20 Y 25 25 Y 30 30 Y 37
BUN
Figura 27. Distribución de caninos sanos según los niveles de excreción Fraccional de Fósforo expresado en porcentajes y distribución por rangos
22
9
5 4
0
5
10
15
20
25
1% Y 7% 7% Y 15% 15% Y 22% 22% Y 36%
EXCRECION FRACCIONAL DE FOSFORO
Tabla 1. POSIBLES COLORES DE LA ORINA
Color Posible Causa Amarillo claro,
Amarillo o ambar • Color normal dado por el urocromo
Amarillo oscuro • Orina muy concentrada después de la acidificación. • Nitrofurantonina. • Rivoflavina.
Azuloso • Azul de metilo. • Tinturas azulosas. • Infección por pseudomona sp.
Verdoso • Azul de metilo. • Biliverdina. • Rivoflavina. • Timol.
Naranja • Orina muy concentrada • Exceso de urubilina • Bilirrubuna.
Rojizo • Hematuria. • Hemoglobinuria. • Mioglobinuria. • Porfiriuria. • Fenosulfotaleina • Walfarina. • Tetracloruro de carbono. • Fenotiazinas.
Café • Metahemoglobina. • Melanina. • Nitrofurantonina. • Naftalina. • Sulfonamida. • Bismuto. • Mercurio.
Incolora • Orina muy diluida. Blanquecino • Pus.
• Cristaluria por Fosfatos. (Nárez y Cortés, 1998)
TABLA 2. CAUSAS DE ACIDIFICACION O ALCALINIZACIÓN DE LA ORINA
Orina Acida Orina Alcalina
Desordenes Orgánicos: • Acidosis respiratoria y Metabólica. • Cetoacidosis diabética. • Falla renal primaria. • Vómiti severo (Paradojica aciduria del
vómito. • Diarrea severa. • Extravasación. • Pirexia. • Catabolismo de proteínas exógena o
endógena. • Hipoxia.
Desordenes Orgánicos: • Alacalosis respiratoria o metabólica. • Infección urinaria dada por bacterias
reductoras de urea. • Vómito. • Acidosis tubular renal. (Inhabilidad para
acidificar)
Drogas: • Sales de fosfato (sodio, potasio o amonio). • Netionina. • Clorhidrato de aminio. • Acido ascórbico (en dosis altas). • Furosemida.
Drogas: • Bicarbonato de sodio. • Lactato de sodio. • Acetato de sodio. • Citrato de potasio.
(Naréz y Cortés, 1998). Tabla 3. CAUSAS DE HEMATURIA, HEMOGLOBINURIA Y MIOGLOBINURIA
Hematuria Hemoglobinuria Mioglobinuria • Enfermedades urinarias. • Urolitiasis. • Infección severa.
(Leptospirtosis, ICH). • Intoxicación (Hierro,
mercurio, sulfas, fenol) • Parasitoa (Dioctophyma,
Dirofilaria). • Falla cardiaca congestiba. • Endocarditis. • Trombocitopenia.
• Enfermedad hemolitica neonatal.
• Quemaduas severas. • Fotosensibilización. • Transfusión inapropiada de
sangre. • Enfermedades infecciosas
(Leptospirosis, Babesiosis) • Intoxicación química.
• Inflamación muscular o necrosis.
• Ejercicio muscular severo.
Tabla 4 EXCRECIÓN FRACCIONAL EN CANINOS
SUSTANCIA EXCRECIÓN FRACCIONAL
PORCENTAJE EXCRETADO
Sodio 0-0.007 0-0.7 Potasio 0-0.2 0-20 Cloro 0-0.008 0-0.8 Calcio 0-0.004 0-0.4 Fosforo 0.03-0.39 3-39
(Chew y DiBartola, 1986) Tabla 5. VALORES NORMALES
PARAMETRO VALOR CREATININA ORINA 44-124 mg/dl
GGT SANGUINEA 1-5 U/L (Meyer, 1998) Tabla 6. VALORES NORMALES
PARAMETRO VALOR BUN 7-32 mg/dl CREATININA SUERO 0.5-1.4 mg/dl GGT SUERO 1.5-3.5 U/L FOSFORO SUERO 1.9-7.9 mg/dl
(Willard, 1999)
Tabla 7. VALORES NORMALES DE LOS PARAMETROS EVALUADAS EN EL ESTUDIO
EENZIMAS VALORES NORMALES
RANGO MAS FRECUENTE
GGT Urinaria U/L 9 – 50 20 – 30 GGT en suero U/L 0 – 11 0 – 6 Creatinina urinaria mg/dl 36 – 210 120 - 70 Creatinina en suero mg/dl 0.2 – 2.7 0.7 –1.3 Fósforo urinario mg/dl 10 – 215 10 – 50 Fósforo en suero mg/dl 1.6 – 8.8 1.6 – 2.7 BUN mg/dl 7 – 37 7 – 15 Excreción fraccional de P 0.01 – 0.36 0.01- 0.06 Excreción fraccional de P% 1 - 30 1 - 6
ANEXO 3 TABLA CON TODOS LOS RESULTADOS DE CANINOS SANOS
N° REF. RAZA EDAD SEXO GGT.O GGT.S CRE.O CRE.S FOS.O FOS.S BUN E.F.(P) % EX.F.P.
1 1618 Fila. B 3 años Macho 21 6 136 1,3 23 3,2 17 0,06 7 2 1617 Pequines 3 años Macho 22 6 137 0,8 20 3 19,6 0,05 5 3 1623 Criollo 5 años Macho 35 5 123 0,2 19 2,5 9,3 0,01 1 4 1315 Criollo 10 meses Hembra 50 2 125 0,2 16 1,6 8,5 0,01 1 5 1318 Siveriano 5 años Hembra 35 2 120 0,7 16 3,7 8,5 0,02 2 6 1300 Shnauzer 4 años Macho 22 2 70 0,7 56 4,7 14,4 0,11 11 7 1316 Boxer 5 años Macho 45 3 135 0,2 27 1,8 20,6 0,02 2 8 426 Criollo 3 años Hembra 42 5 147 1 20 2,1 19 0,06 6 9 789 Criollo 10 años Hembra 21 6 80 1,2 31 3,7 12,4 0,12 12
10 103 Labrador 2 años Macho 45 5 135 0,8 21 2,1 12,2 0,05 5 11 33 Pastor A. 8 años Macho 41 3 135 1,6 56 7,9 9 0,08 8 12 1521 Boxer 3 años Hembra 11 4 120 1,4 40 7,8 9,6 0,05 5 13 1520 Criollo 1 años Hembra 9 4 90 0,9 20 5,1 16,9 0,03 3 14 35 Criollo 5 años Macho 48 5 145 0,4 62 6,4 8,3 0,02 2 15 394 F. Poodle 5 meses Macho 42 5 36 0,5 10 6,9 7 0,02 2 16 400 Criollo 10 años Macho 42 4 90 1,3 22 3,5 22 0,09 9 17 381 Rott wailer 9 años Macho 34 4 70 0,6 49 1,9 6,4 0,22 2 18 1720 Criollo 3 años Macho 31 4 175 1,4 124 7,7 33,5 0,12 5 19 1209 Criollo 8 años Macho 18 2 65 1,2 89 6,4 15,7 0,25 8 20 1243 Criollo 2 años Hembra 31 1 210 2,7 59 2,7 9,5 0,28 2 21 1302 Labrador 5 años Hembra 49 2 155 1,1 45 4,4 19 0,07 7 22 1304 Criollo 9 años Hembra 20 1 50 0,9 69 6,1 16,1 0,20 1 23 1061 Criollo 2 años Hembra 38 0 200 1,2 117 1,9 29,6 0,36 36 24 1067 Labrador 8 años Macho 50 2 185 1,1 124 4,2 14,2 0,17 17 25 1160 Criollo 1 años Hembra 40 2 210 0,8 119 8,8 11,9 0,05 5 26 1159 Shaw-shaw 4 años Hembra 40 4 210 0,7 172 5,9 11,4 0,09 9
27 1149 F. Poodle 16 meses Hembra 24 3 50 0,6 31 6,2 7,3 0,06 2 28 1163 Criollo 4 años Hembra 17 3 45 0,7 52 2,9 17,7 0,27 27 29 1142 Criollo 3 años Hembra 40 7 75 0,6 178 4,6 13,5 0,30 30 30 1151 Rott wailer 4 años Macho 45 2 125 0,9 81 6,6 14 0,08 8 31 1421 Labrador 6 años Hembra 24 11 125 0,9 11 1,9 17,6 0,04 4 32 1422 Rottwailer 3 años Macho 22 4 150 1,2 36 2,2 34,7 0,13 13 33 1423 Rottwailer 7 años Macho 25 4 155 1,3 52 2,7 15,7 0,14 14 34 1424 Doberman 6 años Macho 28 3 185 1,2 215 7,2 19,4 0,19 19 35 1451 Doberman 3 años Macho 27 4 70 0,9 116 5,3 30,1 0,22 22 36 1452 Rottwailer 3 años Macho 21 8 40 0,7 58 4,8 14,7 0,21 21 37 1453 Fila B. 8 años Macho 15 2 175 1,3 210 3,4 37 0,28 28 38 1454 Shnauzer 9años Macho 30 6 60 1,4 10 4,4 16,1 0,05 5 39 1059 Criollo 4 años Hembra 48 8 80 0,8 94 4,4 14,8 0,21 21 40 1523 Criollo 2 años Macho 21 3 40 0,5 12 1,9 15 0,07 7
ANEXO 4 TABLA DE TODOS LOS VALORES DEL ESTUDIO EN CANINOS ENFERMOS
N° REF. RAZA EDAD SEXO GGT.O GGT.S CRE.O CRE.S FOS.O FOS.S BUN EF de (P) E.F. %
1 665 Fila. B 11 años Hembra 39 6 45 3,6 34 9,4 49,9 0.28 28 2 602 Pequines 18 años Macho 53 6 40 7,5 59 8,4 169 0.14 14 3 576 Criollo 9 años Macho 54 3 45 5,3 61 5,1 201 0.14 14 4 606 Criollo 9 años Macho 26 5 24 1,4 55 9,7 158 0.33 33 5 364 Siveriano 5 años Hembra 13 5 25 0,6 11 2,7 5,1 0.09 9 6 355 Shnauzer 4 años Macho 15 2 15 4,3 21,8 7,1 25,6 0.88 88 7 442 Boxer 8 añoa Macho 49 6 140 1,5 85 9,7 14,1 0.09 9 8 1211 Criollo 5 años Macho 59 1 265 0,8 237 7,1 127 0.10 10 9 1216 Criollo 3 años Macho 90 7 175 1,2 101 9,4 20,3 0.07 7
10 1258 Labrador 4 años Macho 74 3 320 3,8 55 4,4 14,1 0.14 14 11 101 Pastor A. 4 años Macho 64 6 150 3 13 5,9 15 0.04 4 12 1123 Boxer 6 años Macho 76 5 235 1 101 3,5 15,4 0.12 12 13 1150 Criollo 7 años Hembra 182 4 375 0,6 289 8,8 9,5 0.05 5 14 1162 Criollo 2 años Hembra 72 8 205 0,6 207 3,8 14,8 0.07 7 15 1145 F. Poodle 3 años Macho 101 6 115 0,7 95 7,3 11,3 0.07 7 16 1220 Criollo 5 años Macho 103 6 215 1,2 181 3.8 18 0.26 26 17 1219 Rott wailer 7 años Hembra 102 3 270 0,9 74 3,6 15,8 0.09 9 18 1204 Criollo 10 años Macho 85 6 130 0,7 159 2.5 18 0.34 34 19 1217 Criollo 3 años Macho 78 2 70 0,8 90 9,2 14,2 0.11 11 20 1221 Criollo 5 años Hembra 79 3 185 0,8 143 7,7 17 0.02 2 21 1198 Labrador 5 años Hembra 64 2 320 4,9 36 7,8 23,5 0.07 7 22 1301 Criollo 10 años Hembra 55 2 175 1,1 68 5,3 12,3 0.08 8 23 1295 Criollo 2 años Hembra 58 3 195 1 30 4,6 18,1 0.03 3 24 201 Labrador 8 años Macho 70 1 225 0,1 41 2,5 17,5 0.01 1 25 1303 Criollo 1 años Macho 55 3 235 0,8 34 4,5 8,8 0.02 2
26 386 Shaw-shaw 4 años Macho 78 4 125 0,6 24 8,3 17,5 0.01 1 27 388 F. Poodle 2 años Macho 81 2 81 1,4 49 3,4 19,4 0.24 24 28 387 Criollo 7 años Hembra 124 4 30 1,1 15 4,1 14,1 0.13 13 29 587 Criollo 4 años Hembra 77 15 225 1,4 19 5,2 10,5 0.02 2 30 102 Rott wailer 13 años Macho 108 6 85 1,2 90 9,5 9 0.13 13
ANEXO 5 TABLA RESULTADOS CANINOS SANOS
PARAMETRO
GGTs GGTo CREo CREs FOSo FOSs BUN
PROMEDIO 31,8 3,925 118,225 0,948 64,55 4.36 16,23 DESEST 11,908 2,188 52,505 0,456 55,792 2.04 7,628 ERROS ST 1,883 0,346 8,302 0,072 8,821 0.32 1,206 n 40 40 40 40 40 40 40 VALOR MIN 9 0 36 0,2 10 1,6 6,4 VALOR MAX. 50 11 210 2,7 215 8.8 37 RANGO 41 11 174 2,5 205 7.2 30,6 SUMA 1270 157 4729 44,03 288064 174.5 12805,54
ANEXO 6 TABLA RESULTADOS CANINOS ENFERMO
PARAMETRO
GGTs GGTo CREo CREs FOSo FOSs BUN
PROMEDIO 72 4,5 158 1,797 82,6 6.1 36,27 DESEST 33,083 2,759 99,584 1,753 7,24 2.47 52,141 ERROS ST 6,041 0,5 18,181 0,32 18,24 0.45 9,569 n 30 30 30 30 30 30 30 VALOR MIN 13 1 15 0,1 11 2.5 5,1 VALOR MAX. 182 15 375 7,5 289 9.5 201 RANGO 169 14 360 7,4 278 6.9 195,9 SUMA 2184 135 4740 53,9 2478 188.8 1083,8
ANEXO 7
TABLA DE RESULTADOS CANINOS CRIOLLOS
PARAMETRO SANOS X ± D.E.
ENFERMOS X ± D.E.
t-STUDENT Tabla t
GGT ORINA U/L 32.47 ± 12.69 79.8 ± 36.68 4.84 3.460 GGT SUERO U/L 3.64 ± 2.20 4.8 ± 3.44 1.17 1.848 CRE. ORINA mg/dl 114.70 ± 57.8 169.94 ± 96.58 0.24 0.254 CRE SUERO mg/dl 0.94 ± 0.58 1.26 ± 1.150 0.61 0.679 BUN mg/dl 16.1 ± 6.98 44.11 ± 67.70 1.87 1.848 EX. F. DE (P) % 8.41 ± 9.08 11.8 ± 10.77 0.97 0.854
ANEXO 8
RESULTADOS DE CANINOS DE OTRAS RAZAS
PARAMETRO SANOS
X ± D.E. ENFERMOS
X ± D.E. PRUEBA
t-STUDENT TABLA t
GGT ORINA U/L 26.34 ± 11.55 65.8 ± 28.58 5.87 3.460 GGT SUERO U/L 4.89 ± 2.20 4.2 ± 1.85 0.98 1.646 CRE.ORINA mg/dl 120.56 ± 49.37 146.07 ± 104.44 1 1.296 CRE.SUERO mg/dl 1.09 ± 0.34 2.34 ± 2.09 2.78 3.460 BUN mg/dl 22.15 ± 8.22 28.15 ± 40.27 0.68 0.851 EX.F. DE (P)% 10.5 ± 9.27 16 ± 21.26 1.10 1.055
ANEXO 9
RESUMEN DE RESULTADOS DE TODOS LOS CANINOS DEL ESTUDIO
PARAMETRO SANOS X ± D.E.
ENFERMOS X ± D.E.
PRUEBA T-STUDENT
TABLA T
GGT ORINA U/L 31.8 ± 11.908 78.8 ± 33.087 7.09 3.460 GGT SUERO U/L 3.925 ± 2.188 4.5 ± 2.739 0.30 0.387 CRE. ORINA mg/dl 118.22 ± 52.505 158 ± 99.584 12.15 3.460 CRE, SUERO mg/dl 0.948 ± 0.456 1.797 ± 1.753 2.93 3.460 BUN mg/dl 16.23 ± 7.628 36.127 ± 9.57 9.3 3.460 EX.F. DE (P)% 9.7 ± 9.14 13.9 ± 16.7 1.28 1.296
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