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ECADIM
Titulo: Cultura y Naturaleza en la Amazonía
Revitalización de los sistemas tradicionales de salud para la Recuperación de la salud de los pueblos indígenas
en la Amazonía
Autor: Didier M. Lacaze PROMETRA – Promoción de la Medicina tradicional Amazónica
Puyo – Pastaza - Ecuador
Noviembre 2010
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Tabla de Contenido Resumen
Situación de salud en los territorios indígenas.
Relaciones entre Cultura y Naturaleza.
Marco conceptual y propuesta
Iniciativas y Resultados
Reflexiones finales
Anexos
Notas sobre el autor
Notas sobre Prometra – (Promoción de la medicina Tradicional Amazónica)
Documentos adjuntos
Referencias bibliográficas
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Subtítulo sintético
En este artículo, escrito en la Amazonía ecuatoriana, presento algunas de las
experiencias que he tenido durante los últimos 25 años con diversas organizaciones
e instituciones en el campo de la conservación de la diversidad biocultural en la
Amazonía. El documento trata particularmente sobre cómo se ha venido abordando
el tema de la salud entre algunos pueblos indígenas a partir de la propuesta de
revitalización de los sistemas ancestrales de salud y su articulación con el sistema
oficial de salud. En resumen son reflexiones sobre la relación entre Cultura,
Naturaleza y Salud, lo que constituye el tema de fondo del artículo.
Tabla de lectura
1. La salud, para la mayoria de los pueblos indigenas y sus organizaciones no
ha sido, ni aun es una prioridad dentro de los planes y programas de
desarrollo.
Cuando se aborda el tema de la salud, por lo general es para pedir al estado que
asuma la responsabilidad de resolver los problemas, por ejemplo que envie medicos
y medicamentos o que construya infraestructura. Es decir que se ve el problema
mas desde el punto de vista asistencialista curativo, mas no tanto que la comunidad
pueda asumir un rol mas activo en la resolucion de los problemas. A pesar de los
esfuerzos desplegados desde fines de la decada de los 1970’s para implementar la
estrategia de atencion primaria de salud (OMS, 1978), los resultados no han sido
muy buenos, al menos entre los pueblos y comunidades indigenas que he conocido
en la Amazonia. Esto se debe, en mi opinion, entre otras razones, a que los planes y
programas no tomaron suficientemente en cuenta las realidades socio-culturales
locales y asi no lograron sostenerse en el tiempo.
2. La actual constitucion del Ecuador propone un modelo de desarrollo basado
en el sumak kausay o buen vivir, un concepto de los pueblos indigenas que
apunta hacia nuevas formas de relacionarse dentro de un estado
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plurinacional y multicultural, tanto entre las personas como de las personas
con la naturaleza.
“La naturaleza tiene derechos”, reza la nueva constitucion de Ecuador. Si el buen
vivir es el objetivo maximo del desarrollo, entonces no se puede seguir con el actual
modelo extrativista basado en la depredacion de los recursos naturales. Las culturas
ancestrales han ensenado la importancia de administrar sabiamente la extraccion
de los recursos naturales para mantener la estabilidad en el sistema de vida, en el
cual se comparte la vida con todas las demas formas de vida, material o inmaterial,
visible o invisible. La cosmovision indigena amazonica insiste en la importancia de
cuidar la relacion entre la sociedad y la naturaleza para mantener el equilibrio y
garantizar la salud o el buen vivir. En tal sentido, las culturas ancestrales estan
llamadas a hacer nuevos aportes para la construccion del buen vivir en esa parte del
continente americano.
3. La interculturalidad es para la mayor parte de la poblacion ecuatoriana y
del mundo un concepto extrano y desconocido. La mayoria de la poblacion
actual no se imagina los aportes que los pueblos ancestrales han hecho para
contribuir al desarrollo de las sociedades modernas, por ejemplo en los campos de
la alimentacion y de la salud. Asi como las constituciones de Ecuador y Bolivia han
incorporado el sumak kausay o buen vivir - la ecologia moderna se ha nutrido de
muchos otros de sus conocimientos y practicas. Ahora frente a los problemas que
enfrenta nuestro plantea y nuestra humanidad, es posible que aquellas culturas
ancestrales aun puedan ofrecer nuevas contribuciones para la resolucion de la crisis
mundial.
4. Muchos proyectos de desarrollo fracasan por desconocimiento o no tomar en cuenta las realidades locales. Las culturas indígenas de la Amazonía producen un tipo de conocimiento –distinto
del conocimiento y saber que produce nuestra sociedad occidental- que sirve para
regular las fuerzas sociales y naturales en beneficio de las personas y la sociedad.
Por este medio tratan de asegurar su funcionamiento equilibrado y remediar sus
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deficiencias cuando se manifiestan en enfermedades, conflictos o carencias. Estos
saberes especializados, generalmente no son re-conocidos y menos aun entendidos
por parte de las culturas dominantes y etnocéntricas. Es justamente esta falta de re-
conocimiento una de las razones por las que muchos de estos proyectos no logran
cambiar el orden de las cosas o simplemente fracasan. Simplemente, no se quiere
creer que aquellas “culturas primitivas” hoy puedan seguir contribuyendo al
progreso de la sociedad en su conjunto. De esta manera, se siguen introduciendo
modelos de desarrollo ajenos a las realidades locales, los cuales finalmente terminan
colocando a los pueblos indígenas en situación de sub-desarrollo, que se caracteriza
por la pérdida de la calidad de vida o buen vivir, en términos de su propia cultura.
Un niño juega en el Río Negro (Brasil) Efectos del cambio climático en la Amazonía. El Comercio, 28.10.2010
Al haber sido informado de este proyecto de recabar información sobre la
manera y el propósito de la gestión de los territorios y sus recursos por parte de las
comunidades locales, para su beneficio propio y el de la humanidad entera, para
construir un mundo más armónico y fraterno, quise compartir algunas de las
experiencias que tuve en mis trabajos con la salud y la interculturalidad en la
Amazonía indígena durante los últimos 25 años.
El sumak kawsay es un esfuerzo por reconocer los aportes y conocimientos milenarios de los pueblos de Abya-Ayla para enfrentar el mayor desafío que tiene la humanidad, la crisis ambiental que amenaza la propia existencia de la humanidad y cuya máxima expresión es el Cambio Climático. (Avendaño T.R. (2009)
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Resumen
La salud en el mundo indígena puede definirse como el satisfactorio estado
de equilibrio entre naturaleza, grupos sociales, individuos y el resultado de la
aplicación adecuada de lo que, para cada pueblo, es el “BUEN VIVIR“. Se refiere a la
aplicación de normas, comportamientos y su explicación, respecto de las relaciones,
individuales o colectivas, con la NATURALEZA y sus RECURSOS. Tal fue el concepto
que se adoptó a inicios de la década de los 1980´s para desarrollar los trabajos de
salud que se presentan en este documento. Por otro lado, el concepto de
“interculturalidad” se usó como una herramienta para buscar formas adecuadas de
articulación entre los sistemas tradicionales de salud indígenas y los sistemas
formales de salud occidentales.
Cultura Salud
Naturaleza
Para entender como hicieron las culturas tradicionales para explotar sus
recursos naturales y mantener el equilibrio entre la sociedad y la naturaleza, es
necesario pues tomar en cuenta su cosmovisión, que ve en lo que nosotros llamamos
la naturaleza otra sociedad, donde animales, plantas, lagunas, ríos, cascadas, cerros
y montañas están animadas con fuerzas espirituales
En las últimas décadas, la influencia de la colonización y la cultura occidental,
con sus propuestas de desarrollo y sus modelos extractivos ha impactado sobre las
culturas indígenas a tal punto que esta íntima relación con la naturaleza y sus
recursos se ha venido modificando significativamente. Los cambios socio-culturales
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y económicos y la sustitución de la sabiduría indígena por la sabiduría colonizadora
llevaron aquellas culturas que antaño cuidaban el equilibrio entre la sociedad y la
naturaleza a destruir la base fundamental de su propia vida -su “buen vivir”. En tal
sentido, en la Amazonía, la pérdida de la diversidad biológica está íntimamente
asociada con la pérdida de las culturas tradicionales.
Considerando que ni la palabra “CONSERVACIÓN” ni la palabra “SALUD”
existen como tal en las lenguas indígenas, se asumió que para abordar estas
problemáticas, la promoción de la salud desde la perspectiva tradicional constituía
una estrategia más concorde con las realidades locales, con mayor posibilidad de
lograr resultados duraderos. Reflejando sobre estas experiencias, más de 25 años
después, podemos decir que si bien se ha logrado restablecer entre algunos pueblos
indígenas el consenso social acerca del valor de su medicina ancestral y de su
cultura en general, no por eso sus condiciones de salud y de vida en general han
mejorado. Esto se debe en parte a que los factores que determinan estas condiciones
de salud y de vida aun se mantienen. Incluso, en algunas partes de la Amazonía,
estos factores se han agravado, ya que las condiciones del medio ambiente
continúan deteriorándose.
En la actualidad, el Estado ecuatoriano busca integrar las medicinas
tradicionales dentro del sistema oficial de salud para lograr una mayor cobertura y
una mejor atención entre los pueblos indígenas. Por más interesante e importante
que sea esta propuesta de integración, no deja de hacer prevalecer la visión
occidental, y no tiene realmente un abordaje integral para enfocar los determinantes
sociales y-ambientales de la salud indígena. En tal sentido quizás sea mejor que las
culturas médicas ancestrales mantengan cierta autonomía y busquen formas
propias de reproducir y fortalecerse, como paso previo para un posible
acercamiento futuro hacia la medicina occidental, buscando puntos de encuentro y
cooperación. También, es de esperar que tanto el Estado como las organizaciones
indígenas, así como las ONG y los organismos internacionales de cooperación
técnica vean la necesidad e importancia de invertir más fondos en la promoción, el
fortalecimiento y el desarrollo de las medicinas tradicionales. La presente ficha
quiere aportar en información y sustento para contribuir a esta meta.
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Documento Central
Los Territorios Amazónicos y la Situación de los Pueblos indígenas
El Ecuador, pequeño país situado al oeste de la cuenca amazónica, entre
Colombia y Perú, es considerado uno de los 14 países de mega diversidad en el
mundo, debido principalmente a la alta diversidad biológica al integrar en su
territorio ecosistemas calientes secos y húmedos de las llanuras occidentales que
bordan el Océano pacifico, de las altas tierras templadas, frías y gélidas, y de su
participación a la su región amazónica. La Amazonía ecuatoriana cubre
aproximadamente el 45% de territorio ecuatoriano e integra distintos ecosistemas,
desde las faldas de los Andes -o piedemonte oriental, a partir de los 1500 msnm,
bajando hacia las llanuras, hasta los 250 msnm, donde corren algunos de los
afluentes del Amazonas, como los ríos Napo, Pastaza y Morona, entre otros.
La cuenca amazónica y los países integrantes: Río Napo (Ecuador) Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Venezuela, Colombia.
Es también una región de gran diversidad cultural. Diez pueblos indígenas,
viven ahí. Son Achuar, Andoa, A´í o Cofán, Kichwa, Secoya, Shiwiar, Shuar, Siona,
Waorani y Zapara. Si la gran mayoría de estos pueblos mantienen relaciones con la
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sociedad nacional, algunos todavía permanecen en aislamiento voluntario, como es
el caso de los Tagaeri y Taromenani, asediados hoy día por la explotación petrolera
y maderera y por los turistas, en su territorio, el amazónico Parque Nacional Yasuní,
en las provincias de Orellana y Pastaza. La población indígena llega a
aproximadamente unas 150.000 personas, siendo el pueblo Shuar el más numeroso,
con unos 80000 individuos aproximadamente, mientras que pueblos como los
Cofán, Secoya, Siona y Zapara cuentan con pequeñas poblaciones que oscilan entre
250 y 500 personas.
Niños Achuar con cerbatana Comunidad Achuar, con pista de aterrizaje.
La vida tradicional de la gente en los territorios indígenas se caracteriza por
tener una constante relación con los distintos ecosistemas tropicales. Aunque puede
haber algunas diferencias entre los pueblos del piedemonte oriental y los de las
llanuras amazónicas, todos siguen practicando, en mayor o menor grado, una
economía de subsistencia basada en horticultura, la caza, la pesca y la recolección de
productos del bosque tropical. En sus huertas las mujeres cultivan yuca, plátano,
maíz, zapallo, piña, maní y muchas otras plantas para alimentación, artesanía y
medicina, mientras que los hombres son los que generalmente se dedican a traer
carne de monte y pescado, así como otros productos naturales del bosque.
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Hombres Waorani saliendo para la cacería La huerta tradicional de plátano, yuca, maíz, se funde en la vegetación tropical
En los alrededores de las viviendas se cultivan árboles frutales, plantas
medicinales y se cría animales menores como gallinas y chanchos. A pesar de los
cambios socio-económicos ocurridos en las últimas décadas, las prácticas del
intercambio y la reciprocidad se mantienen al interior de los grupos familiares, así
como entre familias y comunidades. Entre los pueblos ubicados a la orilla de los ríos
grandes hay más pescado, mientras que entre los pueblos que viven más alejados de
los centros urbanos o de las carreteras hay más carne de monte. El intercambio y la
circulación de bienes y productos pues es una forma de mantener el equilibrio
dentro del sistema de vida. La nueva economía monetaria así como el modelo
capitalista obviamente van teniendo cada vez más impactos sobre estas formas de
vida. También hay pueblos, como los Shuar, que se dedican a la crianza del ganado
para poder contar con un capital de dinero en caso de necesidades urgentes, por
ejemplo para la salud o la educación. Pues no es fácil ganar dinero en las
comunidades y a veces los hombres deciden salir afuera para vender su mano de
obra e ir a trabajar en la explotación maderera, minera o petrolera. La presencia del
Estado generalmente se limita a la escuela primaria, donde suelen enseñar
profesores indígenas con una formación limitada. En algunas comunidades hay un
colegio para la educación secundaria y un puesto del ministerio de salud. Las
organizaciones religiosas tienen presencia a través de sus centros misioneros -
ubicados en lugares estratégicos, y los programas de salud, educación y ayuda social
que desarrollan para continuar diseminando su obra evangelizadora.
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Aunque es imposible saber a ciencia cierta, se estima que hace 100 años la
población indígena en la Amazonía puede haber sido 10 veces mayor a la de hoy día.
La caída demográfica y la pérdida de la diversidad cultural tienen su origen en los
procesos históricos de contacto, con la llegada de los españoles y portugueses en el
siglo XVI, la explotación del caucho en el siglo XIX y otros más recientes de la
colonización y el desarrollo. Estos últimos procesos de colonización y desarrollo han
tenido graves impactos sobre la diversidad biológica y cultural, particularmente con
la construcción de las carreteras de penetración, la extracción de recursos forestales
maderables, la minería y el petróleo principalmente, lo que ha ocasionado la
invasión, el resquebrajamiento y, en algunos casos, la pérdida de los territorios de
los pueblos indígenas.
Si bien en las últimas décadas se han dado procesos de recuperación y
reconstrucción de los territorios indígenas, con el reconocimiento legal y la
titulación de extensas áreas a su favor (por ejemplo 612.560 ha legalizadas en 1990
para los Waorani, o 1,239.565 ha en 1992 en la misma provincia de Pastaza para
otros grupos), las presiones económicas y, en general, los procesos de cambio socio-
cultural siguen generando múltiples impactos sobre los recursos naturales al
interior de estos territorios. Los modelos occidentales de desarrollo pues se
contraponen a las formas de vida tradicional y ejercen cambios en los sistemas
locales de producción. Los Shuar, por ejemplo, han talado gran parte de sus bosques
para desarrollar la crianza de ganado vacuno. La extracción descontrolada de
recursos forestales maderables y no maderables, así como otras actividades
extractivas hacen que hoy día un número desconocido de especies de flora y fauna
esté en peligro de desaparición.
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La selva talada para criar ganado vacuno Explotación petrolera y quema de gas
Entre muchos pueblos de la Amazonía los mayores y ancianos lamentan estos
cambios. Dicen que “antes se vivía mejor”.” Había pescado en el río y animales en el
monte para cazar. No había tantos problemas y preocupación como hoy día”. Por su
parte, los jóvenes ya no se interesan mucho por lo que saben los mayores y
ancianos, por recibir la transmisión de su sabiduría. Los conocimientos chamánicos
ya no están en demanda. La medicina moderna y la educación occidental han venido
desplazando la medicina ancestral y la enseñanza tradicional y están imponiendo su
dominio en las mentes y cuerpos de las nuevas generaciones. Asistimos pues a
procesos de sustitución de la sabiduría indígena por la sabiduría colonizadora. La
necesidad de conseguir dinero para la adquisición de bienes de consumo se
sobrepone al respeto de las creencias y tradiciones. El árbol que antaño fue sagrado,
hoy es tumbado con la motosierra donada por el gobierno local o una organización
religiosa para comprar medicamentos, útiles escolares o alimentos procesados. La
crianza de ganado vacuno ya no requiere que el chamán entre en negociación con el
dueño de la especie para que ponga a disposición de los cazadores las presas
necesarias para alimentar al grupo familiar. La presencia aunque efímera de la
medicina occidental hace que donde antes se usaban plantas medicinales, hoy la
gente está olvidando sus conocimientos. La modernidad pues tiene tremendos
efectos sobre las culturas tradicionales, algunos más devastadores que otros. Esta
situación genera cuadros de depresión entre los mayores y ancianos. Sienten que su
cultura se está perdiendo irremediablemente y cuando cuentan cómo era la vida
antes, les da ganas de llorar.
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Las condiciones generales de salud pues no son muy buenas. Esto se debe en
buena parte a la baja o mala calidad de la alimentación, a la contaminación de las
aguas y a los numerosos problemas sociales que generan la nueva economía
monetaria y, en general, la modernidad. La capacidad de producción del medio
ambiente, tanto del bosque como del río, ha disminuido mucho, debido
principalmente a los cambios en las formas tradicionales de extracción de los
recursos naturales y la sobreexplotación con fines comerciales. De ahí resulta una
ingestión insuficiente de proteínas y vitaminas para garantizar una alimentación
equilibrada. La contaminación de las aguas y del medio ambiente causa diversos
problemas de salud, entre los cuales está la parasitosis intestinal. Desde la
perspectiva occidental, las principales causas de morbimortalidad son las
infecciones respiratorias y las enfermedades diarreicas agudas. Es evidente que son
aquellos procesos de desarrollo los que han empujado y siguen empujando los
pueblos indígenas hacia situaciones de subdesarrollo y pobreza, con las
consecuencias que éstos acarrean sobre la salud y su calidad de vida en general.
La educación escolar, tampoco es de buena calidad. Los profesores no tienen
una formación suficiente y adecuada. La educación intercultural bilingüe, como
alternativa a la educación occidental hispana, no ha logrado sus propósitos y aun
está en proyecto. Muy pocos indígenas terminan la secundaria y menos aun logran
cursar y culminar estudios universitarios. Por su parte el Estado no parece nunca
tener suficiente capacidad o voluntad para revertir aquellos procesos que, en la
“Antes había bastante pescado en ese río. Vivía un Yachac (shaman) cerca de nuestra casa que tenía su boa (anaconda). Cuando él se fue, la gente empezó a matar boas y poco a poco se desapareció el pescado” (Canelos, sept.2010)
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opinión de muchas personas, forman parte de la transición de aquellos pueblos
“atrasados” hacia el progreso y su integración dentro de la sociedad nacional.
Estos son algunos de los principales rasgos que caracterizan la problemática
que se encuentra actualmente en los territorios de los pueblos indígenas en la
Amazonía ecuatoriana, la cual no creo difiere mucho en el resto de la cuenca
Amazónica, por lo que vi personalmente en Perú y Bolivia o que conocí de Colombia,
aunque por supuesto la situación puede variar de un pueblo a otro. Entonces
algunos se preguntan ¿qué hacer para restablecer el equilibrio entre la sociedad y la
naturaleza y encontrar formas de desarrollo compatibles?
« Nous croyons que la pauvreté est notre maladie la plus grave. Pour la vaincre, il nous faut récupérer nos territoires et atteindre un minimum de bien-être matériel pour vivre avec la dignité de tout être humain. »’ (Unión de Médicos yagerceros de la Amazonía Colombiana, 2000)
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Las relaciones entre Cultura y Naturaleza
Como se dijo antes, para entender cómo hicieron las culturas tradicionales
para explotar sus recursos y mantener el equilibrio entre sociedad y naturaleza, es
necesario tomar en cuenta su cosmovisión, que ve en lo que nosotros llamamos la
naturaleza otra sociedad, donde animales, plantas, lagunas, ríos, cascadas, cerros y
montañas están animados con fuerzas espirituales. Los seres de la naturaleza son
vivos, hablan y se puede comunicar con ellos. El Creador los puso ahí para cuidar su
creación y hacerlo recordar a la gente. Los principales animales de caza tienen su
“dueño”, así como hay plantas que tienen su espíritu o “madre”. Por ejemplo, la
anaconda es “dueña” o “madre” de las criaturas acuáticas. Cada cultura tiene sus
propios códigos de comportamiento con el medio ambiente. La mayoría, sin
embargo, coinciden en que a la hora de extraer recursos naturales, se debe ejercer
ciertos cuidados para evitar consecuencias que podrían perjudicar, tanto al
responsable directo como al resto del grupo social. En la práctica esto significa que
si uno se excede, por ejemplo, en la extracción de peces del río, la anaconda –
“madre” de las criaturas acuáticas - puede decidir de llevar sus “crías” a otra parte; y
así de pronto ya no hay pescado en el río. Hay árboles que son “doctores”, que tienen
espíritu fuerte, y se debe evitar de tumbarlos o cortar sus ramas cuando se tiene
criaturas o niños pequeños en casa, porque pueden cutiparla o sea causarle alguna
enfermedad. Los excesos o la sobreexplotación conllevan a que el dueño de la
especie afectada se enfade y castigue a los responsables bajo la forma de alguna
enfermedad, accidente o desgracia, lo cual ocasiona desequilibrios y, finalmente,
conduce a la pérdida de la salud.
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La Anaconda, “Madre” del mundo del agua Anciana Kichwa curando con piedras magicas
La salud, pues, no se puede medir solamente desde el punto de vista de la
biomedicina moderna, sino también cómo el resultado de las relaciones que se
mantiene entre la sociedad y la naturaleza. La gente de las sociedades tradicionales,
para reproducirse, sabe que necesita la naturaleza y que la naturaleza, para reproducirse,
necesita de la gente. La reproducción de la sociedad depende de la reproducción de la
naturaleza y vice-versa. El creciente número de enfermedades del medio ambiente en
los países del norte puede ser un indicador de lo que esto significa para aquellas
sociedades post-industriales como la nuestra, que dejaron atrás estas supuestas
creencias primitivas.
El marco conceptual y la propuesta
La problemática de salud en las comunidades indígenas pues está
relacionada con el deterioro ambiental; a su vez, el deterioro ambiental está
asociado con la erosión cultural. Por esta razón, la propuesta para promover la
recuperación de la salud entre las comunidades indígenas se apoyó mucho en la
reafirmación de la relación entre Sociedad y Naturaleza. Con el fin de explicitar una
serie de conocimientos y prácticas implícitas dentro de la cultura indígena, se
elaboró un marco conceptual que pone en evidencia la existencia de un sistema, al
cual nos referimos como “sistema tradicional de salud indígena”. Si el buen
funcionamiento de este sistema de salud fue lo que permitió la reproducción social y
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ambiental, su desactivación fue una de las principales causas del deterioro o la
pérdida de la salud entre los pueblos indígenas. De ahí viene la propuesta de los
pueblos indígenas para considerar la reactivación o revitalización de los sistemas de
salud indígena como necesaria para lograr la recuperación de la salud.
Esquema para representar la dimensión integral El árbol de los problemas de la salud indígena de la salud indígena
La revitalización de los sistemas tradicionales de salud indígena se entiende
como la recuperación de los FUNDAMENTOS, cuyos principales componentes son: el
territorio y sus recursos, la identidad cultural y el sentido de pertenencia étnica, la
organización y dinámica social. Por otro lado, es necesario considerar la re-conexión
con las FUENTES, cuyos principales elementos son: las fuerzas y los poderes
espirituales, la ciencia y tecnología indígena y el conocimiento de los orígenes.
La presencia de unos fundamentos sólidos y el buen acceso a las fuentes es lo
que permite activar una forma de conocimiento especializado, propio de las culturas
que mantienen una estrecha relación con la Naturaleza, al cual nos referimos aquí
como SABIDURÍA indígena. La activación de esta sabiduría genera tranquilidad y
bienestar entre las personas y relaciones equilibradas entre la sociedad y la
naturaleza. Esta es una forma de conceptualizar el concepto integral de salud
indígena, el “Buen Vivir”, que en cada cultura lleva su nombre propio (i.e. Sumak
Kausay entre los Kichwa, Peunker Pujustin entre los Shuar).
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WiracochaYachaySab idu r í aco lon i zadora
D e s a r r o l l oE x t r a c c i ó nr e c u r s o s
S ISTEMA ALTERADO
C o n f l i c t o ss o c i a l e s
P o b r e z a
P r o b l e m a sd e s a l u d
Diagramme système de santé indigène opératif Diagramme système de santé indigène désactivé
La pérdida del equilibrio significa pues la pérdida de la salud, según
definición anterior, y produce enfermedad. Se manifiesta de múltiples formas
(causas / síntomas), pero tiene un origen común. Hay que buscarlo en el mal
funcionamiento de las normas que enturbian las relaciones con el mundo de la
naturaleza, con el espíritu propio y con las demás personas. El restablecimiento de
la normalidad, si bien trata de aliviar los síntomas producidos como consecuencia
del desequilibrio, por medio de las múltiples formas tradicionales de curación,
siempre busca incidir, ante todo, en el origen del problema -la raíz, y restablecer el
equilibrio, sea en el plano individual, social u ambiental. En tal sentido, la curación
constituye un proceso de reafirmación cultural, un instrumento recordatorio de la
historia propia, de las normas tradicionales de conducta, que fueron quebradas u
olvidadas, y del orden general, tal como está concebido en el universo de cada
pueblo indígena. Las personas que se especializan en la producción de este modo de
conocimiento son los llamados hombres y mujeres de conocimiento, sabedores o
chamanes, que llevan nombres propios en cada cultura. Si bien tradicionalmente
cumplían el rol de médico, su oficio no se limitaba a este solo aspecto, sino que se
abarcaba las dimensiones socio-políticas, religiosas, y la administración de los
recursos naturales.
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La curación: un acto de reafirmación cultural
Es imprescindible poder contar con el apoyo y la participación de estos
especialistas para poder llevar adelante toda propuesta de revitalización de los
sistemas tradicionales de salud indígena. Sin embargo, es de reconocer que en las
últimas décadas la práctica de la medicina tradicional y del chamanismo ha
evolucionado de tal manera que en algunos casos ya no se encuentran más estos
especialistas en las comunidades. En otros casos se nota una reducción del número
de practicantes, así como bajo niveles en su capacidad y poder de resolución. Por
otro lado existen experiencias de organización de grupos de practicantes o procesos
de transformación del chamanismo que no necesariamente conducen a fortalecer el
mantenimiento de la práctica de la MTR en las comunidades. Un ejemplo es la
comercialización del chamanismo en el marco de servicios turísticos. Esta actividad
a veces hace que ciertos médicos tradicionales prefieren trabajar con los turistas –
que “pagan bien”, y terminan alejándose o dejando por completo sus comunidades
para establecer sus propios centros de operación chamano-turístico.
Iniciativas, Resultados y Limitaciones
1. AMETRA 2001 – Perú
Para promover la revitalización de los sistemas tradicionales de salud, se
optó primeramente por crear mayores capacidades a nivel local. En el año 1983, con
la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes, en la selva sureste del Peru,
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se da inicio al proyecto Ametra 2001 (Aplicación de Medicina Tradicional). Se
comienza entonces a trabajar con la formación de promotores de medicina
tradicional. Las comunidades elegían a uno o dos representantes que participaban
en talleres o encuentros para promover el intercambio de conocimientos y la
capacitación en el uso de remedios herbolarios para el tratamiento de los males y
enfermedades más comunes.
Mapa del Perú Río Tambopata (Perú)
De regreso a sus comunidades, los promotores debían compartir los
conocimientos adquiridos, construir huertas medicinales y cumplir diversas
actividades de promoción de la salud. Por ejemplo, organizaban campañas de
desparasitación con remedios naturales como la resina del árbol de “ojé” (Ficus
glabrata), o enseñaban a las madres de familia a preparar sueros caseros con la
hojas tiernas de guayaba (Psidium guajaba) para prevenir y tratar la deshidratación
en caso de enfermedades diarreicas agudas. Otro aspecto importante de su función
también era coordinar con las autoridades y otras personas de conocimiento, es
decir movilizar todos los recursos humanos disponibles para enfrentar la
problemática de salud de la comunidad. De esta manera los médicos tradicionales
fueron llamados para reunirse y conversar sobre los problemas actuales de la salud
indígena y la situación de su práctica médica tradicional. Tomando en cuenta que la
desactivación de los sistemas tradicionales de salud, en cierta medida, se debe a que
muchos de los especialistas, depositarios y activadores de la sabiduría indígena hoy
están “apagados”, se considero de vital importancia su participación en la propuesta
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de revitalización de los sistemas ancestrales de salud. Sin embargo, debido a la
dimensión individualista del chamanismo amazónico y las relaciones conflictivas
que son parte de su práctica, fue difícil –y aun lo es, para los médicos indígenas
alcanzar la unidad y el consenso necesario para lograr este objetivo. No obstante, en
distintos lugares de la cuenca amazónica, a lo largo de los últimos años, se han
multiplicado los encuentros y conversatorios entre médicos tradicionales indígenas
para compartir sus visiones, buscar formas de superar los conflictos entre ellos y
evitar que sus conocimientos y prácticas se pierdan para siempre.
Intercambio de conocimientos sobre plantas medicinales entre promotores de salud indígenas
Con el paso de los años, esta estrategia de pronto puso en evidencia ciertas
limitaciones. Las dinámicas socio-políticas al interior de las comunidades revelaron
lo complejo, difícil y muchas veces inadecuado que puede ser la aplicación de
modelos occidentales a las realidades indígenas. Los cambios constantes de
promotores –para dar la oportunidad a todos de aprender algo, las luchas de poder
por el conocimiento, el temor de que los promotores mal usen los conocimientos
impartidos –“para hacer brujería”, son algunos ejemplos de los limitantes
identificados. Además, las constantes presiones ejercidas sobre las comunidades por
distintos agentes externos para empujarlas hacia el progreso y la modernidad, en
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especial con la extracción de los recursos naturales de sus territorios, se
convirtieron en grandes fuerzas opositoras contra las cuales era difícil de resistir.
A pesar de estas limitaciones, los esfuerzos desplegados durante 20 años
(1980-2000) hicieron que se logrará el primer objetivo de este proceso inicial:
“Lograr el reconocimiento de las Instituciones Regionales de Salud y de la población
rural de la necesidad de aplicar la medicina tradicional dentro del marco cultural de
cada pueblo”. (Ametra 2001, 1985-1992) Hoy día, en la mayoría de los países
andinos, la medicina tradicional forma parte de los sistemas nacionales de salud y
existe una Dirección o Secretaría Nacional o un Ministerio de Salud Indígena o
Intercultural. Incluso a nivel Regional, existe un Organismo de Coordinación sobre
Salud Intercultural.
En el mismo departamento de Madre de Dios, conocido como la capital de la
biodiversidad, existe un lugar llamado Centro Ñape donde hoy día los turistas
pueden hacer una parada para visitar un hermoso jardín medicinal escondido entre
la espesura de la selva amazónica. (www.perunature.com) Su creación se remonta al
año 1987. Junto con el Centro, el jardín medicinal forma parte de un proyecto de
recuperación del territorio de la comunidad nativa Ese Eja llamada “Infierno”. En
1983, yo era administrador de la Reserva Ecológica de Tambopata, una pequeña
área de conservación creada en 1977. Por algún descuido o voluntad de ignorancia
del Ministerio de Agricultura una parte del área de la reserva se había superpuesto
al territorio de la comunidad, lo que resulto en un conflicto de tierras entre la
comunidad y la administración de la reserva. Cuando tome mi puesto de
administrador de la reserva y me percate de la situación en torno a este conflicto de
tierras, inicie conversaciones con algunos de los miembros de la comunidad para
buscar formas de resolver el conflicto. Es así como años más tarde, en 1986, se
plantea la creación de un centro de medicina tradicional que se dedique a promover
la recuperación de la medicina tradicional entre las comunidades nativas de la
cuenca del río Madre de Dios. Siendo uno de los objetivos del proyecto promover la
conservación y uso sostenible de los recursos naturales, así como afianzar la
importancia de la relación entre la sociedad y la naturaleza (Ametra 2001, 1985), se
acordó que la zona de superposición y de conflicto con la Reserva Natural de
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Tambopata fuera bajo la custodia del Centro Ñape, el cual se comprometía a seguir
conservando el área (aproximadamente unos 2000 has.) y desarrollar acciones
tendientes a mejorar el conocimiento sobre la diversidad biológica, sobre todo
desde la perspectiva indígena. Una de las primeras actividades que se realizó fue un
inventario etnobotánico, para apoyar la revaloración de los conocimientos
tradicionales sobre los recursos vegetales del bosque, en particular para sus usos
medicinales. El proyecto estuvo coordinado por Miguel Alexiades, entonces un joven
etnobotánico asociado al Jardín Botánico de Nueva York. El proyecto sirvió para
poner en valor los conocimientos locales, en particular el de los mayores. Miguel
Alexiades condujo exitosamente el proyecto hasta dejar un herbario con varios
cientos de nuestras botánicas en el Centro Ñape y capacitó a jóvenes Ese-Eja de la
comunidad para seguir llevando a cabo este tipo de estudios en favor de la
preservación de y reafirmación del patrimonio oral de su pueblo.
Centro Etnoculural Ñape- Río Tambopata (Perú) Canoa surcando el río Tampopata con turistas
Cerca de 25 años más tarde, el Centro Ñape sigue existiendo y, aunque no ha
seguido con todos los objetivos trazados inicialmente, ha pasado por interesantes
procesos de reapropiación local. Hoy día lo maneja la comunidad y el proyecto se
autofinancia con los recursos económicos que generan la visita de los turistas. En tal
sentido el Centro Ñape sigue cumpliendo un importante papel de difusión y
sensibilización cultural, dirigido más que todo hacia afuera. Sin lugar a duda, esta
iniciativa sigue generando diversos procesos e impactos, algunos probablemente
más y otros menos favorables en lo que se refiere a la revalorización de la medicina
24
tradicional y la recuperación de la salud de la misma comunidad. No obstante, sus
25 años de existencia muestran evidentes niveles de identificación por parte de los
miembros de la comunidad Ese-Eja hacia un proyecto que con el tiempo han hecho
suyo. (Para mayor información sobre este proyecto ver: “FENAMAD´program of
tradicional medicine”. Alexiades, M.N. y D. Lacaze, 1996)
2. DMT-FICSH – Ecuador
Llegue al Ecuador en el año 2000, contratado por la ONG “Farmacéuticos sin
Fronteras”, para trabajar una nueva propuesta de salud y medicina tradicional con
distintas organizaciones indígenas, en particular la Organización de Centros Shuar –
FICSH. En el Centro de salud de la FICSH, en la ciudad de Sucúa (provincia de
Morona-Santiago), se estableció el Departamento de Medicina Tradicional (DMT). El
DMT mantenía una huerta de plantas medicinales que proveía la materia prima para
elaborar distintos remedios naturales. Uno de los objetivos era poner a disposición
de las comunidades de la FICSH un listado de medicamentos esenciales naturales
que puedan ser utilizados por los agentes de salud en los puestos comunitarios y así
contribuya a disminuir la dependencia de los fármacos occidentales, así como los
efectos secundarios que el mal uso de estos medicamentos ocasiona en las
comunidades. Otro objetivo era sensibilizar al personal profesional que trabajaba en
la región para que conozca mejor la perspectiva indígena sobre salud y pueda darse
un acercamiento entre ambas formas de medicina. Se trato de establecer un
programa de atención médica tradicional que permita que los médicos del centro de
salud puedan referir pacientes -cuyos casos no requerían medicación alopática, al
DMT para que estos puedan ser tratados con remedios naturales y otros recursos de
la medicina tradicional indígena. Este programa de trabajo está presentado en un
documental video: “DMT-FICSH” (14 min.), que se hizo en el 2002.
25
Ecuador y la provincia de Morona Santiago Sucúa-sede de la FICSH y DMT
Al otro lado de la cordillera de Transcutucu, se desarrolló otra experiencia de
trabajo en una comunidad Shuar. Su finalidad era tender las bases de un modelo
intercultural de salud comunitaria. Los estudiantes de la especialidad bioquímica del
colegio mantenían una huerta de plantas medicinales, hacían prácticas de
elaboración de remedios naturales y se capacitaba sobre diversos temas de salud
comunitaria. Los padres de familia participaban para reactivar los sistemas de
educación tradicional sobre temas de salud que antaño solían transmitirse en casa.
En el Puesto de Salud de la comunidad, un grupo de mujeres elaboraba remedios
naturales, que eran recetados por el auxiliar de enfermería responsable del puesto
de salud. Se organizaron conversatorios con los médicos indígenas (Uwishin) de la
comunidad para tratar sobre su rol en el cuidado de la salud del grupo social y sobre
las posibles formas de su participación en el proyecto. Entre los diversos temas se
abordo su percepción frente a formas actuales de extracción de recursos naturales
como, por ejemplo, el uso de dinamita para pescar en los ríos o la tumba del bosque
para sembrar pastos y criar ganado vacuno. Se trataba entonces de ubicar el estado
actual las prácticas chamánicas en relación a su dimensión ecológica, es decir su rol
en cuanto a la administración de los recursos naturales de flora y fauna. Las
tradiciones chamánicas pues tienen aportes interesantes en lo que se refiere a la
dimensión ambiental de la salud, es decir la relación entre la sociedad y la
naturaleza. Pero los impactos del desarrollo y la modernidad han tenido impactos
26
tan fuertes sobre estos sistemas de producción de conocimiento que en muchos
casos sentenciaron su desactivación, pues ni la extracción maderera o minera, ni la
crianza de ganado, ni el monocultivo del arroz requieren la intermediación de los
chamanes. Por su parte los jóvenes de hoy no ven bien cuál puede ser la utilidad de
los conocimientos chamánicos para desenvolverse en los contextos de la
modernidad. Mientras tanto, los cartuchos de dinamita siguen explotando en los ríos
y las “boas” desapareciendo con sus “crías”, para buscar refugio en los últimos
rincones de la selva amazónica. Cabe mencionar, sin embargo, que durante el tiempo
que duró el proyecto la gente de la comunidad manifestó que hubo menos
problemas con enfermedades y reportó más tranquilidad a nivel social.
Algunos años más tarde, en otro ámbito del territorio Shuar, se trabajo sobre
un diagnóstico de salud desde la perspectiva socio-cultural. Al finalizar el trabajo los
participantes propusieron diseñar el plan de salud integral según los lugares de
influencia de los principales espíritus de la cultura, buscando su apoyo en las
actividades a desarrollarse para lograr los objetivos propuestos. NUNKUI: en lo que
concierne a la alimentación y las plantas medicinales, así como de las recetas en
general. TSUNKI: sobre la formación de los médicos tradicionales, pero también de
búsqueda de la vocación de cada uno. SHAKAIM: por la cuestión del trabajo, del
desarrollo, del medio ambiente. ETSA: sobre el manejo y la conservación los
recursos de la fauna silvestre y domestica (ver diagrama abajo)
27
Representación del concepto de salud del pueblo Shuar, con la figura central de “Arutam”, asociada al
conocimiento de los orígenes, y las cuatro principales fuerzas espirituales que influencian en la cotidianeidad de
la vida shuar: 1) Tsunki: espíritu del río y dueños de los peces, 2) Shakaim: espíritu del trabajo, dueño de los
árboles, 3) Nunkui: espíritu de la tierra, dueña de las plantas alimenticias y medicinales, 4) Etsa: espíritu de la
cacería, dueño de los animales.
3. Puyo
Las experiencias conducidas con pueblo Shuar y el DMT entre los años 2000
y 2003, en la provincia de Morona Santiago, dejaron ciertos interrogantes, en
relación con las posibles formas de valoración de la medicina herbolaria y las reales
posibilidades de transferencia de tecnología en los ámbitos la medicina tradicional y
de la salud indígena. Por otro lado, la falta de continuidad y el débil impacto de los
proyectos, así como la ambigüedad de la relación entre las ONG y las organizaciones
indígenas de base se presentaban como otra limitación más para avanzar con la
revitalización de los sistemas médicos tradicionales y la recuperación de la salud en
las comunidades indígenas. Para muchas comunidades indígenas, la forma de
valorar su medicina ancestral es llevarla al plano de la modernidad,
transformándola en lo que nosotros los occidentales solemos llamar la “medicina
natural”, es decir bajo otras formas de presentación y con fines económicos.
28
Ubicación de la ciudad de Puyo y vista panorámica del canon del río Pastaza en la Amazonía ecuatoriana
En el año 2004, se dio entonces inicio a un nuevo programa, basado en la
ciudad de Puyo, capital de la provincia de Pastaza, bajo el nombre de “Prometra”
(Promoción de la Medicina Tradicional Amazónica). Sobre una hectárea de terreno
se construyó un modelo agroecológico de cultivo con unas 25 especies de plantas
medicinales con las cuales elaboramos una serie de remedios y productos naturales
para su comercialización a nivel local y nacional. Para esto se creamos una pequena
empresa familiar (“Florasana –plantas medicinales y remedios naturales de la
Amazonia ecuatoriana”). (www.florasana.org) Queríamos pues adquirir mejor
conocimiento sobre los mercados de plantas medicinales y la comercialización de
productos naturales en el Ecuador, para saber cómo responder a las preguntas y
solicitudes de las organizaciones indígenas que querían desarrollar este tipo de
proyectos. Una vez establecida la unidad de producción y de transformación de
plantas medicinales, teníamos un modelo demostrativo que nos serviría para
continuar con el programa de sensibilización y capacitación que ofrece hasta ahora
Prometra.
Con este programa se busca integrar lo que aprendimos a lo largo de los
últimos 25 años y consolidar el establecimiento de un centro de recursos
integrativos, para la información y capacitación sobre temas relacionados a las
medicinas tradicionales, la salud y la interculturalidad en la Amazonía. Aspiramos a
que este centro sea un lugar de referencia que permita mayor continuidad en la
promoción de la medicina tradicional y la formación de talentos humanos que
29
puedan llevar sus conocimientos y experiencias de vuelta a sus comunidades en
formas que permitan alcanzar los actuales objetivos de la interculturalidad en salud.
Clases sobre salud, interculturalidad y cultivo de plantas medicinales en las instalaciones de Prometra y Florasana en Puyo (Pastaza)
El hecho de poder ver plantas medicinales cultivadas in situ y observar las múltiples
formas de transformarlas en remedios naturales ha generado interés no solo
representantes de las comunidades y organizaciones indígenas de la región, si no
también entre los miembros del sistema formal de salud, así como estudiantes de
escuelas y colegios. En cuanto a educación y formación, se dictan clases para
estudiantes de enfermería de una universidad local y para estudiantes de un
diploma superior de “salud y terapias integrativas” de una universidad de Quito
sobre temas de botánica medica, fitoterapia y sobre el conocimiento general de las
medicinas ancestrales. Los participantes también tienen la oportunidad de ver como
se propagan ahí diversas plantas medicinales para la reposición y reforestación con
especies como “una de gato” (Uncaria tomentosa), guayusa (Ilex guayusa), Ajo de
monte (Mansoa alliaceae) entre otras. Desde sus inicios en el ano 2005, el programa
ha distribuido muchos plantones para promover el cultivo de plantas medicinales y
apoyar la creación de jardines medicinales en muchas comunidades del oriente
ecuatoriano.
En mi opinion, hace falta mas que unos cuantos talleres o encuentros sobre
los temas de la salud indigena o las medicinas ancestrales para conseguir resultados
duraderos, es decir para lograr la revitalizacion de las medicinas ancestrales y el
30
mejoramiento de las condiciones de salud entre la poblacion indigena en la
Amazonia. Incidir en la relacion entre cultura y naturaleza sigue siendo una de las
maneras de enfocar el tema de la salud, con los aportes de las personas que aun
entienden porquer esta relacion resulta determinante para el bien estar de uno y de
la sociedad en general.
Reflexiones Finales
La percepción indígena de la influencia de la sociedad externa como causante
del deterioro de la salud socio-ambiental muchas veces hace que la primera
considere es responsabilidad de la otra restablecer el equilibrio. Por ejemplo, existe
la tendencia en pensar que las enfermedades que fueron traídas por los blancos solo
pueden tratarse con la medicina de los blancos. Para solucionar los problemas de
salud, las comunidades o las organizaciones indígenas suelen pedir a las autoridades
locales que construyan puestos de salud, que entreguen medicamentos o que envíen
brigadas médicas. Aun es difícil encontrar comunidades que asuman una conciencia
más crítica sobre su problemática global de salud, entiendan mejor cuáles son sus
determinantes socio-ambientales y vean la importancia de buscar formas de
organización propia en torno a esa problemática. En tal sentido podemos decir que
la recuperación de la medicina tradicional indígena y la revitalización de los
sistemas tradicionales de salud indígena aun están en proyecto. Es posible que hoy
día exista más interés y entusiasmo en los países del norte para conocer y usar este
tipo de medicina que lo hay entre muchos de los pueblos y comunidades indígenas,
muchos de ellos siendo empujados en adoptar inevitables formas de
occidentalización, comenzando con el uso de una medicina ajena a su realidad. En
todo caso, creo que hace falta invertir más recursos financieros, desarrollar nuevas
formas de capacitar recursos técnicos entre los jóvenes indígenas, además de
diseñar propuestas innovadoras que valoren las experiencias pasadas y tengan
mayor continuidad. Pero creo es fundamental que estas propuestas enfoquen los
determinantes sociales y ambientales de la salud indígena, y promuevan una
31
organización que parta desde la comunidad, evitando reforzar las dependencias
creadas y construyendo mayor capacidad local.
La titulación y legalización de los territorios a favor de los pueblos indígenas
amazónicos sigue siendo una primera prioridad, pues para ellos la tierra constituye
la base fundamental de la vida. El territorio no solo es un espacio geográfico,
indicado en un mapa, sino es ante todo un espacio histórico-cultural que tiene una
importancia fundamental para preservar la identidad y el sentido de pertenencia
étnica. Las nuevas Constituciones de países como Ecuador y Bolivia, al haber
incorporado la concepción de Sumak Kausay -el buen vivir- recogida de las
concepciones de los pueblos originarios, en teoría deberían favorecer este proyecto
de recuperación y reconstrucción de los territorios ancestrales, pues el “buen vivir”
incorpora una dimensión humana, ética y holística al relacionamiento de los seres
humanos tanto con su historia cuanto con su naturaleza.” (Dávalos, ALAI, 2008)
Igual importancia sigue teniendo la búsqueda de formas adecuadas para
promover la extracción sostenible de los recursos naturales en sus territorios, pues
caso contrario será difícil mantener relaciones equilibradas entre sociedad y
naturaleza. Pero para esto se debe repensar los conceptos de desarrollo, pues la
paulatina inserción en la economía de mercado y la política de colonización de la
selva han traído como resultado un “subdesarrollo indígena”, que se caracteriza por
la pérdida de la calidad de vida indígena, su “buen vivir”, en términos de su propia
cultura. La incorporación en la nueva Constitución de Ecuador de varios artículos
sobre los “Derechos de la Naturaleza”, también hace recordar que para mantener el
equilibrio y la salud en la sociedad indígena, es necesario mantener comunicación y
diálogo con las fuerzas de la naturaleza. Entonces quizás unos de los primeros
derechos de la naturaleza sea el “ser escuchada y comprendida”, un tremendo
desafío para la mente humana y su evolución como especie privilegiada.
El acceso a fuentes de agua no contaminadas es otra prioridad para
garantizar la salud. También es importante que siga promoviéndose el uso de las
plantas medicinales y de la medicina tradicional entre las comunidades indígenas
para tratar los principales problemas de salud, pues para muchos de ellos la
medicina occidental realmente no tiene respuestas adecuadas. El usar plantas
32
medicinales es otra forma de hacer recordar que con la naturaleza se cura la
naturaleza. Usar ciegamente los productos químico-farmacéuticos poco a poco lleva
a olvidarlo y alejarse de ella tanto que pronto uno ya no se acuerda más la
importancia de su relación con ella. Y al creer que ya no necesita la naturaleza,
entonces uno no tiene reparo en destruirla.
Los médicos tradicionales indígenas tienen un papel fundamental que jugar
en reabrir los caminos de acceso a las fuentes del conocimiento. Ellos son quienes
deberían conducir o asesorar programas de reactivación de los sistemas de
producción y transmisión de conocimientos para revitalizar la práctica de la
medicina ancestral y contribuir a la recuperación de la salud. Se trata de reconocer
al chamanismo como fuerza productiva y proponer proyectos económicos en base a
sus propias fuerzas productivas, aceptando sus modos de validación de
conocimiento (H:Helberg, 1992). Pero también es necesario que ellos vean cómo
superar los obstáculos y la importancia de unirse alrededor de una causa común
para retomar su rol de guía espiritual y contribuir al restablecimiento de una salud
más equilibrada entre la sociedad y la naturaleza. Pues las luchas de poder
existentes entre los mismos practicantes no parecen contribuir más que al mayor
debilitamiento y el posible desvanecimiento de esta tradición milenaria. También,
creo que los sabedores necesitan evaluar más profundamente los impactos de la
fuga del conocimiento tradicional y la mercantilización del saber indígena hacia
afuera. La integración de las medicinas tradicionales dentro de los sistemas oficiales
de salud, en mi opinión, no necesariamente es garantía de la protección y defensa de
aquellas tradiciones. Estamos hablando de procesos de reafirmación y
fortalecimiento desde el corazón de la propia cultura. Esto, sin embargo, no excluye
la posibilidad o la necesidad de solicitar o conseguir ayuda externa, siempre y
cuando ésta se da en el contexto de una verdadera relación intercultural.
A lo largo del documento se ha venido reiterando que los factores
determinantes de la salud indígena son, ante todo, de carácter socio-cultural,
económico, ambiental y político y que, por lo tanto, es necesario enfocar la
problemática general de salud desde una perspectiva más integral e intercultural. La
medicina tradicional justamente es integral y, por lo tanto, presenta una visión muy
33
adecuada a los problemas de salud. El aspecto integral no es sólo una característica
del problema de salud, sino de los recursos propios médicos indígenas, incluyendo
la perspectiva hacia la salud (Lacaze, 2002). La medicina tradicional, más que un
simple conocimiento, es una forma de vida que pone énfasis en la calidad de la
relación entre la persona y la naturaleza para mantener una salud equilibrad. Tiene
una dimensión ecologista ya que el mantenimiento de la salud humana está ligado a
la conservación de la naturaleza. La conservación de la naturaleza significa la
posibilidad de reproducirse. Para esto las culturas tradicionales han desarrollado un
cuerpo de conocimientos y sabidurías que se traduce en actitudes y
comportamientos. Es un legado cultural que también puede beneficiar a la cultura
occidental, tanto como las sociedades indígenas pueden beneficiar de los aportes de
la cultura occidental. Para ello es importante se establezca entre ambos modos de
conocimiento un diálogo de saberes. Si como se viene sosteniendo, la conservación
de la diversidad biológica debe ir de la mano con la conservación de la diversidad
cultural, entonces la promoción de la salud no puede hacerse sin tomar en cuenta la
importancia de la relación entre Cultura y Naturaleza. Es la razón por la cual la
perspectiva indígena de la salud, en nuestra opinión, constituye un eje fundamental
para diseñar propuestas y desarrollar programas de salud en la Amazonía. A lo largo
de las tres últimas décadas ha habido experiencias interesantes y valiosas en los
distintos países de la cuenca amazónica. Es importante tomarlas en cuenta ya que
seguramente tenemos mucho que aprender de ellas, para contribuir al avance de la
interculturalidad en salud en la Amazonía.
Hoy día en el Ecuador, estamos viendo algunos cambios en las actitudes y
prácticas en ciertos establecimientos de salud pública, particularmente donde existe
una gran diversidad cultural entre los usuarios. En la ciudad de Riobamba
(provincia de Chimborazo) existe el Hospital Andino que ofrece a los usuarios la
posibilidad de tratarse con medicina convencional, alternativa y tradicional. En el
hospital regional de Puyo, se está implementando un programa llamado “parto
humanizado”, para atender a la parturientes indígenas según sus costumbres. De
igual forma en las demás instituciones públicas de salud del país, se intenta
desarrollar diversos modelos de salud intercultural. La nueva Constitución, al haber
34
incorporado el concepto indígena del “buen vivir” y los “derechos de la naturaleza”
quizás hoy día en el Ecuador la realidad plurinacional y multicultural sea más
evidente que antes desde el punto de vista socio-político. Pero todavía hay mucho
camino por recorrer para alcanzar en la práctica más justicia y equidad social, así
como un trato más respetuoso hacia la naturaleza. Pues si se establece el “buen
vivir” como el objetivo máximo del desarrollo es de preguntar, ¿cómo construir el
Sumak Kausay si se sigue depredando la Naturaleza e ignorando los aportes del
conocimiento tradicional indígena, así como la importancia vital que tienen para la
salud humana?
Las experiencias que se presentaron aquí muestran que existen otras formas
de promover y hacer salud entre las sociedades humanas. Estas formas no descartan
ni desacreditan el valor del uso de la medicina occidental; más bien buscan que haya
complementariedad entre ambas formas de medicina. La búsqueda de la
interculturalidad requiere un acercamiento entre distintas culturas y un diálogo de
saberes que conduzca a encontrar nuevas formas de hacer salud, más humanistas y
más concordes con las realidades locales en la Amazonía. Hasta donde hemos
podido avanzar, esto básicamente y simplemente significa una integración
armoniosa de la dimensión individual, social y ambiental.
Notas sobre del autor
La persona que escribió este documento, Didier Lacaze, no es antropólogo, ni
biólogo, ni académico. Durante los últimos 25 años mantenido contactos con
distintas etnias en la Amazonía peruana y ecuatoriana, especialmente con médicos
tradicionales y personas de conocimiento sobre las relaciones especiales que se
tejen entre la sociedad y la naturaleza. También pasó algunos años administrando
un área de conservación en la Amazonía peruana donde aprendió con distintos
especialistas occidentales de la biodiversidad. Estas enseñanzas y experiencias
simultáneas en medio de dos distintas vertientes culturales forman las bases de
“PROMETRA -Promoción de la Medicina Tradicional Amazónica”, el programa de
35
que ahora Didier dirige en el Ecuador, para seguir actuando en favor de la
conservación de la diversidad biológica y cultural en la Amazonía.
PROMETRA -Promoción de la Medicina Tradicional
El objetivo principal de PROMETRA es contribuir a resolver la problemática
de salud actual entre las comunidades indígenas de la Amazonía. Su principal
apuesta es hacia la recuperación, revitalización y fortalecimiento de los sistemas
tradicionales de salud indígenas.
En el Ecuador PROMETRA mantiene relaciones con la Dirección Nacional de
Salud de los Pueblos Indígenas (DNSPI) del Ministerio de Salud Pública del Ecuador.
(MSP) y brinda servicios de consultoría y asesoría al Departamento Provincial de
Salud Intercultural de Pastaza, en la ciudad de Puyo.
PROMETRA actúa en la formación agentes interculturales de salud y
mantiene relaciones con las organizaciones indígenas que se interesan en sus
propuestas como, por ejemplo, la Federación de Centros Shuar, (FICSH) así como
otras organizaciones de los pueblos Kichwa, y Shiwiar en las provincias amazónicas
de Pastaza, Napo y Morona Santiago.
Para apoyar la creación de capacidad dentro del sistema occidental de salud,
PROMETRA dicta clases sobre “Herbolaria Amazónica” y “Medicina Ancestral
Amazónica” para estudiantes de postgrado de la Universidad Andina Simón Bolívar
de Quito y sobre Salud e Interculturalidad para estudiantes de Enfermería de la
Escuela Superior Politécnica Amazónica (ESPEA) de Puyo.
En la ciudad de Puyo, PROMETRA coordina con la Fundación para la
Conservación y Desarrollo de la Amazonía –CODEAMA. (www.codeama.org) un
programa de elaboración de documentales video sobre temas de medicina
tradicional, apoyado por la “Sociedad Internacional de Etnobiología” en el marco del
“Darrell Posey Fellowship for Ethnoecology and Traditional Resource Rights Small
Grant”. (www.etnobiology.net), otorgado a CODEAMA en 2009.
Por último, en concordancia con sus propuestas de extracción sostenible de
recursos de los bosques naturales, PROMETRA apoya el desarrollo de un programa
36
de reposición y reforestación con diversas especies medicinales, en colaboración
con otras organizaciones como, por ejemplo, la Fundación Runa
(www.drinkruna.com)
37
Documentos adjuntos
Artículos:
Alexiades, M.N. and D. Lacaze. 1996. "FENAMAD's Program in Traditional
Medicine: An Integrated Approach to Health Care in the Peruvian Amazon". In: M. J.
Balick, E.Elisabetsky and S. Laird, eds. Medicinal Resources of the Tropical Forest:
Columbia Press University. New York. (USA)
Lacaze, D.M. 2002: “Experiencias de Medicina Tradicional y Salud Intercultural en
la Amazonía”. ANALES 5, Instituto Iberoamericano – Universidad de Goteburgo
(Suecia).
Lacaze, D.M. 2005: «Du Retour aux Sources de l'Ayahuasca jusqu'à la
Reconnaissance Médicale : Reconquête et adaptation d'une tradition chamanique
dans le nord-ouest amazonien ». Mémoires du Congrés Ayahuasca perspectives
thérapeutiques d'une tradition amazonienne millénaire (Lyon, Avril 2005)
Videos
DMT-FICSH: El Departamento de Medicina Tradicional de la Federación de Centros
Shuar del Ecuador (2002, 14 min.). Presenta el Plan de Trabajo del DMT y las
actividades que desarrollo entre 2000 y 2003: 1) sensibilización cultural, 2)
investigación bibliográfica y documentación, 3) cultivo de plantas medicinales, 4)
elaboración de remedios naturales, 5) atención intercultural de salud.
“Mother Can you Teach me Again” (2010, 7 min.)
Resumen del trabajo que realiza Didier Lacaze en el marco “2009/2011 Darrell
Posey Fellowship for Ethnoecology and Traditional Resource Rights Small Grant”, para
editar videos cortos sobre temas de medicina tradicional y salud indígena, como
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materiales educativos (DVD) que sirvan en las comunidades para apoyar procesos
de concientización, difusión y capacitación.
“Aprender con las Plantas Medicinales” (2010, PROMETRA - Promoción de la medicina Tradicional Amazónica) Serie I: Plantas para tratar los parásitos intestinales (8 min.) Serie II: Plantas para tratar enfermedades diarreicas (6 min.) Serie III: Plantas para tratar afecciones respiratorias” (13 min.)
Videos cortos que enseñan a reconocer plantas medicinales y preparar remedios
naturales para tratar enfermedades y males comunes en las comunidades