Post on 04-Feb-2017
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE GEOGRAFA E HISTORIA
EL MARQUS DE CERRALBO (1845-1922): BIOGRAFA POLTICA
MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR
Agustn Fernndez Escudero
Bajo la direccin de la doctora
Raquel Snchez Garca
Madrid, 2012
Agustn Fernndez Escudero, 2012
Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
NDICE ABREVIATURAS UTILIZADAS 3 INTRODUCCIN. 4 CAPTULO PRIMERO. Un noble en poltica: el XVII marqus de Cerralbo. 17
1.1. Don Enrique de Aguilera y Gamboa, el XVII marqus de Cerralbo. 1.2. El futuro marqus de Cerralbo se adentra en la vida poltica (1872). 1.3. Principio y final de la ltima guerra carlista y sus consecuencias. 1.4. Peregrinacin carlista a Roma.
1.5. La jefatura de Cndido Nocedal y los rumores de cambio en el carlismo.
CAPTULO SEGUNDO. Cambios en el carlismo. 70 2.1. El marqus de Cerralbo senador por derecho propio en el ao 1885. 2.2. La muerte de Cndido Nocedal y sus repercusiones en el carlismo. 2.3. El homenaje a Zumalacrregui. 2.4. Elecciones de 1886. 2.5. La escisin integrista (1888).
CAPTULO TERCERO. Nuevas estrategias polticas en el carlismo. . 124 3.1. El Correo Espaol, su creacin y sus primeros aos. 3.2. El XIII centenario de la conversin de Recaredo y de la Unidad Catlica,
(1889). 3.3. Primeros viajes de propaganda (1889-1890). Cerralbo, delegado de don
Carlos.
CAPTULO CUARTO. Ms viajes de propaganda. 187 4.1. Los sucesos de Valencia en abril de 1890. 4.2. Ms viajes de propaganda del noble madrileo por Vascongadas, Navarra, Castilla y Levante (1891-1894). 4.3. Las elecciones de 1891 y 1893.
CAPTULO QUINTO. Exaltacin y ambigedad del carlismo. .. 254 5.1. Las propagandas del carlismo. 5.2. Ambigedad y sentimientos cruzados en el nuevo carlismo. 5.3. Reconocimiento hacia don Carlos. El Libro de Honor, crculos y juntas. 5.4. La Fiesta de los Mrtires de la Tradicin.
5.5. Mara Berta de Rohan, la nueva duquesa de Madrid. CAPTULO SEXTO. Partidas y sublevaciones. El Acta de Loredn y el
Desastre del 98. ... 311 6.1. Sublevaciones y manifestaciones carlistas. 6.2. Las consecuencias del Desastre del 98 en el carlismo.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
CAPTULO SPTIMO. Primeros aos del marqus de Cerralbo lejos del mundo de la poltica 367 7.1. Diciembre de 1899, la dimisin del marqus de Cerralbo. 7.2. Ao 1900, la octubrada. 7.3. La destitucin del conde de Melgar. 7.4. Parntesis poltico del marqus de Cerralbo. Desde 1901 hasta la muerte de don Carlos en 1909.
CAPTULO OCTAVO. La nueva jefatura del marqus de Cerralbo (1912-1918). 429
8.1. Excavaciones y xitos de un marqus de Cerralbo alejado de la poltica. 8.2. Cambio al frente del jaimismo. El marqus de Cerralbo presidente de la Junta Superior Central en 1912. 8.3. El marqus de Cerralbo inicia su nueva jefatura. 8.4. Continuando con los problemas de El Correo Espaol y volviendo a las dimisiones del marqus de Cerralbo. 8.5. Distintos cargos al servicio de don Jaime. 8.6. El nacimiento del Requet.
CAPTULO NOVENO. El principio del fin. . 479 9.1. El inicio de la Gran Guerra y su influencia en el jaimismo. 9.2. El marqus de Cerralbo deja su cargo en el jaimismo en 1918. 9.3. El final de la Gran Guerra y la escisin mellista de 1919. 9.4. La muerte del marqus de Cerralbo el 27 de agosto de 1922.
CONCLUSIN .. 528
FUENTES .. 535 1.- Fuentes archivsticas (impresas y manuscritas). 2.- Fuentes hemerogrficas. 3.- Fuentes electrnicas. BIBLIOGRAFA . 538
CRONOLOGA . 560
FOTOGRAFAS E IMGENES DE PERSONAJES, DOCUMENTOS Y OTROS 567
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
ABREVIATURAS UTILIZADAS.
AGA = Archivo General de la Administracin, Alcal de Henares
AGMJ = Archivo General del Ministerio de Justicia, Madrid
AHN = Archivo Histrico Nacional, Madrid y Toledo
AMAE = Archivo Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperacin
AMC = Archivo Museo Cerralbo, Madrid
APR = Archivo Palacio Real, Madrid
RAH = Real Academia de la Historia, Madrid
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
INTRODUCCIN.
En septiembre de 1868 la revolucin que lleg a llamarse La Gloriosa haba
supuesto el fin de los Borbones en Espaa al concluir con el derrocamiento de la reina
Isabel II, hija primognita de Fernando VII. Una de las consecuencias de este
pronunciamiento fue la llegada a Espaa del sufragio universal (masculino) como
procedimiento casi exclusivo de representacin poltica que elevaba el techo de la
posible participacin electoral. Por otro lado, el 5 de junio de 1869, al final de la
presidencia del general Francisco Serrano, se aprob en Espaa una Constitucin
democrtica, liberal y progresista. As lo demuestra su artculo 17, que deca que ningn
espaol podra ser privado de poder expresar libremente sus ideas y de asociarse.
Coincidiendo con las circunstancias de cambios en Espaa, en el carlismo y en
octubre de 1868, se produjo la abdicacin, despus de que le fuera solicitada en
repetidas ocasiones, del pretendiente carlista Juan III en su hijo Carlos Mara de Borbn
y de Austria-Este. Este nuevo Pretendiente, que finalmente tom el nombre de Carlos
VII (de forma general y con su aprobacin, fue llamado por sus seguidores don Carlos e
incluso, ms adelante, duque de Madrid, siempre recordando a su mtico abuelo Carlos
V), se present ante sus seguidores por medio de un manifiesto ampliamente difundido
por la prensa carlista y en folletos. En este escrito detallaba sus aspiraciones de
revitalizar el carlismo. Propona medidas econmicas proteccionistas, pero haciendo
una concesin a los pobres, por quienes, deca el Rey, la monarqua cristiana deba
velar. Tambin deseaba que ellos, los carlistas, fueran una organizacin poltica legal
con fuerza y as no desaprovechar la ocasin que la situacin del momento ofreca a
todos los partidos polticos1. Con estos nuevos conceptos que presentaba Carlos VII y
despus de las disposiciones del gobierno espaol, en el partido carlista se comenzaba a
utilizar un nuevo lenguaje. En un principio, se hablaba de un sufragio universal, pero
libre (segn sealaba don Carlos); de derechos de las regiones e incluso de algunas
limitaciones del poder real por acuerdos con los sbditos; de reconocimiento de todo lo
hecho por el liberalismo en materia econmica, incluida la desamortizacin eclesistica;
1 Canal, Jordi, El carlismo. Dos siglos de contrarrevolucin en Espaa, Alianza Editorial, Madrid, 2004, pp. 161-163.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
as como el mantenimiento de los fueros en los mbitos que lo conservaban2. Aun a
pesar de estos nacientes deseos de llevar al carlismo por el camino de la legalidad,
incluso con la participacin en los comicios que el gobierno provisional convoc para
enero de 1869, en los que consigui 20 actas, durante el ao 1869 y el siguiente se
produjeron en Espaa diversos levantamientos carlistas, con partidas distribuidas por
prcticamente todo el territorio, aunque estas no tuvieron mucha importancia3. Tales
conatos de insurreccin anunciaban la que sera, entre 1872 y 1876, la ltima de las
guerras carlistas4.
En este ambiente, pero con el nimo de iniciar los cambios necesarios dentro del
partido carlista que preconizaba el Rey, empezaron a aparecer en la escena poltica
algunos de los personajes que ms adelante seran los principales dirigentes
tradicionalistas5. Este es el caso del noble madrileo don Enrique de Aguilera y
Gamboa, el XVII marqus de Cerralbo6, un aristcrata de alcurnia que empeara toda
su vida en defender los tres lemas que componan la bandera del carlismo, es decir, que
siempre luch por la religin siendo un activo catlico; por Espaa, su unin y sus
dominios; y por los reyes Borbones que l consideraba legtimos, primero al lado de don
Carlos y despus de su hijo don Jaime. En definitiva, dedic todo su empeo a defender
el trilema Dios, Patria, Rey y a una reorganizacin estructural de su partido que,
adems de crear alarma en el resto de las fuerzas polticas, finalmente result ser
ejemplo para estas.
Precisamente en 1869 se produjo el ingreso en el partido carlista de quien al
poco tiempo sera el XVII marqus de Cerralbo. Fue tambin en este ao cuando las
2 Arstegui, Julio; Canal, Jordi; y Gonzlez Calleja, Eduardo, El carlismo y las guerras carlistas. Hechos, hombres e ideas, La Esfera de los libros, Madrid, 2003, p. 80. No obstante, estos autores aaden que don Carlos no encontr apoyo para sus planes entre las potencias europeas. 3 Canal, Jordi, El carlismo, pp. 161-163. 4 En el archivo de la Real Academia de la Historia, -RAH- coleccin Pirala, a partir del legajo nmero 6796, hay mltiples cartas de estos aos. Estas estn dirigidas a Antonio Pirala, o bien fueron recopiladas por este historiador y poltico. Hablan de las juntas y sesiones celebradas por carlistas en Pars y en otras ciudades suizas. Estas reuniones eran presididas por don Carlos, y servan, entre otras cosas, para preparar la llegada del Rey a Madrid. Tambin hay otros manuscritos que hablan de la situacin de los ejrcitos situados en diferentes lugares de la Pennsula, de paisanos y militares comprometidos con la Causa, as como de distintos importes de dinero y su envi a puntos diferentes. 5 La palabra tradicionalismo surgi en Europa en el siglo XIX como reaccin a los principios de la Revolucin Francesa, con unos principios ideolgicos basados en la religin, el culto a la tradicin y los antepasados y el conservadurismo en el terreno social. En Espaa se fue empleando progresivamente en medios carlistas para designar una identidad ideolgica frente a las nuevas ideas forneas como el liberalismo, el socialismo o el anarquismo (Arstegui, Julio; Canal, Jordi; y Calleja, Eduardo G., El carlismo y las guerras carlistas, pp. 192-193). 6 Carr, Raymond, Espaa 1808-2008, Ariel Historia, Madrid, 2009, p. 298, asegura que el marqus de Cerralbo fue uno de los pocos grandes que resistieron la tentacin de la corte de Alfonso XII.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
noticias acerca de posibles partidas carlistas, as como los rumores de una conspiracin
tradicionalista, estaban siendo aireados por todos los peridicos. Don Enrique de
Aguilera y Gamboa ingres en un carlismo que, si bien poda resultar una corriente
ideolgica arcaica en sus planteamientos tericos, a partir de su llegada a la jefatura del
partido, trat de encaminarse hacia el uso de prcticas modernas, mediante viajes de
propaganda, la movilizacin de masas o las fiestas polticas, donde los discursos y los
brindis enaltecan a los asistentes. Fue en definitiva, un carlismo que durante los aos en
los que el marqus de Cerralbo lo dirigi, se mantuvo activo, aunque no siempre con el
mismo protagonismo.
Este trabajo tendr como objetivo mostrar cmo un noble castellano de cuna,
con varios ttulos nobiliarios y grandezas de Espaa, el mencionado XVII marqus de
Cerralbo, trat de ir modernizando las tradicionales formas de ver la poltica de un
partido (o familia, como le gustaba al pretendiente carlista definir a sus seguidores)
demasiado aferrado a su historia y a sus costumbres. Sabido es que siempre resulta una
tarea ambiciosa hacer una biografa histrica y ms en este caso en el que se ha querido
que el principal objetivo de la misma est centrado nicamente en la faceta poltica del
citado marqus de Cerralbo. Con todo y a pesar de los deseos iniciales, el autor de esta
biografa es consciente de que se podran hacer otras aproximaciones al personaje como
las relacionadas con su papel en el mundo de la nobleza madrilea, sus aportaciones
cientficas y acadmicas e incluso con la procedencia de esa holgada situacin
econmica que tan manifiesta queda en muchas de sus actuaciones. Los tres temas
seran igualmente interesantes, pero dada la magnitud de informacin, ha sido necesario
seleccionar y tan solo se han mencionado algunos retazos de los mismos y de forma
tangencial, siempre con el fin de contextualizar ciertos episodios de la existencia del
marqus de Cerralbo y de los sucesos histricos que acaecieron durante los aos en que
el noble dirigi el partido carlista. Adems de seleccionar la informacin recogida, se ha
tenido que actuar con el mayor rigor emprico, tratando de mantenerse imparcial y as
no caer en una empata sin censura, es decir, para tratar de no ser en ningn momento
partidario del marqus biografiado, pero tampoco ser su enemigo.
Por otro lado, en el desarrollo de este trabajo se explicarn los motivos por los
cuales el marqus de Cerralbo no obtuvo el xito deseado en las dos ocasiones en que
estuvo al frente del carlismo, a pesar de su total entrega al cometido que le fue
encomendado por el rey Carlos VII y despus por su hijo Jaime III. Adems, y para
6
Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
mayor frustracin, este fracaso lo obtuvo defendiendo algo en lo que l crea desde su
nacimiento, segn sus propias declaraciones. Cerralbo tuvo ms xito por lo que
respecta al reconocimiento nacional e internacional en sus trabajos sobre arqueologa e
historia antigua. Dentro de estos xitos, se har mencin de forma sucinta a sus
mltiples viajes por toda Europa, ya que estos, y gracias a su esplndida situacin
financiera, le permitieron ir agrupando objetos de arte de diversa ndole. Estas compras
finalmente completaron las estupendas colecciones que ahora se pueden admirar en el
magnfico museo que lleva su nombre y que l, a su muerte en 1922, leg al Estado
espaol, con el fin de que sirviera de fin tico y sublime, para los necesitados de
cultura y los amantes del arte y la ciencia pero sin que jams se trastoquen, y por
ningn concepto, autoridad o ley se trasladen de lugar, se cambien objetos ni se
vendan7.
La salud del marqus de Cerralbo, que en un principio tambin era algo
tangencial en la redaccin de este trabajo, pas a ser de vital importancia, por lo que
ser motivo obligado de hacer varias referencias a la misma a lo largo de la tesis. Se
ver cmo las enfermedades del marqus le impedan seguir en sus tareas y le
obligaron, de forma oficial, tanto a solicitar licencias temporales de su cargo de
delegado, como a presentar la dimisin del mismo en ms de una ocasin. De igual
manera, se mostrar la forma en que el marqus de Cerralbo no dudaba en propagar sus
dolencias de forma pblica y ante todos sus amigos y correligionarios, asegurando que
los mdicos le obligaban a dejar el trabajo que lo agotaba y dedicarse a descansar en su
finca de Santa Mara de Huerta (Soria). Despus, al momento siguiente, mostrarles a
todos que l era capaz de continuar con su arduo trabajo sin abandonar el cometido que
el Rey le haba encomendado, hacindolo todo por la Causa.
En su proyecto modernizador del movimiento carlista, la propaganda tuvo un
papel destacado. Cerralbo pensaba que era mejor que l mismo viajase llevando el
mensaje de un carlismo ms activo (que a la vez conservase los ideales de sus
antepasados) ya que mediante su palabra y su presencia fsica podra llegar a sus
seguidores de forma ms eficaz, sobre todo si se tiene en cuenta el alto grado de
analfabetismo que persista en Espaa8, eventualidad que impeda a muchos carlistas
7 As se recoge en El marqus de Cerralbo, Ministerio de Cultura, 2007, p. 58, desde el testamento del marqus de Cerralbo otorgado en Madrid el 30 de junio de 1922, clusula 28. 8 Gabriel, Narciso de, Alfabetizacin, semialfabetizacin y analfabetismo en Espaa (1860-1991), en Revista Complutense de Educacin, vol. 8, nm. 1 (1997), pp. 199-232. Este autor hace un repaso de la situacin del analfabetismo en Espaa en la poca que el marqus de Cerralbo inici sus viajes de
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
conocer de primera mano las consignas que a travs de la prensa carlista les eran
trasmitidas da a da. El marqus de Cerralbo, sin lugar a dudas, quera que sus
correligionarios lo vieran y oyeran en persona ya que ninguna de las dos cosas, por estar
exiliado en Venecia, poda ofrecerles su rey Carlos VII. l, como su delegado y como
su representante en Espaa, quera suplir la ausencia real con su presencia. As, el noble
madrileo se decidir por un estilo poltico basado en la propaganda y el acercamiento a
los simpatizantes. Estilo que l defenda, lo mismo que don Carlos, y que tena una gran
similitud con la forma que utilizaban los republicanos en aquellos mismos momentos
para aproximarse a sus seguidores.
La entrega del marqus de Cerralbo en su tarea de reorganizacin del partido
plantea la cuestin del papel de la nobleza en el seno del carlismo. Los aristcratas,
durante las guerras carlistas y pensando en sus patrimonios, trataron de mantenerse al
margen, dado que tenan mucho que perder y poco que ganar. Sin embargo, no faltaron
significativas minoras que apoyaron a cada uno de los dos bandos en los periodos de
contienda, en especial en los puestos de mandatarios, como se puede comprobar al
repasar las nminas de sus protagonistas. Desde los comienzos del carlismo hubo varios
nobles que estuvieron de acuerdo con don Carlos (Carlos V), aunque su apoyo debera
estar, a ser posible, lejos de la guerra, ya que estaba limitado a que su ayuda no
implicara poner en riesgo sus preciados patrimonios. Asn y Bulln de Mendoza
presentan una relacin de 95 aristcratas que apoyaban al carlismo y otra con los 29
nobles que realmente intervinieron en las luchas carlistas9. En un trabajo posterior,
Bulln de Mendoza precisa que fueron 103 los aristcratas que apoyaron a don Carlos
en la primera contienda, es decir, un 20 por ciento de los nobles del momento. No
obstante, el citado autor puntualiza que para esta poca resulta difcil evaluar la
adhesin al carlismo porque muchos aristcratas preferan no hacer pblica su
preferencia por el Pretendiente, ya que un claro posicionamiento en favor del mismo les
hubiera llevado a la expropiacin de todos sus bienes. Paradjicamente, en el periodo
isabelino se dieron casos de aristcratas clasificados en palacio como mayordomos o
aproximacin a sus correligionarios, vindose que los analfabetos constituan un porcentaje superior al sesenta y ocho por ciento en el ao 1887. Jos lvarez Junco, Mater dolorosa. La idea de Espaa en el siglo XIX, Taurus Historia, Madrid, 2001, p. 547, puntualiza que a finales del siglo XIX, ms del sesenta por ciento de los espaoles continuaban siendo analfabetos, frente al cincuenta de Italia, el diecisiete de Francia o el reducido cinco por ciento de Alemania o Inglaterra. Sobre el tema del analfabetismo y sistemas educativos en Espaa tambin se pueden leer los trabajos de Antonio Viao Frago y de Mercedes Vilanova Ribas. 9 Asn, Francisco y Bulln de Mendoza, Alfonso, Carlismo y Sociedad 1833-1840, Aportes XIX, Zaragoza, 1987, pp. 49-76.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
gentilhombres que eran partidarios de don Carlos. Durante el Sexenio Democrtico se
produjo un aumento de nobles en favor de Carlos VII, incremento que no fue motivado
tan solo por un cambio de postura de la nobleza, sino ms bien como una reafirmacin
de posturas anteriores. Hay que significar que estos nobles que estaban presentes en
comits electorales y en las direcciones polticas provinciales o locales, cuando estall
la ltima guerra carlista volvieron a recogerse en sus casas a esperar el triunfo y la
llegada al trono del Pretendiente, alegando el mismo miedo a perder sus queridos
patrimonios, tal y como se haban comportado en la primera guerra carlista10.
Los trabajos sobre el marqus de Cerralbo editados hasta este momento son
escasos, obviando las contadas veces que se le cita en las publicaciones que
exclusivamente se centran en el carlismo. Por el contrario, son muchas ms las
ocasiones en que se analizan o describen sus actividades cientficas, sociales y artsticas
que su vida poltica. A este respecto, los primeros anlisis de su labor como arquelogo
e historiador son ya antiguos y se deben a quien fuera su colaborador: Juan Cabr
Aguil. En poca ms cercana, contamos con el breve trabajo de Pilar Navascus
Benlloch, que tambin ha publicado un folleto sobre el Museo Cerralbo. No centrado
exactamente en el marqus, pero s en sus propiedades, el ao 2006 Miguel Snchez
Herrero dio a las prensas su libro De colonos a propietarios. Endeudamiento nobiliario
y explotacin campesina en tierras del marqus de Cerralbo (Salamanca siglos XV-
XX), en el que se hace un estudio de la gestin de los bienes vinculados de la familia
Cerralbo. Un anlisis en la misma lnea econmica es el de Ricardo Robledo sobre las
rentas del marquesado. Ms centrados en los anlisis polticos son los artculos de
Consuelo Sanz Pastor y de Jordi Canal. Este ltimo menciona a Cerralbo en varias de
sus obras y dedica un trabajo, publicado en Studia Zamorensia en 1996, a los viajes de
propaganda del marqus. Cabe destacar tambin el trabajo de Guadalupe Moreno Lpez
sobre el archivo del marqus de Cerralbo, publicado en el Boletn de la ANABAD en
1998. Por ltimo, el autor de esta tesis ha dado a conocer algunas primeras conclusiones
de su trabajo en la revista Ab Initio nmeros 2 y 4 editados en el ao 2011.
Para la redaccin de esta tesis se ha utilizado un amplio rango de fuentes
primarias que incluyen archivos y centros documentales, prensa y fuentes impresas. El 10 Bulln de Mendoza y Gmez de Valugera, Alfonso, El legitimismo europeo 1688-1876 en Stanley G. Payne (dir.), Identidad y nacionalismo en la Espaa contempornea: El carlismo 1833-1975, Actas. Coleccin Luis Hernando de Larramendi, Madrid, 1996, pp. 236-237. Este autor habla de la necesidad de hacer, de forma conjunta, un estudio comparado de todos los movimientos de la contrarrevolucin europea.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
primer apartado, y el ms importante, ha sido el de los archivos. Sin excepcin, se debe
sealar que se ha encontrado una estrecha colaboracin por parte de los archiveros y
documentalistas de estas instituciones. Sin embargo, hay que puntualizar que la
bsqueda ha tenido un carcter disperso y fragmentario que ha costado ordenar y dar
sentido. Este era el caso, por ejemplo, de varios de los manuscritos dirigidos al marqus
y conservados, la mayora de las veces sin orden cronolgico, dentro de las carpetas del
Inventario del Archivo del Museo Cerralbo. Finalmente, y con la ayuda de otros
descubrimientos, as como de puntuales publicaciones, se han logrado enlazar los datos
recopilados hasta conseguir que sus contenidos propiciaran un relato coherente. Los
archivos de las instituciones que se han visitado son los siguientes:
a) Real Academia de la Historia.
Coleccin Manuel Polo y Peyroln, Archivo Natalio Rivas, y las carpetas
denominadas Carlista y Pirala.
En las muchas carpetas revisadas de los diferentes fondos de este archivo,
durante las visitas a la institucin se ha visto en el fondo Polo y Peyroln, la
existencia de originales escritos por el marqus de Cerralbo, en la ltima
dcada del XIX y las dos primeras del siglo XX, hacindole partcipe a este
notable carlista de distintos asuntos relacionados con el partido y su
organizacin. Dentro de la correspondencia de Polo y Peyroln con el conde
de Melgar, entre las ms de cuatrocientas cartas fechadas en los aos 1895 y
1915, se ha podido comprobar, entre otras cosas, cmo el secretario de don
Carlos se dedicaba a criticar con dureza al marqus de Cerralbo. En los
ltimos escritos tambin criticaba la posicin de Mella y del propio marqus
en relacin con la contienda europea.
b) Ministerio del Interior.
Se ha recurrido a este archivo con el fin de localizar datos acerca de los dos
exilios que, en teora, tuvo el marqus de Cerralbo, aunque los resultados han
sido infructuosos. No se ha encontrado ningn documento que atestiguara
estas salidas obligatorias del noble. La falta de datos ha sido confirmada por
escrito desde este Ministerio.
c) Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperacin.
Fondos de Poltica Exterior, Correspondencia Embajadas y Carlismo.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
En este archivo se han encontrado miles de documentos originales fechados
en el siglo XIX y relacionados con el carlismo en general y con la vigilancia
a la que fueron expuestos tanto don Carlos como su hijo don Jaime, as como
los personajes ms relevantes del partido que permanecan fuera de Espaa.
En relacin con el marqus de Cerralbo se ha confirmado su estancia en
Francia en noviembre de 1900 y su salida de esta nacin en octubre de 1901.
d) Palacio Real.
Seccin Reinados. Fondos de Isabel II, Amadeo I, Alfonso XII y Alfonso
XIII.
En las distintas visitas a este archivo, con una organizacin de difcil
seguimiento para la investigacin, se han visto cartas y telegramas
relacionados con los sucesos de Valencia de 1890 en los que se estuvo
involucrado el marqus de Cerralbo. En otra seccin denominada la guerra
carlista de 1900, desde la embajada espaola en Pars se asegura que el
marqus de Cerralbo no tena noticias de los levantamientos en Espaa de
aquel ao. As mismo, en distintas secciones se han visto manuscritos de la
correspondencia que en las primeras dcadas del siglo XX mantuvo el
pretendiente carlista don Jaime con su primo el rey Alfonso XIII. En esta, el
hijo de don Carlos solicitaba distintos favores al rey espaol. Tambin hay
explicaciones de la Compaa de Jess sobre ciertos rumores de 1898
relacionados con los levantamientos carlistas que involucraron a estos
religiosos. Por ltimo, se han ledo algunas cartas fechadas entre 1925 y
1931, en las que la segunda esposa de don Carlos, Mara Berta de Rohan, se
dirigi al rey Alfonso XIII de forma muy familiar, solicitndole audiencias.
e) General del Ministerio de Justicia.
Seccin de Ttulos Nobiliarios.
En este archivo se ha conseguido ver distintos documentos oficiales. Se han
encontrado, entre los legajos investigados, tanto las actas de nacimiento,
como las de defuncin de don Enrique de Aguilera y Gamboa. Por otro lado,
tambin las concesiones de ttulos al XVII marqus de Cerralbo, y sus
sucesores. De igual manera, se han comprobado los datos acerca del XVI
marqus y su relacin con la reina Isabel II, as como datos de su
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
testamentara. Parte de los documentos se han podido fotografiar en otra
visita, previamente concertada.
f) Histrico Nacional de Madrid.
Secciones de Diversos (Archivo carlista), Universidades, Fondos
Contemporneos y Consejos.
En este archivo se han conseguido todos los detalles del expediente
acadmico de don Enrique de Aguilera y Gamboa y sus compaeros durante
su estancia en la Universidad Central en la dcada de los sesenta. As mismo,
tambin copia de los documentos en los que el rey Alfonso XII autorizaba la
sucesin del marquesado de Cerralbo. Por otro lado, se han localizado
muchas de las cartas, ahora microfilmadas, que el noble madrileo le
escribi a don Jaime, desde inicios del siglo XX con motivos particulares y
durante el segundo mandato de Cerralbo, notificndole distintas novedades
que acaecan en el partido. Tambin se han hallado distintos escritos de otros
notables carlistas, bien enviados a los dos pretendientes o a otros dirigentes
del partido, como Melgar, Llorens, Samaniego o Tamarit.
g) Histrico Nacional de Toledo.
Seccin Nobleza. Unidad 28. Archivo de los Marqueses de Cerralbo.
Este ha sido, sin lugar a dudas, el archivo visitado donde ms problemas se
han encontrado. No por la colaboracin del archivero, que fue excepcional,
sino por el mal estado en que haban llegado a Toledo los documentos. De
las veintisis cajas de las que consta el fondo a nombre de Cerralbo, tan solo
se pudo ver el contenido de quince de estas. Entre los documentos, muy
deteriorados, fue posible acceder a los datos de la herencia del marqus de
Monroy, de la que el marqus de Cerralbo fue albacea. Con ms dificultades
todava, se consigui leer alguno de los justificantes de pago de la
administracin del noble madrileo del ao 1908.
h) General de la Administracin.
Fondos de Hacienda, Asuntos Exteriores, Cultura y Presidencia.
En la investigacin en este archivo, principalmente se ha visto cmo se
mantena vigilado a don Carlos en su residencia de Venecia. Desde la capital
del Vneto el vicecnsul espaol se encargaba de espiar todos los
movimientos de Carlos VII y comunicarlos a la embajada espaola en Roma.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
Principalmente indicaba las visitas que reciba, en especial en los aos
finales del siglo XIX. Entre los visitantes al palacio de Loredn figuraba en
ms de una ocasin el marqus de Cerralbo.
i) Conde de Melgar.
En este archivo situado en el domicilio particular que conserva la actual
condesa de Melgar en Madrid, se han podido localizar diversas cartas
escritas por distintos remitentes, como el marqus de Cerralbo, don Carlos,
don Jaime, Polo y Peyroln y otros notables carlistas. Ha sido importante,
porque entre las carpetas investigadas se han visto algunas de las cartas que
Cerralbo le escribi a Melgar en los aos finiseculares. Tambin, y por
obsequio y dedicacin de la condesa, se consigui el libro escrito por el
conde de Melgar El noble final de la escisin dinstica, que ha aportado ms
datos sobre el carlismo y sus personajes. Esta obra se ha utilizado en varios
momentos de esta biografa.
Tambin se han hecho otras averiguaciones, bien en persona, por telfono o por
escrito, en muchos de los casos de menor trascendencia que los detallados ms arriba,
en los archivos de otros organismos, como es el caso de los de: Municipal del
Ayuntamiento de Toledo, Ayuntamiento de Cangas de Ons, Histrico Provincial de
Asturias, Ateneo de Madrid, Diocesano del Arzobispado de Toledo, Ayuntamiento de
Lizarza, Casino de Madrid, Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, Museo de
Zumalacrregui, Ayuntamiento de Madrid, Fundacin Larramendi, Senado y Congreso
de los Diputados.
No obstante, de todos los archivos visitados, ha sido el Archivo del Museo
Cerralbo en donde se han logrado mayores avances. Despus de investigar durante
muchos meses entre sus diferentes carpetas, algunas con sus documentos clasificados y
otras no tanto, pero siempre gracias a la ayuda y cooperacin de la documentalista de
este organismo, se han llegado a encontrar mltiples originales realmente interesantes e
inditos, de los que se ir dando cumplida cuenta. En este Archivo del Museo Cerralbo,
el autor de este trabajo ha buscado una aproximacin a la figura poltica del marqus de
Cerralbo, para de esta forma, tratar de comprobar de una manera ms cercana el modo
que tena este noble de ver la religin, la poltica y el carlismo en particular. La
documentacin escrutada tambin ha servido para confirmar cmo el Pretendiente de
turno, es decir primero don Carlos y ms adelante su hijo don Jaime, o los secretarios de
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
estos, alababan la actuacin del noble madrileo, aplaudan sus actuaciones y le iban,
poco a poco, llenando de reconocimientos. No obstante, se ver cmo sus dos pocas al
frente del partido no llegarn a concluir todo lo bien que el marqus de Cerralbo hubiera
deseado, despus de toda una vida dedicada a aportar e introducir ideas modernas para
lograr el triunfo final del tradicionalismo.
As mismo, es imprescindible tener presente la imposibilidad con la que este
autor se ha encontrado a la hora de localizar la mayora de las cartas que el marqus de
Cerralbo dirigi tanto a don Carlos como a su secretario, el conde de Melgar, en el
ltimo tercio del siglo XIX (durante ms de treinta aos)11. La respuesta a esta
dificultad est citada en las memorias del conde de Melgar, que lleg a decir, hablando
de la segunda esposa del duque de Madrid (la princesa Mara Berta de Rohan), que esta
decidi, para limpiar de basuras el palacio de Loredn, destruir todos los archivos que se
conservaban en los desvanes y que abarcaban interesantsima correspondencia de Carlos
V, Carlos VI y Carlos VII, entregndolas al fuego. Con esta accin desapareci aquel
tesoro12. De igual manera, y abundando en el tema, el conde de Melgar le escriba a
don Jaime el 23 de julio de 1910 dicindole que desconoca, aunque sospechaba, el
paradero de los miles de documentos correspondientes a sus antecesores reales, as
como de otros relativos a alguno de los generales carlistas como Zumalacrregui y
tambin de distintas personalidades y nobles del carlismo, como era el caso del marqus
de Cerralbo. Entre todos los expedientes que se guardaban en los archivos del palacio de
Loredn, haba documentos imprescindibles para la Causa, de los cuales, tan solo doa
Berta podra decir dnde estaban, terminaba Melgar13.
No se puede aseverar que estas dos afirmaciones del secretario del duque de
Madrid fueran ciertas, principalmente cuando se han ido viendo los sentimientos
realmente negativos que el conde de Melgar tena hacia la segunda esposa del rey
Carlos VII. Melgar consideraba culpable a la princesa de Rohan de la inactividad de don
11 Tan solo se han podido leer unas pocas de estas cartas, las dirigidas al conde de Melgar y con temas, normalmente ms particulares, en el archivo de este conde en Madrid. 12 Melgar, Francisco, Veinte aos con don Carlos. Memorias de su secretario el conde de Melgar, Espasa-Calpe, Madrid, 1940, p. 181. Se debe sealar que la quema de estos documentos, segn Melgar, propiciada por la segunda esposa de don Carlos, se produjo unos pocos das despus de que en Espaa se iniciara una fuerte represin contra todo lo carlista tras la fracasada intentona conocida como La octubrada. De igual forma, a los pocos das de esta destruccin, el conde de Melgar fue destituido de su cargo de secretario real, puesto en el que llevaba ms de veinte aos. No obstante, no hay datos que establezcan ninguna conexin entre estos tres hechos. 13 Archivo Histrico Nacional (AHN), Seccin de Diversos, Archivo Carlista (aos de 1910 a 1917), Legajo nmero 131, expediente tercero, microfilme 6591.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
Carlos, as como de su propia destitucin como secretario del Pretendiente, llegando a
decir que: La segunda duquesa de Madrid no poda perdonarme, como tampoco se lo
perdonaba a Mella y a Cerralbo, nuestra resistencia a sus voluntades14. Finalmente, en
las memorias del propio don Carlos de Borbn y de Austria-Este, Duque de Madrid, de
nuevo se hace referencia al incendio originado por la princesa de Rohan con la
destruccin de documentos vitales para el carlismo15. Tambin se podra aadir que a la
muerte del duque de Madrid, la princesa de Rohan vendi tanto el palacio de Loredn,
como todo su contenido a distintos anticuarios. Por tanto, si algn expediente hubiera
quedado sin destruir en el citado incendio, con esta divisin de los restos que quedaban
en la residencia, se imposibilita totalmente cualquier seguimiento de la documentacin
que hubiera quedado en el mismo.
El segundo apartado de fuentes primarias ha sido la prensa publicada en las
cuatro ltimas dcadas del siglo XIX y en las tres primeras del XX. El manejo de estos
peridicos, desde la cercana de otras fuentes complementarias, ha forzado la
argumentacin descriptiva sobre el anlisis para lograr un mejor conocimiento de lo
sucedido. Principalmente, se han visitado las hemerotecas de la Biblioteca Nacional de
Espaa y la Municipal de Madrid, donde por medio de microfilm o del viejo papel de
los peridicos originales, se ha conseguido la informacin. As mismo, se ha recurrido
en muchas ocasiones a la pgina de Internet de la citada Biblioteca Nacional, donde se
encuentran digitalizados innumerables ttulos de prensa. Adems, tambin se han
visitado con frecuencia las pginas de los peridicos La Vanguardia y ABC, que
contienen digitalizadas sus publicaciones desde su fundacin.
Obviamente, y como se podr comprobar, ha sido a travs de los peridicos
tradicionalistas, como La F, El Siglo Futuro, El Correo Espaol o El Correo Cataln,
de donde ms informacin se ha conseguido. Hay que resaltar que, en la mayora de los
casos, esta informacin estaba impregnada de un tinte partidista, pero la misma ha
resultado de necesaria consulta con el fin de obtener un mayor acercamiento a los
distintos sucesos en los que el carlismo en general y el marqus de Cerralbo en
particular estuvieron implicados en las ltimas dcadas del novecientos y las primeras
del pasado siglo XX.
14 Melgar, Francisco, Veinte aos, p. 218. 15 Borbn y de Austria-Este, Carlos, duque de Madrid, Memorias y diario de Carlos VII, Europa Imp., Madrid, 1957, p. 35.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
Conviene sealar que en la lectura de toda la prensa, fundamentalmente la de los
ltimos aos del siglo XIX, se ha visto, adems de las noticias que finalmente podan
llegar a ser totalmente fidedignas, la publicacin de rumores de todo tipo que a veces se
han reflejado en este trabajo dada la trascendencia de los mismos e incluso su
contradiccin. Estos rumores, en la mayora de los casos, eran divulgados con la
intencin de crear algn tipo de opinin entre los lectores y dirigir de la manera mejor
posible la forma de pensar de los mismos. La incorporacin de estos rumores entre las
pginas de los peridicos, lo mismo se podan ver en la prensa liberal, como en la
republicana o en la catlica, en esto no haba diferencias entre los distintos rotativos.
Por lo que respecta a las fuentes impresas, ha sido necesario cotejar datos
diversos para tener una idea clara acerca de los posicionamientos e impresiones de los
distintos personajes, ya que la mayora de estas fuentes impresas son memorias: del
duque de Madrid, de Mara de las Nieves de Braganza de Borbn, o del propio
Francisco Melgar, secretario de Carlos VII. Las memorias, como es sabido, responden
no solo a una autojustificacin personal, sino a los recuerdos que, madurados y
tergiversados por el tiempo, puede transformar la realidad pasada. Otra parte importante
en el trabajo con las fuentes impresas lo han constituido las obras de tradicionalistas
importantes como Aparisi Guijarro y, sobre todo, Vzquez de Mella. Un ltimo
apartado en relacin a las fuentes impresas son los propios trabajos del marqus de
Cerralbo. La mayora, por no decir todas, de las publicaciones del marqus son estudios
histricos, producto de sus excavaciones arqueolgicas y de sus investigaciones. Sin
embargo han sido trabajadas buscando en ellas algunas ideas que pudieran apoyar su
visin del mundo.
La bibliografa contempornea que tiene como tema central el carlismo desde los
aos sesenta del siglo XIX y hasta los aos veinte del siglo XX es muy amplia, as
como la referente a los temas colaterales que se desprenden de un estudio poltico
ambientado en el mismo periodo. Esta es la razn por la que se ha optado por comentar
las discrepancias entre los autores consultados en el momento en que han ido surgiendo
las cuestiones problemticas.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
CAPTULO PRIMERO.
Un noble en poltica: el XVII marqus de Cerralbo.
1.1. Don Enrique de Aguilera y Gamboa, el XVII marqus de Cerralbo. 1.2. El futuro marqus de Cerralbo se adentra en la vida poltica (1872). 1.3. Principio y final de la ltima guerra carlista y sus consecuencias. 1.4. Peregrinacin carlista a Roma.
1.5. La jefatura de Cndido Nocedal y los rumores de cambio en el carlismo.
La aparicin en el carlismo, y en consecuencia en la poltica activa, de don
Enrique de Aguilera y Gamboa, el noble madrileo que pronto sera el XVII marqus de
Cerralbo, fue motivada por la defensa que este noble quera hacer de sus ideales
tradicionalistas. Su llegada se produjo en 1869, tres aos antes de que el Pretendiente
proclamara, dndole noticias de sus intenciones al papa Po IX, la que en definitiva sera
la ltima guerra carlista. Esta contienda volvi a poner en escena en Espaa, durante
cuatro aos, una nueva guerra civil y tambin volvera a llenar sus campos de sangre
inocente proveniente de unos militares profesionales y de unos voluntarios que bien
luchaban por defender unos modelos polticos y sociales, por subsistir o, finalmente, por
obedecer unas rdenes de sus superiores. Pocos meses despus de que concluyera la
guerra en la que, como vencido, el carlismo haba quedado destrozado, este movimiento
empez a recuperarse de nuevo, ahora con la puesta en escena de protagonistas con
conceptos ms actuales. Este fue el caso del marqus de Cerralbo, noble que en la
dcada de los ochenta trat de modernizar el carlismo, aunque en esta ocasin sin xito
por la cerrazn de Cndido Nocedal, delegado de don Carlos en aquellos aos, que junto
con su hijo Ramn, su mximo colaborador, continuaba inculcando a sus
correligionarios unas ideas integristas que chocaban con las de un nuevo carlismo que
Cerralbo quera introducir.
1.1. Don Enrique de Aguilera y Gamboa, el XVII marqus de Cerralbo.
Don Enrique de Aguilera y Gamboa, el XVII marqus de Cerralbo, naci en
Madrid el 8 de julio de 18451 y falleci en la capital del reino el 27 de agosto de 19222.
1 En el Archivo General del Ministerio de Justicia, (AGMJ), seccin de Ttulos Nobiliarios, legajo 75-2, expediente 633, titulado El marqus de Cerralbo, marqus de Almarza, marqus de Campo Fuerte y
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
Hered los ttulos nobiliarios de marqus de Cerralbo, de Almarza y de Campo-Fuerte,
conde de Alcudia y de Foncalada, as como el de seor de Cerralbo, procedentes de su
abuelo, el XVI marqus de Cerralbo, Jos de Aguilera y Contreras, fallecido el 25 de
diciembre de 18723. Esta herencia recay en Enrique de Aguilera por darse el caso de
que los tres hijos del decimosexto marqus haban fallecido antes que l mismo, as
como que Enrique era el nieto varn de mayor edad4. De hecho, el padre del futuro
marqus de Cerralbo, Francisco de Ass de Aguilera y Becerril que ostentaba el ttulo de
conde de Villalobos5 y que era el hijo primognito del citado Jos de Aguilera y
Contreras, haba fallecido el 1 de julio de 1867.
De esta forma, en el ao de 18756, Enrique de Aguilera pas a ostentar el ttulo
de marqus de Cerralbo con grandeza de Espaa (siendo el nmero XVII)7, que haba
pertenecido a su abuelo, segn consta en la Real Carta de sucesin del 3 de mayo de
18758 y que rezaba: Don Alfonso duodcimo por la gracia de Dios, Rey Constitucional de Espaa. Por cuanto por parte de vos Don Enrique de Aguilera y Gamboa, Conde de Villalobos, se ha acreditado que por fallecimiento de vuestro abuelo D. Jos de Aguilera y Contreras acaecido en veinte y cinco de Diciembre de mil ochocientos setenta y dos recayeron en vos por ministerio de la Ley como su inmediato sucesor los ttulos de Marqus de Cerralbo con Grandeza de Espaa l unida, de Almarza y de Campo-fuerte y los de Conde de Alcudia con Grandeza y de Foncalada que aquel posey, por lo que suplicasteis que en conformidad de los documentos que acompaabais en justificacion de vuestro derecho, se os expidiese la correspondiente carta de sucesion en los indicados ttulos y Grandezas. Ynstruido el oportuno espediente en el Ministerio de Gracia y Justicia por resolucion de treinta de Enero ltimo tuve bien acceder vuestra solicitud prvio
conde de Foncalada, el documento nmero 70 es la copia del acta de nacimiento del que llegar a ser el XVII marqus de Cerralbo. 2 AGMJ, seccin, legajo y expediente citados, el documento nmero 85 se trata de la copia del acta de defuncin del marqus de Cerralbo con setenta y siete aos, donde figura que haba testado ante el notario don Luis Gallinal. 3 En AGMJ, el documento nmero 86 es la copia del acta de defuncin de Jos de Aguilera y Contreras. La Correspondencia de Espaa (25-XII-1872) recoga una esquela mortuoria del XVI marqus de Cerralbo en la que se poda observar con todo detalle, adems de los mltiples apellidos, los ttulos nobiliarios que ostentaba este noble. La esquela tambin se poda encontrar en El Diario Oficial de Avisos de Madrid y en La poca (26-XII-1872). 4 En el AGMJ, documento nmero 66 del 18 de diciembre de 1874, aparece una copia de parte del testamento de Jos de Aguilera y Contreras fechado el 24 de diciembre de 1872, con detalle de todos los nietos y biznietos del mismo, que eran sus nicos y universales herederos. 5 La carta de sucesin del condado de Villalobos la obtuvo Enrique Aguilera y Gamboa el 27 de abril de 1869. En AGMJ, el documento nmero 88 es la copia del acta de defuncin de Francisco de Ass de Aguilera y Becerril. 6 En la Gua Oficial de Espaa de 1876 apareca Enrique de Aguilera y Gamboa como el Marqus de Cerralbo con grandeza desde 1875. 7 Fuertes de Gilbert Rojo, Manuel Barn de Gavn-, La nobleza corporativa en Espaa: nueve siglos de entidades nobiliarias, Ediciones Hidalgua, Madrid, 2007. 8 AHN, Seccin Consejos, ao 1875, legajo 8988, expediente 14. En AGMJ, legajo y expediente citados, existen copias de la solicitud de Enrique de Aguilera y Gamboa de los derechos de sucesin de su abuelo, fechadas el 22 de diciembre de 1874 y el 30 de enero de 1875, documentos nmero 65 y 72; hay tambin una copia de la concesin de los ttulos en el documento nmero 75 y del pago de los derechos por parte del marqus de Cerralbo en documento nmero 74.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
pago del impuesto especial establecido. Por tanto, mediante que teneis satisfechas treinta mil ciento cuarenta y seis pesetas sesenta y seis cntimos por el citado impuesto segn resulta de certificacion librada por la Direccion general de Contribuciones con fecha catorce de Abril prximo pasado, he resuelto expedir el presente despacho por el cual es mi voluntad que vos el mencionado Don Enrique de Aguilera y Gamboa entreis en la posesion y goze de los referidos ttulos y Grandezas, y que desde ahora en adelante con ellos os podais llamar y titular. En su consecuencia encargo mi cara y amada Hermana la Princesa de Asturias y mando a los Ynfantes Prelados Grandes y Ttulos del Reino, Presidentes y Magistrados del Tribunal Supremo y de las Audiencias, Gobernadores de las Provincias, Jueces, Alcaldes, Ayuntamientos y dems autoridades, corporaciones y personas particulares quienes corresponda, que os reciban y tengan por tal Marqus de Cerralbo, Grande de Espaa, Marqus de Almarza y de Campo-fuerte, Conde de Alcudia con Grandeza y de Foncalada, os guarden y hagan guardar las honras, preeminencias y prerogativas que gozan y deben disfrutar los dems Grandes y ttulos del Reino sin diferencia alguna con declaracion de que cada uno de vuestros sucesores en las espresadas dignidades, para hacer uso de ellas queda obligado obtener cartas de sucesion dentro del trmino sealado y en la forma establecida que se estableciere. Y de este Real despacho se ha de tomar razon en la Oficina de Hacienda correspondiente, la cual expresar haberse satisfecho los derechos que se adeudan por su expedicion sin cuya formalidad ser de ningun ni efecto. Dado en Palacio a tres de Mayo de mil ochocientos setenta y cinco. Yo el Rey= El Ministro de Gracia y Justicia=Francisco de Crdenas. Es copia. Direcciones generales de Contribuciones y Rentas= Se tom razon de ste ttulo, habiendo satisfecho sesenta y una pesetas, doce cntimos por derechos de expedicin, Cancillera y toma de razon. Madrid doce de Mayo de mil ochocientos setenta y cinco= El Jefe de la Admn. Econmica= Gabriel Snchez Alarcon9.
Los ltimos derechos para la sucesin fueron abonados por Enrique de Aguilera
segn carta de pago del 17 de abril de 187510. Tanto en los documentos localizados en
el Archivo Histrico Nacional, como en el Archivo General del Ministerio de Justicia
relativos a los primeros aos de la dcada setenta del siglo XIX, se observa que el noble
madrileo pag, adems, el llamado impuesto de guerra (50 P%). Este hecho no deja
de sorprender ya que Enrique de Aguilera, un carlista reconocido, en aquellas fechas se
encontraba exiliado en Biarritz por su pertenencia al carlismo, al que l haba
representado en dos elecciones y que estaba inmerso en una guerra contra el gobierno de
Alfonso XII. Como explicacin al pago de este tributo por parte del futuro marqus de
Cerralbo se puede considerar que el principal inters de Enrique de Aguilera, en aquel
momento conde de Villalobos, era el ascender en categora nobiliaria y pasar a poseer
los distintos ttulos de marquesado que le auparan en la escala social. De igual manera,
as podra sentirse ms cercano a su Rey, como lo demuestra el hecho de que una vez
que el conde de Melgar, secretario de Carlos VII, le comunic que este le haba
nombrado plenipotenciario para la boda de su hija11, unos das despus, el mismo
Melgar se diriga al marqus de Cerralbo agradecindole, de parte de su Majestad, el 9 Se debe tener presente que en las citas de este trabajo se ha tratado de mantener la ortografa y la puntuacin tal y como se han encontrado en los documentos originales. 10 AHN, Seccin FC (Fondos Contemporneos), Delegacin Provincial de Hacienda de Madrid, legajo 1343, expediente 30. 11 Carta del secretario de Carlos VII (don Carlos y duque de Madrid), Francisco Melgar, al marqus de Cerralbo del 4 de octubre de 1889, AMC, MS. E. 6490, C. IV, legajo n. 27, R. 178.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
hecho de que el noble hubiera puesto a disposicin del Rey algunos de sus ttulos para
esta ocasin12.
Por otro lado, y fijando por un momento la vista en el mundo de la economa
nobiliaria, se debe tener en cuenta que, segn dice Snchez Herrero13, la herencia del
abuelo Jos de Aguilera y Contreras, el XVI marqus de Cerralbo, fue repartida entre
sus diecisiete herederos (nietos y biznietos) con lo que se consum, prcticamente, el
desmantelamiento del patrimonio Cerralbo. De esta forma, contina este autor, los
bienes del siguiente titular de la casa Cerralbo, es decir, Enrique de Aguilera, no
llegaron al siete por ciento de lo que posea su abuelo, aunque el nuevo marqus
aument su patrimonio posteriormente al heredar del marqus de Monroy14.
No obstante, en el pueblo de Cerralbo, propiedad de los marqueses del mismo
nombre, en el siglo XIX despus de la eliminacin de los seoros y tras las
desamortizaciones, sus vecinos comenzaron una serie de juicios para conseguir la
posesin de las tierras y la anulacin de las rentas que deban pagar al marqus, a las
que estaban jurdicamente obligados. Como perdieron todos sus pleitos, tuvieron que
seguir pagando sus rentas al marqus de Cerralbo de turno. Por tanto, finalmente
decidieron comprar las tierras que venan trabajando. Si bien estas eran poco
productivas y pobres, en el ao 1920 se fij por las mismas un precio de cinco millones
de reales, cantidad desorbitada segn los vecinos. El importe, para el que solicitaron
crditos, lo estuvieron pagando hasta el ao 1950 y provoc un mayor empobrecimiento
del pueblo15. Snchez Herrero aade que cuando un envejecido Enrique de Aguilera se
12 Carta de Melgar a Cerralbo del 11 de octubre de 1889, AMC, MS. E. 6490, C. IV, legajo n. 29, R. 1890. 13 Snchez Herrero, Miguel, El fin de los buenos tiempos del absolutismo: los efectos de la revolucin en la Casa de Cerralbo, en Ayer nm. 48 (2002), pp. 85-126. 14 El marqus de Cerralbo entre sus apellidos llevaba el de Monroy, con derecho a un mayorazgo de esta casa noble. As mismo, fue el albacea del testamento del marqus de Monroy, lo que le ocasion tener ciertos enfrentamientos con algunos de los herederos, segn publicaba El Correo Espaol (19-VII-1895) que tambin indicaba que el marqus de Monroy en su lecho de muerte le haba dicho al marqus de Cerralbo cuntos millones quera que le dejase, a lo que Cerralbo le contest que a l no le dejara nada y que de eso no volviera a hablar. Para ampliar detalles de toda la testamentaria del marquesado de Monroy y sus amplsimas posesiones en distintos puntos de Espaa, de sus herederos, de sus administradores, de sus inventarios, de sus albaceas y dems, se puede acudir al AHN, Seccin Nobleza, cdigo de referencia ES 41168.SNAHN/28, Archivos de los Marqueses de Cerralbo, donde existen varias cajas numeradas desde el 8241-1 al 8265-25, llenas de documentos, en muchos de los casos de imposible consulta por su mal estado (se deshacen al tocarlos), y all est recogida toda la informacin relativa a la herencia del marques de Monroy, as como de los problemas jurdicos de todo tipo que sufri en la ltima dcada del siglo XIX y hasta 1915 el marqus de Cerralbo por el albaceazgo, los legados a pobres y las limosnas distribuidas en distintas parroquias madrileas, segn haba dispuesto el marqus de Monroy. 15 Datos logrados al consultar la pgina www.cerralbo.com/historia/cerralbo.marquesadocerralbo.htm. y estar en contacto con Santi Grandes, administrador de la pgina en el pueblo de Cerralbo.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
avino, tras arduas negociaciones, a vender el pueblo a sus vecinos por cinco millones de
reales, lo hizo camuflando la operacin bajo el manto de sus profundos sentimientos
cristianos a favor de sus colonos16.
Regresando al mundo de la poltica, fue en el ao 1869 y a pesar de las ideas que
propagaba el pretendiente don Carlos acerca de llegar al poder por medio de la
legalidad, cuando en Espaa se produciran diversas insurrecciones carlistas, con
partidas distribuidas por prcticamente todo el territorio espaol, que con gritos y
pasquines a favor del rey Carlos VII, se lanzaban a unos enfrentamientos con los
Voluntarios de la libertad17, utilizando la excusa de defender el uso de la boina,
convertida en signo poltico de identidad del carlismo, aunque, en definitiva, estos
levantamientos no tuvieron una importancia notable18. A pesar de esta falta de
relevancia, desde los primeros das de enero de 1869 y en los meses restantes de este
ao, se poda leer en las ediciones de diversos peridicos noticias mezcladas con
rumores acerca del surgimiento de posibles partidas carlistas de distinta categora, que
eran ubicadas en diferentes puntos de la Pennsula, desde el Maestrazgo hasta las
Vascongadas, o desde Toledo hasta Barcelona, o, finalmente, desde La Rioja hasta
Madrid, aunque siempre confirmando que los levantamientos no tenan ninguna
consistencia, si bien algunos alcaldes solicitaban la cooperacin de los citados
Voluntarios de la libertad para contrarrestar los posibles ataques carlistas y
denunciaban abiertamente que estas conspiraciones estaban capitaneadas, la mayora
de las veces, por los curas19.
16 Snchez Herrero, Miguel, El fin de los buenos tiempos, pp. 85-126. En la tesis de este mismo autor De colonos a propietarios. Endeudamiento nobiliario y explotacin campesina en tierras del marqus de Cerralbo (Salamanca siglos XV-XX), Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, 2006, pp. 395-396 y 503-515, se presenta un completo recorrido de las negociaciones para la venta del pueblo de Cerralbo. En estas el marqus de Cerralbo, siempre en poder de la verdad y tambin de la tierra, acceder a que sus colonos compren el pueblo de Cerralbo por cinco millones de reales, pero asegurndoles que l no quera vender, y que el valor de las tierras era superior a los seis millones, por lo que vendindosela les haca un gran favor y les proporcionaba su felicidad. La escritura finalmente se firmara el 18 de diciembre de 1920. 17 Especie de fuerza ciudadana que se cre en 1868 para salvaguardar el orden pblico. 18 Burgo, Jaime del, Antecedentes de la 3 guerra carlista, Diputacin Foral de Navarra, Direccin de Turismo, Bibliotecas y Cultura Popular, Pamplona, 1973, pp. 9-14, habla de partidas y levantamientos haciendo especial definicin de los producidos en Navarra y de los fusilamientos que sucedieron en otros lugares con motivo de la fuerte represin gubernamental ante estas insurrecciones. En el trabajo del Conde de Rodezno, Carlos VII, duque de Madrid, Espasa-Calpe, Madrid, 1944, pp. 112-114, tambin se hace referencia a estos primeros levantamientos de 1869 y 1870 precedentes a la anunciada nueva guerra civil carlista. 19 Se pueden consultar las ediciones de estos meses de La Correspondencia de Espaa, La poca, El Imparcial, La Esperanza o La Iberia. A partir de julio 1869 las noticias sobre estos levantamientos siguieron ocupando varios lugares en la prensa, da tras da, pero se empezaba a asegurar que el
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
As mismo, al ao siguiente tambin hubo algunas sublevaciones que no
llegaron a fructificar20. De estos levantamientos, el ms famoso fue el movimiento
emprendido en las Provincias Vascongadas por el coronel Escoda, conocido como la
escodada21, insurreccin en la que, aparentemente, estuvo implicado de forma indirecta
el propio general Prim. No obstante, segn la prensa tradicionalista, el conjunto de los
movimientos llamados carlistas que aparecan publicados en los distintos peridicos en
estos dos aos, 1869 y 1870, fueron siempre con un intento de desacreditar al carlismo.
Fue as mismo en el ao 1869 cuando se produjo una nueva reorganizacin del
partido tradicionalista y el momento en que empezaron a aparecer en la escena carlista
nuevos personajes relevantes22. En estas incorporaciones, adems de Enrique de
Aguilera, tambin se podra hablar del periodista Antonio Aparisi y Guijarro, que desde
el mismo momento de su llegada fue ascendiendo vertiginosamente hacia los mximos
puestos de direccin, llegando a ser senador por Guipzcoa, aunque falleci en 187223.
En definitiva, fue en 1869 cuando el futuro marqus de Cerralbo se afili al
partido carlista con veinticuatro aos. En la obra editada por el Museo Cerralbo se
puede leer que el ingreso de Enrique de Aguilera en el partido tradicionalista pudo ser
tal vez guiado por las ideas de su to Jos Aguilera y Chapn, general que haba
movimiento carlista que se haba lanzado al campo para promover una guerra civil estaba acabado, La Correspondencia de Espaa (5-VIII-1869). 20 Zavala, Jos Mara, Partido carlista, Avance/Maana editores, Barcelona, 1976, p. 18. 21 Arstegui, Julio, Canal, Jordi y Calleja, Eduardo, El carlismo y las guerras carlistas, p. 82. Jaime del Burgo, Antecedentes de la 3 guerra carlista, pp. 16-18, recoge las tribulaciones de este militar republicano as como el premio que recibira al pasarse desde el ejrcito del Gobierno, por haber abandonado su sentimiento republicano, hacia el carlismo. El conde de Rodezno, Carlos VII, duque de Madrid, pp. 125-128, alaba la actuacin de algunos militares carlistas que no se dejaron engaar por los ardides de este presunto traidor. La Correspondencia de Espaa (30-VIII-1870), La Iberia y La poca (31-VIII-1870), hablaban inicialmente de Antonio Escoda y Canela, coronel de infantera y jefe de carabineros, y lo situaban persiguiendo partidas carlistas. Ms adelante publicaban que este oficial estaba propuesto para brigadier. Finalmente, La Correspondencia de Espaa (14-X-1870), anunciaba que el coronel Escoda se haba comprometido a pasarse a las filas carlistas con todas sus fuerzas, aunque el propio coronel lo desmenta por medio de un folleto. Tambin en El Imparcial (18 y 28-X-1870). 22 Urigen, Begoa, Orgenes y evolucin de la derecha espaola: el neo-catolicismo, Departamento de Historia de la Iglesia, C.S.I.C., Madrid, 1986, pp. 309-329. 23 Zavala, Jos Mara, Partido carlista, p. 18. Josep Carles Clemente Diccionario histrico del carlismo, Pamiela, Pamplona, 2006, p. 35, presenta a Aparisi como poeta, prosista y periodista. En Begoa Urigen, Origen y desarrollo de la derecha espaola en el siglo XIX, tomo I y tomo II, Departamento de Historia Contempornea, UCM, Madrid, 1981, pp. 1305-1306 y sucesivas, se recoge los datos del proyecto de Constitucin elaborado por Aparisi en la primavera de 1871. La obra completa de Antonio Aparisi y Guijarro est publicada entre los aos 1873 y 1877 en Madrid por la Imp. de la Regeneracin. Tambin vase Jos Luis Villacorta Nez, (dirigida por Fernando Garca de Cortzar Ruiz de Aguirre), D. Antonio Aparisi y Guijarro en el contexto del tradicionalismo europeo, Universidad de Deusto, 1989 y del mismo autor, La derrota intelectual del carlismo: Aparisi y Guijarro frente al siglo, Instituto Diocesano de Teologa y Pastoral, Editorial Descle de Brouwer, Bilbao, 1990
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
luchado en la primera guerra carlista24. Tambin se debe tener en cuenta que en la
presentacin que Melchor Ferrer hace acerca del marqus de Cerralbo en su
concienzudo trabajo Historia del tradicionalismo espaol no duda en decir que la
familia de Enrique de Aguilera haba permanecido desde 1833 adherida a la monarqua
constitucional de Isabel II25 y que haba sido sin duda la influencia de su madre la que
llev al joven Enrique de Aguilera a ingresar en las filas carlistas26. Con respecto al
ingreso en el partido carlista del entonces conde de Villalobos, Consuelo Sanz-Pastor
tambin lo sita en el ao 1869, sin dar ms datos, aadiendo que el marqus dijo que l
haba nacido en una familia tradicionalista y que en ella viva y morira27. Esta frase est
sacada del borrador de un discurso que el propio marqus de Cerralbo prepar para
dedicrselo a sus correligionarios en noviembre de 1892, con motivo de una ofrenda que
le hicieron los mismos como desagravio por los altercados que el marqus haba sufrido
24 El Marqus de Cerralbo, Ministerio de Cultura, Madrid, 2007, con prlogo de la primera edicin de Pilar de Navascus Benlloch, p. 21. En la biografa del marqus de Cerralbo que Carmen Jimnez Sanz ha incluido en el Diccionario Biogrfico Espaol, de la Real Academia de la Historia, Madrid, 2009, tomo I, pp. 731-736, dice que quizs fue influenciado por su to Jos de Aguilera para este ingreso en el partido carlista. 25 Conviene puntualizar que Enrique de Aguilera, como se ha dicho, haba heredado su ttulo de marqus de su abuelo y que este antepasado deba tener cierta importancia entre los nobles cercanos a la reina. As en octubre de 1833, y por la jubilacin del marqus de Blgida, haba sido nombrado Caballerizo Mayor por la reina gobernadora, y que en 1834/1835 intervino en el nombramiento de dos catedrticos de la Escuela de Veterinaria, como Mariscales de Nmero de la Real Caballeriza y Alcaldes Examinadores del Tribunal del Protoalbeiterato, y finalmente que, en 1836, particip en la no renovacin de la contrata de estos catedrticos (Salvador Velasco, A. y Andrs Turrin, M L. de, El marqus de Cerralbo, Caballerizo Mayor de la Reina Gobernadora, impulsor de la absorcin del tribunal del Protoalbeitarato por la escuela de Veterinaria en la pgina electrnica de la Organizacin Colegial Veterinaria Espaola, www5.colvet.es/aehv/pdf/MarquesCerralbo, consultada el 1 de mayo de 2009). De hecho, en el APR. Seccin Isabel II, fondo de caballerizas, Caja 2, expediente, 15, hay una instancia del marqus de Cerralbo fechada en el ao 1836 y solicitando una contrata de suministro de paja y cebada para las caballerizas reales. En el conde de Rodezno, Carlos VII, duque de Madrid, p. 230, tambin se habla de este pasado liberal del marqus de Cerralbo, dado que su bisabuelo, el Cerralbo coetneo de Fernando VII, fue uno de los que con ms calor abrazaron la causa de la nia Isabel II. En algunos de los manuscritos revisados en el AGMJ, legajo y expediente citados, se observa que en distintos documentos oficiales de los aos cuarenta del pasado siglo XIX, se cita a Jos de Aguilera y Contreras, como Gentil-hombre de Cmara con ejercicio y servidumbre de S.M. En el Archivo del Palacio Real APR-, seccin reinados, fondo Isabel II, caja nmero 21, existen detalles de los gentil-hombres de Cmara en las dcadas de los treinta y cuarenta, entre los que se hace referencia a un marqus de Cerralbo. 26 Ferrer, Melchor, Historia del tradicionalismo espaol, Tomo XXVIII, volumen I, -Carlos VII. Desde la terminacin de la tercera guerra en 1876 hasta el fallecimiento de Carlos VII en 1909-, Editorial Catlica Espaola, Sevilla, 1959, pp. 153-154. 27 Sanz-Pastor y Fernndez de Pierola, Consuelo, directora del Museo Cerralbo, El marqus de Cerralbo, poltico carlista, en Revista de Archivos Bibliotecas y Museos, tomo LXXVI, nm. 1 (Enero-junio 1973), pp. 231-270. En las investigaciones que el autor de este trabajo ha realizado en los expedientes existentes en el Archivo del Museo Cerralbo (AMC), no ha encontrado ninguna documentacin que atestige que la fecha de 1869 sea correcta. De igual manera, entre la prensa consultada de este ao tampoco se ha encontrado ninguna referencia a esta entrada del marqus de Cerralbo en el partido carlista.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
en Valencia en el mes de abril de 1890 (sucesos que sern explicados ms adelante). La
frase completa deca: Hermano que de vosotros soy en primer trmino, porque todos nosotros s que constituimos la
noble, heroica y cariossima familia tradicionalista, en la que nac, en la que vivo y en la que morir para mi gloria, mi consuelo, mi esperanza y mi salvacin28.
Abundando en los detalles acerca de la ascendencia del marqus de Cerralbo, en
un nmero extraordinario que El Correo Espaol le dedic el da de su santo de 1895,
despus de hacer un amplio recorrido por toda la historia del marquesado de Cerralbo.
Al hablar de de forma directa de Enrique de Aguilera, se poda leer: () Casa de tradicion tan gloriosa, por fuerza deba haber prestado la causa de la tradicion eminentes servicios. Y en efecto, tres tos del seor marqus de Cerralbo, D. Jos, D. Toms y D. Joaqun, defendieron la santa causa carlista con las armas en la mano, y la defendieron con el valor y nobleza que es proverbial en esa casa, siendo prototipos de fidelidad Carlos V. Era D. Jos el mayor en edad de los tres, y, como su hermano D. Joaqun, perteneci la Guardia real de Fernando VII. D. Toms haba sido guardia de Corps, y con su hermano mayor hizo heroicamente en el Norte la campaa en la caballera de Zumalacrregui, sin querer acogerse al Convenio de Vergara. D. Joaqun sirvi en el Centro, siendo ayudante de Cabrera, llegando coronel y ostentando en la cabeza la honrosa herida que le haba causado un casco de granada en el sitio de Calanda. Bien merecan estos hroes carlistas la mencion especial que les hacemos y lo merecan tanto ms, cuanto que ellos infiltraron en el alma de su sobrino, del que hoy representa Carlos VII, ese amor, ese entusiasmo y esa veneracin que siente hacia la causa de la tradicion y el Derecho los que sembraron en el corazon del nobilsimo prcer esa cosecha de virtudes polticas y privadas que son hoy la admiracion de los carlistas y de cuantos sin serlo lo conocen y tratan. Pero no tena el noble marqus necesidad de pedir prestados la tradicion los ttulos que le hacen acreedor al cario de todos. Esas dinastas de grandes hombres tienen siempre un sello de grandeza; esa institucion aristocrtica, tal como nos la ofrece la historia de la espaola, conserva su carcter altivo de columna social y estmulo perenne de las grandes acciones. La gloria de los ascendientes se refugia como la luz, en esplndido reverbero, en el alma del ltimo vstago, siendo para l lazada moral que le ata todos los sacrificios del deber y todas las abnegaciones de la virtud. Desde nio fue carlista, porque era noble, cristiano y caballero. Su educacion fue brillante como su cuna ()29.
No obstante, no hay ninguna duda de que despus de haber repasado estas
declaraciones y puntualizaciones histricas, aadidas al consiguiente ambiente familiar,
se puede adivinar que todo ello tendra una considerable importancia en la decisin del
joven Enrique de ultimar su ingreso en el carlismo. Pero adems del peso que pudieron
tener tanto su madre, como su abuelo o sus propios tos para que finalmente Enrique,
que como deca El Correo Espaol desde nio fue carlista, porque era noble, cristiano
y caballero, se decidiera a ingresar en el partido carlista, existi otra razn que debi
tener ms importancia30. Este ltimo argumento, que es ms que probable que fuera el
28El discurso se public ntegramente en El Correo Espaol (5-XI-1892). 29 El Correo Espaol (15-VII-1895). 30 Se debe sealar que eran muchos los carlistas que vean con recelo la denominacin de partido aplicada a su formacin, ya que la identificaban con los partidos liberales que haban conducido a Espaa, en su modo de ver, a la ruina. Con familia, por el contrario, se encontraban ms conformes. (Jordi
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
principal de los motivos que tuviera Enrique de Aguilera para su ingreso en la familia
carlista, fue la influencia ejercida en l a travs de los contactos que mantuvo en la
Universidad Central de Madrid con el tambin joven Francisco Martn Melgar31, futuro
conde de Melgar32, as como con Juan Catalina Garca33, dado que a estos tres
personajes les fue uniendo, adems del compaerismo universitario, sus ideas de una
causa comn tradicionalista34. Por tanto, los ideales unidos de los tres compaeros
debieron ser sin duda el motivo determinante en la decisin de Enrique para ingresar en
el carlismo.
Tambin en este ao 1869, Enrique de Aguilera, dejando muestra de sus
principios catlicos, apareca como cofundador de la Juventud Catlica (organizacin
en donde se ofrecan numerosas conferencias sobre arte y arqueologa)35 en unin del
tradicionalista y compaero de estudios Juan Catalina36.
En cuanto a Francisco Martn Melgar, segn se lee en sus memorias, se puede
decir que el futuro secretario de don Carlos era un verdadero carlista que lleg a tener su
intervencin en la ltima guerra y que segn cuenta su hermano Manolo fue herido
Canal, Banderas blancas, boinas rojas. Una historia poltica del carlismo, 1876-1939, Marcial Pons-Historia, Madrid, 2006, pp. 263-264). Ms adelante, en el captulo quinto, se explicar las diferentes formas de denominacin del carlismo. 31 En el libro El Marqus de Cerralbo, p. 23, se comenta la amistad que una a estos dos estudiantes. Para un mejor seguimiento de este personaje, se pueden considerar sus citadas memorias Veinte aos, donde queda manifiesta su adhesin hacia la causa carlista y tambin se podra consultar Don Jaime. El prncipe caballero, Espasa-Calpe, Madrid, 1932, escrita, segn Jess Pabn, por el segundo conde de Melgar. Adems, para dejar constancia de sus ideas tradicionalistas, as como de sus preferencias francfonas, se podran considerar sus mltiples artculos publicados en distintos peridicos, fundamentalmente a partir de su salida del palacio de Loredn, en el ao 1900, as como en dos de los libros que public La reconquista: a travs del alma francesa, Bloud y Gay, Barcelona, 1917 y En desagravio, Sociedad General Espaola de Librera, Madrid, 1916. Josep Carles Clemente, Diccionario histrico, p. 334, ofrece una breve biografa del conde de Melgar indicando que fue secretario de don Carlos de 1880 hasta 1889 (aunque segn se ha comprobado, Francisco M. Melgar y Rodrguez dej de ser secretario del duque de Madrid en noviembre de 1900) y que este le concedi el ttulo de conde de Melgar. Ms adelante, apunta Clemente, Melgar ser consejero y secretario de don Jaime. 32 El ttulo de conde de Melgar le fue concedido a Francisco Martn Melgar por don Carlos (Carlos VII para los carlistas), en el ao de 1887, (Vicente de Cadenas y Vicent, Ttulos del reino concedidos por los monarcas carlistas, Edic. Hidalgua, Madrid, 1956, p. 218). 33 Juan Catalina Garca (1845-1911), fue un historiador, redactor y as mismo director de distintos peridicos y revistas. 34 Casado, Daniel, El entorno historiogrfico espaol entre el ltimo cuarto del XIX y el primer tercio del XX, a travs de la mirada de Gabriel Llabrs y Jos Ramn Mlida, en Mayurqa (2006), p. 348. 35 Cabr Aguil, Juan, El marqus de Cerralbo, en Boletn de la Sociedad Espaola de Excursiones, Tomo XXX, III trimestre de 1922, Madrid, pp. 1-2. Para ampliar datos sobre la Juventud Catlica vase Begoa Urigen, Orgenes y evolucin de la derecha espaola, pp. 364-370, donde aparece el conde de Villalobos como vicepresidente y Francisco Martn Melgar como tesorero de esta asociacin. Juventud Catlica que particip durante el Sexenio Democrtico, junto con la Asociacin de Catlicos (ms adelante Accin Catlica), en los actos organizados a favor del papa y que tuvo influencia en la Iglesia durante la Restauracin. Esta asociacin, al igual que todas en las que intervendr el futuro marqus de Cerralbo, estaba organizada en distintas juntas, tales como Superior, Provincial y de Distrito. 36 Casado, Daniel, El entorno historiogrfico espaol, pp. 341-357.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
mortalmente en la accin de Morcadillo, despus de haber conquistado un can. As
mismo, tambin explica ms adelante cmo fue l mismo quien present al marqus de
Cerralbo, entonces conde de Villalobos, a don Carlos en Pars en el ao 1876, al poco
de haber concluido la ltima contienda carlista37. Melgar, en otro momento y como una
forma de demostrar que la nobleza estaba a favor de la causa carlista, va desgranando la
relacin de aristcratas que pertenecan a la ideologa tradicionalista, citando, entre
otros, a los grandes de Espaa como los marqueses de Sofraga, Gramosa, Villadarias,
Vallecerrato, Fontanar o el conde de Fuentes y el duque de la Roca y el de Solferino38.
De vuelta a la vida universitaria del protagonista de este trabajo y sus
compaeros, se puede ver que los tres condiscpulos: Juan Catalina, Enrique de
Aguilera y Francisco Martn Melgar, durante la dcada de los sesenta del siglo XIX
tambin tuvieron como compaero a Antonio del Valle Serrano, hijo de la viuda
Manuela Inocencia Serrano. Y fue precisamente la madre de Antonio, el 25 de agosto de
1871 y en la casa parroquial de San Miguel Arcngel de Vitoria, la que pasara a ser la
esposa del conde de Villalobos, futuro marqus de Cerralbo.
Por la lectura de los expedientes acadmicos de estos alumnos se comprueba que
coincidieron en varias asignaturas en la misma clase. As mismo que tambin lo
hicieron en diferentes disciplinas, pero en la misma Facultad, siendo el ltimo curso de
esta coyuntura el del 1867/186839. Precisamente al ao siguiente se produjo el ingreso
de Enrique de Aguilera en el partido carlista.
37 Melgar, Francisco, Veinte aos, pp. 29-31. Durante toda la narracin de su trabajo, Francisco Melgar hace gala de tener un elevado nmero de amistades, especialmente dentro de la nobleza, as como entre los personajes ms importantes del momento. Se debe puntualizar que estas memorias, escritas ntegramente por el conde de Melgar, fueron concluidas por este noble en una clnica parisina poco antes de su muerte en 1926, pero permanecieron inditas en Espaa hasta que su hijo, en el ao 1940, se decidi a publicarlas, segn consta en el prlogo de las mismas. 38 Melgar, Francisco, Veinte aos, p. 10. Por su parte, Alfonso Bulln de Mendoza y Gmez de Valuguera, La nobleza titulada y don Carlos en Aportes, Revista de Historia del siglo XIX, nm. 1, (1986), pp. 3-11, habla de que eran 71 los nobles titulados que prestaron su adhesin a Carlos V en la primera guerra carlista. En esta ltima contienda iniciada en 1872, Julio V. Brioso y Mayral, La nobleza titulada espaola y su adhesin a Carlos VII, en Aportes, Revista de Historia del siglo XIX, nm. 1, (1986), pp. 13-27, detalla los 173 nobles que apoyaron al nuevo pretendiente carlista. Este dato supona un 12 por ciento de los 1426 nobles que eran la totalidad en Espaa. 39 AHN, Seccin Universidades, legajo 6306 expediente 6 y legajo 3529 expediente 20, ambos a nombre de Enrique Aguilera Gamboa. Aparece su procedencia desde el Bachiller en el Instituto San Isidro con nota de Aprobado, as como las asignaturas en las que se matricul en la Universidad Central de Madrid y las notas que logr en cada una de ellas. Lo mismo se ha comprobado en relacin a Francisco Martn Melgar en este mismo archivo y misma seccin, en los legajos 6658 y 4397 expedientes 4 y 22 respectivamente, donde as mismo se muestra su procedencia desde el Instituto Noviciado con la nota de Sobresaliente y las asignaturas en las que se matricul, sus notas y sus licenciaturas en Filosofa y Letras y en Derecho Civil.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
Se debe sealar que en el examen que se ha efectuado de los expedientes
acadmicos de estos compaeros, adems de haberse visto las notas obtenidas por cada
uno de ellos, se ha investigado ms en profundidad el de Enrique de Aguilera40. As se
ha visto que contiene un nmero de faltas de asistencia superior a las permitidas, por lo
que tuvo que escribir con asiduidad solicitudes diciendo que el motivo de sus ausencias
era su mala salud41.
Hay que considerar que en aquellos momentos, el futuro marqus de Cerralbo
tena unos veinte aos y que fue esta ocasin la primera en que las enfermedades de
Enrique aparecan pblicamente como motivo de ausencia en sus ocupaciones. De la
misma manera, a lo largo de su vida pblica y particular, se podr comprobar cmo en
otras muchas ocasiones la delicada salud del noble madrileo pasar a ser motivo de
distintas informaciones en la prensa, as como tema central en mltiples cartas. Entre
estas cartas estn las que le dirigan a Enrique de Aguilera el conde de Melgar, don
Carlos, y posteriormente su hijo don Jaime, constantemente preocupados por la dbil
salud del marqus de Cerralbo. Si bien en una lectura ms minuciosa de esta
correspondencia entre el delegado carlista y los pretendientes o sus secretarios, se puede
llegar a pensar que Enrique de Aguilera tena un poco de hipocondraco, siempre
Tambin, finalmente se ha visto en la misma seccin de este AHN en los legajos 6869 y 4831 expedientes 5 y 26 respectivamente, a nombre de Antonio del Valle Serrano, su procedencia desde el Instituto San Isidro con nota de Aprobado y las notas de las asignaturas en las que se matricul y sus licenciaturas en Filosofa y Letras y en Derecho Civil. De igual manera, entre la mltiple documentacin que se encuentra en estos expedientes, hay una copia literal de la partida de nacimiento de Antonio fechada el 3 de agosto de 1846 con el nombre de Antonio Mara Ricardo Ramn Jos Flix, hijo de Antonio Mara del Valle, natural de Madrid y de Manuela Inocencia Serrano, natural de Valencia. El Marqus de Cerralbo, p. 23, tambin recoge algunos datos del que sera hijo poltico del marqus de Cerralbo. 40 Las notas de quien ms adelante sera el marqus de Cerralbo no fueron muy brillantes, lo que no deja de sorprender al ver sus posteriores muestras de conocimientos histricos y erudicin expuestos en sus elaborados discursos. Las notas, en definitiva, fueron:
Facultad de Filosofa y Letras. Bachiller en Artes, el 6 de mayo de 1865, desde el Instituto San Isidro, Aprobado. Proveniente del colegio de las Escuelas Pas de San Fernando y del Colegio del Seor Santisteban.
Curso 1864/65, Literatura espaola, Bueno Literatura clsica, Notable
Curso 1865/66, Prosistas griegos, Mediano Historia Universal, Mediano
Curso 1867/68, Geografa, Mediano Psicologa y lgica, Mediano.
Facultad de Derecho (secc. Derecho administrativo) Curso 1864/65, Derecho poltico y administrativo, Bueno
Economa poltica, Suspenso y Mediano Curso 1865/66, Nociones derecho Civil, Bueno
Hacienda Pblica, Bueno Curso 1867/68, Metafsica, Mediano
Derecho Poltico, Mediano Derecho Civil, mercantil y penal, sin nota.
41 AHN- Seccin Universidades, legajo 6306 expediente 6 y legajo 3529 expediente 20.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
considerando la importancia que un simple catarro poda tener en el siglo XIX. Sealar,
a modo de ejemplo, que en una carta fechada en el palacio de Loredn el 5 de octubre
de 1890, en la que el conde de Melgar le contestaba al marqus de un escrito suyo, le
haca comentarios acerca de la enfermedad que Enrique le haba dicho y le deseaba una
pronta mejora, pero revelando al final del escrito que el mal de Cerralbo en aquel
momento era alopecia!42
Por otra parte, es destacable que la amistad de Enrique de Aguilera y Francisco
Martn Melgar continuara incrementndose con los aos. As se ha podido verificar en
la amplsima correspondencia que el conde de Melgar le diriga al marqus de Cerralbo,
bsicamente en las dcadas de los ochenta y noventa. Le escriba, siempre tratndole de
usted, a pesar de haber sido compaeros en la Universidad Central, con frases como
Enrique de mis entraas, adis ingrato amigo, todas sus injusticias no harn que le
quiera nunca menos43, o crean V.V. que nadie puede quererles ms de verdad que su
invariable amigo y viejo compaero44. Cuando iba acabando la dcada de los ochenta
el afecto pareca haberse enfriado un poco dejando paso a un distanciamiento y se poda
leer una lacnica despedida como su fiel y viejo amigo45, aunque pronto se
compensaba con un soy siempre su invariable y viejo amigo que ardientemente desea
abrazarle46. Otra muestra de amistad se puede ver en la carta que el 1 de junio de 1891
le escriba al marqus el secretario del duque de Madrid desde Viena47, respondiendo a
una invitacin que su amigo le haba hecho para que fuera a descansar a su palacio en
Santa Mara de Huerta. El conde deca que no podra acudir, dado que el Rey no le dara
permiso, terminando con slo podra ir si cayera enfermo, hecho que, me llenara de
alegra por poder estar en la dulce intimidad y con amigos tan admirables y para gozar
exclusivamente de su compaa, no de correligionarios48.
El propio Melgar asegura en sus memorias que tanto al marqus de Cerralbo
como a Vzquez de Mella, les haba profesado un cario fraternal durante muchos aos
y que termin desgraciadamente con la ruptura ruidosa motivada con la guerra de
42 AMC, MS. E. 6490, C. VI. legajo n. 23, R. 225. 43 AMC, MS. E. 6490, C. IV, legajo n. 15, R. 124, carta del 31 de enero de 1882. 44 AMC, MS. E. 6490, C. IV, legajo n. 3, R. 112, carta del 28 de marzo de 1879. 45 AMC, MS. E. 6490, C. VII, legajo n. 27, R. 269 carta del 14 de noviembre de 1891. 46 AMC, MS. E. 6490, C. VIII, legajo n. 28, R. 308, carta del 5 de octubre de 1892. 47 El hecho de que don Carlos adoptara el ttulo de duque de Madrid fue aprobado en una reunin que el propio pretendiente carlista mantuvo con el consejo de su partido el 20 de julio de 1868 en Londres (Jaime del Burgo, Antecedentes de la 3 guerra carlista, p. 6). El conde de Rodezno, Carlos VII, duque de Madrid, p. 62, aade que segn se haba acordado, el proclamado Carlos VII debera utilizar el ttulo de duque de Madrid en el destierro. 48 AMC, MS. E. 6490, C.VII, legajo n. 15, R. 257.
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Agustn Fernndez Escudero El marqus de Cerralbo (1845-1922). Biografa poltica.
191449. Motivo por el cual, conforme va transcurriendo en el tiempo la narracin de
estas memorias, se puede notar que las referencias al marqus de Cerralbo van
disminuyendo. Esta ausencia a la hora de recordar a Cerralbo en las memorias del conde
de Melgar, no deja de ser curiosa, dado que segn se viene viendo y se ir explicando
ms adelante, en la cumplida correspondencia que mantenan estos dos antiguos
compaeros universitarios, los elogios que se dedicaban eran amplios y llenos d