Post on 17-Sep-2015
description
1
DEPENDENCIA PETROLERA Y
LIBERTADES ECONMICAS EN VENEZUELA
Csar R. Yegres Guarache
RESUMEN:
El presente ensayo describe brevemente la evolucin histrica de la industria petrolera en Venezuela, destacando a experiencia de la primera empresa privada, la Petrolia, cuya existencia fue relativamente corta por la negativa del Estado a renovarle la concesin, en el camino de convertirse en un ente que, como dueo de la riqueza del subsuelo, se especializ en absorber la mayor renta posible de su explotacin. En efecto, se considera que el Estado venezolano moderno se form bajo la influencia de la explotacin petrolera. Con base en hechos estilizados, se formulan ndices para medir la dependencia econmica del petrleo y el potencial para la diversificacin econmica, as como la relacin entre ellos y con las libertades econmicas. Finalmente, se formulan orientaciones de polticas pblicas para permitir mayores espacios de participacin al sector privado en la industria petrolera venezolana, fortalecer los aspectos determinantes para la diversificacin econmica y reducir la dependencia petrolera.
PALABRAS CLAVES:
Dependencia petrolera Gobernabilidad Diversificacin econmica Libertades econmicas Polticas pblicas
Ensayo participante del 2do Concurso de Ensayo R.R. Ball Economa
petrolera, desarrollo y libertad del CEDICE LIBERTAD.
2
(Una) extraordinaria revolucin tecnolgica
() convirti el petrleo en algo valioso.
Mientras () muchos de los actuales
grandes productores de petrleo ()
brillaban por su ausencia (), no saban que
tenan petrleo () dnde estaba () cmo
extraerlo. No conocan de lneas ssmicas,
perforaciones, oleoductos, refineras ni
buques cisterna () poco hicieron para
construir el complejo ecosistema que ha
convertido el petrleo en algo valioso.
Contaban, sin embargo, con el derecho de
restringir el acceso a su subsuelo para
captar rentas, exactamente de la misma
manera como lo han hecho los odiados
terratenientes durante siglos. Podan
convertirse en rentistas y vivir del trabajo y la
inventiva de otros.
Ricardo Hausmann
I.-
La inversin en la industria petrolera tiene caractersticas muy especiales:
posee un riesgo geolgico, por la incertidumbre de hallar hidrocarburos;
requiere de montos elevados, que deben desembolsarse al inicio mismo de las
operaciones, con perodos de maduracin en horizontes de largo plazo, y
destinados a la adquisicin y puesta en marcha de activos muy especficos,
dedicados casi totalmente a ese sector; y, en caso de ser exitosa y generadora
de rentas, pueden surgir conflictos polticos cuando el propietario de los
recursos del subsuelo es el Estado y la empresa explotadora de dichos
recursos es de capital privado, nacional o extranjero. Por todo esto, siempre ha
3
sido complejo y riesgoso invertir en el negocio petrolero (Espinasa, 2012). Pero
imaginemos un escenario de principios del siglo XX, en el cual el petrleo
estaba comenzando a alcanzar su determinante rol econmico y estratgico en
todo el mundo, en lo que es considerada una poca de autentica cacera del
hidrocarburo y las variables antes mencionadas tenan una importancia aun
mayor que en la actualidad.
Corra el mes de abril de 1913. Un joven gelogo estadounidense llamado
Ralph Arnold estaba cumpliendo 38 de aos de edad. Pero tuvo poco tiempo
para celebrarlo como cabra esperarse, en su tierra natal, al lado de su esposa,
sus pequeas hijas y el resto de su familia. Por razones de trabajo, bajo
contrato con la empresa Caribbean Petroleum Company -anexa de la General
Asphalt, que haba sido beneficiaria de una concesin para la exploracin y
explotacin de hidrocarburos en suelos venezolanos desde el ao anterior- se
encontraba acompaado de un equipo de colegas y colaboradores en los
territorios del estado Tchira, en Venezuela, cumpliendo una larga travesa de
exploracin del territorio de este pas suramericano, iniciada en septiembre de
1912 y que se extendera por 4 aos, con la clara misin de descifrar su
potencial petrolero.
El paisaje que encontraban a su paso reflejaba varias facetas: por un lado, las
bondades de la madre naturaleza con esta Tierra de Gracia representadas en
una extraordinaria riqueza en flora y fauna pero, por la otra, una sociedad con
marcadas secuelas de 100 aos de revoluciones y dictaduras (Arnold, 2008;
citado por Coronel, 2009); una economa basada en la modesta produccin de
frutas, verduras, huevos y algunos tipos de carne, que resultaban en un
producto interno bruto por habitante inferior al de Argentina, Chile, Colombia,
4
Mxico o Uruguay; carente de servicios pblicos bsicos; con rudimentarios
medios de transporte y escaso control de enfermedades como el paludismo, la
lepra o la tuberculosis; para una poblacin de 2,87 millones de personas, cuya
expectativa de vida era de apenas 29 aos, 75% de las cuales eran
analfabetas, vivan en centros poblados de menos de 2.500 personas y se
ocupaban mayoritariamente en oficios campesinos.
Durante su estancia en nuestro pas, Arnold cont con un equipo de
colaboradores que lleg a estar integrado por 52 jvenes, entre estudiantes de
geologa y profesionales recin graduados provenientes de EEUU y algunos
pocos venezolanos. Este equipo explor y aplic tcnicas de geologa de
superficie en el territorio de 19 estados de la Repblica, prcticamente en cada
rincn que mostrara sntomas de la posible presencia de hidrocarburos y sus
informes, con una precisin y rigurosidad cientfica ceida a los ms altos
cnones de la disciplina para la poca, sirvieron de sustento para el ingreso de
un aluvin de inversiones que financiaron el inicio de la configuracin de
Venezuela como una nacin petrolera por excelencia.
En esos documentos, cuyo contenido posee un incalculable valor desde los
puntos de vista estratgico, histrico y comercial, posiblemente el aspecto que
muchos historiadores pensaran en resaltar con colores llamativos, tal como lo
hicieron los magnates petroleros a principios del siglo XX y por diferentes
razones, es una recomendacin expresa de su autor: la perforacin inmediata
del pozo denominado como Zumaque-1, ubicado en los terrenos del campo
Men Grande, al sureste del Lago de Maracaibo, en el estado Zulia, que
vendra a constituir uno de los estandartes del potencial petrolero venezolano,
5
tal como lo demuestra el hecho de que an se mantenga operativo, 100 aos
despus del inicio de su produccin en julio de 1914.
Sin embargo, al margen del potencial petrolero descrito a su paso por estas
tierras y de las ancdotas personales que rodean la visita de Arnold y de su
equipo, como la aficin del gelogo por las mariposas y lo maravillado que
qued al apreciar su amplia variedad, el hecho de que todos los miembros del
equipo de exploracin contrajeran paludismo o la resistencia que encontraron
en algunos puntos de la geografa nacional por parte de comunidades
indgenas autctonas, es oportuno destacar la descripcin que hacen de un
hallazgo inusual e inesperado para ellos: la existencia y funcionamiento de una
empresa productora de petrleo, de capital privado venezolano, en el campo La
Alquitrana, cerca de la localidad de Rubio, en el estado Tchira. Al respecto,
Arnold (2008) escribi: La refinera tiene 30 aos de antigedad, y aunque el
nico pozo produce solamente 40 galones de petrleo diarios, esta actividad
comercial ha funcionado por varios aos.
Se trataba de la Petrolia, una pequea empresa petrolera que operaba en ese
campo desde 1883 y que representaba la primera experiencia de unos
emprendedores criollos en las actividades de exploracin, procesamiento y
comercializacin del denominado oro negro (Betancourt, 1956).
Constituida legalmente bajo la denominacin de Compaa Hullera del Tchira
en septiembre de 1878, con el objeto social de producir hulla y alquitrn
(DOrazio, 2012), la empresa se cre por la iniciativa del Dr. Carlos Gonzlez
Bona -mdico de profesin, con manejo de la ingeniera y la qumica-, ante lo
observado en algunos arroyos que surcaban esa zona de La Alquitrana, cuyo
nombre se deriva precisamente de las caractersticas oleaginosas de dichas
6
aguas y que se hicieron ms notables a raz de los cambios en la superficie
derivados del terremoto de mayo de 1875. A fin de explotar ese recurso natural,
el Dr. Gonzlez Bona se asocia con su pariente Pedro Rafael Rincones;
Manuel Antonio Pulido, dueo de una hacienda cafetalera en el campo La
Alquitrana; el General Jos Bald, Ramn Maldonado y Jos Villafae.
Ese mismo ao, la novel compaa recibe la autorizacin legal del Gran Estado
de los Andes, que cubra al estado actual de Tchira, para explotar
comercialmente una extensin de casi 100 hectreas en los terrenos de La
Alquitrana por un lapso de 50 aos (Balestrini, 1994). Rincones, uno de los
socios, fue enviado a Pennsylvania en marzo de 1879, para estudiar el know
how del negocio petrolero en una pasanta que se extendi por 1 ao, as como
para adquirir los equipos de perforacin y destilacin requeridos (Martnez,
2012), por un monto de 4 mil dlares (100 mil dlares actuales).
En agosto de 1882 la empresa cambia su denominacin a Compaa Nacional
Minera Petrolia del Tchira y al ao siguiente inicia la extraccin del crudo del
pozo Eureka, en la formacin del cretceo superior denominado Mito Juan y su
posterior conversin en kerosn para ser comercializado en Rubio, San
Cristbal y pueblos circunvecinos.
El monto de la inversin y la metodologa de trabajo empleada en los inicios de
la Petrolia [segn Martnez (2002), desde pozos no muy profundos, extrayendo
el crudo con calicatas, recogindolo a mano, en baldes o exprimiendo mantas
impregnadas] lucen modestos bajo los cnones actuales, pero han pasado a la
posteridad como un emblema de la voluntad creadora de los venezolanos
(Balestrini, 1994), dado que estaba en sintona con el concepto de una
autntica empresa petrolera de la poca y representaban un intento serio de
7
participar en una industria que apenas haba nacido en 1859 en el estado de
Pennsylvania, EEUU, con el kerosn como su principal producto derivado y
comercializado especficamente para satisfacer necesidades de iluminacin
pero que, posteriormente y motivado por diversos factores que incluyen los
altos costos de los productos sustitutos y especialmente el auge de la industria
de los motores de combustin interna (Martnez, 2012), se convertira en la
proveedora de fuentes de energa que ha impulsado el crecimiento econmico
en todo el mundo desde entonces.
Cabe destacar que la Petrolia tuvo una rpida expansin de sus operaciones y
de una cifra inicial de produccin y refinacin de 230 litros diarios en el pozo
inaugural alcanzaron ms de 2.000 litros diarios en 8 pozos diferentes en poco
menos de 10 aos y sus productos fueron distribuidos en toda la regin andina
venezolana, parte del estado Zulia y las poblaciones colombianas cercanas a la
frontera con Venezuela, llegando incluso hasta Pamplona, en el Norte de
Santander (Martnez, 2012).
Sin embargo, este proceso de expansin no pudo mantenerse a lo largo del
tiempo y ya se encontraba literalmente estancado, cuando Arnold y sus
colaboradores se toparon con las instalaciones de la empresa en 1913, que
para ese momento apenas produca y refinaba 150 litros diarios. Entre las
causas explicativas de tal fenmeno no figuran una carencia de los insumos
necesarios para operar o una escasa demanda de los productos a escala
nacional o internacional; o las falencias gerenciales por el cambio de mando
generacional que en efecto pudieron ocurrir.
La variable determinante fue la actitud asumida por los gobernantes criollos de
esos das, impulsando el nacimiento del Estado venezolano moderno bajo la
8
figura prototpica de un terrateniente dueo de un valioso recurso natural y que
otorgaba concesiones indirectas a empresas extranjeras -de manera muy turbia
en la mayora de las ocasiones- para luego pecharlas con impuestos, regalas
y cnones de alquiler de diferente tenor, en procura de sacarle el mximo
provecho posible a la intensa disputa que se inici en territorio venezolano
durante la primera mitad del siglo XX por la obtencin de concesiones para la
explotacin de los hidrocarburos entre empresas estadounidenses y anglo-
holandesas, en el marco de una imperiosa bsqueda del codiciado
hidrocarburo por cualquier rincn del planeta, ante la importancia estratgica,
econmica y poltica que haba adquirido la industria petrolera desde principios
del siglo XX (Estves, 1995).
En consecuencia, no debe resultar extrao que un Estado concebido bajo
esas condiciones careciera del ms mnimo incentivo para permitir o propiciar
el surgimiento de alguna empresa criolla en el sector, de capital pblico o
privado. En efecto, una solicitud introducida en 1938 ante el Ministerio de
Fomento por Dolores Pulido de Brown -pariente y heredera de Manuel Antonio
Pulido, uno de los socios originales de la Petrolia- para la renovacin de la
concesin a su familia ante el intento del Inspector de Minas del Tchira de
apropiarse de los intereses de la empresa en terrenos de La Alquitrana, recibi
una respuesta negativa por parte del Ministro, Dr. Manuel Egaa, ratificando la
caducidad de sus derechos desde 1934 as como la imposibilidad de seguir
explotando los recursos de esa zona.
Tal respuesta estuvo, muy probablemente, influenciada por presiones y
negociaciones diplomticas de empresas transnacionales ante las autoridades
gubernamentales venezolanas o como una secuela del pacto firmado en 1928
9
por representantes de la Royal Dutch-Shell y la Standard Oil para acordar un
reparto de las reas de influencia del negocio petrolero en diversas partes del
mundo, incluyendo los territorios de Mxico y Venezuela. Lo cierto del caso es
que, poco tiempo despus de emitido el oficio de respuesta del Ministerio de
Fomento a la Sra. Pulido de Brown, la zona de la Alquitrana ya estaba bajo el
manejo de capitales extranjeros.
De tal manera que el propio Estado venezolano aupaba un entorno hostil y le
cerraba las puertas a cualquier iniciativa privada nacional en un sector que ya
se avizoraba como el ms rentable y con mayores expectativas de expansin
de cuantos podan existir en Venezuela, limitando su protagonismo en la
economa nacional a los mbitos comercial, financiero y de algunos servicios
(Martnez, 2002).
Formacin y capacitacin del capital humano, generacin de valor agregado,
uso de las tcnicas ms recientes en el negocio, consultora, emprendimiento
empresarialconceptos muy actuales de las ciencias administrativas, que un
grupo de venezolanos aplic en la Petrolia en el ltimo cuarto del siglo XIX; sin
la aparente bsqueda de prebendas, subsidios o algn tipo de apoyo o
proteccin estatal para expandir sus operaciones o suprimir la competencia;
cuyos beneficios deban provenir del trabajo constante y de largo plazo, en la
ms pura esencia del autntico capitalismo, por medio de la disposicin legal
de los recursos del subsuelo venezolano y no como los que muchos
obtuvieron, una riqueza fcil y rpida mediante artimaas para obtener alguna
concesin del Estado y luego ofrecerla en venta o alquiler a cualquier empresa
extranjera (Martnez, 2002) que mostrara inters.
10
Los negocios son sntomas muy claros de lo que pasa en una sociedad; de sus patrones de comportamiento y consumo, de sus valores, problemas, esperanzas y temores.
Toms Straka
II.-
Entre 1784 y 1786 fueron promulgadas las Ordenanzas de Minera de Nueva
Espaa, a travs de las cuales la Corona Espaola extendi a sus colonias los
derechos soberanos sobre los haberes minerales del subsuelo, principios
aplicables a los terrenos conquistados en la actual Amrica Latina y que se
mantienen sin mayores modificaciones luego de ms de 2 siglos de historia
(Giusti, 2003).
En efecto, las Constituciones promulgadas durante todo el siglo XX se
mantuvieron en la misma tnica: las de 1901, 1909, 1914, 1922, 1925, 1928,
1929, 1931, 1936 y 1945 establecan la potestad de los gobiernos regionales
para explotar los recursos naturales en su territorio, exceptuando las minas, en
cuyos casos, cedan al poder nacional lo concerniente a la recaudacin y
administracin de las rentas derivadas de su explotacin.
La Carta Magna de 1947 incluye el poder estatal de reserva exclusiva de la
gerencia de industrias o sectores que puede calificar como de inters pblico,
elementos que se profundizan en la de 1952, al ampliar el radio de accin de
forma expresa hacia los hidrocarburos y en la de 1961, que alega razones de
conveniencia nacional para tal reserva, aun cuando permite la posibilidad de
otorgar concesiones especiales temporales para la generacin de ciertos
bienes y servicios. La Constitucin actual, vigente desde 1999, agrega como
11
elementos de reserva exclusiva para el Estado las actividades de la industria
petrolera y la totalidad de las acciones de Pdvsa, brindando al sector privado la
posibilidad de participar en las filiales de la petrolera estatal (Yegres, 2010).
Pero, lamentablemente, esos derechos soberanos no fue lo nico que se
hered de aquellos tiempos. Straka (2008) seala que en la Venezuela de
1882, la mencionada Petrolia del Tchira, junto con una empresa de transporte
por tranvas en Caracas, a cargo de Flix Rivas y Rafael Henrique, eran los 2
nicos negocios de envergadura en operaciones, cuya constitucin era el
resultado de la inversin de capitales totalmente privados, sin participacin ni
mediacin alguna por parte del Estado y con el nico propsito de satisfacer
necesidades de mercado.
Tal escenario poda considerarse como un claro fracaso de las reformas de
corte liberal aplicadas desde la fundacin de la Repblica en 1830, como parte
de los grandes objetivos que Venezuela se plante tendientes a la formacin
de una economa y un Estado acordes con los fundamentos del capitalismo y el
liberalismo (Straka, 2012) con las variantes propias de la especificidad
venezolana.
En el aspecto meramente econmico, se supona que mediante decretos que
procuraban el respeto a la propiedad o el fomento de las libertades para la
industria y el comercio, se sustentara la multiplicacin de los negocios
capitalistas privados en todo el pas y, con ellos, florecera la prosperidad. Sin
embargo, se trataba de una joven nacin carente de los mnimos atractivos
para los capitales extranjeros, por ejemplo, con un sector agrcola que
sustentaba a la economa nacional, pero cuyos resultados evidenciaban su
mnima competitividad respecto al de sus pases vecinos y en una sociedad
12
donde prevalecan los valores de la igualdad sobre el del individualismo; del
apoyo a los monopolios, privilegios y a las restricciones a la libre actividad
econmica (Rangel, 1975); del rechazo a la riqueza material sobre el xito en
los negocios, sin arraigados patrones de cultura empresarial, trabajo o ahorro
(Straka, 2012).
En un entorno como el anteriormente descrito, y muy a pesar de lo sealado en
cualquier instrumento jurdico, la va ms expedita para tener un negocio
rentable y prspero era mediante la aproximacin y el entendimiento con el
Estado. Se atribuye a Antonio Guzmn Blanco la creacin de ese modelo.
Al considerar que la joven Repblica necesitaba urgentemente de negocios e
industrias de diversos tipos para el crecimiento econmico, que las
condiciones imperantes eran nada propicias para tal propsito, y que los
abundantes recursos naturales disponibles eran de propiedad estatal por
efectos de una tradicin arrastrada desde la poca de la colonia y que
permaneci intacta en las nuevas leyes republicanas, Guzmn atrajo a posibles
inversionistas mediante la oferta de concesiones para la explotacin de tales
recursos para actuar, en muchas ocasiones, no slo como propulsor sino
tambin como socio.
Ese patrn de negocios fue aplicado con bastante similitud por Juan Vicente
Gmez en sus relaciones con las grandes empresas petroleras forneas
algunas dcadas despus. As pues, el Estado moderno venezolano tena esa
falla de origen, al habituarse a operar en un hbitat que no requera
participacin directa de la mayor parte de la sociedad y, en consecuencia,
ajeno a los ms elementales principios de contralora o de rendicin de
cuentas. La sociedad, por su parte, se acostumbr a recibir toda una variedad
13
de bienes y servicios, y no slo los de carcter pblico, mediante la
benevolencia estatal.
El advenimiento del petrleo en un escenario as no result en ningn cambio
del sistema. Muy al contrario, sirvi para reforzar aquello que ramos o que
queramos ser (Straka, 2008). Ahora la renta recibida por el Estado era de tal
magnitud que un estadio inicial en el cual el aparato estatal se permita
funcionar al margen de la sociedad deriv, sin mayores contratiempos, a otro
en el cual ese aparato asumi el papel de repartidor de subsidios para esa
misma sociedad, hasta finalmente lograr que sta dependiera casi totalmente
de l. A medida que creca la renta, el sistema se afianzaba y an ms
poderoso se volva el Estado (Straka, 2012).
Las consecuencias de tal modus vivendi entre el Estado y la sociedad
venezolanos no tardaron mucho en manifestarse. El aumento aparentemente
ilimitado de recursos en las arcas estatales cre y ampli una brecha entre las
magnitudes reales de la capacidad productiva y las posibilidades de consumo
de la nacin (slar Pietri, 1985).
14
No hay recetas mgicaslos pases
exitosos (en la diversificacin de su
economa)han hecho importantes
esfuerzos para invertir en reas
complementarias al recurso natural, ()
en infraestructura y conocimiento, as
como tambin (en) reducir los costos
para los sectores transables y ()
promover la entrada de nuevas industrias,
empresas e inversionistas () Mientras
que la receta econmica puede ser
sencilla, la poltica no lo es.
Alan Gelb
III.-
El manejo de recursos naturales con fines comerciales procura la obtencin de
una renta extraordinaria por su explotacin. Se denomina extraordinaria,
porque permite generar un retorno adicional sobre la tasa normal requerida
por los agentes econmicos para ejecutar un proyecto de inversin, dadas las
condiciones del entorno y la productividad de los factores involucrados. Esta
porcin extra es un reflejo de escasez relativa del commodity que poseen
algunas naciones por mero azar de la naturaleza (De la Torre, 2011).
El manejo de esas rentas extraordinarias provenientes de la explotacin de
recursos naturales y sus consecuencias ha sido objeto de amplios y diversos
estudios entre los investigadores desde hace algn tiempo. Algunos casos de
estudio concretos remiten a lo ocurrido en Holanda desde el descubrimiento de
sus reservas de gas natural en 1959, en Colombia con el incremento de los
precios internacionales del caf durante la dcada de 1960 y para los pases
15
productores y exportadores de petrleo con los bruscos cambios en su
cotizacin desde mediados de los 1970s.
Los efectos para una economa de un sbito incremento en los ingresos por las
exportaciones de un recurso natural se tornan nocivos en funcin de la
dependencia que tal economa presente frente a dicha renta. En especfico,
Corden y Neary (1982, citados por Malone y ter Horst, 2007) plantean que en
pases con una elevada dependencia de un nico recurso, o de un grupo
pequeo de ellos, ocurren disminuciones de la productividad y del rendimiento
de los sectores productores de bienes transables distintos al sector explotador
del recurso natural durante un auge rentista que aprecia y fortalece a la
moneda nacional, situacin que la literatura ha bautizado como la maldicin de
los recursos naturales.
No obstante, investigaciones de ms reciente data no han encontrado
evidencias significativas acerca del efecto determinante de la abundancia de
recursos naturales sobre los niveles de ingreso per cpita, cuando se estudia la
relacin entre dichas variables de forma aislada. Precisamente, al agregarle
variables al anlisis se ha comprobado cmo la calidad institucional, dentro de
la denominada riqueza intangible, juega un rol fundamental en la definicin de
la posesin de recursos naturales como una bendicin o una maldicin para un
pas (Canuto y Cavallari, 2012).
Una economa posee una frgil institucionalidad cuando cierto tipo de
instituciones, que incluyen a un sector privado autnomo y productivo,
funcionan de manera poco clara y transparente frente a la sociedad, de manera
que no cumplen con la debida funcin de actuar como contrapeso frente al
Estado el cual, por esa misma situacin, podr financiar todos los gastos
16
necesarios para su funcionamiento de forma independiente al desempeo de la
economa y de las consecuentes disposicin y capacidad de los ciudadanos
para el pago de impuestos, lo cual le brindar cada vez mayores grados de
libertad frente a la sociedad y le eximir de rendirle cuentas (Rodrguez, 2012).
Algunos autores hacen nfasis en que la calidad institucional se manifiesta en
aspectos concretos que pueden ser demandados por los agentes econmicos
para su accionar productivo en la economa, como los costos de hacer cumplir
los contratos. Vardy (2010, citado por De la Torre, 2011) argumenta que, en
funcin de la complejidad implcita en el proceso de produccin eficiente de un
bien o de prestacin de un servicio, sus productores demandarn mayor
calidad institucional en forma de costos transaccionales ms fciles de cubrir.
Para los bienes de compleja manufactura y alta tecnificacin, que requieren del
concurso de dos o ms empresas, esa demanda ser mayor; aplicndose
exactamente lo contrario para bienes ms simples de producir, como las
materias primas.
En todo caso, la experiencia y la evidencia histrica permiten verificar que, en
ausencia de instituciones de calidad, el inmenso control poltico que recibe un
Estado que maneje discrecionalmente una renta de ese tipo conduce, casi
necesariamente, a un mal manejo de la misma, a travs de 2 vertientes: en la
primera, mediante el empleo procclico, poco eficiente y poco equitativo de ese
dinero, basado en criterios polticos; lo cual conduce a la segunda, reflejada en
los incentivos que surgen para los agentes econmicos de cambiar su patrn
de conducta y dirigir sus recursos y esfuerzos hacia la captura de la mayor
parte posible de dicha renta (Malone y ter Horst, 2007), por ejemplo al invertir
en sectores vinculados directamente con la industria del recurso natural pero
17
que poco aportan al resto de la economa (De la Torre, 2011) en lugar de
hacerlo hacia sus reas naturales de inversin productiva y de generacin de
valor agregado (Rodrguez, 2012).
De la Torre (2010) advierte que este proceso de bsqueda de rentas o rent-
seeking behavior, puede tomar caminos lcitos (relaciones pblicas e
institucionales) o ilcitos (corrupcin, sobornos) y brindar mayores rditos a
aquellos sectores en la sociedad que se destaquen por ser ms poderosos, por
disponer de mayores recursos econmicos y -por ltimo, pero quizs lo ms
importante- por contar con algn vnculo con el Gobierno que le facilite el
acceso a la renta.
Paradjicamente, para el resto de la sociedad, y en afn de una supuesta
mayor equidad en el gasto, el Estado dirige una serie de polticas sociales y
subsidios generalizados cuyo diseo responde, la mayora de las veces, a
cubrir necesidades de corto plazo, que le generan mayor dependencia del
mismo Estado y que en poco contribuyen con una insercin duradera y
productiva al circuito econmico (Rodrguez, 2012).
El resultado comn a las experiencias de este tipo, ha sido la volatilidad en los
indicadores macroeconmicos, lo cual dificulta el surgimiento de nuevos
sectores e industrias productivas, concentrando an ms el poder econmico y
de toma de decisiones en el Estado, generando un crculo vicioso (Manzano,
2012) de auges y cadas del producto en funcin, casi exclusiva, de la dinmica
de los fundamentos del mercado del recurso natural.
En este sentido, el estudio de casos de diferentes pases en aos recientes
parece confirmar la existencia de una relacin entre la cotizacin de las
materias primas o commodities en los mercados internacionales y los ndices
18
de libertad de los habitantes de los pases exportadores de dichas materias y
que padecen de la maldicin de los recursos naturales.
Esta teora fue bautizada como la primera ley de la petropoltica, bajo la cual,
segn Friedman (2006), los pases petroleros dependientes de este tipo de
commodities que carecen de un slido tejido institucional tienden a mostrar
claros retrocesos y prdidas en aspectos ya de por s dbiles en esas
sociedades, como las libertades ciudadanas; la independencia de los poderes
pblicos; la celebracin de procesos electorales insesgados y transparentes; y
en el Estado de Derecho en general, cuando se incrementa el precio promedio
del barril de petrleo en los mercados internacionales.
De forma inversa, al perder terreno la cotizacin del crudo y disminuir la renta
derivada de su explotacin, los pases productores y exportadores se
encontrarn en dificultades derivadas de la excesiva dependencia, por lo que
tienen que recurrir, en ocasiones de manera forzosa, a reformas conducentes a
disminuir el peso del aparato estatal sobre la economa y crear las condiciones
necesarias para la expansin de sectores distintos al petrolero y, en ltima
instancia, a la diversificacin econmica.
Friedman (2006) pone como casos particulares de aplicacin de la faceta
perniciosa de la ley de la petropoltica a pases como Angola, Egipto, Guinea
Ecuatorial, Irn, Nigeria, Rusia, Arabia Saudita o Venezuela, cuyos Estados
nacieron y se mantienen, en gran medida, dependientes de la renta petrolera
para su funcionamiento. De forma contraria; Canad, EEUU, Noruega o el
Reino Unido de la Gran Bretaa ya disponan de un Estado consolidado y
dependiente de los tributos de la sociedad cuando descubrieron y comenzaron
19
a explotar sus reservas petroleras, lo cual les ha permitido mantenerse ajenos
a las pautas de la ley.
En ese mismo orden de ideas Ross (2001), seala tres mecanismos con
posible capacidad explicativa de la relacin negativa entre los ingresos por
exportaciones petroleras y los gobiernos con perfiles autoritarios: los efectos
rentista; de represin y de modernizacin.
1.- Un "efecto rentista", segn el cual los gobiernos utilizan los
petrodlares para el alivio de presiones sociales que, de no ser
atendidas, pueden desencadenar demandas ciudadanas de mayor
responsabilidad y rendicin de cuentas. Esto es, la poltica fiscal y el
gasto pblico como variables determinantes del tipo de rgimen, por
lo cual los gobiernos con grandes presupuestos y financiados
bsicamente por ingresos petroleros tienen mayores probabilidades
de ser autoritarios; mientras que los gobiernos con un impacto
menor sobre la actividad econmica y cuyos ingresos fiscales se
componen mayormente de impuestos ajenos a la actividad petrolera,
sean ms propensos a convertirse en regmenes democrticos.
Existen 3 vas para la manifestacin de este efecto: una baja o nula
presin tributaria para los ciudadanos de estos pases, los cuales
sern menos proclives a pedir cuentas y representacin en el
gobierno; un elevado gasto pblico en clientelismo o satisfaccin de
intereses especiales de sectores especficos, reduciendo las
presiones latentes sobre el sistema autoritario y, por ltimo, el
incentivo que tendr el Estado para utilizar sus abundantes ingresos
20
petroleros y evitar la formacin de organizaciones no
gubernamentales independientes del Estado e inclinadas a exigir
derechos civiles.
2.- Un efecto de represin, que conduce a los gobiernos de pases
ricos en recursos naturales a gastar ms en seguridad interna,
mediante la configuracin de fuerzas militares poderosas, para
bloquear las posibles aspiraciones de la poblacin por un sistema
ms libre y democrtico. Esta tendencia puede explicarse por puro
inters propio o por los posibles conflictos tnicos o regionales que
podran surgir ante una sbita riqueza mineral concentrada
geogrficamente y sus consecuentes intentos de captura por parte
de diferentes grupos en la sociedad.
3.- Un efecto de modernizacin, segn el cual la democracia nace
por los positivos cambios sociales y culturales que puede
experimentar una sociedad, en especial en el plano educativo y de la
capacitacin de la fuerza laboral. Segn Inglehart, (2001; citado por
Ross, 2001), una poblacin total ms educada y una fuerza de
trabajo ms especializada que tienda a desplazarse hacia los
sectores secundario y terciario de la economa, sern ms capaces
de organizarse en procura de sus mejores intereses, tomar sus
propias decisiones y negociar frente a los grupos de inters
econmico. La lgica detrs de este planteamiento argumenta que
la democratizacin de la sociedad vendra a ser una consecuencia
21
de los mencionados cambios sociales que, a su vez, deben ser
propiciados por el desarrollo econmico y, en ese aspecto, la renta
extraordinaria de los recursos naturales puede cumplir una
importantsima funcin.
Si el propsito de un gobierno autoritario y dependiente de las materias primas,
es incrementar su poder sobre la sociedad y mantener a los opositores
desmovilizados, cualquiera de los tres efectos ha demostrado funcionar por s
mismo de manera individual y, a su vez, tambin es posible aplicar con xito
alguna combinacin (Ross, 2001).
22
Indistintamente del nivel de gobierno,
un buen manejo (de los recursos
naturales) es una precondicin para un
buen desempeo () Los recursos
naturales son activos intensivos en
gobernabilidad.
James Evans y otros
IV.-
Ante estas premisas, la lgica apunta hacia la gobernabilidad y la calidad
institucional como elementos clave para que la riqueza de recursos naturales
pueda devenir en resultados econmicos positivos para el pas que los posea.
Los datos evidencian que esto adquiere una mayor importancia en los casos de
algunos pases en vas de desarrollo, cuya riqueza est compuesta por
recursos naturales en un proporcin considerable (Evans y otros, 2006). Es
necesario entonces definir una medida ampliada de la actual riqueza de las
naciones, estimada por el Banco Mundial (2006), la cual est compuesta de:
capital producido (maquinarias, infraestructuras, urbanismos),
capital natural [fuentes de energa (petrleo, gas natural, carbn),
minerales (bauxita, cobre, oro, hierro, nquel, fosfato, plata, zinc),
recursos forestales y no forestales, reas protegidas] y
capital intangible (un reflejo del capital humano y la calidad institucional,
diferencia entre la riqueza total y la suma del capital producido y el
capital natural).
23
Fuente: Banco Mundial.
El capital intangible es el principal componente de la riqueza en la mayora de
los pases y su participacin est en funcin de la diversificacin de la
economa de un pas y su consecuente nivel de ingreso medio: es mayor en
aquellos pases de elevados ingresos (80% en 2005) y economas
diversificadas y se reduce en funcin de si el nivel de ingreso es medio (68%) o
bajo (59%).
Para los pases poco diversificados y altamente dependientes de recursos
naturales, sin embargo, la situacin es distinta. Especficamente, para pases
exportadores de petrleo y con economas poco diversificadas, este tipo de
capital alcanzaba slo 10% de su riqueza total en 2005, en una clara
manifestacin de los psimos resultados de combinar instituciones dbiles y
abundancia de recursos naturales.
Por otra parte, Evans y otros (2006) plantean que los recursos naturales son un
tipo especial de bienes porque su produccin no depende de la accin humana
59,0068,00
80,00
10,00
16
19
17
35
2513
3
55
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Bajos ingresos Ingresos medios Ingresos altos Exportadores depetrleo
Composicin de la riqueza mundial. 2005Grupos de pases por nivel medio de ingresos.
Capital intangible Capital producido Capital natural
24
pero s su gestin la cual, si se lleva a cabo de forma racional, puede generar
rentas que permitan financiar el desarrollo. La transformacin de esos recursos
y las rentas que genera su explotacin en crecimiento econmico y social
sostenido para una nacin depender, entre otros factores, de la poltica
econmica general; de las instituciones y el clima para la gobernabilidad; as
como de la posible influencia de los grupos de inters.
En ese mismo orden de ideas, el Banco Mundial (2006) proyecta que el
desempeo econmico y social de un pas a largo plazo est sujeto a los
cambios en la estructura de su riqueza, medida bajo el formato anterior, de tal
manera que un pas entrara en el crculo virtuoso del crecimiento sostenido en
la medida en que su riqueza total se transforme y dependa cada vez ms del
capital intangible, en detrimento del capital producido pero, sobre todo del
capital natural.
Atkinson y Hamilton (2003, citados por Evans y otros) demostraron que existe
una salida para la maldicin si se destinan los recursos provenientes de la
renta de los recursos naturales para la inversin y no para el gasto pblico
corriente, lo cual permite transformar el capital natural en capital producido y
en capital intangible: en el levantamiento de la infraestructura y la adquisicin
de los equipos necesarios para la produccin de todo tipo de bienes y servicios;
as como tambin en la formacin y capacitacin de la fuerza de trabajo, de
manera respectiva.
Esta regla cobra mayor importancia cuando la renta procede de recursos
naturales no renovables, los cuales, se consumen y agotan. El buen
desempeo de los pases ricos en commodities est sujeto, en consecuencia, a
la calidad de las polticas pblicas y de las instituciones en general. Los
25
commodities son intensivos en gobernabilidad y no tanto en capital o en mano
de obra (Evans y otros, 2006).
Fuente: Banco Mundial.
A manera de ejemplo, si se establece una comparacin de la composicin de
la riqueza total de 6 pases petroleros de Amrica Latina y los cambios
ocurridos entre 1995 y 2005, se observa que, aun cuando todos los pases
incrementaron sus acervos de riqueza total en trminos absolutos, destacan
Colombia, Mxico y Per por sus avances en las reformas tendientes a
disminuir su dependencia del recurso natural, al incrementar su porcin relativa
de capital intangible y disminuir la de capital natural, a diferencia de lo ocurrido
en los casos de Brasil, Ecuador y Venezuela donde los resultados muestran
exactamente lo contrario. Para estos 2 ltimos pases, el capital intangible
disminuy tanto en trminos relativos como absolutos.
69 72
49
74 71
40
16 13
16
16 19
21
15 15
35
10 10
39
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Brasil Colombia Ecuador Mxico Per Venezuela
Composicin de la riqueza. 1995.Pases seleccionados de Amrica Latina.
Capital intangible Capital producido Capital natural
26
Fuente: Banco Mundial.
En la bsqueda de propuestas para mitigar el impacto de la maldicin se ha
llegado a considerar enfoques sociales, de economa poltica y de contrato
fiscal (Rodrguez, 2012). El primero de ellos, plantea la transferencia directa
de la renta del recurso natural, o de una parte de ella, a los habitantes del pas
productor, a fin de limitar la discrecionalidad de los gobiernos en su uso y
distribucin. A fin de optimizar la poltica social, las propuestas apuntan a
entregar a cada ciudadano una cuota de la renta, sujeta o no a su empleo en
aspectos especficos del capital humano o de la seguridad social, como la
salud, la nutricin, la educacin, la vivienda o las pensiones.
Algunas versiones de este enfoque sealan la conveniencia de dirigir estas
transferencias nicamente a las personas ubicadas en los estratos
socioeconmicos ms bajos, para aliviar o reducir la pobreza y la pobreza
extrema mediante el ataque a sus causas estructurales, al tiempo que se evitan
las distorsiones e ineficiencias burocrticas propias de los subsidios
67 73
34
7972
32
1413
17
1616
23
19 14
49
513
45
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Brasil Colombia Ecuador Mxico Per Venezuela
Composicin de la riqueza. 2005.Pases seleccionados de Amrica Latina.
Capital intangible Capital producido Capital natural
27
generalizados y de las polticas tradicionales de oferta de muchos de estos
bienes y servicios de atencin social. La experiencia en algunos pases de
Amrica Latina, certifica su efectividad para reducir los ndices de pobreza por
ingresos y aumentar la demanda de los servicios educativos y mdico-
asistenciales por parte de los grupos familiares beneficiarios de estos
programas.
No obstante, no se han observado diferencias significativas en los indicadores
globales de nutricin, salud o desempeo escolar como consecuencia de la
aplicacin de programas de este tipo, posiblemente por la reduccin en la
calidad y efectividad de los servicios debidas a la combinacin de una mayor
demanda y una oferta insuficiente, tanto en cantidad como en calidad
(Rodrguez, 2012).
El segundo enfoque, de economa poltica, incluye la aplicacin de reformas
tendientes a reducir la volatilidad e inestabilidad macroeconmica propias de
los pases dependientes de la produccin y exportacin de recursos naturales,
adems de procurar el logro de objetivos concretos en eficiencia y equidad. La
agenda de reformas apunta, bsicamente, a polticas fiscales anticclicas, que
estabilicen los indicadores macroeconmicos y mitiguen el impacto de las
bruscas oscilaciones de los precios internacionales de los commodities.
Especficamente, se propone la constitucin de fondos especiales de ahorro o
de estabilizacin; los primeros, se basan en una regla de reservar un
porcentaje fijo del ingreso proveniente de la renta del recurso natural para
futuros gastos, procurando acumular recursos a lo largo del tiempo, a fin de
garantizarle a las futuras generaciones el disfrute de los beneficios del negocio
del recurso natural; los segundos, retienen una parte del excedente en los
28
perodos de precios altos del recurso natural para subsanar el ingreso cuando
los precios bajen, sin la intencin de acumular recursos en el largo plazo, a fin
de ordenar y equilibrar las finanzas pblicas. Sin embargo, la aplicacin de
este tipo de medidas no resulta muy atractiva polticamente, ya que sus
beneficios se manifiestan a mediano o largo plazo, en claro contraste con sus
inmediatos costos.
El tercer enfoque, de contrato fiscal, proyecta un empleo ptimo de la renta
proveniente de la explotacin de los recursos naturales mediante la
configuracin de una fuerte y armnica relacin entre el Estado y los
contribuyentes. Todo tributo supone un traspaso de recursos de los particulares
hacia el Estado, por lo cual stos, al pagar, se ven inclinados a exigir una
contraprestacin, generalmente en la forma de ms y mejores bienes y
servicios pblicos.
Cuando un pas basa una fraccin importante de sus ingresos pblicos en la
renta de un recurso natural se genera una situacin diferente, ya que el Estado
no depende tanto de los aportes de sus ciudadanos para operar, por lo cual
supone que no recibir muchas exigencias de buen desempeo. A fin de
solventar situaciones como esta, se propone la distribucin de los derechos de
propiedad sobre la industria que explota el recurso natural de forma directa y
equitativa entre todos los habitantes del pas, concretamente en forma de
dinero proveniente de la renta, previa retencin de impuestos.
Con ello se perseguiran diversos objetivos, entre los que destacan: una mayor
transparencia y contralora sobre el uso de los fondos pblicos; la reduccin de
la dependencia de las finanzas pblicas de la renta del recurso natural, al
estimular la ampliacin de la base tributaria no ligada a la industria del recurso;
29
adems de la delimitacin resultante en la discrecionalidad en el gasto de dicha
renta (Rodrguez, 2012).
Hara falta un serio y denso tratado de
metahistoria para poner en su sitio tanta
() descaminadora produccin de
significados respecto de la maldicin del
petrleo como ha producido buena parte
de la historiografa venezolana cuando le
da por nuestro siglo XX () un relato
extrapunitivo, descoyuntado y moralista
(que) se nutre de halagadoras
supersticiones intelectuales, () de
mximas antimperialistas segregadas por
el marxismo vulgar, de ideas recibidas y
puestas de nuevo a circular, de
generacin en generacin, sin someterlas
al menor examen.
bsen Martnez
V.-
Desde las primeras manifestaciones de la existencia de hidrocarburos en el
subsuelo venezolano y, ms importante an, del reconocimiento de su
relevante cuanta para efectos econmicos y comerciales a principios del siglo
XX, el petrleo ha marcado el desarrollo econmico, social y poltico de
Venezuela (Pacheco, 2006).
30
Fuente: Banco Mundial.
Aun cuando la gran mayora de los distintos componentes de la sociedad
venezolana reconocen, al menos desde hace tres dcadas, la necesidad
imperativa de construir una economa diversificada, los indicadores siguen
sealando una extrema y peligrosa dependencia de la economa nacional
respecto de la renta petrolera.
Fuentes: OPEP. Banco Central de Venezuela. Clculos propios.
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
19
80
19
81
19
82
19
83
19
84
19
85
19
86
19
87
19
88
19
89
19
90
19
91
19
92
19
93
19
94
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
20
06
20
07
20
08
20
09
20
10
20
11
20
12
Importancia de la renta petroleraen la economa venezolana
Diferencia entre el valor de la produccin de crudoa precios mundiales y los costos de produccin,como porcentaje del PIB.
75
95 91 89
8072
83 869525
5 9 1120
2817 14
5
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
Exportaciones de VenezuelaExportaciones petroleras Exportaciones no petroleras
31
Fuentes: Pdvsa. Banco Mundial.
Basta revisar el historial petrolero de Venezuela para comprobar que durante
un lapso que ya abarca un siglo, la relacin entre la sociedad, la industria y el
Estado no ha estado exenta de tensiones y polmicas, partiendo de una
primera etapa de 50 o 55 aos de duracin en la cual la industria petrolera era
operada por empresas extranjeras, hasta llegar a la fase actual que, desde
1976, la mantiene bajo la gida del Estado venezolano.
Sigue siendo una materia pendiente el logro de una mayor participacin de la
sociedad, agente que ha sido relegado a un papel pasivo (Torres, 2000), en un
marco de armona y beneficio mutuo para todos los participantes en ese idilio
con un recurso natural que ha sido, y seguir siendo por muchos aos ms,
nuestra principal oportunidad de desarrollo (Pacheco, 2006).
Durante ese perodo inicial, precisamente, se produjo gran parte de la
sabidura convencional venezolana respecto al petrleo, la gerencia de la
industria y su significado para la vida nacional (Pacheco, 2006); en un enfoque
que considera a este recurso como un elemento daino para los valores
0
20
40
60
80
100
120
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
110
120
19
90
19
91
19
92
19
93
19
94
19
95
19
96
19
97
19
98
19
99
20
00
20
01
20
02
20
03
20
04
20
05
20
06
20
07
20
08
20
09
20
10
20
11
20
12
US$
MM
M c
orr
ien
tes
Gasto pblico y precio del petrleo venezolano
Precio de la cesta petrolera venezolana (US$/barril)
Gasto del Gobierno central (US$ MMM corrientes)
32
propios de una sociedad que durante mucho tiempo haba fundamentado su
economa en una modesta actividad agrcola y algunos servicios pero que, de
manera imprevista, reciba un torrente de ingresos no provenientes de la
inversin o del trabajo productivo sino del repentino apetito de las grandes
potencias mundiales por un recurso natural devenido en elemento estratgico.
Bajo esta escuela de pensamiento, el petrleo constitua algo ajeno a la
esencia del venezolano tpico, un recurso natural no renovable, cuya utilidad y
provecho econmico tendran una vida relativamente corta.
Arturo slar Pietri, Alberto Adriani Mazzei y Juan Pablo Prez Alfonzo fueron
los principales voceros de esa tendencia, que con brillantez adverta acerca de
las dificultades que vendran aparejadas, en distintos rdenes, si la sociedad
venezolana no era capaz de asimilar adecuadamente la responsabilidad de
administrar un recurso capaz de brindarle mucha riqueza, pero que ellos
consideraban agotable y transitorio, por supuesto, bajo las perspectivas propias
de la poca.
Desde las clebres consignas de la necesidad de la siembra petrolera de
slar Pietri en 1936, y la advertencia de Prez Alfonzo cuatro dcadas despus
de hundirnos en el excremento del diablo, dichas propuestas poseen un
incalculable valor histrico para demostrar la capacidad analtica de la
intelectualidad venezolana de evaluar y diagnosticar acertadamente las
condiciones propias del entorno nacional e internacional en distintas fechas de
nuestra historia. En efecto, se atribuye a slar Pietri la visin primaria y la
advertencia del tipo de relacin que los venezolanos formalizamos, aunque
realmente fue el Estado en nuestro nombre, con el negocio petrolero, desde
principios del siglo XX (Martnez, 2010b).
33
Sin embargo, las recomendaciones de estos acadmicos para resolver los
problemas y orientar el rumbo de la sociedad y la economa venezolana en los
aos por venir han ido perdiendo vigencia de forma sostenida, en especial por
el hecho de que Venezuela se ha ubicado recientemente como la nacin con
las mayores reservas petroleras en todo el mundo, un total de 298.435 millones
de barriles las cuales, al ritmo de produccin de 2,78 millones de barriles
diarios, se agotaran en un lapso de 294 aos.
Los tiempos y las circunstancias han cambiado, pero quizs no nos hemos
dado cuenta y nos hemos aferrado a algunos dogmas. Por ejemplo, luego de
transcurridas casi 4 dcadas de manejo nacional de la industria petrolera se
puede afirmar con propiedad que los venezolanos aprendieron el know how del
negocio, capacitaron a su personal y, en trazos gruesos, han logrado manejar
el negocio de manera solvente; pero no han sido capaces de crear un nuevo
enfoque, una nueva narrativa, que deje de considerar el usufructo de la renta
petrolera casi como algo pecaminoso, al petrleo como un recurso agotable, a
la inversin extranjera como una fuente de explotacin o al Estado como ente
monoplico en la recepcin y distribucin de la renta petrolera, premisas que
siguen prevaleciendo sobre los encargados de disear y aplicar las polticas en
materia energtica en nuestro pas.
Cabe destacar en este punto, el significado que para la opinin pblica ha
tenido lo ocurrido en 1976 con la industria petrolera, lo cual se mostr ante los
ojos del venezolano como una nacionalizacin del petrleo, cuando en
realidad se trataba de una estatizacin o transferencia de los activos de la
industria propiedad de las empresas extranjeras hacia el Estado venezolano,
en un adelanto del vencimiento de las concesiones pautada para 1983 por la
34
Ley de Hidrocarburos de 1943, dado que el petrleo, como recurso natural,
nunca haba deja de ser propiedad de la nacin.
Straka (2012) advierte acerca de la pica nacionalista, con ribetes de herosmo,
que se ha tejido en torno a este cambio de mando, como un triunfo ante el
domino del capital extranjero de las grandes economas mundiales en nuestro
territorio y sobre nuestros recursos, al eliminar el contrapeso que significaba la
presencia de dicho capital y sus intereses sobre el Estado venezolano y la
autonoma sobre el uso de sus recursos naturales.
A fin de cuentas, el resultado de tal proceso -si bien demostr la capacidad
tcnica, operativa y gerencial de los venezolanos para operar la industria- al
eliminar el nico contrapeso que tena el Estado venezolano, lo termin
dotando de un inmenso poder de decisin y de mando sobre la sociedad toda,
al convertirlo en una compleja figura intermediaria que dispone de la principal
fuente de ingresos del pas para supuestamente actuar en nombre de dicha
sociedad al gastarlos o invertirlos, pero que en la prctica lo hace a su libre
albedro debido a su naturaleza claramente poltica, que lo ubica en un espacio
de autoridad por encima de los ciudadanos y en algo muy distinto a lo que
ocurrira, por ejemplo, con cualquier otro organismo financiero o administrativo
que esperara recibir rdenes del dueo de la renta para actuar (Torres, 2000).
Desde el inicio de la industria petrolera en Venezuela el accionar del Estado en
su rol de dueo de los recursos naturales y receptor de la renta derivada de su
explotacin tena que negociar y lograr acuerdos de entendimiento con las
concesionarias extranjeras en una suerte de relacin, a ratos armoniosa, a
ratos conflictiva, como la que suele presentarse entre un terrateniente y quien
explota los recursos de la tierra de su propiedad. A partir de all, con distintos
35
ritmos, el Estado fue avanzando en su dominio sobre el negocio petrolero en
territorio venezolano hasta llegar al punto de inflexin de 1976, en el cual, como
ya se mencion, el Estado pierde ese contrapeso y queda como nico
protagonista en la escena.
Con sus especificidades y distintivos rasgos, los sucesivos gobiernos
venezolanos durante los ltimos 60 o 70 aos han disfrutado de un inmenso
poder econmico, sin hacer mayores esfuerzos por cambiar ese estado de
cosas al formular polticas petroleras basadas en un criterio de reservas
probadas finitas. El patrn aplicado ha sido el mismo, sin importar la
orientacin ideolgica del gobierno de turno: desde el nacionalismo militarista,
o las pticas socialdemcrata y democratacristiana bajo un manto democrtico,
hasta desencadenar en el denominado socialismo del siglo XXI que aade a la
frmula de Estado de Bienestar e intervencionismo, la amenaza a la supresin
de la propiedad privada (Straka, 2012).
Los ltimos tres lustros
Con el nuevo gobierno iniciado en 1999, la industria petrolera venezolana ha
sufrido una transformacin radical. Desde un principio, se comenzaron a definir
las lneas de accin representativas del nuevo esquema de trabajo para Pdvsa
y las empresas extranjeras que operaban en el sector a raz del proceso de
apertura petrolera llevado a cabo entre 1994 y 1997. En primer lugar, la
defensa de la membresa de Venezuela en la Organizacin de Pases
Exportadores de Petrleo, por lo cual Venezuela se adhiri a las polticas de
recorte de produccin acordados por la organizacin para la defensa del precio
del barril de crudo.
36
En segundo lugar, la visin de Pdvsa como una empresa enteramente estatal,
rechazando cualquier mecanismo parecido a su privatizacin parcial o total,
incluso con una mencin al respecto en la Constitucin promulgada en 1999. Al
respecto, se inici una revisin profunda de la estructura de funcionamiento de
las empresas constituidas con capital extranjero bajo el proceso de apertura
petrolera, que incluy la promulgacin de una nueva ley de hidrocarburos en
2001 que, aun cuando mantena la presencia y participacin extranjera en la
industria, le impona nuevas y severas condiciones, como una participacin
accionaria mnima de 51% de Pdvsa en el capital de todas y cada una de las
empresas que operaran en el territorio nacional, tras lo cual todas las
asociaciones estratgicas, convenios operativos y convenios de operacin a
riesgo y ganancias compartidas tuvieron que migrar forzosamente a empresas
mixtas adaptadas a dicha proporcin accionaria (Rojas, 2013). Este proceso,
no obstante, no ha sido fcil, porque Exxon Mobil y Conoco Phillips consideran
que salieron perjudicadas e introdujeron ante el Centro Internacional de Arreglo
de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) solicitudes de arbitraje contra
Pdvsa por incumplimiento de contrato.
En tercer lugar, el impulso de Pdvsa como una empresa cuyas actividades no
deban limitarse a los mbitos de su natural actividad industrial y comercial
sino que, al contrario, deba expandirse ms all de los linderos propios de la
responsabilidad social empresarial de la gerencia moderna o incluso, en uno de
sus aspectos ms polmicos, su empleo como instrumento poltico. De esta
manera, la empresa inici una participacin activa, por ejemplo, en la
importacin, produccin y distribucin de alimentos; en el financiamiento de
programas sociales de educacin, salud y vivienda; o incluso en la
37
constitucin de fondos paralelos al presupuesto nacional a libre disposicin del
Poder Ejecutivo y el empleo del crudo o sus derivados con propsitos
diplomticos a pases afines a la ideologa del Gobierno (Rojas, 2013), por
ejemplo, con el suministro bajo condiciones extraordinarias y preferenciales a
pases de Centroamrica y el Caribe y el acuerdo del Fondo Chino, que incluye
el otorgamiento de crditos a Venezuela para ser cancelados con petrleo.
El nombramiento de una nueva Junta Directiva en Pdvsa y la velada intencin
de utilizar a la estatal petrolera como herramienta poltica, entre otros aspectos,
causaron un grave enfrentamiento de la gerencia de Pdvsa con el Gobierno,
desencadenando los graves sucesos polticos e institucionales y el paro
petrolero de 2002 y 2003, que caus colosales consecuencias, entre las cuales
figuran el despido de 20.000 trabajadores de la industria por su supuesta
participacin en dichos sucesos.
38
El fantasma del 27 de febrero (de 1989)
recorre las mentes de quienes se
convirtieron en los principales
beneficiarios del estallido.
Lus Pedro Espaa
VI.-
Un tema lgido para el debate pblico en Venezuela ha sido, desde hace ya
varios lustros, el del precio interno de los combustibles en general, y el de la
gasolina en particular. Demasiados mitos, desinformacin y populismo han
rodeado al tema y permitido que cualquier aproximacin al raciocinio
econmico o al ms elemental sentido comn haya sido desplazada por el
clculo y los intereses polticos.
Los precios vigentes de un litro de gasolina en Venezuela son de 0,07
bolvares y 0,097 bolvares para las de bajo y alto octanaje, respectivamente.
Estas cifras equivalen a 0,28 y 0,39 centavos de dlar al tipo de cambio PPA.
Desde abril de 1996, esos montos se han mantenido inalterados, a pesar de
que en los 18 aos y 2 meses transcurridos hasta junio de 2014, los precios de
los bienes y servicios en bolvares que componen el ndice de Precios al
Consumidor para el rea Metropolitana de Caracas, han tenido un incremento
acumulado de 9.300%, mientras que el tipo de cambio PPA lo ha hecho en
6.150%.
No debe resultar extrao, entonces, que el consumo interno de gasolina se
haya disparado, aun considerando la natural expansin del parque automotor
venezolano, hasta alcanzar 323 mil barriles diarios durante 2013, equivalentes
a 51,357 millones de litros diarios o 625 litros anuales por persona, una cifra
39
ocho veces mayor al consumo de Colombia, por ejemplo, donde el combustible
se expende en un precio de alrededor de $1,27 por litro, sin subsidio y cnsono
con el precio promedio mundial de $1,36 por litro.
Las cifras son contundentes. Los nicos beneficiarios directos del precio de la
gasolina en Venezuela son los dueos de vehculos particulares en forma de
traslados sumamente baratos bajo cualquier comparacin, tanto con otros
bienes de la economa nacional, como con el precio de los combustibles en
Amrica Latina y el Caribe, sin mencionar otras latitudes de EEUU, Europa o
Asia. El resto de la sociedad se ve afectada. Por ejemplo, los millones de
usuarios de los diferentes medios de transporte pblico, por los constantes
incrementos en los precios de los boletos -aun considerando los subsidios
estatales- motivados por los cada vez mayores costos para la prestacin del
servicio.
El mayor perjudicado directo y visible, sin embargo, parece ser el propio
Estado venezolano, en la figura de Pdvsa, por las prdidas contables y el costo
de oportunidad del esquema de precios vigente para la gasolina en el pas.
Tres mecanismos participan de este perjuicio: las prdidas generadas al no
cobrarle a las empresas expendedoras de gasolina al detal por la entrega del
combustible; el monto destinado a cubrir la diferencia entre el margen
consensuado de comercializacin para dichas empresas y el precio de venta
del combustible para el consumidor final y, por ltimo, el costo de oportunidad
que representa la diferencia de precios entre el mercado venezolano y el del
resto del mundo.
Los dos primeros mecanismos se sustentan en los acuerdos que el Gobierno
estableci con las empresas expendedoras de gasolina al detal respecto al
40
margen de comercializacin del negocio en todo el territorio nacional el cual se
mantiene, desde octubre de 2013, en Bs. 0,28 por litro, superior a los precios
de venta al pblico para los 2 tipos de gasolina (Bs. 0,07 y Bs. 0,097).
Para que tales empresas reciban ese margen y se garantice el normal
suministro de combustibles en el mercado domstico venezolano, Pdvsa ha
optado por entregarle de forma gratuita cada litro de gasolina, autorizarlas a
cobrarle al pblico los precios antes mencionados y pagarles el diferencial. Por
ejemplo, cuando las estaciones de servicio reciben de Pdvsa un litro de
gasolina de alto octanaje, no le pagarn nada a la empresa estatal, recibirn de
ella Bs. 0,183 y le cobrarn al pblico los restantes 0,097 bolvares para
completar su margen de comercializacin de 0,28 bolvares por litro.
Asumiendo una distribucin equitativa de ventas de los 2 tipos de gasolina
dentro de un consumo total diario de 51,357 millones de litros, al no cobrarle a
las estaciones de servicio por la gasolina, Pdvsa debe absorber completamente
sus costos explcitos de produccin de 102,71 millones de bolvares, adems
de reconocer otros 4,29 millones de bolvares como costos implcitos en forma
de los ingresos que debera recibir en caso hipottico de cobrar por el
combustible; a lo cual se aaden los otros 10,09 millones de bolvares que la
estatal petrolera le paga a las estaciones de servicio para que cubran su
margen de comercializacin, sumando un subsidio total de 117,09 millones de
bolvares diarios que resultan en 42.739,30 millones de bolvares anuales
(1.709,57 millones de dlares PPA).
El tercer mecanismo implica el costo de oportunidad reflejado en el diferencial
entre los resultados financieros para Pdvsa al vender la gasolina de la forma
antes descrita y si lo hiciera bajo los precios internacionales del combustible, en
41
un promedio de 1,36 dlares por litro. Los clculos indican que si los 51,357
millones de litros que se consumen diariamente se cobraran a un precio
unitario de Bs. 34 (equivalente en moneda nacional, calculado a la tasa de
cambio PPA), Pdvsa facturara 1.746,14 millones de bolvares diarios lo cual,
en contraste con la prdida diaria de 117,09 millones de bolvares diarios de
los 2 mecanismos ya explicados, generara un diferencial de 1.863,23 millones
de bolvares diarios y 680.079,67 millones de bolvares anuales (27.203,19
millones de dlares PPA).
El monto total de prdidas, desde los puntos de vista contable y econmico,
que registra Pdvsa bajo el rgimen de precios vigente en Venezuela para el
mercado interno de la gasolina asciende a 722.818,96 millones de bolvares
anuales o su equivalente de 28.912,76 millones de dlares al tipo de cambio
PPA.
Este subsidio -adems del inmenso costo que representa para la sociedad
venezolana en trminos de despilfarro y excesivo consumo de combustible con
sus consecuencias en contaminacin ambiental o del desvo de recursos
financieros en una cuanta mayor a lo que se presupuesta anualmente para los
sistemas pblicos de salud y educacin en el pas, por ejemplo- es altamente
regresivo, en funcin de que favorece en mayor medida a las personas de
medianos y altos ingresos, quienes menos lo necesitan.
Para diciembre de 2013, circulaban en el territorio venezolano un total de
4.165.458 vehculos, por lo cual se puede estimar en 173.527 bolvares
anuales (6.941 dlares PPA) el monto del subsidio que disfruta cada conductor
en el pas. Sin embargo, la clasificacin del tipo de vehculos seala que el
18,3% (762.280) son comerciales y el 1,3% (54.151) est representado por
42
buses y microbuses de transporte pblico. Estimando una capacidad de 4
personas para esos vehculos comerciales, entonces el subsidio medio para
cada pasajero es de 43.382 bolvares anuales (1.735 dlares PPA), mientras
que para sus similares de buses y microbuses, con una capacidad media
estimada de 20 individuos, alcanzara 8.676 bolvares anuales (347 dlares
PPA).
Difcil situacin para la industria
Segn las cifras de Pdvsa, la produccin actual de crudo en Venezuela alcanza
2,78 millones de barriles diarios, de los cuales exporta 2,04 millones de barriles
con una diferencia atribuible al consumo interno de diferentes tipos de
productos. A pesar de los importantes ingresos por exportaciones, derivados de
unos precios internacionales del crudo que se han mantenido muy por encima
de lo presupuestado por las autoridades fiscales venezolanas, la situacin
financiera de la empresa genera preocupacin respecto a su tendencia a largo
plazo y, en especial, de su capacidad para financiar las inversiones requeridas
para incrementar su produccin, ante las prdidas contables y econmicas en
sus operaciones en el mercado interno, ya mencionadas, a las que se aaden:
produccin y exportacin de crudo y derivados en declive; compromisos en
gasto social y de infraestructura; insostenible ritmo de endeudamiento;
incremento en los costos de produccin por la inflacin domstica venezolana;
aumento en la nmina por el surgimiento de las nuevas empresas mixtas;
debilidades en el capital humano y deterioro de la productividad laboral; as
como los compromisos de convenios de suministro bajo condiciones
especiales, entre otras variables (Monaldi, 2007 y 2012).
43
los petroestados populistas,
autoritarios, estatizantes, colectivistas y
tirnicos como el nuestro, castigan a
sus ciudadanos, empobrecindoles y
coartando sus libertades individuales y
econmicas.
bsen Martnez
VII.-
Es importante conocer la posicin venezolana respecto a otras 5 naciones
productoras y exportadoras de petrleo de Amrica Latina, en materia de
dependencia respecto al sector petrolero y su potencial para la diversificacin
mediante el clculo y la formulacin de 2 ndices.
El propsito es disponer de una herramienta objetiva, basada en datos
oficiales, para la evaluacin de las tendencias de cada pas en los tpicos de:
dependencia econmica del sector petrolero y potencial para la diversificacin
econmica; con los cuales se pueda contrastar su desempeo respecto de s
mismo y de los dems pases involucrados en el estudio, desde 1996, a fin de
identificar sus fortalezas y debilidades, as como formular conclusiones y
recomendaciones de polticas pblicas.
Los ndices estn basados en la metodologa que emplea el Consejo Nacional
de Promocin de Inversiones (CONAPRI) en sus estudios de las regiones y las
ciudades venezolanas ms atractivas para invertir, y se han construido con el
fin de obtener una medicin comparativa de la dependencia del sector petrolero
y el potencial para la diversificacin econmica de 6 naciones productoras y
44
exportadoras de petrleo de Amrica Latina: Brasil, Colombia, Ecuador,
Mxico, Per y Venezuela.
El primer ndice, denominado ndice de dependencia del petrleo, est
construido a partir de 3 sub-ndices ponderados: dependencia de las
exportaciones (importancia de las exportaciones petroleras respecto a las
exportaciones totales), dependencia de la economa (importancia de la renta
petrolera dentro de la economa) y dependencia fiscal (importancia de la renta
petrolera sobre los ingresos fiscales), obtenidos de indicadores representativos
de dichas variables.
El segundo ndice, denominado ndice de potencial para la diversificacin
econmica, est construido a partir de 4 sub-ndices ponderados referidos a
dimensiones determinantes en la capacidad de la economa para producir y
exportar bienes y servicios con valor agregado en sectores distintos al de la
actividad petrolera, como son: capital humano, gestin macroeconmica,
capital institucional y libertad econmica. Cada sub-ndice corresponde
entonces a un mdulo especfico que combina diversos indicadores. Los pesos
relativos responden a la evidencia que certifica dichas variables y sus
dimensiones como determinantes para la diversificacin econmica de las
naciones ricas en recursos naturales, a las cuales se aadieron varios
parmetros de valoracin de las libertades econmicas. En los anexos del
presente ensayo se incluyen notas metodolgicas adicionales.
La metodologa de la estandarizacin permite establecer comparaciones en el
desempeo de indicadores expresados en escalas diferentes. La magnitud del
valor estandarizado indica a cuntas desviaciones estndar de la media se
encuentra el valor original. Los ndices formulados para el presente ensayo, as
45
como cada uno de sus mdulos o sub-ndices, tienen una media o valor central
igual a 100, que representa el promedio aritmtico de todos los pases incluidos
en el estudio entre 1996 y 2012. Cualquier puntuacin de un determinado pas
por encima del valor central de 100, indicar una mejor posicin relativa en
comparacin con los restantes pases y, en contraposicin, toda puntuacin
menor a dicho valor central indicar una peor situacin relativa. De igual forma,
cada punto de variacin, con sus correspondientes decimales, por encima o por
debajo del valor central de 100 representa una desviacin tpica respecto al
valor central.
ndice del potencial para la diversificacin econmica.
Pases seleccionados de Amrica Latina. 1996-2012.
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Brasil 99,82 99,89 99,96 100,09 100,04 100,07 100,10 100,06 100,10 100,10 100,06 100,03 99,98 100,05 100,07 99,82 99,75
Colombia 99,96 99,76 99,78 99,76 99,75 99,87 99,94 100,05 99,86 99,87 99,98 100,13 99,98 100,14 100,00 100,11 100,01
Ecuador 100,19 100,15 100,25 99,98 99,76 99,91 99,84 99,76 99,83 99,74 99,63 99,71 99,78 99,76 99,66 99,87 99,73
Mxico 100,35 100,27 100,60 100,51 100,49 100,43 100,57 100,62 100,65 100,65 100,54 100,76 100,57 100,57 100,76 100,63 100,64
Per 100,70 100,82 100,68 100,80 100,68 100,68 100,75 100,77 100,64 100,66 100,70 100,82 100,86 100,84 100,94 100,84 100,86
Venezuela 98,99 99,19 99,07 98,92 99,10 99,23 98,77 98,69 98,96 99,04 99,03 99,00 98,79 98,77 98,62 98,78 98,87
Fuente: Clculos propios.
Por ejemplo, el puntaje obtenido por Per durante 2012 fue el ms elevado,
con 100,86 puntos; lo cual se interpreta como la mejor posicin relativa dentro
del conjunto de pases, especficamente de 0,86 desviaciones tpicas por
encima del promedio aritmtico global, al contrario de Venezuela que, con
98,87 puntos se ubicaba a 1,13 desviaciones tpicas por debajo de dicho
promedio.
46
ndice de dependencia petrolera.
Pases seleccionados de Amrica Latina. 1996-2012.
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Brasil 99,19 99,13 99,16 99,14 99,14 99,15 99,25 99,22 99,19 99,19 99,18 99,16 99,14 99,09 99,08 99,11 99,09
Colombia 99,91 99,84 99,91 100,19 100,05 99,88 99,90 99,93 99,81 99,79 99,76 99,70 99,86 99,92 100,13 100,16 100,14
Ecuador 100,30 100,32 100,15 100,64 100,92 100,65 100,41 100,47 100,76 100,89 100,97 101,07 100,99 100,87 100,86 100,68 100,66
Mxico 99,59 99,53 99,49 99,43 99,42 99,39 99,44 99,48 99,48 99,53 99,53 99,56 99,58 99,53 99,55 99,51 99,52
Per 99,30 99,25 99,25 99,21 99,21 99,18 99,24 99,23 99,18 99,22 99,16 99,14 99,12 99,07 99,08 99,12 99,07
Venezuela 101,90 101,75 101,76 101,79 101,58 101,56 101,76 101,79 101,69 101,58 101,48 101,35 101,47 101,42 101,43 101,62 101,53
Fuente: Clculos propios.
Los ndices funcionan como herramientas para un sondeo de la evolucin del
desempeo econmico de pases ricos en recursos naturales, en este caso, de
una muestra de pases latinoamericanos con haberes comercialmente
explotables de hidrocarburos, as como tambin rasgos similares de idioma,
historia, cultura y costumbres -incluido el principio ya citado de la propiedad
estatal de los recursos del subsuelo heredado de la poca de la conquista-
pero que han tomado caminos diferentes en la orientacin de sus polticas
pblicas para el aprovechamiento de tales recursos naturales.
Cabe destacar que durante el lapso de tiempo estudiado, el petrleo ha sido
uno de los commodities que ha disfrutado de una mayor permanencia de sus
principales indicadores de precios internacionales en niveles
extraordinariamente altos, proveyendo de ingentes recursos a los pases
exportadores.
47
Fuente: Clculos propios.
Durante los 17 aos que comprende el estudio los resultados globales de los 6
pases sugieren una estrecha, directa y negativa relacin entre los ndices
formulados en el presente ensayo, de tal manera que el 85,17% de los cambios
en la dependencia petrolera estn relacionados, aunque no necesariamente
causados, por los cambios en el potencial para la diversificacin econmica.
En referencia a los resultados individuales, destacan Mxico, Per y Brasil en
menor medida, por su potencial para la diversificacin econmica y baja
dependencia petrolera. Estos 2 ltimos pases han seguido -con las diferencias
propias de cada caso- los fundamentos del modelo noruego, basado en un
arreglo institucional promotor de la participacin del capital privado, nacional y
extranjero, en la industria petrolera para entrar a competir directamente con la
empresa estatal, regidos y supervisados todos por un organismo estatal no-
operador que funge como rbitro, en procura del logro de los objetivos
nacionales en el aprovechamiento de su recurso natural (Espinasa, 2012). En
la misma lnea est incluida Colombia, aunque su adopcin al modelo ha
ocurrido de manera paulatina, debido a lo cual los resultados de los primeros
aos no parecen los ms favorables.
98,50
99,00
99,50
100,00
100,50
101,00
101,50
102,00
98,50 98,75 99,00 99,25 99,50 99,75 100,00 100,25 100,50 100,75 101,00
ND
ICE
DE
DEP
END
ENC
IA P
ETR
OLE
RA
NDICE DE POTENCIAL PARA LA DIVERSIFICACIN ECONMICA
Relacin entre dependencia petrolera ypotencial para la diversificacin econmica 1996 2012Pases seleccionados de Amrica Latina
48
El caso de Mxico es diferente, porque al momento de escribir estas lneas se
encuentra desarrollando un histrico proceso de apertura de su sector petrolero
al capital privado, el primero en casi ocho dcadas, para estimularsu
competitividad y crecimiento, que en manos puramente estatales se haba
convertido en un caso de burocracia e ineficiencia gerencial, por lo que los
positivos resultados del pas azteca en los ndices calculados se deben al
impulso que recibieron otros sectores distintos al petrolero para hacer a la
economa menos dependiente de ese recurso y relegarlo a un segundo plano.
El desempeo de este subgrupo contrasta con el de los pases que han
mantenido a su industria petrolera bajo la tutela de un monopolio de la empresa
estatal. Ecuador y Venezuela muestran un desempeo bastante destacado en
el mdulo que evala los perjudiciales indicadores de dependencia petrolera,
ubicndose por encima de la media del grupo en todos los perodos
estudiados. Paralelamente, su potencial para diversificarse y superar esa
relacin de dependencia, que es el objeto de estudio del segundo ndice, es
desalentador al compararlo con lo observado para las otras naciones.
Fuente: The Heritage Foundation. Clculos propios.
97,50
98,00
98,50
99,00
99,50
100,00
100,50
101,00
101,50
102,00
102,50
103,00
35,00 40,00 45,00 50,00 55,00 60,00 65,00 70,00
ND
ICE
DE
DEP
END
ENC
IA P
ETR
OLE
RA
NDICE DE LIBERTAD ECONMICA
Relacin entre dependencia petrolera ylibertad econmica 1996 2012Pases seleccionados de Amrica Latina
49
Mencin aparte merece el posible vnculo inverso entre la evolucin de la
dependencia petrolera de una nacin y las libertades econmicas de las que
disfruten sus habitantes, en diferentes mbitos. En concreto, la lgica indicara
que un ambiente de restricciones para consumir o para abrir y operar negocios
en un territorio debe atentar contra las posibilidades de la economa de ese
pas para desarrollar sectores distintos al petrolero. Los datos del presente
ensayo confirman tal planteamiento. Al considerar los resultados globales de
los 6 pases estudiados entre 1996 y 2012, se observa una directa y negativa
relacin entre el ndice de dependencia petrolera calculado en el presente
ensayo y el ndice de Libertad Econmica de The Heritage Foundation, con un
coeficiente de correlacin de 65,95%.
50
La difusin tecnolgica entre culturas
puede resultar mutuamente beneficiosa.
Permite lograr ms con menos y generar
as un excedente, que puede ser
distribuido. Como en cualquier relacin de
este tipo, todos quieren una porcin, pero
algunos resultan con porciones pequeas.
Sin embargo, sin esa relacin no habra
torta que repartir. El verdadero desafo
para un patriota es obtener la mayor
cantidad de torta posible, no un
porcentaje alto de una torta ms pequea.
Ricardo Hausmann
VIII.-
Ante las realidades tangibles del calentamiento global, el incremento del precio
de los hidrocarburos fsiles y el desarrollo paulatino de nuevas fuentes de
energa, existen altas posibilidades de que ocurra una prdida del atractivo
comercial de los haberes de hidrocarburos pesados y extra pesados contenidos
en la Faja Petrolfera del Orinoco a mediano y largo plazo (Monaldi, 2012). En
consecuencia, es imprescindible que Venezuela revise desde ya su papel como
pas productor de petrleo y aproveche la ventana de oportunidad que le
ofrecen los prximos 20 a 30 aos en los cuales se estima que el petrleo se
mantenga como la fuente energtica ms demandada en todo el mundo. El
camino lgico a seguir es la inversin en la capacidad de produccin con la
intencin de aumentar la participacin de Venezuela en la oferta mundial de
petrleo.
51
El primer paso para cambiar el tradicional esquema de relacin entre la
sociedad y el Estado con la riqueza de hidrocarburos del subsuelo venezolano
debe dirigirse a suprimir la condicin monoplica de Pdvsa sobre las distintas
actividades de la industria petrolera. Aun manteniendo los viejos principios de
la propiedad estatal sobre los recursos del subsuelo y sobre el 100% del capital
accionario de Pdvsa, factor que puede contribuir a reducir las asimetras de
informacin entre el Estado y las empresas operadoras particulares (Monaldi,
2012), es posible construir un nuevo escenario para el manejo del petrleo
venezolano mediante un alto grado de competencia para las distintas
actividades aguas arriba y aguas abajo. All participara activamente Pdvsa,
como nica representante del Estado, acompaada de la mayor cantidad
posible de empresas; que pueden ser de propiedad mixta (Pdvsa o alguna de
sus filiales en asociacin con capitales particulares nacionales o extranjeros) o
totalmente privada (capitales particulares nacionales o extranjeros).
Para la constitucin de empresas mixtas, no habr parmetro alguno en la
composicin accionaria mnima o mxima que deba mantener Pdvsa o alguna
de sus filiales en representacin del Estado venezolano y tal particin se
adaptar a las condiciones especficas de cada caso y en funcin del logro de
los objetivos de la empresa. De esta manera se rompera un modelo que
impone un frreo control e injerencia poltica en la administracin de las
empresas operadoras y crea incentivos para que sus acciones se dirijan hacia
la bsqueda de ventajas y apoyos oficiales, en detrimento de los criterios
comerciales del negocio (Pacheco, 2006).
El funcionamiento de todas las empresas operadoras ser estrictamente
controlado, supervisado y regulado por un organismo estatal creado para tal fin,
52
con autonoma plena desde los puntos de vista administrativo, financiero y
operativo. Este organismo velar por los mejores intereses nacionales en la
explotacin del principal recurso natural de los venezolanos, para lo cual, por
ejemplo, ser necesario un estricto apego a normas de transparencia y
contralora pblica en el ejercicio de sus funciones como rbitro de los
venezolanos en tan delicado aspecto de la vida nacional; del manejo de un
personal en este organismo que sea 100% venezolano, calificado y de altsimo
nivel en la materia, elegido bajo concursos pblicos; del suministro y
publicacin peridica de informacin completa y detallada de la dinmica de la
industria petrolera; del respeto a las ms elementales nor