Post on 14-Jul-2020
CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA -CONCYT-
SECRETARIA NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA -SENACYT-
FONDO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA -FONACYT-
CENTRO DE ESTUDIOS CONSERVACIONISTAS – CECON -
INFORME FINAL
Primeras investigaciones sobre Migración de insectos y avances en
la investigación de migración de Aves en el marco de la tradición
del Chib'al, Huehuetenango, Guatemala.
PROYECTO FODECYT No. 084 - 2007
Lic. Edgar Selvin Pérez M.A. Investigador Principal
Guatemala, Año Internacional de la Biodiversidad, Mayo del 2010
ii
EQUIPO INVESTIGADOR
Dr. Edgar Esquit Choy, Instituto de Estudios Interétnicos, Universidad de
San Carlos de Guatemala, IDEI-USAC.
Lic. Byron González, biólogo especialista en Libélulas (Odonata).
Licda. Ana Silvia Martínez, Investigadora en Entomología.
Colaboradores en la investigación y contrapartes del IDEI y CECON:
Lic. Manuel Barrios, Investigador Centro de Estudios Conservacionistas,
Universidad de San Carlos de Guatemala, CECON – USAC.
Dr. Aroldo Camposeco, Instituto de Estudios Interétnicos, Universidad de
San Carlos de Guatemala, IDEI-USAC.
AGRADECIMIENTOS
La realización de este trabajo, ha sido posible gracias al apoyo financiero del
Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología, -FONACYT-, otorgado por la
Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología -SENACYT- y al Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología -CONCYT-.
iii
DEDICATORIA
Al Pueblo Q’anjob’al, Chuj y Akateco, por compartir sus experiencias y
conocimiento tradicional indígena, a quienes dedico y a quienes pertenece, en
buena parte, éste conocimiento compilado.
A la Universidad de San Carlos de Guatemala y sus centros de investigación:
Centro de Estudios Conservacionistas CECON, el Instituto de Estudios
Interétnicos IDEI y al Canal de la Universidad TV-USAC, por el apoyo,
profesionalismo y su decidida vocación de investigar y apoyar el medio rural.
A los nuevos maya-descendientes para que la cultura se mantenga viva e
identifique su que hacer, su bien vivir y su decidida vocación de ser felices; a pesar
de lo que la historia cuenta y a pesar de lo que hagamos o dejemos de hacer como
hermanos, como Estado.
iv
TABLA DE CONTENIDO
RESUMEN 01
SUMMARY 02
PARTE I 03
I.1 INTRODUCCIÓN 03
I.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 06
I.3 OBJETIVOS E HIPOTESIS
I.3.1 Objetivos 08
I.3.1.1 General 08
I.3.1.2 Específicos 08
I.3.2 Hipótesis 08
I.4 METODOLOGIA
I.4.1 Las Variables 09
1.4.1.1 Variables dependientes 09
1.4.1.2 Variables Independientes 09
1.4.1.3 Variable Colectiva 09
I.4.2 Indicadores 09
I.4.3 Estrategia Metodológica 09
1.4.3.1 Descripción de los municipios, población
y localidades 09
I.4.3.2 Población y Muestra 12
I.4.4 El Método 13
I.4.5 La Técnica Estadística 16
I.4.6 Los Instrumentos a utilizar 16
PARTE II
MARCO TEÓRICO 17
2.1 ¿Qué es el fenómeno de la migración? 18
2.1.1 Migración en insectos 19
2.1.2 Migración Neártica-Neotropical en Aves 20
2.2 El Cambio Climático y sus efectos sobre la Migración 23
2.3 Antropología y su vinculación con el Conocimiento indígena 24
v
PARTE III
III RESULTADOS 27
3.1 El marco de la tradición y práctica social/cultural del Chib’al 27
3.1.1 El Chib’al, los recuerdos y la transformación 28
3.1.2 Transformaciones, nuevas tecnologías y mitos
sobre aves voladoras 30
3.1.3 Chib’al como estructura 32
3.1.4 Equipo para la caza 34
3.1.5 Lugares y localidades 35
3.1.6 Temporada 36
3.1.7 La buena cacería 37
3.1.8 Ritos 34
3.1.9 Jóvenes “chib’alwom” 42
3.1.10 Respeto: ya no hay pájaros! 43
3.1.11 ¿De dónde vienen los pájaros? 45
3.1.12 Los pájaros o aves 46
3.1.13 La tradición, la recreación y el comercio 49
3.1.14 Alimentación y cacería de aves 50
3.2 El Chib’al y la migración nocturna de Aves 51
3.2.1 La cacería en el chib’al y su Relación con el clima
y Fases Lunares 52
3.3 Migración diurna de Insectos 53
3.3.1 Condiciones climáticas favorables para la migración
de insectos 55
3.3.2 Relación de la migración de libélulas con variables
Ambientales 59
3.3.3 Análisis espacial 60
3.4 Discusión de Resultados
3.4.1 Sobre la tradición y práctica cultural del Chib’al 62
3.4.2 El chib’al y la migración nocturna de aves 66
3.4.2.1 La cacería en el chib’al y su Relación con el
clima y Fases Lunares 68
3.5 Migración diurna de Insectos 70
vi
3.5.1 Análisis espacial y dirección de vuelo 71
3.6 Los puntos de encuentro entre el conocimiento tradicional indígena y las
ciencias biológicas 72
PARTE IV
4.1 CONCLUSIONES 74
4.2 RECOMENDACIONES 78
4.3 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 79
4.4 ANEXOS 82
Anexo 1. Hoja de toma de datos para Aves en el Chib’al 82
Anexo 2. Hoja de toma de datos para Libélulas 83
Anexo 3. Aves cazadas durante la temporada de práctica del Chib’al,
Cerro Xijchen, Santa Eulalia, Huehuetenango, Guatemala. 84
Anexo 4. Personas entrevistadas 85
PARTE V. INFORME FINANCIERO 86
vii
Índice de Mapas y Figuras
Mapa 1. 13
Mapa 1. Áreas de investigación sobre el chib’al y migración de insectos, Cerro
Xijchen y Muq’anjolom, departamento de Huehuetenango.
Mapa 2. 21
Rutas americanas de migración de aves, de acuerdo con Rappole et al 1995.
Mapa 3 61
Localidades con migración masiva de libélulas registradas, durante los meses
de junio, julio, septiembre y octubre en el año 2008.
Figuras
Figura 1. 33
El Chib'al como estructura Cerro xijchen, Santa Eulalia, Huehuetenango
(fotografía: Edgar S. Pérez).
Figura 2. 35
Instrumento para golpear aves que entran al Chibal (2.a) atraídas por la luz
natural o moderna y evidencia del Chibal como refugio. (2.b)
Figura 3 42
Lizardo, un niño qanjobñal chibalwom. Hijo de don Pedro y Doña
Catarina, asistentes de esta investigación.
Figura 4. 52
Diversidad de aves atrapadas en el Chib’al. Huehuetenango, Guatemala
Figura 5. 53
Abundancias de las aves atrapadas por fase lunar durante toda la
temporada del Chib’al, Cerro Xijchen, Santa Eulalia, Huehuetenango, 2008.
Figura 6. 54
Anax amazuli (Yax’jom), la mas grande y Pantala hymaneae (Turuwex) la
más abundante.
viii
Figura 7. 55
Abundancia relativa de especies de insectos en migración masiva.
Figura 8. 56
Abundancias mensuales de libélulas en migración masiva. Línea roja: media.
Figura 9. 57
Distribución semanal de la abundancia relativa de libélulas en migración
masiva.
Figura 10. 58
Distribución de las abundancias relativas semanales y medias.
Figura 11. 59
Análisis de agrupamiento jerárquico temporal en: diversidad de especies y
abundancia de individuos.
Figura 12. 60
Análisis de regresión múltiple
Figura 14. 62
Comparación entre localidades de muestreo simultaneo de libélulas en migración.
Figura 15. 62
Distribución del error Estándar De los datos.
Figura 16. 63
Direccionalidad del vuelo
ix
Índice de Cuadros y Tablas
Cuadro 1. 54
Especies de insectos determinados durante la temporada de migración
del año dos mil ocho.
Tabla 1. Abundancias semanales de libélulas. EE: error estándar. 57
1
Primeras investigaciones sobre Migración de insectos y avances en
la investigación de migración de Aves en el marco de la tradición
del Chib'al, Huehuetenango, Guatemala. RESUMEN:
El Chib’al puede ser considerado una práctica social en la actualidad pero también es
una tradición porque data de mucho tiempo atrás, conocimientos transmitidos de
generación en generación por los pueblos indígenas de ascendencia maya: q’anjob’al,
chuj y akateco del altiplano huehueteco.
La evidencia indica que el conocimiento tradicional indígena tiene un alto grado de
precisión respecto a variables que favorecen la cacería en el chib’al. La convergencia
entre este conocimento y el conocimeinto cientifico, se observa en lo siguiente: a)
variables climáticas favorables para cacería relacionadas y con diferencias
significativas para la migración de aves en: luna nueva (noches oscuras), clima,
nubosidad, presencia de neblina. Para insectos relacionado con dias calidos, poco
viento y soleados, b) La convergencia de conocimientos respecto a las tendencias y
temporalidad en que las especies y cantidades de aves que son atrapadas en el chib’al,
c) La presencia de ectoparásitos en aves de migración tardía (3 individuos); d) El
conocimiento de que en la región también se experimenta la migración de primavera
(cuando las aves “regresan” a Norteamérica), lo cual da la posibilidad de atraparlas
durante los meses de mayo y finales de abril.
A partir de la sistematización y el análisis científico de los datos y la tradición oral,
se establece que los meses de Septiembre y Octubre son los meses durante los cuales,
migra de noche la mayor diversidad y cantidad de aves. La migración diurna de
insectos va de Junio a Novimebre con sus mayores promedios entre los meses de
Agosto a Octubre.
En total se registraron 42 especies de aves, 7 de ellas residentes en los meses de Mayo
a Noviembre del año 2008. Dentro de las aves migratorias, la familia de aves con
mayor representación de especies es la Sub familia Parulinae, con 14 especies, seguida
por la familia Tyranidae, con 10 especies y Vireonidae con 4 especies.
El hecho más impactante entre la relación del conocimiento científico y el tradicional
indígena en la práctica del chib’al, es que ambos concluyen en que existe una
disminución en los números poblacionales de casi todas las especies de aves. La
relación y compatibilidad de ambos conocimientos se desvanece en la medida que el
conocimiento pierde la localidad, es decir, el contexto territorial. Las variables que
afectan esta disminución se explican desde la depredación de los bosques hasta la
pérdida de respeto a las tradiciones del pueblo q’anjob’al, chuj y akateco de las tierras
altas del oeste de Guatemala.
Palabras clave: chib'al, migración, neotropical, ruta migratoria, población, especies,
ancestral, tradición oral, conocimiento indígena. Migración, investigación, libélulas,
mariposas, condiciones fisiológicas, aves migratorias neotropicales, ruta migratoria,
población, especies, conocimiento indígena
2
SUMMARY
The Chib'al can be considered a social practice at the present time, but it is also a
tradition because it comes from a long time, knowledge transmitted from
generation to generation by the indigenous peoples of Mayan descent: q'anjob'al,
chuj, akateco of the western highlands of Huehuetenango, Guatemala.
The evidence indicates that the indigenous traditional knowledge has a high degree
of precision with regard to variables that favor hunting in the chib'al. The
convergence in this kind of knowledge and biological science is observed in the
following aspects: a) variable climatic favorable to hunting and significant
differences for the migration of birds in: new moon (dark nights), climate,
cloudiness, presence of fog. For insects, climate warm, sunny days and absence of
wind, b) The convergence of knowledge with respect to the tendencies and timing
in which the species and quantities of birds that are trapped in the chib'al, c) The
presence of ecto - parasites in birds in late migration (3 individuals); d) Traditional
knowledge evidence that there are Spring migration (when the birds "return" to
North America) during the months of May and the end of April.
From the systematization and the scientific analysis of the data and the oral
tradition, is established that the months of September and October are the months
during which, emigrates at night the greater diversity and quantity of birds. About
day insect migration it start from June to November with higher numbers from
August to October
On the whole investigation, 42 species of birds were registered, 7 of them residents
in the months from May to November of the year 2008. The neotropical migrant
birds with greater representation, were the Sub family Parulinae, with 14 species,
followed by the family Tyranidae, with 10 species and Vireonidae with 4 species.
In insects, the majority of them were 4 dragonflies species, followed by one
species of butterfly and other inscets that doesn´t have any reports of migrant
behavior.
The most stunning fact between the relation of the scientific and traditional
knowledge in the tradition and practice of the chib'al and day insects migration, is
that both conclude in which a decrease in the population numbers exists of almost
all the species of birds. The relation and compatibility of both kind knowledge is
dispelled in the measure that the knowledge loses the locality, that is to say, the
territorial context. The variables that affect this decrease in birds, are explained
since deforestation to the loss of respect to the traditions of the q' anjob'al , chuj
and akateco of the high lands of the west of Guatemala.
Keywords: chib'al, neotropical migratory birds, migratory route, population,
species, ancient, oral tradition, native knowledge. Migration, investigation,
dragonflies, butterflies, physiological conditions, migratory route, population,
species, native knowledge.
3
PARTE 1
1.1 INTRODUCCIÓN
1.1.1 Contexto del tema científico de investigación vinculada al conocimiento
tradicional indígena
Los movimientos de vuelo a larga distancia sobre el mar, desiertos y montañas es
quizás el reto fisiológico más inquietante del fenómeno de la migración en aves e
insectos y un tema que ha impresionado al ser humano casi desde el principio de la
civilización. Con respecto a los insectos el conocimiento de las rutas, distancias y
estrategias migratorias empleadas es aún poco claro. Aspectos fisiológicos
limitantes en el vuelo tienen que ver con el estado nutricional previo al fenómeno
y a la capacidad de almacenar energía en forma de grasa, suficiente para garantizar
tal reto. Aunado a lo anterior, las condiciones climáticas (temperatura del aire,
dirección y velocidad del viento, humedad relativa, presión, etc.) juegan un papel
muy importante respecto al uso eficiente de la energía en el vuelo o a la
incapacidad de vencerlos en caso que éstas sean contraproducentes, es decir, una
tormenta tropical durante el vuelo o un huracán tendría consecuencias nefastas
para un grupo de aves o insectos en pleno ejercicio de migración (Carmifi et al
1992).
El punto de vista anterior ha sido ampliamente estudiado a nivel mundial,
sin embargo, en ninguno de estos se presenta el fenómeno de la migración
circunscrito a una tradición oral o a una costumbre de una localidad específica. La
investigación aquí presentada, incluye una visión global del fenómeno aplicado a
un marcador cultural y a la importancia de ligar o integrar el conocimiento
científico con el ancestral o cultural histórico de los pueblos Q'anjob'al y chuj del
departamento de Huehuetenango. Se trata de un estudio que vincula ambos
conocimientos en el marco de una tradición, El Chib’al (del q’anjob’al: chi= deriva
del verbo comer carne y b’al= instrumento o lugar): refugio nocturno que utiliza la
luz como atrayente de aves migratorias que a su vez son cazadas. Se hace
referencia clara de que el Chib’al no abarca la cacería de libélulas que migran
durante el día y cuya cacería no se lleva a cabo en estos refugios sino mas bien se
dan al aire libre, aunque utilizan un b’al que en q’anjob’al significa instrumento,
que en este caso y en la cacería de aves es el “instrumento de caza” (un arbusto
tejido en forma de raqueta para mayor área de impacto).
Previo a describir acerca de la “Tradición y Práctica del Chib’al en Santa
Eulalia y San Mateo Ixtatán”, es preciso hacer algunas aclaraciones; en este caso
se hace referencia a la tradición o práctica del chib’al, ésta puede ser considerado
como una tradición porque data de mucho tiempo atrás, pero es una práctica social
observable en la actualidad.
4
Aunque en el título sólo se hace referencia al “chib’al”, también es conocido como
“chilab’” por la población chuj o “chiwal” por la población akateka. Como parte
de la delimitación geográfica se hace referencia a los municipios de San Mateo
Ixtatán y Santa Eulalia, del departamento de Huehuetenango, sin embargo, dicha
práctica es observable en el municipio de Nentón, San Pedro Soloma y otros
municipios del departamento. También se considero dicha práctica social como
práctica social q’anjob’al o chuj, sin embargo, ésta también se práctica en
localidades con población akateka y población ladina que lo práctica en
localidades q’anjob’ales.
Desde las propias capacidades indígenas, Guatemala a diferencia de otros
países como México y Perú, los indígenas tienen cada vez mayores capacidades de
auto representación (Mcleod, 2005); esta investigación es un ejercicio claro y
clave no solo de articulación multicultural y muldisciplinaria sino un paso
interesante desde lo que debe ser el ejercicio contemporáneo de la ciencia y el
respeto identitario.
Finalmente los alcances de este proyecto serán pioneros respecto a la
investigación de insectos a nivel regional, evidenciaran rutas migratorias de aves,
correlacionaran especies versus temporalidad, condiciones climáticas. Por otra
parte, el carácter multidisciplinario de esta investigación ofrece un punto de vista
especial que puede ser modelo para integrar y resolver otros problemas y
necesidades de los pueblos del departamento de Huehuetenango.
1.1.2 El contexto del conocimiento y la multiculturalidad guatemalteca
El proceso evolutivo de las ciencia como un ente desarrollado a partir de la
observación y conocimientos tradicionales se ha impuesto de manera hegemónica;
sin embargo y recientemente el “retorno” al conocimiento ancestral o al
conocimiento que parte de la observación cotidiana y sus mecanismos de mejora a
través del tiempo y de generación en generación por medio de la tradición oral o
escrita toma cada vez mas validez. En este sentido, el conocimiento científico,
debe reconocer de mejor manera sus vinculaciones históricas y también su
progreso con mayor velocidad si se toma en cuenta, valora y respeta el primero.
Por ejemplo; nuevos descubrimientos en medicina preventiva o curativa que
proviene de conocimientos tradicionales vinculados al uso de plantas y animales
para curación, no solo ahorra millones de dólares en la investigación de principios
activos, sino que acelera el proceso de identificarlos de mejor manera (Aguilar,
2005).
En el contexto guatemalteco, es importante notar que es una realidad y sociedad
marcada fuertemente por las desigualdades y un racismo estructurado
5
desigualdades económicas, de acceso a bienes y servicios (educación, salud,
infraestructura) y de género (PNUD, 2005).
Bajo este escenario es muy complicado reconocer conocimientos, prácticas e
innovaciones que provengan desde por ejemplo los pueblos indígenas reconocidos
en Guatemala; sirva hacer la salvedad que en todo el mundo este reconocimiento –
del conocimiento ancestral- tampoco ha avanzado mucho.
Aunque los acuerdos de Paz, firmados en Guatemala para poner fin a la
guerra de más de 30 años lucha armada y proponen una reivindicación mejor
equidad, cabe reconocer que, aunque hubo muchísimo apoyo desde la cooperación
bilateral para su cumplimiento, los resultados a la fecha son tibios y con pocos
cambios sustanciales en la forma de gobierno, de Estado. El Modelo Neoliberal
multicultural (presionado en Guatemala por la firma de los Acuerdos de Paz); si
bien ha significado algunos avances en ciertas demandas del movimiento de los
cuatro pueblos indígenas (mayas, garífunas, xincas) sobre todo en la oficialización
de los idiomas, la educación bilingüe e intercultural y la creación de numerosas
“ventanillas indígenas”, estos cuentan con escaso financiamiento actual y con poca
capacidad de coordinación y articulación de manera que puedan incidir en lo
político, económico y social del país (IDEI, 2010).
El conocimiento tradicional indígena por ejemplo y desde las universidades
es abordado con referencias tales como: “nuestros indígenas”, se trata a las
mujeres y a los indígenas como “grupos vulnerables” que no saben, que no pueden
por si solos. Como afirma la Dra. Morna Mcleod, “…. se tiende a resaltar la
situación de pobreza, marginación, exclusión, explotación de los y las indígenas;
sin hablar de sus múltiples resistencias, capacidades aportes, ideas y aspiraciones”
(Mcleod, 2008).
Es importante, en el caso de Guatemala y el movimiento indígena, aportar
desde la ciencia y el conocimiento tradicional, nuevos mecanismos de articulación,
asunto en el cual la Academia y el investigador tienen una gran responsabilidad,
no solo de reconocimiento de un conocimiento invocaciones y prácticas que
pueden mejorar las condiciones de la sociedad guatemalteca, sino como un
ejercicio que propicie mejores oportunidades de construir un país multicultural, en
donde cada uno se reconoce y respeta desde sus propias identidades, pero que no
necesariamente riñen sino que se articulan.
6
1.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.2.1 Como estudiar la realidad?
El planteamiento del problema parte del sujeto – no objeto- de estudio que en este
caso parte de un elemento de la realidad y tradición de tres etnias de origen maya
en el altiplano guatemalteco (q’anjobal, chuj y akateco); el chib’al. En este sentido
el conocimiento científico integra y propone la sistematización de un conocimiento
pre-concebido que es comparado y que a su vez proyecta nuevas interrogantes
desde las bases del conocimiento colectivo y el ejercicio de la práctica y tradición
sociocultural como tal, el chib’al. Supone además, el estudio de los relatos orales
y sus relaciones culturales propias de los pueblos maya descendientes que, a su vez
se encuentran en el debate identitario derivado del los efectos de la globalización,
migración y el aferrarse a sus propias costumbres como marcadores propios de la
etnia y propios –con sus modificaciones y procesos de evolución- desde tiempos
precolombinos. La cultura es una construcción histórica por medio del cual los
humanos significan su vida o le dan sentido. Los pensamientos y las prácticas de
los grupos humanos específicos están inmersos en estas redes que se vinculan con
la economía, la política, la tradición y el conocimiento. Es decir, hay contextos
sociológicos que hace posible la producción de estos significados y por eso los
pensamientos y las prácticas humanas son diversos. Con esto también se quiere
decir que el conocimiento se produce desde lo territorial - local, es decir, conforme
a los contextos sociales, biológicos, ambientales, económicos y demás; lo que no
tampoco significa que entre ellas no existan vínculos posibles. Más bien, existen
explicaciones que pueden ser comparadas y pueden tornarse complementarias
cuando son reconocidas adecuadamente, es decir, buscando un paralelismo en su
comprensión y su producción.
Apoya el planteamiento anterior, los argumentos de Gramsi al señalar: “el
elemento popular siente pero no siempre comprende o sabe. “El elemento popular
siente pero no siempre comprende o sabe. El elemento intelectual sabe pero no
comprende o particularmente siente (…) El error del intelectual consiste en
creer que se pueda saber sin comprender y especialmente sin sentir ni ser
apasionado (Gramsi en Portantiero 1981:122)”. Si el intelectual o académico –que
experimenta y hace ejercicio de la ciencia- “sintiera” mas, si partiera de la
experiencia vivida además de la teoría científica podría captar e incluir en sus
análisis los impactos del racismo, del machismo, de la marginación, de la falta y/o
7
acceso a bienes y servicios y de la misma pobreza, e incorporarlos en su análisis
(IDEI, 2010).
La argumentación anterior parte de que el involucramiento de la ciencia en el
diario vivir es más que una necesidad para una análisis integrado y por lo tanto
también para una visión más humana de las necesidades o demandas de
focalización o priorización de la investigación de la ciencia y de la tecnología. En
un país como Guatemala, la ciencia como un ejercicio propio de la curiosidad de
un científico, es una pérdida de recursos porque el científico se abstrae de su
realidad, por lo tanto sus aportes a la sociedad o a las demandas sociales es nulo o
muy escaso. La construcción del conocimiento tradicional indígena responde a
variables de supervivencia, y se construye con base a condiciones contextuales a
través del tiempo, la exactitud en sus predicciones ha sido perfeccionada a lo largo
del tiempo, de generación en generación y es tan precisa como los resultados del
método científico. Sin embargo, es importante aclarar que desde la base de las
motivaciones de ambos conocimientos, el tradicional indígena responde a
variables relacionadas con la alimentación y salud como componentes básicos de
la supervivencia. Se ha revelado que el 80% de la población mundial depende de
conocimientos indígenas para atender sus necesidades médicas y, al menos un
50% de los habitantes del planeta dependen del conocimiento indígena para su
subsistencia y alimentación (Aguilar, 2001). Por su parte, el conocimiento
científico es la conducción del análisis de variables controladas y no controladas
para aceptar o rechazar un supuesto que explique un fenómeno o evento en
especial, y, aunque se construye a través del tiempo y el seguimiento de
investigaciones; sus conclusiones tienden a limitarse a responder o explicar de
manera limitada el objeto de estudio. Esta investigación partió del supuesto de que
ambos conocimientos son importantes, supuesto que ha sido puesto en valor hacia
estos tiempos modernos en que, desde el reconocimiento de los pueblos indígenas
y civilizaciones mayas, se proyecta una nueva era de entendimiento, respeto y
complementariedad para resolver y construir de manera participativa los
principales problemas sociales, ambientales u políticos de nuestra Guatemala.
Finalmente, reconocemos que el entendimiento, reconocimiento y comprensión de
las expresiones e imaginarios multiétnicos del país son, desde todo punto de vista,
la fortaleza y el inicio de verdaderas relaciones entre la diversidad cultural del
país, para construirlo y para refundarlo desde sus valores intrínsecos y desde la
convivencia real, de respeto, de igualdad y equidad. La integración de ciencias y
disciplinas, en la actualidad, es un tema a abordar para hacer eficiente el uso del
conocimiento y así encontrar soluciones a problemas desde una base social y
científica más cercana a la cultura y aceptación. Se trata simplemente de encontrar
significados comunes entre ciencias y por su puesto en el lenguaje coloquial de las
personas comunes de las sociedades, es decir, encontrar puntos comunes entre
ambos conocimientos y en las prácticas que deben emplearse para mitigar
impactos negativos en éste tema y en otros de carácter mas urgente y necesario
8
para las comunidades rurales, sus necesidades mas próximas y de potenciar el
desarrollo basado en el patrimonio natural, cultural y cognoscitivo.
9
1.3 OBJETIVOS E HIPOTESIS
1.3.1 Objetivos
1.3.1.1 General
Aportar conocimientos sobre el fenómeno de la migración de Aves e Insectos
en Guatemala.
1.3.1.2 Específicos
1. Generar conocimiento sobre cuales especies de aves utilizan esta ruta
de migración y las diferencias específicas respecto a: especie, sexo,
edad clase, estado fisiológico (para aves), temporalidad y abundancia.
2. Estudiar el fenómeno de la migración libélulas y mariposas como un
estudio pionero y único para el país involucrando variables como
temporalidad, abundancia, especies, tamaño, peso.
3. Documentar la tradición y recopilar relatos sobre la práctica cultural
del chib'al entre la población Q'an job'al de Santa Eulalia y San Mateo
Ixtatán.
4. Comparar e integrar el conocimiento indígena con el conocimiento
científico sobre migración de aves e insectos.
1.3.2 Hipótesis
" La práctica cultural del chib'al como conocimiento indígena
está vinculado con el conocimiento científico-biológico de la
migración de las aves e insectos".
“la migración de aves e insectos está relacionada y favorecida por su
relación con fenómenos climáticos contextuales y regionales”
10
1.4 METODOLOGIA
1.4.1 Las Variables
1.4.1.4 Variables dependientes: como su nombre lo indica, son
características de la realidad que se ven determinadas o que
dependen del valor que asuman otros fenómenos o variables
independientes. En este caso, las variables dependientes son
el número de especies y de individuos que migran ya sean
insectos o aves contabilizados y sistematizados
científicamente.
1.4.1.5 Variables Independientes: los cambios en los valores de
éstas variables, afectan y determinan cambios en los valores
de otras (las variables dependientes). En éste caso, las
variables dependientes son aquellas referidas al clima y
contextos geomorfológicos locales donde ocurre la práctica
del chib’al. Los contextos so: las variables climáticas,
estado de la luna y la temporalidad, es decir el mes o meses
en que se da la migración de otoño y la práctica social y
tradición del chib’al.
1.4.1.6 Variable Colectiva: son las variables propias que distinguen
a un grupo particular. En este caso particular se incluye una
variable colectiva debido a que se trata de una tradición
única y definida a un territorio y a por lo menos dos etnias o
grupos indígenas maya-descendientes; los Q’anjob’al y los
Chuj.
1.4.2 Indicadores: los indicadores o mediciones están referidas a las
condiciones climáticas, estado o fase lunar, numero de individuos cazados,
especies, procedencia, lugar, hora, fecha, observador, etc.
1.4.3 Estrategia Metodológica
1.4.3.1 Descripción de los municipios, población y localidades
Los municipios de Santa Eulalia y San Mateo Ixtatán son municipios del
departamento de Huehuetenango; la mayoría de la población son indígenas
q’anjob’al y Chuj. Como se indica, la tradición o práctica del chib’al es observado
en otros municipios del departamento y entre otros grupos étnicos.
11
El municipio de San Mateo tiene una extensión territorial de 560
kilómetros cuadrados, 56 aldeas, 12 caseríos, 13 cantones, dos parajes (Fuente
Tribunal Supremo electoral); su distancia de la ciudad de Guatemala es de 385
kilómetros y 123 de Huehuetenango. Solamente 19 comunidades tienen acceso
por carretera, el resto se comunica a la cabecera por caminos de herradura y
veredas. La mayoría de las comunidades tienen una economía de subsistencia,
pues casi todos se dedican a la agricultura de granos básicos y muchos miembros
de estas comunidades son migrantes. Sin embargo, las comunidades más
productivas son las del norte, pues allí se cultivan cardamomo, café y ganado.
Las fisiografía de este municipio, son las de las tierras altas sedimentarias
de la cordillera de los Cuchumatanes. El municipio de San Mateo Ixtatán posee
unidades bioclimáticas reconocidas como bosque húmedo subtropical cálido (1000
a 1500 msnm), bosques muy húmedo montano bajo subtropical (2000 a 2500
msnm). Se reporta que en toda la región hay una tala de bosques (variedades de
árboles como nogal, laurel, ébano, caoba) y una fuerte cacería que ha mermado la
población de muchas especies animales de los bosques (venado, armadillo,
comadreja, jabalí y tacuazín).
La población total de San Mateo es de 29,823 habitantes (Censo de 1998);
75% de analfabetismo, 63% en los hombres y 87% en el caso de las mujeres.
Buena cantidad de la población (más o menos el 30%) de este municipio migra
durante los últimos tres meses del año a las fincas de café en Cobán, la costa sur y
en las fincas mexicanas del Soconusco y Chiapas o hacia las colonias agrícolas del
norte del mismo municipio; otra forma de migración es hacia Estados Unidos.
Aún si la mayor parte de la población se dedica a la agricultura, también se ha
desarrollado actividades productivas relacionadas a la artesanal, el transporte y el
comercio, relacionado a la carpintería, a la producción de sal y tejidos de lana. Se
cree que la principal causa de los problemas socioeconómicos del municipio se
debe a la desigual tenencia de la tierra, falta de tecnología y apoyo financiero. El
nivel de escolaridad es bajo, el sistema apenas alcanza cubrir el 26% de la
población en edad escolar y este porcentaje es más bajo cuando se habla de las
mujeres, solamente una de cada cinco niñas es escolarizada. La baja escolaridad
se debe a la pobreza, pues los niños deben trabajar a temprana edad.
El municipio de Santa Eulalia fue fundado como pueblo en 1550 formando
parte del curato de Soloma y del corregimiento de Totonicapán. La gente de la
localidad considera que el primer pueblo fue fundado en Paykonob y luego
trasladado a su asentamiento actual. Según Lovell, este pueblo fue parte de la
encomienda de Gonzalo de Ovalle, siendo su población a finales del siglo XVII de
un poco más de mil personas. En 1836, cuando se formaron los municipios, Santa
Eulalia quedó en el circuito de Jacaltenango, el municipio fue dividido al fundarse
el municipio de Santa Cruz Barillas en 1888.
12
Las tierras al norte de los municipios de Santa Eulalia y San Mateo Ixtatán,
siempre fueron de población q’anjob’al y chuj, actualmente la mayoría de los
habitantes de estos municipios son hablantes de estos idiomas. En el año 1943, la
misión de los Maryknoll fundó una escuela parroquial; y una clínica y cooperativa
San Dionisio en 1964.
Solamente hay una tasa de incorporación a las escuelas del 46% de la
población en edad escolar para el nivel primario. En el municipio hay una
analfabetismo del 48%. En la cabecera municipal funcionan diversos centros de
educación, por ejemplo, un centro de formadores de profesores de segunda
enseñanza, de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de
Guatemala.
Las principales actividades productivas se centran en la agricultura, pero al
igual que en San Mateo también hay producción artesanal en la elaboración de
ropa y candelas, que también se han visto fortalecidas con las remesas recibidas de
los Estados Unidos. El municipio está ubicado en las tierras altas de los
cuchumatanes y posee diversas unidades bioclimáticas, que son las conocidas
como bosque húmedo subtropical cálido (entre 500 a 1000 msnm), bosque húmedo
montano bajo subtropical (2000 a 2500 msnm), bosque muy húmedo montano bajo
subtropical (2500 a 3000 msnm). La municipalidad no reporta grandes cantidades
de tierras comunales sino solamente 12 manzanas, además la mayoría de las tierras
privadas pueden ser definidas como minifundios y en las tierras bajas pueden
localizarse tierras de mayor extensión
En San Mateo Ixtatán y Santa Eulalia, la población se diferencia entre la
población de las aldeas, la cabecera municipal y por la etnicidad chuj, q’anjob’al,
akateka y ladina; por ejemplo de la población de las aldeas según las personas del
pueblo se dijo: “en Chibalasun hay 40 a 50 familias, ésta se volvió aldea hace 20
años (SCH y GT); en Ocante’ viven unas 500 familias (SGM), las personas hablan
dos idiomas, es decir, chuj y q’anjob’al. Este último es el de San Miguel Acatán
(SO). Así chiwal es en q’anjobal (akateko), chilab’ entonces chuj (SO).
Chiwalasun al igual que Ocante fueron parajes ocupados por akatekos hace unos
20 años a pesar de que son tierras comunales de San Mateo. En Cambio las
personas que viven actualmente en Patalcal vinieron de San Sebastían Coatán. Por
otro lado, en las aldeas como Waisnha, en Xhekel y en Yolkultak viven personas
que son de San Mateo. Esta discusión sobre la identidad étnica de las personas y
el surgimiento de nuevas sociabilidades étnicamente diferenciadas es interesante
en una localidad que es cuidadosa de su autonomía.
13
1.4.3.2 Población y Muestra
El universo de estudio desde el punto de vista biológico lo conforman todos los
individuos que migran durante el día y la noche a través del tiempo y del espacio.
En el marco de la tradición y práctica cultural (variable colectiva), el universo de
estudio lo representan todas las aldeas Q'anjob'ales y Chujes que ejercen
actualmente la tradición; sin embargo, el presente estudio se desarrollará
principalmente en los cerros Xijchen y Chib'alazúm (localidades de muestreo), del
municipios de Santa Eulalia San Mateo Ixtatán, departamento de Huehuetenango
(Mapa 1). Las unidades muestrales son los chib’al donde se cazan aves en
migración y las localidades donde se apuesta un punto de conteo de libélulas
migrando y también donde se hacen estimaciones relativas de proporciones por
especie.
Santa Eulalia y San Mateo Ixtatán, el lugar en donde se hará el estudio que
aquí se plantea, son municipios del Departamento de Huehuetenango, ubicado en
la sierra de los Cuchumatanes. Los sitios de muestreo se encuentran un rango
altitudinal que varía entre los 2,300 - 2,800 metros sobre el nivel del mar, con
condiciones de clima frío y húmedo. Así la mayoría de la vegetación está
representada por Bosques montanos subtropicales fríos con vegetación típica de
tierras altas, entre ellas: Abies guatemalensis, Chirantodendron pentadactylon,
Quercus spp, Clussia spp, Nectandra spp, entre otros). El municipio está dividido
en múltiples aldeas y posee 12 caballerías de tierras comunales. La mayoría de la
población trabaja la agricultura y muchos de sus habitantes han migrado a los
Estados Unidos para buscar mejores condiciones de trabajo. Actualmente la
mayoría de su población es indígena hablantes del idioma Q’anjob’al.
Históricamente ellos han desarrollado la practica cultural que denominan chib’al.
14
Mapa1. Áreas de investigación sobre el chib’al y migración de insectos, Cerro
Xijchen y Muq’anjolom, departamento de Huehuetenango.
1.4.4 El Método
Aves
Las aves que fueron cazadas en los chib'al se identificaron utilizando guías de
aves ilustradas como: National Geographic North American Birds, Howell y Web;
A Guide tot he Birds of México and Northern Central América; Birds of Mexico
de Peterson y Chalif; Indentification Guide to North American Birds, Part I. Peter
Pyle. Guía especializada en esquemas e identificación de aves en sus estadios
inmaduros o plumajes desconcertantes.
Aunque el protocolo de investigación inicial proponía una toma de datos
similar a la recomendada en el monitoreo de especies de aves terrestres descritos
por Ralph et al (1996). Se tomo la decisión de re hacer una nueva hoja de toma de
datos (Anexo 1) tomando en cuenta: a) las habilidades de escritura de los asistentes
de campo q’anjob’ales; b) la necesidad de eliminar datos que para esta
investigación no eran relevantes y c) el no contar a tiempo con instrumentos de
15
medición para tales tareas (Nonius, pesas de resorte, etc). Finalmente la razón de la
practicidad (la hoja de toma de datos propuesta por Ralph et al 1996, es muy
compleja y no apropiada para los asistentes de campo) obligaba a hojas de toma de
datos más sencillas que vincularan directamente las variables independientes y la
dependiente de esta investigación.
Algunos datos tomados en este caso fueron (ver anexo 1): Día, mes y año de
colecta; especie de ave; nombre en q’abnjobal, grasa acumulada en todo el cuerpo
y filmada en cámara de video del proyecto, Estado del individuo: normal, herido,
individuo marcado con anillos; Hora de captura; dirección del viento o viento
predominante del Oeste (Yaiqù) o del Este; temperatura, hora de captura, presencia
o no de lluvia o neblina, estado de la luna, entre otras.
Para cada espécimen cazado y desplumado se tomaron datos de manera que se
relacionaran las variables dependientes e independientes; algunos datos tomados
fueron: Día, mes y año de colecta, especie de ave, edad clase cuando posible,
acumulación de grasa abdominal, sub alar, en espalda, abdomen, ancas, hora de
captura, temperatura, tipo de viento predominante, fase lunar (Ver anexo 1).
En casos en los cuales la identificación fuese difícil o que se tratara de una
especie no atrapada durante la temporada, se solicito preparar pieles o guardar
cabezas de los individuos cazados. Esta situación fue complicada al principio por
las creencias propias de la tradición que relacionan “llevarse los pájaros o pieles o
plumas de los mismos” tienen efectos directos con que los “pájaros se van” y no
regresan al chib’al; con estos antecedentes se revisaron pieles y cabezas en las
casas de los asistentes, se filmaron y luego se dejo en libertad para que ellos
hicieran lo que correspondía (enterrarlos o dárselo a sus perros). Lo anterior se
solicito especialmente en el caso de aves de difícil identificación como los de la
familia de los cazamoscas (Familia Tyranidae).
La preparación de las pieles fue dada a los asistentes de investigación de
acuerdo a los lineamientos de la Western Foundation; sin embargo no se tuvo la
rigurosidad de que las preparan para un museo, sino más bien para fines prácticos
de identificación posterior a la caza. Lo anterior implica también que se respeto
las creencias locales y no se tomaron pieles para museos y tampoco cumplían con
los estándares como para ser depositados.
Libélulas y otros insectos asociados en migración diurna
El estudio de insectos migratorios al igual que las aves dio un giro esperado
específicamente para poder cubrir los objetivos y resultados esperados de la
propuesta de investigación inicial. Lo anterior desde el hecho de hacer un
estimado de la abundancia relativa por especie de libélula migrando (se tenia
conocimiento de por lo menos 3 especies); en este sentido, se agrego a la
16
metodología el hacer puntos de conteo de individuos y especies desde parcelas
triangulares en puntos donde se había documentado o donde las personas que
asistieron la investigación recomendaron.
La idea era tener un estimado de las proporciones de especies migrando en
enjambres así como un estimado relativo de número total e individuos migrando.
En cada uno de los sitios o unidades muestrales se trazaron parcelas de
conteo de insectos de forma de un triángulo equilátero de 20 metros de longitud
cada lado. Los insectos que atravesaron la base de dicha parcela, se contabilizaron
y anotaron en hojas de toma de datos / hora, durante 8 hora diarias. Los conteos a
cada hora se realizaron durante 15 minutos diferenciados, registrando también el
tiempo de vuelo estimado en una distancia de 25 metros anotando en este caso el
tiempo que 15 individuos distintos hicieron en éste trayecto. Otros datos de
variables independientes se anotaron, entre ellos: velocidad del viento, dirección
de vuelo, temperatura ambiental y porcentaje de cobertura del cielo o nubosidad
(Anexo 2. Hoja de toma de datos para libélulas). Además se midieron la
temporalidad en la composición y estructura de libélulas migratorias. Está
actividad se realizó a través de la captura de las libélulas con redes aéreas durante
una hora en cinco días de cada mes.
La preservación y colecta de especímenes se llevo a cabo de la siguiente manera:
A. Libélulas (Odonata: Insecta): la preservación de libélulas es
directamente en sobres de papel parafinado una vez fueron sumergidas en
acetona para que los colores se preservara. Los sobres se dejaron en recipientes
con adsorbentes de humedad durante un tiempo mínimo de 12 horas.
Finalmente, los individuos preservados fueron depositados y almacenados en
sobres de glacine de 3 x 5 pulgadas con todos sus datos de colecta.
Posteriormente se identificarán en el laboratorio con la ayuda de un
estereoscopio y claves taxonómicas.
B. Mariposas Nocturnas y Diurnas (Lepidoptera: Insecta): en el caso
de las mariposas se observa una variante respecto del protocolo de
investigación inicial el cual planteaba el estudio de migración den insectos
como parte de la tradición del chib’al, es decir una investigación de mariposas
migrantes nocturnas (imposible de comprobar tal situación porque no se
observaron enjambres de vuelo nocturno). Luego de las primeras visitas se
evidenció que la migración de insectos se da por separado de la tradición del
chib’al y; aunque sigue siendo una tradición cazarlas y alimentarse de ellas, la
diferencia básica es que se lleva a cabo durante el día y en cualquier área
donde los insectos o enjambres de insectos predominantemente dominados por
libélulas puedan ser cazados (no en los refugios o estructura del chib’al).
17
El caso de las mariposas nocturnas en el chib’al no se puede comprobar su
estatus de migratorias, pero si su similaridad de motivación de atracción que
comparte con las aves, ser atraídas ambas por la luz del chib’al.
Para preservar mariposas nocturnas se procedió a inyectar con amoniaco
directamente en el cuerpo de las mismas; para ello se utilizó una aguja
hipodérmica. Posteriormente se colocaron en sobres de papel parafinado y
fueron transportados al laboratorio en cajas entomológicas portátiles. En el
laboratorio se colocaron los sobres aun con los especimenes en una cámara
húmeda con el fin de relajar los músculos de las alas. Seguidamente se
montaron sobre una tabla de montaje de lepidópteros, valiéndose de un alfiler
entomológico que se atravesaron en el centro del tórax. La tabla sirvió para
montar los especimenes con las alas y antenas en posición extendida.
Cada mariposa llevó todos los datos de colecta en un papel de 4 x2 cm que se
ajustaron en el alfiler de montaje. Se almacenaron en cajas selladas especiales
para insectos. Posteriormente se identificarán todos los especimenes
colectados con la ayuda de un estereoscopio y claves taxonómicas y colocados
en cajas entomológicas para su preservación y orden de las colecciones.
I.4.5 La Técnica Estadística
Para el análisis de los datos se utilizaron métodos exploratorios de datos para
observar la variación temporal; así como patrones preliminares en la abundancia
de las libélulas desarrollando programación específica a través del programa R. El
análisis de agrupamiento jerárquico permitió clasificar la temporada migratoria de
libélulas en tres períodos. También se realizó un análisis de regresión múltiple
GAM para apreciar la relación entre las variables ambientales y las abundancias de
libélulas y velocidad del vuelo. Para determinar sí existían diferencias entre las
abundancias temporales y espaciales se utilizaron pruebas de G para los datos con
distribución normal y pruebas de Kruskal-Wallis y modelos lineares generalizados
con distribución de Poisson para los datos con distribución no normal.
I.4.6 Los Instrumentos o software utilizado se detallan a
continuación:
Software del programa R cuyo paquete permite, desde la programación,
desarrollar los análisis de manera más explícita entre las variables dependientes e
independientes. Este fue el programa más utilizado para los análisis presentes en
este informe y represento una herramienta particularmente útil para hacer análisis
de correlación de variables. Otros programas utilizados fueron: JUMP 3.1.2, Nvivo
y Microsoft Excel.
18
PARTE 2
2 MARCO TEÓRICO
El marco teórico de esta investigación se basó únicamente en dos eventos
pasados de relación directa con el fenómeno a estudiar, a saber: a) investigaciones
de los años sesentas, en la cual se cita vagamente el fenómeno del chib’al y b) una
investigación exploratoria desarrollada por el investigador principal en el año dos
mil nueve. El resto de la bibliografía citada no son investigaciones que se hayan
desarrollado en Guatemala pero tiene una relación estrecha con el objeto de
estudio: la migración de aves, la migración de insectos, condiciones climáticas y
todo lo relacionado a tipificar y sistematizar una tradición oral de las culturas en
donde esta tradición oral y practica ancestral se lleva a cabo. Describiremos pues
de forma clara los antecedentes científicos de esta investigación y luego
detallaremos, desde la investigación bibliográfica, temas relacionados.
El chib’al palabra utilizada directamente desde el idioma Q’anjob’al, como
tradición y práctica cultural no ha sido estudiada en Guatemala, y todo lo que se
conocía de éste, era transmitido por la tradición oral. Los primeros reportes como
tal se obtuvieron desde una investigación previa desarrollada por Pérez (2009,
revista CEFOL en revisión) en el año dos mil nueve, documentando de manera
rápida la tradición, la temporalidad, formas y creencias alrededor de ésta. Sin
embargo, existe aunque de manera indirecta un reporte que data del año mil
novecientos sesenta y dos, cuando Baepler (1962) un investigador estadounidense
visitó estas latitudes con el objeto de desarrollar su tesis doctoral sobre “Las Aves
de Soloma” (The birds of Soloma). En ésta investigación Baepler (1962) reporta
que algunas aves que el registró como Bartramia longicauda y Coccyzus
americanus, le fueron entregadas desde “fuegos nocturnos que los indios
desarrollaban”. En ésta ocasión, única desde las ciencias biológicas, se cita lo
que actualmente sigue siendo la tradición del chib’al, sin embargo, es desechada la
posibilidad de estudiar el chib’al de la manera en que en ésta oportunidad lo
hacemos. Recordemos que el conocimiento indígena como tal no ha sido
reconocido en toda su magnitud; el conocimiento científico se impuso como una
norma y no como un complemento del primero. Pese a lo anterior, la industria
farmacéutica, alimenticia y la genética han aprovechado el conocimiento indígena
y utilizado en bioprospección con mucho éxito, sin equidad en distribución de las
ganancias obtenidas a partir del mismo.
Nuestro punto de partida en el que se relacionan e integran el conocimiento
científico-biológico y el conocimiento indígena, como parte de procesos culturales
localizados, es un principio diferente la propuesta de la conservación basada en el
conocimiento occidental para imponerla sobre otros grupos.
19
La naturaleza de la práctica cultural permite que se realicen estudios de ambas
ciencias (Biología y Antropología) al mismo tiempo. Resultaría ilógico realizar
una investigación y subestimar la riqueza del conocimiento que soporta la misma
práctica cultural y el fenómeno de la migración natural de aves e insectos. Con lo
anterior, el impacto a nivel global, nacional y localizado (etnias q'anjob'al y chuj)
esta garantizado por la multidisciplina de ciencias involucradas y por el carácter
único y novedoso del enfoque y los resultados esperados. En términos locales,
pretende poner en valor el patrimonio cultural y reconocer el alcance y efectos
colaterales que la práctica cultural tiene sobre el ecosistema y la supervivencia de
las especies de insectos y las especies de aves migratorias neotropicales. Por otra
parte la socialización del proyecto permite potencializar éste conocimiento,
ponerlo en valor y abrir un abanico de posibilidades de explotarlo desde nuevos
enfoques como el turismo cultural-científico y el respeto a esta práctica cultural
como un marcador único de las etnias.
2.1 Que es el fenómeno de la Migración?
Según Gaunthreaux citado por Rappole (1995) “ un animal no se debe mover si
el lugar donde nació permanece en condiciones buenas o adecuadas”; entonces:
Que fuerzas motivan realizar vuelos migratorios y cubrir grandes distancias?,
Cuáles son los factores que motivan o frenan la migración? Aunque el estudio del
fenómeno de la migración se encuentra aún en fases iniciales, en el caso de las
aves, existen desde el punto de vista biológico muchas variables que pueden
favorecer en términos evolutivos el fenómeno de la migración, entre ellos:
a. Ancestro Común: teorías recientes (Rappole et al, 1995) indican que las
aves de Norteamérica y las de Centro y Sur América tienen un ancestro
común y en el Sur, el 48% de las especies norteamericanas migratorias
tienen poblaciones residentes en Neotrópico1 y el 78% tienen congéneres o
poblaciones residentes.
b. Los argumentos que favorecieron la evolución hacia migración son:
a. Competencia intra específica, depredación, en el trópico, baja tasa
de reproducción
b. Supervivencia de jóvenes excedía espacio disponible.
c. Jóvenes se ven forzados a moverse grandes distancias a medida que
van llenado espacio en hábitat.
1 Neotrópico: se considera a la región comprendida entre las latitudes del trópico de Cáncer y el
trópico de Capricornio.
20
Con lo anterior las aves migratorias neotropicales obtienen las siguientes ventajas
evolutivas:
a. Optimizar reproducción y supervivencia. Norteamérica durante la
primavera tienen gran disponibilidad de alimento, poca depredación y
poca competencia por alimento y sitios de anidamiento, comparado
con el neotrópico y trópico.
b. La Selección natural parece actuar rápido sobre conductas no
adaptativas debido a que los beneficios resultantes son inmediatos.
Esto se evidencia en que las garzas garrapateras (Bubulcus ibis) que en
menos de 50 años desarrollaron el fenómeno debido a las ventajas
reproductivas que ofrece.
c. Desarrollan mas técnicas de forrajeo o alimentación, muchas
aves migratorias neotropicales desarrollan diferentes técnicas de
alimentación comparado con las aves que no migran. Esta condición
les permite sobrevivir en ambientes o estructuras de bosque distintos
2.1.1 Migración en Insectos
Uno de las formas más importantes de dispersión de los insectos, ha sido descrito
por Kennedy (1975) como “viajes adaptativos”. Consiste en un movimiento
masivo cuya función es recolocar espacialmente a las poblaciones de insectos.
Recientemente los movimientos a larga distancia realizados por insectos, han sido
siempre referidos como dispersión, llevan ahora en el mundo de la entomología el
nombre de migración (Holland, 2006). Los movimientos de migración de
insectos a gran escala tienen impactos negativos y positivos sobre el humano:
pérdidas económicas al depredar hojas de plantaciones; propagación de
enfermedades; y proveer servicios especiales en un ecosistema como lo es la
polinización; el movimiento total de biomasa representa un factor importante en
un ecosistema ya que comparado con las aves, estos pueden llegar a ser mas
numerosos.
Año tras año cientos de lepidópteros (mariposas) y odonatos (libélulas) buscan
sitios para migrar estos movimientos van desde varios hasta cientos de miles de
kilómetros de distancia. Insectos que vienen a Centro América ya sea desde
E.U.A. o desde el sur de México simplemente buscan áreas que posean las
condiciones y factores propicios para poder, ya sea aparearse (migración de una
vía) o simplemente madurar y regresar a los sitios de reproducción de donde
partieron desde un inicio (migración de doble vía) (Holland, 2006).
1.2.2.2 Mecanismos y estrategias de migración de los insectos
Un aspecto que ha motivado la investigación en insectos comparada con la
investigación en migración de aves, es que, como regla, los insectos que inician la
21
migración, nunca son los que regresan y una viaje migratorio de ida y vuelta puede
tomar varias generaciones.
Un ejemplo claro es la mariposa monarca Danaus plexippus, la cual es el insecto
migratorio mejor estudiado hasta el momento (Brower, 1995). Solo algunos
cuantos individuos, sino es que ninguno, se mueven durante el invierno desde
norte América hacia el sur (llegando hasta México) y regresan posteriormente al
lugar donde partieron. En cambio la gran mayoría, y si no es que todos, se
desplazan al finalizar el invierno a latitudes mas hacia el norte. Pero los individuos
que alcanzan estas latitudes son generaciones posteriores de los migrantes
iníciales. Este proceso se llama migración intergeneracional (Holland, 2006).
Este fenómeno de migración en los insectos se debe a que estos poseen
ciclos de vida más cortos que los vertebrados. Un ejemplo son las libélulas
migratorias, las cuales según Corbet (1999) viven unos cuantos meses en estadio
adulto, lo que los limita a recorrer cortas distancias, encontrando sitios de
reproducción adecuados para que la siguiente generación continúe la travesía.
2.1.2 Migración Neártica - Neotropical en Aves
Existen alrededor de 650 especies de aves migratorias Neotropicales, por lo menos
338 establece sus territorios desde el norte de México hasta el trópico de Cáncer.
Enteo 90 y 80 especies se reproducen también en el Neotrópico, es decir, en
invierno se encuentran población de “residentes” y de migratorias (como es el caso
de algunas garzas). De este total de especies Guatemala sostiene alrededor de 239
especies, Belice 182, el Salvador 173, Costa Rica 195, México 313, entre otros
(Rappole et al 1995):
A la fecha se encuentran descritas 5 rutas de migración (Figura 1) de aves
migratorias (Rappole et al 1995):
1. Ruta de las Islas: es tomada por las aves del Este saliendo por el Estado de
Florida, toman la ruta de las grandes y pequeñas Antillas hasta llegar a Suramérica
aproximadamente por el Estado venezolano.
2. Ruta Bobolink: saliendo del Estado de Florida atraviesan las Islas de las
Antillas hasta llegar a Suramérica aproximadamente por el estado colombiano.
3. Shorebird Route: costa noreste de estados Unidos sin parar hacia el oeste del
Atlántico norte de Suramérica.
4. Western Gulf Route (Circum). A lo largo de la costa de Texas hacia México y
CA.
22
5. Ruta del Golfo: Cruzando el golfo de México en dirección hacia América
Central ingresando por las montañas del oeste de Guatemala. Esta es una de las
rutas mayormente utilizadas por las aves migratorias neotropicales (Ver mapa 2).
Para este estudio importan de manera especial las rutas 4 y 5, es decir la ruta que
atraviesa el golfo de México (Trans Gulf) y la ruta que rodea el Golfo (Circum
Gulf). Las investigaciones sobre rutas migratorias en varias especies se encuentran
en etapas tempranas. Se desconocen detalles como: factores que afectan el
inician del viaje y la escogencia de una ruta, detalles de la selección del hábitat y
recursos en las áreas de reabastecimiento (stop over areas), la influencia del sexo y
la edad en todos los aspectos de este fenómeno.
La altitud de vuelo durante la migración puede ser elegida a fin de localizar marcas
familiares del paisaje, para volar encima de las nubes o la neblina o para librar
barreras físicas, para ganar ventaja a un viento, o para mantener un buen balance
fisiológico. El 95% de los movimientos migratorios ocurren a menos de 10,000
pies (3,000 m), y la gran mayoría bajo los 3,000 pies (1,000 m). Sin embargo, hay
aves que vuelan por encima de los 15,000 pies, lo más alto que se ha registrado es
a 26,000 pies. Los registros de la Administración Aeronáutica Civil de EEUU
muestran que 2/3 de las colisiones de aves con aeronaves ocurren debajo de los
2,000 pies y prácticamente ninguna arriba de los 6,000 pies (Williams 1950 en
http://www.npwrc.usgs.gov/resource/othrdata/migratio/alt.htm )
Mapa 2. Rutas americanas de migración de aves, de acuerdo con Rappole et al 1995.
Números 7 y 6 en rojo, pertenece a ruta Circum Gulf; números 5 y 4, en color rosado,
pertenecen a la ruta Trans Gulf que son las rutas que posiblemente coincidan en las
localidades de estudio de éste estudio. Rutas 3, 2 y 1 son las rutas de Bobolink, la de las islas y
la de Shorebird respectivamente. (Tomado de http://www.npwrc.usgs.gov/ )
4
23
Registros que detallen o reporten movimientos migratorios de Libélulas y
Mariposas hacia el Norte de Centro América son escasos. No se conoce con
exactitud hasta la fecha las rutas tomadas por estos insectos (Hogue, 1993;
Holland, 2006) por lo que se reitera la importancia de este tipo de estudio pionero
en la migración de insectos de Guatemala.
La luz como un factor atrayente durante la migración
Edificios altos, faros, monumentos, torres de TV y otras obstrucciones han sido
responsables de la destrucción de aves migratorias. Las luces brillantes de los
edificios y de los ceilómetros en los aeropuertos tienen un atractivo poderoso hacia
los migrantes nocturnos que pueden buscar los insectos que son atraídos por las
luces. La atracción es más notable en noches con neblina, pues el efecto de
dispersión de la luz confunde a las aves y hace que se estrellen contra las
estructuras altas. La luz blanca estacionaria en Ponce de León, Florida ha causado
una gran destrucción de aves, al igual que otros dos faros en Florida, un edificio a
la orilla de un lago en Chicago y en otras luces en la costa de Quebec. Actualmente
las torres de televisión son la principal causa de mortandad de las aves migratorias.
Las cualidades letales de los ceilómetros de los aeropuertos han sido modificados
efectivamente por la conversión a luces rotatorias o intermitentes.
(http://www.npwrc.usgs.gov/resource/othrdata/migratio/per.htm).
Por su lado, y como ya es sabido, los insectos son atraídos por la luz
existiendo reportes en Norte América, China y África de migración de libélulas y
mariposas que migran por las noches (Hong-Kiang, 2005; Corbet, 1999; Sprandel
,2001) por lo que son atraídas al igual que las aves durante su trayectoria
migratoria.
Las rutas de migración y la sierra de los Cuchumatanes
La Sierra de los Cuchumatanes que atraviesa el Departamento de Huehuetenango y
que es a su vez, una continuación de la Sierra Madre, es una fracción de posible
conexión entre las rutas migratorias que atraviesan y que rodean el golfo de
México (Figura 3). La importancia de la ruta migratoria continental, el estado
fisiológico, la edad clase, la especies, las cantidades y las épocas pico de
migración (Rappole, 1995) son datos que pueden ser científicamente recopilados
como una parte complementaria de éstas tradiciones de los Q'anjob'ales y chujes
del altiplano huehueteco. Por otra parte, para aves que pasan el invierno Neártico
en latitudes de América de Sur, la información que puede ser recopilada
prácticamente a mitad de la migración de otoño es invaluable.
24
Lo anterior, sería una interesante investigación para conocer el estado fisiológico
que las aves poseen en su viaje Norte - Sur, debido a que en muchos artículos
científicos se emulan hipótesis de que las altas tasas de deforestación y
fragmentación del hábitat en el Neotrópico son los responsables de las
disminuciones observadas en ciertas especies de aves migratorias. Hutto, (1988),
aduce que también en el hábitat de reproducción de las aves de Norteamérica
existen tendencias en pérdida y fragmentación del hábitat que podrían tener efectos
en la salud y condiciones fisiológicas de las aves migratorias neotropicales y por lo
tanto ser vulnerables a morir en su ruta de migración Norte - Sur o migración de
otoño.
2.2 El Cambio Climático y sus efectos sobre migración
El cambio climático mundial derivado de la liberación a la atmosfera de gases de
efecto invernadero está amenazando cada vez más las diversidad biológica y a los
humanos; donde quiera que éstos estén y hacia donde se muevan; desde un cactus
en el valle del Motagua Guatemala hasta el oso polar en el Ártico. Este desbalance
en el clima también está amenazando ecosistemas enteros como el bosques
nubosos de Suramérica y los arrecifes de coral los cuales se están perdiendo a
niveles nunca antes vistos; en pocas palabras, el cambio climático afectara donde
las especies vivan, hacia donde se muevan y como éstas interactuarán con su
medio ecológico. Los mayores impactos del cambio climática sobre la diversidad
biológica se darán en ecosistemas altamente vulnerables, en orden de prioridad:
ecosistemas acuáticos y costero marinos especialmente arrecifes de coral;
ecosistemas alpinos, ecosistemas de montaña especialmente bosques nubosos.
Con lo anterior el fenómeno de la migración, generalmente motivado por
indicadores y cambios perceptibles por los animales que desarrollan movimientos
migratorios pueden ser seriamente afectados, no solo en su ruta, es decir en pleno
movimiento migratorio, sino también como las “señales” del inicio y fin de dicho
movimiento. Según Rappole (1995) los cambios en presión y temperatura son de
los principales detonadores de hormonas y cambios fisiológicos específicos que
hacen posible, a nivel individual, que el movimiento migratorio se desarrolle, ello
conlleva a por ejemplo: almacenar grasa, disminuir significativamente el tracto
digestivo, desarrollo de cambios fisiológicos para el viaje y finalmente iniciarlo. Si
los cambios en el clima no pueden tener una lectura adecuada, las migraciones y la
diversidad biológica implicada en ellos está en serios problemas.
La disponibilidad de alimento debido a una afección del ciclo ecológico de la
reproducción de insectos, ciclos de floración, fructificación y disponibilidad de
néctar también estará influenciado por el desorden climático, y, en este sentido,
animales que desarrollan migración pueden moverse de un sitio a otro
25
tradicionalmente mejor o con mas alimento y encontrarlo completamente
desprovisto de fuentes alimenticias.
Información proveniente del Cuarto Reporte del Panel Intergubernamental de
Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) sugieren que aproximadamente
el 10% de las especies que habitan los ecosistemas estarán en alto riesgo de
extinción por cada grado centígrado que la temperatura aumente. El aumento de un
grado es inminente y es un efecto “de inercia” de la contaminación atmosférica del
planeta, aún si todos los países del mundo dejaran de emitir gases de efecto
invernadero ahora mismo y la máxima. Con lo anterior la adaptación no es un
opción es una obligatoriedad.
Aunque de alguna manera existen grados de incertidumbre sobre los efectos del
cambio climático en la biodiversidad y más aun en los efectos de éste sobre el
fenómeno de la migración, se supone que los efectos serán desastrosos puesto que
la mejora en el clima, en este caso, supone una responsabilidad de muchos países
dentro de ellos Estados Unidos y Canadá; dos potencias económicas que
generalmente no están dispuestas a cambiar su estilo de vida por un ambiente
mejor. Estos países representan la mayor resistencia en las Convenciones
mundiales de Cambio Climático y Diversidad Biológica (observación personal de
negociaciones en la COP-10 de Diversidad Biológica, Nagoya, Japón). La ciencia
actual no tiene los elementos claros sobre los puntos de inflexión en que los
procesos serán irreversibles o disfuncionales; en ese sentido, la prevención, la
restauración son los elementos clave para iniciar la adaptación al cambio
climático. Las líneas bases de adaptación al cambio climático desde lo social y
biológico deben iniciarse con medidas de la salud de ecosistemas y su
funcionalidad y/o bienes y servicios y desde la relación de éstos con la sociedad
humana –medida como vulnerabilidad-.
2.3 Sobre Antropología y su vinculación con el conocimiento científico
Como afirmaría Cliford Geert, (1987) “el hombre es una animal inserto en tramas
de significado que el mismo ha tejido” la cultura desde este punto de vista es una
construcción histórica por medio del cual los humanos significan su vida o le dan
sentido. Los pensamientos y las prácticas de los grupos humanos específicos están
inmersos en estas redes que se vinculan con la economía, la política, la tradición y
el conocimiento. Es decir, hay contextos sociológicos que hace posible la
producción de estos significados y por eso los pensamientos y las prácticas
humanas son diversos. Con esto también se quiere decir que el conocimiento se
produce localizadamente, es decir, conforme a los contextos sociales, biológicos,
ambientales, económicos y demás lo que no tampoco significa que entre ellas no
existan vínculos posibles. Más bien, existen marcos explicativos que pueden ser
comparados y pueden tornarse complementarios cuando son reconocidos
26
adecuadamente, es decir, buscando un paralelismo en su comprensión y su
producción.
Hasta ahora la antropología, (o cualquiera otra ciencia o disciplina
científica) se ha definido ella misma como universal, desdeñando el conocimiento
local (Geertz, 1994) como parte de un conocimiento tradicional. Todo esto no
permite la vinculación entre los conocimientos localizados porque una limita a la
otra o, en el mejor de los casos, el conocimiento indígena es usado de manera
instrumental, lo cual no pone en perspectiva la riqueza de éste último (de allí
también surgen las acusaciones sobre la biopiratería o las inconveniencias de la
bioprospección). Todo esto por supuesto también está relacionado con la
producción de una economía política y las formas de dominación.
El valor de un estudio que parte desde esta perspectiva se encuentra
precisamente en esto, es decir, en reconocer las particularidades y los puntos de
encuentro entre los conocimientos generados por los diversos grupos humanos. La
pregunta de Arturo Escobar (1999) sobre ¿de quien es la naturaleza? También
abre posibilidades para imaginar nuevas perspectivas en el análisis del
conocimiento indígena y su valor en el mundo globalizado actual sin que las
comunidades que generan este conocimiento pierdan su autonomía en el proceso,
sino más bien se fortalezcan.
Como se ha afirma más arriba los conocimientos relacionados al chib’al
representan un importante recurso para conservación y producción del ambiente
desde las múltiples perspectivas locales. La historia de la relación de los indígenas
con la tierra (Shelton Harold Davis, 1997) mantiene vigencia e importancia en la
actualidad y representa también un rico recurso para llevar adelante procesos
vinculantes de conservación del ambiente. La producción de significados sobre el
uso y conservación de la tierra entre los q’anjob’al como lo refiere Shelton Davis,
está vinculado con la economía política de la región pero también con la herencia
cultural indígena y relacionada con la veneración de los ancestros, las divinidades
naturales, la historia política de la región y los derechos inalienables reconocidos
desde el convenio 169 de la OIT.
Conocimiento indígena: En términos generales se podría afirmar que el
conocimiento indígena (Akhil, Gupta, 1998), es un proceso de la experiencia que
está vinculada con las otras formas del conocimiento humano (científico por
ejemplo), de manera dinámica y diversa. El conocimiento tradicional que es parte
del conocimiento indígena es, como todo rasgo cultural, dinámico y evolutivo en
sus observaciones y generalmente muy exacto en sus predicciones basadas en la
observación continua. Prueba de lo anterior es el calendario maya desarrollado por
la civilización del mismo nombre. Algunos datos del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (Aguilar, 2001) citan que gran parte del conocimiento
que puede ser de alta utilidad para el ser humano permanece en cerca de 4000
27
pueblos indígenas del mundo. Se ha revelado que el 80% de la población mundial
depende de conocimientos indígenas para atender sus necesidades médicas y, al
menos un 50% de los habitantes del planeta dependen del conocimiento indígena
para su subsistencia y alimentación.
Profundizar las investigaciones sobre migración en aves e insectos desde el
marco de una tradición y práctica cultural del chib'al es una oportunidad única, por
los enfoques científicos y la integralidad del conocimiento. Desde ésta perspectiva
general el estudio es más que justificable porque se estudian desde ambas ciencias;
desde las ciencias biológicas, se realizó un estudio justo a "media migración" y
efectivamente se toma una muestra de aves "en ruta" algo nunca antes
desarrollado. Desde la Antropología se documentó un marcador y una práctica
cultural única en el mundo, actualmente amenazada de desaparecer en su sentido
original debido a la influencia del "desarrollo" y la contaminación cultural que
conlleva los medios de comunicación y el retorno de inmigrantes que viajaron en
busca de un mejor futuro a los Estados Unidos. Actualmente la participación de
ancianos y ceremonias dirigidas por sacerdotes locales es algo que ha
desaparecido y la esencia de la práctica es desconocida para muchas de las
personas que actualmente ejercen ésta tradición Una investigación preliminar
(Pérez, 2009) denota grandes variantes en la tradición (degradación?) entre ellas
que se utilizan lámparas de kerosene y que algunos chib'ales fueron utilizados para
beber alcohol durante las noches y presentó alta proveniencia de personas de otros
sitios, ajenos completamente a la cultura y tradición del pueblo Q'anjob'al y Chuj.
Con lo anterior, es de vital importancia documentar y difundir el carácter y esencia
original de esta práctica cultural.
Nuestro punto de partida en el que se relacionan e integran el conocimiento
científico-biológico y el conocimiento indígena, como parte de procesos culturales
localizados, es un punto de vista diferente a aquellos que promueven una
conservación basada en el conocimiento occidental para imponerla sobre otros
grupos. La naturaleza de la práctica cultural permite que se realicen estudios de
ambas ciencias (Biología y Antropología) al mismo tiempo. Resultaría ilógico
realizar una investigación y subestimar la riqueza del conocimiento que soporta la
misma práctica cultural y el fenómeno de la migración natural de aves e insectos.
Con lo anterior, el impacto a nivel global, nacional y localizado (etnias q'anjob'al y
chuj) esta garantizado por la multidisciplina de ciencias involucradas y por el
carácter único y novedoso del enfoque y los resultados esperados. En términos
locales, pretende poner en valor el patrimonio cultural y reconocer el alcance y
efectos colaterales que la práctica cultural tiene sobre el ecosistema y la
supervivencia de las especies de insectos y las especies de aves migratorias
neotropicales. Por otra parte la socialización del proyecto permite potencializar
éste conocimiento, ponerlo en valor y abrir un abanico de posibilidades de
explotarlo desde nuevos enfoques como el turismo cultural-científico y el respeto a
esta práctica cultural como un marcador único de las etnias.
28
PARTE III
III. RESULTADOS
Los resultados de esta investigación son muy especiales pues nos dan una mejor
idea y datos mas exactos sobre la temporalidad de la migración de insectos, la
tradición oral y relatos relacionados a ésta, la cantidad y numero de especies de
aves que migran y la separación de la migración de libélulas de la tradición del
Chib’al. Es interesante resaltar lo anterior, la migración de libélulas que es diurna,
está separada de la del chib’al como estructura y como práctica tradicional, aunque
en ambas se desarrolle cacería y aunque ambas sean prácticas de las cuales se
obtiene alimento. La palabra Chib’al ser refiere a la actividad de cacería y a la
estructura construida para ese fin, la cual consiste en un tapesco o refugio,
condición que no se da en la cacería de libélulas en migración masiva. En este
sentido, se avanza en el conocimiento generado desde la investigación y desde los
primero relatos sobre el chib’al (Pérez, 2009, revista CEFOL, en revisión).
Para desarrollar de manera coherente los resultados iniciaremos una descripción de
los resultados de la investigación antropológica social, luego la biológica y
finalmente, en la discusión de resultados haremos una relación de ambos
conocimientos.
3.1 El marco de la tradición y práctica social/cultural del Chib’al
El Chib’al se considera una tradición porque data de mucho tiempo atrás,
pero es una práctica social observable en la actualidad en los pueblos q’anjob’al o
chuj y akateka. En la actualidad mucho de la motivación de la práctica puede estar
asociada a la diversión, sin embargo es muy posible que anteriormente tuviera
otros móviles, aquellos propios del conocimiento tradicional indígena. Debido a
que en esta investigación tiene como objetivos investigar la migración de insectos
y la de aves y, debido a que están separadas desde el marco de la tradición, se
propone tratarlos por separado e integrarlos al final. En principio relataremos los
resultados de la tradición del chib’al y la migración nocturna de aves y luego sobre
la migración diurna de libélulas y otros insectos.
Como parte de la delimitación geográfica se hace referencia a los
municipios de San Mateo Ixtatán y Santa Eulalia, del departamento de
Huehuetenango, sin embargo, dicha práctica es observable en el municipio de
Nentón, San Pedro Soloma y otros municipios del departamento. También se
considero dicha práctica social como práctica social q’anjob’al o chuj, sin
embargo, ésta también se práctica en localidades con población akateka y
población ladina que lo práctica en localidades q’anjob’ales.
29
Algunas personas de Chib’alasun no están interesados en hablar sobre el
chib’al, ellos desconfían de los investigadores y afirman que no “saber que vienen
a hacer esas gentes aquí” (SO). No creo (no confío) en esa gente dijo el alcalde
auxiliar de Chib’alazum.
No obstante, las autoridades de Ocanté se presentaron abiertos para dar las
entrevistas e incluso se ofrecieron para acompañar a los investigadores para hablar
con las autoridades de Chib’alasun; Selvin ya nos platicó cual es la meta de
ustedes, cual es el compromiso que ustedes quieren hacer (SO). Estas posiciones
hablan de dos formas de enfrentar a los extraños por dos comunidades o dos
grupos étnicamente diferenciados que igual tratan de mantener el control y la
autoridad en sus localidades.
Aún los investigadores deben reconocer y considerar en sus estudios las
concepciones y los intereses de la gente en la comunidad, frente a la práctica del
chib’al. Algunas personas de Santa Eulalia hablan que “en el chib’al han llegado
unos gringos. Digo gringos pues porque estuvieron allí conmigo y agarraron unos
pájaros, sólo tomaron fotos y estuvieron preguntando y todo eso, miraron los
pajaritos, como que chulada, vaya que en ese tiempo que llegaron entraron
pájaros, este año fue, estuvieron apuntando, yo pensé que se los iban a traer, no,
sólo agarraban a los pájaros y los soltaban otra vez. No sólo que nos está
costando tanto, le dije yo a un compañero que estaba allí, y que este sólo los deje
ir, son babosadas, ya no les den les dije y ya no les dimos, les dije yo, agarren
ustedes, hay varas allí. Llegaron cuatro, dos mujeres y dos hombres” (SR).
Otras personas muestran su inconformidad frente a las promesas de los
investigadores. Algunos prometen regresar con publicaciones, pero todo ello no lo
cumplen a cabalidad. Cuando dijimos a la gente que nos interesaba el Chib’al para
escribir un libro sobre esta tradición, la gente contó sobre otro investigadores que
habían hecho las mismas promesas. A veces la gente desea ser autor del libro,
pero los investigadores no los reconocen como tales. “Yo hice un libro, pero vino
una licenciada, es maestra de letras, estaba trabajando aquí en Huehuetenango y
ese libro salió, ella quería hacer sacar uno legalmente pero sólo me dejo la copia,
el hombre dijo que sabía que los libros habían sido vendidos en San Mateo. Sólo
la copia me dejó, yo quería uno, lo iba a imprimir, me iba dar uno mejor pero
hasta la fecha ya no” (JH).
3.1.1 El Chib’al, los recuerdos y la transformación
Desde el relato oral, se cree que el chib’al se originó cuando un grupo de arrieros
provenientes del oeste, acampó en las cercanías del Cerro Xijchen y para
calentarse hicieron un fogón en la fría noche.
30
Mientras estaban frente al fuego, ellos vieron que las aves volaban a su alrededor o
enfrente de ellos, condición que aprovecharon para cazarlas y alimentarse. Desde
entonces, los abuelos (antepasados) se iniciaron en la práctica del chib’al. La
narración anterior y otras relacionadas varían entre las localidades de estudio. Son
más claras en el municipio de Santa Eulalia, donde la tradición se mantiene con
fuerza; comparada con el municipio de San Mateo Ixtatán en donde como cabecera
municipal la tradición desapareció hace aproximadamente veinte años.
En el cerro Chib’alaktak2, donde se congregaban en la antigüedad hasta 300
chib’al, la tradición ha degenerado desde el año 2006 en que dejaron de construir
la estructura del chib’al. El futuro de la práctica cultural y tradición del chib’al es
incierta, en algunas comunidades existe una alta migración de jóvenes hacia
Estados Unidos. El cerro Xijchen, sitio con mayor actividad de chib’al, con hasta
treinta y cinco activos, es posible que ésta tradición se mantenga por mucho
tiempo. Se menciona desde el relato, que durante el conflicto armado, muchos
chuj que se refugiaron en México continuaron con la práctica del chib’al, es
posible entonces que los chiapanecos hayan adoptado la tradición.
No se encuentran narraciones de este tipo en San Mateo Ixtatán, sin
embargo, se percibe en la cabecera municipal, un desconocimiento sobre esta
práctica. Algunas personas narran el chilab’ como una tradición que desaparece,
una experiencia personal o que se hace únicamente en las aldeas. Los jóvenes
pueden manifestar su desconocimiento o categorizar la práctica según sus nuevas
experiencias. Un joven de San Mateo, miembro de la Academia de las Lenguas
Maya, por ejemplo, nos habló de la existencia y permanencia del Chilab’ como
cultura chuj y su desaparición en la cultura local en la cabecera municipal de San
Mateo (TICH). Él definió el chilab’ como la caza de pájaros migrantes y como
cultura chuj se da. En San Mateo Ixtatán se informa de la existencia de la práctica
del chilab’ o chiwal, sin embargo, en la cabecera municipal, sólo quedan voces y
experiencia de personas ancianas que en aquel entonces fueron al chilab’.
El conocimiento que tienen los jóvenes sobre la tradición o la práctica del
chilab’ se define de manera general, es decir, pocos conocen los pormenores de
esta tradición. No tenemos mayor información respecto a ello, sabemos que se
coloca en el cerro más alto, se hace una casa y en su época en el mes de agosto
(se inicia la cacería)… en la noche se enciende fuego y la gente que está lista para
atrapar a los animalitos que vienen por grupo. En una noche se puede atrapar de
15 a 20 pájaros. Dicen que hay noches que se consiguen y en otras no (TICH).
Así, muchas personas de la cabecera municipal de San Mateo narran el chilab’
como un recuerdo o tradición.
2 Cabe mencionar que la localidad de la tradición y la práctica son los cerros y no
la aldea, chilab’azun, chiwalasun o chib’alaktak.
31
No obstante, el poco conocimiento que tienen los jóvenes sobre esta práctica se ha
reproducido por medio de la sistematización de la tradición oral y la promoción de
la cultura chuj. Se menciona que en el refugio durante el conflicto armado interno,
algunos chujes practicaban el chilab’ en México.
3.1.2 Transformaciones, nuevas tecnologías y mitos sobre aves
voladoras
En Chilab’asun, el joven alcalde auxiliar afirma que en su aldea, cuando
aún no se había introducido la luz eléctrica, llegaba gente del pueblo a hacer el
chiwal3. Se sabe que hace unos veinte años hacia atrás, el cerro Chilab’asun era el
centro de la caza de aves en San Mateo Ixtatán, cuando éste no había sido poblado
por indígenas provenientes de San Miguel Acatán. En ese entonces, la gente de la
cabecera municipal de San Mateo Ixtatán y de las aldeas Ocanté y Patalcal venían
a este lugar a hacer Chilab’ (SCH). Ellos colocaban filas de chilab’ en el cerro
chib’alaktak (chib’al entre pinadas), allí se colocaban aproximadamente 300
chib’al. Frente a ello se dice, actualmente son pocas las personas que colocan
estas estructuras para cazar aves. El joven alcalde auxiliar afirma que esta
transformación se debe a la disminución de la cantidad de pájaros. Cabe
mencionar que la localidad de la tradición y la práctica son los cerros y no la aldea,
chilab’asun, chiwalasun o chib’alaktak.
La población de esta comunidad habla de las transformaciones en la
práctica del Chilab’; por ejemplo, refieren que en los tiempos pasados para atraer a
los pájaros las personas hacían un fogón, actualmente la gente de esta aldea usan
focos de luz eléctrica e improvisan una estructura en los patios de sus casas como
chib’al, para atrapar a las aves (SCH). El uso de otras tecnologías en la práctica
del chilab’ es uno de los elementos que la gente destaca en sus discursos, por
ejemplo, los chib’alwon (hombres que hacen chib’al) de Santa Eulalia, en lugar de
fogón ahora usan como foco de luz, las lámparas Coleman; quienes vienen de
Solomá hacen conexiones eléctricas de las casas vecinas e iluminan y tratan de
atraer a los pájaros con luz eléctrica (SR). Esto deja al margen, otra función al
fuego, que originalmente es darle calor a los chib’alwom.
Además de la introducción de tecnología en esta práctica, la gente destaca
la disminución de las aves que son atrapadas en los chib’al. Hace unos cuarenta
años, es decir, en la década de los sesentas aproximadamente, los chib’alwom
atrapaban grandes cantidades de aves, pero que en la actualidad ha disminuido. De
la misma forma, cuando se refieren a la buena cacería de aves, hablan en tiempo
pasado, esto también es expresado al decir, la gente llenaba costaladas de pájaros
y desde hace unos quince años esto ha cambiado. Al respecto, la gente especula
3 Chiwal: nombre que la tradición toma en el lenguage chuj, es por lo tanto un homologo de
chib’al.
32
que el cambio se deba a la disminución de los bosques, por el contrario, algunos
piensan que sí hay aves pero que estos ahora vuelan más alto y por otros lugares.
Se habla en tiempo pasado, cuando se hace referencia que en el chib’al se
atrapaban otros animales (conejos y venados). También la gente ubica en el
pasado (aunque hay personas que afirman haberlas visto últimamente) el paso de
una extraña ave que llaman culebra voladora, unos pájaros de color verde y que
para algunos son aves peligrosas. Es que esa culebra voladora, es aquella, unas
verdes que andan entre los palos y como la nube saber que es lo tiene se los pasa
jalando y se van allí, siempre hay peligro porque hace como unos cinco o seis
años allí en mi chib’al apareció también una. Había mucho aire, habíamos como
seis en el chib’al pero nadie sabía lo que estaba pasando y nosotros calentando,
como el aire, el frío y el agua todos estábamos en un fueguerón con bastante leña,
allí estábamos calentando, cuando en el palo de chib’al, allí en la cabeza de un
compañero estaba el animal haciéndole así… pero como allí amarramos con
ch’ech’ las varillas, pensé que era ch’ech que estaba así. Era la culebra que
estaba tratando de picarle pero era grande. (SR).
Aunque algunos ubican esta serpiente voladora en el presente, la mayoría
las personas la ubican en el pasado. Algunas personas de Ocanté afirman que lo
que saben sobre el chilab’ es lo que les dejaron los abuelos y que no hay un libro
en donde se narre todo esto. Pero la existencia de esta serpiente voladora va más
allá del peligro, su existencia es entendida como una señal de la finalización de la
temporada, es decir, como una señal de que, después de esta fecha, ya no habrá
más pájaros. Cuando esta lloviendo como de noche, pues uno no sabe, es decir,
cuando cae la culebra entonces la gente dice ya no va a ver (pájaros). Pero la
gente afirma, que todo ello lo vieron los antepasados. Estas serpientes en el
Chib’al son conocidas en San Mateo como anguillas (anguilas), afirmándose que
éstas en realidad son peces, pues, según se ha visto la forma de su cola es como la
de un pez.
Salvador Rivera chib’awom de Santa Eulalia, afirma que aprendió a hacer
chib’al con su papá y que en su niñez iban a pie de Santa Eulalia a Pet para hacer
el Chib’al. Su padre cargaba los petates y el ocote, mientras que él cargaba la
comida. En la actualidad, la gente se traslada en carro, pero la añoranza por el
tiempo pasado está presente en él como entre otros viejos practicantes del chib’al.
Hace dos años, él quiso vivir nuevamente aquella experiencia y se fue a pie hasta
el chib’al, entonces con todo y la nostalgia cargó con su maleta y su lámpara
coleman, tomando las veredas que había recorrido con su padre. Hace como unos
dos años porque yo solo en carro me iba entonces dispuse irme, eso si me dio una
tristeza. Dije yo acaso no estoy acostumbrado irme a pie tanto año caminar a pie,
entonces dispuse irme a pie con mi maleta y mi lámpara. Agarre puras veredas, el
33
mismo camino que agarre con mi papá, me agarro mucha tristeza porque son
recuerdos que él me enseñó (SR).
En los tiempos pasados, la enseñaza o la trasmisión del conocimiento sobre
el chib’al era cotidiano; así un padre pudo haber actuado de la forma siguiente con
su hijo de diez o doce años: “vamos mijo a hacer el chiw’al; está bien, vamos
pues. Ya están grandecitos ya pueden hacer chiw’al ya pueden jalar algún palo
allí para hacer chiw’al a buscar madera primero, después empezar a cortar paja,
a buscar ocote, eche juego, esperando llegue la hora cae el chiw’al (SO). De esta
manera y mientras los niños iban desarrollando ciertas actividades alrededor del
chib’al, los abuelos también les iban mostrando y enseñando sus conocimientos.
Algunos hombres que salían a ser chib’al en San Mateo Ixtatán eran Pedro
Petuchoj, quien era conocido como una persona con mucha suerte en el Chib’al,
pues en donde hacía su fuego allí llegaban los pájaros; Él tenía una vara larga por
medio del cual jalaban a los pájaros, en ese entonces se atrapaban entre 200 y 300
pájaros, él vendía en el pueblo los pájaros que atrapaba. En mis tiempos
atrapábamos unos 50 ó 30 pájaros, algunos atrapaban 10, pero había ocasiones
en que no atrapábamos nada. Otros chib’alwon fueron Diego Hernández Diego y
su hijo del mismo nombre, Diego Torres Bartolo, Mateo Torres Bartolo y Andrés
Pablo (JH). Otros fueron Kelem, Felipe y Andrés, quien era amigo del
entrevistado quien ahora tiene 66 años; don Diego Torres dejó de hacer chib’al
hace unos diez años e inició a los 15. Quienes hablan sobre ellos afirman que eran
fuertes por eso aguantaban el frío de esas noches de Chib’al.
Otros lugares de caza de aves se localizan en el actual municipio de
Nentón, pero son localidades con población chuj; todo esto antes de que llagara la
carretera a San Mateo Ixtatán (antes de 1949). Algunos atraparon aves que venían
de Estados Unidos, traían placas en las patas; cuando esto pasó se los mostramos a
un estadounidense que era miembro del Cuerpo de Paz y entonces él avisó en
Estados Unidos y nos mandaron un diploma, pero eso fue hace mucho tiempo.
3.1.3 Chib’al como estructura
El chib’al (en q’anjob’al), chilab’ (en chuj) y chiwal (en akateko) son los
nombres del proceso de cacería, pero también con esta palabra se identifica el
principal objeto para llevar a cabo la cacería de las aves. El chib’al como objeto es
una pequeña estructura elaborada con pajón (ak en chuj y ch’im en q’anjob’al) y
madera. Su arquitectura está inclinada hacia la pendiente de los escarpados cerros
en donde se colocan. Primero paramos dos horcones, después colocamos tres o
cuatro vigas, la estructura es algo inclinada (SR). Como lo afirman las personas,
la estructura está conformada por dos pilares y un travesaño, sobre los pilares se
apoyan dos maderos que forman un ángulo agudo con dichos pilares y que
34
finalmente descansan en el suelo; sobre los maderos inclinados se colocan vigas,
en los cuales se amarra con bejuco (ch’ech), el pajón (ch’im); en la región chuj
algunas personas no usan solamente el pajón, también usan la corteza del pinabete.
Este relato no se diferencia en esencia pero si en detalles a lo descrito por Pérez
(2009, en revisión), sin embargo aporta detalles en la forma de construcción y
elaboración del chib’al como estructura ( ver figura 1).
En una noche se puede gastar unos cinco tercios de leño. Estas estructuras
tienen una dimensión variable, pero algunos los hacen entre nueve a diez varas de
largo o aún más grandes, con una altura de unos tres o cuatro varas. “El chib’al se
hace de horcones, se hace de varillas y amarra con ch’ech (bejuco), como una
casa, pero el chib’al se hace volteado para allá (al Norte), porque como la nube
va para allá y los pájaros los jala la nube, los lleva, como son miles y miles de
pájaros los que se va llevando” (SR). Las dimensiones del chib’al dependen de la
capacidad económica de la gente y de su interés en la actividad. Salvador Rivera
habla por ejemplo que su chib’al mide 12 varas de largo y de una altura de 3 varas.
La mayoría de las personas elaboran el chib’al anualmente, porque la lluvia y el
viento destruyen dichas estructuras. No obstante, cuando llega la temporada y
observan que el chib’al que poseen aún tiene utilidad, pues lo reparan y así lo usan
nuevamente, ahorrándose una cantidad de dinero (SO).
Figura 1. El Chib al como Estructura
35
Su función es detener el vuelo y escape de las aves, pero también sirve para
resguardar al chib’alwon (personas que hacen o van al chib’al) de la intemperie y
descansar, es decir, el viento y la lluvia. Allí ponemos unos manojos de paja, allí
tendemos nuestra chamarrita y hay unos que sólo en la paja y allí se duermen en
la pura intemperie, legalmente lo hace uno por ir a sufrir? (SR).
Las personas empiezan a construir o a reparar el chib’al a principios del
mes de agosto, tiempo en que inicia la migración de las aves (SO). Antes los
chib’al eran construidos mediante un sistema de ayuda mutua, pero en la
actualidad son los chib’alwon quienes los elaboran y a veces o algunos de ellos,
pagan por el acarreo del material indispensables para su construcción. Un chib’al
como el de Salvador, puede ser construido en tres días por diez personas, una tarea
que incluye el acarreo del material. Algunos chib’alwon guardan sus materiales
después de la temporada, de esta manera, la madera dura entre cinco y seis años,
aunque el pajón debe comprarse anualmente y se consigue en la localidad. Un
chib’alwon puede gastar hasta tres mil quetzales para hacer el chib’al.
3.1.4 Equipo para la caza
En los tiempos pasados, las aves eran atraídas al chib’al por medio de la luz del
fogón; actualmente en Santa Eulalia se ha extendido el uso de la lámpara de marca
Coleman. No obstante, la mayoría de cazadores de San Mateo Ixtatán siguen
usando el fuego y afirman que en su zona hay aún mucho ocote; no se podría decir
que ellos no hacen uso de luz artificial debido a su tradicionalismo. Afirman que
algunas personas, utilizan la luz de los carros para atraer a las aves. Quizás la
mayoría de las personas en San Mateo no usan las lámparas coleman, pues afirman
que estas son caras.
El equipo que se usa para la cacería de las aves varía principalmente en lo
que respecta a la luz que se usa para atraerlas hacia el Chib’al. En las aldeas como
Chib’alasum, la gente sólo enciende los focos de luz eléctrica en sus casas y
colectan las aves en el patio de sus casas. Este sería el caso de algunos
chib’alwom provenientes de Soloma y que colectan aves en Pet, quienes utilizan
luz eléctrica que alquilan desde las casas de los aldeanos. En las aldeas de San
Mateo Ixtatán, como en Ocanté se usa ocote para avivar la llama que atrae a las
aves; en cambio los cazadores de Santa Eulalia, utilizan lámparas avivadas con gas
para atraer a las aves. Algunas personas de San Mateo opinan que es mejor
utilizar ocote y plantean que con la lámpara las aves no caen, debido a que la luz
es demasiado fuerte (SGM) y porque si llevan lámpara de esa que usan gas, esa
tira mucho luz afuera, ya no llegan los pajaritos alrededor pasan los pájaros (MG).
36
Figura 2. Instrumento para golpear aves que entran al Chibal (2.a) atraídas
por la luz natural o moderna y evidencia del Chibal como refugio. (2.b)
2.a 2.b
Para la gente de Santa Eulalia, atraer a las aves con fuego es parte del pasado y
quizás para la mayoría de la población, la tradición misma. “Pero así es la
historia del chib’al que es muy alegre uno cuando va al chib’al, antes se llevaba
ocote porque no existía la lámpara coleman, pero ahora ya existen esas lámparas
entonces a pura lámpara vamos, pero hay casas que están allí; los de Soloma lo
que hacen es llevar cable largo y sacan luz de las casas y ponen candelas o focos
y van atrapar los animalitos (SR). La utilización de las lámparas, no ha sustituido
el uso del fuego, porque este finalmente sirve para calentar el chib’al y los
alimentos. Cuando hay pájaros se gastan dos tercios de leño y cuando no quizá un
tercio, porque el fuego siempre se mantiene encendido (SO).
3.1.15 Lugares y localidades
Existen diversos lugares en donde se hace la cacería de las aves. En San
Mateo Ixtatán está Chilab’ilimuch -significa cacería de pájaros- (TICH y SO);
Chib’alasum (aldea reconocida como Chiwalasun) sería otro lugar y el más
antiguo en San Mateo. El espacio específico sería Trikinken, cerca del cementerio
(SCH), otras personas también reconocen este lugar como cerro Caal Chilab’.
También se practica en las aldeas Ocanté, Patalcal y Jolomquisis (SGM). Los
refugiados que salieron de San Mateo Ixtatán a México lo practicaron en Ciudad
Cuauhtémoc y la Trinitaria en México (TICH). También se hace Chib’al en
Yichpajau y en Paluwa’ que son aldeas de Nentón.
En Santa Eulalia hay otros lugares en donde hacen chib’al en Pet, otro
lugar llamado Chemalito que se ubica en San Miguel Acatán. Los chib’ales de
estos lugar se hacen volteados para acá o hacia el norte.
37
También en Chilab’aktak un lugar de Patalcal en San Mateo Ixtatán (SO). En el
mismo pueblo de San Mateo Ixtatán se hacía Chib’al muy cerca del cementerio.
También en el cerro Xhikajau pero antes no había casa había un bordito allí y caía
pájaro, muy cercano a San Mateo Ixtatan. (JH).
Una aldea aquí en Yolakitak es donde cae allí cantidad de pájaros, hay otro
lugar por parte de Nentón donde caen esos pájaros, un lugar que se llama Uxken.
Mateo Gómez Juan iba de cacería a Uxken, en Gracias a Dios, en Nentón (JH).
Otro lugar en donde se hace Chib’al en este mismo municipio es el Aguacate (GT).
Algunas personas afirman que ahora ya no hacen Chib’al porque los lugares en
donde lo hacían ahora están ocupados por aldeas, antes era pura montaña. En
Santa Eulalia los lugares para hacer el Chib’al también son varios, pero los más
reconocidos son Chikinchib’al (oreja de Chib’al) o Xijch’en (MG). En San Miguel
Acatán hay un lugar que se llama Chemalito en donde también se hace Chib’al
(SR).
En donde hay señales de fuego y piedra amontonada es señal de que allí se
hace chib’al. Estos lugares a veces son heredados de los padres y abuelos, como la
certeza, de que los actuales chib’alwom legan sus propios lugares a sus hijos; “en
Ocanté todos tenemos los de nuestros papás pero ahora ya hay muchos niños ya
se puede buscar otros lugares, nosotros como tenemos nuestro lugar, nuestros
hijos allí lo van hacer” (SO). Algunos consideran que fue Dios quien definió esta
situación y en los tiempos más antiguos cada aldea tenía su lugar para hacer
Chib’al. Como se ha dicho Chib’alasun era el centro del Chib’al y un terreno
municipal, allí llegaban los de Patalcal y los de Waisna y los del pueblo. La gente
debía buscar un espacio adecuado y no les quitaba el espacio a los otros, los
abuelos ya tenían sus espacios (SO).
En la aldea Ocanté hay un cerro de este nombre, en donde las personas de la
aldea hacen su chib’al, el lugar específico se le llama kakchilab’. Este está cerca
de Chib’alasun. En Chib’alasun allí mismo hacen su chib’al, en sus casas entra el
pájaro, porque ese es lugar donde cae pájaros, ese no se va a otro lugar, ahorita
caen todavía dicen en la luz, ya no usan ocote porque ya hay luz sólo enciende su
luz en la puerta de su casa... En Ocante todavía tiene uno que caminar para
arriba, ellos ya no caminan sólo en su casa, porque es la mera entrada esa aldea,
por eso se llama Chib’alasun(SO).
3.1.16 Temporada
Los meses para hacer chib’al son tres agosto, septiembre y octubre (SCH);
después de octubre no hay pájaros (SO); sin embargo, algunas personas afirman
que en varios lugares aún caen pájaros en noviembre. En estos meses entran toda
clase de animales y pasan miles de azacuanes (SR); en este sentido, no se observan
diferencias fuertes con lo reportado por Pérez (2009, en revisión).
38
Las personas han observado que después de estos meses los pájaros que aún pasan
vienen con gusanos o piojillo, por eso dejan de cazarlos. El conocimiento sobre el
momento preciso para iniciar la cacería ha sido acumulado mediante la práctica
junto a las generaciones anteriores, así está definido por señales, nosotros ya
sabemos cuáles son las fechas, por ejemplo, hacemos el chib’al a fines de julio o
a principios de agosto, ya para el ocho de agosto ya agarramos unas doce
noches seguidas (SR). El paso de los azacuanes también anuncia el final de la
temporada del chib’al (SR).
Aunque en la mayoría de las personas afirman que la temporada de Chib’al
se inicia en agosto; otros afirman que en Chibaltac, en Aktac y en Patalkal, la
temporada inicia en junio, durando julio y agosto; ellos mismos aseveran que en
Chib’alasun, la temporada termina en noviembre y que en Ocanté, el chib’al se
desarrolla en agosto. Hay una época, aquí en Aktak se hace primero en el mes de
junio y julio, después en Ocanté, después llega el último en Chib’alasun, el último
pájaro, el último cosecha de chib’al (SO). De la misma forma, algunos plantean
que en mayo hay migración de aves, pero la fecha importante es septiembre (MG,
JH).
3.1.17 La buena cacería
Las condiciones del tiempo son fundamentales en la cacería de aves en el
chib’al. Un primer elemento, es que no debe haber luz de luna, por eso los
cazadores escogen la temporada de luna nueva para hacer la cacería, es decir, se
busca las noches más obscuras. A parte de ello, los pájaros aparecen cuando cae la
neblina y empieza la llovizna (SO). En este caso, algunas personas se quejan de
que los pájaros ya no caen debido a la iluminación eléctrica que existe ahora en las
aldeas (SCH). Cuando llueve demasiado, los pájaros tampoco aparecen. Los
chib’al son iluminados con luz de ocote o lámpara coleman cuya luz tenue atrae a
la aves. Los cazadores de aves tienen diversos conocimientos sobre las
condiciones del tiempo más adecuados para la cacería; ellos hablan de dos tipos de
nubes que definen una buena cacería o una mala.
Las condiciones del tiempo en el momento de chib’al deben ser las
mejores. En este sentido se supone que son las nubes las que llevan a los pájaros,
se cree que las nubes tienen algún imán, para halar a las aves, pero las personas no
saben de dónde vienen las aves (SR). Las nubes que pasan por acá vienen de
Comitán, luego va una nube de por acá, entonces, las dos se chocan (SR).
Se afirma que hay dos tipos de nubes (asum), uno que le llaman Nopán que sube
desde Nentón, la cual trae pájaros, estos pájaros son de un tipo y no son iguales a
la que traen otras nubes (MG).
39
Los pájaros tienen una vía de entrada, pero no se sabe cómo los abuelos
reconocieron cada lugar en donde caían los pájaros. La neblina empieza a caer por
las siete de la noche, entonces todos se van a cazar pájaros inclusive las mujeres.
En la noche, se ven las luces en los cerros, el terreno en donde se hace es comunal,
no hay restricciones para hacer chib’al en estos terrenos, no obstante, algunos ya
tienen sus lugares adquiridos a través de la tradición.
También se afirma que, hay noches que hay que rezarle a Dios y vamos
agarrar, sino, pues hay que dormir un poco, hay que hacer un fuego y dormimos,
ellos dicen así pero como ellos no gastan para leña, ¿y nosotros?, yo compro tres
tercios de leña y vale 30 quetzales el tercio, es un gasto que se hace, aparte el gas
de la lámpara y gasolina del carro, allí se va mucho dinero, pero es como le digo
es como vicio (SR). Durante la cacería, el chib’alwon usa un manojo de paja para
colchón, una chamarra y allí se duermen en la intemperie. Aunque la mayoría de
los estos cazadores en Santa Eulalia usan lámparas coleman para atraer a la aves,
ellos siguen usando ocote y leña para agenciarse de calor.
En los meses de agosto los pájaros que caen son pequeños, pero que en
octubre caen pájaros grandes, las garzas. “Por el mes de agosto y septiembre, el
pájaro puro chiquito, ya en mes de octubre, noviembre, un pajarón… aquí la gente
le dicen garza, con un pescuezo de este tamaño ve, cuando agarra uno, solo se da
vuelta, se amarra en el pescuezo allí mismo se le hace nudo porque son pescuezos
grandes y son las canillas grandes, en ese tiempo porque ahora no hay, bien pero
pasan muy alta si (SO). Las personas afirman que los pájaros actualmente pasan
muy alto, manifiestan que se escucha el ruido de su vuelo, pero las aves no caen
más; algunos hablan de que quizá es porque ya no hay montañas (SO). La
mayoría de las personas se quedan en el chib’al toda la noche, pero algunos se
regresan a media noche, es decir, si no es buena noche o la noche está estrellada.
Pero regresar no siempre es acertado. Algunas veces pueden notar esas noches
estrelladas y llegan a pensar que toda la noche será así, pero a veces media hora
después entran las nubes, entonces allí vienen (los pájaros), uno se goza del
animal, ellos pierden y uno gana. En la cacería hay unos pájaros raros (SR).
Cuando yo iba con mi papá era pequeño, yo agarraba los bejucos vivos,
porque esos entraban y los amarraba con ch’ech a los palitos, eran cantidades en
chamarras traíamos los animales, no le hacíamos caso a los pequeñitos, puro
grande, ahora ya varió mucho, ¿saber por qué? lo que más nos está afectando
ahora, es esto de los huracanes que vienen de allá del golfo, esos son los que se
pasan llevando todo, ya casi no quiere caer pájaro. Un cambio muy feo, la mejor
noche que uno mira, la nube viene bien para allá, pero de un rato a otro cambia,
ya viene la nube para allá, entonces ya no vamos al chib’al, unos cuatro, cinco
años que nos está afectando ese tiempo, ya no vienen pájaros, como uno lo mira
en la televisión que un huracán en México (SR).
40
La cantidad de pájaros que se cazan actualmente ha disminuido. Antes eran
cientos de pájaros que agarrábamos, que alegría, no había una noche que no
trajéramos unos trescientos, cuatrocientos, pero ahora no pasan de unos
doscientos a la semana. Además la paja ya no se consigue, ya no hay madera, por
eso, esa madera que uno tiene la estima, se guarda… Todos solo lamentaciones, lo
único que hacemos es rezarle a Dios.
Uno de los objetos con los que se hace la cacería es “una escoba”, un
manojo de arbusto con el que los indígenas de la región elaboran escobas. Son
unas varitas de escoba que se hacen, tienen muchas ramitas así. Es un arbusto
que se le llama escobillo. Cuando el pájaro llega al chib’al, el chib’alwom lo mete
más hacia la estructura y lo destripa. Cuando empiezan el buen tiempo, sale la
nube en aquel cerro Yolkisis (SO). Cuando hay buena neblina hay dos lugares,
cuando aquí viene la neblina no hay pájaro, ahora si viene acá allí si cae (Cerro
Yolkisis), entonces si aquí viene, va a llover recio y no hay pájaro, ahora si este
neblina viene por aquí, entonces va a ver y lloviznando un poco, no tan recio más
o menos lloviznando y neblina, ahí sí. Donde da más seña, es allí en ese cerro
mire, se llama Yolkisis. Si el cerro se cubre con neblina allí está el pájaro y
cuando no hay luna.
En chuj hay una llovizna que se llama siknab. Cuando ésta llega, las
personas dicen: ya está el siknab’ (Y’ixcan en q’anjob’al); ésta trae consigo las
posibilidades de una buena cacería de aves. Al contrario si aparece la nube
yaxnab’ (yaiq’u en q’anjob’al) entonces no habrá buena cacería. Este
conocimiento fue revelado por los habitantes de la aldea Ocanté y ésta vinculado al
entorno en donde viven. El siknab’ aparece detrás de un cerro específico al sur de
la aldea, mientras que el yaxnab’ surge en el norte viendo hacia Nentón. La gente
afirma, que cuando la joya que se ve enfrente de la aldea se llena del yaxnab’, no
existe las posibilidades de una buena caza. La gente habla de que los pájaros son
traídos como “basura” por un viento que sopla no todo el tiempo sino solamente
durante una parte o momento de la noche. Todo ello, está relacionado con la
neblina y la luz de la luna (SO).
Una idea generalizada entre la población, es que actualmente los pájaros
pasan y vuelan alto, por eso no pueden ser cazados; mientras que en los tiempos
pasados estos volaban muy bajo y fácilmente podían ser cazados en el chib’al. Por
eso, se afirma que se oye el ruido de los pájaros que pasan, consideran que son
muchas las aves que pasan volando pero que estos no bajan.
Se cree que los pájaros se acercan al fuego debido a que se mojan por la
llovizna y la neblina, entonces buscan calor. Otras personas plantean que la
llovizna es lo que hace que los pájaros bajen, si es una lluvia fuerte las nubes
suben, así se afirma que cuando la nube está tendida es cuando llegan los pájaros.
41
Pero en algunos momentos, las personas pueden provocar el descenso de las
nubes. En San Mateo Ixtatán se produce sal negra y ésta es “quemada” y cuando
ésta, está caliente, lo depositan en un vaso de agua; se supone que el vapor que
sube al cielo atrae las “nubes negras” que favorecen la cacería.
En la región del Chib’al en San Mateo, se dice que en los tiempos pasados
llegaban 20 ó 30 chib’alwon al Cerro en Chib’alasun, cada persona o grupo de
personas tenían su chib’al, estos ponían su chib’al a una distancia de 10 metros
cada uno. Buscan un modo de que va a llegar la nube, queman la sal y de allí
traen un vaso así con agua, ya por allí atrasito por donde ellos chib’alean, lo
meten allí entre el agua y sube el vapor, es cuando ya va llegando con ellos, eso es
lo que hace llamar la nube, al rato de repente llega la nube, bien tendida, pero a
veces no tienen pájaro, por algo así es el asunto, donde ellos ven que no llega la
nube entonces es cuando ellos lo hacen; cuando la nube viene ahí no lo hacen no
hay necesidad (MG).
Durante todas las lunas nuevas de los tres meses (agosto, septiembre y
octubre). Si sale la luna es cuando termina, pero cuando hay oscuridad es cuando
van los “chibaliadores”, hora si toda la noche existe la luna entonces no, es que el
fuego se ve, en cambio cuando hay luna sólo se ve la sombra. Algunas personas
reconocen en pleno día cuando es que va ha hacer buena noche, en ese momento,
salen a buscar ocote en las pinadas y en la tarde, ya van al chib’al.
La llovizna que define las buenas condiciones para la caza, viene del norte.
Y la gente piensa que los pájaros vienen entre el agua, es decir, que vienen del
mar. Algunos afirman que durante el día, los pájaros migrantes también pueden ser
cazados con cerbatana (GT).
3.1.18 Ritos
Los abuelos enseñaron sobre ciertos mitos y ritos en relación al chib’al, por
ejemplo, de no orinar en la dirección de donde viene la neblina (del oriente) sino al
contrario, pues de no hacerse de esta forma la neblina cambiaría de dirección;
también habían dicho, que cuando la gente iba al chib’al no debían llevar consigo
ningún tipo de mentales, como agujas, ganchos, relojes, monedas, anillos, pues eso
ahuyentaría a las aves (SO). Actualmente, la gente ya no hace caso a estas
advertencias y los lugares en donde se hacía y se hace el chib’al han sido ocupados
para vivir.
Cuando la gente comía en el Chib’al en Chib’alasum, tenían que doblar sus
tortillas; si llevaban un elote tenían que quebrarlo a la mitad y no meterlo entero al
fuego. Allá era (es) un poquito sagrado. Los jóvenes que iban al chib’al por
primera vez, debían dormir hasta media noche, a esa hora los despertaban y les
decían que ya podían salir a matar pájaros.
42
La práctica del chib’al también está vinculada con el proceso moral de la
comunidad; entonces, algunas personas hablan de la maldad como un acto o
conciencia que podía afectar la caza de las aves. De la misma forma, está
vinculada con procesos religiosos o una profunda espiritualidad, los practicantes
en los tiempos pasados empezaban el chib’al con una oración pidiendo un buen
tiempo, la llegada de la nube, las aves y una buena cacería. Según parece, nunca
hubo una prohibición para que las mujeres participaran en el chib’al (JH), no
obstante su principal actividad siempre fue cocinar las aves, …luego regresábamos
y traíamos los pájaros a las mujeres (GP).
La gente habla sobre la recolección de material para realizar el chib’al, por
ejemplo, del ocote o sobre lo sacralizado de los espacios en donde se hace el
chib’al como Chib’alasun. Aunque no hay un ritual colectivo para iniciar la
cacería, se afirma que los hombres iban a chib’alasun con mucho respeto,
empezaban rajando su ocote, calculando un tercio que pueda arder toda la noche y
muchos rezaban por una buena caza. A eso de las ocho de la noche empezaban a
bajar los pájaros, eso si las condiciones eran adecuadas, es decir, una noche con
llovizna y niebla. En ese entonces, iban al chib’al en aquel lugar, unas 20 o 30
personas. Una buena cacería de aves, no dependía solamente de las condiciones
del tiempo o de la habilidad del chib’alwom, sino de la suerte, es decir, se afirma
que había personas que atrapaban grandes cantidades de pájaros mientras que otros
no. “Hay piedras donde llega mucho pájaro y hay piedras donde no mucho llega,
hay noches donde llegan muchos pájaros, es cuando es una buena noche sólo
llovizna toda la noche, antes así por canasto los matan pues mas o menos se van
unos 300 ó 400 en una canasta” (MG). Así don MG recuerda que acompañaba a
su papá al chib’al desde cuando tenía 25 años y actualmente tiene 63; no obstante
también había malas noches, es decir, cuando no había llovizna y hay nubes, la
gente atrapaba uno o dos chavitos (pájaros pequeños de color amarillo, como del
tamaño de un canario) (MG).
Muchos afirmaron que, para iniciar el chilab’ no se hace ningún ritual
religioso, pero los antepasados sí. “Los antepasados al parecer siempre lo hacían
cuando empezaban a hacer chiwal, ahora ya no, ya no está la misma idea. Ahora
sólo llegan encender el ocote y matar pájaros…” (SCH). No obstante, otras
personas afirman que si realizan algún ritual. “El ritual que hacemos allí, la
primerita noche, que no se si todos, porque quiera o no uno no lo demuestra, lo
hacemos en la esquina del chib’al lleva uno sus candelas negras o candelas, allí y
empieza uno a pedirle a Dios y a la santa tierra, que nos ayude, que nos de
comida, le pedimos permiso al cerro, nos hincamos, le pedimos permiso a la santa
tierra y que también nos ayude con nuestros animalitos, con nuestra comidita,
entonces siempre nos concede eso(SR).
43
Algunas personas hablan de los secretos que son nociones populares sobre
formas de ahuyentar los factores que desfavorecen la buena caza; dicen los
antepasados, esos aires que vienen de aquí, de que ese aire de que se vaya de
regreso hay que chicotearse uno las nalgas para allá para que se vaya el aire
(SR). Algunos también afirman que las mujeres cuando van al Chib’al son las que
llevaban el mal, sin embargo, las mujeres ancianas, adulTas y niñas han
participado de esta tradición. Al final la oración es parte de un ritual no
solamente ligado al Chiwal sino a la vida cotidiana de la gente.
3.1.19 Jóvenes “chib’alwom”
Muchos de los Chib’alwom son jóvenes. Los más viejos no van debido al
frío, ellos ya no soportan las inclemencias, la mayoría de los chib’alwon son entre
los 12 y los 30 años. Al salir la gente se pone un capixhay, cuando la brisa cae ya
no se siente el frío, pero la alegría está relacionado con la abundancia de pájaros, si
no hay pájaros, la gente se siente triste.
Figura 3. Lizardo, un niño qanjobñal chibalwom. Hijo de don Pedro y
Doña Catarina, asistentes de esta investigación y practicantes activos de esta
tradición.
A mucha gente nunca le ha gustado hacer chib’al, por el frío. Antes, casi se iba
una tercera parte del pueblo de San Mateo Ixtatán hacer Chib’al; entre esas
personas, algunos importantes eran Diego Hernández Diego, Diego Torres
44
Bartola, Mateo Torres Bartola y Andrés Pablo. Se cree que la gente que hacía
chib’al antes, era gente con una importante condición física, mientras que en la
actualidad la gente ya no tiene esa condición (JH). Algunos dicen que las mujeres
nunca iban al chib’al, debido a que esta actividad se hace de noche, pero
actualmente en Uxken y el Aguacate, las mujeres también cazan porque ellas viven
en estas mismas aldeas.
3.1.20 Respeto: ya no hay pájaros!
Para muchas personas que practican actualmente el chib’al, la idea de
respeto sigue jugando un papel importante. Aunque ellos no rechazan totalmente
el chib’al como una forma de recreación, piden que haya límites en este sentido;
por ejemplo, algunos afirman que la gente proveniente de Huehuetenango y de
Soloma que llegan a Santa Eulalia a hacer Chib’al usan el chib’al como un
momento de “diversión”; ellos llevan carne para azar, hacen grandes fogatas,
llevan licor y algunos se embriagan. Es alegre como fiesta lo hacen, pero al final,
cuando los chib’alwom de tradición están cerca, les dicen a aquellos “que tengan
más cuidado, porque al chib’al venimos, esto no se trata de venir a chupar, porque
hay que respetar un poco (SR.)
A pesar de que algunas personas hablan de que la práctica del chib’al está
bajando, otras en Santa Eulalia hablan de que se está fortaleciendo. Se afirma que
estas comunidades hicieron unos setenta chib’ales durante el año 2007 y los
chib’alwom aumentan; sin embargo, hay preocupación y duda por la disminución
del número de pájaros, lo único que les queda según afirma es confiar y rezarle a
Dios. Frente a ello, permanece el deseo de la caza (SR).
El respeto se establece a través de ciertas simbologías, como por ejemplo
no hay que ponerse a orinar en contra de la dirección que trae la neblina con el fin
de no ahuyentarla. De la misma forma, se repite que no es posible llevar metales,
relojes, agujas, espejos o cinchos al chib’al, porque eso evita la llegada de los
pájaros. No obstante, la gente manifiesta que estas ideas ya no son usadas por la
gente, muchos las han rechazado y por eso ya no caen los pájaros. En el chib’al, la
gente debe guardar silencio, no debe gritarse, sin pláticas, sino solamente debe
aguardarse la llegada de las aves; en cambio ahora, la gente hace bullas, chistes,
entonces los pájaros han desaparecido (SR).
Las transformaciones en el respeto se atribuyen a la transformación
cultural. Un hombre dijo que la gente ya no cumple estos preceptos de los
antepasados debido a que ellos se han formado en las escuelas. Una autocrítica en
este sentido, es que un chib’alwon afirma que ellos incluso en alguno de los años
llevaron licor al chib’al, algo que antes era prohibido; la desobediencia es la que
provoca que ahora no caigan los pájaros; ¡los abuelos eran cumplidos, honrados y
respetables!. Los pájaros no caen a pesar que pasan a una altura de unos cinco o
45
diez metros, se puede oír la bulla que hacen al pasar. Antes el pájaro bajaba y
solamente era de recogerlo.
Las mismas nociones tiene la gente de Ocanté, afirman que la gente hace bulla y
por eso no caen los pájaros; antes había pájaros porque la gente era humilde y
honrada, ahora, los hijos o los jóvenes son más rebeldes y abusivos. Antes la
gente respetaba las tradiciones, las costumbres, la vida en general se basaba sobre
el respeto. Esto para la gente tiene relación con que los pájaros no caen. También
se dijo que los espacios fueron desacralizados, “ya no caen los pajaritos porque
donde caen los pajaritos no se que fueron hacer los hombres y las mujeres allá,
eso no les gusto el lugar, ya no entran los pájaros, ya no caen los pájaros (JH).
La gente observa que desde hace unos cinco o diez años, ya no caen los pájaros.
La mayoría de las personas que hacen chib’al son adultos o jóvenes, los
ancianos ya no lo practican, debido al frío y la lluvia. Los jóvenes son aficionados
a esta cacería, no obstante es poca la gente que lo práctica actualmente, habrán
unos 30 o 20 chib’alwon en todo San Mateo mientras que en los tiempos pasados
habrían muchos más (SO). Ahora casi nadie hacen su chib’al, es lamentable, así
como este señor ya no hace chib’al, mientras los hijos ya están creciendo y se
están yendo a los Estados Unidos, si alguno está hace su chib’al (SO).
Lo que constantemente se hace referencia en estas alocuciones, es que el
chib’al es una tradición que se está perdiendo, no solamente por que las personas
dejan de hacerlo, sino porque no caen las aves. Actualmente se recogen solamente
unos tres o cinco pájaros, mientras que antes se recogían por costaladas, canastos
grandes, unos quinientos, ochocientos pájaros, porque los pájaros pasan por
millones. Así aunque se presente una buena neblina, los pájaros ya no caen (SO).
La mayoría de la gente del pueblo de San Mateo Ixtatán afirma que la gente de la
cabecera ya no realizan el chib’al y solamente lo hacen la gente de las aldeas; de
Chib’alasun, por ejemplo llega el señor Terkat a vender pájaros al pueblo. Desde
hace unos veinticinco años, la gente del pueblo ya no realiza el chib’al, quizás
porque el espacio en donde lo hacían han sido convertidos en aldeas.
En San Mateo Ixtatán se habla bastante de cómo la gente ya no se hace el
Chilab’, se dice que una de las causas de ello es que ya no hay ocote; en otra
entrevista, la gente ha dicho que en San Mateo Ixtatán hay mucho ocote y que por
eso no usan lámparas coleman. Lo que se observa, es que ha habido una tala de
árboles y la gente tiene una preocupación al respecto; esto lo relacionan con que
los pájaros han escaseado. Una persona del pueblo resuelve el dilema y dice, ellos
ya no saben en donde encontrar ocote mientras que la gente de las aldeas sí; así
mismo afirma que la gente ya no enseño el chib’al a sus hijos. La búsqueda de
ocote juega un papel importante en la práctica del chib’al, pero se relaciona con la
tala del bosque y el coste económico que representa.
46
La mayoría de la gente se queja de que ya no hay pájaros, pero cuando es
buen tiempo llagan garzas, palomas, anguillas, venados y hasta sapos llegan al
chib’al. Pero esto era antes, ahora no (JH). Antes se agarraban los pájaros por
canastos, ahora ya no. Por eso, la gente de San Mateo Ixtatán desde hace unos 15
años ya no hace.
3.1.21 ¿De dónde vienen los pájaros?
Las nociones sobre respeto y modernidad están vinculadas en la discusión
de la gente en todos los ámbitos de la vida en estas comunidades. En este proceso,
se produce una confrontación entre la cultura local, la modernidad capitalista,
acoplamiento y restricción en la comunidad. Las comunidades subalternas están
en el dilema, en las posibilidades de definir sus propias vidas y la imposición de
patrones culturales extraños. Algunas veces se logran amalgamas, pero la gente
está pendiente y critica la transformación.
El conocimiento local sobre migración de aves, se vincula con las nociones
locales de cultura, las tradiciones y el pasado. Muchos viejos “chib’alwomes”
tienen pleno conocimiento de la migración de aves, pero ellos mismos repiten
narraciones que los abuelos o los campesinos hablan actualmente sobre el origen
de las aves. Para mucha gente, los pájaros vienen en el aire o entre las nubes; otros
plantean que las aves vienen del mar. Manifestándose así un total desconocimiento
sobre la migración internacional de aves, del origen y destino de los pájaros.
Algunas personas afirman que los pájaros salen de cerros y otros que
vienen del mar, que son peces que se convierten en aves. Esta última interpretación
está relacionada con el olor de las libélulas (tzolín en en chuj y turuwex
q’anjob’al) que también migran en esta época y que la gente también caza para su
alimentación (SCH). Según “nuestros antepasados dicen que vienen del mar, por
eso llegaban esos pescados que le dicen anguilla, que tienen la cola con la forma
de un pescado, ya la cabeza es puro culebra”(MG).
Las personas observan que los pájaros no tienen panza, no llevan comida
en el estomago y ésta es una razón de porque los consideran peces. Pero la gente
concluye que nadie sabe dónde vienen los pájaros y a dónde van. Se desconoce,
porque la migración es solamente una temporada; pero la llegada de las aves es
como el brote de los hongos sólo es una vez al año o como cuando sale los
sompopos de mayo.
La dirección de la migración, algunos la señalan provenientes del sur, quizá
porque allí está el mar o porque las nubes probablemente surgen en esta dirección.
De cualquier manera, las condiciones climáticas en el momento del chib’al impide
a la gente el reconocimiento de la dirección de la migración o la existencia de ésta
exactamente. La gente sabe que los pájaros se movilizan en las nubes y en las
47
noches, pero de día no saben en donde permanecen. Algunos creen que son
millones los pájaros que pasan en la noche pero de día solamente pueden verse
algunos (SO).
Algunas personas han localizado aves con argollas en la patas, pero aún así,
algunos no supieron definir por qué lo traen. “Ibamos saliendo afuera cuando
calló uno de esos que le dicen ch’ook, un grandecito, entonces es buena noche
dijimos, fuimos de repente matamos un chavito que tiene un como anillo, estaba
numerado, pero saber de dónde (MG).
afirman que cuando la nube corre, es cuando entre las nubes vienen los
pájaros. Lo que decía mi abuelito de donde salían esos pájaros, es que salían en
los cerros, porque había un lugar allá arriba, hay una aldea que se llama
Guayabkej, hay un cerro, un peñasco, entonces arribita es donde salió un fuego de
pájaros como arco iris, pero saber cuántos millones de pájaros habían y el pájaro
se formó como arco iris, y salía en todos lados, ahora ya no se ve eso. Nuestros
antepasados dicen que los pajaritos, los chib’ales salen del cerro (JH).
Pero se generaliza la idea, “no sabemos de dónde viene, ni a dónde se
van” (SCH); pocas personas saben con certeza que las aves que traen placas en las
patas vienen de Estados Unidos, que es el referente importante de lo que es el
Norte de América (SGM). Como dos veces que se agarran pájaros que vienen de
los Estados Unidos; aquí había un señor del Cuerpo de Paz, nosotros fuimos al
chib’al y agarramos bastantes pájaros y venía un pajarito bien bonito, a saber qué
clase de pájaro, en su patía traía una placa; se lo mostramos a él y mandó esa
plaquita y le mandaron a decir que no sé de donde venía el pájaro, de Florida y
nos mandaron un diploma de allá, de eso, hace tiempo (SR, SO).
Por eso, algunos saben que la temporada de caza está vinculada a la
migración de aves, lo cual también es comparado con la situación de los migrantes
y su supervivencia. Lo que dice la gente es que los pajaritos como ya se les
terminó la comida allá de donde vienen, entonces ya van directamente aquí… Les
pasa lo que le pasa a uno de humano, como ejemplo, esos que se van migrando al
norte, entonces es igual, como no hay como vivir, así es como la historia de los
pajaritos que no tienen nada que comer allá, entonces ya se vienen poco a poco,
ya la nube se los pasa llevando y los avienta para allí, donde hay comida (SR).
Después de este mes (mayo) están regresando (hacia el sur), para “abajo”; en el
mes de agosto empiezan a subir otra vez (a Estados Unidos) (SO).
3.1.22 Los pájaros o aves
Aquí podemos observar una clasificación de aves según los idiomas chuj y
q’anjob’al. Ellos hacen referencia a las aves que uno de los investigadores les
mostró en meses anteriores (SO). Algunos de los pájaros identificados por los
48
chuj son: ch’ap, tx’oq’, b’oljoch, pech, garzas, ch’am, el b’olch’ooch, xew o shew
y chakchilab’ (SO). Luego afirman que la variedad de aves que pasan son muchas,
los han visto pero que ellos no saben el nombre (SCH). Otra persona dijo que
conoce los itpuch -es un pájaro pequeño, es amarillito, blanquito, coloradito por
abajo allí en su pechito- (SGM). Otros chuj hablan del chawito, del
q’anhch’ach’ab’, patamuch -casi así como las palomas que hay allá en
Guatemala, tienen un color gris, llegan mucho, cuando llegan estos es en
septiembre o un poquito mas-, xhi’ej, payixh, chakchelap -porque es un poquito
colorado ni tan colorado-, otro le decimos q’anhpalak’ -son unos canarios son
algo grandecitos-, tx’oq’ -esos son pájaros grandes-; esos son los pájaros que vi
antes, porque mi papá y mi abuelito hacían chib’al (JH).
Otra persona en Santa Eulalia nos dijo: los animales que entran se llaman
Chorchas, realejos, jetxitos, chavitos, garzas, bejucos y patos (pech); a los
chavitos se les dice antiles, a los pintios se les llama antiles y jetxitos (SR). Hay
otra ave que en q’anjob’al se le conoce como yaxjoyom. “Nunca los había visto
hace como unos cinco años agarre un animalón, de este tamaño el picote, de este
tamaño las alotas, aquí en lengua le dicen yaxjoyom, nosotros les decimos garzas
morenas, pero las garzas las conozco, son blancas y los bejucos yo los conozco;
era animal grande raro, raro”(SR). Otro tipo de aves son las anguillas; estas no
tenían patas, puramente culebra, lo que mueven es la cola y como ellos ya saben
ya, anguilla le dicen (MG).
Por último, una clasificación de aves locales y que permanecen en la región están:
el tuk tuk, xew, txok txok, jorjobex, kuajte y muxkurin –estas últimas son aves que
se parecen a las palomas- (SO).
3.1.23 La tradición, la recreación y el comercio
Aunque el chib’al es una forma de recreación, éste ayuda a la reproducción
de la vida comunitaria y regional. Los que van al chib’al son de todas partes,
vienen de Soloma, San Rafael la Independencia, San Miguel Acatán, San
Sebastián Coatán; de las aldeas al cerro Xijch’en en la aldea Pet (SR).
La cantidad de chib’al que se construyen y la cantidad de personas que
participan representa la fuerza de la práctica social y de la tradición. Para muchas
personas el chib’al es como una fiesta. “Como unos cuarenta “chib’ales” hay,
pero cuando va mucha gente de todas partes, se juntan como sesenta, van al llano,
las joyas, allí en las piedras, allí es donde nos reunimos todos, pero cada quien en
su chib’al, en su pedazo (SR).
También hay préstamo del chib’al a amigos y a personas de otros pueblos,
con frecuencia se habla de los solomeros. “Todas las noches y si no voy yo, vienen
49
amigos aquí a prestar el chib’al, se van de Soloma, se van de aquí, por lo regular
todos los de las aldeas llegan hacer chib’al allá; todos los X’ijchen, Pet y Temux.
La práctica del chib’al también muestra los conflictos entre comunidades o
grupos, como entre personas de Santa Eulalia y Soloma; “los que no hacen chib’al
son los de Soloma porque ellos sólo hay dos cosas, ellos si van al llano y cuando
no llegamos nosotros los dueños de los chib’al, ellos van a robar chib’al, si ellos
entran a los chib’ales. Cuando ellos llegan al chib’al, solamente llevan un su
nylon, una su capa, un sombrero.
Otros también alquilan los espacios para hacer chib’al, ésta es la forma en
que don Salvador usa su Chib’al, es decir, a veces lo rentan a otras personas. “Es
un convenio que hago yo con ellos, yo no voy al chib’al anda vos o vayan ustedes,
pero eso sí mita, mita; me traen mis pajaritos aquí... En el chib’al hay
compañerismo, no hay divisiones de nada, a los de Soloma les decimos, con
respeto muchá tomen sus tragos, pero no se vayas a pasar de aquí a mi chib’al. A
veces, cuanto hay mucho frío y ellos en la pura intemperie piden permiso,
entonces les decimos -como no, pasen allí a sentarse- (SR).
De cualquier manera, el chib’al, el chilab’ o el chiwal es un espacio para
reunirse y compartir con la comunidad y la gente, donde pueden contar anécdotas
en relación a las cosas que suceden en estos lugares. “Amigo o no amigos nos
reunimos allí. Los que vienen de Huehuetenengo, Guatemala, de Soloma, estos
llevan cantidades de carne, hacen buenos fuegos, llevan todo, llevan trago,
cigarro, es alegre como una fiesta la que hacen ellos allí. Son hombres que llevan
a sus esposas a sus hijos las familias completa… cuando enteramente van pues
nos juntamos como unos cuarenta, cincuenta dueños de chib’al, llevan familia y
amigos, nos juntamos unos cien, setenta y cinco, ochenta luces en todos lados, no
hay un pedacito allí que se mire llano y todo hay ocote lámpara aquí y todas
partes (SR).
Casi lo mismo dirían los de San Mateo Ixtatán o los de Ocante. Afirman
que al chilab’ de esta aldea llegan personas de Patalcal, Waisná, del pueblo, los
alcaldes de la municipalidad. Quizás aquí se reproduce un mayor sentido de
comunidad o de pertenencia porque el terreno en donde se hace el chilab’ es
comunitario, así afirman que todos tienen derecho a hacer su chilab’ en este lugar.
Algunas personas de Patalcal no hacen chilab’ sino únicamente buscan un espacio,
ponen un nylon y hacen un fuego (SO).
Las personas empiezan a salir a eso de las cuatro de la tarde de sus casas
para ir a arreglar el fuego del chib’al. La gente de Santa Eulalia tiene preparado su
chib’al, pero los de Soloma no; ellos se quedan en el llano y allí con su nylon
esperan a los pájaros. Mientras los pájaros van pasando ellos los agarran al aire,
todo eso aquí en Xijch’en (SR).
50
Al chib’al llegan mujeres y niños, de cualquier manera en aldeas como
Chib’alasun son pocas las personas que quedan, pues la mayoría ha migrado a
Estados Unidos. Así de algunas localidades son pocos los que aún practican la
caza en el chib’al, a comparación de antes que lo hacía mucha gente.
3.1.24 a tradición, la recreación y el comercio
La mayoría de las personas consideran que la práctica del chib’al está
relacionada con la recreación. El chib’al se hace nada más por las ganas de
hacerlo, por gusto (SCH). Otros opinan que todo ello tiene un poco más de
complejidad, que observan como una costumbre, comparado a un vicio. “Porque si
no vamos una noche y empieza a llover una lloviznita bonita que es tiempo para
los animales, hijo de la madre dice uno, porque no fui si esta agua es buena, a
veces uno tiene carro como irse, entonces en ese ratito se levanta uno y se va”
(SR).
Muchas personas que practican el chib’al lo han venido haciendo desde
hace muchos años, desde que eran niños. Entonces, hay un grupo específico de
conocidos o amigos que hacen el chib’al, que a veces se van turnando en el uso de
chib’al. Aunque los padres hayan practicado el chib’al, ellos no heredan sus
lugares a sus hijos, principalmente porque las tierras que se usan en Santa Eulalia
tienen dueño.
Entonces los más jóvenes deben buscar su propio espacio y afirman que ellos
hacen el chib’al no porque no tienen que comer sino porque esta es una cosa tan
bonita... de Pet casi todos suben al chib’al, todos al que se le antoja, va más que
todo por ir a reírse, a gozar, ya no es por ir a traer pájaros.
Mario, un migrante a los Estados Unidos, más de alguna vez ha venido
desde allá sólo por venir; -dejo allá y todo el año estuvo en chib’al aquí-. Un
antiguo chib’alwon en Santa Eulalia es Bartolo Mateo, quien ahora vende en el
mercado de su pueblo, a los setenta años dejó de ir al chib’al. “En una
oportunidad, él y yo cuando nos despedimos en el borde ese, en el chib’al, fue por
allá por las seis de la mañana, fue a fines de octubre, dijo bueno aquí se termino
el chib’al; el otro año saber si vamos a estar vivos y empezó a llorar, porque como
ya tenía tiempo de estar diario, diario”.
Inclusive en la época de la represión, los chib’alwom siguieron practicando
la tradición del chib’al en Santa Eulalia. “En el tiempo de la subversión nos
íbamos al chib’al y en esas montañas de allí, porque eran montañas grandes,
porahí, por la una de la mañana oíamos como que eran carros y después oíamos –
pluuun-, el otro día decían que ya estaban tapadas las carreteras, pero allí
estábamos nosotros, no le teníamos miedo a nada ni a nadie” (SR).
51
Además de la diversión la cacería de aves representa un buen momento
para agenciarse de carne de otra calidad. La gente afirma que la carne de las aves
es diferente en sabor comparada con la carne de res y de las otras aves. “El sabor
no es igual, no es igual que comprar una libra en carnicería, carne hay en el
mercado toda la vida pero solo un sabor hay, es diferente de sabor pero puro
sabroso, aunque pagas tanto pero como es otro sabor, y no hay para otra semana,
cuando pasan aquí llegó el mes que ya no había nada (SO).
Actualmente la gente mantiene esta práctica como una diversión y no lo
relacionan con la necesidad de la alimentación. Porque cuando están trabajando
allí, limpian y miran que hay buena nube, están viendo que la luna no ha salido
todavía vamos a “chib’aliar” mucha, hoy si va hacer buena noche, se van y a
comer allí, hasta a veces se quedan otra noche allí, se duermen el día, hoy no
cayó pájaro pero la otra noche va a caer y se quedan allí… por pura gana, no es
necesidad (MG).
Algunas personas afirman que en esta época no hay mucho trabajo en el
campo, por eso las personas les queda tiempo para dedicarse al chib’al. En
septiembre es cuando ya no hay trabajo, entonces es cuando se van muchos, es
decir, algunos tienen limpia y algunos están haciendo la segunda limpia, en este
tiempo está jiloteando ya la milpa, entonces es cuando se van allí (MG).
Aún si la cacería de aves se hace únicamente por diversión o solamente
para adquirir alimentos exóticos, algunas personas pueden vender el excedente de
las aves que atrapan. “Me doy cuenta que no sólo por comer nada mas, ese no es
negocio como le digo; luego de una noche de cacería la gente puede mantenerse
todo el día siguiente cocinando las aves, cuando llego en la tarde todavía tiene la
ollota de pájaros allí hirviendo con chilacayote y su chile verde”. De cualquier
manera las personas que venden las aves, los pueden vender en diversos precios, a
dos, cinco, diez ó veinte quetzales; pero en los años pasados, cuando la gente
atrapaba grandes cantidades de pájaros (unos 300 ó 400), se vendían a centavo
cada pájaro y a cinco centavos los grandes; las personas que tenían este trabajo
eran las mujeres. Pero cuando se atrapaban solamente 30 ó 50 pájaros, entonces
únicamente se consumían en la casa (MG y JH).
3.1.25 Alimentación y cacería de aves
La caza de aves representa para muchas personas una buena ocasión para
saborear otro tipo de carnes que no se obtiene diariamente, por eso los señores de
Ocante afirman: “es otro tipo de sabor, no va a creer que el sabor de la carne del
mercado, olvídese es sólo una vez al año (SO), inclusive las personas han definido
que las primeras aves que llegan son las más sabrosas (TICH). De cualquier
52
manera cuando se tiene la oportunidad de atrapar muchos pájaros, la gente
aprovecha a vender una parte.
La preparación de la comida que se hace con estas aves depende del gusto
de cada persona; así a algunos les gusta dorar o asar la carne, otros lo prepara en
recados o en caldo (SCH). Cuando se hace en recado esta comida se le llama Tan
o Tan Much (recado de pájaro, en idioma Chuj), en caldo se llama Yaal Much,
dorado se llama Q’anhvinak o Q’anvinoq’ (SGM). “Se les quita sus plumitas, se
les saca sus tripas, se lavan, después se hace doradito en aceite o como lo quiera,
como aquí toda la gente es natural, ellos van también, pero ellos lo comen en otra
forma; ellos si agarran unos cincuenta, tienen aquellas ollas de barro, ponen esa
ollona, como es el mero tiempo de chilacayote, meten un chilacayoton allí, partido
bien arregladito y meten los animalitos, o lo hacen cociditos o asaditos entre
brasas... en el caso mío, yo los preparo aquí, porque como a mi señora no mucho
le gusta, yo los pelo y todo eso, yo mismo los arreglo entre aceite, chirmolito, allí
está a compartir con toda mi familia (SR).
La mayoría de las personas los asan debido a que estas aves traen mucha
grasa. “Si sólo era asado, pelarlo y cocerlo, después se hecha allí masa bien
molida (para hacer el recado) sale un comida bien deliciosa (MG); algunas
personas afirman que además del Tan se hace una comida llamada Pek. En
tiempos anteriores algunas personas ladinas afirmaban que esos pájaros venían
enfermos; se plantea sin embargo que nuestra gente ya conoce bien la tradición y
conoce a las aves, sabe que estas vienen gordas y que no tienen tripas (JH).
3.2 El Chib’al y la migración nocturna de Aves, sistematización biológica
Desde mayo a noviembre, se atrapó un total de 42 especies de aves; de este total el
83% fueron aves migratorias y un 16% aves residentes (Anexo 3). Las familias
de aves con mayor representación en el chib’al fueron: Sub familia Parulinae (14)
Tyranidae (10) y Vireonidae (4). Las especies de aves residentes atrapadas fueron:
Grallaria guatimalensis (Formicariidae), Myodinastes luteiventris (Turdidae),
Zenaida asiatica (Columbidae), Aimophila botteii (Ammodramus bailey ?) y
Butorides virescens, todos conocidos en español como gallinola, mosquero,
semillero (Aj'anperinchuk), torcaza y garcita verde respectivamente.
En cuanto a la distribución de la diversidad de especies cazadas, es decir, la
cantidad de especies de aves atrapadas durante toda la temporada del chib’al, los
meses de septiembre y octubre muestran las mayores cantidades de especies de
aves (ver figura 4).
53
Figura 4. Diversidad de aves atrapadas en el Chib’al. Huehuetenango,
Guatemala
La abundancia de aves atrapadas durante la temporada del Chib’al coincide con la
diversidad de las mismas; mostrando los niveles mas altos hacia el meses de
Septiembre y Octubre. Los datos obtenidos muestran picos de cacería
contrastantes, mientras en el mes de Mayo, Junio y Julio el numero de individuos
atrapados no superaba los 20 individuos, en Octubre se alcanza la máxima 350
individuos atrapados. Es importante señalar que estos picos tienen lugar en
eventos aislados, es decir hay días especiales en los que se atraparon más de un
centenar de individuos.
El fenómeno de la migración desde la ciencia y desde el conocimiento tradicional
se afirma es un sistema de “oleadas” es decir, existen días especiales en los cuales
las condiciones climáticas son optimas para el vuelo con el mínimo de gasto
energético, en estos días o mejor dicho, noches, el numero y diversidad de aves
que vuelan juntas en pleno ejercicio de la migración es mayor.
3.2.1 La cacería en el chib’al y su Relación con el clima y Fases
Lunares
Se encontraron diferencias significativas en el numero de individuos atrapados
en el chib’al y la fase lunar (p=95, **7.81). Los datos indican (figura 5) que la
mayor cantidad de aves atrapadas corresponde a la fase Luna Nueva (X=59.33
SD=75.82), seguido por la fase Cuarto menguante (X=37.20 SD=51.18); Cuarto
creciente (X=12 SD=16) y luna Llena (X=10.50 SD=7.77).
La evidencia muestra las diferencias significativas hacia las mejores noches o
condiciones en que las aves migran en mayores cantidades, esta información se
Figura 5. Diversidad de especies atrapadas en el
Chib'al, Cerro Xijchen, Santa Eulalia, 2008.
0
10
20
30
40
50
ESPECIES DE AVES
Nu
me
ro d
e e
sp
ec
ies
MAYO
JUNIO
JULIO
AGOSTO
SEPTIEMBRE
OCTUBRE
NOVIEMBRE
54
relaciona directamente con las preferencias de los chibàlwom para decidir ir a
cazar aves.
Figura 5. Abundancias de las aves atrapadas por fase lunar durante toda la
temporada del Chib’al, Cerro Xijchen, Santa Eulalia, Huehuetenango, 2008.
3.3 Migración diurna de Insectos
Se encontró un total de 6 especies de Odonata, dos de las cuales habían sido
inferidas desde las entrevistas, Pantala flavescens y Anax junius. En la estimación
de proporciones de especies en el enjambre se obtuvieron resultados interesantes, a
saber: un dominio de los enjambres desde dos especies: Pantala hymenae y P
flavescens, mismas que unidas representaron mas del 90% de individuos volando
en el enjambre (Cuadro 1).
Es importante hacer notar que estos datos provienen de un muestreo o atrapada de
individuos desde una altura promedio de una persona adulta. Esta condición no
permitió muestrear correctamente a especies como Anax spp debido a que éstas
volaban más alto ni a unas mariposas de vuelo esquivo y rápido llamadas
comúnmente y en inglés como skippers, localmente se denominan “tzurnam”.
Los skippers, son especies de insectos de orden de los lepidópteros, es decir, son
mariposas diurnas con alas cortas, condición que les permite un vuelo bastante
veloz y también alta capacidad de maniobra. Posiblemente esto les permita
aprovechar de mejor manera los vientos y también el vuelo migratorio en grandes
distancias. Los skippers tenían entre todas las especies muestreadas, el vuelo más
veloz, superando por mucho a las mismas libélulas.
55
Cuadro 1. Especies de insectos determinados durante la temporada de
migración del año dos mil ocho.
Nombre científico Nombre en q'anjob'al Proporción
en enjambre
Anax amazili (Burmeister, 1839) Y'axjom
2.3 Anax junius (Drury, 1782) Y'axjom
Aeshna jalapensis Williamson, 1908 Y'axjom chiquito 0.3
Pantala flavescens (Fabricius, 1798) Antil 34.77
Pantala hymenea (Say, 1839) Turuwex 60.96
Tramea calverti (Muttowski, 1910) Música 0
Bombus pullatus Onon 1.44
Urania sp (fulgens?) Mariposa
0.5
Skipper (nombre en inglés, no
determinado) Mariposa
De las especies anteriores se tiene evidencia, son migratorios las especies
de libélulas y la especie de polilla del género Urania, asi como los skippers; sin
embargo el resto de especies tienen alto interés pues no han sido reportados como
insectos migratorios; estas espècies no se reportan en el cuadro anterior sin
embargo pueden corroborarse como tales en un estudio posterior. En los
enjambres se colectó también otras especies de mariposas las cuales no se ha
evidenciado sean migratorias, a saber: Ascia monaste, Dryas julia; Euides
isabella; Antanasa sp; Phoebis agarite, Serene sesonia y dos especies de abejorros
no identificados del género Bombus pullatus.
Figura 6. Anax amazuli (Yax’jom), la mas grande y Pantala hymaneae
(Turuwex) la mas abundante.
56
3.3.1 Condiciones climáticas favorables para la migración de insectos
De la información obtenida en entrevistas y las tomadas por el equipo en campo,
se listan las condiciones que favorecen la migración diurna de insectos: a) hay días
soleados, b) vientos no muy fuertes, c) ausencia de lluvias fuertes, d) las mejores
horas de migración diurnas son desde las diez de la mañana a las trece horas.
En días nublados o lluviosos perchan debajo de las hojas de árboles y vegetación
en general, como también en techos de paja; aunque se observó individuos del
género Anax spp migrando durante las primeras horas de la mañana en condiciones
de temperatura baja, neblina y sin sol. La altura del vuelo es variable y depende de
las condiciones climáticas como de la topografía del terreno; en áreas abiertas con
vientos algo fuertes, vuelan hasta una altura mínima de 0.5 metros de altura y en
áreas urbanas o en bosques vuelan sobre las casas o árboles alcanzando hasta 30
metros de altura. En días fríos tienden a volar a unos 30cms del suelo mientras en
que en días calurosos vuelan a mayor altura y mayor velocidad. Existe también
una distribución vertical de especies, generalmente los Y’axjom o Anax spp tiende
a volar muy alto, desde cinco metros hacia arriba y generalmente son difíciles de
atrapar por la velocidad del vuelo y capacidad de respuesta ante la amenaza de ser
atrapadas. Las especies de Pantala spp (Antil y Turuwex), tienden a volar a
menor altura y son las mas atrapadas aparte del hecho de ser las mas abundantes en
el enjambre.
Figura 7. Abundancia relativa de especies de insectos en migración masiva.
Abundancia relativa (%) de insectos en migración
0
10
20
30
40
50
60
70
1
Turuwex
Yaxjom
Antil
Onon
Mariposas
57
Temporalidad de la migración de libélulas
Se midió la abundancia mensual de libélulas en migración en Xijchen del 17 julio
al 27 de octubre del 2008, encontrando diferencias significativas en (G= 7067.91,
α=0.05); ésta variable y sus tendencias.
En el mes de julio se contaron en cinco días de actividad 18,038 libélulas (ӯ=
3607.6 ± 4242.71, (α=0.05)), en agosto en 28 días de actividad 986,560 libélulas
(ӯ= 35234.29 ± 14021.85), en septiembre en 28 días de actividad 649,015 libélulas
(ӯ= 23179.11 ± 10109.67) y en octubre en 24 días de actividad 207,784 libélulas
(ӯ= 8657.67 ± 3153.34) (figura 8).
La temporalidad de la migración de insectos ocurre en paralelo con la migración
de aves durante la noche. Obviamente ambos grupos de animales toman ventaja de
las condiciones climáticas y posiblemente del alimento disponible, especialmente a
finales de la migración (Octubre); temporada en que se empezó a observar a
libélulas cazar durante el vuelo migratorio.
Figura 8. Abundancias mensuales de libélulas en migración masiva. Línea
roja: media.
De los meses analizados los meses de agosto septiembre y octubre son meses en
los cuales los resultados mostrados son más interesantes de medir. El mes de julio,
no puede caber dentro de una comparación justa, debido a que solamente se
incluyen cinco días de conteo. La variación mensual muestra que los meses de
septiembre y octubre fueron los meses con mayor actividad de migración masiva
de insectos.
Para apreciar con mejor detalle las variaciones temporales en abundancias de las
libélulas se segrego la variable temporal en períodos semanales (Tabla 2) con el
objeto de percibir cambios temporales a menor nivel (figura 9). Para mejorar el
detalle en capacidades de comparación en el análisis, se describe el número de días
muestreados por semana analizada (cuadro 2, Figura 9).
58
Tabla 1. Abundancias semanales de libélulas. EE: error estándar.
SEMANA TOTAL DIAS MEDIA EE(α=0.05)
1 12169 1 12169.00 0.00
2 2702 2 1351.00 1905.12
3 93774 8 11721.75 9925.32
4 184664 6 30777.33 27005.62
5 57432 6 9572.00 8200.98
6 456615 7 65230.71 31891.32
7 306346 6 51057.67 27739.72
8 193784 7 27683.43 18589.05
9 267766 7 38252.29 31232.74
10 50310 7 7187.14 3550.26
11 22350 5 4470.00 3354.71
12 78599 7 11228.43 5892.84
13 80963 7 11566.14 7157.36
14 30709 6 5118.17 4514.67
15 7114 3 2371.33 4208.85
17 16100 1 16100.00 0.00
Las semanas que presentan la mayor media de abundancia de libélulas son la 6, 7,
9, 4 y 8; respectivamente. Y las semanas con menor abundancia de libélulas son la
2, 15, 11 y 14; respectivamente. Las semanas con menor abundancia de libélulas
coinciden con las fechas de inicio y finalización de paso de libélulas por Xijchen.
Y las semanas con mayor abundancia de libélulas coinciden con el período
intermedio de paso de libélulas por Xijchen (Figura 9).
Figura 9. Distribución semanal de la abundancia relativa de libélulas en
migración masiva.
59
También se determinó que la media de las abundancias semanales difieren
significativamente entre ellas (G= 174487.49, α=0.05), es decir, los patrones
semanales y variaciones tienen significancia en este período mas corto. En base a
esto se pueden reconocer tres períodos en la migración de libélulas. El primero
ocurre de la primera a la cuarta semana, el segundo ocurre de la quinta a la novena
semana y el tercero de la décima a diecisieteava semana (figura 9).
Figura 10. Distribución de las abundancias relativas semanales y medias.
60
Como una evidencia más sobre el comportamiento de las abundancias de insectos
migrando en la localidad Xijchen, se desarrolló un análisis de agrupamiento
jerárquico temporal (Figura 11) en el que se evidencia una segregación de los
meses iniciales y finales y un agrupamiento en los meses de mayor actividad
agosto y septiembre, quedando el mes de octubre y julio separados de los
anteriores.
Figura 11. Análisis de agrupamiento jerárquico temporal en: diversidad de
especies y abundancia de individuos.
3.3.2 Relación de la migración de libélulas con variables ambientales
La migración de insectos está relacionada con los ciclos de vida de cada especie, la
disponibilidad de alimento y las condiciones ambientales que requieren cada
semaforonte o individuo juvenil de libélula, principalmente. Sin embargo, las
variables que dan inicio a la migración y que regulan la actividad de los
semaforontes durante la migración, esta muy poco comprendida en la mayor parte
de animales, especialmente en los insectos.
Para explicar la actividad de las libélulas y el clima, se relacionó la abundancia y
velocidad de vuelo con la medición de variables climáticas como hora del día
(HAt), radiación solar/cobertura de cielo con nubes (CIECOBt), velocidad del
viento (VIENVELt) y temperatura ambiental (TEMPt), tomadas sistemáticamente
en cada muestreo diario de enjambres de insectos en migración masiva (anexo 2)
El análisis de regresión múltiple no mostró ninguna relación entre el número y
velocidad de vuelo de las libélulas con respecto a las variables medidas (figura
12).
0 0.6 1.2 1.8 2.4 3 3.6 4.2 4.8
-80
-70
-60
-50
-40
-30
-20
-10
Sim
ilarity
JU
L
SE
P
AG
O
OC
T
61
Debido a que la mayoría de insectos migra a una altura baja, en partes altas de
montaña y a alturas mayores en “cañones” se infiere que evitan vientos fuertes y
contrarios a la dirección de vuelo, sin embargo, y relacionado a los “cañones de
ríos”, inevitablemente las libélulas tienen que ascender a partes altas –parteaguas-
para luego continuar sus movimientos migratorios en cañones al otro lado de las
montañas.
3.3.3 Análisis espacial
El geoposicionamiento de localidades con evidente migración de libélulas se tomó
durante todos los meses de muestreo, cubriendo las carreteras entre los municipios
de Chiantla, San Pedro Soloma, San Mateo Ixtatan y Barillas. Se registro una gran
cantidad de puntos de migración con mayor movimiento en los cañones de
cuencas, comparado con las zonas montañosas, como el caso de la carretera hacia
Chib’alazum en San Mateo Ixtatán (Mapa3).
Los puntos de geoposicionamiento se tomaron desde vehículo en las principales
rutas el altiplano huehueteco. No se observó movimiento de libélulas en la meseta
de los Cuchumatanes (Chemal, Capellanía ni Todos Santos Cuchumatán),
obteniendo los primero registros luego de descender hacia las piedras de Cap-tzin
en donde se nos indicó que los turuwex pasaban pero “hasta abajo en el río”.
Figura 12. Análisis de regresión
múltiple.
62
Mapa 3. Localidades con migración masiva de libélulas registradas, durante
los meses de junio, julio, septiembre y octubre en el año 2008.
Para el análisis espacial entre localidades con migración de libélulas, se midió
como unidad muestral o tratamiento, únicamente cuatro sitios; los cuales se
compararon específicamente de acuerdo a aquellos días en que la medida se llevó a
cabo simultáneamente, a saber:
A: Xijchen,
B: Muqanjolom,
C: Pett y
D: Campamento La Joya (Figura 14).
En 44 días de colecta se contaron en los sitios A: 7164 libélulas (ӯ=149 ± 34.418),
B: 17201 libélulas (ӯ=358.35 ± 80.171), C (ӯ=227.13 ± 134.4) y D (ӯ=2750.1 ±
578.06). En la figura 5 se puede apreciar la variación de cada tratamiento y la
distribución de los datos en cada cuartil.
63
Figura 14. Comparación entre localidades de muestreo simultaneo de
libélulas en migración. A=Cerro Xijchen; B=Muqanjolom; C=Pett:
D=Campamento la Joya.
En la figura 15 se puede apreciar que la varianza de la abundancia de libélulas es
similar en los cuatro sitios. Sin embargo, la figura 6b sugiere que la distribución
del error no es normal, por lo que se debe de utilizar un modelo no paramétrico
para el análisis estadístico. El modelo que se utilizó fue la prueba de Kruskal-
Wallis, la cual es una versión no paramétrica del ANDEVA.
Figura 15. Distribución del error Estándar
De los datos.
-3 -2 -1 0 1 2 3
-10
12
34
56
Theoretical Quantiles
Sta
nd
ard
ize
d r
esid
ua
ls
aov(ozone ~ garden)
Normal Q-Q
146156
154
A B C D
02
00
04
00
06
00
08
00
01
00
00
14
00
0
Sitio
# L
ib
64
Se encontró que diferencias entre las abundancias de los sitos A, B, C y D (KW=
62.82, p=1.466E-13). Para apreciar la diferencia entre los sitios se realizó la
prueba post-hoc por medio de un modelo linear generalizado (GLM) con
distribución del error del tipo Poisson. El GLM mostró que todos los sitios fueron
diferentes en cuanto a la abundancia de libélulas. Tal diferencia probablemente se
deba a que las libélulas durante la migración se trasladan en un patrón
conglomerado y forman a través del paisaje varias rutas que probablemente este
relacionado con la topografía del terreno, velocidad del viento y dirección del
viento; aunque esto no quedo demostrado en este estudio.
La direccionalidad de vuelo de mas de 50 enjambres en plena dirección, fue
predominantemente hacia el este (90 Grados) y sureste (figura 16).
Aproximadamente un 60% de los enjambres de libélulas observadas volaron hacia
el este entre 70° y 110°. Esta es la misma dirección utilizada por aves en su
migración hacia el Sur, con la diferencia de que ésta se lleva a cabo durante la
noche.
abund r
el
05
10
15
20
25
30
35
0°
20°
40°
60°
80°
100°
120°
140°
160°
180°
190°
200°
210°
220°
230°
240°
250°
260°
270°
280°
290°
300°310°3
20°
330°
340°
350°
Figura 16. Direccionalidad del vuelo. En celeste el porcentaje de
enjambres analizados durante el ejercicio de migración, 2008.
65
3.4. Discusión de Resultados
3.4.1 Sobre la tradición y práctica cultural del Chib’al
La tradición del chib’al, ha evolucionado muy posiblemente como un
conocimiento del tipo tradicional indígena motivado por una recompensa: el
alimento. Lo anterior, tiene mucho sentido porque desde la tradición oral se
conocen casi a perfección las variables climáticas asociadas a la buena cacería y,
aunque actualmente las motivaciones han/ están cambiando; es muy posible que
haya sido una actividad muy importante en la seguridad alimentaria.
Es importante, hacer notar que estas comunidades rurales del altiplano
huehueteco estuvieron por mucho tiempo abandonadas y aisladas incluso luego de
la conquista y dominio español, y, por tal razón fueron predominantemente pobres.
Un insumo único sobre las condiciones socioeconómicas hacia mediados del siglo
xix, se presenta en el artículo científico sobre Aves de Soloma del ornitólogo
Baepler (1964 ); éste describe textualmente y traducido del inglés “…en general
las personas son muy pobres y existen con dietas muy por debajo de los
estándares alimenticios. Por esta razón aves son cazadas por su carne a lo largo
del todo el año con rifles y desde fogatas nocturnas que indios hacen (el chib’al).
La cacería no se limita solo a aves grandes, pequeñas aves como gorriones y
chipes (warblers) fueron cazados.”
Al parecer, antes de la llegada de los españoles y los animales domésticos; la única
fuente de proteína animal provenía de la cacería. Estudios sobre la forma de vida
anterior de los aztecas y la importancia de la cacería y pesca ( Gibson y Campos,
1995) en los lagos cercanos a ciudades como Ixtahuacán, Ixtapalapa,
Tenochtitilan, etc.: evidencian que los indígenas consumían y cazaban grandes
cantidades de patos migratorios que paraban a alimentarse en lagunas y lagos.
Registros mas recientes recopilados de la tradición oral indican hasta 40 técnicas
distintas de atrapar y cazar a los patos, entre ellas la más común y exitosa era la
colocación de redes hechas de fibras y la cacería directa en agua cubriéndose las
cabezas con calabazas. El desarrollo e imaginación para desarrollar estas técnicas
no puede tener otra motivación más que conseguir alimento y fuentes de proteína
animal. Para el siglo XVIII se reportaban cacerías anuales estimadas en un millón
de patos. Aunque actualmente tenga algún significado de diversión, en la
memoria popular existen recuerdos de que, en el principio, la gente inició esta
práctica debido a la pobreza de estas poblaciones y la necesidad de comer carne.
Como observación general, es interesante remarcar que todos los resultados
descriptivos en la biología de la migración de aves y el Chib’al ya se conocen
dentro del conocimiento tradicional indígena, muchos de estos resultados
coinciden con las investigaciones preliminares (Pérez, 2007) y otros de carácter
contextual fueron mejorados desde la tradición oral recopilada en este proyecto.
66
En este contexto, la temporalidad en que la diversidad de aves aparece; la cantidad
de aves atrapadas; la relación de la fase lunar con una buena o mala cacería e
incluso las condiciones climáticas favorables para la cacería de aves recopiladas
desde la tradición, fueron comprobadas desde el conocimiento sistematizado y
analizado del método científico. Como hitos del conocimiento científico, se avanza
en el conocimiento al determinar exactamente cuales especies de aves e insectos
migran en el altiplano huehueteco. Se inició la temporada en el mes de Mayo para
evaluar la posibilidad de capturar individuos durante la “migración de primavera”
es decir cuando las aves regresan al norte para reproducirse. Esta información
conocida en la teoría científica ya había sido probada por el pueblo q’anjob’al y
chuj, al menos en algunas localidades y, en el caso de esta investigación, una de
las asistentes de investigación que vive en el cerro ya se había dado cuenta de que
en ese mes durante el tiempo que tiene de vivir, las aves llegaban a su casa atraídas
por la luz; “…el único mes en que las aves descansan es en Junio….comenta doña
Catarina Francisco. Este conocimiento tradicional se relaciona directamente con
las temporadas de migración de aves desde Norteamérica (Norte de México,
estados Unidos y Canadá). Otras Localidades donde el chib’al inicia en Junio y
Julio fueron Chibaltac, en Aktac y en Patalkal y que en Chib’alazum es en
noviembre tardío en que las ultimas aves pueden cazarse…” Hay una época, aquí
en Aktak se hace primero en el mes de junio y julio, después en Ocanté, después
llega el último en Chib’alazum, el último pájaro, el último cosecha de chib’al
(SO).
De la misma forma, algunas personas entrevistadas plantean que en mayo
hay migración de aves, pero la fecha importante es septiembre (MG, JH). En el
caso de las aves y sus rutas de migración se realizó un avance en la investigación,
durante el mes de Mayo se viajo al cerro Xijchen para observar si esta ruta también
era utilizada durante la migración de primavera; detectamos 3 especies nuevas para
el listado del chib’al: Coccyzus americanus, Dendroica virens y Dendroica fusca.
Durante las noches de chib’l de Julio se detecto la presencia de Mniotilta varia,
ave migratoria neotropical que inicia sus vuelos nocturnos de manera temprana
durante el otoño (Julio – octubre) y durante la primavera (abril –mayo).
Aunque las opiniones personales tienden a veces a ser un tanto subjetivas,
es importante remarcar que para este caso en particular y como una constante en el
conocimiento tradicional indígena, las verdades y el conocimiento se construyen
únicamente desde la escala contextual local. Preguntas sobre de dónde viene y
hacia donde van durante el viaje de migración aves e insectos es un tema que no
interesa desde el conocimiento tradicional indígena y en el cual, las explicaciones
no pueden ser comparadas con las existentes en las ciencias biológicas.
Aunque la tradición del chib'al puede verse como una atrocidad que se comete en
contra de las aves, en la realidad el impacto es muy poco comparado con las
muertes de aves que ocurren por razones cotidianas en Estados Unidos y Canadá
anunalmente (50-100 millones por choques en radiadores de autos, p. e.).
67
La muerte de aves –en gran medida- es éstos dos países ocurre por dos razones: a)
torres de televisión, faros 600 - 1010 pies de altura durante la migración de otoño y
primavera y b) choque contra radiadores de autos (Nolan y Munford, 1967).
Aunque la mayoría de aves que mueren debido a esto son las mas numerosas y de
áreas abiertas, un estudio reveló que 448 individuos de la especie Dendroica
discolor perecieron durante la migración debido a la presencia de antenas de
televisión en Tallase, Florida en un período de 6 años (1957-1963). Datos
proporcionados por la red mundial de comunicación
(http://www.currykerlinger.com/birds.htm) basado en fuentes confiables, son
realmente escalofriantes. A continuación algunos datos: Ventanas de vidrio: 100
a 900 millones de aves por año. Basado en un estudio de 20 años del Dr. Daniel
Klem, del Muhlenberg Collage. Depredación por gatos: 100 millones de muertes
al año. Basado en datos de la Audubon Society. Estudios del Dr. Stan Temple de
la Universidad de of Wisconsin, estima que solo para esta ciudad en especial,
alrededor de 7 millones de aves mueren a causa de ataques de gatos. Automóviles y
camiones: de 50 a 100 millones de aves muertas por año. Datos provenientes del
U:S. Fish and Wildlife Service -USFWS-y desde el National Institute for Urban
Wildlife. Cableado eléctrico: el USFWS reporta que anualmente mueren mas de
174 millones de aves por año por esta causa. Agricultura/pesticidas: de acuerdo a
datos proporcionados por el Smithsonian Institute, alrededor de 67 millones de
aves mueren por esta causa. Torres/antenas de Comunicación: el USFWS estima
que colisiones de aves en estas estructuras y sus cables resulta de 4 a 10 millones
de aves muertas por año. Cacería ilegal y cacería deportiva: la cacería deportiva
se da exclusivamente sobre algunas especies como patos, sin embargo existen
reportes de cacería sobre palomas, cisnes. Datos desde el USFWS reportan que
anualmente más de 100 millones de aves mueren anualmente por esta causa.
Luego de conocer estos datos la pregunta es ¿realmente somos nosotros los que
causan daño real?.
3.4.2 El chib’al y la migración nocturna de aves
Aunque al parecer la práctica de cacería nocturna del chib’al iniciara como un
evento casual; es importante acotar que el conocimiento a partir de esta fecha
inmemorial se ha perfeccionado con el paso del tiempo y la tradición oral. El único
reporte indirecto del Chib’al en la literatura científica data de mediados del siglo
XIX, en este Baepler; (1962) reporta que la especie Bartramia longicauda y
Coccyzus americanus fueron colectados por indígenas en “fuegos nocturnos” (-
chib’al-) durante el mes de septiembre. En el caso C. americanus fué reportada
por Pérez (2009) en el año dos mil seis y ambas durante ésta investigación.
La luz como un atractivo natural de animales se ha comprobado de manera
empírica para aves e insectos. La luz como atractivo en el chib’al fue efectivo para
las aves migratorias nocturnas en un 84% de las 42 especies registradas, y en un
68
16% para aves residentes. La diferencia en los porcentajes se debe quizás a que
las primeras se encuentran en actividad y ejercicio pleno de la migración mientras
que para las segundas (residentes) se encuentran en inactividad y las que fueron
atrapadas quizás se encontraban perchando en las cercanías de las fuentes de luz.
Como aves residentes se atrapó entre otras a: Grallaria guatimalensis, Zenaida
asiática y varias especies de emberizidos; de las anteriores, la primera de gran
tamaño es muy difícil de observar inclusive si se le busca afanosamente durante el
día, es una especie que se mantiene alimentándose a ras del suelo. La luz como
fuente de atracción para aves migratorias se documenta bien en una investigación
desarrollada en Florida Estados Unidos (Crawford, 1981), en este se evidenció que
las aves colisionaban con las luces presentes en las torres de televisión
especialmente en noches nubladas con vientos nortes en un 84% de todos los casos
registrados (N=8123); este estudio obligó a cambiar la luz blanca y amarilla por la
roja que es menos atractiva.
La evidencia de esta investigación indica también que las aves atrapadas en
el chib’al provienen de las rutas de migración Trans Gulf y la Circum Gulf, es
decir, la Sierra de los Cuchumatanes representa una localidad donde ambas rutas
convergen, por lo menos, para algunas de las especies atrapadas. Respecto a la
temporalidad de migración en aves, muchos estudios indican que, generalmente,
durante la migración de otoño las hembras y los juveniles son los primeros en
migrar hacia el Sur; mientras que durante la migración de primavera (Sur Norte),
son los machos los que toman la iniciativa debido a que deben ser los primeros en
elegir y establecer territorios reproductivos mas adecuados (Rapole et al 1995;
Swanson et al 1999).
El caso de los chib'ales por ejemplo, coincide con los datos sobre
disminución de aves migratorias neotropicales canoras (especialmente Parulidae,
Vireonidae y Tyranidae) reportados por el Conteo Norteamericano de Aves en
época reproductiva (North American Breeding Bird Survey, NABBS en adelante)
conducido desde el año de 1966 por iniciativa del Dr. Chanddler Robbins
(http://www.mbr-wrc.usgs.gov/bbs). La tradición oral del pueblo Q'anjob'al y
Chuj con una duración mayor a los 250 años (Pérez, 2009), constatado con esta
investigación, hubieran dado una alerta temprana mucho tiempo antes que se
iniciaran los conteos de aves norteamericanas en época de reproducción (NABBS
siglas en inglés). Así, desde hace muchos años la tradición oral del pueblo
Q'anjob'al ya había descubierto la disminución de números poblaciones de las aves
migratorias, especialmente las aves pequeñas como los chipes y vireos (Parulidae,
Vireonidae). Las tendencias en el tiempo y la tradición oral, indican una
disminución en la diversidad de especies y en el número de individuos atrapados;
condición que con los datos actuales sistematizados desde esta investigación son
imposibles de comparar; sin embargo, los datos sistematizados en esta
investigación pueden tomarse como una línea base de la investigación sistemática
o monitoreo en el largo plazo.
69
En la actualidad una noche con condiciones adecuadas y alta actividad de aves,
puede reportar atrapadas de hasta 300 individuos por chib'al, condición que denota
y evidencia desde la ciencia y el conocimiento tradicional la migración por
“oleadas”. El radar ubicado en el Golfo de México reporta precisamente este
comportamiento, la llegada y partida de aves en migración correlacionada
posiblemente con condiciones climáticas adecuadas.
3.4.2.1 La cacería en el chib’al y su Relación con el clima y Fases
Lunares
Puntos de convergencia en el análisis de datos y el conocimiento
tradicional y el científico (Lack, 1963) se dan respecto a las variables que
favorecen la migración nocturna y el chib’al: la influencia positiva de la luna
nueva, vientos suaves a favor de la dirección de migración (el viento del oeste o
Y’ixcan), las nubes con lluvia en el oeste, la predicción sobre la temporalidad de
mayor diversidad y cantidad de individuos atrapadas en Septiembre y Octubre; la
neblina suave y la temperatura entre 13 y 19 grados centígrados, como señales de
una buena noche de chib’al. De acuerdo con entrevistas realizadas en una
investigación preliminar (Pérez, 2009) y en esta investigación, las noches
adecuadas para la actividad del chib'al son las de luna nueva menguante y
creciente, siendo mejor los días de luna nueva -oscuridad total- con presencia de
nubes y lluvias suaves provenientes desde el Oeste o poniente4; aparentemente
estas son las condiciones climáticas con las que las aves migratorias neotropicales
e insectos se desplazan volando por la noche. El conocimiento tradicional
proporciona èstas señales o variables ambientales, aunque se encuentran en las
personas de la localidad, varían de acuerdo a la edad y sexo de las personas.
Siempre se hace mención de dos tipos de vientos el Y’ixcan o viento del oeste –
dirección de donde vienen las aves, noroeste a sureste-, y el viento del Yaiq’u que
sopla desde el este y marca condiciones desfavorables. La dirección de los vientos
del oeste y este demostraron diferencias significativas (p=95, *5.99) como variable
que favorece la cacería y por lo tanto la migración de aves. La temperatura
promedio diferenciada como favorable fue la de 14.1 grados centígrados (p=95).
Los datos anteriores, relacionan el conocimiento tradicional de manera fuerte con
los datos científicos sobre el clima favorable para la migración nocturna de aves
(Pyle et al, 1993), este estudio afirma que la migración se ve favorecida con
vientos suaves y clima anticiclónico ; mientras que fuertes vientos y lluvias fuertes
no son favorables
La alta desviación estándar mostrada en la distribución de datos a nivel
mensual en aves e insectos denota que la migración presenta “picos de actividad en
la abundancia de individuos respecto de las variables climáticas (independientes)”
esos picos coincidieron especialmente para los meses de septiembre y octubre para
4 Nube negra del Oeste o Ixcan la mejor para la actividad del chibal, mientras que la nube negra o
de lluvia del Este o Yayub Cú
70
aves y de agosto y septiembre para insectos; factores importantes en el caso del
Chib’al fueron la fase lunar y la presencia de nube o viento del oeste favorable
(Yixcan). Es importante señalar también, que el esfuerzo de captura se enfoco en
los días de completa oscuridad es decir luna nueva y las fases cercanas a ésta
especialmente la fase de cuarto creciente y los días anteriores de fase cuarto
menguante. Las diferencias en aves atrapadas son suficiente evidencia de que la
cacería es mejor en noches oscuras, una variable investigada por mucho en las
ciencias biológicas y que encaja en un cien por ciento con lo obtenido en
entrevistas desde la tradición oral.
Las 35 especies de aves migratorias registradas, fueron en definitiva,
migrantes que utilizan las rutas Circum-gulf y Trans-Gulf, lo importante de este
hallazgo en ciencias biológicas es que se define claramente las rutas para estas
especies, debido a que en la mayoría de los casos, las rutas que cada especie toma
fueron hipotetizadas y no comprobadas en campo. La mayoría de estudios sobre
migración nocturna en Estados Unidos y Canadá se realizaron con observaciones
directas de aves que pasaban frente a la luna llena y sus fases y también desde la
resonancia de radares, sin embargo no siempre estaban en la posibilidad de
identificar plenamente estas aves. Generalmente la identificación de rutas
migratorias se ha dado en especies de mayor tamaño en las que se ha colocado
geoposicionadores globales que fueron rastreados desde satélites; sin embargo esta
práctica no es común en pequeñas aves como los chipes o mosqueros pequeños
debido a que se pone en riesgo la mima supervivencia. El paso de aves en
“oleadas” ha sido descrito en las ciencias (Lack, 1963) y es algo observado en la
práctica del chib’al, aunado a otras variables climáticas.
Baepler en el año 1962, reporta que la especie Bartramia longicauda y
Coccyzus americanus fueron colectados por indígenas en “fuegos nocturnos”
(chib’al). Reporta que para el caso de la primera especie, la cual fue colectada el 7
de septiembre del mismo año, junto a otros 30 individuos indicando que se trata
de un transeúnte común en Guatemala pero que nunca escucho de esta especie
reportada. Ambas especies reportadas por Baepler (1962), fueron también
reportadas durante ésta investigación del Chib’al y en el caso de la primera, se
observan parvadas migrando y a veces se observan durante las primeras horas de
luz matutina. Pese a que tuvo la oportunidad de investigar el Chib’al desde 1962,
no estudio a fondo esta tradición; recordemos que el conocimiento indígena por las
razones que sean, era considerado desde entonces y hasta hace muy pocos años
antes, como inferior a la ciencia.
La diversidad de aves mayor se registra según los lugareños en los meses de
agosto, septiembre y octubre (SCH); afirman en estos meses entran toda clase de
animales y pasan miles de azacuanes (SR). Las personas han observado que
después de estos meses los pájaros que aún pasan vienen con gusanos o piojillo,
por eso dejan de cazarlos.
71
El conocimiento sobre el momento preciso para iniciar la cacería ha sido
acumulado mediante la práctica junto a las generaciones anteriores, así está
definido por señales, nosotros ya sabemos cuáles fueron las fechas, por ejemplo,
hacemos el chib’al a fines de julio o a principios de agosto, ya para el ocho de
agosto ya agarramos unas doce noches seguidas (SR). El paso de los azacuanes
también anuncia el final de la temporada del chib’al (SR).
Aunque las personas afirman que siguen pasando grandes cantidades de
aves en el chib’al, se desconocen las razones de porque estas aves no “caen”
dentro del chib’al; algunos aseguran que se debe a que ya las montañas han sido
depredadas, la luz eléctrica afecta y no hay respeto por una tradición ancestral..
Estas aseveraciones están relacionadas con las vocalizaciones que algunos grupos
de aves hacen cuando vuelan sobre los chib’ales. Estudios de detección de
parvadas de aves migrando en la noche (Pyle et al, 1993) determinaron que las
aves que vuelan a poca altura fueron solo un bajo porcentaje y que la gran mayoría
migra a alturas mayores de hasta 1,000 metros. Lo que sucede en el chib’al puede
estar relacionado con una variable de orientación de las aves con el Sol o con
estrellas mas brillantes, en este caso, la luz les atrae. En este sentido aunque
muchas aves vuelen a baja altura es muy posible que la luz proyectada atraiga aves
desde medianas alturas.
3.5 Migración diurna de Insectos
La migración de insectos se caracterizó de manera espacial y especial durante esta
investigación. El fenómeno de la migración de insectos inicia durante las primeras
lluvias de invierno, que en el caso del año 2008 se dieron a finales del mes de
mayo y finalizan en el mes de noviembre un mes antes y uno después que las aves.
En principio se identificaron en plena migración 6 especies de libélulas y una
especie de mariposa con antecedentes científicos de migración: Urania sp
(fulgens?). Pese a lo anterior, queda abierta la posibilidad de que otras especies de
mariposas que se atraparon volando junto a los enjambres, se movían con la misma
velocidad, dirección y sentido; además de por lo menos dos especies de abejorros,
entre ellos Bombus pullatus. Resulta de alto interés para la ciencia, en este caso,
investigar la procedencia y final del viaje completo de la migración de insectos, así
como si estos otros insectos observados e identificados son en realidad migrantes.
Respecto a la abundancia de individuos migrando, se observó un patrón de
distribución normal con picos de migración a inmediaciones de la temporada total.
Este comportamiento es muy similar al observado en aves. Sin embargo, cuando
en el análisis temporal se baja en la escala y se analiza por semana, se observan
por lo menos tres períodos de la migración (inicial, intermedio y final) corresponde
a una distribución normal en patrones de estudio de poblaciones silvestres.
72
Esta variabilidad, asociada a factores climáticos, se considera desde la relación de
variables independientes (climáticas) y las dependientes (abundancias) una
relación positiva y vinculante natural.
Aunque no se correlaciona directamente las variables ambientales (independientes)
con la abundancia de individuos (dependiente) esta correlación es muy probable
que exista pues se denota claramente desde la tradición oral. Es muy posible que
el instrumento de medición actual de las variables independiente no nos
proporcione datos suficientemente significativos como para analizarlos en una
correlación; es posible que el instrumento necesite tener una escala mas fina para
detectarlas adecuadamente. Wikelski et al. (2006) estudiaron la migración de
libélulas en New York y Maryland en Estados Unidos de América y encontraron
relación del vuelo de libélulas con respecto a la velocidad del viento, dirección del
viento y temperatura nocturna; no así con la temperatura diurna. Es necesario
revisar los tiempos y rutas de aves y libélulas ya que el comportamiento migratorio
es muy similar (Cochran y Wikelski, 2005).
3.5.1. Análisis espacial y dirección de vuelo
Las abundancias temporales y espaciales que los insectos migratorios mostraron
durante esta investigación coinciden con la información proporcionada por los
pobladores locales (Pérez, 2009 y esta investigación) que indican que las libélulas
se dirigen rumbo a Ixcan en el Quiche; aunque se desconoce el destino final y la
ruta de retorno. Del mismo modo; se desconoce si el viaje de estos enjambres de
insectos migratorios tienen una ruta de retorno diferente, o si la misma solo se da
en una vía o si existen ciertos individuos que retornan al punto de partida para
funda la colonia migratoria del siguiente año; o si existen localidades durante todo
el recorrido donde los individuos se reproducen para continuar el viaje. Las
anteriores pueden constituirse en excelentes hipótesis de estudio a resolver. Ciertas
especies de Odonata en Norte América (Corbet, 1999) tienen rutas migratorias de
dos vías, de una vía y de una vía con sub poblaciones que regresan al punto de
origen.
Los Cuchumatanes poseen una topografía conformada por una compleja serie de
montañas que forman laderas y cañones. A simple vista no cabe duda que los
Odonata migratorios se encuentran utilizando estas laderas como señal visual para
poder guiarse en su ruta migratoria, cuyo destino es hasta el momento
indeterminado. Evidencia de lo anterior fue que la detección de enjambres se dio
mas sobre rutas de carretera de cañones comparado con carreteras ubicadas en
montañas. Del mismo modo, las diferencias significativas de abundancias entre
las localidades de caracterización de proporciones y abundancias de insectos
migratorios de 4 localidades favoreció a la localidad “campamento la Joya”
comparada con las de Cerro XIjchen y Muqanjolom que eran puntos de muestreo
ubicados en cerros, respecto de la Joya que estaba ubicada en planicie y
73
representaba el parte aguas de dos geomorfologías de cañones a ambos lados. Un
método para medir exactamente las preferencias individuales estratégicas de
selección de rutas de migración, puede darse a través de la utilización de radio
telemetría. Dicho método de radio telemetría utilizando microchips transmisores
sobre el tórax de Anax junius ya ha sido utilizado con éxito por otros
investigadores (Wikelski et al. 2006). Como conclusión débilmente soportada por
esta investigación por los los registro desde carreteras y desde las estimaciones de
poblaciones de insectos migrando; se puede hipotetizar que las libélulas prefieren
migrar a través de cañones propios de la geomorfología del altiplano huehueteco,
especialmente porque se ven favorecidos por vientos húmedos provenientes del
este y porque los enjambres se mueven junto con las estaciones lluviosas,
generadoras y garantizadoras de alimento disponible.
3.6 Los puntos de encuentro entre el conocimiento tradicional indígena y
las ciencias biológicas
Ésta investigación encontró una gran convergencia en muchos argumentos del
conocimiento tradicional indígena y el científico, sobre la disminución de aves
migratorias y sobre la caracterización de las migraciones de insectos,
especialmente respecto a las variables contextuales geomorfológicas y climáticas a
nivel local.
Por otra parte, se argumenta desde ambos conocimientos que el clima esta
cambiando, que existe una mayor deforestación en los bosques maduros y también
se argumenta que la luz eléctrica atrae y desorienta a las aves. Por otra parte,
desde el conocimiento indígena se denota preocupación por la constante y
acelerada degradación que las tradiciones y prácticas culturales están sufriendo
desde su esencia: el vínculo hacia la espiritualidad y los valores contenidos en
subjetividad, ambos componentes de la cosmovisión indígena.
La evidencia científica de censos, indican especialmente una disminución
de aves del este de Estados Unidos y Canadá (Robbins et al 1989). Esta
disminución se observa en aves que se reproducen e invernan en bosques maduros,
es decir, son más sensibles a cambios en el hábitat. El mismo conocimiento sobre
disminución de poblaciones de aves existe dentro de la tradición del chib’al y se
remonta hasta hace unos cincuenta años. Hace unos cuarenta años, es decir, en la
década de los sesentas aproximadamente, se atrapaban grandes cantidades de aves,
mismas que eran transportadas en costales.
Al respecto, la gente especula que el cambio se deba a la disminución de los
bosques, pero algunos piensan que sí hay aves pero que ahora vuelan más alto y
por otros lugares. Aunque las relaciones de abundancia se relacionan con mayor
frecuencia a la deforestación y falta de respeto, muchas personas afirmaban que los
Huracanes del golfo de México descontrolaban a la nube y al viento favorable para
74
la cacería; en este sentido se ve una clara relación causa efecto desde el cambio
climático.
Pese al hecho de que una parte del conocimiento tradicional indígena del
chib’al puede perderse naturalmente (cambios en las técnicas/herramientas); la
pérdida actual reciente está acelerándose debido al crecimiento de los mercados
internacionales, los sistemas de educación, la degradación del ambiente, los
procesos de desarrollo y la tendencia hacia la homogenización cultural.
Se desconoce el futuro de esta tradición, sin embargo este esfuerzo pone en
valor el conocimiento tradicional indígena desde una visión integradora, de respeto
y de re-conocimiento; como ingredientes mínimos que anteceden las relaciones de
multiculturalidad real, necesaria y urgente para un país como Guatemala.
75
PARTE IV.
4.1 CONCLUSIONES
Para responder coherentemente, la sección de las conclusiones se articulará a los
objetivos específicos propuestos y también hacia las hipótesis planteadas. Lo
anterior, para que el lector y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología tengan
herramientas de juicio para evaluar las contribuciones de este proyecto de
investigación inédita en Guatemala.
Objetivo 1. Generar conocimiento sobre cuales especies de aves utilizan esta
ruta de migración y las diferencias específicas respecto a: especie, sexo, edad
clase, estado fisiológico (para aves), temporalidad y abundancia.
El objetivo se cumplió específicamente en conocer las especies migratorias que
utilizan la convergencia de las rutas migratorias del Circum Gulf y Trans Gulf
descritas por Rappole (1995); la investigacion idenfitica un total de 42 especies
de aves; de este total el 83% fueron aves migratorias y un 16% aves residentes
(Anexo 3). Las familias de aves con mayor representación en el chib’al
fueron: Sub familia Parulinae (14) Tyranidae (10) y Vireonidae (4). Las
especies de aves residentes atrapadas fueron: Grallaria guatimalensis
(Formicariidae), Myodinastes luteiventris (Turdidae), Zenaida asiatica
(Columbidae), Aimophila botteii (Ammodramus bailey ?) y Butorides
virescens, todos conocidos en español como gallinola, mosquero, semillero
(Aj'anperinchuk), torcaza y garcita verde respectivamente.
Se evidencia que existe migración de primavera (migración de retorno, es
decir, de sur a norte) de por lo menos dos especies: Mniotilta varia y
Dendroica fusca. Esta información conocida en la teoría científica ya había
sido probada por el pueblo q’anjob’al y chuj, al menos en algunas localidades
y, en el caso de esta investigación, una de las asistentes de investigación
(Catalina Pedro ) que vive en el cerro Xijchen ya se había dado cuenta de que
en ese mes –mayo- durante el tiempo que tiene de vivir, las aves llegaban a su
casa atraídas por la luz; “…el único mes en que las aves descansan es en
Junio…comenta”.
Debido a las capacidades de los asistentes de investigación, no fue posible, en
todos los casos identificar las variables de: sexo, edad clase y condición
fisiológica de los individuos atrapados y, aunque se tienen algunos datos éstos
se sacrificaron debido a que no existía una toma de los mismos de manera
sistemática. Por otra parte, revisando la bibliografía y por experiencia propia
de aves a las cuales se midió porcentaje de grasa como un indicador del estado
fisiológico, se encontró que ésta variable (% de grasa) solo era posible de
76
medir pelando completamente al ave pues no todas las especies tienen
acumulación en el abdomen (propuesta inicial de evaluar esta variable);
muchas aves contienen grasa en espalda, cuello, ingle, y alas. En este sentido
no se dio total cumplimiento al objetivo.
Objetivo 2. Estudiar el fenómeno de la migración libélulas y mariposas como
un estudio pionero y único para el país involucrando variables como
temporalidad, abundancia, especies, tamaño, peso.
El fenómeno de la migración diurna de insectos puede no encajar dentro del la
descripción antropológica social del Chibàl; en principio porque ambas suceden
en diferentes tiempos aunque las condiciones y el fin –que es el alimento y la
caza- lo cubren ambas y en ambas se usa el mismo instrumento de cacería (Chi:
comer carne b’al= isntrumento ).
En temporalidad y abundancia se define tanto para aves como para insectos los
meses de Septiembre y Octubre, como los de mayor repunte en diversidad y
cantidad de aves es insectos atrapadas/contados en las unidades muestrales del
chib’al y localidades de conteo para el caso de los insectos.
Las abundancias especificas para el caso de los insectos se observa una gran
abundancia de libélulas Pantala hymaenae y P flavescens como las dos especies
que dominan en abundancia dentro del enjambre conuna proporción superior al
0.80 del total (80%). Se identifican además otros insectos que según literatura
no muestran patrones de migración como mariposas y abejorros.
Se detecta la presencia de Urania (fulgens?) una especie de lepidóptero
(polilla), con evidencias de migración en Centroamérica.
La dirección de vuelo de aves y de insectos diurnos (libélulas) tiene el mismo
patrón y dirección de migración, reportada por la ciencia y por el conocimiento
tradicional indígena.
No se trabaja en la variable del peso, debido a que las capacidades técnicas de
los asistentes de la investigación (personas con alta capacidad de aprendizaje
pero con limitaciones para utilizar aparatos que tampoco estaban
presupuestados); en este sentido no se cubre completamente el objetivo, sin
embargo no se considera una variable que afecte los resultados obtenidos.
Se identifican seis especies de insectos migratorios o por lo menos con
referencias bibliográficas de experimentar migraciones masivas; a saber: Anax
amazili, Anax junius, Pantalar flavescens, P hymenea, Tramea calverti, Urania
sp (fulgens?).. Otras especeis de mariposas y abejorros que se observaron
77
dentro del enjambre; necesitan ser corroborados con mas datos o evidencias
científicas que demuetren son efectivametne, inscetos migratorios.
Objetivo 3. Documentar la tradición y recopilar relatos sobre la práctica
cultural del chib'al entre la población Q'an job'al de Santa Eulalia y San Mateo
Ixtatán.
El chib’al puede considerarse una tradición debido su origen ancestral y
también como una practica social actual debido a que algunas personas que la
practican no conocen a cabalidad significados ni señales.
Debido a que la práctica y tradición del chib’al se desarrolla en 3 etnias
q’anjob’al, chuj y akateca, la información obtenida puede considerarse como
conocimientos tradicional indígena.
Se observa como la tradición y práctica del chib’al encuentra en la época
actual fuerzas que apoyan, como el acceso a medios de información; otros por
el contrario le condenan esta a la extinción. Por ejemplo en algunos lugares
como Chib’alazum la construcción física del chib’al ha desaparecido y en los
alrededores del pueblo no repractica de hace más de 20 años y es solamente
un recuerdo de la tradición oral; las razones de desuso de esta práctica y
tradición están relacionadas con la alta migración de jóvenes hacia Estados
Unidos, el crecimiento población que ocupa “cerros de chib’al”, la
disminución de aves que pueden ser atrapadas y la falta de respeto a las
tradiciones y rituales ancestrales, entre otras, no motivan a una práctica total.
Como conclusión débilmente soportada por esta investigación por los los
registro desde carreteras y desde las estimaciones de poblaciones de insectos
migrando; se puede hipotetizar que las libélulas prefieren migrar a través de
cañones propios de la geomorfología del altiplano huehueteco, especialmente
porque se ven favorecidos por vientos húmedos provenientes del este y
porque los enjambres se mueven junto con las estaciones lluviosas,
generadoras y garantizadoras de alimento disponible.
Objetivo 4. Comparar e integrar el conocimiento indígena con el conocimiento
científico sobre migración de aves e insectos.
La evidencia desde ambos conocimientos pone de manifiesto un punto de
convergencia: la disminución de poblaciones de aves por una serie de factores
comunes a ambos conocimientos, la depredación del bosque, los cambios
bruscos en el clima (más huracanes y cambio en las estaciones), entre otros.
78
En la tradición y practica del chib’al se observan puntos de convergencia
entre el conocimiento tradición al indígena y el científico y pareciera que el
segundo es la sistematización del primero. Puntos de convergencia en el
análisis de datos (diferencias estadísticas significativas) se dan respecto a 3
variables: la predicción sobre la temporalidad de mayor diversidad y cantidad
de individuos a atrapar; la influencia de las fases lunares, del viento (Y’ixcan
del este, favorable), las nubes de lluvia en el oeste, la neblina y la temperatura
como señales de una buena noche de chib’al y por lo tanto, condiciones
climáticas adecuadas para la migración nocturna.
Sobre las Hipótesis planteadas:
La evidencia de esta investigación soporta la hipótesis de que… La
práctica cultural del chib'al como conocimiento indígena está vinculado
con el conocimiento científico-biológico de la migración de las aves e
insectos; sin embargo y por la naturaleza cultural y territorial del
conocimiento tradicional; éste pierde su relación fuerte con el
conocimiento científico a medida que los argumentos traspasan los niveles
territoriales. Es en este momento espacial cuando las explicaciones se
vuelven mágicas, antagónicas y hasta creativas. Sin embargo, la
correlación respecto a las condiciones ambientales, astrales y aquellas que
ocasiones cambios en el éxito de la cacería en plena migración son
completamente similares.
En la hipótesis segunda en la que se plantea “la migración de aves e
insectos está relacionada y favorecida por su relación con
fenómenos climáticos contextuales y regionales”, la evidencia
científica y tradicional reporta una disminución de las poblaciones de aves
en migración; enfocando desde el conocimiento tradicional el daño que se
da desde impactos ambientales de los huracanes en la migración y por ende
en la cacería de aves en el chib’al. Por otra parte, las pruebas científicas no
vinculan el numero de aves atrapadas con variables ambientales climáticas
y si una relación con las fases lunares; condición conocida desde el
conocimiento tradicional para el caso de las fases lunares y poca
reciprocidad para las variables ambientales porque para el conocimiento
tradicional las variables ambientales tienen mucho que ver con el éxito de
la cacería o abundancia de aves migrando. En conclusión la evidencia
científica y la tradicional para esta hipótesis en particular no tiene una
correlación del cien por ciento.
79
4.2 RECOMENDACIONES
Profundizar la investigación hacia comprobar hipótesis en torno a la
reducción de tejido intestinal de las aves durante el vuelo de migración.
Además investigar a fondo las relaciones entre el parasitismo y la
“tardanza” en que ciertas aves migran hacia el Sur, esto porque se
evidencio que lo que las personas contaban resulto cierto, 3 individuos de
la especie Vireo philadelphicus y Empidonax oberholseri estaban
infectados con ectoparásitos.
Comparar varias localidades donde se realiza la practica del chib’al y
evaluar diferencias y similitudes en la temporalidad de la diversidad y
cantidad de aves atrapadas.
Estudiar a fondo las condiciones fisiológicas de cada especie atrapada, su
disposición para continuar o no el vuelo migratorio (fase II).
Desarrollar investigaciones siguientes sobre las principales hipótesis de
estudios que conlleven a comprobar por una parte, las rutas migratorias de
insectos, indicio a fin y si efectivamente, las otras especies de insectos
como mariposas y abejorros son insectos migratorios.
Estudiar las rutas de migración de las libélulas como un proyecto separado
del Chib’al, porque es de alta importancia en la dieta de la localidad y es,
hasta cierto punto, el inicio de los niños en la cacería migratoria temporal.
Investigar a profundidad las relaciones de la practica del chib’al desde el
punto de vista antropológico, por ejemplo en la espiritualidad que rodea
esta tradición debido a que no siempre la gente se abre a estos aspectos
durante un primer acercamiento.
Desarrollar mas investigaciones en el ámbito del conocimiento tradicional
indígena y promover que sea reconocido, resguardado y que, los beneficios
derivados de la utilización de este sea distribuido equitativamente. Lo
anterior es un mandato del Convenio de la Diversidad Biológica, firmado y
ratificado por Guatemala.
80
IV.3 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aguilar, G. En Busca de una distribución justa y equitativa de los beneficios de la
Biodiversidad y el conocimiento indígena. 1ª edición. San Josè, Costa
Rica.: UICN/mesoamèrica, 2005.
Baepler, D. The avifauna of the Soloma region in Huehuetenango, Guatemala.
The Condor, vol 64. Marzo de1962.
Bustamante, M. Conteos de anátidas en el Lago de Güija y el refugio de vida
silvestre Bocas del Polochic, Guatemala. Mesoamericana.12(3): 93. 2008
Clark D.A. Detecting tropical forests responses to global climatic and
atmospheric change: current challenges and a way forward. Biotropica
39(1): 4-19. 2007
Corbet,P.S. Dragonflies: Behavior and Ecology of Odonata. 1999
Cornell University Press, EUA. 383-426.
Cochran, W. W. & Wikelski, M. 2005 Individual migratory tactics of New World
Catharus thrushes: current knowledge and future tracking options from
space. In Birds of two worlds: the ecology and evolution of migration (ed.
R. Greenberg & P. P. Marra), pp. 274–289. Baltimore, MD: Johns Hopkins
University Press.
Franklin J.F y Forman R.T.T. 1987. Creating landscape pattern by forest cutting:
Ecological consequences and principles. Landscape Ecology. 1(1): 5:18.
Johnson, S.J. 1995. Insect migration in North America: synoptic-scale transport in
a highly seasonal environment. Pedgley, D.E., Reynolds, D.R. y Tatchell,
G.M. 1995. Long-range insect migration in relation to climate and weather:
Africa and Europe. En: Insect Migration: tracking resources through space
and time. V.A. Drake y A.G. Gatehouse (eds.). pp. 31-66.
Julliard, R., Bargain, B., Dubos, A. y Jiguet, F. 2006. Identifying autumn
migration routes for the globally threatened Aquatic Warbler Acrocephalus
paludicola. Ibis. 148: 735-743.
Kennedy, J.S.. Migration, behavioral and ecological. In Migration: Mechanisms
and Adaptative Significance. M.A. Rankin (ed.). pp. 5-26. Contributions in
Marine Science, vol. 27 (Suppl.). Port Aransas, Texas: Marine Science
Institute, The University of Texas at Austin. 1985
Laurance W. Rainforest fragmentation and the dynamics of amazonian tree
communities. Serie técnica IPEF. 13(32): 21-24. 1998.
Mcleod, M. Luchas Político-culturales y atorepresentaciòn maya en Guatemala.
Tesis de doctorado en estudios latinoamericanos, Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, Universidad Autónoma de México, UNAM. Mexico,
D. F. 2008.
81
Grenier, Louise. Conocimiento indígena: guía para el investigador/Louise
Grenier. 1ed. Cartago. Centro Internacional de Investigaciones para el
Desarrollo, Traducción de la obra Working with Indigenous Knowledge
1999. Primera edición en español, 1999.
Lack, D. The Influence of Weather on Passerine Migration: A review. The Condor
95~934-943. The Cooper Ornithological Society 1963.
Pedgley, D.E., Reynolds, D.R. y Tatchell, G.M. 1995. Long-range insect migration
in relation to climate and weather: Africa and Europe. En: Insect Migration:
tracking resources through space and time. V.A. Drake y A.G. Gatehouse
(eds.). pp. 3-29.
Pérez, E. El chib’al: notas sobre la relación entre ecología de aves migratorias
neotropicales y la cultura Q'anjob'al y Chuj del Altiplano de
Huehuetenango. En revisión; Revista Yu'am y revista The American Field
Ornithology. 2006. 5pp.
PYLE, P.; NUR, R.; Henderson P.; Desante, D. The Effects of Weather and Lunar
Cycle on nocturnal Migration of Landbirds at Southeast Farallon Island,
California. Point Reyes Bird Observatory 4, 990 ShorelineH ighway,
StinsonB each, CA 94970. The Condor 951343-361 / The Cooper
Ornithological Society 1993.
Power A. 1996. Arthropod Diversity in Forest Patches and Agroecosystems of
Tropical Landscapes. En: Forest Patches in Tropical Landscapes. John
Schelhas y Russel Greenberg (eds.). pp. 91-110.
Ranganathan J. y Daily G. 2008. La biogeografía del paisaje rural: oportunidades
de conservación en paisajes de Mesoamérica manejados por humanos. En:
Evaluación y conservación de biodiversidad en paisajes fragmentados (eds.
Celia A. Harvey y Joel C. Sáenz). Costa Rica. INBio. pp.15-30.
Rappole J. H. The Ecology of Migrant Birds, A Neotropical perspective. Editor
Rosemary Sheffield. Smithsonian Institution Press, Washington and
London. 1995. 269 pp.
Robbins, Ch.; Sauer, J.; Greenberg R. Y Droege, S. Population declines in North
American birds that migrate to the neotropics. Population Biology Proc.
Natl. Acad. Sci. USA. Vol. 86, pp. 7658-7662, October 1989
Schelhas, J. y Greenber, R. 1996. Introduction: The Value of Forest Patches. En:
Forest Patches in Tropical Landscapes. John Schelhas y Russell Greenberg
(eds.). Island Press. California. Pp. xv-xxxvi.
Universidad y Pueblos Indígenas. Eduardo Sacayón y Compiladores. Revista No.
22,Año 16 Guatemala. Instituto de Estudios Interétnicos – Universidad de
San Carlos de Guatemala. Guatemala, Editorial El Punto, 2010. 84pp.
82
Wikelski, M., Moskowitz, D., Adelman, J.S., Cochran, J., Wilcove, D.S. and May,
M.L. 2006. Simple rules guide dragonfly migration. Biol. Lett.
(doi:10.1098): 1-5.
83
IV.4 ANEXOS
Anexo 1. Hoja de toma de datos para Aves en el Chib’al
HOJA DE TOMA DE DATOS PARA EL CHIB’AL
LUGAR:______________________________________________________FEC
HA_________________Luna:_______________________
RESPONSABLE:______________________________________________
HORA DE INCIO____________HORA DE FINAL_________
CONDICIONES DE LA NOCHE (breve
descripción):______________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
___________________________________________________
Clase de ave
en
Q’anjob’al/c
huj
Nombr
e
científi
co
Hora
de
captu
ra
Temperat
ura
Porcent
aje de
grasa
(figura)
Direcci
ón del
viento
y % de
nublad
o
Observacio
nes
84
Anexo 2. Hoja de toma de datos para Libélulas.
DATOS GENERALES
Fecha_____________________________Lugar (descripción breve del sitio)____________________________________
_________________________________________________________________________________________________
Latitud_____________________Longitud_________________________
Tiempo de migración por día: 1)de____ a ____ 2)de____a____ 3)de___ a ____ 4)de ___ a ____
Al terminar la jornada se movían todavía algunas libélulas? Si_____No_____
Alturas aproximadas máximas y mínimas de vuelo (en metros) Max______________Min_________
CLIMA, Y ENJAMBRES DE TZOLOLIN / TURUWEX
Hora1 Hora2 Hora3 Hora4 Hora5 Hora6 Hora7 Hora8 Hora9 Hora 10
Hora de medida
Cobertura del cielo
(% nubes)
Dirección de Viento
ver veleta y tomar
medida con brujula.
Velocidad del
Viento*
Temperatura, medir
con termómetro.
Dirección de vuelo
del Tzololin/
Turuwex
(brujula/ojo)
Lluvia o Llovizna
Si ----No---
* 0=no viento; 1=se mueven puntas de rama; 2=se mueven ramas; 3=se mueven pequeños árboles, 4=se mueven árboles grandes.
OBSERVACIONES:_________________________________________________________________________________________________
Proyecto: Primeras investigaciones sobre Migración de Insectos y avances en la investigación de migración de Aves en el marco de la
tradición del Chib´al, Huehuetenango, Guatemala.
Responsable_________________________________________________________________________________________________________________
Fecha________________________________ Lugar__________________________________________________________________________
Latitud_______________________________ Longitud___________________________________Altitud_______________________________________
Hora
# Lib Vel # Lib Vel # Lib Vel # Lib Vel # Lib Vel
Min 1
Min 2
Min 3
Min 4
Min 5
Min 6
Min 7
Min 8
Hora 5Hora 1 Hora 2 Hora 3 Hora 4
TASAS Y VELOCIDADES DE VUELO
85
Anexo 3 . Aves cazadas durante la temporada de práctica del Chib’al, Cerro Xijchen, Santa Eulalia, Huehuetenango, Guatemala. No Familia / Nombre científico Nombre en
Q'anjob'al Nombre en Ingles Estat
us
EMBERIZIDAE / PARULINAE
1 Dendroica fusca* Tzib'chib'al Blackburnian Warbler M
2 Dendroica towsendii Tzib'chib'al Towsend's Warbler M
3 Dendroica petechia Antil Yellow Warbler M
4 Dendroica magnolia Tzib'chib'al Magnolia Warbler M
5 Dendroica virens Tzibchib'al Black-throated Green Warbler M
6 Oporornis formosus Mineq Antil Kentucky Warbler M
7 Oporornis tolmei Q'an tz'ikin / Q'anchik
MacGillivray's Warbler M
8 Setophaga ruticilla American Redstart M
9 Seiurus aurocapillus Boltxotx Ovenbird M
10 Wilsonia pusilla* Antil / Ch'ik Wilson's Warbler M
Wilsonia citrina Antil Hooded Warbler M
11 Mniotilta varia Tzib'chib'al Blac and White Warbler M
12 Vermivora peregrina Antil Tennessee Warbler M
13 Vermivora ruficapilla Antil Nashville Vireo? M
14 Ictera virens Q'antz'ikin / Q'antot'om
Yellow-breasted Chat M
TYRANNIDAE
15 Myodynastes l. luteiventris Sulphur-bellied Flycatcher R
16 Empidonax oberholseri* Jex Dusky flycatcher M
17 Sayornis phoebe Pinpinxij Eastern Phoebe??? M
18 Myarchus tuberculifer Xij Dusky-capped Flycatcher M
19 Myarchus cinerascens Q'eqjetx Ash-throated Flycatcher M
20 Myarchus crinitus Pinpinxij Great Crested Flycatcher M
21 Tyrannus tyrannus Xij Eastern Kingbird TM
22 Empidonax minimus Xij Least Flycatcher TM
23 Tyrannus verticalis Chij Western Kingbird M
24 Empidonax virescens Xij Acadian Flycatcher M
SCOLOPACIDAE
25 Bartramia longicauda Wilwil TM
VIREONIDAE
26 Vireo solitarius Blue-headed Vireo M
27 Vireo phyladelphicus Yaxq'an Philadelphia Vireo M
28 Vireo gilvus Shish / xij Warbling Vireo M
29 Vireo flavoviridis Shish / xij Yellow-green Vireo M
86
CUCULIDAE
30 Coccyzus americanus* Cho'k Yellow-billed Cockoo M
TRAUPIDAE
31 Piranga rubra Q'antot'om Summer Tanager M
32 Piranga olivaceae Q'antot'om Scarlet Tanager M
COLUMBIDAE
33 Zenaida asiatica (residente) Paloma White-winged Dove R
EMBERIZIDAE / CARDINALINAE
34 Pheucticus ludovicianus Toniel Rose-breasted Grosbeak M
35 Passerina cyanea Toniel chiquito Indigo Bunting M
EMBERIZIDAE / EMBERIZINAE
36 Aimophila boterii (Ammodramus bailey ?)
Aj'anperinchuk' Botteri`s sparrow (Sierra Madre Sparrow?)
R
37 Zonotrichia capensis Aj'anperinchuk' Rufous-collared Sparrow R
TURDIDAE
38 Hylocichla mustelina Boltxotx Wood Thrush M
FORMICARIIDAE
39 Grallaria guatimalensis Scaled Antpitta R
ICTERIDAE
40 Icterus galbula Baltimore Oriole M
ARDEIDAE
41 Butorides virescens Bejuca Green heron R
42 Egretta caerulea Bejuca Little-blue Heron RM
Lecturas: R= residente, M= migratorio; TM=migratorio transeùnte; RM=poblaciones residentes y migratorias; * atrapados en mayo, considerados como migrantes en primavera.
? Necesita revisión, la distribución no llega hasta Guatemala, no antes reportada.
ANEXO 4. Personas entrevistadas:
Baltazar Bartola (Maltixh Tulum); Hijo de Xijch’en (E1)
Lorenzo Pascual (Lolen Kwin) (E2 y E3); Nicolás de Nicolás, ALMG.
Salvador Rivera (SR); Virgilio Rivera II (Casette)
Gaspar Torres Mateo (E4); Juan Hernández (JH) (E5)
Mateo Gómez Juan (MG); Sebastián Gómez Mateo (SGM/E6)
Señores Chib’alasun (SCH/E7); Señores Ocante (SO/E8)
Técnico Investigado Chuj (TICH / E9, E10); Mateo Torres (Dn)
87
PARTE V / V.1 INFORME FINANCIERO